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BOLETIN SOCIEDAD DE PSIQUIATRIA Y NEUROLOGIA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA AÑO 14 - N° 1 - OCTUBRE 2003 ISSN 0717-1331 DIRECTORIO 2001 - 2003 Presidente: Vicepresidente: Secretaria: Tesorera: Directores: Dr. Dra. Dra. Dra. Dra. Dra. Dra. Dra. Dr. Dra. Tomás Mesa L. Virginia Boehme K. Marcela Larraguibel Q. Verónica Burón K. María Alicia Espinoza A. Maritza Carvajal G. María José Ferrada P. Esperanza Habinger C. Pedro Menéndez G. Carmen Quijada G. Past-Presidente: Dr. Ricardo García S. Secretaria: Sra. Carolina Martínez S. INTEGRANTES COMITE EDITORIAL Directora del Boletín: Dra. Freya Fernández K. Director Asociado Psiquiatría: Dr. Ricardo García S. Director Asociado Neurología: Dra. Isabel López S. Comité Editorial: Dra. Verónica Burón K. Dra. Marta Colombo C. Dra. Perla David G. Flgo.Marcelo Díaz M. Dra. María Alicia Espinoza A. Dr. Pedro Menéndez G. Ps. Gabriela Sepúlveda R. Esmeralda 678, Of. 203, Fono 632 0884, Fax 639 1085, e-mail: sopnia@terra.cl - Santiago, Chile Diseño Gráfico: Juan Silva / 635 2053 1 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 BOLETIN SOCIEDAD DE PSIQUIATRIA Y NEUROLOGIA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA AÑO 14 - N° 2 - OCTUBRE 2003 ISSN 0717-1331 CONTENIDOS EDITORIAL Página 3 TRABAJOS ORIGINALES - Aspectos bioéticos en la práctica de la Psiquiatría infantil y de la adolescencia Dr. Carlos Almonte V. 4 - Evaluación práctica de la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia de la ILAE Dres. Claudia Amarales, Tomás Mesa, J. Godoy, J. Santin, E. Rivera, J. C. Vélez 10 - Curva de circunferencia craneana para talla en niños sanos atendidos en Centro Médico San Joaquín. Srtas. Bernardita Romero, María Inés Brugal, Sr. Esteban Urrutia, Dr. Tomás Mesa, Srta. Alexandra Gederlini, Dra. Silvia Catalán 21 - Evaluación de una unidad de atención integral del adolescente en una clínica privada Dres. Michele Barreau, Lilianette Ángel, Patricia García, Carolina González, Andrea Huneeus, Ana María Martín, Mailín Ponce, Verónica Sauer, Andrea Schilling, R.Ph.D. Marie-Lizzy Zippelius. 25 - Evaluación estadística del programa infanto juvenil de la Clínica Los Tiempos en el período comprendido entre agosto 2000 y agosto 2001 Dr. Jorge Sobarzo B. y Equipo profesional Clínica Los Tiempos 33 - Trastorno primario de la vigilancia: Seguimiento de 9 casos. Dra. Freya Fernández, Ps. Oyoni Japaz, Dra. Emilia Monsalve, Dr. Ricardo Valenzuela, Dra. Carmen Gajewski, Dr. Pedro Menéndez 43 - Distonías que responden a dopamina (D.R.D.) y su relación con depresión mayor (D.M.) Dr. José Torrens, Dr. Juan Soto 48 REVISION DE TEMAS - Quistes Aracnoidales. Dra. Catalina Culcay 58 CONTRIBUCIONES - Un cronopio que se niega a la fama. Sr. Claudio Ramírez 67 REUNIONES Y CONGRESOS 70 GRUPOS DE DESARROLLO 76 NOTICIAS 77 2 SUGERENCIAS PARA LAS CONTRIBUCIONES 78 Editorial Grandes cambios socio-demográficos han comenzado en nuestro país los últimos años, así como disminuye la Tasa de Natalidad, aumenta progresivamente la Tasa de Embarazo de la mujer menor de 19 años constituyendo esta última, un indicador actual del Desarrollo Humano junto con el nivel educacional de la madre y el número de años perdidos por enfermedad. discapacidades psíquicas y neurológicas. Los mejores capacitados de la comunidad médica para resolver las necesidades del adolescente son los miembros de nuestra Sociedad de Neurología y Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, quienes desde una perspectiva infanto juvenil, somos los más idóneos en atender las necesidades de Salud de la Familia como un todo, incluida en ella, el adolescente. Este es un desafío que la comunidad entera ha solicitado, y que SOPNIA ha aco gido par ticipando activamente en la idea acuñada por el Dr. Fernando Pinto, ex presi-dente de la Sociedad de Pediatría de extender la edad pediátrica a los 19 años. Debemos concebir nuestras especialidades Neurología y Psiquiatría como Infanto Juvenil, como una profesión moderna que satisface las demandas sociales de los tiempos actuales. Esta concep-ción propone tres atributos, el conocimiento exper to, códigos de comportamiento que regulan las relaciones profesionales con sus beneficiarios, las relaciones de los profesionales entre sí, así como la necesidad de respetar las decisiones de la familia, confiabilidad y la valoración de la dignidad del otro. No se trata de proteger derechos de exclusividad ni de territorio sino de examinar nuestras propias capacidades y experiencia en este tema con un apoyo y fomento a la investigación clínica, seminarios, talleres y continuar siendo pioneros en el desarrollo de la temática adolescente en nuestro país. Los Adolescentes de 10 a 19 años representan aproximadamente el 18 % de la población total, Las principales causas de mor talidad en este grupo son los Traumatismos, los Envenena-mientos y Tumores seguidas de las Enferme-dades del Sistema Nervioso y de los Sentidos. Entre los 15 años y 19 años, las principales causas de hospitalización están relacionadas con el embarazo, parto y accidentes ( MINSAL, logros y avances y desafíos de la Reforma). Según mi opinión, se requiere poner mayor énfasis en desarrollar una red de servicios y de acción intra e intersectorial en salud, priorizando la atención a grupos de mayor riesgo que son los adolescentes de nivel socio económico bajo y con problemas de Salud Mental y que lleve a la prevención, no sólo del embarazo adoles-cente sino a la prevención en alcohol y drogas, diagnóstico y tratamiento precoz de la patología neurológica y psiquiátrica propia del adolescente y de rehabilitación de las 3 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Trabajos Originales Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Aspectos bioéticos en la práctica de la psiquiatría infantil y de la adolescencia Dr. Carlos Almonte Vyhmeister Clínica Psiquiátrica Universitaria Dra. Maritza Carvajal Game como consultores de los distintos servicios y unidades de la institución, este último habitualmente se realiza mediante la discusión de casos clínicos en que están involucrados aspectos éticos y legales. Se evalúan los hechos y valores presentes en el caso (árbol de decisión), y se proponen soluciones respecto a lo consultado. En el análisis se utilizan los principios aportados por Beauchamp T. y Childress J. (2) que se refieren a no maleficencia: no provocar daño, como suele ocurrir al actuar con negligencia o impericia. Beneficencia, actuar con diligencia y excelencia en la capacitación. Autonomía, respeto por la capacidad del consultante en par ticipar, dando su consentimiento para que se realicen los procedimientos propuestos. Justicia, que se refiere a la distribución adecuada de los recursos económicos. En la aplicación de estos principios, tienen prioridad la no maleficencia y la justicia sobre la autonomía y la beneficencia. Las decisiones propuestas, al igual que otras que se toman en la atención de pacientes, pueden ser revisadas y modificadas se gún el curso de la enfermedad. Los aspectos clínicos y bioéticos pueden interactuar en forma recíproca en la práctica clínica, lográndose con ello una mejor calidad de la atención. En Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia la relación entre el médico y los consultantes está regulada por principios bioéticos que se aplican principalmente en relación a la confidencialidad de la información recibida y sus limitaciones y en el proceso del consentimiento informado para la utilización de procesos diagnósticos y terapéuticos. Introducción La bioética ha sido definida como una reflexión sistemática, cuestionadora y crítica sobre los problemas morales que surgen en el campo de las ciencias biológicas y la medicina Luna (1). Por su parte Gracia (2) la define como sigue proceso de contrastación de los hechos biológicos con los valores humanos, a fin de globalizar los juicios sobre las situaciones y de esta forma mejorar la toma de decisiones, incrementando su corrección y su calidad. La bioética clínica se preocupa de la aplicación de principios éticos en el desempeño profesional en las distintas especialidades médicas. El aporte de la Bioética a la práctica de la Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia abarca las áreas de práctica clínica: pública y privada, de psiquiatría forense, de investigación, de docencia y de la administración de las instituciones de salud que atienden público (3). Comités de Bioética y Principios de Etica Biomédica En estas instituciones pueden organizarse comités de Bioética, los que están constituidos por profesionales interesados en los temas de Bioética y provienen de distintas disciplinas (médicos, enfermeras, asistentes sociales, psicólogos, abogados y otros), y además por representantes de los usuarios. Entre los objetivos de los comités están el promover la reflexión ética y la toma de decisiones en el equipo de salud, actuar Confidencialidad de la Información Proporcionada y sus Limitaciones Los contenidos entregados por los menores 4 Aspectos bioéticos en la práctica de la psiquiatría infantil y de la adolescencia tienen carácter confidencial, sobre todo en la adolescencia. El derecho a confidencialidad y privacidad está respaldado por el principio bioético de la autonomía. Este derecho del niño puede provocar tensiones al terapeuta porque puede estar en pugna con el derecho a la información que suponen tener los padres. Los contenidos confidenciales entregados por los menores deben resguardarse por el compro-miso adquirido en respuesta a la confianza depositada por el paciente; la reserva facilita la mantención de una comunicación honesta y de respeto recíproco que favorece la elaboración de situaciones traumáticas y conflictos relacionales que puede haber sufrido el consultante. Las limitaciones a la confidencia-lidad ocurren cuando los contenidos revelados constituyen una amenaza a la integridad física propia o ajena o se refieren a hechos delictuales, como es el caso de los abusos sexuales cometidos por familiares. El riesgo de daño físico y psíquico del menor, por continuación de los abusos o porque el abuso se extienda a otros miembros de la comunidad exige que el profesional intente persuadir al consultante para que éste comparta los contenidos con un miembro de la familia de su confianza, a fin de realizar lo que se estime pertinente (4). Carlos Almonte El proceso del consentimiento informado se desarrolla en el curso de la relación médicopaciente, la que debe ser empática, honesta y de respeto recíproco, proceso que puede concluir con la firma de un formulario por ambas partes, quedando una copia con los familiares y otra copia en la ficha clínica. La competencia es una función de la autonomía y se ha definido como la habilidad de entender y a preciar la información dada durante el proceso del consentimiento informado. Esta se avalúa habitualmente considerando el estado de conciencia, el sistema de valores, el desarrollo cognitivo, la capacidad de evaluar y el riesgo-beneficio de los procesos propuestos. En la Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, debido a las limitaciones de la experiencia del desarrollo cognitivo y moral y de las expe-riencias, el consentimiento, desde el punto de vista legal, es concedido por los padres, sin embargo, el psiquiatra desde la perspectiva bioética debiera promover la participación del niño y del adolescente, en la medida que su desarrollo y su capacidad lo permita. En comparación al adulto, el proceso del consen-timiento informado en niños y adolescentes se complejiza cuando los padres mantienen conf lictos en las relaciones parentales y conyugales, están en proceso de separación o separados, ya que no logran, con facilidad, acuerdos básicos respecto a las decisiones en salud mental del hijo, además pueden intervenir otras instituciones fuera de la familia, como es el colegio o los tribunales de menores (4, 6). El psiquiatra, con frecuencia, debe intervenir en situaciones de tensión en las que los derechos e intereses del niño no coinciden con los derechos e intereses de los padres y de la sociedad. Consentimiento Informado En el ejercicio de la Psiquiatría siempre debe estar presente el consentimiento del paciente; este consentimiento habitualmente es implícito (5), pero tratándose de situaciones de excep-ción, debería ser explícito y documentado. En el proceso del consentimiento informado se requiere que el consultante reciba una infor-mación objetiva, exacta y adecuada respecto a la naturaleza de su enfermedad, de los procedimientos diagnósticos, terapéuticos y de rehabilitación, de los resultados que se esperan obtener y de las eventuales complicaciones que pudieran ocurrir. Toda esta infor mación debe adaptarse a la capacidad de comprensión del paciente o de sus familiares. Cuando el paciente o la familia rechaza las propuestas terapéuticas, ya sea de psicofármacos, de terapia electroconvulsiva u hospita-lización, en general puede continuarse el tratamiento ambulatorio con 5 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia psicoterapia y durante este proceso pueden, en ocasiones, producirse cambios en la actitud del paciente o en sus familiares. Si el profesional se siente incómodo por la situación producida es recomendable que lo derive a otro especialista. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 pacientes psicóticos o estados depresivos graves en la infancia y adolescencia, ya que ésta ha sido desplazada por el uso de psicofármacos activos, que no sólo controlan el episodio agudo, sino con frecuencia previenen las recidivas. Además existe escasa información respecto al uso de esta técnica en niños y adolescentes. Se puede plantear el uso de terapia electroconvulsiva asociada a los psicofármacos en la adolescencia media y tardía en casos de depresión psicótica o estados catatónicos resistentes a los psicofármacos actuales, utilizados en dosis y tiempo adecuado. El eventual uso de este procedimiento exige lograr el consentimiento informado de los familiares responsables. Consentimiento Informado en Investigaciones Psicofarmacológicas Actualmente los protocolos de investigación en humanos requieren que el consentimiento sea precedido del conocimiento y lectura de un documento que especifique los riesgos y derechos del sujeto que participa, y finalice con la firma del formulario respectivo por los investigadores y el familiar responsable. En las investigaciones diseñadas con el objetivo de medir la eficiencia o riesgo de la introducción de nuevas técnicas o del uso de psicofár macos alter nativos, en el tratamiento de patologías para las cuales existen psicofár macos efectivos, la información debiera ser precisa en cuanto a los riesgos del paciente, y en ningún caso éste debiera ser perjudicado por la postergación de medidas terapéuticas necesarias para su recuperación. La eficacia o inocuidad de un porcentaje importante de los psicofármacos utilizados actualmente en la especialidad, con frecuencia, no está suficientemente avalada por investigaciones rigurosas realizadas específica-mente con niños o adolescentes iniciales, sino más bien se utilizan medicamentos que se han demostrado útiles en el tratamiento de patologías semejantes en el adulto. Resulta sorprendente observar la tendencia de algunos especialistas a utilizar o promover el uso de drogas de reciente incorporación en el mercado que carecen de referencias bibliográficas internacionales en cuanto a su uso previo en niños; nos referimos especialmente al uso de nuevos antipsicóticos y antidepresivos. Psicoterapia y Terapia Familiar En el tratamiento de los trastornos psiquiátricos durante el desarrollo, la psicoterapia, en sus diversas modalidades, constituye uno de los recursos más relevantes, sus objetivos se dirigen a aliviar la sintomatología y a favorecer la continuidad normal del desarrollo. La evaluación de los resultados ofrece importantes dificultades, e independiente de la orientación teórica, éstos se vinculan en forma significativa a la calidad de la relación interpersonal que se establece entre el profesional y el consultante. En esta relación es relevante la experiencia del terapeuta y el compromiso del consultante. En el proceso del consentimiento debe considerarse tanto el interés de los padres como el de los hijos. En caso que el paciente rechace la psicoterapia en forma persistente puede realizarse psicoeducación a los padres para que éstos establezcan una relación más satisfactoria que estimule el desarrollo de la autonomía de los hijos (4). La terapia familiar es precedida por una sesión exploratoria en que se evalúan las fortalezas, debilidades y disfunciones del sistema familiar, se informa acerca de las características del proceso terapéutico, los deberes y derechos de los participantes, se definen los objetivos y logros a alcanzar. La sesión concluye con la fir ma de un Terapia Electroconvulsiva Actualmente está prácticamente abandonado el uso de terapia electroconvulsiva en el trata-miento de 6 Aspectos bioéticos en la práctica de la psiquiatría infantil y de la adolescencia formulario de consentimiento en que cada uno de los miembros compromete su participación. Con la introducción de la sesión exploratoria y la fir ma del consentimiento se incorporan al tratamiento los aspectos éticos al tratamiento y como un beneficio adicional se observa una par ticipación más activa, un mejor cumplimiento de los objetivos de la terapia y una reducción de las deserciones. Carlos Almonte frente al rechazo persistente, es necesario recurrir a los tribunales para realizar o mantener la hospitalización mientras exista riesgo vital para el paciente o para los que se relacionan con él. Las condiciones requeridas para lograr el consentimiento de los adolescentes y de sus padres, facilita la colaboración de la familia y del paciente y además pueden reducirse las fugas o las exigencias de un egreso prematuro. Hospitalización En la práctica de la Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, la indicación de hospitalización es una situación de excepción. Con frecuencia la naturaleza del trastorno permite al profesional disponer del tiempo necesario para acordar con la familia y el consultante la hospitalización, sus condiciones y objetivos. La hospitalización puede ser resistida, tanto por los padres como por el hijo, muchas veces debido a juicios y prejuicios culturales respecto de la salud y enfermedad mental. En los niveles socioeconó-micos bajos el niño puede ser estigmatizado por sus compañeros por el hecho de haber estado hospitalizado. Existen también temores que el alejamiento de la familia y el uso de psicofár-macos o de terapia electroconvulsiva pueda producir daño psicológico o relacional. A veces, en el momento de hospitalización, los niños amenazan con no perdonar nunca a los padres la decisión tomada. En el Servicio de Salud Mental del Hospital Roberto del Río se ha utilizado un formulario de consentimiento de la hospitalización que es firmado por el médico, el adolescente y los familiares responsables. Ver anexo. En nuestra experiencia la incorporación de los aspectos éticos en el quehacer psiquiátrico ha facilitado una relación médico-paciente más fluida, honesta y respetuosa, que reduce las situaciones de conflicto y permite una atención profesional de mejor calidad. Referencias 1. Luna F. Salles A Bioética: Investigación, muerte, procreación y otros temas de ética aplicada. 1998 Buenos Aires, Editorial Sudamericana. 2. Gracia D. Fundamentación y enseñanza de la bioética. 1998 Santa Fe de Bogotá, Editorial Buho. 3. Fassler D. Ethical issues in Child and Adolescent Psychiatry. J. Am. Acad. Child Adolesc. Psychiatry, 1992, 31:392. 4. Almonte C. Consentimiento informado en Psiquiatría Infantil. En Bravo M., Seminario-Taller Consentimiento informado. 1998, Santiago. División de extensión biomédica, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. 5. Zuanazzi G., Vida, Etica y Ejercicio de la Psiquiatría. En Scola A., Qué es la vida. 1999, Madrid, Editorial Encuentro. 6. Sondeimer A., Martucci C., An approach to teaching Ethics in Child and Adolescent Psychiatry. J. Am. Acad. Child Adolesc. Psychiatry, 1992, 31:415-21. La hospitalización está habitualmente indicada en intentos graves de suicidio, descompensa-ción psicótica, depresión mayor resistente al tratamiento, desajuste conductual o estados de a gitación psicomotora y también por la necesidad de observar detenidamente a un paciente que presenta un trastorno de expresión atípica, en que la información dada por los familiares o adultos custodios no per mite sacar conclusiones diagnósticas ni proponer medidas terapéuticas. En los casos más agudos no siempre es posible tener el tiempo recomendable para lograr un consentimiento satisfactorio y, 7 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 psicóloga, asistente social, terapeuta ocupacional, fonoaudiólogo, profesor, auxiliares paramédicos y de servicios), que coordinan sus acciones para dar la mejor atención al paciente. Que el médico tratante será el Dr.