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Pharmaceutical Care España 2009; 11(1): 37-44 BREVE La cadena del frío de los medicamentos termolábiles en el domicilio del paciente Cold chain for the storage of heat-labile drugs in the home J.L. Marco Garbayoa, M.J. Cuéllar Monrealb, I. Pérez Castellóc, A. Castelló Escrivád, J. Muelas Tiradoe, J. Pelegrí Sebastiàf a Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Jefe del Servicio de Farmacia. Hospital «Francesc de Borja». Gandía (Valencia). b Doctora en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Hospital «Francesc de Borja». Facultativa especialista de área. c Licenciada en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Hospital «Francesc de Borja». Facultativa especialista de área. d Licenciada en Farmacia y en Tecnología de los Alimentos. Hospital «Francesc de Borja». Farmacéutica. e Doctor en Farmacia. Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios. Conselleria de Sanitat. Agència Valenciana de Salut. Jefe del Servicio de Ordenación y Control de Medicamentos. f Doctor en Ciencias Físicas. Ingeniero en Electrónica. Escuela Politécnica de Gandía. Universidad Politécnica de Valencia. Gandía (Valencia). Profesor titular del Departamento de Ingeniería Electrónica. FUENTES DE FINANCIACIÓN: El programa ha sido llevado a cabo con la colaboración de Amgen SA. ABREVIATURAS: RFID: radio frequency identification, o identificación por radiofrecuencia; DE: desviación estándar. RESUMEN Resultados: En ninguno de los casos (n= 36) se mantuvo la Objetivo: Valorar, de forma preliminar, las condiciones de con- temperatura dentro del rango establecido durante todo el perio- servación de los medicamentos termolábiles dispensados a pa- do registrado. La temperatura media durante el transporte fue cientes externos, con el fin de ampliar el control de la cadena de de 21,3 ± 7,0 ºC, alcanzándose más de 25 ºC en el 50% de los frío al ámbito domiciliario. casos. La temperatura media de las neveras fue de 8,4 ± 3,7 ºC. Métodos: El Servicio de Farmacia ofrece a los pacientes la posibili- En 18 casos sus temperaturas medias estaban dentro del inter- dad de validar la capacidad de la correcta conservación domicilia- valo establecido, en 16 por encima de 8 ºC y en 2 casos estuvie- ria de los medicamentos termolábiles que le son dispensados. El ron por debajo de 2 ºC. procedimiento permite registrar la temperatura de conservación Conclusiones: Los resultados obtenidos indican que hay que durante el transporte y en el frigorífico del paciente. A tal fin se uti- desarrollar medidas para mejorar las condiciones de conserva- lizan tarjetas registradoras VarioSens®, que se colocan en la parte ción de los medicamentos termolábiles en el domicilio de los externa del material de acondicionamiento del medicamento y que pacientes ambulatorios, para poder garantizar la efectividad te- son programadas para hacer registros de temperatura cada 10 mi- rapéutica de éstos. Las nuevas tecnologías permiten ampliar el nutos, si ésta se encuentra fuera del rango 2-8 ºC. control de la cadena del frío hasta la administración del medicamento. Correspondencia: José Luis Marco Garbayo Servicio de Farmacia. Hospital «Francesc de Borja» Paseo Germanías, 71. 46702 Gandía (Valencia) Correo electrónico: marco_jlu@gva.es Palabras clave: Almacenaje de medicamentos. Cadena de frío. Estabilidad de medicamentos. Pacientes ambulatorios. Control de calidad. Temperatura. 37 Pharmaceutical Care España 2009; 11(1): 37-44 ABSTRACT Objective: A preliminary evaluation of the conditions in which the heat-labile drugs provided to outpatients are stored, in the attempt to extend the control of the cold chain to the home setting. Methods: The Pharmacy Service offers patients the possibility of validating the proper storage of the heat-labile drugs provided to them in their homes. The procedure makes it possible to record the storage temperature during transport and in the patient’s refrigerator at home. This is achieved using VarioSens® data loggers, placed on the outer surface of the packaging of the medication. These recording cards were programmed to measure the temperature every 10 minutes if it was outside the range of 2 to 8 ºC. Results: In no case (n= 36) was the temperature maintained within the established range for the entire recording period. The mean temperature during transport was 21.3 ± 7.0 ºC, with temperatures of over 25 ºC in 50% of the cases. The