Download COMPRENSIÓN AUDITIVA Y COMPRENSIÓN LECTORA Resumen
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Comprención Auditiva y Lectora COMPRENSIÓN AUDITIVA Y COMPRENSIÓN LECTORA Eduardo A. Támara Galván* Recibido: Mayo 2 de 2013 Aceptado: Agosto 9 de 2013 Resumen Se presenta una reflexión sobre dos de las denominadas habilidades lingüísticas o competencias del área de humanidades, contempladas en los Estándares de lengua castellana: la producción textual y la comprensión e interpretación textual. Lo planteado gira en torno a lo que se considera un desfase entre los subprocesos que los estudiantes deben y necesitan ejecutar para su cualificación, concretamente a la omisión de la capacidad comprensiva e interpretativa auditiva frente a la comprensión e interpretación lectora, a pesar de la complementariedad entre ellas, por cuanto son componentes inevitables e inseparables en razón a que se sea productor o receptor. Se habla para que se escuche, y se escribe para que se lea. Se destaca además la importancia de la comprensión auditiva en el sistema jurídico colombiano y de otros países que han adoptado como procedimiento básico la oralidad, es decir, el habla y la escucha. Culmina con una invitación a los docentes a que le brinden la importancia que posee el saber escuchar, como proceso básico de interacción social y cognitivo. Palabras clave: comprensión auditiva, comprensión lectora, estándares, habilidades lingüísticas, oralidad, escucha. * Docente de CECAR Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Magister en Educación 120 / ESCENARIOS Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 Comprención Auditiva y Lectora LISTENING COMPREHENSION AND READING COMPREHENSION Eduardo A. Támara Galván* Abstract Presents a reflection about two of the so-called linguistic skills or competencies in the area of Humanities, referred to in the standards of Spanish language: textual production and comprehension and textual interpretation. The issues raised revolves around what is considered to be a gap between the threads that students should and need to run for your qualification, specifically for the omission of comprehensive and interpretative hearing comprehension and reading interpretation, despite the complementarity between them, as are inevitable and inseparable components in reason which is either producer or receiver. It speaks so that you hear, and is written so that it is read. Stands further the importance of listening in the Colombian legal system and of other countries that have adopted as a basic procedure orality, i.e., speech and hearing. It culminates with an invitation to teachers to provide you the importance that has to know how to listen, as a basic process of cognitive and social interaction Keywords: listening comprehension, reading standards, linguistic skills, oral tradition, listening. comprehension, * Docente de CECAR Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Magister en Educación Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 ESCENARIOS / 121 Comprención Auditiva y Lectora La audición, como capacidad innata de los seres humanos, en muchos casos es entendida en lo que a enseñanza-aprendizaje respecta, como un proceso que, en razón a sus características, no requiere mayor atención e intentos por su cualificación, al ser una potencialidad que normalmente todos poseemos.Támara Galván, E. 2013. La incompletez de los Estándares de lengua castellana. Revista Institucional CECAR. No. 28, 64. Expresa que“Es entre las denominadas habilidades lingüísticas la que primero se activa y desarrolla. Se ha comprobado científicamente que desde el vientre materno la criatura es capaz de captar, y de una u otra manera, interpretar los mensajes de la madre. La escucha es además, la forma de interactuar socialmente y de percibir el mundo, que está en permanente actividad, lo que posibilita simultáneamente captar y suministrar, en condiciones normales, la mayor información, incluso cuando se está durmiendo y aun en estado de inconsciencia”. Es igualmente, junto con el táctil, el sentido que más información capta, pero que en muchos casos no logramos diferenciar. La