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Español Obstetrics & Gynecology 1 Series de Especialidad Clínica Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal John B. Gebhart, MD, MS, y Jennifer J. Schmitt, DO _____________________________________________________________________________________________ El tratamiento de la vagina constreñida u obliterada exige la comprensión y reconocimiento de las etiologías potenciales que conducen a esta presentación. Es necesaria una revisión médica y quirúrgica minuciosa y exhaustiva para llegar a un diagnóstico preciso, que luego servirá de guía para la intervención médica o quirúrgica. Es de suma importancia reconocer cuando hay condiciones médicas subyacentes que están contribuyendo a estas condiciones y comenzar la terapia médica; ya que no hacerlo a menudo produce resultados deficientes. Cuando estas condiciones surgen después de intervenciones quirúrgicas, las técnicas quirúrgicas compensatorias que corrigen las constricciones vaginales superior e inferior o la obliteración incluyen incisión a través de la constricción, avance vaginal, zetaplastía, injertos de piel, colgajos perineales, y colgajos e injertos abdominales. La vigilancia postoperatoria y la dilatación son fundamentales para optimizar el éxito a largo plazo. (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) DOI: 10.1097/AOG.0000000000001495 ___________________________________________________________________________________________________ De la División de Cirugía Ginecológica, Clínica Mayo, Rochester, Minnesota. Reconocimiento de educación médica continua disponible para este artículo en http://links.lww.com/AOG/A818. Autor a quien se puede remitir correspondencia: John B. Gebhart, MD, MS, Division of Gynecologic Surgery, Mayo Clinic, 200 First Street, SW, Rochester, MN 55905; e-mail:Gebhart.john@mayo.edu. _____________________________________________________________________________________________________________________ Declaración Financiera El Dr. Gebhart ha prestado sus servicios en la junta consultiva para Astora y ha recibido regalías de UpToDate, Inc, y Elsevier BV. La Dra. Schmitt no reportó conflicto potencial de interés alguno. ______________________________________________________________________________________________________________________ © 2016 por The American College of Obstetricians and Gynecologists. Publicado por Wolters Kluwer Health, Inc. Todos los derechos reservados. ISSN: 0029-7844/ 16 _________________________________________________________________________________________________________ a constricción u obliteración vaginal puede ser una condición devastadora para las pacientes y sus cirujanos. La dispareunia o la apareunia suele ser el síntoma de presentación. A menudo se produce como consecuencia de nuestras intervenciones quirúrgicas para atender el prolapso, o por resultados adversos después de procedimientos con malla transvaginal. Pueden, sin embargo, evolucionar a partir de causas no quirúrgicas, por ejemplo, síndrome genitourinario de la menopausia, dermatosis vulvovaginales, anomalías congénitas o traumatismos. El tratamiento quirúrgico de una vagina constreñida u obliterada puede ser complejo y desafiante y se han descrito varios manejos muy diferentes para estas condiciones. Sin embargo, no hay estudios aleatorios disponibles para guiar al cirujano. Por tanto, nos centramos principalmente en nuestra experiencia anecdótica con diversos procedimientos quirúrgicos. El manejo se debe adaptar a L Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 2 la medida de la causa sospechada y puede ser una combinación de intervenciones médicas y quirúrgicas. Las intervenciones quirúrgicas específicas están destinadas a compensar una condición vaginal subyacente (por ejemplo, constricción, longitud acortada, obliteración) y, generalmente proporcionan un efecto funcional. Sin embargo, no siempre producen una forma física o un resultado ideales. La ejecución y los detalles del procedimiento quirúrgico son fundamentales; sin embargo, los aspectos esenciales también incluyen evaluación preoperatoria, diagnóstico preciso y tratamiento de condiciones médicas subyacentes, y manejo postoperatorio de alta calidad. CONSIDERACIONES PREOPERATORIAS Una minuciosa historia quirúrgica y examien médica son vitales para el éxito de cualquier intervención quirúrgica. La anatomía vaginal