Download Ensayo clínico aleatorizado para el manejo de la úlcera venosa
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Revista Colombiana de Cirugía Vascular JUNTA DIRECTIVA 2012-2014 ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE ANGIOLOGÍA Y CIRUGÍA VASCULAR Volumen 13 No. 2 · Julio de 2013 · ISSN No. 0124-7018 Daniel Eduardo Indaburu Lizarralde Presidente Juan Guillermo Barrera Carvajal Vicepresidente Wilson Cristóbal Ganem Fuentes Secretario Gabriel Fernando Mejía Villate Secretario suplente Luis Gerardo Cadavid Velásquez Fiscal médico Julio Naranjo Gálvez Tesorero Juan Agustín Varela Cubides Tesorero suplente Vocales principales Julieta Duque Botero Romualdo Fonseca Arrieta Juan Fernando Muñoz Meza Carlos Iván Reyes Suárez Adelma Sofia Hoyos Usta Vocales suplentes José Andrés Uribe Múnera Reinaldo Mario Carrillo Vilar Jorge Adalberto Marquez Rodríguez Camilo Espinel Ortiz Diego Rivera Arbeláez Ex presidentes Gabriel Bayona Afanador Rafael Humberto Garrido Solano Luis Felipe Gómez Isaza Ignacio Ucrós Díaz Alberto Muñoz Hoyos Rubén Villarreal Vargas Diego Fajardo Saavedra Giovanni García Martínez Rafael Riveros Dueñas Guillermo Poveda Rodríguez Jorge Ulloa Dominguéz Luis Orlando Rodríguez Charry Álvaro Murcia Gómez Camilo Cabrera Polanía Luis Gerardo Cadavid Gómez Alberto Villegas Hernández Bernardo Tirado Plata EDITOR Giovanni García M. MACACV, FACS, MSVS, CELA, CVHH COmITé CIENTífICO EDITORIAl Fidel A. Cano R. Andrés Duque Luis G. Cadavid G. Alejandro Latorre Diego Fajardo S. Álvaro Murcia Aquiles González Alberto Muñoz H. Francisco Gómez P. Álvaro Sanabria Luis Alberto Marín Heinz Hiller Norman D. Pizano R. Ignacio Ucrós Rafael Riveros Dimas Badel Felipe Gómez I. Juan G. Barrera Ignacio Tobón A. Rubén Villarreal V. CONSUlTORES EN El EXTERIOR William Quiñones B. - USA Albrecht Krämer Sch - CHILE Gregorio A. Sicard - USA Arno Von Ristow - BRASIL Frank J. Criado - USA Luis A. Sánchez - USA Hugo A. Gelabert - USA David Feliciano - USA Luis M. Ferreira - ARGENTINA Eric R. Frykberg - USA Marcelo Cerezo - ARGENTINA Carlos Vaquero P. - ESPAÑA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE ANGIOLOGÍA Y CIRUGÍA VASCULAR Teléfonos: 637 80 46 - 317 668 60 91 www.asovascular.com info@asovascular.com Diseño diagramación e impresión Fundación Cultural Javeriana de Artes Gráficas – JAVEGRAF El contenido conceptual de los artículos incluidos en la Revista es responsabilidad de los autores Técnica propia del tratamiento de safena interna insuficiente causada por perforante de tipo Hunter insuficiente CONTENIDO EDITORIAL Carlos Iván Reyes Suárez ......................................................................................................................... 7 INDICACIONES A LOS AUTORES...................................................................................................... 9 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Ensayo clínico aleatorizado para el manejo de la úlcera venosa, oclusión endoluminal con espuma ecoguiada versus tratamiento convencionala Ernesto Nieves, Ernesto Fajardo, Óscar Giraldo, Elver Camacho, Miguel Ramírez .......................... 11 Manejo de vendajes contentivos y elastocompresión en el tratamiento de las infecciones agudas de tejidos blandos Juan Sebastián Rodríguez Moncada, Alejandro Latorre Parra ............................................................ 19 Tratamiento intraoperatorio de venas sangrantes posavulsión presentación de táctica para evitar sangrado posoperatorio Víctor Alfonso Castrillón Muñoz ........................................................................................................... 27 Tratamiento oclusivo de úlceras de miembros inferiores propuesta terapéutica Víctor Alfonso Castrillón Muñoz............................................................................................................ 31 Várices reproducidas. ¿Cuál es el verdadero valor del cayado safeno y la unión safenofemoral, en la terapéutica actual? Alejandro Latorre Parra .......................................................................................................................... 39 REPORTE DE CASOS Oclusión endoluminal con láser de venas safenas accesorias CLEV Daniel E. Indaburu, Miguel Santaella, Julieta Duque, Elver Camacho ............................................... 49 Profundoplastia de la arteria femoral profunda para el manejo de la isquemia crítica Heinz Hiller, Mauricio Novoa, Arturo Rodríguez ................................................................................. 55 Incidencia de insuficiencia del cayado de la safena en la población remitida a Sersalud Limitada en el periodo 2010-2011 Óscar Arturo Quintero Piñeros ............................................................................................................ 61 Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 5 César Carmelino, Juan A. Flores, Reyna Boggiano 6 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Técnica propia del tratamiento de safena interna insuficiente causada por perforante de tipo Hunter insuficiente EDITOrIal Como ya es tradición cada dos años, en esta oportunidad en la ciudad de Bucaramanga y en los próximos días del mes de julio, se realizará el evento cumbre nacional de los cirujanos vasculares, médicos vasculares y angiólogos, que nos convoca en torno al tema relevante de la flebología. El sexto Simposio Colombiano de Flebología, en esta ocasión tratará temas de suma importancia, actualidad y de utilidad cotidiana en el campo de la flebología y linfología. Se evaluará ya, con el paso de tiempo, los resultados en el tratamiento endovascular de la enfermedad varicosa de los miembros inferiores. Conferencias que serán dictadas por profesores nacionales e internacionales de primer nivel, con reconocida trayectoria y experiencia en el tema. Por otro lado nuestro evento nacional es ahora de carácter internacional, ya que cuenta con el apoyo de reconocidas asociaciones que se unen para participar activamente, las cuales son: la Unión Internacional de Flebología, Cirujanos Vasculares de Habla Hispana, Forum Venoso Latinoamericano y Asociación Latinoamericana de Cirugía Vascular y Angiología. Es una gran oportunidad adquirir conocimientos y unificar criterios. También para afianzar la unión entre el gremio y prepararnos para los cambios venideros e inciertos de las políticas nacionales de salud, siempre con una rectitud, honestidad y ética profesional inamovibles características de una organización seria y responsable como lo es ASOVASCULAR. Carlos Iván Reyes Suárez Presidente VI Simposio Colombiano de Flebología Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 7 César Carmelino, Juan A. Flores, Reyna Boggiano 8 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Técnica propia del tratamiento de safena interna insuficiente causada por perforante de tipo Hunter insuficiente Indicaciones a los autores 1. La Revista Colombiana de CIRUGÍA VASCULAR es el órgano oficial de la Asociación Colombiana de Angiología y Cirugía Vascular, la cual publica artículos originales relacionados con la cirugía vascular, la angiología, el intervencionismo vascular y temas relacionados, previa aprobación del comité editorial, el cual puede realizar algunas modificaciones de forma con el fin de presentarlos convenientemente. 2. Los trabajos deben ser inéditos y suministrados con exclusividad a la “Revista Colombiana de CIRUGÍA VASCULAR”. Su reproducción total o parcial debe contar con la aprobación del editor, dando además crédito a la publicación original. 3. Los trabajos deben ser remitidos a la “Revista Colombiana de CIRUGÍA VASCULAR”. “Asociación Colombiana de Angiología y Cirugía Vascular”. Calle 2ª Sur No. 46 - 55 Cons. 529, Medellín Colombia. E-mail: yovayo@gmail.com o a info@ asovascular.com y entregados en original, tamaño carta, en papel blanco, empleando una sola cara de éste y a doble espacio, guardando un margen izquierdo de 4 cm y otro de 2 cm a la derecha; deben venir en CD, en el que se indiquen nombre del programa y versión. Su texto no debe exceder de 10 páginas, salvo para las revisiones del tema y para algunos trabajos especiales que serán estudiados por el comité editorial, quien autorizará su edición en una o varias publicaciones. Cada trabajo vendrá acompañado de una carta del autor principal en la que se exprese que ha sido leído y aprobado por todos los autores, e igualmente informar si ha sido sometido parcial o totalmente a estudio por parte de otra revista. El autor debe guardar copia de todo el material enviado. b. Nombres completos del autor o autores, seguidos de uno o dos títulos académicos y de uno o dos cargos o dignidades; institución en la que se ha desarrollado el trabajo, ciudad y país. c. Palabras clave: 4 a 8 palabras o frases de 2 ó 3 palabras que ayuden a clasificar el artículo según los términos de la lista de encabezamiento de materia médica. d. El resumen no debe llevar más de 250 palabras como máximo y debe incluir introducción, métodos, resultados y conclusiones. En hoja aparte el mismo resumen debe ser escrito en inglés. e. El texto debe incluir introducción, material y métodos, resultados y discusión; las abreviaturas se deben explicar y limitar su uso. f. Agradecimientos: se incluirán contribuciones que necesiten agradecimiento, pero no justifiquen autoría, como el apoyo general dado por el director de un departamento. Otros ejemplos incluyen a consejeros científicos, revisores, recolectores de datos, mecanógrafos, etc. 5. Las referencias bibliográficas se enumeran de acuerdo con el orden de aparición y se escriben a doble espacio. a. en caso de revistas: apellidos o iniciales del nombre del autor y sus colaboradores (si son más de 5 pueden escribirse, después de los tres primeros, “et al.” o “y col.”); título completo del artículo; nombre de la revista abreviado según estilo del Index Medicus; año y mes de la publicación (este último en abreviatura de tres letras); volumen y número de la edición (este último entre paréntesis), páginas inicial y final. En la primera página: b. Para el uso de mayúsculas y puntuación, siga este ejemplo: Singh K. Lessells D, Adams C, et al: Presentation of endometriosis to general surgeon: a 10 years experience. Br J Surg 1995; 82: 1349-51. a. Título corto, claro y que refleje el contenido del mismo. En algunos casos se puede agregar un subtítulo con miras a aclarar algún concepto importante: c. En caso de libros: apellidos e iniciales de los nombres de todos los autores; título del libro, edición, ciudad, casa editora, año de publicación. Ejemplo: Sherlock DS. Diseases of the liver and 4. Los trabajos se deben presentar divididos en secciones y de acuerdo con la siguiente secuencia: Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 9 César Carmelino, Juan A. Flores, Reyna Boggiano biliary system. 7th Ed. Oxford. Blackwell Scientific Publication, 1985. En caso de capítulos de libros: apellidos e iniciales de los nombres de los autores del capítulo, en el idioma original; autores o editores del libro, precedidos de la preposición En, o In cuando es en inglés: título del libro, edición, ciudad, casa editora, páginas inicial y final precedidas de una p minúscula. Ejemplo: Kurzer A, Agudelo G: Trauma de cabeza y cuello, facial y de tejidos blandos. En: Olarte F, Aristizábal H, Restrepo J, eds., CIRUGÍA, 1a. ed. Medellín, UdeA, 1983; pp. 311-2. 6. Las referencias bibliográficas deben anotarse mediante la inclusión en el texto, entre paréntesis, del número que corresponde al de la referencia transcrita al final. Cuando aquéllas incluyan dos o más números de éstos, irán separados por medio de comas; ej. (4, 8, 12). Si tales números son más de dos, pero consecutivos, sólo se anotarán el primero y el último de ellos, separados por un guión; ej. (4, 6, 10-18); o bien (12-19). 7. Las tablas y cuadros se denominan tablas, se presentarán en hojas separadas y deberán llevar numeración arábiga de acuerdo con el número de aparición y ojalá no excedan de 5 por cada trabajo. El título y leyenda correspondiente pueden estar en la parte inferior o superior de la tabla, y las notas, cuando las haya en la parte inferior. Para los símbolos y unidades, se acoge el Sistema Internacional de Unidades SI. Las abreviaturas y siglas sólo pueden usarse después de que la palabra o frase que representan haya sido escrita en forma completa seguida por un paréntesis en el cual se transcribe la abreviatura o sigla correspondiente. 10 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Las fotografías, gráficas, dibujos y esquemas se denominan figuras: se enumeran según el orden de aparición y sus leyendas se escriben en la parte inferior, y se presentan en hojas separadas. Las fotografías clínicas, las radiografías, piezas quirúrgicas, biopsias, etc., ojalá no excedan de 5 por trabajo. Cuando se desee que se impriman fotografías en color, el costo correspondiente será cubierto por el autor. Todas las ilustraciones deben elaborarse profesionalmente y enumerarse con cifras arábigas. El diagrama o “algoritmo” se titulará en la parte superior como Diagrama de Variables o de Flujo. El comité editorial se reserva el derecho de limitar el número de figuras y tablas. 8. Se consideran novedades aquellos trabajos que contienen una revisión de los adelantos científicos recientes. 9. Las cartas al editor son comentarios cortos sobre algún material previamente publicado en la Revista Colombiana de CIRUGÍA VASCULAR, u opiniones personales que se consideren de interés inmediato para la medicina. 10. La revista no asume ninguna responsabilidad por las ideas expuestas por los autores, quienes son los responsables de las mismas. 11. Para referencias bibliográficas, la abreviatura de la Revista Colombiana de cirugía vascular es: Rev Col Cir Vasc. Artículo de Investigación Ensayo clínico aleatorizado para el manejo de la úlcera venosa, oclusión endoluminal con espuma ecoguiada versus tratamiento convencional Ernesto Nieves*, Ernesto Fajardo**, Óscar Giraldo***, Elver Camacho****, Miguel Ramírez**** Resumen Objetivo: Determinar el porcentaje de curación de la úlcera venosa con tratamiento convencional (cubrimiento de úlcera con vaselina, apósito y vendaje) versus oclusión endoluminal con espuma ecoguiada de la vena safena insuficiente y tratamiento convencional. Métodos: Ensayo clínico prospectivo aleatorizado con pacientes de la consulta externa de cirugía vascular en el Hospital Occidente de Kennedy, realizado durante el segundo semestre de 2011 y primer semestre de 2012. Se incluyeron 44 pacientes mayores de 18 años con insuficiencia venosa y con úlcera venosa activa de miembro inferior, C6 según la clasificación CEAP e índice tobillo brazo (ITB) mayor a 0.8. Se analizaron en total 48 extremidades, al grupo de control se le realizó tratamiento con curaciones por el servicio de clínica de heridas, realizado por personal de enfermería y al grupo de intervención, se adicionó a las curaciones la oclusión endoluminal con espuma ecoguiada de territorios safenos insuficientes con método de Tessari usando clorhidrato de lapidium al 1% (Sklerol) (máximo 30 cc). Se realizaron controles y registro fotográfico al primer, tercer y sexto mes. Resultados: La curación de la úlcera al sexto mes fue de 20 (83,3%) extremidades del grupo de oclusión endoluminal con espuma ecoguiada vs. 3 (12,5%) para el grupo de tratamiento convencional (p=0.0005). Conclusión: Las tasas de curación de la úlcera luego de la oclusión endoluminal con espuma ecoguiada es superior al manejo convencional, con tasas de curación tan altas a los 6 meses de seguimiento como las reportadas con cirugía y curaciones con sistemas multicapas de alta compresión. Palabras clave: (úlcera varicosa, espuma ecoguiada, escleroterapia, insuficiencia venosa, oclusión). * Especialista en Cirugía Vascular. Departamento de Cirugía. Cirugía Vascular, Hospital de Yopal, Casanare, Colombia. ** Residente de Cirugía General. Universidad del Rosario, Hospital Occidente de Kennedy, Bogotá, Colombia. *** Especialista en imágenes diagnósticas. Departamento de Cirugía Vascular, Hospital Occidente de Kennedy, Bogotá, Colombia. **** Especialista de Cirugía Vascular. Departamento de Cirugía Vascular, Hospital Occidente de Kennedy Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 11-17 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Ernesto Nieves, Ernesto Fajardo, Óscar Giraldo, Elver Camacho, Miguel Ramírez Abstract Objective: The aim of this study was to determine the rate of healing ulcers of the superficial venous system with conventional treatment (not compression bandages, vaseline gauze, and wound care) exclusively, versus the use of conventional treatment added to ultrasound-guided foam endoluminal occlusion. Methods: Prospective randomized clinical trial with patients attending the Vascular Surgery consult of the Hospital Occidente de Kennedy-Bogotá during the second semester of 2011 and first semester of 2012. 44 patients with ages 18 and over with venous insufficiency and active venous ulcer C6 in the CEAP classification and ankle-brachial index (ABI) greater than 0.8 were included. In total 48 extremities were analyzed; one group was treated with endoluminal occlusion with ultrasound-guided foam in the superficial venous system by Tessari method using 1% lapidium hydrochloride (Sklerol) added to conventional treatment (not compression bandages, vaseline gauze, and wound care), and the other group was treated exclusively with conventional treatment. Controls were made at month one, three, and six. Results: The healing rate of the ulcer at week 24 was 20 (83.3%) extremities healed of the endoluminal occlusion with ultrasound-guided foam group vs. 3(12.5%) extremities healed for the conventional treatment group (p=0.0005). Discussion: The healing rates of the venous ulcer after endoluminal occlusion with ultrasound-guided foam is far superior to conventional treatment with not compression bandages, vaseline gauze, and wound care exclusively. Healing rates with conventional treatment added to endoluminal occlusion with ultrasound-guided foam are as high as those reported with high compression bandages and surgery at 24 weeks. Endoluminal occlusion with ultrasound-guided foam is safe, minimally invasive and clinically effective. Key Words: Leg ulcer, foam endoluminal occlusion, ultrasound. Introducción La patología venosa de las extremidades abarca un amplio espectro de trastornos, siendo altamente prevalente en la población general, calculándose la presencia de telangiectasias o arañas vasculares en el 80% de la población y cuadros más severos de la enfermedad como son las úlceras venosas en el 1-2% de la población (1, 6-10). Las úlceras venosas de los miembros inferiores son un importante problema de morbilidad en el mundo. Se estima que afecta el 1% de la población adulta en los países industrializados (1) con importantes costos para los sistemas de salud (2,18-20). úlceras, pero este tipo de tratamiento tiene altas tasas de recurrencias que oscilan entre 26-69% al año (4). Otro enfoque para el tratamiento de la insuficiencia venosa es la exéresis del segmento venoso superficial o perforantes insuficientes mediante cirugía convencional, endoscópica, métodos endovenosos con láser, radiofrecuencia u oclusión del mismo mediante soluciones irritantes (5, 22, 23). No existen a la fecha estudios que comparen la incidencia de úlceras en personas que usen compresión versus los que no la usan; sin embargo, evidencia indirecta sugiere que la compresión previene la incidencia y disminuye la recurrencia de las mismas (4, 11, 13). El objetivo final del manejo de la úlcera venosa es el cierre de la misma y la prevención de la recurrencia, para esto se han usado múltiples estrategias que tienen como objetivo suprimir los efectos deletéreos de la hipertensión venosa. El uso de la elastocompresión (vendajes, medias de compresión graduada) es generalizado (3) e incrementa las tasas de curación de las Con la llegada de técnicas menos invasivas y menos mórbidas para el manejo de la insuficiencia venosa crónica, se ha usado la oclusión endoluminal con espuma para excluir los sistemas venosos superficiales incompetentes de la úlcera activa, con tasas tan altas de curación a los 6 meses como del 83% (12), y una media de tiempo de curación de 2.7 meses. 