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Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. Accesos vasculares guiados por ultrasonido en niños Juan Felipe Vargas Silva1, Jorge Andrés Mejía de Bedout2, Carlos Mario Gómez Bermúdez3, Carlos Eduardo Restrepo Garcés3. 1 Anestesiólogo Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín, Colombia. Anestesiólogo Cardiovascular Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín, Colombia 3 Anestesiólogo-Clínica Alivio del Dolor. Hospital Pablo Tobón Uribe y Clínica las Américas, Medellín, Colombia. 2 RESUMEN Los accesos venosos centrales se requieren con frecuencia para el monitoreo hemodinámico, infusión de líquidos o medicamentos o luego de múltiples intentos fallidos de canalización periférica. Existe evidencia que demuestra los beneficios del ultrasonido para guiar la inserción de catéteres venosos centrales en la población pediátrica. Con el uso creciente del ultrasonido en diferentes escenarios, tales como salas de cirugía, unidades de cuidado crítico y salas de emergencia, es importante que los médicos a cargo de pacientes pediátricos tengan el conocimiento básico para una adecuada canulación central en este tipo de pacientes. Con un entrenamiento adecuado en su uso, la canulación guiada por ultrasonido en niños puede resultar en menores complicaciones con una mayor tasa de éxito. El no hacerlo, puede resultar en errores clínicos y consecuencias fatales. Se describe la evidencia y los principios físicos, así como los parámetros de la máquina de ultrasonido que pueden ser modificados para una buena adquisición de imágenes y un apropiado uso del ecógrafo para guiar la inserción de los accesos vasculares. ABSTRACT The central venous accesses are often required for hemodynamic monitoring, infusion of fluids or medications or after multiple failed attempts of peripheral access. There is evidence demonstrating the benefits of ultrasound to guide the insertion of central venous catheters in the pediatric population. With increasing use of ultrasound in different scenarios, such as operating rooms, critical care units and emergency rooms, it is important that physicians in charge of pediatric patients have the basic knowledge for proper central access in these patients. With proper training in its use, ultrasound-guided catheterization in children can result in fewer complications with a higher success rate. Failure to do so may result in clinical errors and fatal consequences. We describe the physical evidence and the principles and parameters of the ultrasound machine that can be modified for good imaging and appropriate use of ultrasound to guide the insertion of vascular access. Palabras clave: ultrasonido, cateterización venosa central, ultrasonografía Doppler color 1 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. Hospital Pablo Tobón Uribe Información de contacto: J. Vargas, correo electrónico: vargasj@une.net.co Recibido: Enero de 2013. Aceptado: Marzo de 2013 Introducción Los accesos venosos son elementos básicos para la monitoría y el manejo terapéutico del paciente pediátrico hospitalario. Pero, asimismo, puede ser uno de los componentes más críticos y necesarios para su cuidado (1). La práctica segura y confiable para la inserción de los mismos se convierte en un estándar de cuidado con alto nivel de evidencia (2), con múltiples opciones y equipos disponibles. La canalización venosa central es llevada a cabo por un amplio rango de especialidades en diversos contextos clínicos y pueden ser empleadas para facilitar la monitorización, infusión de líquidos o medicamentos a la circulación central, quimioterapia, nutrición parenteral, terapia de remplazo renal, entre otras (3). Los accesos venosos centrales pueden ser insertados por reparos anatómicos, guiados por ultrasonido (US) o incluso, por disección quirúrgica. La canalización de accesos vasculares en el paciente pediátrico implica un reto especial debido al menor tamaño del paciente, mayor movilidad de las estructuras vasculares, vasos más superficiales y de menor calibre. El éxito de la inserción y sus complicaciones dependen del sitio de inserción, el uso de ultrasonido, las 2 condiciones del niño, la presencia de anormalidades vasculares, trastornos de la coagulación o canulaciones previas (4). Las complicaciones asociadas a la canalización venosa central son frecuentes, con una morbilidad significativa o letales, inclusive (3, 5). Antes del advenimiento del ultrasonido, la ocurrencia de complicaciones agudas asociadas a la canalización venosa central fluctuaban entre 6.3%-11.8%. El uso de ultrasonido para la canulación vascular especialmente por vía yugular interna reduce el tiempo de inserción, el número de intentos y la rata de complicaciones hasta en un 73% (6). Además, su uso rutinario ha disminuido esas complicaciones hasta un rango de 4%-7% (7). Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran la punción arterial, hematoma, neumotórax o canulación fallida (7). Aunque es más escasa que en adultos, la evidencia que apoya el uso de ultrasonido en niños es sólida (6). Asimismo, los beneficios del ultrasonido para operadores experimentados en técnicas basados en reparos anatómicos pueden ser menores, mientras que para personal en entrenamiento o con poca experiencia puede ser benéfica para mejorar el éxito y disminuir la posibilidad de Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. compilaciones (8). A pesar de sus beneficios, la aceptación ha sido baja. En un estudio con anestesiólogos pediátricos en el Reino Unido, el 90% de ellos tenía acceso al ultrasonido, pero menos del 40% lo usaba de rutina (9). • • Ventajas del ultrasonido (4, 10) • • • • • • • De utilidad en pacientes con anatomía difícil o antecedente de múltiples punciones y/o invasiones previas (11). Puede detectar anormalidades anatómicas de las estructuras vasculares, tales como trombosis, estenosis o agenesia de los vasos. Se evidencia claramente la presencia de la vena, su diámetro y dirección, la relación con estructuras vecinas (ejemplo, carótida). El sitio de punción y el ángulo de entrada de la aguja pueden determinarse para minimizar el riesgo de complicaciones. El uso de punción con ultrasonido en tiempo real puede guiar la punción hasta el vaso y determinar su posición y la de la guía en el interior del vaso. Pueden diagnosticarse o descartarse complicaciones inmediatas a la punción vascular (Neumotórax, punción carotídea, hematoma, entre otras). Bases de ultrasonido para la práctica clínica Con el fin de comprender e interpretar adecuadamente un estudio de ultrasonido, resulta necesario contar con un conocimiento básico acerca de los principios físicos más frecuentemente involucrados en la generación de imágenes por este método diagnóstico. Esta técnica de imagen está basada en la emisión y recepción de ondas de ultrasonido, y las imágenes se obtienen mediante el procesamiento electrónico de los haces ultrasónicos, reflejados (ecos) por las diferentes interfaces tisulares y las estructuras corporales. Desventajas del ultrasonido (4, 11) • En niños muy pequeños, el tamaño “relativamente grande” de la sonda del ultrasonido puede ser limitante para la canulación. Los costos iniciales del equipo y su mantenimiento pueden ser elevados. El uso rutinario del ultrasonido puede desentrenar al clínico en la canalización venosa central guiada por referencias anatómicas o en el caso de residentes, puede generar que esas habilidades nunca se adquieran. Estas pueden requerirse en situaciones emergentes o en casos en los que el ultrasonido no se encuentre disponible. Ultrasonido y frecuencias Se requiere entrenamiento para lograr una adecuada coordinación entre la mano y el ojo para evitar complicaciones. Una apreciación de cómo la imagen en 2D se corresponde con una estructura en 3D es esencial (3). Una mala técnica puede incluso aumentar el riesgo de complicaciones, con una falsa seguridad para el operador por el uso de ultrasonido. El ultrasonido se define como una serie de ondas mecánicas, originadas por la vibración de un cuerpo elástico (cristal piezoeléctrico) y propagadas por un medio material (tejidos corporales) cuya frecuencia es mayor a los 20000 Hercios (Hz) o 20 Kilohercios (KHz), frecuencia máxima a la cual el sonido es audible por el humano. 3 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. La frecuencia de una onda de US consiste en el número de ciclos o de cambios de presión que ocurren en un segundo. La frecuencia está determinada por la fuente emisora del sonido. Un Hz corresponde a 1 ciclo por segundo. 