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Guía para la prevención de bacteriemias asociadas a catéteres vasculares 2011 Comité de Normas Autoras Lic. Silvia Margalejo Raffín, ECI, CECI Lic. Cirlia Alvarez, ECI Lic. Myrian Scherer, ECI, CECI _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar ÍNDICE INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE Resumen de las recomendaciones 1. Educación, entrenamiento y dotación de personal 2. Selección del catéter y del sitio de inserción 2.1. Catéteres periféricos y de línea media 2.2. Catéteres venosos centrales 3. Higiene de manos y técnica aséptica 4. Barrera de máxima protección 5. Preparación de la piel 6. Curación, fijación y estabilización del catéter 7. Baño del paciente 8. Catéter y conectores impregnados en antimicrobianos o antisépticos 9. Profilaxis antibiótica 10. Uso de ungüentos o pomadas con antiséptico/antibiótico 11. Profilaxis antibiótica de bloqueo y catéteres impregnados en antibióticos 12. Anticoagulantes 13. Cambio de catéteres intravasculares periféricos y catéteres de línea media 14. Cambio de los CVC, incluyendo PIC y catéteres de hemodiálisis 15. Catéteres umbilicales 16. Catéteres arteriales periféricos y dispositivos de monitoreo de presión en adultos y pediátricos 17. Uso y recambio del sistema de infusión 18. Sistema de infusión sin aguja 19. Mejora de rendimiento Información general sobre catéteres 1. Definiciones y terminología 2. Epidemiología y microbiología _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 3. Patogénesis SEGUNDA PARTE Estrategias para la prevención de BAC asociadas a catéteres en pacientes adultos y pediátricos 1. Educación, entrenamiento y dotación de personal 2. Selección del catéter y del sitio de inserción 2.1. Catéteres periféricos y de línea media 2.2. Catéteres venosos centrales 3. Higiene de manos y técnica aséptica 4. Barrera de máxima protección 5. Preparación de la piel 6. Curación, fijación y estabilización del catéter 7. Baño del paciente 8. Catéter y conectores impregnados en antimicrobianos o antisépticos 9. Profilaxis antibiótica 10. Uso de ungüentos o pomadas con antiséptico/antibiótico 11. Profilaxis antibiótica de bloqueo y catéteres impregnados en antibióticos 12. Anticoagulantes 13. Cambio de catéteres intravasculares periféricos y catéteres de línea media 14. Cambio de los CVC, incluyendo PIC y catéteres de hemodiálisis 15. Catéteres umbilicales 16. Catéteres arteriales periféricos y dispositivos de monitoreo de presión en adultos y pediátricos 17. Uso y recambio del sistema de infusión 18. Sistema de infusión sin aguja 19. Mejora de rendimiento REFERENCIAS ANEXO Listado de verificación Score de flebitis _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar INTRODUCCIÓN Las bacteriemias asociadas a catéter (BAC) traen diversas consecuencias: el incremento de los costos de atención, la prolongación del tiempo de internación y el aumento de la morbi-mortalidad de los pacientes. Aproximadamente un tercio del total de las bacteriemias nosocomiales están relacionadas a los catéteres venosos (la causa más frecuente de bacteriemia nosocomial), y aumenta esta proporción al 40% y 50% en las unidades de cuidados intensivos (UCI). El 90% de las BAC son provocadas por los catéteres venosos centrales (CVC) de corta permanencia. Las BAC ocupan el tercer lugar entre las infecciones nosocomiales más frecuentes asociadas a dispositivos biomédicos, representando el 16%. En los dos primeros lugares se encuentran la infección urinaria asociada a catéter vesical y la neumonía asociada a asistencia respiratoria mecánica con el 31% y el 27%, respectivamente. Las tres afecciones mencionadas representan más del 70% de las infecciones asociadas al cuidado de la salud (IACS). Cabe destacar que las tasas de infecciones varían según el tamaño y tipo de hospital, el servicio o unidad y el tipo de catéter. En este marco, la presente guía de recomendaciones para la prevención de bacteriemias asociadas a catéteres (BAC), está dirigida al personal de salud que interviene en la inserción y el mantenimiento de los catéteres intravasculares (venosos y arteriales) y, también, a los responsables de la vigilancia y el control de las infecciones asociadas al cuidado de la salud (IACS). Es importante destacar que las recomendaciones de esta guía se pueden aplicar tanto en las instituciones de cuidados agudos y crónicos como en el contexto del cuidado domiciliario. La producción de esta guía estuvo a cargo de los miembros del Comité de Normas de la Asociación Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones (ADECI), quienes se basaron en las Guías para la prevención de infecciones relacionadas a catéteres intravasculares 2011, realizadas por el Comité Asesor para las Prácticas de Control de Infecciones en el Cuidado de la Salud (HICPAC) del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, y en las revisiones sistemáticas que se mencionan en las Referencias, al final del documento. Cabe destacar, que la presente guía fue desarrollada durante dos años de trabajo, y aun cuando se basa en las guías del CDC tal como acabamos de mencionar, se hizo una adaptación de las mismas que respondiera a la realidad y al contexto de _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar nuestro país. De esta manera, se reforzaron conceptos y prácticas que son indiscutidas y afianzadas en los Estados Unidos y que en la Argentina aún faltan adoptar y legislar, como todo aquello vinculado a los dispositivos sin agujas, las curaciones con apósitos transparentes, la antisepsia con clorhexidina o el uso de circuitos cerrados integrales. Por estas razones, al final de este documento se incluye la bibliografía revisada para esta edición que avala estos conceptos y, además, se contó con asesoramiento de Mary Alexander1, Deb Richarson2 y Mark Rupp3, en algunos ítems que resultaban confusos al querer transferirlos a nuestro país. Todas las recomendaciones aquí vertidas, se validaron a través del instrumento AGREE y se utilizó la categorización de las recomendaciones del HICPAC. Tabla 1. Categorización de CDC/HICPAC para sus recomendaciones en función de la calidad de la evidencia Categorías Categoría IA Evidencia Fuertemente recomendada para la implementación y sustentada por estudios experimentales bien diseñados, clínicos o estudios epidemiológicos. Categoría IB Fuertemente recomendada para la implementación y sustentada por algunos estudios experimentales, clínicos o epidemiológicos o con fuerte razonamiento teórico. Categoría IC Requerida por regulaciones estatales o federales o representan un estándar para el cual no hay datos disponibles. Categoría II Sugerida para la implementación y sustentada por estudios epidemiológicos o clínicos o con razonamiento teórico. No Tema no resuelto: práctica para la cual hay insuficiente evidencia o no recomendación existe consenso sobre su eficacia. . 1 Mary Alexander, MA, RN, CRNI, CAE, FAAN Chief Executive Officer Infusion Nurses Society, integrante del grupo de trabajo para el desarrollo de las guías del CDC. 2 Deb Richarson, RN, MS, CNS Richarson Asociated President and Owner, coautora INS Standar. 3 Mark Rupp, MD, Medical Director, Healthcare Epidemiology/Infection Control Professor, Section of Infectious Diseases Departament of Internal Medicine University of Nebraska Medical Center, integrante del grupo de trabajo para el desarrollo de las guías del CDC. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Para una mejor organización y utilización, esta guía está dividida en dos partes. En la primera, se encuentran las recomendaciones únicamente, a modo de resumen. Si bien siempre se sugiere adaptar las guías a cada realidad institucional, en esta primera parte sólo se presentan las recomendaciones con el fin de facilitar su lectura y aplicación, y hasta tal vez permitir transcribirlas, sin tener que realizar modificaciones que puedan alterar su comprensión. También, se presenta información general vinculada a los CVC. En la segunda parte, se repiten estas recomendaciones con el agregado en cada una el aval científico. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar PRIMERA PARTE Resumen de las recomendaciones Las recomendaciones deben ser consideradas en el contexto de la experiencia que la institución tiene con las BAC, con otras complicaciones adversas (trombosis, hemorragia y neumotórax) y con la disponibilidad del personal calificado para la colocación de dispositivos intravasculares. La presente guía hace especial énfasis en: la educación al personal responsable de la inserción y del mantenimiento de los catéteres; la utilización de barreras de máxima protección; la incorporación de clorhexidina como antiséptico y de los apósitos o esponjas impregnadas en clorhexidina; evitar el recambio de rutina de las vías como medida de prevención de las infecciones; la utilización de herramientas como son las listas de control y los paquetes de medidas. A continuación se presentan las recomendaciones que, tal como se mencionó en la Introducción, en esta primera parte solo se las menciona y describe para facilitar su lectura y su aplicación en cada institución. Todas están clasificadas por categoría según evidencia científica. Cabe destacar que dichas recomendaciones se organizan en torno a ejes temáticos clave que las agrupan y ordenan, los cuales se desarrollan y presentan a continuación. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 1. Educación, entrenamiento y dotación de personal 1.1. Educar a los trabajadores de la salud en el uso de catéteres intravasculares, considerando los procedimientos apropiados para la inserción, mantenimiento y medidas adecuadas para la prevención y control de infecciones relacionadas a catéter. Categoría IA 1.2. Evaluar la posibilidad de que en la institución se cuente con equipos dedicados exclusiva y especialmente a la colocación de los catéteres centrales. Categoría IA 1.3. Contar con carros o set, preparados previamente, con el material a utilizar para la colocación tanto de vías periféricas como centrales. Categoría IA 1.4. Evaluar el conocimiento y el grado de adherencia a las guías, periódicamente, de todas las personas responsables de la inserción y el mantenimiento de catéteres intravasculares. Categoría IA 1.5. Asegurar el personal de enfermería apropiado que cuente con alto nivel de formación, en especial en las UCI, y que la cantidad de los mismos alcance la óptima relación enfermero–paciente que expresa el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, para minimizar la incidencia de bacteriemias relacionadas con catéter. Categoría IB 2. Selección del catéter y del sitio de inserción 2.1. Catéteres periféricos y de línea media 2.1.1. En adultos, los catéteres insertos en miembros inferiores se deben reemplazar lo antes posible. Categoría II 2.1.2. En pacientes pediátricos, los catéteres se pueden insertar tanto en miembros superiores como inferiores, y en neonatos o infantes pequeños en venas pericraneales. Categoría II 2.1.3. Seleccionar el catéter de acuerdo al propósito y la duración del tratamiento, conociendo tanto las complicaciones infecciosas como las no infecciosas (flebitis, infiltración) y teniendo en cuenta la experiencia del operador. Categoría IB 2.1.4. Evitar el uso de agujas metálicas para la administración de fluidos y medicación ya que puede producir necrosis por extravasación. Categoría IA 2.1.5. Utilizar catéter de línea media o catéter central de inserción periférica en lugar de catéteres periféricos cortos cuando se prevea que la terapia de infusión se extenderá por más de seis días. Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 2.1.6. Evaluar el sitio de inserción en forma diaria, a través de la observación y palpación. Si se realizó una curación con gasa, no se debe retirar a menos que hayan pasado 48 horas de su realización o que el paciente presente signos de BAC. Si el paciente manifiesta signos de induración a la palpación y la curación se realizó con un apósito opaco, se deberá retirar para visualizar directamente el sitio. Categoría II 2.1.7. Retirar los catéteres venosos periféricos si el paciente presenta signos de flebitis (dolor, calor, eritema, induración, cordón venoso palpable), infección o se detecta mal funcionamiento del catéter. Categoría IB 2.1.8. Para unificar los criterios de evaluación se sugiere utilizar tablas o score de flebitis (ver Anexo I). 2.2. Catéteres venosos centrales 2.2.1. Evaluar los riesgos y beneficios de colocar un dispositivo venoso central en un sitio recomendado para reducir infecciones pero sin dejar de evaluar el riesgo de complicaciones mecánicas (neumotórax perforación de la arteria subclavia, laceración de la vena subclavia, estenosis de la vena subclavia, hemotórax, trombosis, embolismo, desplazamiento del catéter). Categoría IA. 2.2.2. Si la condición del paciente lo permite, evitar el uso de la vena femoral para catéteres venosos centrales en adultos. Categoría IA 2.2.3. En pacientes adultos, utilizar inserción subclavia antes que yugular o femoral para reducir los riesgos de infecciones en CVC no tunelizados. Categoría IB 2.2.4. No hay recomendación referente al sitio de inserción para evitar riesgo de infección en CVC tunelizados. Asunto no resuelto 2.2.5. Evitar accesos subclavios en pacientes con hemodiálisis y en pacientes con enfermedad renal avanzada, para evitar estenosis de la vena subclavia. Categoría IA 2.2.6. Utilizar fístula, como acceso permanente para diálisis, en lugar de un CVC en los pacientes con falla renal crónica. Categoría IA 2.2.7. Utilizar ultrasonido para guiar la colocación de catéteres venosos centrales (si la tecnología está disponible para reducir el número de intentos y complicaciones mecánicas). El ultrasonido solamente será utilizado por el personal adecuadamente adiestrado en esta técnica. Categoría IB _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 2.2.8. Utilizar CVC con mínima cantidad de puertos o lúmenes esenciales para el tratamiento del paciente. Categoría IB. 2.2.9. No hay recomendación de utilizar un lumen designado para la nutrición parenteral. Asunto no resuelto. 2.2.10. Remover cuanto antes los catéteres intravasculares que no son necesarios. Categoría IA. Evaluar diariamente la descomplejización, cerrando los puertos que no se utilizan o cambiando CVC por vía periférica. 2.2.11. Cuando no se aseguró una técnica aséptica (si los catéteres fueron insertados durante una emergencia) reemplazar el catéter lo más rápido posible, antes de las 48 horas. Categoría IB. 2.2.12. No realizar rutinariamente procedimientos de venodisección o arteriodisección como métodos para insertar catéteres. 