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UN PROYECTO DE INNOVACIÓN CURRICULAR PARA EL DESARROLLO DE LA CONDUCTA AUTODETERMINADA EN PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL Concha Iriarte Carmen González Torres, Feli Peralta y Aitziber Zulueta Departamento de Educación, Universidad de Navarra ciriarte@unav.es mgonzalez@unav.es fperalta@unav.es Isabel Santesteban, María Landa, Rita Arteta, Belén Alquegui Centro Concertado de Educación Especial Isterria Navarra, España En este Symposio se presenta un proyecto de investigación-acción cuyo objetivo es facilitar la autodeterminación de los alumnos a través de un proceso de formación del profesorado. Dicho proyecto se realiza con el asesoramiento del centro Isterria. Las directrices de innovación curricular que se han tenido en cuenta tanto en los planteamientos teóricos que sustentan dicho proyecto como en su plasmación en la práctica son: 1) Un enfoque interdisciplinar a la hora de elaborar la fundamentación teórica, tratando desde los ámbitos de la Educación Especial, la Psicología Educativa y la Orientación de introducir contenidos que preparen para la vida siguiendo modelos de desarrollo de competencias centrados en el alumno (Agran, 1997; Ryan y Deci, 2002; Wehmeyer, Field, Doren y Jones, 2004); 2) Formación del profesorado desde los nuevos modelos de desarrollo profesional (“comunidades de prácticas”, investigación-acción e innovación colaborativa) (Corno y Randi, 2000; Butler, Novack y Beckingham, 2001); 3) Transversalización del currículo formal a partir de los contenidos y principios de la autodeterminación y modificación del paracurriculum (Alvarez González y Bisquerra, 1996; De la Caba, 1999); 4) Procesos de evaluación-intervención concebidos como un esfuerzo colaborativo dirigido a ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas mediante la autoevaluación y reflexión (empowerment evaluation) (Fetterman, Kaftarian y Wandersman, 1996). Es fácil constatar que las personas con discapacidad, en su mayoría, dejan la escuela sin haber adquirido habilidades cruciales para responder a las exigencias de la vida adulta. El sistema de apoyos propiciado desde la educación especial maximiza la adquisición de aprendizajes básicos o habilidades de la vida diaria, pero ofrece escasas oportunidades para que los alumnos tengan una participación más plena en la comunidad y como consecuencia siguen dependiendo de sus profesores y padres para tomar decisiones o valorar sus acciones, y para adaptarse a los cambios de su entorno. Con el fin de dar respuesta y nuevas alternativas educativas a estas carencias se inició un proyecto de innovación educativa centrado en el desarrollo de la conducta autodeterminada, tema que actualmente concita el interés de investigadores y profesionales de la educación especial. 3841 Claves de innovación En primer lugar, la génesis de este proyecto es una propuesta innovadora ya que en nuestro país son todavía incipientes el número de publicaciones e investigaciones que han empezado a generarse, aunque se aprecia un creciente interés tanto por parte de los investigadores como de los profesionales de la Educación Especial. La fundamentación teórica. Otra clave de innovación fue la búsqueda de un enfoque interdisciplinar para abordar la fundamentación teórica de este proyecto. Además del ámbito de la Educación Especial, se planteó aprovechar las aportaciones de la Psicología de la Educación y de la Orientación Educativa proponiéndonos esclarecer el estado de la cuestión sobre las numerosas propuestas emergentes relacionadas con la formación personal y la preparación para la vida. De esta forma han servido de inspiración para nuestra propuesta: los modelos de orientación para el desarrollo, la educación psicológica y la orientación preventiva; los modelos de desarrollo de competencias frente a modelos centrados en el déficit; así como los modelos holísticos y centrados en el alumno como base para una intervención educativa eficaz. Transversalización del currículo. La promoción de la conducta autodeterminada requiere toma de decisiones que suponen modificaciones del currículo. Entre otras, transversalizar la educación de la conducta autodeterminada de modo que se fusione con los contenidos y dinámicas habituales de clase y del centro educativo, recorra de manera coordinada todos los niveles educativos y sea el profesor su principal agente formador. Este punto se ha convertido