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Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 ARTÍCULO DE REVISIÓN Rev Mex de Cirugía del Aparato Revista Mexicana de Cirugía del Aparato CIRUGÍA GENERAL Sepsis abdominal: fisiopatología, diagnóstico y tratamiento Luis A. Gorordo-Delsol,* Orlando R. Pérez-Nieto,* Oscar Porras-Escorcia,** Carlos A. Altamirano-Arcos** * Servicio de Cuidados Intensivos Adultos, Hospital Juárez de Mexico. ** Servicio de Cirugía General, Hospital Juárez de Mexico. Abdominal sepsis: pathophysiology, diagnosis and treatment Revista Mexicana de Cirugía del Aparato Digestivo / Vol. 4, Núm. 3 / Julio-Septiembre, 2015 / p. 110-117 RESUMEN ABSTRACT La sepsis abdominal es un padecimiento común en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), tiene consideraciones específicas que la diferencian de otros procesos sépticos en cuanto al abordaje diagnóstico y terapéutico, por lo que se realizó una revisión de la literatura científica disponible hasta la fecha. Esta entidad clínica es competencia de los equipos quirúrgicos, clínicos y servicios de apoyo por la compleja fisiopatología y los múltiples caminos clínicos que puede cursar la enfermedad. No existen estudios epidemiológicos extensos nacionales sobre la incidencia de esta patología, la mayoría de los estudios se basa en diagnósticos etiológicos, principalmente a nivel nacional; en un estudio la apendicitis aguda fases III y IV demostró aumentar significativamente la mortalidad en 17%, comparada con la misma en sus fases I y II; sin embargo, existe un gran número de etiologías de las cuales no se cuenta con datos estadísticos exactos. Por ello se realizó una revisión del 1 de enero de 2011 al 31 de diciembre de 2014, con U = 1,180 pacientes en nuestra UCI, de los cuales 105 tuvieron diagnóstico primario de sepsis severa o choque séptico de etiología abdominal, 20% de estos pacientes presentaron infección o dehiscencia de la herida quirúrgica, con una mortalidad de 53.8% en 2011 y 22.5% el último año. En las siguientes líneas se expone la gran complejidad de la fisiopatología, el diagnóstico y su tratamiento para esta entidad, sepsis abdominal. The abdominal sepsis is a common condition in the Intensive Care Unit (ICU), a disease that has specific considerations which distinguish it from other septic processes, in terms of diagnosis and therapeutic approach, so this review of the literature was conducted available to date. This clinical entity is for the surgical teams, clinical and support services for the complex pathophysiology and clinical multiple paths you can take the disease. No national extensive epidemiological studies on the incidence of this disease, most studies are based on etiologic diagnosis, mainly at national level, acute appendicitis stage III and IV, in a study that showed significantly increased mortality by 17% compared with the same in phases I and II, however, there are a number of etiologies of which do not have accurate statistics. Therefore, a revision of January 1, 2011, is done at December 31, 2014, with U = 1,180 patients in our ICU, of which 105 had primary diagnosis of severe sepsis or septic shock of abdominal etiology, 20% of these patients with infection or dehiscence of the surgical wound, with a mortality of 53.8% in 2011 and 22.5% in the last year. In the following lines we present the complexity of the pathophysiology, the diagnosis and treatment for this entity, abdominal sepsis. Palabras clave: Sepsis, sepsis abdominal. Key words: Sepsis, abdominal sepsis. Correspondencia: Dr. Luis Antonio Gorordo-Delsol Av. Instituto Politécnico Nacional, Núm. 5160, Col. Magdalena de las Salinas. C.P. 07760, México, D.F. Tel.: +52 (55) 5747-7560, Ext. 7456. Correo electrónico: luis.gorordodelsol@icloud.com 110 Gorordo-Delsol LA, et al. Sepsis abdominal Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 INTRODUCCIÓN La sepsis abdominal es un padecimiento bastante común en la UCI, tiene consideraciones específicas que la diferencian de otros procesos sépticos en cuanto al abordaje diagnóstico y terapéutico, por lo que se realizó una revisión de la literatura científica disponible hasta la fecha. Esta entidad clínica es competencia de los