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Una revista que resume los últimos avances en Odontología y Cuidado de Salud Oral La Pérdida Dental y la Salud Sistémica A demás del impacto producido sobre la calidad de vida por la pérdida de los dientes al afectar aspectos como la apariencia, la autoestima, las interacciones sociales y el deleite de los alimentos, está la preocupación por la deletérea influencia que la falta de los dientes produce sobre la sana nutrición, 1-3 particularmente en los ancianos.4-5 La función masticatoria depende del estado de la dentadura; dado que la pérdida dental reduce la capacidad de masticación, pueden ocurrir cambios desfavorables en la selección de las comidas y en la ingestión de nutrientes. Los deficientes hábitos alimenticios resultantes han sido implicados en problemas sistémicos de salud;1,2,6 se han informado numerosas asociaciones entre la dieta y las enfermedades. Por ejemplo, se ha demostrado que una dieta rica en grasas y colesterol aumenta el riesgo de la enfermedad cardiovascular mientras que las dietas bajas en fibra, frutas y vegetales pueden implicar mayor riesgo de cáncer.2 El estado de la dentadura y el consumo de alimentos En una investigación a gran escala llevada a cabo por Joshipura y colaboradores1 se evaluó la relación entre el número de dientes y la ingestión de nutrientes en profesionales de la salud entre las edades de 40 y 80 años. En general, se halló que a medida que se reducía el número de dientes naturales de los participantes, disminuía también su ingestión promedio de fibra, caroteno, verduras y frutas. Por otra parte, con el descenso del número de dientes aumentó la ingestión de calorías, grasas saturadas y colesterol (Tabla 1).1 Pese a que en términos de dieta las diferencias generales entre los pacientes edéntulos y los dentados fueron menores pero significativas, con el paso del tiempo los deletéreos efectos de la pérdida dental podrían originar mayor riesgo de enfermedades. Por ejemplo, se planteó la hipótesis de que la reducción de 1 g de la fibra consumida por los participantes del grupo edéntulo en comparación con el dentado podría aumentar aproximadamente 2% el riesgo de infarto de miocardio.1 Otro estudio realizado a gran escala con mujeres americanas mostró resultados similares; comparadas con aquellas que tenían entre 25 y 32 dientes, las mujeres edéntulas ingirieron una cantidad significativamente mayor de grasas saturadas, grasas trans, colesterol y vitamina B12 y menos grasas poliinsaturadas, fibra, verduras, frutas y varias vitaminas. Además, en un aspecto longitudinal de la investigación, quienes perdieron mayor número de dientes durante el estudio introdujeron en su dieta cambios no saludables pues comenzaron a evitar los alimentos de mayor consistencia como las verduras crudas y las frutas. Investigando si el desgaste de la dentadura afecta la nutrición, Krall y colaboradores2 demostraron en una cohorte de veteranos residentes en el área de Boston el significativo deterioro de la masticación entre quienes tenían dentaduras completas o parciales removibles en comparación con aquellos cuyas dentaduras estaban intactas. En esta edición La Pérdida Dental y la Salud Sistémica 1 En la Práctica 4 Página de Higiene 6 Práctica Clínica 7 Tendencias en la Atención de la Salud 9 Jefe de Redacción Chester Douglass, DMD, PhD; EE.UU. Profesor de Políticas de Salud Oral y Epidemiología, Facultad de Medicina Odontológica y Facultad de Salud Pública, Universidad de Harvard. Redactores Asociados John J. Clarkson, BDS, PhD; Irlanda Saskia Estupiñan-Day, DDS, MPH, Organización Panamericana de la Salud, Washington D.C. Joan I. Gluch, RDH, PhD; EE.UU. Kevin Roach, BSc, DDS, FACD; Canadá Zhen-Kang Zhang, DDS, Hon. FDS, RCS (Edin.), China. Consejo Asesor Internacional Per Axelsson, DDS, Odont. Dr., Suecia Irwin Mandel, DDS; EE.UU. Roy Page, DDS, PhD; EE.UU. Gregory Seymour, BDS, MDSc, PhD, Volumen 14, Número 3, 2008 MRCPath, Australia. Brindando Educación Continuada como un Servicio a la Odontología Mundial Con el deterioro progresivo del estado de la dentadura, el consumo de proteínas y fibra tendió al descenso siendo la ingestión de esta última significativamente inferior entre los usuarios de prótesis totales que en cualquier otro grupo2 (Tabla 2). En contraste con el estudio realizado por Joshipura y colaboradores antes descrito,1 el consumo de calorías totales tendió a disminuir con las dentaduras deficientes lo que en concepto de los autores del estudio posiblemente se explica por los aspectos socioeconómicos de las poblaciones estudiadas. No obstante, aunque el grupo con dentadura completa consumió significativamente menos calorías que los restantes, su porcentaje de calorías derivadas de las grasas tendió al aumento2 (Tabla 2). Finalmente, en un estudio realizado por Sheiham y colaboradores5 se evaluó si la condición oral de las personas mayores de 65 años de edad se relaciona con la ingestión de determinados nutrientes.5 En general, los investigadores hallaron que la ingestión de nutrientes era superior en los participantes dentados que en los edéntulos. Se observaron asociaciones estadísticamente significativas con el estado dental en términos de ingestión de proteínas, azúcares intrínsecos, lácteos, fibra, calcio, hierro no hemo y vitaminas C y E.5 Todos estos estudios aportan evidencia sobre la asociación entre la ingestión de nutrientes y el estado dental. Además, muchos de los alimentos que son evitados por las La ingestión de nutrientes se asocia con el estado dental; muchos de los alimentos evitados por las personas con una dentadura deficiente protegen contra condiciones como las enfermedades cardiovasculares, el ACV y el síndrome metabólico. Tabla 1. Ingestión de calorías y nutrientes según el número de dientes Número de Dientes 25 a 32 17 a 24 11 a 16 1 a 10 Edéntulos Calorías (kilocalorías) 1954 1966 1979 1999 2000 Fibra de dieta (g) 22.3 22.1 21.9 21.6 21.6 Calorías/nutrientes Vitamina C (mg) 167 165 170 167 164 Caroteno (unidades internacionales) 9829 9379 9362 9386 9069 Grasas saturadas (g) 24.3 24.6 24.7 25.1 25.2 Colesterol (mg) 302 308 313 317 321 Frutas (porciones) 2.44 2.45 2.52 2.51 2.46 Frutas (porciones excluyendo los jugos) 1.64 1.67 1.69 1.68 1.67 Verduras (porciones) 3.71 3.55 3.58 3.49 3.40 Muestra de estudio: 49501 profesionales de la salud. Tomado de Joshipura et al., 1996.1 Tabla 2. Ingestión de calorías y nutrientes según el estado de la dentadura Estado de la dentadura Calorías/nutrientes Dentadura intacta* Prótesis parciales removibles Dentadura parcialmente comprometida** Dentadura comprometida Prótesis totales 1894 1865 1744 1795 1677 Proteínas (g) 80 80 74 74 68 