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Número 2, Volumen 1, Enero-Abril 2013 Medicina de Rehabilitación Publicación Oficial de la Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C. www.socrejal.com.mx revista.socrejal@gmail.com revist Medicina de Rehabilitación Número 2, Volumen 1, Enero-Abril 2013 Publicación Oficial de la Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C. Medicina de Rehabilitación Editor Ms.Cs. Silvia Porras Rangel Comité Editorial Dr. Armando Tonatiuh Avila García Dra. Sophia Beatriz Gutiérrez Casillas Dra. Alejandra Rodríguez Toscano Medicina de Rehabilitación, es un órgano oficial de la Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C. Revista de investigación de publicación cuatrimestral. Derechos Reservados Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C. Av. Luis Pérez Verdía No. 188. Colonia Ladrón de Guevara, Guadalajara, Jal. C.P. 44800. Primera Edición Volumen 1, Número 2, Año 2012. Certificado de derecho y de ISSN en trámite. Certificado de licitud de título y contenido en trámite. Toda correspondencia y solicitud de suscripción a la revista deberá dirigirse a la Ms.Cs. Silvia Porras Rangel. Medicina de Rehabilitación. Av. Luis Pérez Verdía No. 188. Colonia Ladrón de Guevara, Guadalajara, Jal. C.P. 44800. Teléfono/Fax: (33) 36167397. E-mail: revista.socrejal@gmail.com Los contenidos de los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores. Se autoriza la reproducción del contenido, siempre que se cite la fuente y con la autorización del editor. Av. Luis Pérez Verdía No. 188 Colonia Ladrón de Guevara, Guadalajara, Jal. C.P. 44800. Teléfono/Fax: (33) 36167397. Dirección de diseño y composición: Unidad Editorial de la Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C. Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C. Mesa Directiva 2011-2013 M.G.S.S. Carolina Preciado Serrano Presidenta Dra. Diana Araceli Prado Moreno Vicepresidenta Dra. María Teresa Gómez Galindo Secretaria M.G.S. Guadalupe Delia Luna Romero Tesorera Dra. Rosa María Avila Cornejo Vicetesorera Dr. Mauricio García Magaña Dr. José Antorio Rojas Morales Dra. Bertha Leticia Flores Calderón de la Barca Actividades Científicas Dra. Sandra E. Dau Iñiguez Actividades Socioculturales Dra. Xóchitl Verónica Larios González Vocal Dra. Martha Susana Vázquez Fuentes Representante ante la Asociación Médica de Jalisco, A.C. Contenido Editorial, 5 Opinión experta: “Osteoartritis, la perspectiva del médico de rehabilitación en México”, 6 Diana Avendaño-Badillo Instituto Nacional de Rehabilitación, México DF, México Rehabilitación en osteoartrosis de cadera: revisión de la literatura, 9 Tania Inés Nava-Bringas et al. Instituto Nacional de Rehabilitación, México DF, México Rehabilitación en espondiloartrosis, 21 Xóchitl Verónica Larios-González et al. Centro Médico Nacional de Occidente, Hospital de Especialidades, Guadalajara, México Osteoartrosis de rodilla, 33 Guadalupe Delia Luna-Romero et al. Centro de Rehabilitación Integral “Sra. Olivia Miramontes Aguirre”, Guadalajara, México Especificaciones para el envío de manuscritos, 42 Editorial El presente volumen nos amplia el panorama sobre la osteoartrosis, conocida como una enfermedad degenerativa del cartílago articular, caracterizada por dolor articular, limitación funcional, crepitación y grados variables de inflamación; ésta inicia con un daño al cartílago, continua con una respuesta dinámica de adaptación y termina con un cambio estructural irreversible. Este problema es de carácter progresivo, ya que existe relación directa entre el dolor articular y la disminución de la fuerza muscular del mecanismo extensor de la rodilla, además se incrementa con el tiempo la debilidad y la atrofia muscular por el desuso. El síntoma principal es el dolor articular que contribuye de manera significativa a la disminución de la actividad funcional, lo que incluye levantarse del piso o usar escaleras. Así mismo la debilidad muscular específicamente del músculo cuádriceps es una de las principales repercusiones músculo-esqueléticas de la osteoartrosis. Existen múltiples factores de riesgo estrechamente asociados con la incidencia y la prevalencia del padecimiento. Los mas importantes a mencionar: la sobrecarga articular, traumas, alteraciones biomecánicas, infecciones y la herencia. Otro factor importante es la obesidad que contribuye de manera directa en el desarrollo precoz de esta patología ya que es motivo de aumento de la carga a la rodilla, lo que la convierte en uno de los sitios mas vulnerables, debido a que debe soportar la mayor parte del peso corporal, lo cual la convierte en uno de los sitios más frecuentemente afectados. La edad también es un aspecto muy importante, consecutivo a diversos cambios biológicos como son las diferencias en condrocitos, factores de crecimiento óseo y del cartílago. Existe también un incremento en la laxitud de los ligamentos que condiciona inestabilidad, lo que a su vez se asocia con daño articular, y hay alteraciones en la capacidad de absorción del choque articular. Entre 50% y 70% de los pacientes con osteoartrosis relatan dificultad para la deambulación y 44 a 67% mencionan dificultad para el traslado. Todo esto, convierte a esta enfermedad, en un problema importante de salud en nuestros días y motivo frecuente de consulta en los servicios de reumatología, ortopedia y medicina de rehabilitación en los cuales se emplean numerosos recursos para su tratamiento dada su alta incidencia. De las enfermedades reumáticas, la osteoartosis representa aproximadamente del 30% al 40% de las consultas a las clínicas de reumatología en pacientes ambulatorios. Estudios de costos directos e indirectos efectuados en Francia sobre la osteoartrosis, mostraron que éstos han ascendido a 4.5 millones de francos al año (directos) en especial en los hospitales privados. Mientras los costos indirectos representaron 2.1 millones de francos con afectación fundamental a nivel de la familia. Ms.Cs. Silvia Porras Rangel Editor 5 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 Opinión experta Osteoartritis, la perspectiva del médico de rehabilitación en México Diana Avendaño-Badillo Instituto Nacional de Rehabilitación, División de Rehabilitación Ortopédica, México DF, México La osteoartritis (OA) se caracteriza por la degeneración del cartílago articular, limitación intraarticular con inflamación y sinovitis, cambios en el hueso subcondral y peri-articular. Múltiples factores están implicados en la patogenia de la OA, incluyendo las influencias mecánicas, los efectos del envejecimiento sobre la composición de la matriz del cartílago y la estructura, así como los factores genéticos.1 La mayoría de los individuos de más de 65 años tienen evidencia radiográfica y / o clínica de la OA. Los sitios más frecuentemente afectadas son las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Es importante destacar que los síntomas a menudo están asociados con un deterioro significativo funcional, así como los signos y síntomas de inflamación, incluyendo dolor, rigidez y pérdida de movilidad.2 En México no se han publicado datos de incidencia y/o prevalencia de la OA, no se ha podido obtener estadísticas fiables por múltiples razones, nos podríamos hacer una idea pues de acuerdo al Censo de población 2010 de los 112 millones 336 mil 538 personas, el 6.3% tiene 65 años y más, 3 aunque los primeros síntomas se empiezan a manifestar alrededor de los 45-50 años de edad. Ante el dolor en las articulaciones sintomáticas las personas acuden al médico ya sea a un primer nivel de atención o a veces con un especialista: ortopedista, médico internista, reumatólogo entre otros. ¿Para cuántos de nuestros pacientes somos la primera o segunda opción en su atención?. 6 Cuando las personas con OA llegan a una atención por parte del médico de rehabilitación, ya han estado en tratamiento con antiinflamatorios esteroides y no esteroideos, analgésicos incluyendo los opiáceos, nutrimentos alimenticios como la glucosamina entre otros; de acuerdo a las recomendaciones del Colegio Americano de Reumatología 20124 la primera opción en el tratamiento farmacológico es el acetaminofen con dosis de hasta 3 gramos por día y así se dan las recomendaciones de acuerdo a la región afectada ya sea manos, rodillas o caderas y van recomendando otras opciones de acuerdo a la comorbilidad de los pacientes. Al atender nosotros a estos pacientes muchas de esas recomendaciones no se han tomado en cuenta, ni estas ni las recomendadas por las diferentes asociaciones internacionales que se han publicado, traen una lista de medicamentos larga y extensa para el tratamiento de OA, en el trabajo institucional llegan enviados por otro especialista o por referencias de otros pacientes buscando una solución a su dolor. En las recomendaciones en tratamientos no farmacológicos si mencionan los medios que son utilizados en la rehabilitación o medicina alternativa como la acupuntura.5 Nosotros como médicos de rehabilitación abordamos el tratamiento del paciente con OA no basándonos únicamente en el tratamiento farmacológico sino en un tratamiento integral. Medicina de Rehabilitación Dependiendo del los hallazgos clínicos y el grado de lesión articular trazamos los objetivos de tratamiento de cada paciente. En muchos de ellos encontramos 1 o más patologías adyacentes, sobrepeso u obesidad, actividades que sobrecargan las articulaciones y debilidad muscular. El tratamiento no es específicamente para alguno de los puntos anteriormente mencionados, sino se prescribe para cubrir todos los que se encuentran afectados en cada paciente. Algunos tendrán efecto a corto y otros a largo plazo. La terapia física consistente en los medios físicos como la termoterapia, hidroterapia, electroterapia entre otros mejoran las manifestaciones clínicas de la OA no modifican el daño articular. También se incide en el fortalecimiento muscular mediante diferentes técnicas que se prescriben dependiendo del estado físico del paciente. La terapia ocupacional modifica el modo de realizar las actividades para disminuir las cargas de fuerza o peso a las articulaciones afectadas y no afectar el resto de las articulaciones. El control de peso en muchos de los pacientes quizá es el que se lleva más tiempo, en la medida de lo posible hay que referirlos a nutrición para la prescripción de una dieta adecuada de acuerdo al estado general de salud de cada paciente, no sin antes darles una orientación general de una alimentación sana; esto es pues no siempre se podrá consultar a un nutriólogo. Los hábitos alimenticios de la población mexicana en general no son los más adecuado, nuestra dieta ha cambiado a lo largo del tiempo y en muchos de los casos en abundante y rica en carbohidratos y grasas, la proporción en que se consume y el gasto de kilocalorías es desigual, así como gran parte de esta población es sedentaria. Se realiza la sugerencia de alguna actividad física que no implique mucho esfuerzo a las articulaciones, entre las recomendadas están: yoga, Tai chi, natación, la caminata entre otros. La prescripción de medicamentos básica- mente la realizamos para disminuir el dolor mientras hace efecto el resto de lo prescrito. Se les realiza la prescripción de ortesis o auxiliares de la marcha cuando es necesario. Les explicamos a cada uno de los pacientes los alcances del tratamiento, no generamos falsas expectativas y hacemos énfasis en la voluntad de ellos de llevar a cabo lo prescrito, pues gran parte de esto lo tiene que realizar el mismo. Hay casos en los que la OA está muy avanzada y a pesar de que realizo lo anteriormente prescrito no se logra mejorar la sintomatología por lo que es necesario el reemplazo articular. Después del tratamiento quirúrgico lo ideal es que se lleve el proceso de la rehabilitación postquirúrgica para que el reemplazo tenga un funcionamiento óptimo. Hay algunas circunstancias que limitan nuestra intervención en la atención óptima de la OA, ya hemos mencionado algunas, aun falta mencionar que en el país de acuerdo a lo consultado en el Consejo Mexicano de Medicina de Rehabilitación somos aproximadamente 1600 médicos especialistas certificados, las unidades o centros de rehabilitación son contados; están el Instituto Nacional de Rehabilitación, las unidades del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia en los estados, las unidades en los hospitales del Instituto Mexicano del Seguridad Social, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, de la Secretaría de Marina, de la Secretaría de la Defensa Nacional, de Petróleos Mexicanos entre otras, incluimos a los servicios privados en los cuales pocos tienen valoraciones por médicos especialistas en Medicina de Rehabilitación. Aunque se ha tratado de extender estos servicios, los que existen no alcanzan a cubrir la demanda de atención de este y otros padecimientos. Se tiene que trabajar en obtener información verídica de la OA y otras enfermedades en México, para poder generar políticas de salud que presten una atención óptima de esta enfermedad a la población mexicana. 7 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 Referencias 1. Goldring M. B. and Goldring S. R. Osteoarthritis J. Cell. Physiol. 2007; 213: 626–634. 2. Felson DT. Clinical practice. Osteoarthritis of the knee. N Engl J Med 2006; 354:841–848. 