12 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Ensayo clínico aleatorizado para el manejo de la úlcera venosa, oclusión endoluminal con espuma ecoguiada... Metodología Con el objetivo de determinar el porcentaje de curación de las úlceras del sistema venoso superficial mediante oclusión endoluminal con espuma guiada por ecografía comparado con el manejo convencional realizado en muchas instituciones por personal de enfermería, en la curación de la úlcera venosa activa en adultos. Se realizó un ensayo clínico, prospectivo, aleatorizado, sin cegamiento. Los pacientes que cumplieron los criterios de inclusión fueron ingresados en dos grupos de manera aleatoria. Un grupo se manejó con tratamiento convencional realizado por grupo de enfermería que consistía en: curaciones en el servicio de clínica de heridas con solución salina normal al 0,9% 1000 cc con irrigación y limpieza de la herida, posteriormente cubrimiento de la úlcera con gasa vaselinada y finalmente para sostener la curación, se cubría con vendaje elástico 6 x 5; y el grupo de manejo alternativo se le ofreció el tratamiento convencional más la adición de oclusión endoluminal con espuma ecoguiada de los segmentos venosos superficiales insuficientes. En ausencia de datos previos que evaluaran tasas de curación de cubrimiento de la úlcera con gasa vaselinada y vendaje de sostén, el número de extremidades a tratar fue de 38, reclutándose en total 50 extremidades, El muestreo fue de tipo no probabilístico por conveniencia, reclutándose los pacientes de consulta externa del servicio de cirugía vascular de un hospital de III nivel y tomando un error I del 5%, obteniendo un resultado de mínimo 19 pacientes para cada grupo del estudio. Se obtuvo la muestra esperada para obtener resultados estadísticamente significativos. Ingresaron 46 pacientes que cumplían con los criterios de inclusión (tabla 1). Posteriormente 22 pacientes fueron aleatorizados al grupo de manejo convencional y 24 pacientes al grupo de tratamiento con oclusión endoluminal con espuma. En total se analizaron 26 extremidades para manejo convencional y 24 extremidades para manejo con oclusión endoluminal con espuma. Dos pacientes fallecieron debido a causas ajenas al tratamiento; uno por hemorragia de vías digestivas altas masiva y otro por neumonía. Al finalizar el seguimiento a 24 semanas (6 meses) los grupos quedaron con 24 extremidades de manejo convencional y 24 de tratamiento alternativo (figura 1). Tabla 1 Criterios de inclusión y de exclusión Criterios de inclusión Criterios de exclusión Mayores de 18 años Enfermedad severa (hepática, pulmonar o cardiaca) Úlcera venosa crónica presente mínimo hace 4 semanas Trombosis venosa profunda Índice tobillo brazo (ITB) mayor o igual a 0.8 Incapacidad de asistir a los controles médicos y valoración del estudio Capacidad de deambular Participación en algún otro estudio clínico Insuficiencia venosa crónica confirmada por dúplex venoso Incapacidad de firmar consentimiento informado Capacidad de avalar y entender el consentimiento informado 44 pacientes: 29 mujeres y 15 hombres 20 pacientes con manejo convencional exclusivamente (24 extremidades tratadas) 24 pacientes con manejo con ENOF mas tratamiento convencional (24 extremidades tratadas) Figura 1. Diseño del estudio. Las pruebas estadísticas utilizadas para comparar los datos y realizar el respectivo análisis estadístico fueron SPSS statics para Windows 2011, se realizó un análisis por intención a tratar (IAT), la tolerancia al tratamiento y efectos secundarios fueron reportados. Este estudio fue aprobado el 29 de noviembre de 2011 por el Comité Institucional de ética en investigaciones de la universidad, cumpliendo con la declaración de Helsinki (1964), y con número de registro NCT01594658 en clinical trials (clinicaltrials.gov). El agente esclerosante utilizado en el grupo de pacientes de oclusión endoluminal con espuma, fue clorhidrato de lapidium (Sklerol®, ICV Pharma, BogotáColombia), Reg INVIMA: 2002M-000101 en concentraVolumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 13 Ernesto Nieves, Ernesto Fajardo, Óscar Giraldo, Elver Camacho, Miguel Ramírez ción al 1%, se realizó técnica de tessari para la obtención de la espuma con mezcla de agente esclerosante y aire en relación 1:4 (14). Se realizó punción del segmento venoso insuficiente en dirección céfalo-caudal, se aplicó la espuma bajo visión ecográfica y se dirigió con el transductor hacia las tributarias venosas que tenían relación directa con la úlcera, cuando existían perforantes, estas se ocluían mediante punción directa y sellado de la misma con espuma ecoguiada. Al finalizar el procedimiento se cubría la úlcera con gasas vaselinada y vendaje elástico 6x5 hasta el muslo, se ponía a deambular el paciente durante 10 minutos, se interrogaban efectos adversos y se citaba a control de consulta externa vascular, y continuaba curaciones por grupo de enfermería de manera habitual. Resultados De los pacientes que finalizaron el estudio 29 (65%) eran mujeres, la edad promedio fue de 60 años, con un rango de 22 a 82 años. Se encontraron algunas comorbilidades en los pacientes como diabetes 4 (9,1%), fumadores 2 (4,5%) y antecedente de úlcera previa 24 (55%). El sistema venoso superficial se encontró insuficiencia en el estudio Doppler color en el 97,7% de las extremidades examinadas (47/48), el sistema de perforantes estaba comprometido en 18,8% (9/48). El sistema venoso superficial insuficiente exclusivo, sin ningún otro tipo de insuficiencia asociada se encontró en el 75% (36/48), sistema superficial y perforante afectados en el 12,5% (6/48), sistema superficial y profundo afectado en 6,25% (3/48), sistema perforante y profundo afectado en el 2,09% (1/48) de las extremidades examinadas y no se evidenció afectación exclusiva del sistema de perforantes o profundo. tamaño de la úlcera se evidenció para 22/24 (91,6%) de las extremidades examinadas (p=0.016). Se comparó cuántos pacientes habían logrado una reducción del área de la úlcera del 30% en las tres primeras semanas; en el grupo de tratamiento convencional fue de 8/24 (33.3%) vs. el grupo de tratamiento con espuma en donde fue de 19/24 (79%) pacientes (p=0.001). El cierre completo de la úlcera a las tres semanas en el grupo de tratamiento convencional exclusivo, fue de 0/24 (0%) vs. 1/24 (4,17%) en el grupo de tratamiento con espuma ecoguiada, sin presentarse diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos (p=0.312). El cierre completo de la úlcera a las ocho semanas en el grupo de tratamiento convencional fue de 1/24 (4,17%) vs. 13/24 (54,1%) en el grupo de tratamiento con espuma ecoguiada (p<0.00001). El objetivo final del estudio fue el cierre de la úlcera a las 24 semanas (6 meses) de seguimiento, en el grupo de tratamiento convencional ocurrió 3/24 (12,5%) de las extremidades tratadas en comparación con 20/24 (83.3%) en el grupo de manejo con espuma ecoguiada (p<0.00001). La escleroterapia realizada con guía ecográfica del sistema venoso insuficiente fue bien tolerada en todos los casos, el volumen promedio de inyección de espuma fue de 30 cc, la punción se realizó en sentido céfalocaudal y se dirigió la espuma a la úlcera, haciendo especial énfasis en ocluir las ramas venosas que alimentaban la úlcera. El tiempo promedio del procedimiento fue de 17 minutos. No se presentó ningún caso de trombosis venosa profunda secundario a la oclusión endoluminal con espuma. El tiempo promedio de evolución de las úlceras fue de 7 meses y el área promedio de diámetro de las úlceras fue de 12 cm2. La tos fue el efecto secundario más frecuente, el cual fue autolimitado y se presentó en el 29% (7/24) de los pacientes, síntomas visuales 2,4% (1/24), tromboflebitis, trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar no fueron observados en ningún caso. El primer control clínico se realizó a las tres semanas. El grupo de tratamiento convencional presentó algún grado de reducción del tamaño de la úlcera en 15/24 (62,5%) (sin importar el grado o porcentaje, solo interesaba si había reducido o no), comparado con el grupo de tratamiento con espuma donde la reducción del Todos los pacientes, al final el procedimiento deambularon por sus propios medios, se dejó vendaje elástico 6x5 y una gasa con vaselina en la úlcera. Se enseñó a los pacientes cómo realizar el cambio de las gasas vaselinadas, cuidados de la úlcera y continuaron curaciones de forma ambulatoria por grupo de enfer- 14 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Ensayo clínico aleatorizado para el manejo de la úlcera venosa, oclusión endoluminal con espuma ecoguiada... mería del hospital (clínica de heridas), los pacientes que no fueron aleatorizados al grupo de tratamiento endoluminal con espuma se les realizó cuidados de la herida de la manera convencional por el grupo de enfermería institucional. Los pacientes a quienes se les realizó tratamiento con espuma ecoguiada presentaron recanalización parcial del sistema venoso superficial en 11/24 (45,83%) a los 6 meses de seguimiento, los pacientes en quienes existió cierre definitivo de la úlcera continuaron manejo con medias de elastocompresión de mediana compresión y seguimiento ambulatorio por consulta cirugía vascular. Discusión El objetivo principal del estudio fue determinar el cierre de la úlcera venosa a las 24 semanas del seguimiento. El resultado obtenido fue el cierre de 3/24 (12,5%) de extremidades para el grupo de manejo convencional vs. 20/24 (83,3%) para el grupo de manejo con oclusión endoluminal con espuma adicional al manejo tradicional (p=0.0005). El estudio ESCHAR (13) comparó el patrón de oro para el manejo de la úlcera venosa que es el vendaje multicapas de alta presión vs. vendaje multicapas más adición de cirugía de la safena mayor con seguimiento a 24 semanas, con tasas de curación de 65% para los dos grupos (65% vs. 65%, Hazard ratio 0.84 [95% CI 0.77 a 1.24]; p=0.85. En nuestro estudio llama la atención el alto porcentaje de curación (83,3%) de las úlceras con el manejo con espuma ecoguiada en adición a vendaje no compresivo conseguido en este estudio, es decir, el manejo oclusivo con espuma sin vendajes multicapas ni sistemas de alta presión mostró resultados y tasas de cierre a los 6 meses superiores a los obtenidos con cirugía + vendaje multicapa. Aunque el número de extremidades tratadas es pequeño y los estudios no son comparables estadísticamente, sí llama la atención la tendencia y el alto porcentaje de curación solo con oclusión con espuma sin adición de sistemas de alta presión. La alta efectividad de este tratamiento podría deberse a que la espuma no solo ocluye el eje principal de hipertensión venosa como los son los troncos principales, sino que tiene la capacidad de ir a pequeños vasos, venulectasias y ramificaciones que están en íntima relación con la úlcera y que no son accesibles al bisturí por ubicación y tamaño. Este es el primer estudio en su tipo, ya que muestra de manera objetiva el resultado de la curación básica manteniendo un ambiente húmedo sin sistemas de alta compresión, con tasas muy bajas de curación de (12,5%) a 6 meses. Es decir, las úlceras cerrarían espontáneamente manteniendo un ambiente húmedo en este bajo porcentaje; estos datos son comparables a los estudios reportados en el metanálisis de Cochrane (4) donde los apósitos o sistemas no compresivos reportaron tasas de cierre de la úlcera de 21% a las 12 semanas (Charles, 1991), 38% a las 24 semanas con cubrimiento hidrocoloide (kikta, 1988). De otro lado, el estudio muestra el beneficio de la oclusión con espuma sin adición de sistemas de alta compresión que son el patrón de oro a la fecha en el manejo y cuidado de la úlcera venosa con nivel de evidencia 1A (4, 11, 24, 25). Los datos arrojados son muy valiosos en nuestro sistema de salud, donde los pacientes no tienen acceso a curaciones con tecnología, apósitos con medicamentos, ni sistemas de vendajes multicapas que son costosos y muchas veces de difícil consecución, la curación convencional realizada a nuestros pacientes es la curación que se realiza ampliamente a lo largo del territorio nacional, y de manera objetiva mostramos el porcentaje de curación con este método. De otro lado las altas tasas de curación con oclusión endoluminal con espuma y curaciones básicas hacen de este método, una alternativa para nuestros pacientes que es atractiva al ser mínimamente invasiva, no requiere de un quirófano para su realización, no genera mayor morbilidad al no requerir anestesia, ni realización de incisiones en la piel de por sí ya maltratada por la úlcera venosa, es económico y altamente efectivo. Se observó una alta adherencia al seguimiento clínico por parte de los pacientes, lo cual puede ser el resultado de la educación de los pacientes durante el seguimiento clínico. Las intervenciones realizadas no generaron dolor significativo y el vendaje usado era tipo 2 o no compresivo, que es el vendaje tradicional que se usa para inmovilización, colocación de férulas, etc.; lo cual no generó molestias a los pacientes para el cuidado y manejo de la úlcera venosa. La piedra angular para el manejo de la úlcera venosa es el vendaje de alta compresión (4,11,12,13,24) con nivel de evidencia 1A y 1B, el cual recomienda adicionar una terapia ablativa a la insuficiencia venosa para disminuir las recurrencias, aunque esta aproximación Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 15 Ernesto Nieves, Ernesto Fajardo, Óscar Giraldo, Elver Camacho, Miguel Ramírez al manejo de la úlcera venosa sin vendajes multicapas, se aleja de las recomendaciones de guías y protocolos internacionales, pero con estos resultados iniciales con tasas de cierre tan altos a los 6 meses, abren la puerta para continuar estudios que confirmen nuestros hallazgos y generen aproximaciones más efectivas y eficientes para el manejo de la úlcera varicosa. Existen pocos estudios realizados a la fecha que comparen los efectos de la espuma ecoguiada y ha sido materia de discusión, su utilidad, en el cierre de la úlcera venosa y su beneficio sobre las recurrencias con resultados comparables a la cirugía del sistema venoso superficial (14-17, 21). Publicaciones recientes reportan tasas de curación de la úlcera venosa a las 24 semanas de 71,1% (26), cabe resaltar que los resultados obtenidos en este estudio utilizaron como agente esclerosante Tetradecil sulfato de sodio (Fibrovein al 3%) y posterior al procedimiento los pacientes usaron vendaje de alta presión - multicapas, medias de mediana compresión tipo dos en toda la longitud de la pierna y posteriormente medias hasta la rodilla clase dos. Queda la pregunta si los resultados obtenidos se deben al uso exclusivo de la espuma, el vendaje multicapas, las medias de alta compresión o un efecto aditivo de los tratamientos. Al comparar nuestros resultados de curación de la úlcera venosa a las 24 semanas de 83,3% con un tamaño promedio de 12 cm2, contra los obtenidos por Kulkarni et al. (26) del 71,1% y un área de la úlcera de 1.9 cm2, rango intercuartílico 0.9 - 7.3 cm2, observamos que nuestros resultados son superiores y que podrían corresponder a la técnica usada, la cual fue enfocada en la oclusión del sistema venoso insuficiente infrapatelar y todas las venas en relación a la úlcera venosa; se usó además un volumen mayor de espuma 30 vs. 5 cc, que también podría influir en los resultados obtenidos. Finalmente las complicaciones en el presente estudio fueron menores y se relacionan con las reportadas en otros estudios con escleroespuma y que incluyen tos, síntomas visuales, tromboflebitis, trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar, (nuestros resultados son comparables en morbilidad a los reportados previamente. En 2,4% (1/24) de los pacientes se presentaron síntomas visuales y tos en 12,5% (3/24) de los pacientes, que fue autolimitada y no se presentó trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar o tromboflebitis (14, 15, 26, 27). 16 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Agradecimientos El equipo de trabajo agradece a la Universidad el Bosque y en especial al comité de investigaciones por el apoyo institucional en el desarrollo y ejecución del proyecto, al Hospital Occidente de Kennedy y su departamento quirúrgico en especial al servicio de cirugía vascular por su activa participación en la recolección de pacientes, a la clínica de heridas del Hospital Occidente de Kennedy en el seguimiento de nuestros pacientes y finalmente al servicio de imágenes diagnósticas vasculares no invasivas por su apoyo incondicional. Conflictos de Interés Los autores no presentan conflictos de interés con empresas comerciales, el patrocinio para el desarrollo del estudio fue institucional a través del comité de investigación de la universidad y la participación del comité de investigación del hospital universitario donde se ejecutó la investigación. Bibliografía 1. Baker SR, Stacey MC, Jopp-McKay AG, Hoskin SE, Thompson PJ. Epidemiology of chronic venous ulcers. Br J Surg. 1991;78(7):864-867. 2. Charles H. The impact of leg ulcers on patients’ quality of life. Prof Nurse. 1995;10(9):571-572, 4. 3. Cullum N, Nelson EA, Fletcher AW, Sheldon TA. Compression bandages and stockings for venous leg ulcers. Cochrane Database Syst Rev. 2000(2):CD000265. 4. Nelson EA, Bell-Syer SE, Cullum NA. Compression for preventing recurrence of venous ulcers. Cochrane Database Syst Rev. 2000(4):CD002303. 5. Coleridge-Smith PD. Leg ulcer treatment. J Vasc Surg. 2009;49(3):804-808. 6. Evans CJ, Fowkes FG, Ruckley CV, Lee AJ. Prevalence of varicose veins and chronic venous insufficiency in men and women in the general population: Edinburgh Vein Study. J Epidemiol Community Health. 1999;53(3):149-153. 7. Beebe-Dimmer JL, Pfeifer JR, Engle JS, Schottenfeld D. The epidemiology of chronic venous insufficiency and varicose veins. Ann Epidemiol. 2005;15(3):175-184. 8. Porter JM, Moneta GL. Reporting standards in venous disease: an update. International Consensus Committee on Chronic Venous Disease. J Vasc Surg. 1995;21(4):635-645. 9. Rutherford RB, Padberg FT, Jr., Comerota AJ, Kistner RL, Meissner MH, Moneta GL. Venous severity scoring: an adjunct to venous outcome assessment. J Vasc Surg. 2000;31(6):1307-1312. Ensayo clínico aleatorizado para el manejo de la úlcera venosa, oclusión endoluminal con espuma ecoguiada... 10. Callam MJ. Epidemiology of varicose veins. Br J Surg. 1994;81(2):167-173. 19. Robertson L, Evans C, Fowkes FG. Epidemiology of chronic venous disease. Phlebology. 2008;23(3):103-111. 11. O’Meara S, Tierney J, Cullum N, Bland JM, Franks PJ, Mole T, et al. Four layer bandage compared with short stretch bandage for venous leg ulcers: systematic review and meta-analysis of randomised controlled trials with data from individual patients. BMJ. 2009;338:b1344. 20. Van den Oever R, Hepp B, Debbaut B, Simon I. Socioeconomic impact of chronic venous insufficiency. An underestimated public health problem. Int Angiol. 1998;17(3):161-167. 21. 12. Samson RH, Showalter DP. Stockings and the prevention of recurrent venous ulcers. Dermatol Surg. 1996;22(4):373-376. Bergan J, Pascarella L, Mekenas L. Venous disorders: treatment with sclerosant foam. J Cardiovasc Surg (Torino). 2006;47(1):9-18. 13. Gohel MS, Barwell JR, Taylor M, Chant T, Foy C, Earnshaw JJ, et al. Long term results of compression therapy alone versus compression plus surgery in chronic venous ulceration (ESCHAR): randomised controlled trial. BMJ. 2007 14;335(7610):83. 22. Pascarella L, Bergan JJ, Mekenas LV. Severe chronic venous insufficiency treated by foamed sclerosant. Ann Vasc Surg. 2006;20(1):83-91. 23. Barwell JR, Davies CE, Deacon J, Harvey K, Minor J, Sassano A, et al. Comparison of surgery and compression with compression alone in chronic venous ulceration (ESCHAR study): randomised controlled trial. Lancet. 2004 5;363(9424):1854-1859. 24. Gloviczki P, Comerota AJ, Dalsing MC, Eklof BG, Gillespie DL, Gloviczki ML, et al. The care of patients with varicose veins and associated chronic venous diseases: clinical practice guidelines of the Society for Vascular Surgery and the American Venous Forum. J Vasc Surg. 2011;53(5 Suppl):2S-48S. 25. Phillips TJ, Machado F, Trout R, Porter J, Olin J, Falanga V. Prognostic indicators in venous ulcers. J Am Acad Dermatol. 2000;43(4):627-630. 26. Kulkarni SR, Slim FJ, Emerson LG, Davies C, Bulbulia RA, Whyman MR, et al. Effect of foam sclerotherapy on healing and long-term recurrence in chronic venous leg ulcers. Phlebology. 2012;15. 