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Extraído del libro “Bienvenidos a la jungla: dominio y poder en el siglo XXI” de Adrian Salbuchi (Editorial Anábasis, Córdoba, Argentina, 2005 – Capítulo II: “El Nuevo Orden Mundial”) EL NUEVO ORDEN MUNDIAL “La meta final de instaurar una comunidad mundial no vendrá rápidamente. Se deben atravesar muchas etapas intermedias. Nos debemos preparar para este proceso más allá del Estado-Nación”. Henry Kissinger1 La globalización promovida por las fuerzas que controlan el mundo conforma una ideología gerenciadora del Poder Real privatizado según un modelo neoimperial que procura rediseñar reingenierizar, si se quiere - el mundo según sus objetivos e intereses. Para ello busca debilitar y disolver las instituciones del Estado-Nación y las estructuras sociales tradicionales, cada una según una dinámica distinta y en función a su utilidad circunstancial, sus características geopolíticas y geo-económicas2 y las posibilidades reales del momento. La peligrosidad de este nuevo orden planetario lo verificamos en la manera como el Gobierno Bush ha quedado secuestrado por una ideología mesiánica, imperial y agresiva ligada a la geopolítica de grupos financieros supranacionales y de un Estado nacional foráneo e – incluso -, del crimen organizado, que reúnen sus intereses complementarios, resuelven circunstanciales conflictos y coordinan sus acciones en torno a centros de poder ubicados en Nueva York, Washington DC, Londres y Jerusalén. Los “Think Tanks” o centros de planeamiento geopolítico Los llamados Think Tanks o “bancos de cerebros”, conforman una amplia red sinérgica de centros de investigación y planeamiento geopolítico que opera como gerenciador del Poder Real privado a nivel planetario y sus derivaciones en el orden público. Principal entre ellos, es el ya mencionado Council on Foreign Relations (CFR – Consejo de Relaciones Exteriores), fundado en Nueva York en 1919 al poco tiempo de finalizada la primera guerra mundial y que ha hecho sentir su poderosa influencia sobre un amplio conjunto de eventos clave que han marcado la historia del siglo XX, llevando al mundo al estadio crítico del actual Nuevo Orden Mundial autocrático que se erige detrás de la fachada de la “globalización”, la “democracia”, la “economía de mercado” y la promoción de la “libertad”. En aquellos años, también se formó otro think tank gemelo con sede en Londres llamado Royal Institute of International Affairs (RIIA). Ambas organizaciones portaban el claro sello ideológico del socialismo democrático “gradualista” como eje de control colectivo que promovían entidades como la Sociedad Fabiana financiada por el Round Table Group del magnate sudafricano del oro y los diamantes Cecil Rhodes y la familia dinástica de financistas cosmopolitas Rothschild. Hoy, la Internacional Social Demócrata conforma su principal eje ideológico, con su falaz propuesta de una supuesta “Tercera Vía”. 1 Citado en The Congressional Record, registro de las sesiones del Congreso de los Estados Unidos; Washington DC, No. 157, Vol. 117, 20-Julio-1971 2 El concepto de la “geoeconomía” es promovido desde el CFR por su director Maurice Greenberg, también directivo de la Trilateral Commission, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y, hasta hace poco, máximo directivo de American Internacional Group (AIG, la mayor aseguradora estadounidense), debió renunciar a su cargo a causa de graves escándalos por fraude que los afectan a él y a sus hijos. El lector hallará una descripción pormenorizada en nuestro ensayo El Cerebro del Mundo: la cara oculta de la globalización3 sobre estas estructuras y organizaciones. Aquí sólo cabe señalar que resulta notable que el CFR y demás organizaciones complementarias sean apenas conocidas por la opinión pública – incluso dentro de los Estados Unidos –, considerando su determinante influencia, prestigio y amplitud de ámbitos de acción. El CFR conforma el auténtico “cerebro del mundo” que dirige y orienta el rumbo harto complejo e incierto, hacia el que se empuja al planeta entero. No existe pueblo, región o segmento económico, social o político que pueda sustraerse a su influencia y es precisamente