3. INEGI (2010). Principales resultados del Censo de Población y Vivienda 2010 4. American College of Rheumatology 2012 Recommendations for the Use of Nonpharmacologic and Pharmacologic Therapies in Osteoarthritis of the Hand, Hip, and Knee. Arthritis Care Res 2012; 64:465–474 5. White A, Richardson M, Richmon P, et al. Group acupuncture for knee pain: evaluation of a cost-saving initiative in the health service. Acupunct Med 2012;30:170–175 _______________________________________ 8 Medicina de Rehabilitación Artículo de revisión Rehabilitación en osteoartrosis de cadera: revisión de la literatura Tania Inés Nava-Bringas1, Salvador Israel Macías-Hernández1, Beatríz Sidonio-Aguayo1, Maria Elena Lerma-Colomo2 Instituto Nacional de Rehabilitación, División de Rehabilitación Ortopédica, México DF, México Centro de Rehabilitación Integral Teletón, La Paz, Baja California Sur 1 2 Resumen La osteoartritis (OA) de cadera se caracteriza por una degradación progresiva del cartílago articular. El diagnóstico es esencialmente clínico, basándose en la anamnesis y exploración física. En la gran mayoría de los casos el tratamiento es de manera inicial conservador. La evidencia sugiere la combinación de modalidades de tratamiento farmacológico y no farmacológico. El paracetamol es el fármaco de primera elección para el manejo del dolor; la educación del paciente y el suministro de información acerca de su padecimiento, la reducción ponderal, el fortalecimiento dirigido a las extremidades inferiores y la prescripción de ejercicio aeróbico, son actualmente las principales recomendaciones para el tratamiento. Cuando las intervenciones conservadoras no son efectivas, la artroplastia total de cadera (ATC) se considera el tratamiento de elección. El manejo posoperatorio de los pacientes sometidos a ATC debe ser multidisciplinario. La reeducación de la marcha, el fortalecimiento muscular y la educación del paciente son las intervenciones de mayor importancia en el posoperatorio inmediato. A largo plazo el programa de fortalecimiento debe ser individualizado, sin embargo el fortalecimiento excéntrico de los abductores de la extremidad operada, combinado con resistencia progresiva de baja carga para el resto de los músculos y ejercicios de movilidad activa, son las intervenciones que han demostrado mayor beneficio terapéutico. Palabras clave: osteoartrosis de cadera, rehabilitación, tratamiento. Summary Hip OA is characterized by a progressive degradation of articular cartilage. The diagnosis is clinical, based on history and physical examination. In most cases the initial treatment is conservative. Evidence suggests the combination of pharmacological and non-pharmacological treatment modalities. Paracetamol is the first line drug for pain management; patient education, weight reduction, strengthening of lower limbs and aerobic exercise, are currently the main conservative treatment recommendations. When conservative interventions are not effective, total hip arthroplasty is the treatment of choice. The postoperative management should be multidisciplinary. Gait training, muscle strengthening and patient education are the most important interventions in the immediate postoperative period, the longterm strengthening program should be individualized, however hip-abductor eccentric exercises, low resistance exercises strengthening and active range of motion exercises are the interventions that have shown greater therapeutic benefit. Keywords: hip osteoarthritis, rehabilitation, treatment. ________________________________________________ Introducción Conforme se producen los cambios en el panorama epidemiológico mundial, con el envejecimiento de la población y la tendencia al incremento en las enfermedades crónico-degenerativas, la osteoartritis (OA) se ha convertido en un problema de salud pública mundial, que condiciona costes millonarios a la atención sanitaria, dolor crónico, limitación funcional y deterioro en la calidad de vida de quienes la padecen.1 Dentro de estas, es la OA de cadera una de las principales causas de atención médica en 9 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 las consultas de los especialistas de rehabilitación, ortopedia y medicina general. Sin embargo, siendo una enfermedad tan prevalente, frecuentemente los clínicos nos enfrentamos ante la problemática de obtener resultados insatisfactorios con los tratamientos disponibles. La gran diversidad de información existente en la literatura internacional hace muy complicado al clínico mantenerse al día sobre las intervenciones y tratamientos desarrollados en el área, y que en muchas ocasiones carecen de un estricto control metodológico, lo que dificulta la toma de decisiones en la práctica diaria. Es objetivo del presente artículo proporcionar un panorama actualizado de la literatura más relevante sobre la valoración, diagnóstico y tratamiento del paciente con OA de cadera, esperando oriente al especialista en medicina de rehabilitación a la mejor toma de decisiones, basadas en la evidencia actual y que en conjunto con la experiencia clínica, les otorgue las herramientas necesarias para desarrollar tratamientos integrales en el manejo de los pacientes que padecen de esta patología. Etiopatogenia La OA de cadera se caracteriza por una degradación progresiva del cartílago que ocurre con el desequilibrio entre las fuerzas destructoras y los mecanismos reparadores alterando la homeoastasis articular.2 Aunque el cartílago es el primordialmente afectado, tanto el hueso subcondral, como la sinovial y demás elementos de la articulación participan en el desarrollo de esta enfermedad (cambios reactivos en el hueso como esclerosis subcondral y formación de osteofitos).3 Se clasifica en primaria o idiopática y secundaria (causa conocida). Su etiología es multifactorial e involucra la interacción de factores de riesgo sistémicos (edad, sexo, niveles hormonales, factores genéticos, nutrición), factores de riesgo intrínsecos (variantes anatómicas, debili10 dad muscular, mala alineación, laxitud articular) y factores de riesgo extrínsecos (actividades físicas repetitivas y obesidad).3,5 La influencia que juegan los factores genéticos en el desarrollo de OA de cadera cada día cobra mayor relevancia, pero a la fecha son pocos los loci plenamente asociados a esta enfermedad. Recientemente se ha asociado a la inhibición in vitro del gen DOT1L con la disminución del contenido de proteoglicanos y colágeno, así como la mineralización durante la condrogénesis de cadera; este gen fue también asociado en una cohorte de pacientes de origen inglés, donde se apreció que el correcto funcionamiento del mismo se asociaba con un mayor espacio interarticular.6 Epidemiología El riesgo de presentar OA de cadera varía ampliamente entre diferentes poblaciones, desde 1-4% en poblaciones de adultos negros, hasta un 5-11% en poblaciones de caucásicos, presentando un incremento de la prevalencia con la edad. El pico de incidencia se presenta entre los 70 y 79 años de edad. En mujeres la incidencia es hasta de 600/100,000 al año, entre los 70-79 años y en hombres la incidencia se ha calculado en 430/100,000 en el grupo de edad de 70-79 años.4 La OMS ha estandarizado la incidencia por edades en la región EURO A, y se estima que es 53.3 por 100,000 para mujeres y 38.1 por 100,000 para hombres. La prevalencia en la misma región se estima en 577 por 100,000 en mujeres y 413 por 100,000 en hombres.5 Factores de riesgo y progresión Se ha tratado de encontrar factores pronósticos de buena y mala evolución de la OA de cadera. En estudios de seguimiento recientes se ha reportado que un 54% de los pacientes detectados a los 60 años de edad tendrá una progresión que requiera de un reemplazo articular y 26% de los pacientes tendrá un buen pronóstico, es decir mejorará la percepción del dolor y no habrá progresión de la limitación funcional.7 Medicina de Rehabilitación Los factores que se asocian con progresión de la OA son dolor al momento de realizar la exploración física, arcos de movilidad limitados, empeorar en la escala WOMAC de funcionalidad en un período de un año, así como la presencia de osteofitos y disminución del espacio articular en estudios radiográficos.7 Así mismo se han realizado estudios de seguimiento para determinar factores predictivos de limitación funcional y se ha encontrado que en pacientes con OA de cadera el aumento del dolor, disminución de la actividad física, comorbilidad, disminución progresiva de los arcos de movilidad, edad avanzada y niveles educativos altos se asocian con mayor limitación de actividades.8 También se ha encontrado que la disminución de la fuerza muscular en períodos de un año y el deterioro de la función cognitiva llevan a un aumento de la limitación funcional en mediano plazo.9 Evaluación clínica Interrogatorio. Aun cuando sabemos que la OA es una enfermedad multifactorial, es importante interrogar antecedentes en la familia, particularmente de remplazos articulares de cadera secundarios a OA (familiares de primero y segundo grado mayores a 50 años), ya que se han reportado estudios que sugieren un riesgo desde 1.86 (IC 95% de 0.93-3.69) hasta 6.4 veces más (IC al 95% de 4.5-9.1) de ser sometido a una cirugía de reemplazo articular de cadera, en aquellos hermanos de quienes ya cuentan con dicho antecedente quirúrgico, lo cual sugiere una fuerte influencia de factores genéticos en el desarrollo de la OA de cadera.10,11 Dentro del interrogatorio es necesario investigar además sobre otros antecedentes que sean considerados factores de riesgo para el desarrollo de osteoartritis: antecedente de displasia de cadera, deformidades óseas, alteraciones en la alineación articular (coxa vara o valga), acortamiento de extremidades inferiores, antecedentes de fracturas, daño articular previo, defectos de postura, actividad física intensa, sobrepeso u obe- sidad previa en alguna etapa de la vida, actividades laborales u ocupacionales intensas.12 El síntoma más característico y el que define la presentación clínica de la OA de cadera es el dolor, por lo que es necesario realizar una anamnesis completa y una semiología suficiente; éste generalmente es de comienzo insidioso, de intensidad ligera a moderada en fases tempranas de la enfermedad, y que se agrava por el uso de la articulación y mejora con el reposo.13 Este ritmo mecánico es diferente del ritmo del dolor inflamatorio, que empeora con el reposo y mejora con el movimiento. Al progresar la enfermedad el dolor se hace presente de manera continua, aumentando y disminuyendo en intensidad según el tiempo y la actividad física realizada, incluso con el uso articular normal, el reposo, o durante la noche. Puede ser localizado en la cadera y referido a otra localización, particularmente en la ingle, el tercio superior del muslo o la rodilla. Ocasionalmente el dolor se ubica sólo en la rodilla, pero en estos casos el examen de la rodilla es normal y se descubre limitación en la movilidad de la cadera.14 Es frecuente la rigidez matutina, generalmente dura menos de 5 minutos tras el inicio de la movilización, también es frecuente la rigidez tras la inactividad. Si la rigidez persiste más de 30 minutos, se deben considerar otros diagnósticos, particularmente artropatías inflamatorias.15 Una particularidad de la OA de cadera es que el individuo al estar sentado e incorporarse para iniciar la marcha presenta dolor y rigidez que ceden después de los primeros pasos, y luego, cuando ya se ha caminado cierta distancia, dependiendo del grado de afección de cada paciente, el dolor vuelve a aparecer y disminuye hasta que el paciente reposa nuevamente. El paciente puede referir dificultad para realizar algunas actividades como cortarse las uñas de los pies, ponerse los calcetines, cruzar la pierna, realizar el aseo genital, tener relaciones sexuales o subir y bajar escaleras, que indican li11 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 mitación en la movilidad de la cadera asociada a grados variables de dolor.16 cuando la destrucción articular está muy evolucionada y en brotes inflamatorios de la misma.17 Exploración física. Se debe realizar una exploración general, siendo importante determinar el peso y el índice de masa corporal (IMC), ya que un IMC mayor de 27 Kg/m2 establece un riesgo importante de progresión de la enfermedad a mediano plazo. La marcha puede ser antálgica, en Trendelemburg (por debilidad muscular) o en flexo- aducción y con incremento de la inclinación pélvica lateral (como resultado del acortamiento relativo de la extremidad por las deformidades asociadas).15 Estudios complementarios Inicialmente la claudicación de la marcha es leve, hasta hacerse muy ostensible cuando hay más dolor y atrofia muscular. La pérdida de función y el grado de limitación articular indica el grado de avance de la enfermedad. Los pacientes suelen presentar sintomatología en una sola articulación, pero en ocasiones el examen físico detectará también limitaciones en la articulación contralateral u otras articulaciones.15 Los hallazgos físicos en la cadera son aumento de la sensibilidad dolorosa en la palpación profunda de la región periarticular, ingle y región interna de muslo hasta rodilla siguiendo el trayecto del obturador, o en región externa a la palpación del trocánter mayor. Hay dolor a la movilización pasiva y crepito articular que es común y puede palparse, generalmente resultante de irregularidades en las superficies articulares y de fuerzas de compresión y descompresión de la misma.15 El arco de movilidad que se afecta de manera más precoz es la rotación interna y posteriormente la externa. Progresivamente aparece pérdida de la extensión, abducción y flexión en ese orden. La cadera queda acortada y en flexo-aducción con rotación externa, con atrofia de muscular en fases avanzadas. Puede observarse lordosis compensatoria.15 Es frecuente encontrar contracturas musculares en flexores de cadera, rotadores, glúteos, isquiotibiales y aductores de cadera. 