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Claves de la nutrición canina y felina claves de la nutrición canina y felina Claves de la nutrición canina y felina 2 • claves de la nutrición canina y felina claves de la nutrición canina y felina Sumario Alimentación del paciente cardiópata................................................................................4 Capítulo 2 Importancia del manejo dietético de la enfermedad renal en perros y gatos........................................................... 10 Capítulo 3 Alimentos para el manejo del peso en perros y gatos ....................... 14 Capítulo 4 Claves de la nutrición del cachorro.................................................................................... 18 Monografía Capítulo 1 Empresa editora: Grupo Asís Biomedia, S.L. Centro empresarial El trovador, planta 8, oficina 1 Plaza Antonio Beltrán Martínez, 1. 50002 Zaragoza Tel.: 976 461 480 - Fax: 976 423 000 http://argos.portalveterinaria.com/ argos@grupoasis.com 3 • claves de la nutrición canina y felina Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de Informativo Veterinario ARGOS sin previa autorización escrita. La responsabilidad de los artículos, reportajes, comunicados, etc. recae exclusivamente sobre sus autores, GRUPO ASÍS BIOMEDIA, S.L. sólo se responsabiliza de sus artículos o editoriales. Esta publicación se distribuye de forma gratuita a los clínicos veterinarios de pequeños animales. 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Aproximadamente el 30% de ellos presenta endocardiosis de la válvula mitral. Generalmente las dividimos en patologías valvulares y en cardiomiopatías dilatadas. Las primeras afectan principalmente a los perros, más que a los gatos, con ciertas predisposiciones raciales, como puede ser el caso del Cavalier King Charles Spaniel (>50%). De modo general, las patologías valvulares afectan a las razas caninas de talla pequeña y mediana, mientras que la cardiomiopatía dilatada afecta a las razas grandes y a los gatos. Se trata, por tanto, de una enfermedad de alta morbilidad y alta mortalidad, con un pronóstico reservado, puesto que la esperanza de vida, dependiendo del grado, varía entre 1-2 años. Dependiendo de la causa primaria y de la gravedad del proceso, los signos clínicos varían con cada paciente y no son patognomónicos de la enfermedad. Los signos incluyen: debilidad, intolerancia al ejercicio, tos, letargia, inapetencia, vómito, diarrea, taquipnea, dificultad respiratoria, síncope y colapso. Esta variedad de signos nos podría ocasionar errores diagnósticos que, sin embargo, nos permiten La base del tratamiento alimentario de estos pacientes consiste en ajustar correctamente la ingesta calórica, evitar el exceso de nutrientes como la sal y utilizar correctamente otros nutrientes con efectos especiales. 5 • claves de la nutrición canina y felina un diagnóstico precoz de la enfermedad. La obesidad, ciertas patologías respiratorias (p. ej.: bronquitis crónicas) y algunas enfermedades endocrinas (p. ej.: hipertiroidismo, Cushing) tienen una sintomatología similar, y es en el diagnóstico presuntivo de ellas, particularmente cuando valoramos las presiones sanguíneas, cuando se diagnostica la patología cardiovascular. Manejo dietético El tratamiento de este tipo de pacientes se basa en el empleo de los fármacos y de un estricto programa de alimentación. Hace años, el tratamiento nutricional se basaba en disminuir la sintomatología. A día de hoy, se ha correlacionado perfectamente el sobrepeso y la obesidad como factor predisponente de la enfermedad cardiovascular, a pesar de la paradoja que existe entre la obesidad y la supervivencia de los pacientes. La estrecha relación entre la condición corporal y las tasas de supervivencia vienen marcadas por un retraso en el proceso de la caquexia (inevitable en toda enfermedad crónica) y por la denominada “paradoja de la obesidad”. Los hipotéticos beneficios de mostrar una BCS 6/9 o 7/9 en este tipo de pacientes son: •Efecto protector de la grasa a través de la liberación de hormonas y citoquinas. • Presentación precoz de los signos clínicos de la enfermedad. • Peso como indicador del tratamiento. • Retrasa o elimina la caquexia. La caquexia es el primer motivo de eutanasia. En nuestro caso, la esperanza de vida es algo más larga. Por tanto, la base del tratamiento alimentario de estos pacientes consiste