en un aspecto clave en el proceso de formación del profesorado en el centro educativo. Además del currículo formal que ha sido conveniente y progresivamente adaptado por las profesoras que han formado parte de la investigación, se ha hecho un importante esfuerzo para que el currículo implícito -relaciones interpersonales, normas, resolución de conflictos, organización del proceso enseñanza-aprendizaje, disciplina, estilos comunicativos o valores- estuvieran impregnados e inspirados en los contenidos y principios de la conducta autodeterminada. Este proceso será expuesto en la tercera de las ponencias que presentan las profesoras Santesteban, Landa, Arteta, y Alquegui. Formación del profesorado. Para que el profesorado fuera haciendo suyo el concepto de autodeterminación y lo pudiera incorporar paulatinamente al currículo, un aspecto importante de nuestro proyecto fue la formación de los profesores, desde una visión de “innovación colaborativa”. Este tema será tratado en la primera ponencia que presenta la profesora González Torres. Para ello se siguió la siguiente metodología: a) Seminarios de formación continua sobre temas relacionados con las dimensiones que configuran la conducta autodeterminada (aprendizaje autorregulado, autoconsciencia, 3842 resolución de problemas y toma de decisiones, planteamiento de metas, habilidades de comunicación, entre otras) y que pueden ser desarrolladas en alumnos con necesidades educativas especiales. b) Trabajo individualizado en el que cada profesor participante en el proyecto debía revisar, analizar y reflexionar sobre los documentos elaborados. c) Recoger las propuestas y sugerencias de los profesores y llevar a cabo una sistematización de las mismas. d) Aplicar las propuestas curriculares generadas del debate y discusión de las mismas. e) Valorar, cualitativamente, y de manera conjunta, los resultados. Evaluación. Por último, para poder intervenir en el desarrollo de la conducta autodeterminada es preciso conocer, valorar, y analizar, a través de la evaluación, las necesidades del alumno, así como las características de su contexto escolar y social de cara a tomar decisiones de mejora. Evaluación e intervención son parte de un proceso continuo, en el que la evaluación proporciona la información necesaria para plantear objetivos de intervención dirigidos a potenciar al máximo el desarrollo de la persona. En este sentido, otro de los aspectos innovadores que se introdujo en este proyecto fue el enfoque de la evaluación: empowerment evaluation, dirigido a ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas en la identificación de sus objetivos, puntos fuertes y necesidades mediante la autoevaluación y la autorregulación. Aspecto que será tratado en la segunda de las ponencias que presenta la prof. Peralta NUEVOS MODELOS DE ENSEÑANZA Y DE DESARROLLO PROFESIONAL DE LOS PROFESORES QUE PROMUEVEN LA CONDUCTA AUTODETERMINADA Mª Carmen González Torres Dpto de Educación Universidad de Navarra El desarrollo de la conducta autodeterminada en las personas con retraso mental ha cobrado un enorme auge como meta educativa esencial de cara a facilitar su inclusión escolar y comunitaria. Los años 90 del S.XX han sido clave en esta tendencia, pues ha sido en este período cuando la autodeterminación se ha situado como constructo central en el campo de la Educación Especial y cuando se ha iniciado la investigación empírica que está sirviendo para orientar a los profesionales y servicios hacia la consecución de esta meta (Wehmeyer, Abery, Mithaugh, Stancliffe, 2003). De acuerdo con el modelo funcional de autodeterminación propuesto por Wehmeyer (1999), en términos operativos, las acciones del individuo son autodeterminadas si reflejan cuatro características esenciales: autonomía, autorregulación, creencias de control y eficacia 3843 (psychological empowerment) y autoconsciencia clara. El desarrollo de la conducta autodeterminada en las personas con retraso mental requiere: a) mejorar sus capacidades y actitudes (skill and will) para que puedan lograr un mayor control sobre sus vidas, b) proporcionarles oportunidades para ejercer dicho control (oportunidades para hacer elecciones y experimentar los resultados de ellas) y c) diseñar los apoyos y acomodaciones contextuales, didácticas y tecnológicas que hagan posible el ejercicio de control activo sobre la conducta . Para que la autodeterminación se convierta en paradigma dominante en la