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n.º 834 septiembre 2011 2011, Año Internacional de la Investigación en Alzheimer La enfermedad del olvido TEMA DE LA SEMANA Demencias en atención primaria (I) acreditado por el CCFCPS-SNS 1 00 PORT 7DM834.indd 1 C R É D I T O 21/09/11 10:21 SUMARIO En este número 6 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 5 EDITORIAL Saberlo cuanto antes 6 EN PORTADA La enfermedad del olvido 12 REPORTAJE Tecnología al servicio de los mayores 12 38 19 TEMA DE LA SEMANA Demencias en atención primaria Entrega de los dos primera temas de este bloque temático, que ha sido coordinado por Consuelo Almenar, del Complejo Asistencial en Salud Benito Menni (Sant Boi de Llobregat, Barcelona). Los temas presentados son: Deterioro cognitivo: diagnóstico y manejo interdisciplinar; y Demencia: Síntomas psiquiátricos y trastornos de la conducta. LITERATURA MÉDICA COMENTADA 38 El papel del cuidador y su estado de salud 29 El envejecimiento cerebral no implica un deterioro cognitivo 40 Niveles de biomarcadores y predicción de la enfermedad de Alzheimer en pacientes con deterioro cognitivo leve 41 Enfermedad de Alzheimer frente a demencia vascular 43 Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer 44 Prevalencia de enfermos con Alzheimer y consumo de fármacos 45 Demencia en pacientes menores de 65 años o demencia frontotemporal 47 Terapia combinada frente a terapia simple en la enfermedad de Alzheimer ZONA FRANCA 56 ¿Se nos olvida? Abordar un adecuado tratamiento farmacológico de la demencia 57 Gestión Sanitaria Feliz aniversario 58 Opinión Periferias 48 ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 03-04 7DM834 SUMARIO.indd 3 3 21/9/11 12:15:25 7DM n.º 834 Septiembre 2011 Editor Emérito: Antonio Vasconcellos Santiago Redactora-jefe: Mercedes López Mongay Redacción: Ángel López del Castillo, Javier March Director médico: Ramon Planas Vilà Redactor-jefe médico: Xavier Tena Marsà CONSEJO MÉDICO DE REDACCIÓN Alergología: V. González Núñez, M. Rueda García Anestesiología/Reanimación: A. Escudero Teixidó Angiología/Cirugía vascular: C. Corominas Roura Cardiología: C. Paytubí Garí Cirugía: M.A. López-Boado Cirugía ortopédica/Traumatología: J.A. Fernández-Valencia Dietética/Nutrición: L. Arribas Hortigüela Endocrinología: N. García de la Torre Lobo, J.C. Aguirre Rodríguez Gastroenterología: M. Mañosa, M. Planella de Rubinat Geriatría/Gerontología: C. Verdejo Bravo Ginecología/Obstetricia: C. Castelo-Branco, P. Fusté Hematología/Hemoterapia: J. Juncà Piera Hepatología: V. Lorenzo-Zúñiga García Hipertensión arterial: C. Santos Altozano Medicina preventiva/Salud pública: A. Vilella Morató Medicina del deporte: J.L. Ribas Fernández Neumología: M. Molina Molina, A. Rañó Neurología: A. Arboix Damunt Otorrinolaringología: M. Caballero Borrego, G. García Arranz Psiquiatría: R.M. Pont Dalmau Radiología/Diagnóstico por la imagen: R. Vilana Puig, T. Pujol Farré, M. Sánchez González, F. Gimeno Solsona Rehabilitación: R. Coll Fernández Reumatología: E. Casado Burgos, S. Mínguez Urgencias/Emergencias: A. Piñana López Urología: F.J. Blasco Casares, J.A. Delgado Martín Coordinación Grupos de Trabajo SEMERGEN: S. Giménez Basallote Dirección artística y diseño: Emili Sagóls Portada: Emili Sagóls Corrección: Aurora Pereira Diagramación: M4 Autoedición Asociados, S.L. Producción: Carlos Bueno García Fotografía: Ismael Gerardo Martínez, Óscar Gómez de Vallejo, Martín Marco, AGE, iSTOCKPHOTO, EFE Impresión: Rotocayfo S.L. Depósito legal: B. 37615 - 1988 Soporte válido Ministerio de Sanidad: SV 88036 Rs ISSN 0214-3011 Suscripciones: 12 números al año 52,50 € Control voluntario de la difusión por Con la colaboración de los Grupos de Trabajo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) Edita: w w w. e d i c i o n e s m a y o . e s Redacción y Administración: Aribau, 185-187. 08021 Barcelona edmayo@edicionesmayo.es Publicidad: Barcelona: Aribau, 185-187. 08021 Barcelona Tel.: 932 090 255. Fax: 932 020 643 Montse Tort: mtort@edicionesmayo.es Madrid: Paseo de la Habana, 46. 28036 Madrid Tel.: 914 115 800. Fax: 915 159 693 Manuel Mesa: mmesa@edicionesmayo.es © Ediciones Mayo, S.A. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos, aun citando la procedencia, sin la autorización del editor. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 4 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 03-04 7DM834 SUMARIO.indd 4 21/9/11 12:15:28 EDITORIAL Saberlo cuanto antes a capacidad de disimulo de un paciente con Alzheimer es enorme, sobre todo si se trata de una persona con el cerebro bien entrenado a lo largo de su vida. Se puede mantener una conversación sobre temas cotidianos sin notar que estamos hablando con alguien a quien esta enfermedad silenciosa ha ido minando progresivamente su capacidad cognitiva. En el momento del diagnóstico, es posible que más de la mitad o incluso hasta un ochenta por ciento de sus neuronas hayan muerto, aunque lo que queda puede ser suficiente para que la gran plasticidad de este órgano sustituya una parte de los complejos circuitos neuronales y permita continuar desarrollando las tareas más elementales, durante un tiempo. L Más del 85% de los encuestados en cinco países afirman que, si presentaran confusión y pérdida de memoria, les gustaría saber si la causa de estos síntomas es la enfermedad de Alzheimer Los tratamientos paliativos disponibles solo pueden aspirar a ralentizar el progreso de la enfermedad hasta que, de forma inexorable, se produce una desconexión total si el enfermo vive los años suficientes. La ciencia trata de ganar esta carrera contrarreloj porque el factor tiempo es esencial para reducir el número de personas que se verán afectadas por demencias asociadas a la edad. El Alzheimer, la enfermedad neurodegenerativa más prevalente de todas, provoca un daño neuronal masivo desde sus primeros estadios y en zonas específicas del cerebro responsables de gestionar la información, que permiten pensar, comunicarse y actuar. La búsqueda de nuevos y más tempranos marcadores de la enfermedad y de tratamientos capaces de modificar su evolución en cualquier fase de desarrollo es el objetivo de muchos equipos de investigación en todo el mundo. Pero ese desafío es sólo una parte del problema. Muchos médicos han afrontado el dilema de informar sobre el diagnóstico a pacientes con síntomas muy evidentes, y no era infrecuente el rechazo de los familiares a hacerlo. Afortunadamente, esa tendencia ha cambiado y hoy se promueve que es conveniente saberlo cuanto antes para que el paciente tenga la oportunidad de poner en orden sus asuntos personales, económicos o profesionales, y de igual forma, que su familia esté mejor preparada para afrontar una enfermedad que implica graves alteraciones del comportamiento y la ausencia final del ser querido. Todo paciente suele tener un cuidador principal sobre el que recae el mayor peso de la enfermedad, aunque sus consecuencias alcanzan a otros miembros de la familia. En España se estima que unos tres millones de personas tienen relación directa con el Alzheimer. Al ritmo actual de envejecimiento de las sociedades occidentales, los expertos temen que el número de personas con Alzheimer se podría duplicar o triplicar en las próximas dos décadas, una carga enorme para los sistemas sanitarios que también recae de manera aún más significativa sobre las familias. La información es una de las mejores herramientas de prevención, y en este sentido se promueven campañas, como la que lleva por lema «Mejor saberlo», que tratan de mejorar las oportunidades de luchar contra la enfermedad a todos los implicados. Una reciente encuesta de Alzheimer Europa, que coordina a las asociaciones nacionales contra el Alzheimer de 27 países, indica que más del 85% de los encuestados en cinco países afirman que, si presentaran confusión y pérdida de memoria, les gustaría saber si la causa de estos síntomas es la enfermedad de Alzheimer, y más del 94% desearía saberlo si el afectado es un miembro de su familia. En cuatro de los cinco países, entre ellos España, la enfermedad de Alzheimer era el segundo mayor temor relacionado con la salud después del cáncer. ■ ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 05 7DM834 EDITORIAL.indd 5 5 21/09/11 10:43 EN PORTADA La enfermedad del olvido 2011, Año Internacional de la Investigación en Alzheimer La enfermedad del olvido J. Garrido ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 6 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 06-10 7DM834 ENPORTADA.indd 6 21/9/11 10:48:55 n cuatro décadas, el 35% de la población mundial tendrá más de 60 años y el envejecimiento está a la cabeza de los factores de riesgo de las enfermedades neurodegenerativas. En España, los expertos estiman que los pacientes con demencia pueden llegar a unos 650.000, la gran mayoría de los cuales tiene Alzheimer. El desenlace fatal para estos enfermos es la desconexión total con sus propias vidas, el olvido de sí mismos, de sus familias y amigos. Jerónimo Sancho, presidente de la Sociedad Española de Neurología, compara la situación con un iceberg en el que la punta que asoma corresponde a los aspectos médicos de la enfermedad, mientras que los aspectos sociosanitarios forman la mayor parte que permanece sumergida, una imagen tópica pero que nos acerca a las dimensiones reales de este problema. E En la enfermedad de Alzheimer de tipo hereditario se conoce la implicación de tres genes, APP (proteína precursora del amiloide), PS1 (presenilina-1) y PS2 (presenilina-2). Una mutación en cualquiera de ellos puede llegar a producir la aparición prematura o el desarrollo de la enfermedad si el paciente envejece lo suficiente. Pero este enfoque genético se complica extraordinariamente porque la enfermedad de origen familiar es inferior al 1% de todos los casos. Un abrumador 99% del Alzheimer es de origen esporádico y ahí las causas no están, ni mucho menos, tan claras. Se sabe de un conjunto de factores de riesgo entre los que destaca el envejecimiento, pero hay otros, como la presencia de determinadas isoformas de ciertas proteínas. Esa variabilidad se da en la apolipoproteína E, un transportador del colesterol, y se ha visto que la presencia de la isoforma 4 de esta proteína eleva el riesgo de padecer la enfermedad. Tras la autopsia, en el cerebro de pacientes con Alzheimer tanto de origen familiar como esporádico se ha comprobado, además de una muerte neuronal brutal, la aparición de dos estructuras aberrantes, las placas seniles, que aumentan con la edad, y los ovillos neurofibrilares, también observados en otro tipo de demencias, no solo en el Alzheimer. La aparición de las placas seniles se relaciona con el metabolismo de la APP, la proteína precursora del amiloide que está presente en las dendritas, cuerpos celulares y axones de las neuronas, y obedece a una mutación en este gen situado en el cromosoma 21. La formación de la placa compuesta por un depósito extracelular del péptido beta-amiloide tiene un efecto tóxico para el cerebro. En cuanto a las otras estructuras extrañas, los ovillos neurofibrilares están constituidos por fibrillas o filamentos enrollados de la proteína TAU, modificada mediante un proceso de fosforilación. Las lesiones producidas por los depósitos proteínicos de amiloide y ovillos de neurofibrillas se localizan fundamentalmente en el hipocampo y la corteza cerebral, dañando en particular a las neuronas responsables de las funciones intelectuales a lo largo de una evolución insidiosa y fatal. El lado oscuro de esta enfermedad es su largo periodo de desarrollo silencioso hasta que aparecen síntomas como la pérdida de memoria, la desorientación, la alteración del lenguaje y de la capacidad de decidir, acompañados de trastornos de la personalidad y el comportamiento. Hasta llegar ahí ha producido una degeneración progresiva que apenas ha ido percibiendo el propio paciente y las personas de su entorno, y lo habitual es que, cuando los síntomas permiten alcanzar un diagnóstico, la pérdida masiva de neuronas es irreparable. Retrasar el inicio La ciencia trata de ganar esta carrera contrarreloj porque los estudios demuestran que si se logra retrasar cinco años el inicio de los síntomas del Alzheimer, el número de enfermos se reduciría a la mitad. En la actualidad existen numerosas líneas de investigación sobre las causas y el conjunto de factores de riesgo implicados en la enfermedad de Alzheimer. España se encuentra bien situada en el concierto mundial y prueba de ello es el congreso internacional que ha convocado en Madrid el 22 y 23 de septiembre a numerosos investigadores líderes en este campo, tanto en la investigación básica y clínica como en la vertiente sociosanitaria. Esta iniciativa, fruto de la colaboración En Europa hay más de 7 millones de personas afectadas por demencias, entre las que destaca, con gran diferencia, la enfermedad de Alzheimer. Si a este dato unimos la evolución de la pirámide poblacional en el viejo continente, el resultado es que el número de familias afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa se multiplicará en los próximos años. Sin tratamiento disponible, el Alzheimer figura entre el grupo de patologías más prevalentes que los expertos consideran una seria amenaza para la sostenibilidad de los sistemas de protección sociosanitarios. La esperanza reside en la investigación, pero apenas se empieza a saber algo sobre sus causas ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 06-10 7DM834 ENPORTADA.indd 7 7 21/9/11 10:48:57 EN PORTADA La enfermedad del olvido entre la Fundación Reina Sofía y la Fundación Pascual Maragall, es uno de los acontecimientos más relevantes de 2011, que ha sido declarado Año Internacional de la Investigación en Alzheimer. El coordinador de este encuentro es Jesús Ávila de Grado, profesor de investigación del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, situado en la Universidad Autónoma de Madrid, del que fue anteriormente su director. Sus principales líneas de trabajo se centran en el estudio de la función de la proteína TAU en procesos neurodegenerativos y en la búsqueda de procesos de regeneración axonal. Para prevenir un daño neuronal irreparable, es necesario disponer de marcadores lo más tempranos posibles para el diagnóstico. Esto no es fácil en la enfermedad de origen esporádico, pero sí es posible en la de origen familiar, en la que se puede saber si hay mutación en el ADN. Es algo relativamente simple, pero ¿qué es lo que se está intentando hacer ahora desde el punto de vista familiar? «Pues lo más avanzado, explica Jesús Ávila, es que ya se conocen en el mundo una serie de familias con esa mutación genética y, además, prácticamente se puede calcular la edad, con un cierto margen de error, en la que debería aparecer la enfermedad. El problema es que a esas personas, aunque sepamos que la tienen, no se les puede tratar porque están sanas, aparentemente. Lo primero que se quiere ver en estas personas es cuándo empieza la degeneración mediante unos marcadores, porque ya sabemos que la van a tener. Se trata, antes de la aparición de los síntomas, de estudiar posibles marcadores.» En algunos lugares del mundo como Colombia, concretamente en la ciudad de Antioquía, donde ya se han caracterizado numerosas familias con predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer, se han iniciado estudios que pueden ofrecer bastante información sobre el desarrollo de la enfermedad de origen familiar. «Yo creo, afirma Jesús Ávila, que esto será posible y que es uno de los tipos de análisis más esperanzadores. Hasta ahora lo que se ha hecho es reproducir la enfermedad en modelos animales, en ratones de laboratorio, pero el punto esencial es que una persona a la que se considera sana pueda tener la indicación de que ya no está sana, es decir, que ya tiene una gran degeneración, y aunque por su aspecto y por su forma de funcionar parezca que está sana, ya tiene el problema bastante desarrollado. Para eso necesitamos marcadores que sean lo más tempranos posibles.» Solo hay disponibles dos tipos de marcadores, el bioquímico, que se obtiene de la presencia de determinadas proteínas en el líquido cefalorraquídeo del paciente, y la imagen directa del cerebro obtenida mediante la PET y otras técnicas de neuroimagen. La obtención de estos marcadores no está exenta de dificultades y por ello la Unión Europea acaba de anunciar un programa para los próximos años que pretende que los protocolos para observar marcadores en el líquido cefalorraquídeo sean comunes para toda Europa. Y por otro lado, las técnicas de neuroimagen tienen el inconveniente de ser muy caras, lo que dificulta un uso extensivo. Sin embargo, ambos marcadores proporcionan una información muy valiosa porque permiten determinar que ya hay muerte neuronal, que ya hay placas o que ya hay ovillos fibrilares mucho antes de que la enfermedad haga su aparición clínica. Lo que se discute es si, en esas circunstancias, ya es recomendable empezar a aplicar tratamientos a esas personas aparentemente sanas. En modelos animales, los tratamientos empiezan mucho antes de que se produzca una gran degeneración. En algunos casos los ratones se han curado, se ha podido prevenir el problema que se había creado, lo que, en opinión del profesor Jesús Ávila, «implica que si se pudiera empezar a aplicar tratamientos más tempranos en humanos, siguiendo todas las normas éticas, incluso si se emplearan algunas de las drogas que ya hemos visto que son útiles en los modelos de laboratorio, si se emplearan más tempranamente en humanos quizás se podría conseguir algo, pero eso ya es pura divagación. El objetivo es este: ob- tener marcadores más tempranos para, en cuanto se vea algún síntoma, empezar el tratamiento lo antes posible para evitar que vaya aumentando la degeneración, porque cuando ya es muy grande resulta muy difícil de reparar.» Neurogénesis A finales del siglo XX cayó otro paradigma de la ciencia según el cual el cerebro era el único órgano incapaz de regenerarse. La neurogénesis explica el nacimiento de neuronas nuevas que se produce en dos regiones específicas del cerebro adulto, la zona subventricular de los ventrículos laterales o bulbo olfatorio y la zona subgranular del giro dentado del hipocampo. El interés se centra en las células pluripotenciales residentes en estas zonas, especialmente el hipocampo, pero la neurogénesis es un proceso muy complejo que va de la proliferación a la migración, diferenciación e integración de las nuevas neuronas en los circuitos cerebrales existentes. Las investigaciones sobre las diferentes etapas de la neurogénesis avanzan gracias al descubrimiento de marcadores como las proteínas que se expresan temporalmente durante el proceso de formación de neuronas nuevas. Se estudia el papel de los neurotransmisores, las hormonas o los factores de crecimiento en este proceso, y también un conjunto de factores que modulan la neurogénesis de forma positiva o negativa. Se ha demostrado que la actividad física, la sociabilidad y la llamada gimnasia cerebral influyen positivamente en la formación de nuevas neuronas. Otros factores como el estrés psicológico, la falta de sueño o las drogas de abuso influyen de forma negativa, y especialmente las enfermedades neurodegenerativas y psiquiátricas como la depresión. Conocer y controlar el proceso de neurogénesis, incluso la reprogramación de células precursoras de otros tejidos en neuronas, abrirá el camino a los tratamientos de regeneración para recuperar la funcionalidad cerebral, no solo en la enfermedad de Alzheimer sino en otros trastornos nerviosos o psiquiátricos que conducen a la demencia por la pérdida selectiva de neuronas. ■ ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 8 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 06-10 7DM834 ENPORTADA.indd 8 21/9/11 10:48:58 EN PORTADA La enfermedad del olvido Las mayores desventajas del envejecimiento están relacionadas con el sistema nervioso Jesús Ávila Investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa – ¿No es paradójico que el progreso de la ciencia esté detrás de las enfermedades asociadas al envejecimiento? – A principios del siglo diecinueve, la vida media era como mucho de cuarenta años. Posteriormente, esta vida media ha ido aumentando muchísimo. Ahora mismo se calcula que la vida media puede ser de ochenta años, y si la medicina sigue mejorando podemos llegar a los cien años; ya vemos que el número de centenarios ha aumentado mucho. Esto es una ventaja para el ser humano pero tiene una serie de desventajas, y las mayores desventajas están relacionadas con el sistema nervioso. Uno de Hay que confiar en que, en algún momento, la mejora de la medicina pueda prevenir esta enfermedad, y en ello estamos los mayores problemas es que a partir de una determinada edad empiezan a aparecer las demencias. La más prevalente de todas es la enfermedad de Alzheimer. Yo siempre comento que el propio Alzheimer murió a los cincuenta y tantos años, antes de que él hubiera podido tener este problema. La enfermedad de Alzheimer es algo que ha venido acompañado por la mejora de la medicina y el hecho del alargamiento de la vida. Hay que confiar en que, en algún momento, la mejora de la medicina pueda prevenir esta enfermedad, y en ello estamos. – Cuando la enfermedad está instaurada, ¿es tan importante la pérdida de neuronas en sí misma como la pérdida de las conexiones entre las que quedan? – Es una buena pregunta, porque el sistema nervioso intenta reparar (la pérdida) con las neuronas que quedan, intenta hacer nuevas conexiones. Digamos que, con lo que queda, trata de que se note lo menos posible desde el punto de vista funcional. Este es el problema de que la enfermedad sea silenciosa, que con lo poco que tenemos se intenta mantener todo el sistema. Por eso, en cuanto se ve algún síntoma clínico es que ya se nos ha venido todo abajo, porque ahí está el sistema intentando resistir hasta límites que son demasiado... Hubiera sido mejor que nos die- ra antes el aviso de que las cosas estaban mal. Lo esencial son las sinapsis, pero si las neuronas están dañadas, las sinapsis al final también van a estar dañadas. – ¿La clave estaría en la regeneración neuronal? – El asunto es mantener con la mayor salud posible a las neuronas, y eso tiene sus problemas porque las neuronas también envejecen. A diferencia del resto de las células del cuerpo que se suelen renovar, los huesos, el intestino, la piel, tenemos células madre para todo tipo de tejidos, las neuronas no se renuevan excepto en dos sitios, fundamentalmente, aunque hay quien dice que hay otros sitios más. Una zona es la de los ventrículos cerebrales, donde aparecen nuevas neuronas que generalmente van a ser importantes para el sentido del olfato. Y luego hay otras que son muy, muy importantes para lo que tiene que ver con demencias, con enfermedad de Alzheimer, con la memoria. En el hipocampo hay una zona que se llama el giro dentado, y en la zona subgranular del giro dentado hay aparición de nuevas neuronas. Estas nuevas neuronas tienen que ver con lo que se conoce como memoria a corto plazo. La adquisición de la memoria a corto plazo, de los nuevos conocimientos, se ha relacionado