Carbohidratos totales (g) 248 237 222 230 204 Fibra de dieta (g) 21 20 19 19 16 Grasas totales (g) 55 55 53 54 52 Porcentaje de calorías en forma de grasa 26 27 27 26 28 Colesterol (mg) 230 245 226 226 225 Calorías (kcals) Muestra de estudio: 638 veteranos. Tomado de Krall et al., 1998.2 * ≥28 dientes naturales; ** <14 dientes a un lado de la boca; *** <14 dientes naturales a ambos lados de la boca. personas con una dentadura deficiente protegen contra condiciones como las enfermedades cardiovasculares, el accidente cerebrovascular isquémico (ACV) y el síndrome metabólico. La enfermedad sistémica y la ingestión de nutrientes Enfermedad cardiovascular y ACV isquémico. Los estudios han demostrado una relación inversa entre la ingestión de frutas y verduras (particularmente, los cítricos y los vegetales de hojas verdes) y el riesgo Página 2 de enfermedad cardiovascular3, 7 y ACV isquémico.8 Se cree que los elementos contenidos en las frutas y verduras protectores incluyen vitaminas (B6, B12, C, D y E), potasio, folato, fibra y flavonoides.7,8 La reciente evaluación9 de un estudio3 admite que pese a no disponer de evidencia experimental respecto a la asociación causal, la pérdida dental se asocia con cambios en la dieta que pueden afectar la salud sistémica. Síndrome metabólico. Se trata de la enfermedad producida por la escasa actividad física sumada al aumento de la ingestión calórica y experimentada por la población americana durante los últimos 30 años. Los pacientes pueden exhibir las siguientes manifestaciones: obesidad abdominal, nivel elevado de triglicéridos, bajos niveles de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), hipertensión y alteración de la glicemia en ayunas.6 Cada una de estas características puede originar aterosclerosis y aumentar el riesgo de infarto de miocardio y ACV. Conservar los dientes y las encías sanos es vital para quienes experimentan este síndrome debido a su tendencia a desarrollar enfermedad vascular. Según se mencionó previamente, quienes pierden dientes (especialmente los molares posteriores), tienden a modificar su selección de alimentos optando por una dieta que se asocia con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, se ha hallado que en los individuos edéntulos el índice de masa corporal (IMC) es significativamente mayor que en las personas similares dentadas; estos IMC superiores parecen obedecer al mayor consumo de alimentos dulces, ricos en calorías, que promueven la obesidad. Las dentaduras parciales removibles y completas no parecen compensar la eficiencia masticadora de los dientes perdidos ni mejoran significativamente la ingestión de nutrientes. No obstante, cierta evidencia sugiere un mejor estado nutricional en los pacientes que reciben implantes dentales. El riesgo de enfermedad cardiovascular en los pacientes con síndrome metabólico exige a los odontólogos considerar la práctica de tratamientos que procuren conservar la dentadura natural, maximizar la eficiencia de la masticación y aumentar la probabilidad de consumir alimentos que no propicien la aterosclerosis.6 Referencias 1. Joshipura KJ, Willett WC, Douglass CW. The impact of edentulousness on food and nutrient intake. JADA 1996;127(4):459-467. La pérdida de la dentadura natural reduce la capacidad de masticación y el consumo de nutrientes, pudiendo afectar finalmente la salud sistémica. 2. Krall E, Hayes C, Garcia R. How dentition status and masticatory function affect nutrient intake. JADA 1998;129(9):1261-1269. 3. Hung HC, Colditz G, Joshipura KJ. The association between tooth loss and the selfreported intake of selected CVD-related nutrients and foods among US women. Community Dent Oral Epidemiol. 2005;33(3):167- Conclusión El compromiso de la salud oral y el estado de la dentadura puede afectar la selección de los alimentos y la ingestión de nutrientes al hacer que las personas edéntulas consuman menos frutas y verduras y más grasas saturadas y colesterol. Estos cambios en la dieta pueden relacionarse con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Debido a la alta prevalencia de pérdida dental en los adultos mayores, incluso los ligeros incrementos del riesgo de desarrollar enfermedad sistémica a raíz de una dentadura deficiente pueden tener un impacto significativo. Por esta razón, para favorecer la salud del paciente se aconseja realizar en las consultas odontológicas recomendaciones respecto a la dieta, especialmente en lo que a los pacientes ancianos se refiere. Prevenir la pérdida de los dientes y reemplazarlos por implantes puede ayudar a las personas a conservar una saludable alimentación; de este modo podría disminuir la incidencia de enfermedades sistémicas crónicas relacionadas con la dieta. 173. 4. Sheiham A, Steele JG, Marcenes W, Tsakos G, Finch S, Walls AW. Prevalence of impacts of dental and oral disorders and their effects on eating among older people; A national survey in Great Britain. Community Dent Oral Epidemiol. 2001;29(3):195-203. 5. Sheiham A, Steele JG, Marcenes W, Lowe C, Finch S, Bates CJ, et al. The relationship among dental status, nutrient intake, and nutritional status in older people. J Dent Res 2001;80(2):408-413. 6. Friedlander AH, Weinreb J, Friedlander I, Yagiela JA. Metabolic syndrome: Pathogenesis, medical care and dental implications. JADA 2007;138(2):179-187. 7. Joshipura KJ, Hu FB, Manson JE, Stampfer MJ, Rimm EB, Speizer FE, et al. The effect of fruit and vegetable intake on risk for coronary heart disease. Ann Intern Med 2001;134(12):1106-1114. 8. Joshipura KJ, Ascherio A, Manson JE, Stampfer MJ, Rimm EB, Speizer FE, et al. Fruit and vegetable intake in relation to risk of ischemic stroke. JAMA 1999;282(13):1233-1239. 