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Capítulo 393 Bronquiectasias & e393-1 FISIOPATOLOGÍA Y PATOGENIA En los países desarrollados la fibrosis quística (cap. 395) es la causa más frecuente de bronquiectasias con importancia clínica. Otras enfermedades que causan bronquiectasias son discinesia ciliar primaria, aspiración de cuerpo extraño, aspiración del contenido gástrico, síndromes de inmunodeficiencia (especialmente de la inmunidad humoral) e infecciones, sobre todo tos ferina, sarampión y tuberculosis. Las bronquiectasias también pueden ser congénitas, como el síndrome de Williams-Campbell, en el cual falta el cartílago anular de los bronquios, y el síndrome de Mounier-Kuhn (traqueobroncomegalia congénita), que se debe a un trastorno del tejido conjuntivo. Otras entidades que cursan con bronquiectasias son el síndrome del lóbulo medio derecho (compresión extrínseca crónica del bronquio del lóbulo medio derecho por adenopatías hiliares) y el síndrome de las uñas amarillas (derrame pleural, linfedema y coloración ungueal). En la etiopatogenia de las bronquiectasias están implicados tres mecanismos principales; se puede producir obstrucción por un tumor, por un cuerpo extraño, por moco impactado debido a una depuración mucociliar inadecuada, por compresión externa, por membranas bronquiales o por atresia. Las infecciones por Bordetella pertussis, sarampión, rubéola, togavirus, virus respiratorio sincitial, adenovirus y Mycobacterium tuberculosis inducen inflamación crónica con lesión progresiva de la pared bronquial y la consiguiente dilatación. La inflamación crónica también contribuye al mecanismo mediante el cual la obstrucción ocasiona bronquiectasias. Se han visto elevaciones de mediadores inflamatorios como elastasa de neutrófilos, interleucina 6, interleucina 8 y factor de necrosis tumoral a (TNF-a) en las vías respiratorias de pacientes con bronquiectasias. El mecanismo de producción de las bronquiectasias congénitas probablemente se relacione con la formaciónde cartílagoanormal.Losnexoscomunesenla etiopatogenia de la bronquiectasia son la dificultad para eliminar las secreciones y las infecciones recurrentes con un «círculo vicioso» de infección e inflamación que producen lesión y remodelado de las vías respiratorias. Las bronquiectasias se pueden manifestar con cualquier combinación de las tres formas morfológicas, que se definen mejor con TC de alta resolución (TCAR). En las bronquiectasias cilíndricas los bordes de los bronquios son regulares pero hay dilatación difusa de © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. [(Figura_1)TD$IG] Figura 393-1 TC de alta resolución de pulmones con bronquiectasias. A, Vías respiratorias dilatadas y engrosadas (flecha). B, Las vías respiratorias no se afilan (flechas) hacia la periferia en un paciente con síndrome de Kartagener. C, Cambios varicosos (vías respiratorias dilatadas y arrosariadas [flechas]). D, Quistes o sáculos agrupados (flecha), así como un infiltrado periférico. E, Bronquiectasias del lóbulo medio (flechas) en un paciente con infección por el complejo de Mycobacterium avium. (De Barker AF: Bronchiectasis, N Engl J Med 346:1383, 2002.) e393-2 & Parte XIX El aparato respiratorio la unidad bronquial. La luz bronquial finaliza súbitamente por formación de tapones de moco. En las bronquiectasias varicosas el grado de dilatación es mayor, y la presencia de zonas de constricción locales da lugar a un borde irregular que recuerda a las venas varicosas. También puede haber pequeños sáculos. En las bronquiectasias saculares (quísticas) se produce progresión de la dilatación bronquial con balonización de los bronquios, que terminan siendo sacos llenos de líquido o moco. Esta última es la forma más grave de bronquiectasias. Éstas se incluyen en el espectro de enfermedades pulmonares supurativas crónicas infantiles. Se han propuesto las siguientes definiciones: prebronquiectasias (infección endobronquial crónica o recurrente con cambios inespecíficos en la TCAR; pueden ser reversibles); bronquiectasias de TCAR (síntomas clínicos con signos de