1000 Hz corresponden a 1 Khz. 1000 Khz. corresponden a 1 MHz. Las frecuencias que se utilizan en medicina para fines de diagnóstico clínico están comprendidas más frecuentemente en el rango de 2-28 Megahercios (MHz). Altas frecuencias, proporcionan una mejor resolución axial (12) (capacidad de diferenciar dos estructuras que se encuentren a diferente profundidad pero en la misma línea de los haces de ultrasonido), a expensas de una menor penetración de los haces de ultrasonido. Usualmente, estas frecuencias se emplean para visualización de estructuras a una profundidad no mayor de 34 cm, lo cual es ideal para los accesos vasculares en niños. Cuando una onda de US atraviesa un tejido se sucede una serie de hechos; entre ellos, la reflexión o rebote de los haces ultrasónicos hacia el transductor, que es llamada “eco”. Una reflexión ocurre en el límite o interface entre dos materiales y provee la evidencia de que un material es diferente a otro; esta propiedad es conocida como impedancia acústica y es el producto de la densidad y velocidad de propagación (13). No todas las ondas de ultrasonido son recuperadas por el transductor. Existen ecos que se pierden por reflexión (varía de acuerdo al ángulo de incidencia del transductor con la estructura evaluada), por atenuación (pérdida de las ondas de ultrasonido por absorción de los ecos por los tejidos) o por dispersión de los mismos. Ganancia El botón de ganancia le permite al operador definir qué tan brillante (hiperecóico) o que tan oscuro (hipoecóico) aparece la imagen (12). Al aumentar la ganancia, se amplifica la señal que retorna al transductor, con lo cual se aumenta el brillo de toda la pantalla, incluyendo el ruido y los artefactos. Por el contrario, una baja ganancia, puede obscurecer información ecográfica útil. Velocidad de propagación del sonido en los tejidos Es la velocidad en la que el sonido viaja a través de un medio, y se considera en promedio de 1540 m/s para los tejidos blandos aunque varía de acuerdo a cada tejido. La velocidad de propagación del sonido varía dependiendo del tipo y características del material por el que atraviese. Los factores que determinan la velocidad del sonido a través de una sustancia son la densidad y la compresibilidad, de tal forma que los materiales con mayor densidad y menor compresibilidad transmitirán el sonido a una mayor velocidad (por ejemplo, el hueso) (13). Profundidad La profundidad debe ajustarse según la estructura a visualizar, con el fin de incluirla dentro del campo de visualización. A una baja profundidad, quedarían estructuras importantes por fuera del estudio. A una profundidad mayor de lo necesario, las Interacción con los tejidos 4 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. estructuras aparecen más pequeñas debido al cambio de proporción con la imagen mostrada. como la dirección del flujo. El principio básico de la ecografía Doppler radica en la observación de cómo la frecuencia de un haz ultrasónico se altera cuando en su paso se encuentra con un objeto en movimiento (13). La información obtenida mediante técnica Doppler puede presentarse de dos formas diferentes: en el Doppler color se representan tanto la velocidad como la dirección de la circulación sanguínea o el movimiento. El flujo que se acerca hacia la sonda se colorea en rojo y el que se aleja de la misma, en azul (12). La intensidad del color traduce el grado de cambio de frecuencia y la magnitud de la velocidad del flujo. El Doppler color también depende del ángulo de insonación; el cual debe ser adecuado para detectar el flujo. Esta técnica no puede detectar el flujo cuando es perpendicular al haz de ultrasonidos (8). Foco Ajustar el foco a una profundidad elegida por el operador, permite que los haces de ultrasonido converjan en la zona focal seleccionada (zona de Fresnel), lo cual permite mejorar la resolución lateral (capacidad de diferenciar dos estructuras diferentes que se encuentren a la misma profundidad) de las estructuras objeto del estudio (12, 14). Transductores (sondas) Los transductores de ultrasonido son dispositivos que contienen cristales piezoeléctricos, los cuales tienen la capacidad de transformar la energía eléctrica en sonido y viceversa, de tal manera que el transductor o sonda actúa tanto como emisor y receptor de ultrasonidos. Por otro lado, el Doppler de poder (PowerDoppler), también denominado de potencia o de energía, muestra tan sólo la magnitud del flujo y es mucho más sensible a los flujos lentos (12), lo cual lo convierte en su principal ventaja al ser más sensible para detectar los ecos en zonas de baja perfusión (11). Sin embargo, hoy en día los equipos de alta gama tienen un Doppler color muy sensible y la diferencia entre ambas técnicas es cada vez menos marcada. Existen tres tipos básicos de transductores: lineales, sectoriales y convexos, los cuales