con la existencia de estas neuronas nuevas que se producen en el giro dentado, y que están muy dañadas, en general todas las neuronas del hipocampo están bastante dañadas en la enfermedad de Alzheimer, sobre todo en los primeros estadios. Eso se correlaciona con la pérdida de memoria y, al principio, lo que se pierde es la memoria más reciente, es lo primero que se ve en la enfermedad de Alzheimer. – ¿Cuándo cree que se podrá curar esta enfermedad? – Hace cien años que se descubrió por Alzheimer la enfermedad. Yo estoy seguro, y juego con ventaja porque no voy a vivir lo suficiente, de que cuando se cumplan los doscientos años del descubrimiento la enfermedad de Alzheimer ya estará bastante arreglada. Claro, yo estoy dando cien años, y estoy seguro también de que mucho antes de eso, sobre todo en cuanto a prevención, lo habremos arreglado. ■ ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 10 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 06-10 7DM834 ENPORTADA.indd 10 21/9/11 10:48:58 REPORTAJE Tecnología al servicio de los mayores Paco Romero «Sonríe, motívate, diviértete, aprende y, sobre todo, disfruta». Éste es el lema que preside la recientemente inaugurada sala de psicoestimulación sensorial-cognitiva de la Residencia y Centro de Día para personas dependientes de la Tercera Edad El Catí, de Elda (Alicante), un recurso de titularidad pública de la Conselleria de Bienestar Social y Justicia de la Generalitat Valenciana. isioterapeutas, ingenieros y arquitectos han ido de la mano en el diseño de esta sala, en la que se desarrolla un trabajo multidisciplinar donde colaboran psicólogos, enfermeros, terapeutas ocupacionales, educadores sociales y animadores socioculturales. F Ismael José Estevan Atención a la Dependencia de la Fundación Salud y Comunidad. Una sala diferente anticipándose a los nuevos métodos de trabajo. La luz preside esta nueva sala y, sin duda, este es uno de sus rasgos distintivos, una luz suave pero directa y adaptada a cada ejercicio y con reguladores de intensidad que permiten la adaptación progresiva de los ancianos a los cambios de luz. Los usuarios son mayores dependientes que tienen un deterioro cognitivo y funcional leve-moderado, en los que es posible retrasar la pérdida de fun- Otra peculiaridad es que «resulta de fácil accesibilidad, con espacios diáfanos y módulos integrados en las paredes, dejando un espacio central para las te- Los usuarios realizan un programa personalizado de psicoestimulación sensorial (módulos táctil, olfativo, de estimulación global y de La sala está integrada por dos módulos de estimulación táctil, una cabina olfativa, dos unidades de estimulación global, y un espacio destinado a la orientación de la realidad grupal. La utilización de pantallas táctiles, así como consolas tipo Nintendo, Wii, sistemas de proyección con conexión wifi y un sistema domótico que prepara los diferentes ambientes de trabajo pone a las nuevas tecnologías al servicio de la estimulación cognitiva, cionalidad o, incluso, recuperar ciertas capacidades; también se entrenan los sentidos, especialmente el visual, el táctil y el olfativo. «La finalidad de este programa es mejorar las capacidades físicas y cognitivas-conductuales de los usuarios, a través de un abordaje multidisciplinar y valiéndonos de las últimas técnicas en psicoestimulación avaladas científicamente», afirma Ismael José Estevan González, subdirector del Área de rapias grupales de orientación de la realidad. Por su parte, el sistema modular facilita el trabajo grupal e individual, lo que hace posible trabajar varios sentidos sin necesidad de desplazar al anciano. » Pero, sin duda, «la principal novedad de esta sala es que ha logrado integrar las nuevas tecnologías en beneficio del usuario, ofreciendo la posibilidad de crear sesiones de estimulación utilizan- ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 12 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 12-13 7DM834 REPORTAJE.indd 12 21/9/11 10:49:40 do Internet, videojuegos, videoconferencias, proyecciones o imágenes seleccionadas», indica Ismael J. Estevan. De hecho, apostilla, «a la hora de diseñar la sala, se han tenido en cuenta todos los posibles déficits cognitivos, sensoriales y de movilidad de nuestros ancianos, ajustando la tecnología a sus situaciones particulares». Trabajo en módulos Esta sala de psicoestimulación sensorial-cognitiva está compuesta por cuatro módulos: táctil, olfativo, de estimulación global y de orientación a la realidad. El módulo de estimulación táctil posee un diseño ergonómico específico para mular el apetito y otra para ayudar a los mayores a reconocer ciertos olores que pueden indicar peligro, como humo, gas, comida en mal estado… El módulo de estimulación global está diseñado para la implementación de habilidades cognitivas, auditivas y visuales a través de ordenadores. Gracias a auriculares integrados, se evita la pérdida de atención, mientras que la pantalla táctil asegura una mayor facilidad de uso. Estos módulos ofrecen también la posibilidad de incorporar Internet y una webcam para que la persona mayor pueda ponerse en contacto con sus seres queridos. Según destaca la trabajadora social María Salud Monzó, el software que y, por lo tanto, cuantificar su evolución a lo largo del tiempo.» Respecto al módulo de orientación a la realidad, aclara Ismael J. Estevan, presenta información que trata de promover, de forma individual y grupal, una mayor comprensión de aquello que rodea al anciano, facilitando su orientación (tiempo, espacio, persona). Así, mediante un proyector con acceso a Internet, el terapeuta puede crear sesiones en base a imágenes de actualidad y/o próximas a los usuarios. A pesar de las reticencias iniciales, los resultados que se han obtenido por el momento con este proyecto son muy po- Preparando las esencias para la sesión olfativa orientación a la realidad) en función de sus capacidades y necesidades mejorar habilidades táctiles en las extremidades superiores (con diferentes paneles que permiten tocar y manejar instrumentos de uso común) e inferiores (con rodillos de diferentes formas y densidades). Para la estimulación olfativa se ha habilitado una cabina cerrada desde la que se emiten y eliminan aromas con una frecuencia periódica. También se realiza una sesión olfativa específica para esti- utiliza este módulo está dotado de más de 14.000 ejercicios, permitiendo series personalizadas y adaptadas al nivel cognitivo. El programa trabaja de forma activa la memoria, el cálculo, la orientación, el lenguaje, el reconocimiento y las funciones ejecutivas. Una sugerente posibilidad es que el sistema informático instalado permite, como explica esta experta, «la evaluación personal y continuada de cada usuario, de forma que podemos evaluar sus aciertos y errores sitivos. «Nuestros usuarios han aceptado muy bien el planteamiento y los recursos que se emplean en esta sala», indica Ismael J. Estevan. Y es que, subraya, «a diferencia de la creencia generalizada, el anciano no es tonto, tan sólo es mayor; por eso, con un mínimo aprendizaje y los recursos técnicos adecuados es capaz de hacer muchas más cosas de las que creemos. En definitiva, son como niños: con gran capacidad para aprender, para explorar y para entusiasmarse». ■ ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 12-13 7DM834 REPORTAJE.indd 13 13 21/9/11 10:49:42 La fitoterapia, una alternativa terapéutica útil en las infecciones de vías respiratorias La fitoterapia tiende a usar productos con potencia moderada o baja y márgenes terapéuticos relativamente amplios. Por eso, se considera una terapia poco agresiva y especialmente útil para el tratamiento de afecciones leves o moderadas, así como para afecciones crónicas, según señaló el Dr. Cañigueral, de la Unidad de Farmacología y Farmacognosia de la Facultad de Farmacia de Barcelona, en el transcurso de un simposio celebrado en Valladolid, en el marco del 60º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Pelargonium sidoides (Kaloba®) Las infecciones respiratorias suelen ser de etiología vírica, y más graves en los niños debido a factores anatómicos y fisiológicos (diámetro menor de los conductos bronquiales, inflamación más rápida de la mucosa, moco muy viscoso). El abuso y el uso inadecuado de los antibióticos ha provocado un aumento de las resistencias y por tanto un descenso de su eficacia, y lo mismo ha sucedido con la administración de medicación antivírica. «En consecuencia, las infecciones respiratorias agudas están normalmente subestimadas y son inadecuadamente tratadas, y es, pues, el momento para 14-15 7DM834 PUBLI-ferrer.indd FERRER KALOBA 205X120.indd 14 1 M. Tisch D. Jacobs pensar en otras alternativas», aseguró Matthias Tisch, de la Universidad de Heidelbergh, Múnich (Alemania). Y una alternativa es Kaloba®, un extracto de Pelargonium sidoides, comercializado por Ferrer Healthcare. Kaloba® tiene acción bactericida y secretomotora, y presenta un mecanismo de acción inmunomodulador que le proporciona también actividad antiviral. Se han realizado estudios clínicos, con más de 10.000 pacientes, la mitad de niños que de adultos, en varios tipos de infecciones: bronquitis, tonsilofaringitis no estreptocócica, resfriado común y rinosinusitis. En los estudios pediátricos, un 40% de los participantes eran niños desde 1 año de edad. 21/09/11 14:16 10:51 02/09/11 Los estudios clínicos con Kaloba® comparada con placebo demuestran una superioridad clínica significativamente relevante, un curso más favorable de la enfermedad y una recuperación más rápida, así como una muy buena tolerabilidad. Para valorar la evolución de la bronquitis en niños tratados con Kaloba®, un estudio con 200 niños realizado en 2010, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, utilizó los cambios en la escala BSS (Bronchitis Severity Score), una escala que valora tres síntomas de la bronquitis: tos, disnea y estertores pulmonares a la auscultación. Asimismo, se utilizó una escala para valorar la satisfacción del paciente con el tratamiento (IMPSS), la capacidad de asistir a la guardería o a la escuela y el cambio en los síntomas individuales (como ausencia de apetito). El 80% de los pacientes tratados con Kaloba® se recuperó completamente en una semana, en comparación con el 20% del grupo placebo. Asimismo, sólo el 10% de los niños del grupo placebo pudo asistir a la guardería o a la escuela el día 7, mientras que un 50% de los tratados con Kaloba® lo hizo. Eficacia similar se ha demostrado en estudios en niños con tonsilofaringitis no estreptocócica y rinosinusitis, y también en pacientes con resfriado común, aunque en este último caso la diferencia no ha sido tan marcada. Un metaanálisis de la Cochrane confirma que hay buenas evidencias de estudios clínicos sobre la eficacia y buena tolerabilidad de Kaloba® en infecciones agudas de las vías respiratorias, y que es altamente recomendable en estas situaciones clínicas. 14-15 7DM834 PUBLI-ferrer.indd 15 FERRER PROSPANTUS 205X120.indd 1 Hedera hélix (Prospantus®) Los extractos de hojas desecadas de Hedera hélix están indicados para usar en el catarro agudo de las vías respiratorias acompañado por tos; en el tratamiento sintomático de las enfermedades bronquiales inflamatorias crónicas, y como expectorante en caso de tos productiva. Según el Dr. Daniel Jacobs, del Instituto de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Bonn (Alemania), Hedera hélix mejora la respuesta clínica a los broncodilatadores y tiene efecto secretolítico y bronquiolítico. Prospantus®, el extracto de Hedera hélix comercializado por Ferrer Healthcare, cuenta con datos fiables de estudios clínicos que han demostrado efectos positivos tanto en parámetros objetivos de función pulmonar (capacidad vital, volumen espiratorio forzado en 1 segundo –FEV1–) como subjetivos (frecuencia e intensidad de la tos, producción de esputo o disnea). Un estudio postcomercialización multicéntrico prospectivo, llevado a cabo por Fazio et al en 2006, evaluó la eficacia, seguridad y tolerabilidad del Prospantus® en condiciones de práctica clínica. Se incluyeron 9.657 pacientes con enfermedad bronquial inflamatoria crónica, en los que se demostró una mejoría o curación medida por parámetros pulmonares (tos, expectoración, disnea y dolor al respirar). De los pacientes incluidos, más de 5.000 eran niños, más de la mitad con edades entre 1 y 5 años. En el 97,9% de los pacientes pudo administrarse el tratamiento sin que se produjera ningún efecto adverso, lo que demuestra la excelente seguridad y tolerabilidad de Prospantus®. ■ 21/09/11 14:36 10:51 02/09/11 Concurso Iberoamericano Instituto Roche de fotografía El Instituto Roche pone en marcha su «Concurso Iberoamericano de Fotografía», cuyo objetivo es acercar la Medicina Personalizada a los ciudadanos mediante una visión artística y estética sugerida a través de imágenes científicas y/o con vinculación social, y un comentario escrito del hecho que ilustran. 1. LA PARTICIPACIÓN. Está abierta a cualquier persona mayor de edad, con residencia habitual en un país de habla hispana o portuguesa, tanto en la Península Ibérica como en América, que presente imágenes propias que no hayan sido premiadas en otros concursos y que se incluyan en la temática del certamen. La participación en este Concurso supone la plena aceptación de las presentes bases y la conformidad con las decisiones del Jurado y de la Organización. 2. EL TEMA. Se centra en la Medicina Personalizada, tanto en su vertiente más científica como en la vinculada con aspectos sociales. 4. EL PLAZO. La presentación de fotografías dará comienzo el 1 de julio de 2011 a las 8.00 horas y finalizará el 1 de octubre de 2011 a las 20.00 horas (hora peninsular española). 5. PREMIOS. Se otorgarán dos premios: 3. PRESENTACIÓN DE LAS FOTOGRAFÍAS. Sólo se admitirán fotografías en formato digital. Deben ir acompañadas de un título y un texto que permita interpretar la imagen presentada a concurso. Se admitirán como máximo dos fotografías por autor y categoría. La presentación de las imágenes y sus correspondientes títulos y textos se realizarán, previo registro, en la web del Instituto Roche (http://www.institutoroche.es), donde existirá un formulario de participación: • Cada participante deberá registrarse y cumplimentar los datos personales requeridos, así como facilitar información sobre la(s) fotografía(s) que presenta a concurso identificando para cada caso el título de la imagen. El texto correspondiente a cada fotografía tendrá una extensión comprendida entre 500 y 1.000 caracteres contados sin espacios. Se presentará en español o en cualquier otra lengua cooficial del Estado español, siempre y cuando se incluya la correspondiente versión en español. La imagen y el texto explicativo o el título no deben hacer referencia al autor, la institución, al proyecto o al centro al que pertenece el autor. • Las fotografías, en alta calidad, se enviarán en archivos con formato JPG a través del mismo formulario. Las imágenes deberán tener un tamaño mínimo de 1.800 ⫻ 1.800 píxeles y no deberán superar los 5 MB de capacidad cada una. • Las imágenes que no cumplan estos requisitos no podrán ser admitidas. La Organización podrá decidir si la calidad y contenido se adecuan a los criterios del Concurso. 16 • Categoría científica, otorgado por un Jurado compuesto por el Consejo Asesor y el Patronato del Instituto Roche, con una dotación económica de 1.500 € netos. • Categoría social, otorgado por votación popular, con una dotación económica de 750 € netos. – Se implementará en la web del Instituto Roche un área de exposición con todas las fotografías admitidas con el objetivo de que sean conocidas por todos y que los usuarios que así lo deseen, previo registro, puedan proceder a la votación en esta categoría. Se admitirá sólo un voto por usuario (y un solo voto por dirección IP). Los premios quedarán sometidos al IRPF conforme a la legislación fiscal vigente. En caso de coautoría, si una imagen resulta premiada –y sin perjuicio de los derechos que les corresponden a los coautores–, la dotación económica se repartirá proporcionalmente entre todos ellos. La entrega de premios tendrá lugar, en fecha y lugar que se anunciará oportunamente. 6. EL JURADO. Estará compuesto por diez miembros o jurados, designados por el Presidente del Patronato del Instituto Roche de entre los miembros de su Consejo Asesor de expertos científicos y del propio Patronato. El Jurado elegirá las imágenes premiadas, excepto el premio de la categoría social, que será por votación popular. El Jurado también elegirá 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 16-17 7DM834 PUBLIroche.indd 16 21/09/11 11:22 las que considere doce mejores imágenes de entre todas las presentadas que pasarán a componer el Calendario corporativo del Instituto Roche para 2012. Estas doce recibirán por ello un Diploma acreditativo. El Jurado procederá a la emisión del fallo conforme a los siguientes criterios: • Imagen: originalidad, calidad artística y técnica, y contenido. • Texto descriptivo: carácter divulgativo. El Jurado decidirá por mayoría y en caso de empate el jurado de mayor edad tendrá voto dirimente. La decisión del Jurado será inapelable. 7. EXPOSICIÓN. El Jurado, junto con la Organización, seleccionará una serie de imágenes con el fin de formar parte de una exposición pública que tendrá lugar, a partir de enero de 2012, en la sede que se anunciará oportunamente. 8. AUTORÍA. Los autores garantizan que la imagen es original, que son los legítimos titulares de todos los derechos inherentes a la misma y que la imagen no vulnera los derechos de terceros. El Instituto Roche no se hace responsable de los perjuicios que pudiera acarrear el incumplimiento de la anterior garantía, pudiendo ejercitar las acciones legales oportunas con vistas a reparar los daños y perjuicios ocasionados a las mismas. 9. DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL. Derechos sobre las imágenes premiadas. De conformidad con lo previsto en la Ley de Propiedad Intelectual, los autores de las imágenes premiadas, sin perjuicio de los derechos morales que les corresponden, ceden al Instituto Roche, con carácter de exclusiva y en el ámbito mundial, los derechos patrimoniales de explotación de las imágenes. Dichos derechos comprenden la explotación de las imágenes premiadas pudiendo el Instituto Roche libremente, y sin contraprestación económica, proce- der a su reproducción, distribución, comunicación pública y transformación en cualquier medio, formato o soporte conocidos o no en la actualidad. Derechos sobre las imágenes no premiadas. Salvo que el participante manifieste su voluntad de retirar la imagen no premiada y retener los derechos sobre la misma dentro de los veinte días siguientes a la publicación del fallo en la página web del Instituto Roche, este podrá utilizar, siempre mencionando su autoría y sin contraprestación económica alguna, las fotografías participantes en el Concurso Instituto Roche de Fotografía para la promoción del propio certamen y de otras actividades propias realizadas en cumplimiento de sus objetivos generales. El uso público por terceros de las imágenes participantes en el Concurso Instituto Roche de Fotografía, excepto las premiadas y las excluidas en el párrafo anterior podrá ser ejercitado a través de la licencia «Creative Commmons 2.5 España», siempre y cuando: • Se trate de un uso no comercial. • Haya un reconocimiento explícito del nombre del autor y del Concurso Instituto Roche de Fotografía. • Las obras producidas con las imágenes del Concurso Instituto Roche de Fotografía sólo pueden distribuirse bajo los términos de una licencia idéntica a ésta. Las fotografías participantes en el Concurso Instituto Roche de Fotografía podrán ser exhibidas a través de la plataforma creada en el sitio web del Instituto Roche, y en exposición pública a partir de enero de 2012. Los autores de las obras seleccionadas que no hayan obtenido ningún premio no tendrán derecho a contraprestación económica alguna, aunque en la exposición se indicará la autoría de la imagen y el autor podrá solicitar que se emita un certificado de que la obra ha sido seleccionada para la exhibición. La entidad convocante se exime de cualquier responsabilidad a la que pudiera dar lugar el incumplimiento por terceros de las condiciones de uso de la Licencia referenciada, así como el uso indebido e ilícito por terceros de las obras exhibidas. 10. ACLARACIÓN Y APLICACIÓN DE LAS PRESENTES BASES DEL CONCURSO. En todo lo no previsto en las presentes bases del Concurso, así como para cualquier aclaración o interpretación de las mismas o de cualquier posible contradicción o modificación impuesta por normativas obligatorias, se aplicará lo que decida el Jurado, y en caso de no ser posible su constitución, lo que designe el Patronato del Instituto Roche. Cualquier modificación o aclaración de las presentes bases se publicará en la página web del Instituto Roche. ■ Instituto Roche c/ Eucalipto, 33 - 28106 Madrid www.institutoroche.es 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 16-17 7DM834 PUBLIroche.indd 17 17 21/09/11 11:22 C U A R TA E D I C I Ó N Programa Integral de formación continuada en Atención Primaria Director del curso: Dr. Ramon Planas Vilà. Director Médico 7DM El «Programa Integral de formación continuada en Atención Primaria» proporciona una actualización clínica en las patologías más frecuentes en AP y permite obtener créditos para la carrera profesional. En esta cuarta edición del curso,el programa aportará los conocimientos para mejorar la práctica clínica en 7 nuevos bloques temáticos, cada uno de ellos estudiado a partir de 4 temas específicos y un caso clínico interactivo. Los temas del curso se publicarán semanalmente en www.aulamayo.com, donde podrá realizar la evaluación on line. Una selección de los temas que componen el curso se publicará en la revista, dentro de la sección Tema de la Semana. La matrícula, acceso a los temas y autoevaluación son gratuitos y puede examinarse sólo de aquellos temas que más le interesen, sin necesidad de completar todo el programa. A lo largo del curso podrá obtener diplomas acreditativos de cada uno de los temas que vaya aprobando previo pago de los costes de emisión. Si lo prefiere, podrá obtener un diploma conjunto por el total de créditos obtenidos. 1. Violencia y atención primaria Coordinador: Javier García Campayo Servicio de Psiquiatría.Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza) 2. El médico de atención primaria como hematólogo Coordinador: Jordi Juncà Laboratorio de Hematologia. Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona 3. Investigación en atención primaria Coordinador: José Fernando Pérez Castán Responsable de Investigación. SEMERGEN 4. Demencias en atención primaria Coordinadora: Consuelo Almenar Benito Menni, Complejo Asistencial en Salud Mental. Sant Boi de Llobregat (Barcelona) 5. Cirugía menor para atencion primaria Coordinador: Juan Jurado Médico de familia. Centro de Salud Medina-Rural. Medina del Campo (Valladolid) 6. Diabetes en atención primaria Coordinador: F.J. García Soidán Médico de familia. Centro de Salud Porriño (Pontevedra) 7. Vacunas Coordinadora: María Garcés Pediatra de AP. Centro de Salud Guillén de Castro. Valencia Actividad acreditada por el Consell Català de Formació Continuada de les Professions Sanitàries-Comisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud con 0,8 créditos por bloque temático ¡Entre en www.aulamayo.com para realizar la evaluación de los temas! información: www.aulamayo.com inscripciones: secretaria@aulamayo.com Tel. 93 209 02 55 (de 9.00 a 11.00 h y de 15.30 a 17.30 h viernes de 9.00 a 11.00 h) Aula Mayo acredita tu formación 18 4 EDICION CURSO 7DM.indd 18 21/09/11 10:52 TEMA DE LA SEMANA @ TEMA 1 DEMENCIAS Artículo disponible en: www.sietediasmedicos.com Evaluación y acreditación en: www.aulamayo.com Cada tema está acreditado por el Consell Català de Formació Continuada de les Professions SanitàriesComisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud 0,2 créditos EN ATENCIÓN Deterioro cognitivo: Título Autores diagnóstico y manejo Cargos interdisciplinar Objetivos de aprendizaje Consuelo Almenar Monfort ◗1 Benito Menni. Complejo Asistencial en Salud Mental. Sant Boi de Llobregat (Barcelona) ◗2 ◗3 Objetivos de aprendizaje 4 ◗ Conocer los conceptos actuales relacionados con el tema. ◗ Establecer un mínimo de datos que permitan una evaluación en el ámbito de la asistencia primaria. ◗ Decidir el manejo clínico óptimo. Conceptos DEMENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Consuelo Almenar Benito Menni. Complejo Asistencial en Salud Mental. Sant Boi de Llobregat (Barcelona) Deterioro cognitivo: 19 diagnóstico y manejo interdisciplinar Demencia: síntomas 25 psiquiátricos y trastornos de la conducta Factores de riesgo vascular y enfermedad de Alzheimer En 7DM 835 (Octubre) Consideraciones legales en las demencias En 7DM 835 (Octubre) PRIMARIA Contrariamente a la idea extendida de que la edad avanzada es casi sinónimo de problemas cognitivos más o menos relevantes pero siempre presentes, y sobre todo de déficit amnésicos, el envejecimiento normal sólo puede condicionar en algunos individuos una menor capacidad de atención, una menor codificación y recuperación de la memoria a corto plazo y un cierto enlentecimiento psicomotor. De forma totalmente consciente, el autor ha preferido utilizar el concepto sindrómico de deterioro cognitivo, que quizá resulte demasiado amplio para el lector, pero con el que evitamos equipararlo al concepto de demencia, ya que ésta, en la inmensa mayoría de los casos, será irreversible. El deterioro cognitivo es un síndrome clínico que se caracteriza por un déficit en las funciones cognitivas, que implica una pérdida respecto al nivel cognitivo previo y que «puede» interferir en el rendimiento social y ocupacional. Deterioro (o trastorno) cognitivo leve El deterioro cognitivo leve (DCL) es un síndrome caracterizado por la queja por parte del individuo de una pérdida de memoria (preferiblemente ratificada por un informador próximo) y por un rendimiento anormal (generalmente <1,5 desviaciones estándar [DE]) en las pruebas de memoria episódica con respecto al grupo de personas de igual edad y nivel de estudios, pero con una función cognitiva general conservada y con las actividades de la vida diaria intactas. A la definición inicial de DCL se le han ido añadiendo algunos matices, relacionados tanto con los aspectos cognitivos como con los funcionales. Así, en la actualidad se contemplan diferentes subtipos de DCL, según sus características clínicas: • Amnésico, obviamente con queja subjetiva de alteración de memoria. • Amnésico multidominio, con alteraciones sutiles demostradas en el examen neuropsicológico de otras áreas cognitivas, y de las que probablemente el sujeto no era consciente. • No amnésico, que incluye DCL del lenguaje, DCL ejecutivo, DCL visuoperceptivo y DCL práxico fundamentalmente. • No amnésico multidominio: corresponde a una afectación leve de varias funciones cognitivas, sin alteración de la memoria. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 19-24 DEMENCIAS-1.indd 19 19 21/9/11 10:54:03 TEMA DE LA SEMANA demencias en atención primaria En todos ellos se admite un cierto grado de alteración funcional, pero siempre que dicho deterioro no afecte de forma «esencial» o «notable» a las actividades funcionales, o que se conserven las actividades básicas, a pesar de alguna alteración en las instrumentales. Paralelamente, diversos estudios han demostrado la importancia de otros aspectos psiquiátricos (trastornos del estado de ánimo, apatía) y la existencia de un peor funcionamiento motor en la población afectada por DCL de cualquier tipo. Otros autores tienen en cuenta el paralelismo del DCL con determinadas patologías: • DCL disfórico, con depresión, apatía e irritabilidad, que pueden ser pródromos no cognitivos de una demencia o de una enfermedad de Alzheimer subclínica; debe tratarse con antidepresivos. • DCL vascular, en individuos con factores de riesgo vascular y lesiones vasculares en la neuroimagen; estos pacientes serían candidatos a un tratamiento de los factores de riesgo de la enfermedad vascular. • DCL amnésico, susceptible de un seguimiento clínico. Por el momento los fármacos inhibidores de la acetilcolinesterasa no han demostrado su efectividad. • DCL misceláneo, asociado a múltiples procesos, y susceptible de un tratamiento relacionado con el factor causal. En cualquier caso, el DCL es un concepto clínico útil, que hace referencia a aquellos sujetos que presentan una afectación cognitiva mayor a la que cabe esperar para la edad, aunque sin cumplir criterios de demencia, ya que la repercusión funcional, si existe, por definición ha de ser leve o estar sólo relacionada con las actividades instrumentales (más complejas). El sustrato patológico de la mayoría de pacientes diagnosticados de DCL amnésico es la enfermedad de Alzheimer (EA), aunque existe una heterogeneidad patológica y un papel fundamental de las lesiones vasculares. Los pacientes con DCL constituyen un grupo de riesgo de desarrollo de demencia, pero también son un grupo en el que inicialmente debe plantearse un diagnóstico diferencial con cualquier trastorno sistémico que secundariamente afecte de algún modo al rendimiento cognitivo. Este riesgo varía en función de la población y de los criterios utilizados, oscilando entre un 6 y un 25% de conversión anual. Resumiendo, el DCL puede darse en el contexto del envejecimiento normal en circunstancias patológicas que secundariamente reduzcan el rendimiento cognitivo (trastornos del estado de ánimo, enfermedades endocrinológicas, etc.), o bien puede formar parte de las fases iniciales prodrómicas de una demencia. En relación con este último comentario, cabe destacar el concepto actual en el ámbito de la investigación de la enfermedad de Alzheimer (EA) prodrómica, que, a diferencia del DCL (concepto sindrómico), implica el diagnóstico etiológico y precoz de la EA: etiológico mediante el uso de biomarcadores, y precoz porque la sintomatología presente es mínima y habitualmente se limita a problemas de memoria episódica. Envejecimiento normal Demencia Es un síndrome adquirido producido por una causa orgánica, capaz de provocar un deterioro persistente de las funciones mentales superiores y que conlleva una incapacidad funcional tanto en el ámbito social como en el laboral en sujetos sin alteración de la conciencia. A pesar de diversos criterios diagnósticos (DSM-IV-TR, CIE-10, Sociedad Española de Neurología, etc.), esta definición aparentemente simple describe aspectos básicos y estrictamente imprescindibles (adquirido, persistente, con incapacidad...) que la diferencian claramente de la entidad antes descrita. En la figura 1 se señalan las principales características de los conceptos comentados (envejecimiento, deterioro cognitivo leve, demencia prodrómica y demencia) y en la figura 2 se resumen los criterios diagnósticos de la demencia. Causas de demencia Cualquier referencia en la literatura relacionada con el tema ofrece un listado de las diversas etiologías de las demencias, estableciendo una distinción entre las degenerativas primarias (la enfermedad de Alzheimer representa el 60% de todas las demencias), las Pérdida de la capacidad de atención Pérdida de la codificación y recuperación de la memoria a corto plazo Enlentecimiento psicomotor Subtipos: Amnésico, amnésico multidominio no amnésico, no amnésico multidominio Síntomas «neuropsiquiátricos», trastorno del ánimo y apatía Peor funcionamiento motor Deterioro cognitivo leve No es cognitivamente normal ni demencia Hay evidencia NPS de afectación cognitiva Las actividades básicas de la vida diaria están preservadas y/o mínimamente alteradas Sin criterios definidos Demencia prodrómica (en la enfermedad de Alzheimer) Demencia por cuerpos de Lewy con sospecha clínica Demencia Alteración de al menos dos áreas cognitivas Adquirida/objetivada/persistente Interferencia en las actividades Sin alteración del nivel de conciencia Figura 1. Envejecimiento, deterioro cognitivo leve, demencia prodrómica y demencia ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 20 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 19-24 DEMENCIAS-1.indd 20 21/9/11 10:54:05 Tabla 1. Causas de demencias potencialmente tratables o reversibles Depresión Alteraciones metabólicas o nutricionales: • Déficits vitamínicos (B1, B12, vitamina D) • Hipotiroidismo. Tiroiditis de Hashimoto • Síndrome de Cushing • Hipoglucemia crónica (insulinoma) • Hipoparatiroidismo/hiperparatiroidismo • Insuficiencia renal y hepática • Hipernatremia • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica • Insuficiencia hipofisaria • Enfermedad celiaca (encefalopatía por gluten) Causas tóxico-medicamentosas: • Intoxicación por monóxido de carbono • Encefalopatía postanóxica • Alcoholismo • Tóxicos industriales (plomo, mercurio, arsénico, aluminio, manganeso) • Fármacos: anticolinérgicos, antidepresivos tricíclicos Infecciones: • Virus de la inmunodeficiencia humana • Enfermedad de Whipple • Meningitis • Lúes • Enfermedad de Lyme • Abscesos en el sistema nervioso central • Leucoencefalopatía multifocal progresiva DSM-IV-TR • Déficit cognitivos múltiples: memoria y uno o más de otras áreas • Han de ser suficientes para producir una afectación significativa de la actividad social o laboral CIE-10 • Deterioro de la memoria (especificar el grado de repercusión funcional) y de otras habilidades cognitivas (especificar el grado de repercusión funcional) • Conciencia clara Posibilidad de superposición delirium/demencia • Deterioro del control emocional: labilidad, irritabilidad, apatía o alteración de la conducta social • Presente al menos 6 meses SEN • Alteración adquirida y persistente de al menos dos funciones cognitivas: memoria, lenguaje, función visuoespacial, función ejecutiva, conducta (no justificada por la alteración cognitiva) • Suficiente para interferir en las actividades habituales • En ausencia de alteración del nivel de conciencia • Se aconseja: informador fiable/evaluación NPS formal y preferentemente longitudinal con test validados por edad y nivel de escolarización Figura 2. Criterios diagnósticos de demencia Tabla 2. Clasificación etiológica de las demencias por consenso del Grupo de Estudio de Neurología de la Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología Demencias degenerativas primarias Demencia tipo Alzheimer Otras demencias degenerativas primarias Demencias secundarias Procesos sistémicos y autoinmunitarios: Demencias vasculares Otras demencias secundarias • Vasculitis • Síndrome de Behçet • Lupus • Encefalitis límbica Demencias combinadas (o de etiología múltiple) Enfermedad de Alzheimer con enfermedad cerebral asociada Otras demencias combinadas Procesos neuroquirúrgicos: • Hematoma subdural • Tumores del sistema nervioso central y metástasis • Hidrocefalia normotensiva secundarias y las combinadas o de etiología múltiple. Dentro de cada grupo, se distingue, a su vez, en función de si son degenerativas primarias corticales (EA, demencia por cuerpos de Lewy, demencias frontotemporales, for- mas con inicio focal) o subcorticales (enfermedad de Huntington, parálisis supranuclear progresiva, demencia de Parkinson, etc.), de las bases moleculares y genéticas, o del tipo de alteración bioquímica (sin cuerpos de inclusión, con cuerpos de inclusión o con inclusiones citoesqueléticas). De todas estas clasificaciones, el clínico de cualquier nivel asistencial, además de los conocimientos etiológicos, siempre ha de tener presente la posibilidad de que el deterioro cognitivo esté relacionado con una causa «potencialmente reversible» (si no se diagnostica a tiempo, ya no lo será), como puede ser el deterioro cognitivo y/o la demencia relacionados con el hipotiroidismo, con la introducción de un fármaco de acción anticolinérgica, etc. (tablas 1-3). Intervenciones Dado que el objetivo de este curso es proporcionar los elementos clave que permitan al clínico de atención primaria hacer una aproximación diagnóstica óptima, a continuación expondremos cada una de las intervenciones habituales ante la pérdida de funciones cognitivas. Hay que llevar a cabo una anamnesis amplia centrada en las características clínicas expuestas por el paciente y la familia (el valor del «informante» dependerá, obviamente, de la intensidad de la afectación cognitiva del paciente), el tipo de inicio, la evolución en el tiempo, la repercusión funcional, la variabilidad o las fluctuaciones, los síntomas no cognitivos, la comorbilidad, los antecedentes familiares y los tratamientos farmacológicos. Es probable que una anamnesis amplia ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 19-24 DEMENCIAS-1.indd 21 21 21/9/11 10:54:06 TEMA DE LA SEMANA demencias en atención primaria temporal), mioclonías (EA avanzada, degeneración corticobasal), etc. Tabla 3. Tipos básicos de demencias Según el predominio de lesión cerebral Según el síntoma dominante inicial Demencias corticales Demencias subcorticales Demencia global Demencia focal Alteración de la memoria Alteración de la conducta Alteración del lenguaje Otros síntomas: alteraciones motoras, sensoriales complejas, etc. oriente hacia determinadas etiologías. Así, una sintomatología rápidamente progresiva (con o sin síntomas motores y/o cefalea) obliga a descartar patología expansiva intracerebral (las más frecuentes son los tumores primarios o metastásicos y el hematoma subdural crónico) o, incluso, infecciosa (Creutzfeldt-Jakob, cisticercosis, encefalitis viral...); los síntomas cognitivos que se acompañan de trastornos de conducta relacionados con alucinaciones visuales y/o ideación delirante, síncopes frecuentes y rasgos parkinsonianos sugieren el diagnóstico de una demencia por cuerpos de Lewy; la presencia de síntomas conductuales prominentes, con dificultades ejecutivas o de lenguaje con leve afectación de la memoria, orientará hacia una degeneración frontotemporal, y por último, los déficits amnésicos con alteración en la marcha e incontinencia de esfínteres de presentación precoz forman parte de la triada diagnóstica de hidrocefalia normotensiva. La exploración general revelará la importancia de otras patologías que pueden estar directa o indirectamente relacionadas con la demencia; la exploración neurológica permitirá inicialmente de forma «grosera» los síntomas cognitivos manifestados en la entrevista, así como valorar la presencia de alteraciones focales (hemiasomatognosia en la degeneración corticobasal, hemiparesia en las lesiones hemisféricas vasculares o expansivas), signos extrapiramidales (demencia de Parkinson, demencia por cuerpos de Lewy), alteraciones en la oculomotricidad (en la parálisis supranuclear progresiva), apraxia de la marcha (en la hidrocefalia normotensiva), alteración de motoneurona (degeneración fronto- Los test de cribado (tabla 4) que han sido ampliamente validados (Miniexamen cognoscitivo, test de Pfeiffer, T@M [prueba de alteración de la memoria], test de la memoria, test del reloj...) permitirán ratificar, en un elevado porcentaje de casos, y aunque sea de forma aproximada, las quejas del paciente y/o la familia, siempre teniendo en cuenta el nivel de estudios y la edad del paciente. Hay que realizar un estudio bioquímico y hematológico general que incluya el cribado de las demencias potencialmente reversibles o tratables, como podrían ser las relacionadas con déficits vitamínicos y/o alteraciones tiroideas. Las pruebas de neuroimagen (tomografía axial computarizada o resonancia magnética nuclear), imprescindibles también en cualquier sujeto con deterioro cognitivo, serán útiles como método diagnóstico que permita analizar posibles patologías expansivas (figuras 3 y 4), aumento de tamaño del sistema ventricular, lesiones vasculares, dilatación de espacios subaracnoideos, etc. En este sentido, cabe señalar que la li- Tabla 4. Características de los test de cribado breves Duración (minutos) Test Dominios Cognitivos Aplicable a analfabetos <5 <5 Pfeiffer (SPMSQ) MIS Memoria, orientación, atención Memoria Sí No <5 Reloj Sí 5-10 MEC 5-10 T@M Funciones ejecutivas y visuoconstructivas Memoria, orientación, atención, lenguaje, praxias y funciones visuoconstructivas Memoria 10-15 T7M Memoria, orientación, funciones ejecutivas y visuoconstructivas No Sí Sí Comentarios Sólo evalúa la memoria No evalúa la memoria Corrección compleja En sujetos con nivel de estudios altos, es muy poco sensible a cambios Sólo evalúa la memoria Orientado a la detección de la enfermedad de Alzheimer prodrómica Es complejo de aplicar Pfeiffer (SPMSQ): Short Portable Mental Status Questionnaire; MIS: Memory Impairment Screen; MEC: miniexamen cognoscitivo; T@M: prueba de alteración de la memoria; T7M: test de los siete minutos. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 22 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 19-24 DEMENCIAS-1.indd 22 21/9/11 10:54:06 RECOMENDACIONES PRÁCTICAS • El envejecimiento per se no es, en absoluto, sinónimo de deterioro cognitivo. • Como en tantas otras patologías, la atención primaria tiene un protagonismo esencial no sólo para diagnosticar el deterioro cognitivo, sino también para orientar según las características clínicas que presente el paciente hacia la derivación más adecuada. Asimismo, la coordinación mantenida con el resto de recursos sanitarios o sociosanitarios que precise el paciente facilitará el manejo óptimo del proceso. • En el diagnóstico del deterioro cognitivo es fundamental tener presente las causas potencialmente tratables, ya que, como su nombre indica, una resolución temprana evitará la progresión hacia la demencia. Figura 3. Hematoma subdural crónico bilateral Figura 4. Lesión expansiva tumoral intraparenquimatosa temporoparietal izquierda, con importante edema perilesional, desplazamiento de la línea media. Gliomablastoma multiforme teratura relacionada con los hallazgos habituales en las pruebas de neuroimagen de las demencias insiste en el bajo porcentaje de dichos hallazgos sin una sospecha clínica que lo avale. La valoración funcional, a partir de escalas sencillas y rápidas que den una idea del nivel de autonomía personal en las actividades básicas de la vida diaria (escala de Barthel) o de las más avanzadas o instrumentales (escala de Lawton y Brody), permitirá conocer no sólo la repercusión del deterioro cognitivo del sujeto en su ambiente, sino también su progresión a lo largo del tiempo. • En la actualidad disponemos de fármacos que permiten un enlentecimiento de las demencias degenerativas primarias, especialmente de la enfermedad de Alzheimer. Dada la necesidad de supervisión y ayuda en las actividades funcionales, así como las frecuentes alteraciones conductuales presentes en cualquier tipo de demencia, una valoración adecuada debe incluir el estado emocional del cuidador y, más concretamente, el nivel de sobrecarga relacionado con las atenciones que precisa su familiar (habitualmente femenino: esposa, hija o nuera); en este sentido, puede ser de ayuda la escala de Zarit, que aunque de forma indirecta (sin duda alguna, la personalidad del cuidador es un factor ineludible), hace evidentes las necesidades de paciente y entorno social. Hasta aquí el sujeto en estudio ha sido evaluado de forma relativamente sencilla, una vez confirmada la sospecha clínica de demencia, orientado adecuadamente el diagnóstico más probable y tratadas aquellas etiologías secundarias que en la asistencia primaria eran «potencialmente» tratables. Manejo óptimo del deterioro cognitivo a lo largo de la evolución Es evidente que el sujeto con síntomas cognitivos, sea o no consciente del déficit, acudirá en primera instancia (o le acompañarán) al médico de familia. En el ámbito de la asistencia primaria, los elementos descritos anteriormente permiten una orientación rápida de las si- guientes intervenciones según las características individuales del paciente. En esta línea, cualquier deterioro cognitivo de reciente aparición y de curso rápidamente progresivo ratificado por anamnesis obliga a la derivación urgente al hospital general, donde el servicio de neurología iniciará los exámenes complementarios pertinentes (punción lumbar y electroencefalograma ante sospechas infecciosas, resonancia magnética, etc.). Cuando el diagnóstico diferencial oriente hacia cualquiera de las múltiples etiologías descritas, siempre será oportuno solicitar la intervención de equipos profesionales especializados en el tema (unidad de trastornos cognitivos y de la conducta; en Cataluña: Equipo de Evaluación Integral Ambulatoria [EAIA]), ya que es imprescindible ampliar la evaluación inicial mediante un examen integral e interdisciplinar del paciente que permita definir las anomalías en el examen neurológico (es evidente que el médico de familia no puede responsabilizarse de exámenes neurológicos detallados), las funciones cognitivas alteradas y las preservadas (examen neuropsicológico mediante baterías estandarizadas), la situación funcional y la valoración de riesgos (nutrición, caídas, úlceras de presión, etc.), el análisis de los trastornos de conducta (valoración psiquiátrica) y las necesidades sociales (del paciente y la familia). Esta valora- ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 19-24 DEMENCIAS-1.indd 23 23 21/9/11 10:54:06 TEMA DE LA SEMANA demencias en atención primaria ción integral ha de concluir en una entrevista de devolución al paciente y la familia en la que además se incluya un informe que donde se establezca de forma razonada la orientación diagnóstica y el plan de intervención terapéutica (farmacológico y no farmacológico), así como el plan de cuidados de enfermería y las indicaciones de recurso asistenciales más adecuadas. A partir de aquí, la atención del paciente con demencia será óptima si se combina la actuación profesional de ambos niveles asistenciales a lo largo de todo el proceso. Así, aunque se considere al equipo interdisciplinar especializado más experto en las indicaciones de tratamientos específicos (con fármacos inhibidores de la acetilcolinesterasa como donepezilo, rivastigmina o galantamina, o con antagonistas del receptor NMDA como la memantina, o con cualquier psicofármaco), el médico de familia, sin ninguna duda, tanto por accesibilidad como por conocimientos generales del paciente y el