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Revista Peruana de Pediatría Órgano Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría La Revista Peruana de Pediatría, órgano oficial de difusión científica de la Sociedad Peruana de Pediatría, tiene como objetivo la publicación de la producción científica en el contexto pediátrico en todas las áreas, especialmente en trabajos de investigación, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de atención del paciente pediátrico en el país. Además propicia el intercambio de información con entidades similares en el país y en el extranjero, a fin de promover el avance y la aplicación de la investigación en salud. Los artículos son arbitrados por pares. La Revista Peruana de Pediatría es publicada cuatrimestralmente, un volumen por año, de distribución gratuita, tiene un tiraje de 2000 revistas. Está prohibida la reproducción total o parcial de los artículos publicados, solo se hará mediante autorización del Consejo Editorial. El contenido de cada artículo es de responsabilidad exclusiva del autor o autores y no compromete la opinión de la revista. Rev. peru. pediatr. 60 (2) 2007 ISSN 1993-6826 FUNDADOR Dr. Carlos Krumdieck Evin DIRECTOR HONORARIO Dr. Manuel Ytahashi Córdova DIRECTORA Dra. Ángela Castillo Vilela Médico pediatra MG en Medicina Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen COMITÉ EDITORIAL Dra. Jeannette Doig Turkowsky Médico Pediatra Neonatóloga MG en Gerencia en Servicios de Salud Universidad Nacional Federico Villarreal Dra. Rosario Llanos Credy Médico Pediatra Neonatóloga Doctora en Medicina Universidad Nacional Federico Villarreal COMITÉ CONSULTIVO Dr. Julio Muñoz Puglisevich Dr. Melitón Arce Rodríguez Dr. Alejandro Castro Franco Dr. Carlos Manuel Díaz Rodríguez Dra. Rosa Elvira Jiménez La Rosa Dra. Rebeca Kuniyoshi Kiyan Dr. Washington Casillas Pacora Dr. Eduardo Balbín Luna Victoria Dr. Roberto Rivero Quiroz Dra. Nelly Valenzuela Espejo Dr. José Tantaleán Da Fieno Dra. Lidia Hernández Barba Dra. Elsa Chea Woo Dirección Los Geranios 151, Lince. Lima 14, Perú. Teléfono +51-1-4411570 Telefax +51-1-4226397 e-mail pediatria@millicom.com.pe Sitio Web http://www.pediatriaperuana.org Edición e impresión Fimart S.A.C Editores e impresores Corrección de estilo Agustín Chinga Falcón agustin@csa.edu.pe Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-01985 Revista Indizada INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind81 81 LIPECS-LILACS 11/10/07 10:40:28 SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA CARGOS DIRECTIVOS JUNTA DIRECTIVA Presidenta Vice-Presidente Secretaria General Secretaria de Actas Tesorero Secretario de Acción Científica Secretaria de Publicaciones y Biblioteca Vocal Delegada de Filiales Past-Presidente Comité de Acción Científica Comité de Ética y Calificación Profesional Dra. Zoila Zegarra Montes Dr. Raúl Urquizo Aréstegui Dra. Carmen Maldonado Faveron Dra. Mónica Castañeda Lusich Dr. Óscar Aller Fernandini Dr. Herminio Hernández Díaz Dra. Ángela Castillo Vilela Dr. José Tantaleán Da Fieno Dra. Emma Obeso Ledesma Dr. Roberto Ruiz Merino Dr. Elsa Chea Woo Dr. Ildauro Aguirre Sosa Dra. Wilda Silva Rojas Dr. Abel Salinas Rivas COORDINADORES DE CAPÍTULOS Capítulo de Adolescencia Capítulo de Alergia e Inmunología Capítulo de Cardiología Capítulo de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Capítulo de Neumología Capítulo de Endocrinología Capítulo de Infectología Capítulo de Neonatología Capítulo de Neuropediatría Capítulo de Terapia Intensiva Dra. Rosario Del Solar Ponce Dra. Erika de Arruda Chaves Dra. María Lapoint de Laura Dra. María Delfina Cetraro Cardó Dr. Aldo Navarro Rojas Dra. Teresa Zárate Scarsi Dr. Jorge Luis Candela Herrera Dra. Luz Dodobara Sadamori Dr. Daniel Guillén Pinto Dra. Rosa Rojas Medina FILIALES Arequipa Ayacucho Cajamarca Chiclayo Chimbote Cusco Huancayo Ica Iquitos Juliaca Piura San Martín-Tarapoto Tacna Trujillo Ucayali-Pucallpa Dr. Luis Lozada Núñez Dr. Pedro García Calderón Dr. Rubén Alvarado Revoredo Dr. José Ferrari Maurtua Dr. Máximo C. Pachamango León Dr. Darío Escalante Guzmán Dr. Iván Caparó Madrid Dr. Otto Chuy Castro Dr. José Sánchez Arenas Dr. Nicolás Barrientos Quiñones Dr. Aldo Manrique Borrero Dr. Teobaldo López Chumbe Dra. Lourdes Lombardi Bacigalupo Dr. Segundo Cruz Bejarano Dra. Beatriz Luján Divizzia MIEMBROS DEL COMITÉ DE PUBLICACIONES Director Honorario Directora Comité Editorial INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind82 82 Dr. Manuel Ytahashi Córdova Dra. Ángela Castillo Vilela Dra. Jeannette Doig Turkowsky Dra. Rosario Llanos Credy 11/10/07 10:40:28 Sumario / Content EDITORIAL / EDITORIAL TRABAJOS ORIGINALES / ORIGINAL ARTICLES Cuidados del cordón umbilical: Efecto de tres soluciones antisépticas (gluconato de clorhexidina al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%) sobre la colonización bacteriana, infección y separación del muñón umbilical Umbilical cord care: effect of three different antiseptic solutions (clorhexidine 4%, alcohol 70% and iodopovidone 5%) on bacterial colonization, infection and cord separation time Dr. Gustavo Rivara Dávila, Dr. Jorge Velásquez Pomar, Srta. Eva Quiñones Meza, Srta. Cynthia Quiroz Villanueva, Srta. Karina Ruiz Serkovic, Srta. Fiorella Rusca Jordán, Sr. Juan Carlos Samamé Pérez-Vargas, Srta. Flor Santa Cruz De Lama 81 Incidencia de retinopatía de la prematuridad y su evolución en niños sobrevivientes de muy bajo peso al nacer egresados del Instituto Especializado Materno Perinatal de Lima Incidence of rethinopaty of prematurity (ROP) and its evolution in the population preterms of very low birth weight and that was discharged from the Instituto Especializado Materno Perinatal of Lima Dra. Jeannette Doig Turkowsky, Dr. Augusto Chafloque Cervantes, Srta. Pamela Valderrama Rocha, Sr. René Valderrama Torres, Sr. Ricardo Vega Vega, Srta. Pilar Vela Balladres, Srta. Katia Velarde Lam 88 Uso reportado de metamizol intramuscular por pediatras de entidades públicas y privadas para el manejo de la fiebre en niños de 3 meses a 5 años de edad Reported use of intramuscular metamizol among pediatricians in public and private health facilities for management of fever among children between 3 month and 5 years old Dra. Deborah Eskenazi Fedchteyn, Dr. Francisco Campos Guevara, Dr. Jorge Candela Herrera 91 TEMAS DE REVISIÓN / REVIEW ARTICLES Micoplasma en patología pulmonar pediátrica Micoplasma in pediatric pulmonology patology Dr. Gerardo Dávila Agüero 101 El diagnóstico de tuberculosis en la infancia: actualización The diagnosis of tuberculosis in childhood: update Dr. Clemax Couto Sant `Anna 115 Alergia e intolerancia alimentaria, manifestaciones gastrointestinales Intolerance and food allergy, pediatric gastrointestinal manifestations Dr. Aldo Maruy Saito 111 CASO CLÍNICO / CASE REPORT La ecocardiografía transesofágica y la angiotomografía axial computadorizada en la evaluación de la obstrucción del túnel intraauricular pulmonar después de cirugía de Mustard. Reporte de un caso. Transesophageal echocardiography and the computarized angiotomography in the evaluation of the pulmonary tunnel obstruccion after mustard repair. A case report Dr. Javier Ozores Suárez, Dr. Francisco Díaz Ramírez, Dr. Luis Bravo Pérez de Ordaz, Dra. Raquel Maciques Rodríguez 119 Síndrome de Stickler: desprendimiento de retina, sordera neurosensorial y paladar hendido. Reporte de un caso. Stickler syndrome: retinal detachment, sensorineural-hearing deficit; cleft palate. Report of a case Dr. Jorge Arturo Aviña Fierro 122 SALUD MENTAL / MENTAL HEALTH Trastorno por déficit de atenciòn e hiperactividad Attention deficit/hyperactivity disorder Dra. Guisela María Campos Hernández 126 ÉTICA / ETHICS Error médico Medical error Dr. Víctor Casquero Montes 132 CULTURAL / CULTURAL En torno a la mujer barbuda de José de Ribera Around the bearded woman of Jose de Ribera Dr. Juan Falen Boggie 136 REGLAMENTO DE PUBLICACIÓN / PUBLICATION GUIDELINES 139 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind83 83 11/10/07 10:40:29 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind84 84 11/10/07 10:41:16 Editorial “CRECER” Los niños nacen para crecer. Esta es su principal característica. Esto significa que aumentan progresivamente de tamaño, guardando las proporciones y características propias de la especie humana. El término, sin embargo, no involucra solamente el aumento en magnitud; expresa también la diferenciación de sus estructuras y el perfeccionamiento de sus funciones. Al primero de ellos, el referente a las estructuras, reconocemos como “desarrollo” y al último, que tiene que ver con funciones cada vez mejor integradas y de mayor alcance, como “maduración”. Crecer es, por lo tanto, un proceso que involucra a la vez que incremento de tamaño corporal, diferenciación de los aparatos, sistemas y órganos con una creciente capacidad funcional. Ahora bien, para que este proceso se cumpla plenamente y reproduzca lo previsto en el plan preestablecido en el potencial genético, se requieren de factores ambientales. Ellos son, de un lado el equilibrio bioquímico y neuroendocrino, también llamado del “medio interno”, y del otro la concurrencia de factores ambientales, básicamente la ausencia de enfermedad, y una provisión apropiada y oportuna de alimentos, en términos de requerimientos indispensables. Se conoce, de acuerdo a recientes estimaciones, que un 31% de la población de menores de cinco años sufre desnutrición crónica, esto es que acusa un significativo déficit de talla para la edad como expresión de la falta prolongada de nutrientes. En nuestro país, como en otros de similares características socioeconómicas, ha operado durante años un sinnúmero de instituciones dedicadas a programas dirigidos a reducir la desnutrición crónica en este importante grupo etáreo. Erróneamente, el objetivo de muchos de ellos se centró en proveer alimentos a grupos poblacionales afectados o en riesgo con el propósito de disminuir el hambre y de este modo mejorar el crecimiento de los niños con pocas acciones sobre otros factores condicionantes. La realidad ha demostrado, sin embargo, que durante los últimos 10 años el esfuerzo realizado no ha dado mayores frutos; la desnutrición crónica sigue siendo un grave problema. Recientemente el Gobierno ha lanzado con la denominación de CRECER, una importante estrategia a efecto de lograr que los nuevos esfuerzos que se hagan contribuyan eficazmente a superar este problema, a la vez que erradicar su inseparable contingencia, la pobreza. Pero, ¿qué tiene de nuevo esta estrategia que no hubiera estado comprendido en los esfuerzos precedentes? Se trata ahora de abordar la reducción de la desnutrición crónica mediante la acción sinérgica y simultánea en varios campos. Además de la provisión de alimentos, lo que se persigue es revertir las deficiencias en el campo educativo, asegurando una suficiente escolaridad de los niños y mejorando la de los padres, promover la disponibilidad de viviendas y hogares saludables, de mejorar el ingreso familiar y las condiciones sociosanitarias de la comunidad, de modo tal que el conjunto de factores que configuran los determinantes de la salud, alcancen niveles compatibles con una vida digna y propicien un ambiente idóneo para que los niños alcancen óptimos perfiles de crecimiento, desarrollo y maduración. Se espera de todo ello contribuir a que los niños tengan mejores opciones de desarrollo intelectual, y se garantice futuras generaciones de adultos más competentes, que finalmente consigan superar la situación de subdesarrollo en que ancestralmente se ha mantenido la sociedad peruana. Es deber de todos cooperar en este esfuerzo. En él la Sociedad Peruana de Pediatría tiene, sin duda, un rol preponderante. Dr. Melitón Arce Rodríguez Past Presidente de la Sociedad Peruana de Pediatría INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind85 85 11/10/07 10:41:21 ch INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind86 86 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 11/10/07 10:42:07 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 81 trabajos originales Cuidados del cordón umbilical: Efecto de tres soluciones antisépticas (gluconato de clorhexidina al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%) sobre la colonización bacteriana, infección y separación del muñón umbilical Umbilical cord care: effect of three different antiseptic solutions (clorhexidine 4%, alcohol 70% and iodopovidone 5%) on bacterial colonization, infection and cord separation time Dr. Gustavo Rivara Dávila* Dr. Jorge Velásquez Pomar** Srta. Eva Quiñones Meza*** Srta. Cynthia Quiroz Villanueva*** Srta. Karina Ruiz Serkovic*** Srta. Fiorella Rusca Jordán*** Sr. Juan Carlos Samamé Pérez-Vargas*** Srta. Flor Santa Cruz De Lama*** RESUMEN Las infecciones perinatales algunas veces comienzan con la contaminación del cordón umbilical, aumentando la morbimortalidad de los recién nacidos. La conducta sobre su cuidado y limpieza no está aún completamente estandarizada y son utilizadas diferentes soluciones antisépticas. Objetivo: Demostrar la efectividad del gluconato de clorhexidina al 4% para evitar la colonización bacteriana del cordón umbilical y la posibilidad de desarrollo de onfalitis. Material y métodos: Estudio prospectivo, randomizado, controlado que incluyó a 162 recién nacidos sanos, a término, divididos aleatoriamente en 3 grupos, para los cuales la higiene del cordón se realizó 3 veces al día hasta su caída y se usaron tres tipos de solución antiséptica: Grupo A (alcohol al 70%) n=57, grupo B (yodopovidona al 5%) n=55 y grupo C (clorhexidina al 4%) n=50. A las 48 horas se hizo hisopado de la base umbilical y se tomó muestra del extremo distal del muñón para el cultivo de ambas muestras en los medios Tryptic Soy Agar y Mac Conkey, realizándose la lectura microbiológica a las 24 horas. También se determinó el tiempo promedio de separación del muñón umbilical para cada grupo. Resultados: La clorhexidina tuvo mayor efecto antimicrobiano que las otras dos soluciones (p<0,001), logrando ausencia de crecimiento bacteriano en el 64% y 48% de los recién nacidos (hisopado y muestra de cordón respectivamente) versus 7,2% y 21,8% para el grupo con yodopovidona, y 5,2% y 10,5% para el grupo con alcohol. Los gérmenes aislados con mayor frecuencia fueron E. coli, Estafilococo aureus y Estafilococo coagulasa negativo. El tiempo promedio de caída del cordón fue de 14,2 días para el grupo con clorhexidina, 6,5 días para el grupo con alcohol y 8 días para el grupo con yodopovidona. Conclusiones: El gluconato de clorhexidina al 4% posee un mayor efecto antibacteriano cuando es utilizado para la limpieza y cuidado del cordón umbilical, comparado con el alcohol al 70% y la yodopovidona al 5%; sin embargo, prolonga la caída del cordón. Palabras clave: colonización bacteriana, cordón umbilical, onfalitis ABSTRACT Perinatal infections start sometimes in the umbilical cord, increasing the morbi-mortality of the newborns. Strategies on umbilical cord-care are not standarized, and there are * Médico Pediatra del Hospital Arzobispo Loayza ** Médico Microbiólogo del Hospital Arzobispo Loayza *** Internos de Medicina Humana Universidad San Martín de Porras INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind81 81 used different antiseptics. Objective: to evaluate the effect of 3 cord-care regimens (chlorhexidine gluconate 4%, yodopovidone 5% and alcohol 70%) on cord separation time, bacterial colonization and morbidity among healthy term newborns. Methods: a prospective randomized, controlled trial was conducted on 162 healthy term newborns, divided in three 11/10/07 10:42:08 82 groups. The umbilical cord stump was cleaned three times per day until cord separation, with a specific solution: Group A (alcohol 70%) n=57, Group B (yodopovidona 5%) n=55 and, Group C (Chlorhexidine gluconate 4%) n=50. On the second day of life (48hr), we obtained an umbilical swab either from the base of the cord and from the distal section. The microbiological lecture was performed after 24hr. Cord separation time was determined for each group. Results: Chlorhexidine gluconate 4% had a better inhibitory effect on bacterial colonization (p<0,001), reaching no bacterial colonization in 64 % and 48% (base and distal section respectively) versus 7,2% and 21,8% for the yodopovidona group, and 5,2% and 10, 5% for the alcohol group. E. Coli, Staphilococus Aureus and Staphilococus negative coagulase were the more commonly isolated bacteria. The cord separation time was lower in infants who were treated with alcohol (6,5 days), versus yodopovidona and chrolhexidine gluconate (8 and 14,2 days respectively). Conclusions: Chorhexidine gluconate 4% had a significantly lower rate of negative umbilical swaps when used to clean the umbilical cord, but had a longer cord separation time. Key words: bacterial colonization, umbilical cord, omphalitis INTRODUCCIÓN Entre las mayores causas de morbimortalidad neonatal a nivel mundial destacan las infecciones perinatales, ocupando el primer lugar las originadas a partir del cordón umbilical, siendo estas predominantes en países en vías de desarrollo (1-6). Basándonos en esta problemática, dada la variada y escasa información sobre el tema (1), hemos creído conveniente investigar sobre algunas medidas de prevención de infecciones en el recién nacido y, particularmente, sobre la aplicación de distintas sustancias antisépticas sobre el cordón umbilical y su relación con el proceso de colonización-infección, así como con el tiempo de separación del mismo. La gran mayoría de estudios revisados muestran que el cordón se halla colonizado por una flora mixta, siendo los organismos más comúnmente hallados el Estafilococo aureus, el Estreptococo epidermidis, la Escherichia coli y los Estreptococos del grupo B. De todos estos, el más frecuente es el S. aureus, el cual en un cordón no tratado con antisépticos tópicos puede llegar a colonizar en un máximo de 72 horas (desde el nacimiento) con un rango que va del 23% al 91% (1, 2, 6- 8). Se ha visto, a su vez, que estos mismos niños que no reciben tratamiento tópico sufren de una gran colonización bacteriana, la cual deriva en una subsecuente infección, destacando INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind82 82 Dr. Gustavo Rivara Dávila y col. el S. aureus como principal causante (1, 2). Otro de los patógenos presentes en las infecciones neonatales es el Clostridium tetani, el cual fue considerado antiguamente como una causa importante de morbimortalidad neonatal; sin embargo, actualmente se presenta raramente, sobre todo en países desarrollados, donde las madres reciben el toxoide tetánico y se cumple con medidas de higiene adecuadas(9). En algunos países en vías de desarrollo, aún se le debe de tener presente, puesto que se siguen reportando casos (1, 3, 10, 11). El presente estudio comparó 3 sustancias antisépticas para el cuidado del cordón umbilical y su efecto sobre la colonización bacteriana, infección, y separación del cordón umbilical a través de un estudio prospectivo, comparativo, randomizado, en el que se utilizó gluconato de clorhexidina al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%. Se realizó un cultivo del cordón umbilical y del área circundante a las 48 horas posparto. Así también se cuantificó el tiempo de separación del cordón umbilical y su posible relación con las sustancias mencionadas; se consideraron otras variables intervinientes como edad gestacional, diámetro del cordón, patologías maternas, percentil del RN, entre otras. Cabe resaltar que no se consideró el cultivo del Clostridium tetani debido a que casi la totalidad de madres estaban vacunadas y a la baja incidencia de su aislamiento; de lo contrario, la muestra requerida hubiese sido demasiado grande. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio de tipo experimental o de intervención (ensayo aleatorizado controlado), en el Centro Obstétrico, Servicio de Neonatología y Laboratorio de Microbiología del Hospital Nacional Arzobispo Loayza (HNAL), durante los meses de abril a junio del año 2005. Fueron incluidos 162 RN sanos con edades gestacionales fluctuantes entre las 34 y 41 semanas por Capurro, que cumplieron con los siguientes criterios de selección: Criterios de selección del recién nacido: Criterios de inclusión: Recién nacidos sanos, mayores de 2000 g, menores de 4000 g, entre 34 y 41 semanas, Apgar de 7 o más al minuto y parto vaginal o abdominal. Criterios de exclusión: Malformaciones congénitas de cualquier tipo, prematuros < 34 semanas o < 2000 g, sepsis neonatal precoz. La población de estudio (n = 162 RN) fue distribuida aleatoriamente en 3 grupos, asignándose a cada uno una determinada sustancia antiséptica (SAS) para la limpieza del cordón umbilical (CU). 11/10/07 10:42:09 Cuidados del cordón umbilical: Efecto de tres soluciones antisépticas (gluconato de clorhexidina al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%) sobre la colonización bacteriana, infección y separación del muñón umbilical El primer grupo tuvo una población de 57 RN y se le asignó como SAS, alcohol al 70% (SAS-A); el segundo grupo, una población de 55 RN y se usó yodopovidona al 5% como SAS (SAS-B); por último, el tercer grupo, con 50 RN, utilizó gluconato de clorhexidina al 4% (SAS-C). Las madres de los recién nacidos con edades entre 16 y 40 años debían firmar el consentimiento informado. Se excluyó a aquellas seropositivas a VIH, con infección por TORCH, madres diabéticas, con alteraciones mentales o desnutridas. Atención del RN: Una vez nacido el niño, y ya en la sala de cuidados inmediatos, se procedió con el protocolo normal de cuidados del RN. Luego de ser seccionado el cordón y colocado el clamp plástico, se limpió el muñón con la SAS indicada para cada grupo. La limpieza del cordón fue realizada por el personal de enfermería del Servicio de Neonatología del HNAL 3 veces por día durante el período de estadía de la madre y el RN en el nosocomio; luego esta labor fue continuada por la madre de la misma manera hasta la caída del CU. La higiene consistió en limpiar el CU desde la base hasta el extremo distal del muñón, usando siempre gasa estéril y siguiendo las medidas asépticas del caso. Para esta finalidad, enfermeras y madres fueron debidamente informadas y entrenadas. Pasadas las primeras 48 horas se tomaron las muestras para los cultivos usándose material e instrumental estéril. El primer paso consistió en hacer un hisopado del CU, tanto de la base como de la zona periumbilical, colocando luego dicho hisopo en un tubo de ensayo estéril y sellado. Se procedió también a seccionar un pedazo del muñón, que fue colocado en un frasco estéril conteniendo 3 ml de cloruro de sodio (NaCl) al 9 por mil (ambas muestras rotuladas y codificadas). Finalmente, las muestras fueron trasladadas inmediatamente al Laboratorio de Microbiología del HNAL para su posterior siembra. Procedimiento microbiológico: Medios de cultivo utilizados: a) Mac Conkey-Agar (MAC), frasco de 500 g (MERCK, Alemania) b) Tryptic Soy Agar (TSA), frasco de 500 g (MERCK, Alemania) Las muestras obtenidas fueron sembradas en ambos medios, dividiéndose cada placa Petri por la mitad, para la siembra tanto del hisopado como de la muestra del CU, para ser llevadas a incubadora por 24 horas a 37ºC. Las placas fueron leídas a las 24 horas de sembradas. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind83 83 83 Identificación de los gérmenes: Primero se reconoció el crecimiento de cocos, bacilos y hongos. Para diferenciar entre el crecimiento de streptococo y stafilococo se utilizó la prueba de la catalasa. En el caso de crecimiento de estafilococo se utilizó la prueba de la coagulasa, diferenciándose así entre S. aureus y S. coagulasa negativo. Al crecer enterobacterias en el medio MAC se procedió a identificarlas en 4 tubos de ensayo conteniendo los siguientes medios de cultivo: 1. 2. 3. 4. Citrato de Simons Triple azúcar hierro (TSI) Motilidad, indol, ornitina (MIO) Motilidad, indol, lisina (MIL) Identificadas las bacterias, estas fueron debidamente registradas y separadas según el tipo de muestra (hisopado o trozo de cordón) para compararlas entre los tres grupos. La determinación del tiempo de caída del cordón umbilical se realizó a través de la consulta ambulatoria en los consultorios externos de Neonatología, donde fueron citados al momento del alta. Del mismo modo, fueron registrados los números telefónicos de todas las madres para poder consultar los datos proporcionados en caso de que algunas no regresaran a la consulta. Cada madre fue informada de registrar el día de la caída del cordón, así como de probable signología clínica relacionada a infección de muñón umbilical. RESULTADOS Al finalizar los tres meses de recabación de datos, fueron conformados tres grupos: SAS-A (n=57), SAS-B (n=55) y SAS-C (n=50); la disparidad en el número de los grupos se debió a que algunos recién nacidos no fueron admitidos, porque algunas madres no quisieron que se tomen las muestras, o que se dieran de alta fuera del horario habitual. Según los datos proporcionados, la edad materna promedio fue 26,6 años para el SAS-A, 26,8 años para el SAS-B y 28 años para el SAS-C. El resto de las características clínicas relacionadas al control prenatal y tipo de parto no mostraron mayor diferencia entre los grupos. Los datos del recién nacido muestran una distribución homogénea en lo que se refiere a sexo, peso, talla y perímetro cefálico. En relación con la calidad del líquido amniótico, fue discretamente más frecuente el líquido claro en el grupo SAS-A (89,4%) que en el SAS-B (80%) y SAS-C (72%). Se contabilizó el tiempo que tardó en caer el cordón umbilical (muñón) en relación con las soluciones antisépticas utilizadas, 11/10/07 10:42:09 Dr. Gustavo Rivara Dávila y col. 84 encontrándose que fue mucho mayor para el grupo que utilizó clorhexidina al 4% con 14,2 días; los otros dos grupos tardaron 6,48 días (SAS-A) y 8 días (SAS-B), ver Gráfica 1 y Tabla 1. 