Download Descargar documento: 1 - Material(Parte1) - FCM
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
MÓDULO V: ABORDAJE INTEGRAL DE PROBLEMAS PREVALENTES DE SALUD DEL ANCIANO Índice: 1)"Anciano y familia. Una relación en evolución".P. Buil J. Díez Espino 2)"Demencia". Dra. Ana María Bou Pérez 3)"Tercera edad, envejecimiento y enfermedad: valoración y acciones de prevención". Prof. Dr Gustavo E Zabert 4)"El rol del Adulto Mayor en la comunidad". Dr. Oscar A. Ojea 5)"Inmunizaciones en el anciano". Pami. 1 1) Anciano y familia. Una relación en evolución The elderly and the family. An evolving relationship P. Buil (1), J. Díez Espino (2) (1.) Médico de Familia. Centro de Salud de Azpilagaña. Pamplona (2.) Médico de Familia. Centro de Salud. Tafalla. "Los ancianos tienen que estar en la familia, porque así no están solos y tienen alguien que les cuide" Helena Díez Buil (5 años) INTRODUCCIÓN La interrelación entre el anciano y su familia, así como el papel de uno y otra en la sociedad han evolucionado en las últimas décadas de forma vertiginosa. Asimismo los conceptos de anciano o las estructuras familiares y el reparto de roles dentro de las mismas han variado de forma considerable. La mayor esperanza de vida y de años de vida en buenas condiciones (aunque también en malas), acceso casi generalizado a pensiones y asistencia sanitaria, alargamiento de las etapas formativas en la juventud con el consiguiente retraso en la entrada al mundo laboral de los jóvenes, incorporación al mismo de forma masiva de la mujer, reducción del tamaño familiar, mejoras en las comunicaciones y el consiguiente desplazamiento del centro de gravedad demográfico hacia las zonas urbanas en detrimento de las zonas rurales, las sucesivas crisis económicas, etc., han sido algunos de los responsables de este fenómeno. Desde este punto de vista, los estereotipos de anciano y familia deben ser puestos al día en esta realidad social así como el papel que juega el anciano en la familia y esta para el anciano. Ya que forma parte de una sociedad, y dentro de ella de una familia, no pueden explicarse sus funciones y su evolución sino dentro de esta. Para la persona anciana lo más importante es su familia, dejando de tener tanta importancia el resto de entramado social, ello crea una serie de interrelaciones entre ambos (familia y anciano) que van a marcar en gran medida su evolución posterior. Ser consciente de estos cambios es fundamental para todos aquellos relacionados con el mundo sociosanitario, pues nos ayudaran a comprender mejor a las personas y familias a las que atendemos y con ello proporcionar una mejor atención empleando tanto los recursos de que disponen los ancianos, sus familias y la sociedad. LA DEFINICIÓN DE ANCIANO, UNA CUESTIÓN COYUNTURAL Uno de los problemas que se nos presenta en este momento es como definimos al anciano. ¿Por el criterio de edad?, es una definición que ha 2 cambiado con el tiempo, no solo por los cambios en la esperanza de vida sino también por la evolución que ha tenido la sociedad en todos los niveles. Parece ser que en la antigüedad (cuando la esperanza de vida estaba alrededor de 2530 años) anciano era sinónimo de no productividad, ello haría que ahora asimiláramos anciano a jubilado, es decir a los 65-70 años según las profesiones. No hace mucho tiempo la imagen general de una persona de 65 años era la de un anciano con escasas posibilidades de autonomía que requería cuidados especializados. Esta es la representación actual de un anciano de 80 años, puesto que cada vez mas personas llegan a una edad avanzada en un buen estado de salud relativo. No es igual la edad cronológica, la humana, la biológica, la psicológica y la social. La calidad de vida actual hace que prácticamente hasta los 75 años las personas estén en muy buen estado y que puedan ser totalmente autónomas, aumentando a partir de esta edad la dependencia. Tampoco usaremos el criterio de jubilación, ya que es puramente administrativo. No utilizaremos ninguna otra referencia clara, hablaremos más de abuelos y de la situación de dependencia. LA FAMILIA: DEFINICIÓN, FUNCIONES Y ESTRUCTURA La concepción de la familia va mas allá de la definición tradicional y fenomenológica en la que solo se la considera como una agrupación de individuos con lazos consanguíneos, conyugales o de adopción, con vínculos entre si e intereses en común, para trasladarla a un plano social donde, tanto en su estructura como en sus funciones intervienen factores socioeconómicos. La familia tiene entre sus funciones la transmisión de conocimientos, habilidades, valores y creencias, en la que el abuelo jugaba un papel fundamental. También da protección y apoyo a sus miembros. Y es la responsable de la adquisición del sentido de identidad y el equilibrio emocional. La familia funciona como un sistema, formado por un conjunto de unidades interrelacionadas con una características que son: la globalidad, la homeostasis, que es un sistema abierto (en continuo cambio), con una estructura y dinámica propias, con una reglas y roles establecidos, formado por unos subsistemas, con sus fronteras o límites y con una adaptabilidad y comunicación propias, en donde cada uno de sus integrantes interactúa como un microgrupo con un entorno familiar donde existen factores biológicos, psicológicos y sociales de alta relevancia en el desarrollo del estado de salud o de enfermedad. No existe un único tipo de familia, pudiendo cumplir todos ellos sus funciones en mayor o menor medida. Entre las más habituales están: -familia extensa: varias generaciones de la misma familia conviven en el mismo domicilio. 3 -familia nuclear: formada por la pareja y los hijos. Esta puede ser nuclear sola o con agregado (habitualmente un abuelo) y completa o incompleta (con un solo padre/madre). -otros tipos: personas solteras o sin familia, equivalentes familiares, etc. Al igual que ha cambiado la idea del anciano, también ha cambiado la estructura de la familia durante los últimos siglos. La sociedad industrial ha impulsado el cambio de las formas de vida. Antes habitualmente se vivía en la zona rural y la principal fuente de ingresos era la que provenía del campo, o de oficios que se trabajaban en familia y que se enseñaban de padres a hijos, había una unidad de trabajo familiar siendo más frecuentes las familias extensas en las que varias generaciones habitaban un mismo hogar. En la actualidad la población vive en la ciudad y en lo que se llama una familia nuclear (compuesta por los padres y los hijos). ¿Esto quiere decir que no hay interrelación con el resto de lo que Litwak llama la "familia extensa modificada"? No, la mayoría de los derechos, obligaciones y necesidades básicas de las personas se satisfacen en la familia extensa de tres generaciones, lo que resulta tan cierto para los niños como para las personas ancianas. Existe a lo largo del ciclo vital una continuidad con la familia extensa. Los familiares se distribuyen en un número de hogares enlazados por lazos emocionales y afectivos y también por servicios y actividades comunes entre ellos. Existe un reciprocidad de intereses, relaciones y servicios, es la solidaridad intergeneracional. Al contrario de lo que pudiera parecer los lazos son estrechos y existe lo que se llama "intimidad a distancia". Al igual que los individuos pasan por un proceso de desde el feto hasta el anciano. la familia, pasa por una serie de etapas con una funciones y unos problemas inherentes a cada una de estas y que se superponen al ciclo vital individual, es lo que conocemos como ciclo vital familiar. Varios autores han definidos distintas etapas de este ciclo pero nosotros vamos a seguir el modelo de la OMS que lo distribuye en 6 etapas: 1. formación (matrimonio) 2. extensión (desde el nacimiento del primer hijo hasta el nacimiento del último hijo) 3. extensión completa (desde que nace el último hijo hasta que el primer hijo se va de casa) 4. contracción (desde que el primer hijo abandona el hogar hasta que lo hace el último) 5. contracción completa (desde que el último hijo abandona el hogar hasta la muerte de un cónyuge) 6. disolución El proceso de envejecimiento depende, en cada persona, de su desarrollo a lo largo de todo su ciclo vital. Durante esta etapa los sentimientos predominantes 4 son la decadencia física y el sentimiento de inutilidad, así como el de soledad especialmente cuando muere el cónyuge. El anciano estaría englobado en las últimas etapas del ciclo vital familiar: de la cuarta a la sexta: La cuarta etapa, la de contracción, desde que el primer hijo abandona el hogar hasta que lo hace el último. Si consultamos bibliografía anglosajona en esta etapa no hay ancianos todavía, a no ser que el padre o la madre de la pareja se incorpore al domicilio, pero en la actualidad en nuestro medio los hijos abandonan muy tarde el domicilio familiar y no es raro encontrar familias en las que los padres tienen 70 años y todavía tienen hijos en el domicilio, y no nos referimos a la hija solterona tan frecuente antes que se quedaba a cuidar a los padres, sino a hijos que todavía no han abandonado el hogar familiar por motivos de trabajo u otros. La quinta etapa es la de la jubilación: en ella, como en todo, hay una serie de pérdidas y de ganancias. Entre las pérdidas aparecen la disminución de los ingresos económicos aunque a nivel de patrimonio (ahorro no disponible) parece ser que los jubilados su situación no es tan mala, realmente su ahorro disponible es de escasa cuantía, la pérdida de estatus, la pérdida de compañeros y la pérdida de una ocupación ordenada y útil. Tenemos una clara ganancia que es la de tiempo, pero esta se puede llegar a convertir también en un pérdida, ya que nos encontramos de nuevo a la pareja del inicio del ciclo solos, los hijos ya han abandonado el hogar y puede ser que se encuentren con mucho tiempo juntos y sin nada que decirse o compartir, si durante todo el tiempo de vida en común no han hecho bien "los deberes" van a resurgir muchas de las disputas que se han quedado arrinconadas. Los patrones de relación previos es posible que no funcionen y hay que elaborar nuevos (reparto de tareas caseras, compartir el tiempo libre.....). No obstante parece que la mayoría de las personas mayores se adaptan bien a su jubilación. En esta etapa son elementos a fomentar la relación con la pareja, con los hijos y con los nietos si los hay. La sexta y última etapa es la que se inicia con la muerte de uno de los cónyuges. Es en esta etapa cuando es más importante el sentimiento de soledad, y busca muchas veces una nueva forma de involucrarse en la familia. Forma que va a depender del estado de salud en el que se encuentre y del sexo. Esta es una de las pérdidas más importantes del anciano y que más debilita su red social y familiar, en especial cuando es la mujer la que muere, con el consabido aumento de mortalidad del cónyuge en los siguientes 6 meses. LA FAMILIA Y EL ANCIANO La transmisión de conocimientos y valores La familia con ancianos es una autentica escuela de relaciones intergeneracionales. 