3. Higiene de manos y técnica aséptica 3.1. Cumplir con la técnica de higiene de manos, lavando las manos con agua y jabón o con soluciones alcohólicas. La higiene de manos debe realizarse antes y después de palpar el sitio de inserción, antes y después de realizar la inserción, acceder, palpar el sitio o cambiar la curación.4 No se debe realizar palpación del sitio una vez realizada la antisepsia, para mantener la técnica aséptica. Categoría IB 3.2. Mantener una técnica aséptica para la inserción y el cuidado de catéteres intravasculares. Categoría IB 3.3. Para la inserción de catéteres intravasculares periféricos, usar guantes limpios, en lugar de guantes estériles5, si el sitio de acceso no se toca después de la aplicación de los antisépticos para la piel. Categoría IC 3.4. Los guantes estériles deben ser utilizados para la inserción de catéteres centrales y arteriales. Categoría IA 4 Ver, VILLA, SILVIA y SILVIA MARGALEJO RAFFIN. Higiene de manos. Guía de recomendaciones para los establecimientos de salud. ECI Dic 2011; 3 (3): 390-408. También disponible en versión digital en el sitio web de ADECI http://www.adeci.org.ar/LinkClick.aspx?fileticket=Sfj7egRiMfA%3D&tabid=75). Último acceso 25 de noviembre, 2013. 5 Si no garantiza una técnica correcta utilizar guantes estériles. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 3.5. Utilizar siempre guantes (limpios o estériles) al cambiar el apósito o al realizar la fijación de los catéteres intravasculares Categoría IC. 3.6. Cuando se realiza el recambio de catéter con guía de alambre, utilizar guantes estériles antes de manipular el catéter venoso o arterial nuevo. Categoría II 4. Barrera de máxima protección 4.1. Utilizar elementos estériles como de máxima protección que incluye el uso de camisolín, barbijo, guantes estériles, gorro, máscara o antiparra (elementos de precaución personal, EPP) y del campo estéril completo (debe cubrir toda la cama del paciente), para la inserción de los CVC, del catéter central de inserción periférica (conocido como PIC6) o el recambio con alambre guía. Categoría IB. 4.2. El operador tanto como el asistente deben vestir EPP adecuados. Categoría IB 4.3. Utilizar una manga estéril durante la inserción del catéter arterial pulmonar. Categoría IB 5. Preparación de la piel 5.1. Realizar la desinfección de la piel limpia con un antiséptico apropiado (alcohol al 70%, tintura de yodo, un yodóforo o solución de gluconato de clorhexidina base alcohólica) antes de la inserción del catéter venoso periférico y durante el cambio de apósitos transparentes o del sistema de fijación. Categoría IB 5.2. Realizar la antisepsia de la piel con una preparación de clorhexidina de base alcohólica, como primera elección, antes de realizar la inserción del catéter venoso central, del catéter arterial periférico y durante los cambios de apósito. Si hay alguna contraindicación o no se dispone de clorhexidina, se pueden utilizar como alternativas la tintura de yodo, un yodóforo o el alcohol al 70%. Categoría IA 5.3. No se recomienda el uso de clorhexidina en menores de 2 meses de vida. Asunto no resuelto 5.4. Dejar que el antiséptico se seque en el sitio de inserción para permitir que el mismo actúe antes de la inserción del catéter, independientemente, del tipo utilizado. Categoría IB 6 Conservaremos la sigla en inglés por ser más fácil su uso al enunciarlo. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 5.5. Realizar la antisepsia en forma de zigzag, priorizando la fricción y no en forma circular. 6. Curación, fijación y estabilización del catéter 6.1. Utilizar gasa estéril o apósitos transparentes, semipermeables y estériles para cubrir el sitio de inserción del catéter.6-7 Categoría IA 6.2. No utilizar gasa y cinta adhesiva, al menos que ésta última sea estéril y fraccionada.6-7 6.3. Si se dispone, utilizar elementos de estabilización sin sutura para disminuir los riesgos de infección para catéteres intravasculares. Categoría II 6.4. Los sitios de los CVC tunelizados que están bien curados podrían no requerir apósitos. Categoría II 6.5. Si el paciente está diaforético o si el sitio de inserción está sangrando, utilice gasa y apósito transparente hasta que se resuelva, y recambiar cada 2 días. Categoría II 6.6. Cambiar la curación del sitio de inserción del catéter si el apósito está húmedo, despegado o visiblemente sucio. Categoría IB 6.7. En los CVC de corto plazo de pacientes adultos y adolescentes, cambiar los apósitos transparentes semipermeables cada 7 días. La excepción son los pacientes pediátricos donde el riesgo de desplazamiento del catéter puede ser mayor, por lo cual el apósito puede permanecer por más tiempo. Categoría II 6.8. Asegúrese que los elementos utilizados para el cuidado del catéter son compatibles con el material del catéter. Categoría IB 6.9. No aplicar solventes orgánicos (por ejemplo: acetona y éter) a la piel antes de la inserción del catéter o durante el cambio de apósitos. Categoría IA 6.10. No sumergir el catéter o el sitio de inserción bajo el agua. El paciente podrá ducharse si el catéter y el dispositivo de conexión están protegidos con una cubierta impermeable durante la ducha. Categoría II 6.11. Utilizar esponja o apósitos impregnados con clorhexidina en los CVC de corto plazo de pacientes mayores de 2 meses si la tasa de BAC no disminuye a pesar de las medidas básicas de prevención, incluyendo educación, el entrenamiento sobre el uso apropiado de la clorhexidina como antiséptico y de las barreras de máxima protección. 6.12. A diario, evaluar los sitios de inserción del catéter, ya sea visualmente al _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar cambiar la fijación o al palpar a través del apósito transparente. Dependiendo de la situación clínica de cada paciente, será necesario revisar en forma regular. Si los pacientes tienen dolor en el sitio de inserción, fiebre sin foco evidente u otras manifestaciones que sugieren infección local o del torrente sanguíneo, la fijación debe ser removida para permitir el examen detallado del sitio de inserción. Categoría IB 6.13. Animar a los pacientes a que informen cualquier cambio que perciban en el sitio de inserción del catéter o de cualquier molestia nueva que presente. Categoría II 7. Baño del paciente 7.1. Evitar que el paciente se duche o que la curación se moje durante el baño en la cama, si dicha curación y las conexiones del dispositivo intravascular no están cubiertas con un impermeable. 7.2. Utilizar paños impregnados en clorhexidina al 2% para reducir las BAC. Categoría II 8. Catéter y conectores impregnados en antimicrobianos o antisépticos 8.1. Utilizar los CVC impregnados en clorhexidina/sulfazidina de plata o minociclina/rifampicina en aquellos pacientes que se espera una permanencia >5 días después de haber implementado satisfactoriamente una estrategia para la prevención de BAC y que la tasa no ha disminuido. La estrategia debe haber incluido, al menos, educación del personal responsable de la inserción y mantenimiento de los catéteres, el uso de la barrera de máxima protección, y de la solución de clorhexidina >0,5% con alcohol como antiséptico para la inserción de los CVC. Categoría IA 9. Profilaxis antibiótica 9.1. No administrar profilaxis antibiótica, en forma sistemática, antes de la inserción de catéteres intravasculares o durante el uso para prevenir BAC o colonización. Categoría IB _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 10. Uso de ungüentos o pomadas con antiséptico/antibiótico 10.1. Utilizar ungüentos o pomadas con iodopovidona o con en el extremo de catéteres de hemodiálisis después de la inserción y al finalizar cada sesión de hemodiálisis siempre que estos ungüentos no interfieran con el material del catéter de acuerdo a las especificaciones del fabricante. Categoría IB 11. Profilaxis antibiótica de bloqueo y catéteres impregnados en antibióticos 11.1. Utilizar profilaxis antibiótica de bloqueo en pacientes con catéteres de larga duración y con antecedentes de múltiples BAC, aún cuando se haya implementado una técnica aséptica óptima. Categoría II 12. Anticoagulantes 12.1. No utilizar rutinariamente anticoagulantes para reducir el riesgo de BAC en la población general. 13. Cambio de catéteres intravasculares periféricos y catéteres de línea media 13.1. No es necesario cambiar el catéter periférico antes de las 72-96 horas –desde el momento en que se colocó– para reducir el riesgo de infección o flebitis en el adulto. Categoría 1B 13.2. Se considerará el cambio del catéter periférico cuando está clínicamente indicado y cuando la infusión no incluye nutrición parenteral. La decisión de cambiar el catéter periférico debe estar basada en la evaluación de las condiciones del paciente, los sitios de accesos, la integridad de la vena y de la piel, el cuidado de la vena, el tipo de curación disponible, los dispositivos de estabilización, el uso de circuitos integrales cerrados que incluyan sistemas sin agujas y los envases de soluciones cerrados.4-21-22-23 Categoría II 13.3. Utilizar para la evaluación diaria (al menos, una vez por turno), la tabla de puntuación de flebitis (ver Anexo I). 13.4. Reemplazar los catéteres periféricos en infantes solamente cuando está clínicamente indicado. Categoría IB _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 13.5. Reemplazar los catéteres de línea media solamente en indicaciones específicas. Categoría II 14. Cambio de los CVC, incluyendo PIC y catéteres de hemodiálisis 14.1. Para la prevención de BAC, no cambiar rutinariamente los CVC, PIC, catéteres de hemodiálisis, catéteres arteriales pulmonares. Categoría IB 14.2. No retirar los CVC ni los PIC, basándose solamente en la presencia de fiebre. Utilizar el juicio clínico con respecto a una apropiada remoción del catéter si hay evidencia de infección de otro foco o si se sospecha fiebre de origen no infeccioso. Categoría II 14.3. No cambiar rutinariamente con alambre guía los catéteres no tunelizados para prevenir infecciones. Categoría IB 14.4. No realizar cambio de catéter no tunelizado con guía de alambre si se sospecha infección. Categoría IB 14.5. Utilizar el alambre guía para cambiar catéteres no tunelizados por mal funcionamiento si no hay evidencia de infección. Categoría IB 14.6. Utilizar guantes estériles cuando se realiza el cambio de catéter con alambre guía. Categoría II 15. Catéteres umbilicales 15.1. Retirar y no volver a colocar los catéteres, arterial y venoso umbilical, en caso de aparecer signos de bacteriemia o de insuficiencia vascular en las extremidades inferiores o trombosis. Categoría II 15.2. No se puede recomendar la administración de antibióticos a través del catéter umbilical para salvar a éste último. Asunto no resuelto 15.3. Limpiar el sitio de inserción con un antiséptico antes de colocar el catéter. No utilizar tintura de iodo en el neonato. Se pueden utilizar otras soluciones como iodopovidona. Categoría IB 15.4. No utilizar ungüentos o cremas con antibióticos en el sitio de inserción ya que puede promover infecciones fúngicas y resistencia antimicrobiana. Categoría IA 15.5. Adicionar bajas dosis de heparina (0.25-1.0 U/ml) en el líquido de infusión del catéter arterial. Categoría IB _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 15.6. Retirar el catéter umbilical cuanto antes. Cuando no es necesario o cuando se observan signos de insuficiencia vascular en las extremidades inferiores, el catéter arterial no debe permanecer colocado por más de 5 días. Categoría II 15.7. El catéter venoso umbilical puede ser utilizado hasta 14 días si se lo manipula en forma aséptica aunque debe ser retirado lo más pronto posible. Categoría II 16. Catéteres arteriales periféricos y dispositivos de monitoreo de presión en adultos y pediátricos 16.1. En adultos, utilizar la arteria radial, braquial o pedia dorsal en lugar de la arteria femoral o axilar. Categoría IB 16.2. En niños, la arteria braquial no debería utilizarse. Las arterias radial, pedia dorsal y tibial posterior son preferibles a la femoral o axilar como sitio de inserción. Categoría II 16.3. Para la colocación de un catéter arterial periférico se debe utilizar: gorro, barbijo, guantes estériles y campo fenestrado estéril. Categoría IB 16.4. Durante la colocación de los catéteres arterial axilar y femoral, utilizar barreras de máxima protección estériles. Categoría II 16.5. Reemplazar los catéteres arteriales sólo cuando exista indicación clínica y no en forma rutinaria. Categoría II 16.6. Retirar el catéter arterial lo más pronto posible y no mantenerlo más de lo necesario. Categoría II 16.7. Utilizar, preferentemente, transductores descartables antes que los reutilizables. Categoría IB 16.8. Cambiar los transductores cada 96 horas junto con las tubuladuras y soluciones. Categoría IB 16.9. Utilizar todos los componentes del sistema de medición de presión, incluyendo los calibradores y soluciones de lavado estériles. Categoría IA 16.10. Minimizar el número de manipulaciones al sistema de monitoreo de presiones y utilizar el sistema cerrado. Categoría II 16.11. No se debe administrar soluciones de dextrosa o nutrición parenteral por el circuito de medición de presión. Categoría IA 16.12. Esterilizar los transductores reutilizables de acuerdo a las especificaciones del fabricante. Categoría IA _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 17. Uso y recambio del sistema de infusión 17.1. Utilizar sistemas de infusión cerrados integrales.4 Categoría IA 17.2. Las soluciones parenterales deben estar embasadas en bolsas de plástico flexibles, totalmente colapsables, y con conector al sistema IV que no requiera ser cortado idealmente con dos puertos. Categoría IA 17.3. No utilizar soluciones envasadas en frascos de plástico rígido o semirígido.4 Categoría II 17.4. Para colocar paralelos como principal, utilizar guías de infusión de múltiples puertos o conectores sin aguja. Evitar utilizar llaves de 3 vías.4 Categoría II 17.5. Nunca se debe administrar medicación por la llave de 3 vías si esta no tiene un conector sin aguja pues este último evita la embolia aérea y la manipulación interna de la llave al conectar la guía de suero que, de otra manera, favorece el riesgo de infección.4 Categoría IB 17.6. Antes de administrar medicación realizar la antisepsia del conector o puerto (friccionar al menos 5 veces) y dejar secar.4 Categoría IA 17.7. En pacientes que no reciben sangre, hemoderivados o lípidos, remplazar las guías de administración, incluyendo los paralelos y conectores, no antes de las 96 horas pero si antes de 7 días.1-22-23-30 Categoría IA 17.8. Cambiar las guías de infusión de los paralelos de medicación intermitente cada 24 horas, previa antisepsia del conector sin agujas.4 Categoría II 17.9. La práctica de utilizar llaves de 3 vías para paralelos y de dejarlas al descubierto cuando dichos paralelos se retiran, debe ser evitada. 