lectura, en cambio, mirada como lo que realmente es, un proceso artificial y del que no todos logramos apropiarnos y mucho menos perfeccionar en sus debidas dimensiones, sí ha sido objeto de innumerables estudios, propuestas, investigaciones y teorías. La escucha es realmente el resultado de procesos de tipo físico, fisiológico y sicológico, y por otra parte, la lectura proceso que, aun cuando posee las mismas características de la anterior, depende más que todo de acciones síquicas. Es decir, un velado enfrentamiento entre lo natural y lo artificial, entre lo innato y lo adquirido. Con el propósito de dilucidar el problema de cómo potenciar estas competencias en estudiantes de nivel básico, medio y profundizarlas en el superior, uno de los referentes obligatorios son los denominados Estándares de Lengua Castellana propuestos por el M.EN. Su lectura minuciosa, analítica y profunda, con fines didácticos e investigativos nos lleva a detectar e inferir que el enfoque dado a estos dos procesos, ha recibido un tratamiento un tanto discriminatorio, o quizá sobreentendido por los autores de la propuesta, muy posiblemente por las razones expuestas precedentemente. El M.E.N. en la presentación hecha a los estándares, expresa: “… en el orden en que se desarrollan las competencias lingüísticas, entre las cuales el escuchar se antepone a las demás…” es evidente la primacía otorgada a esta capacidad, y que posiblemente, en razón a su privilegiada utilización y por su constante funcionamiento, se piense, equivocadamente, que se desarrolla por sí sola. Es, por lo tanto obvio, deducir la importancia y trascendencia de esta facultad 122 / ESCENARIOS Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 Comprención Auditiva y Lectora humana. Por estas y otras razones más, es interesante determinar cuál es el tratamiento que ambas reciben en lo que se constituye como la guía, el derrotero sugerido a los docentes, respecto a su cualificación. Veamos qué plantean los estándares respecto a estas dos competencias. La estructura de los estándares, no obstante su claridad y precisión, no deja de ser compleja. Están organizados por grupos de grados (1° a 3°, y 4° y 5°,para completar el ciclo de Primaria; 6° y 7° y 8° y 9° para abarcar el ciclo de Secundaria y completar el nivel básico; y 10° y 11° que constituyen el nivel medio). Se hallan eslabonados de manera horizontal y vertical, por lo que son susceptibles de admitir una doble lectura, y se denominan teniendo en cuenta los factores que integran la enseñanza-aprendizaje del área, desarrollo de las competencias básicas y las específicas y el desempeño deseable de los estudiantes. En su orden son: Producción textual, Comprensión e interpretación textual, Literatura, Medios de comunicación y otros sistemas simbólicos y Ética de la comunicación. Cada uno posee lo que se ha denominado como “enunciado identificador” y unos “subprocesos” o acciones que el estudiante, dentro y fuera del aula, debe desarrollar para alcanzar lo estipulado en ellas y las metas institucionales y a lo que se aspira nacionalmente. Como la presente reflexión no se enfoca hacia todos los estándares, sino solo a los dos primeros, se hace en consecuencia, un análisis somero de ellos. En primer lugar, el denominado de Producción Textual, comprende dos formas, según como sean producidos los textos, enunciados o formas de comunicación o interacción social lingüística:de manera oral y en forma escrita; sin embargo, su contraparte (el segundo estándar) que equivale a la Comprensión e Interpretación Textual, la restringe solo a la comprensión lectora, como complemento de la producción escrita, como es obvio, pero ignora la comprensión auditiva, como complemento a su vez de la producción oral. O sea, no tiene en cuenta la Comprensión Auditiva. Ello es bastante simple, lógico y de sentido común: si se produce información lingüística de manera oral, los contenidos deben ser comprendidos e interpretados de manera auditiva, pero, si los mensajes son enviados a través de la escritura, sus contenidos se comprenderán e interpretarán por medio de la lectura, no hay más. Sería un ejercicio interesante tratar de