5 La figura del abuelo como factor de integración de la familia y principal educador/entretenedor se mantiene. El contacto directo de los abuelos con los jóvenes modifica de forma drástica sus percepciones de la vejez potenciando las imágenes positivas de la misma, de la abuelidad, dando un aire de nostalgia a su falta. El valor de los ancianos se basa en la complementariedad respecto a la figura de los padres. De hecho los abuelos constituyen la parte agradable de la educación de los nietos junto a la imagen de la tradición y la metáfora de la vida. Curiosamente la velocidad de los cambios en el conocimiento y la tecnología han permitido el fenómeno, que se ha denominado de la transmisión inversa del conocimiento (transmisión de hijos a padres), que lejos de ser negativo, permite al anciano amortiguar los impactos que dichos cambios van produciendo en la vida diaria. A la vez, el anciano actúa como un elemento de estabilidad en el interior de la familia y también como nexo de unión y reflexión entre generaciones. La relación de ayuda Como hemos comentado más arriba la desaparición de la familia extensa tradicional ha dado paso a un equivalente, la familia extensa modificada, que viene a confirmar la fuerza de la necesidad que tienen entre si las tres generaciones (o más dada la longevidad que se alcanza actualmente) que la constituyen y puede verse incrementada. La familia sigue siendo el principal soporte social del anciano. En España, la mayoría de los ancianos viven en sus propios domicilios, situación que mantienen, salvo que condiciones de salud o económicas les obliguen a abandonarla. Cuando se encuentran enfermos o tienen necesidad de ayuda acuden a su familia y en general reciben apoyo unas veces en su propio domicilio y otras en el de los hijos/as. El apoyo puede ser personal o mediante la búsqueda de las informaciones o de los recursos necesarios. Habitualmente el cuidador más inmediato suele ser el cónyuge y en un segundo lugar los hijos, principalmente hijas o nueras, ocupando un lugar menos importante otros familiares o personas allegadas, Ello es tan valido para el anciano que precisa una atención como para el hijo-hija que se pueden beneficiar de que los abuelos cuiden a los nietos. Incluso en países donde las distancias son mayores y la movilidad geográfica importante la función protectora de la familia es una de las actividades más útiles e integradoras. Se sabe que para la persona anciana lo más importante es la familia, dejando de tener tanta importancia el resto del entramado social. En España un 80% de los ancianos tienen hijos/as residentes en el mismo municipio. Estudios del INSERSO han encontrado, que las interacciones familiares son frecuentes, y se estima que el 40% de los ancianos dicen hablar diariamente con sus hijos. La relación con los hijos y los nietos es alta, no viéndose diferencias por capas sociales, edad, sexo y estilo de vida. Son las 6 mujeres, las que mantienen con mayor intensidad y frecuencia los contactos familiares especialmente entre madres e hijas. Estas relaciones sociales juegan un papel primordial en el anciano y en su bienestar psicológico, ya que les ayuda a mantener la salud y la autoestima. Disminuye el sentimiento de soledad del que antes hemos hablado. La asunción de tareas en la familia va a disminuir también el sentimiento de inutilidad. Por otra parte el hecho de compartir situaciones estresantes hace que estas se relativicen. Un problema que se puede plantear en esta época con la familia es la toma de decisiones ocurriendo en ocasiones que se le impide al anciano tomar decisiones que tienen que ver su patrimonio, con su salud o con su futuro. Los hijos pueden tener la impresión de que el abuelo no está capacitado para tomar sus decisiones y entre todos le excluyen de ellas dándole las decisiones ya tomadas. Esta toma de decisiones puede ser traumática también para la familia ocasionando problemas importantes entre los hermanos. Las relaciones familiares y el abandono de su domicilio La edad, la enfermedad, la soledad y las condiciones económicas condicionan que muchos ancianos abandonen la vida en su propio domicilio. El sexo parece ser también un factor condicionante en esta situación, de forma que los varones, probablemente por su falta de competencia en las tareas domésticas diarias, cuando enviudan suelen pasar a vivir con sus descendientes, habitualmente una hija. Esta situación se da menos entre las mujeres que viven solas más tiempo, aunque precisen ayuda ocasional para tareas pesadas. El número de ancianas que viven solas es proporcionalmente muy superior, aspecto que también se puede ver condicionado por su mayor longevidad y el hecho de que se suelen casar con hombres de mayor edad. En España en la mayoría de los casos los cuidados al anciano provienen de la familia, aunque cada día aumenta la importancia del apoyo formal, en lo relativo al apoyo material el apoyo psicoafectivo o emocional sigue desempeñándolo la familia. No obstante se pueden prever algunas modificaciones debido al aumento de la esperanza de vida (cada vez los ancianos viven más años, y además lo que ha aumentado son los años de dependencia), la disminución de la natalidad (cada vez hay menos cuidadores), y la creciente incorporación de la mujer al mercado de trabajo. ¿Quien cuidará al anciano? Esta tendencia a cuidar a la persona mayor en casa y por la familia se ve favorecida por motivaciones individuales entre las que se pueden apuntar: el sentimiento de corresponder de forma reciproca, la creencia de que los cuidados que se ofrecen en la familia son los mejores y también el sentimiento de tener que responder a las demandas sociales, y cumplir con sus deberes. En este intercambio de "servicios" cuando el anciano/a pasa a convivir con sus hijos/as la calidad y cantidad de "prestaciones" no es la misma para el varón que para la mujer. El primero puede verse más como una carga, aunque su 7 nivel económico sea superior, mientras que en la anciana (habitualmente perceptora de bajas pensiones de viudedad o no contributivas) puede verse un ayuda en las tareas domesticas, crianza de los niños, etc. Tradicionalmente la familia como proveedora de bienestar era especialmente importante en el mantenimiento de la renta de las personas mayores, aspecto que en la actualidad parece invertirse. La crisis económica y las dificultades de los hijos por conseguir un empleo provoca un incremento de hogares cuyo sustentador principal ronda la edad de la jubilación. Cuando el anciano se traslada a vivir al domicilio de su hijo/a aporta los problemas correspondientes a su ciclo vital personal y familiar (enfermedad, pérdida,....) a los de la familia de hijo/a que lo acoge, que a su vez puede estar viviendo crisis familiares (hijos adolescentes, salido de los hijos del hogar...) o individuales (paro, jubilación, menopausia, ancianidad, pérdidas...). Cuando la familia incorpora un nuevo miembro este debe adaptarse a las reglas, pero además el antiguo sistema debe reorganizarse para incluir al nuevo miembro y en ocasiones modificar alguna de sus normas. Existe una tendencia a mantener las antiguas pautas lo cual puede crear estrés en el anciano, sobre todo si tenemos en cuenta la dificultad para el cambio del anciano y el miedo a realizarlo. Es un acontecimiento vital estresante tanto para el anciano, como para la familia que lo acoge; Independientemente de que esta incorporación puede ser o no voluntaria, y aún siéndolo puede no ser unánimemente deseada por todos los miembros de la familia. De la adaptabilidad de esta familia y de como resuelvan esta situación dependerá que la nueva incorporación contribuya a su crecimiento y el de sus componentes o genere una inadaptación que desemboque en conflictos y quizás en enfermedad. Una incorporación no solo ocasiona cambios en las reglas, sino que también pueden aparecer nuevos subsistemas: alianzas entre el abuelo y los nietos o entre abuelo y padre o madre, perturbando el sistema parental. Tenemos que pensar que el anciano no solo se incorpora a una nueva familia (aunque sea la suya), sino que para ello ha tenido que abandonar su hogar, y en ocasiones su pueblo, trasladándose a una ciudad, desconocida en parte, y con unas formas de vida muy distintas de las suyas. Cuando este cuidado se da a una persona dependiente, y en especial cuando sufre una demencia se pueden presentar problemas adicionales como dificultades en la vivienda, pequeñas en la actualidad, (y el abuelo generalmente llega a un hogar con hijos adolescentes o jóvenes con necesidad de "su" espacio), y no están adaptadas a las necesidades de un anciano dependiente (camas, baños, puertas, etc.); cambios en lo hábitos de vida, inseguridades en el cuidado, alteraciones en la comunicación entre los miembros de la familia, agotamiento, autoculpabilización en los cuidadores, cambio en los roles familiares, responsabilidades, desigualdades en la atención, reducción de los contactos sociales de los cuidadores. Cuando el anciano requiere muchos cuidados su atención llega a convertirse en el 8 elemento central de la vida del cuidador (habitualmente cuidadora) y lo supedita al resto de sus facetas personales. De esta manera compatibilizar los papeles de hija, trabajadora, madre y esposa se convierte para muchas mujeres en una situación difícilmente sostenible y generadora de crisis personales y familiares de gran intensidad e inductora de enfermedad. Se da la paradoja de que para mantener la integración social del anciano se puede producir la exclusión de las cuidadoras. En nuestras manos está intentar prevenir que esta situación se produzca siendo nosotros y haciéndolas consciente de ella y ayudándolas en la búsqueda de los apoyos necesarios tanto dentro de la familia como en la sociedad. A medida que la red familiar es más débil, el riesgo de institucionalización aumenta especialmente con la edad y la enfermedad. En nuestra sociedad el porcentaje de ancianos residentes en instituciones es reducido (alrededor del 10%), sin duda condicionado por la fortaleza de las relaciones familiares. Una situación frecuente: el abuelo golondrina En ocasiones el anciano no se traslada al domicilio de un hijo sino a todos los domicilios de forma rotatoria, convirtiéndose en el abuelo maleta o abuelo golondrina. Cada familia puede tomar esta iniciativa por distintos motivos, siendo en ocasiones inevitable. Esto puede dificultar la adaptación tanto del anciano como de sus familiares ocasionando un estrés continuo, por el continuo cambio, que en ocasiones puede agravar una demencia ya existente. El abuelo tiene que adaptarse a una nueva casa, a un nuevo barrio, a un nuevo centro de salud y en ocasiones a una nueva ciudad, que le va a impedir o dificultar el crear una red social más amplia que la de la familia. DEMENCIA Dra. Ana María Bou Pérez Médica geriátra Introducción El aumento de la expectativa de vida de la población en las últimas décadas, ha producido un cambio en los patrones epidemiológicos. Así por ejemplo, en las personas mayores de 60 años, se observa con mayor frecuencia padecimientos que condicionan deterioro cognitivo. La prevalencia aproximada de síndromes demenciales en mayores de 65 años es del 5 al 10 % esta aumenta rápidamente con la edad de manera tal que para pacientes mayores de 80 años la prevalencia es mayor del 30%. 