mean temperature of the refrigerators was 8.4 ± 3.7 ºC. In 18 cases, the mean temperatures were within the established range, in 16 cases, they were over 8 ºC and in two cases, they were under 2 ºC. Conclusions: The results obtained indicate that measures must be introduced to improve the storage conditions of heat-labile drugs in the homes of outpatients in order to ensure their therapeutic efficacy. New technologies make it possible to control the cold chain until the medication is administered. Keywords: Medication storage. Cold chain. Drug stability. Outpatients. Quality control. Temperature. Introducción Se entiende por cadena del frío el conjunto de medidas que aseguran la continuidad en el estado de congelación o refrigeración de los medicamentos, durante el proceso de fabricación, distribución, almacenamiento y su administración al paciente. La red de frío está compuesta por tres niveles de intervención: el laboratorio titular de la autorización, los almacenes mayoristas y los puntos de recepción. Es una función básica de los servicios de farmacia y las oficinas de farmacia «la responsabilidad técnica de la adquisición, custodia, correcta conservación», tal como recoge la última ley promulgada (Ley 29/2006, de 26 38 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios)1, que no hace más que incidir, de nuevo, en el marco de responsabilidades que habían establecido sus predecesoras. En el ámbito ambulatorio la cadena del frío termina, aparentemente, cuando el farmacéutico dispensa al paciente el medicamento, quien lo recibe con el consejo informativo sobre su conservación, abundando en la información que el propio laboratorio fabricante pone a disposición del paciente en el cartonaje y el prospecto. En el artículo 70 del capítulo II, que versa sobre la distribución de medicamentos, la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos establece, tal como se disponía en el artículo 80 de la Directiva 2001/83/CE2, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de noviembre de 2001, por la que se establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano, lo siguiente: «Los almacenes mayoristas y, en su caso, los laboratorios farmacéuticos que distribuyan directamente sus productos estarán obligados: a) A disponer de locales, y equipos dotados de medios personales, materiales y técnicos para garantizar la correcta conservación y distribución de los medicamentos, con plena garantía para la salud pública. b) A garantizar la observancia de las condiciones generales o particulares de conservación de los medicamentos y especialmente el mantenimiento de la cadena de frío en toda la red de distribución mediante procedimientos normalizados.» Cuando el medicamento llega a la farmacia o servicio farmacéutico, procede la comprobación de que el producto ha sido correctamente transportado desde el punto de vista de la temperatura mediante la revisión del indicador de temperatura que se haya utilizado o, incluso, mediante el uso de un termómetro digital conectado a una sonda térmica de penetración. Una vez en la farmacia o el servicio de farmacia, los medicamentos deben ser almacenados según las condiciones de temperatura establecidas por el fabricante, que serán temperatura ambiente, refrigeración, fresco o congelador, según los casos. Conviene recordar en cualquier caso que los medicamentos termolábiles han de conservarse en la nevera a 5 ± 3 ºC, y para asegurar La cadena del frío de los medicamentos termolábiles en el domicilio del paciente Breve J.L. Marco Garbayo, M.J. Cuéllar Monreal, I. Pérez Castelló, A. Castelló Escrivá, J. Muelas Tirado, J. Pelegrí Sebastià que estos fármacos se mantienen siempre en el rango establecido, hay que comprobar la temperatura de la nevera al menos una vez al día (procedimiento de control y registro de temperaturas, del Formulario Nacional, aprobado por la Orden SCO 3.262/20033, de 18 de noviembre). Para garantizar estas condiciones, disponemos de locales, frigoríficos, cámaras frigoríficas o congeladores y de dispositivos controladores de temperatura que garantizan que las condiciones de conservación son las correctas. Independientemente de que los frigoríficos dispongan de termostatos, deben utilizarse otros dispositivos que garanticen la calidad de la conservación de la temperatura. Para ello se recomienda como mínimo un termómetro de máximas y mínimas, pudiendo ser utilizados otros dispositivos, como termógrafos o