4 Categoría II 17.10. Cambiar todo el sistema de infusión cuando se cambia el catéter periférico.4 Categoría IA 17.11. No hay recomendación para la frecuencia del cambio de la aguja de acceso de los puertos implantados. 17.12. Remplazar las guías de infusión de sangre, hemoderivados o lípidos combinados con aminoácidos y glucosa en mezcla o separados cada 24 horas. Categoría IB 17.13. Remplazar las guías de infusión donde se administran soluciones de propofol cada 6 ó 12 horas cuando el vial es cambiado por recomendación del fabricante. Categoría IA 17.14. Cambiar los conectores sin aguja junto con las guías de infusión. Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 17.15. Asegurar que los componentes sean compatibles para evitar desconexiones y pérdidas. Se deberían utilizar los conectores con sistema de cierre Luer-Lock ®.4 Categoría II 17.16. Cuando se utiliza un sistema sin aguja, es preferible aquel que esté diseñado con una válvula de apertura con tabique en lugar de las válvulas mecánicas, ya que incrementan el riesgo de infección. Categoría II 18. Sistema de infusión sin aguja 18.1. Cambiar los componentes sin aguja con la misma frecuencia que las guías de administración. No trae ningún beneficio el cambio de éstos con mayor frecuencia que cada 72 horas. Categoría II 18.2. Cambiar conectores sin aguja sin mayor frecuencia que cada 72 horas o según lo establezcan las recomendaciones del fabricante con el propósito de reducir las tasas de infección. Categoría II 18.3. Asegurarse que todos los componentes del sistema sean compatibles para minimizar fugas y roturas en el sistema. Categoría II 18.4. Reducir al mínimo el riesgo de contaminación sirviéndose de la antisepsia del puerto de acceso con un antiséptico adecuado (clorhexidina, povidona yodada, yodóforo o alcohol al 70%) y sólo con dispositivos estériles. Categoría IA 18. 5. Utilice un sistema de acceso sin aguja para colocar guías de administración intravenosos. Categoría IC 18. 6. Cuando se utilizan sistemas sin agujas, puede ser preferible el uso de válvulas con tabique división a aquellas con válvulas mecánicas debido a que éstas presentan un mayor riesgo de infección. Categoría II 19. Mejora de rendimiento 19.1. En el hospital, promover iniciativas específicas o colaborativas basadas en el mejoramiento a través de la aplicación de estrategias multifacéticas: “paquete de medidas”, listas de control, para así mejorar el cumplimiento de las prácticas recomendadas basadas en la evidencia. Categoría IB. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Información general sobre catéteres 1. Definiciones y terminología 1.1. Tipos de catéteres La terminología para identificar diferentes tipos de catéteres es confusa porque se toman diferentes aspectos de los catéteres para hacer referencia a ellos. Un catéter puede ser clasificado según: el tipo de vaso donde se inserta (periférico, central, arterial), la duración (temporal, corto plazo, permanente), el sitio de inserción (subclavio, femoral, yugular interna, periférico central de inserción periférica [PIC]), el tipo de inserción (tunelizado o no tunelizado), la medida (largo, corto), las características especiales del catéter (impregnado con heparina, antibióticos o antisépticos, con o sin abrazadera [cuff], números de vías). Para definir con precisión un tipo específico de catéter, en la Tabla 2 se describen los aspectos hasta aquí mencionados. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Tabla 2. Diferentes tipos de catéteres, sus lugares de inserción y sus medidas Tipo de catéter Sitio de inserción Catéter venoso Habitualmente se inserta en el brazo y en las periférico manos Medida < a 7 cm Comentario Flebitis por uso prolongado. Raramente presenta episodios de bacteriemias Catéter arterial Habitualmente se inserta en arteria radial, pero periférico también se puede colocar en las femoral, axilar, < a 7 cm Bajo riesgo de infección. Raramente presenta bacteriemia braquial, arteria tibial posterior Catéter de línea Inserción en la fosa antecubital en las venas De 7 a 18 cm Se han descripto reacciones media basílica o cefálica, no se considera central sino anafilácticas en la utilización de periférico catéteres fabricados de hidrogel elastomérico (hidrogel de poliuretano-elastómero) Bajo riesgo de flebitis comparados con el catéter periférico Catéter venoso Inserción percutánea central (subclavia, yugular ≥ 8 cm Se considera de mayor riesgo de central no tunelizado interna, femoral) depende de BAC la talla del paciente Catéter pulmonar Inserción a través de un trocar de Teflón® en ≥ 30 cm Usualmente heparinizado, con arterial una vena central (subclavia, yugular interna, depende de similar tasa de infección a los CVC. femoral) la talla del Es preferible utilizar la vena paciente subclavia para reducir el riesgo de infección. Catéter venoso Inserción en venas basilica, cefálica o braqueal ≥ de 20 cm Menor tasa de infección comparado central de inserción hasta la vena cava superior según la talla con los CVC no tunelizados periférica (PIC) del paciente Catéter central Inserción en venas subclavia, yugular interna o ≥ 8 cm según El cuff inhibe la migración de tunelizado femoral la talla del microorganismos hacia el trayecto paciente del catéter. Menor tasa de infección que los CVC no tunelizados. Implantables Tunelizado con un puerto en tejido subcutáneo al ≥ cm según Bajo riesgo de BAC, mejora la cual se accede con una aguja, implantado en la talla del imagen del paciente, no se necesita vena subclavia y yugular interna paciente cuidado especial del sitio de inserción, se requiere cirugía para su remoción. Catéter umbilicales Insertado tanto en vena como arteria umbilical ≤6 cm según El riesgo de BAC es similar en la talla del inserción en arteria o vena paciente _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 2. Epidemiología y microbiología En 2010, el Estudio Nacional de Diagnóstico Institucional y Prevalencia de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud en Áreas No Críticas de Hospitales de Argentina, realizado por el Instituto Nacional de Epidemiología “Dr. Juan H. Jara” establece que los microorganismos más frecuentemente hallados en pacientes adultos fueron Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Pseudomona aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter cloacae y Acinectobacter baumannii, mientras que en niños se detectó la presencia de Acinetobacter baumannii, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter cloacae y Escherichia coli. Del total de los casos registrados, las infecciones asociadas a los dispositivos venosos en los pacientes adultos fueron: línea periférica 0,65 %; catéter central 2,70%; PIC 1,92% Y en los pacientes pediátricos se registran los siguientes valores: línea periférica 0,45%, catéter central 3,28% PIC 3,13% (38) . En el informe semestral (julio a diciembre) del año 2011 del Programa de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias de Argentina (VIHDA), la tasa de infección primaria de la sangre en áreas críticas es de 4,35‰ en adultos y 4,13‰ en pediatría. Los microorganismos más frecuentes hallados fueron: Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus, Acinectobacter baumanii, Staphylococcus coagulasa negativo y Acinetobacter s/p, en adultos; Candida albicans, Serratia marcenscens, Staphylococcus coagulasa negativo, Pseudomonas aureaginosa, Staphylococcus epidermidis, Enterobacter cloacae en pediatría.39 _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 3. Patogénesis Hay cuatro rutas de contaminación de catéteres reconocidas: 1) en el catéter de corto plazo la más frecuente es la migración de los organismos de la piel desde el sitio de inserción por el trayecto subcutáneo del catéter y de la superficie del mismo con colonización de la punta. 2) contaminación directa del catéter o de la conexión del catéter por contacto de las manos, soluciones contaminadas o dispositivos. 3) el catéter es colonizado por otro foco de infección, menos frecuente que las anteriores y 4) la contaminación de las infusiones también es menos frecuente. Cabe destacar que los determinantes patogénicos importantes de las bacteriemias relacionadas a catéteres (BRC) son: 1) el material con el cual está hecho el catéter; 2) los factores del huésped como la adherencia de proteínas como fibrina y fibronectina, que forman una película o cubierta alrededor del catéter; y 3) factores intrínsecos de virulencia del organismo infectante, incluyendo sustancia polimérica extracelular producida por los organismos adheridos. Algunos catéteres tienen en su superficie irregularidades que aumentan la adherencia de ciertas especies (S. epidermidis y C. albicans). Los catéteres fabricados con estos materiales son especialmente vulnerables a la colonización microbiana y a la subsiguiente infección. Debido a la formación de película de fibrina, los catéteres de siliconas están asociados a más alto riesgo de infección que los de poliuretano. Por otro lado, el biofilm formado por C. albicans se produce más fácilmente en catéteres con superficie de silicona que en los de poliuretano. A su vez, el desarrollo es mayor en el poliuretano (Teflon®) que en los polímeros (Vialon®). Las modificaciones en las propiedades de la superficie de los biomateriales ha sido mostrada como influencia de la habilidad de la C. albicans para el desarrollo de biofilms. Además, algunos materiales de catéteres son más trombogenéticos que otros, una característica que puede predisponer a la colonización e infección. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Esta asociación ha llevado a enfatizar la prevención de trombos producidos por catéter como medida adicional para reducir las BRC. La propiedad de adherencia dada por un microorganismo con relación a los factores del huésped es también importante en la patogénesis de las BRC. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar SEGUNDA PARTE Estrategias para la prevención de bacteriemias asociadas a catéter en pacientes adultos y pediátricos 1. Educación, entrenamiento y dotación de personal 1.1. Educar a los trabajadores de la salud en el uso de catéteres intravasculares, considerando los procedimientos apropiados para la inserción, mantenimiento y medidas adecuadas para la prevención y control de infecciones relacionadas a catéter. Categoría IA 1.2. Evaluar la posibilidad de que en la institución se cuente con equipos dedicados exclusiva y especialmente a la colocación de los catéteres centrales. Categoría IA 1.3. Contar con carros o set, preparados previamente, con el material a utilizar para la colocación tanto de vías periféricas como centrales. Categoría IA 1.4. Evaluar el conocimiento y el grado de adherencia a las guías, periódicamente, de todas las personas responsables de la inserción y el mantenimiento de catéteres intravasculares. Categoría IA 1.5. Asegurar el personal de enfermería idóneo, con alto nivel de formación, en especial en las UCI, y que la cantidad de los mismos alcance la óptima relación enfermero–paciente que establece el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, o según diferentes scores de atención como lo es el Índice de Atención de Enfermería (NAS por sus siglas en ingles) para minimizar la incidencia de bacteriemias relacionadas con catéter. Categoría IB Generalidades Si los programas de formación están adecuadamente organizados brindan entrenamiento al personal de salud. Además, son esenciales para el éxito en la prestación la monitorización y la evaluación de los cuidados requeridos en _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar diferentes circunstancias. Reportes que abarcan las últimas cuatro décadas pasadas han demostrado que el riesgo de infección disminuye cuando se mantienen técnicas asépticas, y que la inserción y el mantenimiento de catéteres intravasculares a cargo de personal inexperto, aumenta el riesgo de colonización y de BRC. La preparación de un “Equipo IV”, especializado en la colocación de catéteres, ha demostrado inequívocamente la efectividad en la reducción de la incidencia de BRC, de las complicaciones asociadas y de los costos. Además, el riesgo de infecciones aumenta cuando la relación enfermero-paciente no es la adecuada. 2. Selección del catéter y del sitio de inserción 2.1. Catéteres periféricos y de línea media 2.1.1. En adultos, los catéteres insertos en miembros inferiores se deben reemplazar lo antes posible. Categoría II 2.1.2. En pacientes pediátricos, los catéteres se pueden insertar tanto en miembros superiores como inferiores, y en neonatos o infantes pequeños en venas pericraneales. Categoría II 2.1.3. Seleccionar el catéter de acuerdo al propósito y la duración del tratamiento, conociendo tanto las complicaciones infecciosas como las no infecciosas (flebitis, infiltración) y teniendo en cuenta la experiencia del operador. Categoría IB 2.1.4. Evitar el uso de agujas metálicas para la administración de fluidos y medicación ya que puede producir necrosis por extravasación. Categoría IA 2.1.5. Utilizar catéter de línea media o catéter central de inserción periférica en lugar de catéteres periféricos cortos cuando se prevea que la terapia de infusión se extenderá por más de seis días. Categoría II 2.1.6. Evaluar el sitio de inserción en forma diaria, a través de la observación y palpación. Si se realizó una curación con gasa, no se debe retirar a menos que hayan pasado 48 horas de su realización o que el paciente presente signos de BAC. Si el paciente manifiesta signos de induración a la palpación y la curación se realizó con un apósito opaco, se deberá retirar para visualizar directamente el sitio. Categoría II 2.1.7. Retirar los catéteres venosos periféricos si el paciente presenta signos de flebitis (dolor, calor, eritema, induración, cordón venoso palpable), infección o se detecta mal funcionamiento del catéter. Categoría IB _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 2.1.8. Para unificar los criterios de evaluación se sugiere utilizar tablas o score de flebitis (ver Anexo I). 