9. Merchant AT. Losing teeth leads to an unhealthy diet associated with cardiovascular disease risk. J Evid Based Dent Pract 2006;6(2):187-188. INFORMACIÓN IMPORTANTE PARA NUESTROS LECTORES Regístrese en www.colgateprofesional.com para recibir a través del correo electrónico anuncios de los nuevos ejemplares del Reporte del Cuidado Oral Colgate disponibles en línea. Página 3 EN LA PRÁCTICA Uso de implantes dentales en la práctica general L os avances en las técnicas quirúrgicas y protésicas durante los últimos diez años, han logrado que los implantes dentales sean más confiables y duraderos y han conducido al significativo aumento de su aceptación entre los pacientes.1 Pese a ello, evaluar en forma rigurosa la satisfacción de los usuarios de los diferentes tipos de reemplazo dental constituye un desafío por la falta de cegado y las tendencias en las preferencias.2 Una prueba aleatorizada y controlada llevada a cabo recientemente en el Reino Unido no halló diferencias estadísticamente significativas en la calidad de vida relacionada con la salud oral (OHRQL, por sus iniciales en inglés) entre los pacientes asignados al grupo de dentaduras completas convencionales o sobre dentaduras mandibulares retenidos con implante.2 Sin embargo, uno de cada cuatro pacientes rechazó los implantes dentales, en lugar de los cuales recibió dentaduras convencionales. Entre los pacientes que aceptaron los implantes, la O-HRQL antes del tratamiento fue significativamente inferior (p=0.006) y se informaron incrementos superiores que entre quienes lo rehusaron (p <0.001).2 En general, se reconoce que además de mejorar la O-HRQL, los implantes dentales ayudan a preservar el hueso alveolar y basal.3 Planeación del tratamiento La colocación de implantes dentales exige una estrecha colaboración entre el odontólogo general y los restantes miembros del equipo de implantes, el cual incluye al cirujano oral y maxilofacial, al periodoncista o endodoncista, a los radiólogos y a los asistentes odontológicos y quirúrgicos.1 La labor inicial del odontólogo general consiste en evaluar la historia clínica y odontológica del paciente (incluyendo los antecedentes de bruxismo, Factores a considerar al colocar un implante Verificar el adecuado volumen óseo (como mínimo 1 mm en torno al implante). Determinar la posición óptima de los dientes en términos de tamaño dental y longitud del arco. Descartar la presencia de hendiduras de reabsorción y otras características que pudieran precisar injertos óseos o de tejidos blandos. Verificar si ha ocurrido pérdida de hueso inducida por trauma que pudiera conducir a la pérdida de la placa facio-bucal ósea. Revisar las limitaciones anatómicas (senos, paquete neurovascular). Confirmar la posición facio-lingual de los dientes adyacentes al albergue del implante óseo; las placas faciales delgadas pueden experimentar resorción. Verificar las discrepancias en términos del tamaño del diente mesial-distal o la longitud del arco. Revisar el aspecto de los dientes anteriores en reposo y durante el habla. Tener en cuenta los dientes excesivamente largos con una línea de sonrisa elevada y la mordida cruzada posterior que originan un deficiente resultado estético en el corredor bucal. Considerar la necesidad de soporte para labio. Evaluar la arquitectura periodontal de los tejidos duros y blandos (el biotipo delgado tiende a la recesión). Verificar la estabilidad periodontal y el pronóstico clínico de los dientes restantes. Revisar el estado de la restauración de los dientes adyacentes y la necesidad de restauraciones con plena cobertura. Garantizar un control suficiente de las fuerzas laterales sobre la prótesis. Verificar los signos de desgaste parafuncional, facetas u otros problemas. Determinar el diseño óptimo de la prótesis (diseño del marco, retenido con tornillos o cementado). Garantizar un acceso suficiente para la higiene oral y la instrumentación quirúrgica. De Stanford, 20051 Página 4 enfermedad periodontal, tabaquismo, diabetes mellitus y enfermedad ósea metabólica), discutir las opciones terapéuticas disponibles en términos de factibilidad, función, estética y costo, y obtener su consentimiento informado. El odontólogo general realiza igualmente la valoración diagnóstica y elabora un plan general de tratamiento. La valoración diagnóstica incluye la cuidadosa evaluación de los tejidos duros y blandos de los sitios de implante en las tres dimensiones e implica la preparación de un modelo de diagnóstico. Las estructuras óseas se evalúan mediante palpación y sondeo bajo anestesia, conjuntamente con un examen radiográfico. La evaluación diagnóstica puede ayudar a establecer la extensión precisa de los injertos de tejidos duros y blandos (en caso necesario) y puede utilizarse para crear una guía quirúrgica (basada en una matriz formada con aspiradora o resina acrílica) que puede ser de gran ayuda para que el cirujano ubique correctamente el implante. En la siguiente tabla se incluyen los factores que cabe considerar en la planeación del tratamiento.1 El diente único y el arco parcialmente edéntulo El número necesario de implantes depende del número de dientes adyacentes faltantes; en general, se recomienda reemplazar tres dientes con una dentadura parcial fija sobre dos 1 implantes. La conexión de los implantes con los dientes naturales puede originar movimientos erráticos en la dentadura natural; por tanto, se precisan implantes adicionales o cierta forma de aumento para diseñar prótesis apoyadas únicamente en los implantes. Las coronas o prótesis retenidas con tornillos se recomiendan cuando es alto el riesgo de recesión gingival, cuando el espacio vertical entre el hueso alveolar y el plano oclusal es limitado y cuando la remoción del cemento es difícil. Las prótesis retenidas con cemento son preferibles cuando las coronas son estrechas o cuando el material restaurativo que sella el acceso del tornillo puede afectar adversamente la estética o la estabilidad de la superficie oclusal.1 El Arco Edéntulo Las sobre dentaduras removibles, retenidas por dos implantes y soportadas por tejido mucoso, se consideran el estándar de la atención de la mandíbula edéntula dado que mejoran la masa ósea fisiológica y la calidad de vida.1,3 Los pacientes que no logran tolerar la presión sobre los tejidos mucosos precisan sobre dentaduras soportadas exclusivamente por los implantes, lo que puede lograrse colocando cuatro implantes conectados por una barra rígida. En el maxilar, la restauración completa de porcelana fundida con el metal es posible siempre que la resorción ósea sea mínima. No obstante, este tratamiento es complejo y costoso e implica mayor riesgo de problemas estéticos, fonéticos y de higiene oral. Las sobre dentaduras sobre 4 a 6 implantes y las restauraciones cerámico-metálicas de arco completo fijas son alternativas. Las últimas exigen 6 a 8 implantes, estando cada par provisto de una dentadura parcial fija de tres unidades. Desarrollos Recientes Convencionalmente, la prótesis se carga sobre el implante después de que se ha permitido la cicatrización del sitio durante 3 a 6 meses. Un novedoso enfoque permite cargar una corona de implante único o prótesis fijas poco después de la colocación del implante (carga inmediata). Una reciente revisión de la evidencia clínica indica que con la carga inmediata se logran tasas elevadas de sobrevida del 4 implante y resultados exitosos. Para elevar la tasa de éxito la carga inmediata debe reservarse para sitios sin antecedentes de enfermedad periodontal5 y la prótesis debe fijarse rígidamente en el implante.1 La colocación de implantes dentales exige la estrecha colaboración del odontólogo general y otros miembros del equipo de implantes, el cual incluye al cirujano oral y maxilofacial, al periodoncista o endodoncista, a los radiólogos y a los asistentes odontológicos y quirúrgicos. sistémicas afectan el éxito de la terapia de implante dental. No obstante, una reciente revisión no halló estudios controlados respecto a las condiciones potencialmente asociadas con el fracaso del implante, con excepción de la diabetes mellitus y la osteoporosis.9 Con cada una de estas condiciones, se halló que la evidencia clínica era en general heterogénea y equívoca; pese a ello, el mayor estudio que evaluó el impacto de la diabetes mellitus9 informó un riesgo superior de fracaso del implante. Referencias 1. Stanford CM. Application of oral implants to the general dental practice. JADA 2005;136(8):10921100. 