indicadores de temperatura (mediante colores o indicadores digitales basados en cambios de conductividad). En Argentina, se ha aprobado el proyecto de ley llamado «Ley de regulación de la cadena de frío de los medicamentos», que se presentó el 11 de abril de 2007 a la Honorífica Cámara de los Diputados de la Nación. A partir de los dos años de vigencia de esta ley, todos los medicamentos, fármacos o vacunas considerados termolábiles deberán tener incorporados un testigo de temperatura en el envase individual, de carácter indeleble, inalterable e irreversible, que garantice que dicho producto no ha perdido la cadena de frío en el momento de llegar al consumidor. El testigo será incorporado por la fábrica y deberá permanecer en el medicamento hasta la unidad de consumo individual. Para las presentaciones multidosis, el testigo deberá permanecer en el envase, de manera que el consumidor pueda chequear que en su poder no se interrumpió la cadena de frío, desnaturalizando o inactivando las propiedades originales del fármaco. Los cambios de temperatura aceleran todos los procesos de degradación, produciéndose cambios físicos, químicos, terapéuticos y toxicológicos en el medicamento4,5. Fuera de estas condiciones de conservación, el fármaco puede experimentar reducción de su potencia y, por tanto, una pérdida de eficacia terapéutica, una disminución de su vida útil (se acorta el periodo de caducidad del medicamento) y/o cambios en la seguridad por toxicidad de productos de degradación6. Las propiedades químicas pueden modificarse debido a reacciones de oxidación, reducción, hidrólisis, racemización, descarboxilación, polimerización, evaporación de disolventes, volatización de aceites esenciales y desnaturalización de sustancias termolábiles (proteínas)4. También el material de acondicionamiento puede verse comprometido y su alteración puede disminuir su capacidad protectora sobre el medicamento. Una buena revisión del tema la podemos encontrar en el libro Conservación de medicamentos termolábiles4, editado por el Hospital Universitario «Virgen de la Arrixaca», donde se presenta, como aportación para mejorar la calidad de la conservación de los medicamentos extramuros del hospital, un sistema de etiquetas identificativas fosforescentes para advertir al paciente de la necesidad de almacenar en el frigorífico esos medicamentos. No obstante, en lo que se refiere a la dispensación hospitalaria de medicamentos a pacientes ambulatorios, la realidad actual indica un aumento de dispensaciones de fármacos de nevera para tratamientos crónicos o de larga duración, que por razones lógicas se realizan para periodos de tiempo superiores a un mes. Esto ocasiona que el paciente deba ser responsable de la correcta conservación de sus medicamentos durante periodos de uno a tres meses. La función informadora de los farmacéuticos de hospital garantizará que el paciente sepa cómo conservar los medicamentos termolábiles desde el punto de vista teórico. En cambio, será más improbable que el paciente disponga en su domicilio de un frigorífico con un sistema de garantía de calidad, como un termógrafo o un termómetro de máximos y mínimos, pudiendo ocurrir que el frigorífico disponible no funcione correctamente o que su termostato no se encuentre ajustado a la temperatura conveniente; y una inadecuada conservación de estos medicamentos termolábiles (de gran coste económico) puede producir una pérdida importante en su actividad. La cadena de frío se debería ampliar hasta la administración del medicamento, tanto por la posible merma en su actividad –motivo más que suficiente– como por la pérdida de recursos que se produce cuando son devueltos al servicio farmacéutico por no haber sido administrados (intolerancia al tratamiento, cambio de es39 Pharmaceutical Care España 2009; 11(1): 37-44 trategia terapéutica por respuesta inadecuada, etc.), siendo en este caso obligatoria su eliminación por no poder garantizar que hayan sido conservados en condiciones adecuadas. Un aprovechamiento eficiente de recursos implicaría poder utilizar esa medicación no administrada. Estas pérdidas de eficacia y económicas pueden ser paliadas mediante nuevas tecnologías y programas que amplíen la cadena del frío al domicilio del paciente, garantizando la calidad de la conservación del medicamento hasta su administración. El Servicio de Farmacia del Hospital «Francesc de Borja» ha desarrollado un programa cuyas líneas de actuación