en ajustar correctamente la ingesta calórica, evitar el exceso de otros nutrientes -como podría ser el caso de la sal- y utilizar correctamente otros nutrientes con efectos especiales, como por ejemplo la taurina, L-carnitina, ácidos grasos omega 3, algunos antioxidantes y ciertas vitaminas y minerales que potencien la contractilidad. Los tres pilares de la nutrición y alimentación de los cardiópatas se basan en: www.petfanmx.com claves de la nutrición canina y felina A día de hoy, se ha correlacionado perfectamente el sobrepeso y la obesidad como factor predisponente de la enfermedad cardiovascular. • Reducir la hipertensión. En este caso manejamos el sodio y el cloro. Ha sido la terapia tradicional. • Prevenir la caquexia cardiaca. Es muy importante que el veterinario sea capaz de diferenciar entre anorexia y caquexia, así como tener en cuenta esta diferenciación en los diferentes índices de valoración corporal de los pacientes. • Mejorar la función cardiaca. La taurina, L-carnitina, magnesio y potasio actúan directamente sobre la fibra muscular cardiaca. Hipertensión y minerales: sodio y cloro El control de la ingestión de sal ha sido la base del tratamiento de la hipertensión en los pacientes desde hace más de 50 años, ya que la sal aumenta la retención del líquido y, por tanto, incrementa las presiones. Lo cierto es que el comportamiento de las distintas sales, libres de uno de los dos minerales, ofrece respuestas muy variables respecto a cuando van en conjunción. En este sentido, hay que tener cierta precaución en el empleo de los alimentos hiposódicos, principalmente bajos en cloro, porque se produce una activación del sistema renina-angiotesina-aldosterona (SRAA). De acuerdo con la clasificación del ISACHC, la incorporación de sal en las dietas de los pacientes varía con la categoría: • En los pacientes clasificados como tipo I y II hay que reducir la ingesta de sal y monitorizar al paciente hasta ajustar las dosis de los diuréticos y los IECA. Las recomendaciones en cloruro sódico en estos pacientes son de 50 a 80 mg ClNa por cada 100 kcal de energía metabolizable (EM). • En los pacientes tipo III hay que restringir de modo severo la ingestión de la sal. Los niveles recomendados en sus raciones son inferiores a 50 mg por cada 100 kcal EM; entre 20-37 mg/100 kcal. La selección de una dieta Valores de referencia de taurina en perros y gatos Concentración taurina nmol/ml Perro Gato Sangre 255,8 – 276,2 300 – 600 Plasma 72,8 – 81,2 80 – 120 7 • claves de la nutrición canina y felina u otra vendrá determinada por el grado de dilatación cardiaca y la congestión del paciente. Si prestamos atención a las recomendaciones del NRC 2006 vemos que las necesidades en sodio para un perro o un gato adulto son de 17 a 25 mg/100 kcal EM. Mientras que las del cloro son 1,5 veces superiores. De acuerdo con esto, la mayor parte de los alimentos para el mantenimiento de los perros y gatos presentes en el mercado nos podrían servir para el tratamiento de los pacientes en la fase I-a de la ISACHC (pacientes sin signos compensatorios), puesto que aportan entre 75-100 mg Na+/100 kcal EM. Los pacientes tipos I-b, II y III requieren alimentos con concentraciones en sal específicas. Tendremos que pedir información detallada a las diferentes casas comerciales. El agua, fuente de sal, es un alimento al que no solemos prestarle atención. En este tipo de pacientes, particularmente en los de tipo III, las recomendaciones respecto a la calidad del agua son estrictas. Deberíamos utilizar agua mineral baja en sodio (<150 ppm) o bien agua destilada. Por supuesto, aquellos alimentos procedentes de la alimentación humana ricos en sal están absolutamente prohibidos. Algunos ejemplos de ellos serían: pan, patatas fritas, mayonesa, queso, huevos, bacon, huevo y algunos alimentos enlatados (verduras, pescado). En este tipo de pacientes, particularmente en los de tipo III, deberíamos utilizar agua mineral baja en sodio (<150 ppm) o bien agua destilada. Prevención de la caquexia cardiaca Es un síndrome muy habitual en los cardiópatas. Más del 50% de ellos desarrollará caquexia, y de ella dependerá su supervivencia. Se debe tener en cuenta de manera directa, puesto que es un indicador de la eficiencia del tratamiento, e indirecta (los propietarios no soportan ver cómo la mascota va perdiendo peso y solicitan la eutanasia). La caquexia es un problema