2. Allen PF, Thomason JM, Jepson NJ, Nohl F, Smith DG, Impacto de la Comorbilidad en el Éxito de la Terapia de Implante Dental La evidencia con respecto al impacto de la periodontitis en el éxito de los implantes dentales es limitada y equívoca. Por el análisis de dos pruebas clínicas a largo plazo, una revisión sistemática concluyó que la incidencia de fracasos del implante no difiere significativamente entre los pacientes que pierden sus dientes debido a periodontitis y aquellos que los pierden por otras causas;6 sin embargo, otra revisión sistemática que incluyó dos estudios más, concluyó que los pacientes con antecedentes de periodontitis pueden exhibir mayor incidencia de pérdida del hueso de soporte y de los implantes.7 Claramente antes de que sea posible obtener conclusiones definitivas acerca del impacto de la periodontitis se precisan mayores investigaciones que consideren otros factores como el tabaquismo.8 Además de esta condición, se ha sugerido que varias enfermedades Página 5 Ellis J. A randomized controlled trial of implantretained mandibular overdentures. J Dent Res 2006;85(6):547-551. 3. Shor A, Goto Y, Shor K. Mandibular two-implantretained overdenture: Prosthetic design and fabrication protocol. Compend Contin Educ Dent 2007;28(2):80-88. 4. Nkenke E, Fenner M. Indications for immediate loading of implants and implant success. Clin Oral Implants Res 2006;17(Suppl 2):19-34. 5. Attard NJ, Zarb GA. Immediate and early implant loading protocols: A literature review of clinical studies. J Prosthet Dent 2005;94(3):242-258. 6. Schou S, Holmstrup P, Worthington HV, Esposito M. Outcome of implant therapy in patients with previous tooth loss due to periodontitis. Clin Oral Implants Res 2006;17(Suppl 2):104-123. 7. Van der Weijden GA, van Bemmel KM, Renvert S. Implant therapy in partially edentulous, periodontally compromised patients: A review. J Clin Periodontol 2005;32(5):506-511. 8. Schuler R. A diagnosis of periodontitis was associated with an increased failure rate of dental implants followed for approximately 2.5 years. J Evid Based Dent Pract 2005;5(2):80-81. 9. Mombelli A, Cionca N. Systemic diseases affecting osseointegration therapy. Clin Oral Implants Res 2006;17(Suppl 2):97-103. P Á G I N A HIGIENE Avances Respecto a las Causas de Raíz L as recientes tendencias en la investigación sobre la salud pública han redundado en recomendaciones para reorientar nuestro enfoque con objeto de mejorar la salud oral. Se ha sugerido cambiar el énfasis en el comportamiento preventivo individual predominantemente utilizado para manejar los determinantes sociales subyacentes a la salud oral. Además, la implementación de políticas que manejan estos aspectos sociales podría ser clave en nuestros esfuerzos para mejorar la salud de la población. Impacto de los Determinantes Sociales El medio psicológico y económico en el que se desenvuelven las personas produce un impacto significativo en su salud general y oral, y origina un gradiente de desigualdad social en términos de salud. Varios estudios han demostrado el impacto de las circunstancias de la infancia en el posterior desenlace de la salud oral.1 Por ejemplo, la condición socioeconómica paterna baja se ha asociado con mayor caries y enfermedad periodontal en la edad adulta. El enfoque preventivo individual, orientado a los sujetos de alto riesgo, no logró reducir las desigualdades de la salud oral pues no tuvo en cuenta la influencia producida en la salud oral por los determinantes económicos, psicosociales y ambientales. Sin embargo, el enfoque de los determinantes sociales destaca la identificación de las causas subyacente del problema. Este abordaje fue exitosamente utilizado en el año 2005 por la comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los determinantes sociales de la enfermedad para hacer recomendaciones sobre las formas de mejorar la salud orientándose en tales determinantes.1 Principios que Orientan las Políticas Sociales Según las recomendaciones de la OMS respecto a las políticas de salud pública, las estrategias de salud oral deben seguir unos principios orientadores particulares (ver la tabla).1 En general, para reducir el riesgo de enfermedad oral en la totalidad de la población es preciso implementar medidas sociales, económicas y de salud pública más que enfocarse en los individuos de alto riesgo. Para este propósito, los principales campos de las políticas Principios que orientan el desarrollo de las estrategias de salud oral Empoderamiento Control individual de los factores personales, socioeconómicos y ambientales que afectan la salud oral de un individuo. Participación Participación activa de los accionistas en la planeación, la implementación y la evaluación de las intervenciones. Integralidad Amplio abordaje enfocado en los riesgos y condiciones comunes que determinan la salud oral y general. Intersectorialidad Esfuerzo cooperativo entre las agencias y sectores relevantes para ubicar al mejoramiento de la salud oral en una más amplia agenda de salud pública. Equidad Acción enfocada en manejar las desigualdades de la salud oral. Base de evidencia Fundamento de las futuras intervenciones en la eficacia y buena práctica establecidas. Sostenibilidad Mejorías a largo plazo que podrían ser preservadas por los individuos y las comunidades. Múltiples estrategias Acciones complementarias de políticas públicas, desarrollo comunitario y cambio ambiental. Evaluación Uso de recursos suficientes y métodos adecuados para evaluar y supervisar las intervenciones de la salud oral. Tomado de Watt, 20071. Página 6 que cabe abordar incluyen seguridad económica y social, condiciones de la infancia y la adolescencia, vida laboral más sana, participación en sociedad y cambio ambiental.1 Para tener éxito en la reducción de las desigualdades en términos de salud oral, sería posible implementar medidas que facilitaran la ejecución de las opciones más saludables. Por