27. Hertzman PA, Owens R. Rapid healing of chronic venous ulcers following ultrasound-guided foam sclerotherapy. Phlebology. 2007;22(1):34-39; discussion 9. 14. Cabrera J, Redondo P, Becerra A, Garrido C, Cabrera J, Jr., García-Olmedo MA, et al. Ultrasound-guided injection of polidocanol microfoam in the management of venous leg ulcers. Arch Dermatol. 2004;140(6):667-673. 15. Pang KH, Bate GR, Darvall KA, Adam DJ, Bradbury AW. Healing and recurrence rates following ultrasound-guided foam sclerotherapy of superficial venous reflux in patients with chronic venous ulceration. Eur J Vasc Endovasc Surg. 2010;40(6):790-795. 16. Darvall KA, Bate GR, Adam DJ, Silverman SH, Bradbury AW. Ultrasound-guided foam sclerotherapy for the treatment of chronic venous ulceration: a preliminary study. Eur J Vasc Endovasc Surg. 2009;38(6):764-769. 17. O’Hare JL, Earnshaw JJ. Randomised clinical trial of foam sclerotherapy for patients with a venous leg ulcer. Eur J Vasc Endovasc Surg. 2010;39(4):495-499. 18. Callam MJ, Ruckley CV, Harper DR, Dale JJ. Chronic ulceration of the leg: extent of the problem and provision of care. Br Med J (Clin Res Ed). 1985 22;290(6485):1855-1856. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 17 Artículo de Investigación Manejo de vendajes contentivos y elastocompresión en el tratamiento de las infecciones agudas de tejidos blandos Juan Sebastián Rodríguez Moncada*, Alejandro Latorre Parra** Resumen Los soportes elásticos y la elastocompresión han sido utilizados desde hace muchos años en el tratamiento de las enfermedades linfovenosas con excelentes resultados. Forman parte fundamental del manejo multidisciplinario en el tratamiento del linfedema, en los protocolos de terapia descongestiva compleja y en la terapia física combinada. Su utilización varía en cuanto a la tensión y presión aplicada de acuerdo a la enfermedad en sí y a los elementos adicionales contentivos que se aplican en zonas especiales de la extremidad, fibrosis, zonas cóncavas, zonas que requieran mayor presión, con debidas protecciones de piel y el manejo integral de la extremidad. Permite igualmente en las piernas eumórficas y dismórficas compensar el cuadro clínico para facilitar el uso de las medias de contención con gradientes de presión como parte fundamental en la terapia de sostén en la enfermedad linfovenosa. En los casos de cuadros agudos como la linfangitis (linfangitis - erisipela - celulitis) (2) en la fase inicial de ataque terapéutico, los vendajes y la elastocompresión al igual que el drenaje linfático manual están contraindicados o riegos muy específicos para su aplicación. Teniendo en cuenta las prolongadas hospitalizaciones el manejo de la linfangitis difusa severa y las linfangitis ampollosas, uno de los métodos que se ha utilizado en el servicio de cirugía vascular de la “FOSCAL” es la aplicación de vendajes contentivos o vendajes bullosos contentivos, asociado al drenaje postural (reposo) y las medidas locales de compresas frías, corticoides de dosis única, dentro del protocolo de manejo establecido en el servicio. Presentamos la experiencia del servicio de cirugía vascular de 100 pacientes con diagnóstico de Linfangitis difusa o ampollosa manejados en la institución de enero de 2010 a diciembre de 2012, quienes recibieron tratamiento médico protocolizado adicionalmente la aplicación de vendajes bullosos contentivos, inicialmente con vendajes de gasa en imbricados en 8 ancho, con presiones de 10-15 mmHg y posteriormente vendajes elásticos bullosos en imbricado 8 mediano con presiones de 30-40 mmHg, obteniendo respuesta terapéutica más adecuada en su evolución con resolución precoz de los síntomas locales en la extremidad * ** Médico General. Servicio de Cirugía Vascular. Clínica de Linfedema adscrito FOSCAL - Bucaramanga. Cirugía Vascular. Clínica de Linfedema adscrito FOSCAL - Bucaramanga. Alejnadrolatorrelinfocal@gmail.com Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 19-25 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Juan Sebastián Rodríguez Moncada, Alejandro Latorre Parra y remisión más temprana de los signos de la enfermedad, y el manejo directo de la lesión ampollosa, disminuyendo la incidencia de las fases necrotizantes del proceso evolutivo, disminuyendo en forma notoria los días de hospitalización, las secuelas de la linfangitis y finalmente disminución de los días de incapacidad y más temprana readaptación laboral. Conclusión. La aplicación de los vendajes bullosos y la elastocompresión en la linfangitis en fase difusa severa y ampollosa, son un coadyuvante de gran valor en el tratamiento protocolizado en la forma de presentación aguda, reduciendo en forma notoria el período de remisión de los signos y síntomas de la enfermedad, se favorece la utilización de las medias de soporte más temprana, reduciendo las secuelas y la incapacidad laboral. Introducción Los soportes elásticos y la elastocompresión han sido utilizados desde hace muchos años en el tratamiento de las enfermedades linfovenosas con excelentes resultados. Son considerados como la piedra angular en el tratamiento del linfedema y de la enfermedad venosa en los estados avanzados de la enfermedad C4- C5- C6. En la enfermedad infecciosa de presentación súbita y abrupta como la linfangitis, (linfangitis - erisipela - celulitis) (2) con síntomas sistémicos iniciales y presentación local más tardía (24 horas) con eritema, rubor, calor y edema de la extremidad, en sus diferentes estadios como parte del proceso evolutivo de la misma desde la fase difusa local, difusa troncular, ampollosa hasta la fase necrotizante, se inicia manejo médico protocolizado de acuerdo al consenso latinoamericano para el tratamiento del linfedema (1, 2, 5); como parte del tratamiento multidisciplinario, se inicia el tratamiento sistémico farmacológico, y en cuanto a las medidas locales se contempla el drenaje postural (reposo con miembros inferiores elevados), aplicación de compresas frías en la zona comprometida, para descongestionar y combatir el proceso inflamatorio, medidas que son fundamentales en el tratamiento integral del paciente. En esta primera fase de tratamiento en la linfangitis difusa y ampollosa, en el protocolo de manejo no está contemplado el manejo con la terapia física (drenaje linfático manual, presoterapia de acuerdo a la escuela, aplicación de vendajes compresivos y ejercicios miolinfoquinéticos) considerándose de alto riesgo de lesiones de piel, y complicaciones sistémicas de la enfermedad. En forma directa está contraindicada la aplicación de compresión elástica en la linfangitis (1). La función directa del drenaje postural es la ayuda como medio físico en la evacuación de los líquidos del estroma hacia la raíz de la extremidad, asociado a compresas frías con solución salina, disminuyendo 20 Revista Colombiana de Cirugía Vascular el edema local del proceso inflamatorio-infeccioso, lo que facilita el efecto farmacológico directo en la zona comprometida (1). El objetivo directo de la investigación es conocer los efectos de los vendajes bullosos en las enfermedades agudas infecciosas de tejidos blando tipo linfangitis difusa y ampollosa, y evaluar el efecto costo efectivo en la respuesta terapéutica. Igualmente analizar la respuesta terapéutica con los vendajes bullosos dirigido a disminuir las secuelas propias de la linfangitis como es el proceso iterativo a repetición y el linfedema secundario. Métodos Con impresión diagnóstica de Linfangitis difusa o ampollosa (figuras 1-1, 1-2, 2-1), se hospitalizaron por el servicio de urgencias 100 pacientes durante el período comprendido entre enero de 2010 al diciembre de 2012 (3 años) para manejo médico. Considerando la multiplicidad de agentes etiológicos de las linfagitis (3, 6). Plan de manejo: protocolo de la institución 1. Tratamiento farmacológico 1.1. Líquidos parenterales 1.2. Antibióticoterapia biconjugada empírica (Sulbactam Ampicilina - Clindamicina) (2, 4, 6). 1.3. HBPM (tromboprofilaxis) 1.4. Antioxidantes (Vitamina C) 1.5. Flebotropos (diosmina hesperidina micronizada purificada) 1.6. Analgésicos - antipiréticos 1.7. Corticoide, dosis única (4) 2. Medidas locales 2.1. Drenaje postural (reposo) 2.2. Compresas frías con SSN Manejo de vendajes contentivos y elastocompresión en el tratamiento de las infecciones agudas de tejidos blandos Se inicia manejo médico inmediato hospitalizado, y de acuerdo a la evolución de los síntomas y respuesta terapéutica en 72 horas se continúa igual manejo, o se cambia a antibioticoterapia de segunda línea (Vancomicina). Al protocolo de manejo se adiciona una medida física local como es la aplicación de vendajes bullosos contentivos en una primera fase y de acuerdo a la respuesta terapéutica se cambian a vendajes bullosos compresivos (figuras 1-3, 1-4, 2-2, 2-3). El vendaje bulloso consta de varios elementos tipo vendaje multicapas, en los cuales la parte bullosa corresponde a un vendaje de gasa algodonado de 1 cm de espesor, por 40 cm de ancho y 50 cm de largo, para manejo de enfermedades que comprometan el segmento rodilla pie en la extremidad, de autoría personal en el servicio, cuando se encuentra comprometida toda la extremidad utilizamos el apósito de gasa algodonado de 1 mt de largo, de 1 cm de espesor y 50 cm de ancho. En los casos de linfangitis ampollosa, a las 48 h de iniciado el manejo médico protocolizado, se practica punción de las ampollas, para drenaje del líquido de las mismas, sin retirar el epitelio, y la primera aplicación del vendaje bulloso; a las 48 horas, se realiza el primer debridamiento local con lavado y escarificación del epitelio, con solo lavado y frote de gasas húmedas, si es necesario se complementa con cepillo (cepillo de dientes suave infantiles), en casos más avanzados se aplica localmente crema antibiótica (Gentamicina) y se continúa con la aplicación de los vendajes bullosos contentivos (2, 5). Figura 1-1. Linfangitis erisipelide ampollosa. Obeso de 150 kilos. Figura 1-2. Fase ampollosa. Los vendajes bullosos contentivos, como su palabra lo dice son vendajes de mínima presión (10, 15 mmHg) que permiten sostener y contener los elementos de curación y favorecen el drenaje postural, ya que no tiene ningún efecto de compresión pero la contención en sí es efectiva en el drenaje de los líquidos intersticiales, como función terapéutica (figura 1-5). Figura 1-3. Aplicación de vendaje bulloso contentivo (gasa). Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 21 Juan Sebastián Rodríguez Moncada, Alejandro Latorre Parra indica al paciente la realización de ejercicios miolinfoquinéticos muy suaves, con 10 movimientos continuos durante dos o tres minutos, cada media hora. Figura 1-4. Aplicación de venaje bulloso compresivo. Los vendajes bullosos compresivos ya tienen efecto compresivo y terapéutico, se logra una presión de 30 mmHg de presión muy efectiva para el drenaje de los líquidos intersticiales. El apósito algodonado de gasa utilizado, disminuye un porcentaje la capacidad compresiva del vendaje elástico lo que favorece el efecto de masaje con los movimientos de la extremidad. Su aplicación se realiza siguiendo la normativa del vendaje bulloso contentivo pero en vez de vendaje de gasa se coloca vendaje elástico colocado en imbricado en 8 ancho para obtener 25 - 30 mmHg de presión. Con el ejercicio miolinfoquinético con 10 a 15 movimientos en 3 minutos cada media hora, se favorece altamente el efecto de masaje de la extremidad para el drenaje más adecuado de los líquidos intersticiales. La aplicación de los vendajes bullosos se realizó en todos los pacientes con linfangitis difusa severa y ampollosa hospitalizados en la institución. Resultados Figura 1-5. Vendaje bulloso compresivo, sin efecto de elastocompresión. La aplicación del vendaje se realiza en diferentes pasos: 1. Lavado de la extremidad con solución salina normal con clorhexidina a mínima concentración (2, 4, 5). 2. Aplicación de apósito de plastia sobre la zona comprometida. En la muestra recolectada de 100 pacientes con diagnóstico de linfangitis difusa y ampollosa, se aplicó el protocolo de manejo institucional con base al Consenso Latinoamericano para el Tratamiento del Linfedema y las Guías de Manejo de la Enfermedad Linfática del Consenso Colombiano de Linfología. Los resultados obtenidos nos corroboran los beneficios de la aplicación de los vendajes bullosos en el manejo de la linfangitis. Todas las curaciones fueron realizadas por personal certificado en el manejo de heridas, y certificados en el manejo de la terapia física para el tratamiento del linfedema, adscritos al servicio de cirugía vascular lo que garantiza la aplicación de los vendajes con las especificaciones terapéuticas requeridas. 3. Colocación del apósito bulloso. pacientes (figuras 1-6, 2-4). 4. Aplicación de vendaje de gasa en imbricado en 8 ancho, comenzado desde el pie (con la misma normativa de la aplicación de los vendajes elásticos). linfangitis difusas de un promedio de 12 días (10 a 15) a 7 días (6 a 8 días) (3). Con la aplicación del vendaje bulloso de gasa se obtiene una presión mínima de 10 a 15 mmHg en la extremidad, efectiva para el drenaje postural. Se le linfangitis ampollosa de un promedio de 20 días (15 a 23 días) a 14 días (12 a 18 días) (3). 22 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Manejo de vendajes contentivos y elastocompresión en el tratamiento de las infecciones agudas de tejidos blandos piel por la aplicación de los vendajes bullosos en la extremidad comprometida, (escoriaciones, heridas, equimosis, úlceras, dolor). locales de la enfermedad con la aplicación de los vendajes bullosos. con la aplicación de vendajes, por exacerbación de la enfermedad. gradual desde la primera aplicación del vendaje bulloso contentivo (7). Figura 2-1. Linfangitis ampollosa severa. bulloso contentivo, la respuesta terapéutica con remisión inicial de los síntomas sistémicos en menos de 48 horas, y la remisión gradual del calor, rubor y edema de la extremidad, en 4-5 días permitió la aplicación de los vendajes bullosos compresivos que facilita aún más el drenaje de los líquidos para la remisión total de los signos y síntomas en la linfangitis difusa. Lo que permite disminuir la estancia hospitalaria. sidual, el desbridamiento fue más efectivo, en menor tiempo, no se presentaron signos de sobreinfección en la zona ampollosa. certificado en el manejo de heridas, y certificados en el manejo de la terapia física para el tratamiento del linfedema, lo que garantiza la aplicación de los vendajes con las especificaciones terapéuticas requeridas. Figura 1-6. ambulatorio. Figura 2-2. Aplicación de vendaje bulloso contentivo (gasa). Figura 2-3. Aplicación de vendaje bulloso compresivo. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 23 Juan Sebastián Rodríguez Moncada, Alejandro Latorre Parra el proceso en las fases iniciales. En el servicio con una Figura 2-4. paciente salió con vendaje multicapas con presión de 45 mmHg, y ejercicio miolinfoquinéticos. Sala de curaciones del servicio. Discusión El establecer guías de manejo y su aplicación correcta en el manejo de las enfermedades dan siempre como resultado una respuesta terapéutica adecuada. En la institución para el manejo de la linfangitis se ha establecido un protocolo de manejo coordinado por el servicio de cirugía vascular, basado en las guías para el tratamiento propuestas por el Consenso Latinoamericano para el Tratamiento del Linfedema y las Guías de Manejo de la Enfermedad Linfática de la Asociación Colombiana de Angiología y Cirugía Vascular (1, 2). La respuesta terapéutica ha sido adecuada en los casos manejados en la institución pero velando por obtener mejores resultados terapéuticos costo-efectivos, y la experiencia adquirida en el manejo de la enfermedad venosa descompensada (úlcera activa C5) con la terapia linfovenosa, la aplicación de vendajes multicapas combinados con ejercicios miolinfoquinéticos, con resultados muy satisfactorios, se propuso realizar un símil en el manejo de la enfermedad linfática, conociendo las contraindicaciones relativas y absolutos de la aplicación de vendajes compresivos en las linfangitis. Los resultados obtenidos en cuando a la evolución de la enfermedad, conociendo que el proceso de la linfangitis es un proceso evolutivo, que depende la agresividad o virulencia del agente y de la respuesta del huésped, el proceso puede progresar desde la forma más sencilla de la linfangitis, la difusa localizada, a difusa avanzada, troncular, ampollosa hasta la fase necrotizante, y es donde el tratamiento integral permite estabilizar 24 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Igualmente la respuesta terapéutica adecuada permitió disminuir la estancia hospitalaria en forma considerable, obtener una remisión de los síntomas más precoz, pero más importante es que a la salida del paciente compensado de su edema y el proceso infeccioso - inflamatorio, permite la aplicación de medias con gradiente de presión de alta presión (30-40 mmHg) (4); lo que nos ha demostrado es la disminución en los días de incapacidad a la salida de la institución, de 30 a 15 días, y con ello la incidencia de secuelas como el edema postural, la sobreinfección con linfangitis a repetición y el linfedema secundario poslinfangits han disminuido en forma sustancial (8). En los controles por presentaron remisión total de los signos de la enfermedad, y tan solo queda como secuela manchas de piel color pardo en la zona de la ampollosa sin dolor, sin edema o induración de piel. Conclusiones La aplicación de los vendajes bullosos y la elastocompresión en la linfangitis en fase difusa severa y ampollosa, son un coadyuvante de gran valor en el tratamiento protocolizado en la forma de presentación aguda, reduciendo en forma notoria el período de remisión de los signos y síntomas de la enfermedad, favorece la utilización de las medias de soporte más temprana, reduciendo las secuelas, y la incapacidad laboral. Bibliografía 1. Quilici CE. Linfangitis y erisipela del miembro superior. In: Ciuci JL (ed.): Nayarit. Linfedema del miembro superior postratamiento del cáncer de mama. 2006; 1ª ed. 187-198. nóstico, tratamiento e profilaxia. In: Guedes HJ, Quilice CE, Ed. Yendis, São Paulo, Brasil. Linfologia, diagnóstico, clínica e tratamento. 1ª ed. 2009;241-252. 3. Latorre A. Linfangitis erisipeloide. In: Ciucci JL, Ed: Nayarit. Linfología. 1º Consenso Latinoamericano para el Tratamiento del Linfedema. 1ª ed. 2003;201-208. 4. Pereira de Godoy JM, Andrade M, et al. IV Latin American Consensus on the Treatment of Lymphedema. Journal Phlebology and Lymphology. 2011;4:13- 16. 5. Gomes S de Carvalho A. Linfangitis diagnóstico y tratamiento. In: Ciucci JL, Ed. Nayarit. 2º Consenso Manejo de vendajes contentivos y elastocompresión en el tratamiento de las infecciones agudas de tejidos blandos Latinoamericano para el tratamiento del Linfedema. 1ª ed. 2005;201-208. 8. Mariani F. Consensus Conference on compression therapy. The Compression Therapy Study Group. Italia. 2010;70-72. 6. May AK. Skin and Softtissue Infections. Surg Clin N Am. 2009;89:403-420. 9. Partsch H. VASA. Evidence based compression therapy. S-63. 2003;32(63). 7. Partsch H. En qué consiste la fisiopatología de la compresión. In: Thomas S. Ed. Smith+Nephew. Comprendiendo la Terapia Compresiva. 1ª ed. 2008;3-4. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 25 Artículo de Investigación Tratamiento intraoperatorio de venas sangrantes posavulsión presentación de táctica para evitar sangrado posoperatorio Víctor Alfonso Castrillón Muñoz* Resumen Objetivos: Evitar sangrado posoperatorio posterior a la avulsión de venas varicosas de miembros inferiores. Presentación de la táctica. Métodos: Se efectuó seguimiento de los pacientes quirúrgicos con el objeto de descartar sangrado en el posoperatorio inmediato entendido como el tiempo transcurrido desde la finalización de la intervención hasta la recuperación completa de la anestesia y el alta. Resultados: Se tuvieron en cuenta, para el seguimiento, 400 pacientes en quienes se efectuaron procedimientos de resección de venas varicosas en miembros inferiores en la Clínica Los Rosales y en el Hospital Universitario San Jorge de la ciudad de Pereira. Solo se encontró 2 casos de sangrado mínimo tratados en el posoperatorio inmediato que cedieron a terapia compresiva con apósito sin hospitalización. Conclusiones: Se considera que la táctica presentada para el tratamiento del sangrado por las heridas quirúrgicas posterior a la avulsión es eficaz y eficiente para evitar esta complicación e incrementar los gastos en insumos y la posterior hospitalización de los pacientes. Palabras clave: resección de venas varicosas, complicaciones por avulsión de várices. * Médico y cirujano. Especialista en Cirugía Vascular y Angiología. Universidad del Bosque. Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 27-30 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Víctor Alfonso Castrillón Muñoz Abstract Hemorrhage as complication of varicose veins stripping surgery has been reported for several groups. In this paper we show a tactic method to avoid early hemorrhage or hematomas. Key words: varicose vein stripping complications. Introducción La cirugía de venas varicosas ha sido desde la antigüedad el método de elección para el tratamiento de esta enfermedad hasta convertirlo en cirugía mayor de tipo ambulatorio. La resección ha sido motivada por razones funcionales, por complicaciones y en el menor de los casos para el alivio de la sintomatología generada por la sobrecarga venosa. Cuando se revisan las técnicas de avulsión, se encuentran descritas infinidad de tácticas y estrategias, y al igual que en todos los procedimientos intervencionistas pueden ocurrir complicaciones. Con el objeto de evitar las complicaciones tempranas o tardías con los procedimientos quirúrgicos, los grupos quirúrgicos perfeccionan su técnica e incluso se desarrollan múltiples variantes tácticas y de estrategia, que distan de las técnicas presentadas originalmente. Dentro de las posibles complicaciones tempranas de las cirugías de las venas varicosas, se incluyen la hemorragia y hematomas, que pueden incluso justificar la hospitalización en el posoperatorio. La solución emprendida para evitar las hemorragias ha sido tradicionalmente la ligadura de venas varicosas, pero en ocasiones dicha ligadura no es posible de efectuar, por lo que el paciente podría presentar sangrado posterior a través de las heridas quirúrgicas, las cuales pueden presentarse en el transoperatorio y/o posoperatorio asociado con la presencia de hematomas. La táctica propuesta alivia dichas complicaciones de manera confiable, tornando segura la técnica de avulsión al menos en los aspectos mencionados en el presente trabajo. Presentación de la táctica quirúrgica La avulsión de las venas tributarias de la vena safena mayor y/o de la vena safena menor, se efectúa de la manera acostumbrada por cada grupo quirúrgico, previas marcas con tinta indeleble, en este caso se recurre a la ligadura de la safena mayor insuficiente y de las venas tributarias de la misma a nivel de la unión safena-femoral, a través de una incisión en el pliegue inguinal de acuerdo con el plan previo. 28 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Posteriormente se realizan múltiples incisiones en el trayecto de las venas varicosas suprapatelares e infrapatelares para la avulsión de las venas varicosas y la ligadura de las venas con catgut simple 2/0. Una vez resecadas las venas varicosas, en caso de existir venas perforantes insuficientes, se procede a efectuar la incisión, disección y ligadura de las mismas mediante catgut simple 2/0. Las venas irresecables no se disecan, se tratan con catgut crómico uno. Hasta allí es lo usual, una vez se indica el cierre de las heridas se procede a colocar micropore® y a revisar las heridas sangrantes, aquellas que sangran a través del micropore® se manejan con torunda de gasa, efectuada en el mismo acto quirúrgico, luego de cortar una gasa estéril a la mitad, el objetivo de la gasa es doble, en primer lugar sirve de hemostático efectuando compresión de la herida, y en segundo lugar controla la salida de flujo sanguíneo al exterior, que podría propiciar hematoma o hemorragia temprana, lo cual complicaría el tratamiento en el posoperatorio inmediato y tardío del paciente. Figura 1-4. Tratamiento intraoperatorio de venas sangrantes posavulsión presentación de táctica para evitar sangrado posoperatorio Figura 3. Compresión elástica. Figura 1. Venas varicosas. Figura 4. Resultado a 3 meses. Figura 2. Compresión con Torunda en área sangrante. Una vez terminada la intervención se procede a colocar un vendaje circular de algodón laminado que cubra en forma satisfactoria toda la extremidad dejando descubiertos los dedos de los pies, para luego proceder en la misma forma con vendajes dispuestos en forma circular y compresivos para evitar el sangrado posopeVolumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 29 Víctor Alfonso Castrillón Muñoz ratorio, una vez el paciente adopte la bipedestación, los vendajes se fijan con esparadrapo®, dispuesto en forma semicircular y lateral. Resultados Se propone la táctica después de estudiar 400 casos de cirugías de venas varicosas efectuadas en dos instituciones de salud de la ciudad de Pereira, durante el año 2012 y de encontrar solo dos pacientes que presentaron sangrado mínimo en una de sus incisiones que no requirieron cuidados especiales y a los que se dio tratamiento inmediato, mediante compresión externa, sin complicaciones posteriores. La táctica propuesta se considera de utilidad práctica debida a que evita la presencia de sangrado y hematomas que podrían complicar temprana y tardíamente las intervenciones quirúrgicas efectuadas. Bibliografía 1. Kaufman J. A Lower - extremity veins. In: Kaufman, J.A; Lee, M.J Vascular and Interventional Radiology. Philadelphia. Mosby. 2004;445. 2. Ward R. Medical and Surgical therapy for advanced chronic venous insufficiency. Surg Clin North Am. 2010;90:11951214. 3. Raju S. Neglen P. Chronic Venous Insufficiency and Varicose Veins. N Engl J Med. 2009; 360:2319-27 4. Rigby KA, et al. Surgery versus sclerotherapy for the treatment of varicose veins (Review) 2009. Cochrane Database Issue 1. 40 pages. Recuperado: 20.12.12 23:00 http://www.thecochranelibrary.com Discusión 5. Bergan J, et al. Chronic Venous Disease. N Engl J Med. 2006;355:488-498. Las complicaciones inmediatas y tardías a las cirugías de las venas varicosas han sido presentadas con suficiente claridad en la literatura médica, por lo que no se considera de importancia mencionar en este trabajo. 6. Esteban-GC, et al. Aplicación de la Estrategia CHIVA. Estudio prospectivo a un año. Angiología 2004;56(3):227-235. 7. Palomino MA, et al. Factores epidemiológicos de la insuficiencia venosa crónica. Angiología. 2004;56(5): 445-457. En cuanto al sangrado posoperatorio y preoperatorio y a los hematomas como complicaciones derivadas de los procedimientos, no es claro el porcentaje de las mismas en las diferentes publicaciones e incluso en las revisiones de Cochrane en las cuales se da mayor importancia a los procedimientos de resección por el menor número de recidivas. 8. Vandy F, Wakefield TW. Varicose Veins: evaluating modern treatments, with emphasis on powered phlebectomy for branch varicosities. Interv Cardiol. 2012;4(5):527-536. 9. Pizano N. Epistemología del tratamiento quirúrgico de las várices. Rev Col Cir Vasc. 2008;8(1):64-74. 10. Maeso J, et al. Comparison of Clinical Outcome of Stripping and CHIVA for treatment of varicose veins in the lower extremities. Ann Vas Surg. 2001;15:661-665. El seguimiento se efectuó a los ocho días del posoperatorio, al mes, tres meses y al año posteriormente. 30 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Artículo de Investigación Tratamiento oclusivo de úlceras de miembros inferiores propuesta terapéutica Víctor Alfonso Castrillón Muñoz* Resumen Objetivos: Se propone el tratamiento de úlceras varicosas en miembros inferiores. La propuesta incluye el manejo ambulatorio, sin hospitalización y sin recurrir a injertos de piel. Métodos: Se efectuó un análisis exploratorio de las técnicas de tratamiento de ulceraciones en miembros inferiores, así, con un esquema diseñado, para el año 2012 se atendieron 220 consultas en 45 pacientes, 34 mujeres y 11 hombres, el 90% mayores de 55 años (C6 Clasificación CEAP) en la Clínica Los Rosales de Pereira, basado en tratamiento oclusivo según se describe, para una o ambas extremidades. Resultados: La enfermedad venosa correspondió al 90% de los pacientes. El 10% restante tenía etiología diferente como: Diabetes Mellitus tipo II complicada, arteriopatía obstructiva, neuropatía, trauma óseo y vascular crónico o enfermedad cutánea diversa. 60% cicatrizaron en los primeros 6 meses. 20% abandonaron el esquema de manejo por falta de suministro de insumos o por mejoría, algunos aceptaron continuar con medias elásticas con gradiente de presión de 20 30 mm de Hg, media pantalón, no se consideró fracaso del método en 6 pacientes en 2 hubo falta de aceptación del tratamiento, en 1 existe compromiso articular, 2 estaban afectados con enfermedades cutáneas diferentes y hubo 1 a quien la Empresa Promotora de Salud no le suministró los insumos; aquellos con evolución satisfactoria y que no decidían continuar el mismo no se consideraron fracaso del método. Conclusiones: El tratamiento oclusivo planteado es de utilidad práctica en la cicatrización de ulceraciones crónicas secundarias a patología venosa por várices primarias o secundarias. Palabras clave: úlcera varicosa, venas varicosas, várices complicadas, insuficiencia venosa. * Médico y cirujano. Especialista en Cirugía Vascular y Angiología. Universidad del Bosque. Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 31-37 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Víctor Alfonso Castrillón Muñoz Abstract Research is oriented to demonstrate a practical form to treat varicose veins ulcers. A revision is made and a practical report is presented in order to manage such a patients our experience is presented with patients at the Clinic “Los Rosales” during 2012 in the city of Pereira, Colombia. Key words: varicose vein ulcer, varicose vein complication Introducción Las úlceras de las extremidades inferiores se constituyen en la última manifestación de una serie de eventos que complican la patología vascular, que se desarrollan a través del tiempo, del que depende la respuesta y su carácter complejo. El profesor español Álvarez Fernández (1) considera como componentes agregados de las úlceras de las extremidades inferiores: a) Coste sanitario. b) Problema social y c) Poco interés de los profesionales. Como conglomerado de situaciones clínicas su manejo es difícil y genera gasto de recursos e incapacidades laborales y limita la capacidad de desempeño de las personas; con el estrés familiar alcanzado, se disminuye la calidad de vida y se reduce la deambulación, motivada por el dolor, olores desagradables y depresión asociada al rechazo social. En lo profesional el tratamiento se incrementa en costos, por la falta de estímulos para adquirir el conocimiento necesario para el tratamiento satisfactorio de los pacientes que, idealmente, debería ser multidisciplinario y por lo tanto, la ocurrencia de tratamientos inapropiados, permite una evolución crónica al padecimiento. Algunos grupos terapéuticos han enfocado y orientado el estudio y tratamiento de este tipo de enfermedades hacia las más frecuentes como son las de etiología arterial y venosa, con discusiones en Estados Unidos y en Europa, se cita la aparición en los 90 y 91, el Grupo de Alexander House quien a su vez reconoce los esfuerzos efectuados por antiguos autores de textos clásicos para descubrir la etiología y la ocurrencia posterior del daño tisular, que al parecer hace parte de mecanismos que involucran las citoquinas por inflamación perivascular (2, 3). Epidemiología Se menciona en la literatura médica la existencia de ulceraciones en las extremidades desde hace 3000 años, 32 Revista Colombiana de Cirugía Vascular con clínicas establecidas para el tratamiento desde los 1500 a.C. y aunque la etiología posiblemente sea diferente, la existencia de la noxa no ha evolucionado acorde con la terapéutica, pues la frecuencia se visualiza igual o en mayor proporción a la reportada en la población afectada (3) por compromiso arterial, venoso o linfático. En los Estados Unidos la estasis venosa crónica severa, con ulceración, aparece entre 3 y 8% de la población adulta y para el año 2004 sobrepasó un billón de dólares su tratamiento; en este mismo orden de ideas, los costos estimados para Inglaterra están por encima de £140 millones anuales de libras esterlinas (5, 2). En Latinoamérica y a nivel colombiano, la afección esta presente en número considerable de pacientes y existen múltiples enfoques en esquemas terapéuticos, como la propuesta del Hospital Militar Central de Bogotá (5). La prevalencia estimada de úlceras activas en miembros inferiores corresponde a 1.5 y 3.0 por 1000 personas (5), en menores de 40 años, la relación es de 1:1 en ambos sexos, aunque por encima de esa edad es de 3:1 a favor del sexo femenino (2, 3); en mayores de 80 años se aumenta a 20 por 1000, con recurrencias fluctuantes anuales de 25 a 70%, con mayor recidiva en aquellas que ocurren secundarias a insuficiencia venosa crónica (I.V.C.) entre 60 y 80%, por compromiso arterial oclusivo u obstructivo (E.A.O.C.) en un 15%, y el porcentaje restante cuando existen ambas patologías o por otras relacionadas con afecciones cutáneas, inmunológicas, infecciosas, por infestación y hematológicas. Como manifestación cutánea de enfermedades sistémicas, las asociadas con mayor frecuencia son la artritis reumatoide y la diabetes mellitus (2, 3). Como la I.V.C. y la E.A.O.C. hacen parte del envejecimiento como enfermedades degenerativas, menciona Chatterjee (6) que en el curso de la vida casi el 10% de la población desarrollará una úlcera crónica e incluso con mortalidad hasta del 2,5%, explicación asumida además, por cambios severos en la calidad de vida que pueden estar relacionados con este padecimiento (7). Tratamiento oclusivo de úlceras de miembros inferiores propuesta terapéutica Enfoque fisiopatológico Los cambios macrovasculares están asociados con reflujo o flujo retrogrado, insuficiencia valvular del sistema venoso profundo, de las perforantes, obstrucción e hipertensión venosa según menciona Bergan. A nivel microvascular los cambios sobrevienen por gran cantidad de fenómenos que se potencian, antes que excluirse, e incluyen según diversidad de autores (2, 8), el depósito de fibrina pericapilar, la isquemia microvascular localizada con proliferación de redes de capilares edematizados y tortuosos, adherencia y activación de los leucocitos, de la actividad de mediadores de la inflamación, reactantes de fase aguda y de radicales libres de oxígeno, citoquinas, proteasas y prostanoides; todos estos agentes motivan la formación de tejido de cicatrización atrófico, lipodermatosis y lipodermatosclerosis, sumado a la bipedestación que incrementa la diferencia de presiones a nivel del sistema arterial, venoso y linfático, a la presión ejercida por los compartimentos musculares a través del sistema de perforantes y la poca o nula respuesta en mecanismos compensadores que se suman al aumento de peso, el sedentarismo, la herencia y la edad. Métodos de diagnóstico La valoración clínica (9, 12), la pletismografía (10, 12) y el Eco-Doppler (11, 12) han sido tradicionalmente los métodos propuestos de diagnóstico clínico en la etiología de las patologías vasculares venosas y sus complicaciones, referidas en este enfoque como la presencia de ulceración en las extremidades. En cuanto a la valoración clínica, efectuada mediante la clasificación CEAP, se considera no satisfactoria por carecer de objetividad y por no ser considerada en la literatura médica actual el único método de diagnóstico, solo contribuye a la orientación de los casos y a su reseña en la literatura. La pletismografía y su diversidad de técnicas para algunos autores carecen de confiabilidad por no indicar la localización especifica de la lesión, ni la etiología de la patología desde el punto de vista hemodinámico, se ha considerado poco confiable en pacientes obesos, embarazadas, falla cardiaca congestiva, compresión extrínseca, TVP (Trombosis Venosa Profunda) crónica, arteriopatía obstructiva y medio ambiente con temperaturas bajas. El ultrasonido Doppler flujo color se ha considerado en la actualidad el mejor método de diagnóstico para la patología venosa y arterial por el bajo costo, el carácter de no invasivo y la repetitividad de los estudios, con sensibilidad y especificidad mayor de 95%, razón por la cual, es tomado como el estándar en el que se basa el diagnóstico y el manejo de las úlceras de extremidades según los criterios de inclusión en esta serie. Propuesta terapéutica Se han definido parámetros claros con el uso de terapia de compresión para el tratamiento de úlceras venosas de la extremidad, por ello con base en la experiencia clínica y en la literatura médica se diseñó una estrategia terapéutica de las ulceraciones, que incluye una primera capa con gasas impregnadas en solución acuosa de 15 gr de Triticum vulgare, una segunda capa de vendaje semielástico compresivo de 4 x 10 yardas en forma romboidal y dos capas superiores de vendajes elásticos compresivos de 6 x 5 pulgadas, en forma circular desde proximal a distal dejando libres los dedos de los pies y luego de distal a proximal; los vendajes se dejan ajustados más no apretados por el riesgo de generar isquemia y además porque el primer vendaje es semielástico. La utilidad del primer vendaje consiste en evitar quemaduras de la piel por la exposición directa a los vendajes elásticos, y obtener el efecto de la semielasticidad con la elasticidad de los otros vendajes, algunos autores también recomiendan los vendajes rígidos, el (la) paciente acepta: no mojar, no manipular, no retirar, no mover los vendajes durante un mínimo de 20 días, cuando los mismos son cambiados en forma sucesiva, hasta la cicatrización de la ulceración, la piel granula debajo de las gasas y se adhiere. Ante la mínima evidencia de sangrado las mismas no se desprenden, se adiciona una nueva capa de gasas y vendajes, se indica manejo del dolor, deambulación y actividades de rutina, luego cuando la piel cicatriza y las gasas desprenden espontáneamente, una vez cicatrizada la ulceración, el paciente continua con soportes elásticos para evitar la recidiva de la úlcera. Los seguimientos se efectúan al mes, a los tres meses y al año. Figura 1-5. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 33 Víctor Alfonso Castrillón Muñoz Figura 2. Primera capa: Gasas con Triticum vulgare. Figura 1. Úlcera activa. Figura 3. Segunda capa. Vendaje de óxido de zinc. 34 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Tratamiento oclusivo de úlceras de miembros inferiores propuesta terapéutica Resultados En el presente trabajo investigativo de tipo empírico, descriptivo, cualitativo, de corte transversal, con límite de un año, se encontró que la complicación de enfermedad venosa manifestada como ulceración está presente en aproximadamente el 90% de los pacientes. El 10% restante tiene etiología diferente como la Diabetes Mellitus tipo II complicada, la arteriopatía obstructiva con ulceración y necrosis, las neuropatías, el trauma óseo y vascular asociado crónico y la enfermedad cutánea de otras etiologías hematológicas o sistémicas. Figura 4. Tercera y cuarta capas: vendajes elásticos. Como criterios de inclusión se tuvieron en cuenta los siguientes mínimos: El paciente debe deambular y aceptar hacerlo en casa mínimo una hora diaria, el Doppler arterial debe tener presencia de flujo considerado normal o dentro de parámetros normales al menos en el tronco de la arteria tibial anterior y la arteria peronea o en el tronco de la arteria tibial posterior y la arteria peronea, no debe recibir tratamientos con corticosteroides sistémicos para otros tipos de patología, debe aceptar el tratamiento propuesto y participar en forma proactiva en su recuperación y manejo posterior para evitar las recidivas. El 60% de las ulceraciones cicatrizaron en los primeros 6 meses de tratamiento. Hasta el 20% de los pacientes abandonan el esquema de manejo para recurrir a otro tipo de plan terapéutico por falta de suministro de insumos o por mejoría, con aceptación parcial del plan a seguir a base de soporte elástico, medias elásticas con gradiente de presión de 20 30 mm Hg, media pantalón para ambos sexos. Se encontró fracaso en 6 pacientes: dos por falta de aceptación del tratamiento, uno por compromiso articular, dos por estar afectados por otras patologías cutáneas que no correspondían a complicaciones venosas y uno porque la EPS no les suministró los insumos, los pacientes con la evolución era satisfactoria y que no decidían continuar el mismo no se consideraron como fracaso del método. Discusión Figura 5. Úlcera cicatrizada. La cicatrización de ulceraciones en miembros inferiores es, en la mayoría de los casos difícil debido a la multiplicidad de factores involucrados (11, 13, 14) múltiples métodos han sido propuestos desde los medicamentos sistémicos como pentoxifilina (15) y zinc oral (16), agentes tópicos como ungüentos proteolíticos (17), agentes de terapia larval (18), terapias de succión Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 35 Víctor Alfonso Castrillón Muñoz con vacío (19), el implante de piel mediante injerto simple o bicapa (20) o con piel artificial desarrollada por ingeniería biomédica (21), de ellos, los métodos convencionales persisten por su facilidad de uso y su costo de relativo acceso e incluyen mediante limpieza mecánica, la desinfección y el desbridamiento del área ulcerada, el estímulo al cierre de la herida y la terapia compresiva; los antibióticos no se indican de rutina en el tratamiento de este tipo de lesiones, (22) pues el crecimiento bacteriano se considera de carácter local y se pone en duda el crecimiento bacteriano de otra localización. Otros métodos e indicadores de cicatrización pueden ser tenidos en cuenta como referente histórico (23). La terapia compresiva, por lo expuesto, mediante un sistema de triple capa es la terapia de elección para los casos anotados (24). Los inconvenientes manifestados dependen del mal olor generado por los vendajes y por el dolor concomitante por la compresión, tratado con analgésicos. No se administran antibióticos. Medias elásticas con gradiente de presión de rango terapéutico entre 20-30 mmHg a permanencia deben instituirse. 