(a):............................................................. De la naturaleza y gravedad de la enfermedad de mi hijo. De distintas opciones de tratamiento, y que en este momento la más adecuada y beneficiosa es la hospitalización. Que el plazo mínimo de hospitalización será de ......................................................... el que puede ser prolongado de acuerdo a las características de la enfermedad y situación familiar. Que los días de visita son lunes, miércoles, viernes, sábados y/o domingos y festivos. Los padres están autorizados para visitar a sus hijos y eventualmente otras personas podrían ser autorizadas por el médico tratante, para visitar al paciente. Que la enfermera realizará una entrevista ANEXO MINISTERIO DE SALUD SERVICIO SALUD METROPOLITANO NORTE HOSPITAL DE NIÑOS ROBERTO DEL RIO SERVICIO SALUD MENTAL INFANTIL N° Ficha:.............................. Teléfono:.............................. CONSENTIMIENTO DE HOSPITALIZACION EN EL SERVICIO DE SALUD MENTAL INFANTIL Y DE LA ADOLESCENCIA DEL HOSPITAL ROBERTO DEL RIO Nombre del paciente:........ Edad:................ Hemos sido informados: Que el Servicio cuenta con un equipo multidisciplinario (médico, enfermera, 8 9 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Trabajos Originales Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Evaluación práctica de la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia de la ILAE Amarales C.* ,Mesa T.**, Godoy J***,Santin J***., Rivera E***, Vélez,J.C**** *Hospital Regional de Punta Arenas, Unidad de Neuropsiquiatría Infantil **Dpto de Pediatría. Pontificia Universidad Católica de Chile. ***Dpto de Neurología.Unidad de EEG Pontificia Universidad Católica de Chile. ****Centro de Rehabilitación Infantil, Cruz del Sur, Punta Arenas de ingreso con el paciente y los padres, donde informará las normas del Servicio, y entregará una tarjeta de visita para las personas autorizadas. Que el Servicio cuenta con instalaciones adecuadas para la permanencia del paciente, pero no puede garantizar que pudieran producirse fuga de éstos. Teléfono: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... Introducción En un inicio la clasificación de la epilepsia se basó en el concepto primario de distinguirlas en dos grandes grupos: las epilepsias parciales y las generalizadas. La Liga Internacional Contra la Epilepsia (ILAE) puso en práctica una clasificación de las epilepsias ya considerada por Jackson en 1874, la cual se dirigió a describir los síntomas iniciales y decidir cuál era de carácter orgánico y cuál era histérica primaria. Fue en 1969 cuando la ILAE publicó el cuadro de clasificación de las crisis epilépticas, recomendado por la Comisión de Clasificación y Terminología (1). Después de haber leído detalladamente todo lo anterior, Acepto: (.........) responsablemente la hospitalización de mi hijo(a) y me comprometo a respetar las nor mas establecidas y prestar mi colaboración y la de mi familia. Después de haber leído todo lo anterior, Rechazo (.........) la hospitalización de mi hijo y me comprometo a cumplir rigurosamente las indicaciones de tratamiento ambulatorio y eximo al Servicio de toda responsabilidad derivada de la no hospitalización de mi hijo. El Servicio de Salud Mental Infantil tiene el derecho de denunciar a los Tribunales el rechazo de hospitalización si existe riesgo de muerte, daño físico o daño psicológico grave. FIRMA Posteriormente en Bethesda (1975) los miembros de la Comisión se reunieron para considerar de manera particular las crisis parciales: en Berlin (1977) se trató de manera especial el tema de las crisis generalizadas y en 1979 en Bethesda se formó una Comisión para analizar las crisis de ausencia. Médico: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... Padre o responsable: . . . . . . . . . . . . . . . . . ... Madre o responsable: . . . . . . . . . . . . . . . . . ... Domicilio: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... Los resultados se publicaron en 1981 en la revista oficial de la ILAE (2). Sin embargo, a par tir de esta publicación oficial se establecieron varias controversias alrededor de la misma; por ejemplo, la ILAE establece en su definición de epilepsia que para que una crisis epiléptica sea epilepsia, aquella tendrá que ser recurrente, pero ¿qué es lo NOMBRE 10 que pasa con las crisis únicas?, ¿qué es lo que pasa con el periodo entre la primera y la siguiente crisis? Esto no se consideraba, creaba muchas dudas y sobre todo problemas en el ámbito epidemiológico, ya que quedaban excluidas en los censos realizados. Por otra parte, también estaban en las mismas condiciones las crisis febriles y la epilepsia que se presenta después de un traumatismo craneoencefálico. En base a lo anterior, en 1985 se propuso una clasificación que dividía a las crisis de acuerdo a su naturaleza o características de los ataques así como a su etiología, estableciéndose los términos de idiopático, criptogénico y sintomá-tico. Se clasificaron los síndromes epilépticos cuyas características esenciales consideraban un tipo definido de crisis así como un patrón electroencefalográfico determinado y una edad de inicio (3). El objetivo de este trabajo es dar a conocer las características de esta nueva clasificación y evaluar su utilidad práctica. Método Se realizó la revisión al azar de las historias clínicas, de 20 pacientes estudiados con Video-EEG prolongado, entre los años 1996 y 2000 en el Servicio de EEG de la PUC. De acuerdo a los datos obtenidos en esas fichas se reclasificaron con el nuevo esquema propuesto de la ILAE y de la Nueva clasificación Inter nacional de la Discapacidad (7)(14). Finalmente se evaluó la utilidad de esta modalidad, de acuerdo a tiempo que requiere para realizar cada clasificación, aproximación diagnóstica, etiológica y terapéutica. Además se comparó con la clasificación tradicional. En 1989 se publica la clasificación de las Epilepsias y Síndromes Epilépticos y a partir de ese año, diversos autores han escrito varias propuestas de modificación de dicha clasifica-ción así como las experiencias que han tenido tratando de encasillar toda su población epiléptica, encontrándose con cier tas dificul-tades en el uso de la clasificación actual (4)(5). Es importante especificar que inicialmente la clasificación se realizó tomando en cuenta el aspecto anatómico y clínico de las crisis. Con el advenimiento de la tecnología se logró definir mejor los aspectos fisiopatológicos y orgánicos de las crisis permitiendo una mejor clasificación. La ILAE ha realizado, a par tir de 1997 una revisión de la clasificación clásica de las Crisis Epilépticas de 1981 y de los Síndromes Epilépticos de 1989. (2,3,4,6). Resultados Discusión de aspectos puntuales: En la publicación la ILAE sobre la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia y síndromes epilépticos se discuten varios aspectos : I. Que en la actualidad existe suficiente evidencia para realizar una lista del tipo de crisis que represente una entidad diagnóstica. Estas entidades diagnósticas deberían, como los síndromes, tener implicancias etiológicas terapéuticas y pronósticas. II. Que es de gran valor clínico el enfoque fenomenológico descriptivo. III. Cambio del algunos términos: - Parcial por focal: el término parcial sugiere una lesión pequeña, bien definida y que afecta una zona específica del cerebro. Los estudios fisiopatológicos actuales, indican que una crisis focal puede ser difusa y abarcar una gran área de disfunción cortical. - Omisión del tér mino convulsión y convul-sivo, en la lista de los tipos de epilepsia y síndromes epilépticos, ya que en muchos casos se aplican de manera La Comisión de clasificación y terminología de la ILAE publicó en 2001 la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia y síndromes epilépticos (7). Posterior a esto, ha habido abundante discusión sobre el tema. (8,9,10,11, 12,13). Objetivo 11 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia inadecuada a diversos tipos de crisis que no tienen un componente motor (reemplazando el término convulsión febril por crisis febril). - Que los tér minos idiopático y sintomático sean conservados y que el tér mino CRIPTO-GENICO sea reemplazado por PROBA-BLEMENTE SINTOMATICO. - Descartar los términos de benigno y genético en la definición de crisis idiopá-ticas, ya que no todas las epilepsias benignas son idiopáticas y no todas las genéticas son benignas. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Intenta entregar las bases con terminología y conceptos estandarizados, para la descripción de pacientes individuales (en ejes). Los 5 ejes están organizados para facilitar una aproximación clínica lógica para desarrollar las hipótesis necesarias para determinar los estudios diagnósticos y las estrategias terapéuticas. Eje 1. Consiste en la descripción de la semiología ictal usando la terminología del glosario ya establecida. (6) (Tabla 1). La descripción del evento ictal, sin referirse a la etiología, anatomía o sus mecanismos debe de ser extremadamente detallada, para propósitos clínicos o de investigación. V. Debe diferenciar los síndromes aceptados universalmente de aquellos en desarrollo, con una flexibilidad que permita agregar y eliminar síndromes de acuerdo a los nuevos aportes científicos. La nueva clasificación debe ser el resultado de un trabajo continuo y en progreso, donde se acepten las propuestas de los diversos autores para su análisis y no debe ser rígida de tal forma que se tenga que encasillar a como dé lugar el tipo de epilepsia. Crear dentro de la clasificación módulos dinámicos y flexibles donde se agreguen nuevas propuestas de síndromes y tipos de epilepsia para que sufran modificaciones y cambios periódicos con aprobación del Comité Ejecutivo sin la necesidad de la Asamblea General ya que esta última sólo sesiona cada 2 años y es para aprobar las últimas modificaciones de la clasificación. VI.En la nueva clasificación se deben incluir a las epilepsias familiares como un rubro aparte llamado síndromes familiares , y por lo tanto en la actual propuesta se han incluido tres de estas condiciones: la Epilepsia Generalizada con Crisis Febriles plus, Epilepsia Familiar Focal con focos variables, Epilepsia Idiopática generalizada con fenotipos variables. Eje 2. Es el tipo de crisis epilépticas, experimentado por el paciente, derivada de una lista aceptada de tipo de crisis que representan entidades diagnósticas con implicancias etiológicas, terapéuticas y/o pronósticas. El grupo de trabajo de la ILAE ha creado una lista aceptada de tipos de crisis epilépticas incluyendo formas de estados epilépticos y factores precipitantes para crisis reflejas, la cual se describe en la Tabla 2. Eje 3. Se refiere al diagnóstico sindromático basado en la lista aceptada de los síndromes epilépticos (Tabla 3). Muchas veces un diagnóstico de un síndrome epiléptico no es posible, por lo que se recomienda una lista de síndromes epilépticos y condiciones con crisis epilépticas que no requieren de un diagnóstico de epilepsia. La tabla 2 también muestra síndromes que aún están en discusión y revisión por el grupo de trabajo de la ILAE basados en nuevas informaciones. Descripción De La Propuesta Un ejemplo de clasificación de los síndromes epilépticos en grupos de síndromes se ven en la Tabla 4. Es un esquema diagnóstico más que una clasificación fija. 12 Evaluación práctica de la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia de la ILAE Eje 4. Especificará la etiología cuando ésta sea conocida. La etiología puede consistir en una enfermedad específica derivada de una clasificación de enfer medades frecuentemente asociadas con crisis epilépticas o síndromes epilépticos (Tabla 5), un defecto genético o un sustrato patológico específico. Amarales C. et al 1.1.2.2.1 MARCHA JACKSONIANA 1.1.3 TONICO-CLONICA 1.1.3.1 CRISIS TONICO-CLONICA GENERALIZADA 1.1.4 ATONICA 1.1.5 ASTATICA 1.1.6 SINCRONICA 1.2 AUTOMATISMO 1.2.1 OROALIMENTARIO 1.2.2 MIMETICA 1.2.3 MANUAL ORO PEDAL 1.2.4 GESTUAL 1.2.5 HIPERKINETICA 1.2.6 HIPOKINETICA 1.2.7 DISFASICA 1.2.8 DISPRAXICA 1.2.9 GELASTICA 1.2.10 DACRISTICA 1.2.11 VOCAL 1.2.12 VERBAL 1.2.13 ESPONTANEA 1.2.14 INTERACTIVA 2.0 NO-MOTORA 2.1 AURA 2.2 SENSORIAL 2.2.1 ELEMENTAL 2.2.1.1 SOMATOSENSORIAL 2.2.1.2 VISUAL 2.23.1.3 AUDITIVA 2.2.1.4 OLFATORIA 2.2.1.5 GUSTATORIA 2.2.1.6 EPIGASTRICA 2.2.1.7 CEFALICA 2.2.1.8 AUTONOMICA 2.2.2 EXPERIENCIAL 2.2.2.1 AFECTIVA 2.2.2.2 MNEMONICA 2.3.2.3 ALUCINATORIA 2.2.2.4 ILUSORIA 2.3 DISCOGNITIVA 3.0 EVENTOS AUTONOMICOS 3.1 AURA AUTONOMICA CRISIS AUTONOMICA 4.0 MODIFICACIONES SOMATOTOPICAS 4.1 LATERALIDAD 4.1.1 UNILATERAL 4.1.1.1 HEMI-GENERALIZADA 4.1.2 GENERALIZADA (sin. bilateral) 4.1.2.1 ASIMETRICA 4.1.2.2 SIMETRICA 4.2 PARTE CORPORAL Eje 5. Por último, es opcional determinar el grado de discapacidad causado por la condición epilép-tica utilizando la clasificación Inter nacional de discapacidad de la Organización Mundial de la Salud ICIDH-2 (14). Tabla 1 Glosario de Terminología Descriptiva de la Semiología Ictal (Traducción de los autores de Glosario Oficial de la ILAE) Warren T. Blume, MD, FRCPC - Chair Hans O. Lüders Eli Mizrahi Carlo Tassinari Walter van Emde Boas Jerome Engel, Jr., Ex-officio I. TERMINOS GENERALES 1.0 SEMIOLOGIA 2.0 CRISIS EPILEPTICA 3.0 ICTUS 4.0 EPILEPSIA 5.0 FOCAL 6.0 GENERALIZADA 7.0 CONVULSION II. TERMINOS QUE DESCRIBEN SEMIOLOGIA DE LA CRISIS EPILEPTICA 1.0 MOTORA 1.1 MOTORA ELEMENTAL 1.1.1 TONICA 1.1.1.1 ESPASMO EPILEPTICO 1.1.1.2 POSTURAL 1.1.1.2.1 VERSIVA 1.1.1.2.2 DISTONICA 1.1.2 MIOCLONICA 1.1.2.1 MIOCLONICA NEGATIVA 1.1.2.2 CLONICA 13 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia 4.3 4.3.1 4.3.2 4.3.3 5.0 Año 14, Nº 2, Octubre 2003 CENTRICIDAD AXIAL EXTREMIDAD PROXIMAL EXTREMIDAD DISTAL MODIFICADORES O DESCRIPTORES DE LOS TIEMPOS DE LA CRISIS 5.1 INCIDENCIA 5.1.1 REGULAR, IRREGULAR 5.1.2 CLUSTER O RACIMO 5.1.3 FACTOR PROVOCADOR 5.1.3.1 REACTIVA 5.1.3.2 REFLEJA 5.2 DEPENDIENTE DEL ESTADO 5.3 CATAMENIAL 6.0 DURACION 6.1 ESTADO EPILEPTICOS 7.0 SEVERIDAD 8.0 PRODROMOS 9.0 FENOMENO POSTICTAL 9.1 LATERALIZACION (FENOMENO DE TODDS O BRAVAIS) 9.2 FENOMENO NO-LATERALIZADO 9.2.1 DETERIORO DE LA COGNICION 9.2.2 AMNESIA ANTEROGRADA 9.2.3 AMNESIA RETROGRADA 9.2.4 PSICOSIS Crisis atónicas Crisis reflejas en los síndromes epilépticos generalizados. Tabla 2 Tipos de crisis epilépticas y estímulos precipitantes para crisis reflejas Estado epiléptico generalizado - Estado epiléptico tónico-clónico generalizado - Estado epiléptico clónico - Estado epiléptico de ausencias - Estado epiléptico tónico - Estado epiléptico mioclónico Estado epiléptico focal - Epilepsia parcial continua de Kojevnikov - Aura continua - Estado epiléptico límbico (estatus psicomotor) - Estado hemiconvulsivo con hemiparesia Estímulos Precipitantes De Crisis Reflejas - Estímulos visuales - Luz parpadeante: con patrones de colores. - Otros estímulos visuales Pensamiento Música Comer Praxis Somatosensoriales Crisis Focales Crisis focales sensitivas - Con síntomas sensitivos elementales (Ej. Crisis del lóbulo occipital y parietal). - Con síntomas sensitivos especiales (Ej. Crisis de la unión temporo - parieto occipital). Crisis focales motoras - Con signos motores clónicos elementales. - Con crisis motoras clónicas asimétricas (Ej. Crisis motoras suplementarias) - Con automatismos típicos (lóbulo temporal) (Ej. Crisis mesiales del lóbulo temporal) - Con automatismos hiperquinéticos - Con mioclonus negativos focales - Con crisis motoras inhibitorias Crisis gelásticas Crisis hemiclónicas Crisis secundariamente generalizadas Epilepsias reflejas en síndromes epilépticos focales. TIPOS DE CRISIS CONTINUAS TIPOS DE CRISIS AUTO-LIMITADAS Crisis generalizadas Crisis tónico-clónicas (incluye variaciones benignas con una fase clónica o mioclónica) Crisis clónicas - Con manifestaciones tónicas. - Sin manifestaciones tónicas. Crisis de ausencias típicas. Crisis de ausencias atípicas. Crisis de ausencias mioclónicas. Crisis tónicas Espasmos Crisis mioclónicas Mioclonía palpebral - Sin ausencia - Con ausencia Crisis mioclónicas atónicas. Mioclonus negativo 14 Evaluación práctica de la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia de la ILAE Propioceptivos Lectura Agua caliente Sobresalto Amarales C. et al Crisis neonatales familiares benignas Encefalopatía mioclónica temprana Síndrome de Otahara Crisis parciales migratorias de la infancia* Síndrome de West Epilepsia mioclónica benigna de la infancia Crisis infantiles familiares benignas Crisis infantiles benignas (no familiares) Síndrome de Dravet Tabla 3 Síndromes epilépticos y condiciones relacionadas Síndrome HH Estado mioclónico en encefalopatías no progresivas * Epilepsia benigna de la infancia con puntas centrotemporales Epilepsia occipital benigna de la infancia de inicio temprano (tipo Panayiotopoulos) Epilepsia occipital de la infancia de inicio tardío (tipo Gastaut) Epilepsia con ausencias mioclónicas Epilepsia con crisis mioclónico-astáticas Síndrome de Lennox-Gastaut Síndrome de Landau-Kleffner (SLK) Epilepsia con punta y onda continuas durante el sueño de ondas lentas. Epilepsia de ausencia de la infancia Epilepsia mioclónica progresiva Epilepsias generalizadas idiopáticas con fenotipos variables - Epilepsia de ausencias juvenil - Epilepsia mioclónica juvenil - Epilepsia con crisis tónico-clónicas generali-zadas solamente Epilepsias reflejas - Epilepsia fotosensible idiopática del lóbulo occipital - Otras epilepsias visuales sensitivas - Epilepsia primaria de la lectura - Epilepsia de sobresalto Epilepsia nocturna autósomica dominante del lóbulo frontal Epilepsias familiares del lóbulo temporal Epilepsias generalizadas con crisis febriles plus* Epilepsia focal familiar con focos variables* Epilepsia focal sintomática (o probablemente sintomática) - Epilepsias límbicas Epilepsia mesial del lóbulo temporal con esclerosis hipocampal Epilepsia mesial del lóbulo temporal definida por etiologías específicas Otros tipos definidos por su localización y etiología Epilepsias neocorticales Síndrome de Rasmussen Otros tipos definidos por su localización y etiología Condiciones con crisis epilépticas que no requieren un diagnóstico de epilepsia - Crisis neonatales benignas - Crisis febriles - Crisis re f l e j a s 15 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia - Crisis Crisis Crisis Crisis Crisis Año 14, Nº 2, Octubre 2003 por deprivación de alcohol por drogas u otras químicamente inducidas. postraumáticas inmediatas y tempranas aisladas o grupos aislados de crisis raramente repetitivas (oligoepilepsia) * Síndromes en desarrollo Tabla 4 Un ejemplo de clasificación de síndromes epilépticos GRUPOS DE SINDROMES SINDROMES ESPECIFICOS Epilepsias focales idiopáticas de la infancia y niñez. Crisis infantiles benignas (no familiares) Epilepsia benigna de la infancia con puntas centrotemporales Epilepsia occipital de la infancia de inicio tardío Epilepsias focales familiares (autosómico-dominantes) del Epilepsias focales sintomáticas (o prob.sintomáticas) esclerosis y y Epilepsias idiopáticas generalizadas Crisis neonatales familiares benignas Crisis familiares benignas de la infancia Epilepsia nocturna autosómica dominante lóbulo frontal Epilepsia familiar del lóbulo temporal Epilepsia focal familiar con focos variables* Epilepsias límbicas - Epilepsia mesial lob. Temporal con hipocampal - Epilepsia mesial lob. Temporal definida por etiologías específicas. - Otros tipos definidos por su localización etiología Epilepsias neocorticales - Síndrome de Rasmussen - Síndrome hemiplejia-hemiconvulsión - Otros tipos definidos por su localización etiología - Crisis parciales migratorias de la infancia temprana* Epilepsia mioclónica benigna de la infancia Epilepsia con crisis mioclónico-astáticas Epilepsia de ausencia de la infancia Epilepsia con ausencias mioclónicas Epilepsias idiopáticas generalizadas con fenotipos variables - Epilepsia de ausencias juvenil - Epilepsia mioclónica juvenil - Epilepsia con crisis tónico-clónicas generalizadas solamente. Epilepsias generalizadas con crisis febriles plus* 16 Evaluación práctica de la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia de la ILAE Amarales C. et al Epilepsias reflejas Epilepsia fotosensible idiopática del lóbulo occipital Otras epilepsias visuales sensitivas Epilepsia primaria de la lectura Epilepsia por sobresalto Encefalopatías epilépticas (con anormalidades epileptiformes que conducen a disfunción progresiva) anteriormente infancia) Encefalopatía mioclónica temprana Síndrome de Otahara Síndrome de West Síndrome de Dravet (conocida como epilepsia mioclónica severa de la el Status mioclónico en encefalopatías no progresivas* Síndrome de Lennox-Gastaut Síndrome de Landau-Kleffner Epilepsia con punta onda continua durante sueño de ondas lentas Epilepsia mioclónica progresiva Ver enfermedades específicas Crisis que no requieren necesariamente el diagnóstico de epilepsia Crisis Neonatales Benignas Crisis febriles Crisis reflejas Crisis por abstinencia de alcohol Crisis por drogas o químicamente inducidas Crisis postraumáticas inmediatas y tempranas Crisis únicas o grupos de crisis aisladas Crisis raramente repetitivas (oligoepilesia) *Síndromes en desarrollo Tabla 5 Ejemplo de una clasificación de enfermedades frecuentemente asociadas a crisis epilépticas o síndromes epilépticos. Grupo de enfermedades. Enfermedad específica. Epilepsias mioclónicas progresivas rasgadas Enfermedades neurocutáneas Lipofuscinosis ceroide Sialidosis Enfermedad de Lafora Enfermedad de Unverricht-Lundborg Distrofia neuroaxonal