2.2. Catéteres venosos centrales 2.2.1. Evaluar los riesgos y beneficios de colocar un dispositivo venoso central en un sitio recomendado para reducir infecciones pero sin dejar de evaluar también el riesgo de complicaciones mecánicas (neumotórax perforación de la arteria subclavia, laceración de la vena subclavia, estenosis de la vena subclavia, hemotórax, trombosis, embolismo, desplazamiento del catéter). Categoría IA. 2.2.2. Si la condición del paciente lo permite, evitar el uso de la vena femoral para catéteres venosos centrales en adultos. Categoría IA 2.2.3. En pacientes adultos, utilizar inserción subclavia antes que yugular o femoral para reducir los riesgos de infecciones en CVC no tunelizados. Categoría IB 2.2.4. No hay recomendación referente al sitio de inserción para evitar riesgo de infección en CVC tunelizados. Asunto no resuelto 2.2.5. Evitar accesos subclavios en pacientes con hemodiálisis y en pacientes con enfermedad renal avanzada, para evitar estenosis de la vena subclavia. Categoría IA 2.2.6. Utilizar fístula, como acceso permanente para diálisis, en lugar de un CVC en los pacientes con falla renal crónica. Categoría IA 2.2.7. Utilizar ultrasonido para guiar la colocación de catéteres venosos centrales (si la tecnología está disponible para reducir el número de intentos y complicaciones mecánicas). El ultrasonido solamente será utilizado por el personal adecuadamente adiestrado en esta técnica. Categoría IB 2.2.8. Utilizar CVC con mínima cantidad de puertos o lúmenes esenciales para el tratamiento del paciente. Categoría IB. 2.2.9. No hay recomendación de utilizar un lumen designado para la nutrición parenteral. Asunto no resuelto. 2.2.10. Remover cuanto antes los catéteres intravasculares que no son necesarios. Categoría IA. Evaluar diariamente la descomplejización, cerrando los puertos que no se utilizan o cambiando CVC por vía periférica. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 2.2.11. Cuando no se aseguró una técnica aséptica (si los catéteres fueron insertados durante una emergencia) reemplazar el catéter lo más rápido posible, antes de las 48 horas. Categoría IB. 2.2.12. No realizar rutinariamente procedimientos de venodisección o arteriodisección como métodos para insertar catéteres. Generalidades El sitio de inserción del catéter influye en el riesgo de contraer BRC y flebitis. La influencia del sitio de inserción en el riesgo de infección esta relacionado en parte con el riesgo de tromboflebitis y con la densidad de la flora de la piel. Al igual que en los adultos, el uso de CVP en pediatría puede presentar complicaciones como flebitis, extravasación e infección del catéter. En los pacientes pediátricos, la localización del catéter, la infusión de nutrición parenteral con administración de lípidos continuos y la estadía previa a la inserción del catéter en la UCI aumentan el riesgo de flebitis. Sin embargo, al contrario que en los pacientes adultos, en pacientes pediátricos la duración de la cateterización no aumenta el riesgo de flebitis. La densidad de la flora de la piel en el sitio de inserción es el mayor factor de riesgo de las BRC. No hay trabajos que comparen satisfactoriamente la tasa para catéter en yugular, subclavia y vena femoral. En estudios observacionales retrospectivos, se demostró que los catéteres insertos en la yugular interna han sido asociados con mayor riesgo de colonización y/o BRC que aquellos insertos en la subclavia. Resultados similares se observaron en un estudio retrospectivo en neonatos. Se ha demostrado que en adultos, los catéteres femorales tienen una mayor tasa de colonización que aquellos que fueron insertados en yugular interna o subclavia. Y, en algunos estudios, se lo relaciona con alta tasa de BAC. Se debería evitar en lo posible, la inserción de catéteres femorales ya que están asociados con mayor riesgo de trombosis venosa profunda que si se insertan en subclavia o yugular interna. En un estudio se halló que el riesgo de infección de catéteres femorales en pacientes obesos, es mayor. En contraste con los adultos, los estudios en pacientes pediátricos han demostrado que en catéteres femorales, es menor la incidencia de complicaciones mecánicas y puede llegar a ser igual la tasa de infección que _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar aquellos que no fueron insertados en la femoral. En consecuencia, en pacientes adultos es preferible elegir la inserción subclavia para propósitos de control de infecciones, aunque otros factores, como las potenciales complicaciones mecánicas, el riesgo de estenosis de la vena subclavia y la destreza del operador, se deben considerar cuando se decide la colocación del catéter. En dos metaanálisis se demostró que la utilización de ultrasonido para la colocación de los CVC disminuyen sustancialmente las complicaciones mecánicas y reduce el número de intentos fallidos de canulación si se compara con la técnica estándar. También hay evidencia a favor del uso de ultrasonido sobre el Eco Doppler. En la selección del sitio, se debería tener en cuenta tanto el confort del paciente, la capacidad de asegurar el mantenimiento de la asepsia del catéter como así también los factores específicos del paciente (catéteres previos, deformidad anatómica, sangrado), el riesgo relativo de complicaciones mecánicas (sangrado y pneumotórax), la disponibilidad de equipos de ultrasonido, la experiencia de la persona que colocará el catéter y el riesgo de infección. Los catéteres deben ser colocados a la mayor distancia posible de heridas abiertas. Un estudio ha demostrado que catéteres insertos cerca de quemaduras (25 cm 2 superpuesto a una herida) fueron 1,79 veces mayor a ser colonizado 5,12 veces más factible de asociarlos a bacteriemias que los catéteres insertados más lejanos. Tipo de material del catéter: catéteres fabricados de politetrafluoroentilieno (Teflon®) o poliuretanos han sido asociados a menor riesgo de infecciones que los fabricados con polietileno o cloruro de polivinilo (PVC). A su vez, el poliuretano y los polímeros han resultado ser mejores al compararlos con el Teflon®, debido a que producen menos daño en la pared íntima de los vasos disminuyendo así los riesgos de lesiones mecánicas e infecciones. Las agujas metálicas utilizadas como alternativa a los catéteres periféricos tienen un similar riesgo de infección al Teflon®. Sin embargo, el uso de agujas metálicas presenta frecuentemente complicaciones como infiltración de las soluciones al tejido subcutáneo pudiendo ser esta una complicación seria si la solución es vesicante. 3. Higiene de manos y técnica aséptica 3.1. Cumplir con la técnica de higiene de manos, lavando las manos con agua y jabón o con soluciones alcohólicas. La higiene de manos debe realizarse antes y _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar después de palpar el sitio de inserción, antes y después de realizar la inserción, acceder, palpar el sitio o cambiar la curación.7 No se debe realizar palpación del sitio una vez realizada la antisepsia, para mantener la técnica aséptica. Categoría IB 3.2. Mantener una técnica aséptica para la inserción y el cuidado de catéteres intravasculares. Categoría IB 3.3. Para la inserción de catéteres intravasculares periféricos, usar guantes limpios, en lugar de guantes estériles8, si el sitio de acceso no se toca después de la aplicación de los antisépticos para la piel. Categoría IC 3.4. Los guantes estériles deben ser utilizados para la inserción de catéteres centrales y arteriales. Categoría IA 3.5. Utilizar siempre guantes (limpios o estériles) al cambiar el apósito o al realizar la fijación de los catéteres intravasculares Categoría IC. 3.6. Cuando se realiza el recambio de catéter con guía de alambre, utilizar guantes estériles antes de manipular el catéter venoso o arterial nuevo. Categoría II Generalidades La higiene de manos efectuada antes de realizar la inserción o manipulación del catéter, al combinarla con una apropiada técnica aséptica provee protección contra las infecciones. Una adecuada higiene de manos puede estar garantizada tanto por el uso de soluciones alcohólicas como por el lavado con agua y jabón con un enjuague correcto. Una técnica aséptica adecuada no necesariamente requiere guantes estériles para la inserción de catéteres periféricos; guantes limpios en combinación con una técnica aséptica (“no tocar”) pueden utilizarse en la inserción de un catéter venoso periférico. En cambio, los guantes estériles sí deben utilizarse en la inserción de catéteres venosos centrales. 7 Ver, VILLA, SILVIA y SILVIA MARGALEJO RAFFIN. Higiene de manos. Guía de recomendaciones para los establecimientos de salud. ECI Dic 2011; 3 (3): 390-408. También disponible en versión digital en el sitio web de ADECI http://www.adeci.org.ar/LinkClick.aspx?fileticket=Sfj7egRiMfA%3D&tabid=75). 8 Si no garantiza una técnica correcta utilizar guantes estériles. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 4. Barrera de máxima de protección 4.1. Utilizar elementos estériles como barrera de máxima protección que incluye el uso de camisolín, barbijo, guantes estériles, gorro, máscara o antiparra (elementos de precaución personal, EPP) y del campo estéril completo (debe cubrir toda la cama del paciente), para la inserción de los CVC, del catéter central de inserción periférica (conocido como PICC, por su sigla en inglés) o el recambio con alambre guía. Categoría IB. 4.2. El operador tanto como el asistente deben vestir EPP adecuados. Categoría IB 4.3. Utilizar una manga estéril durante la inserción del catéter arterial pulmonar. Categoría IB Generalidades Se define como barrera de máxima protección (BMP) al uso de camisolín, guantes estériles, barbijo y campos estériles completos (que cubren el paciente en su totalidad) durante la colocación de vías centrales. La utilización de MBP fue comparada en un ensayo controlado con el uso de guantes y de campo chico solamente. Los resultados indicaron que los pacientes en los que se utilizó MBP registraron menos colonización del catéter. Además, se registró que las BAC se presentaron con posterioridad y se aislaron mas gérmenes Gram negativos que positivos. Diferentes estudios demostraron que el programa de educación y entrenamiento, enfocado en el uso de MBP provocaban, en forma directa, una disminución de las tasas de infección y de la colonización de la piel en el sitio de inserción. 5. Preparación de la piel 5.1. Realizar la desinfección de la piel limpia con un antiséptico apropiado (alcohol al 70%, tintura de yodo, un yodóforo o solución de gluconato de clorhexidina base alcohólica) antes de la inserción del catéter venoso periférico y durante el cambio de apósitos transparentes o del sistema de fijación. Categoría IB 5.2. Realizar la antisepsia de la piel con una preparación de clorhexidina de base alcohólica, como primera elección, antes de realizar la inserción del catéter venoso central, del catéter arterial periférico y durante los cambios de apósito. Si hay alguna contraindicación o no se dispone de clorhexidina, se pueden utilizar como alternativas la tintura de yodo, un yodóforo o el alcohol al 70%. Categoría IA _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 5.3. No se recomienda el uso de clorhexidina en menores de 2 meses de vida. Asunto no resuelto 5.4. Dejar que el antiséptico se seque en el sitio de inserción para permitir que el mismo actúe antes de la inserción del catéter, independientemente, del tipo utilizado. Categoría IB 5.5. Realizar la antisepsia en forma de zigzag, priorizando la fricción y no en forma circular. Generalidades Dos estudios, correctamente diseñados, evaluaron el uso de la clorhexidina comparado con el de la solución de iodopovidona o de alcohol en la preparación antiséptica de la piel para la inserción y el cuidado de las vías venosas centrales, y se demostró que el uso de la clorhexidina conlleva a una menor tasa de colonización o BAC. En otro estudio de tres ramas representadas cada una por solución de gluconato de clorhexidina (GCH al 2% versus iodopovidona al 10% versus alcohol al 70%), se demostró que disminuyeron las BAC. Un metaanálisis de 4143 catéteres sugiere que el GCH disminuye el riesgo de infección en un 49% con relación a la iodopovidona. Una decisión económica basada en la evidencia sugiere que el GCH comparado con iodopovidona en la inserción de CVC resulta en la disminución de la incidencia de muerte en un 0,23%, de las BAC en 1,6 % y ahorra U$S 113 por catéter usado. Mientras que el GCH se convierta en un estándar para la preparación de la piel en la inserción de CVC y CVP, la solución de iodopovidona al 5% en 70% de alcohol se asoció a una sustancial reducción de colonización de CVC y de BAC al compararla con el efecto de la solución de iodopovidona al 10% acuosa. 6. Curación, fijación y estabilización del catéter 6.1. Utilizar gasa estéril o apósitos transparentes, semipermeables y estériles para cubrir el sitio de inserción del catéter.6-7 Categoría IA 6.2. No utilizar gasa y cinta adhesiva, al menos que ésta última sea estéril y fraccionada.6-7 6.3. Si se dispone, utilizar elementos de estabilización sin sutura para disminuir los riesgos de infección para catéteres intravasculares. Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 6.4. Los sitios de los CVC tunelizados que están bien curados podrían no requerir apósitos. Categoría II 6.5. Si el paciente está diaforético o si el sitio de inserción está sangrando, utilice gasa y apósito transparente hasta que se resuelva, y recambiar cada 2 días. Categoría II 6.6. Cambiar la curación del sitio de inserción del catéter si el apósito está húmedo, despegado o visiblemente sucio. Categoría IB 6.7. En los CVC de corto plazo de pacientes adultos y adolescentes, cambiar los apósitos transparentes semipermeables cada 7 días. La excepción son los pacientes pediátricos donde el riesgo de desplazamiento del catéter puede ser mayor, por lo cual el apósito puede permanecer por más tiempo. Categoría II 6.8. Asegúrese que los elementos utilizados para el cuidado del catéter son compatibles con el material del catéter. Categoría IB 6.9. No aplicar solventes orgánicos (por ejemplo: acetona y éter) a la piel antes de la inserción del catéter o durante el cambio de apósitos. Categoría IA 6.10. No sumergir el catéter o el sitio de inserción bajo el agua. El paciente podrá ducharse si el catéter y el dispositivo de conexión están protegidos con una cubierta impermeable durante la ducha. Categoría II 6.11. Utilizar esponja o apósitos impregnados con clorhexidina en los CVC de corto plazo de pacientes mayores de 2 meses si la tasa de BAC no disminuye a pesar de las medidas básicas de prevención, incluyendo educación, el entrenamiento sobre el uso apropiado de la clorhexidina como antiséptico y de las barreras máximas de precaución. Categoría IB 6.12. A diario, evaluar los sitios de inserción del catéter, ya sea visualmente al cambiar la fijación o al palpar a través del apósito transparente. Dependiendo de la situación clínica de cada paciente, será necesario revisar en forma regular. Si los pacientes tienen dolor en el sitio de inserción, fiebre sin foco evidente u otras manifestaciones que sugieren infección local o del torrente sanguíneo, la fijación debe ser removida para permitir el examen detallado del sitio de inserción. Categoría IB 6.13. Animar a los pacientes a que informen cualquier cambio que perciban en el sitio de inserción del catéter o de cualquier molestia nueva que presente. Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Generalidades Las técnicas de colocación de catéteres tanto centrales como periféricos son técnicas asépticas, por lo tanto, el sitio de inserción debe mantenerse en esas condiciones y la curación debe realizarse con material estéril. Hay trabajos donde se ha demostrado la alta colonización de los rollos de tela adhesiva, motivo por el cual no se debe utilizar como práctica en la curación, fijación o estabilización.6,7 Los apósitos transparentes de poliuretano semipermeables, permiten una inspección visual continua del sitio de inserción y requieren muchos menos cambios que la gasa y las cintas estándar. En uno de los estudios controlados mas extensos, sobre los cambios de las curaciones de los catéteres venosos periféricos, en el cual se evaluaron más de 2000 catéteres, los datos que presentaron, sugieren que la tasa de colonización de catéteres curados con apósito transparente (5,7%) es comparable con aquellos curados con gasas (4,6%) y no hay diferencia clínica sustancial en la incidencia de colonización o flebitis. Por otra parte, estos datos sugieren que los apósitos transparentes permiten mantener el catéter en forma segura, por más tiempo, sin incrementar el riesgo de tromboflebitis. Los apósitos impregnados con clorhexidina pueden ser utilizados para reducir el riesgo de las BAC. En un trabajo multicéntrico, controlado, extenso, se compararon esponjas con clorhexidina versus apósitos transparentes en pacientes internados en unidades críticas, y la tasa de las BAC se redujo a pesar de que los índices de infección eran bajos. En dicho estudio, se evaluaron 1636 pacientes (3778 catéteres, 28931 días-catéter). La esponja impregnada en clorhexidina disminuyó el riesgo de las BAC (10/1953 {0,5%}, 0,6 por 1000 días catéter versus 19/1825 {1,1%}, 1,4 por 1000 días catéter; el riesgo relativo 0,39 {95% intervalo de confianza, 0.17-0,93}; p=0,03) y BAC (6/1953 catéter, 0,40 por 1000 días catéter versus 17/1825 catéter, 1,3 por 1000 días catéter; RR 0,24 {95% IC}). Un trabajo controlado y randomizado con apósitos transparentes y apósitos con esponjas impregnadas en clorhexidina en 140 niños demostraron que no había diferencia estadística en las BAC. De todas maneras, el grupo con clorhexidina presentó menos tasa de colonización de los CVC. En 601 pacientes con cáncer que recibían quimioterapia, la incidencia de BAC se redujo en aquellos que se utilizó esponjas impregnadas en clorhexidina comparados con curaciones estándar (p=0,016, RR 0,54; IC 0,31-0,94). Un metaanálisis que incluye 8 trabajos con caso control _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar demostró que las esponjas impregnadas en clorhexidina se asocian a una reducción de la colonización del sitio de inserción del catéter vascular y epidural pero no hay una significativa reducción de las BAC. Aunque los datos en cuanto a esponjas impregnadas en clorhexidina en pacientes pediátricos son limitados, un ensayo caso control que involucra 705 neonatos reportó una sustancial disminución de la colonización del catéter pero no diferencia en las tasas de BAC. Las esponjas impregnadas en clorhexidina están asociadas a una dermatitis por contacto en infantes de bajo peso: en 98 neonatos con muy bajo peso, 15 presentaron dermatitis de contacto; 4 (1,5%) de 237 neonatos con peso >1000 gramos mostraron esta reacción. Infantes con una edad gestacional <26 semanas quienes tenían CVC por <8 días, aumentaron el riesgo de presentar esta reacción, considerando que ninguno de los infantes del grupo control presentó reacción local. En referencia a la estabilización del catéter es reconocida como una intervención para disminuir el riesgo de flebitis, la migración del catéter y su extravasación, y podría ser favorable también para prevenir las BAC. La patogénesis de las BAC ocurre por migración de la flora a través del sitio de inserción; estos dispositivos de estabilización sin suturas evitan lesiones alrededor del sitio de inserción y ayudan a disminuir la colonización bacteriana. 7. Baño del paciente 7.1. Evitar que el paciente se duche o que la curación se moje durante el baño en la cama, si dicha curación y las conexiones del dispositivo intravascular no están cubiertas con un impermeable. 7.2. Utilizar paños impregnados en clorhexidina al 2% para reducir las BAC. Categoría II Generalidades El baño diario de pacientes en unidades de cuidados intensivos con paños impregnados con clorhexidina puede ser una simple y efectiva estrategia para disminuir las tasas de la BAC primaria. En un ensayo simple de 836 pacientes en unidad de cuidados intensivos, aquellos que recibieron intervención con clorhexidina, el riesgo de BAC primaria fue significativamente menor que aquellos bañados con agua y jabón. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 8. Catéter y conectores impregnados en antimicrobianos o antisépticos 8.1. Utilizar los CVC impregnados en clorhexidina/sulfazidina de plata o minociclina/rifampicina en aquellos pacientes que se espera una permanencia >5 días después de haber implementado satisfactoriamente una estrategia para la prevención de BAC y que la tasa no ha disminuido. La estrategia debe haber incluido, al menos, educación del personal responsable de la inserción y mantenimiento de los catéteres, el uso de la barrera de máxima protección, y de la solución de clorhexidina >0,5% con alcohol como antiséptico para la inserción de los CVC. Categoría IA Generalidades Algunos catéteres y anillos impregnados en antimicrobianos/antisépticos pueden disminuir los riesgos de adquirir BAC y, potencialmente, los costos asociados al tratamiento, a pesar del costo adicional de estos catéteres. Casi todos los estudios con catéteres impregnados fueron realizados en pacientes adultos, razón por la cual la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, los aprobó para pacientes mayores de 3 kg de peso. Dos estudios no randomizados en una Unidad de Cuidados Críticos Pediátrica, sugieren que estos catéteres podrían disminuir las infecciones asociadas a catéter. Tanto los catéteres impregnados con antimicrobianos como con antisépticos están disponibles en infantes de peso menor a 3 kg. Los catéteres impregnados con clorhexidina/sulfazidina de plata solamente en la superficie externa del lumen fueron estudiados como medida para la reducción de las BAC. Dos metaanálisis con catéteres de primera generación demostraron disminución de las BAC al compararlos con catéteres no impregnados. 9. Profilaxis antibiótica 9.1. No administrar profilaxis antibiótica, en forma sistemática, antes de la inserción de catéteres intravasculares o durante el uso para prevenir BAC o colonización. Categoría IB _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Generalidades Muchos estudios han examinado el rol de la utilización de profilaxis antibiótica sistémica para la prevención de las BAC. Un metaanálisis reciente revisa estos estudios en pacientes con cáncer, no llegando a una conclusión que respalde eficacia. Una revisión de Cochrane utilizando profilaxis antibiótica en neonatos concluye que no hay suficiente evidencia para mantener o refutar esta práctica. 10. Uso de ungüentos o pomadas con antiséptico/antibiótico 10.1. Utilizar ungüentos o pomadas con iodopovidona en el extremo de catéteres de hemodiálisis después de la inserción y al finalizar cada sesión de hemodiálisis, siempre y cuando estos ungüentos no interfieran con el material del catéter de acuerdo a las especificaciones del fabricante. Categoría IB Generalidades Una variedad de antibióticos tópicos o ungüentos con antibióticos o antisépticos se han utilizado en los intentos por reducir la carga antimicrobiana en el lugar de inserción del catéter y, por lo tanto, prevenir la infección. Varios estudios realizados hace varias décadas atrás, en los cuáles principalmente se evaluaban catéteres periféricos, dieron resultados diversos. Además, el uso de ungüentos con antibióticos puede limitar la actividad antifúngica y esto puede servir para incrementar la colonización y/o infección por especies de Candida. Estudios más recientes han examinado este enfoque en pacientes de alto riesgo, en particular en hemodiálisis. Tres ensayos aleatorizados y controlados han evaluado el uso de iodopovidona al 10%. Se observó una disminución significativa en la colonización del sitio de salida y de las BAC. El efecto beneficioso era más prominente en sujetos con la colonización nasal por Staphylococcus aureus. Portadores nasales de S. aureus son más propensos a experimentar una BAC que los no colonizados. Esto ha llevado a los investigadores a evaluar la utilidad de la mupirocina tópica, potente agente antiestafilocóccico. Varios estudios han demostrado un menor riesgo de BAC cuando se aplicó ungüento de mupirocina en el sitio de inserción del catéter. Otros han demostrado beneficios similares cuando se aplicó mupirocina nasal. Sin embargo, el entusiasmo por estas medidas se ha desvanecido por la resistencia creada a la mupirocina en algunos centros y el _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar potencial efecto de degradación que provoca en los catéteres de poliuretano. 11. Profilaxis antibiótica de bloqueo y catéteres impregnados en antibióticos 11.1. Utilizar profilaxis antibiótica de bloqueo en pacientes con catéteres de larga duración y con antecedentes de múltiples BAC, aún cuando se haya implementado una técnica aséptica óptima. Categoría II Generalidades Una amplia variedad de soluciones de antibióticos y antisépticos se han utilizado para lavar o bloquear lúmenes del catéter y así evitar las BAC. El bloqueo del catéter es una técnica por la que una solución con antimicrobiano se usa para llenar un lumen de catéter y luego se deja durante un período de tiempo mientras que el catéter está inactivo. Los antibióticos que se han utilizado en varias concentraciones, ya sea solo (cuando está dirigido a un organismo específico) o en combinación (para lograr una amplia cobertura empírica), como profilaxis para limpiar o bloquear los catéteres venosos centrales incluyen vancomicina, gentamicina, ciprofloxacina, minociclina, amikacina, cefazolina, cefotaxima, ceftazidima, y también antisépticos como alcohol, taurolidina (no disponible en Argentina) y citrato trisódico (tanto la taurolidina como el citrato trisódico no están aprobados en los Estados Unidos para este propósito. Estos agentes se combinan normalmente con un compuesto que actúa como anticoagulante, tal como la heparina o EDTA. La mayoría de estos estudios han sido llevados a cabo en un número relativamente pequeño de pacientes de alto riesgo, tales como pacientes de hemodiálisis, neonatos o pacientes neutropénicos oncológicos. Aunque la mayoría de los estudios indican un efecto beneficioso en términos de prevención de las BAC, esto debe ser equilibrado por el potencial efecto secundario, como toxicidad, reacciones alérgicas o la aparición de resistencia asociada con el agente antimicrobiano. La amplia variedad de compuestos utilizada, la heterogeneidad de la población de pacientes estudiados y las limitaciones en el tamaño o el diseño de los estudios se oponen a una recomendación general para su uso. Además, la FDA no ha aprobado formulaciones para su comercialización, y la mayoría de las formulaciones se han preparado en farmacias hospitalarias. A continuación se presenta una breve reseña de algunos de los estudios. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Al menos 10 estudios se han realizado con pacientes en hemodiálisis para investigar las soluciones para la higiene o el bloqueo. Tres metaanálisis han demostrado que soluciones de sellado de catéteres reducen el riesgo de las BAC en los pacientes en hemodiálisis. En el más extenso de estos estudios, se incluyeron 291 pacientes en una comparación aleatoria del 30% citrato trisódico frente a heparina. La tasa de BAC fue significativamente menor en el grupo cuyos catéteres se bloquearon con citrato trisódico (4,1 BSI/1.000 días de CVC frente a 1,1 BSI/1000 días de CVC, p <.001), y no se observó diferencia significativa en la trombosis u oclusión del catéter. Sin embargo, si se realiza infusión rápida de citrato concentrado puede resultar en hipocalcemia grave, arritmias cardíacas y la muerte. El segundo estudio en importancia se compara a los pacientes sometidos a hemodiálisis, examinando el efecto de una solución de sellado de catéter que contiene cefazolina, gentamicina y heparina, con los pacientes de control que recibieron sólo heparina. En 120 sujetos, la tasa de las BAC era significativamente menor en los que recibieron la solución de sellado antibiótico (0,44 BSI/1.000 días de CVC vs BSI 3,12/1.000 días de CVC, P=0.03) Otros ensayos con pacientes en hemodiálisis han estudiado minociclina, gentamicina, EDTA, heparina, taurolidina, vancomicina y cefotaxima. Se han realizado al menos cinco estudios en pacientes pediátricos oncológicos. En el más extenso de estos ensayos, 126 sujetos se inscribieron en un estudio prospectivo, aleatorizado, doble ciego que comparó tres ramas: vancomicina, ciprofloxacina, heparina (VCH), vancomicina y heparina (VH) y heparina (H) sola. El tiempo en desarrollar la BAC fue significativamente mayor en la rama VCH o VH en comparación con la heparina, y la tasa de infección fue significativamente menor con cualquiera de las soluciones que contienen antibióticos en comparación con la heparina sola (1,72/1.000 CVC días [H] vs 0,55/1.000 días de CVC [VCH] frente a 0,37/1.000 días de CVC [VH]). En un metaanálisis de siete ensayos controlados aleatorios se examinó la utilidad de vancomicina como bloqueo o soluciones de lavado en comparación con la heparina sola. La razón de riesgo para las soluciones de vancomicina/heparina arrojó una tasa de 0,49 (95% IC .26 a .95, P = 0.03). El uso de la técnica de bloqueo del catéter parece tener un beneficio mayor comparado al lavado con vancomicina. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Recientemente, un estudio prospectivo, doble ciego, aleatorio, comparó la utilidad de 70% etanol como bloqueo frente a solución salina heparinizada para la prevención primaria de las BAC en pacientes oncológicos. Los pacientes que recibieron la terapia de bloqueo con etanol fueron significativamente menos probable que experimentaran una primaria BAC (0,60/1.000 días de CVC vs 3,11/1.000 días de CVC; OR 0,18, IC del 95% .05.65, P5 0,008). 12. Anticoagulantes 12.1. No utilizar rutinariamente anticoagulantes para reducir el riesgo de BAC en la población general. Generalidades Poco después de la inserción, los catéteres intravasculares se recubren con una película (biofilm), que consiste en fibrina, proteínas plasmáticas y elementos celulares, tales como plaquetas y glóbulos rojos. Los gérmenes interactúan con esta película, lo que resulta en la colonización del catéter. Existe una estrecha relación entre la trombosis de catéteres venosos centrales e infección. Por lo tanto, los anticoagulantes se han utilizado para prevenir trombosis del catéter y, presumiblemente, reducir el riesgo de infección. En un metaanálisis que evaluaba el beneficio de la profilaxis con heparina (3 unidades/ml en nutrición parenteral, 5.000 unidades cada 6 ó 12 horas [flush] o unidades de 2.500 bajo peso molecular heparina por vía subcutánea) en pacientes con CVC de corto plazo, se observó que el riesgo de trombosis venosa relacionada con el catéter se reduce con el uso de heparina profiláctica. Sin embargo, no hay diferencia sustancial en la tasa de las BAC observada. En un estudio prospectivo, aleatorizado más reciente, 204 pacientes con catéteres no tunelizados fueron asignados para recibir una infusión continua de heparina (100 unidades/kg/d) o solución salina (50 ml/d). La tasa de las BAC fue significativamente menor en el grupo que recibió heparina (2,5 BSI/1.000 días de CVC vs 6,4 BSI/1.000 días de CVC). Debido a que la mayoría de las soluciones de heparina contienen conservantes con actividad antimicrobiana, no está claro si cualquier disminución en la tasa de las BAC es el resultado por la reducción de la formación de trombos, por acción del conservante, o ambos. La mayoría de los catéteres para arteria pulmonar, catéteres umbilicales y venosos centrales están _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar disponibles como dispositivos con heparina. La mayoría de estos catéteres contienen heparina unida con benzalconio, que proporciona actividad antimicrobiana y efecto antitrombótico. Sin embargo, algunos catéteres tienen heparina unida directamente con el catéter sin benzalconio. Diferentes estudios han demostrado que los catéteres con heparina reducen el riesgo de trombosis y el riesgo de las BAC, pero son menos eficaces en la reducción de la colonización del catéter que los catéteres impregnados con clorhexidina/sulfadiazina de plata. Desafortunadamente, la trombocitopenia inducida por heparina puede ocurrir y ha llevado a muchos médicos a evitar la heparina. El citrato trisódico ha sido recomendado como una disolución de relleno del catéter debido a que posee tanto anticoagulante como propiedades antimicrobianas. En un estudio prospectivo, aleatorizado, doble ciego en hemodiálisis, el uso de heparina intradiálisis (5.000 U/ml) se asoció con un riesgo significativamente mayor en la tasa de las BAC en comparación con el uso de 30% de citrato trisódico (4,1 BSI/1.000 días de CVC vs 1.1BSI/1.000 días de CVC). La warfarina se ha evaluado como un medio para reducir la formación de trombos en los CVC y, por lo tanto, de infección. En los pacientes con CVC a largo plazo, el uso de bajas dosis de warfarina (es decir, 1 mg/día) redujo la incidencia de trombos en el catéter. Sin embargo, otros estudios no han confirmado trombosis reducida y aún otros más, tampoco han encontrado interacciones adversas en los pacientes que recibieron 5-FU. Los datos son limitados, aunque la warfarina de dosis baja reduce el riesgo de formación de trombo en pacientes con cáncer, no se ha demostrado para reducir complicaciones infecciosas. Más del 20% de los pacientes, en algunos estudios, desarrollan tiempos prolongados de protrombina y requieren ajuste de dosis. Otros anticoagulantes, tales como inhibidores del factor Xa o inhibidores directos de la trombina no han sido adecuadamente evaluados para la reducción de las BAC. 13. Cambio de catéteres intravasculares periféricos y catéteres de línea media 13.1. No es necesario cambiar el catéter periférico antes de las 72-96 horas –desde el momento en que se colocó– para reducir el riesgo de infección o flebitis en el adulto. Categoría 1B _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 13.2. Se considerará el cambio del catéter periférico cuando está clínicamente indicado y cuando la infusión no incluye nutrición parenteral. La decisión de cambiar el catéter periférico debe estar basada en la evaluación de las condiciones del paciente, los sitios de accesos, la integridad de la vena y de la piel, el cuidado de la vena, el tipo de curación disponible, los dispositivos de estabilización, el uso de circuitos integrales cerrados que incluyan sistemas sin agujas y los envases de soluciones cerrados.4-21-22-23 Categoría II 13.3. Utilizar para la evaluación diaria (al menos, una vez por turno), la tabla de puntuación de flebitis (ver Anexo I). 13.4. Reemplazar los catéteres periféricos en infantes solamente cuando está clínicamente indicado. Categoría IB 13.5. Reemplazar los catéteres de línea media solamente en indicaciones específicas. Categoría II Generalidades La sustitución programada de catéteres intravasculares ha sido propuesta como un método para prevenir la flebitis e infecciones relacionadas con el catéter. Los estudios de los catéteres venosos periféricos cortos indican que la incidencia de tromboflebitis y colonización bacteriana de los catéteres aumenta cuando los catéteres se dejan en el lugar más de 72 horas. Sin embargo, las tasas de flebitis no son sustancialmente diferentes en los catéteres periféricos que permanecen insertados por 72 horas en comparación con 96 horas. Debido a que la flebitis y la colonización del catéter se han asociado con un mayor riesgo de infección relacionada con el catéter, los catéteres periféricos cortos comúnmente se sustituyen cada 72 y 96 horas para reducir tanto el riesgo de infección como la incomodidad del paciente vinculada a la flebitis. Algunos estudios han sugerido que el cambio planificado a las 72 horas frente al cambio según sea necesario resultó en tasas similares de flebitis y fallos en el catéter. Sin embargo, estos estudios no abordan las BAC ni su riesgo por lo que esta estrategia no se estudia bien. Si bien se debe desarrollar este tema, hay trabajos en los que se demuestran que la utilización de catéteres de polímero, los sistemas de circuito cerrado integral y al mantener la técnica aséptica para su colocación y manipulación, se puede realizar el cambio de acuerdo al monitoreo clínico. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Los catéteres de línea media se asocian con menores tasas de flebitis al compararlos con los catéteres periféricos cortos y con tasas más bajas de infección que los CVC. En un estudio prospectivo de 140 catéteres de longitud media, su uso se asoció con una tasa de bacteriemia de 0,8 por 1.000 días catéter. No hay factores de riesgo específicos, incluida la duración de la cateterización, asociados a infección. Los catéteres de longitud media permanecieron colocados hasta 49 días con una mediana de 7 días. Aunque los resultados de este estudio sugieren que los catéteres de línea media podrían ser cambiados sólo cuando exista una indicación específica, no hay estudios prospectivos y aleatorizados que hayan evaluado el beneficio de reemplazo de rutina como una estrategia para prevenir las BAC asociadas con catéteres de línea media. 14. Cambio de los CVC, incluyendo PIC y catéteres de hemodiálisis 14.1. Para la prevención de BAC, no cambiar rutinariamente los CVC, PIC, catéteres de hemodiálisis, catéteres arteriales pulmonares. Categoría IB 14.2. No retirar los CVC ni losPIC, basándose solamente en la presencia de fiebre. Utilizar el juicio clínico con respecto a una apropiada remoción del catéter si hay evidencia de infección de otro foco o si se sospecha fiebre de origen no infeccioso. Categoría II 14.3. No cambiar rutinariamente con alambre guía los catéteres no tunelizados para prevenir infecciones. Categoría IB 14.4. No realizar cambio de catéter no tunelizado con guía de alambre si se sospecha infección. Categoría IB 14.5. Utilizar el alambre guía para cambiar catéteres no tunelizados por mal funcionamiento si no hay evidencia de infección. Categoría IB 14.6. Utilizar guantes estériles cuando se realiza el cambio de catéter con alambre guía. Categoría II Generalidades La sustitución del catéter a intervalos de tiempo regulares como método para reducir las BAC no presenta relación con el desarrollo de BAC. Dos ensayos han _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar evaluado la estrategia de cambiar el catéter cada 7 días en comparación con una estrategia de cambio de catéteres según se requiera. En uno de estos estudios participan 112 pacientes de las UCI quirúrgicas que requieren catéteres venosos centrales, catéteres de arteria pulmonar o catéteres arteriales periférico, mientras que el otro estudio incluyó sólo a catéteres para hemodiálisis en subclavia. En ambos estudios, no hubo diferencia en las BAC, se observó pacientes sometidos a sustitución programada del catéter cada 7 días en comparación con los pacientes cuyos catéteres eran reemplazados según se requiera. El cambio programado de CVC con alambre-guía es otra propuesta de estrategia para la prevención de las BAC. Los resultados de un metaanálisis de 12 ensayos aleatorizados y controlados para evaluar el manejo de los CVC no demostró ninguna reducción de las tasas de las BAC a través del reemplazo de rutina de los CVC con alambre guía, en comparación con el reemplazo de catéter según se lo requiera. Por lo tanto, la sustitución de rutina de los CVC no es necesaria para los catéteres que están funcionando y en los cuales no hay evidencia de que causa complicaciones locales o sistémicas. La sustitución del catéter sobre un alambre guía se ha convertido en una técnica aceptada para la sustitución de un catéter con mal funcionamiento o el recambio de un catéter en la arteria pulmonar para un CVC cuando el monitoreo invasivo ya no se necesita. La inserción del catéter sobre un alambre guía está asociada con menos malestar y una tasa significativamente más baja de complicaciones mecánicas que son los percutáneos insertos en un nuevo lugar. Además, esta técnica proporciona un medio de preservar el acceso venoso limitado en algunos pacientes. La sustitución de catéteres temporales a través del alambre-guía en la presencia de bacteriemia no es una estrategia de sustitución aceptable debido a que la fuente de infección es generalmente la colonización del tracto de la piel del sitio de inserción. Sin embargo, en determinados pacientes con catéteres de hemodiálisis tunelizados y bacteriemia, el recambio de catéter sobre un alambre guía en combinación con terapia de antibióticos, es una estrategia alternativa de rescate en pacientes con acceso venoso limitado. Debido al incremento de la dificultad de obtener acceso vascular en los niños, se debe prestar atención a la frecuencia con la que los catéteres se sustituyen en estos pacientes. En un estudio, donde se utilizaron técnicas de análisis de supervivencia para examinar la relación entre la duración de la cateterización _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar venosa central y las complicaciones en los pacientes pediátricos ingresados en las UCI, todos los pacientes estudiados (n= 397) se mantuvieron sin desarrollar infección durante una mediana de 23,7 días. Además, no se encontró relación entre la duración de la cateterización y la probabilidad diaria de infección (r= 0,21; P> .1), lo cual sugiere que la sustitución de rutina de los CVC probablemente no reduce la incidencia de las BAC. La disponibilidad de los sitios de acceso vascular puede ser aún más limitado entre los recién nacidos. Cuatro ensayos aleatorios (N= 368) resumidos en una revisión sistémica reciente de Cochrane comparó los efectos de administrar nutrición parenteral a través de catéteres venosos centrales percutáneos versus periférico. Menos procedimientos dolorosos (punciones venosas) eran necesarios en los recién nacidos aleatorizados para CVC percutáneo y no había evidencia de un mayor riesgo de las BAC. La oclusión debido a la formación de trombos es una de las razones más comunes para el recambio de CVC en neonatos. Se han probado varios métodos para impedir la oclusión del catéter. Recientemente, un ensayo clínico aleatorizado (n= 201) evaluó si una infusión continua de heparina (0,5 unidades/kg/hora) podría prolongar de manera eficaz la duración de la cateterización, en comparación con un placebo. La tasa de oclusión del catéter que requirió el retiro del catéter fue inferior en el grupo con heparina (6% vs 31%, P= .001: NNT= 4). Las tasas de las BAC fueron similares, aunque el estudio no fue diseñado para calcularlas. Catéteres de hemodiálisis. El uso de catéteres para hemodiálisis es el factor más común que contribuye a la bacteriemia de pacientes en diálisis. El riesgo relativo de bacteriemia en pacientes con catéteres de diálisis es siete veces mayor al riesgo para los pacientes con fístula arteriovenosa (AV). Fístulas AV e injertos se prefieren sobre los catéteres de hemodiálisis de pacientes con insuficiencia renal crónica, debido a su menor riesgo asociado a infección. Si el acceso necesario para la diálisis es temporal, un catéter tunelizado con cuff es preferible a un catéter sin éste, incluso en la UCI, si el catéter se espera que permanezca en su lugar durante más de 3 semanas. Catéteres de arteria pulmonar. Catéteres en la arteria pulmonar se insertan a través de un introductor de Teflon® y, normalmente, permanecen en su lugar un promedio de 3 días. La mayoría de los catéteres en arteria pulmonar son _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar impregnados con heparina, que no sólo reduce la