práctica educativa es necesario un cambio en las creencias, valores y cultura de los profesionales, de modo que la voz de las personas con discapacidad se ponga en primer plano. Es prioritario, en este sentido, el paso de modelos instructivos que dan toda la responsabilidad al profesor a modelos más centrados en el alumno y en facilitar su aprendizaje autodirigido o autorregulado. Si los profesores van a tener que ayudar a sus alumnos con discapacidad cognitiva a tomar mayor control sobre sus vidas, a ser más autonomos, conscientes de sí mismos y autorregulados creemos que su formación profesional en este campo será más efectiva a través de los llamados proyectos de investigación colaborativa, como el que venimos realizando y que presentamos en este symposium, pues ofrecen a los profesores oportunidades para vivir los procesos que luego van a modelar en sus alumnos y para desarrollar mejor una instrucción centrada en el aprendiz. Las nuevas iniciativas de desarrollo profesional -proyectos de "investigación/innovación colaborativa" (Lee, 1993) "investigación-acción participativa" (Reason, 1994), "investigación y desarrollo participativo" (Knight, Boudah, McGee, 2000); "comunidades de práctica" (Palincsar y cols.,1998)- en los que colaboran estrechamente la escuela y la universidad animan a los profesores a ser responsables de su propio aprendizaje y a aprender de la enseñanza. Responden a la reciente caracterización de la enseñanza como "la profesión del aprendizaje" (Randi, 2004). Estos nuevos modelos de desarrollo profesional del profesorado, ofrecen a los profesores enormes oportunidades para desarrollarse ellos mismos como "aprendices autorregulados" y difieren en varios puntos de los modelos tradicionales (cfr. Butler, Novak, Beckingham, Jarvis y Elaschuk, 2001; Palincsar y cols., 1998; Gerstein y cols., 1997): a) Los profesores son vistos como profesionales reflexivos y no meros técnicos. b) El aprendizaje es co-construido socialmente en una comunidad de aprendizaje a través del diálogo y la reflexión continua en y sobre la práctica educativa. No consiste en traspasar directamente los hallazgos de la investigación a la práctica educativa (enfoque arriba-abajo) 3844 c) Los cambios en la práctica educativa (toma de decisiones) deben estar profundamente enraizados en cambios en el conocimiento conceptual del profesor y no son posibles sólo con un mero dominio de específicas rutinas o procedimientos. d) Los límites entre la enseñanza y la investigación son borrosos. El enriquecimiento de ambas requiere que profesores e investigadores compartan la construcción del conocimiento formalizado y práctico que ambos poseen. La investigación colaborativa es una propuesta de formación del profesorado que responde a cómo se construye el conocimiento pues se asienta en las teorías de la naturaleza social de la construcción del conocimiento y del aprendizaje situado: a) En la investigación colaborativa (comunidad de práctica) el conocimiento se construye a través del diálogo entre los profesores y mentores investigadores. Los profesores universitarios proporcionan guía, información y feedback. b) El profesor como aprendiz estratégico se ve embarcado en un proceso de reflexión continua sobre su práctica educativa, sus creencias y teorías sudyacentes acerca del aprendizaje, enseñanza, los alumnos… y el nuevo conocimiento que se le facilita desde la investigación. c) Los profesores e investigadores se implican en un proceso de resolución de problemas colaborativa, en un proceso de innovación que conlleva los pasos de: planificación de la instrucción, puesta en práctica, evaluación de los resultados (impacto sobre los alumnos) y reflexión crítica sobre la práctica. d) Los profesores se implican voluntariamente en el proyecto y además en buena medida son ellos los que marcan la agenda. Son verdaderos agentes del cambio y no meros usuarios de procedimientos, estrategias o programas dados. e) La reflexión compartida sobre las teorías, principios, hallazgos aportados por la investigación y puestos en relación con su propio conocimiento y experiencia contribuye al desarrollo de una comprensión realmente significativa y al desarrollo de un lenguaje común compartido para hablar acerca de los procesos de enseñanza/aprendizaje objeto del proyecto de innovación educativa en marcha. La investigación colaborativa, sobre todo si se extiende en un período prolongado, conlleva muchas ventajas, como diversos estudios apuntan y nosotros hemos podido comprobar en el curso del desarrollo de nuestro proyecto. Entre ellas cabe destacar (cfr. Kinight y cols. 2000; Buttler y cols., 2001) : a) La combinación de reflexión y colaboración produce un gran impacto en las creencias de los profesores y en sus prácticas educativas. Fuerza a la re-evaluación de sus teorías educativas implícitas. 