es variable, dependiendo de la edad, paridad y estatus menopáusico. La longitud vaginal promedio es de 9.4 cm,1 y el calibre óptimo ampliamente aceptado es de por lo menos dos anchos de dedo de diámetro. Una constricción, estenosis u obliteración vaginal, puede ser secundaria a condiciones inflamatorias de la vagina; síndrome genitourinario de la menopausia; y cirugía vaginal previa, incluyendo reparación de episiotomía, radioterapia o tratamiento láser de la vulva o vagina. La planificación preoperatoria depende de los síntomas asociados (por ejemplo, obstrucción urinaria), de los hallazgos de la examen y del potencial del manejo médico para mejorar la condición antes de operar la vagina. Las condiciones inflamatorias que afectan la vagina incluyen diversos trastornos autoinmunes: dermatosis vulvares (por ejemplo, liquen escleroso, liquen plano, liquen crónico simple), trastorno intestinal inflamatorio (principalmente enfermedad de Crohn con compromiso perineal), síndrome de Steven-Johnson, y enfermedad de injerto contra huésped.2 Una revisión exhaustiva del manejo médico de estas condiciones está más allá del alcance de este artículo; sin embargo, se analizan brevemente los procesos de las enfermedades más comunes que comprometen la vagina. El síndrome genitourinario de la menopausia (históricamente conocido como atrofia vaginal) se puede asociar con reducción de la elasticidad vaginal, resequedad vaginal, dispareunia y síntomas urinarios.3,4 Este síndrome acorta la vagina un promedio de 0.17 cm después de la menopausia ó 0.08 cm por cada período de 10 años después de la menopausia. Típicamente, la atrofia vaginal no requiere intervención quirúrgica, sin embargo, la maximización de la salud vaginal antes de la cirugía puede conducir a una pared vaginal más gruesa y de esta manera a un tejido más saludable para el procedimiento y mejor cicatrización postoperatoria. Aunque no hay recomendaciones estandarizadas disponibles respecto a la duración del tratamiento preoperatorio, Goldstein y colaboradores5 encontraron mejoría en las características del tejido vaginal después de 6 semanas de tratamiento con estrógeno vaginal. Por tanto, es razonable un retardo de la intervención quirúrgica para optimizar la salud vaginal cuando sea posible, dependiendo de la situación clínica. Las dermatosis vulvares, más comúnmente liquen escleroso o liquen plano, se asocian a menudo con cicatrices del introito y estrechamiento y obliteración, respectivamente (Figs. 1 y 2). Se desconoce la prevalencia real de cada enfermedad en la población de EE.UU., pero se han hecho aproximaciones previamente. Estas aproximaciones son probablemente subestimaciones debido a vergüenza de las pacientes, falta de síntomas, o un efecto adverso del tratamiento multidisciplinario. Los investigadores han reportado una prevalencia de liquen escleroso del 1.7% en una práctica de ginecología general y de 0.10.3% en una práctica dermatológica.5,6 Puede haber efectos perjudiciales del liquen escleroso en la salud vaginal y sexual. Haefner y colaboradores 7 informan que 15% de las pacientes con liquen escleroso reportaron que la actividad sexual es importante para ellas, pero rara vez o nunca es satisfactoria en comparación con 0% del grupo de control que reportó este resultado. El manejo médico con el ultrapotente corticosteroide tópico propionato de clobetasol en ungüento al 0.05% por la noche durante 4 semanas y una reducción gradual de la dosis después de esto, es el tratamiento de elección aceptado.8 Para las mujeres que tienen síntomas mínimos a moderados, el manejo médico es sin duda la estrategia óptima. Sin embargo, cuando las pacientes presentan aglutinación labial, incapacidad de tener relaciones sexuales o micción incompleta, o infecciones recurrentes del tracto urinario, la intervención quirúrgica puede ser necesaria 9 (Fig. 3). Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 3 Las causas iatrogénicas de constricción vaginal incluyen reparación de la episiotomía, cirugía vaginal previa, tratamientos con láser y braquiterapia para condiciones malignas de la pelvis. Se desconoce la prevalencia de estas constricciones; sin embargo, Vassallo y Karram10 exponen que ven aproximadamente de cuatro a seis pacientes con constricciones después de cirugía vaginal en su práctica anualmente. Estas constricciones iatrogénicas afectan negativamente la calidad de vida y la función sexual de la mujer. Fig. 1. Esclerosis por liquen que dio como resultado fusión labial. Utilizado con permiso de la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica, todos los derechos reservados. Gebhart. Management of the Constricted Vagina. Obstet Gynecol 2016. Revisar los informes quirúrgicos previos de una paciente puede ser útil al evaluarla y al planificar una cirugía. Los tratamientos y operaciones previos a menudo guían al cirujano durante el examen físico y pueden influir en la elección final de la intervención quirúrgica. El tratamiento con láser y la braquiterapia se han utilizado en la práctica ginecológica para tratar diversas condiciones malignas o premalignas en la vagina. Se ha mostrado que la braquiterapia para el cáncer de cuello uterino disminuye la longitud de la vagina en un 22% y la elasticidad en un 25%. 11 Jensen y colaboradores12 encontraron que de las mujeres que recibieron radioterapia para cáncer de cuello uterino, hasta la mitad reportaron molestias durante el coito relacionadas con disminución del tamaño vaginal después del tratamiento. Examen Físico Preoperatorio El examen físico se debe centrar en la confirmación de los signos que reflejen los síntomas de la paciente. Por ejemplo, si ella refiere dolor o estenosis del introito, se debe hacer una detallada inspección de la zona, observando la apariencia del tejido y comprobando la evidencia de cicatrices, dolor o estenosis. La profundidad y calibre de la vagina son también hallazgos muy importantes del examen físico para estas pacientes y se deben evaluar cuidadosamente. El examen físico se programa apropiadamente antes de la cirugía para tomar biopsias vaginales o vulvares de áreas sospechosas para evaluación patológica, en particular las dermatosis vulvares, ya que el tratamiento médico es eficaz. Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 4 Fig. 2. Inserción de un dilatador de Hegar para mostrar la estenosis del introito en una paciente con liquen plano. Utilizado con permiso de la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica, todos los derechos reservados. Gebhart. Management of the Constricted Vagina. Obstet Gynecol 2016. Incisiones y Abordajes Quirúrgicos El abordaje quirúrgico para la estenosis depende de su localización anatómica, causa subyacente y gravedad. Para la estenosis del introito o vaginal, el procedimiento puede tratar tanto la estenosis de la vagina superior como de la inferior, o puede aislar y corregir específicamente las estenosis vaginales inferiores. Las técnicas quirúrgicas que corrigen las estenosis vaginales superiores e inferiores incluyen incisión del anillo o cresta de constricción vaginal, avance vaginal, zetaplastía, injerto libre de piel, colgajos perineales, y colgajos abdominales. Es de destacar que algunas de estas técnicas quirúrgicas son complejas y que el cirujano debe conocer la anatomía vaginal y pélvica, así como tener experiencia con el procedimiento (o colaborar con un cirujano con más experiencia) para ofrecer el mejor resultado quirúrgico a la paciente. Cuando es difícil realizar la evaluación clínica de la vagina en el consultorio médico a causa de dolor, constricción severa u otras condiciones, un examen pélvico bajo anestesia suele ser útil para mayor evaluación y planificación quirúrgica. En este contexto clínico, se pueden hacer evaluaciones adicionales, incluyendo biopsias, y se puede obtener una interconsulta con otras especialidades quirúrgicas (por ejemplo, cirujanos plásticos, colorrectales). En estas situaciones, nuestro grupo a menudo lleva a cabo un examen bajo anestesia y determina una estrategia para una futura intervención quirúrgica y luego da seguimiento a la paciente en el consultorio para analizar los hallazgos y formular el plan. Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 5 Fig. 3. Fusión labial congénita. A. Se utiliza una pinza de Kelly para definir la fusión labial delgada, y se realiza una incisión vertical entre los brazos de la pinza. B. Los extremos del tejido se reaproximan con suturas absorbibles interrumpidas. Utilizado con permiso de la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica, todos los derechos reservados. Gebhart. Management of the Constricted Vagina. Obstet Gynecol 2016 Incisiones El abordaje más directo para el alivio de un estrechamiento del introito es una incisión vertical de la banda o cresta constrictora. Se hace una incisión en la línea media, y el epitelio vaginal se moviliza desde el tejido de la cicatriz subyacente. Puede que sea necesario extirpar por completo el tejido cicatricial para aumentar adecuadamente el calibre vaginal o del introito. Se debe lograr la hemostasia y la herida se puede dejar sanar por segunda intención. Preferimos socavar el epitelio vaginal, adelantarlo y cerrar la incisión transversalmente de una manera libre de tensión cuando sea posible (Fig. 4). Cuando esta técnica es inadecuada para lograr suficiente diámetro vaginal o del introito, se pueden hacer incisiones múltiples y repararlas de forma independiente.13 Los mismos principios quirúrgicos aplican para la fusión labial congénita. Un abordaje efectivo y directo para la constricción vaginal es una incisión a través de la cicatriz o cresta, a menudo en una ubicación lateral a aproximadamente en la posición 3 o 9 de las manecillas del reloj, dependiendo del sitio de la constricción. Una incisión lateral es más segura que una medial, ya que permite la escisión profunda de la banda de cicatriz a la vez que disminuye el riesgo de lesión a la vejiga y el recto. Para obtener buenos resultados es esencial una incisión completa que permita que los tejidos se retraigan enteramente. El diámetro vaginal debe evaluarse de forma intermitente a medida que se suelta la cicatriz para asegurar una adecuada liberación. Estas incisiones también se pueden dejar sanar por segunda intención o se puede cubrir el defecto epitelial con un injerto biológico o de piel de grosor parcial (Fig. 5). Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology Incisión propuesta a través del área constreñida 6 Línea de sutura cerrada transversalmente Fig. 4. Manejo de estenosis de introito. A. Se realiza una incisión en la línea media, se moviliza el epitelio vaginal y se extirpa el tejido cicatricial subyacente si es necesario. B. La incisión vertical se cierra de manera transversal, lo cual aumenta el diámetro vaginal. De Lee RA. Atlas of gynecologic surgery. Philadelphia (PA): Saunders; 1992. Utilizado con permiso de la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica, todos los derechos reservados. Gebhart. Management of the Constricted Vagina. Obstet Gynecol 2016 Zetaplastía La zetaplastía se usa con menos frecuencia para tratar la estenosis vaginal introital o distal. Se ha descrito en la literatura ginecológica,10,14 pero probablemente es utilizada con más frecuencia por los cirujanos plásticos. El cirujano debe familiarizarse con el diseño geométrico y la transferencia de los colgajos epiteliales.13,15,16 La técnica de zetaplastía implica el trasplante de dos colgajos triangulares entrelazados. La "Z" puede orientarse vertical o transversalmente, dependiendo de la ubicación de la constricción. Los brazos del colgajo son por lo general de 2 cm de largo y en ángulos de 60°; sin embargo, el grado de estenosis puede requerir un ajuste en la longitud de la incisión y en los ángulos. Aumentar o disminuir los ángulos (entre 30° y 90°) ajusta el diámetro vaginal; los ángulos mayores producen como resultado diámetros vaginales más grandes. Tomar tejido lateral permite una ganancia teórica de 75% en longitud o, en este caso, del diámetro de la vagina introito,16,17 y los colgajos bilaterales de la zetaplastía se han descrito anteriormente. Se identifica el sitio de la contractura más grave, y se hace una incisión transversal (esta incisión se convierte en la extremidad común de la zetaplastía). Los brazos superior e inferior de la "Z" se extienden hacia la vagina y hacia el perineo, respectivamente. Cuando sea necesario, se puede extirpar el tejido cicatricial y los colgajos transpuestos se reaproximan con suturas absorbibles de manera interrumpida. Esta técnica también se puede utilizar para las estenosis del introito en algunos casos y no da lugar a una línea de sutura medial. El diámetro máximo transversal se obtiene cuando los ápices se aproximan correctamente. Se deben recortar orejas de perro de tejido para evitar crestas o marbetes postoperatorios de la piel vaginal. Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 7 Injertos de Piel Los injertos de piel se clasifican tradicionalmente por la cantidad de dermis incluida. Un injerto de piel de grosor total contiene toda la dermis y la epidermis (con el tejido graso eliminado) y un injerto de piel de grosor parcial contiene cantidades variables de la dermis. 