12 Los signos inflamatorios pueden aparecer El diagnóstico de OA es esencialmente clínico, basándose en la anamnesis y exploración física. Los criterios de clasificación del Colegio Americano de Reumatología incluyen parámetros clínicos, de laboratorio y radiológicos.18 (Tabla 1) -Biometría Hemática y química sanguínea: son normales. Marcadores inflamatorios: (PCR, VSG) deben realizarse en una evaluación inicial si la clínica no es típica y obliga a un diagnóstico diferencial con otras artropatías inflamatorias, como la artritis reumatoide. Estas pruebas son normales en la OA. El factor reumatoide y anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado (anti-CCP) podría ser útil para diferenciar la artritis reumatoide de la OA, o en los casos en que se sospecha que el paciente puede tener ambas cosas. -Radiografías simples: Los criterios radiológicos de diagnóstico de OA de cadera son formación de osteofitos en los márgenes articulares y/o en las zonas de inserción ligamentaria; estrechamiento asimétrico del espacio articular, por degeneración y desaparición del cartílago, asociado a esclerosis subcondral secundaria a la formación de hueso nuevo; presencia de quistes óseos subcondrales. Se deben realizar en la evaluación inicial para ayudar a confirmar el diagnóstico de OA moderada-avanzada, pero son poco sensibles en la detección temprana de la enfermedad, y además existe poca correlación clínico radiológica; con frecuencia puede encontrarse alteraciones radiológicas en pacientes asintomáticos, o existir clínica de artrosis con radiografías normales, debiendo además evitarse atribuir a los hallazgos radiológicos de OA la causa de dolores osteoarticulares no típicos de ésta. También las radiografías simples pueden ayudar a determinar el grado de afectación y a realizar el diagnóstico diferencial con otras causas que se sospechen, como por ejemplo tumores óseos, sinovitis villonodular pigmentada, o necrosis avascular de cadera.19 Medicina de Rehabilitación -TAC o RMN: Son más sensibles que la radiografía simple en la detección de cambios de OA. Se utilizan preferentemente después de las radiografías simples para descartar otras etiologías de dolor en la cadera, el estadio de los tendones y de los músculos, cambios en las características de cartílago articular, especialmente la RMN. La TAC es preferible solicitarla cuando se intenta descartar patologías óseas como necrosis avascular, fracturas, secuelas de fracturas, secuelas de displasia de cadera, entre otras. Ninguno de estos estudios es necesario para el diagnóstico de OA.20 -Ecografía: útil cuando se quiere descartar otros diagnósticos como coxa saltans, tiene la ventaja de ser un estudio no invasivo y dinámico, aunque tiene poco valor en el diagnóstico de osteoartritis de cadera. -Gammagrafía ósea: La gammagrafía ósea es normal, aunque puede existir una hipercaptación isotópica si hay un componente inflamatorio. Puede ser útil para realizar el diagnóstico diferencial con otros procesos inflamatorios. -Liquido sinovial: El líquido sinovial en la OA es característicamente no inflamatorio, con menos de 2.000 leucocitos/mm3 y viscosidad normal. 21,22 Diagnóstico diferencial La artrosis es una de las muchas causas de dolor musculo-esquelético en personas mayores. Su diagnóstico se basa en la correlación de datos clínicos, de laboratorio, radiológicos, y en descartar otras patologías que suelen ser menos benignas.13,15 Puede haber datos clínicos que obligan a plantear un diagnóstico diferencial más amplio: el dolor periarticular que no se reproduce por el movimiento pasivo o la palpación directa articular, sugiere una etiología como bursitis, tendinitis o periostitis.13,15 La distribución de las articulaciones dolorosas es también útil para distinguir la OA de otros tipos de artritis: las articulaciones MCF, muñeca, codo, tobillo, son localizaciones poco frecuentes de OA, excepto las secundarias a traumatismos. La rigidez matutina prolongada, más de una hora, debe hacer sospechar la existencia de una causa inflamatoria, como la artritis reumatoide. La inflamación intensa o derrame articular importante sugiere un proceso infeccioso o una artropatía por cristales, estando indicada la realización de una artrocentesis diagnóstica.13,15 La pérdida de peso, debilidad, fiebre, son indicios de enfermedad sistémica, como por ejemplo la polimialgia reumática, artritis reumatoide, lupus eritematoso o sepsis. Escalas de valoración funcional Es importante verificar el estado funcional y la evolución o respuesta a tratamientos en los 13 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 pacientes con OA de cadera, mediante el uso de instrumentos válidos confiables y multidimensionales que nos permitan la toma de decisiones objetivas.23 modificadores de los síntomas: dirigidos a controlar el dolor y fármacos modificadores de la estructura: dirigidos a preservar el cartílago y a frenar la evolución de la enfermedad.25 El instrumento más utilizado para evaluar sintomatología y función en pacientes con OA de cadera es el cuestionario Western Ontario and Mac Master Universities Osteoarthritis Index (WOMAC), que también evalúa rodilla. El cuestionario de WOMAC es autoaplicable y evalúa 3 aspectos: dolor, rigidez y función física, consta de 17 items y tiene adecuada validez y confiabilidad para medir los cambios del estado de salud de salud de los pacientes.24 Manejo farmacológico del dolor Otras escalas que frecuentemente son utilizadas como medidas de desenlace en estudios de investigación relacionados con OA de cadera son el “Harris Hip Score”, “Hip disability and Osteoarthrosis Outcome Score”, “Lequesn e Index of Severity for Osteoarthritis of the hip”, “American Academy of Orthopedic Surgeons Hip and Knee Questionnaire”. (Tabla 2) Tratamiento En la gran mayoría de los casos el tratamiento siempre es de manera inicial conservador. Para dicho tratamiento debemos tener en cuenta todos los factores que puedan influir en la planeación de un programa de rehabilitación integral, tales como el estadio evolutivo de la enfermedad y el grado de afectación clínica, presencia de enfermedades concomitantes, edad, escolaridad, y otros factores psicológicos y ambientales que influyan en el paciente y su repercusión funcional. La evidencia documentada a la fecha sugiere la combinación de modalidades de tratamiento farmacológico como no farmacológico en el manejo de la OA de cadera para un mejor resultado. Tratamiento farmacológico De acuerdo al objetivo del tratamiento, podemos encontrar dos tipos de fármacos: fármacos 14 -Paracetamol. Fármaco de primera elección para el manejo del dolor, basado en criterios de seguridad al uso crónico del fármaco (grado A, nivel de evidencia1b). En dosis de 2 o más gramos al día, es claramente superior al placebo y se recomienda no exceder una dosis total de 4 gramos al día.26 -Antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Su efecto es igualmente efectivo en el alivio del dolor de la artrosis de cadera (nivel de evidencia Ia), pero debido a sus efectos secundarios (primordialmente gastrointestinales y renales) no deben ser elegidos de primera línea, excepto, cuando existen datos de inflamación articular, principalmente derrame sinovial, donde pueden ser elegidos desde el inicio del tratamiento (grado de recomendación: A), o secundariamente cuando la respuesta es inadecuada al paracetamol (grado de recomendación A, nivel de evidencia 1a),en tal caso deben asociarse a protectores de la mucosa gástrica en pacientes con factores de riesgo.25,26 -COXIBs. La evidencia apoya el uso de este grupo frente al paracetamol, pero otras consideraciones, como el coste/beneficio o el perfil de seguridad, intervienen en la toma de decisiones (nivel de evidencia: 1a). Deberían preferirse a los AINE clásicos en pacientes con alto riesgo de efectos adversos gastrointestinales y en los que el dolor articular no está adecuadamente controlado con paracetamol.25,26 -Opiáceos. El tramadol es un analgésico de administración oral con mecanismo de acción doble. A diferencia de los AINE no inhibe la síntesis de prostaglandinas ni tiene efectos sobre la mucosa gástrica, los riñones o las plaquetas. Es el opiáceo más utilizado en el tratamiento de la artrosis. Puede usarse en combinación con paracetamol y/o un AINE demostrando su eficacia en el tratamiento del brote doloroso de artrosis de cadera o cuando no responden al tratamiento de base (gradoA, nivel de evidencia Ib). 25,26 Medicina de Rehabilitación Fármacos modificadores de la estructura -Sulfato de Glucosamina (SG) y Condritín Sulfato (CS): En diferentes estudios in vitro se han identificado múltiples efectos entre los que se encuentran la inhibición de la expresión y actividad enzimas catabólicas27, revierte los efectos deletéreos de la IL-1β en los condrocitos articulares de ratas y humanos al inhibir las enzimas inflamatorias28, además cuenta con efectos pro-anabólicos al inducir la producción de ácido hialurónico y participar directamente en la vía de biosíntesis del GAGA, sin embargo las concentraciones utilizadas en estos estudios in vitro han sido “super fisiológicas”, en algunos casos en dosis 2000 veces mayor que las concentraciones máximas alcanzadas en el plasma con la administración oral de 1500mg, por lo que la extrapolación de estos datos in vivo, debe ser tomada con cautela.29 No ha demostrado eficacia para el manejo de OA de cadera, por lo que no se recomienda su uso actualmente, además, aun cuando se considera un medicamento seguro, debe tenerse precaución en aquellos pacientes alérgicos a los mariscos (ya que se extrae de conchas), además incrementa un 30% la ingesta diaria de sal y se ha sugerido que afecta el metabolismo de la glucosa e induce resistencia la insulina.29 -Diacereína: No recomendado actualmente como fármaco de primera línea. Este fármaco es un inhibidor de las citocinas proinflamatorias y procatabólicas como la interleucina-1 (IL-1), TNF (factor de necrosis tumoral) y factores estimulantes de colonias, responsables de la liberación de colagenasas y estromelisinas que degradan el cartílago articular30 y aunque algunos estudios demuestran efecto sintomático sobre la OA, la alta tasa de abandono hace difícil la interpretación de los resultados observaron disminución en la pérdida del espacio articular en OA de cadera, sin embargo no se ha publicado otro 15 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 estudio que compruebe esta afirmación. Su inicio de acción farmacológica es lento, manifestándose hasta después de 4 a 6 semanas de iniciado el tratamiento. La dosis habitual es de 50 mg dos veces al día por vía oral.31 -Ácido Hialurónico (AH): polisacárido orgánico ampliamente distribuido por el cuerpo, que forma parte de múltiples tejidos pero fundamentalmente del tejido conectivo. El AH no es utilizado en OA de cadera debido a la dificultad de accesibilidad a la articulación. Hasta el momento no se cuenta con estudios concluyentes y de adecuada metodología que permitan establecer una recomendación en cuanto a dosis para lograr una adecuada eficacia clínica.32 Tratamiento no farmacológico La educación del paciente y el suministro de información acerca de su padecimiento han sido promulgadas ampliamente como base de las recomendaciones para el tratamiento de la OA de cadera.26 La reducción ponderal en casos de obesidad y sobrepeso debe ser considerado uno de los pilares del tratamiento conservador, debido a su importante relación con el pronóstico desfavorable en la progresión de enfermedad, así mismo existiendo una reducción de la intensidad del dolor asociada a OA de cadera cuando se realiza control adecuado del peso.33 Las intervenciones de terapia física son una parte importante del tratamiento conservador, sin embargo existen pocos estudios de calidad suficiente diseñados especialmente para valorar su efecto en la OA de cadera y se relatan a continuación. La hidroterapia ha sido sugerida para reducir el dolor posterior a la movilización articular, sin embargo los resultados que existen no son concluyentes para permitir su recomendación generalizada como parte del tratamiento conservador.25 Los resultados sobre el uso de electroterapia a la fecha no justifican su indicación de manera 16 regular, al no reportarse mejoría significativa en el control del dolor en pacientes con OA de cadera.33 El ultrasonido terapéutico utilizado a 1 MHz, en modalidad continua, con intensidad de 1 W/cm2 y cabezal de 5 cm2, durante 5 minutos a cada región anterior, lateral y posterior (área de tratamiento aproximado de 70–80 cm2 alrededor de la cadera afectada), mostró ser efectivo para el control del dolor y la mejoría funcional de los paciente con OA de cadera al ser comparada con placebo, esto solo ha sido demostrado en un ensayo clínico controlado doble ciego y es necesario esperar los resultados de más estudios para corroborar estos hallazgos.34 El ejercicio es por mucho, una de las intervenciones más importantes y efectivas en el tratamiento de la OA de cadera, y aun cuando conocemos su importancia, hasta el momento no existe un programa rehabilitatorio totalmente aceptado, por lo que se han propuesto diversos métodos terapéuticos que tienen como finalidad disminuir el dolor, lograr la máxima recuperación, funcionalidad e independencia.35 Una combinación de fortalecimiento muscular dirigido a las extremidades inferiores y la prescripción de ejercicio aeróbico, es actualmente la recomendación prevalente en la literatura internacional, existiendo protocolos tanto en piso como dentro del agua, con beneficios similares sobre dolor y funcionalidad. Tratamiento quirúrgico En pacientes seleccionados, cuando las intervenciones conservadoras no son suficientemente efectivas, la artroplastia total de cadera (ATC) se considera el tratamiento de elección.37 