equipos quirúrgicos, clínicos y servicios de apoyo por la compleja fisiopatología y los múltiples caminos clínicos que puede cursar la enfermedad.1 EPIDEMIOLOGÍA No existen estudios epidemiológicos extensos nacionales sobre la incidencia de esta patología, la mayoría de estudios se basan en diagnósticos etiológicos. La apendicitis aguda complicada figura principalmente a nivel nacional, en un estudio demostró aumentar significativamente la mortalidad en 17%, comparada con la misma patología no complicada; sin embargo, existe un gran número de causas desencadenantes, de las que no se cuenta con datos estadísticos exactos.1 En la base de datos de la UCI Adultos del Hospital Juárez de México, del 1 de enero de 2011 al 31 de diciembre de 2014, se reportaron 1,180 ingresos, de los cuales 105 tuvieron diagnóstico primario de sepsis severa o choque séptico de etiología abdominal, 20% de estos pacientes presentaron infección o dehiscencia de la herida quirúrgica, con una mortalidad de 53.8% en 2011 y 22.5% el último año, en esta muestra se excluyeron los pacientes con sepsis urinaria y obstétrica. DEFINICIONES • • • • Contaminación intraabdominal. Indica la presencia de microorganismos en la cavidad peritoneal. Ocurre antes de que se haya desarrollado invasión tisular, lo que se muestra por la escasa respuesta inflamatoria local. Infección intraabdominal. Es una respuesta inflamatoria local a la invasión del tejido peritoneal por microorganismos. Peritonitis. Es la respuesta inflamatoria peritoneal que puede estar asociada con estímulos infecciosos o no infecciosos. El término peritonitis representa un síndrome de respuesta inflamatoria local (SRIL), un análogo intraabdominal del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS). Sepsis abdominal. Es la respuesta sistémica a un proceso infeccioso inicialmente localizado en los órganos de la cavidad abdominal, incluidos el epiplón y peritoneo, re- presenta la respuesta inflamatoria peritoneal o visceral no específica del hospedero ante la invasión microbiana.2,3 ETIOLOGÍA La mayoría de casos de sepsis intraabdominal incluye la participación de flora gastrointestinal del hospedero. La acidez gástrica es el principal factor que impide la adherencia de las bacterias hacia las paredes de la porción proximal del intestino delgado. Las enfermedades de estómago y duodeno que menoscaban dichos mecanismos de defensa alteran la flora, tales como la aclorhidria gástrica patológica o secundaria a uso de medicamentos. La obstrucción de yeyuno-íleon ocasiona estasis, con un incremento importante en el número de bacterias, por lo común anaerobias y coliformes presentes en el intestino delgado; la microflora de la porción distal del yeyuno-íleon muestra un incremento en el número de microorganismos que llega a ser de 108/mL; sin embargo, en el colon, 1011 a 10 12/g de excremento. La Escherichia coli se reporta hasta en 56.7% de los cultivos biopsia transquirúrgicos, seguido de A. streptococci 25%, B. fragilis 22.8% y otros. PATOGÉNESIS La peritonitis puede dividirse en diversas categorías. • Por su extensión: a) Localizadas o focalizadas. Confinada a un espacio determinado. b) Generalizadas, difusas o propagantes. Extendida a toda la cavidad peritoneal. • Por agente causal: a) Sépticas. Causa bacteriana, cuando éstas superan los mecanismos de defensa peritoneal. b) Asépticas. Causa no bacteriana, química, hemática, biliar, jugo gástrico, pancreático o quimo; puede complicarse con infección subsiguiente. • Por su origen: a) Primaria. Cuando no se determina una lesión iniciadora discernible dentro de la cavidad abdominal. Generalmente son monobacterianas. b) Secundaria. Complicación de cualquier patología abdominal traumática, infecciosa, ulcerosa, obstructiva o neoplásica. Generalmente son polimicrobianas. c) Terciarias. Complicación de una peritonitis secundaria postoperatoria, sin erradicación del foco infeccioso. Gorordo-Delsol LA, et al. Sepsis abdominal 111 Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 • Por su evolución:4-6 a) Aguda. b) Crónica. Peritonitis primaria Se define como la infección de una ascitis preexistente en ausencia de una causa intraabdominal evidente.10,11 Incluye las situaciones en la