3845 b) Los profesores toman más consciencia de su rol de influencia sobre los alumnos. c) Muestran una mayor disposición a enfrentarse a los retos que supone la innovación. d) El tiempo que requiere este tipo de investigación facilita la internalización del nuevo conocimiento y que los cambios en la práctica educativa sean más duraderos. e) Se produce un incremento del sentimiento de competencia (empowering) y profesionalismo de los profesores. f) El trabajo colaborativo proporciona una estructura altamente motivante y el marco de cohesión social y apoyo que se produce ayuda a eliminar la soledad que caracteriza a la enseñanza. g) El desarrollo de conocimiento práctico que los profesores van alcanzando se muestra en su estilo de enseñanza y en su efectividad y por otra parte, el desarrollo de su conocimiento formalizado, al adoptar el rol de investigador, se expresa en su participación en la presentación de resultados en publicaciones, congresos conferencias. Al hilo de este último punto se ha dicho que "los profesores con frecuencia dejan una marca en sus estudiantes pero a veces dejan una marca en su profesión". Pues bien a través de los procesos y productos de la investigación colaborativa los profesores hacen las dos cosas. De acuerdo con lo expuesto, los proyectos de investigación -acción colaborativa, como el que estamos llevando a cabo entre investigadores de la Universidad de Navarra y el centro educativo Isterria, nos parece un vehículo importante de desarrollo profesional del profesorado y, concretamente, para la consecución de metas ligadas con el desarrollo de una mayor autodeterminación de los alumnos con discapacidades lo consideramos el medio idóneo. Bibliografía Butler, D,L. (2003). Self-regulation and collaborative learning in teachers´professional development. Paper presented at Annual meetings of the European Association for Research and instruction (EARLI). Butler, D.L; Novak, H.J.; Beckingham, B.; Jarvis, S. & Elaschuk, C. (2001). Professional Development and Meaningful Change: Towards Sustaining an Instructional Innovation. Paper presented at The meeting of American Educational Research Association (AERA), Seattle, WA. Gerstein, R.; Vaughn, S.; Deshler, D.; Schiller, E. (1997). What we know about using research findings: Implications for improving special education practice. Journal of Learning Disabilities, 30, 466-476. 3846 Knight St.; Boudah, D.J.; McGee, K. (2000). Using collaborative teacher research to create a climate for professional growth. Paper presentd at the annual meeting of the American Educational Research Association, New Orleans, LA Lee, R.M. (1993) Doing research on sensitive topics. Newbury Park, CA: Sage Palincsar, A. ; Magnussen, S.J., Marano, N. Ford, D. & Brown, N. (1998). Designing a community of practice: Principles and practices fo the GisML community. Teaching and Teacher Education, 14 (1), 5-19. Randi, J. (2004). Teachers as Self-Regulated Learners. Teacher College Record, 106 (9), pp. 1825-1853 Reason, P. (1994). Three approaches to participative inquiry. En N.K. Denzin & Y.S. Lincoln (Eds.) Handbook of Qualitative Research (pp 324-339). Thousand Oaks, CA: Sage. Wehmeyer, M.L. (1999) A functional model of Self-determination: describing development and implementing instruction. Focus on Autism and other Developmental Disabilities, 14 (1), pp. 53-61 Wehmeyer, M.L.; Abery, B.; Mithaugh, D.; Stancliffe, R. (2003). Theory in SelfDetermination. Foundations for educational practice. Springfield Ill: Ch. C. Thomas Publisher. DE LA EVALUACIÓN PSICOMÉTRICA A LA EMPOWERMENT EVALUATION EN EL CONTEXTO DE LA AUTODETERMINACIÓN Feli Peralta y Aitziber Zulueta Dpto. de Educación, Universidad de Navarra La investigación ha mostrado que el desarrollo de la autodeterminación en las personas con discapacidad propicia su inclusión social y mejora sus expectativas de futuro (Hughes, Pitkin y Lorden, 1998; Wehmeyer y Schwartz, 1997). Estos resultados y el cambio del modelo del déficit por un modelo de desarrollo de competencias han propiciado que el objetivo