El tratamiento quirúrgico de la OA de cadera debe reservarse a aquellos pacientes con enfermedad muy sintomática o invalidante. El principal factor a tener en cuenta a la hora de plantear un tratamiento quirúrgico en un paciente debe ser la mejora de la calidad de vida, entendida como un mejor control del dolor y una mejoría de la limita- Medicina de Rehabilitación ción funcional. Esta decisión que compete tanto al médico, como al paciente y a su entorno. No es motivo de la presente revisión realizar una documentación más amplia de las opciones quirúrgicas y tipos de prótesis existentes, por lo que nos enfocaremos en las intervenciones de rehabilitación que rodean el evento quirúrgico. Intervenciones prequirúrgicas En cuanto a la rehabilitación del paciente que es candidato a una ATC, existen algunas publicaciones que discuten la importancia del entrenamiento previo a dicha intervención38, ya que el estado pre-quirúrgico predice una buena parte del resultado posquirúrgico; aquellos con pobre función física obtendrán resultados posoperatorio inferiores comparado con aquellos con mejor función prequirúrgica39, sin embargo hasta el momento los resultados no han sido concluyentes debido a la variabilidad de los estudios.40 En 2008, se propuso un tratamiento rehabilitatorio prequirúrgico que incluía estiramiento muscular y fortalecimiento en bicicleta durante 4 semanas previas a la intervención quirúrgica, y comparó estos resultados con un grupo de pacientes sin dicha intervención. Los resultados posteriores a la cirugía fueron similares (máximo seguimiento a 3 meses posteriores a la cirugía), no pudiendo demostrar la efectividad del programa intensivo prequirúrgico en los candidatos a ATC. 41 ca; no existe consenso en cuando empezar con la rehabilitación, sobre el uso de agentes físicos, el número y frecuencia de sesiones de terapia que deben realizarse, tipo de ejercicio, tipo de escalas y medidas de desenlace para evaluar resultados y las recomendaciones a dar a los pacientes.43 Recalcamos que no pretendemos establecer un protocolo de manejo posquirúrgico, solo discutir la literatura existente a la fecha. La evidencia apoya el manejo multidisciplinario de los pacientes sometidos a ATC para obtener mejores resultados en actividades y participación (reflejo del grado de reintegración a sus actividades) en comparación con quienes no tienen dicho manejo.44 No existe un lineamiento que determine si el tratamiento debe realizarse individualizado o pueden usarse grupos de varios pacientes, pero la evidencia sugiere que los grupos pueden dar los mismos resultados funcionales que el tratamiento individual, lo cual puede reflejarse en disminución de costos de atención.45 Tradicionalmente los objetivos del programa de rehabilitación son: controlar el dolor, prevenir complicaciones asociadas al reposo prolongado, movilización temprana de la extremidad operada, la reeducación de la marcha, y educación del paciente sobre los cuidados protésicos. En la actualidad uno de los principales problemas para la creación de guías clínicas universales para la atención de pacientes posoperados de ATC, es la gran diversidad de protocolos existentes, que en muchas ocasiones son denominados como “estándar” exclusivamente por ser de uso rutinario de la institución donde se evaluaron y reportaron dichos protocolos.42 No está claro cuando iniciar, pero se ha sugerido que la rehabilitación debe iniciar desde el posoperatorio inmediato. Chen A et al encontró que las intervenciones realizadas desde el día “cero” (el mismo día de la cirugía), como el inicio de la marcha o la sedestación en comparación con aquellos que permanecen en cama el día cero, pueden reducir los días de estancia intrahospitalaria significativamente, aunque sin evidencia de mejoría en control de dolor en comparación con los controles.46 El grado de disparidad se observa en múltiples recomendaciones contradictorias y en la gran cantidad de estudios de baja calidad metodológi- Recientemente se ha publicado un algoritmo de manejo para el paciente posoperado de ATC, que incluye desde el posoperatorio inmedia- Intervenciones posquirúrgicas 17 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 to ejercicios respiratorios, corrección postural y contracciones isométricas del cuádriceps, glúteos y tríceps, agregando bipedestación progresiva y marcha al segundo y tercer día del posoperatorio y reeducación de uso de escaleras y rampas después del 4to día; posteriormente con la evolución del paciente lo lleva a través de un programa de fortalecimiento dirigido. Sin embargo este protocolo no menciona un sustento para las indicaciones dadas en tiempos y frecuencia de intervenciones y habrá que esperar la evidencia generada con el uso regular del mismo.47 Sobre la movilización temprana de la extremidad operada, debemos decir que existe evidencia muy controversial. A pesar de ser una de las intervenciones más frecuentemente indicadas a realizar por el paciente (frecuentemente 3 a 5 veces a ejecutar durante el día y desde el manejo intrahospitalario), algunos estudios refieren que dicha intervención no tiene un efecto significativo en movilidad, funcionalidad y percepción en calidad de vida de los pacientes, cuando se evalúan los resultados a los 8 días y 6 semanas del posoperatorio, en comparación con quienes únicamente recibieron entrenamiento de marcha con uso de andadera y recomendaciones generales sobre cuidados protésicos48,49, dichos autores recomiendan emplear el tiempo de terapia (frecuentemente escaso en instituciones públicas) en intervenciones dirigidas a el manejo protésico inmediato (marcha y cuidados protésicos), sin agregar movilizaciones extras. La reeducación de la marcha es uno de los pilares del tratamiento posquirúgico, y normalmente se realiza con el entrenamiento del uso de andadera con apoyo progresivo y a tolerancia de la extremidad operada. Hesse et al.50 agregaron a esta intervención el uso de soporte parcial de peso y reentrenamiento de marcha en una banda sin fin (durante 10 dias por 25 minutos cada sesión), encontrando cambios significativos en funcionalidad y dolor a favor del grupo que utilizó esta estrategia a los 3 y 12 meses posteriores a la cirugía, sin embargo, un paciente falleció a causa de un tromboembolismo 18 pulmonar dentro del grupo experimental, considerando como una posible causa el uso ajustado del arnés que favoreciera la formación de trombosis venosa profunda (TVP). Es por ello que se sugiere evitar este tipo de tratamiento en pacientes con alto riesgo de TVP. Está claro que el ejercicio es una de las intervenciones más efectivas tanto en el tratamiento inmediato como en el resultado a largo plazo. El programa de fortalecimiento va dirigido a los principales estabilizadores del miembro pélvico operado. Algunos estudios han diseñado protocolos de fortalecimiento específico. Suetta y cols51 encontraron que el fortalecimiento específico del cuádriceps del miembro pélvico operado, produjeron reducción en días de estancia hospitalaria, mejoría en funcionalidad, fuerza (medido por isocinesia) y trofismo muscular (medido mediante tomografía axial computarizada), siendo dicha intervención superior al grupo control y al grupo que utilizó el fortalecimiento ejecutado con estimulación eléctrica neuromuscular (NES). En población geriátrica se ha sugerido que el ejercicio bajo el agua pueda ofrecer mayores beneficios en comparación con los ejercicios de piso, asociándose menores niveles de discapacidad.52 A largo plazo el programa de fortalecimiento debe ser individualizado según las características de los pacientes y los recursos con los que se disponga, existen múltiples intervenciones y diseños de programas de ejercicios, sin embargo el fortalecimiento excéntrico de los abductores de la extremidad operada, combinado con resistencia progresiva de baja carga para el resto de los músculos y ejercicios de movilidad activa, son las intervenciones que han demostrado mayor beneficio terapéutico en la mayoría de los artículos que estudian esta intervención en pacientes posoperados de ATC.42 Referencias 1. Jinks C, Jordan K, Croft P: Osteoarthritis as a public health Medicina de Rehabilitación problem: the impact of developing knee pain on physical function in adults living in the community. 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Guadalajara, México Resumen La osteoartrosis representa la afección reumatológica más frecuente, una de sus facetas es la espondiloartrosis, que se caracteriza por cambios degenerativos de la columna vertebral asociados en la mayoría de los casos a la presencia de dolor, rigidez, limitación funcional y disminución de la calidad de vida. Por lo general, este proceso degenerativo es resultado de factores como la edad, y en algunas ocasiones, secundario a lesiones previas producidas por rotaciones o carga axial, sobrepeso, enfermedades concomitantes reumatológicas, actividades físicas y/o laborales. El tratamiento rehabilitador debe concebirse como un conjunto de medidas terapéuticas complementarias, que se deberán utilizar de forma específica de acuerdo con la valoración del paciente y la fase álgica en que se encuentre: aguda, subaguda o intercrítica. La cirugía se reserva para los casos de dolor persistente y no controlable con la medicación. Se ha observado que la rehabilitación temprana, desde el postquirúrgico inmediato permite disminuir el tiempo de recuperación, las complicaciones y estancia hospitalaria prolongada; al igual que contribuye a mejorar su capacidad física y funcional, facilitando de manera consecutiva el retorno a sus actividades sociales y laborales. Palabras Clave: Osteoartrosis, Espondiloartrosis, Rehabilitación. Summary Osteoarthrosis is the most common rheumatic condition, and one of its aspects is spondyloarthrosis, which is characterized by degenerative changes of the spine associated in most cases with pain, stiffness and functional limitation, and hence, with a decreased life quality. This degenerative process is usually the result of age and earlier injuries caused by rotations or axial load, overweight, concomitant rheumatic diseases, physical activity and / or work. Rehabilitation should be viewed as a set of complementary therapeutic measures, and should be used specifically according to patient´s evaluation and according to pain stage: acute, subacute or intercritical. Surgery is reserved for cases of persistent and uncontrollable pain with medication. Early rehabilitation, immediately after surgery can reduce recovery time, complications and prolonged hospital stay, as well as may help improving physical and functional outcome of patients; thus, facilitating their return to work and social activities. Keywords: osteoarthrosis, spondyloarthrosis, rehabilitation _______________________________________ Introducción La osteoartrosis representa la afección reumatológica más frecuente.1 Es una de las principales causas de atención médica2 y de incapacidades laborales en el adulto.3 Tiene una importante repercusión económica y representa un problema de salud pública.3,4 Una de las facetas de la osteartrosis es la espondiloartrosis. En ésta se afectan las articula21 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 ciones vertebrales posteriores e interapofisarias,4 su clínica se caracteriza por dolor, rigidez, limitación funcional y disminución de la calidad de vida.5 Su prevalencia aumenta de manera progresiva con la edad y de forma paralela al envejecimiento de la población.6 El siguiente trabajo es una revisión para lograr un mejor entendimiento de las bases fisiopatológicas descubiertas más recientemente, puntualizar la pauta diagnóstica con mayor estandarización y analizar el manejo terapéutico tanto farmacológico, como no farmacológico con mayor evidencia clínica, con el fin de servir como guía al lector y se refleje en la calidad de vida de nuestros pacientes. Etiología Dentro de los factores predisponentes para la espondiloartrosis se encuentran susceptibilidad generalizada, edad, osteoporosis, herencia, sexo, factores locales de la articulación y ocupación laboral.19 Factores locales: anomalías congénitas, sobrecarga articular, traumatismos, dismetrías, defectos de alineación, compresión continua del cartílago articular y afecciones morfológicas adquiridas. Factores generales: alteraciones metabólicas, laxitud articular, trastornos endocrinos, edad y sexo. obesidad, dieta y herencia. Obesidad El sobrepeso aumenta la presión sobre una articulación y esto induce a la rotura de cartílago. Ocupación y actividad Posturas prolongadas, cargas excesivas de peso, repetidas extensiones y flexiones de columna. Las condiciones deficientes del hueso subcondral producen un deterioro de la articulación aunque el trabajo no sea excesivo. 