multifactorial donde concurren tres procesos: la falta de atención por el alimento (per sé y por la medicación), el aumento de las necesidades energéticas del paciente y la liberación de algunas citoquinas, particularmente TNFα, IL-1 e IL-6, que modifican el metabolismo de los nutrientes, inducen anorexia y actúan directamente sobre el corazón (fibrosis, hipertrofia e inotropismo negativo). Por este motivo, es recomendable registrar el peso corporal, la condición corporal por la escala de 9 puntos, BCS, (Laflamme, 1997), el índice de masa grasa, FMI, (Baez, 2007) y el índice de masa muscular, MMI, (Mitchel, 2004). claves de la nutrición canina y felina Cuando las pérdidas de peso del animal sean del 10% en un periodo de 7-15 días o superen el 5% en un plazo de 6 meses, tenemos un indicador sobre un mal manejo del paciente. Este tipo de pacientes tienen aumentadas sus necesidades energéticas diarias en 1,3-1,8 veces las recomendaciones de mantenimiento. Se debe prestar especial atención a la proteína, que debería ser de alta calidad y digestibilidad. Es interesante incorporar L-arginina puesto que actúa, a través del óxido nítrico, como un relajante de los endotelios vasculares, mejorando el caudal circulatorio. Faltan todavía estudios concluyentes. Uno de los principales problemas que nos encontramos en estos pacientes es la baja palatabilidad de sus dietas, principalmente por los bajos niveles de sal que incorporan. Hay que intentar aumentar la palatabilidad del alimento, y podemos hacerlo de diferentes maneras: • Aumentando la proporción de alimento húmedo. • Calentando el alimento hasta la temperatura corporal. • Asegurarnos de que el alimento se presenta fresco (en los húmedos). • Permitir que el paciente seleccione la dieta que más le guste. • Aumentando los niveles de proteína y grasa de la ración. • Elegir la habitación más tranquila donde ofrecerles el alimento. • Emplear fármacos (en el caso de ser estrictamente necesario): diacepam, ciproheptadina, metoclopramida y mirtazapina. El agua es fuente de sal. En este tipo de pacientes, particularmente en los de tipo III, las recomendaciones respecto a la calidad del agua son estrictas. Deberíamos utilizar agua mineral baja en sodio (<150 ppm) o bien agua destilada. 8 • claves de la nutrición canina y felina Es recomendable registrar el peso corporal, la condición corporal por la escala de 9 puntos, BCS, (Laflamme, 1997), el índice de masa grasa, FMI, (Baez, 2007) y el índice de masa muscular, MMI, (Mitchel, 2004). Mejora de la función cardiaca Algunos nutrientes han mostrado cierto valor positivo sobre el trabajo cardiaco. Revisemos sus funciones y su incorporación en las raciones de nuestros animales. Taurina La taurina es un β-aminoácido con un grupo sulfónico que sustituye al grupo carboxilo. Se trata de un derivado de la cisteína con un grupo tiol. No se incorpora a las proteínas por su estructura, pero, como aminoácido libre, sí forma parte de los tejidos y líquidos del organismo de los animales superiores: cerebro, retina, miocardio, hígado, músculo, plaquetas, leucocitos y en la leche y el jugo biliar. Sus funciones no están muy claras. Algunas de ellas son importantes en el sistema cardiovascular: control de los niveles del calcio en los miocitos, efectos directos sobre las proteínas contráctiles, osmorregulación del miocardio e interacción en el sistema RAA. Es esencial en el gato, pero ¿y en el perro? En algunas razas se ha visto que existe cierta relación entre su deficiencia y la presentación de cardiomiopatías. Las razas implicadas son: Cocker Americano, Golden y Labrador Retriever, Dálmata, Bulldog Inglés, Perro de aguas Portugués y Terranova. La evaluación de estos pacientes se hace a partir de los valores de taurina en plasma o sangre completa (ver tabla). Cuando los valores en sangre son inferiores a 150-200 nmol/ml o a 40 nmol/ml en sangre o plasma, respectivamente, podemos sospechar del proceso. Se ha visto que el empleo de taurina a dosis de 0,52 g/perro/día/q 8-12 h o de 250 mg/gato/día/q 12-24 h, durante un mínimo de seis meses, mejora la calidad y la esperanza de vida de los pacientes. Por otra parte, se trata de un nutriente muy seguro sin efectos secundarios ni tóxicos. Estos resultados son visibles ecocardiográficamente a partir de los cuatro meses. Los alimentos comerciales destinados al tratamiento de esta enfermedad deberían incorporar un