entorno, ofrece la posibilidad de hacer el seguimiento del proceso y de cualquier circunstancia clí- nica que conlleve cambios en la evolución lentamente progresiva esperada. ■ Bibliografía Alberca R, López Pousa S. Enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Madrid: Médica Panamericana, 2010. Molinuevo JL, Peña-Casanova J, eds. Guía oficial para la práctica clínica en demencias: conceptos, criterios y recomendaciones 2009. Ed: Grupo de Estudio de Neurología de la Conducta y Demencias. Barcelona: Prous Science, 2009. Pla Director Sociosanitari. Direcció General Planificació i Avaluació. Generalitat de Catalunya, 2006. Weiner MF, Lipton AM. Manual de enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Madrid: Médica Panamericana 2010. Ver caso clínico interactivo complementario en www.sietediasmedicos.com Estos trabajos están acreditados por el Consell Català de Formació Continuada de les Professions SanitàriesComisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud Cada tema: 0,2 créditos Bloque completo: 0,8 créditos ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 24 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 19-24 DEMENCIAS-1.indd 24 21/9/11 10:54:08 TEMA 2 DEMENCIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA Demencia: síntomas psiquiátricos y trastornos de la conducta P. de Azpiazu Psiquiatra. Área de Psicogeriatría. Complejo Asistencial en Salud Mental Benito Menni. Sant Boi de Llobregat (Barcelona) Objetivos de aprendizaje ◗ Conocer los síntomas psiquiátricos y conductuales en las demencias. ◗ Saber cómo se diagnostican y su definición, identificación y valoración. ◗ Conocer el tratamiento farmacológico y no farmacológico más adecuado. Introducción La demencia es un síndrome en el que se observan síntomas cognitivos y no cognitivos, estos últimos también llamados psicológicos y conductuales o psiquiátricos. Las clasificaciones internacionales consideran los síntomas psiquiátricos como una complicación en el curso de la demencia (DSM-IV) o como síntomas adicionales (CIE-10). Algunos autores estiman que todos los trastornos de la conducta o síntomas psiquiátricos son consecuencia del proceso de degeneración neuronal y que, por tanto, el planteamiento diagnóstico y terapéutico debe realizarse con un enfoque de globalidad. Los síntomas psiquiátricos en los pacientes con demencia son los que provocan mayor dificultad en los cuidados del paciente, mayor número de demandas de atención médica y mayor estrés en el cuidador, así como un mayor número de solicitudes de ingreso. Conocer cómo se diagnostican los trastornos de conducta y los síntomas psiquiátricos en el curso de la demencia requiere una gran capacidad de observación por parte de los profesio- nales y de los cuidadores. La modificación de la conducta debe basarse no sólo en el comportamiento del paciente, sino también en la observación de la causa de esa conducta y de si la misma situación o situaciones similares comportan una repetición del trastorno. En relación con los síntomas psiquiátricos, es necesario reconocer si un paciente está triste, angustiado, presenta alucinaciones visuales o trastornos del curso de pensamiento. Todo ello se puede averiguar a través de una exploración psicopatológica. La fuente de información variará según la fase de deterioro en que se encuentre el paciente: si el deterioro es leve, su información será muy fiable; en fases moderadas, habrá que realizar la exploración al paciente y a la familia, a poder ser por separado, y en las fases más avanzadas, en que el paciente ya ha perdido prácticamente el lenguaje, la base de nuestro diagnóstico será la observación de la conducta y el conocimiento previo de los síntomas habituales del paciente. Existen cuestionarios y escalas de cribado que pueden ser de ayuda para cuantificar si el trastorno está presente o no y su magnitud. En los cuestionarios más globales como el NPI (Neuropsychiatric Inventory) resulta difícil definir y cuantificar los síntomas, mientras que la dificultad del CAMDEX (Cambridge Examinations for Mental Disorders of the Elderly) radica en el tiempo que se necesita para su aplicación. Existen otros cuestionarios más específicos, como el Cornell, utilizado para la valoración de la depresión en la demencia, o el RAGE, para valorar las conductas agresivas. Todos ellos han sido validados en castellano. También podemos recurrir a otras escalas que podrían estar relacionadas, como la Doloplus-2 (Behavioural Pain Assessment in the Elderly), para evaluar el dolor en pacientes con demencia o para valorar el delirio, de utilidad tanto para pacientes ancianos en general como para ancianos con demencia. No se dispone de pruebas diagnósticas de tipo biológico u otras exploraciones complementarias que ayuden a perfilar el diagnóstico clínico de los trastornos de la conducta o de los síntomas psiquiátricos; sin embargo, estas pruebas sí son útiles en el planteamiento del diagnóstico diferencial. Si se considera que los trastornos de la conducta y los síntomas psiquiátricos son propios de la enfermedad, el tratamiento debe abordarse de una forma global. La primera indicación son los anticolinesterásicos y la memantina; sólo después de 1-2 meses, en caso de que no sean efectivos, debe plantearse su asociación a otros ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 25-30 DEMENCIAS-2.indd 25 25 21/9/11 10:55:11 TEMA DE LA SEMANA demencias en atención primaria fármacos psicótropos o a tratamiento conductual. Cuando la gravedad de los síntomas obligue a actuar de forma urgente, se indica la asociación desde el principio, y cuando los síntomas cedan, se retira el psicótropo de forma lentamente progresiva, si los síntomas del paciente lo permiten. Este tipo de tratamiento se considera sintomático, (antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos, estabilizadores del ánimo, etc.), pero no hay que olvidar que el abordaje psicológico es fundamental en todos los casos, sobre todo la terapia conductual en relación con el paciente y el apoyo psicológico en relación con el cuidador, así como las técnicas de intervención cognitiva. Aunque cada vez disponemos de un mayor número de fármacos, la respuesta es limitada. Los anticolinesterásicos pueden retrasar la evolución de la enfermedad y controlan parcialmente los síntomas conductuales. Existen estudios que también han demostrado su eficacia en el mantenimiento de la dependencia funcional del paciente, pero no son útiles en todos los tipos de demencia, ni permiten controlar su evolución a largo plazo. En cuanto a los tratamientos sintomáticos, la respuesta terapéutica no es mucho más alentadora. En un estudio se comunicaba que el efecto terapéutico de los antipsicóticos convencionales frente a placebo era de un 26%; de ahí que sea muy recomendable asociarlos al tratamiento psicológico de tipo conductual y a la formación de los cuidadores profesionales y no profesionales (familiares), así como que las familias recurran a grupos de soporte que les ayuden a comprender la enfermedad y canalizar la angustia. Tampoco hay que olvidar que la intervención cognitiva, pese a contar con una escasa evidencia científica, también puede disminuir la presencia de los síntomas psiquiátricos o de conducta. Antes de aplicar este tipo de tratamientos se requiere un entrenamiento específico en este campo. No se puede plantear un tratamiento farmacológico ni psicológico adecuado sin antes reunir toda la información posible, por muy subjetiva que pueda llegar a ser ésta. Para ello debe realizarse una valoración global de la situación analizando con la mayor precisión posible si ha habido un desencadenante del trastorno de la conducta (cambio de cuidador, fenómenos cognitivos como conductas de búsqueda, falsos reconocimientos, incomodidad, dolor...), tras haber descartado cualquier proceso mórbido orgánico (infección, fecaloma...) o psiquiátrico. En todos los casos, es imprescindible valorar correctamente el síntoma que se intenta mejorar. Otro aspecto que debe tenerse en cuenta es la forma como se obtiene la información, a saber: mediante observación de la conducta, a través del cuidador principal, a partir de los informes médicos o por medio de un cuidador formado (que no interpreta lo que le ocurre al paciente, sino que relata lo que él observa). Hay que valorar si se trata de un síntoma primario o secundario, el tiempo de evolución, la repercusión ambiental, si representa un sufrimiento para el paciente o para los cuidadores y si el tratamiento propuesto ha mejorado el trastorno de la conducta. Para ello es indispensable realizar la entrevista clínica con el paciente y la familia, así como disponer de todos los medios de información posibles: informes médicos y psicológicos, información de la trabajadora social, la cuidadora familiar, el personal de enfermería, etc. Con todos estos datos, la observación de la conducta y la exploración física, se elabora la historia clínica y se establecen las exploraciones complementarias. Luego se valora la evolución y se determinan los síntomas diana del paciente, así como la repercusión sobre el cuidador principal y sus necesidades. En este momento es importante el abordaje global a través de un planteamiento interdisciplinario: identificar qué necesidades tiene el paciente, recomendar un plan de cuidados, establecer el tratamiento específico necesario, el plan de formación a la familia, las pautas de conducta indicadas en cada caso concreto y el tipo de intervención cognitiva, los problemas legales derivados y los recursos necesarios para el paciente y su familia. Síntomas afectivos Existen dificultades para diagnosticar los trastornos afectivos asociados a la demencia. Un tema muy debatido es el de los síntomas depresivos, que cuentan con una bibliografía mucho más abundante que los trastornos por ansiedad. La imposibilidad de utilizar los criterios diagnósticos dificulta la comprensión de los resultados de los trabajos publicados. Es frecuente que sean referidos como depresión mayor cuando, por definición, según los criterios diagnósticos, no se puede formular este diagnóstico en presencia de otra enfermedad. En este caso, los criterios DSM-IV permiten el diagnóstico de demencia con estado de ánimo depresivo, sin que pueda especificarse la gravedad o repercusión de estos síntomas. El diagnóstico de depresión en pacientes con demencia moderada y avanzada es difícil. Para poder establecer este diagnóstico, el paciente debería poder contestar a las preguntas que se le formulen al respecto: si tiene la percepción de sentirse triste, si ha perdido la ilusión por las cosas, si todo se le hace una montaña, si no tiene ilusión por vivir o vive en un continuo sufrimiento, si se siente irritable, intranquilo, tenso o nervioso. Cuando esto no es posible, se sustituye la anamnesis por la observación de la conducta. Es importante que esta observación la realicen personas entrenadas, puesto que es fácil confundir la labilidad emocional o la apatía, propias de algunas demencias, con los síntomas depresivos. A pesar de su escasa prevalencia, la hipomanía o la manía pueden ser una forma de presentación de la demencia; se considera que los antipsicóticos de segunda generación pueden ser eficaces en estos casos. Deberá realizarse el diagnóstico deferencial entre un trastorno bipolar y los síntomas en la demencia. Si el diagnóstico no está claro (si no existen antecedentes de trastorno bipolar), es aconsejable prescribir un tratamiento sintomático mientras se ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 26 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 25-30 DEMENCIAS-2.indd 26 21/9/11 10:55:12 espera confirmar el diagnóstico durante el curso evolutivo de la enfermedad, una vez superada la fase aguda. Tratamiento En la mayoría de tratados y consensos de expertos, el tratamiento farmacológico antidepresivo que figura como primera elección en el anciano lo constituyen los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, por su probada eficacia y porque se tolera bien. Conviene determinar con cuidado qué fármacos son los más adecuados para los pacientes geriátricos, teniendo en cuenta el elevado número de medicamentos que pueden llegar a tomar y el riesgo elevado de interacciones. Todos ellos inhiben los enzimas CYP450-2D6, y algunos, como la fluvoxamina (el que mayor número de interacciones tiene), también inhiben el CYP450-1A2 y el CYP450-3A4. La paroxetina inhibe el CYP450-3A4 y el CYP450-2D6, y además tiene un efecto anticolinérgico por su efecto antagonista muscarínico, por lo que no se recomienda en los pacientes con demencia. La fluoxetina inhibe el CYP450-3A4, aunque su mayor inconveniente radica en que tiene una semivida media extremadamente larga. El citalopram, el escitalopram y la sertralina poseen un perfil farmacocinético muy aceptable en el anciano, por el menor riesgo de interacciones. La mirtazapina ha demostrado especial eficacia en pacientes con insomnio o depresión asociada a ansiedad, anorexia y pérdida de peso. La utilización de unas dosis bajas de mirtazapina (15 mg/día) se relaciona con una mayor sedación, porque su efecto antihistamínico es superior al de su empleo en las dosis habituales (30-45 mg/día). La venlafaxina se considera una alternativa de segunda elección en los pacientes ancianos (ante ausencia de respuesta a los fármacos anteriores) o de primera elección en pacientes con síntomas depresivos graves; su menor potencia de inhibición del enzima CYP450-2D6 respecto a los otros y la ausencia de inhibición de otros enzimas del citocromo P450 lo convierten en un antidepresivo bien tolerado por los ancianos. El tratamiento con venlafaxina se inicia en do- sis bajas (37,5 mg/día) y se aumenta progresivamente para obtener el efecto dual. En los pacientes con factores de riesgo vascular es recomendable controlar la presión arterial. La duloxetina también es un antidepresivo dual; dado su perfil y a tenor de los resultados de los ensayos clínicos, puede indicarse en ancianos, a pesar de que existe poca experiencia en pacientes con demencia. En general, hay que tener precaución con las posibles interacciones y los efectos secundarios. Se recomienda pautar la mitad de la dosis habitual utilizada en adultos y aumentarla más lentamente, aunque debe alcanzarse la dosis que ha demostrado eficacia antidepresiva. Los inhibidores de la recaptación de serotonina se han asociado a un síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética, a síntomas extrapiramidales y a un mayor número de fracturas de cadera relacionadas con las caídas. La respuesta clínica a los antidepresivos en ancianos es más lenta; hay que esperar hasta 12 semanas para plantearse la eficacia de un tratamiento. Debe evitarse en la medida de lo posible el tratamiento múltiple y restringir su asociación con benzodiacepinas. Terapia electroconvulsiva La terapia electroconvulsiva se considera rápida, efectiva, segura y bien tolerada, incluso en presencia de enfermedades somáticas. Está indicada, por un lado, en los pacientes con demencia en los que por su gravedad no sea posible esperar al efecto de los fármacos y, por otro, en los que no respondan a tratamientos adecuados, asegurándonos siempre del cumplimiento y el tiempo de espera necesario para la respuesta terapéutica. Se aconseja administrarla de forma bilateral, ya que es más eficaz, espaciarla a dos sesiones semanales y reducir al máximo los fármacos que puedan ocasionar alteraciones cognitivas, además de realizar una valoración preanestésica y un control cardiorrespiratorio estricto durante y después del tratamiento. Es esencial informar a los cuidadores del resultado que cabe esperar, dado que el paciente mejorará en los síntomas afectivos, pero puede empeorar el deterioro cognitivo y aparecer confusión después del tratamiento. Síntomas ansiosos La ansiedad se define como una reacción vegetativa y del estado de alerta ante la identificación de una amenaza. Ésta provoca una respuesta específica de lucha, adaptación y huida, e incluso modifica mecanismos inmunitarios. La ansiedad patológica se presenta cuando estos mecanismos se desencadenan ante estímulos mínimos, o cuando los síntomas son de una intensidad exagerada o persisten en el tiempo. Actualmente, la ansiedad está recogida en los criterios diagnósticos CIE-10/DSM-IVR, cuya aplicabilidad en los ancianos presenta dificultades; es excluyente en el diagnóstico de demencia y no figura en los criterios diagnósticos de demencia como síntoma asociado a la enfermedad. Esta situación crea dificultades en el marco diagnóstico y determina sesgos en los resultados de los ensayos y trabajos de investigación clínica. Su asociación a otros trastornos psiquiátricos (como la depresión) o psicóticos todavía complica más su estudio. Pese a ello, existen estudios que ofrecen resultados sobre la presencia de ansiedad asociada a la demencia. Se observa una mayor frecuencia de trastornos por ansiedad en la demencia en los estadios leves, mientras que en los estadios moderados y graves parece que los síntomas de ansiedad disminuyen. Entre las recomendaciones terapéuticas cabe citar las siguientes: a) evaluar la causa del síntoma; b) valorar la situación que la desencadena, como el cambio de cuidador, fenómenos cognitivos como conductas de búsqueda, falsa identificación, alucinaciones visuales, presencia de fecaloma, dolor, cistitis, etc.; c) valorar la comorbilidad psiquiátrica y el estado de conciencia de enfermedad, y d) descartar una causa orgánica, como por ejemplo la disuria o el dolor. Una vez realizada la valoración e identificada la causa desencadenante, se planea una terapia ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 25-30 DEMENCIAS-2.indd 27 27 21/9/11 10:55:13 TEMA DE LA SEMANA demencias en atención primaria conductual individualizada para cada paciente y cuidador. En relación con los fármacos, hay que saber si el paciente toma anticolinesterásicos o memantina, y si no responde a la primera opción, deben plantearse las siguientes alternativas: a) si el síntoma aparece de forma aislada, se opta por benzodiacepinas de semivida intermedia (nunca de semivida larga); b) si el síntoma se prolonga o existen antecedentes de trastorno por ansiedad, se prescriben inhibidores de la recaptación de serotonina, mirtazapina, trazodona o pregabalina, y benzodiacepinas en pacientes que responden a dosis muy bajas y no presentan sedación, y c) si se asocia a síntomas psicóticos, se prescriben antipsicóticos de segunda generación. Trastornos del sueño El insomnio es un síntoma frecuente en la demencia: se estima que se da en un 20% en la enfermedad de Alzheimer y en un 32% en la de origen vascular; puede asociarse a depresión, apatía, ansiedad, agitación o agresividad. En un estudio donde se valoraban los trastornos de la conducta en pacientes con demencia asociada al vagabundeo, la incidencia de insomnio era más alta (55,8%) que en los que no presentaban este síntoma (20,1%). El delirio asociado a la demencia sin duda es una causa habitual de alteración del ritmo circadiano, con tendencia al empeoramiento del sueño nocturno en un elevado número de casos. Aunque se trata de una situación reversible, es una entidad alarmante para los cuidadores que, si no han sido correctamente formados, la viven como una situación de empeoramiento brusco e irreversible. Obviamente, el descanso nocturno para los cuidadores y para los pacientes tiene capital importancia; en los pacientes que presentan alteración del sueño nocturno, los cuidadores solicitan más visitas, se realizan más cambios de tratamiento, se solicitan más exploraciones e ingresos en asilos... Es una demanda de atención urgente, habitual en las unidades de demencia. La hipersomnia es frecuente en los trastornos psicopatológicos de la de- mencia, en especial la de origen vascular. Cuando el paciente hace la siesta sin que esté alterado el sueño nocturno, raramente se convierte en un motivo de consulta. En general, la hipersomnia mejora cuando reciben estímulos socialmente o participan en actividades de intervención cognitiva. Trastornos del curso del pensamiento Una idea delirante se define como una creencia falsa basada en deducciones incorrectas acerca de la realidad externa, y que es firmemente sostenida pese a lo que casi todos los demás creen. Según su contenido, los delirios más comunes en el curso de la demencia se subdividen en tres tipos: • Delirio celotípico, cuando el tema central de la idea delirante es que el cónyuge o amante es infiel; esta creencia aparece sin ningún motivo y se basa en inferencias erróneas que se apoyan en pequeñas «pruebas». • Delirio persecutorio, cuando la idea central del tema delirante se refiere a la creencia del sujeto de que está siendo objeto de una conspiración, es engañado, espiado, seguido, envenenado... • Delirio mixto, cuando no hay ningún tema predominante. De todos es conocido que las ideas delirantes son frecuentes en los pacientes con demencia. El primer caso que describió Alois Alzheimer se manifestó con una idea delirante de celos. La diferencia más marcada en los pacientes con demencia radica en su duración, en comparación con los trastornos delirantes. Aunque la convicción delirante es irrevocable para el paciente, ésta se desvanece y aparecen otros síntomas. El tratamiento de las ideas delirantes tiene dos vertientes: a. Conductual. Puede llevarse a cabo con la adecuada formación de los cuidadores. El cuidador debe comprender que para el paciente ese hecho es irrevocable: se le enseña a no discutir la idea delirante, a comprender la realidad del paciente, a no sentirse ofendido si éste lo acusa de que le roba o envenena, si le cambia las cosas de lugar... b. Farmacológico. Como primera opción se emplean los anticolinesterásicos y como segunda opción, en caso de fracaso a los primeros, la memantina y los antipsicóticos. A pesar de las discrepancias sobre el uso de los antipsicóticos, todos los manuales y la mayoría de guías actuales recomiendan los neurolépticos atípicos en los ancianos, especialmente en los que presentan deterioro cognitivo. Alteraciones de la percepción sensorial Las alucinaciones consisten en alteraciones de la percepción sensorial, y pueden afectar a cualquier vía sensitiva: auditiva, visual, táctil u olfatoria. En los pacientes con demencia son más frecuentes las alucinaciones visuales, al igual que en la mayoría de trastornos orgánicos (no esquizofrénicos). Deben diferenciarse de las ilusiones, que consisten en distorsiones de imágenes o de percepciones reales. También hay que realizar el diagnóstico diferencial con las alucinaciones al conciliar el sueño (hipnagógicas) o al despertar (hipnopómpicas), que se consideran dentro del abanico de experiencias normales. Aunque más raras veces, los pacientes con demencia también pueden oír voces, distintas a sus pensamientos y en general asociadas a una interpretación delirante. También son infrecuentes las alucinaciones de tipo olfativo (la comida huele mal) o las táctiles u ópticas, que pueden acompañarse de ideas delirantes somáticas (DSM-IV). En cuanto a la necesidad de tratamiento, cabe recordar que las alucinaciones no necesariamente angustian al paciente; no es raro encontrar a una anciana que