22 Densidad mineral ósea Pacientes con mayor densidad mineral ósea tienen un riesgo más elevado de padecer espondiloartrosis. Una masa ósea reducida puede incrementar la capacidad ósea de absorción de vibraciones del hueso yuxta articular y proteger el cartílago articular. Género y edad Mayor afección género fémenino. Existe un incremento de la espondiloartrosis a partir de los 50 años. Entre los factores se incluyen cambios anatómicos de las articulaciones y alteraciones biomecánicas o bioquímicas que comprometen propiedades mecánicas del cartílago. Factores nutricionales Los condrocitos producen diversos radicales de oxígeno y el deterioro oxidativo puede ser relevante. Las moléculas antioxidantes como vitaminas C, E y D son beneficiosas para la espondiloartrosis.19 Patogenia La artrosis es la alteración articular lenta y progresiva que ocurre principalmente en ancianos y se caracteriza por destrucción patológica de cartílago y subsecuentes cambios del hueso o tejido subcondral, incluyendo esclerosis y osteofitos.20 El cartílago articular se vuelve opaco, amarillento, rugoso, blando y menos elástico debido a la disminución de los mucopolisacáridos, ácidos de la sustancia fundamental lo que desprotege a las fibras de colágeno y limita la amortiguación precisa cuando se produce una sobrecarga mecánica. Los condrocitos sufren divisiones activas, produciendo cantidades elevadas de ADN, ARN, colágeno, prostaglandinas y proteínas no colágenas. Esta hiperactividad aumenta la concentración de prostaglandinas que conlleva a engrosamiento del cartílago que compensa la artrosis. Finalmen- Medicina de Rehabilitación te, disminuirá la síntesis de prostaglandinas, el cartílago perderá altura y se establecerá la artrosis.21 Al realizarse la carga sobre una articulación que funciona en condiciones normales, se produce deformación del cartílago y del hueso subcondral, que facilita un máximo contacto de las superficies articulares y un reparto de presiones. Cuando no existe elasticidad, las presiones se concentran, obligando a la articulación a trabajar en condiciones que van a facilitar la sobrecarga articular y la degeneración del cartílago.20,21 El tejido óseo subcondral presenta ulceraciones profundas que hacen desaparecer el cartílago, descubriendo el hueso subcondral, apareciendo islotes de neo cartílago. En zonas periféricas y zonas no sometidas a presión se forman los condrofitos que por osificación endocondral, se transforman en osteofitos. En las zonas de mayor presión articular se produce disminución del grosor del cartílago, coincidiendo al aumento de formación en zonas de menor presión. Los cambios degenerativos a nivel ligementario pueden facilitar el desarrollo de lesiones por sobrecarga. Epidemiología La artrosis es la enfermedad articular más frecuente entre la población adulta, siendo en la actualidad un problema importante de salud pública.7 Su prevalencia general, establecida mediante detección radiológica, es del 52% en adultos para una sola localización, e incide sobre todo en las articulaciones interfalángicas, carpometacarpianas, columna vertebral, cadera, rodilla y primera metatarsofalángica. La artrosis de la columna lumbar se presenta en el 64% de los casos. En la columna vertebral afecta fundamentalmente a la zona cervical en torno a C5 y en la región lumbar especialmente en L3-L58. Está descrita la existencia de artrosis cervical hasta en un 80% de las personas mayores de 55 años; la artrosis lumbar es prácticamente constante a partir de los 55 años. El coste socioeconómico de la artrosis está dado, no sólo por el gasto sanitario en sí mismo, sino porque constituye una causa de invalidez laboral. En el ámbito de la atención primaria constituye el 11º motivo de consulta.7 Manifestaciones clínicas La artrosis puede afectar a los discos intervertebrales, al cuerpo vertebral y a las articulaciones interapofisarias, es más frecuente en aquellas vértebras con mayor movilidad. Se ha demostrado una “no asociación” entre degeneración discal y dolor lumbar, en muchos casos es un hallazgo radiográfico.9 La clínica tanto a nivel lumbar como cervical, si no hay compromiso radicular, se manifiesta con dolor mecánico localizado (agravado por la movilidad y el sobrepeso).10 En caso de compromiso radicular, el dolor (lumbociatalgia o cervicobraquialgia) se produce por compresión, inflamación e isquemia de la raíz y afecta al área de distribución de la raíz correspondiente; en este caso puede haber afectación motora, sensitiva y de los reflejos de estiramiento muscular.10,11 El dolor, en la columna cervical, se extiende del cuello a la mano, es progresivo y unilateral. Y en la región lumbar suele irradiarse por debajo de la rodilla, se exacerba con esfuerzos y con movimientos de flexión. Durante la exploración se puede corroborar mediante las maniobra de distracción, Lassague y Bragard. La presencia de osteofitos condiciona estenosis espinal, dando manifestaciones como claudicación neurógena o en casos severos datos de cauda equina o mielopatía cervical, siendo éstas indicaciones para manejo quirúrgico.El compromiso de la columna cervical puede ocasionar compresión de las arterias vertebrales produciendo mareo, vértigo y cefalea.11 Estudios de laboratorio e imagenología Actualmente no hay una prueba diagnóstica, específica o patognomónica para el diagnóstico de osteoartrosis12,13, por lo que únicamente 23 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 se recomienda realizar perfil bioquímico completo, biometría hemática con velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva y examen general de orina para realizar diagnóstico diferencial y de manera previa al tratamiento.13 Es esperado encontrar un hemograma y bioquímica normal, así como ausencia de factor reumatoide y anticuerpos antinucleares. Es posible detectar bajos grados de inflamación al medir reactantes de fase aguda séricos, aunque los incrementos en la velocidad de eritrosedimentación son más a menudo atribuibles a la edad u otras condiciones en vez de a la osteoartrosis. Se han encontrado incrementos sútiles, pero definitivos en la proteína C reactiva en pacientes con osteoartrosis en comparación con individuos sanos12,14, y aparentemente hacen posible predecir la progresión de la enfermedad1, aunque la asociación no es fuerte.14 por esta razón, actualmente se continúa en la búsqueda de modalidades de imagen más sensibles, como la resonancia magnética, el ultrasonido o la gamagrafía ósea, al lado de indicadores bioquímicos en sangre, orina o líquido sinovial, que puedan identificar y cuantificar la osteoartrosis de manera más precisa y temprana que las radiografías.15 Otro estudio que se ha sugerido como marcador de inflamación sinovial y destrucción articular en la osteoartrosis, son los niveles séricos de la glucoproteína YFL-40, la cual es secretada por los condrocitos y sinoviocitos. Son necesarios más estudios dirigidos a encontrar la correlación de esta glucoproteína con otras topografías de la osteoartrosis, como la afección vertebral. El uso de la mielografía tiende a caer en desuso, sin embargo, es posible encontrar la imagen clásica del canal lumbar estrecho en forma de “rosario” debido a los estrechamientos que ocurren entre vértebras.43 La artrocentesis no está indicada como método diagnóstico, pero las características que podemos encontrar en el líquido sinovial son de tipo no inflamatorio o inflamatorio leve.13 El líquido sinovial usualmente es claro e incoloro, con un ligero tinte amarillento. El contenido de mucina puede ser normal o reducido, como se demuestra con ácido acético al 3% (test Ropes). El contenido de leucocitos polimorfonucleares usualmente es menor de 2000 células/mL. Mayor sinovitis inflamatoria en osteoartrosis puede demostrar derrame sinovial inflamatorio, particularmente en presencia de cristales de calcio, los cuales pueden estar presentes hasta en 70% de los especímenes de líquidos sinovial de pacientes con osteoartrosis.12 Es altamente reconocido que las anormalidades bioquímicas de la articulación preceden por décadas a las anormalidades radiográficas, 24 Se recomienda iniciar con estudios radiográficos simples en proyecciones anteroposterior y lateral.43 En general los hallazgos que se pueden observar en la radiografía a nivel de columna son disminución en la altura del espacio articular, formación de osteofitos y presencia de esclerosis subcondral18 (Figura 1). También, es posible encontrar obliteración de los agujeros intervertebrales y calcificación de los ligamentos,43 en último término, puede producirse anquilosis ósea.42 La tomografía computarizada y la resonancia magnética, en secciones axiales son ideales para delimitar las alteraciones óseas y de partes blandas de la enfermedad degenerativa de las articulaciones apofisiarias; además puede definirse la relación de la proliferación ósea con el canal vertebral, recesos laterales y agujeros neurales.42 Las apófisis articulares de la columna vertebral son una localización frecuente de osteoartrosis, y los cambios predominan habitualmente en la columna cervical media e inferior, columna torácica media y superior y columna lumbar inferior. La fibrilación y erosión del cartílago articular, van acompañadas del estrechamiento del espacio articular. La esclerosis ósea y los osteófitos son frecuentes, y pueden asociarse con cuerpos óseos y cartilaginosos intra articulares; la laxitud capsular permite la desalineación y la subluxación de una vértebra sobre otra, proceso que ha recibido la denominación de espondilolistesis degenerativa o de pseudo espondilolistesis. En ocasiones, sobre todo en la columna cervical, puede producirse an- Medicina de Rehabilitación quilosis ósea intra articular. En algunos pacientes la resonancia magnética demuestra una alteración de la intensidad de señal en el pedículo adyacente, presumiblemente relacionada con el edema medular inducido por estrés. Cuando se encuentran involucradas las articulaciones costovertebrales, es frecuente que los cambios degenerativos predominen en las articulaciones de las costillas undécima y duodécima. El estrechamiento del espacio articular, la esclerosis ósea y los osteofitos son las alteraciones esperadas. También pueden observarse puentes óseos entre las vértebras y las costillas.42 Diagnóstico La historia clínica es fundamental, en un adulto mayor de 50 años con los síntomas mencionados, es importante hacer el diagnóstico diferencial con problemas de origen vascular y neurológico. Dentro del exámen físico es imprescindible la exploración de la movilidad de la columna, precisar los sitios de dolor y un exámen neurológico completo para procurar integrar algún síndrome neurológico. Una vez concluida la evaluación clínica, el empleo de auxiliares del diagnóstico es un complemento obligado para la integración del diagnóstico.17 Unicamente se recomienda realizar exámenes de laboratorio como un perfil bioquímico completo, biometría hemática con velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva y exámen general de orina para realizar diagnóstico diferencial y de manera previa al tratamiento. Es recomendable iniciar con estudios radiográficos simples con proyecciones anteroposterior, lateral, oblicua y dinámicas.18 La tomografía axial computada permite observar con mayor detalle las alteraciones que se aprecian en la radiografía simple y facilita la evaluación de otros aspectos como son la morfología del conducto raquídeo, así como su tamaño.17 La aplicación de las imágenes por resonancia magnética son para un diagnóstico diferencial (canal medular estrecho), brindan una mayor definición de las partes blandas y en especial del 25 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 tejido neurológico;17 valoración cualitativa y cuantitativa de la degeneración del cartílago articular y últimamente su uso se ha incrementado para valorar al paciente que será candidato para reemplazo articular.18 Otro estudio es la electromiografía, que nos permite conocer el grado de daño existente en las raíces, precisar los nervios afectados y descartar otro tipo de alteración nerviosa como puede ser polineuropatías.17 restesias, trastornos del sueño y debilidad. También pueden aparecer fenómenos autonómicos en las zonas de irradiación del dolor referido como vasoconstricción, sudoración y actividad pilomotora. Generalmente no hay déficits neurológicos, ni alteraciones en las pruebas de laboratorio hematológicas, bioquímicas o urinarias, salvo que existan enfermedades concomitantes como alteraciones nutricionales o metabólicas.24 Tratamiento farmacológico Diagnósticos diferenciales Analgésicos Síndrome de la charnela toracolumbar: consiste en síntomas localizados en la región lumbar baja, abdomen, zona inguinal, genitales y muslos, cuyo origen son las facetas alteradas del área toracolumbar. El dolor es profundo, no muy bien delimitado o definido, espontáneo, insidioso y referido a distancia. Suele aparecer después de ejercicios de rotación o de flexo-extensión y puede estar asociado a posturas viciosas. Se han encontrado estos síntomas también, después de fracturas por osteoporosis en el segmento toracolumbar o por lesiones neoplásicas o infecciosas.22 El más empleado, el paracetamol. Tiene bajo coste, menos efectos secundarios y fácil manejo. Estudios recientes muestran que a dosis suficiente (4000 mg/día) se obtienen resultados similares que con AINE´s en cuanto a respuesta al dolor y a la incapacidad. Son primera elección en el tratamiento habitual de la artrosis. Los opioides no han demostrado eficacia superior al paracetamol o al ácido acetilsalicílico en el alivio del dolor y tienen un riesgo elevado de adicción y de efectos secundarios, por lo que no se recomienda su uso.25 Hiperostosis anquilosante vertebral: fue descrita por Forestier-Rotes-Querol en 1950. Resnick definió los criterios radiológicos en 1976. Se caracteriza por presentar puentes óseos intervertebrales, pudiendo tener manifestaciones extraespinales. Es más frecuente en varones añosos y su prevalencia varía del 4%-28%. Se le ha relacionado con disturbios metabólicos como diabetes mellitus (DMe), hiperuricemia (HU), hipervitaminosis A y obesidad.23 AINE´s Síndrome de dolor miofascial: Se define por la presencia de puntos gatillo y de una banda muscular palpable que representa un espasmo segmentario de una pequeña porción del músculo. Esta banda no es visible, pero se puede apreciar por palpación tras la exploración del músculo afecto; además del dolor referido, que se origina en el punto gatillo (de donde toma su nombre), pero se percibe a distancia. En ocasiones se puede presentar hiperalgesia