Epilepsia mioclónica con fibras rojas Atrofia dentorubropalidoluisiana Otras Complejo esclerosis tuberosa Neurofibromatosis Hipomelanosis de Ito 17 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Síndrome de nevo epidérmico Síndrome de Sturge-Weber Malformaciones debidas a anormalidades corticales del desarrollo Lisencefalia aislada Síndrome de Miller-Dicker Lisencefalia ligada al X Bandas subcorticales de heterotopías Heterotopías nodulares periventriculares Heterotopía focal Hemimegalencefalia Síndrome perisilviano bilateral Polimicrogiria unilateral Esquizencefalia Displasia cortical focal o multifocal Microdisgenesias Otras malformaciones cerebrales Síndrome de Aicardi Síndrome PEHO Síndrome acrocallosal Otras Tumores Tumor disembrioplástico neuroepitelial Gangliocitoma Angiomas cavernosos Astrocitomas Hamar toma hipotalámico (con crisis gelásticas) Otros Anormalidades cromosómicas Monosomía parcial 4p o síndrome WolfHirschhorn Trisomia 12p Síndrome de duplicación inversión 15 Cromosoma 20 ensortijado Otras Enfermedades mendelianas monogénicas con mecanismos patogénicos complejos Enfermedades metabólicas hereditarias Hiperglicinemia no cetósica Acidemia D-glicérica Acidemia propiónica Síndrome X frágil Síndrome de Angelman Síndrome de Rett Otras. Deficiencia de fructosa 1-6 difosfatasa Deficiencia de sulfato-oxidasa Otras acidurias orgánicas 18 Evaluación práctica de la nueva propuesta de clasificación de la epilepsia de la ILAE Amarales C. et al Dependencia de piridoxina Alteraciones del ciclo de la urea Aminoacidopatías (enfermedad de jarabe de Alteraciones del metabolismo de los arce carbohidratos Fenilcetonuria, otras) fólico y de cadena Alteraciones del metabolismo de la biotina Alteraciones del metabolismo del ácido vitamina B12 Enfermedad de Menkes Trastornos del glucógeno Enfermedad de Krabbe Deficiencia de fumarasa Trastornos peroxisomales Síndrome de San Filippo Enfermedades mitocondriales (deficiencia piruvato deshidrogenasa, defectos en la respiratoria, MELAS: encefalopatía mitocondrial, acidosis láctica y síntomas de pequeños infartos). Encefalopatías no progresivas causadas por Infecciones cerebrales o lesiones anóxicoisquémicas perinatales por cerebrovascular, Porencefalia Leucomalacia periventricular Microcefalia Calcificaciones cerebrales y otras lesiones toxoplasmosis, enfer medad virus de inmunodeficiencia humana, etc. Infecciones postnatales Cisticercosis Encefalitis herpética Meningitis bacteriana Otras Otros factores postnatales Trauma craneal Abuso de drogas y alcohol Infartos Otros Misceláneos Enfermedad Celiaca (epilepsia con calcificaciones occipitales y enfermedad 19 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 celiaca) Síndrome epiléptico del norte Síndrome de Coffin-Lowry Enfermedad de Alzheimer Enfermedad de Huntington Enfermedad de Alpert CLASIFICACION DE LA DISCAPACIDAD Mioclónicas, Tónico motora focal Focal motora Focal Congénito del S 598.37 c l ó n i c a s generalizadas. versiva., secundaria- sintomática metabolismo. B 139Epilepsia secundaria a clónica de ext. mente de otro tipo. D 815.4 trastorno metabólico. Sup. Bilat, generalizada. Sd. De West tratado. postural Retraso del DSM distónica ext. Sup. Secundariamente generalizada. Tónico clónica. ILAE intentó utilizar la clasificación de la discapacidad recomendada por la OMS. La ICIDH-2 no es precisa para describir el estado de salud de las personas con Epilepsia Se ha recomendado una comisión que debería elaborar propuestas: Adaptar junto a la OMS, el ICIDH-2 para usarlo para clasificar las consecuencias, tanto del estado ictal como del interictal, en personas con epilepsia para producir un folleto que describa la esencia del sistema, para usuarios del campo de los cuidados de la epilepsia. Producir una adaptación del ICIDH-2 que contenga los elementos que sean aplicables en el campo de la epilepsia, la cuantificación de ésta y que apor te direcciones para su uso; para desarrollar o proporcionar instrumentos de evaluación, que son necesarios, para la correcta clasificación de las consecuencias de la epilepsia, lo que hasta ahora no está bien circunscrito o talvez disponible. Paciente 2: Eje 1 4 Eje 2 Eje 5 Una vez revisada la actual propuesta, se realizó la revisión de la ficha de 20 pacientes, a los cuales se les había realizado un monitoreo video-EEG prolongado, en la unidad de EEG del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. De acuerdo a los datos obtenidos se clasificaron a través de este esquema, en 5 ejes. En las siguientes tablas se muestra la clasificación de dos de los 20 pacientes: Paciente 1: Crisis epi. Otras motora malformaciogeneralines zada tónico cerebralesclónica. otras. -mioclónica Eje 1 4 Eje 2 Eje 5 -atónica Crisis epi. Trast. Autolimitada Epilepsia S 110. C r i s i s Autolimitada EncefaloB 164. Sd de Crisis genera-patía D 168.3 Lennoxlizada epiléptica S 110.27 Gastaut tónico-clónica Sd. De D 820.4 -microcefalia Mioclónica Lennox-Sd Atónica Gastaut. Hiperkinético Ausencia Severo atípica -Retardo mental mod. Eje 3 Eje Tradicional No motora 20 Eje 3 Eje Tradicional Trabajos Originales Curva de circunferencia craneana para talla en niños sanos atendidos en Centro Médico San Joaquín Srta. Romero B, Srta. Brugal MI, Sr. Urrutia E, Dr. Mesa T, I Srta. Gederlini A, Dra. Catalán S. Pontificia Universidad Católica de Chile, Con comp. del lenguaje esDepartamento poco precisode y Pediatría. lento, lo cual lo hace poco práctico para el uso rutinario. 5. Presenta limitaciones relacionadas con el idioma y la falta de términos precisos para describir semiológicamente algunos tipos de crisis como las crisis de ausencia. severo -Atrofia hemisférica cerebral Derecha. Bibliografía Una vez realizada la clasificación de los 20 pacientes, evaluamos en cuantos había sido posible lograr clasificarlos en cada eje, lo cual se describe en el siguiente esquema: Eje 3 Eje 1 Eje 4 Eje 2 Eje 5 Si 19 15 11 19 10 No 1 5 7 1 10 Idiopat. 1. Gastaut H. Clinical and Electroencephalo-graphical classification of epileptic seizures. Epilepsia 1970;11:102-113. 2. Commission on Classification and Termino-logy of the International League Against Epilepsy. Proposal for Revised Clinical and Electroencephalographic Classification of Epileptic Seizures. Epilepsia 1981;22:489-501. 3. Commission on Classification and Termino-logy of the International League Against Epilepsy. Proposal for Classification of Epilepsia and Epileptic Syndromes. Epilepsia 1985;26:268-278 4. Commission on Classification and Termino-logy of the International League Against Epilepsy. Proposal for Revised Classification of Epilepsies and Epileptic Syndromes. Epilepsia 1989;30(4):389399. 5. Dr. Juan Pedro Espinosa Zacarias. Propuestas actuales de Clasificación de las epilepsias y síndromes epilépticos. Revista Mexicana de Neurociencia 2001; 2(5):273-279 6. Warren T. Blume-Chair, H.O.Lüders, E.Mizrahi, C.Tassinari, W.van Emde Boas, J.Engels. Glossar y of Descriptive Termino-logy of Ictal Semiology: Report of the ILAE Task Force Classification and Terminology. Epilepsia,42(9),2001. 7. Jerome Engel, Jr. ILAE Commission 2 Conclusiones: La nueva propuesta: 1. Tiene un método más sistematizado, que obliga a llegar a un diagnóstico etiológico y que al incorporar el grado de discapacidad, permite una visión más integral del paciente. 2. En el eje de clasificación del tipo de crisis, en algunas crisis, automáticamente se orienta a un diagnóstico localizatorio. 3. En el eje de clasificación de los síndromes epilépticos, los términos utilizados para los síndromes focales de otro tipo localizatorio, es poco claro. 4. Con la actual c lasificación de discapacidad, el proceso de evaluación 21 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Report. A proposed Diagnostic Scheme for People with Epileptic Seizures and with Epilepsy: Report of the ILAE Task Force Classification and TerminologyEpilepsia 2001;42(6):1-8 8. Fisher RS. Editors Introduction: Cabbages and Kings in the Classification of Seizures and the Epilepsies. Epilepsia 2003;44(1): 1 9. Wolf P. Of Cabbages and Kings: Some Considerations on Classifications, Diagnostic Schemes, Semiolog y and Concepts. Epilepsia 2003;44(1):1-4. 10. Engel J.Jr Reply to Of Cabbages and Kings: Some Considerations on Classifications, Diagnostic Schemes, Semiology and Concepts. Epilepsia 2003;44(1):46 11. Lüders H., Najm I., Wyllie E. Reply to Cabbages and Kings: Some Considerations on Classifications, Diagnostic Schemes, Semiology and Concepts. Epilepsia 2003;44 (1):6-8 12. Berg AT and Blackstone N.W. Of Cabbages and Kings: Perspective on Classification from the field of Systematics Epilepsia 2003;44(1):8-12 13. Avanzini G. Of Cabbages and Kings: Do We Really Need a Systematic Classification of Epilepsies? Epilepsia 2003;44(1):12-13 14. World Health Organization. International classification of functioning and disability, beta-2 draft, full version. Geneva: World Health Organization, July 1999. Introducción Año 14, Nº 2, Octubre 2003 (1). Una CC normal es aquella que cae dentro del rango de la media +-2DS para la edad, no existiendo diferencias significativas de carácter racial, nacional o geográfico (2). Una CC mayor a 2DS para la edad (macrocefalia) se relaciona con patologías como la hidrocefalia, megalencefalia, engrosamiento del cráneo, colección subdural, aumento de presión intracraneana, macrocefalia constitucional familiar (3). Una CC menor a 2DS para la edad (microcefalia) se relaciona con desnutrición, infecciones connatales o postnatales como encefalitis o meningitis, anomalías del desar rollo del SNC, alteraciones genéticas, dismorfias craneanas, drogas, tóxicos, irradiación y craneosinostosis (4). Por esta razón se recomienda realizar medición seriada de la CC. El diagnóstico diferencial se hace entre una macro o microcefalia causada por una patología subyacente como las mencionadas y una constitucional de origen familiar. Los grupos de niños con características especiales como prematuridad y Sd. de Down deben ser analizados con criterios distintos o tablas especiales. El estudio longitudinal de Roche et al relaciona CC con edad desde el nacimiento hasta los 18 años, de donde derivan las curvas de crecimiento elaboradas por el National Center for Health statistics (NCHS), las más usadas en nuestro medio (5,6). Ya que la talla sería un importante factor influyente en la CC, se utilizan curvas que comparan CC/edad con talla/peso. Sin embargo al realizar una revisión sistemática de la literatura no hemos encontrado cur vas que relacionen directamente talla con CC ni que demuestren una influencia determinante de la talla en el perímetro cefálico. Durante la infancia el tamaño del cráneo está deter minado por el volumen de su contenido: cerebro, LCR y sangre pero también del grosor del cráneo o su fusión. La expansión normal del perímetro cefálico en los primeros meses y años está dado principalmente por el creci-miento del cerebro. Por 10 tanto, la medición de la circunferencia craneana (CC) es un buen indicador indirecto del desarrollo cerebral En nuestro país se han realizado curvas de crecimiento para CC relacionadas con edad 22 Curva de circunferencia craneana para talla en niños sanos atendidos en Centro Médico que son comparables a las realizadas por la NCHS. (7,8). A pesar de que la edad es el factor más determinante de la CC nosotros planteamos que existe una fuerte correlación entre la talla y la CC como factor independiente de Circunferencia craneana (cm) Talla vs Circunferencia Craneana Talla (cm) 23 Bernardita Romero et al. Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia 24 Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Trabajos Originales Evaluación de una unidad de Atención Integral del Adolescente en una clínica privada Dres: Barreau M, Nagel L, García P, González C, Huneeus A, Martini AM, Ponce M, Sauer V, Schilling A, Trautmann A, Ps. Ugarte F, Ps. Sepúlveda G, Ph.D. Zippelius ML. Unidad de Atención Integral del Adolescente, Clínica Alemana de Santiago,Chile la edad. El objetivo de este estudio es realizar una curva que correlacione directamente la circunferencia craneana con la talla, en pacientes sanos. utilizando el método LOESS. Materiales y Métodos Resultados Selección de la muestra: El universo compren-dió a todos los niños atendidos en el programa Control de niño sano del Centro Médico San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La muestra fue tomada en for ma retros-pectiva, revisando las fichas clínicas de 500 pacientes atendidos en distintos días elegidos al azar entre Febrero y Agosto del 2002. Con el análisis de los datos se comprobó una correlación de Pearson del 0.950 entre talla y circunferencia craneana, que incluso resultó más alta que la correlación entre CC/ edad (tabla 1). Se realizó un análisis de regresión lineal para CC/talla, CC/edad y talla/edad. Con los datos se logró establecer una curva de nor malidad y la dispersión según percentiles. (Gráfico Nº1) Discusión Las fichas incluidas fueron aquellas que tuvieran los registros de CC y talla completos, sin límite inferior de talla y con límite superior de 85 cm, hombres y mujeres. Actualmente se utilizan las curvas que comparan CC con edad, pero esta relación no considera la influencia de la talla como factor independiente sobre la CC. Se excluyeron los niños prematuros y aquellos con patología concomitante. Nuestra propuesta demuestra una clara relación entre la CC y la talla del niño estableciendo patrones de normalidad que se ven reflejados en la curva a través de los percentiles. Al analizar los datos se debió acotar el grupo para poder tener suficientes datos en cada subgrupo, reduciéndose el análisis a los niños entre 47 y 75 cm. Al tomar este grupo nuestra población estudiada incluye a la mayoría de los niños menores de 12 meses, período en el cual se observa el mayor crecimiento del cráneo. La curva CC/talla es de utilidad para diferenciar entre una verdadera micro o macrocefalia y una circunferencia craneana adecuada para la talla del niño. Análisis estadístico: Los datos fueron analizados usando el programa S-Plus. Se construyó un patrón de normalidad en base a percentiles (p95, M, p5) para cada talla. Las cur vas resultantes se suavizaron Las deficiencias de esta curva están relacionadas a que representa un sector socioeconómico definido que se atiende en el Centro Médico San Joaquín. También es criticable el hecho que las mediciones fueron 25 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Tabla 1. Tipos de Atención en la uaia Control sano Consulta de morbilidad Consejería Especialidad Psicodiagnóstico Terapia individual Terapia grupal Nº Profesionales Horas Semanales Dermatología 1 2 Endocrinología 1 1 Ginecología 3 15 Medicina de Adolescentes 2 9 Nutrición 1 2 Psicología 2 16 Psiquiatría 4 36 realizadas por distintas personas con distintos instrumentos de medición. Lusanne: Nestlé Foundation Publication Series 1984, 4:51-70. 2. Nellhaus G. Head circumference from bir th to eighteen years. Practical composite international and interracial graphs. Pediatrics 1968, 41: 106-14. 3. Moreno G., Mesa T., García C., Kaufman M. Macrocefalia en el niño: características clínicas y hallazgos radiológicos Boletín Soc. Psiquiatr. y Neurolog. Infancia y Adoles-cencia. 1995; 6(3):32-33. 4. Schlager G. Alteraciones del tamaño y de la configuración craneana en el lactante. Por lo tanto, este trabajo da pie a la realización de un estudio más amplio que sea represen-tativo de la población Chilena para así poder aplicar el instrumento a nivel nacional. Bibliografía 1. Johnston F, Lampl M. Anthropometry in studies of malnutrition and behavior. 26 Evaluación de una unidad de Atención Integral del adolescente en una clínica privada Revista Chilena de Pediatría 1990, 61:161-65 5. Roche AF, Mukherejee D, Guo S, Moore WM. Head circumference reference data Michelle Barreau et al. bir th to 18 years. Pediatrics 1987, 79:706-12. 6. Centers for Disease Control and prevention 2000. Growth Charts for the United States: Improvements to the 1977 National Center for Hea1th Statistics Version. Pediatrics 2002, 109(1) 45-59, Figura 3. Principales motivos de consulta en hombres 27 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia -12-11 7. Juez G, Lucero E, Ventura-Juncá P, Galleguillos A. Talla, circunferencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 craneana índice ponderal en recién nacidos chilenos de clase media. Revista Chilena de Pediatría 1993, 64(4): 237- Figura 4. Principales motivos de consulta en mujeres 40. 8. Ivanovic D, Olivares M, Castro C, Ivanovic R. Circunferencia craneana de escolares chilenos de 5 a 18 años y nivel socioeconómico. Revista Médica de Chile Figura 5. Consultas por anticoncepción y embarazo 28 Evaluación de una unidad de Atención Integral del adolescente en una clínica privada 1995, 123:587-99. CC/talla 0,001 Tabla 1 0,95 Michelle Barreau et al. < Correlación de Pearson valor-p Figura 6. Consulta por anticoncepción y presencia de actividad sexual Figura 7. Actividad sexual por edad 29 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia talla/edad 0,936 0,001 CC/edad 0,873 <0,001 Introducción < Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Adolescente (UAIA) de Clínica Alemana se creó en Mayo de 2000 como un sistema de atención para jóvenes entre 10 y los 24 años. Por las características propias de los jóvenes, éstos tienen una necesidad de atención especial. La Unidad de Atención Integral del Figura 8. Comportamiento de riego La adolescencia es una etapa de la vida en la cual se producen los cambios físicos, psíquicos y sociales que llevan a convertir al niño en adulto. Los cambios físicos culminan con la capacidad de reproducción del sujeto y los cambios psicosociales culminan con la capacidad para que el sujeto obtenga un oficio o profesión, independencia económica, y forme su propia familia. La madurez física precede largamente a la madurez psicológica y social. Este desfase, junto a características propias del adolescente, como la búsqueda de su identidad, la necesidad de la aceptación por su grupo de pares, y el despertar sexual son parte de un proceso normal, pero pueden ser fuente de desajustes y problemas. Los problemas de salud de los jóvenes muchas veces tienen que ver con las conductas de riesgo en que se envuelven. En la adolescencia deben establecerse modelos de conducta saludables tanto para la salud inmediata como a largo plazo. 