vea niños en su habitación y hable con ellos, sin que ello le provoque ansiedad ninguna. Hay situaciones que angustian al paciente y pueden llegar a ocasionar agitación y agresividad, porque puede interpretar el fenómeno alucinatorio y creer, por ejemplo, que los que entran en la habitación son ladrones, se pelea con ellos y se agita. La formación del cuidador es esencial, en primer lugar para que sea capaz de explicar correctamente el síntoma: no es lo mismo en- ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 28 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 25-30 DEMENCIAS-2.indd 28 21/9/11 10:55:13 contrar al paciente hablando con la televisión o con el espejo que verlo hablando solo en una habitación. Según la actitud que adopte el familiar, podrá participar en el tratamiento tranquilizándolo y no llevándole directamente la contraria. El tratamiento de elección son los antipsicóticos atípicos, después de haber probado los inhibidores de la acetilcolinesterasa o la memantina. Marcha errática La deambulación sin objetivo es un síntoma muy mal tolerado por los cuidadores, a quienes les resulta difícil comprender que el paciente no pueda permanecer quieto. Cuando la deambulación se asocia a conductas de búsqueda de objetos y el paciente empieza a vaciar cajones o armarios o a cambiar las cosas de sitio, al cuidador, como es lógico, le cuesta más soportar la situación. Debe plantearse que estos síntomas son puramente cognitivos: el paciente se levanta con un propósito, que olvida o no es capaz de llevar a término, o no recuerda dónde ha dejado las cosas y las busca. Este tipo de síntomas son difíciles de manejar; no existe ningún tratamiento específico y posiblemente la comprensión del síntoma por parte de los cuidadores y el tratamiento conductual sean la terapia de elección. En algunos casos, la deambulación errática es tan persistente que puede hacer falta la contención mecánica intermitente, para evitar que el paciente pierda demasiado peso por aumento del gasto energético, para disminuir el riesgo de caídas o bien por necesidades del cuidador. Los pacientes a los que se aplica la contención pierden rápidamente la capacidad de deambular; en casos prolongados, es irreversible, lo que conlleva un mayor número de caídas, mayor comorbilidad y riesgo de muerte. La contención mecánica siempre debe llevarse a cabo siguiendo un protocolo estricto y contando con la indicación de un médico. Los pacientes que residen en el domicilio también pueden ser contenidos de forma esporádica bajo indicación médica y con la formación necesaria de los cuidadores. Hay que diferenciar la contención de las situaciones de mal- RECOMENDACIONES PRÁCTICAS • La educación del cuidador permite obtener una mayor información sobre lo que le ocurre al paciente y ayuda a ofrecer unos cuidados mejores. • Escuchar al cuidador y observar la conducta del paciente son los mejores elementos para poder formular un juicio clínico. • Las escalas de valoración ayudan a sistematizar la entrevista y a objetivar conductas o síntomas en un momento determinado de la evolución, así como para comparar. • Siempre debe tenerse en cuenta que los trastornos de la conducta pueden ser el resultado de una respuesta a un síntoma físico o psiquiátrico. • En cuanto al tratamiento, el primer paso es evaluar si el paciente está siendo tratado con los fármacos indicados para el tipo de demencia que sufre; en segundo lugar, éstos deben adecuarse en función de si los síntomas son de causa física o psíquica; en tercer lugar, ha de valorarse la repercusión en la calidad de vida del paciente y del cuidador, y por último, siempre hay que valorar la respuesta al tratamiento. trato, y evitarla siempre que sea posible, al igual que los fármacos que conlleven un mayor riesgo de caídas como las benzodiacepinas o los antipsicóticos. Si el paciente ya toma anticolinesterásicos o memantina, se pueden utilizar antidepresivos de perfil más sedante, como citalopram, sertralina o mirtazapina; como segunda opción, y aunque existe poca experiencia, pueden administrarse estabilizadores del ánimo. Errores en la identificación La falsa identificación, o dificultad para reconocer objetos, personas o lugares, forma parte de un síntoma cognitivo de la demencia que tiende a interpretarse como un síntoma psicótico de la esfera delirante. El paciente no reconoce o no recuerda que aquélla es su casa, su esposa, su hija, o habla con los personajes de la televisión como si fueran reales, pero sin interpretación delirante. El error en la identificación puede inducir un trastorno de la conducta, pero no necesariamente provoca un trastorno conductual si la actitud de los cuidadores es la adecuada por haber sido debidamente entrenados. Cuando a pesar de ello el paciente presenta síntomas de ansiedad o de agitación, está indicado iniciar un tratamiento farmacológico adecuado. Otro fenómeno similar es la alteración del reconocimiento de su propio cuerpo (anosognosia). En este caso, generalmente el tratamiento conductual puede ser suficiente (por ejemplo: tapar los espejos). La elección del tratamiento siempre debe seguir el siguiente tipo de razonamiento: si el paciente ya toma anticolinesterásicos o memantina y está ansioso e intranquilo, están indicados los inhibidores de la recaptación de serotonina con un perfil sedante, como el citalopram o el escitalopram, la mirtazapina o las dosis bajas de una benzodiacepina de semivida intermedia, como 1 mg de lorazepam o 0,75 mg de alprazolam. Si pese a todo el paciente se agita o arremete contra los cuidadores, hay que plantearse si se aplica correctamente el tratamiento conductual o si se cumple correctamente el tratamiento, en cuyo caso se reduce lentamente el tratamiento que no ha sido efectivo y se introducen estabilizadores del ánimo como gabapentina, ácido valproico o pregabalina. Agitación y agresividad Se define como un estado con manifestación psicomotriz grave; puede iniciarse con síntomas de ansiedad ante algo que es vivido como una amenaza y que puede llegar a su expresión extrema. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 25-30 DEMENCIAS-2.indd 29 29 21/9/11 10:55:14 TEMA DE LA SEMANA demencias en atención primaria Los estados de agitación aumentan el riesgo de las conductas autoagresivas y heteroagresivas y dificultan la actitud ante el paciente con demencia, e incluso provocan reacciones de miedo en el cuidador y, en consecuencia, demandas de atención urgente. Los estados de agitación son siempre transitorios y habitualmente secundarios a una causa identificable. El tratamiento inicial de elección será de tipo conductual a partir de la identificación de la causa: situación en que se produce, causa desencadenante, duración y frecuencia. El cuidador puede ser entrenado para observar qué ha provocado esa conducta y reducir las situaciones de riesgo. Existen factores desencadenantes difícilmente controlables: por ejemplo, el paciente se agita porque ve alucinaciones o tiene ideas delirantes; en este caso el tratamiento de elección no será el conductual, sino los antipsicóticos atípicos. En la figura 1 se muestra un algoritmo de decisiones para expresar de forma más práctica algunas de las situaciones y tratamientos indicados en cada caso: anticolinesterásicos, memantina, trazodona, antipsicóticos atípicos, carbamazepina o antidepresivos. La discontinuidad de los estados de agitación obliga a plantear un tratamiento TRASTORNO DE CONDUCTA Buscar la causa Trastorno del paciente Trastorno psquiátrico Cambio ambiental Otro trastorno orgánico Tratamiento conductual Tratamiento farmacológico ¿Siempre ocurre en la misma circunstancia? Retirar al paciente del entorno estresor Música tranquila Evitar ruidos Hablarle suave, mirándole a los ojos Figura 1. Valoración y tratamiento de los trastornos de la conducta flexible, en el sentido de que el cuidador utilice dosis de rescate sólo cuando sea preciso. ■ Bibliografía Agüera L, Cervilla J, Martín Carrasco M. En: Psiquiatría geriátrica, 2.ª ed. Barcelona: Masson, 2006. García-Alberca JM, Pablo Lara J, González Barón S, Barbancho MA, Porta D, Berthier M. Prevalencia y comorbilidad de síntomas neuropsiquiátricos en la enfermedad de Alzheimer. Actas Españolas de Psiquiatría. 2008; 36(5): 265-270. Gauthier S, Cummings J, Ballard C, Brodaty H, Grossberg G, Robert P, et al. Management of behavioral problems in Alzheimer’s disease. Int Psychogeriatr. 2010; 22(3): 346-372. Lavretsky H, Nguyen LH. Diagnosis and treatment of neuropsychiatric symptoms in Alzheimer’s Disease. Psychiatric Services. 2006; 57(5): 617-619. Pujol J, De Azpiazu P. Demencias. El ocaso del cerebro. Barcelona: Morales y Torres, 2004. Pujol J, De Azpiazu P. Antipsicóticos en ancianos, ¿típicos o atípicos? Med Clin (Barc). 2006; 126(11): 415-417. Sociedad Española de Psicogeriatría. Consenso español sobre demencias, 2.ª ed. Barcelona: SANED, 2005. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 30 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 25-30 DEMENCIAS-2.indd 30 21/9/11 10:55:14 Opinión y grado de actualización del profesional sanitario acerca del manejo de pacientes que requieren la eliminación de mucosidad. Estudio AMPLIA Dr. Alberto Herrejón Silvestre Servicio de Neumología. Hospital Universitario Dr. Peset. Valencia Introducción El sistema respiratorio pone en contacto nuestro cuerpo con el medio ambiente a través de múltiples vías respiratorias que llegan hasta el lecho alveolar, que tiene una superficie similar a la de un campo de tenis. El aparato respiratorio está expuesto a múltiples agresiones externas, ya sean mecánicas, irritativas o infecciosas. Partículas, polvos, gases, vapores o humos impactan en la mucosa por el flujo turbulento de las conducciones respiratorias o se sedimentan con el flujo lineal alveolar. Para evitar el efecto negativo de las noxas externas, el organismo dispone de varios sistemas protectores. En la vía respiratoria superior existe una primera barrera mecánica al paso de tóxicos. La mucosa nasal humidifica y acondiciona el aire inspirado. En las vías respiratorias inferiores, los principales mecanismos defensivos son el reflejo de la tos, el movimiento ciliar y la secreción mucosa. Una función defectuosa de estos elementos puede convertir en un resultado perjudicial lo que inicialmente es un efecto beneficioso. Para normalizar un aclaramiento mucociliar deteriorado se han utilizado desde hace mucho tiempo los genéricamente denominados mucolíticos. Mecanismos de defensa pulmonar Las partículas de tamaño inferior a 0,5 μ son fagocitadas por los macrófagos o pasan al intersticio pulmonar. Partículas de entre 0,5 y 10 μ se depositan sobre el moco bronquial. En la nariz quedan atrapadas la casi totalidad de las partículas mayores de 10 μ1. El aparato mucociliar consta de un epitelio ciliado y otro glandular, constituido por glándulas bronquiales y células caliciformes, que segregan el moco en el que quedan atrapados los elementos nocivos para posteriormente ser eliminados mediante el movimiento ciliar y la tos. En condiciones normales, el sistema defensivo respiratorio es tan eficiente en la depuración de gérmenes que la vía respiratoria inferior se mantiene estéril. Por otro lado, el sistema surfactante, al reducir la tensión superficial, mantiene abierta la luz alveolar y evita su colapso en la inspiración y la producción de atelectasias. Patologías que afectan al aclaramiento mucociliar Hay múltiples patologías respiratorias o sistémicas con afectación pulmonar que pueden alterar el funcionamiento mucociliar. Alteraciones congénitas de la movilidad ciliar como la discinesia ciliar primaria, el síndrome de Kartagener o el síndrome de Young provocan sinusitis y bronquiectasias. Las infecciones víricas o los tóxicos como el tabaco pueden demudar la mucosa bronquial y desestructurar la arquitectura ciliar. La fibrosis quística es una enfermedad genética que modifica la composición del moco bronquial provocando colonización e infección crónica, con producción de bronquiectasias y obstrucción bronquial2. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se asocia con frecuencia a bronquiectasias y, en el fenotipo bronquitis crónica o hipersecretor, hay un aumento de la secreción bronquial que predispone a infecciones de repetición. La alfa-1-antitripsina es una antiproteasa que protege al pulmón del efecto de los oxidantes y cuyo déficit provoca enfisema y bronquiectasias. El asma bronquial se caracteriza por la producción de un moco espeso y viscoso, producto de la inflamación bronquial. Asociado a la hipersensibilidad para hongos del tipo Aspergillus, puede provocar aspergilosis broncopulmonar alérgica, con la típica existencia de bronquiectasias proximales. Además de por las patologías descritas, las bronquiectasias pueden originarse por numerosos motivos, como obstrucción, retracción o distorsión bronquial, sea por causas infecciosas, inmunitarias, tóxicas o neoplásicas3. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 32 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 32-36 MUCOSAN.indd 32 21/09/11 10:55 Estudio AMPLIA Cualquier infección de tipo vírico, bacteriano, fúngico o micobacteriano puede causar disfunción del aclaramiento mucociliar. Los tóxicos ambientales pueden mantener una inflamación crónica de la mucosa respiratoria. uso más tarde se cuestionó, dudándose de su eficacia, hasta el punto de que se afirmó que el mejor mucolítico era la ingesta de agua. Hoy en día la evidencia científica demuestra el efecto terapéutico de los mucolíticos. Por último, patologías como la cifosis, la escoliosis o las toracoplastias ponen la caja torácica en una situación desventajosa para conseguir una tos eficaz. Las enfermedades neuromusculares que afectan a la musculatura respiratoria impiden una adecuada eliminación de la secreción bronquial. En la tabla 1 se recogen de forma esquemática los diferentes modificadores de la secreción bronquial, con su mecanismo de acción, sus principales indicaciones y las pautas posológicas adecuadas4,5. Modificadores de la secreción bronquial Desde tiempos inmemoriales se han venido utilizando, con mayor o menor fortuna, expectorantes o sustancias con un efecto fluidificante de las secreciones bronquiales. Así, culturas ancestrales han empleado durante milenios derivados de plantas, minerales o animales para tratar las enfermedades respiratorias. Hasta fechas relativamente recientes se prescribían con frecuencia balsámicos o elementos volátiles como el guayacol, actualmente en desuso. Existe una gran variedad de fármacos con efecto mucolítico que se pusieron muy de moda hace años pero cuyo Dentro de los medicamentos con acción mucolítica directa, cabe distinguir dos grupos principales: los fármacos reductores y las enzimas proteolíticas. Entre los primeros destaca la N-acetilcisteína, cuya acción mucolítica radica en su capacidad para romper la estructura polimérica del moco, haciéndolo más fluido. En dosis más elevadas, también tiene un efecto antioxidante, potencialmente protector frente a la producción de enfisema o fibrosis pulmonar. Por su buena tolerancia y disponibilidad, su empleo está muy extendido. Puede, sin embargo, tener efecto negativo sobre el movimiento ciliar, dependiendo de la dosis, y un efecto modulador de la susceptibilidad bacteriana a los antibióticos, aumentando su concentración inhibitoria mínima. El mesna puede disolver las secreciones con gran eficacia tópica, por lo que se instila Tabla 1. Modificadores de la secreción bronquial Mecanismo Tipo Indicaciones Pauta • EPOC, asma, bronquitis, fibrosis quística • Resolución de tapones mucosos • Fibrosis quística • Nebulización: 2-5 mL al 20% en 2 mL de suero • Vía oral: 600 mg/día • Nebulización o instilación al 20% (600 mg) • Nebulización: 2,5 mg, 1-2 veces al día • Bromhexina1 • Bronquitis aguda y crónica • Carboximetilcisteína2 • Ambroxol3 • Hipersecreción mucosa • Distrés • Bronquitis crónica • Vía oral: 8-16 mg cada 6-8 h • Aerosol: 2-4 mL al 0,2% • Vía oral: 2-3 g/día en 3-4 tomas • Vía oral: 120-180 mg/día, durante 10 días Acción mucolítica • N-acetilcisteína directa • Fármacos reductores • Mesna • Enzimas proteolíticas • Desoxirribonucleasa Acción mucolítica indirecta • Mucorreguladores • Mucolíticos + expectorantes Correctores hídricos • Compuestos yodados • Hidratación del moco • Sustancias • Sobrerol tensioactivas • Agua • Hidratación Sustancias de uso tópico • Hipersecreción mucosa viscosa • Vía oral: 60-120 mg/día • Hipersecreción mucosa • Vía oral: 200-400 mg/día • Ingesta de 2-3 L al día • Humidificación gases inhalados • Deshidratación • Propilenglicol • Bicarbonato de sodio • Fibrosis quística • 1-10 mL al 2,5-10% en suero salino hipertónico • Hiperviscosidad de las secreciones • Aerosol: 1-3 mL al 1,4-7,5% cada 4-6 h • Instilación: 2-10 mL al 1,4-7,5% cada 8-12 h • Soluciones isotónicas • Hidratación • Aerosol: 0,5-2 mL • Disolventes • Instilación: 5-10 mL • Soluciones hipotónicas • Diluyentes • Nebulización ultrasónica • Soluciones • Obtención de esputo • Aerosol e instilación hipertónicas • Bronquiectasias y fibrosis quística • Cloruro de sodio al 7% e hialuronato de sodio al 0,1% ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 32-36 MUCOSAN.indd 33 33 21/09/11 10:55 Opinión y grado de actualización del profesional sanitario acerca del manejo de pacientes que requieren la eliminación de mucosidad preferentemente a través del broncoscopio para resolver situaciones de urgencia. Las enzimas proteolíticas apenas se utilizan, debido a sus potenciales efectos adversos. Una excepción es la desoxirribonucleasa recombinante, cuyo uso en la fibrosis quística parece efectivo, dada su eficacia y seguridad. Los llamados mucorreguladores, de acción mucolítica indirecta, tienen su mecanismo de acción a nivel de la síntesis intracelular de mucinas, que modifican las características cuantitativas y cualitativas de la secreción bronquial y aumentan el movimiento ciliar. La bromhexina es el fármaco más popular del grupo. Fragmenta las fibrillas de los mucopolisacáridos de las secreciones mucosas, por lo que aumenta el volumen de las secreciones, reduce su viscosidad y facilita el drenaje mucociliar. Es bien tolerado y tiene un amplio margen terapéutico. La carboximetilcisteína actúa sólo sobre las secreciones mucosas, al favorecer la síntesis de mucinas ricas en ácido siálico, consiguiendo una disminución en la viscosidad de la expectoración. El tercer componente principal de este grupo es el ambroxol. Aumenta la producción fluida acuosa del moco bronquial, fluidificando las secreciones, incrementa la actividad ciliar y normaliza la viscosidad de las secreciones alteradas. Además, el ambroxol estimula la síntesis y secreción de surfactante por los neumocitos tipo II. Asociado a la teofilina en los pacientes con bronquitis crónica, se ha comprobado una mejoría del aclaramiento mucociliar. Favorece asimismo la penetración de antibióticos en la secreción bronquial, aumentando su biodisponibilidad a nivel bronquial y de esputo. En resumen, el ambroxol facilita la expectoración y evita el colapso alveolar. En el grupo de sustancias hidratantes del moco, los compuestos yodados son los preparados más ampliamente utilizados. Su mecanismo de acción se encuentra a nivel de las estructuras glandulares de las vías respiratorias y de la activación del batido ciliar. Deben prescribirse a dosis altas, lo que aumenta el riesgo de padecer efectos adversos, lo que limita su uso. El sobrerol tiene un efecto tensioactivo o detergente y de hidratación del moco: reduce la tensión superficial y favorece la separación del moco de la pared bronquial. Es bien tolerado y actúa sobre las secreciones mucosas. Se recomienda una hidratación moderada en todos los pacientes con secreción bronquial alterada, sobre todo si están deshidratados; en cambio, hay que evitar una hidratación excesiva que aumente la resistencia de la vía respiratoria. Tabla 2. Técnicas para el aclaramiento mucociliar de la vía respiratoria Efecto de la gravedad • Drenaje postural • Incentivación inspiratoria Ondas de choque • Percusión-vibraciones torácicas • Oscilación de la vía respiratoria: Flutter, Cornet, Acapella Compresión del aire intratorácico • Tos dirigida • Presiones manuales toracoabdominales • Ciclo activo respiratorio • Drenaje autógeno • Espiración forzada • Espiración lenta con glotis abierta y decúbito lateral Presión positiva en la vía respiratoria • Presión positiva espiratoria • Presión positiva continua • Sistema de doble presión • Insuflación-exsuflación • Compresor de alta frecuencia Las sustancias de uso tópico mediante instilación, aerosoles o nebulizaciones tienen diversas utilidades. El propilenglicol aumenta la estabilidad de las soluciones inhaladas, con cierto efecto desinfectante. El bicarbonato de sodio reduce la viscosidad de las secreciones y estimula la actividad ciliar. Las soluciones salinas, tanto isotónicas como hipotónicas, diluyen las secreciones y vehiculizan otros fármacos. Las soluciones hipertónicas irritan la vía respiratoria y estimulan la tos y la expectoración. En inhalación, junto con hialuronato de sodio, la solución hipertónica al 7% es de utilidad en la fibrosis quística y las bronquiectasias. En cuanto a las técnicas de fisioterapia respiratoria destinadas a facilitar la expectoración, existen de varios tipos, que se esquematizan en la tabla 2. Están especialmente dirigidas a mejorar el aclaramiento mucociliar en las bronquiectasias, y especialmente en la fibrosis quística, y como apoyo ventilatorio en pacientes con enfermedades neuromusculares, cuya debilidad muscular les impide generar un flujo suficiente para conseguir una tos eficaz6. El drenaje postural, aprovechando el efecto de la gravedad, se viene utilizando desde hace muchos años para eliminar secreciones en las bronquiectasias quísticas y los abscesos pulmonares, pero en la actualidad se cuestiona su efectividad. Esta técnica se puede combinar con el mantenimiento de un volumen pulmonar determinado con un espirómetro de incentivación. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 34 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 32-36 MUCOSAN.indd 34 21/09/11 10:55 Estudio AMPLIA La aplicación de ondas de choque a través de la pared torácica pretende despegar y desplazar la mucosidad desde las vías respiratorias inferiores hacia las vías centrales para facilitar su posterior eliminación. Hace años se utilizaba el clapping, o percusión torácica con la mano hueca, pero hoy en día su uso es controvertido, ya que en ocasiones provoca hipoxemia y broncospasmo. Se puede aplicar un golpeteo rítmico, manual o mecánico, a modo de vibraciones o sacudidas perpendiculares a la pared torácica y durante la espiración. Se han diseñado diversos aparatos, cuyo prototipo es el denominado Flutter, que combina una presión espiratoria positiva y una vibración de alta frecuencia mediante una bola de acero que, durante la espiración, genera un movimiento rítmico que se transmite a la pared bronquial para movilizar tapones mucosos. El dispositivo en forma de cuerno tipo Cornet sustituye la bola de acero por una goma de caucho. Existen también otras técnicas basadas en la compresión del aire intratorácico espiratorio. La tos dirigida se realiza en sedestación y se inicia a partir de una inspiración forzada, con una contracción brusca y sinérgica de los músculos abdominales. El aumento del flujo espiratorio se consigue realizando una espiración rápida y completa o manteniendo un tiempo espiratorio prolongado. Se pueden alternar ciclos respiratorios abdominales con maniobras de espiración forzada o realizar una espiración lenta total con la glotis abierta en la posición de decúbito lateral. También se logra una buena limpieza bronquial con maniobras respiratorias a distintos niveles de capacidad pulmonar. Por último, se emplean asimismo aparatos que generan diversos niveles de presiones respiratorias positivas en la vía respiratoria, tanto espiratorias como continuas como con sistemas de doble presión. En situaciones de progresiva debilidad muscular, cuando la fuerza espiratoria no permite generar una presión espiratoria adecuada, como ocurre en la esclerosis lateral amiotrófica, es útil recurrir a dispositivos de insuflación-exsuflación alternante, con altas presiones, que ayudan a realizar una adecuada limpieza bronquial en este tipo de pacientes. RESUMEN Y CONCLUSIONES Existe una evidencia clara de que el uso de mucolíticos reduce el tiempo y el número de exacerbaciones en la bronquitis crónica7. Gracias a sus diversos efectos beneficiosos en múltiples procesos respiratorios, avalados por la práctica clínica habitual desde hace mucho tiempo, los mucolíticos son fármacos efectivos, seguros y bien tolerados. A veces se precisará también fisioterapia respiratoria como complemento al tratamiento mucolítico. El cuestionario constaba de 26 preguntas, unas de respuesta única y otras con posibilidad de elegir entre una o varias opciones. Los resultados se expresan como número de respuestas válidas y su relación porcentual. El aumento de la viscosidad del moco es habitual en la práctica clínica de las infecciones respiratorias. El efecto buscado es la reducción de la viscosidad del moco y aumentar la facilidad de expectoración, valorándose también el efecto antiinflamatorio y como coadyuvante del tratamiento antibiótico, sobre todo en las sinusitis y las bronquitis. Las patologías agudas, tanto del tracto respiratorio superior como del inferior que cursan con hipersecreción mucosa, requieren la prescripción habitual de mucolíticos, en asociación con antibióticos, antipiréticos o, en menor medida, antihistamínicos. En el caso del ambroxol, se busca el efecto mucolítico y activador del movimiento ciliar que proporcione una mejoría clínica. Estudio AMPLIA El ambroxol presenta un efecto potenciador de la acción de los antibióticos, lo que resulta interesante tanto en el tratamiento de patologías de la vía respiratoria superior (sinusitis, otitis, faringitis) como inferior (bronquitis, EPOC, neumonía). Los médicos de atención primaria valoran positivamente la interacción positiva del ambroxol con los antibióticos, dado que se potencia el efecto y se acorta el proceso de la patología. A su vez, el tratamiento de las infecciones agudas de la vía respiratoria superior con ambroxol y antibióticos presenta una disminución de las reinfecciones y una mejoría clínica en la población infantil. El objetivo del estudio AMPLIA es evaluar los conocimientos que tienen los médicos de atención primaria sobre los mecanismos fisiopatológicos de las alteraciones del aclaramiento mucociliar que tienen lugar en las enfermedades agudas y crónicas del aparato respiratorio. El número de participantes fue de 1.001, repartidos por todo el territorio nacional. Hay varias patologías respiratorias crónicas que cursan con hipersecreción mucosa, entre ellas la EPOC, las bronquiectasias, la fibrosis quística, la enfermedad pulmonar intersticial difusa (EPID) y el asma bronquial. Los mucolíticos se utilizan preferentemente como tratamiento de mantenimiento en la fibrosis quística, las bronquiectasias y la Todas estas técnicas son complementarias, en casos seleccionados, al uso de mucolíticos. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 32-36 MUCOSAN.indd 35 35 21/09/11 10:55 Opinión y grado de actualización del profesional sanitario acerca del manejo de pacientes que requieren la eliminación de mucosidad EPOC, y en la fase de agravamiento del asma bronquial y la EPID, para conseguir una mayor fluidificación de las secreciones. El uso de mucolíticos es muy común en las exacerbaciones tanto de la EPOC como de las bronquiectasias, y potencia el efecto de los antibióticos. El tratamiento prolongado con mucolíticos facilita el desprendimiento y la expectoración de las flemas, así como disminuye la viscosidad de los esputos. Además de mejorar los síntomas respiratorios, con la utilización de mucolíticos se pretende prevenir las exacerbaciones. Bibliografía 1. Vergara P, Pérez D, Gómez E, Chamorro E. Diferentes técnicas de drenaje bronquial: descripción, aplicación y estudios funcionales. Casos clínicos. En: Giménez M, Servera E, Vergara P. Prevención Rehabilitación en patología respiratoria: fisioterapia, entrenamiento y cuidados respiratorios. Madrid: Médica Panamericana, 2001; 167-179 (cap. 16). 2. Barrio MI, Martínez MC, Antelo C. Tratamiento de la patología respiratoria. En: Girón RM, Salcedo A. Fibrosis quística, vol. VIII. Monografías de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica. Madrid: Neumomadrid, 2005; 155-160. 3. Vendrell M, Gracia J, Oliveira C, Martínez MA, Girón R, Máiz L, Cantón R, et al. Diagnóstico y tratamiento de las bronquiectasias. Arch Bronconeumol. 2008; 44(11): 629-640. 4. Pérez D, Sancho J, Vergara P. Modificadores de la secreción bronquial. En: Giménez M, Servera E, Vergara P. Prevención y rehabilitación en patología respiratoria crónica. Fisioterapia, entrenamiento y cuidados respiratorios. Madrid: Médica Panamericana, 2001; 243-255 (cap. 22). 5. Allegra L. Fármacos mucoactivos. En: Cazzola M, Celli B, Dahl R, Rennard S. Therapeutic strategies in COPD. Oxford: Atlas Clinical Publishing Ltd, 2005; 247-277 (cap 16). 6. Sangenis M. Fisioterapia respiratoria. En: Güell R, Lucas P. Tratado de rehabilitación respiratoria. SEPAR. Barcelona: Ars Médica, 2005; 193-203 (cap. 18). 7. Poole P, Black PN. Mucolytic agents for chronic bronchitis or chronic obstructive pulmonary disease. Cochrane Database Syst Rev. 2010; (2): CD001287. PUNTOS CLAVE Son muy comunes las patologías agudas y crónicas en Atención Primaria (AP) que cursan con hipersecreción, aumento de la viscosidad y en muchos casos infección añadida. Los mucolíticos se emplean como tratamiento de mantenimiento en la fibrosis quística, las bronquiectasias y la EPOC, y en la fase de agravamiento en el asma bronquial y la EPID, para conseguir una mayor fluidificación de las secreciones. Un buen mucolítico tiene que reducir la viscosidad del moco, aumentar el movimiento ciliar y la secreción del surfactante pulmonar. La interacción positiva de ambroxol con antibióticos es muy interesante para el médico de AP porque potencia el efecto y acorta el proceso. Las actividades antiinflamatorias y antioxidantes son las más apreciadas del ambroxol, además de las que tiene como mucolítico. Las patologías agudas que cursan con hipersecreción requieren tratamiento habitual con mucolíticos en asociación con antibióticos, antipiréticos o antihistamínicos. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 36 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 32-36 MUCOSAN.indd 36 21/09/11 10:55 LITERATURA MÉDICA comentada @ Artículos disponibles en: www.sietediasmedicos.com El papel del cuidador y su estado de salud ◗ El objetivo del estudio es conocer cómo percibe su estado de salud una muestra de cuidadores familiares ◗ Los autores pretenden comprobar si existe relación entre la salud percibida y el nivel de sobrecarga del cuidador ◗ Las correlaciones muestran que cuanto peor es la salud percibida mayor es la sobrecarga Sin duda alguna, cuidar de un familiar con demencia tiene un gran impacto en la salud de la persona cuidadora, de ahí la importancia de estudiar su situación; sin embargo, en este estudio los autores no han podido concluir que los cuidadores/as de personas con demencia presenten una peor percepción de su salud que los que no cuidan de personas con esta patología. Selección coordinada por: R.M. Pont Dalmau. Grupo de Salud Mental. SEMERGEN uestra sociedad está experimentando un progresivo envejecimiento. Como consecuencia del rápido incremento del colectivo de personas mayores, ha aumentado el número de ellas que se encuentran en situación de dependencia y que necesitan cuidados. Se estima que, del colectivo de personas mayores de 65 años dependientes que recibe algún tipo de cuidado, en el 84,9% de los casos el cuidado es informal, lo que indica que la familia constituye la fuente principal de apoyo en la atención a las personas dependientes. El cuidador principal es la persona que dedica la mayor parte de su tiempo a atender las necesidades de la persona dependiente. Por lo general, asume el rol del cuidador con la responsabilidad que ello implica, es percibida por los restantes miembros de la familia como responsable de la persona dependiente, y no es remunerada económicamente. N Estas personas son descritas habitualmente como segundas víctimas de la enfermedad, debido a que el problema de la dependencia no sólo afecta a quien la padece, sino también a quienes tienen que facilitar las ayudas necesarias para que pueda seguir viviendo dignamente. La sobrecarga se entiende como el grado en que la persona cuidadora percibe que el cuidado ha influido sobre diferentes aspectos de su salud, su vida social, personal y económica. Son numerosas las evidencias del impacto que genera el cuidado en la salud física y mental de la persona cuidadora. al estado de salud de las personas receptoras de cuidados, éstas no padecen una enfermedad en común, a diferencia de la mayoría de las personas cuidadas que padecen alguna lesión del sistema nervioso central, con o sin déficits neurocognitivos. Con respecto a la salud percibida por las personas cuidadoras, se observa una valoración más negativa de todas las dimensiones de salud (vitalidad, dolor corporal, salud general y salud mental) en comparación con la población general. En un estudio también se analiza la percepción del estado de salud de la persona cuidadora y cómo ésta se encuentra en muchas ocasiones relacionada con su nivel de sobrecarga (Gutiérrez-Maldonado, Caqueo-Urízar y Kavanagh, 2005). El objetivo de la presente investigación era conocer cómo perciben su estado de salud las personas cuidadoras, y comprobar qué factores relacionados con la salud física y mental percibida se relacionan con el nivel de sobrecarga, a partir de una muestra formada por 1.257 cuidadores principales de personas dependientes que residen en la provincia de Vizcaya y que habían solicitado la prestación económica para cuidadores familiares. El perfil encontrado es el de una mujer casada, con estudios primarios y una media de edad de alrededor de 60 años, que cuida permanentemente de su familiar a lo largo del día y que lleva años realizando dicha labor. Respecto Estos resultados sugieren un evidente impacto en la calidad de vida de la persona cuidadora, por lo que los servicios comunitarios no deberían orientarse únicamente a las personas receptoras cuidadas, sino también a las personas cuidadoras. Los resultados también muestran que todas las dimensiones del SF-36 correlacionan de forma negativa y significativa con la escala de sobrecarga de Zarit. Por tanto, se puede concluir que un peor estado de salud percibido por la persona cuidadora se relaciona con una mayor sobrecarga. Los autores consideran que una de las limitaciones del trabajo está relacionada con la muestra. La situación que viven algunas personas cuidadoras (falta de tiempo, bajo nivel de formación, ausencia de apoyo en las tareas de cuidado) puede haber dificultado su participación en el estudio, contribuyendo a sesgarla. En este mismo sen- ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 38 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 tido, otro aspecto que cabe tener en cuenta es que todas las personas incluidas tienen una dependencia severa y grave, de manera que los datos no se pueden generalizar al total de personas cuidadoras. Los autores comentan que a pesar de que los resultados desvelan una mayor relación entre la sobrecarga y la salud mental (frente a la salud física), los resultados sobre esta última tam- bién son significativos, y por ello se le debería prestar la suficiente atención. Según los autores, quedan todavía muchos aspectos relacionados con la salud, la sobrecarga y otros aspectos de las personas cuidadoras sobre los que seguir investigando. Tal vez uno de las más importantes es obtener perfiles que permitan, más allá del perfil general de persona cuidadora, individualizar las intervenciones y así aumentar su eficacia. En futuras investigaciones se tratará de analizar con mayor precisión la relación entre la carga y la salud desde esta atención a la singularidad de cada persona cuidadora. ■ Fernández de Larrinoa P, Martínez S, Ortiz N, Carrasco M, Solabarrieta J, Gómez I. Autopercepción del estado de salud de familiares cuidadores y su relación con el nivel de sobrecarga. Psicothema. 2011; 23(3): 388-393. El envejecimiento cerebral no implica un deterioro cognitivo ◗ Una de las consecuencias más desfavorables del envejecimiento está representada por las alteraciones que acontecen en el sistema nervioso ◗ Todas las actuaciones que mejoren las funciones cardiocirculatorias tendrán una repercusión muy favorable sobre la función cerebral y cognitiva ◗ El envejecimiento cerebral no tiene necesariamente que ir ligado a un deterioro cognitivo manifiesto l envejecimiento, considerado como una etapa particular del ciclo vital de cada persona, representa el análisis multifocal de un correlato biopsicosocial que debe abordarse desde las acciones del paso del tiempo sobre las moléculas en sus bases biológicas, hasta los efectos demográficos en el plano social que este proceso determina. En este último sentido, la teoría de la transición demográfica trata de explicar el proceso de distribución y evolución, por estratos de edad, de la población en los diversos niveles de organización social del ser humano, atendiendo al estado dinámico del binomio nacimiento/muerte, para así plasmar topográficamente la evolución demográfica. La esperanza de vida se ha incrementado de forma notable en los últimos decenios: desde 35 años a principios del siglo xx se ha pasado, en la actualidad, a superar los 80 años. En relación con la transición demográfica se encuentra la teoría de la transición epidemiológica. Hasta hace unas déca- E das, las causas de muerte más frecuentes eran las enfermedades infecciosas y las carenciales, mientras que en la actualidad, y debido al incremento de la esperanza de vida, las causas de muerte de la población se basan en enfermedades neoplásicas o de carácter crónico-degenerativo, fundamentalmente las que afectan a los sistemas cardiocirculatorio y nervioso (enfermedades neurodegenerativas). La intención de los autores era analizar de forma holística el proceso de envejecimiento cerebral, interpretando el fenómeno del envejecimiento desde un punto de vista biopsicosocial. La biología, y en este caso concreto el estudio de las moléculas, organoides, células, tejidos, órganos, sistemas y organismo (cuerpo) humano, aporta las bases de este modelo de estudio. La característica macroscópica más notable de los efectos del paso del tiempo sobre el cerebro está representada por la reducción de masa de dicho órgano, lo cual se traduce en una pérdida de peso que oscila entre el 10 y el 20% del peso alcanzado al finalizar la segunda década de vida. Esta disminución de peso representa la contrapartida de la reducción del tamaño de las neuronas y del calibre de los vasos sanguíneos cerebrales. Las neuronas, en todas las regiones del cerebro, están afectadas en mayor o menor grado por el proceso del paso del tiempo, como indica el declive de los sistemas sensoriales, motor y de las funciones cognitivas. En el plano microscópico, los cambios negativos (deletéreos) asociados al envejecimiento se manifiestan por la acumulación de material de desecho intra/extraneuronal, la pérdida de sinapsis y conexiones neurales, las alteraciones de la matriz extracelular y las alteraciones en la vascularizacion. En el plano histopatológico, la pérdida neuronal comienza en el córtex entorrinal y en el hipocampo. En el interior de las neuronas, diversos organoides citoplasmáticos se encuentran afectados en grados diferentes por la acción del envejecimiento y sus consecuencias metabólicas. Entre estos organoides, las mitocondrias son las que han recibido una mayor atención, pues es ahí donde se producen los denominados radicales libres de oxígeno, cuyos ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 39 LITERATURA MÉDICA comentada efectos nocivos sobre las estructuras celulares se engloban en el término «estrés oxidativo». El envejecimiento cerebral se caracteriza por la aparición de alteraciones en la anatomía y la fisiología, lo que finalmente contribuye a las alteraciones en las funciones cognitivas, como la memoria. Las observaciones más relevantes indican que el declive cognitivo asociado al envejecimiento no se debe sólo a la muerte de neuronas. Por el contrario, los cambios funcionales que suceden a lo largo del tiempo desempeñan un papel fundamental. En su conjunto, estas modificaciones podrían representar la clave del proceso de deterioro cognitivo explicado por las alteraciones morfológicas. Entre las variaciones relacionadas con la edad en el cerebro se encuentran las alteraciones en la plasticidad sináptica y la comunicación interneuronal, las relacionadas con los neurotransmisores y los sistemas de neurotrofinas, y las vías que los comunican con la activación cerebral. Diversos metaanálisis que han analizado la proporción que representa el binomio genes-ambiente en el proceso de envejecimiento, y en el cerebral de forma más concreta, han señalado que la genética representaría un 25% de dicho envejecimiento, mientras que el ambiente desempeñaría un papel más importante (un 75%). Sin embargo, hay genes que parecen tener un importante papel «protector», entre los que destacan los que codifican proteínas implicadas en la señalización de la insulina, la metilación y la acetilación del ADN y proteínas, la reparación del ADN y el metabolismo de las grasas. Los autores concluyen que el envejecimiento cerebral no tiene necesariamente que ir ligado a un deterioro cognitivo manifiesto. Un alto porcentaje de personas alcanza una edad elevada sin presentar síntomas de demencia, aunque su estado cognitivo esté relativamente reducido desde la edad adulta. En condiciones normales, el paso del tiempo actúa de forma deletérea sobre los componentes tisulares del cerebro. Una apropiada intervención, lo más temprana posible, ayudará a mantener al máximo nivel el estado funcional neuronal y, consiguientemente, la cognición como máximo exponente de la condición humana. Deben emplearse y ponerse a disposición de la comunidad todas las medidas que ayuden a este mantenimiento, para prevenir las desastrosas consecuencias que el deterioro cognitivo –que conduce a la demencia– causa en todos los ámbitos del entramado biopsicosocial de la especie humana. ■ Crespo-Santiago D, Fernández-Viadero C. Bases biomoleculares del envejecimiento neurocognitivo. Psicogeriatria. 2011; 3(1): 9-17. Niveles de biomarcadores y predicción de la enfermedad de Alzheimer en pacientes con deterioro cognitivo leve ◗ El análisis del líquido cefalorraquídeo en el deterioro cognitivo leve parece una técnica fiable para identificar a los pacientes que van a desarrollar enfermedad de Alzheimer en los años siguientes ◗ La determinación de biomarcadores específicos en el líquido cefalorraquídeo puede tener una gran importancia diagnóstica, pronóstica y terapéutica lgunos autores consideran el deterioro cognitivo leve como el factor de riesgo más importante para desarrollar enfermedad de Alzheimer. Así, el 4060% de los pacientes con un deterioro cognitivo leve desarrollan enfermedad de Alzheimer durante los siguientes 5 años, aunque muchos otros tienen una forma estable de alteración de la memoria. A Desde hace varias décadas, las neurociencias están buscando diferentes mar- cadores neuropsicológicos, sanguíneos, radiológicos o en el líquido cefalorraquídeo (LCR) que puedan servir precozmente para reconocer a los pacientes que van a desarrollar enfermedad de Alzheimer; hasta la fecha no hay unanimidad a la hora de aceptar ninguno de ellos como marcador ideal. Sin embargo, entre los más prometedores se encuentran los biomarcadores que se pueden obtener analizando el LCR, como las proteínas Aβ-42, T-tau y P-tau, de los que hay múltiples estudios, y cuyos reactivos están disponibles comercialmente desde hace varios años. Las alteraciones en la concentración de esas proteínas en el LCR de los pacientes con enfermedad de Alzheimer se conocen desde 1996. Más de 20 estudios publicados para cada biomarcador han mostrado de forma consistente un descenso de los niveles de proteína Aβ-42 y un aumento de los de las proteínas Ttau y P-tau en los pacientes con enfermedad de Alzheimer, comparados con los sujetos control. La sensibilidad y la especificidad diagnósticas se sitúan en el 80-90% para cada biomarcador por separado. La combinación de los resultados de los tres biomarcadores se considera actualmente por algunos autores como el mejor biomarcador de enfermedad de Alzheimer. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 40 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 Sin embargo, la cuestión más interesante es saber si estos biomarcadores en el LCR son capaces de discriminar entre los pacientes con deterioro cognitivo leve que van a progresar hacia enfermedad de Alzheimer y los que van a mantenerse estables. Para intentar responderla, los autores realizaron un metaanálisis con los estudios publicados hasta septiembre de 2008 en pacientes con deterioro cognitivo leve en que se han analizado todos o alguno de esos biomarcadores en el LCR, con el objetivo de evaluar la rentabilidad diagnóstica de esta técnica para la predicción de los pacientes con deterioro cognitivo leve que van a progresar a enfermedad de Alzheimer. Los resultados de este metaanálisis muestran que la alteración de los niveles de T-tau y P-tau son muy sensibles para diferenciar entre los pacientes con deterioro cognitivo leve que van a desarrollar enfermedad de Alzheimer (DCLA) y aquellos otros que van a permanecer estables en el seguimiento (DCLE). Además, cuando se combinan los tres biomarcadores, la normalidad de todos ellos en un paciente con deterioro cognitivo leve hace muy improbable que pueda sufrir enfermedad de Alzheimer, al menos en los siguientes 4-5 años de evolución. Estos resultados son prometedores con vistas al paso de la técnica desde la investigación al uso clínico y con el fin de mejorar nuestro arsenal pronóstico en los pacientes con deterioro cognitivo leve. De hecho, ya en algunos hospitales terciarios comienza a usarse de forma sistemática, por aceptar su valor para el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer. La determinación de estos parámetros se está implementando tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. Por otra parte, la propuesta para incorporar la cuantificación de estos biomarcadores del LCR entre las pruebas complementarias para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer prodrómica puede apoyar su valor diagnóstico. El uso de los tres biomarcadores de forma simultánea, aceptando como prueba anormal el hecho de que al menos uno de ellos esté alterado, añade especificidad a la cuantificación de cada biomarcador por separado, lo que puede optimizar la predicción en una población heterogénea de deterioro cognitivo leve durante un periodo largo de observación. Teniendo en cuenta que en el deterioro cognitivo leve la clínica tiene una alta sensibilidad, pero una baja especificidad, y en el caso de estos biomarcadores combinados existe una alta especificidad, parecen el complemento adecuado para complementar aquélla, con el fin de poder reconocer a los pacientes que no van a desarrollar enfermedad de Alzheimer. Es posible que en un futuro próximo sea necesario cuantificar estos biomarcadores en el LCR antes de poder comenzar un tratamiento, actual o venidero, en pa- cientes con deterioro cognitivo leve, enfermedad de Alzheimer prodrómica o para realizar cualquier ensayo clínico en estas enfermedades. Los autores consideran que la principal limitación de este estudio es la diferencia del tiempo de seguimiento que existe entre los diferentes ensayos, lo que probablemente afecta a todas las variables estudiadas, e impide discutir los datos relativos al valor predictivo positivo y negativo de cada variable. Tampoco ha sido posible realizar el metaanálisis por subtipos de deterioro cognitivo leve, debido a la ausencia de datos en los diferentes estudios. A pesar de estas dificultades, el análisis preliminar del efecto umbral de los diferentes estudios les permitió inferir que éstos son comparables y, por tanto, proporciona validez a sus conclusiones. La implantación de esta técnica puede conllevar ciertas dificultades, como los reactivos no incluidos en los laboratorios de inmunología de forma sistemática, la punción lumbar como prueba invasiva y la necesidad de unas condiciones técnicas mínimas para un buen análisis del LCR. ■ Monge JA, Sánchez J, Muñoz C, Pampliega A, Montoya J, Leiva C. Biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con deterioro cognitivo leve: metaanálisis de su capacidad predictiva para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Rev Neurol. 2010; 50(4): 193-200. Enfermedad de Alzheimer frente a demencia vascular ◗ Tradicionalmente, las demencias se clasificaban en demencia vascular, originada por factores vasculares, y la enfermedad de Alzheimer, que estaría condicionada por otros factores degenerativos ◗ En los últimos años una serie de estudios están poniendo de relieve la importancia de los factores de riesgo vascular también para la enfermedad de Alzheimer os conocimientos sobre la demencia se remontan a la antigüedad. Así, la palabra demencia fue utilizada L inicialmente por los romanos (proviene de la expresión de mens, es decir, ausencia de mente). Fue San Isidoro, obispo de Sevilla, quien en el año 600 definió el término por primera vez, y en el siglo XVII Thomas Willis describió los primeros casos de demencia vascular, diferenciándolos del retraso mental y exponiendo con notable acierto muchas de sus causas; sin embargo, el concepto de demencia vascular comienza a finales del siglo XIX con Otto Biswanger y Alois Alzheimer, que desarrollaron la primera clasificación de este tipo de demencias. Posteriormente, en 1906, Alzheimer describió en una ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 41 LITERATURA MÉDICA comentada paciente de 51 años de edad la enfermedad que lleva su nombre. E. Kraepelin diferenció la demencia de origen vascular, a la que denominó demencia senil, de la nueva enfermedad descrita por Alzheimer, que fue identificada en personas más jóvenes. A finales de los años sesenta, Sir Martin Roth y su equipo, en Newcastle, demostraron que la gravedad de la demencia dependía de la cantidad de lesiones neuropatológicas, trayendo a un primer plano la importancia de la enfermedad de Alzheimer como principal etiología del síndrome demencial también en los ancianos. Cada vez resulta más evidente que el hecho de que la enfermedad de Alzheimer se presente predominantemente en la última época de la vida debe guiar nuestros intentos de comprensión de los factores que la determinan. Probablemente, la aparición o no de la patología es el complejo resultado de factores protectores y de riesgo durante muchos años, así como de una propensión genética cuya expresión también puede modificarse en el tiempo y en relación con diversos factores ambientales. En los últimos años, múltiples evidencias epidemiológicas, clínicas, fisiopatológicas y neuropatológicas relacionan la enfermedad de Alzheimer con la enfermedad vascular cerebral, relación en la que los autores del estudio pretendían profundizar. tológicas propias de la enfermedad de Alzheimer y lesiones vasculares, pero esta coincidencia puede interpretarse de muchas maneras: a) podría ser la simple coincidencia de dos patologías muy prevalentes en el anciano; b) la patología cardiovascular podría provocar o precipitar la aparición de la enfermedad de Alzheimer; c) la patogenia de la demencia podría ser aditiva (Alzheimer más vascular), y d) clasificación errónea del tipo de demencia. En el caso de que exista una verdadera influencia de los factores vasculares sobre la enfermedad de Alzheimer, esta influencia podría deberse a efectos puramente vasculares, o bien a efectos directos sobre la acumulación de beta-amiloide. La importancia de la relación entre la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular no sólo es nosológica, sino que también tiene importantes implicaciones terapéuticas y preventivas. Estudiar la relación entre ambas patologías no es tarea sencilla. Para empezar, los criterios diagnósticos de la enfermedad de Alzheimer excluyen a cualquier paciente que presente demencia vascular. No obstante, la relación entre ambas parece existir a diversos niveles. Se ha demostrado, mediante autopsia, la coexistencia de lesiones anatomopa- medad de Alzheimer y los diferentes factores de riesgo cardiovascular, y concluyen que el hallazgo de factores de riesgo vascular para la enfermedad de Alzheimer potencialmente corregibles abre una nueva era en el campo de la prevención de esta enfermedad. Aunque la acción sobre esos factores de riesgo en la fase prodrómica de la enfermedad, o una vez que ésta se ha iniciado, no parece haber dado resultados positivos, es necesario tener en cuenta que la mayoría de los estudios realizados parecen confirmar que la acción dañina de estos factores se produce décadas antes de la presentación de la enfermedad. Esto implica que las actuaciones preventivas tendrán que planificarse a muy largo plazo y realizarse en personas de mediana edad, cuando el perjuicio sobre el cerebro aún no se ha producido. Aún queda mucho que investigar para acabar de describir y caracterizar todos los factores de riesgo vascular que también actúan sobre la enfermedad de Alzheimer y conocer más íntimamente sus mecanismos de actuación para poder diseñar los planes preventivos más adecuados. Los autores esperan que, sobre las bases ya establecidas de los grandes estudios poblacionales realizados, se avance en los próximos años hasta conseguir estos objetivos. ■ Regalado P, Azpiazu P, Sánchez ML, Almenar C. Factores de riesgo vascular y enfermedad de Alzheimer. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009; 44(2): 98-105. Los autores valoran múltiples trabajo publicados sobre la relación entre la enfer- ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 42 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer ◗ Actualmente, el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en la aplicación de criterios clínicos, ya que hasta la fecha no se han establecido marcadores biológicos con la fiabilidad y la especificidad necesarias ◗ Abordar la enfermedad precozmente facilita el manejo clínico, ya que permite adelantarse a la aparición de los síntomas ◗ El desarrollo de técnicas complejas de imagen con nuevos trazadores supone un avance hacia el diagnóstico preclínico de la enfermedad a enfermedad de Alzheimer es una afección neurodegenerativa que se caracteriza por la presencia de deterioro cognitivo y conductual de inicio insidioso y curso progresivo, de aparición en la edad adulta, principalmente en la vejez. Actualmente está considerada como la causa más frecuente de demencia neurodegenerativa en los países desarrollados y su prevalencia se incrementa con la edad. Su etiología es desconocida, aunque se considera una enfermedad de causa multifactorial y compleja, y la edad es el principal factor de riesgo no modificable. L Los cambios neuropatológicos propios de la enfermedad de Alzheimer se caracterizan fundamentalmente por la agregación anormal de proteínas. En concreto la tau hiperfosforilada intraneuronal en forma de ovillos neurofibrilares y la beta-amiloide extraneuronal en forma de placas seniles. Gradualmente, estos cambios conllevan una pérdida de sinapsis y neuronas, que se manifiestan clínicamente como alteraciones cognitivas. Es bien sabido que la patología neuronal puede empezar incluso hasta una década antes de que se inicie la sintomatología clínica. Los criterios de enfermedad de Alzheimer actuales requieren la presencia de déficits cognitivos relevantes y demencia, lo que implica que cuando se realiza el diagnóstico el daño neuropatológico subyacente es muy importante y afecta de forma generalizada a un gran número de áreas cerebrales. La enfermedad de Alzheimer podría convertirse en un grave problema de salud pública durante las próximas décadas, al generar un estado de dependencia psicológica, moral, y de elevado coste social y económico. Aunque en los últimos años se han desarrollado tratamientos prometedores, es necesario realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad para poder llevar a cabo ensayos clínicos de fármacos modificadores del curso evolutivo de la afección y mostrar su eficacia en fases lo más iniciales posibles, preferiblemente en la fase preclínica o prodrómica. Actualmente, el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en la aplicación de criterios clínicos, ya que hasta la fecha no se han establecido marcadores biológicos con la fiabilidad y la especificidad necesarias. Se han definido criterios generales para la demencia y otros específicos para la enfermedad de Alzheimer. Según estos criterios, para establecer el diagnóstico definitivo de enfermedad de Alzheimer es necesaria la confirmación histopatológica, mientras que el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer probable puede realizarse si existe una demencia de inicio insidioso y progresivo, en ausencia de otras enfermedades sistémicas o cerebrales que puedan explicar el trastorno cognitivo. Los criterios diagnósticos actuales de enfermedad de Alzheimer conllevan algunos inconvenientes importantes. El principal de ellos es que cuando los pacientes cumplen los criterios mencionados ya han desarrollado una demencia, presentando un deterioro significativo en varias áreas cognitivas, por lo que el grado de patología presente en el cerebro ya es generalizado. Por tanto, probablemente es demasiado tarde para que puedan beneficiarse de una posible intervención farmacológica que modifique el curso evolutivo de la enfermedad. Además, estos criterios no permiten establecer un diagnóstico etiológico de enfermedad de Alzheimer, sino que éste se realiza por exclusión. Es evidente que la precocidad del diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer genera beneficios para el paciente en varios contextos: médico, personal y social. Desde el punto de vista médico, abordar la enfermedad precozmente facilita el manejo clínico, ya que permite adelantarse a la aparición de los síntomas. A su vez, si consideramos que en el futuro dispondremos de fármacos que modifiquen el curso evolutivo de la enfermedad, su utilización deberá aplicarse, si no es viable en la fase preclínica, al menos en la fase prodrómica de la enfermedad, años antes de la aparición de la demencia. En este sentido, los nuevos criterios de investigación para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer han sido un primer paso y un avance significativo para clasificar a los pacientes cuando presenten una sintomatología muy leve y todavía no se haya instaurado una demencia. Sin embargo, los criterios requieren un mayor desarrollo, caracterización, protocolización y normalización de los diferentes marcadores biológicos propuestos. Aunque los criterios especifican que las pruebas objetivas de memoria se deben aplicar con un ensayo de recuerdo facilitado, no está claro qué pruebas neuropsicológicas se deben administrar en concreto o qué punto ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 43 LITERATURA MÉDICA comentada de corte es el más adecuado para definir lo que se considera normal o patológico. Por último, cabe resaltar que no todos los centros disponen de los recursos económicos y logísticos necesarios para aplicar técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones, o el estudio de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo mediante punción lumbar. Ello puede dificultar la aplicación de los nuevos criterios en todos los centros. A pesar de estas limitaciones, los nuevos criterios de enfermedad de Alzhei- mer propuestos suponen un avance relevante en el campo de la enfermedad, con una posibilidad cada vez mayor de que los pacientes puedan ser diagnosticados de forma precoz, con las ventajas médicas, psicológicas y sociales que supone para el paciente y para el cuidador. El desarrollo de nuevas técnicas de imagen con nuevos trazadores supone un inicio prometedor para el diagnóstico preclínico de la enfermedad de Alzheimer. El seguimiento de sujetos con características biológicas de la enfermedad, así como el estudio de las variables modificadoras de la evolución, puede resultar de alta relevancia si algún día disponemos de fármacos modificadores del curso evolutivo de la enfermedad, que podrían aplicarse incluso previamente al inicio del deterioro cognitivo, hecho que supondría un primer paso significativo hacia la profilaxis de la enfermedad de Alzheimer. ■ Valls-Pedret C, Molinuevo JL, Rami L. Diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer: fase prodrómica y preclínica. Rev Neurol. 2010; 51(8): 471-480. Prevalencia de enfermos con Alzheimer y consumo de fármacos ◗ La enfermedad de Alzheimer es uno de los trastornos degenerativos más importantes en la población mayor de 65 años ◗ En la actualidad hay fármacos para el tratamiento de esta enfermedad en sus diferentes fases ◗ La mejora en la calidad de la prescripción, el aumento de la edad poblacional y un mayor acceso al especialista están condicionando un incremento en el consumo de fármacos para el Alzheimer a enfermedad de Alzheimer se describió en 1906 y, a pesar de los continuos avances en su conocimiento, su tratamiento se encuentra en una fase incipiente, ya que los fármacos existentes limitan el avance de la enfermedad y retrasan su progresión natural. Sin embargo, aunque no pueden evitar o curar la enfermedad, fueron aprobados únicamente por su efecto sintomático. En España, el proceso de envejecimiento se está produciendo de una forma acelerada, y el hecho de envejecer se está convirtiendo en una realidad natural. Junto a este proceso de envejecimiento aparecen enfermedades añadidas, como la enfermedad de Alzheimer o la fragilidad del anciano, definida como la pérdida de capacidad de L adaptación fisiológica u homeostática que lo hace vulnerable a la dependencia, la institucionalización y la muerte. Debido a la alta prevalencia de fragilidad y su comorbilidad, se deben poner todos los medios al alcance para realizar prevención secundaria, junto con un tratamiento precoz y eficaz de la enfermedad de Alzheimer en los casos en que esté indicado. Los principales fármacos aprobados entre 1998 y 2002, y utilizados en España para la enfermedad de Alzheimer leve-moderada, son el donepezilo, la rivastigmina y, en los casos de enfermedad moderada-grave, la galantamina y la memantina. Estos fármacos se pueden considerar como tratamiento específico de todos los pacientes con enfermedad de Alzheimer, aunque con limitaciones (los anticolinesterásicos no están indicados en casos de enfermedad avanzada, y la memantina en los casos incipientes). El objetivo de los autores era estudiar la evolución del consumo de fármacos contra la demencia en Castilla-La Mancha, desde 2004 a 2008, y estimar la prevalencia de enfermedad de Alzheimer en la población mayor de 65 años. Los autores obtuvieron la información de la base de datos de medicamentos del Área de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Según esta fuente, el consumo se considera habitualmente como una aproximación aceptable. Se obtuvo el número anual de envases vendidos entre 2004 y 2008 (datos disponibles), y a partir de esta cifra se ha calculado la cantidad total de miligramos del principio activo por año, para el conjunto de Castilla-La Mancha y para cada provincia. Las poblaciones para el cálculo de las tasas (DHD) de cada uno de los años fueron obtenidas a partir de la base de datos TEMPUS del Instituto Nacional de Estadística. Los autores eligieron el grupo de edad de más de 65 años por ser la población diana a la que están dirigidos esos fármacos y en la que se basa la ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 44 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 LITERATURA MÉDICA comentada mayoría de los estudios. Igualmente, calcularon el cambio porcentual anual entre 2004 y 2008. Los autores analizaron los resultados considerando estos fármacos como tratamiento específico de todos los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Así, se estimó una prevalencia regional en la población mayor de 65 años de 2,04 casos/100 en 2004 y de 2,98 casos/100 en 2008, lo que representa un incremento de un 6,3% medio de cambio anual (el 31% en todo el periodo); en cifras absolutas suponen para Castilla-La Mancha entre 7.407 casos en 2004 y casi 11.000 casos en 2008 de enfermedad de Alzheimer de grados leve a grave; sin embargo, hay diferencias provinciales, con el máximo en Albacete (3,73%) y el mínimo en Toledo (2,81%). En general, el consumo de fármacos se ha incrementado en todo el periodo en todas las provincias un 23-36% (sin ser estadísticamente significativo), pasando de una tasa de 2,04 en 2004 a 2,98 en 2008. Existe un crecimiento en el consumo de todos los fármacos, excepto para la memantina, que ha reducido su consumo de una tasa de 2,04 a 1,76 para toda Castilla-La Mancha. El fármaco de mayor consumo es el donepezilo en todas las provincias. Los autores consideran que el consumo de estos fármacos está incrementándose en Castilla-La Mancha debido a tres causas: a) por los cambios producidos en la pirámide poblacional, con casi el 20% de la población mayor de 65 años; b) por un mayor acceso a los servicios médicos especializados, y c) por una mejora de la calidad de la prescripción farmacéutica, con mayores consensos terapéuticos y mayores dosis de mantenimiento de los fármacos. Los autores concluyen que el perfil de prescripción encontrado en Castilla-La Mancha es similar al descrito en otros estudios: el donepezilo es el fármaco utilizado en primer lugar, seguido de rivastigmina, galantamina y memantina. Asimismo, consideran que la validez de los datos está avalada por el control de estos enfermos por parte de los especialistas, por el consenso en el tratamiento con dosis estándares y por el uso casi exclusivo de esos fármacos en esta enfermedad, unido al visado farmacéutico de la inspección. Los resultados de este trabajo pueden determinar la prevalencia mínima de enfermedad de Alzheimer mediante el consumo de fármacos en todas sus formas, observando una variabilidad interprovincial no debida a causas médicas propiamente dichas. La implantación y revisión en España de guías de práctica clínica evitará o disminuirá las diferencias encontradas, incrementará el consumo de estos fármacos, y ayudará a que se mejore el cuidado, las expectativas y la calidad de vida de los pacientes y su entorno. ■ Criado-Álvarez JJ, Romo C. Variabilidad y tendencias en el uso de fármacos contra la demencia. Estimación de la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en Castilla-La Mancha. Rev Neurol. 