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ISSN 0716-4491 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Revista Chilena de Neurocirugía Órgano Oficial de la Sociedad de Neurocirugía de Chile Fundada en 1986 999 Volumen 42: Nº 1 - 2016 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 1000 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 ISSN 0716-4491 Revista Chilena de Neurocirugía Órgano Oficial de la Sociedad de Neurocirugía de Chile Indexada a: Directorio Latindex http://www.latindex.org, Directorio IMBIOMED www.imbiomed.com Cengage Gale Group http://infotrac.galegroup.com/itweb/tlm_ifme Editor Ejecutivo: Dr. Leonidas Quintana Marín Hospital Carlos Van Buren, Valparaíso Co-Editor: Dr. David Rojas Zalazar Instituto de Neurocirugía Asenjo Editores Asociados internacionales Dr. Álvaro CamperoArgentina Dr. Ricardo RaminaBrasil Dr. Paulo H. Pires de AguiarBrasil Comité Editorial Nacional Dr. Benjamín Abarca Dr. Marcos Baabor Dr. Manuel Campos Dr. Carlos Guzmán Dr. José Lorenzoni Dr. Rómulo Melo Dr. Jorge Mura Dr. Eduardo Ortega Dr. Franco Ravera Dr. Sergio Valenzuela Dr. Pedro Vázquez Dr. Rogelio Vigueras Dr. Alfredo Yáñez Hospital Regional de Puerto Montt Hospital Dipreca, Santiago Clínica Las Condes, Santiago Hospital San Pablo de Coquimbo Hospital Universidad Católica Instituto de Neurocirugía Asenjo Instituto de Neurocirugía Asenjo Hospital Regional de Valdivia Hospital Regional de Rancagua Instituto de Neurocirugía Asenjo Hospital Clínico Universidad de Chile Hospital Regional de Concepción Clínica Alemana, Santiago de Chile Revista Chilena de Neurocirugía es propiedad de la Sociedad de Neurocirugía de Chile y/o Sociedad Chilena de Neurocirugía, la cual es la representante oficial de los neurocirujanos de Chile ante la Federación Latino Americana de Sociedades de Neurocirugía (FLANC), y la Federación Mundial de Sociedades de Neurocirugía (WFNS). Toda correspondencia al Editor debe ser dirigida a los correos electrónicos: leonquin@gmail.com, o leonquin@ vtr.net. La Revista Chilena de Neurocirugía no necesariamente comparte las opiniones y criterios aquí publicados, siendo éstos de exclusiva responsabilidad de los autores. Dirección: Teléfonos: E mail: Sitio Web: Director responsable: Representante legal: Reemplazante del Director responsable: Secretaria Sociedad: Esmeralda 678 -2º piso interior- Santiago de Chile 56-2-26334149 / 56-2-26386839 sociedad@neurocirugia.cl www.neurocirugia.cl Dr. Leonidas Quintana Marín Dr. Franco Ravera Zunino Dr. Carlos Guzmán Kramm Sra. Jeannette Van Schuerbeck Texto Portada: Wayang kulit o títeres javaneses es un teatro de sombras protagonizado por títeres de varillas y de sombra, tradicional de Indonesia y Malasia. La Unesco lo declaró Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad el 7 de noviembre de 2003. 1 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 2 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Sociedad de Neurocirugía de Chile Directorio 2015 - 2017 Presidente Dr. Franco Ravera Zunino Vicepresidente Dr. Carlos Guzmán Kramm Secretario General Dr. David Rojas Zalazar Directores Dr. Jorge Cerda Cabrera Dr. Ulises Guajardo Hernández Dr. José Lorenzoni Santos Dr. Francisco Mery Muñoz Dr. Pedro Vázquez Soto Dr. Samuel Valenzuela Córdova Tesorero Dr. Rómulo Melo Monsalve Past-President Dr. Marcos Baabor Aqueveque Editor Revista Dr. Leonidas Quintana Marín Dirección: Esmeralda 678 2º piso interior, Santiago de Chile Fonos: 56-2-2633 41 49 / 56-2-2638 68 39 e-mail: sociedad@neurocirugia.cl Sitio web: www.neurocirugia.cl 3 