fundamentales son las siguientes: – Validación de la capacidad para la correcta conservación del medicamento, por parte del paciente, en su domicilio. – Trazabilidad de las condiciones de conservación full time: para garantizar la cadena del frío en el domicilio y poder aceptar la devolución de fármacos termolábiles. Nuevas tecnologías Actualmente, existe una gran variedad de soluciones tecnológicas para satisfacer las demandas de control de temperaturas. Los diferentes tipos de instrumentos que se usan para medir la temperatura de los medicamentos, tanto durante su transporte como en su almacenamiento, son básicamente los siguientes4: 1. Termómetros de máxima y mínima. 2. Termógrafos. 3. Indicadores de temperatura basados en cambios de color. 4. Indicadores de temperatura digitales, basados en cambios de conductividad. 5. Data Loggers: dispositivo electrónico de recogida, almacenamiento y transmisión de datos. 6. Termómetro digital electrónico conectado a una sonda térmica. La disposición en el mercado de tarjetas registradoras de temperatura de pequeño tamaño permite su colocación en el cartonaje interno de los medicamentos y el registro de la temperatura a la que éstos se exponen durante su conservación extrahospitalaria. 40 Métodos El Servicio de Farmacia del Hospital «Francesc de Borja» ofrece a los pacientes externos la posibilidad de validar su capacidad para garantizar la cadena del frío en su domicilio. Para ello se utilizan dispositivos electrónicos registradores de temperaturas VarioSens®7. Estos registradores de temperatura contienen un sensor térmico integrado, con capacidad para registrar temperaturas entre –25 y +70 ºC. El registrador de temperaturas es inalámbrico y funciona por identificación por radiofrecuencia (RFID: radio frequency identification). La etiqueta RFID es un dispositivo pequeño, similar a una pegatina, que contiene una diminuta batería (de 80 x 50 mm) cuya vida media es de 1,5 años o 200.000 registros. También contiene un dispositivo de memoria, programable por el usuario mediante el software ST Label®7, que se instala en una PDA, permitiendo así su activación, programación y almacenamiento de datos, y en un PC para su posterior lectura. La memoria de usuario es de 7 kbits, con capacidad para almacenar 600 medidas de temperatura/tiempo. El error del contador de tiempo es menor del 5% y el error de las temperaturas depende del intervalo, siendo el error máximo de 1 ºC (error típico: 0,5 ºC) cuando la temperatura registrada se encuentra dentro del rango de –5 a 10 ºC, mientras que en el intervalo de 15 a 50 ºC el error máximo es de 1,75 ºC (error típico: 1 ºC). El registrador de temperaturas tiene el formato de una tarjeta de crédito y 1 mm de espesor. Se utilizaron 20 tarjetas para determinar la temperatura de conservación durante el transporte y en el refrigerador del domicilio del paciente de los medicamentos termolábiles dispensados por el Servicio de Farmacia a pacientes externos, durante 2006. Las tarjetas se colocaron en el embalaje externo del medicamento, programándose para hacer registros de temperatura cada 10 minutos, sólo si la temperatura detectada se encontraba fuera del intervalo de 2-8 ºC. En nuestro programa, una parte de la memoria se utilizó para almacenar los datos, codificados, del paciente y el medicamento dispensado, y la otra para registrar los datos de temperatura y tiempo transcurrido. De forma retrospectiva, se recogió información sobre la antigüedad de la nevera, el número de personas que viven en el domicilio, el tiempo que se tardaba en poner La cadena del frío de los medicamentos termolábiles en el domicilio del paciente Breve J.L. Marco Garbayo, M.J. Cuéllar Monreal, I. Pérez Castelló, A. Castelló Escrivá, J. Muelas Tirado, J. Pelegrí Sebastià Tabla 1. Datos referentes a la edad de los pacientes, número de personas en su domicilio y antigüedad de la nevera Media ± DE Edad del paciente (años) 57,4 ± 19,1 Temperatura ambiente (ºC) 26,8 ± 2,1 Personas en el domicilio (n) 3,3 ± 1,4 Conocimiento de las condiciones de conservación n= 36 (100%) Intervalos Número de casos (%) Casos dentro del rango 29-40 años 7 (19,4) 7 41-54 años 9 (25,0) 5 55-70 años 9 (25,0) 0 >70 años 11 (30,6) 7 2 personas 11 (30,6) 2 3 personas 14 (38,9) 9 ≥4 personas 11 (30,5) 7 <5 años 29 (80,6) 16 5-10 años 5 (13,9) 2 >10 años 2 (5,5) 0 <55 años: 12 Distribución por edades ≥55 años: 7 Distribución por número de personas en el domicilio