el hecho de haber logrado permanecer “detrás del telón” – según recomendaba Benjamín Disraeli, primer ministro de la británica reina Victoria a fines del siglo XIX –, lo que le otorga su inusitada influencia. Hoy, conforma una organización discreta de bajo perfil público y alta efectividad, integrada por unos 4.500 miembros del máximo calibre, prestigio e influencia en sus respectivas disciplinas y ámbitos de Poder. De esta manera, reúne a altos directivos de instituciones financieras, colosos industriales, medios de comunicación social, investigadores y académicos, altos oficiales militares, políticos, funcionarios públicos y decanos de universidades, facultades y centros de estudios. Sus objetivos fundamentales consisten en identificar y evaluar amplios conjuntos de factores políticos, económicos, financieros, sociales, culturales y militares que abarcan toda faceta imaginable de la vida pública y privada de los Estados Unidos, de sus Aliados y del resto del mundo. Hoy, gracias al enorme poder de Estados Unidos, ese ámbito de análisis y planeamiento del CFR abarca al planeta entero. Sus investigaciones y evaluaciones son realizadas por distintos estudiosos y grupos de trabajo conformados dentro del CFR dedicados a identificar amenazas y oportunidades, evaluar fuerzas y debilidades y realizar planes estratégicos, tácticos y operativos en todos los ámbitos a los que nos hemos referido. Aunque estas intensas, profundas y efectivísimas tareas se realizan dentro del ámbito del CFR, la clave para comprender su accionar radica en el hecho de que jamás es la organización en sí la que opera, sino que son sus miembros individuales quienes lo hacen, y ello siempre desde sus ámbitos formales de acción y Poder: empresas, bancos, instituciones internacionales, gobiernos, universidades, fuerzas armadas y medios de comunicación social. Los estatutos de la organización imponen a sus miembros la prohibición de invocar o comprometer al CFR; solo muy rara vez podrán aludir al CFR como el marco en que realizan sus investigaciones. Los ámbitos naturales de poder de los miembros del CFR son, por demás, muy importantes e influyentes. Estamos hablando de personalidades del relieve de David Rockefeller, Jimmy Carter, Bill Clinton, George H. W. Bush, Alan Greenspan, Elie Wiesel, Anne Krueger, James Wolfensohn, Paul Bremen III, Warren Christopher, Terence Todman, Francis Fukuyama. Samuel Huntington, Jeffrey Sachs, Zbigniew Brzezinski, Thomas Friedman, los ex-secretarios de Estado Henry Kissinger, George Schultz, Madeleine Albright, James Baker III, Colin Powell, la actual secretaria de Estado Condoleeza Rice; especuladores de la usura internacional como George Soros, William Rhodes, Charles Prince (directores del CitiBank), David Mulford y Paul Volcker (directivos del Credit Suisse First Boston Bank) y Maurice Greenberg (presidente de American Internacional Group), e incluso estafadores procesados o condenados en los Estados Unidos como Kenneth Lay (ex-presidente de Enron) y Jeffrey Greenberg (ex-presidente del corredor de seguros Marsh & McLennan). También hallamos cientos de diputados, senadores, gobernadores, intendentes municipales, comunicadores, decanos de universidades, banqueros, industriales, sindicalistas, escritores, funcionarios públicos y académicos. Los puestos clave del Pentágono (Depto. de Defensa) también son sistemáticamente cubiertos por miembros del CFR como Paul Wolfowitz (subsecretario de defensa, recientemente nombrado por Bush para encabezar el Banco Mundial), Douglas Feith (secretario asistente de defensa), y Frank Carlucci III (exsecretario de defensa)4. El director de inteligencia nacional John Negroponte (ex-embajador en la ONU, Honduras e Irak), John Bolton (ex-secretario de Estado para control de armas y nombrado embajador ante la ONU); todos los asesores de seguridad nacional del presidente desde hace décadas (incluyendo a 3 Op. Cit.. Frank Carlucci III es también fundador y directivo de The Carlyle Group, empresa inversora en el sector energético y armamentista cuyos principales accionistas incluyen a las familias Bush y Bin Laden. 