trombosis sino también la adherencia microbiana al catéter. Un metaanálisis indica que la tasa de las BAC asociada con cateterización de la arteria pulmonar es 3,7 por 1.000 días de catéter y algo más alta que la tasa observada para los CVC no medicados y no tunelizados (2,7 por 1.000 días de catéter). Los datos de estudios prospectivos indican que el riesgo de colonización del catéter y las BAC aumentan cuanto más tiempo permanece el catéter en su lugar. En general, el riesgo de colonización del catéter aumenta después de 4 días desde que fue insertado mientras que el riesgo de aumento de las BAC se registra luego de 57 días de cateterización. Se deben hacer esfuerzos para diferenciar la infección relacionada con el introductor de la asociada al catéter. La colonización significativa del introductor se produce antes que la del catéter. Sin embargo, no hay estudios que indiquen que la sustitución del catéter a intervalos de tiempo regulares es un método eficaz para reducir el riesgo de las BAC. En los pacientes que siguen requiriendo un seguimiento hemodinámico, los catéteres de arteria pulmonar no necesitan ser cambiados con más frecuencia que cada 7 días. No hay recomendaciones específicas que puedan hacerse respecto al reemplazo rutinario de catéteres que tienen que estar en su lugar por más de 7 días. 15. Catéteres umbilicales 15.1. Retirar y no volver a colocar los catéteres, arterial y venoso umbilical, en caso de aparecer signos de bacteriemia o de insuficiencia vascular en las extremidades inferiores o trombosis. Categoría II 15.2. No se puede recomendar la administración de antibióticos a través del catéter umbilical para salvar a éste último. Asunto no resuelto 15.3. Limpiar el sitio de inserción con un antiséptico antes de colocar el catéter. No utilizar tintura de iodo en el neonato. Se pueden utilizar otras soluciones como iodopovidona. Categoría IB 15.4. No utilizar ungüentos o cremas con antibióticos en el sitio de inserción ya que puede promover infecciones fúngicas y resistencia antimicrobiana. Categoría IA 15.5. Adicionar bajas dosis de heparina (0.25-1.0 U/ml) en el líquido de infusión del catéter arterial. Categoría IB 15.6. Retirar el catéter umbilical cuanto antes. Cuando no es necesario o cuando se observan signos de insuficiencia vascular en las extremidades inferiores, el catéter _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar arterial no debe permanecer colocado por más de 5 días. Categoría II 15.7. El catéter venoso umbilical puede ser utilizado hasta 14 días si se lo manipula en forma aséptica aunque debe ser retirado lo más pronto posible. Categoría II Generalidades Aunque el muñón umbilical se vuelve altamente colonizado poco después del nacimiento, el cateterismo umbilical a menudo se utiliza para el acceso vascular en los recién nacidos. Los vasos umbilicales pueden canularse fácilmente y permitir tanto la toma de muestras de sangre y la medición del estado hemodinámico. La incidencia de colonización del catéter y las bacteriemias son similares en catéteres umbilicales venosos como umbilicales arteriales. En varios estudios, se estima que entre 40% y 55% de los catéteres de la arteria umbilical fueron colonizados y el 5% con BAC. Los catéteres de vena umbilical estaban asociados con la colonización entre 22% y 59% de los casos y con las BAC entre 3% y 8% de los casos. Aunque las tasas de las BAC son similares para los catéteres umbilicales en la posición alta (es decir, por encima del diafragma) en comparación con la posición baja (es decir, por debajo del diafragma y por encima de la bifurcación aórtica), los catéteres colocados en la posición alta presentaron una menor incidencia de complicaciones vasculares sin un aumento de secuelas adversas. Los factores de riesgo para la infección difieren entre la arteria umbilical y los catéteres de vena umbilical. En uno estudio, los recién nacidos con peso muy bajo al nacer que también recibieron antibióticos durante más de 10 días con catéteres en arteria umbilical, se encontraban en mayor riesgo de contraer BAC. En comparación, los que tienen un mayor peso de nacimiento y se les administra nutrición parenteral con catéter venoso umbilical, se encontraban en mayor riesgo de las BAC. La duración de la cateterización no fue un factor de riesgo independiente para la infección de cualquier tipo de catéter umbilical. Un reciente ensayo aleatorizado (n= 210) evaluó si a largo plazo el cateteretismo venoso umbilical (hasta 28 días) se traduce en igual o menor BAC cuando se compara con recién nacidos que fueron aleatorizados con cateterismo venoso umbilical a corto plazo durante 7 y 10 días seguidos por cateterismo percutáneo venoso central. La tasa de las BAC fue mayor (20%) entre los recién nacidos cateterizados a largo plazo en comparación con los recién nacidos cateterizados a corto plazo (13%). _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar La diferencia no fue estadísticamente significativa (P= 0.17), aunque el estudio tuvo poco poder estadístico. El estudio no fue diseñado para evaluar las diferencias en las tasas de trombosis venosa. 16. Catéteres arteriales periféricos y dispositivos de monitoreo de presión en adultos y pediátricos 16.1. En adultos, utilizar la arteria radial, braquial o pedia dorsal en lugar de la arteria femoral o axilar. Categoría IB 16.2. En niños, la arteria braquial no debería utilizarse. Las arterias radial, pedia dorsal y tibial posterior son preferibles a la femoral o axilar como sitio de inserción. Categoría II 16.3. Para la colocación de un catéter arterial periférico se debe utilizar: gorro, barbijo, guantes estériles y campo fenestrado estéril. Categoría IB 16.4. Durante la colocación de los catéteres arterial axilar y femoral, utilizar barreras de máxima protección estériles. Categoría II 16.5. Reemplazar los catéteres arteriales sólo cuando exista indicación clínica y no en forma rutinaria. Categoría II 16.6. Retirar el catéter arterial lo más pronto posible y no mantenerlo más de lo necesario. Categoría II 16.7. Utilizar, preferentemente, transductores descartables antes que los reutilizables. Categoría IB 16.8. Cambiar los transductores cada 96 horas junto con las tubuladuras y soluciones. Categoría IB 16.9. Utilizar todos los componentes del sistema de medición de presión, incluyendo los calibradores y soluciones de lavado estériles. Categoría IA 16.10. Minimizar el número de manipulaciones al sistema de monitoreo de presiones y utilizar el sistema cerrado. Categoría II 16.11. No se debe administrar soluciones de dextrosa o nutrición parenteral por el circuito de medición de presión. Categoría IA 16.12. Esterilizar los transductores reutilizables de acuerdo a las especificaciones del fabricante. Categoría IA _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Generalidades Generalmente, los catéteres arteriales fueron insertados en la arteria radial o femoral y permiten continua monitorización de la presión sanguínea y las mediciones de gases en sangre. El riesgo de las BAC para catéteres arteriales es menor que la asociada con no recubierto, sin cuff, no tunelizado y CVC de corto plazo (1,7 frente a 2,7 por 1.000 días de catéter). Sin embargo, el riesgo de las tasas de las BAC es comparable entre los catéteres arteriales y los recubiertos, sin cuff, no tunelizados y CVC de corto plazo. A diferencia de los CVC, el uso de las precauciones de barrera completas durante la canulación arterial no parece reducir el riesgo de las BAC arterial. Sin embargo, cuando se insertan catéteres arteriales mediante un protocolo que incluye la barrera de máxima protección, se puede lograr un riesgo muy bajo de las BAC (0,41/1.000 días de catéter). Aunque un metaanálisis no puede discernir una diferencia en las tasas de las BAC en tres sitios de inserción (radial, femoral y axilar), la colonización de los catéteres insertos en el sitio femoral se produce más a menudo. Además, un estudio prospectivo observacional de más de 2.900 catéteres arteriales que fueron insertados con barreras de máxima protección demostró un aumento de casi 8 veces en la incidencia de las BAC cuando el sitio femoral se utilizó en comparación con el sitio radial. Además, hay un mayor riesgo de aparición de las BAC causadas por bacterias Gram-negativas cuando la inserción se realiza en el sitio femoral. Las tasas de colonización del catéter y las BAC parecen similares entre las inserciones en radial o pedia dorsal. El riesgo de desarrollar BAC aumenta con la duración de la cateterización, sin embargo, la rutina de cambio de catéteres arteriales en momentos programados no garantiza una disminución del riesgo de BAC. Los catéteres que tienen que estar en su lugar durante más de 5 días, no deberían ser cambiados de manera rutinaria si no hay evidencia de infección. 17. Uso y recambio del sistema de infusión 17.1. Utilizar sistemas de infusión cerrados integrales.4 Categoría IA 17.2. Las soluciones parenterales deben estar embasadas en bolsas de plástico flexibles, totalmente colapsables, y con conector al sistema IV que no requiera ser cortado idealmente con dos puertos. Categoría IA 17.3. No utilizar soluciones envasadas en frascos de plástico rígido o semirígido.4 Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 17.4. Para colocar paralelos como principal, utilizar guías de infusión de múltiples puertos o conectores sin aguja. Evitar utilizar llaves de 3 vías.4 Categoría II 17.5. Nunca administrar medicación por la llave de 3 vías si esta no tiene un conector sin aguja pues este último evita la embolia aérea y la manipulación interna de la llave al conectar la guía de suero que, de otra manera, favorece el riesgo de infección.4 Categoría IB 17.6. Antes de administrar medicación realizar la antisepsia del conector o puerto (friccionar al menos 5 veces) y dejar secar.4 Categoría IA 17.7. En pacientes que no reciben sangre, hemoderivados o lípidos, remplazar las guías de administración, incluyendo los paralelos y conectores, no antes de las 96 horas pero si antes de 7 días.1-22-23-30 Categoría IA 17.8. Cambiar las guías de infusión de los paralelos de medicación intermitente cada 24 horas, previa antisepsia del conector sin agujas.4 Categoría II 17.9. La práctica de utilizar llaves de 3 vías para paralelos y de dejarlas al descubierto cuando dichos paralelos se retiran, debe ser evitada. 4 Categoría II 17.10. Cambiar todo el sistema de infusión cuando se cambia el catéter periférico. 4 Categoría IA 17.11. No hay recomendación para la frecuencia del cambio de la aguja de acceso de los puertos implantados. 17.12. Remplazar las guías de infusión de sangre, hemoderivados o lípidos combinados con aminoácidos y glucosa en mezcla o separados cada 24 horas. Categoría IB 17.13. Remplazar las guías de infusión donde se administran soluciones de propofol cada 6 ó 12 horas cuando el vial es cambiado por recomendación del fabricante. Categoría IA 17.14. Cambiar los conectores sin aguja junto con las guías de infusión.Categoría II 17.15. Asegurar que los componentes sean compatibles para evitar desconexiones y pérdidas. Se deberían utilizar los conectores con sistema de cierre Luer-Lock.4 Categoría II 17.16. Cuando se utiliza un sistema sin aguja, es preferible aquel que esté diseñado con una válvula de apertura con tabique en lugar de las válvulas mecánicas, ya que incrementan el riesgo de infección. Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Generalidades El intervalo óptimo para el reemplazo habitual de los sets de administración IV ha sido examinado en varios estudios bien controlados y en diferentes metaanálisis. Los datos de estos estudios revelan que la sustitución de los sets de administración con más frecuencia entre 72 y 96 horas después de la iniciación, es de uso seguro y rentable. Estudios más recientes sugieren que las guías de administración pueden ser utilizadas con seguridad por un máximo de 7 días si se las usa junto con catéteres impregnados o si no se administran soluciones que favorecen el desarrollo microbiano (por ejemplo, nutrición parenteral o sangre). Cuando se infunden soluciones que facilitan el desarrollo microbiano (por ejemplo, lípidos, emulsiones y hemoderivados), se indican los cambios más frecuentes de los equipos de administración ya que estos productos han sido identificados como factores de riesgo independientes para las BAC. 18. Sistema de infusión sin aguja 18.1. Cambiar los componentes sin aguja con la misma frecuencia que las guías de administración. No trae ningún beneficio el cambio de éstos con mayor frecuencia que cada 72 horas. Categoría II 18.2. Cambiar conectores sin aguja sin mayor frecuencia que cada 72 horas o según lo establezcan las recomendaciones del fabricante con el propósito de reducir las tasas de infección. Categoría II 18.3. Asegurarse que todos los componentes del sistema sean compatibles para minimizar fugas y roturas en el sistema. Categoría II 18.4. Reducir al mínimo el riesgo de contaminación sirviéndose de la antisepsia del puerto de acceso con un antiséptico adecuado (clorhexidina, povidona yodada, yodóforo o alcohol al 70%) y sólo con dispositivos estériles. Categoría IA 18. 5. Utilice un sistema de acceso sin aguja para colocar guías de administración intravenosos. Categoría IC 18. 