17 Los injertos de piel de grosor total o parcial se pueden usar para reparar la estenosis vaginal o el acortamiento vaginal proporcionando cobertura de un vacío epitelial o recubriendo totalmente el espacio vaginal. Debido a la elastina en la dermis, los injertos de piel inicialmente se retraen inmediatamente después de cortarlos y tienen un segundo retroceso durante la cicatrización (probablemente debido a la actividad de los miofibroblastos). Los injertos de piel de grosor total tienen una mayor contracción inicial, pero menos durante la cicatrización; en contraste, los injertos de piel de grosor parcial tienen el potencial de una mayor contractura secundaria.17 Vassallo y colaboradores10 describieron una técnica y una serie de casos de 20 pacientes que recibieron injertos de piel libre de grosor total para la constricción vaginal postoperatoria, con resultados positivos. Fig. 5. Banda de constricción severa a lo largo de la pared vaginal lateral completamente incidida y liberada y dejada para cicatrizar por segunda intención. Utilizado con permiso de la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica, todos los derechos reservados. Gebhart. Management of the Constricted Vagina. Obstet Gynecol 2016 En nuestra práctica, preferimos los injertos de piel de grosor parcial porque hemos tenido una experiencia larga y positiva con el uso de este tipo de injerto con el procedimiento McIndoe para la agenesia vaginal.18 Se utiliza un dermatomo para cortar un injerto de piel de grosor parcial de 0.017 pulgadas de espesor, por lo general de un sitio poco visible como los glúteos. Después se puede suturar el injerto en su lugar con suturas finas, absorbibles. Se deja en el sitio un relleno o un molde durante varios días para ayudar a que el injerto se adhiera a los tejidos subyacentes. El cirujano debe tener la certeza de que el lecho de la herida esté hemostático, lo que es sumamente importante porque el sangrado puede causar que el injerto se desprenda. Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 8 Xenoinjertos Los xenoinjertos se pueden utilizar en lugar de los injertos de piel para llenar los vacíos en el tejido vaginal o perineal, evitando acortamiento o estrechamiento. Los xenoinjertos son bioprótesis de colágeno acelular derivados de fuentes no humanas (bovina o porcina). Se diferencian por el sitio de donde se toma el tejido (ej., pericardio, dermis, vejiga o submucosa del intestino delgado), y en si se utiliza o no reticulación química para procesar el injerto. 19 Hemos utilizado con éxito diversos tamaños de submucosa de intestino delgado porcino de cuatro capas para reparaciones vaginales. El primer paso es socavar el epitelio vaginal que rodea el espacio. El injerto se coloca horizontal por debajo del epitelio y posteriormente se fija en su lugar con suturas absorbibles. En general, las remodelaciones con injerto porcino se vuelven casi indistinguibles del tejido circundante (Apéndice 1, disponible en línea en http://links.lww.com/AOG/A819). No hemos utilizado este material para recubrir completamente la cavidad vaginal en casos de agenesia vaginal; por tanto, no podemos hacer recomendaciones para esa indicación clínica. Colgajos Perineales La dispareunia o una vagina funcionalmente acortada pueden ser causadas por estenosis laterales cerca del introito o más adentro en el canal vaginal. También, los procesos patológicos inflamatorios (por ejemplo, liquen plano, enfermedad de Behçet) pueden causar obliteración vaginal con el tiempo. Los colgajos perineales se pueden utilizar en estas situaciones clínicas porque los colgajos proporcionan una fuente de tejido potencialmente grande y vascular para ayudar al manejo de la obliteración o estenosis severa. Para preparar la colocación de un colgajo vaginal, se hace una incisión longitudinal en toda la cicatriz vaginal y del introito. A continuación se socava esta zona, para abrir por completo la contractura. Se toman medidas cuidadosas para calcular la longitud deseada del colgajo. Luego, se crea un colgajo perineal articulado, lateral a los labios mayores en el lado ipsilateral de la contractura. El suministro sanguíneo en la base del colgajo generalmente soporta una longitud de colgajo de varias veces la anchura de la base. Se tiene el cuidado de preservar la grasa subcutánea para mantener el