Document related concepts
Transcript
ANTICUERPOS Existen muchos tipos de linfocitos B, cada uno de ellos especializado en la producción de un tipo concreto de ANTICUERPO y presentan su superficie recubierta por ellos. Cuando a alguno de ellos se une un antígeno y además es estimulado por algún linfocito cooperador (TH), que también ha reconocido el mismo antígeno, entonces comienza la proliferación del linfocito B: teoría de la selección clonal. Nuestro sistema inmunitario está capacitado para sintetizar miles de millones de anticuerpos diferentes, y la llegada de un antígeno no hace sino acelerar la formación del anticuerpo que mejor encaje en él, es decir, es necesaria una conformación complementaria entre la estructura del antígeno y la del anticuerpo. Una parte de los nuevos linfocitos se diferencian en células plasmáticas, mientras que las otras continúan dividiéndose. Las células plasmáticas comienzan a segregar anticuerpos específicos contra el antígeno durante todo el tiempo en que son estimuladas por los linfocitos TH. Esto explica por qué se producen grandes cantidades de anticuerpos específicos tras la introducción de un determinado antígeno Los ANTICUERPOS son proteínas globulares, denominadas genéricamente inmunoglubulinas (Ig). Cada molécula de Ig está formada por 4 cadenas polipeptídicas que en conjunto adoptan la forma de Y. En la molécula se diferencian 3 zonas: la subunidad Fc (pie de la Y) y las dos subunidades Fv (brazos de la Y) que son las que permiten el acoplamiento al antígeno. Existen 5 tipos de inmunoglobulinas humanas: Ig G: antibacterianas y antivirales. Una sola unidad básica. Se unen a receptores de macrófagos y neutrófilos activando la fagocitosis. Capaces de activar el complemento. Pueden pasar a través de la placenta y es secretada en la leche de la madre, y así proporciona defensas al recién nacido. Ig A: presentes en las secreciones (mucus, saliva, etc.). Evitan fijación virus. Formadas por dos unidades básicas. Ig M: activación del complemento y precipitación de antígenos solubles. Primeras Ig que aparecen en la respuesta inmunitaria primaria. Formadas por cinco unidades básicas. Ig E: aparecen en infestaciones parasíticas. Se localizan unidas a receptores de mastocitos o basófilos y desencadenan la secreción de histamina responsable de la reacción inflamatoria. Papel importante en procesos alérgicos. Ig D: aparecen únicamente en la membrana de linfocitos B, actúan como receptores antigénicos para estimular la producción de anticuerpos. Reacciones antígeno-anticuerpo. La unión entre el antígeno y el anticuerpo es específica: cada anticuerpo reconoce y se une a un determinado antígeno. Su unión puede provocar: Neutralización. La unión de los anticuerpos a virus, bacterias y toxinas bacterianas impide que se fijen a los receptores de las membranas celulares, neutralizando la infectividad de los microorganismos y los efectos de las toxinas. Aglutinación-precipitación: cada anticuerpo se une a dos antígenos y el resultado es la formación de un entramado de complejos antígeno-anticuerpo aglutinados. Facitita la acción de los fagocitos. Cuando el antígeno se encuentra disuelto, la unión antígeno-anticuerpo resulta insoluble y precipita. Opsonización y fagocitosis. Los anticuerpos recubren (opsonizar) a los patógenos y estimulan la acción de los fagocitos (neutrófilos y macrófagos). Activación del complemento. Ig G y Ig M activan la vía clásica del complemento. Un antígeno (con diversos determinantes antigénicos) puede activar a muchos clones diferentes de linfocitos B y provocar la síntesis y secreción de muchos tipos de anticuerpos. El conjunto de anticuerpos producidos en respuesta a un antígeno se denominan anticuerpos policlonales (proceden de distintos clones de linfocitos B). Los anticuerpos monoclonales proceden de un solo clon de linfocitos B.