difieren sólo en la manera en que están dispuestos sus componentes piezoeléctricos. Los transductores lineales son los más frecuentemente empleados en los accesos vasculares, con imagen de forma rectangular y frecuencias entre 6-12 mHz. Ecografía Doppler Recomendaciones técnicas Los sistemas de imagen con Doppler color muestran las estructuras en movimiento en una gama de color. Ofrecen información acerca del flujo del campo o área de interés, detectan y procesan la amplitud, fase y frecuencia de los ecos recibidos. El Doppler color indica mediante un código de color tanto la velocidad La máquina de ultrasonido, el paciente y el operador deben ubicarse de tal manera que se encuentren lo más cercano a una línea recta, con el fin de mejorar las posiciones al momento de realizar la maniobra de canalización venosa (figura 1). 5 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. mismos y acceso a realizar. Recordar que las precauciones universales de asepsia con campos estériles y fundas de protección estéril para el transductor son un principio fundamental en todos los pacientes. Debe emplearse un medio conductor estéril en la interface entre la piel del paciente y el transductor. Puede emplearse gel de ultrasonido estéril, así como solución salina normal, clorhexidina o emplear otros medios conductores según las preferencias de cada servicio. Figura 1.El transductor, el niño y el operador deben ubicarse en línea recta. Esto le permite al operador realizar una maniobra en adecuada posición y obtener una imagen lógica, según la posición anatómica del paciente y del transductor. Existen diferencias sonográficas entre las arterias y las venas, las cuales deben conocerse por el operador (Tabla 1). El uso del Doppler puede ayudar en la diferenciación de flujo pulsátil o no pulsátil. Los colores rojo y azul Examen inicial Seleccione el transductor necesario para la canulación venosa. El transductor lineal es el más ampliamente utilizado en nuestro medio. Ajuste los parámetros de la máquina de ultrasonido, tales como profundidad, foco, ganancia entre otros. La orientación de las imágenes dependerá de la posición del transductor. Se debe establecer la correcta orientación del transductor con respecto al paciente. Debe verificarse el extremo del transductor que corresponde al lado izquierdo de la pantalla, con el fin de aplicarlo (preferentemente), de tal manera que la localización izquierda y derecha de la pantalla corresponda a la situación anatómica del paciente (15) (figura 2). En caso contrario, se obtendría una imagen especular con respecto a la anatomía del paciente. Realice un estudio inicial previo a la canulación venosa con el fin de determinar la permeabilidad de los vasos, diámetro de los Figura 2. La orientación del transductor según la situación anatómica del paciente, permite una visualización lógica e intuitiva de la posición de las estructuras con respecto a la imagen. 6 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. Arterias Pulsátil No son fácilmente compresible La visualización puede mejorar con la compresión Venas No pulsátil Fácilmente compresible La visualización puede mejorar con compresión hepática, la maniobra de Valsalva o con posición de Trendelemburg Ovalada Paredes delgadas Señal Doppler con flujo no pulsátil Redondeada Paredes gruesas Señal Doppler con flujo pulsátil Tabla 1. Diferencias sonográficas entre arterias y venas (3) corresponden a la dirección del flujo acercándose o alejándose del transductor respectivamente y no tiene relación con arterias o venas según el color, pues de acuerdo a la orientación del transductor, puede haber flujo pulsátil o no pulsátil tanto azul como rojo. largo (6) antes de la dilatación y la posición final del catéter. De manera alternativa, los vasos pueden visualizarse en el plano longitudinal (también llamado eje largo). De esta manera, la aguja se introduce a un lado del transductor (en plano) observándose como una línea hiperecóica a Canulación Sostenga la aguja con la mano dominante y el transductor con la mano no dominante (Figura 3a). Comúnmente, los vasos son visualizados en el plano transversal (también llamado eje corto). Los vasos aparecen como estructuras redondeadas u ovaladas. La aguja se introduce encima del transductor, fuera de plano. Así, la aguja se visualiza en tiempo real (método preferido) como un punto hiperecóico (Figura 3b). Agujas de longitud corta o sitios de punción más cefálicos, pueden reducir el riesgo de punción pleural en la población pediátrica (6). Luego de realizar la punción venosa y obtener retorno venoso por la aguja, se procede a avanzar la guía metálica según la técnica de Seldinger. La visualización de la guía en posición endoluminal venoso y excluyendo su posición arterial es imprescindible y debe realizarse en dos posiciones, tanto en el eje corto como en el eje Figura 3.Técnica de agarre de la sonda y punción fuera de plano. Entrada de la aguja fuera de plano, vista como un punto hiperecóico (flecha). Es importante una adecuada técnica de punción, debido a que el punto puede corresponder a la punta de la aguja o al cuerpo de la misma. 