4 figuras de la talla de Zbigniew Brzezinski (co-fundador e ideólogo de la Trilateral Commission), Samuel Berger, Condoleeza Rice, Brent Scowcroft, McGeorge Bundy y Sir Henry Kissinger. También abarca a personalidades de los medios de comunicación como Laurence A. Tisch (presidente de la cadena Lowes/CBS), W. Thomas Johnson (expresidente de CNN), Katherine Graham (ex-presidenta del grupo Washington Post-Newsweek-International Herald Tribune), la familia Rosenthal del New York Times, Sir Conrad Black de Grupo Hollinger (Daily Telegraph de Londres, y el Jerusalem Post de Israel), y reporteros como Tom Brokaw, John McNeill, Judy Woodruff y Barbara Walters. También son miembros del CFR el vicepresidente Richard Cheney (a su vez ex-secretario de defensa y ex-presidente de la petrolera Halliburton); ex-directores de la CIA con William Colby, George H.W. Bush, John M. Deutch, John Tenet, y el actual director Porter Goss. El gobernador del Banco de la Reserva Federal desde 1987, Alan Greenspan como todos sus antecesores también lo son. También el saliente presidente del Banco Mundial James D. Wolfensohn y todos los anteriores presidentes; directores operativos del FMI como Stanley Fischer (hoy director del CitiGroup) y Anne Krueger; economistas como Jeffrey Sachs, Paul Krugman y Lester Thurow; el ex-secretario del tesoro, ex-presidente de Goldman Sachs y hoy director del CitiGroup, Robert E. Rubin; el ex-secretario de Estado del presidente Reagan y “mediador” en el conflicto de Malvinas Gral. Alexander Haig; el “mediador” en el conflicto de los Balcanes Richard Holbrooke; el presidente de IBM Louis V. Gerstner; al ex-interventor civil en Irak, Paul Bremen III, el senador demócrata George J. Mitchel y el diputado republicano Newt Gingrich, entre muchos, muchos otros legisladores.5 En el mundo de los negocios, de las 500 mayores empresas del ranking de la revista Fortune (las asíllamadas Fortune 500), todas tienen algún alto directivo que es miembro del CFR. Estas empresas facturan en su conjunto casi dos veces el PBI de los Estados Unidos, concentran la mayor parte de la riqueza y poder en ese país y controlan tecnologías y recursos clave en todo el planeta. En su conjunto, emplean a más de 25.000.000 de personas en los Estados Unidos. Aquí, entonces, hallamos la clave que permite comprender la alta efectividad del CFR, por cuanto aquellas decisiones y planificaciones que se realizan y acuerdan durante sus reuniones, conferencias y grupos de trabajo a puertas cerradas son luego ejecutadas por sus diversos miembros desde sus ámbitos formales de poder. ¡Y qué ámbitos de poder que son éstos! Si existe un conjunto de planes acordados respecto de, digamos, la globalización de la economía y de las finanzas, o cuáles regiones del planeta tendrán paz y prosperidad y cuáles se hundirán en sangrientos conflictos, entonces se puede suponer que la acción coordinada y mancomunada de personalidades influyentes como el presidente de Estados Unidos y sus secretarios de estado, defensa, comercio y tesoro; más los principales banqueros y financistas, capitanes de industria; más directivos de medios de difusión, militares y académicos; más directivos máximos del FMI y el Banco Mundial; más otros operadores influyentes, habrá de resultar necesariamente en acciones concretas, efectivas y, por cierto, irresistibles. Estados Unidos: sede transitoria del Gobierno Mundial Siendo que los Estados Unidos de Norte América son hoy la única superpotencia del planeta, resulta razonable suponer que esta estructura de Poder mundial administra el Gobierno Mundial transitoriamente desde el territorio y la estructura política y económica de esa Nación. Ello no implica que el pueblo estadounidense necesariamente forme parte de este esquema, sino que lo conforman sus élites y clases dirigentes. Se trata, entonces, de poderes que operan dentro de los Estados Unidos (como también lo hacen dentro del Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, España, Argentina, Brasil y 5 El lector encontrará muchos más datos en el ensayo El Cerebro del Mundo…. También podrá consultar artículos y datos en el sitio www.eltraductorradial.com.ar. Por ejemplo, en el artículo “Argentina en manos de la mafia mundial” se describe el hecho de que toda la cúpula