dilatación bronquial en la TCAR; pueden persistir o progresar, o mejorar y resolverse); y bronquiectasias establecidas (como las previas pero sin resolución en 2 años). Por tanto, el diagnóstico temprano y el tratamiento intensivo son importantes para prevenir la aparición de bronquiectasias establecidas. TRATAMIENTO MANIFESTACIONES CLÍNICAS PRONÓSTICO Los síntomas más frecuentes son tos y expectoración purulenta abundante. Los niños pequeños pueden tragar los esputos. La hemoptisis es relativamente frecuente. Puede haber fiebre en las agudizaciones infecciosas. Con el paso del tiempo se produce anorexia y dificultad para ganar peso. La exploración física pone de manifiesto crepitantes en la zona afectada, aunque a veces hay sibilancias y acropaquias. En los casos graves puede producirse disnea e hipoxemia. Las pruebas de funcionamiento pulmonar pueden mostrar un patrón obstructivo, restrictivo o mixto. Habitualmente el deterioro de la capacidad de difusión es un hallazgo tardío. Los niños con bronquiectasias con frecuencia tienen infecciones pulmonares recurrentes que generan absentismo escolar, retraso del crecimiento, osteopenia y osteoporosis. Sin embargo, en general el pronóstico de los pacientes con bronquiectasias ha mejorado mucho en las últimas décadas, algo que se puede atribuir al reconocimiento precoz, la profilaxis de los trastornos predisponentes, la disponibilidad de antibióticos más potentes y de amplio espectro, y una mejor evolución tras la cirugía. DIAGNÓSTICO Se deben descartar enfermedades que se pueden asociar a bronquiectasias con estudios adecuados (p. ej., prueba del sudor, estudio inmunitario). Las radiografías de tórax de los pacientes con bronquiectasias suelen ser inespecíficas. Los hallazgos típicos pueden incluir incremento del tamaño de la trama broncovascular con pérdida de definición, agrupamiento de los bronquios y pérdida de volumen pulmonar. En las formas más graves se pueden observar espacios quísticos, en ocasiones con niveles hidroaéreos y panalización. También se puede reconocer hiperinsuflación compensadora del pulmón no afectado. La TCAR de cortes finos es la técnica de referencia, dado que su sensibilidad y su especificidad son excelentes. La TC aporta más información sobre la localización de la enfermedad, la presencia de posibles lesiones mediastínicas y la extensión de la afectación segmentaria. La inhalación de un aerosol marcado con radioisótopos antes de la TC ayuda a obtener aún más información. Los hallazgos en la TC de los pacientes con bronquiectasias incluyen las formas cilíndricas («vías de tranvía», «aspecto en anillo de sello»), varicosas (bronquios con «contorno arrosariado»), quísticas (quistes en «hileras o agregados») y mixtas (fig. 393-1). Los lóbulos inferiores son los que están afectados con más frecuencia. El tratamiento inicial de los pacientes con bronquiectasias es médico y tiene como finalidad disminuir la obstrucción de la vía respiratoria y controlar la infección. Resultan fundamentales la fisioterapia respiratoria (drenaje postural), los antibióticos y los broncodilatadores. Con frecuencia se necesitan 2-4 semanas de antibioterapia parenteral para controlar adecuadamente las agudizaciones. El antibiótico se elige según el germen identificado en los cultivos del exudado faríngeo profundo, el esputo (inducido o espontáneo) o el lavado broncoalveolar, y su sensibilidad. El tratamiento profiláctico a largo plazo con antibióticos orales (macrólidos) o nebulizados puede ser beneficioso. También se debe tratar cualquier enfermedad de base (inmunodeficiencia, aspiración) que pueda contribuir al cuadro. Cuando las bronquiectasias localizadas se hacen más graves o no responden al tratamiento médico se debe realizar una resección segmentaria o lobular. También se puede realizar un trasplante pulmonar en pacientes con bronquiectasias. Una revisión de estudios clínicos de pacientes adultos con bronquiectasias no encontró datos que respaldaran el uso habitual de corticoides inhalados. BIBLIOGRAFÍA Barker AF. 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