9 Según datos de la O.P.S en América Latina la tasa de prevalencia oscila entre un 5.9 a un 9% en los mayores de 65 años. La causa principal de deterioro intelectual es el síndrome demencial, y dentro de estos la causa principal es la Enfermedad de Alzheimer Es necesario destacar que en nuestro medio. El médico general no suele ser muy sensible en la detección de los síntomas de deterioro cognitivo, esto se debe principalmente a que en la mayoría de los casos, no tienen incorporado el habito de explorar sistemáticamente las funciones mentales y en particular la memoria. Además es muy común que erróneamente se atribuya al proceso normal de envejecimiento los síntoma de deterioro cognitivo. Esta carencia de conocimiento lleva a que la mayoría de los médicos de asistencia primaria “miren” el diagnóstico y el manejo terapéutico de demencia con frustración. Esto hace que resulte particularmente importante acercar al médico de asistencia primaria sistemas de evaluación que sean útiles para la detección temprana de deterioro cognitivo y para la realización de diagnósticos diferenciales y proveerlos de herramientas para un abordaje terapéutico que defina la importancia del médico de cabecera en el manejo del paciente demenciado y su familia. Definición Demencia DSM IV Define el término Demencia como un síndrome caracterizado por el deterioro progresivo de las funciones intelectuales, comparado con un nivel previo. Este deterioro de las funciones intelectuales, envuelve la memoria, así como también otras funciones cognitivas, lenguaje, orientación, praxias, pensamiento abstracto, resolución de problemas, visuoconstrucción y debe ser lo suficiente severo como para producir deterioro funcional ( social, ocupacional, actividades de la vida diaria) Detección de trastornos Cognitivos Debido a la prevalencia de trastornos cognitivos y demencia, la sospecha diagnóstica debe estar siempre presente al atender pacientes de la tercera edad Deben ser evaluados los pacientes que presenten Queja o Reporte de trastornos de memoria u otra alteración de funciones cognitivas, con o sin alteración de la capacidad funcional y aquellos sin Queja o Reporte en quiénes 10 él médico de asistencia primaria sospeche alteración cognitiva durante la entrevista. La evaluación de las funciones mentales superiores por parte del médico debe ser práctica y fácil de administrar y suficiente sensible como para detectar el problema. Recordamos que los test utilizados para la detección de trastornos cognitivos no diagnostican ni determinan la causa del síndrome demencial. Dentro de los test utilizados se encuentran el Mini-Mental que es el más utilizado para realizar screening de trastornos cognitivos, es fácil de aplicar y se administra en 5 a 10 minutos. Este test de 30 puntos está dividido en 2 secciones con 11 ítems en total; La primera ( del 1 al 5) evalúa orientación tempero espacial, memoria inmediata y diferida y atención, con un máximo de 21 puntos. La segunda parte (6 a 11) valora la denominación verbal. Comprensión y ejecución de órdenes verbales y escritas, escritura espontánea y la visuoconstrucción siendo aquí la máxima puntuación de 9. Es importante destacar que la simple valoración de la orientación (ítems 1 y 2) es inefectiva para el diagnóstico demencia. La sensibilidad es de 15% a 56% según los diferentes reportes y una especificidad alta de 91.7% a 100% , mientras que los ítems cognitivos ( 3 a 11) presentan una sensibilidad alta 80% al 100% pero una especificidad que va del 33% al 70% Es importante decir también que la performance del test esta influenciado principalmente por la edad y años de educación del paciente y que a partir de los 75 años de edad el score total en el Mini Mental sufre una declinación que no se correlaciona con los años de escolaridad. Debido a esto, valores de corte fijos sobrestiman la presencia de deterioro cognitivo en pacientes añosos. Durante años se utilizó un solo valor de corte; se consideraba anormal un valor menor de 24% puntos.(sensibilidad 87% y especificidad 82%) Ahora bien, al agregar las variables de educación y edad se logró aumentar la sensibilidad a 91,3% sin disminuir la especificidad. Diagnostico de demencia. Enfermedad de Alzheimer (AD) El diagnostico de enfermedad de Alzheimer es clínico, basado en la historia clínica curso de la enfermedad y exámenes complementarios destinados a descartar otras causas de deterioro cognitivo. Es un diagnóstico de exclusión el paciente debe cumplir con determinados criterios para alcanzar el diagnóstico de Enf. de Alzheimer probable o posible. El diagnostico definitivo lo realiza la confirmación histopatológica. Criterios para AD probable 11 • • • • • Déficit en dos o más áreas cognitivas Deterioro progresivo de la memoria y otras funciones cognitivas No-alteración de la conciencia Edad de comienzo entre los 40 y 90 años más frecuentemente después de los 65 años Ausencia de otros desordenes sistémicos o enfermedades del SNC que puedan producir por si mismos alteraciones de las funciones cognitivas. El diagnóstico de AD probable esta sustentado por; • Deterioro progresivo de las funciones mentales superiores (lenguaje, apraxias, agnosias,pensamiento abstracto) • Alteración en las actividades de la vida diaria. Alteraciones de conducta • Historia familiar de desordenes similares, principalmente si el diagnóstico fue confirmado por anatomía patológica • Laboratorio; PL normal EEG normal TAC evidencia de atrofia cerebral Genotipo de Apo-e. amiloide beta-4 Características clínicas consistentes con el diagnostico de AD probable • • • • Comienzo insidioso y progresión lenta de la enfermedad Síntomas asociados; depresión, trastornos de conducta Síntomas neurológicos asociados principalmente en estadios avanzados ( ej síntomas de liberación frontal) Convulsiones en estadios avanzados Características clínicas que alejan el diagnóstico de AD probable • • • Comienzo súbito, evolución rápida del deterioro cognitivo Signos de foco en el examen neurológico Convulsiones o alteraciones en la marcha en las etapas iniciales de la enfermedad. 12 Diagnostico clínico de AD posible • • Puede realizarse basándose en los criterios de síndrome demencial en ausencia de otros trastornos neurológicos psiquiátricos o sistémicos que pudieran producir síndrome demencial Puede ser realizado en presencia de otra enfermedad sistémica o de SNC que no puedan ser considerados como productores del cuadro demencial. Criterios definitivos de AD definitivo • • Criterios clínicos de AD probable Confirmación anatomopatológica por biopsia o auptosia Según DSM IV A- la presencia de múltiples déficit cognitivos, manifestados por la presencia de dos de los siguientes: 1) Deterioro de memoria (alteración en el aprendizaje de nueva información, alteración de la recuperación de la información) 2) Uno ( o más) de las siguientes alteraciones cognitivas a- afasia b- apraxia c- agnosia d- alteración en las funciones ejecutivas (planeamiento, organización, abstracción) B- Los déficit presentes en los criterios A1 y A2 son lo suficientemente importantes como para causar alteraciones funcionales tanto en actividades de la vida diaria, actividades laborales y en la vida en relación. C- El curso clínico de la enfermedad es caracterizado por un comienzo insidioso y curso progresivo de deterioro cognitivo D- Los déficit cognitivos mencionados en A1 y A2 no deben ser causados por ninguno de los siguientes; 1) patologías del SNC que produzcan déficit cognitivo progresivo 2) patologías sistémicas productoras de demencia 13 E- El déficit cognitivo debe estar presente luego de la resolución de un Síndrome Confusional agudo F- El déficit cognitivo no debe estar determinado por otra patología psiquiatrita Historia Clínica Anamnesis Debe ser realizado un minucioso interrogatorio con el objetivo de detectar la existencia de déficit en las áreas cognitivas y detectar la presencia de cambios en la personalidad o alteraciones de conducta y de ser posible estos deben ser confirmados por un informante (cuidador o familiar) El tiempo de evolución del deterioro cognitivo es primordial para el diagnóstico de cuadros demenciales. Antecedentes Investigar: • • • • • • Historia familiar de enfermedades demenciales Medicamentos Alcoholismo Antecedentes de enfermedades crónicas Antecedentes de enfermedades psiquiatritas Factores de riesgo para patología vascular cerebral Examen físico • • Las anormalidades detectadas en el examen físico pueden orientar hacia el diagnostico de la causa de demencia El examen neurológico es normal en los estadios iniciales de AD, si bien pueden estar presentes signos de liberación frontal Siempre buscar; • • • • • Signos focales Signos extrapiramidales (Parkinson, Enf. por cuerpos de Lewy) Alteraciones de la marcha. Incontinencia urinaria (hidrocefalia normotensiva) Alteraciones en la sensibilidad profunda déficit de B12 Ataxia, nistagmus, parálisis de la mirada lateral Trastornos por alcoholismo 14 • Mioclonus. Enf de Creutzfeldt-Jakob Tener en cuenta que la prevalencia de causas reversibles de demencias es de un 11% un 8% revierte en forma parcial y solo un 3% revierte completamente. En pacientes menores de 65 años la causa más frecuente es la hidrocefalia normotensiva, mientras que las causas metabólidçcas y medicamentosas son las causas de demencias reversibles en los pacientes mayores de 65 años. Se recomienda solicitar como protocolo de estudio; Laboratorio; Analítica habitual que incluya calcio Hormonas tiroideas Dosaje de Vt B12 En casos seleccionados; HIV, serología para sífilis PL (opcional) Estudios por imágenes; TAC, RMN Consulta a especialista; neurología. Psiquiatría Evaluación psicométrica (opciional) Estadificación y seguimiento de la AD Objetivos de la estadificación de la enfermedad; • • • • Conocer curso clínico de la enfermedad Determinar la progresión de los trastornos cognitivos primarios de conducta secundarios y alteraciones funcionales en la AD Favorecer el manejo de información tanto con el paciente como con la familia y cuidadores de los enfermos Reconocer las causas concomitantes y potencialmente tratables de deterioro cognitivo ( ej; condiciones médicas asociadas) que produzcan alteraciones en el curso natural de la enfermedad. Existen básicamente tres sistemas de estadificación; A- DSM IV Leve; deterioro cognitivo importante, Alteración de las actividades de la vida diaria, pero que todavía le permite vivir solo 15 Moderado; pérdida parcial de la autonomía. El paciente requiere asistencia para la realización de determinadas actividades y supervisión en la mayoría de las mismas Severo; pérdida de la autonomía, el paciente debe ser ayudado para la realización de todas las actividades personales. B- Escala de deterioro global Es una escala de 7 puntos ( 1 pacientes normales a 7 pacientes dementes con alto grado de dependencia) que describe la progresión de la AD desde el punto de vista del deterioro cognitivo funcional y la aparición de trastornos de conducta. C- Clinical dementia rating Escala que describe la progresión de la enfermedad presentando la evolución de la misma desde el punto de vista funcional y cognitivo (0 normal-5 severo) Tratamiento No existen hasta el momento drogas que demuestren un dramático efecto anti demencia Pero que no exista tratamiento farmacológico específico no significa que no haya nada que hacer por los pacientes con diagnóstica de AD Por la prevalencia del problema y por la complejidad que reviste su manejo es imprescindible una evaluación global de cada paciente que conduzca a la elaboración de un plan de tratamiento individualizado y actualizado que cumpla con los siguientes objetivos; • • • • Disminuir el stress familiar y de los cuidadores Prevenir la aparición de complicaciones clínicas Posponer la institucionalización Preservar la calidad de vida de paciente y de la familia La intervención terapéutica no va dirigida solamente al paciente sino también actúa sobre las consecuencias directas e indirectas de esta nueva situación para la familia y cuidadores. 