Antigüedad de la nevera el medicamento en la nevera, el lugar de residencia y las condiciones de transporte hasta allí. Para validar el correcto funcionamiento de la nevera, se adoptó como criterio que la temperatura media se encontrara entre 2 y 8 ºC («dentro de rango»). Cualquier temperatura media fuera de este intervalo se consideró «fuera de rango». Resultados Solicitaron la validación de su sistema de conservación 40 pacientes y se analizaron los datos correspondientes a 36 de ellos (se produjeron 3 pérdidas y 1 mal registro). Los resultados se muestran en las tablas 1 a 3. En función de los resultados obtenidos, las recomendaciones que se dieron fueron, en resumen, las siguientes: – Al 43,8% de los pacientes se les aconsejó bajar la temperatura del refrigerador, al 6,2% aumentarla y al 50% se les recomendó mantener la misma temperatura de conservación. – En un caso, el paciente atemperó todos los viales hasta temperatura ambiente antes de administrarse uno de ellos. En este caso particular, se reforzó la información sobre cuál era el procedimiento correcto. A continuación se presenta un ejemplo de los datos obtenidos en el programa. A un paciente varón de 60 años se le dispensa NeoRecormon® 5.000 UI (epoetina beta) para un mes de tratamiento de la anemia asociada a la insuficiencia renal crónica. El paciente conoce las condiciones de conservación del medicamento y calcula que tardará unos 10 minutos desde que recoge el fármaco hasta que lo introduce en una bolsa con acumuladores de frío que tiene en el coche y 25 minutos hasta que lo coloque en la nevera de su casa. La nevera de su residencia habitual es relativamente nueva, con menos de cinco años de antigüedad. En el domicilio conviven tres personas. La temperatura ambiente el día de la dispensación era de 28 ºC. En la figura 1 se representan las distintas temperaturas a las que ha estado expuesto el medicamento durante 24 horas. Al analizar los datos registrados, observamos que la temperatura media durante el transporte fue de 41 Pharmaceutical Care España 2009; 11(1): 37-44 Tabla 2. Datos registrados durante el transporte de los medicamentos Transporte Distribución de temperaturas Tª media (ºC) Casos (n) (%) Tª <2 2 5,6 Tª= 2-8 0 0,0 Tª= 8-25 25 69,4 Tª >25 9 25,0 Tª máxima media ± DE (ºC) 24,7 ± 3,4 Tª mínima media ± DE (ºC) 19,0 ± 3,6 (Se excluye el caso que congela durante el transporte a –2,3 ºC) Tª media ± DE (ºC) Tiempo con Tª= 8-25 ºC Tiempo con Tª >25 ºC 21,3 ± 7,0 Tiempo mínimo 9 min Tiempo máximo 198 min Tiempo mínimo 27 min Tiempo máximo 45 min Tiempo con Tª <2 ºC Medidas de conservación 186 min Número de casos (%) Tª media (ºC) Tª mínima (ºC) Tª máxima (ºC) Barras de frío 7 (19,4) 19,8 ± 1,9 18,1 21,8 Nevera del coche 5 (13,9) 8,15 ± 14,2 –2,3 18,2 Bolsas de aislamiento térmico 5 (13,9) 23,8 ± 4,4 20,7 26,9 Ninguna 19 (52,8) 24,1 ± 2,9 20,8 29,4 Figura 1 Gráfica temperatura-tiempo 18,2 ± 5,4 ºC, alcanzándose la temperatura máxima de 27,6 ºC durante 10 minutos (corresponde al valor registrado antes de depositarlo en la nevera del coche). El tiempo real que tarda el paciente en guardar el medicamento en la nevera es de 57 minutos. Una vez al42 macenado el fármaco en el frigorífico, tarda 28 minutos en estabilizarse la temperatura, hasta alcanzar una media de 9,2 ± 0,51 ºC. La temperatura máxima en la nevera fue de 10,3 ºC y la mínima de 8,2 ºC, manteniéndose en todo momento fuera del rango de conservación. La cadena del frío de los medicamentos termolábiles en el domicilio del paciente Breve J.L. Marco Garbayo, M.J. Cuéllar Monreal, I. Pérez Castelló, A. Castelló Escrivá, J. Muelas Tirado, J. Pelegrí Sebastià Tabla 3. Datos registrados durante el almacenamiento de los medicamentos en las neveras de los pacientes Registros fuera de rango que han registrado durante t >24 h Temperatura >8 ºC <2 ºC Intervalos de horas Registros totales (n) 7:00-11:00 31 11:00-15:00 83 15:00-19:00 92 19:00-23:00 195 23:00-3:00 80 3:00-7:00 31 7:00-11:00 11 11:00-15:00 85 15:00-19:00 43 19:00-23:00 37 23:00-3:00 21 3:00-7:00 21 Refrigerador del domicilio del paciente Temperatura (ºC) ± DE Máxima media 11,2 ± 3,4 Mínima media 6,8 ± 4,6 Media 8,4 ± 3,7 Temperaturas medias Número de casos (%) Distribución de temperaturas medias Tª <2 ºC 2 (5,6) 2 ºC ≥Tª ≤8 ºC 18 (50,0) 8,1 ºC ≥Tª ≤10 ºC 5 (13,9) 10,1 ºC ≥ Tª ≤12 ºC 5 (13,9) Tª >12 ºC 6 (16,6) Discusión La puesta en marcha del proyecto de validación de la cadena del frío