determinar las razones por las cuales, no obstante la importancia reconocida por el M.E.N., ello no se refleja en la estructura de los estándares. Es generalizada la noción de texto, en lo relativo a lo escrito, y lo discursivo a lo oral, a no ser que para el M.E.N. en lo textual se hallen inmersos ambos, Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 ESCENARIOS / 123 Comprención Auditiva y Lectora o que hubiese hecho falta haber adicionado a la Comprensión e Interpretación Textual, lo discursivo, para que el estándar hubiese sido “Comprensión e Interpretación Textual y Discursiva”, con lo que se hubiese involucrado los dos procesos comprensivo e interpretativo: lo auditivo para los textos producidos en forma oral, y lo lector para los expresados en forma escrita, es decir, la lengua en su manifestación plena, por cuanto otras formas de comunicación estarían fuera de ella y pasarían a ser parte del lenguaje. En este punto es pertinente desglosar cada uno de los estándares y mirar su contenido. ¿Cómo son producidos los textos en lo que respecta a lo lingüístico? De manera oral y de manera escrita. Los gestos, señales, ruidos, signos, símbolos. iconos, indicios, pertenecen al lenguaje, es decir, a otros sistemas simbólicos, que son parte de otro estándar. Si se llegase a determinar la importancia de los estándares y sus respectivos subprocesos por el número de veces en que son mencionados, en forma directa o indirecta, tendríamos lo siguiente: En el grupo de grados de primero a tercero (1° a 3°), la producción textual, en lo referente a lo oral, se menciona en seis (6) oportunidades; la comprensión lectora, cuatro (4) veces; la Literatura tres (3) y medios de comunicación y otros sistemas simbólicos cinco (5). No se hace alusión a la escucha, es decir, se ignora la comprensión e interpretación auditiva, siendo que los niños, en esta fase y durante todas las de sus vidas, requieren potenciar esta capacidad, sin importar el bullicio en que por lo regular, se hallan inmersos, lo que equivale a decir que oyen, pero no escuchan. En los grados 4° y 5°, la producción de textos orales es mencionada en cuatro (4) ocasiones; la producción de textos escritos, cinco (5) veces; la comprensión e interpretación lectora, seis (6) veces; los medios de comunicación y otros sistemas simbólicos, cuatro (4) veces. En este grupo de grados, dice el Ministerio que “se mantiene el uso del lenguaje verbal”, lo cual se entiende como la conservación del interés por el habla, la escucha, la lectura mental y también oral. Al igual que en el anterior, tampoco se hace referencia a la comprensión e interpretación auditiva. Agrega que “se analizan los medios de comunicación y las formas de uso de su información”, lo cual es compartido, pero sin olvidar que en estos momentos la información que se suministra es mayoritariamente oral o audiovisual, y en consecuencia, se torna más imperativo el orientar la enseñanza de la lengua castellana reconociendo la importancia de saber escuchar. En el grupo de grados 6° y 7°, la producción de textos orales 124 / ESCENARIOS Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 Comprención Auditiva y Lectora figura cuatro (4) veces; la producción de textos escritos, en cuatro (4) ocasiones; la comprensión lectora, en nueve (9) oportunidades; medios de comunicación y otros sistemas simbólicos, tres (3) veces; otros sistemas simbólicos, dos (2) ocasiones. Igualmente se nota la ausencia de la comprensión auditiva. El M.E.N. expone además sobre “…la profundización de los procesos discursivos de carácter argumentativo”, y a su vez, lo justifica así “…lo que implica un acercamiento mayor a las características de la lengua y a los aspectos relevantes de la comunicación”.En el primer caso, el “profundizar en los procesos discursivos”, implica necesariamente, considerar la escucha como un proceso básico fundamental en lo discursivo (hablar y escuchar). ¿Para qué hablar si hay ausencia de oyentes y escuchantes? A ello se suma que no se podría ser un captador de ideas, mensajes en sus diversas manifestaciones (expositivos, descriptivos o argumentos) de la contraparte si no se ha logrado desarrollar