directiva del CitiGroup se encuentra siempre regida por ejecutivos que son miembros del CFR y de su brazo internacional, la Trilateral Commission. Sugerimos consultar la página oficial del CFR, www.cfr.org. Corea), pero que no necesariamente pertenecen a los Estados Unidos (como sus contrapartidas en otras naciones tampoco representan a esos pueblos ni obedecen a sus necesidades e intereses). Para comprender cómo funciona Estados Unidos, conviene recordar que sus políticas – especialmente su política exterior – se administra desde Washington DC (ellos mismos se refieren a su gobierno como The Administration), que es la sede del Poder Formal; mientras que el verdadero Gobierno sobre los Estados Unidos lo hallamos en Nueva York, sede del Poder Real. Debemos comprender que el Poder Real requiere de continuidad y consistencia para llevar a cabo amplias y complejas estrategias - en el espacio y en el tiempo - que abarcan a todo el planeta y se proyectan a través de décadas enteras. Nada hay peor para la continuidad y consistencia en el diseño y ejecución de estrategias políticas, económicas, financieras y sociales, que el sistema democrático que con su alto perfil público obliga a dirigentes a dar permanentes explicaciones al demos a cada paso y renovar sus mandatos cada tantos años. Mucho más efectivo resulta operar discretamente desde lo que formalmente es un mero gentlemen’s club – un club de caballeros según el historiador del CFR, Peter Grose6 - del cual hombres poderosos e influyentes pueden ser miembros, directivos e incluso presidentes, durante décadas enteras sin tener que rendirle cuentas a absolutamente nadie, fuera de sus pares dentro de la propia organización. Así, 4.500 poderosas personas pueden ejercer una influencia gigantesca sobre incontables miles de millones de seres humanos en todo el planeta sin jamás tener que explicar sus acciones ni rendir cuentas a nadie fuera de su compacta logia. Se trata, en rigor de verdad, del eje central de una vasta red de hombres y mujeres poderosos, influyentes y alineados en sus objetivos e intereses, siendo que el CFR se ve complementado por otras organizaciones análogas, tanto estadounidenses como internacionales, entre ellas: The Hudson Institute7, The RAND Corporation8, The Brookings Institution9, The Asia Society, The Trilateral Commission10, World Economic Forum11, Aspen Institute, American Enterprise Institute12, Deutsche Gesellschaft für Auswärtigen Politik, y el Carnegie Endowment for International Peace13. Objetivos clave Estos think tanks o bancos de cerebros, como se los suele denominar, reúnen a los mejores hombres en sus respectivos campos, a condición de que estén clara e incondicionalmente alineados con las premisas básicas de sus objetivos políticos: • la creación de un Gobierno Mundial privado; 6 Historiador oficial del CFR que analiza su desarrollo a lo largo del siglo XX en su obra“Continuing The Inquiry”, CFR Publications, Nueva York 1998. 7 Fundada en los años 60 por Herman Kahn, padre de la cibernética y supuesto colaborador en la redacción del controvertido “Report from Iron Mountain” publicado en 1967. Este informe habla de la no conveniencia de que haya paz y de la necesidad perene de Estados Unidos de tener siempre algún enemigo formidable. Si por ventura lo perdiese (como le ocurrió con la caída de la URSS en 1991), entonces deberá inventarse uno nuevo (ello ayuda a comprender los insólitos eventos del 11 de septiembre de 2001). Traducción al castellano disponible en forma gratuita, solicitándola por correo electrónico a eltraductor@fibertel.com.ar. Una versión reducida se incluye en el libro Cómo funciona realmente el mundo de Alan Jones (traducido y editado en Argentina por Santiago Alonso). 8 Banco de cerebros de la Fuerza Aérea estadounidense, y creadora de la Internet. 9 Próximo al Partido Demócrata – en los controvertidos años del escándalo de Watergate, su sede fue atacada por operadores próximos al ex-presidente Richard Nixon (CFR). 