domiciliaria durante 2006 nos ha permitido conocer la situación en que se encuentra la cadena del frío a nivel domiciliario en nuestro departamento sanitario. Los resultados revelan que la conservación de medicamentos termolábiles en un rango de 2 a 8 ºC es un objetivo difícil y que requiere una adecuada tecnología. Por ello, para garantizar la optimización de la terapéutica, la dispensación de medicamentos termolábiles a pacientes ambulatorios debe complementarse con la comprobación de que el paciente y su domicilio están capacitados para asumir la conservación del fármaco. Un objetivo más ambicioso sería garantizar que las condiciones de conservación han sido las correctas durante todo el periodo de conservación domiciliaria, para poder aceptar la devolución de los medicamentos termolábiles que no hayan sido finalmente utilizados. El ofrecimiento de validación es voluntario para el paciente, aunque podría llegar a considerarse necesario para que el hospital aceptase dispensaciones para periodos superiores a un mes. La comodidad que supone dispensar mensualmente fármacos de administración semanal no debe priorizarse sobre la obligación de mantener una adecuada cadena del frío hasta la administración del medicamento. Esta política, en todo caso, quedaría supeditada al tipo de fármaco y a su labilidad térmica. Un nuevo problema se plantea a la hora de tomar decisiones sobre la viabilidad de medicamentos que han sido conservados a temperaturas diferentes a 5 ± 3 ºC durante periodos cortos de tiempo, dada la falta de datos sobre estabilidad disponibles para la gran variedad de situaciones posibles. La enorme cantidad de información derivada de la utilización de los dispositivos electrónicos registradores de temperatura genera, a su vez, una mayor necesidad de información sobre la que basar la toma de decisiones. El volumen de medicamentos termolábiles que son devueltos a los servicios farmacéuticos por no haber sido utilizados representa una merma de recursos de gran importancia económica. El abordaje de esta problemática mediante la tecnología descrita abre un nuevo campo de posibilidades para la rentabilización de recursos. Bibliografía 1. Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios (BOE n.º 178, de 27 de junio de 2006). 2. Directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de noviembre de 2001, por la que se establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano (DO L 311, de 28-11-2001; p. 67). 43 Pharmaceutical Care España 2009; 11(1): 37-44 3. Orden SCO/3262/2003, de 18 de noviembre, por la que se aprueba el Formulario Nacional (BOE n.º 283, de 26 de noviembre de 2003). 4. Bovaria M, Lorente L, De La Rubia MA, San Miguel MT. Conservación de medicamentos termolábiles. Murcia. Editor Hospital Universitario «Virgen de la Arrixaca», 2004. 5. Pérez Menéndez Conde C, Delgado Silveira E, Bermejo Vicedo T, Gómez de Salazar López de Linares M. Revisión de la estabilidad de los medicamentos termolábiles a temperatura ambiente. Rev OFIL. 2004; 14(2): 55-62. 6. García Ruiz A, Sirvent Ochando M, García Salom P, Marco Garbayo J, Ronda Beltrán J. Tiempo de validez de medicamentos termolábiles a temperatura ambiente. Rev OFIL. 1992; 2: 312-315. 7. Spintronic Technology SL (http://www.spintronictech.com). Empresa propietaria del software ST Label y distribuidora de las tarjetas registradoras Variosens®. Boletín de Suscripción a la FUNDACIÓN Pharmaceutical Care España Nombre ................................................... Apellidos .............................................................. NIF .................... Dirección ............................................... CP .............. Población .................................Provincia ...................... Tel .................................... Fax ............................................. e-Mail .................................................................. Para lo cual formalizo el pago de 80 euros correspondientes al año 2009 u u u Por domiciliación bancaria al nº de cuenta uuuu uuuu uu uuuuuuuuuu Por transferencia bancaria a la cuenta de la Fundación 0081-0168-95-0001169527 Por talón nominativo a la Fundación Pharmaceutical Care España Firmado en ...................................... a ............ de ............................. de 2009 Fundación Pharmaceutical Care España. c/ Marià Cubí, 4, entlo - 08006 Barcelona Tel. 932113108 - e-mail: secretaria@pharmaceutical-care.org 44