la capacidad auditiva fina, analítica y precisa que harían posible el poder determinar las intenciones comunicativas de los hablantes, aspecto por demás fundamental en nuestra lengua. En el segundo “los aspectos relevantes de la comunicación” no es posible excluir a la escucha, por cuanto es uno de los que mayoritariamente se lleva a cabo en la vida diaria. En los grados 8° y 9°, la producción textual oral es mencionada siete (7) veces; la producción de textos escritos, en dos (2) oportunidades; la comprensión lectora, once (11) veces; medios de comunicación y otros sistemas simbólicos, siete (7) ocasiones; ética de la comunicación una (1) vez. También es ignorada la comprensión e interpretación auditiva. En este grupo de grados se acentúa lo concerniente con la comprensión de textos, pero de mayor complejidad y, la lectura crítica y analítica de obras literarias, sin hacer mención directa o indirecta al trabajo y funcionamiento de la comprensión a través de la escucha. Es decir, se focaliza la atención hacia la lectura y otras formas de comunicación visual, mas no auditiva. Lo lector continúa prevaleciendo ante lo auditivo, no obstante el estar desenvolviéndonos en un contexto fundamentalmente oral, máxime con la irrupción de los medios de comunicación inalámbricos y a distancia. En los grados 10° y 11°, el panorama es como sigue: la producción de textos orales, es referenciada en once (11) oportunidades; producción de textos escritos en diez (10) ocasiones; la comprensión e interpretación lectora, tres (3) veces; medios de comunicación y otros sistemas simbólicos, una (1) oportunidad; Literatura, cinco (5) veces, y la ética de la comunicación, tres (3) ocasiones. Culmina Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 ESCENARIOS / 125 Comprención Auditiva y Lectora el nivel medio sin que se hubiese tenido en cuenta en forma directa tan importante competencia. Parecería que estuviésemos formando niños y jóvenes para vivir en un país de sordos (física y síquicamente). Se vuelca la atención hacia la producción discursiva, es decir, se visiona al estudiante como un ente productor de textos orales y escritos, al tiempo que se le exige “un mayor conocimiento de la lengua castellana”, o sea, lo lingüístico o gramatical, como requisito complementario para interactuar adecuadamente ante los interlocutores, aspecto este del que adolece la gran mayoría de nuestros estudiantes que ingresan al nivel superior. La comprensión e interpretación auditiva no se menciona, es decir, no es tenida en cuenta. Este panorama coincide con el propósito del M.E.N. en el sentido de reafirmar la intencionalidad de los estándares, al afirmar “… se hace énfasis en la producción textual, la interpretación textual y el aprendizaje lúdico y crítico de la literatura y otros sistemas simbólicos”. Lo auditivo tampoco aparece. Pero, no podemos olvidar que lo literario no solo se disfruta a través de su lectura; en esta manifestación artística es trascendental lo auditivo para poder captar y percibir lo sonoro en la escucha de un poema, apreciar su ritmo, su musicalidad, la cadencia eufónica de las terminaciones de los versos y determinar su rima, la cesura, la cadencia y demás aspectos intrínsecos de la lírica. De no desarrollar esta capacidad, se perdería nuestro espíritu de la mitad de la hermosura del género lírico. El componente auditivo no se limita exclusivamente a lo poético. La narrativa infantil, a su vez, requiere la agudización de la capacidad auditiva de los niños en la perspectiva de lograr una adecuada motivación, captación e interpretación de un cuento cuando lo escuchan.