ejemplo, en algunos sitios se ha propuesto restringir la venta de gaseosas y ofrecer en los colegios subsidios para las meriendas sanas de modo que estén al alcance de los estudiantes de bajos recursos. A nivel nacional, se propician los esfuerzos para ampliar la disponibilidad de medicamentos pediátricos sin azúcar y se apoya el control del contenido y la hora de difusión de la publicidad televisiva que promueve los alimentos y las bebidas para niños. Pueden precisarse igualmente cambios en las políticas de educación pública; exigir un examen odontológico obligatorio antes del ingreso escolar tal como ocurre con el prerrequisito médico, permitiría orientar a todos los escolares hacia una mejor salud oral. La Necesidad de un Esfuerzo Conjunto La reorientación de las políticas de salud oral hacia los determinantes sociales únicamente podrá alcanzar el éxito para eliminar las desigualdades de la salud oral si implica un esfuerzo de cooperación de los equipos complementarios. En este contexto, deben establecerse asociaciones entre los profesionales de la odontología, los investigadores sociales y conductuales y quienes establecen las políticas. Las agencias nacionales e internacionales desempeñarían un importante papel en la coordinación de los esfuerzos de investigación realizados para comprender mejor los determinantes sociales de la salud oral en el mundo. Referencias 1. Watt RG. From victim blaming to upstream action: Tackling the social determinants of oral health inequalities. Community Dent Oral Epidemiol 2007;35(1):1-11. PRÁCTICA CLINICA Mejorando la eficacia de la atención de la salud oral geriátrica L os programas preventivos individuales eficaces dependen primordialmente de la educación de los pacientes para propiciar una adecuada higiene oral y las revisiones odontológicas regulares. No obstante, pese a los esfuerzos que con el paso de los años han mejorado el uso de los servicios de salud dental, persiste aún la brecha entre los servicios ofrecidos y los utilizados particularmente por los ancianos. Una encuesta a gran escala realizada en 1998 en el Reino Unido halló que solo 60% de los adultos dentados mayores de 75 años manifestaron someterse a revisiones odontológicas dejando al 40% restante en riesgo de experimentar problemas de salud oral que sin tratamiento podrían empeorar y potencialmente afectar su salud general.1 Las barreras que impiden a los ancianos buscar tratamiento odontológico incluyen costos, temor, fragilidad y la falta de percepción de la necesidad de atención de la salud oral.2 ¿Es Suficiente la Educación? Para evaluar el impacto de la educación del paciente sobre la salud oral de los ancianos, un estudio examinó la eficacia de un programa educativo para mejorar la salud oral y el estado nutricional de los residentes en instituciones que ofrecen cuidado a largo plazo. Se sabe que los ancianos residentes en este tipo de instituciones tienden a experimentar gingivitis crónica, caries, dolor, pérdida de dientes y dificultades para la masticación.3 Participaron 14 instituciones en Vancouver (Canadá), cada una de las cuales fue asignada en forma aleatoria a las condiciones activas o al control. Los auxiliares de ambas instituciones recibieron capacitación inicial respecto a la atención de la salud oral por medio de un seminario, después del cual únicamente el grupo activo tuvo acceso permanente a un educador de enfermería durante los 3 meses del estudio. Los auxiliares, a su vez, transmitieron el conocimiento a los residentes de sus instituciones. Inicialmente y al cabo de 3 meses se evaluaron la salud gingival, el potencial masticatorio, el índice de masa corporal (IMC), una puntuación indicativa de malnutrición y los propios informes de dificultades para la masticación. No se hallaron entre los dos grupos cambios clínicos significativos que pudieran atribuirse a los programas educativos; por tanto, los programas educativos por si solos no fueron suficientes para mejorar la salud dental de los residentes en este tipo de instituciones. ¿Cuáles son las Opciones Disponibles? Un estudio realizado en Glasgow (Escocia), halló que cuando los pacientes ancianos eran remitidos por un familiar profesional de la salud que sugería visitas regulares al odontólogo, la asistencia al consultorio mejoraba significativamente.4 En consonancia con esto, Lowe y colaboradores2 realizaron un estudio en el Reino Unido para introducir un elemento de salud oral en las revisiones los MEDICAL preventivas (controles médicos) de los ancianos; el propósito era establecer el valor de la inclusión de un proceso de remisión para salud oral en la práctica médica general. El estudio constó de tres fases: (1) revisión preventiva de la salud, (2) consulta de salud oral y (3) evaluación. Durante la revisión médica, los participantes respondieron preguntas sobre la salud oral y fueron distribuidos en dos grupos; a uno se le hizo el ofrecimiento de una consulta de salud oral y a otro no. El estudio halló que los participantes que tenían problemas orales, los edéntulos y aquellos con dentaduras o que no habían visitado al odontólogo durante muchos años exhibieron mayor probabilidad de aceptar el ofrecimiento de una visita de salud oral.2 En la evaluación realizada al cabo de 6 meses, más de la mitad de quienes habían aceptado el ofrecimiento de la visita de salud oral habían asistido a la cita (54%), lo que representa un incremento significativo respecto a la asistencia a las visitas odontológicas informada a nivel basal (37%). Además, el personal médico encargado de la lista de verificación odontológica señaló que se mostraron muy complacidos con su inclusión en la revisión de la salud y la consideraron útil. Se concluyó que la adición de una revisión dental en la DENTAL Evaluación oral Pediatras Enfermeras Pediátricas Enfermeras Expertas Personal de Residencias Aplicación de flúor a niños <3 años Educación de los padres Colaborar con los ancianos frágiles en el uso del enjuague bucal con clorhexidina Reducir los carbohidratos refinados en los menús Verificar los medicamentos y los signos vitales de los pacientes Controlar la presión sanguínea de los pacientes hipertensos Obtener historias clínicas completas Adaptado de Pearson y Douglass, 20035. Página 7 Odontólogos Proveedores de atención Odontológica práctica médica general en los pacientes ancianos, sumada a la consecución de una cita odontológica, constituye una prometedora forma de garantizar la cobertura de las necesidades dentales de los ancianos. La integración de los servicios médicos y odontológicos es importante, particularmente para los ancianos y exige la colaboración de especialistas en medicina y odontología. Promoción Eficaz de