que no se observa ningún foco intraabdominal, cuando no se evidencia la fuente de sepsis o cuando ésta es producida por ciertos organismos como Pneumococos, Streptococcus o Mycobacterium tuberculosis. La hipótesis más aceptada sobre la fisiopatología de la peritonitis bacteriana espontánea (PBE) es la siguiente: • • • • • Traslocación de las bacterias desde la luz intestinal a los ganglios linfáticos mesentéricos. Progresión de las bacterias a lo largo de los conductos linfáticos, conducto torácico y contaminación de la sangre. Bacteriemia prolongada debido a insuficiencia de la capacidad fagocitaria del SRE. Formación de líquido ascítico contaminado con bacterias. Crecimiento incontrolado de bacterias en las ascitis. Es más frecuente en pacientes con ascitis secundaria a cirrosis hepática debido a la disminución de proteínas totales y del complemento, con deterioro en la opsonización bacteriana y disminución de quimiotaxis y fagocitosis de polimorfonucleares, predispone a la infección en la cirrosis. Los pacientes cirróticos con ascitis tienen 10% de probabilidad de desarrollar un primer episodio de PBE durante el primer año de seguimiento, 12% fallece por complicaciones de la infección, 20% cursa con disfunción hepática y renal a pesar de la curación de la infección. La PEB también se ha presentado en adultos con cirrosis hepática posnecrótica, hepatitis viral aguda, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad maligna metastásica, LES y en raras ocasiones sin enfermedad subyacente. Todas estas patologías tienen en común la presencia de ascitis. Peritonitis secundaria Aparece por la pérdida de la integridad del tracto gastrointestinal. Después de la contaminación peritoneal inicial, las bacterias encuentran tres formas de defensa del hospedero: depuración linfática, fagocitosis y secuestro por fibrina. El diafragma contiene estomas que actúan como conductos hacia el sistema linfático, las bacterias son rápidamente depuradas (en minutos) por esta vía y posteriormente se exponen a las defensas sistémicas. Esta depuración es 112 tan eficiente que la peritonitis o formación de abscesos sólo ocurrirá cuando estén presentes sustancias adyuvantes como hemoglobina, bario o tejido necrótico. Estas sustancias pueden promover la proliferación bacteriana al proporcionar nutrientes que aumentan el desarrollo bacteriano, tales como el hierro, al bloquear mecánicamente los linfáticos y por daño en la quimiotaxis y capacidad de destrucción bacteriana por el sistema inmune. Durante las tres primeras horas, después de la contaminación bacteriana, los macrófagos locales son las células fagocíticas predominantes y éstas también son depuradas por el sistema linfático. Si la proliferación bacteriana prevalece los leucocitos polimorfonucleares se hacen más numerosos. Conforme la inflamación peritoneal tiene un desarrollo más amplio, la formación de fibrina atrapa bacterias, limita su desarrollo y junto con el epiplón sella las perforaciones.7,8 Hay un incremento en el flujo sanguíneo esplácnico y en la permeabilidad capilar, dando como resultado un exudado de entre 300 y 500 mL de líquido/h, lo cual puede conducir a hipovolemia y choque. Desafortunadamente estos mecanismos de defensa peritoneales pueden tener efectos adversos. El ingreso de microorganismos hacia los linfáticos puede producir bacteremia, sepsis sistémica y sitios secundarios de infección. El exudado de líquido hacia la cavidad diluye las opsoninas, por tanto, reduce la actividad de opzonización y fagocitosis. Los depósitos de fibrina atrapan bacterias, lo cual provee un ambiente asilado, lo que a su vez daña la penetración antimicrobiana y la migración fagocítica. Mientras que estos eventos ayudan al control de la peritonitis generalizada, ellos promueven el desarrollo de abscesos intraabdominales.9 Peritonitis terciaria En el 2005, en la Conferencia Consenso Internacional, se dio una definición para homogeneizar opiniones y se denominó la peritonitis terciaria como una inflamación peritoneal que persiste o recurre después de 48 h, con signos clínicos de irritación peritoneal, tras un tratamiento aparentemente adecuado que sigue a una peritonitis secundaria y producida por patógenos nosocomiales. Se