10 Fundada en 1973 por David Rockefeller; agrupa a intereses económico-políticos ubicados en de Estados Unidos / Canadá / México – la Unión Europea – Japón / Tigres Asiáticos. Su ideólogo es Zbigniew Brzezinski, profesor de Georgetown University y Columbia University, y ex asesor de seguridad nacional del Presidente James Carter (también CFR- Trilateral) 11 Fundado por Klaus Schwab, miembro de la Trilateral Commission. 12 Próximo al Partido Republicano y muy influyente en el gobierno de George W. Bush. 13 Fundado en 1910 por el magnate del acero Andrew Carnegie para promover los intereses angloestadounidenses en todo el mundo, que luego ayudó a financiar la creación en 1919 del CFR junto a John D Rockefeller y John Pierpont Morgan. • • • • la erosión sistemática de las estructuras de todos los Estados-nación soberanos (aunque no en todos los casos de la misma manera ni al mismo tiempo); la estandarización sociocultural y erosión de los Valores tradicionales, según los paradigmas y doctrina promovida por la Internacional Socialdemócrata; la imposición de un sistema financiero y monetario globalizado sobre bases especulativousurarias; la administración de un sistema de guerra global que mantenga la cohesión de las masas a través del permanente azuzamiento contra algún “enemigo”, real o imaginario. 14 De manera que para comprender al mundo, bien vale la pena evaluar y analizar lo que hace, dice y propagan los miembros del CFR. Pues muchas de sus actividades no son secretas, sino meramente discretas. Cualquier persona que visite su sede en la residencial Park Avenue esquina calle 68 de la ciudad de Nueva York, como lo ha hecho el autor del presente Manual, podrá solicitar un ejemplar de su última Memoria Anual en la que figuran descripciones oficiales de sus actividades y la nómina completa de sus más de 4.500 miembros. De manera que la información está disponible y poco tiene de “conspirativo” o secreto. Desde luego que está en nosotros tomarnos el trabajo de correlacionar toda esta información con otros datos y elementos referidos a esas mismas personas y organizaciones, e investigar la manera en que a lo largo del siglo pasado y el actual, el CFR - solo o en coordinación con otras organizaciones hermanadas - ha ejercido determinante influencia sobre la más amplia gama de corrientes ideológicas, eventos políticos, guerras, fenómenos de acción psicológica, crisis económicas y financieras, encumbramientos y defenestraciones de personalidades de alto relieve y en otros hechos impactantes, muchos seguramente inconfesables, que han marcado el rumbo de la humanidad en el último y tumultuoso siglo. Pareciera que vivimos demasiado ocupados y fascinados como espectadores pasivos de los vertiginosos eventos y hechos que a diario se suceden en todo el mundo, lo que sirve para que nos ocupemos primordialmente en analizar los efectos de todos estos procesos en lugar de investigar los orígenes reales y concretos de las mismos. El éxito de este vasto ejercicio de acción psicológica colectiva – pues de eso se trata – depende de que los medios masivos de comunicación social cumplan el rol esencial de instrumentos que anulan la capacidad de pensamiento independiente y creativo de los individuos y los pueblos. Sobrevivir en el Nuevo Orden Mundial exige que pensemos más con el cerebro propio y menos con el cerebro ajeno. El fraude sistémico Dentro de esta estructura planetaria, el límite entre lo lícito y lo ilícito; lo legal y lo ilegal y lo legítimo e ilegítimo se ha desdibujado significativamente. Ello ha permitido un acomodamiento de ciertos sectores del crimen organizado, del narcotráfico, del tráfico de armas y del lavado de dinero, a condición de que sus operadores acepten ciertas reglas de juego y que de alguna manera puedan “justificar” sus operaciones, aunque más no sea de manera eufemística. Nuevamente, pareciera que es cuestión de operar dentro del marco de los “códigos” de mafia. En los últimos tiempos, ciertos excesos de algunos operadores se han transformado en escándalos que tienen preocupados a los propios centros de poder que buscan poner límites a cierto tipo de robos, fraudes y crímenes cometidos por algunos de sus máximos dirigentes y organizaciones. Apenas unos ejemplos: 14 Entre los “enemigos” de las últimas décadas podemos señalar al fascismo, al nazismo, a los japoneses, al comunismo, a la contaminación ambiental, al