fundamental de la intervención en Educación Especial sea actualmente promover la conducta autodeterminada. Dos son los elementos decisivos en el desarrollo de la conducta autodeterminada: las capacidades personales y las oportunidades del entorno. En el caso de las personas con discapacidad cognitiva (o Retraso Mental) se ha asumido que no llegan a ser autodeterminadas por el impacto que sus limitaciones imponen en su vida diaria. Sin embargo, según datos de un estudio de Wehmeyer y Garner (2003) son los factores ambientales más que las características personales, incluido el CI, los que condicionan el grado de autodeterminación. Por ello, es preciso conocer y valorar, a través de la evaluación, además de los puntos fuertes y las 3847 necesidades del alumno, las características de su contexto escolar y social de cara a planificar la intervención. El objetivo es lograr que las personas con discapacidad puedan modificar sus conductas, lleguen a ser más independientes, identifiquen sus necesidades, se planteen metas y decidan planes de acción para conseguirlas (Martin y Huber Marshall, 1997; Wehmeyer, Sands, Knowlton y Kozleski, 2002). Una evaluación que da poder (empowerment evaluation) Si queremos dar voz a las personas con discapacidad cognitiva es preciso adoptar un nuevo enfoque de evaluación: la empowerment evaluation. Este nuevo enfoque de evaluación constituye una propuesta emergente que usa los conceptos y técnicas de la evaluación tradicional para favorecer el crecimiento personal, la autoconsciencia y la autodeterminación (Fetterman, Kaftarian y Wandersman, 1996; Wehmeyer, Agran y Hughes, 1998). La autodeterminación entendida como la capacidad para controlar el curso de desarrollo de la propia vida o de ser el agente causal, constituye el fundamento teórico de la empowerment evaluation. Así, la evaluación se hace más flexible, participativa y colaborativa (comunidad dinámica de aprendices); “da poder” a los sujetos evaluados para que puedan ayudarse a sí mismos; propicia la autoevaluación y la reflexión para que sean capaces de resolver problemas y de tomar decisiones. Objetivos de la evaluación La evaluación en el contexto de la autodeterminación (Field, Martin, Miller, Ward y Wehmeyer, 1998) pretende que el alumno tome conciencia de sus limitaciones, habilidades, necesidades, preferencias e intereses y, por parte del profesor, obtener información útil del nivel actual del alumno (U.S. Department of Education, 2000). Esta información posibilita la toma de decisiones acerca de los contextos de instrucción apropiados, de los apoyos y servicios necesarios o de los factores que promueven o impiden la autodeterminación. Procedimiento La empowerment evaluation emplea metodologías cuantitativa y cualitativa ya que evaluar el grado de autodeterminación de los alumnos con discapacidad cognitiva requiere el empleo de diferentes tipos de instrumentos, en distintas situaciones y desde una aproximación que implique la colaboración entre alumno y evaluador (Field y otros, 1998b). Así, además del informe escolar del alumno, la entrevista, la observación comportamental, la evaluación curricular o los tests psicométricos, existe una serie de instrumentos específicamente diseñados 3848 para evaluar los principales componentes o dimensiones de este constructo multidimensional. Entre estos últimos cabe destacar: - Escala de Autodeterminación ARC (The Arc´s Self-Determination Scale) de Wehmeyer (1995). Dirigida a adolescentes con discapacidad. Está configurada por 72 ítems divididos en cuatro secciones: Autonomía, Autorregulación, Creencias de control y eficacia y Autoconsciencia. Esta escala se ha traducido y adaptado a nuestro contexto a modo de entrevista en un estudio piloto llevado a cabo en Navarra por Peralta, Zulueta y González Torres (2002). - Escalas de Minnesota (Abery, Elkin, Smith, Springborg y Stancliffe, 2000) consta de cuatro escalas: Escala de Destrezas, Actitudes y Conocimiento; Escala de Preferencias en la Toma de Decisiones; la Escala de Importancia del Control; y Ejercicio del Control. Se acompañan de pictogramas que facilitan la comprensión de los ítems. - Batería de evaluación de la Autodeterminación (Self-Determination Assessment Battery). Hoffman, Field y Sawilowsky (2000) ofrecen un conjunto de instrumentos que permiten valorar los factores cognitivos, afectivos y comportamentales. - Otros instrumentos de interés son: el Inventario de habilidades de