10. Ward R. Medical and Surgical therapy for advanced chronic venous insufficiency. Surg Clin North Am. 2010;90:11951214. 11. Coleridge Smith FD. Venous ulcer. Br J Surg. 1994;81: 1404-1405. 12. Raju S, Neglen P. Chronic venous insufficiency and varicose veins. N Engl J Med. 2009;360:2319-2327. 13. Van Gent WB, Wilschut ED, Wittens C. Management of venous ulcer disease. BMJ 2010;341:c6045. 14. Úlceras venosas. Recuperado: 24.02.2013 http:// w w w. e s t e r i p h a r m a . c o m / P d f _ V i e w. p h p ? C o n cepto=23&Archivo=ulceras%20varicosas.pdf 15. Jull A, Waters J, Arroll B. Pentoxifylline for treatment of venous leg ulcers: a systematic review. Lancet. 2002;359:1550-1554. 16. Wilkinson EA, Hawke CI. Does oral zinc aids the healing of chronic leg ulcers. A systematic literature review. Arch Dermatol. 1998;134:1556-1560. 17. Fallabella AF, et al. The safety and efficacy of a proteolytic ointment in the treatment of chronic ulcers of the lower extremity. J Am Acad Dermatol. 1998;39:737-740. 18. Soares M O, et al. For the VenUS II team. Cost effectiveness analysis of larval therapy for leg ulcers. BMJ. 2009;338:B825. 19. Vuerstaek JD, et al. State of the art treatment of chronic leg ulcers: a randomized controlled trial comparing vacuum assisted closure (V.A.C) with modern wound dressings. J Vasc Surg. 2006;44:1029-1037. 20. Jones JE, Nelson EA. Skin grafting for venous leg ulcers. Update in Cochrane Database Syst Review. 2013; (1): CD 001737. 52 pages. 27.02.2013 http://www. thecochranelibrary.com 21. Langer A, Rogowski W. Systematic review of economic evaluations of human cell- derived wound care products for the treatment of venous leg and diabetic foot ulcers. BMC Health Services Research 2009: pages 1-15 27.02.2013 http://www.biomedcentral.com 22. Dawson DL, Beals H. Trombosis venosa aguda en extremidad inferior. Cap. 16. En: Zierler RE. Ecografía Doppler dúplex a color en trastornos vasculares de Strandness. 4ª edición. Amolca Editores. Caracas. 2013;179-198. 23. Phillips TJ, et al. Pronostic indicators in venous ulcers. J Am Acad Dermatol. 2000;43:627-630. 24. Utrillas AC et al. Úlceras venosas tratamiento. Recuperado: 20.02.2013 http://www.opolanco.es/documentos/ jornadascientificas/vjornadas/COMUNIC ACIONESORALES-2/3-TERAPIA-COMPRESIVA-EN-ULCERASVARICOSAS.pdf 25. Komarcevic A. The modern approach to wound treatment. Med Pregl. 2000;53(7-8):363-8 (PubMed). Bibliografía 1. Álvarez-Fernández, J et al. Tratamiento de úlceras vasculares crónicas con equivalentes cutáneos obtenidos mediante ingeniería tisular. Angiología. 2003;55(1):21-33. 2. Álvarez-Fernández, J. Simposio sobre diagnóstico y tratamiento de las úlceras de etiología vascular. Angiología. 2003;55(3) 259 y ss. 3. The Alexander House Group. Consensus Paper on Venous leg ulcers. Phlebology. 1992;7:48-58. 4. Herber O, et al. A systematic review on the impact of leg ulceration on patients’ quality of life. Health Qual Life Outcomes. 2007;5:44-55. 5. Ruckley CV. Socioeconomic impact of chronic venous insufficiency and leg ulcers. Angiology. 1997;48:67-69. 6. Kaufman J. A Lower - extremity veins Chapter 16 Page 445. In: Kaufman JA, Lee MJ. Vascular and Interventional Radiology. Philadelphia. Mosby. 2004. 7. Franco CC, et al. Guía de manejo de las úlceras de los miembros inferiores en el Hospital Militar Central de Bogotá. Colombia. Rev Col C Vasc. 2008;8(3):51-64. 8. Sasanka S Ch. Venous ulcers of the lower limb: ¿Where do we stand? Indian J Plast Surg 2012;45(2) 266-274. 9. González-Consuegra RV, Verdú J. Quality of life in people with venous leg ulcers: an Integrate review. J Adv Nurs. 2011;67:926-944. 36 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Tratamiento oclusivo de úlceras de miembros inferiores propuesta terapéutica 26. O´Meara S, et al. Antibiotics and antiseptics for venous leg ulcers (Review) 2010 Issue 10. 97 pages. Recuperado: 27.02.13 04:38 http://www.thecochranelibrary.com 27. O´Meara S, et al. Compression for venous leg ulcers (Review) 2012. Issue 12. 196 pages. Recuperado: 20.12.12 23:00 http://www.thecochranelibrary.com 28. Nelson EA, Bradley MD. Dressings and topical agents for arterial leg ulcers. J Adv Nurs. 2008 (PubMed). 29. Patel NM, Labropoulos N, Pappas PJ. Current management of venous ulceration. Plastic and Reconstructive Surgery. 2006;117(Suppl. Issue 7S):254S-260S. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 37 Artículo de Investigación Várices reproducidas. ¿Cuál es el verdadero valor del cayado safeno y la unión safenofemoral, en la terapéutica actual? Alejandro Latorre Parra* Resumen La unión safenofemoral, el cayado safeno y sus tributarias han despertado un gran interés en el tratamiento intervencionista de las várices; se consideraba que la causa de la presencia de venas recurrentes era por error técnico en el manejo del cayado safeno, concepto que ha variado recientemente al considerar la neoangiogénesis como una de las principales causas de las venas recurrentes, atribuida a la manipulación del cayado. Las técnicas de oclusión endovascular de la safena no contemplan el manejo de la unión safenofemoral y el cayado de la safena, bajo esta premisa se realizaron 68 reintervenciones por várices recurrentes en pacientes con reflujo de la unión safenofemoral y del muñón de la safena con compromiso de una o más de sus tributarias, diagnosticadas por dúplex venoso. No se incluyeron pacientes con venas recurrentes por progresión de la enfermedad venosa o con venas de origen pélvico en la región inguinal con muñón competente. En todos los casos se identificó por abordaje directo o indirecto la unión safenofemoral y la dilatación del cayado con punto de fuga a través de tributarias no ligadas o resecadas; no se encontró evidencia de neoangiogénesis como causa directa de la recurrencia, se observaron 3 casos de neoangiogénesis independiente del cayado y la tributaria directa insuficiente como punto de fuga. Conclusión: El conocimiento de la anatomía y fisiología de la unión safenofemoral, la implicación del reflujo de la válvula terminal (válvula ostial de la unión safenofemoral), del cayado de la safena y sus tributarias es fundamental en el abordaje quirúrgico del paciente con várices. La cirugía convencional con ligadura alta y completa de la unión safenofemoral, fleboextracción corta invaginada y la flebectomía múltiple no presenta realmente ninguna desventaja con la oclusión endovascular de la safena en términos de incidencia en porcentajes de recurrencia, del manejo ambulatorio, con deambulación temprana y readaptación laboral, de calidad de vida a mediano y a largo plazo, ya que lo que varía es el manejo de la unión y el cayado safenofemoral. Igualmente la formación del cirujano vascular debe ser integral con énfasis en la técnica quirúrgica depurada en el manejo de la unión safenofemoral y el cayado de la safena, * Cirugía Vascular. Clínica de Linfedema. FOSCAL, Bucaramanga. Alejandrolatorrelinfocal@gmail.com Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 39-48 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Alejandro Latorre Parra ya que el entrenamiento formal y la formación académica y la experiencia profesional, disminuyen la tasa de recurrencias y complicaciones en el manejo de la enfermedad venosa. Finalmente, en la terapéutica actual se deben considerar todas las alternativas disponibles dentro del marco quirúrgico, para brindar la opción más recomendable, bajo el concepto de tratar todos los puntos de fuga desde la unión safenofemoral, que se acomode a la necesidad propia de cada paciente. Introducción Las venas reproducidas en miembros inferiores, con el tiempo se han convertido en un problema real de salud; cerca del 20 al 50% se considera la incidencia actual de recidiva de safenovaricectomía (ligadura de la unión safenofemoral, fleboextracción y flebectomías múltiples), de las cuales el 70% tiene incompetencia valvular con reflujo de la unión safenofemoral y la vena safena mayor (1), igualmente entre el 20 y 25% de las cirugías realizadas en los servicios de cirugía vascular corresponden a várices recurrentes (2-8) teniendo en cuenta que el estudio de Edinburgh muestra que las várices afectan a 30% de la población y la cirugía de várices es una de las cirugías que más se realizan en el mundo (9). Con los avances tecnológicos, la terminología ha venido cambiando, la definición de conceptos ha variado, los procesos y la propia fisiopatología de la enfermedad venosa tiene diferentes consideraciones. Actualmente el tratamiento de elección de las várices, depende de la fisiología particular de cada paciente, es la combinación de las siguientes alternativas terapéuticas (1, 2, 7, 10-13): cectomía) La oclusión de reflujo axial venoso corresponde al manejo de la insuficiencia de la unión safenofemoral identificada por dúplex venoso, que corresponde al 70% de los pacientes. Criterios actuales de la enfermedad venosa evaluada por dúplex con respecto al compromi40 Revista Colombiana de Cirugía Vascular so valvular y reflujo, es de 0.5 segundos (anteriormente 2 segundos), igualmente no se determina actualmente los criterios de paralelismo de las paredes, grados de dilatación y diámetro de safena en su trayecto. La técnica quirúrgica actual de la cirugía convencional de vena safena está basada en tres aspectos por lo cual se recomienda: A nivel del cayado safeno, ligadura alta del cayado previa visualización y evaluación de la vena femoral, y ligadura completa de las tributarias hasta las colaterales secundarias. Sutura de la fosa oval o fascia cribiforme. A nivel de la vena safena, fleboextracción invaginada corta, respetando el segmento distal siempre y cuando no esté comprometida en la insuficiencia, y flebectomías múltiples de las tributarias de la safena en toda su extensión (1, 6, 10, 14-19) figura 1.1, - 1.6. Con respecto de las venas recurrentes, se deben considerar claramente los criterios en cuanto a la diferencia entre las venas reproducidas (formación de venas por debajo de la unión safenofemoral en el muñón, con francos signos de insuficiencia de la unión safenofemoral, en la cual, las tributarias se convierten en puntos de fuga a ramas distales); venas residuales (venas que permanecen posterior al tratamiento del cayado de safena, en la zona quirúrgica ya sean insuficientes o sometidas a un nuevo reflujo), y las nuevas venas (dilataciones venosa que aparecen secundarias a la progresión de la enfermedad venosa a nivel de perforantes o ramas normales después de la cirugía, en muslo y pierna) (1, 15, 20, 24, 21), para comprender el concepto de neoangiogénesis considerado hoy como una de las principales causas de la recidiva venosa, como la estimulación de la angiogénesis del muñón y venas tributarias, conecciones linfovenosas transnodales, dilatación de los vasos de la adventicia y vasa vasorum con alteraciones en el drenaje de las tributarias ligadas, con la formación de pequeños vasos, tortuosos de pared delgada, múltiples ramificaciones de pared delgada, avalvulados y entrelazados en la proximidad anatómica de la zona quirúrgica que pueden servir de puentes entre los diferentes vasos ya tratados (22, Várices reproducidas. ¿Cuál es el verdadero valor del cayado safeno y la unión safenofemoral, en la terapéutica actual? 23), que raramente pueden llegar a desarrollar venas en los miembros inferiores salvo que recanalice en segmento de la safena parcialmente resecada (20). Se considera realmente como causa directa de la neovascularización la presencia de muñón (largo) de safena con reflujo de la válvula terminal que estimula el proceso de regeneración y activa los potenciales regeneración vascular (8). Cirugía convencional, (oclusión quirúrgica - mecánica) de safena por várices Figura 1.2. y la unión safenofemoral (se observa, epigástrica - circunfleja - safena accesoria anterior - pudenda superficial y pudenda profunda) y vena femoral común. Figura 1.1. Disección completa de las ramas del cayado, tributarias, safena interna y unión safenofemoral. Figura 1.3. Disección completa del cayado y unión safenofemoral, con visualización directa de la vena femoral común disecada proximal y distal a la unión. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 41 Alejandro Latorre Parra Figura 1.4. Disección completa de la unión safenofemoral, y colocación de pinza de sección del cayado subyacente a la vena femoral. Figura 1.6. Sutura de la fosa oval (fascia cribiforme). Las causas directas de la presencia de venas recurrentes están relacionados con el manejo del cayado safeno, bajo los siguientes aspectos multifocales (2-5, 8, 15, 17, 19, 20, 22, 23). 1. Error de técnica quirúrgica: mal abordaje quirúrgico, ligadura incompleta o parcial de las tributarias del cayado safeno, ligadura distal a la unión safenofemoral, no dejar barreras de protección al muñón safeno, fleboextracción parcial, resección inadecuada de tributarias distales (venas comunicantes y colaterales de sistema safenos), experiencia del cirujano (la recurrencia en cirugías realizadas por cirujanos no especializados llega al 60 - 70%). Figura 1.5. convencional correcta. 42 Revista Colombiana de Cirugía Vascular 2. Error táctico: diagnóstico inadecuado por clínica y/o laboratorio vascular, inadecuado mapa prequirúrgico, variaciones anatómicas no evaluadas y conocimiento inadecuado de la anatomía y fisiopatología venosa. Punto de fuga de la región pélvica (várices pélvicas). Várices reproducidas. ¿Cuál es el verdadero valor del cayado safeno y la unión safenofemoral, en la terapéutica actual? 3. Progresión de la enfermedad: dilataciones venosas secundarias a perforante insuficiente, potencial recidivante idiopático (genético), presencia de factores de crecimiento con potencial regenerativo de las estructuras vasculares especialmente en las venas. Manejo de las várices recurrentes con unión safenofemoral abierta, postsafenectomía 4. Neovascularización, considerada una de las causas más frecuente de las várices recurrentes (9, 24). De acuerdo a los conceptos previamente enunciados, existen 11 clasificaciones diferentes de las causas de las recidivas de la cirugía venosa, destacándose las Materiales y métodos manga, Colombia, se realizaron en el periodo de enero de 2011 y enero de 2013, 540 cirugías ambulatorias de várices, por várices C2 - C3 de la clasificación CEAP, de las cuales 68 (12,6%) se realizaron con diagnóstico de várices recurrentes, diagnosticadas por clínica y corroboradas por dúplex venoso con compromiso del cayado safeno e incompetencia de venas recurrentes a nivel del cayado. Los pacientes con venas recurrentes o reproducidas en diferentes áreas de la extremidad sin compromiso del cayado, o pacientes con várices recurrentes de origen pélvico, con ligadura adecuada del muñón o muñón no insuficiente, fueron excluidas del presente trabajo. Procedimiento: bajo anestesia regional en 58 pacientes, en 10 se realizó bajo anestesia general, en 10 el abordaje quirúrgico se realizó por incisión en el pliegue inguinal, con disección del confluente safenofemoral por vía directa o por vía indirecta (25) para llegar inicialmente a la vena femoral proximal con disección distal. Se realiza disección completa del muñón safeno residual, hasta la unión safenofemoral, donde se liga comprometiendo la válvula terminal o válvula ostial de la unión safenofemoral, disección y resección completa de las colaterales visualizadas en el área quirúrgica, sutura de la fosa oval o fascia cribiforme y flebectomía múltiple de las colaterales comprometidas, figura 2.1 - 2.6 colocación de puntos de presión en los trayectos intervenidos y vendajes elásticos con presión de 40 mmHg en imbricado 8 mediano, con deambulación temprana. Figura 2.1. recurrente (visualización de cicatrices). Figura 2.2. Incisión inguinal (visualización de cicatriz anterior). Figura 2.3. Disección directa del cayado safeno, sin neovascularización. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 43 Alejandro Latorre Parra Resultados De los 68 pacientes llevados a cirugía para reintervención a nivel del cayado en la zona inguinal por venas recurrentes, con cayado insuficiente y tributarias o safena insuficiente, observamos que las cirugías fueron realizadas por cirujanos vasculares, cirujanos generales, de antigua escuela, cirujanos generales especializados y médicos generales (empíricos). Tabla 1. Tabla 1 Tipo de cirujano que realizó la primera cirugía Cirugía Figura 2.4. Disección anterior del cayado safeno, se observa detra de la pinza, punta zanoria del fleboextractor entrando por la safena accesoria anterior (anteromedial del muslo). Safenovaricectomía convencional C V C G C G 1 2 1 2 Varicectomía restrictiva (flebectomía no safena) 2 0 Figura 2.5. Sección del cayado safeno y paso del fleboextactor. T o 5 6 3 8 3 2 Total M G 2 0 1 8 4 6 1 0 6 8 El tipo de cirugía realizada por quienes intervinieron en el primer acto quirúrgico aparece en la tabla 2, en donde la cirugía convencional es realiza por cirujanos vasculares y cirujanos generales especializados; la oclusión térmica con láser fue realizada por personal especializado quirúrgico y por médico general empírico, sin ningún entrenamiento formal; oclusión con espuma, igualmente, la mayoría de los procedimientos son realizados por médicos generales, sin formación académica en la enfermedad venosa. La cirugía de flectomía múltiples respetando safena fue realizada por cirujano vascular. Tabla 2 Procedimiento realizado en la primera cirugía de las várices por los diferentes cirujanos que intervinieron # Ci % Cirujano vascular 20 3 Cirujano general antiguo 20 3 0 Cirujano general especializado 18 2 6 10 1 4 68 1 0 Cirugía Figura 2.6. Disección completa de la unión safenofemoral, visualización de la vena femoral y de la fosa oval. Total 44 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Várices reproducidas. ¿Cuál es el verdadero valor del cayado safeno y la unión safenofemoral, en la terapéutica actual? CV: Cirujano vascular, CGA: Cirujano general antiguo escuela, CGE: Cirujanos generales especializados. Los resultados obtenidos en el abordaje quirúrgico, en pacientes con venas recidivantes con compromiso de la unión safenofemoral, con reflujo mayor a 0.5 segundos a nivel de la válvula terminal, al igual que el reflujo de la válvula preterminal cuando estaba incluida en la pieza quirúrgica, fueron los siguientes: 100% de los pacientes. de reflujo de la válvula terminal en la unión safenofemoral. ligadura del cayado (75%) se observó muñones de 1, 2 y hasta 3 cm de longitud desde la unión safenofemoral. de la fosa oval, la cual estaba permeable en el 100% los casos. cayado safeno, se visualizó tributaria del cayado con reflujo sin evidencia de ligadura en la cirugía previa, especialmente la vena safena accesoria anterior (anteromedial del muslo) en el 90% de los casos y la vena safena accesoria posterior el 10% (6). nipuló el cayado safeno, se evidenció reflujo de la unión safeno femoral con recanalización parcial o completa de la vena safena mayor en toda su extensión, con compromiso de tributarias de la safena. cayado de la safena y safena, se evidencia safena insuficiente desde la válvula terminal comprometiendo toda su extensión y presencia de colaterales recurrentes. como factor etiológico de las venas recurrentes. Se observó en 3 casos (4%) neovascularización en la zona quirúrgica, independiente de la tributaria insuficiente directa del muñón de la safena con insuficiencia de la válvula terminal. Discusión “Sin embargo el objetivo de la oclusión del reflujo venoso superficial, si está presente, es el primer paso en el tratamiento de las venas varicosas sintomáticas, sin cambios ni modificaciones... la disección y ligadura de todas las tributarias del cayado (conocidas o no conocidas) se debe realizar lo más distal posible de su desembocadura en el cayado y la unión safenofemoral debe ligarse subyacente a la vena femoral”, tomado del preciso el concepto hasta dónde debe disecarse cada tributaria del cayado para su ligadura lo más distal posible, es en el punto donde se presenta la primera bifurcación (17) o donde se presentan los vasos secundarios (16). “Un procedimiento quirúrgico correcto requiere, para evitar la recurrencia, una amplia exposición longitudinal de la vena femoral, para realizar la ligadura sin puntos de fuga” (8, 19) y diferentes autores especifican la técnica depurada en el manejo de la unión safenofemoral, y oclusión térmica endovascular (radiofrecuencia y láser) violan el principio básico del tratamiento del reflujo venoso y al evadir la ligadura de la unión safeno femoral, dejan abierto un punto de fuga que va alterar los resultados a mediano plazo (24) y por ello se le atribuye cada vez más la importancia a la neovascularización coma causa de la recurrencia (13). La técnica depurada de la cirugía venosa, contempla el manejo prequirúrgico de diagnóstico por clínica y por laboratorio vascular para corroborar la presencia del reflujo, del compromiso valvular, a nivel de la válvula terminal (ostial) de la unión safenofemoral, la válvula preterminal localizada aproximadamente entre 1.5 y 2 cm de la válvula terminal, en donde están localizadas todas la tributarias del cayado safeno; igualmente la demarcación precisa de los trayectos a intervenir, tomándose el tiempo necesario para su realización. Juega papel fundamental la experticia del cirujano, en el manejo del cayado y la concepción integral de la hemodinamia de la unión safenofemoral y del cayado; la manipulación fina de los tejidos y no dejar ningún punto de fuga, tanto en la vena femoral como en el Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 45 Alejandro Latorre Parra remanente del muñón, garantizan la mínima incidencia de venas recurrentes (6). En la literatura, en la mayoría de los artículos, no se describe el punto exacto de la ligadura de la unión safenofemoral, no aclaran si se realiza subyacente a la vena femoral o más distal, lo que permite, en forma directa, continuar con el reflujo de la válvula terminal y de esta manera la progresión de la enfermedad en el mismo sitio del origen de la enfermedad, existen trabajos que hablan de recidivas de la safena con recurrencia a nivel del cayado, entre 1 y 5 años. Igualmente no se describe el manejo directo de la fosa oval y muy pocos artículos enfatizan, cómo disminuye el cierre de la fosa oval, de un 25 a un 4% la posibilidad de la recurrencia, al igual que crea una barrera física en caso de neoangiogénesis del muñón hacia la parte profunda de la región inguinal (17). Juega también papel fundamental, en la evolución postquirúrgica del paciente, el manejo de la elastocompresión, la terapia física y los ejercicios miolinfoquinéticos que se indican en el manejo de las induraciones de los tejidos blandos en los trayectos intervenidos y que se debe aplicar no solo a la cirugía convencional sino también a todos los pacientes a los que se les practica oclusión térmica (radiofrecuencia - láser) y se complementa con la flebectomía múltiple con microincisiones, lo cual es el mismo procedimiento que se realiza con todos los pacientes, y es lo que define realmente la deambulación temprana o precoz, y su reintegro a la actividad laboral, y no la oclusión de la safena ya sea quirúrgica o térmica. Diferente el manejo de las pacientes a quienes se les practica la oclusión química con espuma, ya que el proceso local en todas las venas, tanto safenas como tributarias del cayado, como de la safena interna, estaría contraindicada la manipulación con terapia física local, pero si los ejercicios linfoquinéticos y la elastocompresión. La literatura reporta que en realidad el fenómeno de la neoangiogenesias o neovascularización, como criterio diagnóstico aceptado, es del 8%, igualmente están los reportes de neovascularización de Labropoulos del 5% en la oclusión endovascular térmica con radiofrecuencia convencional (26). Con respecto a las nuevas tecnologías antes de clasificarlas como patrón de oro, no se debe olvidar lo que representa desde el punto de vista económico, y 46 Revista Colombiana de Cirugía Vascular veces mayor que la cirugía convencional y que afecta directamente los resultados en los pacientes; además existe evidencia que la parestesia en el posoperatorio que con la cirugía convencional (48,2%), y persistiendo en el 55,6% de los pacientes (26). Llama igualmente la atención con respecto a la preferencia de las diferentes alternativas terapéuticas cómo en Gran Bretaña e Irlanda la preferencia de los cirujanos vasculares miembros de la VSGBI, tanto a nivel asistencial (82%) como privado (70%) prefieren la cirugía convencional y solamente a nivel asistencial (15%) y particular (18%) realizan y escleroterapia al 3 y 2% respectivamente, paralelamente ven como ha aumentado el número de procedimientos por radiólogos y dermatólogos, corroborado por Bergan (27) y cómo el estudio de Harris reporta que 55% de la cirugía de várices fueron realizadas exclusivamente por razones cosméticas (28). Con respecto a la incidencia de recurrencia, Xenos, en un metanálisis de la recurrencia del reflujo pudo determinar que no hay una diferencia significativa en cuanto a la recurrencia de la cirugía convencional comparada con la oclusión térmica endovascular (24) corroborada por Theivacumar (2) Christensen (18) con un seguimiento a dos años sin diferencia estadística en cuanto a dolor, deambulación y regreso laboral, y recurrencia que aunque es mayor en la oclusión térmica de 0 a 7%, no lo consideran estadísticamente significativo; Van der Bos (12) corrobora que todas las alternativas terapéuticas las diferentes alternativas terapéuticas a un año de seguimiento con resultados de 14.8, recidivas en la oclusión quirúrgica, 13.8 en la oclusión química 11.6 y 7.3 en la oclusión endovascular térmica y aclaran que aún faltan estudios de seguimiento a largo plazo para definir los láser endoluminal 810 - 980 - 1470 han propiciado una nueva forma de recidiva observada en la safena, por recanalización por lo cual sugiere que la cirugía convencional es la que mejores resultados ha presentado. Christenson (18) reporta recurrencia con recanalización del 9% en la oclusión térmica con láser. Selles (29) reporta en su análisis recidiva de espuma ecoguiada del 25% a 2 años. Conclusión El conocimiento de la anatomía y fisiología de la unión safenofemoral, la implicación del reflujo de la válvula Várices reproducidas. ¿Cuál es el verdadero valor del cayado safeno y la unión safenofemoral, en la terapéutica actual? terminal (válvula ostial de la unión safenofemoral), del cayado de la safena y sus tributarias es fundamental en el abordaje quirúrgico del paciente con várices. La cirugía convencional con ligadura alta y completa de la unión safenofemoral, fleboextracción corta invaginada y la flebectomía múltiples no presenta realmente ninguna desventaja con la oclusión endovascular de la safena, en términos de incidencia en porcentajes de recurrencia, del manejo ambulatorio, con deambulación temprana y readaptación laboral, de calidad de vida a mediano y a largo plazo, ya que lo que varía es el manejo de la unión y el cayado safenofemoral. Igualmente la formación del cirujano vascular debe ser integral con énfasis en la técnica quirúrgica depurada, en el manejo de la unión safenofemoral y el cayado de la safena, ya que el entrenamiento formal y la formación académica y la experiencia profesional, disminuyen la tasa de recurrencias y complicaciones en la terapéutica actual se deben considerar todas las alternativas disponibles dentro marco quirúrgico, para brindar la opción más recomendable, bajo el concepto de tratar todos los puntos de fuga desde la unión safenofemoral, que se acomode a la necesidad propia de cada paciente. Analysis of social problem. G Chir. 33(11-12):450-454. (Stripping vs Chiva) and Surgeons experience. G Chir. 2011;32(11-12):460-463. 10. Kuhlman A, Prenzler A, et al. Impact of radiofrecuency ablation for patients with varcose veinas on the budget of the German Statutoru Health Insurance System. Health Economics. 2013;3:9. 11. Schwarz Th,Von Hodenberg E. Endovenous laser ablation of varicose veins with the 1470-nm diode laser. J Vasc . 2010;51:1474-1478. Phlebolymphology. 2010;19(4):163-169. 15. Gooda AA, Abusadera HA. Incedence and causes od recurents varicose veins in so hage. EJS. 2012;31(4): 168-174. veins and associated chronic venous disease: clinical practice guidelines of Society for Vascular Surgery and Bibliografía 1. Van Groenendael L, Van Vliet JA. Treatment of recurrent varicose veins of the great saphenous vein by conventional surgery and endovenous laser ablation. J Vasc Surg. 2009;50:1106-1113. recurrence 2 years after varicose veins treatment for sapheno-femoral and great saphenous veins reflux: a comparation of surgery and endovenous laser ablation. Eur J Vasc Endovasc Surg. 2009;10:1-5. 2009;24(suppl 1):34-41. 18. Christenson J, Gueddi S. Prospective randomized trial comparing endovenous laser ablation and surgery for treatment of great saphenous varicose veins wuth a 2 year follow-up. J Vasc Surg. 2010;52:1234-1251. 19. Bradbury A, Pappas P. Chrinic venous insufficiency, varicose veins, lymphedema and arteriovenous fistula. In: Davies A, Brophy E, ed: Vascular Surgery. Springer Specialist Suergery 21. Howard A, Woward DP. Surgical teratment of incompetent Vasc Surg. 2004;40:296-302. Sciences. 2012;4(1):45-48. bystander” in recurrente varicose veins. J Vasc Surg. 2006;44:1279-1284. doenca venosa crónica. Angiologia e Cirugia Vascular. 2012;8(3):110-126. of varicose veins recurrent at the saphenofemoral or saphenopopliteal junction: an update. Veins and Lymphatics 2012;1(e4):10-14. Plaquin J, Segura J, Ed. De la historia a la actualidad de la Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 47 Alejandro Latorre Parra 2010;333-384. 24. Xenos E, Bietz G. Endoluminal thermal ablation versus recurrence of reflux. Int J Angiolol. 2009;18(2):75-78. 25. Hyaden A, Holdsworth J. Complications following reexploration of the griin for recurrents varicose veins. Ann comparison of quality of life and recurence between high ligation and stripping and radiofrecuency ablation for varicose veins. JKKS. 2012;84:48-56. 48 Revista Colombiana de Cirugía Vascular 27. Bergan JJ. Surgical treatment of superficial venous incompetences: recent advances. In: Negus, D. Colerige Smith, P. Bergan JJ, Ed: Leg Ulcer, diagnosis and mana- a survey of current practice by members of the Vascular 2009;91:77-80. espuma para el tratamiento del segmento venoso en la técnica 3-S safenectomía. Cir Esp. 2008;84(2):92-99. Reporte de casos Oclusión endoluminal con láser de venas safenas accesorias CLEV Daniel E. Indaburu*, Miguel Santaella*, Julieta Duque**, Elver Camacho Resumen Desde octubre de 2004 a febrero de 2013, hemos realizado 725 procedimientos de oclusión endoluminal con láser “endoláser” de venas safenas (mayores, menores, y accesorias). El 4% (29 pacientes) corresponden a safenas accesorias: 24 anterolaterales y 5 posteromediales. En 9 pacientes se trataban de várices recidivantes, 18 pacientes con insuficiencia aislada de la safena accesoria y 11 pacientes asociado a insuficiencia de la safena mayor. 82% (24 ptes.) corresponden al sexo femenino, y 18% (5 ptes.) al sexo masculino. La edad promedio de este grupo de pacientes es igual al del grupo general: 49 años (41-65). Las safenas anterolaterales se trataron en su porción proximal recta en promedio 20 cm de longitud, mientras las posteromediales se trataron en toda la longitud del muslo, por tener una disposición más recta. El endoláser se realizó en todos los casos, con láser de Diodo de 810 nm, y con anestesia local tumescente de Klein modificada. En el 100% de los casos, los controles han demostrado la oclusión completa de la safena accesoria. El 44% tienen seguimiento a 1 año, y todos se encuentran libres de várices, asintomáticos y con excelentes resultados estéticos. Conclusiones: La insuficiencia de la safena accesoria anterolateral o posteromedial es susceptible de tratamiento con endoláser, con buenos resultados, (equiparables al grupo general). Las safenas accesorias anterolaterales, por ser muy superficiales y de grandes diámetros, requieren gran cantidad de anestesia tumescente y la aplicación de altas potencias, para evitar quemaduras de piel y obtener la oclusión completa. Palabras clave: endoláser, ablación endoluminal, láser endovascular, EVLT. * ** Cirujano Vascular. Internista Vascular. Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 49-54 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Daniel E. Indaburu, Miguel Santaella, Julieta Duque, Elver Camacho Abstract From october 2004 to february 2013, we have made 725 procedures ablation with endoluminal laser “endolaser” of saphenous veins (major, minor, and accessories). 4% (29 patients) correspond to the accessory saphenous vein: 24 antero-laterales and postero-medial 5. In 9 patients they were recurrent varicose veius, 18 patients with failure isolated from accessory saphenous and 11 patients associated with failure of the saphenous. 82% (24 ptes.) were female, and 18% (5 ptes.) were male. The average age of this group of patients is equal to the general group: 49 years (41-65) antero-lateral saphenous veins were dealt with in its proximal portion straight on average 20 cm in length, while the postero-medial were discussed in the entire length of the thigh, by having a provision more straight. Endolaser was performed in all cases, with 810 nm diode laser and modified klein tumescent local anesthesia. In 100% of cases, the controls have shown complete occlusion of the accessory saphenous. 44% Have 1-year follow-up, and all are free of varicose veins, asymptomatic and with excellent cosmetic results. Conclusions: The failure of the antero-lateral accessory saphenous or postero-medial is susceptible of endolaser treatment, with good results, (comparable to the general group). The accessory saphenous vein antero-laterales, by being very superficial and large diameter, require large amount of tumescent anesthesia and the application of high power, to avoid skin burns and achieve full occlusion. Key words: endolaser, ablation endoluminal, laser endovascular, EVLT.. Introducción Desde 1999 los doctores Boné en España (1) y Navarro en USA (2), realizaron los primeros procedimientos de endoláser; su principal indicación ha sido la oclusión de la safena mayor en el muslo, (3-6) y en menor proporción la safena menor, (7) pero no se describe para las safenas accesorias anterolateral ni posteromedial, muy probablemente por falta de diagnóstico adecuado, y por la superficialidad y tortuosidad, especialmente de la anterolateral del muslo. Durante 9 años, estos procedimientos se vienen realizando en todo el mundo, con equipos láser con una longitud de onda de 810 nm, 940 nm y 980 nm, (8) pero desde hace 4 años, los equipos de láser vienen con longitud de onda de 1410 y 1470 mm, (9, 10) que tienen mayor afinidad por el agua, y menor por la hemoglobina, y con el desarrollo de las fibras de emisión radial, han aumentado las indicaciones de tratamiento con esta tecnología a las afluentes y a las perforantes. Aunque desde febrero de 2013 nosotros contamos con un equipo láser de esta longitud de onda (1470), todos los pacientes presentados en este trabajo fueron realizados con equipo de láser de diodo 810 nm, utilizando fibra lineal, pero estamos seguros que con 50 Revista Colombiana de Cirugía Vascular la nueva tecnología, los resultados serán aún mejores, especialmente en lo que tiene que ver con el posoperatorio inmediato, pues ya lo estamos evidenciando. El Eco-Doppler se ha convertido en la mano derecha del cirujano vascular para realizar este tipo de procedimientos endovasculares, y de su adecuada realización y reporte, depende el tratamiento a realizar y sus resultados. Este estudio debe ser realizado por el cirujano que va a tratar el paciente. En el preoperatorio se debe realizar en posición ortostática, determinar el grado de insuficiencia, (leve, moderado o severo), la localización, los diámetros en los diferentes segmentos, y la disposición, (tortuosidades, segmentos epifasciales, etc.), así como la presencia de perforantes incompetentes. (11) En el transoperatorio, es la guía de acceso a la vena por punción, y de la fibra láser para ubicarla en el sitio adecuado y su verificación endoluminal, (12) y lo que es muy importante: la adecuada administración de la anestesia local tumescente con la solución de Klein, para que esta se realice entre las fascias superficial y profunda, y totalmente perivenoso (figura 1) (13, 14). Ya en el posoperatorio, se deben realizar controles, que de acuerdo a nuestro protocolo es a los 8 días, 1 mes, 3 meses y 1 año, valorando inicialmente la oclusión de la safena, y posteriormente su involución y retracción. (15). Ablación endoluminal con láser de venas safenas accesorias CLEV Tabla 1 Distribución de acuerdo a clasificación CEAP Presentación clínica CEAP Pacientes % C2 15 - 52 C3 6 - 21 C4 4 - 13 C5 2 - 7 C6 2 - 7 Figura 1. Anestesia Tumescente intrafascial. Material y métodos Se revisan retrospectivamente los procedimientos de oclusión endoluminal con láser (endoláser) de las safenas accesorias, anterolateral y posteromedial del muslo, durante el período comprendido entre octubre de 2004 y febrero de 2013 en el Centro Láser de Enfermedades Venosas. En este período de tiempo, se realizaron 725 procedimientos de endoláser de venas safenas (mayores, menores, y accesorias). El 4% (29 pacientes) correspondieron a safenas accesorias: 24 anterolaterales y 5 posteromediales (figura 2). prequirúrgico en nuestra institución, encontrando en muchos casos resultados totalmente diferentes a exámenes externos. Clínicamente, 9 de estos pacientes (31%) consultaron por várices recidivantes, ya que tenían cirugía previa (safenovaricectomía abierta) (17). La localización de las várices dependientes de las safenas accesorias, son características, especialmente las de la anterolateral, (figuras 3 y 4) ubicadas en la cara anterior de muslo y rodilla, y algunas distribuyen por la cara externa y posterior de la extremidad, y otras se comunican con la safena mayor a nivel del pliegue de rodilla. Para el caso de la accesoria posterolateral, es similar a la distribución de las várices dependientes de la safena mayor, pero más posteriores (figura 5). Figura 2. Safenas tratadas. La clasificación CEAP al momento de la consulta fue: C2 15 pacientes (52%) C3: 6 pacientes (21%), C4: 4 pacientes (13%), C5: 2 pacientes (7%) y C6: 2 pacientes (7%) (16) (tabla 1). Como es de rigor hoy en día, a todos nuestros pacientes les realizamos el Eco-Doppler o dúplex venoso Figura 3. Imagen de Eco-Doppler safena accesoria incompetente. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 51 Daniel E. Indaburu, Miguel Santaella, Julieta Duque, Elver Camacho El diámetro promedio de las safenas accesorias anterolaterales es de 16 mm (10-20 mm) y de las posteromediales 8 mm (6-11 mm) (tabla 2). El acceso a las venas fue en el 100% de los casos por punción bajo guía ecográfica, y por técnica de Seldinger la introducción de la fibra de endoláser. Tabla 2 Diámetros de las safenas accesorias Figura 4. Distribución de las várices dependientes de safena accesoria anterolateral. Safena Diámetro Anterolateral 10-20 mm (media: 16 mm) Posteromedial 6-11 mm (media: 8 mm) Resultados Por la falta de navegabilidad de las fibras de láser, el endoláser se realizó en el extremo proximal (de disposición recta) de las safenas anterolaterales, con una longitud promedio de 20 cm, realizando en las porciones distales, epifasciales y tortuosas de la safena y sus afluentes, miniflebectomía con anestesia local tumescente. Sin embargo, las safenas accesorias posteromediales si se trataron en toda la longitud del muslo, por tener estas una disposición más recta, prácticamente paralela a la safena mayor. Figura 5. Distribución de las várices dependientes de safena accesoria anterolateral. En nuestros reportes del dúplex, se presentaron 18 pacientes (62%) con insuficiencia aislada de la safena accesoria y 11 pacientes (38%) asociado a insuficiencia de la safena mayor. En el grupo de los 18 pacientes con insuficiencia aislada de la safena accesoria, están incluidos 6, que presentaban insuficiencia proximal y segmentaria de la safena mayor (sin dilatación) y/o femoral común según su desembocadura, y que lo interpretamos como efecto sifón, corroborado posteriormente en los controles posoperatorios, por la ausencia de estos reflujos. La distribución por sexo fue 82% (24 ptes.) de sexo femenino, y 18% (5 ptes.) de sexo masculino. La edad promedio de este grupo de pacientes es igual al del grupo general: 49 años (41-65). 52 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Todos los pacientes fueron tratados en nuestro centro, en sala de procedimientos menores, debidamente habilitada por la Secretaría de Salud, y la cual se maneja como sala quirúrgica, con todos los protocolos de asepsia. A ningún paciente se le solicitó exámenes prequirúrgicos, diferentes al Eco-Doppler, ni necesidad de ayuno. Al ingreso a la institución se les administró Alprazolam 0.5 mg vía oral. La anestesia utilizada ha sido la local tumescente (solución de Klein, y Klein modificada desde octubre de 2012), y el equipo láser un Diomed Delta 15 de 810 nm de longitud de onda (figura 7). Hemos aplicado una potencia de 15 vatios a las safenas con diámetros mayores de 12 mm, 12 vatios a venas de 8 a 12 mm de diámetro, y 10 vatios a menores de 8 mm, en muslo. El retiro de la fibra se realiza a una velocidad de 2 mm/ segundo, lo que equivale a una energía (de acuerdo al tamaño de la vena) entre 50 a 75 Julios/cm. Todos nuestros pacientes reciben por protocolo, profilaxis antibiótica oral por 3 días, iniciando el día previo al procedimiento. Ablación endoluminal con láser de venas safenas accesorias CLEV (13 pacientes) a un año, encontrándose todos libres de várices (20), asintomáticos y con excelentes resultados estéticos. La dificultad en el seguimiento, ha sido por tratarse ya sea de pacientes que viven en el exterior, en la provincia, o que no han regresado a sus controles y han cambiado sus datos de contacto. A los pacientes tratados únicamente de la safena accesoria incompetente, con safena mayor sana, hemos sido insistentes en la necesidad de los controles periódicos, para ir evaluando la competencia de la safena mayor. A pesar de ser un grupo pequeño de pacientes, y de tener únicamente un seguimiento del 44% a un año, con los resultados evidenciados, podemos concluir: Figura 6. Distribución de las várices dependientes de safena accesoria posteromedial. 1. La insuficiencia de la safenas accesorias anterolateral y posteromedial son susceptibles de tratamiento con endoláser, con buenos resultados, (equiparables al grupo general que han sido tratados de las safenas mayores y/o menores). 2. Las safenas accesorias anterolaterales, por ser muy superficiales y de grandes diámetros, requieren gran cantidad de anestesia tumescente y la aplicación de altas potencias, para evitar quemaduras de piel y obtener la oclusión completa. Figura 7. Equipo láser diodo 810 nm. En el 100% de los casos, los controles han demostrado la oclusión completa de la safena accesoria (18, 19), la involución y la cicatrización de la misma. Dos pacientes de sexo masculino (6,8%), tratados de la safena anterolateral en un primer tiempo quirúrgico (dejando la flebectomía para un segundo tiempo) presentaron trombosis venosa superficial de la safena distal epifascial en muslo, que requirieron trombectomías con anestesia local y manejo antibiótico y antiinflamatorio, con evolución posterior satisfactoria. En un paciente de sexo femenino, con aneurisma del cayado (20 mm) accidentalmente se infiltra la anestesia por vía endovascular, lo que le produce un estado de confusión y alucinación, que requiere observación e hidratación en servicio de urgencias por 12 horas, cediendo el cuadro en forma completa. El 100% de los pacientes tienen seguimiento a los 8 días y al mes, 51,7% a los 3 meses y únicamente 44,8% 3. A la vena safena accesoria anterolateral distal que es epifascial, se le debe realizar flebectomía en el mismo acto quirúrgico del endoláser, por el alto riesgo de tromboflebitis. Bibliografía 1. Boné C. Tratamiento endoluminal de las várices con láser de diodo: Estudio preliminar. Rev Patol Vasc. 1999;5:35-68. 2. Navarro L, Min RJ, Boné C. Endovenous Laser: a new minimally invasive method of treatment for varicose veinspreliminary observations using an 810 nm diode laser. Dermatol Surg. 2001;27(2):117-122. 3. Min R, Zimmet S, Isaacs M, Forrestal M. Endovenous laser tretment of the incompetent greater saphenous vein. J Vasc Interv Radiol. 2001;12:1167-1171. 4. Min R, Khilnani N, Zimmet S. Endovenous laser tretment of saphenous vein reflux: long term results. J Vasc Interv Radiol. 2003;35(5):511-516. 5. Merchant RF, DePalma RG, Kabnick LS. Endovascular obliteration of saphenous reflux: A multicenter. Study J Vasc Surg. 2002;35:1190-1196. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 53 Daniel E. Indaburu, Miguel Santaella, Julieta Duque, Elver Camacho 6. Fan CM, et al. Endovenous laser ablation: mechanism of action. Phlebology. 2008;23(5):206-213. 7. Eesmyttere J, et al. Endovenous Laser Ablation (980 nm) of the Small Saphenous Vein in a Series of 147 Limbs with a 3-Year Follow-up. Eur J Vasc Endovasc Surg. 2009. 8. Indaburu D, Perafan A, Hernández M, et al. Endoláser en el tratamiento de la insuficiencia venosa de miembros inferiores. Rev Colomb Cir Vasc. 2007;2:53-57. 15. Rasmussen LH, Lawaetz M, Bjoern L, Vennits B, Blemings A and Eklof Danish B. Vein Centres, Naestved, and Surgical Centre Roskilde, Denmark Randomized clinical trial comparing endovenous laser ablation, radiofrequency ablation, foam sclerotherapy and surgical stripping for great saphenous varicose veins. British Journal of Surgery. 2011;98:1079-1087. 16. Viarengo LM, et al. Endovenous laser treatment for varicose veins in patients with active ulcers: measurement of intravenous and perivenous temperatures during the procedure. Dermatol Surg. 2007;33(10):1234-1242; discussion 1241-2. 9. Soracco JE, et al. New wavelength for the endovascular treatment of lower limb venous insufficiency. Int Angiol. 2009;28(4):281-288. 10. Schwarz T, et al. Endovenous laser ablation of varicose veins with the 1470- nm diode laser. J Vasc Surg. 51(6):1474-1478. 17. Marinello J. Las várices: ¿por qué recidivan? Arch Cir Vasc. 2002;XI(3):135-138. 11. Juan J, Fontcuberta J, Senin ME, Vila R. Guía básica para el diagnóstico no invasivo de la insuficiencia venosa. Angiología. 2002;54:44-56. 18. 12. Chleir F. Rôle technique de l’ècho-doppler avant, pedant et après les procédures de traitement des varices. Phlèbologie. 2004;57(3):275-283. Proesbstle TM, Krummenauer F, Gul D, Knop J. Nonocclusion and early reopening of the great saphenous vein after endovenous laser treatment is flounce dependent. Dermatol. Surg. 2004;30:174-178. 19. 13. Rapport d´evaluation technologique. Oclusion de la veine saphène par laser par voie veineuse transcutanéé. HAS. Avril 2008. Proesbstle TM, Gul D, Leer HA. Infrecuenty early recanalization of greter saphenous vein after endovenous laser treatment. J Vasc Surg. 2003;38(3):511-516. 20. 14. Ohtac Recommendation: Endovascular Laser Therapy for Varicose Veins April 2010. Ontario Health Technology Assessment Series. 2010;10(6). Desmittere J, et al. A 2 years follow-up study of endovenous laser treatment of the great saphenous vein: Role of the blood content in the GSV. Medical Laser Application. 2005;20(4):283-289. 54 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Reporte de casos Profundoplastia de la Arteria Femoral Profunda para el Manejo de la Isquemia Crítica Heinz Hiller*, Mauricio Novoa**, Arturo Rodríguez*** Resumen Introducción: La profundoplastia de la arteria femoral profunda es un técnica quirúrgica descrita hace más de 50 años. Su uso hasta la fecha no tenía indicaciones específicas por lo cual se consideró estudiar el efecto en pacientes con isquemia de miembros inferiores terminal. Se describe una serie de casos prospectiva de la técnica. Materiales y Métodos: estudio prospectivo a un año y medio. Se incluyeron pacientes con isquemia en estadío de Rutherford 4 a 6 sin opciones de manejo con cirugía tradicional o endovascular con oclusión de la arteria femoral superficial. Se excluyeron pacientes con osteomielitis o falla renal crónica estadío 4. Resultados: Entre mayo 2011 y febrero 2013 se identificaron 48 pacientes que cumplían los criterios de inclusión. La mayoría de los pacientes se encontraban en una categoría de isquemia, según Rutherford, de 5 (media de 4.85). En el 56% de los casos se realizó profundoplastia con endarterectomia femoral y en 11% se realizaron como parte de un puente aorto-femoral. La categoría de Rutherford mejoró en el postoperatorio a un promedio de 2.58 en comparación al estadío prequirúrgico (p<0.009). No se registraron complicaciones mayores ni muertes. Conclusión: La profundoplastia de la arteria femoral profunda es segura, con baja morbilidad, y que en la mayoría de los casos mejora la categoría de isquemia de Rutherford. Se logró evitar durante el tiempo del estudio amputaciones mayores en todos los casos, sin embargo no existe información suficiente en la literatura para comparar estos resultados con los de otros grupos. Palabras clave: isquemia arterial, arteria femoral profunda, aterosclerosis, profundoplastia. * MRCS DLap, Cirujano vascular y angiólogo. Colegio Real de Cirujanos de Edimburgo. Universidad del Bosque. Jefe de Cirugía vascular Clínica El Rosario. Director Grupo de Investigación de Enfermedades vasculares CES. ** Cardiólogo intensivista. Jefe de Cuidados Intensivos Clínica El Rosario. *** Cardiólogo hemodinamista. Universidad Pontificia Bolivariana. Jefe de Hemodinamia Clínica El Rosario. Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 55-60 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Heinz Hiller, Mauricio Novoa, Arturo Rodríguez Abstract Introduction: Profundaplasty of the profunda femoris artery is a technique described over 50 years ago. Until recent publications, no specific indications for it´s use have been defined. The aim of our group was to study the effect of a profundaplasty on patients with terminal lower limb ischemia in a prospective case series study. Materials and Methods: We present a prospective study over an eighteen month period. We included patients with lower limb ischemia classification Rutherford 4 to 6 without any other surgical or endovascular treatment options and complete occlusion of the superficial femoris artery. We excluded patients with osteomyelitis or severe chronic renal failure stage 4. Results: 48 patients were recruited between May 2011 and February 2013. 58% of patients were in Rutherford stage 5 of ischemia (median: 4.85). 56% of patients underwent profundaplasty with femoral endarterectomy and 11% of patients underwent a profundaplasty as part of an aorto-femoral-profunda bypass. Rutherford staging improved in all patients by a mean of 2.58 points compared to pre interventional values (p<0.009). No major complications or deaths were recorded. Conclusions: Profundaplasty of the profunda femoris artery is safe with a low morbidity rate and in the majority of cases leads to an improvement of the Rutherford ischemic stage. During the study period, major amputations were prevented, there are however very few publications to compare our results with other groups. Introducción En las últimas décadas se ha evidenciado un incremento exponencial de la enfermedad arterial periférica distal en relación con el incremento en la expectativa de vida de los pacientes y el aumento de las tasas de incidencia de Diabetes Mellitus en mas del 25% de la población general. La historia natural de las estenosis y subsecuentes oclusiones hacen del tratamiento un verdadero reto, pues la posibilidad de encontrar vasos con adecuado “run off” o trayecto de salida es cada vez menor en estos pacientes. Existen múltiples opciones de tratamiento descritas; la angioplastia ultradistal ha demostrado buenos resultados a corto plazo. La permeabilidad a largo plazo se logra sólo mediante múltiples intervenciones en los pacientes lo que a su vez aumenta la morbilidad y con resultados a largo plazo similares a la cirugía tradicional a pesar de tratarse de una intervención percutánea menos invasiva. En nuestro grupo de investigación hemos decidido abordar el problema desde otra perspectiva, buscando 56 Revista Colombiana de Cirugía Vascular ofrecer una solución más duradera mediante el uso de una técnica quirúrgica que ha caído en desuso en tiempos recientes debido al cambio de la tecnología. La profundoplastia femoral consiste en disecar la arteria femoral profunda en un trayecto lo suficientemente largo hasta encontrar unos lechos más sanos distalmente y al aumentar el diámetro de la misma mediante la colocación de un parche se logra mejorar el flujo por la vía colateral. Esta a su vez logra perfundir la extremidad por la circulación colateral genicular y muscular. Esta serie de casos prospectiva busca evaluar la factibilidad y seguridad del uso de esta técnica quirúrgica para el manejo de la isquemia critica en pacientes severamente comprometidos. Materiales y métodos Se estableció un período de studio de 1 año y medio para recolectar los datos de los pacientes incluidos en el estudio de manera prospectiva. Los criterios de inclusión para el estudio fueron: paciente con oclusión de la arteria femoral superficial, poplítea y vasos distales con malos lechos receptores definido por angiografía Profundoplastia de la arteria femoral profunda para el manejo de la isquemia crítica convencional, pacientes con oclusión de injertos previos crónicamente que no son candidatos a revascularización por via abierta o endovascular, pacientes con enfermedad arterial oclusiva crónica y categoría 4 a 6 de Rutherford. Se excluyeron para este estudio pacientes con osteomielitis , pacientes claudicantes sin dolor en reposo. Pacientes con posibilidad de revascularizaión abierta o endovascular y pacientes con falla renal crónica estadío 4. De los pacientes que cumplían los criterios de inclusión se tomaron datos demográficos básicos (edad, género, comorbilidades) y adicionalmente datos predictores de severidad de la enfermedad y evolución de la enfermedad actual como estadío de Rutherford pre y post quirúrgico, tipo de lesión y clasificación TASC II. Todos los pacientes fueron estudiados mediante duplex arterial y arteriografía demostrando pobre flujo de salida en las extremidades lo que contraindicaba una reconstrucción tradicional o endovascular. Posterior a la intervención quirúrgica se determinó el tipo de intervención realizada, tiempo de hospitalización, estancia en unidad de cuidados intensivos, sangrado, complicaciones, y después del alta hospitalaria, la evolución a los 2 meses, 4 meses y 1 año. Resultados Entre mayo 2011 y febrero 2013 se identificaron 48 pacientes que cumplían los criterios de inclusión para realizar profundoplastia femoral. De este grupo el 81.2% de los pacientes eran hombres (N=39), con edad promedio de 69.7 años (48-89). Todos tenían lesiones clasificadas como TASC D. La mayoría de los pacientes se encontraban en un categoría de isquemia, según Rutherford, de 5 (58%, media de 4.85). En la mayoría de los casos se realizó profundoplastia con endarterectomia femoral (56%). En los pacientes donde se comprometió la aorta se realizó derivación aorto femoral con profundoplastia suturando el injerto directamente sobre la arteria femoral común con extensión a la arteria profunda femoris (11%). En los casos de oclusión iliaca se realizó como parte de un puente femoro- femoral con anastomosis distal sobre la profunda femoris (3%). El 19% de los pacientes requirieron además una embolectomía de la iliaca externa y en el 11% de los casos se realizó un procedimiento híbrido con profundoplastia más colocación de stent en la arteria ilíaca común. (Figura 1) En todos los casos se encontró oclusión de la arteria femoral superficial y poplítea distales. El tiempo de cirugía promedio fue de 121.7 min (70-190 min) (Figura 2), y el sangrado promedio de 156.87 ml. 8 pacientes (16.6%) requirieron estadía en unidad de cuidados intensivos con un tiempo promedio de estancia de 1 día. El tiempo de hospitalización general fue en promedio de 14.3 días (9-26 días). No se registraron infecciones ni muertes en el postoperatorio. 19% 11% 56% 3% 11% Figura 1. Distribución de las causas de isquemia. La causa más común de la isquemia avanzada fue la oclusión femoro distal por oclusión de un injerto previo (n=37), seguido de oclusión aorto femoral primario (n=4), oclusión post angioplastia infrapatelar (n=3) y oclusión de arteria iliaca -distal primaria (n=4). La profundoplastia primaria se realizó mediante el uso de parche de Dacrón, en los puentes femoro femorales como parte del injerto primario con PTFE. Figura 2. Tiempo de Cirugía. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 57 Heinz Hiller, Mauricio Novoa, Arturo Rodríguez 2 pacientes requirieron amputación de dígitos por necrosis adicional, pero en estos casos fue limitada a las falanges con preservación del pie. La categoría de Rutherford mejoró en el postoperatorio a un promedio de 2.58 en comparación al estadío prequirúrgico (p<0.009). (Figura 3) Figura 3. Categoría de Rutherford pre y post intervención. El seguimiento de estos pacientes hasta la fecha es en promedio de 1.06 años, con una pérdida del 16.6% (N= 8) al seguimiento. No se registraron amputaciones mayores en este período en los pacientes que continúan en seguimiento y hubo mejoría en la calidad de vida de acuerdo a la encuesta aplicada. Discución Las publicaciones encontradas en referencia al tema son escasas. En 1961 aparece una publicación describiendo la importancia de la arteria femoral profunda en la perfusión de la pierna isquémica (1). Leeds y Gilfillan hacen una descripción muy detallada de la circulación colateral de la pierna, y postulan la posibilidad de mantener una perfusión adecuada y suficiente en la extremidad para prevenir una amputación. Similar conclusión fue descrita por Vink y Terpstra en 1963 explicando que la perfusión de la extremidad depende no solo de un adecuado flujo por la arteria femoral superficial sino también la aparición de síntomas isquémicos en pacientes con estenosis u oclusión de la arteria femoral profunda (2). Posteriormente en 1968, con el uso más generalizado del injerto sintético de Dacrón y las revolucionarias técnicas de revascularización de extremidades encabezadas por el Dr DeBakey, se comenzaron a describir técnicas para realizar una reconstrucción de la arteria femoral profunda. Tanto en E.E.U.U como en Europa se realizan casi 58 Revista Colombiana de Cirugía Vascular de manera simultánea,las primeras descripciones de la técnica de endarterectomía de la profunda por Sproul y Brunner (3,4) respectivamente. Esta técnica se describió como una endarterectomía extendida hacia la arteria femoral profunda hasta encontrar arteria sana y que luego se termina mediante la sutura de una parche de vena safena o dacrón, asentando la base para la técnica descrita en este trabajo. Simultáneamente aparecieron reportes de técnicas de revascularización mediante un puente de la arteria femoral profunda a la tibial anterior pero con pobres resultados debido al uso de dacrón en arterias tan distales (5). La idea de utilizar la arteria femoral profunda como conducto para mejorar la circulación colateral cayó en desuso, debido al auge en los puentes con PTFE, que en los años 70 comenzó a ser el estándar en los puente infrapatelares, con resultados excelentes a corto y aceptables a mediano y largo plazo. (6) A pesar de esto, los resultados no fueron satisfactorios del todo y se continuó utilizando la profundoplastia como método de revascularización en pacientes con mala perfusión distal con resultados a corto plazo bastante aceptables. En la mayoría de los trabajos encontrados, los pacientes empeoraban por sus comorbilidades en especial la enfermedad coronaria. Cabe notar que estas publicaciones fueron escritas en la época previa al uso de stent coronario. (7,8,9, 10). Posterior a estas publicaciones solo se encuentran algunos artículos relacionados pero ningún estudio comparativo entre técnicas. Lo interesante de estos últimos documentos es el tipo de pacientes a quienes les realizaban esta cirugía, ya que se incluían desde pacientes con isquemia crítica hasta pacientes con claudicación, lo cual explica la gran variabilidad que tuvieron en los resultados. (11, 12,13, 14). En nuestro trabajo, solo se incluyeron pacientes con isquemia crítica severa (pacientes en categoría 5 a 6 de Rutherford), para evitar un sesgo de selección y poder evaluar el impacto más específico de esta técnica en pacientes severamente comprometidos. De hecho, no se incluyeron pacientes claudicantes, sólo pacientes con dolor en reposo en adelante. En la década de los ochentas, hay un breve resurgimiento a medida que las técnicas quirúrgicas se extienden, y aparecen reportes en los cuales se hace énfasis en que es posible ligar las múltiples venas que cruzan la arteria femoral profunda en diferentes puntos Profundoplastia de la arteria femoral profunda para el manejo de la isquemia crítica de su extensión, sin causar una insuficiencia o trombosis venosa profunda importante. Esto se logra establecer por la mejoría en las técnicas de vigilancia mediante el uso de ecografía doppler. (15,16.17) De los años noventa hacia adelante existen muy pocos artículos mencionando el uso de esta técnica y cae en desuso probablemente en relación con el desarrollo de la tecnología médica y las terapias endovasculares, y por la aparición del cilostazol® y las prostaglandinas como tratamientos coadyuvantes. (18, 19). Hasta la fecha no se han publicado trabajos similares al nuestro con los cuales poder comparar los resultados obtenidos. La publicación mas reciente describe una modificación de las indicaciones tradicionales Es posible hacer un puente desde la aorta hasta la arteria femoral profunda mediante la extensión del injerto en forma de parche o mediante un segundo injerto, creando una apertura mas ancha en las desembocadura de dicha arteria. (20). En nuestra serie realizamos un 11% de procedimientos mediante esta técnica, que al año de seguimiento tenían una tasa de permeabilidad del 100%. En la gran mayoría de los pacientes con necrosis superficiales de la piel del pie, hubo mejoría espontánea tras el procedimiento, sin necesidad de realizar desbridamientos extensos. Solo en dos casos se requirió realizar una amputación limitada. En todos los casos se evitó una amputación mayor de los pacientes intervenidos con esta técnica. Este resultado obtenido en los pacientes con isquemia avanzada no se reportó en los trabajos revisados. En el presente estudio se realizó la medición de la categoría de Rutherford, previo y posterior a la intervención, para demostrar que con el uso correcto de la técnica se puede mejorar el estadio en unos dos puntos con significancia estadística. Hay que añadir, que para garantizar un buen resultado, el manejo simultáneo de las comorbiliades con un equipo multidisciplinario es esencial. Es claro que los pacientes no mejorarán en el corto plazo a estar libres de claudicación, pero esto se puede modificar mediante el uso de cilostazol® o prostaglandinas en casos específicos. Este método de tratar pacientes, que en términos de revascularización se consideran terminales, es un puente de tiempo para mejorar la circulación colateral que permite incrementar la ventana terapéutica y disminuir la sintomatologia. En el seguimiento de los pacientes, el 48% siguió mejorando el estadio, y pasaron de claudicar a 200 metros, a poder caminar más de 1 kilómetro. De acuerdo a la encuesta que aplicada a los pacientes 6 meses posterior a la intervención quirúrgica, la gran mayoría refiere mejoría importante en la calidad de la vida, mientras el resto de pacientes reporta una mejoría moderada. Conclusiones Este estudio prospectivo de casos demostró que la técnica de profundoplastia de la arteria femoral profunda es segura, con una morbilidad baja, y que en la mayoría de los casos mejora la categoría de isquemia de Rutherford. Se logró evitar durante el tiempo del estudio amputaciones mayores en todos los casos, requiriendo amputaciones menores en la minoría de ellos. No existe información suficiente en la literatura para comparar estos resultados con los de otros grupos, por lo cual se recomienda hacer estudios a largo plazo de estos pacientes, y compararlos con otros métodos de tratamiento tradicionales. Nuestro grupo de investigación continúa recolectando los datos de seguimiento de los pacientes, y añadiendo más al protocolo. Bibliografía 1. Leeds FH, Gilfillan RS. Importance of profunda femoris artery in the revascularization of the ischemic limb. Arch Surg. 1961 Jan;82:25-31. 2. Vink M, Terptsra JL. The importance of an unimpaired flow of blood through the profunda femoral artery in the ischemic extremity. J Cardiovasc Surg (Torino). 1963 Jun; 4:366-72. 3. Sproul G. Reconstruction of the profunda femoris artery. Surgery. 1968 May;63(5): 871-4. 4. Marty A, Brunner U. Indications for endarterectomy of the a. profunda femoris Helv Chir Acta. 1968 Jan;35(1):138-41. 5. Royster TS, Reiss I. Bypass grafting from the profunda femoris to the distal anterior tibial artery Arch Surg. 1968 Sep;97(3):521-4. 6. Haimov H, Giron F, Jacobson JH 2nd. The expanded polytetrafluoroethylene graft. Three years’ experience with 362 grafts Arch Surg. 1979 Jun;114(6):673-7. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 59 Heinz Hiller, Mauricio Novoa, Arturo Rodríguez 7. Bernhard VM, Militello JM, Geringer AM Repair of the profunda femoris artery. Am J Surg. 1974 Jun;127(6):676-9. 8. 15. Cohn LH, Trueblood W, Crowley LG. Profunda femoris reconstruction in the treatment of femoropopliteal occlusive disease Arch Surg. 1971 Oct;103(4):475-9. Dardik H, Ibrahim IM, Sussman BC, Israel M, Kahn M, Dardik II. Remote profunda femoral bypass for limb salvage. Surg Gynecol Obstet. 1980 Nov;151(5):625-9. 16. 9. Kiely PE, Lumley PS, Taylor GW Extended endarterectomy of the profunda femoris artery Arch Surg. 1973 Apr;106(4):605-9. Lawson DW, Gallico GG 3rd, Patton AS. Limb salvage by extended profundaplasty of occluded deep femoral arteries. Am J Surg. 1983 Apr;145(4):458-63. 17. 10. Martin P, Frawley JE, Barabas AP, Rosengarten DS. On the surgery of atherosclerosis of the profunda femoris artery. Surgery. 1972 Feb;71(2):182-9. Lázaro Carrillo TF, Gesto Castromil R, Pujadas Santandréu J, de la Sierra Setien L, Villafana Espinoza W, Fernández Valderrama I. Profundoplasty: indications, technics and results in the surgical treatment of femoropopliteal occlusions Angiologia. 1981 Jul- Aug;33(4):216-30. 11. Morris-Jones W, Jones CD. Profundoplasty in the treatment of femoropopliteal occlusion Am J Surg. 1974 Jun;127(6):680-6. 18. Zhane AK, Khagurov MA. Limb revascularization through the deep femoral artery in atherosclerotic emoropopliteal occlusions Khirurgiia (Mosk). 1993 Sep;(9):41-6. 12. SøRENSEN K, Madsen SE, Mouritzen C. Thrombendarterectomy on femoro-popliteal artery. Ugeskr Laeger. 1976 Jun 28;138(27):1633-5. 19. Tregubenko AI, Gavrilov AN, Ivanov AG, Brizitskii VV. Profundaplasty as a method of improving the blood supply of the lower extremities in occlusive vascular diseases. Klin Khir. 1987;(7):60. 13. Rostad H, Engedal H, Fjeld NB Arterial reconstruction to the profunda femoris artery. J Oslo City Hosp. 1976 May;26(5):57-60 20. 14. Bernhard VM. The role of profundaplasty in revascularization of the lower extremities. Surg Clin North Am. 1979 Aug;59(4):681-92. Jiang M, Lu M, Huang X. orto-profunda femoris bypass grafting in the treatment of aorto-ilio-femoral atherosclerotic occlusive disease Zhonghua Wai Ke Za Zhi. 1995 Feb; 33(2):105-7. 60 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Reporte de casos Incidencia de insuficiencia del cayado de la safena en la población remitida a Sersalud Limitada en el periodo 2010-2011 Óscar Arturo Quintero Piñeros* Resumen Este artículo se inicia con una descripción general de la fisiología del sistema venoso superficial de los miembros inferiores, posteriormente se define la insuficiencia venosa y se da una breve descripción de uno de los métodos para el diagnóstico de la insuficiencia venosa crónica, el Dúplex Scan. En este estudio se hace un análisis retrospectivo de la incidencia de la insuficiencia del cayado de la safena en pacientes con diagnóstico de insuficiencia venosa crónica en miembros inferiores atendidos en SERSALUD LIMITADA durante los años 2010 y 2011. Palabras clave: insuficiencia venosa, Doppler venoso, Mapa venoso, Shunt veno-venosos, Ultrasonido, Dúplex Scan. Abstract The study begins with a description of the anatomy and physiology of the lower limbs venous system also explains the method of diagnosis used in this estrudio that was Venous Duplex Scan. This study aims to make a retrospective analysis of the incidence of failure of the saphenous arch in patients with chronic venous insufficiency in the lower limbs treated at Sersalud Limited during the years 2010 and 2011. The total number of patients treated during the years of the study was 1715, distributed in 83.3 % women and 16.7 % men. And as a result of the descriptive study shows that 42 % of patients do not present insufficiency of the saphenous arch, 29 % presented unilateral arch failure, 25 % have insufficient staff in bilateral and 4 % already had absence surgical saphenous arch. Analysis are also done by dividing the patient population by age groups and there are some significant differences in the prevalence of low arch of the saphenous among younger patients and patients older than 60 years. * Médico especialista en Medicina Familiar, especialista en salud ocupacional, tecnólogo en Diagnóstico vascular no invasivo de la asociación colombiana de angiología y cirugía vascular. Vº 13 / Nº 2 / Bogotá, Colombia / 61-64 /Julio / 2013 / ISSN 0124-7018 Óscar Arturo Quintero Piñeros El total de pacientes atendidos durante los años 2010 y 2011, fue de 1715, que se distribuyen en 83,3 % mujeres y el 16,7 % hombres. Y como resultado del estudio descriptivo se observa que un 42 % de los pacientes no presenta insuficiencia del cayado de la safena, un 29 % presentan insuficiencia unilateral del cayado, el 25 %, presentan insuficiencia del cayado en forma bilateral y un 4 % presentaba ausencia quirúrgica del cayado de la safena. También se hacen análisis dividiendo la población de pacientes por grupos etarios y se observan algunas diferencias significativas en la prevalencia de la insuficiencia del cayado de la safena entre los pacientes de menor edad y los pacientes con edad superior a los 60 años. Introduccion El sistema venoso superficial está integrado por el sistema de la vena safena mayor, que se inicia, a nivel del maléolo interno, como resultado de la confluencia de las venas dorsales del pie, y asciende por la cara interna de la pierna y muslo para desembocar finalmente en la vena femoral común por medio del denominado cayado de la safena. La safena menor se inicia en la región retro maleolar externa y asciende por la cara postero externa de la pierna, haciéndose posterior y desembocando, a unos centímetros del pliegue cutáneo del hueco popliteo, en la vena poplitea, Ambos sistemas se encuentran comunicados a lo largo del muslo y de la pierna. La insuficiencia venosa se define como una alteración en el retorno venoso, que compromete el sistema superficial, profundo o ambos, cuya causa puede ser alteración en la bomba muscular, obstrucción venosa, incompetencia valvular o falla cardíaca derecha. Se traduce en una hipertensión venosa dinámica que se manifiesta a través del desarrollo de várices, o cambios tróficos de la piel. La insuficiencia superficial se debe a la presencia de derivaciones veno-venosos, que consisten en cortocircuitos en los que se pierde flujo desde el sistema profundo, a través de un punto de fuga, y luego regresa por otro punto de entrada. Está muy extendida la creencia de que las várices son principalmente un problema de mujeres. Sin embargo, existen evidencias recientes de que la afectación de hombres y mujeres por esta alteración puede ser muy similar, sin embargo, son las mujeres las que más consultan al médico por estos problemas. 62 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Se calcula que la insuficiencia venosa afecta, en Occidente entre un 30 % y un 35 % de hombres y mujeres, pero lo cierto es que la cifra de padecimiento de algún tipo de alteración en la circulación venosa, aunque no sea visible, es aún mayor y puede alcanzar hasta la mitad de la población o más. Existen diversos factores que facilitan la aparición de la insuficiencia venosa y las varices, tanto en hombres como en mujeres. Entre estos factores tienen especial importancia la edad y la herencia. Uno de los métodos de diagnóstico de la insuficiencia venosa crónica es el Duplex Scan, el estudio se realiza de pie, estimulando la bomba muscular a través de distintas maniobras o aumentando la presión central con maniobra de Valsalva. El mapa es la expresión gráfica del estudio, y debe demostrar el tipo de derivación, localización y patrón varicoso. Materiales y métodos Objetivo: Hacer un análisis retrospectivo de la incidencia de la insuficiencia del cayado de la safena de los pacientes remitidos, por los médicos generales y especialistas de la ciudad de lbagué, con el diagnóstico de insuficiencia venosa crónica en miembros inferiores, en el periodo comprendido entre enero de 2010 y diciembre de 2011. Tipo de estudio Se realizó un estudio descriptivo en el que se muestra la incidencia de la insuficiencia del cayado de la safena en todos los pacientes atendidos durante los años 2010 y 2011 en el laboratorio Vascular SERSALUD LIMITADA de la ciudad de Ibagué. Resultados Durante los años 2010 y 2011 fueron remitidos y atendidos 1.715 pacientes en el laboratorio vascular SERSALUD LIMITADA con diagnóstico de insuficiencia venosa de miembros inferiores, de los cuales el 83,3 % fueron de sexo femenino y el 16,7 % de sexo masculino. Los 1.715 pacientes fueron clasificados en grupos etarios de acuerdo con la incidencia del diagnóstico en el que está comprometido el cayado de la safena sea en forma bilateral o unilateral. El 1,6 % fueron menores de 24 años, 16,3 % tenían edades entre 25 años y 40 años, 42,7 % entre 41 años y 60 años y el 39,4 % fueron Incidencia de insuficiencia del cayado de la safena en la población remitida a Sersalud Limitada en el periodo 2010-2011 mayores de 60 años; el promedio de edad de los 1.715 pacientes es de 55 años. Una vez analizados los resultados de los diagnósticos de los dúplex scan, se observa que, en términos generales, el 42 % de los pacientes no presenta incompetencia valvular del cayado de la safena, un 29 % presentan incopetencia valvular unilateral, el 25 % presentan incompetencia bilateral del cayado de la safena y un 4 % presenta ausencia quirúrgica del cayado de la safena en forma bilateral. El estudio no muestra diferencias significativas en los diagnósticos realizados entre hombres y mujeres. En la Figura 1 se observa la distribución del diagnóstico en los dúplex scan de la totalidad de los pacientes y en las Figuras 2 y 3 la distribución del diagnóstico en los dúplex scan en hombres y mujeres respectivamente. Figura 3. Se analizó igualmente el diagnóstico de la incompetencia valvular del cayado de la safena de acuerdo a diferentes grupos etarios; una primera clasificación incluye pacientes menores de 24 años, en los cuales se concluye que el 81 % de ellos no tiene incompetencia del cayado de la safena, un 15 % tiene incompetencia en una de las dos y tan solo un 4 % presenta incompetencia del cayado de la safena en forma bilateral. Figura 1. Figura 4. Figura 2. El siguiente grupo observado comprende pacientes entre los 25 y los 40 años, en este grupo el diagnóstico de incompetencia del cayado se observa en la Figura 5. Es de resaltar que los pacientes con algun tipo de incompetencia del cayado de la safena se incremento en casi un 166 % en relación a los pacientes menores de 24 años. Volumen 13 Nº 2 - Julio de 2013 63 Óscar Arturo Quintero Piñeros Discusión La incompetencia del cayado de la safena en cualquiera de sus presentaciones aumenta proporcionalmente a medida que aumenta la edad. Figura 5. Otro grupo analizado incluye los pacientes entre los 41 y los 60 años de edad, en este grupo los hallazgos de incompetencia del cayado de la safena tiene la misma tendencia del grupo total de la población, o sea, el 42% no tiene compromiso del cayado de la safena, un 31% de los pacientes presenta incompetencia en uno de los dos cayados, un 23% presenta, incompetencia del eje safeno en forma bilateral y un 4 % de los pacientes presenta ausencta quirúrgica del cayado de la safena en forma bilateral, con varices recidivantes. El último grupo analizado es el de los pacientes mayores de 60 años, los resultados se muestran en la gráfica 6. La tendencia en este grupo es el aumento de la insuficiencia del cayado de la safena en cualquiera de sus modalidades desde el punto de vista porcentual. Figura 6. 64 Revista Colombiana de Cirugía Vascular Como hallazgo importante vemos que hay un alto porcentaje de pacientes con Dúplex Scan sin incompetencia del cayado de la safena pero con diagnóstico de insuficiencia venosa crónica, lo que daría a pensar que el origen de esta insuficiencia venosa este originado en otro sector del sistema venoso de miembros inferiores. Otro aspecto relevante es que el 16 % de los pacientes remitidos a SERSALUD LIMITADA en el periodo 20102011, para realizar el dúplex scan, fueron de sexo masculino y el 84 % fueron de sexo femenino, lo que refleja que las mujeres son quienes más consultan; sin embargo, la tendencia de los hallazgos de la incompetencia del cayado de la safena es igual en hombres y mujeres. El 4 % de la población (67 pacientes) estudiados con el dúplex scan son pacientes con antecedente de safenectomía bilateral) los cuales presentaban várices residuales. Bibliografía 1. Revista chilena de radiología versión On-line ISSN 07179308 Rev. chil. radiol. v.15 n.4 Santiago 2009 doi: 10.4067/ S0717-93082009000500005 Rev Chil Radio 12009: 15(4): 181-189. 2. Breton G, Gómez L, Muñoz A, Métodos de diagnóstico no invasivo en enfermedades vasculares. Bogotá D.C. Colombia, 2006. 3. Belanger A. Vascular anatomy and physiology: an introductory tex. Pasadena, CA:Appleton Davies, 1990. 4. Dorfman GS, Cronan JJ. Venous ultrasonography. Radiol Clin North Am 1992;30 (5):879. 5. Nix ML, Nelson CL, Harmon BH, Duplex venous scaning:image vs Doppler accuracy. J Vasc Technol 1989. 6. Shah DM. Chang BB, leopold MB, et al. The anatomy of the greater saphenous venous system. J Vasc Surg 1986;3:273-283. 7. Talbot SR, Oliver MA. Techiques of venous imaging. Pasadena, CA:Appleton Davies, 1992. EVENTOS ACADÉMICOS NACIONALES 2013 ASOVASCULAR desarrollará durante el año 2013 los siguientes eventos de educación médica dirigidos a especialistas y médicos generales, internos y estudiantes, en las distintas áreas del manejo de la patología vascular tanto en la parte quirúrgica como médica SIMPOSIO REGIONAL NORORIENTAL Valledupar, Septiembre 14 y 15 SIMPOSIO REGIONAL SUROCCIDENTE Cali,Noviembre 9 SIMPOSIO REGIONAL CARIBE Barranquilla, Agosto 24 6 SIMPOSIO COLOMBIANO DE FLEBOLOGÍA Julio 17 al 20, Bucaramanga Club Campestre ¿Problemas Vasculares? No dude BUSQUE A UN CIRUJANO VASCULAR Asociación Colombiana de Angiología y Cirugía Vascular ESTAMOS EN TODO EL PAÍS - Teléfono: (1) 637 80 46 info@asovascular.com - www.asovascular.com