mínimo claves de la nutrición canina y felina de 25 mg de taurina/100 kcal EM o 75 mg/100 kcal EM en los perros y los gatos, respectivamente. L-carnitina Esta sustancia transporta los ácidos grasos de cadena larga a través de la membrana de las mitocondrias para ser oxidados. Sus funciones incluyen: ser transportador de membrana de los ácidos grasos de cadena larga, controlar la relación intramitocondrial de acetil-Coa:CoA y eliminar los productos tóxicos de la mitocondria. La mayor parte de la L-carnitina se encuentra en el tejido muscular esquelético y cardiaco. Es fuente de energía para el miocardio. Su síntesis es endógena en el hígado, tomando como sustratos la lisina, metionina, ácido ascórbico, hierro, vitamina B6 y niacina. La mayor parte de los perros que presentan cardiopatías dilatadas (del 17 al 60%) tienen deficiencias en L-carnitina. El diagnóstico es a partir de las concentraciones en plasma: su concentración es de 12-38 nmol/ml. Se puede emplear como suplemento dietético puesto que es una sustancia muy segura, tan solo se describen como efectos secundarios alteraciones digestivas con diarrea. Las dosis son 50100 mg L-carnitina/kg peso corporal/q 8-12 h/6 a 8 meses. Las dietas de prescripción suelen incorporar un mínimo de 50 mg de L-carnitina/100 kcal. Al igual que con la taurina, vemos mejorías ecográficas a los 4 meses.Tanto taurina como L-carnitina se suelen administrar conjuntamente. Hay que prestar atención a sus niveles en sangre porque los fármacos que se emplean para el tratamiento de las cardiopatías modifican sus concentraciones en los tejidos. Minerales: magnesio y potasio Estos dos minerales tienen efectos sobre el metabolismo y la contractilidad del miocardio. Hay que prestar atención a sus niveles en sangre porque los fármacos que se emplean para el tratamiento de las cardiopatías modifican sus concentraciones en los tejidos: los IECA aumentan el potasio, mientras que los diuréticos (por ejemplo: furosemida o espironolactona) producen hiper o hipokalemia e hipomagnesemia. A su vez, la acción 9 • claves de la nutrición canina y felina farmacológica podría verse afectada por los niveles de dichos minerales (por ejemplo: glicósidos cardiacos). Para el tratamiento podríamos emplear como suplemento dietético: • 20-40 mg de óxido de magnesio/kg de peso corporal/día/q 12 h • 50-75 mg de citrato potásico/kg de peso corporal/q 12 h o 2-4 mEq de gluconato potásico/día (o cada 100 kcal EM). Las recomendaciones para nuestros pacientes son hasta cinco veces superiores respecto a las recomendaciones para los animales sanos. Por este motivo, las dietas de los pacientes cardiacos incorporan 50 mg de mg/100 kcal EM y 200 mg de K/100 kcal EM. Ácidos grasos omega 3 (AGω-3): EPA y DHA Los cardiópatas presentan concentraciones más bajas en omega 3. Esto podría indicar que hay rutas que emplean AGω-3. La suplementación ante este déficit podría resultar beneficiosa. EPA y DHA altera el metabolismo de las prostaglandinas, leucotrienos y tromboxanos hacia aquellas formas menos inflamatorias, así como por su efecto inhibidor competitivo sobre las cicloxigenasas I y II y la lipoxigenasa V. Por otra parte, modulan la producción de TNFα e IL-1. Las recomendaciones de estos productos como suplementos serían: • Relación omega 6: omega 3 de 5:1 llegando incluso a 0,7:1. • Relación EPA:DHA de 3:2. • Dosis general de 50-300 mg de AGω-3/kg peso corporal. Conclusiones • Las modificaciones en los suplementos y en las dietas deben ser particulares. • Hay que comprender y valorar las necesidades nutritivas de los pacientes. • Es muy importante el manejo de la ración y su palatabilidad. • Debemos conocer la composición de las dietas ofertadas en el mercado. • Cuidado con los premios que se emplean al administrar los fármacos. • Los suplementos dietéticos no están regulados por la ley. o claves de la nutrición canina y felina Bibliografía AAFCO. (Association of American Feed Control Officials). Official Publication, 2008. Azuna J. Heart failure research with taurine in congestive heart failure. In: Huxtable, R, Michalk, DV (eds) Taurine in health and disease. Plen Press; N.Y; 425-433. Bélanger1, MB, Ouellet, M, Queney, G, Moreau, M. Taurine-deficient dilated cardiomyopathy in a family of golden retrievers. J Am Anim Hosp Assoc. 2005 Sep-Oct;41(5):284-91. Boegehold MA, Kotchen TA. 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