15 SAS-A Días SAS-B 5 SAS-C 0 SAS-A SAS-B Hisopado N % SAS-A Estafilococo coagulasa (-) Estafilococo aureus Escherichia coli Proteus mirabillis Acinetobacter Enterobacter Pseudomona aeruginosa Bacillus subtillis Klebsiella Estreptococo pneumoniae Tiempo de caída del cordón 10 Tabla 2. Crecimiento bacteriano en el grupo SAS-A SAS-C Sustancias Gráfica 1. Tiempo de caída del cordón umbilical Cordón N % Total N 18 32 13 22 31 24 42 20 35 44 25 44 16 28 41 1 1,75 0 0 1 2 4 3,5 7 1 3 1,75 5,2 3 7 4 7 11 19,2 15 0 4 0 7 1 6 1,75 10,5 1 10 1 1,75 0 0 7 3 5,2 6 10,5 9 Nada Tabla 1. Promedio de tiempo de caída del cordón umbilical SAS Promedio de tiempo de caída (días) SAS-A SAS-B SAS-C 6,48 8 14,2 Crecimiento bacteriano con yodopovidona al 5% 25 En relación con los gérmenes aislados, se halló una predominancia de E. coli, Stafilococo coagulasa negativo y Stafilococo aureus en los tres grupos, aunque esta predominancia fue más marcada en los grupos SAS-A y SAS-B, ya que el crecimiento bacteriano fue menor en el grupo SAS-C. El resto de gérmenes aislados presentaron un porcentaje menor y una distribución variable entre los grupos. Los datos detallados de la distribución de los gérmenes aislados, ordenados por grupos y por tipo de muestra, se encuentran en las Gráficas 2, 3 y 4 y Tablas 2, 3 y 4. Crecimiento bacteriano con alcohol al 70% 30 25 24 23 22 20 15 18 15 14 14 12 10 10 7 6 4 5 1 6 3 1 0 HISOPADO 2 0 1 CORDON Tipo de muestra Escherichia colli Sp. Coagulasa (-) Stafilococo Aureus Enterobacter aerogenes Acynetobacter Pseudomona aeruginosa NADA Klebsiella spp. Proteus mirabillis 24 20 20 18 18 Gráfica 3. Crecimiento bacteriano en el grupo SAS-B 13 15 11 10 6 4 5 4 2 3 4 5 3 1 0 1 0 1 0 HISOPADO CORDON Tipo de muestra Escherichia colli Stafilococo coagulasa (-) Stafilococo aureus Enterobacter aerogenes Acynetobacter Pseudomona aeruginosa NADA Klebsiella spp Proteus mirabillis Bacillus subtillis Gráfica 2. Crecimiento bacteriano en el grupo SAS-A INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind84 84 11/10/07 10:42:12 Cuidados del cordón umbilical: Efecto de tres soluciones antisépticas (gluconato de clorhexidina al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%) sobre la colonización bacteriana, infección y separación del muñón umbilical Tabla 3. Crecimiento bacteriano en el grupo SAS-B SAS-B Estafilococo coagulasa (-) Estafilococo aureus Escherichia coli 85 Tabla 4. Crecimiento bacteriano en el grupo SAS-C Hisopado Cordón Total N % N % N 14 25 15 27 29 23 42 14 25 37 22 40 18 32 40 SAS-C Estafilococo coagulasa (-) Estafilococo aureus Escherichia coli Hisopado Cordón Total N % N % N 6 12 10 20 16 2 4 4 8 6 5 10 8 16 13 Proteus mirabillis 2 4 1 2 3 Acinetobacter 1 2 1 2 2 Enterobacter Pseudomona aeruginosa Bacillus subtillis 2 4 2 4 4 4 8 5 10 9 0 0 0 0 0 Proteus mirabilis 1 1,8 1 1.8 2 Acinetobacter 1 1,8 0 0 1 Enterobacter 10 18 16 29 26 Pseudomona aeruginosa 7 12 6 10,9 13 Bacillus subtillis 0 0 0 0 0 Klebsiella 0 0 0 0 0 Klebsiella 3 5,4 2 3,6 5 Nada 32 64 24 48 56 Nada 4 7,2 12 21,8 16 Comparando los resultados de crecimiento bacteriano entre los grupos que utilizaron gluconato de clorhexidina al 4% (SAS-C) y alcohol al 70% (SAS-A) se halló un menor crecimiento bacteriano en el primer grupo, el cual presentó un 44% en el hisopado y 48% en la muestra de cordón de no crecimiento bacteriano, versus 6% en el hisopado y 11% en la muestra de cordón del último grupo, constituyendo una diferencia estadísticamente significativa (p=0,0001, valor z: 5,09). Crecimiento bacteriano con gluconato de clorhexidina al 4% 35 32 30 24 25 20 15 10 5 5 8 6 2 2 4 1 10 2 4 5 2 1 1 0 Hisopado Tipo de muestra Cordón E.Coli Sp. Coagulasa (-) Sp. Aureus Enterobacter Acinetobacter Pseudomona NADA Klebsiella Proteus Gráfico 4. Crecimiento bacteriano en el grupo SAS-C Al comparar los resultados de crecimiento bacteriano entre los grupos que utilizaron gluconato de clorhexidina al 4% y yodopovidona al 5% (SAS-B) se halló un menor crecimiento bacteriano en el primer grupo, el cual presentó un 44% en el hisopado y 48% en la muestra de cordón de no crecimiento bacteriano, versus 7% en el hisopado y 22% en la muestra de cordón del último grupo, constituyendo una diferencia estadísticamente significativa (p=0,0001, valor z: 5,09). Por último, comparando los resultados de crecimiento bacteriano entre los grupos que utilizaron alcohol al 70% (SASA) y yodopovidona al 5% (SAS-B) se halló un menor crecimiento bacteriano en el primer grupo de 5% en el hisopado y 11% en la muestra de cordón de no crecimiento bacteriano, versus 7% en el hisopado y 22% en la muestra de cordón del último grupo, constituyendo una diferencia no estadísticamente significativa (p=0,661, valor z: - 0,44). DISCUSIÓN La contaminación y consecuente colonización bacteriana del muñón umbilical continúa siendo un problema en la práctica clínica relacionada con los cuidados generales del recién INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind85 85 11/10/07 10:42:14 86 nacido. Además, la posibilidad de constituir una puerta de entrada para el desarrollo de sepsis neonatal, hace necesaria la determinación de la flora bacteriana causante de esta contaminación en cada centro asistencial, así como de la solución antiséptica con mejores beneficios para la menor contaminación o inhibición del crecimiento bacteriano. Diversos estudios han tratado de encontrar las ventajas de alguna solución sobre otras, obteniendo resultados muy diversos. En nuestro estudio, claramente se encuentra que el gluconato de clorhexidina al 4% inhibe con mayor eficacia el crecimiento de los diferentes gérmenes aislados, con una diferencia estadísticamente significativa al ser comparado con el alcohol al 70% o la yodopovidona al 5% (p<0,0001), soluciones que son o han sido utilizadas rutinariamente en el servicio donde se desarrolló este estudio. N. Linder y colaboradores encontraron similares resultados al comparar gluconato de clorhexidina con yodopovidona al 10% en la limpieza de rutina de la piel en unidades de cuidado intensivo neonatal (13). Otros autores señalan, de la misma forma, que la clorhexidina es la mejor opción para disminuir la colonización bacteriana al ser utilizada en la higiene del muñón (17). El alcohol o soluciones como la yodopovidona han demostrado una menor capacidad antibacteriana en estudios comparativos. Paes B y colaboradores encontraron un menor efecto antibacteriano al comparar el alcohol con las soluciones triples; respuesta descrita también por otros autores (7, 13, 14, 15). Sin embargo, cabe resaltar que el tiempo de caída del cordón se ve afectado por la solución utilizada. Pezzati y col., en un estudio comparativo, randomizado, utilizando clorhexidina versus polvo de azúcar salicílica (salicylic sugar powder), no encontraron diferencias entre ambos en lo que se refiere a crecimiento bacteriano, aunque sí en lo relacionado al tiempo de caída del cordón umbilical (6 días versus 9 días) (15). En nuestra serie encontramos un mayor tiempo en la caída del cordón asociado con la clorhexidina (14,2 días), mientras que en los otros dos grupos fue significativamente menor (SAS-A: 6,48 días, SAS-B: 8 días). Nuestros datos contradicen lo hallado por la mayoría de trabajos, en los cuales el alcohol parece tener un mayor efecto retrasando la caída. En el estudio antes mencionado, el tiempo promedio de caída del cordón asociado con la clorhexidina fue 9,2 días, mientras que el alcohol, en otros estudios, ha alcanzado un promedio de 16,9 días (14, 15), dato que contrasta notablemente con nuestros resultados. No se ha determinado exactamente el rol de otros factores asociados y su influencia sobre el tiempo de caída del cordón, sin embargo se mencionan algunos como la fototerapia, el tiempo que pudiera estar el recién nacido con infusiones endovenosas, y pérdida de INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind86 86 Dr. Gustavo Rivara Dávila y col. peso (como expresión de deshidratación). Sin embargo, ninguno de estos factores estuvo presente en nuestro estudio(20). La importancia del retraso en la caída del cordón radica en que mientras más demore en caer, se prolonga el riesgo de contaminación al aumentar el período de exposición tanto a gérmenes de hospitales como de la comunidad, lo que aumentaría los costos de los cuidados posnatales, y quizás también la posibilidad de infecciones locales o sistémicas (3, 7, 14, 15). Los gérmenes aislados con mayor frecuencia en nuestra investigación fueron E. coli, Stafilococo aureus y Stafilococo coagulasa negativo, los cuales lógicamente fueron mayores en los grupos SAS-A y SAS-B, en los que el crecimiento general fue mayor. En diferentes estudios han sido aislados también estos gérmenes. En el estudio de Pezzati, antes descrito, se aísla también a estos tres gérmenes, aunque sin diferencia estadísticamente significativa al comparar los dos grupos (10, 12, 15). En relación con la posibilidad de presentar onfalitis, sepsis o mayores complicaciones asociadas, en nuestra serie solo hallamos un caso de onfalitis (en el grupo SAS-C), que fue rápidamente manejado con antibióticos tópicos con muy buena respuesta clínica. No se encontró ningún caso de sepsis neonatal ni muertes. La relación entre reducción en la colonización bacteriana y reducción en infecciones umbilicales no está del todo clara (15), sin embargo, y sobre todo en pretérminos, la colonización bacteriana podría ser considerada una desventaja (12, 15). Remarcamos la necesidad de nuevos estudios, con muestras mucho mayores para lograr identificar los factores que podrían jugar un rol en el desarrollo de dichas complicaciones infecciosas. Existe el temor de presentación de hipotiroxinemia transitoria e hipotiroidismo y su posible relación con el uso de soluciones yodadas. Linder y col. (1997) evaluaron la función tiroidea en 128 prematuros en dos unidades neonatales, los cuales estuvieron expuestos a soluciones yodadas de manera rutinaria para la limpieza de la piel versus clorhexidina; no hubo diferencias significativas en el valor sérico de tiroxina (T4) entre ambos grupos; sin embargo, se documentó elevación de tirotropina (TSH) en el 13,7% de los expuestos. Brown y col. no encuentran una diferencia entre dos grupos comparativos, concluyendo que sería mayor la relación con el estado previo del yodo en el recién nacido (16-19). Diversos estudios al respecto no han demostrado aumento del riesgo de hipotiroidismo transitorio en prematuros que reciben limpieza rutinaria de la piel con productos yodados (20). En conclusión, la clorhexidina al 4% parece tener un mayor efecto inhibitorio sobre el crecimiento bacteriano en el muñón umbilical al ser comparada con otras soluciones 11/10/07 10:42:14 Cuidados del cordón umbilical: Efecto de tres soluciones antisépticas (gluconato de clorhexidina al 4%, alcohol al 70% y yodopovidona al 5%) sobre la colonización bacteriana, infección y separación del muñón umbilical antisépticas como yodopovidona al 5% o alcohol al 70%, pudiendo ser considerada como una opción para la limpieza de rutina del cordón umbilical; sin embargo, parece tener algún efecto sobre la caída del cordón, prolongando los días de exposición; lo que sería, quizás, un factor importante a considerar a la hora de la selección de la misma. El alcohol, solución muy utilizada en nuestros hospitales nacionales, parece ser el que otorga menor protección sobre la colonización bacteriana, y aunque en este estudio no prolonga el tiempo de caída del cordón, parece tener 87 (en otros estudios) un mayor efecto en la prolongación del mismo, por lo que no sería la solución de elección. Hacen falta más estudios en nuestro medio para encontrar una mejor identificación de la flora bacteriana propia de cada centro asistencial, para optimizar la elección de la mejor solución antiséptica para la limpieza rutinaria del muñón umbilical. Sin embargo, el simple hecho de mantener el cordón limpio parece ser tan efectivo y seguro como usar antibióticos o antisépticos (21,22). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Anderson Jodee M, Alistar GS Philip. Manegement of the umbilical cord: Care regimens, colonization, infection, and separation. NeoReviews 2004; 5(4): 155- 162. 2. Bhutta Z, Darmstadt G, Hasan B, Haws R. 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Linder N, Davidovitch N, Reichman B, Kuint J, Lubin D, Meyerovitch J, Sela BA, Dolfin Z, sack J. Topical iodinecontaining antiseptics and subclinical hypothiroidism in preterm infants. The Journal of Pediatrics 1997; 131(3): 434-439. 14. Medies JM, O’brien BA. Cleaning solutions and bacterial colonization in promoting healing and early separation of the umbilical cord in healthy newborns. Can J Public Health 1997; 88(6); 380-382. 15. Pezzati M, Rossi S, Tronchin M, Dani C, Fillipi L, Rubatelli F. Umbilical cord care in premature infants: The effect of two different cord-care regimens (Salicylic Sugar Powder vs Clorhexidine) on cord separation time and Other Outcomes. Pediatrics 2003; 112(4): 275– 275. 16. Avruskin TW, Greenfield E, Prasad V, Greig F, Juan CS. Decreased T3 and T4 levels following topical application of povidone-iodine in premature neonates. Journal Pediatric Endocrinology 1994; 7(3): 205-209. 17. Brown RS, Bloomfield S, Bednarek FJ, Mitchell ML, Braverman LE. 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Correspondencia: Recibido : 28-03-07 Aceptado : 08-05-07 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind87 87 Dr. Gustavo Rivara rivaragus@hotmail.com 11/10/07 10:42:15 88 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 Incidencia de retinopatía de la prematuridad y su evolución en niños sobrevivientes de muy bajo peso al nacer egresados del Instituto Especializado Materno Perinatal de Lima Incidence of rethinopaty of prematurity (ROP) and its evolution in the population preterms of very low birth weight survivors and that was discharged from the Instituto Especializado Materno Perinatal of Lima Dra. Jeannette Doig Turkowsky* Dr. Augusto Chafloque Cervantes** Srta. Pamela Valderrama Rocha*** Sr. René Valderrama Torres*** Sr. Ricardo Vega Vega*** Srta. Pilar Vela Balladares*** Srta. Katia Velarde Lam*** RESUMEN Objetivos: Conocer la incidencia de retinopatía de la prematuridad (ROP) y su evolución en la población de niños pretérminos de muy bajo peso al nacer (MBPN) ó < de 1500 g, sobrevivientes nacidos en el Instituto Especializado Materno Perinatal (IEMP) de Lima y que fueron dados de alta durante el año 2003, así como las características de la población estudiada. Métodos: Estudio descriptivo, transversal y retrospectivo en el cual se incluyeron 136 niños pretérminos de MBPN que sobrevivieron en el IEMP durante el año 2003. Se conformaron tres grupos de acuerdo al diagnóstico oftalmológico al alta: Fondo de ojo normal (FO N), FO con algún grado de ROP que evolucionó hacia la regresión (FO R) y FO con ROP que requirió terapia con láser (FO T). Se excluyó a 20 sobrevivientes por: ser referidos a otras instituciones, padecer de malformaciones congénitas, corioretinitis o tener su ficha clínica incompleta. Resultados: De los 136 niños de MBPN sobrevivientes estudiados y que fueron dados de alta del IEMP durante el año 2003, la incidencia de ROP de cualquier grado fue 70,6% (5,45 x 1000 NV), en 70 (51,5%) hubo regresión espontánea y en 26 (19,1%) se les administró laserterapia, evolucionando 3 (11,5%) de ellos con ceguera bilateral. Se halló relación entre los promedios de peso al nacer y edad gestacional con la presencia de ROP: los promedios menores fueron del grupo de ROP que requirió tratamiento con láser. No se encontró asociación entre el sexo y el diagnóstico de ROP (OR= 0,67, IC 95%: 0,29 - 1,50) y la evolución de la retinopatía (OR= 1,53, IC 95%: 0,56 - 4,19). Palabras clave: Recién nacido pretérmino, retinopatía del prematuro, recién nacido de muy bajo peso, fotocoagulación con láser, ceguera. ABSTRACT Objectives: To know the incidence of rethinopaty of prematurity (ROP) and its evolution in the population preterms of very low birth weight (VLBW) or < 1500 g survivors born in Instituto Especializado Materno Perinatal (IEMP) of Lima and that was discharged from the hospital during year 2003, as well as the characteristics of the studied population. * Médico Pediatra Neonatóloga. Ex Jefa de Servicio de Intermedios del Departamentos de Neonatología del Instituto Especializado Materno Perinatal. UNFV ** Médico Oftalmólogo. Instituto Especializado Materno Perinatal. UNMSM. *** Alumnos UNFV INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind88 88 Methods: Descriptive, cross-sectional and retrospective study in which 136 preterms of VLBW were that survived in the IEMP during year 2003 were included. Three groups according to the oftalmologic diagnosis to the discharge were considered: Normal fundoscopy (NF), Fundoscopy with some degree of ROP that evolved towards the regression (RF) and fundoscopy with ROP that required therapy with laser (TF). Twenty surviving children were excluded for being to other institutions, for suffering of congenital malformations, corioretinitis or to have their incomplete clinical card. 11/10/07 10:42:15 Incidencia de retinopatía de la prematuridad y su evolución en niños sobrevivientes de muy bajo peso al nacer egresados del Instituto Especializado Materno Perinatal de Lima Results: Of the 136 surviving children with VLBW studied and that was registered of the IEMP during year 2003, the incidence of ROP of any degree it was 70,6% (5,45 x 1000 NV), in 70 (51,5%) there was spontaneous regression and in 26 (19,1%) laser photocoagulation, evolving 3 (11,5%) of them with bilateral blindness. It was found a relation between the averages of weight when being born and gestational age with the presence of ROP: the smaller averages were of the ROP group that required treatment with laser. It was not found association between the sex and the diagnosis of ROP (OR = 0,67, IC95%: 0,29 - 1,50) and the evolution of rethinopaty (OR = 1,53, IC 95%: 0,56 - 4,19). Key words: New born preterm, rethinopaty of prematurity (ROP), very low birth weight (VLBW), laser photocoagulation, blindness. INTRODUCCIÓN Siete de las ocho metas de desarrollo para el milenio de las Naciones Unidas dependen de medidas ligadas a la implementación de VISIÓN 2020. El 80% de las causas de ceguera pueden evitarse por ser afecciones prevenibles (20%) o bien porque pueden tratarse (60%). La discapacidad visual en países de bajo presupuesto está directamente relacionada con la pobreza de hogares. En países subdesarrollados como el nuestro, muchas de las causas asociadas a la mortalidad infantil lo son también a la ceguera infantil y la baja visión (una de ellas, el parto prematuro) (1). El Perú cuenta a nivel nacional con unidades de cuidados intensivos neonatales de un nivel tecnológico variable, lo que ha permitido una mayor supervivencia de los RN prematuros menores de 1500 gramos, con mayor riesgo a desarrollar estadíos de ROP. Si la evolución es muy rápida y la atención no es oportuna, el resultado es el desprendimiento total de retina y por tanto la ceguera es irreversible. Uno de los más graves problemas de los centros hospitalarios del país reside en que no cuentan con oftalmólogos especialistas en retina, sobre todo en prematuros, y tampoco con el equipo láser para el tratamiento. Debido a ello, los niños deben ser referidos a centros oftalmológicos para su exploración y tratamiento, agravándose con el desplazamiento su morbilidad y por la demanda también la posibilidad de que la ROP no sea atendida a tiempo, aumentando el riesgo de una pérdida permanente de la visión. En un estudio que se realizó entre 1998 y 2001 en el Instituto de Salud del Niño de Lima entidad que no es el principal centro de referencia, se reportó que el 44,9% de casos de ceguera infantil se debió a enfermedades perinatales(2). En otros países, como Colombia por ejemplo, el 33,8% de ingresos por ceguera infantil en el Instituto para Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca se debió a ROP (3). Estos datos nos dicen que el primer paso para afrontar el INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind89 89 89 problema de las deficiencias/discapacidades en la edad pediátrica es conocer su incidencia. En nuestro medio no existen estadísticas actualizadas y publicadas respecto a este problema. Se desconoce la cantidad de niños que han padecido ROP y que por su gravedad ha sido tratada, así como en cuántos la enfermedad regresionó espontáneamente. El presente estudio tiene por objetivo conocer la incidencia de ROP y su evolución en la población de recién nacidos de MBPN sobrevivientes nacidos en el IEMP de Lima durante el año 2003, así como las características de la población estudiada. Material y Métodos Se efectuó un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal en el IEMP de Lima entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2003. Durante este período nacieron 17,586 nacidos vivos de todos los pesos, de los cuales 279 niños tuvieron un peso al nacer menor de 1500 g, sobreviviendo 156. Se incluyeron 136 niños que fueron dados de alta con el diagnóstico de FO normal o con algún grado de ROP: 3 sobrevivientes de 45 nacidos vivos (NV) de 500 g a 749 g, 17/59 NV de 750 g a 999 g, 61/93 NV de 1000 g a 1249 g y 55/82 NV de 1250 g a 1499 g. Se excluyeron 20: 9 referidos a otros centros hospitalarios, 1 RN a término, 4 con malformaciones congénitas, 1 con coriorretinitis y 5 por datos incompletos. Se evaluaron las siguientes variables: sexo, peso del RN y edad gestacional (EG). La evaluación oftalmológica fue realizada antes del mes de vida, con evaluaciones posteriores cada 7 días por el oftalmólogo de la institución. Se formaron tres grupos de niños de acuerdo al diagnóstico oftalmológico al alta: fondo de ojo normal (FO N), fondo de ojo con algún grado de ROP con regresión espontánea en la evolución (FO R) y FO con ROP que requirió terapia con láser (FO T) en el Instituto Nacional de Oftalmología. Los datos se tomaron del libro de egresos del Servicio de Intermedios del Departamento de Neonatología del IEMP y de la historia clínica oftalmológica proporcionada por el oftalmólogo de la institución. Se registraron en un formulario especialmente diseñado para este fin. El análisis se realizó mediante el paquete estadístico SPSS 13,0. Las variables cualitativas se expresan como frecuencia y porcentajes, las cuantitativas como promedio y desviación estándar. La fuerza de asociación de variables cualitativas se estiman con Odds ratio y su intervalo de confianza al 95%. La diferencia de variables cuantitativas se evalúa con el análisis de varianza y la prueba de Tukey. Se consideró como significativo valores p < 0,05. 11/10/07 10:42:16 90 Dra. Jeannette Doig Turkowsky y col. RESULTADOS De los 136 niños de MBPN sobrevivientes estudiados y que fueron dados de alta del IEMP durante el año 2003, el fondo de ojo fue normal en 29,4% (40) y la incidencia de ROP de cualquier grado fue de 70,6% (96); teniendo en cuenta el total de 17,586 nacidos vivos en la institución, la incidencia de algún grado de ROP por 1.000 nacidos vivos fue 5,45. Evolucionaron en el 51,5% (70) hacia la regresión espontánea y en el 19,1% (26) a estadios que necesitaron tratamiento con laserterapia. Tres pacientes de los 26 tratados con rayos láser (11,5%) evolucionaron con ceguera en ambos ojos. Su edad gestacional fue de 27, 28 y 31 semanas y su peso 910, 1020 y 1370 g respectivamente. El resto, 23 pacientes (88%), tuvo buenos resultados consiguiendo una regresión completa. La distribución de frecuencias según el diagnóstico oftalmológico al alta en relación al peso al nacer y EG se muestran en la Tabla 1 y en el Gráfico 1 Tabla 1. Distribución de frecuencias según peso al nacer, EG y diagnóstico oftalmológico al alta. IEMP 2 003. Peso (g) FONROP R FRA N° 0 0 0 2 750 a 999 5 12,5 12,5 9 12,9 15,7 3 11,5 15,3 1000 a 1249 10 25 37,5 34 48,6 64,2 17 65,4 80,8 1250 a 1499 25 62,5 25 35,7 5 19,2 30 31,2 100 2,8 FRA 2,8 100 N° Fr Total ROP Fr 500 a 749 Fr ROP T N° 1 3,9 FRA N° 3,9 100 3 Fr FRA 3,1 3,1 12 12,5 15,6 51 53,2 68,8 100 Edad gestacional (EG) 28 sem 1 2,5 29 a 31 sem 17 42,5 32 a 34 sem 18 35 a 36 sem 4 Total 40 14 20 20 45 37 52,9 72,9 13 45 90 17 24,3 97,2 6 10 100 2 2,8 100 70 80 FON 66,7 70 60 Porcentaje (%) 2,5 ROP R 17,6 20 10 21,9 21,9 50 52 73,9 24 100 23 2 100 26 100 96 45,5 27,9 29,4 30 21 76,9 0 33,3 40 26,9 50 0 ROP T 45,5 26,9 100 55,7 53,0 50 7 23,1 2,1 97,9 100 100 El promedio y la desviación estándar (DE) del peso y la edad gestacional (EG) al nacer de acuerdo a los grupos estudiados se muestran en la Tabla 2. TABLA 2. Promedio y DE de peso al nacer y EG según diagnóstico oftalmológico al alta. IEMP 2003. 16,4 9,0 0,0 (Prom, FO N ROP R ROP T D.E) (n = 40) (n =70) (n = 26) Peso 1269 ± 178 1170 ± 202.2 1133 ± 165,8 EG 31,8 ± 1,95 30,2 ± 2,25 29,8 ± 2,1 0 500 a 749 750 a 999 1.000 a 1.249 1.250 a 1.499 Peso al nacer (g) Gráfico 1. Distribución de frecuencias según peso al nacer y diagnóstico oftalmológico al alta. IEMP 2003. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind90 90 11/10/07 10:42:17 Incidencia de retinopatía de la prematuridad y su evolución en niños sobrevivientes de muy bajo peso al nacer egresados del Instituto Especializado Materno Perinatal de Lima Se encontraron diferencias significativas en el promedio de peso al nacer (p = 0,008, análisis de varianza) y en el promedio de la EG (p < 0,001, análisis de varianza) entre los tres grupos estudiados. Por otro lado, no se halló diferencia significativa (p = 0,670, p = 0,671 según la prueba de Tukey respectivamente) entre el grupo de ROP que regresionó espontáneamente y el grupo de ROP que requirió tratamiento, pero sí la hubo entre el grupo de fondo de ojo normal con los otros dos grupos de retinopatía: ROP R y ROP T (p = 0,025, p = 0,014) para el promedio de peso al nacer y (p = 0,001, p = 0,001) para el promedio de la EG según la prueba de Tukey. La mediana de peso (percentil 50) de la población estudiada fue de 1190 gramos. Los niños con pesos al nacer menores a la mediana (1.190 g) evidenciaron tener 4 veces más riesgo (IC 95%: 1,77- 9,16) de ROP en relación al grupo con pesos mayores (1,190 g – 1,499 g). La mediana de la EG (percentil 50) de la población estudiada fue de 30,5 semanas. Los niños con EG menores a la mediana (30,5 sem) evidenciaron tener 2,7 veces más riesgo (IC 95%: 1,28 - 6,05 ) de ROP en relación al grupo con EG mayores. Respecto al sexo, el fondo de ojo evidenció que el porcentaje de niños con algún grado de ROP era igual para ambos sexos: 50% (48 de sexo masculino) y 50% (48 de sexo femenino). No se encontró asociación entre el sexo de los niños y el diagnóstico de ROP (OR= 0,67, IC 95%: 0,29 - 1,50) y la evolución de la retinopatía (OR= 1,53, IC 95%: 0,56 - 4,19). DISCUSIÓN La incidencia de ROP de cualquier grado en la población de sobrevivientes nacidos en el IEMP en el año 2 003 con un peso menor de 1500 g al nacer fue de 70,6% (5,45 x 1000 NV); alta en relación a otros países cuyas cifras para este grupo de peso oscilan entre 26% a 47% (3-6). No podemos comparar con estudios nacionales por no existir estadísticas de esta patología. Uno de los problemas para poder comparar la incidencia con otros INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind91 91 91 estudios es la preferencia de los diferentes autores respecto al punto de corte para la población de estudio según la edad gestacional y el peso al nacer. Así, se reporta en niños < de 32 semanas en el Hospital Universitario Sant Joan de Déu una incidencia de 22,8% y 3,48 x 1000 NV (4). Otros estudios sobre la incidencia de ROP en menores de 1250 g (7) reportan 65% para este grupo de peso y 80% para < de 1000 g. Si se compara en nuestro estudio la población de niños con ROP, estratificando el peso al nacer, no se evidencia que a menor peso (< de 1000 g) haya mayor incidencia de ROP, ya que para este grupo la incidencia es baja (15,6%), debido probablemente a que solo sobrevivió el 19% de niños de ese peso. Sin embargo, si se comparan los promedios de peso y edad gestacional de los niños que tienen FO normal, con los niños diagnosticados de ROP que fueron tratados con laserterapia, los primeros tienen los mayores promedios (1269 ± 178 g y 31,8 ± 1,95 sem) y los últimos, los menores (1133 ± 165,8 g y 29,8 ± 2.1 sem). Para el grupo de ROP que regresionó espontáneamente se obtuvieron promedios intermedios (1170 ± 202,2 g y 30,2 ± 2,25 sem), con diferencias significativas, por lo que se puede concluir que los promedios de peso al nacer y edad gestacional están muy relacionados con la presencia de ROP: a menores promedios de peso y edad gestacional, mayores son las posibilidades de presentar la enfermedad que, dada su gravedad, necesita laserterapia. En la población estudiada los niños que tienen 4 veces mayor riesgo a desarrollar ROP son los que alcanzan pesos al nacer menores a la mediana (1190 g) y los niños que tienen 2,7 veces mayor riesgo son los que tienen EG menores a la mediana (30,5 sem) en relación al grupo con peso y EG mayores. Uno de los factores que se asocian a ROP es el sexo masculino (8), lo que no se demuestra en este estudio, pues no se encontró asociación entre el sexo de los niños y el diagnóstico de ROP y la evolución de la retinopatía. 11/10/07 10:42:17 Dra. Jeannette Doig Turkowsky y col. 92 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Ceguera, pobreza y desarrollo el impacto de visión 2020 en las metas de desarrollo del milenio de las Naciones Unidas. Visión 2020. the right to sight. Word sight 2007. http://www. v2020.org/page.asp?section=000100010026. 2. Carrión O, Gálvez Flor, Mendiola F. Estudio de los factores de riesgo de ceguera infantil y la participación del pediatra en su manejo. Paediatrica 2003; 5(1): 21- 24 3. Zuloaga C, Sierra MV, Asprilla E. Causas de ceguera infantil en Cali, Colombia. Colombia Médica 2005; 36 (4). 4. Grunauer N, Iriondo M, Serra A, Krauel j, Jiménez R. Retinopatía del prematuro. Casuística de los años 19952001. An Pediatr 2003; 58 (5): 471-477. 5. Bancalari A, González R, Vásquez C, Pradenas I. Retinopatía del prematuro: Incidencia y factores asociados. Rev. chil Correspondencia : Recibido : Aceptado : pediatr 2000; 71 ( 2). 6. Salas R, Silva C, Taborga G, Moncada M, Fernández P. 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Jeannette Doig Turkowsky jdoig2000@yahoo.com Dr. Augusto Chafloque Cervantes chaflocerv@hotmail.com 03-09-07 18-09-07 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind92 92 11/10/07 10:42:17 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 93 Uso reportado de metamizol intramuscular por pediatras de entidades públicas y privadas para el manejo de la fiebre en niños de 3 meses a 5 años de edad Reported use of intramuscular metamizol among pediatricians in public and private health facilities for management of fever among children between 3 months and 5 years old Dra. Deborah Eskenazi Fedchteyn* Dr. Francisco Campos Guevara** Dr. Jorge Candela Herrera*** RESUMEN Existen diversos procedimientos físicos y farmacológicos para disminuir la temperatura en caso de fiebre. Esta disminución debe focalizarse en dar confort al paciente, reducir la demanda metabólica y dar asistencia al diagnóstico (ya que nos permite examinar mejor al paciente). No hay una justificación bien definida para el uso de antipiréticos intramusculares. Un estudio reciente en el Hospital San Bartolomé reporta que el efecto antipirético de metamizol por vía intramuscular es similar a la eficacia que muestran el ibuprofeno o metamizol por vía oral (Prado et al 2006). Además, en nuestra opinión, y desde hace muchos años de la Organización Mundial de la Salud, el uso de antipiréticos inyectables de cualquier tipo nunca está justificado para el tratamiento de la fiebre en niños pequeños (World Health Organization 1993). El inyectable provoca dolor, miedo y angustia, sin mayores beneficios para el paciente pediátrico. Objetivos: Conocer la frecuencia de uso de metamizol intramuscular (IM) en niños de 3 meses a 5 años de edad reportada por los médicos pediatras de entidades públicas y privadas. Conocer las razones para el uso de antipiréticos intramusculares. Material y métodos: Este es un estudio de corte transversal, descriptivo, multicéntrico. Se encuestó a médicos pediatras en el período 2005-2006 en tres entidades públicas y tres privadas. En el área privada también se encuestó a médicos con consultorios particulares. Resultados: Se encuestó a 85 médicos pediatras, 55 de entidades públicas y 30 de entidades privadas. El 67% (56) de los pediatras reportaron haber utilizado metamizol intramuscular por lo menos alguna vez en los últimos 2 meses. Siendo el 77% en entidades privadas y el 61% en entidades públicas. Conclusiones: A pesar de la evidencia científica de no beneficio adicional de metamizol IM para el manejo de la fiebre, este estudio registra que dos de cada tres pediatras reportan haber utilizado metamizol IM. Las razones más frecuentes que exponen los médicos pediatras para la utilización de metamizol IM (constituyendo el 77% de las respuestas) son: el antecedente de convulsión febril en el paciente, la intolerancia oral en el paciente, la disminución de la temperatura más rápida y en mayor magnitud. Este elevado uso de metamizol IM se traduce en dolor injustificado en el manejo del niño febril. Programas para la reducción y mejor aún la eliminación del uso de metamizol IM son necesarios. Palabras clave: fiebre, niños, metamizol intramuscular, pediatras, encuesta ABSTRACT There is a diverse management for the handling of fever. This handling must be focused in giving comfort to the patient, in reducing the metabolic demand and facilitates clinical evaluation. There is no defined justification for the use of intramuscular antipyretics. A recent study done at the San Bartolomé Hospital, showed that the antipyretic effect of metamizol by intramuscular route is similar to the effectiveness of ibuprofeno or metamizol by oral route (Prado et al 2006). Intramuscular route causes pain, fear * Médico Cirujano, Universidad Científica del Sur ** Infectologo Pediatra, Hospital San Bartolomé *** Infectologo Pediatra, Instituto de Salud del Niño INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind93 93 and distresses, without greater benefits for the pediatric patients. Objective: To learn the frequency of intramuscular metamizol use among children, 3 months to 5 years old, reported by the pediatricians working at public and private health facilities. Materials and methods: This is a descriptive, observational, multicentric, cross sectional study, in public and private facilities. A survey was applied to pediatricians in 2005-2006. Results: We surveyed a total of 85 pediatricians. 67% of the pediatricians reported to have used intramuscular metamizol at least once in the last 2 months. 11/10/07 10:42:18 94 Conclusion: With ∝ = 0,05 we can conclude that most of the pediatricians at least reports to have used intramuscular metamizol once in the last 2 months. Key Words: fever, children, intramuscular metamizol, pediatrician, survey INTRODUCCIÓN La fiebre, desde hace mucho tiempo, ha sido ampliamente reconocida como una de las manifestaciones más comunes de enfermedad. Representa casi un 60% de la consulta pediátrica (1). Así mismo, el manejo de la fiebre es una práctica altamente difundida y conocida, no solo por los médicos sino por el público en general (2). Para el manejo antipirético existen diversos procedimientos físicos y farmacológicos (3). Este manejo debe focalizarse en dar confort al paciente, en reducir la demanda metabólica y dar asistencia al diagnóstico (ya que nos permite examinar mejor al paciente) (4). Los medios físicos tales como baños y compresas de agua tibia son ampliamente conocidos y utilizados (3). Dentro del manejo farmacológico, hay medicamentos utilizados por vía oral (acetaminofen, ibuprofeno, metamizol), por vía rectal (acetaminofen, metamizol) e intramuscular (metamizol). Un estudio reciente en el Hospital San Bartolomé reporta que el efecto antipirético de metamizol por vía IM es similar a la eficacia del ibuprofeno o metamizol por vía oral (5) Existen varios ejemplos en la historia de la terapéutica médico pediátrica en los cuales se prefiere la vía oral a los inyectables (vía parenteral) para el tratamiento: un primer caso es en el asma, para el cual antes se usaba epinefrina subcutánea y esto causaba mucho miedo y malestar en los niños y también muchas reacciones adversas como taquicardia. Con la llegada de las nebulizaciones se erradicó el uso de epinefrina subcutánea, ya que las nebulizaciones causaban el mismo efecto broncodilatador sin tantos efectos colaterales y sin necesidad de inyectar al paciente. El segundo ejemplo es la terapia de rehidratación, para la cual antes a algunos niños con deshidratación leve a moderada, se les hidrataba por vía endovenosa. Actualmente, ha sido reemplazada exclusivamente por el uso de rehidratación oral (Campos G. Francisco, Infectólogo pediatra Hospital San Bartolomé, comunicación personal agosto de 2005). En principio suponemos que los pediatras han utilizado alguna vez metamizol IM en su práctica clínica, pero sin embargo no hay una justificación bien definida para el uso de metamizol IM. Este estudio tiene como objetivo conocer la frecuencia de uso de metamizol IM en niños de 3 meses a 5 años de edad reportada por los médicos pediatras de entidades públicas y privadas, así como comparar las preferencias de uso entre estas entidades si las hubiera. Además este estudio busca conocer los INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind94 94 Dra. Deborah Eskenazi Fedchteyn y col. criterios que toman los médicos pediatras para utilizar antipiréticos intramusculares y la frecuencia de estos. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, el cual nos permitió conocer el uso reportado de metamizol IM de dos poblaciones de médicos pediatras, una perteneciente al Ministerio de Salud (MINSA) y la otra a la práctica privada. Fueron incluidos los médicos pediatras especialistas que trabajan en consultorios y unidades de emergencias pediátricas, se excluyó a aquellos médicos pediatras especialistas que no ejercen la pediatría propiamente dicha (por ejemplo, por tener otra especialidad o subespecialidad, o dedicarse a la gerencia médica), tampoco participaron médicos que están cursando la residencia de pediatría. El estudio se llevó a cabo a partir del mes de julio 2005 continuando hasta el mes de noviembre 2006, se utilizó como herramienta una encuesta en la cual se solicitaba responder de acuerdo a su práctica en el lugar donde se realizaba, no era anónimo pero si confidencial, los nombres registrados se tomaron con fines de conocer a quienes ya habían participado y se mantuvieron separados del contenido durante la digitación de los datos y el análisis. El título del estudio no mencionaba el interés en la frecuencia del uso de metamizol IM para así evitar sesgos en las respuestas. La encuesta incluía 8 escenarios con la edad y temperatura del paciente para que el pediatra encuestado responda cual antipirético utilizaria en cada caso y por que vía de administración, también se incluyeron preguntas sobre la frecuencia de uso de metamizol IM y las razones de uso. El tamaño muestral fue calculado con el programa EPIINFO (versión 5,01), considerando una prevalencia esperada de uso de metamizol IM de 40% ± 10% en entidades públicas y una prevalencia esperada de 20% ±10% para entidades privadas. Se requería entrevistar a 92 pediatras en entidades públicas y 61 pediatras en entidades privadas. Para el análisis estadístico se utilizó SPSS versión 13. Se reportan frecuencias de uso y razones de uso de metamizol. Se reportan razones de los porcentajes de uso de metamizol IM para los escenarios de niño febril presentados a los pediatras de ambas entidades. Además se utilizó el diagrama de Pareto para exponer las principales razones de uso de metamizol intramuscular por los médicos pediatras, donde ellos podían marcar más de una opción. Este diagrama se realiza incluyendo todas las respuestas, sumándolas y sacando un nuevo porcentaje de cada una respecto al nuevo total, luego se sacan porcentajes acumulativos y se realiza un gráfico de barras y líneas, donde la línea 11/10/07 10:42:18 Uso reportado de metamizol intramuscular por pediatras de entidades públicas y privadas para el manejo de la fiebre en niños de 3 meses a 5 años de edad creciente representa el porcentaje acumulativo, indicando cuantas respuestas cubren el mayor porcentaje (70% - 80%) y estas son las principales respuestas de los pediatras. Se obtuvo la aprobación de los comités de ética del Hospital Madre Niño San Bartolomé y del Instituto Especializado de Salud del Niño. RESULTADOS Se invitó a participar a 136 pediatras, de los cuales 85 pediatras contestaron la encuesta, 55 de entidades públicas y 30 de entidades privadas, lo que indica un porcentaje de respuesta del 63% (Tabla 1). Los datos demográficos de los pediatras encuestados se describen en la Tabla 2. Del total de pediatras, 83 respondieron sobre su sexo siendo el 65% de los pediatras de sexo masculino y el 35% de sexo femenino, mostrando una mayor diferencia en entidades privadas donde el 83% son varones y el 17% mujeres. La edad promedio fue de 45 años. El 82% de los pediatras no contaba con subespecialidad y el 85% se había especializado en el Perú. El 38% de los pediatras encuestados trabaja solo en MINSA, el 17% en entidades privadas y el 32% en ambas entidades. Del total de médicos encuestados en MINSA, el 32% también trabajaba en entidades privadas. Con respecto al uso reportado de metamizol IM por los pediatras en los dos últimos meses (Tabla 3), respondieron la pregunta 84 95 pediatras, de estos 33% reportó no haber usado metamizol IM ninguna vez, mientras que el 67% reportó haber usado alguna vez metamizol IM, siendo la frecuencia reportada en el 49% de los casos menos de 5 veces y en el 18% más de 5 veces en los últimos 2 meses. Ningún pediatra reportó haber utilizado metamizol IM en temperaturas menores a 39°C, mientras que en temperaturas mayores a 39°C los resultados fueron variables en lactantes y preescolares, los cuales se resumen en la Tabla 4. Aquellos pediatras que por lo menos una vez, reportaban haber usado metamizol IM en los últimos 2 meses (n=56) se les preguntaba las razones de uso y podían marcar más de una opción, lo que podemos observar en la Tabla 5 con su respectivo diagrama de Pareto (Gráfico 1), el cual sirve para identificar las principales razones de uso de metamizol IM (las letras representan las razones descritas en la tabla anterior respetando el mismo orden). Todos los pediatras, excepto uno, utilizan medios físicos, lo que varía es la temperatura en que empiezan a usarlos, como se muestra en el Gráfico 2. Los médicos pediatras ante la insistencia de los padres de inyectar a sus niños metamizol IM, respondieron que accederían alguna vez a la petición en el 61% (52) de los casos, 57% en entidades privadas y 64% en entidades públicas. Tabla 1. Número de médicos encuestados por entidad y porcentaje de respuesta Sede ENTIDADES PÚBLICAS Nº de Nº de encuestas encuestas entregadas recibidas Hospital Madre Niño San Bartolomé Instituto Especializado de Salud del Niño Hospital Nacional 2 de Mayo Total Sede Clínica Anglo Americana Clínica San Borja Clínica San Pablo Consultorios privados Total INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind95 95 27 40 12 79 17 32 6 55 ENTIDADES PRIVADAS Nº de Nº de encuestas encuestas entregadas recibidas 11 4 17 25 57 5 4 10 11 30 Porcentaje de respuesta 63% 80% 50% 70% Porcentaje de respuesta 45% 100% 59% 44% 53% 11/10/07 10:42:19 96 Dra. Deborah Eskenazi Fedchteyn y col. Tabla 2. Datos demográficos de los pediatras encuestados Entidad pública Variable Promedio (± DE) Edad promedio Años de experiencia Porcentaje (%) Sexo Subespecialidad Lugar de especialización Mínima Máxima Promedio (± DE) Entidad privada Total 44 (+/-8) 28 59 14 (+/-9) 47 (+/-10) 30 71 17(+/-11) 45 (+/-9) 28 71 15(+/-10) 42 54 82 18 89 11 17 83 83 17 77 23 33 65 82 18 85 15 Femenino Masculino No Sí Perú Extranjero Tabla 3. Uso reportado de metamizol intramuscular por los pediatras (n=84) Ninguna vez 1a 5 veces Más de 5 veces Minsa N° (%) Privado N° (%) Total N° (%) Razón de uso 21 (39) 26 (48) 7 (13) 7(23) 15(50) 8(27) 28 (33) 41 (49) 15 (18) 1,7 1 0,5 Tabla 4. Uso de antipiréticos intramusculares por los pediatras en los diferentes escenarios de la encuesta de acuerdo a edad y temperatura del paciente (n=84) Temperatura Lactante Preescolar 39,1- 40ºC 21(25%) 16 (19%) 1,3 >40ºC 54(64%) 47 (55%) 1,2 Razón (T°) INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind96 96 2,6 Razón (edad) 2,9 11/10/07 10:42:21 Uso reportado de metamizol intramuscular por pediatras de entidades públicas y privadas para el manejo de la fiebre en niños de 3 meses a 5 años de edad 97 Tabla 5. Principales razones de uso de metamizol intramuscular reportadas por los pediatras (n=56) Razón N° (%) A Cuando hay antecedente de convulsión febril en el paciente 36(64) B Intolerancia oral 31(55) C Disminuye más rápido la temperatura 28(50) D Disminuye la temperatura en mayor magnitud 26(46) E Cuando hay antecedente de convulsión febril en algún familiar 20(36) F La disponibilidad es mayor 7(13) G Más facil aplicar el antipirético 6(11) H El costo es menor 3(5) Diagrama de Pareto 120% 100% 90% 94% 98% 100% 5% 4% 2% F G H 77% 80% 60% 60% 43% 40% 23% 20% 20% 18% 16% 13% 0% A B C D E Gráfico 1: Diagrama de Pareto de las principales razones de uso de metamizol intramuscular por los médicos pediatras 29 34% 24 29% >38°C >39°C >40°C todas 4 5% 27 32% Gráfico 2. Utilización de medios físicos reportada por los pediatras de acuerdo a la temperatura del paciente INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind97 97 11/10/07 10:42:23 98 Discusión Dos de cada tres pediatras reportaron haber usado alguna vez metamizol IM en los últimos dos meses, lo cual demuestra con un ∝ = 0.05, que la mayoría de pediatras alguna vez lo utilizó y esto indica una frecuencia de uso considerable tomando en cuenta que la OMS dice que nunca está justificado el uso de antipiréticos inyectables de cualquier tipo en niños febriles (World Health Organization 1993). Este uso es ligeramente mayor en entidades privadas (77%) que en públicas (61%) pero sin evidencia estadística suficiente, con un nivel de significación ∝ de 0,05, para concluir que es mayor en entidades privadas. Cuando tenemos en cuenta la edad del paciente y su temperatura, notamos que los médicos pediatras raramente prefieren utilizar antipiréticos intramusculares en lactantes y preescolares con temperaturas menores a 39ºC, mientras que cuando la temperatura es mayor de 39ºC la frecuencia de uso de intramusculares es mayor, siendo 1 de cada 3 médicos pediatras en lactantes y 1 de cada 5 en preescolares. Si la temperatura sobrepasa los 40ºC la frecuencia de uso de antipiréticos intramusculares aumenta un poco más de 2 veces en los lactantes y casi 3 veces en los preescolares comparada con la frecuencia utilizada en temperaturas de 39°C - 40°C. Siempre la frecuencia de uso reportada es ligeramente mayor en lactantes, lo cual es justificable de alguna manera ya que los lactantes son más susceptibles a sufrir complicaciones de la fiebre como deshidratación, intolerancia oral, irritabilidad, llanto e hiporexia (1,6), dado que las convulsiones febriles son más frecuentes en niños de 6 meses a 3 años de edad con una media entre los 18-22 meses (6). Pero no tenemos suficiente evidencia estadística con un nivel de significación de 0,05 para afirmar que en estas temperaturas el uso de metamizol intramuscular sea mayor en lactantes que en preescolares. Las razones más frecuentes que exponen los médicos pediatras para la utilización de metamizol intramuscular (constituyendo el 77% de las respuestas) son: el antecedente de convulsión febril en el paciente, cuando hay intolerancia oral, la disminución de la temperatura más rápida y en mayor magnitud. Pero INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind98 98 Dra. Deborah Eskenazi Fedchteyn y col. podemos comentar que hay mucha controversia en si el tratamiento antipirético profiláctico para evitar que se eleve la temperatura prevenga las convulsiones febriles (7), además, en países como los Estados Unidos o de Europa no se utiliza metamizol IM y la incidencia de convulsiones febriles no es más alta que la reportada en países donde sí está permitido el uso de este (1,8). Un ensayo clínico realizado en el Hospital San Bartolomé (Lima-Perú) demuestra que la disminución de temperatura es similar en velocidad y magnitud utilizando dipirona vía oral o IM (5). Hay pocos estudios mundiales que incluyan la dipirona, ya que este medicamento no está permitido en muchos países del mundo, especialmente Norteamérica y Europa, por ello es difícil encontrar estudios que comparen su uso tanto por vía oral como intramuscular con los demás antipiréticos por vía oral (1,9). La intolerancia oral es un argumento frecuente que indicaría el uso de antipiréticos IM, pero debemos recalcar que la vía rectal es una vía segura y eficaz y es aceptada en muchos países (1,10). Una de las indicaciones más importantes para iniciar una terapia antipirética en un niño normal con una enfermedad que no comprometa su vida es disminuir la incomodidad que causa el proceso febril (1, 7, 11). De esta manera, si nuestro objetivo es disminuir la incomodidad del niño, debemos evitar el uso de un antipirético IM que provoque miedo, angustia y dolor en el paciente pediátrico si hay otras alternativas por vía oral o rectal que son menos invasivas y de similar eficacia y tolerancia. Este estudio constituye un tema novedoso, que no se ha realizado anteriormente y sirve como base para iniciar otros estudios en los cuales se pueda medir de manera objetiva el uso de metamizol IM y las variables que intervienen en éste, para finalmente hallar una manera de reducirlo o anularlo. Siendo el estudio relativamente subjetivo, ya que confiamos en las respuestas de los pediatras (las cuales por variadas circunstancias podrían ser diferentes a lo que realmente piensan), el uso de metamizol IM en todo caso se vería minimizado. Pero aún así el estudio demuestra que la mayoría de médicos pediatras (∝= 0.05) ha usado metamizol IM por lo menos una vez en los últimos 2 meses. 