¿Qué educador no ha quedado embebido, maravillado e incrédulo al observar la total concentración mental y corporal de los niños en medio de la escucha de un cuento? Aun los adultos, cuando en los velorios de los pueblos y ciudades se entretienen y olvidan un poco la marcha de un ser querido, al escuchar los relatos picarescos, ambiguos, sencillos e impactantes, fruto de la memoria colectiva o individual de nuestros cuenteros y de quienes, sin serlo, están dotados de esa chispa histriónica que deleita a todos, pero para lo cual se requiere de una buena dosis de captación auditiva, es decir, la comprensión e interpretación a través de la escucha. Hay algo más llamativo, y a la vez desconcertante: el M.E.N. a lo largo del desarrollo teórico y exposición de los estándares, sugiere que en los tres primeros grados se dé prioridad al uso del lenguaje verbal y escrito, o sea, las dos manifestaciones desde las 126 / ESCENARIOS Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 Comprención Auditiva y Lectora cuales se hace realidad el lenguaje y la comunicación para efectos de la socialización y transmisión de ideas (pensamiento y lenguaje), lo que equivale a decir: el habla y la escucha, y, la escritura y la lectura. Dicho desde otra óptica, la del receptor, quien precisa de la cualificación de la escucha y de la lectura, y, no solo de esta. Por tanto, si bien es de suma importancia el saber leer, también lo es el saber escuchar. No obstante de ratificarlo seguidamente, al manifestar que “se reafirmará el enriquecimiento del vocabulario y las primeras aproximaciones a la Literatura a través de la lectura y de actividades cognitivas de atención…”. De inmediato surge un interrogante: ¿No es la capacidad de escuchar una de las actividades sensoriales y cognitivas que requiere mayor concentración? Si esta no está activada, no se traspasaría la frontera del oír, pero sin escuchar, lo que equivale a decir, al estilo conductista, que habría estímulo sensorial, pero no cognitivo. Si no sabemos escuchar, no seremos buenos dialogantes, tal como lo expresa la colega Amanda Verbel: “no seríamos seres dialógicos”. Se nota que el M.E.N., deliberadamente o no,excluye la escucha en la presentación esquemática y descriptiva de los estándares. ¿Razones? Incursionando en otros campos diferentes al lingüístico, concretamente en la Didáctica; en el denominado Pensamiento Crítico; en el Derecho, en el periodismo, el aprendizaje de lenguas foráneas, al igual que en muchas otras actividades de orden intelectual, son de gran beneficio los procesos mentales y lingüísticos conocidos como contraargumentación, contrainterrogatorio, interpelación y contrapregunta, procedimientos que serían imposibles si no se posee una altísima capacidad comprensiva e interpretativa auditiva, que permita captar lo esencial de lo que transmite el interlocutor, al igual que el momento justo en que este ha mostrado un punto interesante, candente o vulnerable en su disertación, a través del cual sea posible intervenir para reafirmar, ampliar, profundizar, refutar, argumentar, preguntar o destacar cualquier otra inconsistencia en lo expresado. En la actualidad, el sistema jurídico colombiano, concretamente el C.P.P. art. 145 establece como procedimiento fundamental prevalente, la oralidad, es decir, los juicios del sistema acusatorio se basan en la expresión oral, lo que pone de presente la imperiosa necesidad, para cada contraparte, de saber hablar y escuchar de manera adecuada y eficaz. Ante esta realidad, los maestros de todas las áreas del conocimiento no podemos estar de espaldas a ella; nuestro compartir de los conocimientos, la orientación a los estudiantes no puede estar reducida a procedimientos que excluyen Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 ESCENARIOS / 127 Comprención Auditiva y Lectora otros de reconocida importancia y necesidad. Existen muchos seres aficionados o adictos a la lectura, y ellos mismos pueden dar fe de sus beneficios, pero tampoco hasta el extremo de desconocer, inconsciente o conscientemente, lo auditivo. La oralidad y la escucha, o sea, la expresión oral (el buen hablar) y la comprensión auditiva (el saber escuchar), se consagran en el conjunto de la normatividad jurídica colombiana (art. 9°) como el procedimiento fundamental en la participación procesal(Ferrajoli, L,1.995. Derecho y Razón, 542) plantea: “…el método acusatorio, fundado en el contradictorio entre pruebas y refutaciones, es una condición necesaria de un modelo cognoscitivo, que se caracteriza porque consta de proposiciones asertivas, susceptibles de verificación y refutación”. Lo expuesto por el ilustre jurista pone de manifiesto la trascendencia de saber escuchar, de