30 Evaluación de una unidad de Atención Integral del adolescente en una clínica privada Los adolescentes solamente consultan en caso de enfermedad y frecuentemente en Servicios de Urgencia. No es habitual el control preven-tivo. Los jóvenes suelen quedar en el terreno de nadie; no se sienten cómodos con ninguna especialidad médica; rehuyen la atención en servicios pediátricos o de adultos por tener que compartir lugares en común con niños o gente mayor. Por eso, la necesidad de contar con un equipo multidisciplinario para la atención del adolescente, que valore su privacidad y confidencialidad, en una unidad especial con un horario adecuado y en un lugar físico propio. Michelle Barreau et al. CLAP, ya validada en otros centros (Cemera), presentándose el análisis de los casos desde Marzo del año 2000 a Agosto 2001. Los diagnósticos se confeccionaron en base a la Clasificación internacional de enfermedades y el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (CIE10). Para el procesa-miento de datos se utilizó el programa computacional EPIINFO 6.0. El análisis estadístico se hizo con Ji2 y Razón de Disparidad con un nivel de significación estadística de p<0,05. Resultados De los 985 consultantes se analizaron 955 cuyo análisis fue el siguiente: La primera consulta fue a ginecología: 57,5%, a psiquiatría: 15,6%, a psicología: 13,3%, medicina del adolescente: 9%, endocrinología: 2,3% y nutriología: 2,3%. Es así como se consolidó un Centro de Atención Integral del adolescente en la Clínica Alemana, cuyo objetivo es contribuir a la promoción, fomento y protección del desarrollo normal, así como a la prevención, diagnóstico y tratamiento de la problemática de salud física y psíquica del joven, en un marco ético y a través de un trabajo multidisciplinario. Distribución por sexo: El 85% de los consultantes fueron mujeres, correspondiendo a 810 mujeres y 145 hombres (figura 1). El propósito de este trabajo es dar a conocer a los 18 meses de iniciada la Unidad de Adolescentes sus resultados, considerando una descripción de los motivos de consulta, problemas más frecuentes, principales diagnósticos y pesquisar conductas de riesgo. Distribución por edad y sexo: La edad promedio fue de 14,3 para hombres y 16,3 para mujeres (Figura 2). Principales motivos de consulta en hombres: Problemas de conducta 31.7%, problemas emocionales 17.9%, control de salud 15.8%, problemas de dinámica familiar 8.9% y exceso de peso 8.2% (Figura 3). Muestra y Método Los datos fueron obtenidos de una ficha clínica única por el equipo multiprofesional que trabaja en la UAIA, compuesto por médicos y psicólogos (Tabla 1). Principales motivos de consulta en mujeres: Trastornos menstruales 22.1 %, control de salud: 20.3%, problemas emocionales 12.8 %, consejería en anticoncepción (MAC)12.8%, dismenorrea 10.7% (Figura 4). Se recopiló la infor mación de 985 adolescentes y jóvenes atendidos en la UAIA - entre los 10 y 24 años de edad-, residentes principalmente en la Región Metropolitana (96%), área oriente de Santiago, que consultan en forma espontánea o de sus padres o referencia de otros profesionales. Consultan principalmente acompañados por la madre (67,7%) y solos en un 19%. Consultas por anticoncepción y embarazo: De 802 mujeres, 6 consultaron por embarazo (0,75%) y 102 (14%) por métodos anticoncep-tivos (Figura 5). Consulta por anticoncepción y presencia de actividad sexual: El 98% de las que consultaron por MAC, ya La historia clínica se transfirió a la ficha 31 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia habían iniciado actividad sexual (Figura 6). Año 14, Nº 2, Octubre 2003 factores de riesgo no están consignados en el total de los consultantes. Actividad sexual por edad: Fue mayor a mayor edad (Figura 7). Salud mental Comportamientos de riesgo: La proporción de consumo de tabaco fue mayor en las mujeres (90% versus 51% p<0,05), no hubo diferencias significativas por sexo en cuanto a alcohol (77 % en hombres versus 87 % en mujeres). La actividad sexual fue significa-tivamente mayor en mujeres (87% versus 37% en hombres). En ambos sexos se observó un aumento significativo del consumo de tabaco y alcohol a edades mayores, al igual que la actividad sexual (Figura 8). Nota: Estos Los diagnósticos sindromáticos más frecuentes fueron: trastornos del humor (afectivos) 46%, trastornos neuróticos secundarios a eventos vitales estresantes 20% y trastornos de conducta alimentaria 15%. Se revisaron en detalle 161 fichas ingresadas en un período de 6 meses, destacando el alto porcentaje de conductas suicidas, encontrándose que el 35% de los consultantes a salud mental la presentaban (N: 49 correspondía a ideas suicidas, 21 a gestos y sólo 15 a intentos suicidas). Estos resultados se presentan en detalle en otro 32 Trabajos Originales Evaluación estadística del programa infantojuvenil de la Clínica Los Tiempos en el período comprendido entre Agosto 2000 y Agosto 2001 Dr. Jorge Sobarzo B., Equipo Multiprofesional Clínica Los Tiempos trabajo. necesariamente reflejado en mayores tasas de natalidad. Discusión El alto porcentaje de actividad sexual, a medida que se avanza en la adolescencia, podría ser un reflejo de nuestra sociedad, en cuanto a conductas y valores, cuyo estudio habría que profundizar en el futuro. Uno de los aspectos que destaca, fue la gran demanda de pacientes a sólo 18 meses de puesta en marcha de la Unidad, lo que podría corresponder por un lado a una mayor preocupación de la población por la salud integral del adolescente, y por otro responder a una necesidad poco evaluada en el sector privado de salud. El menor porcentaje de hombres con actividad sexual positiva, estaría relacionado con que los consultantes varones fueron en su mayoría de menor edad que las mujeres. Llama la atención la poca presencia del padre acompañando a los jóvenes, lo cual probable-mente se relaciona con la actividad laboral o con los estilos familiares. En cuanto a las conductas de riesgo, destaca su presencia a temprana edad, especialmente el consumo de alcohol y tabaco, que ha ido en aumento en relación a décadas anteriores. Desde el punto de vista metodológico, destacó la utilización de la ficha CLAP, que per mitió reforzar la capacidad de autoevaluación asistencial, posibilitando el análisis de los datos. Esta ficha, que abarca los distintos aspectos que pueden influir en la salud del adolescente, ( no limitándose solo a lo que motiva la consulta) sino que al poner el acento en su estilo de vida, facilitó la pesquisa de factores y conductas de riesgo. También es concordante con lo hallado en la literatura, que las mujeres fuman más que los hombres y que prácticamente no hay diferencias entre hombres y mujeres con respecto al alcohol, dato encontrado también en encuestas nacionales en todos los estratos. Sería necesario destacar la alta incidencia de conductas suicidas que se presentó en la submuestra analizada de los jóvenes consul-tantes a salud mental, fueran éstas ideas, gestos o intentos, lo que evidentemente nos hace reflexionar sobre esta preocupante temática, y nos impone el desafío de desarrollar programas de detección precoz de trastornos emocionales, que se focalicen en construcción de proyectos o planes vitales de los jóvenes, a la vez que darles mayores oportunidades de desarrollo, tanto en el ámbito artístico, Quisiéramos en este sentido señalar que además de ser la mayoría de las consultantes mujeres, se registra una alta consulta en el área ginecológica, lo cual muestra en parte la preocupación de las jóvenes por su salud reproductiva. Los hallazgos en este ámbito son similares a los datos encontrados en la literatura: a mayor edad, mayor índice de actividad sexual. Destaca el alto porcentaje de iniciación sexual previa a la consulta por anticoncepción, que en este medio no se ve 33 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia depor-tivo,cultural y profesional. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 tions. Arch Pediatr Adolesc Med 1998; 152:193. 12. Resnick, MD, Bearman, PS, Blum, RW, et al. Protecting adolescents from harm. Findings from the National Longitudinal Study on Adolescent Health. JAMA 1997; 278:823. 13. Goodwin, MA, Flocke, SA, Borawski, EA, et al. Direct observation of health-habit counseling of adolescents. Arch Pediatr Adolesc Med 1999; 153:367. 14. Frankenfield, DL, Keyl, PM, Gielen, A, et al. Adolescent patientshealthy or hurting? Missed opportunities to screen for suicide risk in the primary care setting. Arch Pediatr Adolesc Med 2000; 154:162. 15. Schubiner, H, Robin, A. Screening adolescents for depression and parentteenager conflict in an ambulatory medical setting: A preliminar y investigation. Pediatrics 1990; 85:813. 16. Elster, AB, Levenberg, P. Integrating comprehensive adolescent preventive services into routine medical care. Pediatr Clin North Am 1997; 44:1365. Referencias 1. Maddaleno M. Manual de la OPS, Salud del Adolescente 2. Burt, MR. 1985. Teenage Pregnancy: How much does it cost? Washington, DC: Center or Policy Options. 3. Blum RW, Beuhring T, Wunderlich M, et al: Dont ask, they wontt tell: The quality of adolescent health screening in five practice settings. Am. J. Public Health 86:1767-1772,1996 4. Green M (de): Bright Futures: Guidelines for Health Super vision of Infants, Children, and adolescents. Arlington, VA: National Center for Education in Maternal and Child Health, 1995. 5. US Preventive Services Task Force: Guide to clinical preventive Services: Second edition. Baltimore: Williams & and Wilkins 1996. 6. Sells, CW, Blum, RW. Morbidity and mortality among US adolescents: An overview of data and trends. Am J Public Health 1996; 86:513. 7. Garrison, CZ, McKeown, RE, Valois, RF, et al. Aggression, substance use, and suicidal behaviors in high school students. Am J Public Health 1993; 83:179. 8. Woods, ER, Lin, YG, Middleman, A, et al. The associations of suicide attempts in adolescents. Pediatrics 1997; 99:791. 9. Kulig, J, Valentine, J, Griffith, J, et al. Predictive model of weapon carrying among urban high school students: Results and validation. J Adolesc Health 1998; 22:312. 10. Elster, AB, Kuznets, NJ. AMA Guidelines for Adolescent Preventive Services (GAPS): Recommendations and Rationale. Williams & Wilkins, Baltimore 1992. 11. Elster, AB. Comparison of recommendations for adolescent clinical preventive services developed by national organiza- Introducción El desarrollo de la medicina con sus programas de salud pública ha contribuido a mejorar las expectativas de vida provocando una drástica caída, entre otras cosas, de la mortalidad infantil (1,2). Todo esto es sin duda un gran avance, sin embargo, ha llevado a la creación de otros problemas que no han recibido la debida atención y que han generado un aumento de los trastornos psiquiátricos de una manera no imaginada. Se alude a que todos estos niños antes morían y que ahora sobreviven, pero con diversos tipos de secuelas orgánicas cerebrales que influirían negativamente en su desarrollo psicosocial (1,4,10). Lo cual explica el alarmante aumento de las enfermedades psiquiátricas en niños y adolescentes. A esto también hay 34 Evaluación estadística del programa infanto-juvenil de la Clínica Los Tiempos que agregar el mayor número de disfunciones familiares y de pareja, que por diversos motivos han aumentado, con las secuelas de violencia intrafamiliar, alcoholismo, drogadicción, delincuencia, incesto y abuso sexual en la infancia y la adolescencia(1,2,6,9,10). La Psiquiatría Infantil ha carecido de su espacio de trabajo en el área privada y como resultado las hospitalizaciones que se requerían se efectuaban en clínicas acondicionadas para adultos. La Clínica Los Tiempos, ubicada en la Comuna de la Reina, viene trabajando en la atención de pacientes adultos y adolescentes hace 7 años. Las condiciones actuales del desarrollo de la especialidad con las alarmantes cifras de prevalencia de enfermedades psiquiátricas en niños (7), hacen muy necesario contar con un equipo entrenado en la atención de niños y adolescentes que consideren las características propias del desarrollo psicológico y un espacio especialmente acondicionado para la hospitalización de los niños y adolescentes (4). A principios del año 2000, un grupo de Psiquiatras Infantiles emprendieron, junto con un entusiasta equipo de apoyo, la tarea de comenzar a pensar sobre esta posibilidad de hospitalización de pacientes psiquiátricos en la especialidad. En agosto del 2000 se da inicio a las actividades del Programa Infanto Juvenil de la Clínica Los Tiempos con la inauguración del sector Infantil; para ello se acondicionó un sector de la Clínica, aislándolo del resto y disponiendo de seis camas para la atención de niños y adolescentes. Para el equipo ha sido una sorpresa los resultados de la presente evaluación, por el número de casos, por la gravedad de los cuadros clínicos y por el resultado obtenido. No existen estudios en el área privada por lo que nuestro trabajo no es comparable, razón también que nos ha motivado a elaborarlo para así impulsar Jorge Sobarzo a otros grupos que quieran incursionar en la prevención secundaria en el área privada. Objetivo Con el presente trabajo se pretende evaluar estadísticamente el Programa de Hospitaliza-ción de Pacientes Psiquiátricos Niños y Adolescentes de la Clínica Los Tiempos en el periodo comprendido entre agosto 2000 y agosto 2001. Material y Método Se revisaron las fichas correspondientes a los ingresos de los pacientes en la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescentes de la Clínica Los Tiempos, del período comprendido entre Agosto 2000 y primera semana de agosto 2001. Dichas fichas fueron diseñadas previamente para homogenizar los criterios y lenguaje de los diferentes profesionales del equipo. Los datos se vaciaron en una hoja de resumen de donde se procesaron los resultados. Se usaron los criterios de diagnóstico del DSM IV, (hasta donde fue posible), para evaluar los diagnósticos tanto de ingreso como de egreso. De la hoja de resumen se procedió a elaborar tablas y gráficos y a realizar los comentarios que se presentan a continuación. Resultados y Análisis El número de pacientes que se consignaron en el estudio fue de 38 en total. La distribución por sexo correspondió a 16 hombres (42 %) y 22 mujeres (58 %), como se muestra en la Tabla N°1. El mayor porcentaje para mujeres en relación con los hombres concuerda con las estadísticas que revelan una discreta prevalencia de 35 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia enfermedades en mujeres que en hombres para esa edad (2,4). Tabla N°1 Distribución de pacientes por sexo Total Pacientes 100% 38 Hombres 16 42,1 Mujeres 22 57,9 Tabla N° 2 Distribución de pacientes por promedios de edad y sexo 16,1 Promedio edad hombres 14,2 años De los 38 pacientes ingresados, 24 estaban en el sistema escolar y los 14 restantes no estaban asistiendo a ningún colegio el año calendario de su ingreso. De los 24 pacientes que estaban asistiendo al cole gio se consideró a los que se habían matriculado, pero que no necesaria-mente estaban asistiendo a clases. De los 24 pacientes sólo 4 estaban formalmente en el sistema escolar (ver Tabla N° 3). Estas cifras son las esperadas dado los diagnósticos que estos pacientes tienen, por la gravedad de su patología y condiciones familiares. En el sistema Escolar (matriculados) N° Fr e c u e n c i a 24 63 % 14 37 % Total 38 100 % Tabla N° 4 Distribución de pacientes según tipo de hospitalización (%) Tabla N° 3 Distribución de pacientes según escolaridad (%) Fuera del Sistema Escolar La distribución de los pacientes de acuerdo al tipo de hospitalización, ya sea la modalidad total, total y parcial y sólo parcial, se dio de la siguiente manera: (ver Tabla N° 4) El 63 % de los pacientes debió ser hospitalizado en la modalidad hospitalización total. El 29 % estuvo hospitalizado en forma total y pasó a un estado de hospitalización parcial después del alta. Esta modalidad fue una buena alternativa en aquellos pacientes que al momento del alta no estaban en condiciones de irse con su familia y que requerían de un estado intermedio; llegaban en la mañana (09,00 AM) y dependiendo de las condiciones, se quedaban hasta las 13 hrs. o, en periodo completo, hasta las 17,30 hrs. En este tiempo los pacientes realizan un programa especialmente estructurado para sus necesidades que consisten en actividades de Terapia ocupacional y de psicopedagogía. Se incluyó a 3 pacientes que ingresaron a hospitalización sólo Parcial, permaneciendo en el recinto desde las 09,00 hrs. hasta las 17,30 hrs. Estos pacientes se integran a las actividades junto con el resto de los pacientes hospitalizados, desarrollando labores de Terapia Ocupacional y de Psicopedagogía. La edad de los pacientes estuvo comprendida entre los 12 y los 18 años, correspondiendo un 16,1 años de promedio para las mujeres y un 14,2 años para los hombres (ver Tabla N° 2). Promedio edad mujeres años Año 14, Nº 2, Octubre 2003 N° Fr e c u e n c i a Hospitalización Total Total y Parcial Solo Parcial 24 11 3 63 % 29 % 8% Total 38 100 % De acuerdo a los tipos de derivación se 36 Evaluación estadística del programa infanto-juvenil de la Clínica Los Tiempos Jorge Sobarzo consideró a aquellos pacientes que ingresaron derivados de médicos particulares, de aquellos que ingresaron derivados de servicios de salud. (ver Tabla N° 5). Hay un mayor grupo de pacientes que ingresa derivado de médicos particulares,( sean o no médicos del equipo), y que los refirieron al Equipo de la Clínica. Las Instituciones que nos han derivado pacientes son Clínicas generales y servicios de Urgencia del sector alto de Santiago y de Regiones. Tabla N° 5 Distribución de pacientes según tipo de derivación N° Institución Particular Total Frecuencia (%) 16 22 38 42 % 58 % 100 % Al considerar los diagnósticos de ingreso se utilizó los Criterios Diagnósticos del DSM IV, por ser el sistema diagnóstico más conocido por los médicos del equipo. Al ingreso sólo se consideró el diagnóstico más importante y se rotuló como eje I. Sin embargo, en la práctica no todos los diagnósticos son susceptibles de ser encasillados de acuerdo a dichos criterios. De acuerdo a estos diagnósticos la tabla quedó de la siguiente manera: y 29 % para Trastorno Bipolar. Le siguen en frecuencia los intentos de suicidio, 4 casos (10,5 %), que a pesar de no ser un diagnóstico eje I, lo consideramos por lo descriptivo del motivo de consulta. Le sigue en frecuencia 3 casos de trastorno por abusos de sustancias (7,8 %). Hay 2 casos de Esquizofrenia y 2 de Trastorno Psicótico no especificado, con un 5,2 % cada uno. El resto corresponde a 1 caso de Trastorno conducta Alimentaria (Anorexia Purgativa), 1 caso de Trastorno Esquizoafectivo, 1 caso de Trastor no Conductual, 1 caso de Síndrome Paranoideo y 1 caso de Trastorno por descontrol de impulsos. Tabla N° 6 Distribución de pacientes por diagnóstico de ingreso Diagnósticos N° % T. Conducta Alimentaria, Anorexia T. Depresivo Mayor T. Bipolar T. Esquizoafectivo T. EQZ T. Psicótico Intentos de Suicidios T. Conductual T. Abuso de sustancia Sind. Paranoideo T. Descontrol de impulsos 1 11 11 1 2 2 4 1 3 1 1 2,6 29 29 2,6 5,2 5,2 10,5 2,6 7,8 2,6 2,6 Total 38 En los diagnósticos de Egreso se mantuvo la tendencia de los ingresos, con algunos cambios como muestra la Tabla N° 7: Tabla N° 7 Distribución de pacientes según diagnóstico de egreso T. Conducta Alimentaria, Anorexia TDM T. Bipolar T. Esquizoafectivo T. EQZ T. Psicótico T. Conductual T. Abuso de sustancia Sind. Paranoideo 100 Los diagnósticos más frecuentes corresponden a los Trastornos del ánimo: con un 58 % (22 casos) correspondiendo un 29 % para los Trastorno Depresivo Mayor 37 N° % 1 12 12 1 2 3 2 3 1 2,6 32 32 2,6 5,2 7,9 5,2 7,9 2,6 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Des. anormal de la Pers. Limítrofe, compensado Total 1 38 manera: 2,6 Tabla N° 9 Distribución de pacientes según subtipos de Trastorno Bipolar 100 Los Diagnósticos de Ingreso y Egreso coinciden en las patologías afectivas como las más frecuentes, con 24 casos (64 %). Estas cifras concuerdan con las altas prevalencias de los trastornos afectivos para estas edades,(8). Sube la cantidad de TDM y T. Bipolar a 12 cada uno sumando entre ambas 24 casos (64 %). Desaparece el diagnóstico de Intento de Suicidio que se agrega a los diagnósticos al alta de Desarrollo Anor mal de Personalidad compensado, dos a TDM y 1 a T. Psicótico no especificado. T. Bipolar I T. B. I, episodio más reciente mixto T. Bipolar II T. B c/sint. psicóticos Total Tabla N° 8 Distribución de pacientes según tipo de Trastorno Depresivo Mayor TDM TDM TDM TDM TDM TDM Total con sint. Ansiosos con ideación suicida Grave s/sint.psic. con intento de suicidio con sint. Psicóticos moderado % 1 1 6 2 1 1 8 8 50 16 8 8 12 100 N° % 2 16 7 1 2 58 8 16 12 100 Los más frecuentes subtipos corresponden a trastorno Bipolar I, episodio más frecuente mixto con 7 casos (58 %), que por la gravedad del cuadro se entiende la frecuencia en un centro especializado. Le sigue el Trastorno Bipolar I con 2 casos y el Trastorno Bipolar con síntomas psicóticos, con 2 casos cada uno y 1 caso de Trastorno Bipolar II. 7 de estos pacientes corresponden al sexo masculino y 5 al femenino. Al considerar aparte los tipos de Trastorno Depresivo Mayor se tiene la siguiente tabla: N° Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Con respecto a los diagnósticos del Eje 2 se hicieron los siguientes diagnósticos al egreso. (ver Tabla N° 10) De los 38 pacientes, a 24 se les hizo diagnóstico en el eje 2 (63 %). El diagnóstico más frecuente fue el Desarrollo Anormal de Personalidad sin Especificar, con 8 casos (33 %), le sigue el Trastorno de Personalidad Limítrofe con 5 casos (21 %), sigue el Trastorno de Personalidad con Rasgos Antisociales con 3 casos (12 %). Hay 2 casos de Desarrollo Anormal de Personalidad con Rasgos Limítrofes Bajos y 2 casos de Tabla N° 10 Distribución de pacientes según Diagnóstico del Eje II La mayoría de los TDM correspondieron a Trastorno Depresivo Mayor Grave sin síntomas psicóticos, con 6 casos (50 %), le siguieron 2 casos de trastorno depresivo mayor con intento de suicidio grave (16 %), el resto con síntomas ansiosos 1 caso, con ideación suicida 1 caso y 1 caso de trastorno depresivo mayor moderado. En cuanto al sexo de estos pacientes 10 corresponden a mujeres y 2 a hombres. N° % Des. Anor. de Pers. sin especificar Con respecto a los subtipos de Trastorno Bipolar se desagregan de la siguiente 38 Evaluación estadística del programa infanto-juvenil de la Clínica Los Tiempos 8 33 Des. Anor. de Pers. con rasgos histriónicos 1 4 Des. Anor. de Pers. con rasgos limítrofes bajos 2 8 Des. Anor. de Pers. con rasgos inhibidos 1 4 Des. depresivo de personalidad. 1 4 Trast. 2 8 Trast. 3 12 Trast. 1 4 Trast. 5 Jorge Sobarzo Generalizado del Desarrollo Pers. con rasgos Antisociales Paranoide de Personalidad Límite de Personalidad 21 Total 24 100 Trastorno Generalizado del Desarrollo y 1 caso de Trastorno Paranoide de Personalidad. Se usó el concepto de Desarrollo Anormal de Personalidad para los casos menores de 15 años y de Trastorno de Personalidad propiamente tal para los mayores de 15 años y en los que claramente aparecen los criterios DSM IV. La mayor frecuencia de diagnósticos en el eje II sumado a las características de estos diagnósticos apunta a la gravedad de estos adolescentes y sus diagnósticos (11). Con respecto a los diagnósticos del eje 4, la Tabla N°14 nos muestra que del total de 38 pa-cientes, a 27 pacientes se les realizó el diagnós-tico de Problemas relativos al grupo de apoyo (71 %). sus hijos. Hay que destacar que se ha obser vado en ocho adolescentes que después del alta, sus madres han necesitado ser internadas en Clínicas psiquiátricas con diagnósticos similares (Trastornos Afectivos). Tabla N° 11 Distribución de pacientes según Eje IV De acuerdo a la alta cantidad de problemas familiares se incluyó en el tratamiento de los pacientes talleres para padres, los cuales se realizan dos veces al mes, con una alta asistencia de padres y familiares (12). La idea es formar una red de apoyo altamente capaci-tada en los temas básicos de salud mental, en la prevención y tratamientos de las enferme-dades mentales. Como red de apoyo social ha sido muy efectiva ya que ha dado paso a la posibilidad de que los padres expresen sus sentimientos en cuanto a la crisis que ha significado la enfermedad de N° % Problemas relativos al grupo primario de apoyo Sin diagnóstico 27 11 71 29 Total 38 100 En la Tabla N° 12 se muestra la relación con 39 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia respecto al Tipo de Alta que se dio en este periodo. 