11/10/07 10:42:23 Uso reportado de metamizol intramuscular por pediatras de entidades públicas y privadas para el manejo de la fiebre en niños de 3 meses a 5 años de edad 99 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Mackowiak Philip A., Fever Basic Mechanism and management 2 edición, Editorial Lippincpoh – Raven, Philadelphia 1997. 2. Kinmoth Ab, Fulton Y, et al. Management of feverish children al home BJM 1992; 305: 1134-6 3. WONG, Anthony MD1, et al. Antipyretic Effects of Dipyrone Versus Ibuprofen Versus Acetaminophen in Children: Results of a Multinational, Randomized, Modified Double-Blind Study. 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El desarrollo en los últimos años de nuevos métodos diagnósticos como el de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), unido a métodos diagnósticos tradicionales, ha permitido ahondar en las características de la enfermedad por M. pneumoniae en pediatría. ABSTRACT Mycoplasma pneumoniae is a frequent pathogenic germ of the human respiratory tract, specially in young children and adults. The development in the last years of new diagnostic methods like PCR (polymerase chain reaction), together with traditional diagnostic methods have allowed to go deep in the features of the disease caused by M. Pneumoniae in children. Fisiopatología de la infección por M. Pneumoniae (1, 2) Citoadherencia: M. pneumoniae es primariamente un patógeno extracelular que depende de la asociación estrecha con las células epiteliales para sobrevivir, para lo cual ha desarrollado un órgano especializado de fijación. Citotoxicidad: La infección por M. pneumoniae lleva a la pérdida de los cilios en las células afectadas, lo cual puede ser la causa de la tos persistente comúnmente asociada a este patógeno. Inflamación e inmunomodulación: La producción de citoquinas por los linfocitos activados puede potenciar los mecanismos de defensa o exacerbar la enfermedad por el desarrollo de lesiones inmunológicamente mediadas El presente artículo busca describir las peculiaridades de este germen poniendo énfasis en los diferentes cuadros clínicos que puede originar en la vía aérea del paciente pediátrico. Variación antigénica: Se ha descrito para M. pneumoniae variaciones de las proteínas adhesivas de superficie debido a modificaciones en el ADN de los genes de la adhesina P1. CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS DE MYCOPLASMA PNEUMONIAE (1,2) • M. Pneumoniae mide de 1 µm - 2 µm de largo y 0,1 µm - 0,2 µm de ancho (5% del volumen de un bacilo típico). • Representan los organismos más pequeños en dimensiones celulares y contenido genético capaces de autorreplicarse sin necesidad de otras células. • No son detectados por el microscopio óptico ni producen turbidez en los medios de cultivo. • Son sensibles a la desecación, por lo que la transmisión se da por contacto cercano de persona a persona por gotas aéreas. • M. pneumoniae es un patógeno extracelular de superficie epitelial, aunque recientemente se ha descrito que puede tener actividad intracelular. Ciclo intracelular: Se cree actualmente que M. pneumoniae puede tener un ciclo intracelular mediado por la fusión del germen con las células huésped a través de su membrana. La magnitud y el grado de replicación dentro de los macrófagos durante la infección no se conocen con certeza, pero la localización intracelular puede ser responsable de la cronicidad de la infección al aislar el germen de la acción de los anticuerpos y antibióticos. * Médico Pediatra, Médico Residente de Neumología Pediátrica, Universidad Peruana Cayetano Heredia INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind101 101 EPIDEMIOLOGÍA (1-3) No existen cambios importantes debido al clima o la región geográfica en la incidencia de infección por M. pneumoniae, aunque se ha reportado una tendencia a presentar picos endémicos cíclicos cada 3 a 5 años. No se considera como parte de la flora normal al M. pneumoniae, pero estudios recientes muestran la persistencia del germen pese a tratamiento antibiótico 11/10/07 10:43:38 Dr. Gerardo Dávila Agüero 102 con resolución clínica en algunos pacientes (portador asintomático crónico). El período de incubación típico es de 1 a 3 semanas, aunque algunos estudios indican que puede bastar solamente 4 días. El 25% a 71% de los contactos intrafamiliares se infectan eventualmente con M. pneumoniae, permaneciendo varios asintomáticos. CUADRO CLÍNICO De las infecciones causadas por M. pneumoniae 20% son asintomáticas, la mayoría (+/- 75%) son infecciones respiratorias leves (traqueobronquitis, faringitis, etc.) y solo 3% a 10% son infecciones respiratorias serias como neumonía. En el grupo de edad de 5 a 15 años es donde se presentan más casos de neumonía ante la infección por M. pneumoniae (hasta 30% de los pacientes) (4). El siguiente cuadro resume diferentes presentaciones clínicas que puede causar M. pneumoniae en niños: Cuadro Clínico • • • • • • • • Faringitis Laringotraqueítis (crup) Traqueobronquitis Bronquiolitis Neumonía Bronquiectasis Bronquiolitis obliterante (BO) Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada (BOOP) • Exacerbaciones de asma Faringitis M. pneumoniae puede causar faringitis aguda, principalmente en niños menores de 2 a 10 años de edad (5). asemejar a la tos en salvas de la tos coqueluchoide (4, 6). Bronquiolitis M. pneumoniae puede ser causante del 5% de los casos de bronquiolitis, según los estudios publicados. Cabe mencionar que existen definiciones variadas en dichos trabajos, incluyendo pacientes hasta de 3 años de edad y con episodios previos de sibilancias asociadas a infección respiratoria (1, 3). Neumonía atípica (1-4,6, 10) M. pneumoniae causa hasta 40% o más de las neumonías adquiridas en la comunidad en niños y 18% de los casos de neumonías que requieren hospitalización. Se denominó “neumonía atípica” debido a que los pacientes no mejoraban con los antibióticos usados en la época que se acuñó el término (penicilina). La presentación clínica es a menudo similar a la causada por Chlamidia pneumoniae, varios virus respiratorios y S. pneumoniae. M. pneumoniae puede además estar presente en el tracto respiratorio concomitante con otros patógenos. Es frecuente presentar tos seca con fiebre menor de 39°C y malestar general. Al examen físico son frecuentes la presencia de subcrépitos y roncantes en tórax, desarrollando 10% a 40% de los pacientes sibilantes (3,13). El 25% de los pacientes con infección por M. pneumoniae presentaran manifestaciones de compromiso extrapulmonar, independientemente del cuadro clínico desarrollado. Los niños con enfermedades como anemia drepanocítica, síndrome de Down e inmunosupresión están en riesgo de desarrollar una neumonía fulminante debido a M. pneumoniae. Crup Aunque el germen causante de Crup más frecuente es el virus parainfluenza, se ha reportado casos en los cuales el germen responsable fue M. pneumoniae (6). Bronquiectasias (7) Chang Keun Kim et al estudiaron a 38 niños hospitalizados por neumonía debido a M. pneumoniae y a 17 niños con IRA (grupo control) por M. pneumoniae en Seúl, Corea, encontrando que el 37% (14/38) de niños con neumonía tuvieron luego de más de 12 meses tomografía axial computarizada (TAC) de alta resolución anormal comparado con 12% (2/17) del grupo control. Traqueobronquitis Es el cuadro clínico típico de la infección por M. pneumoniae. Se caracteriza por una tos seca persistente que puede El área afectada comprometía usualmente 2 ó más lóbulos y correspondía en todos los casos a la localización de la neumonía en la radiografía de tórax. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind102 102 11/10/07 10:43:39 Micoplasma en patología pulmonar pediátrica 103 Entre los niños con TAC de alta resolución anormal (n=14) y normal (n=24) del grupo de pacientes con neumonía hubo diferencias en la edad y valores pico de anticuerpos antimicoplasma, tendiendo a ser de menor edad (5,3 años vs. 7,7 años) y tener mayores títulos (1:7943 vs. 1:3040) los pacientes con TAC de alta resolución anormal. exceder a lo que se esperaría basado en la severidad de las manifestaciones clínicas. Bronquiolitis obliterante (8) P. W. K. Chan et al reportan 3 casos de pacientes preescolares que presentaron bronquiolitis como secuela de neumonía por M pneumoniae. Además el costo y el alto nivel de capacitación técnica excluyen el uso de este método diagnóstico fuera de los laboratorios de investigación o de referencia especializada (12) . Bronquiolitis obliterante con neumonía organizada (9) O. Wachowski et al reportan un caso de esta enfermedad causada por M. pneumoniae. Serología: Los métodos serológicos son probablemente los más usados para diagnosticar infecciones por M. Pneumoniae. Exacerbaciones de asma (1, 2, 6) La infección por M. pneumoniae ha sido recientemente relacionada al asma; puede preceder el inicio del asma o exacerbar los síntomas en los pacientes asmáticos. Se cree que la infección crónica por este germen juega un rol en ciertos pacientes con asma. S. Esposito et al encontraron una relación significativa entre la infección por gérmenes atípicos (M. pneumoniae y Chlamidia pneumoniae) en niños con sibilancias, especialmente con sibilancias recurrentes (10). Un estudio realizado por Kraft et al para ver el efecto de claritromicina en la función pulmonar de pacientes con infección por M. pneumoniae y pacientes sin infección, encontró una mejoría significativa en el volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1) solamente en los pacientes con infección por este germen. Sin embargo, no se conoce el mecanismo exacto de los macrólidos para reducir los síntomas de asma en los pacientes con infección por M. pneumoniae dado que los macrólidos son agentes antibacterianos y además tiene propiedades antiinflamatorias (11). DIAGNÓSTICO Radiología: Los hallazgos radiológicos asociados a M. pneumoniae son extremadamente variados y simulan varias enfermedades pulmonares. La inflamación intersticial mononuclear causada por M. pneumoniae en pulmones puede manifestarse radiográficamente como infiltrados lineares perihiliares (60%), infiltrados reticulonodulares (40%), consolidación segmentaria o lobar (28%), consolidación bilateral (7%) y efusión pleural (6%) (10). El grado de consolidación puede INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind103 103 Cultivo: Es posible cultivar este germen, pero el proceso es lento y poco sensible (debido a los portadores asintomáticos crónicos), tarda de 2 a 3 semanas. El test de crioaglutininas frías es poco sensitivo y específico para el diagnóstico de este germen, las crioaglutininas aparecen usualmente al final de la primera semana de enfermedad y desaparecen en 2 a 3 meses. Aproximadamente un 30% a 70% de los pacientes con neumonía por este germen tendrán un test positivo para crioaglutininas (8). El test de fijación de complemento (CF) persiste positivo por varios años después de una infección aguda. El test de inmunoensayo enzimático para inmunoglobulinas (EIA) al igual que el CF necesita 2 muestras con 7 a 14 días de diferencia que demuestren un aumento de 4 veces el valor inicial para el diagnóstico de infección aguda por M. pneumoniae. La PCR detecta material genético del germen y se puede realizar en un día. Requiere personal altamente capacitado. La muestra de esputo es la más apropiada para PCR (positividad 62,5%, versus 41% para nasofaríngea, 28% para hisopado faríngeo y 44% para lavados faríngeos). El mejor método diagnóstico es combinar PCR y EIA para Ig M, demostrando así la presencia del germen y la respuesta inmunológica del paciente a la infección aguda. TRATAMIENTO (1, 2, 6) Los antibióticos de elección para la infección por M. pneumoniae son los macrólidos, siendo las tetraciclinas o quinolonas otras alternativas. Lee KY et al hacen un estudio retrospectivo en 15 pacientes pediátricos con neumonía severa que no mejoraban pese al tratamiento antibiótico para M. pneumoniae. Ellos agregaron 11/10/07 10:43:39 Dr. Gerardo Dávila Agüero 104 prednisolona a partir del sexto día de inicio del tratamiento antibiótico. En dicha serie de casos notaron una tendencia (estadísticamente no fue evaluada) a presentar menor tiempo de hospitalización y fiebre. Concluyeron que una minoría de niños con neumonía por M. pneumoniae con lesiones pulmonares progresivas, linfopenia y sin respuesta a la terapia con macrólidos parecen beneficiarse del uso de corticoides, aunque señalan que son necesarios más trabajos para determinar el rol de los corticoides en neumonía por M. pneumoniae (14). Satowa Suzuki et al reportan haber encontrado cepas de M. pneumoniae resistentes a eritromicina desde el año 2000 en el 15% a 20% de los casos identificados. Los pacientes con M. pneumoniae resistente tuvieron 2 a 3 días más de fiebre que los pacientes que tenían M. pneumoniae sensible (15). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Ken B. Waites, Deborah F. Talkington. Mycoplasma pneumoniae and Its Role as a Human Pathogen. Clin. Microbiol. Rev. 2004; 14:697-728. 2. Ken B. Waites. New Concepts of Mycoplasma Pneumoniae Infections in Children. Pediatric Pulmonology 2003; 36:267– 278. 3. Tariq A Madani et al. Clinical features of culture-proven Mycoplasma pneumoniae infections at King Abdulaziz University Hospital, Jeddah, Saudi Arabia. BMC Infectious Diseases 2001; 1:6. 4. Ferwerda, Annemarie et al. Respiratory tract infections by Mycoplasma pneumoniae in children: a review of diagnostic and therapeutic measures. Eur Respir J. 2001; 8: 483-492. 5. S. Esposito et al. Aetiology of acute pharyngitis: the role of atypical bacteria. Journal of Medical Microbiology, 2004; 53, 645–651. 6. Chernick et al. 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Se discute también el sistema de puntaje desarrollado en Brasil para el diagnóstico en áreas de pocos recursos. ABSTRACT Non sistemathic revision of the literature about Childhood Tuberculosis, with emphasis to the recently published Guidance of Childhood Tuberculosis (World Health Organization - 2006) that focuses the problem with the purpose of serving to the low income countries. Also presents the score system adopted in Brazil for the TB diagnosis directed for poor areas. INTRODUCCIÓN En el 2006 la Organización Mundial de la Salud (OMS) bajo la iniciativa “Stop TB” (TB) publicó el Guidance for national tuberculosis programmes on the management of tuberculosis in children (1), primer manual de tuberculosis (TB) infantil en el mundo, con enfoque en el diagnóstico, tratamiento y prevención que puede ser aplicado a los programas nacionales de control de TB (PNCT) de cada país. En Latinoamérica los distintos sectores relacionados con la TB infantil, como los sectores de epidemiología, de salud materno-infantil, de salud de la familia, inmunizaciones, entre otros, no desarrollan acciones conjuntas, dificultando el abordaje del problema, es decir, del niño con TB infección o TB enfermedad. Lo mismo ocurre con las acciones de prevención, muchas veces alejadas del diagnóstico y tratamiento. La dificultad de abordaje de la TB infantil ocurre por falta de un conocimiento claro del problema y lo difícil de establecer el diagnóstico en niños. Debido al bajo potencial de infectividad de los enfermos pediátricos con TB es natural que históricamente los PNCT se hayan concentrado en la identificación de las fuentes de contagio, o sea, los adultos bacilíferos, los que mantienen la cadena de transmisión de la enfermedad, perpetuando la TB en el mundo. La articulación e integración entre las instancias de gobierno, federales, estatales, municipales o de provincias, es fundamental para que se pueda ofrecer a la población los avances técnicos que existen en TB. El conocimiento que se tiene de la situación epidemiológica de la TB infantil es limitado. La prevalencia de TB en el grupo de 0 a 14 años al inicio del año 2000 era de cerca de un millón de casos, lo que correspondía al 10% del total de enfermos. Tómese en cuenta que los datos de la OMS consideran los casos de TB confirmados bacteriológicamente, lo que significa una limitación en niños (1,2). 1. HISTORIA CLÍNICA * Médico Neumólogo. Doctor en Medicina. Profesor Asociado. Universidad Federal de Río de Janeiro Departamento de Pediatria. Facultad de Medicina. Universidad Federal de Río de Janeiro INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind105 105 Se presenta la revisión sobre TB en la infancia y, considerando que es difícil la comprobación bacteriológica en niños, el texto trata de dar elementos que permitan el diagnóstico al nivel de pequeñas unidades de salud. 1.1. Forma pulmonar (torácica) Acostumbra cursar con fiebre moderada (> 38OC) de evolución lenta (por más de 15 dias), siendo tratadas las causas comunes como neumonía o malaria en ciertas regiones (1). Son comunes los síntomas generales: inapetencia, adinamia, pérdida de peso, anorexia(3). Se encuentran también otras manifestaciones generales: eritema nodoso, conjuntivitis flictenular, dolores articulares. 11/10/07 10:43:40 Dr. Clemax Couto Sant `Anna 106 Los síntomas respiratorios más comunes son: tos crónica, sin mejora después de 21 dias (1); eventualmente otros: disnea, hemoptisis en escolares y adolescentes, dolor torácico. la adenomegalia presenta tendencia a la fistulización (escrófula). Habiendo salido material, este debe ser llevado para examen bacteriológico. Según la Guía (1) es indicado la biopsia o la aspiración con aguja fina. Muchas veces hay disociación clínico-radiológica, es decir, poca manifestación clínica y extensa lesión radiológica. b) Ósea La localización más encontrada es en la columna: Mal de Pott. Dolor y tumoración en la columna. A veces hay manifestaciones neurológicas con dificultad para caminar. Aparición reciente de giba. El diagnóstico puede ser establecido con la radiografía simple, biopsia por aguja de articulaciones o sinovia. (1). En el caso de haber historia de hospitalización previa por neumonía, indagar sobre la evolución de esta y solicitar, siempre que fuese posible, la historia del servicio donde fue atendido. Investigar antecedentes de hemotransfusión y buscar identificar grupos de riesgo para SIDA /AIDS entre los padres y solicitar serología anti-HIV en casos sospechosos. 1.2. Otras localizaciones Valorar los hallazgos generales ya descritos y buscar localizaciones más frecuentes de la TB en la infancia: ganglionar periférica, ósea (principalmente localizada en la columna o mal de Pott); cutánea, meningoencefalítica (Tabla 1) (1,4). c) Cutánea Ocurrencia poco común. Muchas veces pasa desapercibida. Las formas que más llaman la atención son: el eritema nodoso (en la región tibial anterior) y las tuberculides papulo necróticas en los miembros superiores e inferiores. Casi siempre es necesario biopsia en el último caso. El compromiso de la piel, en la mayor parte de los casos, proviene de la lesión ganglionar tuberculosa, casi siempre en la región cervical. El eritema nodoso es referido como manifestación de hipersensibilidad. En nuestro medio, su relación con tuberculosis debe ser baja. Tabla 1. Tuberculosis extrapulmonar: diagnóstico TB pleural Meningitis por TB Evaluación clínica Dolor pleural, decúbito antálgico Vómito, fiebre, fontanela abombada, convulsión, letargia, rigidez de nuca. Diseminación miliar asociada Radiografía Derrame pleural (unilateral) Hallazgos diagnósticos Líquido pleural linfocitario y con proteína elevada; Biopsia pleural Punción: LCR con pleocitosis, proteína elevada, glicosis normal o disminuida TB ganglionar Adenomegalia unilateral; escrófula Aspirado o biopsia (ex. bacteriológico e hisopatológico) a) Ganglionar periférica Adenomegalias cervicales voluminosas; otras cadenas pueden estar comprometidas. Evolución lenta, más de 3 semanas. Considerar en la etiología tuberculosa si INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind106 106 d) Meningoencefálica El cuadro clásico de meningoencefalitis cursa con líquido cefalorraquídeo claro. Siempre debe ser remitido a los hospitales de referencia. Debe ser buscada la relación y la asociación con la forma miliar en la radiografía de tórax. La evolución misma con el tratamiento adecuado puede dejar secuelas importantes (amaurosis, convulsiones, hemiparesia). e) Pleuritis/pericarditis El aspecto macroscópico es de exudado citrino, amarillo verdoso. Los exámenes citológicos y bioquímicos muestran respectivamente, predominio de linfocitos, elevación de las proteínas (mayor de 3%) y glucosa normal o baja (en relación al dosaje en la sangre). Los derrames pleurales supuestamente tuberculosos deberán ser punzados. Por tratarse de exudado, la cantidad de deshidrogenasa láctica (LDH) se encuentra elevada, casi siempre superior a 200 U.I. El pH del líquido pleural frecuentemente es inferior a 7,2, pero no se transforma en empiema en la mayoría de los casos. Casi siempre la baciloscopia es negativa. Presenta mayor positividad el cultivo para M. tuberculosis. 11/10/07 10:43:41 El diagnóstico de tuberculosis en la infancia: actualización Además de la punción pleural (toracocentesis), en determinadas situaciones puede ser útil la biopsia de pleura, procurando encontrar el granuloma con necrosis de caseificación. Esta biopsia se hace con aguja de Cooppe o similares, casi exclusivamente en niños con más de 12 años. El derrame pleural tuberculoso es raro en la infancia. Generalmente está asociado a lesiones ganglionares o pulmonares homolaterales. La misma orientación de investigación diagnóstica vista para el derrame pleural, se aplica a los casos de pericarditis con derrame. Eventualmente dos o más localizaciones de tuberculosis pueden estar presentes en el mismo paciente, concomitantemente. Localizaciones extrapulmonares pueden estar asociadas entre sí o a la forma pulmonar (4). 107 Casi siempre llama la atención la evolución lenta de neumonía. A veces la radiografía permanece inalterada con el tratamiento hecho para la neumonía bacteriana, mientras que el niño puede presentar mejora clínica. Es frecuente el diagnostico de TB en neumonías que no evolucionan satisfactoriamente en pacientes que no llegan a presentar cuadro tóxico. En adolescentes las imágenes radiológicas pueden ser similares a las de adultos: infiltrados apicales, cavernas, extensos derrames pleurales. Sin embargo, las imágenes de tuberculosis primaria igual a la de niños, arriba descritas, son también encontradas (1). 3.2. Forma ósea La radiografía ósea en el Mal de Pott (tuberculosis de la columna) puede mostrar pinzamiento vertebral, disminución de los espacios articulares o cavitaciones. 4. PRUEBA TUBERCULÍNICA (PPD) 2. HISTORIA EPIDEMIOLÓGICA DE CONTAGIO CON TUBERCULOSIS Debe valorarse el contacto con personas portadoras de tuberculosis que conviven con niños (parientes o no). Es importante la convivencia más constante y no el contacto esporádico. El contagio debe ser actual o pasado próximo. Por ejemplo, si el niño tiene 4 ó 5 años, es importante saber si estuvo conviviendo en los últimos 4 ó 5 años con el enfermo tuberculoso. Despreciar la historia de tuberculosis de muchos años atrás (10 ó 15 años) que no interesa en el caso presente. No habiendo relato explicito de contacto con tuberculosis, indagar sobre tosedores crónicos con los cuales el niño tenga contacto (4). Puede ser necesario cuando haya sospecha clínica, solicitar examen de esputo (bacilo ácido alcohol resistente: BAAR) de adultos que sean sintomáticos respiratorios y radiografía de tórax de niños también sintomáticos respiratorios que conviven con el paciente sospechoso (5, 6). 3. EXAMEN RADIOLÓGICO 3.1. Forma pulmonar (torácica) La radiografía de tórax da mucha información en la sospecha de tuberculosis torácica, pero la dificultad en su interpretación puede llevar a diagnósticos equivocados (3) . Gie (7) publicó un atlas de radiografía torácica de TB que es útil en la práctica. Presencia de adenomegalias o de imagen miliar sugiere mayormente tuberculosis. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind107 107 Valorar la realización de la prueba tuberculínica (Reacción de Mantoux) aun en niños vacunados con el BCG. El resultado de la prueba de tipo reacción fuerte >= 15 mm en vacunados con BCG o > 10 mm en niños no vacunados o vacunados mayores de 2 años es un elemento sugestivo de que fueron infectados por el Mycobacterium tuberculosis (6, 8). La Guía (1) propone que el resultado de la prueba >= 10 mm en vacunados o no con BCG sea sugestivo de infección tuberculosa. Varias condiciones pueden ser anergizantes, como virosis, principalmente el sarampión o enfermedades inmunosupresoras. Es importante evaluar la correcta ejecución y lectura de la prueba tuberculínica en las unidades de salud. 