y/o alodinia que semejan pa26 Grupo heterogéneo de sustancias con actividad antiinflamatoria, analgésica y antipirética. Inhiben la síntesis de prostaglandinas, leucotrienos y la liberación de otros mediadores inflamatorios. Su uso es de segunda elección. Se han propuesto propiedades condroprotectoras en su uso prolongado, pero no han sido demostradas. Más aún, algunos estudios sugieren que determinados AINE´s favorecen la destrucción del cartílago articular, aunque no existen por el momento resultados concluyentes. Los AINE´s tópicos tienen una eficacia controvertida. Parece que producen una analgesia moderada transitoria de la zona donde se aplican, derivada de la inhibición de la estimulación de terminales nerviosas nociceptivas dérmicas y subdérmicas; drenaje linfático y venoso de sustancias proinflamatorias mediante el masaje, y gracias al efecto placebo. Medicina de Rehabilitación Inhibidores selectivos de la COX-2 Se conocen dos isoformas de la ciclooxigenasa (COX). La COX-1 tiene funciones homeostáticas, entre ellas el mantenimiento de la integridad de la mucosa gástrica. La COX-2 está implicada en la inflamación, mitogénesis y transducción de señales. Los inhibidores selectivos de la COX-2 poseen una acción antiinflamatoria similar a la de los AINE´s convencionales, pero producen menos efectos gástricos indeseables. Capsaicina tópica Sustancia natural de origen vegetal que produce depleción local de la sustancia P (péptido mediador del dolor) cuando se aplica por vía tópica 3-4 veces al día, durante períodos superiores a 2-4 semanas, con efecto analgésico.26 Corticoides intraarticulares Pueden ser útiles en brotes agudos o episodios de sinovitis aguda. El intervalo no debe ser inferior a dos semanas y no deben hacerse más de 3 infiltraciones en 6 meses o 4 al año.27 Condroprotectores Se conocen en la actualidad varias, la más reconocida y estudiada, la glucosamina. Administrada de forma oral durante períodos de 2-3 meses parece conseguir mejoría de los síntomas, aunque faltan estudios más amplios para establecer su grado de eficacia y su propuesto efecto enlentecedor del deterioro del cartílago. Otros fármacos incluidos en este grupo son: condroitín sulfato, diacereína y ácido hialurónico. En los últimos años se han llevado a cabo muchos estudios para esclarecer los mecanismos intrínsecos del proceso degenerativo articular e identificar los fármacos que son capaces de influir favorablemente sobre este proceso. Hasta la fecha, ninguna sustancia ha demostrado suficientemente su eficacia en este sentido.28 Tratamiento conservador incluyendo el tratamiento fisiátrico Se considera la piedra angular del tratamiento y está recomendado en pacientes con diagnóstico de espondiloartrosis que no son candidatos a cirugía. La buena respuesta al tratamiento conservador está por encima del 75%. Intervención sobre los factores de riesgo Corregir la obesidad como factor más importante, ya que la sobrecarga contribuye al deterioro de las articulaciones que soportan peso. La terapia física desempeña un papel fundamental en el manejo de la artrosis y sus objetivos son disminuir el dolor y la rigidez articular, mantener y fomentar la fuerza y el trofismo muscular y mejorar la movilidad y biomecánica articular. Utiliza técnicas como termoterapia, hidroterapia, masajes y programa de ejercicio físico adecuado a cada situación.29 Independientemente de la fase de la enfermedad en la que se encuentre, se recomienda una serie de medidas higiénicas: Fase aguda: -Reposo hasta 48 hrs en pacientes sin déficit neuromotores. Si se trata de lumbalgias y lumbociatalgias, debe ser en decúbito supino sobre una cama dura, con caderas y rodillas flexionadas; pudiéndose alternar con decúbito lateral con flexión de la caderas y rodilla del miembro inferior ciatálgico, con el fin de no estirar el plexo lumbosacro. En caso de cervicalgias y cervicobraquialgias se debe utilizar una almohada baja. -Tratamiento farmacológico: A base de antiinflamatorios no esteroideos, relajantes musculares, antineuríticos, y en algunos casos los esteroides. -Tratamiento ortésico: Se pueden utilizar collarines tanto rígidos como blandos, fajas o corsés semi rígidos con refuerzos posteriores de ballenas metálicas en la zona dorsolumbar o lumbosacra. Se deben retirar de manera temprana para evitar atrofia muscular paravertebral, posteriormente se pueden utilizar únicamente de manera preventiva al realizar tareas de riesgo. 27 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 Fase subaguda: -Termoterapia: Efecto analgésico (microondas y ultrasonido). -Electroterapia analgésica no térmica: TENS. -Hidroterapia: efecto mecánico y térmico (hidrocinesiterapia, baños en remolino, masaje subacuático, chorros y ducha escocesa). -Masoterapia: disminuye el edema, produce vasodilatación, relajación muscular y analgesia. -Tracciones vertebrales: disminuyen presión sobre las emergencias radiculares. Se debe realizar una prueba de tracción previamente. -Crenoterapia, talasoterapia y helioterapia. Fase intercrítica: -Cinesiterapia, para lograr una estática raquídea adecuada a través de una musculatura apropiada, logrando una flexibilidad raquídea aceptable, con reeducación cinética útil en las actividades básicas de la vida humana -Actividad física regular con el fin de mejorar la capacidad funcional, prevenir osteoporosis y daños al sistema osteomuscular. -Ejercicios isométricos para columna cervical. -Fortalecimiento de músculos abdominales, glúteos y paravertebrales. -Ejercicios para incrementar la flexibilidad raquídea. -Higiene articular y ergonomía.30 Adecuación del entorno Los pacientes más incapacitados se benefician de una adecuación del medio en que se mueven y de realizar pequeñas modificaciones de su hábitat (elevar altura de las sillas e inodoro, agarraderos en el cuarto de baño, etc.)29 Rehabilitación postoperatoria El tratamiento quirúrgico es muy amplio, desde el recalibraje simple hasta las instrumentaciones acompañadas de artrodesis intersomáticas con injerto postero-lateral; esto va a depender de las características propias de cada caso.31 28 Una rehabilitación temprana desde el posquirúrgico inmediato permite disminuir el tiempo de recuperación, las complicaciones y estancia hospitalaria prolongada de estos pacientes; al igual que contribuye a mejorar su capacidad física y funcional y facilitar el retorno a sus actividades sociales y laborales.32,33 Antes de iniciar la rehabilitación se debe de realizar una valoración inicial para ver el pronóstico de nuestros pacientes: -Tipo de cirugía realizada. -Edad: se ha observado que a mayor edad existe un deterioro natural del músculo. -Factores predictivos preoperatorios: existe un mejor pronóstico si hay mejor capacidad de marcha previa, baja comorbilidad y mejor calidad de vida subjetiva. -Grado de disfunción previa. -Factores psicosociales. -Valoración clínica y funcional: se recomienda una historia clínica y exploración física completa, así como el test de Oswestry para la funcionalidad del paciente y el SF36/12 para calidad de vida y satisfacción del paciente.33,34 Los cuidados inmediatos se brindan en la unidad de cuidados intensivos una vez terminada la cirugía, entre ellos se encuentran los siguientes: -Movilización temprana: Actualmente el paciente puede movilizarse en las primeras 24 horas del posoperatorio, esto evita daños relacionados al reposo prolongado como son neumonía hipostática, úlceras por presión, intestino perezoso, entre otros. Esta debe realizarse en bloque cada dos horas, incluso en la noche. -Una alineación correcta reduce la tensión de la estructura músculo-esquelética y el riesgo de lesiones; contribuye a mantener un tono muscular adecuado, equilibrio y conservación de energía. Es importante proteger salientes óseas con ayuda de cojines de diferente material como hule espuma. Con cada cambio postural debe tener una adecuada alineación, evitando rotaciones, extensiones y/o flexiones forzadas. Medicina de Rehabilitación Los cuidados mediatos son cuando el paciente ha regresado al área de hospitalización correspondiente, en esta etapa se realizará lo siguiente: -Sedestación y posteriormente la bipedestación en forma gradual y paulatina. En pacientes sin compromiso neurológico se inicia con elevación de la cabecera a 45° o posición semifowler, dando un periodo de 20 minutos y valorando el estado del paciente en cada cambio que se realice. Una vez tolerada, se elevará a 60° y 90° respectivamente. -Se dará enseñanza de higiene de columna con énfasis en como levantarse de la cama. -Posteriormente se auxiliará a realizar bipedestación y trasladarse al sillón o silla de ruedas previniendo caídas o lesiones. -Si la sedestación es tolerada por 20 minutos, se inicia con la deambulación, pudiendo auxiliarse de aditamentos. Esta debe iniciarse en forma lenta e incrementar según lo tolere el paciente. -En caso de pacientes con compromiso neurológico, es necesario la realización diaria de ejercicios pasivos para alcanzar o conservar los arcos de movilidad de cabeza, miembros torácicos y pélvicos. Es importante mantener un correcto funcionamiento intestinal y urinario; se debe aumentar el consumo de fibra, inspeccionar y auscultar el abdomen y aplicar masaje al marco cólico en forma circular para estimular los movimientos peristálticos. Se debe vigilar y mantener el funcionamiento cardiovascular con ejercicios de las extremidades inferiores, así como evitando almohadas debajo de rodillas por compresión poplítea y la flexión mantenida de cadera. Se debe vigilar la buena ventilación de los pacientes e iniciarles fisioterapia pulmonar con técnicas de vibración y drenajes posturales según lo requiera el caso. En este período es adecuado también la realización de ejercicios isotónicos e isométricos dependiendo de cada paciente. -Una vez dado de alta al paciente es importante realizar una enseñanza al paciente y a su familiar la cual incluye: -Baño: el cual se realizará en cama o regadera se- gún sea el caso. -Mantener piel seca y lubricada y evitar formación de úlceras por presión. -Lavado de herida quirúrgica. -Uso de órtesis: su uso se debe explicar basado en la patología y el objetivo que se quiera lograr con el uso de ésta. -Movilizaciones: técnicas de higiene de columna, sedestación, deambulación progresiva, movilización en bloque y traslados según sea el caso.32 En cuanto a cada cirugía, existen recomendaciones específicas que se detallarán a continuación: En caso de descompresión, no existe una actuación especial, es importante los consejos posturales, realización de ejercicios 4-6 veces por semana de tipo isométricos e isotónicos según sea el caso. La duración mínima de los ejercicios debe ser de 8 semanas.35 A los pacientes que se les realiza fusión, instrumentación y prótesis el empleo de ortesis depende del cirujano. En ellos es importante la reeducación de la marcha y la educación en cuanto a sus actividades de la vida diaria y el aumento progresivo de la actividad aeróbica. Se recomienda el inicio de ejercicios isométricos con/sin corsé de co-contracción abdominal y musculatura espinal, ejercicios a glúteos, estiramientos a psoas e isquiotibiales así como la hidrocinesiterapia. En estos casos se debe considerar la analgesia con medios físicos en caso de ser necesario. Luego de 2 a 3 meses, o incluso menos tiempo, si se realizó estabilización dinámica se debe de comenzar con ejercicios de potenciación muscular a músculos paravertebrales, extensores de cadera y estabilizadores lumbares; es importante la realización de ejercicios propioceptivos. El rango de flexión y extensión se debe mantener en estos pacientes y hay que diferir las rotaciones durante 6 meses.36 En aquellos pacientes en quien se realiza artroplastia vertebral, existe evidencia de realizar su rehabilitación en forma individualizada durante 6-8 semanas y posteriormente continuar en su domicilio durante un período de 6-12 meses, con 29 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 supervisiones periódicas para evitar el bajo cumplimiento y abandono a largo plazo (Tabla 1).37 Pronóstico De acuerdo a las series publicadas, pacientes entre 26-67 años de edad con enfermedad degenerativa de disco que no responden al tratamiento conservador por un periodo mayor a 6 meses, fueron sometidos a cirugía de fusión.38 Una revisión sistemática de los resultados obtenidos mediante fusión, reportaron un promedio de 68% de resultados satisfactorios. La persistencia de dolor y limitaciones funcionales conduce principalmente a costos emocionales y financieros.39 Se observó que una mejor salud emocional previa a la cirugía se asocia con menor dolor y mayor funcionalidad hasta 2 años después del evento quirúrgico.38,41 Además se concluye que otros factores, como un mayor nivel educativo, las expectativas optimistas de mejora, el diagnóstico de hernia discal, y menor capacidad de la marcha pueden mejorar significativamente el resultado clínico; lo contrario al hábito de tabaquismo y dolor lumbar severo previo a la cirugía, son predictores de malos resultados posterior a la cirugía.39,41 Se registró un 19% de incidencia acumulada de re-intervención posterior a la cirugía para los trastornos degenerativos de la columna vertebral. Para pacientes con espondilolistesis, la tasa de reintervención fue del 17% después de la cirugía de fusión frente a 28% después de la descompresión sola (p = 0,002). Para pacientes con otros diagnósticos, la tasa de re-intervención fue del 21,5% después de la cirugía de fusión frente a 19% después de la descompresión sola (p = 0,008). Las re-intervenciones de la columna, principalmente lumbar, son generalmente indeseables, lo que implica persistencia de los síntomas, progresión de los cambios degenerativos o complicaciones del tratamiento. 