desarrollar al tope la capacidad auditiva para poder comprender, analizar, interpretar e inferir, entre otros procesos, las ideas expuestas por el acusador o defensor, y poder proceder en consecuencia, con posibilidades de éxito. (Cano Jaramillo, C, 2007, Oralidad, Debate y Argumentación, 91) comenta las cuatro (4) clases de audiencias contempladas en el Código de Procedimiento Penal, y resalta la última: “… audiencia del juicio oral, como acto fundamental y decisivo del proceso penal, en la cual las partes entran en contacto directo, se practican las pruebas y se presenta el definitivo y crucial debate oral.” (Negrillas nuestras). Lo que significa que tanto la expresión oral (acusador o defensor), como la comprensión auditiva (defensor o acusador), son igualmente importantes, por cuanto en ellas descansa la esencia de los procesos judiciales en lo atinente a lo procedimental. Si bien es necesario, por razones obvias, que los estudiantes de todos los niveles educativos desarrollen sus potencialidades expresivas orales y escritas, también lo es la cualificación de las capacidades auditivas y visuales lectoras, es decir, su contraparte o complemento del proceso comunicativo en el campo lingüístico. En consecuencia, tiene validez el interrogante ¿Por qué los Estándares de Lengua Castellana no aluden o ignoran la comprensión auditiva, es decir, el proceso de la escucha? Es necesario desarrollar tanto el oír como el escuchar, el primero como proceso en el que predomina el aspecto fisiológico, y el segundo como proceso en el que prevalece lo mental, lo síquico, y sin el cual no habría comprensión, interpretación, ni análisis, ni inferencia, y se estaría hablando, razonando o argumentando solo a partir de las ideas propias y dejándose de lado las consideraciones de la contraparte, que pueden 128 / ESCENARIOS Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 Comprención Auditiva y Lectora convertirse, según sea el caso, en fuente de apoyo para respaldar o fortalecer los puntos de vista propios en el debate. Esta idea es ratificada por Cano Jaramillo, 2, 91, cuando agrega: “El artículo 176 indica que el recurso de reposición procede para todas las decisiones y se sustenta y se resuelve de manera oral e inmediata en la respectiva audiencia”. Negrillas nuestras. Más claro no puede ser. Retornando al terreno pedagógico, es bien sabido que en la enseñanza y aprendizaje de lenguas foráneas se recurre frecuentemente a un procedimiento metodológico que incentiva además de la motivación, concentración y atención, el desarrollo de la capacidad auditiva interpretativa de los estudiantes, y que igualmente permite auscultar qué tanto son capaces de asimilar los contenidos discursivos o un aspecto puntual de lo que se transmite de manera oral. Cuando el maestro en una clase de inglés, francés u otra lengua, lee o invita a escuchar a sus estudiantes un texto y luego indaga acerca de su contenido total o parcial, está poniendo en práctica uno de los objetivos trazados: el desarrollo y cualificación de la capacidad auditiva inmediata y el aprendizaje de la lengua en su manifestación viva, es decir el habla y la escucha. De acuerdo con lo expresado, es claro que si la persona no posee la suficiente habilidad para captar auditivamente en el momento los mensajes, intenciones, posibles aciertos, errores o inconsistencias durante la disertación del contendiente y de los propios, no podrá argumentar en contra de ella, o reestructurar lo expresado (ejercitar el metalenguaje) por no haber perfeccionado su potencialidad comprensiva auditiva, es decir, su escucha. En ello, los maestros tenemos la palabra. Leamos, pero también escuchemos. Referencias Bibliográficas Cano Jaramillo, Carlos. (2007) Oralidad, Debate y Argumentación. Grupo Editorial Ibáñez. Bogotá. D.C. Ferrajoli Luigi. (1995) Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal. Editorial Trotta. M.E.N. Estándares Básicos de Lengua Castellana. Bogotá D.C. 2010 Támara Galván, Eduardo. (2002)Desarrollo de Habilidades Lingüísticas y Procesos Cognitivos Asociados al Lenguaje. Sincelejo, Módulo CECAR Revista ESCENARIOS. CECAR. 14: 120-129, 2014 ESCENARIOS / 129