5. EXAMEN BACTERIOLÓGICO En las unidades de salud de nivel primario solo es posible la realización del examen de esputo para investigación de BAAR, en niños mayores de 5 años, capaces de expectorar correctamente. La comprobación bacteriológica debe ser buscada siempre que sea posible. Es sobre todo importante en los casos de sospecha de tuberculosis multirresistente (TBMR), en los infectados por VIH, en las formas complicadas o graves de TB y en casos de duda diagnóstica (1). En estas situaciones si es un niño con menos de 5 años, incapaz de expectorar, considerar la realización de aspirado gástrico durante tres dias 11/10/07 10:43:41 Dr. Clemax Couto Sant `Anna 108 sucesivos. El material debe ser enviado para cultivo de M. Tuberculosis. • Historia clínica cuidadosa, incluyendo historia de contacto y síntomas sugestivos de TB Examen clínico, inclusive evaluación del crecimiento Prueba tuberculínica Confirmación bacteriológica, en caso de ser posible Investigaciones especiales en casos de sospecha de TB pulmonar y extrapulmonar Examen de VIH (en áreas de alta incidencia) El esputo inducido es empleado en niños de varias edades, con resultados satisfactorios. Pero exige un local apropiado y personal entrenado(1). • • • • 6. MÉTODOS RÁPIDOS • Vienen siendo probados métodos serológicos de diagnóstico rápido en la TB. Todavía no son indicados como exámenes de rutina (1). Los factores de riesgo para TB son: • Contacto intradomiciliar con un caso bacilífero recién diagnosticado • Edad inferior a 5 años • Infección por VIH • Desnutrición grave En los años 70 ocurrió el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas. La mayoría de las pruebas imunológicas, utilizan antígenos específicos o monoclonales. Otros investigan componentes metabólicos de los microorganismos por técnicas sofisticadas. En general, el método serológico tiene mejor rendimiento cuando es practicado en líquidos serosos(4). Actualmente es estudiado el papel de pruebas basadas en la producción de interferón gamma (IFN-y) de origen en linfocitos T sensibilizados que puedan ofrecer mayor especificidad que la prueba tuberculínica en el diagnóstico de la infección por M. tuberculosis. Uno de esos es la proteína ESAT-6 (early secretory antigenic target). Estudios en adultos han mostrado buena concordancia entre la PT y los métodos basados en la producción de IFN-y (9, 10). 7. DIAGNÓSTICO 7.1. Aspectos generales Al contrario de lo habitual en adultos, la TB en la infancia no puede ser comprobada por el hallazgo del bacilo en secreciones y, además, la obtención de ellas (como el examen de esputo) también es difícil en niños. La Guía(1) propone que tal preocupación bacteriológica no sea la base del diagnóstico en niños. Su posición es clara en relación con la importancia de los datos clínicos, radiológicos y epidemiológicos compatibles con tuberculosis para que se reafirme el diagnóstico en la infancia. El diagnóstico bacteriológico pasa a ser más útil en pacientes de 10 años o más, es decir, adolescentes. A partir de esta edad se encuentran enfermos bacilíferos cuyo diagnóstico puede ser establecido por la investigación directa de BAAR en esputo. Según la Guía(1), el abordaje diagnóstico de la tuberculosis en niños se basa en los siguientes elementos: INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind108 108 Según la Guía, el hallazgo de 3 de los siguientes elementos permite el diagnóstico de TB en la infancia: • Síntomas crónicos sugestivos de TB • Examen físico altamente sugestivo • Prueba tuberculínica positiva • Radiografía de tórax sugestiva de TB La sospecha diagnóstica de tuberculosis multirresistente (TBMR) en niños es difícil de ser establecida. En el adulto algunos elementos pueden sugerir un caso de TBMR(1): • Contacto con un caso conocido de TBMR • Persistencia de positividad bacteriológica en el esputo después de 3 meses de tratamiento para TB • Historia previa de tratamiento para TB • Historia previa de interrupción del tratamiento de TB En el niño los datos que sugieren la TBMR son: • Contacto con un caso conocido de TBMR • Respuesta inadecuada al tratamiento de TB • Recaída después del tratamiento correcto de TB 7.2. Conducta práctica En niños no infectados por el VIH-TB la valoración de signos y síntomas es de gran utilidad para el diagnóstico de TB. Marais et al.(3) hacen énfasis en la importancia de la evaluación clínica convencional como base para el diagnóstico de TB en la infancia en los lugares carentes de recursos, reiterando el conocimiento vigente (2,4). En los niños infectados por el VIH, al sospechar de TB, es importante establecer el diagnóstico diferencial con otras enfermedades pulmonares que pueden simular TB, como la neumonía intersticial linfocítica, las neumonías por agentes virales y las bronquiectasias recurrentes del VIH, por ejemplo. En estos pacientes la interpretación del examen tuberculínico también es diferente: se considera reactor el resultado igual o superior a 5 mm (6). 11/10/07 10:43:42 El diagnóstico de tuberculosis en la infancia: actualización En Brasil, el Ministerio de Salud divulgó el esquema de puntuación para el diagnóstico de la TB en la infancia en el año 2002. Este sistema de puntaje busca facilitar el abordaje de niños en contacto de adultos con TB o de niños que estén con un cuadro de infección de evolución lenta, en el cual haya sospecha clínica de TB (11,12). Edwards et al (13) analizaron varios sistemas de puntuación diagnóstica de TB infantil y, aun destacando las limitaciones de tales sistemas, sobre todo en áreas de alta coinfección TB-VIH, se evidencia en su trabajo que algunos sistemas de puntaje como el del Ministerio de Salud del Brasil entre otros, son una herramienta útil en la práctica de la red pública de salud, mientras no se disponga de métodos complementarios fidedignos y económicos, como el diagnóstico serológico, inmunológico y PCR. La Guía(1) no indica los sistemas de puntaje-diagnóstico, frente a sus limitaciones, principalmente en relación con la coinfección TB-VIH. En América Latina la coinfección TB-VIH aún no ha alcanzado niveles elevados como en África. En 109 Latinoamérica la tasa promedio de coinfección TB-VIH es de 2/100,000 (variando de <1 a 22), mientras que en África esta tasa es de 68/100,000 (variando de <1 a 672) (14). De esta forma, sería oportuno sumar el contenido de la Guía publicado por la OMS al sistema de puntaje-diagnóstico propuesto por el Ministerio de Salud del Brasil. La sospecha diagnóstica podría ser realizada por las orientaciones de la Guía y el sistema de puntuación permitiría iniciar el tratamiento cuando fuese pertinente. En la Tabla 2 se describe el sistema de puntuación para el diagnóstico de TB en la infancia. El puntaje final obtenido permite que el médico inicie el tratamiento del paciente, o en caso de que este puntaje no sea mayor de 30 puntos, sería indicado continuar con la investigación del enfermo. El proceso de investigación puede ser realizado con varios métodos diagnósticos, tales como broncoscopía (con broncoaspiración y lavado alveolar), examen de esputo, lavado gástrico y esputo inducido, además de punciones y biopsias que permitan el examen citológico o histopatológico de los especímenes clínicos (8,12). Tabla 2. Diagnóstico de tuberculosis pulmonar en la niñez y la adolescencia Cuadro clínico Radiológico Contacto con adulto tuberculoso Prueba tuberculínica Estado nutricional Síntomas: fiebre, tos emaciación, sudoración mayor de 2 semanas o neumonía de evolución mayor de 2 semanas sin mejoría con antibióticos para gérmenes comunes 15 puntos Adenomegalia hiliar o patrón miliar, o Próximo, en los últimos 2 años Peso abajo del percentil 10 Condensación o infiltrado con o sin cavitación mayor de 2 semanas 15 puntos > 10 mm en no vacunados con BCG o vacunados mayores de 2 años 10 puntos 15 puntos 5 puntos Asintomático o con síntomas menor de 2 semanas Condensación o infiltración de cualquier tipo, menos de 2 semanas 5 puntos 0 puntos Infección respiratoria que mejora después del uso de antibióticos para gérmenes comunes o sin antibióticos -10 puntos 5 mm a 9 mm 5 puntos Radiografía normal Ocasional o no conocido Menos de 5 mm - 5 puntos 0 puntos 0 puntos Peso igual o mayor del percentil 10 0 puntos Interpretación: Igual o mayor a 40 puntos: TB muy probable 30 a 35 puntos: TB posible Igual a menor a 25 puntos: TB poco probable INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind109 109 11/10/07 10:43:42 Dr. Clemax Couto Sant `Anna 110 Agradecimientos: Dra. Diana Patricia Giraldo Rios y Dr. Hermes Oñate (por la traducción). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. WHO. Guidance for national tuberculosis programmes on the management of tuberculosis in children. WHO/HTM/TB/2006.371, 41p. 2. Nelson LJ, Wells CD. Global Epidemiology of childhood tuberculosis. Int J Tuberc Lung Dis. 2004; 8: 636-647. 3. Marais BJ, Gie RP, Hesseling AC et al. A refined symptombased approach to diagnose pulmonary tuberculosis in children. Pediatrics 2006; 118: 1350-1359. 4. Sant´Anna CC. Tuberculose na infância e na adolescência. Rio de Janeio., Atheneu, 2002, 227 p. 5. Caldeira Z, Sant’Anna CC, Aide MA. Tuberculosis contact tracing among children and adolescents, Brazil. Rev. Saúde Pública, 2004, 38:339-345. 6. II Consenso Brasileiro de Tuberculose: Diretrizes Brasileiras para Tuberculose. J. bras. Pneumol., 2004, 30. 7. Gie R. Diagnostic atlas of intrathoracic tuberculosis in children. Paris, IUATLD, 2003. 8. Brasil. Ministério da Saúde. FUNASA. 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WHO Report 2007. Geneva, 2007, 277 p. Correspondencia : Dr. Clemax Couto Sant `Anna clemax@vetor.com.br Recibido : 29-05-07 Aceptado : 19-06-07 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind110 110 11/10/07 10:43:43 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 111 Alergia e intolerancia alimentaria, manifestaciones gastrointestinales Intolerance and food allergy, pediatric gastrointestinal manifestations. Dr. Aldo Maruy Saito* Resumen El tracto gastrointestinal es capaz de desarrollar como respuesta a una condición nociva síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. Además edemas y malnutrición si hay malabsorción o perdida de proteínas. Usualmente los responsables de estos síntomas gastrointestinales han sido los agentes infecciosos, alteraciones metabólicas e incluso defectos anatómicos. Recientemente las reacciones adversas a los alimentos: alergia o intolerancia en niños, están siendo cada vez mas reconocidas como responsables de estos síntomas sobretodo en los países desarrollados, lo que ha generado abundante información y confusión. La presente revisión pretende actualizar a los pediatras sobre las definiciones, datos epidemiológicos, conceptos sobre la patogenia, cuadro clínico, pruebas diagnosticas, como se trata y se previenen las manifestaciones gastrointestinales de la alergia alimentaria. ABSTRACT The gastrointestinal tract is capable of displaying in response to disease, symptoms like abdominal pain, nausea, vomiting, and diarrhea. Additional manifestations of edema and poor growth if there is malabsorption or protein loss. Frequently the responsible of these symptoms has been infections, metabolic disturbances and anatomic problems. malignancy, and metabolic disorders of various types. More recently adverse reactions to foods are recognized as responsible of these symptoms in developed countries, generating a lot of information and confusion. This revision pretends to update pediatricians about the definitions, epidemiology, patogenic concepts, clinical manifestations, diagnostic tests, management and prevention of the gastrointestinal manifestations of the alimentary allergy. Introducción El tracto gastrointestinal es capaz de desarrollar solo algunos síntomas como respuesta a una condición nociva: dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea por lo general. Si además hay malabsorción o pérdida de proteínas, se pueden presentar edemas y malnutrición (1) . El reto del pediatra es determinar la causa de estos síntomas, para lo cual se toma en cuenta, generalmente, causas infecciosas, metabólicas o anatómicas que los expliquen. Sin embargo, de un tiempo a esta parte hay que considerar, además, las reacciones adversas a los alimentos (alergia o intolerancia) como posibles causantes de patología gastrointestinal, sobre todo en niños. En los países desarrollados los pediatras están reportando un aumento real o percibido de alergia o intolerancia a los alimentos con síntomas gastrointestinales. Definición Los términos intolerancia y alergia son frecuentemente intercambiados y confundidos, por lo que con la finalidad de estandarizar la nomenclatura, en la actualidad se utilizan las siguientes definiciones (2). Reacciones adversas a los alimentos: cualquier respuesta anormal luego de ingerir alimentos. Estas pueden clasificarse como (Tabla 1): 1. Tóxicas: por ejemplo, luego de la ingesta de plantas con veneno, como hongos. 2. No tóxicas, que a su vez pueden clasificarse como: a) Reacciones de intolerancia: son manifestaciones clínicas que no involucran al sistema inmunológico. b) Reacciones de hipersensibilidad o alergia propiamente dicha cuya respuesta involucra al sistema inmunológico. * Pediatra Gastroenterólogo Hospital Nacional Cayetano Heredia INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind111 111 11/10/07 10:43:43 Dr. Aldo Maruy Saito 112 Tabla 1. Definiciones Las reacciones adversas a los alimentos pueden clasificarse como: 1. TÓXICAS: una intoxicación por planta venenosa, como hongos por ejemplo. 2. NO TÓXICAS: a. Reacciones de INTOLERANCIA: aunque están causadas por ciertos alimentos, no son reacciones alérgicas auténticas: • Farmacológicas: alimentos contienen sustancias que al ser ingeridas en cantidades elevadas pueden producir síntomas clínicos; por ejemplo, cafeína (excitabilidad), tiramina (cefaleas). • Enzimáticas: personas con deficiencias enzimáticas; por ejemplo: las personas con intolerancia a la lactosa tienen un déficit de lactasa y presentan signos y síntomas de malabsorción intestinal (dolor abdominal, flatulencia, diarrea, etc.). • Irritantes: hay sustancias que pueden producir irritación; por ejemplo, comidas con muchas especias o picantes b. Reacciones propiamente ALÉRGICAS: son aquellas reacciones ocasionadas por un mecanismo inmunológico, generalmente una respuesta exagerada a un estímulo dado. A su vez, estas pueden ser: • Mediadas por IgE: aquellas en las que el anticuerpo responsable de la reacción inmunológica frente al alimento es la inmunoglobulina E. • No mediadas por IgE: aquellas en las que la respuesta inmunológica tiene un mecanismo diferente. Tomado de Unidad de Alergia Infantil, Hospital La Fe - Valencia, España, 2004 Prevalencia La prevalencia real de la alergia gastrointestinal es desconocida y se presume que está sobrevaluada o sobrestimada, básicamente por la confusión que generan las definiciones utilizadas o por las percepciones de las personas, muchas veces equivocadas y exageradas sobre reacciones alérgicas. Sin embargo, algo que sí se ha podido documentar es que las reacciones adversas a los alimentos son más frecuentes en lactantes y preescolares (3) . Si bien no hay datos en niños a nivel nacional, en las publicaciones sobre prevalencia encontramos que Bock estudió en forma prospectiva una población de 480 niños de hasta tres años de edad: 133 presentaron reacciones adversas a los alimentos y 38 (8%) de ellos tuvieron síntomas confirmados por cambios en su alimentación. La reacción alérgica a la proteína de la leche de vaca fue la más frecuente en este grupo de edad (4). En un estudio en Suecia, (5) se realizaron cambios en la alimentación en más de 1000 niños, con una evaluación prospectiva INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind112 112 en Dinamarca (6) y Holanda (7), los resultados mostraron alergia a la proteína de la leche en 1,9%, 2,2% y 2,8 % de la población estudiada, respectivamente. Además, el porcentaje de lactantes con reacciones gastrointestinales fue de 60%, 59%, y 50%, respectivamente. En otro estudio, esta vez de doble ciego y placebo controlado, Burks y colaboradores (8) evaluaron a 165 niños con edad promedio de cuatro años y reportaron que siete alimentos provocaron reacciones adversas en 89% de los niños: leche, huevo, maní, soya, trigo, pescado y nuez. Durante los cambios en la alimentación, 27% respondió con síntomas gastrointestinales y un 7% presentó un síntoma aislado. Por otro lado, en un estudio realizado en una población del Reino Unido, en 1994, se evaluó la intolerancia a ocho alimentos, mediante retos ciegos en un subgrupo de adultos y se identificó escasamente una frecuencia de 1,4%, en contraste con la percibida o reportada por los adultos (20%) mediante encuestas (9). Podríamos entonces concluir que las reacciones adversas a los alimentos son más frecuentes en lactantes y niños, que son pocos los alérgenos responsables de la mayoría de ellas y que en los adultos su percepción sobre trastornos alérgicos está sobrevaluada, pudiendo muchas veces esto transferirse a sus hijos. Factores de riesgo Se han considerado algunos factores de riesgo para el desarrollo de la alergia alimentaria: • • • • • Leche materna vs. fórmulas vs. leche entera de vaca Historia familiar de alergia Dieta de la madre lactando Edad de la introducción y tipo de alimentos sólidos Factores en el hogar: mascotas, polvo y fumar La leche materna es el alimento ideal para los niños no solo por sus características nutricionales e inmunológicas sino porque además evita muchas veces el desarrollo de una alergia o intolerancia a la proteína de leche de vaca, que generalmente se produce por ingesta de proteína intacta de leche entera de vaca o incluso de proteína modificada de las fórmulas infantiles. Si los padres no son atópicos, el riesgo de que un niño desarrolle una alergia es de 5% - 15%, si uno de los padres es atópico el riesgo es de 20%-40%, si uno de los hermanos lo es, el riesgo es casi igual entre 25%-35%, pero si ambos padres son atópicos esto se puede elevar hasta llegar a ser entre 40%-80%. En casos de familias muy alérgicas, incluso a la dieta de la madre si está dando de lactar, es importante, ya 11/10/07 10:43:45 Alergia e intolerancia alimentaria, manifestaciones gastrointestinales que hay reportes de alergia a la proteína de leche, por ejemplo, en niños que reciben pecho exclusivamente, si la madre consume productos lácteos. Otros factores a considerar son introducción de alimentos sólidos antes de los 4 meses, productos potencialmente alergénicos antes del año y el hecho de tener mascotas o mucho polvo en casa (10). Manifestaciones clínicas gastrointestinales Las manifestaciones clínicas gastrointestinales de alergia alimentaria pueden clasificarse como: 1. Mediadas por IgE: 1.1. Síndrome de alergia oral 1.2. Hipersensibilidad gastrointestinal inmediata 2. No mediadas por IgE: 2.1. Enterocolitis 2.2. Proctitis 2.3. Enteropatía 2.4. Enfermedad celiaca 3. Intermedias a IgE: 3.1. Esofagitis eosinofílica 3.2. Gastritis eosinofílica 3.3. Gastroenterocolitis eosinofílica 4. Otras patologías atribuidas a hipersensiblidad: 4.1.Cólico infantil 4.2. Reflujo gastroesofágico 4.3. Constipación Mediadas por IgE Síndrome de alergia oral Comprende síndromes muy variados de prurito o angioedema de labios, lengua y paladar, glositis, gingivitis, queílitis y faringitis. Es más frecuente en niños mayores (a partir de los 5 años) que en lactantes. Es una forma de alergia por contacto comúnmente asociada con la ingesta de vegetales y frutas (11). Generalmente las proteínas son termolábiles, por lo que el efecto no se presenta si los vegetales o frutas son sometidos a cocción. La mayoría de las veces es seguida de una rápida resolución de los síntomas. Los pacientes con síndrome de alergia oral presentan síntomas aislados en orofaringe (79% de los casos), en otros órganos y sistemas como el gastrointestinal (9%), en piel (9,5%), o bien, rinoconjuntivitis (6,3%) o asma (3,2%) (12). El diagnóstico se basa en la historia sugestiva y pruebas cutáneas positivas para frutas y verduras. Hipersensibilidad gastrointestinal inmediata Es una forma de hipersensibilidad gastrointestinal que también se acompaña de manifestaciones alérgicas en otros órganos (enfermedad atópica)(13). Los síntomas se desarrollan desde los primeros minutos hasta dos horas después de consumir el alérgeno responsable (leche, huevo, soya, INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind113 113 113 maní, pescado). La reacción está mediada por IgE. El cuadro clínico consiste en náusea, dolor abdominal, vómito y posteriormente diarrea. El diagnóstico se establece por la historia clínica, pruebas cutáneas y resolución de los síntomas hasta dos semanas después de eliminado el alérgeno. No mediadas por IgE Enterocolitis y proctitis dietética proteica Se caracterizan por deposiciones con moco y sangre que se puede presentar desde los primeros días de vida, en un niño que luce sano, sin otros síntomas asociados (fiebre o vómitos). Puede haber historia de ingesta de proteína de leche de vaca, sin embargo es más frecuente en niños con lactancia materna exclusiva cuyas madres ingieren productos lácteos, chocolate, huevo, maní o soya. El diagnóstico diferencial incluye infecciones gastrointestinales y fisuras anales. El diagnóstico se hace por la historia clínica, si bien las pruebas cutáneas no son de utilidad, podemos encontrar eosinófilos fecales y eosinofilia periférica leve que sugieren el diagnóstico; además una buena respuesta a la eliminación del alérgeno.(1). Enteritis dietética proteica El cuadro clínico de esta entidad está relacionado principalmente con diarrea, vómitos y malabsorción. Además podemos encontrar falla en el desarrollo, anemia, hipoproteinemia y edemas. Se puede presentar en lactantes si se exponen precozmente a leche entera de vaca, soya, pescado o huevo. No hay eosinofilia periférica ni elevación de IgE, ni respuesta a pruebas cutáneas. El diagnóstico se puede hacer por la historia clínica, endoscopia y biopsia, o por ensayos terapéuticos de supresión de alérgenos. Buena respuesta a la eliminación del alérgeno (16-18). Enfermedad celiaca Se caracteriza por el desarrollo de una enteropatía (diarrea, vómitos y malabsorción) secundaria a una respuesta inmune al gluten (19). La sintomatología puede aparecer precozmente alrededor del sexto mes al iniciar dieta con cereales, sin embargo actualmente se acepta que la mayoría de los pacientes tienen una forma silente o latente, que se puede manifestar recién en la adolescencia o en la adultez. Los pacientes reaccionan a la ingesta del trigo y cebada principalmente. Los celiacos comparten antígenos de histocompatibilidad tipo HLA DQ2 y DQ8. El diagnóstico se hace por endoscopia y biopsia, pero en la actualidad se pueden pedir pruebas sanguíneas previas a la biopsia, como anticuerpos IgG antigliadina, o anticuerpos IgA transglutaminasa (más específicos) que pueden orientar el diagnóstico. 11/10/07 10:43:45 Dr. Aldo Maruy Saito 114 Intermedias a IgE Gastroenteropatías eosinofílicas (esofagitis, gastritis y gastroenterocolitis eosinofílica) Este heterogéneo grupo de gastroenteropatías tienen en común una inflamación eosinofílica del tracto gastrointestinal. La nomenclatura se utiliza para describir el sitio específico de la inflamación y la sintomatología variará de acuerdo al sitio afectado. Si es el esófago predominarán los vómitos, rechazo al alimento y disfagia, en el caso del estómago, dolor abdominal y llenura precoz, y si es el intestino se puede desarrollar una enteropatía perdedora de proteínas. Si hay afección de la serosa se puede presentar una ascitis eosinofílica. Las proteínas involucradas son las de la leche de vaca, maní, soya, huevo, pescado entre otros (20, 21). El diagnóstico requiere de biopsias que demuestren la infiltración eosinofílica. La IgE puede estar elevada o no y las pruebas cutáneas muchas veces no son de utilidad (menos del 50%). La respuesta a la eliminación del alérgeno es variable. Otras reacciones de hipersensibilidad Si bien se ha reportado que un grupo de pacientes puede presentar cólico infantil, reflujo gastroesofágico o constipación crónica como manifestación clínica de una alergia a la proteína de leche de vaca, todavía se requieren de estudios adicionales para confirmar estas asociaciones. Cólico infantil Existe en la actualidad alguna evidencia clínica de una asociación entre alergia a la proteína de leche de vaca (APLV) y lactantes con cólico infantil. Hay reportes de que pacientes con APLV tienen una alta incidencia de cólicos (44%) como síntoma de presentación y que las fórmulas hipoalergénicas o la restricción dietética de la madre son más eficaces que los antiácidos (22, 23). Sin embargo, todavía la evidencia es limitada como para generalizar el uso de estas fórmulas en estos casos. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) En la base de estudios utilizando eliminación de la proteína de leche de vaca y reto posterior, queda claro que hay un grupo de niños con reflujo gastroesofágico que responden favorablemente. Sin embargo, la magnitud del problema no está bien definida y hay reportes que van de 16% hasta 42% en algunos casos (24, 25) . Más recientemente Salvatore (26) reporta que ERGE y APLV ocurren frecuentemente en niños menores de 1 año de edad (50%), en algunos casos ERGE no solo está asociado a APLV sino incluso inducido por esta y los síntomas de ERGE asociado a APLV son los mismos que los de ERGE primario. Si hay historia familiar fuerte de APLV se sugiere una dieta de eliminación antes de iniciar tratamiento para ERGE. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind114 114 Para la sospecha clínica hay que considerar que los pacientes con APLV podrían tener otros síntomas adicionales a los de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (diarrea, malabsorción, etc.). Constipación crónica La alergia a la proteína de leche de vaca ha sido sugerida como una causa de constipación crónica. Estudios de pequeños grupos reportan respuesta a la exclusión de la proteína de leche de vaca entre 28% hasta 68% (27, 28). Pudiera haber una base inmunológica ya que se encontró entre los que respondieron una alta tasa de atopía, inflamación de mucosa rectal y anticuerpos IgE. Diagnóstico El diagnóstico en detalle de una alergia alimentaria es merecedor de todo un artículo adicional y escapa a la finalidad de esta revisión, sin embargo queremos enfatizar algunas características que pudieran hacer sospechar a un pediatra que se puede encontrar frente a un probable caso de alergia o intolerancia alimentaria (Tabla 2). El pediatra que está evaluando a un paciente con signos o síntomas de enfermedad gastrointestinal debe determinar la causa entre varias posibles (infección, metabólicas, alteraciones anatómicas, genéticas, etc.). Las reacciones adversas a la ingesta de un alimento permanecen como una de ellas y dentro de estas debe recordar que podría deberse tanto a efectos inmunológicos o no inmunológicos. Tabla 2. Escenarios clínicos que pueden sugerir que sea necesaria la evaluación por alergia o intolerancia. • • • • • • • Respuesta gastrointestinal inmediata (prurito oral, vómitos, diarrea) luego de un alimento en particular Deposiciones con moco y sangre en un lactante Síndrome de malabsorción/enteropatía perdedora de proteínas Vómitos, diarrea, disfagia subagudos o crónicos Falla en el desarrollo Síntomas gastrointestinales en pacientes atópicos Cólico infantil, reflujo gastroesofágico y constipación crónica que no responden a manejo tradicional Tomado de Scott H. Sicherer, MD Clinical Aspects of Gastrointestinal Food Allergy in Childhood Pediatrics 2003; 111:1609 –1616 Para el diagnóstico se han considerado factores y criterios que han ido variando a través del tiempo. Por ejemplo, en 1963, Goldman y colaboradores describieron los criterios sugestivos para el diagnóstico de alergia a la leche de vaca (29): 11/10/07 10:43:46 Alergia e intolerancia alimentaria, manifestaciones gastrointestinales • Posteriormente, en un consenso en el año 2002 sugieren considerar otros elementos para establecer el diagnóstico de alergia intestinal: (30). Disponemos de algunas pruebas que se utilizan en la evaluación de alergia alimentaria. Para las reacciones inmediatas que son dependientes de IgE, pruebas cutáneas como el Prick Test (SPT) u otras de laboratorio IgE específicas como Test radioalergoabsorbente (RAST) pueden ser útiles para verificar las sospechas obtenidas en la historia. Sin embargo la mayoría de reacciones de hipersensibilidad a los alimentos no son mediadas por IgE, por lo que la evaluación es mucho más dependiente de los resultados de las dietas de eliminación, retos orales o incluso biopsias en casos seleccionados. Tabla 3. • Tabla 3. Guía para solicitar pruebas diagnósticas • • • • • • • • • • • • Sintomatología que remite con la eliminación de la leche de vaca Recurrencia de los síntomas en las 48 horas siguientes al reto con fórmula Tres retos positivos con leche e inicio de sintomatología similar en duración y manifestaciones clínicas 115 Una historia de reacción de hipersensibilidad con la ingestión de alimentos Exclusión de otras causas anatómicas, funcionales, metabólicas e infecciosas Mecanismos patogénicos consistentes como causa de la alergia (eosinofilia) Confirmación de la relación entre la ingesta de un alimento específico y el desarrollo de sintomatología Evidencias de IgE específicas Enfermedades atópicas asociadas (asma, dermatitis atópica) Falta de respuesta a la terapia convencional a alteraciones anatómicas funcionales, metabólicas o infecciosas Remisión de los síntomas con la eliminación de las proteínas alergénicas en la dieta Respuesta clínica al tratamiento de la alergia (corticoides) Similitudes con otros síndromes clínicos que son causados por mecanismos inmunológicos Falta de otra explicación para la reacción clínica parecida a alergia Como se puede apreciar, estos elementos toman en cuenta la variedad de manifestaciones clínicas relacionadas con alergia en sobreposición con las de intolerancia alimentaria. En consecuencia, una sola de estas recomendaciones no puede hacer el diagnóstico, así como la falta de alguna de ellas no lo puede descartar. Lo que podemos afirmar es que para el diagnóstico lo fundamental es una historia clínica completa, tomando en cuenta la edad de inicio de los síntomas, el tiempo y frecuencia de presentación después de la ingesta de alimentos sospechosos, respuesta de los síntomas con la eliminación de los alérgenos, antecedentes personales y familiares de atopía. A veces la exploración física, especialmente cuando los pacientes son sintomáticos, puede apoyar el diagnóstico o lo descarta; sin embargo, no hay signos ni síntomas patognomónicos de la alergia a los alimentos. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind115 115 Diagnósticos Pruebas Hipersensibilidad gastrointestinal inmediata Síndrome de alergia oral Gastroenteropatía eosinofílica Enterocolitis y proctitis dietética proteica Enteropatía dietética proteica Enfermedad celiaca PST, RAST PST Biopsia, DE DE, RO Biopsia DE Biopsia, serología Reflujo gastroesofágico, cólico y DE y RO constipación alérgicas PST : Prick Skin Test RAST : Test radioalergoabsorbente DE : Dieta de eliminación RO : Reto oral. Adaptado de Scott H. Sicherer, MD Clinical Aspects of Gastrointestinal Food Allergy in Childhood. Pediatrics 2003; 111:1609–1616. Tratamiento El tratamiento dependerá del diagnóstico y del alérgeno detectado. La medida esencial en casos de alergia es retirar el alérgeno, lo cual puede ser un problema ya que muchos productos pueden tener la sustancia en forma oculta. Otra complicación es que muchas veces no lo podemos detectar y habrá que valorar el costo-beneficio de las dietas estrictas de exclusión en estos casos, porque podemos producir desnutrición. En pacientes con alergia a la proteína de la leche de vaca mediadas por IgE, un 86% puede tolerar una fórmula de soya (31), pero la tasa de respuesta es menor a 50% en los casos no mediados por IgE (32). En estos casos la indicación es una fórmula de hidrolizados extensos de proteínas, se considera que un 95% de estos niños tendrá una buena respuesta a este tratamiento, el otro 5% requerirá fórmulas a base de aminoácidos (33-351). La Academia Americana de Pediatría en el 2000 publicó una serie de recomendaciones: (36). • Si hay antecedente familiar de alergia y recibe 11/10/07 10:43:46 Dr. Aldo Maruy Saito 116 • • • lactancia materna exclusiva (LME) la madre debe de hacer una dieta de restricción de posibles alérgenos Lactantes alérgicos recibiendo fórmulas con proteína de la leche de vaca, soya o fórmulas parcialmente hidrolizadas deben recibir una fórmula extensamente hidrolizada Lactantes con alto riesgo para alergias (identificados por un historial familiar de atopía, IgE elevadas en suero, o síntomas mediados por IgE) deben recibir LME o una fórmula extensamente hidrolizada por los primeros 6 meses y pueden recibir fórmula de soya después de los 6 meses Antes de intentar introducir leche de vaca para la prevención de recurrencia, niños alérgicos deben recibir exclusivamente una fórmula hipoalergénica por 6 meses y ser observados por lo menos durante 12 meses más A pesar de las limitaciones para el diagnóstico y el tratamiento, una buena noticia es que la mayoría de los niños con manifestaciones gastrointestinales de alergia resuelven su problema con el tiempo. La excepción es la enfermedad celiaca que, como sabemos, durará toda la vida. Actualmente este tema de las manifestaciones gastrointestinales de alergia es motivo de intensa investigación, por lo que esperamos novedades para el diagnóstico y tratamiento en el futuro próximo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Sicherer S. Clinical aspects of gastrointestinal food allergy in childhood. Pediatrics 2003;111:1609 –1616. 2. American academy of allergy and immmunology/ NIAID. Adverse reactions to food. NIH Publica 84-2442; 1984. p. 1-6. 3. Madrazo JA, Exiga E, 2004. Alergia intestinal en Pediatría, Rev Med IMSS 2004; 42: 507-517. 4. Bock SA. Prospective appraisal of adverse reaction to foods in children during de first 3 years of life. Pediatrics 1987; 79: 683-688. 5. Jacobsson I, Lindberg T. A prospective study of cow’s milk protein intolerance in Swedish infants. Acta Pediatric Scand 1979; 69:853-859. 6. Host A, Halken SA. 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Correspondencia: Dr. Aldo Maruy Saito amaruy@upch.edu.pe Recibido : 06-06-07 Aceptado : 19-06-06 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind117 117 11/10/07 10:43:47 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind118 118 11/10/07 10:44:09 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 119 CASOS CLÍNICOS La ecocardiografía transesofágica y la angiotomografía axial computadorizada en la evaluación de la obstrucción del túnel intraauricular pulmonar después de cirugía de Mustard. Reporte de un caso Transesophageal echocardiography and the computarized angiotomography in the evaluation of the pulmonary tunnel obstruccion after mustard repair. A case report Dr. Javier Ozores Suárez * Dr. Francisco Díaz Ramírez ** Dr. Luis Bravo Pérez de Ordaz*** Dra. Raquel Maciques Rodríguez **** RESUMEN Reportamos los hallazgos encontrados por ecocardiografía transesofágica (ETE) y por angiotomografía axial computadorizada (angio-TAC) en un paciente con obstrucción tardía del túnel intraauricular pulmonar después de operación de Mustard. La demostración de estos hallazgos resulta de importancia, ya que otros métodos diagnósticos son de poca confianza o muy engorrosos de realizar. El resultado de nuestro trabajo demuestra que la angiotomografía axial computadorizada y la ETE son muy útiles en precisar el sitio de la obstrucción y que la ETE, además, brinda información sobre la dirección y la velocidad del flujo a través de la estenosis. ABSTRACT We report transesophageal echocardiography and CT scan findings from a patient with late obstruction of the pulmonary tunnel after Mustard surgery when she was 2 years old.. Demonstration of such obstruction is important, since the recognition of the pulmonary baffle by clinical techniques is unreliable and indeed often impossible. The results demonstrate that transesophageal echocardiography and the CT scan are very useful for the detailed depiction of the place of the obstruction, particularly transesophageal echocardiography which also offer the possibility of determination of the direction of the blood flow and the quantification of the gradient jet. * Especialista en Cardiología, Cardiocentro Pediátrico William Soler. Ciudad Habana, Cuba ** Especialista en Radiología, Cardiocentro Pediátrico William Soler. Ciudad Habana, Cuba *** Especialista en Pediatría (Cardiología). Especialista en Medicina Intensiva y Emergencias,Cardiocentro Pediátrico William Soler. Ciudad Habana, Cuba **** Especialista en Pediatría. Diplomado en Terapia Intensiva Cardiovascular Pediátrica, Cardiocentro Pediátrico William Soler. Ciudad Habana, Cuba INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind119 119 INTRODUCCIÓN La transposición de grandes vasos (TGV) representa del 5% al 8% de todas las cardiopatías congénitas(1). Esta cardiopatía, en su evolución natural, tiene una mortalidad de un 30% de los pacientes en la primera semana, un 50% antes del primer mes, un 70% en los primeros 6 meses de vida y un 90% antes del primer año. La corrección fisiológica auricular con técnica de Senning o Mustard, introducida en los años sesenta, mejoró la expectativa de vida de estos pacientes. Posteriormente se introdujo la técnica de Jatene, la cual tiene una mortalidad de solo un 3% en los centros más especializados del mundo, pero existe un número de pacientes intervenidos en el pasado que acuden a consulta con las complicaciones inherentes a la mencionada cirugía fisiológica. Una de las complicaciones mecánicas más frecuentes después de la corrección fisiológica auricular con técnica de Mustard o Senning es la obstrucción de los túneles intraauriculares, la cual puede ser temprana debido a una reconstrucción inapropiada pero también tardía debido a retracción y calcificación de dichos túneles. Ciertos reportes señalan dificultades en el diagnóstico por ecocardiografía transtorácica (ETT) de la obstrucción del túnel que conecta el sistema venoso sistémico con el ventrículo pulmonar (2), pero en estos casos existe la posibilidad de documentar fácilmente dicha complicación por cateterismo cardiaco. En el caso de obstrucción del túnel venoso pulmonar al ventrículo sistémico, el diagnóstico por cateterismo del sitio exacto de la obstrucción frecuentemente no puede realizarse, por lo que métodos poco invasivos como la ecocardiografía transesofágica (ETE) y la angiotomografía axial computarizada (angio -TAC) deben considerarse, ya 11/10/07 10:44:10 Dr. Javier Ozores Suárez y col. 120 que el diagnóstico por ETT tampoco ofrece en todos los casos seguridad en el diagnóstico. Coanda retorna hacia la aurícula alejándose del plano valvular tricuspideo (Figura 2). Existen antecedentes de reportes de la utilización de la ETE (3) y la angio -TAC (4) en la obstrucción tardía de los túneles después de cirugía de Mustard o Senning; sin embargo, en nuestro medio su uso es relativamente reciente. Con el presente artículo se reporta por primera vez en nuestro país el empleo en un mismo paciente de la angio -TAC y la ETE en el diagnóstico de la mencionada complicación y se compara la utilidad de estos medios en este tipo de paciente. PRESENTACIÓN DEL CASO Paciente de 22 años de edad con diagnóstico de TGV. Se le realizó atrioseptostomía de balón a los 10 días de nacido y cirugía de Mustard a los 2 años de edad. El paciente se presenta en nuestra institución con disnea de esfuerzo que se ha ido incrementado progresivamente, así como cansancio fácil. Al examen físico se encuentra frecuencia respiratoria de 25 respiraciones por minuto; peso, 41 kg; talla, 145 cm. Complementarios: • Hematocrito: 47% • Electrocardiograma: AQRS +150º; R en V1 12 mm; pobres vectores izquierdos • Rayos X de tórax: Índice cardiotorácico 0,62; tronco de la arteria pulmonar (TAP) ligeramente abombado; flujo pulmonar normal La ETT plantea la posibilidad de obstrucción del túnel pulmonar, pero debido a la incompleta explicación de la magnitud de los síntomas con los datos obtenidos hasta ese entonces, se decide realizar angiotomografía axial computarizada. Para tal efecto se utiliza el sistema de tomografía Somatom Sensation Cardiac 64 con el paquete de aplicaciones clínicas HeartView CT, efectuándose postprocesamiento en 3D, demostrándose el estrechamiento del túnel venoso pulmonar (Figura 1) no conseguida por la ETT. Posteriormente se le realiza ETE para comprobar la velocidad del flujo sanguíneo en el sitio de la probable obstrucción. Para esto último se utilizó un equipo Aloka ProSound SSD – 5000 y sonda pediátrica de ecocardiografía transesofágica biplano (5 MHz, modelo UST- 5271S – 5; Aloka CO, Ltd, Tokio, Japón). Las vistas ecocardiográficas útiles para diagnóstico se obtuvieron a nivel medio esofágico, especialmente con el plano transversal. Se demostró un estrechamiento significativo del túnel venoso pulmonar a nivel del túnel auricular, en un sitio anterior a las venas pulmonares en el que se origina turbulencia del flujo generando alliasing del color demostrado con Doppler color y donde se registró además una velocidad de flujo de 2,5 m/s con el Doppler pulsado. En nuestro caso pudimos apreciar cómo el flujo turbulento, descrito anteriormente, al impactarse contra la pared lateral auricular por efecto INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind120 120 Figura 1. Obstrucción del túnel (flecha amarilla) entre venas pulmonares (estrellas) y válvula tricúspide (VT) Figura 2. Ecocardiografía transversal. transesofágica. Plano Izquierda: Estrechamiento del túnel pulmonar (flecha amarilla) y flujo turbulento en transversa demostrado con Doppler color. En rojo (flecha roja) retorno del flujo por efecto Coanda al impactarse contra la pared lateral auricular. Derecha: Registro con Doppler pulsado de flujo de alta velocidad a nivel de sitio de la obstrucción. T: Túnel pulmonar En esquema a la extrema derecha: VP: Venas pulmonares TS: Túnel sistémico VT: Válvula tricúspide Flecha en negro: Recorrido del flujo desde las venas pulmonares hasta la válvula tricúspide a través del túnel pulmonar obstruido (T) 11/10/07 10:44:13 La ecocardiografía transesofágica y la angiotomografía axial computadorizada en la evaluación de la obstrucción del túnel intraauricular pulmonar después de cirugía de Mustard. Reporte de un caso La paciente recibió cirugía bajo circulación extracorpórea de 77 minutos, pinzamiento aórtico de 28 minutos y fue sometida a hipotermia de 28ºC, confirmándose el diagnóstico planteado. La estenosis fue corregida colocándose un parche de ampliación en el techo auricular. La evolución posoperatoria inmediata y hasta dos meses después de la cirugía fue satisfactoria. Tanto los procederes diagnósticos como la cirugía practicada contaron con el consentimiento informado de sus padres. COMENTARIO La ecocardiografía transtorácica es, sin duda alguna, el medio diagnóstico más utilizado en el seguimiento de los pacientes con cirugía cardiaca, lo cual incluye a los pacientes con cirugía de Mustard; sin embargo son conocidos los reportes 121 de superioridad de la ecocardiografía transesofágica en la evaluación de la permeabilidad de los túneles venosos sistémicos, así como en la evaluación de la obstrucción de túneles venosos pulmonares (5,6). En nuestro reporte la angio-TAC permitió la definición del sitio de estrechamiento del túnel venoso pulmonar, pero con la ETE se obtuvo información más detallada de la complicación, apreciándose claramente el sitio de la obstrucción y además la velocidad y características del flujo a ese nivel, complementándose la idea de la magnitud del problema. Con este reporte se reafirma la utilidad de la ETE como proceder de confirmación diagnóstica, ante cualquier sospecha clínica o por ETT de la obstrucción del túnel pulmonar. Consideramos que la angio - TAC puede constituir un proceder adicional en la demostración del sitio de la obstrucción. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Reitz BA, Yuh DD. Congenital Cardiac Surgery. First edition. McGraw – Hill; 2002: 137. 2. Kabulis R, Kaemmerer H, Mugge A, Kallfelz HC. 2D and Doppler echocardiography after atrial switch operation for transposition of great arteries; a review. Z Kardiol. 1996; 85(1):35-44. 3. 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Correspondencia: Dr. Javier Ozores Suárez. javier.ozores@infomed.sld.cu Recibido : 19-06-07 Aceptado : 09-07-07 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind121 121 11/10/07 10:44:13 122 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 Síndrome de Stickler: desprendimiento de retina, sordera neurosensorial y paladar hendido. Reporte de un caso. Stickler syndrome: retinal detachment, sensorineural-hearing deficit; cleft palate. Report of a case. Dr. Jorge Arturo Aviña Fierro* Dr. Daniel Alejandro Hernández Aviña** RESUMEN El síndrome de Stickler es una rara enfermedad autosómica dominante causada por defecto en los genes del colágeno lo que afecta el tejido conectivo al originar una alteración en la estructura de la colágena, produciendo signos característicos oculares, auditivos, articulares y óseos. Reportamos el caso de una adolescente con miopía severa, cataratas juveniles, desprendimiento de retina, sordera neurosensorial, paladar hendido y perfil facial plano por subdesarrollo de estructura facial media; además, con displasia espóndilo-epifisiaria moderada y artritis precoz. Paciente con una evolución clínica avanzada y diagnóstico tardío. Palabras clave: Síndrome de Stickler; desprendimiento de retina, colagenosis ABSTRACT Stickler syndrome is a relatively rare condition caused by a defective collagen gene, it is an autosomal-dominant inherited disorder of connective tissue related to incorrect collagen structure with characteristic signs including ocular, hearing, joint and bone abnormalities. We report a female adolescent with high myopia, juvenile cataract and retinal detachment; sensorineural-hearing deficit; cleft palate and flattened facial features by midfacial underdevelopment; mild spondyloepiphyseal dysplasia and precocious arthritis. A patient in advanced clinical evolution and delayed diagnosis. Key words: Stickler syndrome; retinal detachment, collagen disease. INTRODUCCIÓN El síndrome de Stickler es una rara enfermedad que pertenece a las colagenosis tipo II, descrita inicialmente por el doctor Gunnar B. Stickler en 1965 en su trabajo 5 años de estudios sobre artro-oftalmopatía hereditaria progresiva con degeneración ocular severa y cambios articulares (1). Opitz denominó en 1972 como síndrome de Stickler este trastorno autosómico dominante del tejido conectivo con afección de articulaciones, ojos, paladar, órganos de la audición y corazón (2). Los criterios diagnósticos fueron establecidos en 2005 por Rose e incluyen cuatro signos mayores con valor de 2 puntos: paladar hendido, cambios vítreos, anormalidad retiniana y sordera neurosensorial; varios criterios menores de puntuación 1: perfil facial plano, hipermovilidad timpánica, deslizamiento de epífisis femoral, osteoartritis temprana, escoliosis, espondilolistesis, xifosis, y antecedente familiar de síndrome de Stickler. El diagnóstico se logra al obtener * Dismorfología Pediátrica UMAE, Centro Médico Nacional de Occidente. IMSS, Guadalajara, México. ** Urgencias Médicoquirúrgicas, Cruz Verde. Servicios Médicos Municipales. Guadalajara, México. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind122 122 5 puntos, incluyendo por lo menos un criterio mayor (3). La frecuencia del síndrome de Stickler es de 1 caso por cada 20.000 nacidos vivos, 30% tienen secuencia de PierreRobin (retrognatia, glosoptosis y fisura palatina). Hay una alteración de los genes que controlan la síntesis de la colágena, el COL2A1 es el causante en casi el 75% de los casos con fenotipo 1, cuadro completo con complicaciones generales (4) ; las otras formas son el fenotipo 2 con alteración en COL11A1, menos frecuente pero con gran severidad oftalmológica (5), y el COL11A2 similar a Stickler que afecta solo articulaciones y oídos, pero no la vista (displasia otoespóndilo-megaepifisiaria) (6). REPORTE DEL CASO Adolescente femenina de 14 años de edad, niña de primera gestación a término de curso normal, parto eutócico hospìtalario, nació con anomalías congénitas de moderada microrretrognatia, paladar hendido y luxación de cadera derecha, pero no tuvo complicaciones neonatales. Padre de 38 años, madre de 35 años, 5 hermanos vivos en edad escolar, todos aparentemente sanos. Fue intervenida quirúrgicamente durante el 11/10/07 10:44:13 Síndrome de Stickler: desprendimiento de retina, sordera neurosensorial y paladar hendido. Reporte de un caso. primer año de vida con reparación del paladar hendido y la luxación de cadera. La paciente tuvo un crecimiento y desarrollo normales aunque mostraba torpeza de movimientos sobre todo al caminar, debido a la lesión de cadera. Su rendimiento escolar fue inadecuado por padecer una disminución progresiva de agudeza visual y el desarrollo de hipoacusia, luego refirió molestias por dolor e inflamación en diferentes articulaciones; la adolescencia tuvo un crecimiento precoz con talla alta de 1,60 m (percentil 75) y delgadez, peso 33 kg (percentil 3), enviándose el caso para valoración morfológica por probable síndrome de Marfán. 123 Paciente esbelta, hábito marfanoide, extremidades delgadas con longitud desproporcionada al resto del cuerpo, dedos largos con aracnodactilia y osteoartritis; postura asimétrica, escoliosis y xifosis, cadera y pie derechos con rotación externa (Foto 1). Dismorfia craneofacial con rostro ovoideo alargado, ojos grandes y prominentes, hipertelorismo ocular, asimetría de ojos, menor abertura del ojo izquierdo, disminución de la agudeza visual en ambos ojos, mayor en el izquierdo por pupila excéntrica, opacidad conjuntival, sinequias y catarata; en el ojo derecho miopía, astigmatismo y desprendimiento de retina; puente nasal ancho y plano, filtrum deprimido, labio superior con hipoplasia central; inserción baja de pabellones auriculares, sordera izquierda e hipoacusia derecha (Foto 2). Paladar hendido reparado quirúrgicamente, úvula bífida, maloclusión dentaria, perfil facial plano, hipoplasia malar, punta nasal achatada, mentón pequeño con retrognatia (Foto 3). Foto 2. Ojos grandes, prominentes, grave afección ocular, catarata derecha Foto 1. Esbelta con hábito marfanoide, extremidades alargadas, postura asimétrica INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind123 123 11/10/07 10:44:16 124 Dr. Jorge Arturo Aviña Fierro y col. escoliosis, espondilolistesis, logrando una calificación de 14 puntos (8,9). Se descartó síndrome de Marshall, que es una displasia esquelética por alteración en COL11A1 con anomalías oculares, sordera neurosensorial, alteraciones craneofaciales, pero con estatura baja y displasia ectodérmica que no presentaba la paciente (10); y el síndrome de Wagner, osteocondromatosis hereditaria con artro-oftalmopatía de afección predominantemente ocular: sinéresis vítrea, engrosamiento y separación incompleta de membrana hialoide posterior, cambios coriorretinales, fóvea ectópica y catarata de inicio temprano, con progresión a ceguera aun en ausencia de desprendimiento retiniano (11). Foto 3. Perfil facial plano, hipoplasia malar, mentón pequeño, retrognatia DISCUSIÓN Caso clásico ilustrativo de síndrome de Stickler con todos los criterios mayores: paladar hendido, anormalidad vítrea, desprendimiento de retina y sordera neurosensorial (7), y todos los menores: perfil facial plano, deslizamiento de epífisis femoral, osteoartritis temprana, INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind124 124 La paciente tuvo una evolución progresiva hacia la afección de diferentes órganos con progresión degenerativa, que dejó importantes disfunciones y secuelas. A pesar de ser un caso clásico, no se logró un diagnóstico temprano que podría haberle ayudado para recibir soporte terapéutico precoz, como valoración oftalmológica para corrección de miopía y astigmatismo con uso de gafas, retinopexia profiláctica para evitar el desprendimiento de retina; pruebas audiológicas que podrían haber recomendado audífonos auxiliares para la hipoacusia; reumatología y fisiatría, que hubieran controlado en forma adecuada la artropatía; psicología, que habría brindado apoyo para los problemas de fracaso escolar (12). La difusión de este caso clínico deberá ayudar al diagnóstico temprano en otros pacientes con esta enfermedad, permitiéndoles con atención médica adecuada mejorar su calidad de vida y evitar complicaciones tardías. 