30 Los pacientes deben ser informados de que la probabilidad de re-intervención tras una operación de columna es sustancial. Para otras condiciones degenerativas de columna, la incidencia acumulada de re-intervención es superior después de un procedimiento de fusión en comparación con descompresión sola.40 Referencias 1. González P; Ruiz F; Suárez A; Marrero R; Garcés G, La rehabilitación en la espondiloartrosis. JANO 23-29, 2004 vol.66 núm 1504. 2. Espinosa R, Hernández L, Arroyo C. Patrón de utilización de servicios de salud en México en pacientes con artritis. Rev Mex Reumatol 2005;20:20-21. 3. 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Se han definido factores de riesgo de importancia entre los que se encuentra la edad, la existencia de predisposición genética, obesidad, incremento de estrés mecánico y una mayor densidad ósea. La clínica de la artrosis de rodilla, incluye dolor crónico, acompañado de rigidez e inestabilidad articular y debilidad muscular. En la mayoría de los pacientes la historia clínica, exploración física y los estudios radiográficos son suficientes para establecer el diagnóstico. Se utilizan varias herramientas para su diagnóstico entre ellas se encuentra la escala EVA (Escala Visual Análoga para dolor) y los criterios de WOMAC para dolor, rigidez articular y funcionalidad. Los estudios radiográficos también son de utilidad para su diagnóstico. Dentro del manejo conservador, el tratamiento farmacológico se puede administrar por vía tópica, oral o intrarticular. Los AINEs mejoran el dolor de rodilla y cadera en pacientes con OA. El tratamiento quirúrgico es una opción terapéutica en los casos en que el tratamiento conservador y la rehabilitación no hayan resultado efectivos. Palabras clave: osteoartrosis, rodilla, tratamiento. Abstract Osteoarthritis (OA) is a degenerative disease of joint cartilage that begins as joint damage, followed by a dynamic response in terms of adaptation, and eventually leads to irreversible structural change. OA is the most common cause of knee pain in the over 50s. It affects up to 30% of those over 65 years old. It is currently estimated that 100,000 new cases occur each year worldwide. Among the major risk factors that have been identified are age, the presence of genetic predisposition, obesity, increased mechanical stress, and increased bone density. The clinical features of arthrosis of the knee include chronic pain accompanied by stiffness and joint instability, as well as muscle weakness. In most cases, the patient’s medical history, a physical examination, and X-ray analysis are sufficient to reach a diagnosis. A range of tools are used in diagnosis, including VAS (the Visual Analog Scale for assessing pain) and the WOMAC index, for assessing pain, joint stiffness, and function. X-ray studies are also useful for diagnosis. Within conservative management, drug therapy can be administered topically, orally or intra-articularly. NSAIDs relieve knee and hip pain in OA patients. In cases where conservative treatment and rehabilitation have proved ineffective, one treatment option is surgery. Keywords: osteoarthritis, knee, treatment. ____________________________________________ Introducción La Osteoartrosis (OA) es una enfermedad degenerativa del cartílago articular, caracterizada por dolor articular, limitación funcional, crepitación y grados variables de inflamación; ésta inicia con un daño al cartílago, continua con una respuesta dinámica de adaptación y termina con un cambio estructural irreversible.1 Este problema es de carácter progresivo, ya que existe relación directa entre el dolor articular y la disminución de la fuer33 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 za muscular del mecanismo extensor de la rodilla, además se incrementa con el tiempo la debilidad y la atrofia muscular por desuso. El síntoma principal es el dolor articular que contribuye de manera significativa a la disminución de la actividad funcional, lo que incluye levantarse del piso o usar escaleras. Así mismo la debilidad muscular específicamente del músculo cuádriceps es una de las principales repercusiones musculo-esqueléticas de la OA. El déficit de fuerza en la población con OA es del 15% al 18% al inicio de la enfermedad, 24% en individuos con OA de rodilla grado 2 y 38% en individuos con OA grado 4. Existen diversos factores de riesgo estrechamente asociados con la incidencia y la prevalencia del padecimiento. Dentro de éstos tenemos la sobrecarga articular, traumas, alteraciones biomecánicas, infecciones y la herencia. La obesidad es un factor importante para el desarrollo precoz de esta patología ya que es motivo de aumento de la carga; la rodilla al ser muy vulnerable, ya que tiene que cargar la mayor parte del peso corporal, está entre los sitios más frecuentemente afectados. La edad también es un aspecto muy importante, consecutivo a diversos cambios biológicos como son las diferencias en condrocitos, factores de crecimiento óseo y del cartílago. Existe también un incremento en la laxitud de los ligamentos que condiciona inestabilidad, lo que a su vez se asocia con daño articular, y hay alteraciones en la capacidad de absorción del choque articular. Laslett35, reporta que entre 50% y 70% de los pacientes con Gonartrosis (GA) relatan dificultad para la deambulación y 44 a 67% mencionan dificultad para el traslado. Todo esto, convierte a esta enfermedad, en un problema importante de salud en nuestros días y motivo frecuente de consulta en los servicios de reumatología, ortopedia y medicina de rehabilitación en los cuales se emplean numerosos recursos para su tratamiento dada su alta incidencia. 34 De las enfermedades reumáticas, la osteoartritis representa aproximadamente del 30% al 40% de las consultas a las clínicas de reumatología en pacientes ambulatorios. Estudios de costos directos e indirectos efectuados en Francia sobre la OA, mostraron que éstos han ascendido a 4.5 millones de francos al año (directos) en especial en los hospitales privados. Mientras los costos indirectos representaron 2.1 millones de francos con afectación fundamenta a nivel de la familia. Epidemiología La OA es la causa más frecuente de rodilla dolorosa a partir de los 50 años. La prevalencia es hasta un 30% en las personas de edad mayor de 65 años. Siendo más frecuente que se presente en mujeres que en hombres en una proporción estimada de 2:1.9 La OMS en el año 2005 estimó la incidencia en 400 por cada 1000 en edad de 70 años en adelante, a nivel mundial.36 Se considera por tanto que es una de las patologías más frecuentes desencadenantes en el deterioro de la calidad de vida y pérdida de la capacidad para desempeñar las actividades de la vida diaria, en especial después de la quinta década de la vida. Actualmente en los países desarrollados se ha estimado que una de cada seis personas padece OA y que su incidencia está ligada directamente a la edad. En la actualidad aproximadamente 43 millones de personas en los E.U.A. la padecen y un 15% de la población a nivel mundial. Por lo que se estima que la incidencia es de 100,000 nuevos casos anualmente.32 En el panorama nacional, se estima que en México la OA es una de las principales causas de discapacidad en personas en los 40 años y en adelante. Se considera que después de los 40 años la prevalencia e incidencia aumenta de forma importante en mujeres; varios estudios han demostrado que esto se intensifica principalmente después de la menopausia, cuando la descalcificación se intensifica por la disminución de estrógenos. Aproximadamente el 80% de las personas Medicina de Rehabilitación mayores de 65 años presenta algún cambio radiográfico, relacionado con evidencia de OA de rodilla, ocupando del 10% al 25% de las consultas de atención primaria en el sistema de salud.10 Lo cual concuerda con los datos proporcionados por R Uganet y colaboradores en 2012,44 en donde se ha identificado que uno de los principales motivos de consulta en los servicios de salud en personas mayores de 65 años es la OA de rodilla y que la incidencia aumentará proporcional al aumento en la esperanza de vida. Cerca del 10% de la población mayor de 50 años, presenta síntomas incapacitantes secundarios a OA de rodilla y únicamente un 25% de estos individuos presenta alguna discapacidad grave. La prevalencia está ligada al tipo de diagnóstico; clínico o radiológico. En estudios realizados en Holanda, se mostró una prevalencia radiológica en adultos entre los 49 y 54 años de edad del 13% y en el rango de 69 a 74 años de edad de un 28%. En los pacientes con radiografía normal, se reportó en un 10% dolor y únicamente el 40 al 79% de aquellos que presentaron anormalidades en la radiografía llegaron a presentar dolor. Esto reafirma la discordancia que puede existir entre los estudios de radiografía convencional y el reporte de dolor articular. Etiopatogenia El origen de la enfermedad es multifactorial, entre los que se incluye estrés mecánico, degeneración ligamentaria, degradación del cartílago, cambios subcondrales y trastornos musculares. Diferentes estudios epidemiológicos han demostrado a través de las décadas haber definido factores de riesgo de importancia entre los que se encuentra la edad, la existencia de predisposición genética, obesidad, el incremento del estrés mecánico y una mayor densidad ósea. La OA puede estar ocasionada posterior a algún mecanismo traumático como fracturas intraarticulares, lesiones ligamentarias y enfermedades sistémicas como artritis reumatoide, hemocromatosis, hemofilia, artritis infecciosa, osteocondrosis disecante o como resultado de alguna anormalidad congénita anatómica. Por lo tanto se afirma que la OA ocurre cuando hay un desequilibrio entre las fuerzas destructivas y los mecanismos de reparación, lo cual desestabiliza la homeostasis articular.32 Existen cuatro fases en el desarrollo de la osteoartritis: fase inicial, fase inflamatoria, dolor y fase de degradación.49 La inflamación es característicamente reconocida en los primeros estadios de la OA. Clínicamente, el dolor en la articulación es debido a la inflamación sinovial. Esta sinovitis produce secreción de citocinas inflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), interleucinas (IL) 1 y 6; éstas activan la degradación de enzimas como las metaloproteinasas, colagenasas y gelatinasas que exacerban la inflamación en las articulaciones, especialmente en el cartílago, lo que produce su destrucción.32 La osteoartritis es el resultado de la falla en los condrocitos para mantener la homeostasis entre la síntesis y degradación de los componentes de la matriz extracelular, dando como resultado el incremento del contenido de agua y un decremento en el contenido de proteoglicanos. En pacientes jóvenes, la patogénesis de la osteoartritis de rodilla va a estar relacionada principalmente a un ambiente desfavorable desde el punto de vista biomecánico de la articulación. Esto es el resultado de la demanda mecánica que se le exige a la articulación y que va a exceder la habilidad de la misma para repararse y darse mantenimiento. Por lo tanto, esto predispone a cambios degenerativos prematuros.17 La obesidad es un factor de riesgo importante para gonartrosis y su discapacidad funcional asociada. Un índice de masa corporal alto se relaciona con una progresión más rápida de la enfermedad; tomando en cuenta que en varones de 60-80 años la fuerza media de la rodilla representa el 65% del peso corporal y en mujeres obesas la fuerza representa el 50%.4 35 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 Manifestaciones clínicas Los síntomas principales, son dolor en las articulaciones, el cual se incrementa con la actividad y disminuye con el reposo, esto etapas tempranas; cuando la enfermedad progresa, se desarrolla un componente inflamatorio y este se presenta incluso en reposo. La rigidez articular, es otro síntoma común de los pacientes con osteoartrosis y a diferencia del dolor, ésta se incrementa con el reposo, sobre todo por las mañanas y posterior a períodos largos de inactividad, se resuelve en menos de 30 minutos.32 Otros síntomas asociados con esta patología incluyen a la debilidad muscular e inestabilidad articular. Cabe mencionar que el cuadro clínico de la OA de rodilla provoca dependencia física y disminución en la calidad de vida, lo que favorece alteraciones del sueño, cuadros depresivos, sedentarismo, obesidad, aislamiento social y polifarmacia.44 Los criterios clínicos y radiográficos de la osteoartrosis de rodilla impuestos por el Colegio Americano de Reumatología (1996) son dolor en rodilla más osteofitos, y al menos uno de los siguientes criterios: edad mayor a 50 años, rigidez articular en menos de 30 minutos y crepitación con el movimiento activo de la rodilla. Las anormalidades radiográficas en las articulaciones se clasifican de acuerdo al sistema Kellgren y Lawrence para evaluar la severidad de la osteoartrosis (Tabla 1). Estudios de laboratorio e imagen Dentro de las herramientas diagnósticas posibles, la resonancia magnética ofrece la ventaja de visualizar completo el cartílago articular; sin embargo, hay muchas técnicas y tipos de secuencia para obtener la imagen y aún no ha quedado bien establecida la técnica ideal para esta enfermedad.1 36 Diagnóstico La piedra angular del diagnóstico es la clínica y se basa en el dolor acompañándose de síntomas como la rigidez, que generalmente mejora después de 30 minutos de actividad, crepitación, edema y claudicación. En la mayoría de los pacientes la historia clínica, exploración física y los estudios radiográficos son suficientes para establecer el diagnóstico.20 Los criterios