16 El cuidado de los pacientes demenciados incluye el cuidado de los cuidadores Manejo Farmacológico de los pacientes con Ad La estrategia de tratamiento en un futuro tendría que : Prevenir la enfermedad Retardar la aparición de los síntomas Modificar la progresión de la enfermedad Las drogas aprobadas por la FDA para el manejo de los trastornos cognitivos son los inhibidores reversibles de la colinesterasa que se usan en los primeros estadios de enfermedad. Tacrina Donepecilo Rivastigmina Galantamina Nemantina Manejo no farmacológico Discusión diagnóstica de la información con el paciento y la familia Entrenamiento de la familia y cuidadores para el manejo y compresión de los trastornos de conducta secundarios 7. aparición de trastornos de conducta 8. correcta evaluación del medio en donde vive 9. determinación de los factores causales de la aparición de los trastornos de conducta 10. acercamiento de los cuidadores a la interpretación de los nuevos trastornos de conducta Manejo de las actividades de riesgo 1 Medicación 2 Actividades de la vida diaria 3 Conducción de autos Decisión de institucionalización Acompañar a la familia en la toma decisión y brindar apoyo y asesoramiento. Grupos de autoayuda Manejo farmacológico de los trastornos de conducta Indicaciones; 17 • • • Cuando las alteraciones de conducta producen un daño potencial para el paciente y los cuidadores Interferencia en las funciones del cuidador en la atención del paciente Alteración en la capacidad funcional del paciente. Dra. Ana María Bou Pérez Médica geriátra 3)Tercera edad, envejecimiento y enfermedad: valoración y acciones de prevención Prof. Dr Gustavo E Zabert Catedra de Medicina y Cirugía Universidad Nacional del Comahue “La vida, vista de cerca, es una tragedia A lo lejos…una comedia” Charles Chaplin (1889-1977) Entre 2000 y 2050, la población mundial de 60 años o más se multiplicará por más de tres, pasando de 600 millones a 2000 millones. La mayor parte de ese aumento se producirá en países en desarrollo, donde de 400 pasarán a 1700 millones en ese mismo periodo. En nuestro país, el último censo determinó que 2.470.000 eran personas mayores de 70 años, de las cuales 200.000 no tienen cobertura social, más del 90% residen en las áreas urbanas y el 15% se mantiene trabajando. Las perspectivas en nuestro país y para el mundo global son hacia la progresión de esta realidad, con un mayor impacto entre los países pobres y en desarrollo. Este cambio demográfico tendrá serias repercusiones en la salud pública y para los individuos si no se toman las medidas sanitarias adecuadas. El aspecto biológico del envejecimiento es parte del ciclo vital de la vida, sin embargo el proceso de “envejecimiento” no ocurre paralelamente al tiempo cronológico, sino que presenta diferentes dimensiones que supera a las funciones biológicas y alcanza a las esferas psicologías, sociales y culturales. Esta complejidad puntualiza la ambigüedad para definir “ancianidad” que puede pretender expresar edad cronológica, dependencia física de cuidado, de manutención o de pasividad económica (jubilación). Cada vez con más frecuencia observamos, además del fenómeno mundial del aumento de la esperanza de vida, que la tecnología medica logra vencer los limites anteriores 18 y a individuos que, con edad cronológica avanzada, son capaces de realizar actos “inesperados” para ellos como deportistas (maratonistas, escaladores de montañas, ciclistas, etc.) intelectuales o simple trabajadores que decidieron continuar en actividad luego de su jubilación. Por otro lado, el paradigma del concepto de salud y enfermedad se ha modificado drásticamente en el ultimo siglo, concibiéndose hoy como un proceso, un continuum, “salud-enfermedad” que se define socialmente en forma multidimencional (sociedad en general, grupos sociales en particular y el individuo en singular). Aun cuando reconozcamos esta complejidad para definir estos estados, es una realidad que el adulto mayor sufre con mayor frecuencia de enfermedades y eventualidades (accidentes, violencia, abandono, desarraigo, perdida de capacidad laboral, etc.) que agregan limitaciones a sus capacidades, independencia e integración en la sociedad, constituyéndose como un sector de la población de alta vulnerabilidad ( o “fragilidad del anciano”) y por lo tanto la tercera edad debe ser percibida no como un proceso patológico, sino como una condición que impone mayor riesgo. Una “buena salud” es esencial para que las personas mayores mantengan su independencia, participen en la vida de su familia y de su comunidad. Las actividades de promoción de la salud y prevención de las enfermedades a lo largo de toda la vida pueden evitar o retrasar la aparición de enfermedades no transmisibles y crónicas, como las cardiopatías, los accidentes vasculares cerebrales y el cáncer. Debemos reconocer que también es posible prevenir otros serios problemas de salud como las secuelas por accidentes domésticos, algunos factores que condicionan el deterioro cognitivo y motriz, enfermedades epidémicas con alto impacto de morbimortalidad y aun cuando no sea posible evitar otras condiciones, la perspectiva de mejorar la calidad de vida, paliar adecuadamente los sufrimientos crónicos y terminales y reducir al mínimo la discapacidad debe emerger como una meta deseable en la atención del adulto mayor. En este contexto ha emergido con fuerza en el ultimo decenio el concepto de ancianidad saludable rompiendo el falso paradigma vejez=enfermedad y dando lugar a que la “salud” de un adulto mayor se mide mejor en términos de función que por las patologías que arrastra. La “buena salud” y el envejecimiento satisfactorio se definen por la “capacidad para funcionar de manera autónoma en un contexto social determinado”. Si es social e intelectualmente activo, el adulto mayor puede considerarse sano, aun cuando tenga alguna enfermedad crónica y esté tomando fármacos. Por lo tanto la atención de salud de los adultos mayores, consistirá en ayudarlos a mantener un comportamiento saludable, promover su bienestar y salud general, dispensarle cuidados de forma continua que abarquen una variedad de acciones para asistirlos en las enfermedades agudas y crónicas, mantener su funciones motrices e intelectuales en la máxima expresión posible, salvaguardar su autonomía acorde a las contingencias y autodeterminación, paliar y reconfortarlo en su sufrimiento y ante la muerte. Sin embargo, aun cuando un adulto mayor reúna los criterios de envejecimiento saludable se reconocen otros factores de riesgo que deben ser observados por los cuidadores porque los incorpora entre grupos de mayor vulnerabilidad. A saber: 19 11. Vivir solos (escasa red social-familiar en caso de necesidad) 12. Alteraciones cognitivas (depresión, memoria) 13. Alteraciones sensoriales (hipoacusia, ceguera o visión muy limitada) 14. Prescripción de más de tres fármacos 15. Necesidad de ayuda o supervisión en la vida diaria Por lo expresado se hace evidente la necesidad de incorporar diferentes dominios en la evaluación del paciente en la tercera edad y con este fin se han desarrollado instrumentos capaces de realizar una evaluación multidimencional que permiten describir el riesgo de morir, de internación, uso de recursos de salud y sociales, además de la progresión de sus discapacidades. Esta evaluación multidimencional plantea explorar las limitaciones a las funciones, estado nutricional, cognitivo, psíquico y las actividades socialmente esperadas para este individuo. Entre las primeras se describen diferentes test para evaluar las limitaciones funcionales motrices (equilibrio, marcha, levantarse de una silla, subir escaleras o destreza manual), entre otros aspectos para prevenir caídas y accidentes. La malnutrición, que si bien es común observarla en la ancianidad no debe ser considerada como una consecuencia de la edad cronológica, debe ser detectada tempranamente para entender sus causas (falta de aporte suficiente, enfermedad consuntiva, perdida de masa muscular, etc.) e intentar su corrección. La valoración del estado mental, en las particular las funciones cognitivas y del estado emocional, son fundamentales en el diagnostico temprano de demencia y depresión. Finalmente, la evaluación del individuo en sociedad puede resultar compleja en sus niveles superiores actividades para llevar una vida social (deportes, actividad física intensa, etc.) pero esta mejor definida al apreciar la capacidad de llevar una vida independiente (escala de Lawton) y aquellas funciones imprescindibles para supervivencia (escalas de Kenny, Katz y Barthel). Las estrategias de detección de las discapacidades pueden variar dependiendo de los objetivos asistenciales: no búsqueda (acciones solo de reparación de los daños), búsqueda sistemática en mayores de 75 años, búsqueda en grupos de riesgo, exploración de oportunidad ante eventos mínimos y por “screening” por correo o telefónico. Sin embargo al reconocer que muchos de los eventos (enfermedades, accidentes, trastornos del humor, etc.) que sufren los individuos de la tercera edad son pasibles de ser evitados por acciones de prevención y promoción de la salud, muchas de ellas que solo requieren escasos recursos tecnológicos y con intervenciones sobre educacion, promoción del autocuidado, integración social y hábitos de vida saludable, se converge en la necesidad de explorar cuales son los individuos de riesgo para implementar las acciones eficaces para ser aplicadas en esta etapa de la vida. Otro aspecto a considerar en esta instancia es la constitución de la familia en el siglo XXI, sus diferentes etapas evolutivas, los aspectos socio-culturales de su núcleo familiar y la relación con los integrantes de la misma. En definitiva, la enfermedad o invalidez de un miembro de la familia necesariamente afecta al 20 resto, más allá de como está constituida su familia, por lo que es imperioso involucrar como aliados al entorno familiar en