suministro de sangre y producir un relleno suave en el lugar de la antigua contractura. El colgajo se rota hacia el canal vaginal y se asegura con sutura interrumpida, fina, absorbible después de obtener hemostasia. Ocasionalmente se necesitan colgajos perineales bilaterales. Se puede colocar un catéter de succión por debajo del colgajo para drenaje de la zona y se puede retirar en 2448 horas (Fig. 6). Después de que los colgajos perineales estén en su lugar, el cirujano debe verificar que la vagina y el introito resultantes estén libres de bandas o cicatrices y que la vagina tenga un diámetro y longitud adecuados. Un excelente ejemplo de esta técnica, que se utiliza para tratar la enfermedad de Behçet, se describe y se complementa con fotografías a color en el Atlas de Anatomía de la Pelvis y Cirugía Ginecológica de Baggish y Karram.13 Injertos y Colgajos Abdominales Cuando las intervenciones quirúrgicas tradicionales han fracasado o una situación clínica requiere que se utilice una nueva fuente de tejido, los colgajos abdominales pueden ser la solución. Los colgajos musculocutáneos abdominales se utilizan a menudo en otras subespecialidades quirúrgicas, como la reconstrucción de mama relacionada con cáncer. Nuestros colegas de cirugía plástica y reconstructiva colaboran con nosotros en estos procedimientos para obtener resultados óptimos para las pacientes. La reconstrucción vaginal con colgajos miocutáneos se ha descrito en la literatura para tratar condiciones ginecológicas malignas, defectos de la pelvis y anomalías congénitas. 20-22 En estos casos se utilizan colgajos miocutáneos transversales y verticales del recto abdominal. Existen ventajas y desventajas para el uso de colgajos abdominales en la reconstrucción vaginal, como con cualquier intervención quirúrgica. Las ventajas incluyen la disponibilidad de una fuente de tejido grande, bien vascularizada y, generalmente, sana e intacta. Además, estas reparaciones por lo general no necesitan una dilatación tan prolongada después de la operación. Las desventajas de su uso incluyen la posibilidad de nuevas intervenciones quirúrgicas o injertos en los casos de desprendimiento parcial del injerto de piel; también están relacionadas con la naturaleza voluminosa del injerto y la posterior dificultad para interponerlo entre la vejiga y el recto y conectarlo al perineo. Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 9 Línea de sutura cerrada del sitio de toma del injerto Catéter de succión subcutánea Colgajo perineal articulado colocado Fig. 6. Modificación Woods de un colgajo Singapore. A. Se toman medidas para determinar el tamaño del injerto requerido. Se crea un colgajo perineal articulado inmediatamente lateral al labio mayor en el lado ipsilateral de la contractura. El abastecimiento de sangre en la región de articulación del colgajo se tiene que preservar. Se recomienda hacer el extremo distal del colgajo redondo y no en punta para reducir el riesgo de desprendimiento de la cara distal del injerto. B. Se coloca un catéter de succión en el lecho de la herida. Las suturas iniciales aseguran el colgajo cerca del introito; se colocan suturas subsecuentes hacia el ápice. De Lee RA. Atlas of gynecologic surgery. Philadelphia (PA): Saunders; 1992. Utilizado con permiso de la Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médica, todos los derechos reservados. Gebhart. Management of the Constricted Vagina. Obstet Gynecol 2016. El Atlas de Anatomía de la Pelvis y Cirugía Ginecológica de Baggish y Karram23 describe un caso manejado por los autores y proporciona fotografías a color de una paciente a la que se practicó un colgajo miocutáneo vertical del recto abdominal creado para tratar su constricción vaginal, que fue causada por radioterapia y múltiples intervenciones quirúrgicas por un rabdomiosarcoma perineal cuando era niña. El colgajo abdominal fue útil en este caso, porque proporcionó tejido vascularizado fresco en una situación de múltiples operaciones fallidas incluyendo una neovagina sigmoidea, colgajos labiales bilaterales y colgajos de Singapur. Injerto Colónico Un segmento de colon también puede ser usado para crear una neovagina. Esta técnica se debe usar sólo cuando otras opciones no son viables o cuando la vagina es muy pequeña o no la hay, ya que esta operación esencialmente sustituye la vagina. Las ventajas de este manejo son que proporciona una fuente de tejido sano que es capaz de distenderse. Las desventajas incluyen el drenaje mucoso que produce, así como la posibilidad de estenosis del introito y un pequeño riesgo de fuga postoperatoria de la anastomosis del colon como resultado de la necesidad de anastomosis intestinal del colon restante. 