la Salud Oral Por la estrategia utilizada en el estudio de Lowe y colaboradores previamente descrito y en concordancia con el informe general de los cirujanos de Estados Unidos emitido en el año 2002, se ha planteado realizar esfuerzos continuos para asociar la atención de la salud odontológica y general. La figura ilustra el esquema planteado por Pearson y Douglass,5 que exige a los proveedores médicos ampliar su práctica clínica para identificar y manejar ciertas necesidades odontológicas de sus pacientes e inversamente, para que los proveedores odontológicos manejen algunas de las condiciones médicas de sus clientes. Respecto a los pacientes ancianos, esta integración de los servicios médicos y odontológicos es particularmente importante y exigirá la colaboración de odontólogos y médicos especialistas en geriatría, médicos generales y especialistas en salud pública y preventiva.5 Referencias 1. Office for national statistics. Adult dental health survey: Oral health in the United Kingdom 1998. UK: Office for National Statistics; 1998. 2. Lowe C, Blinkhorn AS, Worthington HV, Craven R. Testing the effect of including oral health in general health checks for elderly patients in medical practice A randomized controlled trial. Community Dent Oral Epidemiol 2007;35(1):12-17. 3. MacEntee MI, Wyatt CC, Beattie BL, Paterson B, LevyMilne R, McCandless L, et al. Provision of mouth-care in long-term care facilities: An educational trial. Community Dent Oral Epidemiol 2007;35(1):25-34. 4. Haughney MG, Devennie JC, Macpherson LM, Mason DK. Integration of primary care dental and medical services: A three-year study. Br Dent J 1998;184(7):343-347. 5. Pearson J, Douglass C. Open wide: Integrating oral health and primary care. Phoenix, Arizona: St. Luke's Health Initiatives; 2003 Jun. VENTA PROFESIONAL Para sus pacientes adquiera productos de Cuidado Oral Colgate a los mejores precios! Llame a nuestra: Línea Gratuita 018000 118811 En Cali: (2) 485 3050 Página 8 T E N D E N C I A S E N L A A T E N C I Ó N D E L A S A LU D La evidencia reciente relaciona a la enfermedad periodontal con la función vascular sistémica Chester W. Douglass, DMD D Jefe de Redacción Chester Douglass, DMD, PhD, EE.UU. Profesor de Políticas de Salud Oral y Epidemiología, Facultad de Odontología y Facultad de Salud Pública, Universidad de Harvard. © 2005 Colgate-Palmolive Company Todos los derechos reservados. Impreso en papel reciclado. El Oral Care Report (ISSN 1520-0167) recibe el apoyo de Colgate-Palmolive Company para los profesionales de la salud oral. El Programa Profesional de Educación Continua es patrocinado por la Facultad de Odontología de Harvard y subvencionado con un subsidio de Colgate-Palmolive Company. La Universidad de Harvard no avala los productos de ninguna empresa. Redacción médica a cargo de BioMedCom Consultants, inc., Montréal, QC (Canadá). Publicado por Professional Audience Communications, Inc., Yardley, PA (EE.UU.) Comentarios sobre domicilio, consultas y cambios a: The Oral Care Report Dr. Chester W. Douglass Department of Oral Health Policy Harvard School of Dental Medicine 188 Longwood Ave. Boston, MA 02115 USA Fax # (617) 432-0047 e-mail: colgateoralcarereport@hms.harvard.edu. PUBLICACIÓN MIEMBRO DE AMERICAN ASSOCIATION OF DENTAL EDITORS urante los diez últimos años nos hemos referido en numerosos ejemplares del Reporte del Cuidado Oral al creciente número de investigaciones médicas y odontológicas enfocadas en la relación entre la enfermedad oral y sistémica. La caries dental, la pérdida de dientes y la enfermedad periodontal son objeto de intenso estudio a raíz de sus asociaciones con varias condiciones sistémicas, principalmente la diabetes, el nacimiento pretérmino y las enfermedades cardiovasculares como la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular (ACV) y la enfermedad arterial periférica. La mayoría de estos estudios han evaluado la asociación entre la enfermedad periodontal (exposición) y una enfermedad cardiovascular en particular (desenlace). Aunque han sido instrumentos en la identificación de las relaciones y han enfocado nuestra atención en este importante aspecto, la mayoría de los diseños de investigación han sido de correlación y, como tal, no ofrecen explicación sobre la vía causal entre la enfermedad periodontal y la cardiovascular. La teoría preponderante es que la inflamación es el proceso intermediario; es decir, la enfermedad periodontal puede iniciar un proceso inflamatorio que es cuando menos parcialmente responsable del desarrollo de diversas condiciones cardiovasculares. Se ha considerado que la enfermedad periodontal deteriora la función vascular; no obstante, hasta hace poco se había contaba con escasa evidencia convincente que documentara tal relación. En un destacado estudio publicado en un reciente ejemplar de New England Journal of Medicine, Tonetti y colaboradores1 informan los hallazgos de una prueba clínica controlada que evaluó el efecto producido por el tratamiento periodontal sobre la función endotelial, valorada por el diámetro de la arteria braquial durante la circulación sanguínea conjuntamente con varios marcadores inflamatorios. Tras la distribución aleatoria de los Página 9 pacientes con periodontitis severa, quienes recibieron la atención periodontal comunitaria fueron comparados con aquellos sometidos a “tratamiento periodontal intensivo”. Este estudio ofrece importante evidencia no solamente en el sentido de que la enfermedad periodontal puede asociarse con condiciones cardiovasculares sino, más importante aún, que el tratamiento eficaz de la enfermedad periodontal puede mejorar un importante factor en la cascada de la enfermedad cardiovascular. La respuesta inmediata (un día) fue negativa, es decir, la dilatación mediada por el flujo fue inferior en el grupo sometido a tratamiento intensivo que en el grupo de tratamiento controlado. Sin embargo, al cabo de dos meses la dilatación mediada por el flujo fue mayor y los niveles plasmáticos de la selectina E soluble (un marcador inflamatorio) fueron inferiores en el grupo sometido a tratamiento activo que en el grupo de control. En consecuencia, la salud sistémica de los pacientes mejoró. Este estudio ofrece importante evidencia no solo en el sentido de que la enfermedad periodontal puede asociarse con condiciones cardiovasculares sino (más importante aún), que el tratamiento eficaz de la enfermedad periodontal puede mejorar un importante factor en la cascada de la enfermedad cardiovascular, como es la función endotelial de las arterias. En los próximos ejemplares del Reporte del Cuidado Oral presentaremos una completa descripción de este estudio y de los aspectos relacionados. Revise