7 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. Figura 4. Variaciones en la posición relativa de la vena yugular interna con la carótida según la posición del transductor. Debe procurarse una posición de los vasos de manera adyacente (Figura 4a y 4b), con el fin de evitar puncionar la arteria en caso de puncionar accidentalmente la pared posterior de la vena, lo cual brinda un margen de seguridad para la punción (20). La punción carotídea puede ocurrir en el resto de las imágenes (4c-4f) al transfixiar la vena yugular. 8 Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. través de la imagen. utilidad en pacientes a quienes se les estén realizando intervenciones, tales como asegurar la vía aérea o limitación de los movimientos cervicales por trauma (19). Puede existir transposición de la arteria femoral sobre la vena hasta en un 93% de los pacientes (6), por lo cual el uso de ultrasonido es de utilidad para evitar punciones arteriales y aumentar el éxito al primer intento. La abducción a 60º y rotación externa de la cadera pueden ser de utilidad, al minimizar el riesgo de sobreposición vascular a nivel del pliegue inguinal (20). Antes de insertar cualquier acceso vascular, es importante evaluar previamente al paciente para determinar cuál es el sitio más fácilmente accesible. La vena yugular interna es una estructura superficial adyacente a la arteria carótida. Es con frecuencia, el sitio más conveniente para el acceso en los pacientes. Existe gran variabilidad en la relación que existe entre la arteria y la vena de acuerdo a variaciones anatómicas propias de cada paciente (16), de acuerdo a la rotación que se le aplique al cuello (17) y según la posición del transductor (figura 4). Algunos pacientes pueden tener una circulación venosa dominante en uno de los lados del cuello y ser más conveniente la canalización en ese lado. Conclusiones La inserción de catéteres intravasculares guiada por ultrasonido en tiempo real mejora la tasa de éxito, reduce el número de intentos y reduce el riesgo de complicaciones (21). Sin embargo, el ultrasonido es una técnica dependiente del operador y tiene una prolongada curva de aprendizaje. Un buen estudio y una buena técnica de canalización, requiere de una habilidad adquirida para la obtención de las imágenes, basada en un profundo conocimiento de la anatomía normal y de la patológica. Asimismo, se requiere de un buen entrenamiento para interactuar entre la imagen visualizada, los movimientos del transductor y los movimientos de la aguja durante la punción en tiempo real, con el fin de evitar incluso, complicaciones mayores. La vena subclavia puede ser de utilidad algunos pacientes (principalmente aquellos para catéteres de largo plazo), aunque la clavícula limita la visualización ecográfica de la vena subclavia. Al moverse lateralmente el transductor hacia el hombro, la vena axilar puede ser evidente (aunque de menor calibre) y fácilmente accesible, alejándose de la pleura y minimizando el riesgo de neumotórax. La vena femoral se puede canalizar para minimizar los riesgos asociados a punciones yugulares o subclavias. Además puede ser de Referencias 1. Cheung, E., Baerlocher, M. O., Asch, M., & Myers, A. Venous access: a practical review for 2009. Canadian Family Physician Médecin FamilleCanadien. 2009, 55(5), 494–496. 9 De Vargas JF, Mejía JA, Gómez CM, Restrepo CE; CIRUPED. Vol. 3, No.1. 2. Leape, L. L., Berwick, D. M., & Bates, D. W. (2002). What practices will most improve safety? Evidence-based medicine meets patient safety. JAMA: the Journal of the American Medical Association. 2002 288(4), 501–507. 3. Flood, S., &Bodenham, A. Central venous cannulation: ultrasound techniques. Anaesthesia and Intensive Care Medicine. 2009 11(1), 16–18. 4. Murphy, P. C., & Arnold, P. 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