2428 El uso de un injerto de colon requiere el conjunto de habilidades de un cirujano de colon y de recto para la toma del injerto. Es preferible un segmento de colon sigmoide porque por lo general hay redundancia allí y el recto puede permanecer intacto. Después de que se elige y aísla el segmento del colon, se identifican la arteria mesentérica inferior y sus ramas. El sigmoide ha sido utilizado con éxito como resultado de su excelente suministro de sangre, que es un componente crítico de un injerto exitoso de colon. Se Gebhart y Schmitt Manejo Quirúrgico de la Constricción u Obliteración Vaginal © 2016 The American College of Obstetricians and Gynecologists (Obstet Gynecol 2016;128:284–91) www.greenjournal.org Español Obstetrics & Gynecology 10 selecciona un segmento de aproximadamente 14 cm de longitud. A continuación se hace una incisión del mesenterio paralela al sigmoide, teniendo cuidado de preservar el suministro de sangre. Luego se rota el segmento 180° para alcanzar el introito vaginal. De esta manera, el extremo distal del colon sirve como la neovagina proximal. Se utilizan suturas absorbibles interrumpidas para fijar el segmento al introito arriba y abajo (Apéndice 2, disponible en línea en http://links.lww.com/AOG/A820). Las capas serosa y muscular del injerto del colon se aseguran con suturas, que a continuación se llevan hacia abajo y se fijan al tejido más profundo cerca del introito (esto ayuda a liberar tensión de las suturas secundarias del introito), comenzando posteriormente porque ésta es el área más difícil para asegurar el acceso. La mucosa colónica se sutura por separado a los tejidos del introito. CONSIDERACIONES POSOPERATORIAS Es fundamental el manejo postoperatorio activo para un resultado exitoso en muchas de estas situaciones clínicas. El inicio inmediato ya sea de dilatadores o moldes vaginales es esencial para mantener la profundidad y el diámetro vaginal finales. La dilatación posterior sostenida durante varios meses y de forma intermitente después de eso, es importante para evitar la contractura. Sólo se puede obtener un éxito moderado sin un compromiso con el régimen postoperatorio necesario. A menudo, el uso de estrógeno tópico es beneficioso y los cirujanos necesitan examinar a estas pacientes frecuentemente con pocas semanas de intervalo para dar seguimiento a la curación de la herida y asegurarse de que los tejidos no se estén constriñendo de nuevo. Las recomendaciones postoperatorias generales para la cirugía vaginal siguen aplicandose para estas pacientes. En general, estas recomendaciones incluyen no tener relaciones sexuales sino hasta después del examen postoperatorio. Las actividades de la vida diaria, tales como bañarse, tomar baños de tina o baños de asiento cortos, y subir y bajar escaleras son permisibles. ANÁLISIS Los procedimientos quirúrgicos en y alrededor de la vagina son una de las principales causas de la constricción y la obliteración vaginal. Es de suma importancia que los cirujanos sean muy cuidadosos para evitar causar constricción durante intervenciones quirúrgicas. Si se identifica una constricción y se corrige intraoperatoriamente durante la cirugía inicial, es menos probable que se produzcan secuelas. Además, debe hacerse un examen postoperatorio dentro de las primeras 6 semanas (en particular cuando las reparaciones se realizan en múltiples compartimentos), para evaluar adherencias o constricción vaginal. De acuerdo a nuestra experiencia, las adherencias y las contracciones simples identificadas dentro de los primeros 2 meses de una operación a menudo pueden ser liberadas en el consultorio con un dedo examinador lubricado. Cuando la cicatrización ha madurado y se han formado constricciones u obliteraciones densas, se deben considerar abordajes quirúrgicos para su manejo. REFERENCIAS 1. Tan JS, Lukacz ES, Menefee SA, Luber KM, Albo ME, Nager CW. Determinants of vaginal length. Am J Obstet Gynecol 2006;195:1846–50. 2. Amankwah YA, Haefner HK, Brincat CA. Management of vulvovaginal strictures/shortened vagina. 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