divide en microbiológicamente confirmada, probable y posible. Confirmada es aquella en que se aíslan uno o más patógenos nosocomiales del líquido peritoneal o de la sangre en un contexto clínico apropiado tras 48 h de tratamiento de una peritonitis primaria o secundaria. Probable se define como la enfermedad clínica compatible con una peritonitis secundaria documentada con inflamación peritoneal persistente (más de 500 leucocitos/mL de líquido peritoneal). Posible es aquella en que persisten signos de inflamación sistémica, pero sin una clara evidencia documentada de inflamación persistente del espacio peritoneal.12 Gorordo-Delsol LA, et al. Sepsis abdominal Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 CUADRO CLÍNICO El cuadro clínico es muy variable; dependiendo de la patología abdominal desencadenante, es secundario a la irritación del líquido que invade a la cavidad peritoneal, independientemente de la cantidad del mismo, así como del aumento de presión dentro de las asas intestinales. Se debe realizar una semiología correcta que nos oriente hacia el padecimiento de base, así como una exploración física completa, no sólo abdominal, ya que podemos encontrar signos o datos que nos orienten al diagnóstico, algunos ejemplos son encontrar fibrilación auricular o soplo cardiaco, desencadenante de trombosis mesentérica o síndrome de derrame pleural, secundario a absceso hepático roto. DIAGNÓSTICO IMAGENOLÓGICO Puede valorarse realizar radiografía abdominal o torácica, con base en el cuadro clínico del paciente. Es importante recalcar que a todo paciente que tenga respuesta inflamatoria sistémica y no tenga foco infeccioso determinado o sospechado, se sugiere realizar estudio de tomografía abdominal. Interleucina 6 (IL-6) Molécula sintetizada por las células del sistema mononuclear fagocítico, se convierte en un estímulo de la liberación de proteínas de la fase aguda, junto con la IL-8 es la citoquina con mayor sensibilidad y especificidad para distinguir sepsis de un SIRS no infeccioso y por su alto poder predictivo define mortalidad. Tiene una capacidad diagnóstica y pronóstica en neutropénicos ampliamente demostrada y como desventaja presenta menor capacidad diagnóstica de sepsis en adultos que la procalcitonina.16 Es recomendable realizar estudios imagenológicos abdominales, con base en los siguientes escenarios. sTREM-1 (triggering receptor expressed on myeloid cells-1) • Es un receptor de superficie expresado en las células mieloides, molécula emparentada con las inmunoglobulinas que se encuentra en los neutrófilos y los monocitos, se ha demostrado su incremento en pacientes con sepsis y con evolución a choque séptico, muestra ciertas limitaciones como su baja utilidad en ancianos e inmunosuprimidos y principalmente es utilizada en la terapia de cuidados intensivos.16 • Paciente inestable, el cual no amerite laparotomía inmediata, ni sea seguro trasladarlo de la UCI, se recomienda realizar USG (Recomendación 1B). Paciente adulto estable, que no amerite laparotomía inmediata, se recomienda realizar tomografía computarizada (Recomendación 1C).13-15 ESTUDIOS DE LABORATORIO Se recomienda solicitar los siguientes estudios de laboratorio, con fines diagnósticos, pronósticos, indicadores de severidad y monitoreo de tratamiento, según sea el cuadro clínico y la orientación diagnóstica: • • • • • • • • • • • • • • • Biometría hemática completa, con diferencial. Glucosa sérica. Pruebas de funcionamiento hepático completo. Pruebas de función renal. Depuración de creatinina (6 h, 24 h). Tiempos de coagulación, INR. Enzimas musculares. Dímero D. Examen general de orina. Cortisol. PCR. Procalcitonina. Hemocultivos, para bacterias y hongos. 