las alertas enviadas por correo electrónico. Referencia 1. Tonetti MS, D'Aiuto F, Nibali L, Donald A, Storry C, Parkar M, Suvan J, Hingorani AD, Vallance P, Deanfield J. Treatment of periodontitis and endothelial function. N Engl J Med 2007;356(9):911-920. Definición de Términos Factor Etiológico y Predisponentes de la Hipersensibilidad Dentinaria Dr. Jaime Enrique Donado Manotas Odontólogo Especialista en Endodoncia Pontificia Universidad Javeriana Director Posgrado Endodoncia CIEO-Universidad Militar Nueva Granada Presidente Federación Odontológica Colombiana Miembro Consejo Asesor Asociación IberoLatinoamericana de Endodoncia. L a hipersensibilidad dentinaria, se puede definir como una condición de dolor dental transitorio, asociado con una variedad de estímulos exógenos, (Jacobsen, 2001) y que representa una entidad clínica específica que se distingue claramente de otras condiciones de sensibilidad dentinal. Dicho dolor, inducido desde una dentina hipersensible puede llegar a ser extremadamente intenso, y afectar la vida diaria de las personas que lo padecen. (Närhi, 1994) parte estos hallazgos corresponden a la asociación entre la edad y las recesiones gingivales (Woofter, 1969). Un punto importante es que decrece su incidencia después de la cuarta o quinta década de vida. Esto puede ser explicado por los cambios de la dentina con la edad, que reducen su permeabilidad. Fukumoto, 1987, reportó que los puntos de hipersensibilidad más frecuentes se encuentran a nivel de la unión amelo-dentinal, y Oyama, 1991, observó que estos puntos fueron más numerosos en las porciones marginales de los defectos dentinales, especialmente en las regiones distales. Se ha demostrado que la dentina hipersensible está directamente relacionada con túbulos dentinales expuestos y abiertos al medio oral (Brännström, 1963, 1965, 1992) (Ishikawa, 1969). Absy, Addy y Adams en 1987 y 1989, encontraron que no sólo había presencia de túbulos patentes en las zonas hipersensibles comparados con zonas no-sensibles, sino que también estos túbulos eran el doble de anchos. Así que podemos resumir que la causa clínica de la hipersensibilidad dentinaria, son los túbulos dentinales expuestos. Al realizar una búsqueda en Medline se encuentran 1548 entradas con el término "dentin hypersensitivity", dándonos una idea de la cantidad de material que se ha escrito e investigado sobre el tema. Sin embargo, los estudios epidemiológicos solo consiguen darnos algunas luces con respecto a los factores asociados con esta condición, pero son muy limitados para proporcionarnos información confiable de los factores que pueden iniciar la sensibilidad. Dentro de estos factores asociados, se pueden mencionar, la erosión (Hand, 1986), la abrasión, (Orchadson, 1987), la atrición (Mannerberg, 1961), la abfracción, el bruxismo, el blanqueamiento dental, la edad, condiciones genéticas, recesión gingival (Glickman, 1979) la enfermedad periodontal (Parfitt, 1964), hábitos alimenticios, las técnicas de cepillado dental (Harrington, 1964), la presencia de placa bacteriana (Alexander, 1971), la malposición dentaria(Parfitt y Mjor, 1964), nuevas restauraciones, y el tratamiento ortodóntico. La prevalencia de la hipersensibilidad dentinaria, varia en los diferentes estudios en un rango del 8 al 49,5% (Abel, 1958; Jensen 1964; Graf and Galasse, 1977; Flynn 1985; Gangarosa 1989; Chen 1994), aún cuando el rango que prevalece es del 14-18%. En cuanto a la edad, la pueden padecer desde adolescentes hasta mayores de 70 años. El rango de edad donde se presenta el mayor número de casos se encuentra entre los 20 y los 40 años. En Terapéutica: Objetivos, Agentes Terapéuticos y Efectividad Clínica. Dr. Efraín López Camargo. Odontólogo U. Javeriana. Especialista en Rehabilitación Oral U. Javeriana. Director Posgrado De Prostodoncia U. El Bosque. Aspectos Terapeúticos Actuales de la Hipersensibilidad Dentinaria La acción terapéutica en los pacientes con hipersensibilidad dentinaria está asociada con la fisiología del dolor dental, la cual está íntimamente ligada a los aspectos hidrodinámicos del complejo dentinopulpar. La base terapéutica para la hipersensibilidad dentinaria consiste básicamente en bloquear los túbulos dentinarios expuestos, mediante métodos químicos o físicos, lo cual previene el aumento en la presión del fluido en el interior del túbulo; permitiendo de esta manera que se equilibre hidrodinámicamente el complejo dentinopulpar. Con base al planteamiento antes descrito, los objetivos terapéuticos son: 1. Saturar el medio extracelular de la fibra nerviosa a través de sustancias a base de nitrato de potasio u oxalatos de potasio o citratos de potasio. 2. Sellar los túbulos dentinales a través de precipitados iónicos como fluoruros (sódico, estañoso o monofluorofosfato), oxalatos (potásico, férrico, de aluminio o de calcio) y citratos (de potasio o de calcio). 3. Sellar los túbulos dentinales con barnices o adhesivos. 4. Bloquear o fijar proteínas tipo neuropéptidos que actúan sobre la respuesta nerviosa. 5. Desarrollar barreras físicas, químicas o biológicas para evitar el paso de irritantes al complejo dentinopulpar. Todos estos factores buscan el equilibrio hidrodinámico del complejo dentinopulpar, generando un estado de equilibrio de permeabilidad dentinal, con una presión pulpo-dentinaria estable. Estos métodos están enfocados a reducir la hipersensibilidad dentinaria y mejorar la calidad de vida del paciente. Agentes Terapéuticos. Una Nueva Perspectiva Clínica Con base en los enunciados anteriores, tenemos varias posibilidades terapéuticas con objetivos bien definidos: 1. SATURADORES 2. PRECIPITADORES 3. SATURADORES Y PRECIPITADORES COMBINADOS 4. BLOQUEADORES 5. SELLADORES 6. PROTECTORES DENTINOPULPARES 1. Los saturadores, son sustancias a base de nitrato de potasio, oxalatos de potasio o citratos de potasio, cuyo objetivo es el de saturar el espacio subodontoblástico de potasio y así evitar la despolarización de la membrana, ya que el potasio se va a encontrar en mayor concentración en el medio extracelular de la fibra nerviosa. La problemática se basa en poder llevar la sustancia al interior del túbulo y pasar la barrera odontoblástica para poder depositar el potasio en el espacio subodontoblástico en donde encontramos las terminaciones nerviosas libres responsables de la respuesta pulpar aguda; y de esta manera saturar el medio y evitar la despolarización de la fibra nerviosa e impedir la respuesta dolorosa. Comercialmente los saturadores se encuentran en forma de enjuagues, cremas dentales y geles. Estos productos se aplican tres veces diarias por un período de tiempo de 8 a 15 días con el fin de lograr un alivio significativo de la hipersensibilidad. Este tipo de terapias son tiempo dependientes y pueden presentar períodos de agudización al retirar la terapia. De las tres formas comerciales de los saturadores los más efectivos son los geles por tener más tiempo en contacto con la zona afectada. Entre nitratos, oxalatos y citratos de potasio, estos últimos han mostrado una mayor efectividad teraupéutica ya que además de saturar el medio extracelular precipitan sales y estabilizan la presión de los fluidos dentinales. 