6. Cuando se utilizan sistemas sin agujas, puede ser preferible el uso de válvulas con tabique división a aquellas con válvulas mecánicas debido a que éstas presentan un mayor riesgo de infección. Categoría II _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Generalidades Las llaves de paso (de 3 vías) utilizadas para la inyección de medicamentos, la administración de infusiones intravenosas y la toma de muestras de sangre representan un portal de entrada potencial para los microorganismos en los catéteres de acceso vascular y soluciones IV. Pero si esta contaminación es un punto de entrada importante de microorganismos que causan BAC, aún no se ha demostrado. Sin embargo, las llaves de paso deben ser protegidas cuando no se utilizan. En general, los sistemas cerrados de acceso del catéter son asociados con menos BAC que los sistemas abiertos. Para conectar sistemas secundarios o paralelos (infusiones intermitentes integradas a través de un puerto del equipo de infusión primario) es conveniente utilizar plataformas con conectores como alternativa a las llaves de paso. Sin embargo, también representan un riesgo para la contaminación del fluido intravascular si el dispositivo de entrada se expone al aire o si entra en contacto directo con cinta no estéril utilizada para fijar la aguja al puerto. Sistemas modificados de plataforma de multipuerto tienen el potencial de prevenir contaminación en estos sitios. Los intentos por reducir la incidencia de lesiones cortopunzantes y el riesgo resultante para la transmisión de infecciones transmitidas por la sangre para el personal de la salud, han conducido en algunos países a la introducción y obligatoriedad de los sistemas de infusión sin aguja. Hay varios tipos de conectores sin aguja en el mercado. El primer tipo de conectores consistió en un conector con tabique que dividía al que se accede con una cánula roma en vez de una aguja. Debido a la gran cantidad de espacio en el conector para acomodar la cánula, cuando la misma se retira es posible que resulte en una presión negativa que puede hacer que la sangre sea aspirada en el lumen distal, aumentando posiblemente el riesgo de oclusión o trombosis. Un dispositivo luer-activado, que incorpora una válvula de prevención de flujo de salida de fluido a través del conector, fue diseñado para eliminar este problema. Algunos luer-dispositivos requieren una tapa para ser conectados a la válvula cuando no está en uso, que resulta difícil mantener en condiciones asépticas, y por lo tanto, pueden ser propensos a la contaminación. La segunda generación del sistema sin aguja abordó el inconveniente de la oclusión con la incorporación de dispositivos con presión positiva o neutros para realizar flush o aspiración. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar El uso de conectores sin aguja o válvulas mecánicas parece ser eficaz en la reducción de la colonización del conector en algunos estudios realizados, pero no en todos al compararlos con las llaves de paso y el puerto de goma. En un estudio, la incidencia de las BAC se redujo cuando el conector sin aguja se comparó con llaves de paso estándar. De todas formas, desinfectantes apropiados deben utilizarse para prevenir la transmisión de los microorganismos a través de conectores. Algunos trabajos han demostrado que la desinfección de los dispositivos con soluciones de clorhexidina/alcohol parece ser más efectiva para la reducción de la colonización. Además, el tiempo dedicado a la aplicación del desinfectante puede ser importante. Un estudio encontró que solamente deslizar el dispositivo luer activado con 70% de alcohol durante 3 a 5 segundos no es suficiente para desinfectar la superficie septal. Sin embargo, una serie de investigaciones de brotes han reportado aumentos en las BAC relacionados con un cambio del tipo de dispositivos. Las razones no son conocidas y tampoco se sabe si fue una asociación específica por el dispositivo o por su tipo, ya que las propiedades físicas y mecánicas de los conectores sin aguja varían de un dispositivo a otro. Además, una investigación detectó el aumento de las BAC, cuando de utilizar una válvula luer-lock de desplazamiento mecánico con presión negativa se pasó a una válvula luer-lock con presión positiva. Sin embargo, en un estudio observacional, el cambio de un conector luer-lock con válvula mecánica y de presión negativa a otro tipo diferente de luer-lock con válvula de desplazamiento mecánico positivo como parte de una intervención incluida en un paquete de medidas, resultó en una disminución significativa de las BAC. Las posibles explicaciones de los brotes asociados con estos dispositivos incluyen la dificultad de una adecuada desinfección de la superficie del conector debido a las características físicas de la carcasa de plástico, la interfaz de diafragma, las propiedades de flujo de fluido (laminar turbulento), el área de superficie interna, el potencial espacio muerto de líquidos, el lavado inadecuado del dispositivo debido a una mala visualización de la vía de flujo de fluido en dispositivos opacos y la presencia de ondulaciones internas que pudieran alojar organismos, particularmente, si los catéteres se utilizan para extraer sangre. Algunos estudios han demostrado que el aumento de las BAC con el cambio a dispositivos luer-lock puede estar relacionado a prácticas inadecuadas de desinfección y de control de infección como lo es la frecuencia de cambio de los _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar dispositivos. También se debe considerar que al variar de un dispositivo de presión negativa a uno de presión positiva, sin conocimiento de la diferencia de funcionamiento por parte del personal que lo utiliza, puede influir en aumento de las tasas de infección. Además, han sido aprobadas por la FDA, las válvulas de conexión recubiertas de plata, sin embargo, no se han publicado ensayos aleatorios con este dispositivo y no se pueden hacer recomendaciones respecto a su uso. Del mismo modo, un tapón antiséptico de barrera para conectores sin aguja se ha estudiado en un entorno de laboratorio y parece ser eficaz en la prevención de la entrada de microorganismos. 19. Mejora de rendimiento 19.1. En el hospital, promover iniciativas específicas o colaborativas basadas en el mejoramiento a través de la aplicación de estrategias multifacéticas: “paquete de medidas”, listas de control, para así mejorar el cumplimiento de las prácticas recomendadas basadas en la evidencia. Categoría IB. Generalidades Los directivos de las instituciones de salud, administradores y defensores de la seguridad del paciente hacen hincapié en la importancia de traducir los resultados de las investigaciones en la práctica diaria. Evaluaciones rigurosas de medidas prácticas preventivas de las BAC que utilizan el diseño de los estudios con alta validez interna y que incluye estudio de poblaciones que optimizan la validez externa, siguen siendo necesarios. Una vez que las prácticas determinan qué es eficaz y económicamente eficiente, el siguiente paso es aplicar estas prácticas basadas en la evidencia para que sean parte de la atención clínica de rutina. Desafortunadamente, la implementación de prácticas basadas en evidencia para la prevención de las BAC en hospitales de los Estados Unidos ha sido poco eficaz. En una encuesta nacional realizada en marzo de 2005 a más de 700 hospitales de los Estados Unidos, aproximadamente un cuarto de los hospitales de ese país, indica que durante la inserción de la línea central no se estaban utilizando –de forma rutinaria- ni las barreras de máxima de protección ni el gluconato de clorhexidina como desinfectante del sitio, dos prácticas ampliamente recomendados en las directrices publicadas en 2002. Aproximadamente el 15% de los hospitales de los _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Estados Unidos informaron el recambio de CVC de forma rutinaria para prevenir infecciones, a pesar de la evidencia de que esta práctica ya no debe ser utilizada. En consecuencia, los investigadores han intentado diversos enfoques para traducir mejor, a la práctica clínica, los resultados de investigación y las recomendaciones basadas en la evidencia. Durante los últimos años se han publicado numerosos estudios de mejora de la calidad, que han utilizado diversos métodos para alcanzarla, tales como la educación del personal de salud, auditoría, retroalimentación, cambios organizacionales y recordatorios clínicos. Las intervenciones educativas han sido dirigidas, principalmente, a la higiene de manos, el uso de barreras de máxima protección estériles durante la inserción, adecuada selección del sitio de inserción, técnica aséptica y cuidado del sitio usando gluconato de clorhexidina y pronto retiro de catéteres innecesarios. Si bien se han publicado un gran número de estudios intervencionistas, utilizando pocos grupos simultáneos de control, no se ha reportado ningún ensayo aleatorio y controlado sobre la evaluación de una estrategia de mejora de la calidad para evitar las BAC. La gran mayoría de los estudios intervencionistas, informaron disminuciones estadísticamente significativas en las tasas de las BAC después que se llevó a cabo una estrategia de mejora de la calidad. Adicionalmente, ensayos controlados también encontraron reducciones estadísticamente significativas de las BAC en las unidades de intervención en comparación con las unidades de control. Diferentes investigadores también han empleado enfoques multifacéticos en los cuales varias estrategias se unen para mejorar el cumplimiento de las directrices basadas en la evidencia. Un estudio de cohorte colaborativo sobre 108 unidades de cuidados intensivos en Michigan (Estados Unidos), utilizó selectivamente cinco prácticas basadas en evidencia: higiene de manos, barrera máxima de protección, desinfección del sitio de inserción con clorhexidina, evitar el sitio femoral y rápido retiro de los catéteres innecesarios. Además de entrenar a los médicos sobre la prevención de las BAC, las intervenciones utilizadas incluyeron: 1) un carro de catéter venoso central que contiene todos los materiales necesarios; 2) una lista de control para garantizar el cumplimiento de las prácticas adecuadas; _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar 3) la interrupción de procedimientos si las prácticas basadas en la evidencia no estaban siendo seguidas a excepción que fueran situaciones de emergencia; 4) la pronta eliminación de catéteres centrales innecesarios identificados durante las rondas diarias del paciente; 5) devolución de los episodios de las BAC y costos; 6) asegurar que los hospitales participantes estuvieran abastecidos con las soluciones de gluconato de clorhexidina antes de iniciar el estudio. Con un diseño de estudio de análisis de series temporales interrumpidas y regresión multivarial, los investigadores informaron una disminución estadísticamente significativa del 66% en las tasas de las BAC, dieciocho meses después de que comenzara la intervención, y lo sostenida que se mantuvo en el tiempo. Los procesos específicos, las medidas de los resultados para realizar el seguimiento y la retroalimentación (es decir, la tasa de infecciones de las vías centrales, la proporción de las líneas centrales colocados con todos o algunos elementos del paquete de medidas, realizado y documentado), deben ser identificados en las distintas instituciones sobre la base de las áreas que han sido establecidas previamente para la mejora del rendimiento. Por último, el énfasis en el cuidado y mantenimiento de los catéteres una vez que fueron insertados debe ser el foco de la mejora del rendimiento y de la garantía de calidad en todos los programas. Los datos fueron registrados en 151 CVC en 106 pacientes que dan un total de 721 días de catéter. En total, 323 infracciones en la atención fueron identificadas con una tasa de fracaso del 44,8%, con diferencias significativas entre la unidad de cuidados intensivos (UCI) y las salas no-UCI. Curaciones (no intactas) y oclusores (mal colocados) fueron identificados como el fallo en la atención de los CVC, registrando 158 y 156 infracciones por cada 1000 días de catéter, respectivamente. Las intervenciones para mejorar la fiabilidad de la atención deben centrarse en lograr que la aplicación de las mejores prácticas sean más fáciles de alcanzar. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar REFERENCIAS 1. O'Grady N; Alexander M; Burns L; Dellinger EP; Garland J; Heard S; Lipsett P; Masur H; Mermel L; Pearson M; Raad I; Randolph A; Rupp M; Saint S and HICPAC. Guidelines for the Prevention of Intravascular Catheter-Related Infections. Am J Infect Control 2011 May;39(4 Suppl 1):S1-34. doi: 10.1016/j.ajic.2011.01.003. 2. 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Quien la realiza: Enfermeros responsables del paciente. Apellido y Nombre del Paciente:_______________________ Habitación N°: _________ 1. Fecha:_____/____/_____ Colocado por:________________ 2. El procedimiento es: 3. Procedimiento: 4. Sitio de colocación: Subclavia Programado Emergencia Nueva Vía Reinserción Yugular interna Femoral Si no se colocó subclavia aclare el motivo________________________________________ 5. Antes del procedimiento, el personal: Realizó “time out”: verificó identidad, disponibilidad de elementos y contraindicaciones EL operador realizó la higiene de manos según recomendación La higiene de manos fue observada Durante el procedimiento el personal Operador: utilizó guantes, camisolín estéril, gorro y barbijo. Asistente: utilizó gorro, guantes y barbijo. Mantuvo el campo en forma estéril Todos mantuvieron la técnica aséptica y la ropa adecuada El operador aspiró sangre (prevención de Hemotórax) Estimó / midió PVC 7. Luego del procedimiento Colocó apósito estéril (apósito transparente o gasa y apósito transparente) Si, después de la corrección NO Colocó al paciente en trendelemburg (0º para evitar embolia) Realizó antisepsia de la piel (dejó actuar, secar el antiséptico) Colocó campos estériles amplios /compresas estériles 6. SÍ Especifique las correcciones de Seguridad y Control de Infecciones:______________________________ Procedimiento Observado por: __________________________________________________________ Fuente: Peter Pronovost y Central Line Insertion Care Team Checklist. Johns Hopkins Center for Innovation in Quality Patient Care, Baltimore, Maryland, USA. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar Tabla de puntuación de observación de signos flebitis (Score de flebitis) Sitio de inserción se observa sano 0 Uno de los siguientes signos está presente: Dolor leve en el sitio de inserción o leve eritema en el sitio de inserción Dos de los siguientes síntomas están presentes: Dolor en el sitio de inserción Eritema Sangrado Todos los siguientes signos son evidentes: Dolor en el trayecto de la cánula Eritema Induración Todos los siguientes signos son evidentes y extensos: Dolor en el trayecto de la cánula Eritema Induración Palpación del cordón venoso Todos los siguientes signos son evidentes y extensos: Dolor en el trayecto de la cánula Eritema Induración Palpación del cordón venoso Fiebre 1 2 3 4 5 No hay signos de flebitis Observar la cánula Posibles primeros signos de flebitis Observar la cánula Signos tempranos de flebitis Cambiar la cánula Signos de flebitis Cambiar la cánula Considerar tratamiento Signos avanzados de flebitis y comienzo de tromboflebitis Cambiar la cánula Considerar tratamiento Estado avanzado de tromboflebitis Cambiar la cánula Iniciar tratamiento Fuente: Traducida y adaptada con la autorización de su autor, Andrew Jackson, Consultan Nurse IV, Terapy and Care. _____________________________________________________________________ ADECI – Secretaría: J. L. Borges 2174 –Piso 10, Of. B – C1425FFD – Ph: 54 11 4774 7531 – email:adeci@adeci.org.ar / www.adeci.org.ar