transición. (Transition Skills Inventory) de Halpern, Herr, Doren y Wolf (2000), o el Cuestionario sobre Autodeterminación para Padres y Jóvenes de Abery y cols., (1994) incluidos en su currículum de educación familiar. Una vez conocidas las características del alumno y de su contexto, es posible plantear propuestas de innovación educativa que supongan una modificación del currículo y, sobre todo, del estilo de enseñanza (modelo profesional) para dar la oportunidad de que los alumnos con discapacidad cognitiva tengan, en un mayor grado, un papel más activo ante los acontecimientos, asuman mayor responsabilidad, se valoren a sí mismos, y tomen decisiones acerca de sus propia vida (Field y Hoffman, 1996; Martin y Huber Marshall, 1997; Wehmeyer y otros, 1998; Wehmeyer, 2001), en definitiva hagan oír su voz. Conclusión Elegir, decidir y resolver problemas son aspectos transversales del currículo, que requieren un contexto educativo que posibilite la participación del alumno con discapacidad, que lo considere como un copartícipe de su proceso educativo y que lo apoye y respete. Bibliografía Abery, B., Eggebeen, A., Rudrud, L., Arndt, K., Tetu, L., Barosko, J., Hinga, A., McBride, M., Greger, P. y Peterson, K. (1994). Self-determination for youth with disabilities: A familily 3849 education curriculum. Institute on Comunity Integration, College of Education, University of Minnesota. Abery, B.H., ELkin, S.V., Smith, J.G., Springborg, H.L. y Stancliffe, R.J. (2000). Minnesota Self-determination Scales. Minnesota: Universidad de Minnesota. Fetterman, D.M., Kaftarian, S.J. y Wandersman, A. (1996). Empowerment evaluation. Knowledge and tools for self-assessment and accountability. Thousand Oaks: Sage Publications. Field, S. y Hoffman, A. (1996). Steps to Self-determination. A curriculum to help adolescents learn to achieve their goals. Austin: Pro-ed. Field, S., Martin, J., Miller, R., Ward, M. y Wehmeyer, M. (1998). A practical guide for teaching self-determination. Reston: The Council for Exceptional Children. Halpern, A.S., Herr, C.M., Doren, B. y Wolf, N.H. (2000). NEXT S.T.E.P. Student Transition and Educational Planning. (2nd Ed.). Austin: PRO-ED. Hoffman, A., Field, S. y Sawilowsky, S. (2000). Self-Determination Assessment Battery User’s Guide. (2nd Ed.). Detroit: Wayne State University. Hughes, C., Pitkin, S.E. y Lorden, S.W. (1998). Assessing preferences and choices of persons with severe and profound mental retardation. Education and Training in Mental Retardation and Developmental Disabilities, 33(4), 299-316. Martin, J.E. y Huber Marshall, L. (1997). Choice making: description of a model project. En M. Agran (Ed.), Student directed learning. Teaching self-determination skills (pp. 224-248). Pacific Grove: Brooks/Cole Publishing Company. Peralta, F., Zulueta, A. y González Torres, M.C. (2002). La escala de autodeterminación de Arc. Presentación de un estudio piloto. Siglo Cero, 33(3), 5-14. Wehmeyer, M.L. (1995). The Arc´s Self-determination Scale. Procedural guidelines. Arlington: The Arc of the United States. Wehmeyer, M.L. y Garner, N.W. (2003). The impact of personal characteristics of People with intellectual and developmental disability on self-determination and autonomus functioning. Journal of Applied Research in Intellectual Disabilities, 16, 255-265 Wehmeyer, M.L. y Schwartz, M. (1997). Self -determination and positive adult outcomes: a follow-up study of youth with mental retardation or learning disabilities. Exceptional Children, 63(2), 245-255. Wehmeyer, M.L., Agran, M., y Hughes (1998). Teaching Self-Determination to Students with Disabilities. Basic Skills for successful transition. Baltimore: Paul H. Brookes Publishing Co. Wehmeyer, M.L., Sands, D.J., Knowlton, E.B. y Kozleski, E.B. (2002). Teaching Students with MR providing access to the general curriculum. Baltimore: Paul H. Brookes Publishing Co. 3850 UNA EXPERIENCIA DE INNOVACIÓN EDUCATIVA PARA FOMENTAR LA CONDUCTA AUTODETERMINADA: EL CENTRO ISTERRIA Isabel Santesteban, María Landa, Rita Arteta y Belén Alquegui Centro Concertado ISTERRIA (Fundación Caja Navarra) El Centro Concertado de Educación Especial ISTERRIA (Fundación Caja Navarra) tiene como uno de sus objetivos prioritarios la formación y actualización de sus profesionales. Este clima ha propiciado el desarrollo de este proyecto de innovación educativa realizado en colaboración con el Departamento de Educación de la Universidad de