32 altas correspondieron a altas médicas (84 %), y 6 altas correspondieron a Altas Exigidas por los padres, (16 %). Las altas exigidas corresponden a situaciones en las cuales los padres solicitaron el alta en contra de la opinión del médico tratante y los motivos fueron económicos, o el no aceptar el diagnóstico y la gravedad, y por lo tanto, la necesidad de ser hospitalizado. típicos y neurolépticos atípicos, Antidepresivos tricíclicos (TCC), Antidepresivos Inhibidores de la recap-tación de serotonina (IRSS), Antidepresivos inhibidores de la monoaminoxidasa B (IMAO B), Antidepresivos Noradrenérgicos y serotoninér-gicos (NOR-SER), Ansiolíticos y Estabilizadores del Ánimo. Los porcentajes son expresados en relación al total de pacientes (38). En todos los pacientes se usaron tratamientos combinados. Los medicamentos más usados fueron los ansiolíticos en 33 pacientes (87 %), le siguieron los neurolépticos atípicos usados en 25 pacientes (66 %), y estabilizadores del ánimo 21 pacientes (55 %), los antidepresivos IRSS en 20 pacientes (53 %), solo en 3 pacientes se usó Tricíclicos y en 2 pacientes Antidepresivos noradrenérgicosserotoninérgicos y dopaminér-gico en dosis altas (Venlafaxina). En 1 paciente se usó un IMAO A (Moclobemida). Además hubo una prescripción de terapia Electroconvulsiva. (ver Tabla N° 14). Tabla N° 12 Distribución de pacientes de acuerdo al Tipo de Alta Médica Exigida N° % 32 6 84 16 Total 38 100 La Tabla N° 13 nos muestra la condición al alta de estos pacientes. 35 pacientes (92 %) fueron catalogados como mejor al momento del alta, 3 pacientes se catalogaron como iguales al momento del alta (7 %). De los 3 pacientes, 2 estuvieron 1 y 4 días respectivamente, de estadía en la Clínica, por lo que no se logró intervenir en los pacientes y los padres solicitaron el alta por diferentes motivos. Tabla N° 14 Distribución de pacientes según Procedimientos Médicos Tabla N° 13 Distribución de pacientes de acuerdo a Condiciones al Egreso N° % Mejor Igual Peor 35 3 0 92 7 0 Total 38 100 Año 14, Nº 2, Octubre 2003 N° % Típicos Atípicos TCC IRSS IMAO NOR-SER Ansiolíticos E. Animo TEC 16 25 3 20 1 2 33 21 1 42 66 8 53 3 5 87 55 3 Total 38 pacientes 100 En cuanto a los procedimientos psicológicos se agruparon en Evaluaciones Cognitivas, Emocionales y en Otras. La distribución quedó de la siguiente manera: Evaluaciones Cogni-tivas se efectuaron a 11 pacientes, Evaluaciones Emocionales a 17 pacientes y en el rubro Otras a 22 pacientes. Mucho de estos pacientes ingresaron con los estudios psicológicos realizados, a otros Durante la hospitalización se efectuaron una serie de procedimientos médicos que se pueden agrupar en la Prescripción de medicamentos y en la Prescripción de Terapia electroconvulsiva. La prescripción de fármacos fue agrupada en los siguientes grupos: Neurolépticos 40 Evaluación estadística del programa infanto-juvenil de la Clínica Los Tiempos hubo que repetírselos. Hay que considerar que cada paciente necesitó más de un estudio psicológico. En el rubro otros está considerado el Test de Rorschach. Total Pacientes Cognitivo Emocional Otros % 11 17 22 28 44 58 38 Se realizaron inter venciones psicoterapéuticas que se dividieron en Intervenciones individuales e intervenciones familiares con manejo general. Estas últimas no correspondieron a Terapias de Familias, sino a entrevistas familiares. 33 pacientes recibieron psicoterapia individual y 25 pacientes fueron entrevistados con su familia. Tabla N° 15 Distribución de Pacientes según Tipos de Evaluación Psicológica N° Jorge Sobarzo Tabla N° 16 41 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia 42 Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Trabajos Originales Trastorno primario de la vigilancia. Seguimiento de 9 casos. Fernández F.; Japaz, O.; Monsalve, E.; Valenzuela, R.; Gajezwski, C.; Menéndez, P. Servicio de Neuropsiquiatría Infantil, Hospital Clínico San Borja Arriarán. Distribución de pacientes según Tipo de Intervención Psicoterapéutica Individual Familiar N° % 33 25 87 66 Total N° 2 11 Por último en la Tabla N° 19 se consignan los tipos y números de exámenes de laboratorios realizados a los 38 pacientes. Muchos pacientes ingresaron a la Cínica ya con sus estudios realizados. Tabla N° 19 Distribución de pacientes de acuerdo al Tipo de Exámenes Complementarios Realizados Tabla N° 17 Distribución de pacientes según Procedimiento Psicopedagógico y Terapia Ocupacional Evaluación Procedimiento Proc. Psicopedagógico 8 21 8 21 Proc. T. Ocupacional 29 76 29 76 Tabla N° 18 Distribución de pacientes según Interconsulta por Especialidad Especialidad Internista 1 1 Se realizaron 11 interconsultas, siendo la mayoría a otros psiquiatras de la especialidad para solicitar una segunda opinión en la mayoría de los casos. Hubo dos interconsultas a médico internista por tromboflebitis de brazos, una a neurología por Esclerosis Múltiples, una a nutrióloga por Anorexia y una a traumatólogo por contusiones y esguince. Los procedimientos Psicopedagógicos y de Terapia Ocupacional resultaron ser muy importantes en el manejo y recuperación de los pacientes hospitalizados. A 8 pacientes se le hizo evaluación y se les realizó intervención psicopedagógica, de acuerdo a lo consignado en la ficha clínica. A 29 pacientes se les realizó evaluación e intervención en Terapia Ocupa-cional. Es comprensible que el número de intervenciones en TO sea más alto que a las psicopedagógicas por la gravedad de los cuadros clínicos presentados. % % 7 1 Psiquiatría Neurología NutriólogaTraumatólogo Tipo Examen N° EEG TAC SPECT RNM P. Bioq. P. Hepáticas P. Tiroídeas Hemog./ VHS Niveles plasmáticos de estabilizadores del ánimo Detección de drogas Otros Comentarios 13 3 2 5 21 16 18 21 15 8 13 Al finalizar nuestro estudio podemos llegar 43 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia a las siguientes conclusiones: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Se concuerda con la literatura especializada que los centros y servicios de tratamiento residencial son marcos apropiados para los niños y adolescentes con trastornos mentales que requieren un contexto altamente estructurado y supervisado durante un periodo importante de tiempo (1,2). El trabajo demuestra que la mayor cantidad de ingresos correspondió a adolescentes entre 12 y 18 años, predominan las mujeres, los diagnósticos de ingresos corresponden a más del 50 % a Trastornos del ánimo, donde la mitad fueron trastorno bipolar y el resto TDM. Estas cifras podrían explicar la razón porque se hospitalizan más mujeres que hombres por la mayor frecuencia de mujeres con trastornos del ánimo que hombres. Son patologías graves que requieren de un equipo multidisciplinario altamente especia-lizado en el manejo de estas enfermeda-des. Existe dificultad en seguir realizando estudios ocupando los criterios DSM IV por no estar incorporadas las características del desarrollo y por ser categorías diagnósticas más bien rígidas (2). Cabe hacer notar que los criterios diagnósticos rígidos nada tienen que ver con el dinamismo de los diagnóstico en psiquiatría infantil y que se requiere de un juicio adecuado para ponderar los síntomas presentados por los niños y adolescentes. Por lo polimorfos y confusos que son los cuadros de comienzo en la adolescencia existe la necesidad de hacer diagnósticos precisos ocupando exámenes de laborato-rio y recurrir a interconsultas y/o reuniones clínicas periódicas. Hay que considerar que además se requiere, por el alto número de diagnósticos del eje IV, trabajar con las familias por la alta disfuncionalidad que una enferme-dad de esta envergadura acarrea a las familias (12). Este trabajo se comenzó a realizar en nuestra Clínica 7. 8. 9. 10. 11. 12. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 con la participación rotativa de todos los profesionales del Equipo. Necesidad de mejorar la forma y calidad de los registros en la Ficha Clínica, de tal manera de favorecer la evaluación y estudios posteriores. Se necesita uniformar la ficha Clínica y mejorar una categoriza-ción más fina de los cuadros clínicos según la patología del adolescente, para realizar futuras investigaciones. Está implícito que el trabajar con niños y adolescentes presupone contar con un personal paramédico y de servicio altamen-te capacitado e idóneo que requiere una delicada selección y capacitación perma-nente. En la reinserción de los niños a su mundo normal se vio la necesidad de contar con un proceso gradual que consistió en usar las hospitalizaciones diurnas. Además se vio la necesidad de contar en el equipo con profesionales intermediarios entre la Clínica y la realidad externa. Estos profesionales son el Terapeuta Ocupacional y el Psicope-dagogo. La necesidad de seguir haciendo este tipo de revisión para evaluar el trabajo realizado hasta la fecha, y poder comparar con otros equipos de trabajo. Los registros periódicos de los niños hospitalizados por par te de los miembros del equipo son necesarios para poder comparar las variaciones de las tendencias en la psicopatología de los niños. Del trabajo en equipo se desprendió la necesidad de seguir conformando otro equipo por subespecialidad, se desarrolló el equipo de Trastornos de conductas alimentarias. En este equipo se incluyó una terapeuta familiar y a una nutrióloga. Se incluyó un Terapeuta Ocupacional permanente al staff de la Clínica por la relevancia de la rehabilitación integral en la recuperación de este tipo de paciente. Referencias Bibliográficas 44 Trastorno primario de la vigilancia. Seguimiento de 9 casos. 1. Montenegro, Hernán: Psiquiatría del Niño y del Adolescente. 2° Edición. 2. Hales, Robert; Tratado de Psiquiatría DSM IV 3° Edición. 3. Cassem, Ned H.; Manual de Psiquiatría en Hospitales Generales 4 Edición. 4. Kaplan, Harold Sinopsis de Psiquiatría 7ª Edición. 5. DSM IV, Manual Diagnóstico de Enfermedades Mentales. 6. Villarino, Hernán; Incesto y Abuso Sexual e la infancia y adolescencia Rev. Psiquia-tría y Salud Mental 2001,XVIII, 1:10-33. 7. Montenegro, H: Salud mental del Escolar: estandarización del inventario de Proble-mas Conductuales y Destrezas Sociales de T. Achenbach en niños de 6 a 11 años. CEDEP-UNICEF Santiago, CIDE. 8. Toro, J: Depresión y Ansiedad en la Infancia y la Adolescencia. Trastornos A fectivos: ansiedad y depresión. Editorial Masson. (Cáp. 47) 9. Grau, A: Psiquiatría y Psicología de la Infancia y Adolescencia. Textos de Pediatría en diálogos. 10. Ollendick, Thomas: Psicopatología Infantil, Biblioteca de Psicología, Psiquiatría y Salud, 1993. 11. Koldobsky, Nestor: Trastorno de Personali-dad: Asociación o comorbilidad. Rev. Latinoamericana de Psiquiatría. 2001,1:1. 12. Montenegro, H: El Aumento de Depresión Infanto-Juvenil un intento ecosistémico de explicación. Psiquiatría y Salud Mental. 2002, XIX:2. F. Fernández et al problemas en el ambiente social, educacional o laboral. Este cuadro es denominado Hipersomnia Primaria en el DSM-IV (2). Los criterios diagnósticos de esta entidad clínica son los siguientes: A. Trastorno de por lo menos un año de duración, con síntomas de las cinco categorías principales definidas por: 1. Disminución de la capacidad para mantener el alerta, el estado de vigilia, la excitabilidad o la atención, durante el trabajo mental sostenido. 2. Disminución de la atención hacia las actividades de la vida diaria. 3. Evitación de las actividades estructuradas o repetitivas. 4. Inquietud motora y conductas que mejoran el estado de alerta. 5. Temperamento cuidadoso, compasivo, afectuoso y cariñoso. Esta condición mórbida constituiría una característica hereditaria que se mantendría toda la vida, diagnosticándose preferentemente en la edad escolar, pues dificulta el rendimiento escolar debido a la incapacidad de mantener la atención en clases. Objetivo Evaluar la evolución de un g rupo de pacientes diagnosticados como trastorno primario de la vigilancia desde 1994. En la evaluación diagnóstica se realizaron los siguientes procedimiento y exámenes: entrevista psicoló-gica, examen neurológico y psiquiátrico, y los respectivos test psicológicos (WIS-R, Bender, CAT-A), EEG y pruebas tiroídeas. No se realizó polisonografía por problemas de costo. El seguimiento se realiza cinco años después Introducción En 1990 Weinberg (1) propone el término Trastorno Primario de la Vigilancia para referirse a aquellas personas que han perdido la capacidad para estar atentos y vigilantes, presentando somnolencia excesiva o sueño diurno que les causa 45 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia del diagnóstico inicial. Tipo Educación Material y Método La muestra consistió en nueve pacientes, ocho mujeres y un hombre, de los cuales, ocho de ellos diagnosticados en el Servicio de Neurología del Hospital San Borja Arriarán y uno derivado del Servicio de Neurología del Hospital de Rancagua. Aspectos del área escolar: Distribución según nivel de escolaridad 9 Total 9 - Cantidad niños Total 3 5 1 - Se investigó la existencia de experiencia laboral, encontrándose que sólo dos de ellos había trabajado. En los dos casos, los sujetos establecieron estrategias para mantener el alerta. Fueron positivamente evaluados y establecieron buenas relaciones con sus jefes y compañeros de trabajo. - Evaluación de estrategias para mantener el alerta durante actividades mentales conti-nuas, especialmente durante la jornada escolar: Seis de ellos establecieron estrategias, caracterizadas principalmente por: pararse del puesto (dos), moverse del asiento (tres), cambio de actitud (dos) y mojarse la cara (tres). Evaluación de la disminución del alerta en actividades de la vida diaria. La mayoría de ellos (siete) refirieron: Aspectos Generales: - La edad promedio de los sujetos evaluados fue de 14,7 años con un rango entre los 11 y 23 años. - Del total de pacientes (nueve), cinco de ellos se mantenían en control en los Servicios de Neurología de los Hospitales de Rancagua (uno) y San Borja Arriarán (cuatro). Los cinco reciben psicoestimulantes, cuatro de ellos anfetaminas y uno metilfenidato. 4 4 1 Bueno Regular Malo Area de socialización con sus pares Todos tienen un número de amigos mayor a cinco. Siendo descritos como amistosos y buenos compañeros. Resultados E. Básica E. Media E. Superior Cantidad niños Area conductual El total de los sujetos tiene una conducta escolar buena, ajustada y adecuada. Sus profesores los describen como: tranquilos, pasivos, calla-dos, tímidos y respetuosos. En cada paciente se efectuaron las siguientes evaluaciones: a) Evaluación psiquiátrica: que incluyó entre-vista semi-estructurada y observación clínica. b) Evaluación neurológica: consistió en evaluación clínica y examen neurológico completo. c) Evaluación psicológica: incluyó la observación clínica y la administración de dos instrumentos, el inventario de Beck y el Cuestionario de Autoevaluación para Ansiedad: Staic (niños) y Stai (adultos). Tipo Educación Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Pérdida de turnos. Tareas incompletas. Desorganización. Negligencia o descuido. Ensoñación diurna. - Evaluación de la actitud frente a actividades repetitivas o estructuradas (ver televisión, escuchar música, leer, o estudiar): cinco de ellos las evitan. Distribución según rendimiento 46 Trastorno primario de la vigilancia. Seguimiento de 9 casos. Mayor a 3 horas Area Sueño - Vigilia Horas 2 3 4 Cansancio frecuente Cantidad niños Sí No Cantidad niños 6 3 Somnolencia frecuente durante el día 6 3 Cantidad niños Si No Duración Sueño Diurno 1 hora 2 horas Cantidad niños 8 horas 12 horas 12 ó más horas Sueño Diurno Horas 1 Duración Sueño Nocturno La mayoría de los sujetos duerme siesta y cuatro de ellos duerme 12 horas o más como tiempo total de sueño (ver tablas siguientes). La mayoría se despierta con sueño para ir a clases y en la evaluación subjetiva de las dificultades para levantarse, cuatro de ellos respondieron que les es muy difícil y tres de ellos no muy difícil. Además, seis de ellos expresaron cansancio y somnolencia frecuente. Detallamos a continuación: Si No F. Fernández et al Cantidad niños 6 3 Evaluación Psicológica y Psiquiátrica 3 2 La actitud de todo el grupo de pacientes hacia los diferentes examinadores fue 47 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Trabajos Originales Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Distonías que responden a dopamina (D.R.D.) y su relación con depresión mayor (D.M.) Dr. José Torrens Cid, Dr. Juan Soto Díaz Instituto Teletón Santiago Menor que normal tranquila, cooperadora y atingente. - Al evaluar la percepción de autoestima se constató que cuatro de ellos tiene una autoestima mala a regular. La mayoría de ellos vinculó la baja autoestima a la disminución de los rendimientos, concentración o memoria en el área académica. - Estado de ánimo: Del total de sujetos (9), tres de ellos refirieron ánimo regular y uno ánimo bajo (triste). - Administración del Inventario de Beck: La mayoría presentó síntomas depresivos, desde leve a severo. - Investigación de los antecedentes familiares: destaca la existencia de depresión en dos de los padres y en dos familiares directos se encontró el antecedente de suicidio. Además, dos de los padres presentan características clínicas compatibles con el diagnóstico de trastorno de la vigilancia. Evaluación Neurológica La presencia de signos blandos se objetivó sólo en uno de los sujetos, el resto del examen neurológico fue normal, sin signos que orientaran a otra patología. A continuación se detalla: Síntomas Depresivos Leves Moderados Severo Cantidad niños 3 2 1 Discusión Concordamos con lo ya evidenciado en otros trabajos (3) en relación a que los sujetos portadores de este trastorno poseen un perfil característico y diferenciable de otros diagnósticos, dado principalmente por: la disminución de la alerta con sus diferentes expresiones clínicas, las características del sueño, el buen comportamiento y ajustada conducta social que los convierte en sujetos queridos y aceptados por el entorno en general. Rescatando lo encontrado en la literatura (4, 5) este trastorno tendría características hereditarias y se mantendría toda la vida, pues en este trabajo tenemos sujetos desde los 11 años hasta los 23 años,en los cuales se ha mantenido el diagnóstico por lo menos durante 5 años de evolución, además, existe el antecedente de un cuadro similar y persistente hasta el día de hoy, en dos de los padres de los sujetos estudiados. - Area temperamental, descritos por sus padres y profesores como: cariñosos, afectuosos, compasivos. - Se administró el cuestionario para evaluación de ansiedad obteniéndose los siguientes resultados: a) Evaluación de estado Tipo Normal Mayor que normal Menor que normal Cantidad niños 7 2 0 b) Evaluación de rasgo Tipo Normal Mayor que normal 4 Cantidad niños 2 3 Otro elemento importante de señalar en este 48 Distonías que responden a dopamina (DRD) y se relación con depresión mayor (DM) cuadro es acerca de la buena conducta de estos sujetos tanto en el hogar como en el colegio, lo cual sumado a las características temperamen-tales impide un diagnóstico precoz, pues sólo cuando el rendimiento escolar se deteriora en forma significativa, los padres o profesores se motivan a consultar. Por las mismas razones los padres no insisten en mantener el tratamiento y abandonan los controles, situación que ocurrió en cuatro de los nueves pacientes de este estudio. José Torrens et al deberían tenerse en cuenta en las evaluaciones e intervenciones de sujetos portadores de este trastorno. El enfoque multidisciplinario (5 ,9) además nos permite garantizar la adhesividad al tratamiento con todo lo que ello implica especialmente en relación a la pesquisa oportuna de complica-ciones. El rol de la adhesividad en este cuadro definido como un trastorno de por vida es fundamental pero es interferida desde los padres quienes evalúan positivamente las características temperamentales de estos pacientes, situación similar sucede con los profesores que a pesar del menor rendimiento de este tipo de alumnos, son más permisivos con ellos en función, de su buena conducta. Por lo tanto padres como profesores no visualizan la necesidad de un tratamiento y sobretodo de un tratamiento a largo plazo, siendo los profesionales exper tos los llamados a incluir y motivar tanto al paciente como a sus padres y profesores, ofreciendo una terapéutica integradora del cuadro en cuestión. Creemos valioso discutir en relación al tratamiento de estos pacientes, la necesidad de un manejo multidisciplinario, que incluya Psicólogo, Psiquiatra y Neurólogo. Esto lo señalamos en base a la alta asociación de este cuadro con síntomas depresivos, situación claramente evidenciada en este trabajo. En relación al tratamiento farmacológico propiamente tal corroboramos lo expuesto en otros trabajos (5) siendo los psicoestimulantes los fármacos de elección. Todos los sujetos de este trabajo que estaban medicados en for ma permanente presentaban una mejoría de la aler ta expresada principalmente en la mejoría de los rendimientos y en la disminución de las horas de sueño diurno. Conclusiones Constatamos la vigencia de los criterios diagnósticos propuestos por Weinberg para el trastornos primario de la vigilancia, constitu-yendo una entidad nosológica claramente definida. Insistimos que este trastorno persiste toda la vida y si bien es cierto cuando estos pacientes fueron inicialmente diagnosticados, no presen-taban síntomas de la esfera depresiva, con el curso de la evolución, la irrupción de la adoles-cencia y el incremento de las exigencias personales y del medio social, más la dificultad objetiva en los rendimientos a causa del trastorno mismo, convierte a este grupo de pacientes en sujetos vulnerables a padecer algún tipo de trastorno en salud mental, especialmente en el área del humor (5-6-7-8). Además considerando que en este trabajo rescatamos el antecedente de dos padres depresivos y en dos familiares directo el antecedente de suicidio, antecedentes que El trastorno primario de la vigilancia es un cuadro que persiste toda la vida por lo que requiere un tratamiento a largo plazo o de por vida. Los pacientes adecuadamente tratados con psicoestimulantes mejoran su rendimiento escolar y su funcionamiento global. Además, los pacientes en tratamientos tienen una mayor autoestima, mejor estado de ánimo y menor severidad de los síntomas depresivos. Reconocemos, en concordancia con la literatura, una alta asociación con síntomas depresivos, mayor que la esperada para la 49 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia población general. Concluimos en plantear la necesidad de un diagnóstico precoz que conlleve un esquema terapéutico multidisciplinario que permita involucrar activamente al sujeto afectado, su familia y su entorno social, todo lo cual impactará significativamente en la calidad de vida de estos sujetos. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Primary disorder of vigilance: A novel explanation of inattentiveness, daydreaming, boredom restlessness and sleepiness. J. Pediatr. 1990,116:720-725. 2. Pichot, P.; López - Ibor, J. y Valdés, M.; DSM IV Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales, Editorial Masson S.A., Barcelona 1995. 3. Fernández, F.; Campos, A., López, I., Japaz, O. Trastorno primario de la vigilancia, un diagnóstico diferencial del síndrome de déficit atencional. Boletín de la Sociedad de Psiquiatría y Bibliografía 1. Weinberg, W.A and R.A. Brumback. 50 Distonías que responden a dopamina (DRD) y se relación con depresión mayor (DM) José Torrens et al Neurología de la Infancia y Adolescencia . 1996, 7:14. 4. Weinberg, W. y Harper, C. Vigilance and its disorders. Neurologic Clinics. 1993,15978. 5. Warren, A., Weinberg, M., Caryn, R. et al: Attention - Deficit/Hyperactivity Disorder III: Disturbances of vigilance. A. Psychiatric. 1998,21:503-525. 6. Weinberg, R.A.; Rutman, J.; Sullivan, L. et al. Depresion in Children referred to an educational diagnostic center: diagnosis and treatment. J. Pediatr 1973,83:1065-72. 7. Brumback, R.A.; Weinberg, W.A. Relation- ship of Hyperactivity and depression in children. Percept mot skill. 1997,45:247-51. 8. Weinberg, W.A.; Mc Lean, A.; Snider, R.L. et al: Depression, Learning disability, and school behavioral problems. Psychol rep 1989,64:275-283. 9. Weinberg, W.A.; Schraufnagel, C.D.; Harper, C.R. et al. Algorithms for the treatment of affective illness, primary disorder of vigilance, and task-dependent attention disorders (learning disabilities) in children and adoles-cents. J. Child Neurol. 1996,11:3. 10. Fernández F, Campos C. Trastorno primario de la vigilancia. Aspectos neurológicos y psicológicos en síndrome de déficit atencional. Editores: López I, Troncoso L, Förster J, Mesa T.; Editorial Universitaria, 1998. pp 255-262. Introducción Es un síndrome de contracción muscular mantenido, causando frecuentemente torsiones, movimientos repetitivos y/o posturas anormales. para la síntesis de L-Dopa, que da la forma recesiva de DRD (H.R.). BH4 es cofactor de la Triptofano Hidroxilasa para la síntesis de serotonina. Antecedentes Históricos Hipótesis de Trabajo Segawa en 1971 describió una distonía generalizada en adultos, de curso progresivo, con fluctuación diur na con excelente respuesta a L-Dopa. Tiene Herencia Autosómica Domi-nante (A-D). Se plantea que en pacientes catalogados como distonías generalizadas o Parálisis Cerebral mixtas de causa no precisada hay que buscar D.R.D. y se cer tifica el diagnóstico según respuesta a L-Dopa. T. Nygaard en 1994 presenta una serie de 5 pacientes con Distonía-Parkinson, catalogados como (P.C.) Parálisis Cerebral, con excelente respuesta a L-Dopa. Puede existir una relación con depresión mayor por alteración similar de vías metabólicas de síntesis de DopaminaNoradrenalina y Sero-tonina. Torrens y Soto en 1998 presentan 5 casos similares. El propósito del estudio es evaluar el efecto terapéutico de L-Dopa, C-Dopa en DRD y diferenciar y caracterizar cuadros clínicos Autosómico dominante y Autosómico recesivo. Tanaka y Nygaard en 1994 identifican el gen responsable en el cromosoma 14 q Locus D22.1-22.2 que codifica la enzima GTP ciclohidroxilasa I para la síntesis de Tetra Biopterina (BH4). La Biopterina es un cofactor de la Tirosina-Hidroxilasa para la síntesis de L-Dopa. D.R.D. por deficiencia Tetrabiopterina (TH4), A-D Gen 14 q 22.1. - Retardo movimientos fetales. - Retardo del desarrollo motor - Hipotonía leve a severa - Pérdida de la marcha antes de los 10 años. - Cuadro extra piramidal progresivo Ludecke y Nygaard 1995 identifican el gen de la Tirosina Hidroxilasa (T.H.) en 11p 15, 51 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia - predominio distónico, inicio 6 meses - 2 años. Signos piramidales, hiperreflexia, Babisky. Intensificación de los síntomas en el transcurso del día. Excelente respuesta a L-Dopa. C.I. normal o retardo mental leve. TAC-RNM cerebral, estudios errores congénitos del metabolismo normales. Biopterina disminuida, Neopterina disminuida, ácido Homavalínico disminuido en L.C.R. Positron Emisión Tomography (PET): Tomo-grafía emision positrónica con fluorodopa normal. Indemnidad neuronas Nigro estria-tales dopaminérgicas. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 D.R.D. por deficiencia Tirosina Hidroxilasa A-R gen 11 p 15. - Severo retardo movimientos fetales 5º 6º mes con baja intensidad. - Hipotonía leve a severa. - Retardo desarrollo psicomotor severo predominio motor. - Ninguno logra marcha independiente sin terapia. - Cuadro extrapiramidal progresivo predominio distónico, inicio desde los 6 meses a los 8 años. - Sin variación diurna de los síntomas. - Signos piramidales, hiperreflexia ++ 52 Distonías que responden a dopamina (DRD) y se relación con depresión mayor (DM) - Moderada respuesta a L-Dopa ++ - C.I. disminuido. - TAC-RNM cerebral, estudio errores congénitos metabolismo nor males TH4, Biopterina, 5 Hidroxindola cético, (SHIAA) normal en LCR. - PET con fluorodopa normal. José Torrens et al Material y Métodos Se seleccionan 4 pacientes catalogados como distonías generalizadas o parálisis cerebral mixtas de etiología no precisada para buscar Distonías que Responden a Dopamina (D.R.D.) y se cer tifica el diagnóstico según respuesta a L-Dopa. Además se observa la respuesta que se obtiene sobre la depresión mayor de un paciente, ya que hay una alteración similar de vías metabólicas de síntesis de Dopamina-Noradrenalina y Serotonina, y se analiza el árbol genealógico de estas familias donde la depresión mayor es muy frecuente. Se hace un estudio prospectivo con 4 pacientes cuyos padres dan consentimiento informado por escrito para iniciar tratamiento con L-Dopa 250 mg., C-Dopa 50 mg. Se utilizó pauta evaluación funcional que se describe a continuación: Dividida en áreas Distonía - Postura - Función - Avd - Marcha. Se da un puntaje de 1 a 5 grados en cada área, para finalmente calcular un promedio. Distonía 1. Sin distonía (normal) 2. Aparece en una acción particular. 3. Distonía presente en muchas acciones, aparece ocasional en reposo. 4. Presente en todas las acciones y la menor parte del tiempo en reposo. 5. Distonía de reposo permanente, presente en todas las acciones. Postura 1. Sin alteración (normal). 2. Mantiene posturas con facilidad. 3. Puede mantener posturas con dificultad. 4. Puede mantener algunas posturas con ayudas. 5. Compromiso máximo de la postura que es posible mantener o no con gran dificultad. des de la vida diaria. 5. Totalmente dependiente. Función 1. Sin alteración (normal). 2. Distonía presente pero no interfiere la función. 3. Mayor dificultad para lograr la función. 4. Con gran dificultad ejecuta algunas acciones, alcance de objeto. 5. Nula posibilidad de acción. Marcha 1. Normal. 2. Leve trastorno funcional, deambulador comunitario pero con lentitud, con o sin ayudas técnicas. 3. Moderado trastor no, deambulados domiciliario con o sin órtesis, bastones, carrito u otras ayudas técnicas. 4. Severo trastorno, sólo desplazamiento asistido domiciliario. Traslados mayores en silla de ruedas manejada independiente-mente. 5. Grave trastorno, se desplaza sólo en silla de ruedas, no la maneja. Actividades de la vida diaria 1. Sin limitaciones (normal). 2. Autovalente con dificultad y lentitud. 3. Mantiene independencia en la mayoría de las actividades de la vida diaria, con o sin ayudas técnicas. 4. Dependiente en la mayoría de las activida53 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Hipotonía ++++ ++++ ++++ ++++ AMC + + + Variación diurna ++ Distonía +++++ +++++ ++++ ++++ Bradikinesia +++++ Rigidez + Temblor + Postural ++ +++++ +++++ +++++ Hiperrreflexia ++ + + Inicio Tratam. Dopa 15a 7a 1a 3a Duración tratamiento 7a 5a 2a 5a Dosis mantención 250mg L-Dopa 125mg L-Dopa 250mg L-Dopa 60mg L-Dopa Efecto terapéutico +++++ +++ ++ ++ Características de los Pacientes Se considera una respuesta significativa en la terapia cuando se obtiene un cambio en 1 grado en un área. La respuesta es clínicamente significativa cuando se obtiene un cambio en 1 grado en 3 áreas o más. Escala de mejoría clínica Leve (+) = área Moderada (++) = áreas Bueno (+++) = áreas Muy bueno (++++) 4 áreas Superior (+++++) = áreas cambio 1 grado en 1 cambio 1 grado en 2 cambio 1 grado en 3 = cambio 1 grado en cambio 1 grado en 5 o más. Se establece una línea de base con la pauta de evaluación que sirve de control. Se comienza la terapia con 1/8 tableta de 250 mg. De L-Dopa + 50mg C-Dopa que sube mensualmente en la misma cantidad, hasta obtener respuesta terapéutica, repartida 2 3 veces al día, este se considera dosis de mantención, es la menor dosis del medicamento, con que se obtiene una respuesta terapéutica beneficiosa, sin efectos secundarios. Se incluyen en el protocolo 4 pacientes con un mínimo de 2 años de terapia con L-Dopa. Antecedentes Clínicos Paciente Nº 2 4 Edad / Sexo 14 / F 10 / M Movimientos fetales 6º mes DSM Sedente Marcha - Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Escolaridad Escuela especial 2 Sin escolaridad 2 1 3 21 / M 3/M Resultados Edad de inicio del tratamiento con L-Dopa Rango: 1 a 16 años Promedio: 8.5 años 5º mes 5º mes 15 a - Duración del tratamiento Rango: 2 a 7 años - Dosis mantención Rango: 60 - 250 mg. 54 Distonías que responden a dopamina (DRD) y se relación con depresión mayor (DM) Efecto Terapéutico Sin respuesta Leve + Moderado ++ Bueno +++ Muy bueno ++++ Superior +++++ José Torrens et al en la población general de más menos un 1% y Depresión Mayor más menos un 10% con predominio femenino. Se define como una herencia multifactorial, con una carga de varios genes y significativa influencia del medio psicosocial. A pesar de una intensiva búsqueda de genes responsables, con técnicas de genética molecular, no ha sido posible determinar genes específicos, concluyente y consensuadamente. 2 1 1 Efectos Colaterales - Nauseas 2 - Vómitos 2 El gen 14q 22.1 tiene una frecuencia estimativa de 1:2.000.000, con penetrancia incompleta e inicio distonía de menor de un año de edad hasta mayor de 70 años. Ceden bajando la dosis Exámenes Laboratorio La Tetrabiopterina (TB4) actúa como cofactor y en la cadena de síntesis de varios neurotrans-misores: Dopamina, Nor Adrenalina, Epinefrina, Triptofano, Serotonina, Melatonina, por lo que sin duda debe jugar un impor tante rol en los trastornos del humor, concordando la evidencia clínica de la familia 1. Además hay un alto índice de alcoholismo de los hermanos paternos y la madre tiene una Depresión Mayor tratada. - Estudio metabólico - TAC - RNM - Normales - Retardo desarrollo psicomotor moderado a severo - Escoliosis severa 2 pacientes. - No están disponibles estudios de TB4 en LCR, ni estudios de genética molecular. Evolución Los pacientes D.R.D con herencia A-R con deficiencia de la tirosina hidroxilasa es el grupo descrito más g rave y con una respuesta a L-Dopa moderada influye en esto que todos tienen una A.M.C., que suma atrofia muscular, retrac-ciones de partes blandas y rigideces articulares. Durante el curso del tratamiento de la distonía del paciente índice, fue muy notoria la elevación del humor paralelamente a la mejoría motora, lo que nos hizo pensar si existiría una etiopatogenia común. Sólo una evaluación en escala Zung de depresión de 65 a 30 puntos. Esto está de acuerdo con la literatura según la cual existe una respuesta variable a L-Dopa de excelente a leve, o sólo se logra la estabilización del cuadro clínico. Koch R, Gluttler F. presentan un caso de una mujer de 25 años con una moderada hiperfenila-laninemia debida a una mutación de la Hidroxil fenilalanina, presenta una depresión mayor con crisis de pánico, se trata con BH4 100 mg. al día con una espectacular respuesta; un año con seguimiento estable. En cambio todos los pacientes con deficiencia (TH4) la respuesta es superior. Depresión De las 4 familias estudiadas, todas tienen antecedentes de Depresión Mayor (D.M.) diag-nosticadas y tratadas por psiquiatras, hospitali-zaciones y un suicidio. No hay antecedentes de Enfermedad Bipolar (E.B.). BH4 FENILALANINA TIROSINA De acuerdo con los conocimientos actuales la enfermedad Bipolar tiene una incidencia Tirosina 55 BH4 Fenilalanina 4- Hidroxilasa L-DOPA Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Hidroxilasa DOPAMINA NOREPINEFRINA EPINEFRINA PNMT TRIPTOFANO Año 14, Nº 2, Octubre 2003 HIDROXITRIPTOFANO SEROTONINA Triptofano AADC Hidroxilasa Dopamina 13- Hidroxilasa BH4 HOMT MELATONINA NOCETIL SEROTONINA Serotonina Nacetilasa 5 56 57 Boletín Sociedad Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Revisión dedetemas Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Quistes aracnoidales Dra. Catalina Culcay AADC: Acido decarboxilasa L amino la función de canales iónicos. Aparece en la primera o segunda década de la vida, con paroxismos distónicos de miembros superiores y axiales. aromático HOMT: Hidroxindol-O-metiltranferasa Los pacientes se mantienen autovalentes, la ingesta de alcohol produce una espectacular respuesta, inhibiendo la distonía, por lo que muchos pacientes terminan con alcoholismo dependiente, la medicación actual no tiene una buena respuesta. Alcoholismo Familiar Espectro Depresivo, es una entidad clínica específica, es un tipo de Depresión Mayor familiar, en que los hombres padecen alcoholismo dependiente y las mujeres depresión mayor, con fuerte influencia psicosocial, con imprinting de los cromosomas sexuales, ya que condicionan características clínicas especiales según sea el sexo de los pacientes o el de sus padres. No se conocen el o los genes responsables. El gen de la Tirosina Hidroxilasa (T.H.) 11 p 15 5, identificado por Ludecke 1995, demuestra acoplamiento en D.R.D., pero con herencia A-R. Se han descrito 12 familias europeas con 16 pacientes. Una estimación por Nº pacientes diagnosticados en Chile puede ser 1:2.000.000. Es un hecho conocido la comorbilidad entre Depresión mayor y Enfermedad Bipolar con alcoholismo siendo los g rupos más importantes en poblaciones de alcohólicos con antecedentes familiares. Los estudios de acoplamiento de 11 p 15.5 con depresión mayor y enfermedad bipolar son variables según muestra estudiada, país, autor, predominando los resultados negativos, con 2 excepciones: - Malafosse, Leboyer 1997 de 11 familias estudiadas con enfer medad bipolar encuentran acoplamiento en 2 con 11p.15 - Gerhard 1987, encontró acoplamiento en una familia Amish, de las 4 familias estudiadas la depresión afecta 6 hombres y 3 mujeres y en el espectro depresivo 14 hombres y 3 mujeres. La familia 1 nos muestra un patrón de alcoholismo sólo en hombres y con distonía en ambos sexos, donde el gen 14q 22.1, se segrega por línea paterna y depresión Mayor por línea materna probablemente de otro origen. Otro trabajo en una población de alcohólicos divide los pacientes en: Abuso de alcohol, alcohólicos dependientes, alcoholismo con depresión secundaria y depresión con alcoholismo secundario, siendo este último grupo el más frecuente. Hay varios estudios que demuestran que en la evolución de una depresión hay una caída de los niveles de TH4 y T.H. para alcanzar niveles normales coincidiendo con la mejoría clínica. Existe un cuadro llamado distonía mioclónica que responde a alcohol, gen 7 q 21, A-D codifica un sarcoglicano de membrana que podría producir trastorno de Estas evidencias hacen plantear nuevas líneas de investigación en la depresión usando BH4, L-Dopa o complementando los 58 Quistes aracnoidales Catalina Culcay tratamientos habituales, especialmente en depresión mayor resistente, comorbilidad alcoholismo-depresión, depresión con mayor sintomatología dopami-nérgica, depresión mayor con antecedentes familiares de distonía focal o generalizada. 5. Conclusiones 6. - En toda distonía o Parálisis cerebral mixta de la infancia de etiología no precisada debe pensarse en D.R.D. - La excelente respuesta a L-Dopa + C-Dopa hace el diagnóstico. - La respuesta terapéutica es mantenida y sin efectos secundarios o tóxicos de importancia. - Existe la evidencia clínica que los genes 14q 22 y 11p 15 se pueden expresar con dos fenotipos: Depresión mayor, distonía generalizada y posiblemente comorbilidad con alcoholismo. - Estas obser vaciones deben complementarse con estudios de genética molecular. - En cuanto a la respuesta antidepresiva, durante el curso del tratamiento de la distonía del paciente índice, fue notoria una elevación del humor paralelamente a la mejoría motora, lo que nos hizo pensar si existiría una etiopatogenía común, lo que nos hace plantear la posibilidad de nuevas perspectivas en el estudio y tratamiento de las depresiones. 7. 8. 9. 10. 11. Referencias 1. 2. 3. 4. Nygaard TG, Marsden CD Duvoisin RC. 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Identification of a naturally occurring polymorphism in the pr region of the 28. 29. 30 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 60 Año 14, Nº 2, Octubre 2003 norepinephrine transporter and analysis in major depression. Zill P, Engel R, Baghai TC, Juckel G, Frodl T, MullerSiecheneder F, Z P, Schule C, Minov C, Behrens S, Rupprecht R, Hegerl U, Moller HJ. Parental major depression and the risk of depression and other disorders in offspring: a prospective-longitudinal community s. Lieb R, Isensee B, Hofler M, Pfister H, Wittchen HU. Genetic risk factors for major depression in men and women or different heritabilities and same or partly distinct genes? Kendler KS, Gardner CO, Neale MC, Prescott CA. Evidence for a locus on chromosome 1 that influences vulneral alcoholism and affective disorder. Nurnberger JI Jr, Foroud T, Flury L, Su J, Meyer ET, Hu K, Crowe R Edenberg H, Goate A, Bierut L, Reich T, Schuckit M, Reich W. 