1-3 beta-D-Glucano. Cultivo-biopsia de zona afectada. Neopterina Es una molécula derivada de las pteridinas, liberada por macrófagos activados que han sido estimulados por el interferón gamma, es considerado un marcador de infección vírica, ya que en este tipo de infecciones se eleva precozmente, y acentuada en la infección bacteriana con buena especificidad y sensibilidad. Demuestra utilidad en infecciones respiratorias y en infecciones pulmonares a causa de microorganismos intracelulares. Su uso conjunto con la procalcitonina eleva su capacidad de rendimiento diagnóstico, su desventaja: pico máximo tras varios días del inicio de la infección.17 Proadrenomedulina Molécula precursora de adrenomedulina, utilizada debido a su vida media más larga y con mayor estabilidad. Su concentración aumenta en situaciones de estrés celular y es reconocida como marcador inflamatorio; sin embargo, se eleva también en otras enfermedades, destacadas las cardiovasculares. La capacidad predictiva de mortalidad a corto plazo (siete a 30 días) y a mediano plazo (90 a 180 días) se ha mostrado Gorordo-Delsol LA, et al. Sepsis abdominal 113 Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 superior respecto a la procalcitonina. También muestra utilidad como predictor de bacteremia y un aspecto importante a tener en cuenta al usarla es su aumento conforme a la edad del paciente.16,18 Lactato Es considerado como el mejor marcador de hipoperfusión e hipoxia tisular, de obtención rápida y barata y se encuentra incluido en todas las recomendaciones de valoración de los pacientes con sepsis, sepsis grave y choque séptico. Su utilidad se centra en la demostración de hipoperfusión tisular, por lo que no permite diferenciar la sepsis de un SIRS no infeccioso. Su valor de corte es de 2.5 mmol/Lt y sus valores deben ser vigilados estrechamente y monitorizados clínicamente pues valores mayores al corte constituyen un predictor independiente de gravedad, mala evolución clínica y mortalidad19 (Cuadro 1). Proteína C reactiva Proteína de fase aguda liberada en los hepatocitos aunque otras células incluyendo los macrófagos alveolares pueden sintetizarla, aparece tras la estimulación de la IL-6 e IL-8 en respuesta a cualquier tipo de inflamación aguda, incluyendo infecciones víricas, bacterianas localizadas y otros procesos inflamatorios. Se constituye clásicamente como el BM de referencia de respuesta inflamatoria sistémica, pero plantea bastantes limitaciones y su capacidad diagnóstica (de infección bacteriana, sepsis, sepsis grave y choque séptico) y pronóstica (bacteremia, mortalidad) son insuficientes. Sus valores normales varían de 0 a 8 mg/L y dependen de la edad, sexo y raza. Sus niveles aumentan después de trauma, inflamación y otros estímulos relacionados con daño tisular, presenta vida media corta (19 h aproximadamente), haciendo una herramienta útil en la monitorización del seguimiento de la respuesta inflamatoria, infección y la terapéutica antibiótica. Niveles mayores a 50 mg/Lt son altamente sugestivos de sepsis. células neuroendocrinas del pulmón (células de Kultschitzky). En condiciones normales toda su producción es metabolizada, por lo que en personas sanas su concentración habitual es casi indetectable (0.043 ngr/mL en hombre y 0.038 ng/mL en mujeres), se consideran valores normales a concentraciones menores de 0.05 ng/mL) se ha observado que muchos tejidos pueden producir procalcitonina en situaciones de infección bacteriana y sepsis y sus niveles se encuentran en relación con la carga bacteriana o concentración de endotoxinas. Trabajos recientes confirman la utilidad de la procalcitonina semicuantitativa que ofrece una sensibilidad y especificidad mayores de 90% con procalcitonina > 2 ng/mL para distinguir sepsis, sepsis grave y choque séptico de SIRS no infeccioso, mostrando una sensibilidad de 98% y especificidad de 87%.18 Copeptina Es un péptido estable cosintetizado por el organismo en conjunto con la vasopresina. Ha demostrado gran utilidad debido a que se encuentra elevado en pacientes con sepsis, neumonía o bronquitis crónica reagudizada; asociado con pronóstico desfavorable, presenta como limitación no reconocer la enfermedad o diagnóstico diferenciales, ya que sus valores aumentan en pacientes con EPOC o insuficiencia cardiaca congestiva.18 Marcadores lipídicos Los mediadores lipídicos como nuevos biomarcadores para identificar pacientes con bacteremia. Estudios recientes realizados en el Departamento de Microbiología de la Universidad de Tokyo han demostrado que moléculas lipídicas pueden ser utilizadas como marcadores precoces para la identificación de bacteremia, superando a los actuales biomarcadores conocidos. Se han identificado más de cuatro marcadores útiles que en