11/10/07 10:44:20 Síndrome de Stickler: desprendimiento de retina, sordera neurosensorial y paladar hendido. Reporte de un caso. 125 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 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Correspondencia: Dr. Jorge Arturo Aviña Fierro avinafie@megared.net.mx Recibido : 11-07-07 Aceptado : 31-07-07 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind125 125 11/10/07 10:44:20 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 126 SALUD MENTAL Trastorno por déficit de atención e hiperactividad Attention deficit/hyperactivity disorder Dra. Guisela María Campos Hernández* El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) está definido por la presencia de tres síntomas fundamentales: disminución de la atención, impulsividad e hiperactividad. Antes de llegar a la denominación actual de “síndrome de déficit de atención e hiperactividad”, recibió diversos nombres, tales como <daño cerebral mínimo> y <disfunción cerebral mínima> (1). La primera descripción del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o sin ella se debe al pediatra George Still, en Lancet, en el año 1902. Los datos disponibles sobre prevalencia difieren según la metodología y geografía, oscilan entre 4% a 12% (2) y 3% a 10% (3). Se presenta con mayor frecuencia en el género masculino, su expresividad es menor en el femenino lo que puede explicar el subdiagnóstico o diagnóstico tardío (2). ETIOLOGÍA La etiología es desconocida, multifactorial, y se explica como una alteración neurobiológica causada por la interacción de factores genéticos poligénicos con otros ambientales, perinatales y psicosociales. Se describe una alteración de la neurotransmisión fundamentalmente dopaminérgica que explica la falta de control para suprimir respuestas inhibitorias y el déficit de determinadas funciones cognitivas o ejecutivas: la memoria de trabajo, la interiorización del lenguaje, la autorregulación y la planificación (4). Como resultado del déficit cognitivo se puede encontrar dificultad para la planificación, para el orden temporal y para demorar la gratificación a los esfuerzos o a las tareas. Los niños con TDAH tienen una peculiar forma de entender el tiempo, el paciente vive el momento y suele estar fascinado por el instante. El niño con TDAH tiene un menor <lenguaje interno> y cierta dificultad para controlar las interferencias, <se distrae con todo> (5, 6). Algunos estudios sugieren marcadores que incluyen bajo * Médica Psiquiatra, Médica Residente de Psiquiatría de niños y adolescentes de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Sede INSM “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi” INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind126 126 peso al nacer y déficit en el desarrollo motor y que en interacción con el ambiente podrían explicar la expresión del TDAH (7). MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas abarcan desde síntomas leves hasta síntomas muy manifiestos, podemos encontrar casos complejos acompañados de otras patologías psiquiátricas (8). Falta de atención: • Dificultad para concentrarse en una sola cosa • Aburrimiento con una tarea al cabo de pocos minutos • Atención de forma automática y sin esfuerzo para las tareas y actividades que les gustan • La atención consciente y selectiva para completar las tareas habituales o para aprender algo nuevo es muy difícil Hiperactividad: • Un niño hiperactivo parece estar siempre en movimiento, no puede estar quieto • Su hiperactividad no suele tener un propósito concreto o definido • Irrebatible necesidad de manipulación o de desarmar los objetos hasta las últimas consecuencias Impulsividad: • Incapacidad de controlar las reacciones inmediatas o de pensar antes de actuar • Comentarios inapropiados • Tendencia a pegar a otros niños o a cruzar la calle sin mirar • Dificultad para esperar por cosas que quieren o esperar su turno durante los juegos • Facilidad para involucrarse en <líos> en el ambiente escolar (8) TDAH Y DESARROLLO En niños con TDAH la etapa preescolar (0-5 años) puede referirse como marcada por impulsividad, poca persistencia en el juego, impaciencia o insistencia, 11/10/07 10:44:20 Trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden haberse accidentado más y su desarrollo motor haber sido más precoz, con alto nivel de actividad y búsqueda de la atención. Estos datos se obtienen luego de una anamnesis detallada. En la etapa escolar (6-12 años) predominan los síntomas nucleares de inatención, hiperactividad e impulsividad (8). TDAH EN ADOLESCENTES La hiperactividad en adolescentes y adultos suele ser menos evidente, predomina una sensación interna de inquietud, trata de hacer varias cosas a la vez y rebota de una actividad a la siguiente. La adolescencia en pacientes con TDAH no tratado, es una etapa de mayor conflicto con los adultos y de conductas de riesgo (abuso de tóxicos y actividad sexual precoz), suele aminorarse la hiperactividad, y persisten la impulsividad y la inatención (9). Son frecuentes las sanciones y expulsiones escolares, abandono de los estudios, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y accidentes vehiculares. Un 65% de los niños diagnosticados con TDAH continuarán teniendo este diagnóstico en la adolescencia (10,11). Los adolescentes con TDAH suelen ser emocionalmente inmaduros comparados con sus pares, interactúan con niños menores o permanecen en ambientes de adultos que toleran conductas infantiles (12). DIAGNÓSTICO El diagnóstico es clínico y no basta con una consulta. Se lleva a cabo en el marco de una historia clínica con anamnesis detallada y un examen físico general. No existe ningún marcador biológico que permita efectuar con certeza el diagnóstico de TDAH. El motivo de consulta de los padres es la presencia de alguno de los signos nucleares del trastorno, como deficiente rendimiento escolar o problemas de comportamiento serios en el colegio o en el ámbito familiar. En los niños con subtipo inatento muchos de estos problemas pueden pasar desapercibidos (8). El criterio “A” del DSM-IV exige el cumplimiento de un número determinado de ítems para poder clasificar al niño en cualquiera de los tres subtipos de TDAH: predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo y combinado. Tabla 1. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind127 127 127 Tabla 1. Criterios DSM-IV sobre el TDAH I A. Han estado presentes en la persona por lo menos seis o más de los siguientes síntomas de inatención durante 6 meses, al punto de que son inadecuados y tienen un efecto perturbador del nivel de desarrollo: Inatención • A menudo no presta la debida atención a los detalles o, por descuido, comete errores en las tareas de la escuela, el trabajo y otras actividades • A menudo tiene problemas para concentrarse en las tareas o en los juegos • A menudo parece que no escucha cuando se le habla directamente • A menudo no sigue las instrucciones y no termina las tareas de la escuela, los quehaceres o cualquier otra responsabilidad en el trabajo (no por conducta oposicional o por no entender las instrucciones) • A menudo le cuesta organizar actividades • A menudo evita, rechaza o se niega a hacer cosas que requieren mucho esfuerzo mental por mucho tiempo (como tareas escolares o quehaceres de la casa) • A menudo pierde las cosas que necesita para hacer ciertas tareas o actividades (p. ej. juguetes, trabajos escolares, lápices, libros, o herramientas) • Se distrae con frecuencia • Tiende a ser olvidadizo en la vida diaria B.Seis o más de los siguientes síntomas de hiperactividadimpulsividad han estado presentes en la persona por lo menos durante 6 meses, al punto de que son inadecuados y tienen un efecto perturbador del nivel de desarrollo: Hiperactividad 1.A menudo no deja de mover las manos ni los pies mientras está sentado 2.A menudo se levanta de la silla cuando se quiere que permanezca sentado 3.A menudo corre o trepa en lugares y en momentos inoportunos (es posible que los adultos y adolescentes se sientan muy inquietos) 4.A menudo tiene problemas para jugar o disfrutar tranquilamente de las actividades de recreación 5.A menudo “está en constante movimiento” o parece que tuviera “un motor en los pies” 6.A menudo habla demasiado Impulsividad 1.A menudo suelta una respuesta sin haber oído antes toda la pregunta 2.A menudo le cuesta esperar su turno 3.A menudo interrumpe al que está hablando o se entromete, por ejemplo, en una conversación o juego II. Algunos de los síntomas que causan alteraciones están presentes desde antes de los 7 años de edad III. Alguna alteración provocada por los síntomas está presente en dos o más situaciones (p. ej., en la escuela o el trabajo y en la casa) IV. Debe haber clara evidencia de una alteración considerable en el funcionamiento social, escolar o laboral V. Los síntomas no ocurren únicamente mientras la persona sufre de trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno sicótico. Los síntomas no indican la presencia de otro trastorno mental (p. ej. trastorno del humor, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o trastorno de la personalidad) Con base en estos criterios, se identifican tres tipos de TDAH: 1 TDAH, tipo combinado: si en los últimos 6 meses se ha cumplido tanto el criterio 1A como el 1B 2 TDAH, tipo predominantemente inatento: si en los últimos seis meses se ha cumplido el criterio 1A, pero no se ha cumplido el 1B 3 TDAH, tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo: si en los últimos seis meses se ha cumplido el criterio 1B, pero no se ha cumplido el 1A 11/10/07 10:44:21 Dra. Guisela María Campos Hernández 128 Son imprescindibles la presencia adicional de otros criterios, sin los cuales no puede diagnosticarse a un niño de TDAH: impedimento funcional, presencia de los síntomas en dos o más ambientes diferentes, conducta que afecta negativamente a su adaptación social, escuela u otros ambientes (13). Los criterios DSM-IV presentan diversas limitaciones que deben ser tenidas en cuenta, su desarrollo inicial no se realizó en consultorios y servicios de salud mental; no se conoce bien su rendimiento cuando se utilizan en consultas. Los criterios actuales no tienen en cuenta las diferencias de género o las variaciones normales en el desarrollo de la conducta del niño. Recomendación número 6: no está indicado realizar otras pruebas diagnósticas de rutina para establecer el diagnóstico de TDAH (14, 17,18). COMORBILIDAD Aproximadamente la mitad de los pacientes diagnosticados de TDAH presenta al menos un trastorno psiquiátrico comórbido. El 40%-60% de los pacientes con TDAH presenta al menos un trastorno comórbido, aunque otros autores han observado una comorbilidad de hasta el 60%-80%. (19,20). Tabla 2. Tabla 2. Trastornos que con mayor frecuencia se asocian al TDAH: • EVALUACIÓN La guía de Cincinnati (SIGN) (4) y la Academia Americana de Pediatría (14) coinciden en las siguientes recomendaciones para la evaluación: Recomendación número 1: en un niño de edad comprendida entre 6 y 12 años que presenta síntomas compatibles con inatención, hiperactividad, impulsividad, mal rendimiento académico o problemas de conducta. Recomendación número 2: el diagnóstico de TDAH requiere que el niño cumpla los criterios DSM-IV. Recomendación número 3: la valoración del TDAH requiere información obtenida directamente de los padres o cuidadores sobre la presencia de los síntomas nucleares del trastorno en varios ambientes diferentes, la edad de inicio de estos, la duración de los síntomas y del grado de impedimento funcional. Recomendación número 3A: la utilización de las escalas es una opción clínica cuando se evalúa a un niño con posible TDAH. Por ejemplo, la escala de Conners para padres y profesores (15,16). Recomendación número 3B: el uso de escalas no se recomienda para el diagnóstico de TDAH, aunque pueden ser útiles para otros propósitos. Recomendación número 4: la valoración de un niño con posible TDAH requiere obtener información directamente del profesor sobre los síntomas nucleares del trastorno, la duración de los síntomas, el grado de impedimento funcional y otras condiciones coexistentes. El médico debería revisar los informes de la evaluación multidisciplinaria del niño en la escuela (si existen), los cuales incluyen la valoración del profesor o de otros profesionales del colegio. Recomendación número 5: la evaluación de un niño con TDAH debería incluir el estudio de posibles patologías comórbidas. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind128 128 • • • • • • • • Trastornos del humor (trastorno depresivo y trastorno bipolar) Trastornos disruptivos (trastorno negativista desafiante y trastorno de conducta) Trastornos de ansiedad Trastorno de aprendizaje Trastorno por tics / síndrome de Tourette Trastornos generalizados del desarrollo y del espectro autista Retraso mental Trastornos del desarrollo de la coordinación Trastorno obsesivo - compulsivo (21) La relación entre TDAH y enfermedad bipolar es compleja, esto se debe a que algunos síntomas son comunes a ambas patologías tales como: hiperactividad, impulsividad, inatención, distraibilidad, irritabilidad, problemas de sueño y capacidad de juicio disminuida (22). El trastorno oposicionista desafiante (TOD) es el trastorno comórbido más frecuente en el TDAH ya que se asocia en el 40% de los casos. El TDAH es un factor de riesgo para presentar un trastorno de conducta en el futuro, y los factores que aumentan este riesgo son: TDAH de inicio precoz y grave, o factores ambientales como alteración de las relaciones sociales, problemas familiares o tener padres hostiles (23,24). En los casos de TDAH con TOD asociado, el tratamiento con metilfenidato (MTF) resuelve los síntomas cardinales de TDAH de manera similar que en el TDAH puro; incluso puede mejorar los síntomas disruptivos (24-26). Del 1% al 5% de la población pediátrica presenta algún trastorno de conducta (TC), y muchos de estos pacientes (hasta el 40%) presentaron un TOD previamente. Con frecuencia estos pacientes presentan problemas legales y abuso de sustancias. 11/10/07 10:44:21 Trastorno por déficit de atención e hiperactividad La prevalencia de TC en pacientes con TDAH llega a ser, en algunas series de casos, hasta del 20%-50% en niños y del 44%-50% en adolescentes (27). El 20%-45% de los niños con TDAH cumple criterios diagnósticos de al menos un trastorno de ansiedad. Es decir, presenta un riesgo tres veces mayor que la población infantil sin TDAH (28). Los trastornos de ansiedad más frecuentes en el TDAH son el trastorno de ansiedad generalizada (alrededor del 45%) y el trastorno de ansiedad por separación (aproximadamente el 30%) y son más frecuentes en niñas y en el TDAH de predominio inatento. Estos casos suelen darse con una peor adaptación en el colegio y otras actividades, una peor relación con familiares y compañeros, y un peor rendimiento académico (29). Por otro lado, la sintomatología ansiosa en ocasiones disminuye la impulsividad propia del TDAH y permite al paciente reflexionar más sobre sus actos, por lo que pueden tener menos accidentes y menos conductas de riesgo (30). Casi la mitad (48%) de los pacientes con un trastorno de tics presenta TDAH, y en muestras clínicas se ha observado que el 12% de los pacientes con TDAH presenta un trastorno de tics (30). Ambos trastornos evolucionan de manera independiente y no afectan el curso clínico del otro: mientras que la tasa de remisión del TDAH tiende a ser baja (25%), la del trastorno por tics es alta (65%) (31). El TDAH sin comorbilidad con trastornos externalizados no se asocia al abuso de drogas. Cuando existe comorbilidad con algunos trastornos externalizados (TOD, TC) se asocia a un alto riesgo de consumo de drogas, particularmente marihuana y tabaco (32). Los niños con TDAH han reportado serios disturbios del sueño, no relacionados con medicación y que se caracterizan por disomnias, parasomnias y movimientos involuntarios relacionados al sueño (33). 129 Los tres subtipos de TDAH (el combinado, el predominantemente hiperactivo-impulsivo y el predominantemente inatento) responden a la terapia estimulante. El metilfenidato ha demostrado su eficacia sistemática y su seguridad en estudios a largo plazo; es, por tanto, el fármaco de primera elección ante el TDAH. Los efectos secundarios más frecuentes son: cefalea, anorexia, trastornos del sueño, irritabilidad, disforia, tristeza o apatía (suelen ser relativas, comparadas con el estado anterior de conducta del niño), gastralgia, taquicardia-palpitaciones y leves incrementos de la tensión arterial. Se presenta en comprimidos de liberación inmediata (MTFI) de 5 mg, 10 mg y 20 mg de clorhidrato de metilfenidato (Ritalin®) y desde 2004 se dispone de un preparado de liberación sostenida (MTFS) en cápsulas de 18 mg, 36 mg y 54 mg de hidrocloruro de metilfenidato (Concerta®-OROS®). Las guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas y documentos de consenso demuestran amplia y consistente evidencia científica de que el metilfenidato es efectivo para reducir los síntomas y se considera la primera opción de tratamiento del TDAH (8, 34,35). El metilfenidato aminora las conductas desadaptativas, mejora el desempeño aritmético y reduce la inatención. Reduce la hiperactividad y la agresividad (36,37). Los niños con TDAH subtipo inatento generalmente responden bien con dosis más bajas que los niños con TDAH subtipo predominantemente hiperactivo o combinado (38). El riesgo de abuso de sustancias en los pacientes con TDAH tratados es menor que en los no tratados. La eficacia es igual para ambos géneros y cualquier raza, aunque la mayoría de los estudios se han realizado en varones caucásicos (39). TRATAMIENTO El algoritmo de Texas recomienda el uso de metilfenidato o anfetaminas como primer paso en el tratamiento. Si no resulta, usar otro estimulante. Si no hay respuesta, usar pemolina (tener en cuenta hepatotoxicidad). Una cuarta alternativa será usar bupropión o antidepresivos tricíclicos. Como última alternativa están los alfa agonistas (34). Atomoxetina La atomoxetina es el primer fármaco no estimulante aprobado para el tratamiento del TDAH, y el primero para el tratamiento del TDAH en adultos. Ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de niños, adolescentes y adultos. Estimulantes Las indicaciones establecidas para los estimulantes incluyen síntomas de TDAH en niños de 6 años o más. Su eficacia en niños y adolescentes con TDAH se ha demostrado en al menos 12 estudios doble ciego controlados con placebo (40,41). INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind129 129 11/10/07 10:44:21 Dra. Guisela María Campos Hernández 130 Se ha usado en niños (6-11 años) y adolescentes (1218 años) (31). Dosis de 0,5 mg/kg/día, de 1,2 mg/kg/día y de 1,8 mg/kg/día obtenían una mejoría del 62%, 78% y 85% respectivamente sobre los síntomas basales, lo que indica una respuesta dependiente de la dosis (42). El tratamiento a largo plazo con atomoxetina es bien tolerado y efectivo (43). Las intervenciones no farmacológicas incluyen educación, consejería, terapia individual y familiar. Estos niños van a precisar ayuda escolar, psicológica, mucho control por parte de los padres para vigilar compañías y ambientes que frecuentan. Los padres también pueden requerir intervención terapéutica y es fundamental el apoyo a los profesores tanto por parte de los padres como de los médicos (44). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Clements S, Peters J. Minimal brain dysfunction in the school age child. Arch Gen Psychiatry 1962; 6:185-197. 2. 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Casquero Montes* INTRODUCCIÓN Antropológicamente la actividad del ser humano lleva inherente la posibilidad del acierto o el error, dicotomía inseparable que lo acompaña sobremanera ante la toma de decisiones. El error humano puede ser enfocado de dos maneras: como un problema de las personas o un problema de los sistemas. El enfoque personal atribuye los errores a ciertos procesos de los individuos tales como olvido, distracción, deficiente motivación, falta de cuidado, sobrecarga de trabajo, cansancio, estrés, negligencia o imprudencia. El enfoque sistematizado sostiene que el individuo es parte del sistema y probablemente su actor protagónico, en un entorno de recursos que alimentan procesos y que dan resultados, los que al no ser los esperados se constituyen en errores (1). J. Reason postula la teoría del “queso suizo” como génesis de lo que denomina “acontecimientos adversos” (AA) y establece que en los sistemas complejos como la atención sanitaria, existirían diferentes barreras de defensa y seguridad cuyo objetivo sería proteger a las victimas potenciales de posibles daños. Estas barreras mecánicas, personales u organizativas que idealmente estarían intactas y serían efectivas, pueden debilitarse en determinado momento, produciéndose agujeros a modo de “queso suizo”, siendo las causas más frecuentes de su deterioro los “fallos activos” y las “condiciones latentes”. Estos agujeros de forma individual y aislada no causarían habitualmente daño, y solo en el caso de que se alinearan dibujarían una trayectoria que permitiría que se produjera el AA. Las teorías del error desarrolladas en la industria aeronáutica y otras industrias de alto riesgo sugieren que los errores tienen mayor probabilidad de ocurrir en * Cirujano Pediatra Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen Doctor en Medicina, Maestría (2.da) en Gerencia de Servicios de Salud. Diplomado en Auditoría Médica INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind132 132 los sistemas más complejos, característica primordial del ámbito donde se desarrolla la actividad médica (2,3). Dado que la condición humana está ligada al error en cualquier actividad, el ejercicio práctico de la medicina no es la excepción (4). DEFINICIÓN En principio, entendamos que toda atención en servicios de salud conlleva el riesgo de aparición de acontecimientos adversos (AA), que pueden ocasionar en los enfermos lesiones, discapacidades e incluso la muerte. La falta de una nomenclatura estandarizada y el eufemismo que acarrea el solapamiento de los conceptos, dificulta la correcta definición y clasificación de los AA. Esta labor ha sido facilitada por intervención de la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (JCAHO), la cual ha trabajado al respecto para unificar la taxonomía de los AA y términos relacionados (5). La JCAHO ha propuesto un sistema de clasificación, el cual establece 5 categorías primarias, que incluyen: el impacto, el tipo, el ámbito, la causa y la prevención o mitigación. A esto se ha sumado el aporte de otros autores que han establecido guías clínicas sobre la terminología, documentación y notificación de AA relacionados con fármacos (6). De esta manera, se plantean las siguientes definiciones: Incidente: Todo acontecimiento o situación inesperada y no deseada que podría haber tenido consecuencias negativas para el enfermo, pero que no las ha producido por casualidad o por la intervención. Sirven de alarma de posibles AA. Error: Acto de equivocación u omisión en la práctica de los profesionales sanitarios que puede contribuir a que ocurra un AA. En la práctica médica, el error puede ocurrir en tres 11/10/07 10:44:23 El error en la medicina condiciones: 1. Por la realización de acciones innecesarias (sobre utilización). 2. Por la ejecución inadecuada de maniobras útiles y necesarias (mala utilización). Ambas incluirían los errores de comisión. 