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Pandeey GN, Dwivedi Y, SridharaRao J, Ren X, Janicak PG, Sharma R. Trinucleotide repeat expansions: do they Quistes aracnoidales Catalina Culcay contribute to bipolar disorder? Goossens D, Del-Favero J, Van Broeckhoven C. Los quistes aracnoidales son las anomalías del desarrollo más frecuentemente diagnosticados de forma incidental en la infancia, ocasional-mente pueden producir síntomas por expansión o sangramiento. Aspectos como su predominio en el sexo masculino, localización más frecuente en el lado izquierdo, todavía no tienen una explicación aceptada; por otra parte existe controversia sobre su rol y sobre la mejor opción quirúrgica para su tratamiento. ejercida sobre ellas, esto ocurre en los quistes cerrados. En cuanto al contenido, suele ser un líquido incoloro de composición similar al LCR. En ocasiones es amarillento, con tasa elevada de proteínas y a presión superior, sucediendo esto habitualmente en quistes no comunicantes. Clasificación y características - Topográfica: raquídeos y craneales. - Raquídeos : cervicales, dorsales, lumbares y sacros. - Craneales : supra e infratentoriales. El objetivo de esta revisión es describir la clasificación, patogénesis, manifestaciones clínicas y tratamiento de los quistes aracnoidales raquídeos y craneales. Quistes raquídeos Definición Independientemente de su ubicación regional pueden ser extradurales, intradurales y radiculares. Todo tipo de cavidad anómala, abierta o cerrada, de contenido similar al líquido cefalorraquídeo, relacionada con el estuche meníngeo, de natu-raleza no inflamatoria, tumoral ni parasitaria, cuyas paredes son de aspecto membranoso y están constituidas por aracnoides (1). Quistes extradurales Se encuentran localizados en el espacio epidural, sistemáticamente en el plano posterior de la médula, con su fondo de saco en situación caudal. En ocasiones son muy extensos, hasta con 300ml.de LCR en su interior, llegando a erosionar los pedículos y arcos ver tebrales adyacentes y ensanchando a su nivel el canal raquídeo. Tipos Abiertos o comunicantes y quistes cerrados o no comunicantes. Anatomía patológica Pueden frenar el crecimiento de los cartílagos epifisarios produciendo escoliosis, cifosis o deformidades vertebrales. Pueden ser únicos o múltiples, dependiendo sobre todo de su ubicación, los intracraneales en general son únicos. El tamaño es diverso, desde unos milímetros a varios centímetros, y la forma varía desde esférica, oblonga, ovoide o piriforme cuando son cerrados a una for ma aplanada, moldeada por las estructuras adyacentes, cuando son abiertos. Su pared, es por definición, tejido aracnoídeo que aparece como una membrana fina y semitransparente, a veces engrosada hasta casi un milímetro de espesor, brillante blanca o azulada. La pared y las estructuras adheridas estarán tanto más adelgazadas y aplanadas cuanto mayor sea la presión La hipótesis patogénica más admitida es la de una herniación de la lámina parietal de la aracnoides hacia el espacio epidural a través de un defecto congénito de la duramadre o en un punto débil de la misma. La aracnoides protruye hacia el espacio epidural, cuya presión es relativamente menor que la del espacio subaracnoídeo, por lo que el divertículo en comunicación directa con el LCR, puede progresar en tamaño sin más limitación que la que le impone el espacio físico. Los incrementos de presión subaracnoídea producidos por cambios posturales, tos, esfuerzos, se transmiten en 61 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia su interior instantáneamente. Si la entrada es amplia , el LCR inyectado en él, podrá volver a salir con fluidez pero si la entrada es estrecha, se establece un mecanismo valvular unidireccional que precipita el crecimiento del quiste hasta el punto de producir compresión medular por simple compromiso volumétrico. Los quistes extradurales son siempre comunicantes, al menos inicialmente. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Los quistes intradurales, al disponer de un espacio mucho mayor que el epidural para su desarrollo, pueden alcanzar grandes tamaños sin producir síntomas, adaptándose a la morfología de la médula. Cuando se descompensan la convivencia del quiste con el tejido ner vioso, provoca sintomatología similar a los extradurales: dolor local o irradiado de aparición a veces postural, afección de vías largas medulares y, rara vez, un nivel lesional. El cuadro clínico es poco característico, en tanto no ocurra un compromiso de espacio son asintomáticos o producen algias segmentarias. Cuando ocurre el compromiso de espacio, los síntomas y signos corresponden a los de una compresión medular extrínseca, a menudo intermitente. Quistes radiculares La mayor parte de las veces son hallazgos casuales, son más frecuentes en localización sacra, pueden afectar cualquier raíz. Tipos: Perineurales, extradurales, seudoextra-durales y dilatación de vaina radicular. Quistes intradurales Se sitúan íntegramente en el espacio subarac-noídeo, suelen ser múltiples, de variado tamaño, asociados con frecuencia a quistes radiculares. La gran mayoría de ellos son asintomáticos, pueden causar dolor cuando desencadenan síntomas irritativos. Generalmente no provocan deformidades óseas notables, asientan también en el plano retromedular. Su origen es controvertido, se plantea una disembrioplasia de tipo disrráfica en la que la trabeculación de la aracnoides se realiza de forma incorrecta, organizándose en ciertos tramos en red membranosa con escasa fibras elásticas, en especial a nivel de los puntos de emergencia de las raíces en la superficie medular. Estas membranas,sufrirán una paulatina invaginación sacular hasta convertirse en un divertículo, que a futuro pueden permanecer ampliamente abier tas y f láccidas, desarrollar un mecanismo valvular y crecer intermitentemente o cerrar su cuello y conver-tirse en quistes no comunicantes. Estos últimos no son estáticos, con frecuencia no determinada pueden iniciar un crecimiento secundario, la razón no es clara, puede atribuirse a una secreción activa de su pared por vellosidades o por formaciones coroideas; o más probablemente por un mecanismo osmolar. Origen, como el de todos los quistes se piensa en una base disembrioplásica, que sirve de punto de partida para el posterior progreso de las formaciones cavitarias. La manifestación clínica común es la irritativa, con dolor irradiado por el territorio radicular correspondiente, a veces con clara relación postural. Se asocia frecuentemente con hernias discales. Quistes craneales Los quistes aracnoidales fueron descritos por primera vez en 1831 por Bright (2). Corresponden a cerca del 1% de todas las lesiones de masa atraumáticas intracraneales (3), ocurren en cerca de 0,5 % de las autopsias como hallazgo incidental (4). Patogénesis 62 Quistes aracnoidales Catalina Culcay Su etiología específica ha sido motivo de considerable controversia, se ha planteado un origen congénito malformativo, trauma, infección e incremento de presión intracraneal. Actualmente la teoría sobre su origen congénito es la más aceptada (2). Por otra parte la discusión de las dos hipótesis -alteración del desarrollo de la aracnoides versus agenesia de las estructuras cerebrales que resulta en dilatación del espacio que contiene LCR- está disminuyendo. Las dos diferentes entidades, quiste aracnoidal y agenesia cerebral focal pueden coincidir, pero excepcionalmente. se reunieron 285 casos, que fueron analizados retrospectivamente (4). Esencialmente los resultados coinciden con los de otras largas series. Existió predominancia en varones (63,8%). La edad media de inicio de los síntomas fue 6 años, lo que refuerza la etiología congénita. La presentación clínica es dominada por el carácter expansivo de la lesión que lleva a un aumento de la presión intracraneana, frecuente-mente asociada con macrocráneo, en 50 %. Los otros síntomas están relacionados con la localización del quiste en términos de irritación local de las estructuras cerebrales adyacentes. Convulsiones fueron reportadas en 18%; hallazgos electroencefalográficos correspondientes al quiste en 32%. La hipótesis de la agenesia está siendo abandonada en base a la siguientes evidencias: 1. Reexpansión del lóbulo temporal después de la cirugía 2. El cálculo de volumen y comparación de peso no revela diferencias significativas entre los dos hemisferios. 3. No existe indicios de agenesia de estructuras cerebrales en quistes aracnoidales localizados en otros lugares del cerebro. De los 285 niños, en 47 (16,5%), el antecedente de un trauma menor fue el motivo de admisión en el hospital. Frecuentemente en la fisura Silviana la ruptura de las venas puente y los vasos cor ticales, resultan en hemor ragias subdurales, con la consecuente ocupación de espacio, con la extensión desde el espacio subdural a la cavidad del quiste. Los quistes aracnoídeos se originan por anomalía en la separación y duplicación de los endomeninges (4). Una alta proporción de hematomas sintomáticos necesitan un manejo de emergencia, sin embargo los hematomas subdurales e higromas son complicaciones infrecuentes. Manifestaciones Clínicas A pesar de múltiples estudios clínicos, radioló-gicos y patológicos, persisten controversias relacionadas con la patogénesis, estrategias terapéuticas y relación de los quistes arac-noidales con signos no progresivos como cefalea o convulsiones; pueden ser clínica-mente silentes y ser reconocidos solamente como hallazgo incidental en examen postmorten o en estudios de neuroimagen. Los hallazgos neurológicos comunes son: cefalea, convulsiones, hidrocefalia retraso en el desarrollo, signos específicos resultantes de compresión del tejido neural o aumento de la presión intracraneana, y aumentos localizados compen-satorios del cráneo (1). Distribución de la localización de quistes aracnoidales (n= 285) Fisura Silviana 34,6% -Cisterna cerebelomedular 15,5% Convexidad cerebral 12,9% Area sellar 11,3% Otra 10,4% Fisura interhemisférica 6,5% Area supracolicular 5,2% En un estudio cooperativo Europeo de niños con quistes aracnoidales (edad 0-15 años), 63 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Angulo 2,3% - Area clival 1,3% e Año 14, Nº 2, Octubre 2003 cerebelopontino cerebelopontino. interpeduncular Tipos: Infratentoriales y supratentoriales Quistes craneales infratentoriales Dos tercios tienen localización supratentorial; los quistes de la fisura Silviana pueden alcanzar un tamaño considerable con signos c línicos de hipertensión intracraneana o síntomas relacionados a compresión de estructuras cerebrales adyacentes. En el área de la cisterna cerebelomedular, pueden ocasionar síntomas cerebelosos, pero casi invariablemente se presentan con incremento de la presión intracraneana debido a hidrocefalia obstructiva. Los quistes hemisféricos extensos pueden extenderse en las tres fosas craneales. En la localización suprasellar, los quistes pueden expandirse en todas las direcciones, con compromiso del sistema óptico, si son extensos e hidrocefalia debido a oclusión del foramen de Monro. La mayor parte de ellos son únicos, abiertos o cerrados. Clasificación: - De línea media posterior a. Posterosuperior b. Posteroinferior 1. Cerrados 2. Abiertos al cuarto ventrículo 3. De cisterna magna. - Hemisféricos - De ángulo pontocerebeloso. Por frecuencia ocupan el segundo lugar entre los quistes craneales a continuación de los de fosa media y, aunque pueden permanecer asintomáticos, con gran facilidad producen cuadros clínicos seudotumorales por su propia masa o por interferencia con la circulación del LCR; lo que ocurre preferentemente en los cerrados. Clasificación Los criterios para la clasificación son principal-mente radiológicos, en base a su morfología y propiedad de comunicación con las estructuras adyacentes, o patológicas en relación con malformaciones asociadas. En relación a su origen y crecimiento, tienen una naturaleza malformativa ; la causa primaria se atribuye a una mala diferenciación del mesénquima periaxial con defectuosa par tición entre piamadre y arcanoides con formación de membranas leptomeníngeas más o menos saculares, que crecerán por la presión pulsátil de LCR. Galassi et al (4) subdivide los quistes de fosa media en tres tipos : - Tipo I . Tiene forma de huso, se limita a la parte anterior de la fosa temporal con compresión del polo posterior temporal y sin obvio efecto de masa. - Tipo II. Son de tamaño medio, localizados en la parte anterior y media de la fosa temporal, es más común el efecto de masa. - Tipo III. Es la forma más severa, son de gran tamaño, ocupan toda la extensión de la fosa media e inclusive puede extenderse a las fosas vecinas, es muy común el efecto de masa. Pueden igualmente desarrollar mecanismos valvulares y ocluirse secundariamente. El cuadro clínico es polimorfo en relación sobre todo con la localización del quiste, con buena parte de ellos como hallazgo casual asinto-mático, variando desde una hipertensión intracraneal inespecífica por hidrocefalia obstructiva hasta lesión de pares craneales aislada con ataxia y dismetría por afección cerebelosa y, en ocasiones siringomielia por estenosis vallecular. En la fosa posterior, Arai y Sato (4). Distinguen entre quistes retrocerebelares de la línea media, quistes cerebelares hemisféricos, y quistes del ángulo Quistes de la línea media posterior 64 Quistes aracnoidales Catalina Culcay Se disponen a lo largo del rafe medio posterior y son los más numerosos, se pueden dividir en dos grupos superior e inferior. Los cerrados se implantan en los alrededores del agujero de Magendie, vallécula y cisterna magna, pudiendo crecer sobre el vermis inferior y desbordar la membrana de Retzius hacia arriba o el propio contorno del agujero occipital hacia abajo. Si ocluyen el drenaje del IV ventrículo producirán hidrocefalia o hidrocefalo-mielia, acompañado o no el cuadro por sintomatología cerebelosa traducida sobre todo por ataxia. Los de la línea media posterosuperior se sitúan en la vecindad de la incisura del tentorio, en el sistema paracollicular, por lo que son denominados incisurales o paracolliculares, pudiendo alcanzar por arriba la porción posterior del tercer ventrículo. En los quistes de línea media posteroinferior abiertos al IV ventrículo el diver tículo amputa y ocupa la cister na magna, comunicando con el ventrículo a través del velo medular posterior ampliamente, imitando a veces la morfología de un síndrome de Dandy-Walker. Si el drenaje ventricular no está perturbado, pueden ser asintomáticos durante toda la vida. Suelen ser cerrados, aunque algunos tienen su boca comunicante con la propia cisterna en donde asientan, y la mayoría son aintomáticos. Cuando crecen pueden producir hidrocefalia obstructiva por acodamiento del acueducto o cuadro cerebeloso fundamentalmente vermiano superior. En el grupo posteroinferior, los quistes asientan en la vallécula, cisterna magna y ver mis inferior, de for ma que en su crecimiento tienden a separ los hemisferios cerebelosos, aunque con frecuencia se lateralizan modera-damente ejerciendo presión sobre un hemisferio y su correspondiente amígdala. Un tercer grupo está constituido por los quistes de cisterna magna, megacisterna magna ocluída las cavidades se forman a expensas de una dilatación sacular de la verdadera cisterna magna, cuyas paredes pueden engrosarse y fibrosarse y presentar incluso un tabique sagital. Con mayor frecuencia son cavidades asintomáticas, como corresponde a una simple 65 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia 66 Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Contribuciones Un cronopio que se niega a la fama Sr. Claudio Ramírez Melgarejo Asesor Comunicacional SOPNIA megacisterna magna. Sin embargo, , si la fibrosis reactiva ocluye su entrada o si la trabeculación aracnoídea intraquística es defectuosa e incapaz de amortiguar la pulsión licuoral, su crecimiento puede producir el efecto de un proceso expansivo con la consiguiente hidrocefalia obstructiva, lesión de pares craneales bajos o de vermis inferior, estenosis vallecular secundaria con hidromielia, etc. IV. De hendiduras o cisuras - Interhemisféricos - De hendidura de Bichat - Silvianos - Rolándicos V. Basales - Supraselares (extraordinariamente raros) - Silla turca vacía VI.Extradurales Quistes hemisféricos Los quistes lobares, situados en la convexidad de los hemisferios, así como los intraparenqui-matosos, suelen ser cerrados, produciendo un efecto expansivo sobre las estructuras circundantes. De este modo, el cuadro clínico que ofrecen es indistinguible del de un proceso tumoral, con posibles manifestaciones irritativas en forma de crisis epilépticas focales o generalizadas o manifestaciones deficitarias (piramidalismo, paresias, hipoestesias, hemianopsia), según su localización y función del correspondiente lóbulo. Pueden ser cerrados o abiertos, adosados a la superficie de un hemisferio cerebeloso al que en ocasiones llegan a sustituir por completo, ya sea por atrofia secundaria del hemisferio o por hipoplasia del mismo. Cuando son de tamaño pequeño suelen ser asintomáticos. Quistes de ángulo pontocerebeloso Se localizan en la fosa cerebelopontina limitando con la cara inferior del hemisferio cerebeloso. A veces comunican con el agujero de Luschka o se prolongan hacia atrás sobre el hemisferio, pudiendo observarse en su pared células ependimarias y plexos coroideos. Comprometen preferentemente los pares VII y VIII y menos el V, VI, IX y X , rechazándolos medialmente. La localización intraventricular es bastante más rara y plantea similares problemas de embrio-génesis; tal vez en este caso la proximidad de las telas coroideas facilite una más clara explicación. Por si mismos son asintomáticos, aunque finalmente interfieren con la circulación licuoral produciendo una hidrocefalia uni, bi o triventricular, según el lugar en que asienten. Quistes craneales supratentoriales Clasificación I. Lobares: - Frontales - Temporales o de fosa media - Parietales - Occipitales II. Intraparenquimatosos III.Intraventriculares Mucho más común es la localización en la hendiduras o cisuras del cerebro, especialmente en la cisura de Silvio y en la interhemisférica. Son con frecuencia abiertos y su abertura se suele alinear con el sentido circulatorio del LCR. En el grupo V o basal quedan comprendidos 67 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia fundamentalmente los quistes de la región del infundíbulo y la silla turca. Los primeros implantados en el tallo hipofisario, son causa ocasional de defectos endocrinos con talla cor ta y trastornos hipotalámicos como pubertad precoz, diabetes insípida, etc. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 que ocurra la fusión completa de las dos hojas, permaneciendo separadas las membranas, constituyendo una duplicación de la aracnoides. El tamaño y la localización dentro de la fisura dependerá de factores locales. Esta hipótesis, puede explicar la mayor frecuencia de localización en la fosa media (5). Los quistes extradurales de la región supratentorial son el equivalente a los quistes aracnoideos del diploe infratentorial. La mayoría de ellos son postraumáticos. Existen reportes que demuestran una relación entre la presencia de un quiste aracnoidal temporal izquierdo con el síndrome de déficit atencional, trastornos del aprendizaje y del lenguaje; estudios de tomografía con emisión de positrones demuestran hipometabolismo en áreas de lenguaje, que mejoran luego de la intervención quirúrgica del quiste (6); sin embargo todas estas obser vaciones necesitan ser validadas por estudios adicionales. Con o sin trauma previo,la arcnoides se hernia por un hiato dural de la bóveda craneal y aloja su saco herniario entre duramadre y tabla interna del hueso, la cual se adelgaza y llega a reabsorberse. Quistes aracnoidales de fosa media o temporales Son los de mayor frecuencia (50%), localizán-dose principalmente en el lado izquierdo (5). La predilección por la fosa media ha recibido varias explicaciones: 1. La menos probable es la que plantea su mayor frecuencia por su facilidad para ser detectados; 2. Son más frecuentemente sintomáticos que los de otras localizaciones , sin embargo en la mayoría de estudios constituyen hallazgos incidentales; 3. Una explicación más probable se obtiene en el desarrollo fetal del cerebro: a las 40 semanas de gestación, los hemisferios cerebrales tienen forma redonda, pero pronto se inicia la formación de una curvatura, alrededor de lo que constituirá la fisura de Silvio. El lóbulo temporal se desarrolla de la parte posteroinferior del hemisferio cerebral. Esta par te del cerebro crece anteriormente creando una hendidura entre sí mismo y el desarrollo del lóbulo frontal. Esta hendidura es inicialmente amplia, pero gradualmente se estrecha y se transforma en la fisura de Silvio. Durante su crecimiento, el hemisferio desplaza consigo a las meninges que lo cubren, un quiste aracnoidal se for mará cuando la aracnoides del lóbulo temporal se encuentra con la del lóbulo frontal, sin Mecanismos de crecimiento A pesar de múltiples investigaciones el mecanismo de expansión de los quistes permanece aún no claro; se plantean básicamente cuatro posibles mecanismos (4): - Secreción de la pared del quiste. - Mecanismo valvular que facilita la entrada de líquido al quiste y no su salida. - Persistencia de comunicación entre el quiste y las vías de circulación del LCR, manteniendo la expansión por presión de ondas de origen venoso durante eventos como tos, esfuerzo físico, etc. - Proceso de osmosis o filtración, similar al paso de LCR. Desde el espacio subaracnoídeo al seno venoso dural en las granulaciones de Pacchionian. Tratamiento En relación al tratamiento existen básicamente dos puntos de controversia: Indicación quirúrgica y la elección de la modalidad quirúrgica. Los quistes sintomáticos con un volumen de 50ml son indiscutiblemente de tratamiento quirúrgico. Sin embargo el manejo de quistes pequeños de 20 ml de volumen, con síntomas 68 Un cronopio que se niega a la fama Claudio Ramírez cuestionablemente relacionados a la lesión, o asintomáticos, permanece como materia de controversia. directo con exéresis lo más amplia posible y descompresión de la médula o de la raíz afectada. Cuando el quiste es encontrado de forma accidental, independientemente de su localiza-ción, no precisa tratamiento específico, basta con un seguimiento periódico. Existe referencia de resultados positivos relacionados con el tratamiento quirúrgico en el caso de síntomas no progresivos, sin embargo continúa siendo un aspecto controversial. Si el quiste, en general, es ya sintomático, al tratarse de un problema mecánico la solución adecuada es la quirúrgica. Los quistes raquídeos precisarán un abordaje La indicación absoluta para intervención quirúrgica es la presencia de hidrocefalia progresiva o hipertensión intracraneana (1). El manejo conservador está basado en la 69 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Reuniones y Congresos ausencia de evidencia de beneficio y un riesgo de 30% de recurrencia (7). fenestración tienen un excelente pronóstico. El estudio cooperativo Europeo (4) muestra que en el seguimiento de tres años, los síntomas preoperatorios se normalizaron o mejoraron en la gran mayoría (cerca de 75%), lo cual enfatiza el valor de la aproximación quirúrgica en general. El 18% desapareció en el seguimiento tomográfico, 61% disminuyó en tamaño, y solamente el 21% permaneció sin cambios. El uso de medicamentos antiepilépticos ha dado excelente resultado en la mayoría de pacientes con síntomas no progresivos y descargas paroxísmicas focales en el EEG (1). Conclusiones - Los quistes aracnoidales primarios son producto de malformaciones congénitas de las leptomenínges, se forman a través de una hendidura de la membrana aracnoídea. - Los quistes aracnoidales secundarios pueden resultar de trauma o infección. - Más del 50% de quistes intracraneales están situados en la fosa media y la mayoría son unilaterales, siendo el lado más afectado el izquierdo. - La agenesia parcial del lóbulo temporal puede preceder o coincidir con la formación del quiste. - Pueden ser diagnosticados desde el periodo prenatal o neonatal. - El mayor porcentaje son asintomáticos y son diagnosticados incidentalmente por scanner, RMN, o autopsia. La sintomatología ocurre por incremento de tamaño o hemorragia. - Cefalea y convulsiones son los manifestaciones más frecuentes en pacientes sintomáticos. - Recientes reportes de afasia, síndrome de déficit atencional, retraso del desarrollo relacionados con la presencia de quistes aracnoidales, requieren de futuros estudios que permitan una confirmación (6). - Alteraciones endocrinas se describen asociadas con quistes selares y trastornos de los movimientos con quistes de la Existen varias modalidades quirúrgicas: Shunt cistoperitoneal y craneotomía para fenestración y resección son las más comunes (6); otras opciones quirúrgicas incluyen: ventriculocis-tostomía, y craneotomía con parcial o completa cistectomía o marsupialización dentro del espacio subaracnoídeo, cisternas basilares o ventrículo. El 15% de quistes crean un hidro-céfalo obstructivo y necesitan una derivación ventricular del LCR. La clave del tratamiento quirúrgico, es eliminar el efecto expansivo y/u obstructivo. En el estudio cooperativo Europeo, la mayoría está a favor de la cirugía abierta y fenestración (43%), versus derivación del quiste (20%). La fenestración constituye uno de los métodos de elección en la actualidad(4), considera: 1. No es necesario resecar la membrana interna del quiste por el riesgo de lesionar la corteza y sus vasos. 