la búsqueda de las acciones terapéuticas mas oportunas y eficaces. Este concepto es frecuentemente olvidado o dejado de lado en la modalidad asistencial por prestación de servicios dificultando la optimización de las posibilidades terapéuticas. La atención integral y continua en el medio domiciliario, con participación activa del paciente y su familia basada en la confianza y una plena comunicación, coherente en sus principios y acciones mejora la calidad de vida, eficacia asistencial, satisfacción del paciente y su entorno. Con estos conceptos en mente hemos desarrollado los módulos finales del curso, considerando los problemas de mayor prevalencia y trascendencia para la asistencia del adulto mayor bajo la asistencia del ISSNJP. Prof. Dr Gustavo E Zabert Catedra de Medicina y Cirugía Universidad Nacional del Comahue Bibliografía (consulta 19/7/2007) Censo 2001 http://www.indec.mecon.ar/ OMS www.who.int/topics/ageing/es/ Serrano M. Atención de la ancianidad: Conceptos generales. http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol22/suple1/suple1.html Redín MJ Valoración geriátrica integral (I): Evaluación del paciente geriátrico y concepto de fragilidad http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol22/suple1/suple5.html Iraizoz I.Valoración geriátrica integral (II): valoración nutricional y mental en el anciano http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol22/suple1/suple7.html Larrión JL Valoración geriátrica integral (III): valoración de la capacidad funcional del paciente anciano http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol22/suple1/suple6.html 4)El rol del Adulto Mayor en la comunidad Dr. Oscar A. Ojea “Solo se envejece cuando se abandonan los ideales.” O.Loudet En principio es útil realizar algunas consideraciones acerca de la vejez y específicamente de los A.M. Sabemos y no podemos negar la existencia de diversos prejuicios sobre esta etapa de la vida llamada envejecimiento. Asimilar vejez a enfermedad es un recurso habitual. O sinónimo de negativo. De esta forma “viejo” estaría asociado a “entregarse”, “vida carente de objetivos”, “imposibilidad”, “discapacidad”, “dependencia”, “locura”, etc. Existen diversos 21 mitos que fundamentalmente relacionan el avance de la edad con la perdida de capacidades. Felizmente existen múltiples ejemplos, que desmitifican esta cuestión (Pablo Picasso 80 años, Marc Chagall 97 años, Fred Astaire 80 años, Charles Chaplin 90 años…). En realidad la vejez puede llegar a ser un camino hacia la sabiduría o bien a la anulación de la persona mayor. Cuando hablamos de ancianidad, lo debemos hacer desde una mirada biopsico-social. En lo biológico, conocemos que el organismo y las funciones vitales envejecen, se deterioran. Hay un desgaste atribuible al tiempo, dependiendo de determinadas variables, como por ejemplo el modo de vida. En lo social, uno mismo o los demás nos consideran viejos para ciertas actividades y ambientes. Alguien dijo que “en la vejez hay marcas biológicas y marcas sociales”. No podemos dejar de reconocer que a través de los signos del cuerpo y de su ubicación social, las personas son concientes de su envejecimiento. No es menos cierto que los sueños, los deseos, las diferentes sensaciones y las ganas de vivir no envejecen. Y estas cuestiones son las que trascienden lo biológico y muchas veces lo social. Desde el punto de vista psíquico, la vivencia de sentirse viejo es propia de cada uno y sus circunstancias. Se puede ser viejo para algunas cuestiones y no para otras. Se puede serlo sin sentirlo y sentirlo sin serlo. Desde esta perspectiva bio-psico-social, mucho podemos hablar, discutir, acordar, disentir, pero es el escenario idóneo para abordar uno de temas prohibidos de nuestra sociedad, junto a la locura y la muerte, como lo es la vejez. Lo que sí es objetivo y comprobable, es el aumento de los adultos mayores en el contexto poblacional de las naciones. El mundo desarrollado y en desarrollo envejece sin prisa ni pausa. En nuestro país se espera para el 2020 una población de más de 5 millones de personas mayores de 65 años. Argentina, Chile y Uruguay son los países de América del Sur con mayor población anciana. ¿ Cuál es la consecuencia de esta situación ? Mayor demanda de recursos en el ámbito socio-sanitario para la atención de nuestros viejos. Y en este contexto sabemos que el recurso humano capacitado para asistir, asesorar, contener, acompañar, etc., a los adultos mayores es insuficiente. En la mayoría de los casos se suple esta carencia con la improvisación. Y no solo nos referimos a capacitar o formar recursos humanos con orientación gerontológica, sino también preparar personas para la atención de los adultos mayores en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana (servicios, comercios, etc.). Esto mismo traspolado a la asistencia del adulto mayor enfermo o portador de alguna discapacidad, transita las mismas vicisitudes. Siempre que enfrentemos la situación de tomar decisiones, como profesionales del equipo gerontológico, sobre el destino de un anciano en cuanto a la 22 modalidad de atención y contención, debemos obrar con una visión bio-psicosocial, o lo que los autores españoles llaman evaluación bio-psico-social. A partir de allí se nos presenta una amplia gama de ofertas relacionadas con cada situación en particular. Cada una de estas modalidades de atención apunta a tres objetivos básicos: • • • PREVENTIVO Promoción y prevención ASISTENCIAL Cuidado y asistencia de enfermedades, rehabilitación, limitación. EDUCATIVA Persona mayor y su Flía. Dichas modalidades de atención del adulto mayor las podemos dividir en: FORMALES: Hogar-Hospital de Día-Centro de Día – Residencias Cuidados Paliativos. INFORMALES: Edad- Familiares-Amigos-Vecinos-Voluntarios-Clubes de la 3° Dentro de los efectores formales se encuentran los recursos capacitados para brindar atención preventiva, asistencial y educativa al adulto mayor y su familia. Ellos conforman el equipo de salud gerontológico (Profesionales de la Salud, Asistentes Geriátricos, Cuidadores de Ancianos y Acompañantes Terapéuticos, cada uno de acuerdo a sus incumbencias). Lo valorable y rescatable es el abordaje preventivo, asistencial y rehabilitante desde una óptica multidisciplinaria. Cualidades pertinentes: • • • • • Flexibilidad en el trato personal (cambios en el anciano y su entorno). Adaptación a su rol. Acompañar, asistir, cuidar, palabras claves en la tarea cotidiana con el Adulto Mayor. Respetar su autonomía. Actitud para el trabajo en equipo. No tornarse en el único protagonista. Favorecer la auto estima del anciano. Relación con el Anciano. Situaciones a resolver. La angustia y stress de atender enfermos terminales. La muerte de ancianos queridos. Las carencias afectivas que poseen algunas personas mayores. 23 La presión permanente que producen los ancianos con alteraciones en su salud mental. La culpa por propias reacciones de agresión hacia los ancianos por la sobrecarga de tareas realizadas (Desear la muerte). La presión familiar constante. ¿ COMO SE SOLUCIONAN ESTA CUESTIONES ? • • • Con la formación y capacitación constante. Reunirse con miembros del equipo gerontológico ayuda a despejar dudas y renovar estrategias en la atención del anciano. Cuando uno más aprende y sabe de las conductas y actitudes del Adulto Mayor, mejor será el rendimiento y más satisfactoria su tarea. En las instituciones deben generarse espacios de reflexión y análisis de los problemas cotidianos. La comprensión, el diálogo, la actividad recreativa y plantearse objetivos son las mejores herramientas con que contamos para hacer frente a las quejas cotidianas. Todas estas cuestiones referentes a la vejez y los viejos requieren revisiones permanentes. En los modos de atención, en los métodos de capacitación, en la mirada de propios y extraños sobre ser un anciano en la actual modernidad. Federico Zaragoza, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y ex Secretario de la UNESCO expresaba que “para infundir vitalidad hasta el final de los días de cada persona, no puede reposar nadie. No pueden reposar, sobre todo, quienes deben hacer frente a los actuales cambios poblacionales y diseñar desde ahora las medidas más oportunas. En la medida en que nadie descanse en lograr una longevidad saludable estaremos forjando un porvenir más digno y luminoso para todos.” La comunidad y el Adulto Mayor En 1982 la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, llevada a cabo en el Palacio Hofburg en Viena, estipuló los 60 años como la edad de inicio de la vejez. No obstante, a lo largo de estas décadas, el individuo pasó los 60, 70, 80 o más años como marca de la adultez mayor. En la actualidad ya se habla de una generación de hombres y mujeres centenarios (los centenarios de Okinawa estudiados por el geriatra japonés Makoto Suzuki). Desde una mirada epidemiológica, la vejez constituye un proceso puntual (el envejecimiento), pero también representa una crónica evolutiva con la veracidad propia de cada grupo social. A estos enfoques se los denomina análisis transversal y longitudinal respectivamente. Los procesos históricos juegan su impronta en las distintas generaciones de envejecientes. Las experiencias de los ancianos del siglo pasado son 24 diferentes a las vividas por los actuales adultos mayores y más aún lo serán las de la población añosa del futuro. Según Miguel Krassoievitch, “pueden ser descritos tres tipos de edades en el ser humano: a) la edad biológica que se refiere a la esperanza de vida; b) la edad psicológica que estudia las capacidades del individuo para una conducta adaptativa, y c) la edad social que se refiere a los roles o papeles sociales de un individuo, en relación a las expectativas que tiene su entorno social, para con los miembros de su grupo etario.” La mayoría de las modificaciones que implica la edad avanzada se les atribuye al envejecimiento social. Esto, como manifiesta A. Comfort, es generado por los mitos y prejuicios que despierta la vejez. Diversos autores han estudiado el impacto de la modernidad sobre las conductas sociales de la población añosa, entre ellos se destaca Cowgill. A tal efecto destaca los factores que contribuyen a pauperización social de los ancianos: 1) los avances de la medicina, los cuales contribuyen al incremento de la longevidad, aumento de la población de envejecientes y competencia intergeneracional inequitativa con predominio de los más jóvenes; 2) mercado laboral plagado de nuevas técnicas con ocupación plena para flamantes profesionales y especialidades, con notorio desplazamiento de los adultos mayores; 3) Disolución de los grupos familiares tradicionales, con migración de las clases jóvenes y separación de los más viejos; 4) mayores niveles de capacitación escolar de los hijos con relación a los de sus padres, lo cual implica asimetrías educativas entre distintas generaciones. Estos son algunas de las variables que motoriza la expulsión de los ancianos del mercado productivo y por ende del contexto social y familiar. Envejecimiento activo La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OMS – OPS, 2002) revaloriza el concepto del envejecimiento como una etapa más de la vida y acentúa la terminología envejecimiento activo como “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.” Desde esta mirada el envejecimiento activo rubrica en el escenario social acciones productivas con amplio reconocimiento comunitario. Esto implica una diferencia sustancial entre estar o acompañar a formar parte de las redes sociales, reforzar la pertenencia al contexto social y fundamentalmente tomando parte, influyendo y decidiendo. Por su lado el clamor del envejecimiento con derechos persigue el objetivo de ser, como adultos mayores, actores sociales plenos sin perder sus atributos legales por ser viejos, o pobres, o enfermos. En este plano el anciano más que pedir o solicitar, exige. El significado de estos roles caracteriza a los “de vida larga” (Deepak Chopra) como ciudadanos activos con plenos derechos y con autentico reconocimiento por la sociedad toda. Dr. Oscar A. Ojea ojeaoscar@uol.com.ar Enero de 2006 25 Bibliografía consultada 1.