3. Por la omisión de intervenciones benéficas (subutilización), considerándose error por omisión (7,8). Acontecimiento adverso: Acontecimiento inesperado y no deseado, relacionado con el proceso asistencial, que tiene consecuencias negativas para el enfermo (lesión, incapacidad, prolongación de la estancia hospitalaria o muerte). Pueden ser prevenibles (atribuibles a un error; no se habrían producido en caso de hacer alguna actuación) o inevitables (imposibles de predecir o evitar). Así, no todos los errores causan AA ni todos los AA son consecuencia de un error. Por otra parte, la detección de incidentes o de errores que no tienen, consecuencias para los pacientes es de vital importancia, ya que estos ocurren entre 3 a 300 veces más que los AA, definiendo el modelo de “iceberg” o “pirámide” propuesto por Heinrich. Los incidentes constituirían la base de la pirámide, en cuya punta se situarían los AA más graves con riesgo de muerte. Debido a que el proceso causal es común, el análisis y aprendizaje de los incidentes sería extrapolable a los AA. Además, los primeros serían más fáciles de notificar al estar exentos de las barreras psicológicas y del riesgo médico-legal que en muchas ocasiones limitan la notificación de los AA más graves(9). EPIDEMIOLOGÍA Con relación a la prevalencia sobre error médico, en la última década del siglo XX las publicaciones son cuantiosas y, a pesar de ello, la magnitud de este fenómeno no ha sido del todo precisada. En la práctica asistencial el error médico puede darse en las siguientes circunstancias: desde la Identificación del recién nacido; en la toma de decisiones y procedimientos sobre el paciente: en el uso y control de equipamiento médico; en las prescripciones; en lo relacionado a la ayuda diagnóstica por falla en la información o la interpretación en la lectura; por falta de anticipación de riesgos probados; por omisión en el cuidado en la confección de documentos escritos; estas entre otras conforman el universo variopinto en que se puede incurrir en el error médico (10). Los reportes dicen de la realidad en el manejo de pacientes, dando cuenta de eventos adversos y generando como consecuencia: estancia hospitalaria prolongada; cierto tipo de discapacidad desde pasajera hasta permanente e incluso fallecimiento; lo más preocupante es cuando INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind133 133 133 se afirma que aproximadamente el 50% de los efectos adversos fueron considerados como prevenibles (11,12). En el ámbito de la Pediatría, se dispone de información también creciente y que da idea de lo que está ocurriendo con relación al tema; apreciándose que la incidencia de errores de medicación en niños hospitalizados es hasta tres veces superior a la del adulto. Según los reportes en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), los errores además de ser más frecuentes (20% frente a 5% en lactantes, 8% en preescolares, 12% en escolares, 11% en adolescentes y 14% en adultos) también son más graves comparativamente con los de otras unidades de pediatría. Las causas son muy diversas, pero se destaca el desconocimiento de la farmacocinética y farmacodinamia del fármaco en relación con la edad, y la falta de preparaciones farmacéuticas y material adecuado a las dosificaciones pediátricas que obligan a realizar diluciones de los medicamentos y fluidos (13,14). Se reporta también en el desempeño pediátrico una tasa de errores de prescripción del 77,8%, frente al 12,8% de errores de administración y 5,8% de errores de transcripción (15). La preocupación por la seguridad del paciente se convirtió en un problema prioritario tras la publicación en 1999 por el Instituto de Medicina (IOM) de Estados Unidos del estudio: To Err is Human: Building a Safer Health System (16) en el que se estimaba que los “errores médicos” causan entre 44,000 y 98,000 muertes anuales, y situaba el error médico como una de las causas principales de muerte en este país. Finalmente, los AA pueden influir negativamente en la práctica médica, especialmente cuando se asocian a acciones más que a omisiones, motivando ingresos a medicina intensiva; lo que por otro lado no deja de redundar en los costos y desprestigio médico (17-20). El cálculo más conservador colocaría el error médico como la cuarta causa de muerte en Estados Unidos de Norteamérica, superando el número de fallecimientos por accidentes de vehículos automotores, cáncer mamario y hasta por sida (21). Los efectos adversos producidos por medicamentos representan un rubro importante, las siguientes cifras así lo demuestran: se calcula 116 millones de consulta extras por año, 76 millones de prescripciones adicionales, 17 millones de consultas en el servicio de urgencias, 8 millones de hospitalizaciones, 3 millones de estancias prolongadas y 199,000 muertes secundarias a error médico por prescripción de medicamentos (22-24). 11/10/07 10:44:23 134 Actualmente se han incrementado las investigaciones encaminadas a determinar las causas que condicionan el error humano, pues de esta manera será posible disminuir los efectos adversos; en este sentido se han creado unidades clínicas de riesgo cuya finalidad es establecer protocolos de investigación para determinar las causas directas de los errores médicos e implementar las estrategias correctivas (25-26). REFLEXIONES Los errores médicos son comunes y están en una estrecha relación con la cultura organizacional, requiriéndose una mirada sistémica para su interpretación, entendiendo que la aproximación al problema centrada en la persona o con medidas moralistas, tiene “efectividad limitada”. Las fallas activas son las más fáciles de observar y tal vez de corregir inadecua-damente. Las fallas latentes son inherentes al sistema, nacieron con él y son más difíciles de corregir. Cuando ocurre el error, no es tan importante entender cuáles fueron las causas de las fallas; el énfasis debe darse en reconocer cuáles fueron las barreras de contención que fallaron. Es primordial reconocerlo, estudiarlo, investigarlo y dar a apoyo al recurso humano involucrado en el mismo. Las repercusiones del error médico pueden ser del orden físico y psicológico, al producir algún tipo de discapacidad orgánica o funcional; que a su vez puede ser parcial, total, temporal o permanente, incidiendo en la calidad de vida del paciente, incluso pudiendo culminar con su fallecimiento. Es necesario reconocer el incremento en el costo de atención de la salud individual cuando existen errores médicos, hasta ser un rubro significativamente representativo en el presupuesto de cualquier sistema de salud, sabiendo que el existente no es suficiente. Es importante conceptuar que el acto médico integra los elementos técnico científico, ético, humanístico y normativo a favor del bienestar y satisfacción del paciente, independientemente del resultado obtenido; teniendo en cuenta que la medicina no es una ciencia exacta y que la respuesta individual de los pacientes es diversa, en relación directa a las circunstancias, y que en todo momento lleva implícita la potencialidad de un acierto médico en contraposición al error médico. Dr. Víctor A. Casquero Montes CONCLUSIONES Esta revisión nos permite identificar el error médico como un fenómeno multifactorial y complejo, que en los últimos años ha cobrado importancia por su real repercusión. En nuestro medio no existe una aproximación con relación al tema. Por tanto es necesario tomar conciencia de que es un hecho real y cotidiano, sobre todo cuando las condiciones para nuestro desempeño tienen una amplia variabilidad. Es necesario la sensibilización de todos los actores, y en las diferentes instancias, con el objetivo de que en el rol que les corresponde, asuman un franco compromiso para desarrollar e implementar las intervenciones respectivas. La seguridad del paciente, entendiéndose esta como gestión de riesgos, tiene como fin último introducir mejoras en la organización de los servicios que se traduzcan en una práctica clínica más segura y preparada ante una situación de riesgo. Cualquier estrategia para implementar un sistema de gestión de riesgos, debe establecerse sobre el entendimiento de que el error es falla del sistema (no de “culpables”) y luego tener como punto de partida la identificación de errores y el levantamiento sistematizado de la información, sea por la revisión de historias clínicas, la notificación voluntaria, el seguimiento prospectivo de casos con factores de riesgo, auditorías o encuestas de satisfacción, entre otras formas. Luego, para su desarrollo, podría tomarse en cuenta lo siguiente: mejorar la comunicación entre médico y paciente, enfatizar los aciertos médicos, mejora permanente de las competencias, utilizar la medicina basada en evidencias, fortalecer el trabajo en equipo, sistematizar el uso de las guías clínicas, hacer énfasis en el manejo del riesgo y enseñarlo desde las escuelas de medicina; entre otros aspectos. El objetivo debe propender al desarrollo de una “cultura de la práctica médica segura”, para disminuir la creciente presión y mejorar la gran variabilidad en el ejercicio de nuestra profesión; sobre la base del humanismo y aspectos técnico-científicos que le son propios, en pos de un benefico sostenible del paciente, del mismo médico y finalmente de la sociedad. Parte de nuestra responsabilidad como profesionales de la salud es enfatizar el acierto médico, no solo en el ámbito científico sino procurar su trascendencia ante la sociedad, dado que solo así se evitará soslayar estas acciones, ponderando el error médico en su justa dimensión. Errar, es del humano ... y también del médico INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind134 134 11/10/07 10:44:23 El error en la medicina 135 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Reason J. Human error: models and management. BMJ 2000; 320: 768-770. 2. Sexton JB, Thomas J. Error, stress, and teamwork in medicine and aviation: cross sectional surverys. Brit Med J. 2000;320:745-749. 3. Helmreich RL. On error management: lessons from aviation. BMJ 2000; 320: 781-785. 4. Weick KE, Sutcliffe KM. In managing the unexpected. Boston: Jossey-Bass Company; 2001. p. 3. 5. Hang A, Schyve PM, Croteau RJ, O’Leary DS, Loeb JM. 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XVI - XVII, corresponde a la época de mayor esplendor de España. Se había producido la Reconquista con la expulsión de los musulmanes y la unificación de la Península y se inicia el florecimiento de la economía, de la política, de las letras y las artes. En 1492 Antonio de Nebrija publicó su Gramática Española. Posteriormente, Miguel de Cervantes y Saavedra publicará su obra El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha (1605), y otro tanto harán después Calderón de la Barca, Lope de Vega, Góngora y Quevedo, exponentes máximos de las letras castellanas. Todo esto es posible gracias a que, en 1440, se produce una gran invención que ayudará a la difusión de la cultura: la imprenta. Las artes en general, y entre ellas la pintura, cobran un desarrollo inusitado y estrechamente ligado al arte religioso e intelectual. Es la época del apogeo místico de España, hija de la Contrarreforma, cuyos representantes más conspicuos son Sor Juana Inés de la Cruz, Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de Granada. En el siglo XVII se desarrolla el barroco, denominación que según algunos autores deriva de la palabra castellana “barrueco”, que significa “perla irregular”, y según otros de la palabra italiana “barrocco”, que quiere decir “razonamiento retorcido”. Lo cierto es que la estética del barroco tiende al perfeccionismo a través de la búsqueda de efectos a partir de nuevas maneras de expresión, donde se pone en juego el ingenio y la creación extraídos de su antecesor, el manierismo. José de Ribera (1588 – 1656), conocido por sus contemporáneos como “el Españoleto”, perteneció a la época del “barroco” y desarrolla su actividad en diferentes corrientes pictóricas que denominan la época. Nació en Játiva, Valencia, siendo bautizado en la iglesia de Santa Tecla. Poco se conoce acerca de su infancia y los primeros años de su actividad artística. La mayor parte de su vida como pintor la desarrolló en Italia, donde recibiría la influencia de Caravaggio y en especial de los artistas holandeses afincados por esa época en Italia y de quienes seguiría la corriente tenebrista de la escuela flamenca. Se sabe que en 1613 se encontraba en Roma por los registros de la parroquia Santa Maria dei Popolo, donde permaneció hasta 1616. En esta estancia romana asistía a la Academia de San Lucas. En ese mismo año se tiene noticia de su presencia en Nápoles, bajo la protección de los Farnesio. Es en Nápoles donde desarrollará su carrera pictórica y donde muere el 3 de setiembre de 1652. En la década de 1621 a 1630 se dedica principalmente al grabado y a partir de 1626 comienza a datar algunas de sus obras. En 1631 pinta la Mujer Barbuda, era el final de su etapa tenebrista inspirada en Caravaggio y el inicio de una luminista, aclarando su paleta, bajo la influencia del Ticiano, el Veronés y de la escuela flamenca, en especial de Van Dyck y Rubens. Este cuadro estuvo por mucho tiempo en el Museo Tavera de Toledo, y ha sido recién trasladado al Museo del Prado. El lienzo de la Mujer Barbuda fue encargado a José de Ribera por don Fernando Afán de Ribera y Enríquez (1570–1637), tercer duque de Alcalá, virrey de Nápoles. El personaje central de esta obra es doña Magdalena Ventura, natural de los Abruzzos. En la pintura aparece en un primer plano y se aprecia que lleva en sus brazos a un lactante. Cosa inusual en la pintura de la época, el marido aparece en segundo plano, pareciera que el pintor quiere resaltar el hecho de que se trata de una mujer con barba y la presenta con un niño en actitud de lactar; como atributo de femineidad la mujer muestra el seno del que parece estar lactando al niño. En el lado inferior derecho del lienzo se observa un panel en el que el pintor señala el nombre del personaje, refiere su origen y cuenta que a la edad de 37 años desarrolló barba y que se encuentra en Nápoles. Foto 1. A continuación copiamos lo escrito por José de Ribera: * Servicio de Endocrinología, Instituto Nacional de Salud del Niño. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind136 136 11/10/07 10:44:24 En torno a la mujer barbuda de José de Ribera 137 EN MAGNV NATVRA MIRACVLVM MAGDALENA VENTVRA EX OPPIDO ACVMVLI APVD SAMNITES VVLGO EL ABRVZZO REGNI NEAPOLITANI ANNVRVM 52 ET QVOD INSOLENS EST CV ANNVM 37 AGERET COE PIT PUBESCERE EOQVE BARBA DEMISSA AC PROLIXA EST UT POTIVS ALICVIVS MAGISTRI BARBAT ESSE VIVEATVR QVAM MULIERIS QVAE TRES FILIOS ANTE AMISERIT QVOS EX VIRO SVO FELICI DE AMICI QVEM ADESSE VIDES HA EVERAT JOSEPHVS DERIBERA HISPANVS CHRISTI CRVCE INSIGNITVS SUI TEMPORIS ALTER APELLES IVSSV FERDINANDE II DVCIS III DE ALCALA NEAPOLI PRORECIS ADVIVVM MIRE DEPINXIT XIIII KALENDE MART ANNO… CXXXI El título ya es una demostración de la rareza del caso, “Un gran milagro de la naturaleza”, y señala que tiene ya tres hijos. Algunos autores refieren que el niño que Magdalena Ventura abriga en sus brazos es su último hijo; creemos que ello no es factible, en primer lugar por la edad que tiene la mujer al momento de ser pintada, 52 años, y en segundo por el grado extremo de virilización que presenta. Al observar el personaje se puede deducir que se trata de un caso de virilización severa. Presenta luenga barba y entradas, como suele observarse en pacientes con virilización de larga evolución. Debemos reconocer que nuestro personaje debería presentar hirsutismo, posiblemente vellosidad de aspecto masculino y acné con secreción seborreica, aunados a alopecia androgénica, signos que se observan en la mujer que presenta secreción incrementada de andrógenos, sea por parte de las suprarrenales o del ovario. Sin embargo, estudiando los detalles del rostro, de la mama o de las manos, no se aprecian las características que suelen identificar a este tipo de pacientes. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind137 137 Foto 1. La Mujer Barbuda, lienzo de José de Ribera, 1631 Lienzo: 1,96 x 1,27 Museo del Hospital de Tavera, Toledo Actualmente en el Museo del Prado, Madrid Las causas de virilización en la mujeres pueden encontrarse en casos de tumoración ovárica o de origen suprarrenal, en ambos casos ocurre incremento del vello corporal junto con otras manifestaciones, como la facies de luna llena, presencia de acné, en el caso de tumoración suprarrenal o bien acné, hirsutismo marcado, presencia de barba como lo que suele verse en algunos casos de tumores ováricos. Entre las causas benignas que podrían dar origen a un cuadro de virilización se encuentra la presencia de ovarios poliquísticos o bien hiperplasia suprarrenal tardía. Otra causa de este tipo de androgenización es la presencia de ciclos anovulatorios. En otros casos, estas manifestaciones suelen darse por una menor ligazón de la testosterona a sus proteínas transportadoras, lo que determina un aparente incremento de testosterona y de sus manifestaciones. 11/10/07 10:44:27 138 Dr. Juan Falen Boggie Es probable que Magdalena Ventura, quien a los 37 años presentó crecimiento de barba y llega a los 52 con una gran barba y entradas, presentase un cuadro de hiperplasia suprarrenal congénita críptica, que se manifiesta tardíamente, aun después de haber concebido. Parece ser que el caso presentado por José de Ribera no es único, existe otro cuadro de unas mujeres barbudas en el Museo del Prado, el cual fue pintado en 1590 por Juan Sánchez Cotán. Este personaje también presenta gran barba y calvicie pronunciada y, por sus atuendos femeninos, podemos intuir que se trata de una mujer. Pareciera que este género de curiosidades fascinaba no solamente a las masas de ese entonces, y podría decirse de todos los tiempos, sino también a algunos cortesanos, y por ello solicitaban a los artistas de la época pintarlos, lo que ha permitido que tengamos noticias de ellos. Tal como lo hiciera Velázquez en el caso de los enanos (Foto 2). Foto 2. La Mujer Barbuda de Peñaranda Juan Sánchez Cotán (Orgaz 1560–Granada 1627) Museo del Prado, Madrid INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind138 138 11/10/07 10:44:28 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 139 Reglamento de publicación 1. DE LA REVISTA La Revista Peruana de Pediatría es el órgano oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría, destinado a divulgar y propagar los conocimientos sobre Medicina Preventiva y Asistencial. Dicha acción la ejerce a través de la publicación de trabajos científicos de sus asociados y profesionales médicos no asociados, nacionales e internacionales, que por su calidad y rigor científico merezcan su publicación para ser difundidos dentro y fuera del país. 2. DE LAS SECCIONES DE LA REVISTA 2.7. CULTURAL Se consideran para esta sección artículos de interés en el área cultural. 3. NORMAS PARA SU PUBLICACIÓN Se refiere a los aspectos generales de los trabajos. 3.1. Los trabajos se reciben en el local de la Sociedad Peruana de Pediatría: Calle Los Geranios Nº 151, Urb. Jardín, Lince, Lima 14 – Perú; de lunes a viernes de 10 a.m. a 5 p.m. Teléfono Nº 4226397, correo electrónico: pediatria@rednextel.com.pe. Al entregar el trabajo recibirá una constancia de recepción. La Revista Peruana de Pediatría cuenta con las siguientes secciones: 2.1. EDITORIAL Destinada a aspectos doctrinarios de la Sociedad Peruana de Pediatría o a temas que por su trascendencia y actualidad requieren su publicación. 2.2. TRABAJOS ORIGINALES Comprende la sección de trabajos originales e inéditos de las diversas áreas de la Pediatría o ciencias afines. Para considerar su publicación deben reunir los siguientes requisitos: El título debe estar en español e inglés. • • • • • • • RESUMEN: En el que se expondrá en forma precisa la esencia del trabajo y deberá incluir los siguientes subtítulos: Objetivo, Material y métodos, Resultados y Conclusiones, y tendrá su respectiva traducción al inglés, la cual no deberá exceder las 200 palabras. Al final se escribirán las palabras clave en número no mayor de cinco (http://www.nlm.nih.gov). INTRODUCCIÓN: Que incluye la exposición de motivos del trabajo y una breve referencia de la literatura, que debe ser clara, explícita y concisa MATERIAL Y MÉTODOS: Se describen las características del material empleado en el trabajo y la metodología usada en el estudio en forma concreta y precisa. RESULTADOS: Deberán ser de carácter objetivo, con el análisis estadístico en los casos pertinentes, sin interpretación personal y serán acompañados de las tablas y/o figuras respectivas (gráficas, radiografías, fotografías). DISCUSIÓN: Comprenderá la interpretación de los resultados comparándolos con los trabajos realizados por otros autores y las conclusiones que se derivan de ello cuando sea apropiado. AGRADECIMIENTOS (si viene al caso). REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: Las referencias bibliográficas se harán de acuerdo a las Normas de Vancouver (http://www.icmje.org/index.html) y serán presentadas en el orden como aparecen en el texto. Todas las referencias deberán estar citadas ya sea en el texto o en las ilustraciones con un número arábigo entre paréntesis, en superíndice. Estas llamadas de cita precedidas de un espacio, se colocan antes del punto, coma u otro signo de puntuación. El máximo de referencias bibliográficas permitidas es de 40. 2.3. TEMAS DE REVISIÓN Son trabajos de actualizaciones sobre temas de la especialidad en particular de trabajos originales o académicos o médico–quirúrgicos. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés, no más de 200 palabras. 2.4. CASOS O REPORTES CLINICOS Se considera para su publicación únicamente aquellos casos que signifiquen interés diagnóstico, anomalía de evolución, rareza de observación, evidente interés por la respuesta terapéutica. Se tomarán en cuenta los siguientes puntos: a) b) c) c) Introducción Reporte del caso clínico Comentario Bibliografía 3.2. El artículo debe estar acompañado por una Carta de Presentación dirigida al presidente del Comité de Publicaciones solicitando la evaluación de dicho artículo para su publicación y debe certificarse mediante una Declaración Jurada que no ha sido publicado en otra revista y estar firmada por el autor y coautores. 3.3. La Revista Peruana de Pediatría acepta la solicitud de publicación de contribuciones nacionales y extranjeras de la especialidad siempre que se ajusten a los requerimientos del presente Reglamento. 3.4. La Revista Peruana de Pediatría se reserva el derecho de aceptar los trabajos que se presenten y de solicitar las modificaciones que considere necesarias para poder cumplir con las exigencias de la publicación. 3.5. La publicación de trabajos en la Revista Peruana de Pediatría, en sus diferentes secciones, no obliga necesariamente a solidarizarse con las opiniones vertidas por él o los autores. 3.6. Los trabajos presentados para su publicación serán revisados por pares. 3.7. El trabajo deberá enviarse en original impreso y en forma electrónica debidamente grabado en un disquete o CD en el programa Word para Windows 97 o posterior, letra Arial, tamaño de fuente 10 puntos, espacio sencillo. a) b) c) d) e) f) Los trabajos originales no excederán de 15 páginas. Los temas de revisión no excederán de 8 páginas. Los casos clínicos no excederán de 8 páginas. El trabajo sobre salud mental no excederá de 4 páginas. El trabajo sobre ética no excederá de 3 páginas. El trabajo sobre cultural no excederá de 2 páginas. 3.8. Las ilustraciones (tablas, gráficos, fotografías y otros documentos similares) no excederán de 10 y deben estar insertadas dentro del artículo en Word, con el título correspondiente y en el orden de aparición, con letra tipo oración. Ejemplo: Tabla 1. Índices de salud. a) Las tablas, gráficas, radiografías, fotografías, etc., deben tener un título breve y claro, escrito en letra arial y serán numeradas según el orden de llamada que aparece en el texto. Precisar número de fuente en negrita. Ejemplo: Gráfica 1. Letalidad de acuerdo al grado de hemorragia intraventricular. b) Los cuadros y las ilustraciones serán considerados para el entendimiento del texto y no deberán ser reiterativos entre sí o con relación al texto (no trace líneas horizontales ni verticales en el interior de los cuadros). c) Las publicaciones de reproducciones a color deberán consultarse con el director responsable. 3.9. En la primera página del trabajo debe anotarse. a) Título: breve, que represente el contenido del articulo, en español y en inglés. b) Nombre y los dos apellidos del autor y coautores. c) Grado académico y afiliación institucional. d) Nombre del Departamento y/o institución en que se realizó el trabajo. e) Dirección del autor, adonde se le dirigirá la correspondencia, así como teléfono y dirección de correo electrónico. 2.5. SALUD MENTAL Se publicarán artículos sobre algún aspecto de salud mental del niño y el adolescente. 3.10. Los autores que hayan presentado artículos recibirán una carta de la Secretaría de Comité de Publicación y Biblioteca, señalando la “aceptación” o “no aceptación” de dichos trabajos en un plazo máximo de 60 días. Los originales de los trabajos no aceptados serán remitidos con la carta de “no aceptación”. 2.6. ÉTICA Se considera en esta sección algún tema de interés sobre ética médica. 3.11. Una vez aceptado y publicado el artículo, los derechos pertenecen a la Revista Peruana de Pediatría. INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind139 139 11/10/07 10:44:29 INTERIORES PEDIATRIA 2007 II.ind140 140 Neonatología Infectología Neumología Dermatología Gastroenterología Problemas Ginecológicos Problemas Ortopédicos Nutrición Infantil en el Perú Maltrato Infantil Desastres y Atención Pediátrica Dr. Ranniery Acuña - Colombia Dr. Mario Calvo - Chile Dr. Bernardo Jorge Ramos - Cuba Dr. Félix Estrada - EEUU • • • • • Calle Los Geranios 151, Lince, Lima 14, Perú Teléfono: +51-1-4411570 Telefax: +51-1-4226397 E-mail: pediatria@rednextel.com.pe Sitio Web: http://www.pediatriaperuana.org INFORMES: Cta. Cte. M/N Nº 023-3000017613 Cta. Cte. 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Son un atractivo turístico muy visitado del departamento de Ica, Perú Tema: “Niño dibujando las Líneas de Nazca” NOS SOLIDARIZAMOS CON ICA Los Pediatras 140 Rev.peru.pediatr. 60 (2) 2007 11/10/07 10:44:32