2010; 25(4): 234-238. Terapia combinada frente a terapia simple en la enfermedad de Alzheimer ◗ La enfermedad de Alzheimer representa más del 50% de las demencias ◗ Existe una gran necesidad de desarrollar estrategias que modifiquen el curso evolutivo de la enfermedad ◗ La terapia combinada mejora el curso evolutivo de la enfermedad a enfermedad de Alzheimer representa más del 50% de las demencias, por lo que genera unas elevadas necesidades sanitarias, sociales y económicas, y constituye uno de los retos a los que tendrá que enfrentarse la sociedad futura. El diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer es importante para el desarrollo y la aplicación de estrategias terapéuticas destinadas a retrasar la evolución de la L enfermedad y a su prevención. Por tanto, existe una gran necesidad de desarrollar estrategias que modifiquen el curso evolutivo de la enfermedad, dado que un tratamiento que retrasara el inicio de la demencia en 5 años, reduciría el coste sanitario en un 50%. En este sentido, es fácil pensar que el tratamiento futuro de la enfermedad de Alzheimer se basará en la combinación de un tratamiento modificador del cur- so evolutivo junto a uno sintomático. No obstante, en la actualidad, el tratamiento es exclusivamente sintomático, si bien se dispone de una doble aproximación terapéutica con indicación aprobada. Por una parte, los inhibidores de la acetilcolinesterasa, cuyo mecanismo de acción se basa en la inhibición selectiva de la acetilcolinesterasa –caso del donepecilo y la galantamina– y también de la butirilcolinesterasa –caso de la rivastigmina–. Estos fármacos se aprobaron hace más de una década para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer leve-moderada, basándose en la mejora sintomática de la función cognitiva, de las actividades de la vida diaria y la favorable impresión clínica global. La memantina constituye, a su vez, otro tratamiento sintomá- ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 46 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 tico que presenta un mecanismo de acción farmacológico distinto y complementario. Actúa bloqueando la activación tónica patológica de los receptores N-metil-D-aspartato, producida por concentraciones micromolares de glutamato como consecuencia de la despolarización de membrana propia de procesos neurodegenerativos crónicos. La memantina se encuentra en la actualidad aprobada para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer levemente moderada a grave, a partir de la demostración en ensayos clínicos de unos resultados positivos basados en los mismos parámetros de eficacia que los inhibidores de la acetilcolinesterasa. Dado que ambas aproximaciones terapéuticas presentan mecanismos de acción complementarios, el objetivo de este artículo era revisar con detalle tales mecanismos de ambos grupos farmacológicos, así como la evidencia existente sobre la eficacia de la terapia combinada. La estrategia terapéutica inicialmente empleada para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer se basaba en la denominada «hipótesis colinérgica», según la cual la mayor parte del déficit cognitivo y funcional de los pacientes con enfermedad de Alzheimer es una consecuencia directa de un marcado déficit colinérgico en el sistema nervioso central; en este sentido, los tres fármacos inicialmente comercializados (donepecilo, rivastigmina y galantamina) con efectos colinomiméticos presentan un mecanismo de acción basado en la inhibición de la enzima acetilcolinesterasa. La memantina, a su vez, presenta un mecanismo de acción complementario, centrado en el antagonismo no competitivo, de moderada-baja afinidad, del receptor N-metil-D-aspartato. Los primeros resultados sobre terapia combinada provienen de un ensayo doble ciego: los pacientes tratados con tratamiento combinado memantina/donepecilo mostraron una superioridad estadísticamente significativa respecto a donepecilo/placebo tanto en las variables de cognición como en las actividades de la vida diaria, con una mejoría global; además, la terapia combinada se asoció a una estabilización de la función cognitiva, mientras que el tratamiento sólo con inhibidores de la acetilcolinesterasa se relacionó con un declive continuo. La terapia combinada fue segura y bien tolerada, y presentó un perfil de seguridad similar al del inhibidor aislado. Por consiguiente, estos resultados demostraron por primera vez que la combinación de un antagonista del receptor N-metil-D-aspartato y un inhibidor de la acetilcolinesterasa en pacientes con enfermedad de Alzheimer avanzada era beneficiosa y superior al tratamiento sólo con inhibidores de la acetilcolinesterasa. La importancia de los síntomas conductuales condujo al estudio selectivo de esta combinación farmacológica sobre ellos, y se observó que los pacientes tratados con terapia combinada presentaban unas puntuaciones totales significativamente menores que los tratados sólo con un inhibidor de la acetilcolinesterasa. Los autores han concluido que la memantina proporciona un beneficio clínico mantenido durante al menos 2 años y que disminuye el grado de progresión del deterioro cognitivo. Esta mejoría observada sobre la cognición debido a la terapia combinada se asocia a una mejora en las actividades de la vida diaria y a un mantenimiento de una mayor funcionalidad, aspecto que queda completamente demostrado al retrasar de forma significativa el ingreso en una residencia sin prolongar el tiempo hasta la defunción. Finalmente, estos aspectos beneficiosos de la terapia combinada no suponen una mayor carga económica, al haber demostrado los estudios de coste-efectividad que el tratamiento combinado es mejor a partir del año de tratamiento. En función de estos resultados, quizá debería replantearse el momento de inicio y la duración del tratamiento combinado, dejando la decisión final en manos de la respuesta terapéutica observada en cada paciente. ■ Molinuelo JL. Memantina: el valor de la terapia combinada. Rev Neurol. 2011; 52(2): 95-100. Demencia en pacientes menores de 65 años, o demencia frontotemporal ◗ La demencia frontotemporal se define como una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por un cambio progresivo en la personalidad y en el comportamiento ◗ Es importante realizar el diagnóstico diferencial con los trastornos del estado de ánimo ◗ Se considera la segunda causa más frecuente de demencia en menores de 65 años l diagnóstico de la demencia frontotemporal ha sido durante años un reto para muchos clínicos que se enfrentaban, por un lado, a un importante desconocimiento sobre esta enfermedad y, por otro, a una falta de consenso en los criterios diagnósticos. La idea de que la definición de demencia implica un trastorno general de la memoria y el desinterés por los aspectos no cogniti- E ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 47 LITERATURA MÉDICA comentada vos de las demencias han propiciado que se prestara poca atención a los trastornos de presentación focal. Sin embargo, se ha logrado despertar un creciente interés científico tras las investigaciones llevadas a cabo en 1986 por parte de los grupos de Lund y Manchester y la aparición de los datos sobre la prevalencia de este tipo de demencia. Este auge se reflejó en 1998, cuando se establecieron unos criterios diagnósticos consensuados que siguen vigentes en la actualidad. En cuanto a los datos de prevalencia, los diferentes estudios no siempre obtienen resultados similares. La mayoría de los autores coinciden en señalar que un 10% de los casos de demencia degenerativa primaria corresponde a demencia frontotemporal, considerándose la segunda causa más frecuente de demencia en las personas menores de 65 años. También señalan que habitualmente se inicia en torno a la tercera década de la vida y que la duración de la enfermedad suele oscilar entre 3 y 5 años. Clínicamente se diferencian tres síndromes básicos: variante frontal, afasia progresiva primaria no fluente y demencia semántica. Siguiendo esta clasificación de consenso, los autores se refieren a la variante frontal de la demencia frontotemporal. La característica primordial de la demencia frontotemporal, variante frontal, es un grave trastorno de conducta y de la personalidad del paciente, que se refleja en la dificultad para modular el comportamiento ante situaciones sociales. Son frecuentes las alteraciones de los hábitos orales y relacionados con la ingesta, como la comida excesiva, el consumo excesivo de tabaco y alcohol, y la exploración oral de objetos incomestibles. Frecuentemente se observan conductas rituales y estereotipadas. En la fase inicial de la enfermedad, estas alteraciones de conducta y de personalidad suelen prevalecer a los déficits cognitivos, lo que dificulta la posibilidad de realizar un diagnóstico precoz. En los estadios precoces, la exploración neurológica convencional es normal y la capacidad cognitiva global y la memoria pueden estar conservadas. Los test neuropsicológicos generales (Test Minimental) son normales. La memoria es normal o está poco afectada. Existe una afectación de la capacidad ejecutiva, de la fluencia verbal, del pensamiento abstracto y del razonamiento. Los fallos en los test frontales son llamativos cuando el enfermo aún puntúa normalmente, o casi, en los test cognitivos generales. Las alteraciones emocionales suelen observarse ya al principio de la enfermedad, y a veces son difíciles de distinguir de los estados depresivos o hipomaniacos. A menudo, los síntomas de ansiedad y depresión y los cambios rápidos de humor dan paso a la despreocupación emocional. El afecto se describe a menudo como aplanado e indiferente, y el paciente muestra escasa frustración o malestar en relación con sus propias alteraciones. Los autores consideran que existen tres motivos que dificultan el diagnóstico diferencial entre demencia frontotemporal y los trastornos del estado de ánimo. En primer lugar, en la demencia frontotemporal siempre están presentes cambios emocionales y del comportamiento. En las primeras fases suelen ser no específicos y difíciles de reconocer como primeras manifestaciones de una demencia. Así, suelen sugerirse otras explicaciones, como trastornos depresivos, episodios maniacos o problemas psicosociales. El estado de ánimo de euforia, en especial cuando se asocia a un aumento de la locuacidad y la agitación, puede confundirse en un primer momento con un estado de manía o hipomanía. En segundo lugar, en la fase inicial de la enfermedad, estas alteraciones de conducta y de personalidad suelen prevalecer sobre los déficits cognitivos, lo que dificulta la posibilidad de realizar un diagnóstico precoz. En tercer lugar, en los estadios precoces, la exploración neurológica convencional es normal, y las pruebas complementarias que podrían proporcionar información al respecto son la resonancia magnética y la exploración neuropsicológica; en este sentido, los autores destacan la necesidad de realizar una exploración neuropsicológica integral que incluya de forma especial las funciones frontales, ya que si se realizan pruebas de cribado o test generales es posible que, en una fase inicial, no se detecten los déficits. Por último, los autores destacan los datos de prevalencia, ya que esta afección se considera la segunda causa más frecuente de demencia en menores de 65 años. Por tanto, en pacientes con una edad comprendida entre los 50 y los 60 años y sin antecedentes psiquiátricos previos, constituye un diagnóstico que es fundamental tener en cuenta. ■ Charro C, Diéguez E, González LA. La demencia más psiquiátrica: demencia frontotemporal, variante frontal. Psicogeriatria. 2010; 2(4): 227-232. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 48 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 ¿Se nos olvida? Sección coordinada por M. Blasco Valle Abordar un adecuado tratamiento farmacológico de la demencia María Pilar Pérez Médico. Grupo INSAN. Zaragoza ebido al envejecimiento poblacional la prevalencia de las demencias tipo Alzheimer y vasculares se ha incrementado y, aunque la manifestación más importante de las mismas es el deterioro cognitivo, lo que más afecta al entorno familiar son los trastornos de la conducta. Agresividad, agitación, alucinaciones, delirios, trastornos de identificación, alteraciones del sueño, desorientación y otros, generan ansiedad y la exigencia de una pronta solución depositándose excesivas esperanzas en algunos fármacos de eficacia y seguridad controvertida. D Hoy por hoy no existe una prevención primaria de la demencia y las intervenciones de tipo informativo dirigidas a cuidadores o familiares, así como las actividades de estimulación sensorial o interacción social dirigidas al propio paciente (ejercicios, vídeos, musicoterapia, juegos...) cuentan con limitadas evidencias sobre su eficacia y por ello, en la práctica, no sustituyen a la prescripción de medicamentos. Entre éstos los hay supuestamente diseñados para mejorar el trastorno cognitivo (donepezilo, galantamina, rivastigmina y memantina), pero su uso se asocia a un modesto beneficio y además no disminuyen los síntomas de tipo conductual o neuropsiquiátricos que son los más llamativos y alarmantes. Estos síntomas se intentan controlar con antipsicóticos, bien sean los convencionales (haloperidol, fenotiazinas) o los llamados de segunda generación (risperidona). A pesar de su sistemática indicación ofrecen una eficacia modesta frente a síntomas como la agresividad o la agitación y aún menor frente a las alucinaciones o los delirios y son nada eficaces frente la desorientación, retraimiento, incontinencia y desinhibición. Además, algunos efectos adversos asociados al haloperidol y a las fenotiazinas pueden ser invalidantes, como los trastornos extrapiramidales (parkinsonismo, distonías, discinesias, acatisia, síndrome neuroléptico maligno) o muy molestos como los efectos anticolinérgicos (estreñimiento, retención urinaria, sequedad de boca, visión borrosa). El haloperidol ha sido el más usado pero actualmente sólo se recomienda para tratar cuadros de agresividad. Los antipsicóticos de segunda generación presentan un perfil de seguridad más favorable especialmente en lo que se refiere al riesgo de reacciones extrapiramidales. Risperidona ha mostrado su eficacia para el control de la agresividad y de algunos síntomas psicóti- cos y su relación beneficio/riesgo es más favorable. Sólo ésta (en menor medida olanzapina) ha demostrado una eficacia modesta pero significativa en estudios realizados frente a placebo. Aún así puede originar aumento de peso, alteraciones cardiovasculares (hipotensión ortostática, prolongación del intervalo QT, aumento de la presión arterial, arritmias y muerte súbita), trastornos metabólicos (hiperglucemia, diabetes mellitus, dislipemia) y con menor frecuencia síntomas extrapiramidales (discinesia tardía, síndrome neuroléptico maligno), así como sedación, fatiga, confusión y alteraciones de la micción y de la función cognitiva y mental. En España sólo risperidona está autorizada para el tratamiento (a corto plazo) de los trastornos del comportamiento asociados a la demencia y se restringe (como figura en ficha técnica) a los pacientes con «cuadros de agresividad o síntomas psicóticos graves o trastornos de la actividad que no responden a medidas no farmacológicas». Habiéndose observado un aumento de los casos de ictus y otros eventos cerebrovasculares y mayor tasa de mortalidad en pacientes ancianos tratados con risperidona y olanzapina (algunos estudios observacionales y metaanálisis, extienden el riesgo al resto de antipsicóticos) su prescripción en mayores de 75 años requiere visado de inspección para ajustarse a las condiciones comentadas. Cuando se indique se debe prescribir por un tiempo limitado, comenzando con dosis bajas y aumentándolas en función de la respuesta. Si se suspende debe hacerse siempre de forma gradual. Asociados a estos antipsicóticos, se usan benzodiazepinas (útiles en pacientes con ansiedad, alteraciones del sueño, irritabilidad o tensión emocional), así como anticonvulsivantes, betabloqueadores y antidepresivos, pero siempre recordando que en este tipo de patología, en la que no está claramente definida su función, un exceso de medicación puede quebrar el principio de primun non noscere. ■ Bibliografía The treatment of dementia. Merec Bull. 2007; 18(1): 1-7. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 56 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 56 7DM834SENOSOLVIDA.indd 56 21/9/11 10:56:49 Gestión sanitaria SECCIÓN PATROCINADA POR TRABAJAMOS PARA EL BIENESTAR DE LA SOCIEDAD Feliz aniversario Manel Peiró Director del Área de Gestión Sanitaria. ESADE e cumplen 20 años de la publicación del Informe y Recomendaciones de la Comisión para la Revisión del Sistema Nacional de Salud, más conocido como Informe Abril Martorell por el nombre de quien fue presidente de la Comisión. S El Informe fue uno de los intentos más serios y notables para la transformación del sistema sanitario español y a pesar de que la Comisión fue creada por consenso entre los partidos políticos del Congreso, y que contó con una muy amplia participación de expertos, el informe final fue muy criticado y se desechó como protocolo para la reforma del sistema sanitario. En definitiva, el Informe fue relegado, ninguna de sus 64 recomendaciones para la reforma del sistema sanitario llegó a implantarse pero, a pesar de ello, su influencia ulterior ha sido formidable. No deja de ser curioso revisar las razones que justificaron la creación de la Comisión, que ciertamente podrían suscribirse en la actualidad: «crecientes tensiones económicas derivadas del imparable aumento de los gastos sanitarios, profundas mutaciones demográficas, nuevas actitudes sociales y la presión incesante del acelerado progreso técnico-médico demandan en todo el mundo la revisión y transformación de los actuales sistemas de asistencia sanitaria. Ninguno, cualesquiera que sea su estructura, su financiación, su ámbito y sus características, es capaz de resistir las sacudidas producidas por este torrente de tendencias.» Ciertamente 20 años no pasan en balde. Algunas de las 64 recomendaciones del Informe han perdido su vigencia, debido a la culminación del proceso de transferencias a las comunidades autónomas o superadas por las propias transformaciones del sistema de salud. Otras inciden en cuestiones cruciales, pero más que recomendaciones parecen una relación de buenos deseos sin mayores consideraciones. Pero tanto la parte más conceptual del Informe (recogida en el capítulo Bases para la Reforma) como la gran mayoría de las 64 Recomendaciones siguen manteniendo en líneas generales una vigencia plena e inciden directamente en el debate actual: desde la necesidad de potenciar el Consejo Interterritorial, a la separación de funciones de financiación y provisión, pasando por la autonomía financiera y patrimonial de hospitales y centros de salud convertidos en sociedades estatales, la aplicación de la legislación laboral en sustitución del estatuto de personal, la participación en el pago de los usuarios o la necesidad de evaluar las nuevas tecnologías médicas, por citar sólo algunas de ellas. Parece pues que la realidad sigue siendo tozuda. En todos los debates y propuestas de reforma del sistema de salud buena parte de la letra y de la música del Informe Abril Martorell, al que hace 20 años se hizo caso omiso, sigue estando presente. ¿Qué hubiera pasado si en su momento se hubieran aplicado las recomendaciones de la Comisión? Obviamente es imposible saberlo, pero parece lógico pensar que de haberse aplicado algunas recomendaciones no estaríamos debatiendo sobre las mismas cuestiones 20 años más tarde, con la diferencia de que en la actualidad los problemas se han acrecentado de un modo exponencial. El gasto sanitario crece más de lo que lo hace la economía y aún más en el contexto actual de crisis, la población ha envejecido, España es el país de Europa con una mayor proporción de población inmigrante, los ciudadanos no parecen dispuestos a contribuir económicamente para sostener un sistema sanitario muy bien valorado y difícilmente se va a poder sostener un sistema de salud de «barra libre» que incluye las últimas innovaciones. En estos 20 años el sistema de salud ha mejorado la calidad de la asistencia, pero su administración no ha evolucionado de un modo acorde. Se ha acrecentado la rigidez y la burocratización de los procedimientos administrativos, la colonización política de los cargos directivos, la opacidad en la rendición de cuentas, la ausencia de evaluación (de tecnologías o procedimientos), por no mencionar la corrupción política o la ausencia de un buen gobierno, como señalan Meneu y Ortún en una brillante aportación1. Parece que como sociedad tenemos algunas dificultades para transformar y modificar al sector sanitario en particular y al sector público en general, y sin cambios en profundidad quizá no vamos a poder sostener el sistema sanitario ni mantener su excelencia. Cambiar es pedalear y avanzar, pero oponerse a los cambios además de detenerse puede suponer el riesgo de caerse de la bicicleta. Las experiencias anteriores no invitan precisamente al optimismo, de modo que cuando se cumplen 20 años de la publicación del Informe Abril Martorell, de lo que pudo haber sido y no fue, poco nos queda más que celebrar tan señalado aniversario. ¡Muchas felicidades! ■ Bibliografía 1. Meneu R, Ortún V. Transparencia y buen gobierno en sanidad. También para salir de la crisis. Gaceta Sanitaria 2011; 25(4): 333-338. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 57 7DM834GESTIONSANITARIA.indd 57 57 21/9/11 10:57:11 @ O P I N ¿Quiere compartir su opinión? I Ó N Periferias Regístrese en: www.sietediasmedicos.com Mi casa está en mi mente (Bob Marley) l cuerpo no es un constructo humano sino una organización sociológica y arquitectónica que llamamos ciudad. No hay apenas diferencias entre estas dos soluciones habitacionales. Me gusta bastante llegar a una ciudad que no conozco al igual que me gusta explorar a un paciente nuevo del cupo. Me pregunto si tendrá oficina de información y turismo con la misma intensidad que si tendrá hepatomegalia. Tomo una foto panorámica con la misma intensidad con la que describo el estado general. Las ciudades y los cuerpos coloniales son mis favoritos. Las ciudades y los cuerpos de primera hora de la mañana poseen la mansedumbre de los consultores de las multinacionales. Si quieres explorarlos bien, tienes que quitarles la corbata. Por el contrario, si quieres explorar bien a los cuerpos y a las ciudades de última hora de la noche, tienes que lamerles las heridas antes de suturarlas. Evidentemente las ciudades como los cuerpos humanos no se dejan besar en la primera cita y ocultan lo esencial en forma de cualquier manera de frontera, llámese piel o casco histórico. En estos últimos años, no he adquirido convicción más inquebrantable que la que sostiene que la esencia de los cuerpos y las ciudades se encuentra en las periferias. Siempre hay que evitar las arterias principales. E El turista y el cardiólogo, inocentes, piensan que lo importante queda en el corazón de la ciudad Hay ciudades y cuerpos previsibles, pero hay otros asépticos y misteriosos, que les abres la barriga y no sabes si te vas a encontrar con una apendicitis cangrenada o con un manojo de nervios; con un mercado central, con un casino obrero o con la estación de buses. Roberto Sánchez Médico residente de Atención Primaria. Centro de Salud Prosperidad. Área 2. Madrid El turista y el cardiólogo, inocentes, piensan que lo importante queda en el corazón de la ciudad. En otra escala (del mapa) lo menos representativo de un país es su capital. Es una pena. Es lo que yo llamo la pena capital. Hay que visitar las provincias retroperitoneales si se quiere buscar la verdad con un mínimo de seriedad. El neumólogo o el nefrólogo son médicos de vísceras capitales de provincia. El psiquiatra es un médico de las cabezas de comarca. Pero el médico de familia es un médico de periferias. No hay nadie que le tome el pulso a la ciudad como él. Siempre prefiere fotografiar la ropa tendida de las casas que la Plaza Mayor. Conoce acerca de las aguas fecales y sus desembocaduras. A veces, si sabe de buena tinta, redacta un itinerario con el mismo ahínco que la historia clínica. No me he encontrado un libro en el mercado que se parezca más al Harrison que la Lonely. Asimismo, no he encontrado un libro más parecido al Farreras que la Guía Azul. Parece que no, pero los cuerpos españoles tienen sus peculiaridades. Algunos huelen a tortilla de patatas con cebolla y sangría. Sus diferentes capítulos pretenden construir literariamente esas macroestructuras llamadas cuerpo humano y mundo. En cada uno de ellos, podemos encontrar un hemisferio dominante. Yo, afortunadamente, ya me he dado cuenta de que hay países y enfermedades que sólo existen en los libros. Y he decidido que lo que yo quiero, cuando acabe la residencia, es ir a esos países a curar esas enfermedades. ■ Al igual que a veces le preguntas a un paciente que viene a por recetas que qué tal todo y no sabes si te va a contar que se ha comprado una casa en la sierra o que se le ha matado un hijo. Las preguntas inocentes, innecesarias y aparentemente inocuas son las que revelan las verdades fundamentales. A veces, en una ciudad desconocida, preguntas a un transeúnte por una iglesia y cuando te quieres dar cuenta te está llevando a un prostíbulo. ©2011 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 58 7DM n.º 834 • Septiembre 2011 58 7DM834 OPINION.indd 58 21/9/11 10:57:43