- Gascón Silvia y colaboradores – Problemas de salud prevalentes (modulo 10 b) – Posgrado de Salud Social y Comunitaria – Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación – Buenos Aires 2006. 2.- Salvador Carulla L. y colaboradores – Longevidad. Tratado integral sobre salud en la segunda mitad de la vida – Editorial Médica Panamericana – Madrid 2003. 3.- Aizen Rosa Liliana y colaboradores – Temas de Gerontología Social – Dirección de Tercera Edad del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires – 2003. 4.- Rodríguez Garcia Rosalía y colaboradores – Geriatría – McGraw-Hill Interamericana – México D.F. 2003. 5.- Bazo María Teresa y colaboradores – Envejecimiento y Sociedad: una perspectiva internacional – Editorial Médica Panamericana – Madrid 1999. 6.- Krassoievitch Miguel – Psicoterapia Geriátrica – Fondo de Cultura Económica – México D.F. 1998. 7.- Chopra Deepak – Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo – Javier Vergara Editor – Buenos Aires 1998. 5)Inmunizaciones en el anciano Noticias PAMI: 620.000 vacunados para la gripe Más de 620.000 afiliados del Pami ya se vacunaron contra la gripe. La Campaña Nacional de Vacunación Antigripal Gratuita continúa desarrollándose con total normalidad en las filiales de la obra social, sedes de entidades de jubilados y farmacias adheridas. En los próximos días se espera la concurrencia a los centros de vacunación de los beneficiarios que aún no se vacunaron, por lo que Pami recuerda que está habilitada una línea gratuita, 0800-222-2233, de lunes a viernes, en el horario de 7 a 21, para informar lugares y horarios de vacunación. También los afiliados acceden este año a la Vacuna Doble Adultos, contra el tétanos y la difteria, que se está aplicando en los mismos lugares de vacunación antigripal. 26 Además, Pami vacuna a domicilio a los afiliados que por prescripción médica no pueden deambular. En estos casos, deben contar con una certificación que indique su patología, y pueden llamar al 0800 para solicitar el servicio. Las vacunas que se suministran son altamente purificadas y confiables, habiéndose asegurado la cadena de frío y el cumplimiento de las normas de bioseguridad. http://www.pami.org.ar/comunicacion/imprimir_noticia_pami.asp?id=263 Es útil la Vacunación antigripal? Vacunas para la prevención de la influenza en adultos sanos Jefferson TO, Rivetti D, Di Pietrantonj C, Rivetti A, Demicheli V No hay pruebas suficientes para recomendar la vacunación universal contra la influenza en adultos sanos La influenza es una infección respiratoria viral aguda con síntomas de cefalea, fiebre, dolores musculares, tos y rinorrea. Se transmite fácilmente y puede causar una enfermedad grave. Se desarrollan nuevas cepas regularmente. Cada año, la Organización Mundial de la Salud recomienda qué cepas se deben incluir en las vacunaciones para la próxima "estación". Se puede ofrecer vacunación a las personas consideradas "en riesgo" de padecer complicaciones. Esta revisión encontró que la vacunación de adultos sanos que no están en riesgo de complicaciones redujo sus posibilidades de desarrollar síndromes pseudogripales en sólo un cuarto, y el número de días de trabajo perdidos en menos de la mitad de un día. La vacunación no tuvo efectos adversos relevantes. Resumen Antecedentes En la actualidad se realizan tres tipos diferentes de vacunas contra la influenza en todo el mundo. Ninguna está orientada tradicionalmente a los adultos sanos. A pesar de la publicación de un gran número de ensayos clínicos, todavía existe una incertidumbre apreciable acerca de la efectividad clínica de las vacunas contra la influenza y esto tiene un impacto negativo en la aceptación y el uso de vacunas. Objetivos Evaluar la efectividad de vacunas para prevenir la influenza en adultos sanos. Evaluar la efectividad de vacunas para prevenir los casos de influenza en adultos sanos. Estimar la frecuencia de los efectos adversos asociados con la vacunación contra la influenza en adultos sanos. Estrategia de búsqueda 27 Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) en la Cochrane Library (Número 1 de 2004) que contiene el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Infecciones Respiratorias Agudas (Cochrane Acute Respiratory Infections Group); MEDLINE (enero de 1966 a diciembre de 2003); y EMBASE (1990 a diciembre de 2003). Se estableció contacto por escrito con fabricantes de vacunas y con los primeros autores, o los autores correspondientes de los estudios incluidos en la revisión. Criterios de selección Cualquier estudio aleatorio o cuasialeatorio que compare vacunas contra la influenza en humanos con placebo, vacunas de control o ninguna intervención, o que comparen tipos, dosis o esquemas de vacunas contra la influenza. Se tuvieron en cuenta las vacunas para virus vivos, atenuados o inactivados o sus fracciones de éstos administradas por cualquiera vía, independientemente de la configuración antigénica. Sólo se consideraron los estudios que evaluaron la protección de la exposición a la influenza de aparición natural en individuos sanos de 14 a 60 años de edad (independientemente del estado de inmunidad a la influenza). Recopilación y análisis de datos Dos revisores de forma independiente evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Resultados principales Se incluyeron 25 informes de estudios que incluían 59 566 personas. Las vacunas para virus vivos en aerosol recomendadas redujeron el número de casos de influenza confirmados mediante serología en un 48% (intervalo de confianza (IC) del 95%: 24% a 64%), mientras que las vacunas inactivadas parenterales recomendadas tuvieron una eficacia de la vacuna del 70% (IC del 95%: 56% al 80%). Las vacunas recomendadas anuales tuvieron una efectividad baja contra los casos clínicos de influenza: 15%(IC del 95%: 8% a 21%) y 25% (IC del 95%: 13% a 35%) respectivamente. En general, el porcentaje de participantes que presentaba influenza clínica disminuyó en un 6%. El uso de la vacuna redujo significativamente el tiempo de trabajo perdido, pero tan sólo en 0,16 días por cada episodio de influenza (IC del 95%: 0,04 a 0,29 días). El análisis de las vacunas que eran compatibles con la cepa circulante proporcionó mayores estimaciones de la eficacia, aunque la inclusión de todas las otras vacunas redujo la eficacia. Conclusiones de los revisores Las vacunas contra la influenza son eficaces para reducir los casos de influenza confirmados mediante serología. Sin embargo, no son tan eficaces para reducir los casos de influenza clínica ni la cantidad de días 28 de trabajo perdidos. Los resultados de esta revisión no apoyan la inmunización universal de adultos sanos. Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 17459990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 1, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados. Fecha de la modificación significativa más reciente: 20 de noviembre de 2006 Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007 Vacunas para la prevención de la influenza en ancianos Rivetti D, Jefferson T, Thomas R, Rudin M, Rivetti A, Di Pietrantonj C, Demicheli V La revisión analizó si las vacunas prevenían la influenza estacional y sus complicaciones en las personas de 65 años o más La vacunación contra la influenza en las personas ancianas se recomienda en todo el mundo, ya que las personas de 65 años o más tienen un mayor riesgo de complicaciones, hospitalizaciones y muertes por influenza. La revisión analizó las pruebas de estudios experimentales y no experimentales realizados durante 40 años de vacunación contra la influenza. Se incluyeron 71 estudios y se agruparon en primer lugar según el diseño del estudio y luego según el contexto (comunidad o establecimientos de atención a largo plazo). Los estudios se estratificaron adicionalmente según el nivel de circulación vírica y el apareamiento de la vacuna. Los resultados de la revisión se basan principalmente en estudios no experimentales (observacionales) que tienen mayor riesgo de sesgo, ya que no hubo muchos ensayos de buena calidad disponibles. Las vacunas inactivadas trivalentes son las vacunas contra la influenza que se utilizan con más frecuencia. Se observó una mejor efectividad de las vacunas actuales para la prevención de la enfermedad clínica y sus complicaciones en los establecimientos de atención a largo plazo (por ejemplo, hogares de ancianos) donde las vacunas previnieron cerca del 45% de casos de neumonía, ingresos hospitalarios y muertes relacionadas con la influenza. La efectividad en las personas ancianas que residen en contextos comunitarios abiertos es moderada, independientemente del resultado o el diseño del estudio: cerca del 25% de eficacia de la vacuna para la prevención de la hospitalización debida a influenza o enfermedad respiratoria. El efecto positivo aparente sobre la mortalidad por todas las causas (una medida de resultado menos específica) proviene de estudios observacionales solamente y puede reflejar diferencias entre los grupos vacunados y los grupos no vacunados (como características socioeconómicas, estado de salud, actitudes conductuales) en lugar de un efecto real de la vacunación. El perfil de seguridad de las vacunas para la salud pública parece ser aceptable 29 Resumen Antecedentes La vacunación contra la influenza en las personas ancianas se recomienda en todo el mundo y ésta se sido dirigido a los ancianos y a las personas en riesgo grave de complicaciones. Objetivos El objetivo fue analizar las pruebas de eficacia, efectividad y seguridad de las vacunas contra la influenza en los individuos de 65 años de edad o más. Estrategia de búsqueda Se efectuaron búsquedas en las siguientes bases de datos La Cochrane Library, el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews) y la Base de Datos de los Resúmenes de las Revisiones de Efectividad (Database of Abstracts of Reviews of Effectiveness) (Número 1, 2006); MEDLINE (enero de 1966 a la 3º semana de marzo, 2006); EMBASE (Diálogo 1974 a 1979; SilverPlatter 1980 