diagnósticos se exponen en la Tabla 2. Tratamiento El tratamiento de la osteoartrosis de rodilla se divide en manejo conservador y manejo quirúrgico (Figura 1). Manejo conservador En el manejo conservador los principales objetivos son la reducción del dolor, el mejoramiento de la función y de los aspectos sociales y ocupacionales.6 Farmacológico El tratamiento farmacológico se puede administrar por vía tópica, oral o intra-articular. El uso de terapia tópica evita algunos de los efectos adversos asociados con los medicamentos sistémicos. Sin embargo, según diversos estudios son Medicina de Rehabilitación menos efectivos que los AINEs orales. Existen varios medicamentos orales disponibles para el manejo del dolor por osteoartrosis de rodilla. Según las guías del Colegio Americano de Reumatología, el acetaminofén es el medicamento de elección. Los AINEs son ligeramente superiores al acetaminofén para mejorar el dolor de rodilla y cadera en pacientes con OA, especialmente con dolor de moderado a severo. Los inhibidores de la COX-2 no han mostrados un beneficio superior al de los AINEs. El Colegio Americano de Reumatología respalda el uso de la terapia con opioides cuando los otros tratamientos han sido inefectivos o inapropiados.20 Terapia física Durante un tratamiento de rehabilitación individual, por cada aumento en un grado en la flexión inicial hay 1.1 veces más probabilidad de éxito con este tratamiento y por cada aumento en una unidad de índice de masa corporal hay 1.5 veces más probabilidad de éxito.6 Hay estudios que sugieren que hay un mayor éxito con el tratamiento individual que con el tratamiento grupal, aunque el análisis de las variables comparadas no ha mostrado evidencias estadísticamente significativas. En cuanto a la movilización articular, una revisión de la base de datos Cochrane concluye que la aplicación a corto plazo de movimiento pasivo continuo (MPC) mejora el rango articular en la evaluación temprana.6 Está bien demostrado el efecto mecánico del ultrasonido de baja intensidad y de tipo pulsátil a favor del metabolismo celular y la capacidad de regeneración tisular ya que tiene una mejor difusión en ambientes líquidos. En el caso de la articulación de la rodilla, se reporta un efecto significativo en cuanto a la disminución de dolor con implicación directa en la mejoría de la funcionalidad. No hay intervenciones terapéuticas efectivas probadas para detener la progresión o que genere una regresión en la pérdida del cartílago articular en pacientes con GA.1 37 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 Los ejercicios de fortalecimiento en cuádriceps mostraron eficacia cuando son realizados dos veces a la semana durante ocho semanas, en la disminución del dolor y la funcionalidad en pacientes con OA de rodilla. En comparación con un grupo de tratamiento, que sólo recibió enseñanza o capacitación de los ejercicios. Se recomienda la combinación de ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular, para un programa de rehabilitación más completo, siempre considerando las características y preferencias del paciente. 39 En base a un estudio realizado por Jansen et al.50, se sugiere que el ejercicio y la masoterapia pueden tener un efecto más prolongado en aliviar el dolor comparado con ejercicios de fortalecimiento o con ejercicios solamente a corto plazo.30 El tratamiento de rehabilitación se basa en ejercicios de fortalecimientos isométricos e isocinéticos y tiene por objetivos disminuir el dolor, aumentar el rango de movilidad e incrementar la fuerza muscular, el fortalecimiento muscular es esencial a corto y largo plazo. El ejercicio isocinéti38 co propicia la movilidad articular, la cual se ha descrito como condroprotector al estimular la remodelación y reparación.44 Los ejercicios isocinéticos e isotónicos mejoran de manera significativa los parámetros isocinéticos de torque máximo a 90°/ seg, trabajo total, potencia media y fatiga a 180°/ seg en músculos flexores y extensores de ambas rodillas. Las guías del panel de Filadelfia de práctica clínica basada en evidencia recomiendan incluir ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de manera aislada como intervenciones del manejo de dolor y mejoría de la función en pacientes con osteoartrosis de rodilla. Sixto y colaboradores concluyeron que los ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps mejoran la habilidad para controlar las fuerzas en la articulación de la rodilla durante los movimientos dinámicos y esto potencialmente reducirá la presencia del dolor.11 Tratamiento alternativo La masoterapia y otros complementos de medicina alternativa han comenzado a ser utiliza- Medicina de Rehabilitación dos por los pacientes con OA y representan opciones atractivas y potencialmente efectivas para el manejo del dolor. El masaje es una de las terapias alternativas más populares en los EUA generalmente se utiliza para el alivio del dolor de enfermedades musculoesqueleticas, cáncer, rehabilitación de lesiones deportivas, para reducir estrés, incrementar la relajación, disminuir los niveles de ansiedad y depresión y para incrementar el bienestar en general. La efectividad de este tipo de terapia es altamente soportada por diversos estudios, en los cuales todos los grupos experimentaron una mejoría de la evaluación del dolor según la escala de WOMAC y la EVA, en estudios de 8 semanas.25 La acupuntura constituye un método terapéutico en el que los pacientes se recuperan más rápidamente y de manera más completa, mejorando arcos de movilidad, calidad de vida, aspectos psicológicos y emocionales. El paciente tratado con fármacos no obtiene mejoría definitiva, requiere el suministro continuo de los medicamentos alargándose su tratamiento por años, por lo que su coste es muy alto para la institución de salud.10 La acupuntura es una alternativa de tratamiento basada en la evidencia científica para pacientes con dolores crónicos de rodilla, se estima que la intensidad del efecto es tan sólo moderada, pero aun así es comparable con la calculada para los AINEs. Si se consideran los efectos adversos del AINE, la acupuntura sería claramente más ventajosa.3 El tratamiento con electroacupuntura logra completa la remisión del dolor en la gonartrosis, por lo que los pacientes después de una terapia con éxito dejan de tomar analgésicos.10 La pérdida de peso reduce los factores de riesgo de gonartrosis sintomática, disminuye las citocinas y adiposinas pro inflamatorias a las que se atribuye un papel en la degradación del cartílago, además reduce significativamente la discapacidad y debería ser el tratamiento de primera elección para adultos obesos con gonartrosis.4 Otro tratamiento alternativo es el extracto de cúrcuma domestica que suprime la secreción de la enzima COX-2 en el líquido sinovial de los pacientes con OA.49 Manejo quirúrgico Debridamiento artroscópico: Los procedimientos artroscópicos para OA de rodilla incluyen: lavado, menisectomía parcial, condroplastía, sinovectomía, retiro de cuerpos libres y retiro de osteofitos y adhesiolisis. El tratamiento artroscópico puede ser una buena opción para pacientes que quieren retrasar la artroplastia para mantener cierto nivel de actividades además de tener baja morbilidad y permitir una futura reconstrucción. El debridamiento artroscópico ha sido utilizado para el alivio sintomático a corto plazo aunque su eficacia a largo plazo varía del 45 al 76%. Siparsky y colaboradores, revisaron la literatura actual y concluyeron que el debridamiento artroscópico puede tener algún nivel de utilidad en rodillas con un bajo grado de OA, pero no puede ser un tratamiento de rutina para todos los pacientes con OA.29 Reemplazo articular: La artroplastia total primaria de rodilla es una opción terapéutica que mejora el dolor y la función en los pacientes con artrosis de rodilla en los casos en que el tratamiento conservador no haya resultado efectivo.19 La incidencia anual en Europa de artroplastia de rodilla indicada por gonartrosis en mayores de 65 años, es de 0.5 – 0.7/1000.6 Rehabilitación en el postquirúrgico Existe una falta de evidencia de alta calidad concerniente a la eficacia de la artroplastía de rodilla. Actualmente, se está realizando un estudio aleatorizado controlado que compara el reemplazo total de rodilla más terapia física y médica con terapia física y médica solas. Como terapia médica se plantea educación del paciente, ejercicio y pérdida de peso como elementos esenciales, aunado al tratamiento farmacológico y uso de plantillas. 39 Número 2, volumen 1, Enero-Abril 2013 Se aplicará el ejercicio neuromuscular (NEMEXTJR) como terapia física, éste se basa en principios neuromusculares que se ha descubierto que son realizables en pacientes con OA severa. Los pacientes con ATR serán movilizados a sedestación o bipedestación pocas horas después de la cirugía. Ejercicios de flexión y extensión pasiva se iniciarán en el 2° día del postquirúrgico continuando hasta el alta. Después del alta, se continuará con la terapia médica y física. Debido a que es el primer estudio evaluando la artroplastia total de rodilla en un estudio aleatorizado controlado, se espera que los resultados permitan elaborar recomendaciones basadas en la evidencia para el tratamiento postquirúrgico de la ATR.43 Pronóstico En los últimos años ha quedado demostrado que la medición del volumen del cartílago articular en la rodilla, arroja datos útiles para la valoración de la progresión de la enfermedad y ofrece una medida objetiva para la medición de los efectos terapéuticos de una intervención que pretende modificar la enfermedad.1 Las evaluaciones pre y post intervención en la terapia de grupo mostraron una mejoría estadísticamente significativa en las puntuaciones del dolor, en la escala de WOMAC, funcionalidad, rigidez y en el índice de Lequesne.39 La escala WOMAC es la más utilizada en la evaluación física y funcional de la osteoartrosis.33 Referencias 1. Loyola Sánchez A, et al. 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CATEGORIAS Artículos originales: •Estudios de ciencia básica e investigación clínica relacionados con la Medicina de Rehabilitación, incluídos estudios observacionales, prospectivos o retrospectivos, ensayos clínicos aleatorizados y no aleatorizados y estudios de rentabilidad (costo-efectividad). •Revisión de 25 a 50 referencias bibliográficas; el 80% de las mismas no debe tener una antigüedad mayor a 5 años. •Extensión máxima de 5,000 palabras excluyendo las referencias bibliográficas, tablas y figuras. •Debe incluir resumen (con un máximo de 300 palabras, en español y en inglés), introducción, material y métodos, resultados, discusión (incluída la interpretación de los hallazgos, impacto clínico y aplicabilidad de los resultados y puntos fuertes y débiles del estudio) y conclusión. Artículo de revisión: •Descripción basada en la evidencia de un tema relacionado con la Medicina de Rehabilitación. •Revisión de 30 a 60 referencias bibliográficas; el 80% de las mismas no debe tener una antigüedad mayor a 5 años. •Extensión máxima de 6,000 palabras excluyendo las referencias bibliográficas, tablas y figuras. •Debe incluir resumen (con un máximo de 250 palabras, en español y en inglés), introducción, revisión de los estudios publicados, discusión y conclusión. Presentación de caso clínicof •Estudio de un caso o serie de casos que describa un síndrome o enfermedad nuevo o excepcional, un nuevo método diagnóstico, o que destaque una complicación clínica importante de una enfermedad habitual. •Revisión de 10 referencias bibliográficas; el 80% de las mismas no debe tener una antigüedad mayor a 5 años. •Extensión máxima de 1,500 palabras excluyendo las referencias bibliográficas y figuras (máximo dos). •Debe incluir introducción, presentación del caso clínico o serie y discusión, no es necesario incluir un resumen. 42 Número 1, volumen 2, Septiembre-Diciembre 2012 Medicina de Rehabilitación ESPECIFICACIONES PARA EL ENVIO DE MANUSCRITOS •Formato de Word a doble espacio, alineación de los párrafos a la izquierda y fuente arial 12. •La primera página del manuscrito debe incluir el título en español y en inglés, nombres completos de los autores, títulos académicos e instituciones de adscripción. El orden siguiente será: resumen con palabras clave en español y en inglés, texto (de acuerdo a cada categoría), referencias bibliográficas, tablas y figuras. •Las referencias bibliográficas se citarán en orden de aparición, para los artículos de revistas con seis o menos autores, se citarán el apellido y las iniciales de todos los autores, en caso de más de siete autores solo se nombrarán los tres primeros y se usará et. al. Se sugiere consultar la lista de revistas indexadas (www.nlm.nih.gov/tsd/serials/lji.html) para las abreviaturas de sus nombres. •Las tablas se crearán utilizando el programa Word. Todas las tablas se situarán al final del manuscrito y en el texto se numerarán y citarán consecutivamente. Cada tabla empezará en una hoja nueva e incluirá título y leyendas explicativas de cualquier abreviatura. •Las imágenes deben citarse en el texto y numerarse en orden de aparición; se presentarán en un tamaño aproximado al de la figura final en la revista. No pueden usarse ilustraciones generadas a partir de programas ni ilustraciones descargadas de internet. •Todos los manuscritos se enviarán por vía electrónica a la dirección revista.socrejal@gmail.com, los autores recibirán una confirmación de la recepción del trabajo y serán informados sobre la aceptación o rechazo del mismo posterior a su revisión. ATENTAMENTE Comité Editorial 43 Medicina de Rehabilitación Publicación Oficial de la Sociedad Occidental Colegio Médico de Rehabilitación de Jalisco, A.C.