2. Todos los vasos que atraviesan la cavidad del quiste o se extienden sobre su membrana representan la vasculatura normal y deben ser preservados. El 95% de pacientes que se someten a 70 Actividades SOPNIA 2003 Reuniones y congresos región del tercer ventrículo (6). - El tratamiento quirúrgico para los quistes aracnoidales asintomáticos, es controversial. - Hidrocefalia progresiva o hipertensión intracraneana son indicaciones absolutas de tratamiento quirúrgico. - La derivación cistoperitoneal es una técnica relativamente sencilla en niños, sin embargo se han obtenido mejores resultados con la fenestración del quiste. 4. 5. Bibliografía 6. 1. Pen-Jung Wang, Haung-Chi Lin, Hon-Man Liu, Chao-Lin Tseng and Yu-Zen Shen. Intracranial Arachnoid Cysts in Children: Related Signs and Associated Anomalies. Pediatric Neurology 1998, Aug; 19 (2):100-4. 2. Passero S, Filosomi G, Cioni R, Venturi C, Volpini B. Arachnoid cysts of the middle cranial fossa: a clinical, radiological and follow-up study. Acta Neurol Scand 1990: 82: 94-100. 3. Griffith Rutherford Harsh IV,MD.,Michael 7. S.B. Edwuards,M.D.,Charles B. Wilson,M.D. Intracranial arachnoid cysts in children. J Neurosurg 1998;64:835842. Maurice Choux, Concezio Di Rocco, Anthony D.Hockley, Marion L.Walker. Intracranial and intraspinal cysts. Pediatric Neurosurgery 1999;137-148. Knut Wester, M.D. Peculiarities of Intracranial Arachnoid Cysts: Location,Sidedness, and Sex distribution in 126 Consecutive Patients. Neurosurgery 1999:45(4):775-779. Gosalakkal JA. Intracranial arachnoid cyst in children:A review of pathogenesis, clinical features, and management. Pediatr Neurol 2002;26:93-98. Millichap,J. Gordon MD,FRCP.Temporal lobe arachnoid cyst-attention deficit disorder syndrome:Role of the electroencephalogram in diagnosis.Neurology 1997, May; 48(5): 1435-1439. Parafraseando ese gran cuento de Julio Cortázar podríamos decir que la vida de la XXI CONGRESO ANUAL SOCIEDAD DE PSIQUIATRIA Y NEUROLOGIA DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA Y IV REUNION DE LA FEDERACION DE SOCIEDADES LATINOAMERICANAS DE NEUROLOGIA INFANTIL (FESLANI) doctora Neomisia Lagos Ortiz es la de esos seres que están más preocupados de los otros, más cerca del ser que del tener y sin buscarlo, como diría Cortázar, las Famas la buscan. Dos memorias de escuelas universitarias ya se han hecho sobre su vida en el año 52 y 53 bajo la enseñanza de doctor Carlos Asenjo y allí me quedé hasta el 73. Gracias a él partí a especializarme al extranjero. Con el doctor Asenjo atendíamos muchos enfermos epilépticos, de todas las edades. Él era un gran maestro, era un hombre que trabajaba todo el día, dormía como cuatro horas diarias solamente. No sé qué condiciones vio en mí, así que me presionaba ya que quería que yo fuera la neurocirujana de América Latina, siempre me decía eso. Neomisia Lagos Ortiz se recibió de médico en 1949 y comenzó a especializarse en pediatría, trabajaba en la periferia de Santiago, pero la carencia de recursos la frustró profundamente, por ello no dudó cuando le ofrecieron la beca de Neurocirugía y allí comenzó una nueva vida que le depararía en el futuro grandes satisfacciones a nivel personal. Pero dejemos que sea ella quien nos cuente. Hice la beca en el Instituto de Neurocirugía 71 Y como buena alumna, le hizo caso y partió a hacer su beca de Neuropsiquiatría a Francia en 1957, en la Clínica Saint Anne y paralela-mente estudió Psicología en la Sorbonne. Allí Jean Piaget fue su profesor. Luego pasó al Instituto de Psiquiatría Maudsley, de Londres, bajo las órdenes del profesor Cameron. Allí conoció a la hija de Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Freud, Anna. Estuve con ella un mes en la clínica Hampstead, nos cuenta. Pero volvamos a los primeros años de su estadía en el Instituto, porque los inicios de los 50 fue una época fructífera para la medicina en Chile, reformulándose el Ministerio de Salud Pública y a un nivel más local también el Instituto de Neurocirugía, los ánimos estaban bullantes. Él (Dr. Carlos Asenjo) empezó a presionarnos con la idea de crear una institución especial para atender a los enfermos desde todo punto de vista, médico y social. Entonces el jefe del Depar tamento de Epilepsia y Electroencefalo-grafía era el doctor Carlos Villavicencio, y junto a los colegas Héctor Balladares, y yo el doctor Asenjo prácticamente nos imponía la obligación de hacer algo más que nuestro trabajo profesional. Era un hiperquinético. Asi que bajo su influjo y presión organizamos la Liga Chilena contra la Epilepsia y el primer presidente era obvio que le correspondía al jefe del Departamento de Epilepsia. Al mismo tiempo de atender en el policlínico se atendía a los enfermos en horarios especiales. No sólo pacientes de todas las edades, también había pacientes quirúrgicos, el doctor Villavicencio hizo cooperar a la gente de su área. Como la asistente social Isabel Korn. Como me tocaba atender bastante pacientes tratamos de organizar la Liga de manera más formal, así nos dimos a la tarea de sacar la personalidad jurídica y nos ayudó el actual senador designado Enrique Silva Cimma. Otro particular que nos colaboró fue el general Izurieta, padre del ex comandante en jefe del Ejército. Esto fue el 59 y al mismo tiempo que conseguimos la personalidad jurídica empezamos a organizar el Banco de Drogas. Para ello resolvimos conseguir con 13:00-14:30 ALMUERZO SIMPOSIUM SATELITE Manejo Farmacológico del Síndrome del Déficit Atencional Coordinador Dr. Jorge Förster, Dra. Esperanza Habinger, Dr. Pedro Menéndez JUEVES 06 DE NOVIEMBRE - TARDE laboratorios remedios a un precio más barato para poder venderlos al mínimo y dárselo a quienes no tenían recursos para seguir el tratamiento. que era muy importante la primera entrevista y el trato con la gente, ya que había que explicarles sobre cómo era la enfermedad y el tratamiento a seguir. Si era necesario había que explicárselos una hora para que el paciente pudiera entender cómo mantenerse bien sin crisis. Con esa experiencia hicimos un trabajo de seguimiento de los pacientes con la asistente social y comprobamos con satisfacción que práctica-mente el 90% de los enfermos podía andar bien cuando seguían correctamente su tratamiento. Les indicábamos que comieran grasa (dieta cetogénica, que ahora nuevamente está de moda), que siguieran cuidadosamente las instrucciones sobre sus medicamentos. A los Este hecho fue muy importante porque a veces fallaba el tratamiento porque mucha gente no tenía dinero para comprar las drogas. Ese espíritu social era muy impor tante para nosotros y creo que desgraciadamente se ha perdido mucho ahora. El Instituto era un centro de formación y la doctora Neomisia Lagos también participó en la formación de los futuros médicos. Como profesora les enseñaba a los becados 72 Actividades SOPNIA 2003 Reuniones y congresos padres con hijos epilépticos le decíamos que sus niños debían incorporarse a la vida del colegio y mandábamos car tas a los estableci-mientos escolares para que aceptaran a estos niños, y les hacíamos seguimiento. Cuando llegué de Europa, en julio del 58, volví a mi cargo del Instituto y profesor auxiliar de Neurocirugía de la Universidad de Chile y me reintegré también a la Liga. Hay que ver cómo trabajábamos, llegábamos a las 7:30 de la mañana y salíamos un rato a almorzar a las 12 y seguíamos trabajando VIERNES 07trabajo DE NOVIEMBRE - MAÑANA hasta las 18 horas, por ese ritmo de muchos médicos optamos por vivir cerca del Instituto. En ese tiempo todo era dedocracia que me llame algún ex paciente o médico o y llegábamos rápidamente a consenso y se psicólogo para hacerme alguna consulta, es decidió dedocráticamente que yo asumiera decir, sigo ejerciendo ad honorem, por eso la presidencia a fines del 58 hasta 1960. Es las neuronas me siguen funcionando todavía. decir, me dijeron ahora tú eres la presidenta El único órgano del ser humano que no se de la Liga y listo. desgasta con el uso es el cerebro, y termina la frase con una pícara y hermosa sonrisa. Comenzamos a salir a provincia junto al doctores Asenjo, Héctor Valladares, Carlos En esos primeros años para la doctora Lagos Villavicencio y el doctor Poblete para hacer lo más importante fue la divulgación de las cursos de enseñanza a colegas. Fuimos a características de la Epilepsia frente a los Temuco, Valdivia, Antofagasta, Talca, pacientes y sensibilizar al público para Chuqui-camata, etc. Cada cual con su aceptarlos y, además, haber conseguido el especialidad. Había mucho interés en los banco de drogas que facilitó el tratamiento médicos jóvenes y había que ver cómo nos de mucha gente. recibían, lo pasábamos muy bien. Le perdieron el miedo a la palabra neurocirugía. De su paso por Europa y de relación que allí Pero éramos de la era preciber-nética. tuvo con Piaget surge otro interés Éramos un poco más primitivos, pero no fundamental en su vida, que fueron los éramos autistas ni individualistas, trabajá- problemas del lenguaje, preocupación que bamos en equipo. Hasta el día de hoy hemos la llevó a fundar la Escuela de Afasia y mantenido esa mística. No falta el día en Trastornos Neurológicos del Lenguaje. Pero su interés por la pedagogía venía de sus 12:00 - 13:00 ASAMBLEA DE SOCIOS 13:00 - 14:30 ALMUERZO SIMPOSIUM SATELITE Trastorno Bipolar en niños y adolescentes VIERNES 07 DE NOVIEMBRE - TARDE tiempos de estudiante de medicina, ya que en ese período trabajó como profesora y en relación especialmente con profesores de la Experimental. También trabajaba como secretaria en una escuela de cultura popular que había en Mapocho y después pasó al cargo de profesora de cultura general. Una vez recibida de médico, el 49, le propusieron hacerse cargo en el gabinete técnico en la Escuela Especial de Desar rollo y paralelamente trabajaba de médico y profesora. Después de contar estas experiencias la pregunta que cabía era por qué el 52 llegó al Instituto, abandonando la pediatría y su labor educativa y ella nos dijo: Mi primera experiencia fue de pediatra e iba todos los días a las poblaciones como Los Nogales, 73 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia pero la dejé ya que era tan poco lo que podíamos hacer frente a las necesidades de los niños y por eso pasé a la neuropsiquiatría, además, tenía una situación económica precaria, había enviudado con una hija pequeña y tenía que ganarme la vida, aunque nunca la opción económica fue fundamental en mi vida, me guiaba más por los sentimientos, nos respondió. Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Y sobre sus sentimientos una tarea al debe que ella tiene y que pretende sacar algún día es la de escribir un libro: Me interesaba mucho la literatura femenina y me interesó Lou Andreas Salomé, que fue tal vez la primera psicoanalista que hubo, e hice un ensayo sobre ella y no lo publiqué nunca por cobarde, y la tesis del libro es que las hijas de hombres muy autoritarios, querendones SABADO 08 DE NOVIEMBRE 2003 - MAÑANA Depar tamento de Pediatría y Cirugía Infantil de la Facultad de Medicina, Campus Centro de la Universidad de Chile. de sus hijas, eligen la identidad del padre como referente principal. No podía faltar en esta entrevista un hecho que realza su figura y es que en los últimos años dos tesis de titulación, una de estudiantes de psicolo gía y otro de sociología, han tratado sobre su vida, pero ella es un cronopio que rehuye de las famas, por ello nos señala al final: Lo más hermoso que me ha pasado es cuando uno tiene éxito con un paciente, cuando lo logra recuperar, cuando sabe que lo está ayudando verdaderamente. - Seminario Internacional El apego, una urgencia para la Obstetricia y la Neonatología , que se realizará el día 8 de Octubre del presente año en el Centro de Eventos Diego Portales, en Santiago, y que está siendo organizado por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental y el Departamento de Ginecología y Obstetricia Campus Sur de la Universidad de Chile. - Seminario Cefalea y fatiga crónica en adolescentes, aspectos clínicos y manejo, que se realizará los días 15 y 16 de Octubre de 2003, y que está siendo organizado por la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes. ACTIVIDADES SOPNIA 2003 Consultorías con Expertos Fechas y Temas a confirmar - Iquique - Concepción - Valdivia - Curso Pre Congreso y XXIII Congreso Argentino de Neurología Infantil (SANI), que se realizará los días 23, 24 y 25 de Octubre de 2003 en la ciudad de Iguazú, Misiones, y que está siendo organizado por la Sociedad Argentina de Neurología Infantil. Auspicios La Sociedad además esta auspiciando los siguientes cursos: - Segundo Curso Internacional de Terapia Vojta: Cinesiología del desarrollo aplicada a lactantes, niños y jóvenes según Vojta. Organizado por la Unidad de Neurología Infantil del Hospital Exequiel González Cortés, el Colegio de Kinesiólogos de Chile y la Sociedad Internacional Vojta de - Ejercicios Clínicos en Neuropediatría, que se realizará el día 6 de Octubre del presente año, y que está siendo organizados por el Ser vicio de Neuropsiquiatría Infantil del Hospital Clínico San Borja Arriarán y el 74 Actividades SOPNIA 2003 Reuniones y congresos Alemania, se realizará durante los años 2003 y 2004, segundo módulo a partir del 27 de Octubre al 7 de Noviembre de 2003. En Loews Miami Beach Hotel, Miami Beach, Florida, EEUU. 1-4 de octubre 2003. www.childneurologysociety.org Congresos Nacionales e Internacionales - 5º Congreso Internacional en Trastornos del Desarrollo Infantil. 9,10 y 11 de Octubre de 2003. - XXXII Congreso Sociedad de Neurología Infantil (Child Neurology Society). 75 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Grupos de Desarrollo Instituto Nuevo Amanecer Ciudad: Monterrey, NL País: México. Diego Portales, Santiago. Informaciones: Secretaría Sociedad: Carlos Silva Vildósola 1292 of. 22, Plaza Las Lilas, Fono: 334.9550 - LVIII Congreso Anual y Congreso Panamericano de Neurología. Organizado por la Sociedad de Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía, se realizará del 9 al 12 de Octubre de 2003, en el Edificio - Congreso Mundial de Epilepsia Organizado por ILAE e IBE 13 al 19 de Octubre de 2003. Lisboa, Portugal. ILAE & IBE Secretaría del Congreso Fono: +353 1 409 7796, Fax: +353 1 429 1290 - 50th Annual Meeting Organizado por American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 14 al 19 de Octubre de 2003. Hotel Fontainebleau Hilton, Miami, FL, USA - XXIII Congreso Anual SANI 2003 Misiones, Cataratas de Iguazú, Hotel Sheraton, 24 Y 25 de Octubre 2003. www.sani.org.ar - XI Congreso Argentino de Psiquiatría Infanto Juvenil Aportes de la Salud Mental Infanto Juvenil en Tiempos de Incertidumbre. Inicio: 20/11/2003. Finalización: 21/11/2003 Círculo de Oficiales de Mar, Bs. As. Informes: Av. Córdoba 2302, 6° K (C1120AAS) Cap.Fed., Tel: 4951-8139. Email: aapi@bayfem.com.ar - XLIII Congreso Chileno de Pediatría. Organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría, se realizará del 26 al 29 de Noviembre de 2003, en el Hotel Villa del Río, Valdivia. - XLVI Congreso Chileno de Neurocirugía Organizado por la Sociedad de Neurocirugía de Chile, se realizará los días 3 ,4, 5 y 6 de Diciembre de 2003, en el Centro de Eventos del Casino de Viña del Mar. Informaciones Secretaría de la Sociedad: Esmeralda 678 2º piso interior, Santiago, Fonos: 633.4149 - 638.6839. Fax: 639.1085 Emal: neurocirugia@terra.cl www.neurocirugia.cl. - IV Congreso Latinoamericano de Neurofisio-logía Clínica. 76 Actividades SOPNIA 2003 Grupos de Desarrollo Fecha: 7 al 10 de Octubre de 2004. Lugar: Hotel Intercontinental, Las Condes, Santiago, Chile. - IV Jornadas Invernales de Epilepsia Fecha: 4 y 5 de Junio de 2004 Lugar: Hotel Neruda, Providencia, Santiago. Fecha: 6, 7 y 8 de Noviembre de 2003. Lugar: Centro de Convenciones del Casino de Viña del Mar. Invitados Internacionales Noticias Dr. Stephen Ashwal (USA) Dra. Cecilia Breinbauer (USA) Dra. Umbertina Conti Reed (Brasil) Dra. Liliana Czornij (Argentina) Dr. Armando Favazza (USA) Dr. Juvenal Gutiérrez Moctezuma (México) Dr. Raúl Santana Alfonso (Uruguay) Dr. Edward Kaye (USA) Dr. Fernando Kok (USA) Dr. Shlomo Shinnar (USA) Dra. Silvia Tenembaum (Argentina) Dr. David Vallejo Moreno (México) Dra. Patricia Campos (Perú) 77 Boletín Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia Año 14, Nº 2, Octubre 2003 Sugerencias para las contribuciones Temas Oficiales Neurología - Enfermedad cerebrovascular en el niño - Decisiones basadas en la evidencia en diagnóstico y tratamiento de Epilepsias. - Neuroinmunología - Avances en enfer medades neuromusculares - Neuroinfectología - Nuevas terapias en enfer medades nuerome-tabólicas Psiquiatría - El afecto: desarrollo y psicopatología - Comer - ser - alimentarse - Sexualidad, erotismo y perversión - Agredirte o agredirme - Ontogenia del sueño, vigilia y sueños Simposios Satélites - Manejo farmacológico del Síndrome de Déficit Atencional. Nuevas perspectivas - Trastorno Bipolar en niños y adolescentes. en epilepsias: decisiones basadas la evidencia. Discusión de casos clínicos Dr. Shlomo Shinnar Coordina: Dra. Verónica Burón 11:40-12:00 Mesa redonda Sueño 12:00-13:00 orales Presentación de trabajos 11:40-13:00 Controversias Coordina: Dra. María de los Angeles Avaria PSIQUIATRIA 14:30-15:30 SESION DE POSTERS FUNCIONES BASICAS: AFECTO Coordina: Dra. Daniela Zalaquett 15:30-16:10 Teoría del afecto, la pieza oculta del desarrollo. Dra. Cecilia Breinbauer PROGRAMA CIENTIFICO Jueves 06 de Noviembre - Mañana 16:10-16:40 El afecto desde la mirada psicoanalítica. Ps. Liliana Pualuan 8.30-9.00 Inscripciones 9.00-9.40 Conferencia Inaugural Dr. Stephen Ashwal 17:10-17:40 Diagnóstico diferencial en las alteraciones del afecto. Dr. Jorge Barros 17:40-18:10 Aspectos neurofisiológicos Dr. Fernando Torrealba PSIQUIATRIA FUNCIONES BASICAS: SUEÑO Coordina Dra. Carla Insunza 9:40-10:10 Clínica de los trastornos del sueño Dra. Amanda Céspedes 18:10-19:00 10:10-10:40 Sueño y vida onírica Dra. Elena Castro 14:30-15:10 CONFERENCIA Status epiléptico en la niñez: epidemiología y pronóstico Dr. Shlomo Shinnar Mesa Redonda NEUROLOGIA 10:40-11:10 Neurobiología del sueño Dr. Patricio Peirano 15:10-16:40 SIMPOSIUM Neuroinfectología Perinatal Coordina: Dra. Marta Hernández Participan: Drs. L. Czornyj, D. Guillén, A. Barrios, M. Hernández, Priscilla Prado. NEUROLOGIA 9:40-11:10 TALLER Diagnóstico y tratamiento de 78 17:10-18:30 SIMPOSIUM Neuroinmunología Coordinan: Dra. Viviana Venegas Participan: Drs. Silvia Tenem-