un futuro podrán ser utilizados por su fácil obtención y bajo costo durante la evolución clínica del paciente.20 Procalcitonina MicroRNAs Precursor polipeptídico de la calcitonina, la cual es una proteína sintetizada primordialmente en la glándula tiroides y las Son porciones del RNA que se encuentran elevadas en procesos inflamatorios, principalmente en sepsis, se presentan Cuadro 1. Mortalidad y niveles de lactato en sepsis grave y choque séptico de origen abdominal. Sepsis grave Lactato normal (< 2 mmol/L) Hiperlactacidemia moderada (2-3.9 mmol/L) Hiperlactacidemia grave (> 4 mmol/L) 114 8.7% 16.4% 31.8% Gorordo-Delsol LA, et al. Sepsis abdominal Choque séptico 15.4% 37.3% 46.9% Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 dos tipos de microRNA durante este proceso, el intracelular y el extracelular. Su función está relacionada con la regulación de la expresión génica. Inicialmente identificados en gusanos donde regulan las fases de su desarrollo; a partir de 1993 se identificó su presencia en varios procesos del cuerpo humano, encontrándose en múltiples locus del genoma y su identificación constituye el método más rápido para la detección de inflamación, por lo que en un futuro podrán usarse como mediadores inflamatorios tempranos. Su desventaja es que al momento se requiere una gran infraestructura tanto técnica y humana para su determinación presentando, además, un alto costo.21 RECOMENDACIONES EN EL MANEJO Cuadro 2. Índice de peritonitis de Mannheim, se determina mortalidad 50 a 69%. Factores Puntos* Edad > 50 años Sexo femenino Falla orgánica Patología oncológica activa Tiempo de evolución > 24 h Origen no colónico de sepsis Extensión de peritonitis generalizada Líquido fecaloide Líquido purulento (no fecaloide) 5 5 7 5 4 4 6 12 6 * Más de 26 puntos. PRONÓSTICO El tratamiento quirúrgico de un foco séptico abdominal, debe efectuarse a la brevedad posible pues el retraso de tratamiento mayor a 24 h eleva la mortalidad y morbilidad considerablemente. Se debe valorar la intervención por abordaje laparoscópico, endoscópico o abierto, según esté indicado, y con base en la experiencia del médico y la disponibilidad de recursos. Existen ciertos escenarios en los que se sugiere manejo con intervención percutánea, guiada por estudio de imagen (ultrasonido o tomografía computarizada); éstos son drenaje de abscesos diverticulares menores (< 4 cm de diámetro), absceso hepático y colecistostomía, combinado con antibioticoterapia. Se debe considerar abordaje endoscópico en ciertos casos como en colangitis aguda, para descompresión y drenaje, y puede ser usado en otras patologías intraabdominales, de acuerdo con la experiencia del médico. Para patologías abdominales complicadas con perforación se recomienda realizar lavado peritoneal y colocación de sondas de drenaje; 22,23 se recomienda que en todas las intervenciones se tome cultivo biopsia de la cavidad para realizar el diagnóstico microbiológico y dirigir la terapia antibiótica. En caso de que se decida tratamiento antibiótico conservador y no se presente mejoría, está indicado tratamiento quirúrgico con exploración de cavidad dirigida. Las heridas quirúrgicas deben revisarse frecuentemente durante el día, sobre todo, ante la sospecha de complicación, si las variables hemodinámicas tienden al deterioro o aumenta la respuesta inflamatoria sistémica sin causa aparente. Se debe iniciar tratamiento antibiótico de amplio espectro, con base en los esquemas recomendados, monoterapia, o terapia combinada, según sea el caso, tomando en cuenta el punto de partida abdominal, durante la primera hora del diagnóstico. Se sugiere monitoreo continuo multisistémico. No se debe retrasar el ingreso del paciente a la UCI. Los predictores y escalas pronósticas de gravedad, falla orgánica y sepsis son bien conocidos, los más utilizados son APACHE II, SOFA, SAPS II; sin embargo, están elaborados para predecir mortalidad en grupos relacionados por diagnóstico, es decir, poblaciones de pacientes, pero no en pacientes individualmente, por lo que la mejor recomendación para el adecuado uso de las escalas es la medición seriada para observar la variación entre días. El Mortality Probability Admission Model en su tercera