a diciembre de 2005); Biological Abstracts (SilverPlatter 1969 a diciembre de 2004) y Science Citation Index (Web of Science 1974 a diciembre de 2004). Criterios de selección Se consideraron los estudios aleatorios, cuasialeatorios, de cohortes, y de casos y controles que evaluaban la eficacia contra la influenza (casos confirmados por laboratorio) o la efectividad contra las enfermedades similares a la influenza (ESI) o la seguridad. Se consideró cualquier vacuna administrada de forma independiente, en cualquier dosis, preparación o cronograma de administración, comparada con placebo o ninguna intervención. Recopilación y análisis de datos Los informes se agruparon en primer lugar según el contexto del estudio (comunidad o establecimientos de atención a largo plazo) y luego por el nivel de circulación vírica y de apareamiento de la vacuna. Se estratificó adicionalmente por la administración concomitante de la vacuna de polisacárido antineumocócico (PPV) y por diferentes tipos de vacunas contra la influenza. Se analizaron las siguientes medidas de resultado: influenza, enfermedad similar a la influenza, ingresos hospitalarios, complicaciones y muertes. Resultados principales En la evaluación de la eficacia/efectividad de la vacuna (EV) se incluyeron 64 estudios, lo que dio lugar a 96 conjuntos de datos. En los 30 hogares para personas ancianas (con apareamiento adecuado de la vacuna y circulación vírica alta) la efectividad de las vacunas contra la ESI fue del 23% (6% a 36%) y no fue significativa contra la influenza (RR 1,04: IC del 95%: 0,43 a 2,51). No se encontró correlación entre la cobertura de la vacuna y la tasa de ataques de ESI. Las vacunas con apareamiento adecuado previnieron la neumonía (EV 46%; 30% a 58%), el ingreso hospitalario (EV 45%; 16% a 64%) y las muertes por influenza o neumonía (EV 42%; 17% a 59%). En las personas ancianas que vivían en la comunidad las vacunas no fueron significativamente efectivas contra la influenza (RR 0,19; IC del 95%: 0,02 a 2,01), ESI (RR 1,05: IC del 95%: 0,58 a 1,89) o neumonía (RR 0,88; IC del 95%: 0,64 a 1,20). Las vacunas con apareamiento adecuado previnieron el ingreso hospitalario por influenza y neumonía (EV 26%; 12% a 38%) y la mortalidad por todas las causas (EV 42%; 24% a 55%). Después de ajustar por los factores de confusión, el rendimiento de las vacunas mejoró para los ingresos hospitalarios por influenza o neumonía (EV* 27%; 21% a 33%), enfermedades respiratorias (EV* 22%; 15% a 28%) y enfermedad cardiaca (EV* 24%; 18% a 30%) y para la mortalidad por todas las causas (EV* 47%; 39% a 54%). Los perfiles de seguridad en la salud pública de las vacunas parecen ser aceptables. Conclusiones de los revisores En los establecimientos de atención a largo plazo, donde la vacunación es más efectiva contra las complicaciones, se cumplen los objetivos de la campaña de vacunación, al menos en parte. Sin embargo, según pruebas fiables, la utilidad de las vacunas en la comunidad es moderada. La efectividad alta aparente de las vacunas para evitar la muerte por todas las causas puede reflejar un desequilibrio inicial en el estado de salud y otras diferencias sistemáticas entre los dos grupos de participantes. Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 17459990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 1, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados. Fecha de la modificación significativa más reciente: 05 de mayo de 2006 Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007 Vacuna contra la influenza para pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica Poole PJ, Chacko E, Wood-Baker RWB, Cates CJ A pesar de la recomendación casi universal que señala que las personas que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) deben recibir una vacunación anual contra la influenza, muy pocos ensayos controlados aleatorios han evaluado el efecto de la vacuna en estos pacientes. La revisión examina 6 estudios realizados 31 en pacientes con EPOC y 5 más realizados en pacientes ancianos o en alto riesgo, una proporción de los cuales tenía enfermedad pulmonar crónica. Muestra que ahora hay algunas pruebas provenientes de ensayos aleatorios de que la vacuna contra la influenza con virus inactivado realmente disminuye "las exacerbaciones" de la EPOC, especialmente las relacionados con el virus de la influenza. La vacuna con virus de la influenza inactivado se administra por vía intramuscular y está asociada con un aumento de los efectos secundarios locales como el dolor en el sitio de la inyección. Este efecto es de corta duración, no grave y es superado por el beneficio a largo plazo de la vacuna. La vacuna con virus inactivado no causa influenza o cualquier empeoramiento significativo de la EPOC. Resumen Antecedentes Las vacunas contra la influenza son actualmente recomendadas en la atención de personas con EPOC, pero tales recomendaciones se basan fundamentalmente en las pruebas derivadas de estudios observacionales y de muy pocos ensayos controlados aleatorios (ECAs) que han sido informados. La infección por influenza causa una excesiva morbilidad y mortalidad en los pacientes con EPOC, pero también existe el potencial de que la vacuna contra la influenza cause efectos adversos o bien que no sea coste-efectiva. Objetivos Evaluar las pruebas derivadas de ECAs acerca del efecto del tratamiento de la vacuna contra la influenza en sujetos con EPOC. Los resultados de interés fueron las tasas de exacerbaciones, hospitalizaciones, mortalidad, función pulmonar y efectos adversos. Estrategia de búsqueda Se hicieron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group trials Register) y listas de referencias de artículos. Varias compañías farmacéuticas que fueron contactadas también proporcionaron referencias. Criterios de selección ECAs que compararan vacunas de virus vivo o de virus inactivo contra placebo, ya sea solo o junto con otra vacuna en personas con EPOC. Se excluyeron los estudios realizados en pacientes con asma. Recopilación y análisis de datos 32 Dos revisores extrajeron los datos. La introducción de los datos fue verificada dos veces. Se contactó con los autores de los estudios y las compañías farmacéuticas para obtener la información que faltaba, Resultados principales Se incluyeron 11 ensayos, pero solamente 6 de ellos se realizaron específicamente en pacientes con EPOC. Los otros se realizaron en poblaciones de ancianos y con sujetos de alto riesgo, algunos de ellos con enfermedad pulmonar crónica. En un estudio de una vacuna inactivada en pacientes con EPOC hubo una disminución significativa del número total de exacerbaciones por sujeto vacunado, en comparación con los sujetos que recibieron placebo (diferencia de medias ponderada [DMP] -0,37, intervalo de confianza del 95%: -0,64 a 0,11, P = 0,006). Esta diferencia se debió a la reducción de las exacerbaciones "tardías" que ocurrieron después de 3 o 4 semanas (DMP -0,39, IC del 95%: -0,61 a -0,18, p = 0,0004). En Howells 1961 el número de pacientes que tuvo posteriormente exacerbaciones también fue significativamente menor (odds-ratio = 0,13, IC del 95%: 0,04 a 0,45, P = 0,002). Howells 1961 y Wongsurakiat 2004 encontraron que la administración de la vacuna inactivada contra la influenza redujo las infecciones respiratorias relacionadas con la enfermedad (DMP 0,19; IC del 95%: 0,07 a 0,48; P = 0,0005). En los pacientes con EPOC y en los ancianos (sólo una minoría de éstos tenía EPOC) hubo un aumento significativo de la aparición de reacciones adversas locales en los vacunados, pero los efectos fueron generalmente leves y transitorios. No hubo pruebas de que una vacuna intranasal con virus vivo atenuado tuviera algún efecto cuando se agregó a una vacuna inactivada administrada por vía intramuscular. Los estudios son demasiado pequeños como para haber detectado cualquier efecto sobre la mortalidad. Conclusiones de los revisores Parece, a partir del limitado número de estudios realizados, que la vacuna inactivada disminuye las exacerbaciones en los pacientes con EPOC. La magnitud del efecto fue similar al encontrado en estudios observacionales grandes, y estuvo relacionado con una disminución de las exacerbaciones debidas a la influenza que ocurrieron 3 meses o más después de la vacunación. Hay un aumento leve de los efectos adversos locales transitorios con la vacunación, pero ninguna prueba de un aumento de las exacerbaciones a corto plazo. Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 17459990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 1, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados. Fecha de la modificación significativa más reciente: 31 de octubre de 2005 Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007 33 Vacunación contra la gripe para profesionales de la salud en contacto con ancianos Thomas RE, Jefferson T, Demicheli V, Rivetti D No existen pruebas de alta calidad de que la vacunación de los profesionales de la salud reduce la incidencia de gripes o sus complicaciones en los ancianos en las instituciones Existen pruebas de que la vacunación de los ancianos, en particular si la vacuna está bien apareada con las cepas circulantes tiene una repercusión moderada sobre las complicaciones de la gripe. Además, hay pruebas de alta calidad de que la vacunación de los adultos sanos menores de 60 años (que incluye a los profesionales de la salud) reduce los casos de gripe, especialmente si la vacuna está bien apareada con las cepas circulantes. Tanto los ancianos en las instituciones como los profesionales de la salud que los atienden podrían ser vacunados por su propia protección, pero el beneficio gradual de la vacunación de los profesionales de la salud para el beneficio de los ancianos no puede verificarse sin estudios más adecuados. Resumen Antecedentes Los profesionales de la salud (enfermeros, médicos, otros profesionales de la salud, encargados de la limpieza y porteros) presentan tasas significativas de gripe clínica y subclínica durante las temporadas de gripe y pueden transmitir la enfermedad a los pacientes que atienden, especialmente a aquellos más vulnerables como los ancianos. Objetivos Identificar y resumir los estudios comparativos que evaluaron los efectos de la vacunación de los profesionales de la salud sobre la incidencia de gripe, enfermedades similares a la gripe (ESG) y sus complicaciones, en los residentes ancianos de establecimientos de atención a largo plazo. Estrategia de búsqueda Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), la Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews) y la NHS Database of Reviews of Effectiveness (DARE)(The Cochrane Library Número 1, 2006); MEDLINE (enero 1966 hasta la semana 1 febrero 2006); EMBASE (1974 a marzo de 2006); Biological Abstracts (1969 a diciembre de 2004); y Science Citation Index-Expanded (1974 a marzo de 2006). 