2. Los precipitadores, tienen como sustancia activa fluoruros (de sodio, monofluorofosfato o de estaño). Estos fluoruros con pH neutro y con una concentración apropiada y un tiempo de contacto lo más prolongado posible, favorecen el precipitado iónico con el calcio dental y crean sales de fluoruro de calcio, con el objeto de taponar los túbulos dentinales y así lograr un equilibrio de permeabilidad y eliminar la hipersensibilidad. Es importante que los fluoruros que se utilicen sean neutros y no ácidos, porque éstos aumentan la sensibilidad dentinal, ya que ocasionan una caída del pH creando un cambio de osmolaridad dentinal y aumentando la presión de fluidos, dando como resultado un respuesta dolorosa. Los productos comerciales a base de fluoruros se encuentran en forma de crema dental, enjuagues, geles y barnices. De igual manera, la terapia se realiza con tres aplicaciones diarias, por un período de 8 a 15 días y de esta manera lograr un gran alivio en el paciente. No es recomendable el uso de los geles por un tiempo mayor de 15 días, porque los fluoruros de alta concentración como son los geles, empiezan a precipitarse en forma amorfa y generan cambios de color dental creando unos colores grisáceos sobre los dientes. Los barnices de fluoruros son de alta concentración y liberación sostenida por un período de 3 a 6 meses; lo que genera una gran disponibilidad iónica con una precipitación sostenida ante los cambios del pH salival del Ciclo Circadiano. La aplicación de estos barnices fluorurados es en una sola cita cada tres a seis meses. 3. Actualmente, los productos como cremas dentales, enjuagues y geles desensibilizantes vienen combinando saturadores y precipitadores para aumentar la efectividad terapéutica, la cual es del 60%, por lo tanto actúan como agentes terapéuticos de apoyo y deben ser complementados con sustancias selladoras, las cuales tienen una hidrólisis o degradación tardía entre los 12 y 18 meses de aplicadas. 4. Los agentes bloqueadores actúan inhibiendo los neuropéptidos pulpares tipo sustancia P, y de esta manera reducen el ciclo vicioso pulpar y la respuesta inflamatoria. Sellan la dentina expuesta con el subsecuente equilibrio hidrodinámico dentinopulpar. Inicialmente, los agentes bloqueadores fueron a base de eugenol y corticoides pero fueron cayendo en desuso por la alteración degenerativa de la pulpa. Fueron reemplazados por barnices compuestos por HEMA y GLUTALDEHIDOS. La efectividad terapéutica sobre raíces expuestas de 6 meses a un año, con lo cual hay que resellar de nuevo, al transcurrir este tiempo. 5. Los selladores, son sustancias tipo barniz que tienen por objetivo el sellamiento de los túbulos dentinarios para equilibrar la permeabilidad dentinal. Estos agentes inicialmente eran a base de Copal, el cual entra en desuso por su rápida degradación en el medio oral. Actualmente los selladores son sustancias a base de BIS-GMA y UDMA, con una molécula hidrofílica tipo imprimidor dentinal. Estos agentes trabajan como adhesivos sobre dentina húmeda, lo que favorece un adecuado sellado del tejido dentinal. Los adhesivos dentinales trabajan estratégicamente por acondicionamiento dentinal previo a su colocación o por mecanismos de autograbado o autoadhesión sobre la dentina (Adhesivos dentinales de uso restaurativo). 6. Los protectores dentinopulpares son la otra posibilidad terapéutica de prevención o terapia en los casos de hipersensibilidad posoperatoria o secundaria. Entre estos están los barnices tipo copal, para el caso de la amalgama; los liner o forros cavitarios en los casos de cavidades profundas no socavadas, donde el material de elección actual son los ionómeros de vidrio modificados con resina tipo forro y por último los sustitutos dentinarios tipo base intermedia o complementadores mecánicos en cavidades profundas y socavadas. En los casos de hipersensibilidad secundaria con resinas compuestas, la mejor opción terapéutica es el retiro de la obturación y colocar un ionómero de vidrio como obturador temporal, mientras se recupera el tejido de la injuria ocasionada y cede la hiperalgesia dental. Conclusiones: 1. El origen de la hipersensibilidad dentinaria primaria es externo debido al denudamiento radicular y exposición al medio oral y el de la secundaria es interno debido a procedimientos restaurativos; por lo tanto se necesita realizar y analizar el diagnóstico diferencial y las opciones terapéuticas. 2. Las opciones terapéuticas para la hipersensibilidad primaria van encaminadas a sustancias de uso externo sobre la superficie radicular. La mayor importancia radica en el mayor contacto posible del agente terapéutico con la superficie dental radicular y así lograr el objetivo clínico que es el alivio de la respuesta dolorosa ante un estímulo externo no nocivo. Estos agentes terapéuticos son: cremas dentales, enjuagues y geles que contienen sustancias saturadoras a base de nitrato de potasio , oxalato de potasio o citrato de potasio y precipitadoras a base de fluoruros de sodio, de estaño o monofluorofosfato. Estas sustancias están buscando el equilibrio hidrodinámico del complejo dentinopulpar. Después de lograr este equilibrio, se requiere un sellado de la zona con agentes adhesivos dentinales, el cual tiene un efectividad clínica selladora de un año a año y medio. 3. La hipersensibilidad secundaria es más compleja y es necesario encontrar la causa para poder actuar en forma rápida y eficaz, evitando el progreso de la injuria ocasionada por los procedimientos restauradores hacia una patología pulpar irreversible. Bibliografia: BRANNSTROM M. Dentin and pulp in restorative dentistry. Sweden Dental terapeutics AB 22-37, 1981. COHEN, BURNS. Los caminos de la pulpa. Ed. Panamericana 5ª. Ed. 1993 CURRO, F. Tooth Hypersensitivity. 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Tratamiento y Alivio Integral para la Hipersensibilidad Plax sin Alcohol y sin colorantes. Tratamiento en gel de aplicación tópica para el alivio de la hipersensibilidad. Hilo Dental con Cera, se desliza fácilmente. Crema Dental de uso diario que proporciona máximo alivio contra la sensibilidad. Cepillo Dental con cerdas extrasuaves para pacientes con dientes sensibles y encías delicadas.