versión (MPM0-III) valora de forma individual a cada paciente con excelente bondad de ajuste de la prueba;16 asimismo, existen escalas específicas para determinadas patologías, como el índice de peritonitis de Mannheim (Cuadro 2) con una sensibilidad de 95.9% y especificidad de 80% para predecir mortalidad en 28 días,23-25 y por otro lado, se cuenta con factores determinantes de mal pronóstico en pacientes con sepsis abdominal26 que permiten estimar el fracaso del manejo quirúrgico y el alto riesgo del procedimiento. Los enlistados a continuación forman un grupo de características de fácil valoración que pueden señalar al paciente con alto riesgo de complicaciones y que se puede beneficiar de valoración precoz por una UCI:27 • • • • • • • • • Retraso en la intervención inicial (> 24 h). Severidad de la enfermedad (puntuación APACHE II > 15). Edad avanzada. Comorbilidades y el grado de disfunción orgánica. Bajo nivel de albúmina. Mal estado nutricional. Grado de afectación peritoneal o peritonitis difusa. Incapacidad de lograr el desbridamiento o el control de un drenaje adecuado. Presencia de malignidad. Gorordo-Delsol LA, et al. Sepsis abdominal 115 Rev Mex de Cirugía del Aparato Digestivo, 2015; 4(3): 110-117 Cuadro 3. Nomograma de Kiewiet para toma de decisiones en riesgo de reintervención quirúrgica por sepsis abdominal. Contaminación Local = 0 puntos Difusa = 7 puntos Defecación Requerimiento de inotrópicos Temperatura Frecuencia cardiaca Hemoglobina (g/dL) Presente = 0 puntos No = 0 puntos 35.5 a 39 ºC = 0 puntos < 90 lpm = 0 puntos > 8.0 = 0 puntos Ausente = 14 puntos Sí = 14 puntos < 35.5 o >39 ºC = 9 puntos > 90 lpm = 6 puntos < 8.0 = 10 puntos Puntos totales Probabilidad de reintervención por laparotomía (%) 0 1.2 Categoría de riesgo Tomografía necesaria Repetir la evaluación 10 3.2 20 8.2 Bajo No En 24 h 30 20 Intermedio Considerar En 12 h 40 40 50 64 60 83 Alto Sí En 12 h si la tomografía es negativa REINTERVENCIÓN QUIRÚRGICA REFERENCIAS La peritonitis secundaria es una entidad frecuente en cirugía general, con una estimación de la incidencia difícil como la diversidad de los casos. Después de una laparotomía inicial un reto surge en la evolución de nuestro paciente cuando presenta un cuadro con peritonitis por la necesidad o no de realizar nuevo procedimiento quirúrgico. Múltiples estrategias quirúrgicas se han implementado en un intento de disminuir la alta mortalidad acompañada de una peritonitis secundaria severa. El identificar a pacientes con peritonitis que necesitan una reintervención quirúrgica representa un gran reto. Estudios han encontrando que la frecuencia cardiaca, el nivel de hemoglobina, la temperatura corporal, la presencia de evacuaciones, la extensión de la contaminación encontrada durante la primera intervención y la necesidad de inotrópicos, en los pacientes con sepsis abdominal, aumentan el riesgo de una segunda laparotomía. Por lo que Kiewiet, et al. desarrollaron un nomograma28 (Cuadro 3) donde si se valoran estas seis variables se obtiene un puntaje de 60, esto es 83% de probabilidad de una segunda intervención. Es una guía útil para orientar tanto al clínico como al quirúrgico en la toma de decisiones. Tomando en cuenta la realización de este nomograma al obtener un riesgo bajo (< 20 puntos) se obtiene 8.2% de probabilidad para realizar una segunda intervención, riesgo moderado 40 (40% probabilidad) y riesgo alto 60 (83%). 1. Mier J, et al Complicaciones de la apendicectomía. La importancia del diagnóstico temprano. Cir y Ciruj 1994; 62: 132-7. 2. McClean KL, et al. Intraabdominal infection: a review. Clin Infect Dis 1994; 19: 100-16. 3. Schein M, et al. Abdominal contamination, infection and sepsis: a continnum. Br J Surg 1997; 84: 269-72. 4. Shands JW. Empiric antibiotic therapy of abdominal sepsis and serious perioperative infections. Surg Clin North Am 1993; 73: 291-306. 5. Offenbartl K, Bengmark S. Intraabdominal infections and Gut origin sepsis. World J Surg 1990; 14: 191-5. 6. Fabian TC. Prevention of infections following penetrating abdominal trauma. Am J Surg 1993; 165(Suppl. 2A): 14S19S. 7. Christou N. Systemic and peritoneal host defense in peritonitis. 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