34 Criterios de selección Estudios comparativos aleatorios y no aleatorios que informaron los efectos de las vacunas contra la gripe sobre la incidencia de infecciones virales en cualquier tipo de instituciones para ancianos, en cualquier calendario de vacunación, administradas a profesionales de la salud que atendían ancianos de 60 años o más, residentes de establecimientos de atención a largo plazo. Recopilación y análisis de datos Dos autores, de forma independiente extrajeron los datos y evaluaron la calidad metodológica según los criterios del Manual Cochrane del Revisor y la escala de Newcastle-Ottawa (para estudios no aleatorios). Resultados principales Se incluyeron dos ensayos controlados aleatorios (ECA) por grupos y un estudio de cohorte. La vacunación del personal parece tener un efecto significativo contra la ESG (eficacia de la vacuna absoluta [EV] 86%, intervalo de confianza [IC] del 95%: 40% a 97%) solamente cuando los pacientes también se vacunan; si no se vacuna a los pacientes, la inmunización del personal no muestra ningún efecto (basado en un ECA por grupos). Según un número pequeño de observaciones de dos ECA por grupos, las vacunas no son eficaces contra la gripe (odds-ratio [OR]: 0,86; IC del 95%: 0,44 a 1,68) o las infecciones de las vías respiratorias inferiores (OR: 0,70; IC del 95%: 0,41 a 1,20) pero fueron efectivas contra las muertes por neumonía (EV: 39%; IC del 95%: 2% a 62%) y las muertes por todas las causas (EV: 40%; IC del 95%: 27% a 50%). Todos estos resultados deben ser interpretados con cautela debido a la presencia de sesgo de selección. Conclusiones de los revisores Se concluyó que no existen pruebas fiables de que la vacunación de los profesionales de la salud menores de 60 años en contacto con ancianos afecte las complicaciones de la gripe en las personas atendidas. Sin embargo, dado que la vacunación de los ancianos en las instituciones reduce las complicaciones de la gripe y la vacunación de las personas sanas menores de 60 años reduce los casos de gripe, es posible que los responsables del cuidado de ancianos en instituciones deseen aumentar la protección con vacunación y evaluar sus efectos a través de estudios bien diseñados. Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 17459990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 1, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados. Fecha de la modificación significativa más reciente: 08 de mayo de 2006 Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007 35 Vacunas para prevenir la infección neumocócica en adultos Dear KB G, Andrews RR, Holden J, Tatham DP Las vacunas de polisacárido neumocócico no parecen reducir la neumonía o la muerte relacionada con neumonía en adultos, pero es posible que reduzcan la enfermedad neumocócica invasiva Las bacterias neumocócicas son una de las causas principales de la neumonía, una infección pulmonar con una alta tasa de mortalidad (aproximadamente el 25%). En especial, amenaza la vida de las personas de edad más avanzada y de las personas con problemas en el sistema inmune (incluyendo VIH/SIDA). Esta revisión de ensayos de vacunas de polisacárido neumocócico encontró que no reducen la incidencia de neumonía o muertes por neumonía. Sin embargo, investigaciones de otros tipos de estudios sugieren que posiblemente la vacuna reduce la incidencia de otra enfermedad severa causada por estas bacterias, la enfermedad neumocócica invasiva Resumen Antecedentes Las enfermedades causadas por el Streptococcus pneumoniae (S. pneumoniae) continúan siendo causa de morbilidad y mortalidad considerable en todo el mundo. Durante más de 50 años se han desarrollado vacunas de polisacárido neumocócico y es posible que tengan el potencial de prevenir la enfermedad y la muerte. Objetivos Evaluar la efectividad de la vacuna de polisacárido neumocócico para la prevención de la enfermedad o la muerte en adultos. Estrategia de búsqueda Los ensayos se identificaron mediante búsquedas electrónicas del Registro Cochrane de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials (CENTRAL)), número 2, 2003 (que incluye el registro especializado del Grupo Cochrane de Infecciones Respiratorias Agudas); MEDLINE (enero 1966 hasta junio 2003); y EMBASE (1974 hasta junio 2003). Se realizaron búsquedas en la literatura existente. Se leyeron todas las bibliografías de todos los estudios recientemente publicados a fin de identificar otros estudios. Se estableció contacto con los fabricantes de la vacuna, los autores principales de los estudios recientemente identificados no incluidos en los metanálisis existentes. Criterios de selección A) Estudios prospectivos, aleatorios o cuasialeatorios, que comparan las vacunas neumocócicas con placebo, vacunas control, o ninguna 36 intervención. B) Estudios de casos y controles (incluyendo estudios de cohortes indirectos) que evalúan la efectividad de la vacuna neumocócica contra la enfermedad neumocócica invasiva. Se excluyen los estudios de cohorte. Recopilación y análisis de datos A) Estudios aleatorios, dos revisores (JH y DT) evaluaron la calidad de los ensayos. La extracción de datos fue realizada por tres revisores (JH, DT, KD). Hubo muchos datos poco claros o incompletos en los informes de los ensayos, y se llegó al conjunto de datos final luego de mucha deliberación y discusión, que incluyó la comparación con los datos utilizados en dos revisiones anteriores de este tema. Debido a la antigüedad de los ensayos (uno de los cuales era de 1954), en general no fue posible obtener aclaraciones por parte de los autores, aunque en un caso se logró una aclaración parcial. B) Estudios no aleatorios La calidad de los estudios fue evaluada por dos revisores (RA y KD). Resultados principales Los resultados combinados de los estudios aleatorios no demuestran si la vacuna de polisacárido neumocócico es efectiva para la prevención de la neumonía (odds-ratio = 0,77; IC 0,58 a 1,02) o la muerte (odds-ratio: 0,90; iIC 0,76 a 1,07). A pesar de los datos alentadores de algunos ensayos muy antiguos, la combinación de ensayos publicados desde 1977 en adelante sugiere que no hay un efecto (odds-ratio: 0,96; IC 0,80 a 1,15 ; odds-ratio: 0,98; IC 0,88 a 1,09). Los datos disponibles no pueden distinguir si esta heterogeneidad en los resultados se debe a mejoras en la metodología de los ensayos e informes, a diferencias en el lugar de los ensayos o a una pérdida de eficacia real con el tiempo. Esto se debe a que los ensayos anteriores, que estaban mal informados, fueron realizados en poblaciones saludables de alto riesgo, donde se espera que el beneficio sea mayor. Conclusiones de los revisores Aunque las vacunas de polisacárido neumocócico no parecen reducir la incidencia de neumonía o muerte en adultos con o sin enfermedad crónica o en personas de edad avanzada (55 años o más), las pruebas de estudios no aleatorios sugieren que las vacunas son efectivas en la reducción de la incidencia del resultado más específico, la enfermedad neumocócica invasiva, en adultos y las personas de edad avanzada inmunocompetentes (55 años o más). Los datos de vigilancia sugieren que las tasas de infección varían ampliamente entre países y también dentro de cada país, pero la cifra típica en los países desarrollados es 0,01%, ó 10 cada 100 000 por año. Por lo tanto, la eficacia del 50% corresponde al número necesario a tratar (NNT) de 20 000 vacunas por infección que se evita y quizás 50 000 por muerte que se evita. Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo 37 de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 17459990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 1, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados. Fecha de la modificación significativa más reciente: 27 de agosto de 2003 Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007 Vacunas inyectables para la prevención de la infección neumocócica en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica Granger R, Walters J, Poole PJ, Lasserson TJ, Mangtani P, Cates CJ, WoodBaker R Vacunas inyectables para la prevención de la infección neumocócica en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica Existen pruebas sólidas de que las vacunas pueden proteger a las personas sanas contra la infección por neumococo, pero poco se conoce sobre la efectividad de la vacuna en personas con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Los resultados de los cuatro ensayos controlados aleatorios incluidos en esta revisión con 941 participantes no indican que la vacunación neumocócica proporcione una protección significativa contra las enfermedades causadas por las bacterias. Resumen Antecedentes A medida que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) progresa, pueden ocurrir exacerbaciones con una mayor frecuencia. Un objetivo del tratamiento de la EPOC es verificar y prevenir estas exacerbaciones, para así reducir la morbilidad de la enfermedad y los costes de asistencia sanitaria asociados. Se considera que las vacunas neumocócicas son una estrategia para reducir el riesgo de exacerbaciones infecciosas. Objetivos Determinar la seguridad y la eficacia de las vacunas neumocócicas en la EPOC. Las exacerbaciones agudas fueron la medida de resultado primaria evaluada. Las medidas de resultado secundarias de interés incluían episodios de neumonía, ingresos en el hospital, eventos adversos relacionados al tratamiento, discapacidad, cambio en la función pulmonar, mortalidad y coste-efectividad. Estrategia de búsqueda Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group) al utilizar términos preespecificados: También se realizaron búsquedas manuales adicionales de los resúmenes de congresos. La última ronda de búsquedas se realizó en abril de 2006. Criterios de selección 38 Solamente se incluyeron los ensayos controlados aleatorios que evaluaban los efectos de la vacuna antineumocócica inyectable en personas con EPOC. Recopilación y análisis de datos Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y tres evaluaron la calidad de los estudios. Resultados principales Aunque se identificaron diez estudios citados en 11 publicaciones que cumplían con los criterios de inclusión para esta revisión, sólo cuatro proporcionaron datos sobre los participantes con EPOC. Los estudios que proporcionaron datos para esta revisión constaban de dos ensayos que utilizaban la vacuna de 14 valencias, y dos utilizaban la vacuna inyectable de 23 valencias. Conclusiones de los revisores No existen pruebas de ensayos controlados aleatorios de que la vacunación neumocócica inyectable en personas con EPOC tenga un impacto significativo sobre la morbilidad o la mortalidad. Se necesitarían realizar más ensayos controlados aleatorios grandes para evaluar si son reales los beneficios pequeños sugeridos por los estudios individuales. Éste es el resumen de una revisión Cochrane traducida. La Colaboración Cochrane prepara y actualiza estas revisiones sistemáticas. El texto completo de la revisión traducida se publica en La Biblioteca Cochrane Plus (ISSN 17459990). De La Biblioteca Cochrane Plus, número 1, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Todos los derechos están reservados. Fecha de la modificación significativa más reciente: 21 de julio de 2006 Fecha de la traducción: 26 de febrero de 2007 39