terrorismo, Saddam Hussein, Al-Qaeda, al fundamentalismo musulmán, al militarismo, al antisemitismo, y muchos más. • • • • • • • • • Enron Corp. – Quiebra fraudulenta en Noviembre 2001, a manos de su CEO, Kenneth Lay, miembro del CFR, Trilateral Commission y Americas Society, amigo-socio y asesor del vicepresidente Richard Cheney y del presidente George W. Bush. Lay y otros altos funcionarios de Enron hoy están presos en EE.UU. CitiCorp / CitiGroup – Desde el año 2000 ha sido multado en cientos de millones de dólares por lavado de dinero y por operar de manera fraudulenta. Al extremo que el gobierno del Japón le retiró la autorización para operar. Toda la alta cúpula de este banco, Sanford Weill, Charles Prince III, William Rhodes, Robert Rubin, Stanley Fischer (ex-número 2 del FMI), John Reed y otra docena de directivos son miembros del CFR y/o la Trilateral Commission. A fines de 2004, CitiGroup debió indemnizar a inversores defraudados debido a su malapraxis profesional en el caso WorldCom con la suma de u$s 2.580 millones; luego en Junio 2001, debió indemnizar a inversores similarmente defraudados en el caso Enron en más de u$s 2.000 millones.15 JP Morgan Chase Manhattan – El banco heredero de los Rockefeller, Morgan y Schiff. También multado desde el 2000 en cientos de millones de dólares por lavado de dinero y por operar de manera fraudulenta. Este Banco también ha pagado similares cifras de miles de millones de dólares por los fraudes perpetrados a los inversores en los casos WorldCom y Enron. Marsh & McLennan, Inc – Principal corredor de seguros de EEUU cuyo CEO Jeffrey Greenberg fue procesado por el fiscal del Estado Nueva York por fraude. La empresa deberá indemnizar a sus clientes en cientos de millones de dólares. También está siendo investigada la mayor aseguradora del país, American Internacional Group (AIG) de propiedad y conducción de Maurice Greenberg, padre de Jeffrey. Ambos fueron despedidos de estas respectivas empresas en 2005. WorldCom – Una de las mayores empresas de telecomunicaciones que surgiera de la antigua MCI. Quebró en forma fraudulenta en 2001 y sus directivos están todos procesados. Su ex director ejecutivo Bernard Ebbers fue condenado por un tribunal neoyorquino el 15 de marzo de 2005 por nueve cargos de fraude, falsificación de registros contables y peculado, multado en u$s 11.000.000 y su sentencia podría llegar a los 85 años de cárcel Arthur Andersen – Uno de las más prestigiosas y tradicionales auditoras de los Estados Unidos, símbolo de transparencia, solidez ética y confianza. Desapareció en 2001 al comprobarse que fraguó los balances de Enron y destruyó documentación incriminatoria. Tyco – Quiebra fraudulenta. El pasado 17 de junio, su ex-presidente y director ejecutivo, L. Dennos Kozlowski, y sus principales asesores fueron condenados por defraudación y asociación ilícita.16 Parmalat – Empresa italiana de lácteos; quiebra fraudulenta en 2004. A-Hold – Empresa holandesa minorista; quiebra fraudulenta en 2003.17 El objetivo supremo de toda mafia consiste en copar los ejes del Poder público – el Estado – a fin de imponer un sistema jurídico afín a sus intereses. De esta forma, sus actividades pasan a ser “legales”, más allá de que sean naturalmente ilegítimas y antisociales. 15 Ver The New York Times, 11-Jun-2005, articulo “Citigroup Agrees to Pay $ 2 Billion in Enron Scandal”. Ver The New York Times, 17-Jun-2005, artículo “Tyco's Ex-Chief and Top Aide Are Convicted of Grand Larceny”. 17 Ver “Argentina en manos de la mafia mundial”, que describe a más de medio centenar de casos de multimillonarias estafas perpetradas por las mayores y más “prestigiosas” corporaciones estadounidenses y sus dirigentes, con la cómplice cobertura de los multimedios. Por ej., la revista Fortune, en su edición del 17-Abr-2000 (poco más de un año antes de la debacle de WorldCom), ensalzaba a esta empresa como el modelo corporativo a seguir. Más sincero fue el presidente George W. Bush cuando al ser consultado sobre todos estos descalabros y fraudes de guante blanco respondió diciendo que se trataba de “la resaca después de una borrachera de crecimiento”. Nadie mejor que George W. Bush para atestiguarlo. 16