Navarra, y cuya finalidad es la promoción de la conducta autodeterminada. El desarrollo de la autodeterminación en las personas con Retraso Mental (RM) requiere una nueva forma de concebir el papel de los profesionales. En nuestro caso ha sido imprescindible un cambio en las creencias, valores y cultura de las profesoras implicadas para construir entornos educativos que valoren y favorezcan la autodeterminación como meta esencial para la inclusión social de nuestros alumnos. En este sentido, siguiendo un modelo de investigación-acción, nuestro trabajo implica un esfuerzo colaborativo (teoría y práctica) sujeto a reflexión y evaluación continuas para permitir, a lo largo de una serie de pasos, pasar de la reflexión a la acción. Selección de contenidos para desarrollar la conducta autodeterminada El periodo formativo que ofrece el centro abarca la etapa escolar obligatoria y la etapa post-obligatoria con Programas de Iniciación Profesional Especial y Programas de Tránsito a la vida Adulta. De acuerdo a la tipología de alumnos escolarizados en el centro diferenciamos dos grandes grupos (ver tabla 1), y a partir de sus características seleccionamos los contenidos más significativos de la conducta autodeterminada sobre los que gira la fase de intervención. Tabla 1. Características de los dos grupos de alumnos participantes en el proyecto de autodeterminación. 1ºGrupo Características Retraso Mental Medio - Grado de autonomía personal bueno. - Lenguaje oral e intención comunicativa. - Habilidades cognitivas funcionales. - Pensamiento concreto. - Habilidades sociales limitadas al entorno próximo. - Expectativas razonables de inserción laboral. Contenidos para la Autodeterminación - Autorregulación. - Autoconocimiento. - Toma de decisiones. - Resolución de problemas. - Responsabilidad. - Habilidades sociales. - Habilidades comunicativas - Derechos y deberes. 3851 2ºGrupo Características Retraso Mental Severo-Profundo - Grave trastorno del desarrollo. - Necesidad de supervisión y apoyo en las conductas de la vida diaria. - Dificultades comunicativas y de relación con los demás. - Expectativas: centro de día y actividades ocupacionales Contenidos para la Autodeterminación - Conocimiento de intereses y preferencias. - Autoconocimiento. - Comunicación. - Habilidades sociales. - Escoger, hacer elecciones. - Autocontrol. Orientaciones metodológicas Para desarrollar la conducta autodeterminada en nuestro centro era necesario realizar un doble ajuste. Por una parte, ofrecer propuestas de desarrollo de competencias y por otra, propiciar un contexto generador de oportunidades. A partir de la observación, análisis y posterior reflexión de las profesoras acerca de las características personales del alumno como del contexto de relaciones y circunstancias en que se desenvuelve su vida, se plantearon una serie de cuestiones sobre las que enfocar nuestra práctica educativa: - El entorno que debe rodear al alumno y desde el que planificamos nuestra actuación debe dar seguridad, ser normalizado y natural; ofrecer oportunidades de participación, con las adaptaciones, apoyos y ayudas necesarias, y propiciar buenas relaciones afectivas. - Las habilidades sociales y las distintas formas de comunicación constituyen una fuente importante para fomentar la conducta autodeterminada. - El aprendizaje de estrategias de auto-dirección de la conducta (self-management) es parte esencial en el desarrollo de la conducta auto-regulada. Para trabajar este aspecto se planteó la siguiente secuencia: tomando como punto de partida la verbalización por parte de los alumnos de sus conductas y actividades se inicia el entrenamiento en la reflexión sobre la acción y sobre sí mismo; en un segundo momento, se trabaja el habla interna de los alumnos (mediante entrenamiento en auto-instrucciones), y se les instruye en el uso de estrategias de auto-observación, auto-registro y auto-evaluación. Con ello el alumno desarrolla un conocimiento y conciencia de sí mismo, que le lleva a expresarse por medio de conductas reguladas, dirigidas a metas y objetivos adecuados a sus posibilidades de consecución. Aplicaciones prácticas El proceso reflexivo y colaborativo entre los profesores da paso al desarrollo de las aplicaciones prácticas en el aula y en otros entornos educativos (tabla 2), como una forma de guiar o mediar en el desarrollo personal de cada alumno. Coincidiendo con la investigación sobre autodeterminación, hemos considerado fundamental que el alumno sea el protagonista, 3852 esté implicado en su proceso de aprendizaje autorregulado, y que el profesor se convierta en orientador y guía que pone los medios y las ayudas necesarias para que aquél logre desarrollar todas sus competencias. Evaluación de la práctica educativa con los alumnos - Del alumno y las relaciones entre ellos. En nuestros alumnos observamos una mejora en diferentes aspectos: se muestran más receptivos y participativos, ofrecen respuestas más adecuadas y ajustadas, presentan mayor autoestima y motivación hacia los aprendizajes, mejor conocimiento de sí mismos y de sus gustos y preferencias. Además, han ampliado sus habilidades comunicativas ya que antes la comunicación se centraba en la interacción profesor-alumno y ahora la comunicación también se prodiga más entre ellos, al tener que llegar a acuerdos para realizar alguna actividad común (experiencias de conocimiento personal y resolución de conflictos de convivencia). Tabla 2. Relación de contenido y ejemplos de actividades dirigidos a promover la conducta autodeterminada. WEHMEYER. CONDUCTA AUTODETERMINADA AUTONOMÍA Comunicar, participar Hacer elecciones Tomar decisiones Resolver problemas Establecer metas y logros AUTORREGULACIÓN Auto-observación Hhs. autorregulación Autoevaluación Autorrefuerzo CONTROL Y EFICACIA Hhs. Autodefensa y liderazgo Expectativas de resultados AUTOCONSCIENCIA Auto conocimiento Autoconciencia Relación de actividades - Autonomía en vestido, aseo, cuidado de sí mismo Desplazamientos por lugares cotidianos Realizar recados, encargos Asumir responsabilidades Elecciones cotidianas y a largo plazo Elaboración y seguimiento de la agenda Utilización de los servicios de la comunidad Verbalizar mis acciones Resolución de conflictos y problemas de la vida diaria y del trabajo Análisis de casos ficticios que se encuentran en situaciones reales Auto evaluación de las tareas, Auto observación de mi conducta y autorrefuerzo de mis logros Anticipación de las actividades diarias y relevantes de la jornada Propuesta de objetivos a lograr Elaborar un planning Participar en la asamblea de alumnos, Establecimiento y cumplimiento de normas del grupo. Planificación de mi vida, ocio, tiempo libre, futuro laboral Mi diario La historia de mi vida Elaboración de un cuestionario sobre mis gustos y preferencias Reconocimiento de mis estados de ánimo, ¿cómo soy? y ¿cómo me ven los demás? Mi forma de ser: mi físico, carácter Deseos, sueños... 3853 - De la relación profesor-alumno: La relación del profesor con el alumno ha mejorado cualitativamente ya que el conocimiento personal de sus capacidades y dificultades hace que se personalicen más las tareas y la metodología para llevarlas a cabo. Esto crea mayor satisfacción y oportunidades de relación más plenas. Al potenciar la participación según los intereses de cada uno, la implicación en las actividades también aumenta, creando así mayor calidad en las relaciones y en la realización de las actividades. Autoevaluación como “comunidad de práctica” - Del profesor y las relaciones entre el profesorado. Se valora muy positivamente el cambio de enfoque a la hora de trabajar con los alumnos. Las actividades y la metodología empleadas son más flexibles, dinámicas y motivadoras y propician que el profesor trabaje de forma más personalizada y creativa. Se evita así la “rutinización” de la actividad (“las mismas fichas para todos”). La información, reflexión y el debate lleva a ser más críticos e interiorizar un enfoque común de trabajo. - De la colaboración Universidad-Isterria. Un proyecto a largo plazo necesita verdadera implicación personal; se necesitan ganas, apoyos, tiempo y esfuerzo. Es posible así realizar una formación activa, que surge de las necesidades y dificultades de la práctica educativa diaria, buscando las respuestas en la teoría y volviendo después a la realidad para evidenciar el ajuste o no del progreso. Los dos niveles (investigación y práctica) se complementan para llegar a un objetivo común: lograr que los alumnos de Isterria sean cada vez más autodeterminados y sus profesionales más y mejor formados para conseguirlo. Desde la Universidad se aporta la investigación y los modelos teóricos, creando tiempos para el conocimiento y la reflexión continuos a lo largo de todo el proceso; y desde el centro se aportan las actividades que la teoría nos sugiere, teniendo presentes las diferencias individuales. 3854