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Editorial Soldando neuronas Un equipo de investigación ha desarrollado un método de conectar neuronas usando pulsos de láser ultracortos, una técnica revolucionaria que abre la puerta hacia nuevas oportunidades de investigación y tratamientos en el ámbito médico, y bajo el concepto moderno de la nanoteconología. El equipo de Nir Katchinskiy, de la Universidad de Alberta en Canadá, es el primero de la historia en encontrar una forma de unir neuronas y, al hacerlo, ha proporcionado a la comunidad científica una nueva y poderosa herramienta. Katchinskiy tenía en mente una aplicación práctica específica cuando inició el proyecto: la posibilidad de reparar un nervio cortado, o más concretamente “soldar” ambos extremos. El equipo de Katchinskiy puso en contacto entre sí dos neuronas colocadas en una solución especial que evita que se peguen. En el punto de contacto entre ambas células se lanzaron pulsos de láser de una duración de femtosegundos (cada pulso ultracorto separado por entre 10 y 15 segundos). Aunque la capa exterior de ambas células se vio parcialmente comprometida, el interior de la capa protectora permaneció intacto. Como resultado de ello, las dos células establecieron conexiones sólidas, formando una membrana común en el área seleccionada. A través de múltiples experimentos, las células permanecieron viables y con una conexión fuerte. Las neuronas tardaron 15 milisegundos en unirse entre sí, un proceso que habría requerido horas de forma natural. La ventaja más grande del descubrimiento es que da a los investigadores un control completo sobre el proceso de conexión celular. Quizá no se pueda tratar la médula espinal humana con esta nueva técnica, pero nos acerca a ello, tal como matiza Abdul Elezzabi, del equipo de investigación. Hasta ahora, el equipo ha aplicado este método a tres tipos de células, pero el potencial de la técnica parece ilimitado. Evidentemente un gran avance en el campo de las neurociencias utilizado técnicas de Nanotecnología, disciplina que ya se ha comunicado en nuestros congresos y publicado en la Revista Chilena de Neurocirugía. Editor Jefe Revista Chilena de Neurocirugía 4 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Editorial Nir Katchinsky. (Foto: University of Alberta , Faculty of Engineering. Bibliografía Nir Katchinskiy1, Helly R. Goez2, Indrani Dutta3, Roseline Godbout3 &Abdulhakem Y. Elezzabi1. www.nature.com/scientificreports. Scientific Reports | 6:20529 | DOI: 10.1038/srep20529 1 Department of Electrical and Computer Engineering, University of Alberta, Edmonton, AB, Canada. 2 Division of Pediatric Neurology, Department of Pediatrics, Faculty of Medicine and Dentistry, University of Alberta, Edmonton, AB, Canada. 3 Department of Oncology, University of Alberta, Cross Cancer Institute, Edmonton, AB, Canada. Correspondence and requests for materials should be addressed to N.K. (email: katchins@ualberta.ca). 5 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Sumario Revista Chilena de Neurocirugía Volumen 42 - 2016 / ISSN 0716 - 4491 Editorial Soldando neuronas Leonidas Quintana M. P4 ARTÍCULOS DE REVISIÓN Fisiología de la perfusión medular. Jorman Harvey Tejada Perdomo MD, José D. Charry MS. Jaime Andrés Salcedo Cerquera MD. P8 Conmoción cerebral en el karate deportivo: disminución en la frecuencia en los campeonatos mundiales de karate. Cerebral concussion in Sport Karate: Decrease in the frequency in World Karate Championships. Rafael Arriaza Loureda, Benjamín Abarca Carrasco P 12 Choroid plexus coagulation for pediatric hydrocephalus: review of historical aspects and rebirth. Roberto Alexandre Dezena, MD, PhD, Carlos Umberto Pereira, MD, PhD P 15 ARTÍCULOS ORIGINALES Endoscopic evacuation of spontaneous supratentorial intracerebral hemorrhage. Angel J. Lacerda Gallardo MD PhD, Miguel Mazorra Pazos MD, Fabienne Mederos Victores MD, Daisy Abreu Pérez MD, Carlos Rojas Borroto MD, Paschal Edes Songoro MS P 19 Algoritmo para la tomografía secuencial de cráneo en pacientes con traumatismo encéfalocraneano. Ariel Varela Hernández, Claudio Martínez Terreu, Rodolfo Muñoz Gajardo, Reinaldo Torres Aravena, Félix Orellana Cortez, Luis Lamus Aponte, Patricio Herrera Astudiño P 24 Meningiomas del surco olfatorio. Consideraciones del abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme. Omar López Arbolay, MD, PhD, Marlon Ortiz Machín MD, Mayela Marrero Aliño PscD, Livan Santana Chil MD P 31 Síndrome meningeo como manifestación de apoplejia hipofisiaria, análisis prospectivo de siete casos. Meningeal syndrome as manifestation of pituitary apoplexy, prospective analysis of seven cases. Julio García Molina, Leonidas Quintana Marín, Iván Jaque Bravo, Manuel González Villegas P 37 6 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Trombectomia mecánica: técnica de primera elección en el tratamiento ictus isquémico agudo. Análisis de beneficios y resultados. Mechanical thrombectomy: first choice therapeutical approach in acute ischemic stroke. Analysis of benefits and results. Jimmy Achi Arteaga, M. Lilibeth Arteaga Velez MD, Angel Zambrano Solorzano, Julia Peralta, David Martínez Neira P 41 Recuperación de pacientes en postoperatorio de drenaje de hematoma subdural crónico asociado al uso de ácido tranexámico. Recovery of patients operated with technical drain of chronic subdural hematome, associated to tranexamic acid. Marlin Rossana Puente Tinoco, Elbert Oberto Reyes Graterol, Sogeilys Milagro García Oduber P 45 REPORTE DE CASOS Cavernomatosis múltiple y aneurisma cerebral trombosado: una asociación inusual. Cavernous haemangioma multiple and brain aneurysm thrombosed: an unusual association. Ariel Bravo, Omar Urquizu, Emilio Pelleriti, Raúl Otoya, Ricardo Vidal Moyano P 52 Concurrencia de meningioma y astrocitoma: breve reporte de caso. Luis Rafael Moscote-Salazar, Andrés M. Rubiano, Hernando Raphael Alvis-Miranda P 62 Hibernoma dorsal gigante. Presentación de caso. Orestes López Piloto, Tania Margarita Cruz Hernández, Moisés López Poza P 64 REPORTE HISTÓRICO Paquimeningitis Hemorrágica Interna ¿Causa de muerte de Simón Bolívar? David G. Martínez Neira P 68 ARTÍCULO ESPECIAL Gracias Instituto Asenjo. Luis Carlos Cadavid P 71 HOMENAJE PÓSTUMO Unas palabras en honor al Profesor Albert L. Rhoton Jr. Tomás Poblete Poulsen P 76 Profesor Dr. Yves Keravel. Enrique Colin B. P 78 maestros de la neurocirugía chilena P 79 lista de socios P 80 normas de publicación P 84 7 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Fisiología de la perfusión medular Jorman Harvey Tejada Perdomo1 MD*, José D. Charry2 MS*. Jaime Andrés Salcedo Cerquera3 MD*. 1 Neuroanestesiólogo, Especialista en Gerencia de Servicios de Salud. Director Posgrado de anestesiología. Universidad Surcolombiana. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo. Neiva, Colombia. 2 Estudiante de Medicina Universidad Surcolombiana. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo. Neiva, Colombia. 3 Médico Residente de Anestesiología y Reanimación. Universidad Surcolombiana. Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo. Neiva, Colombia. * Investigadores Grupo de Desarrollo social, Salud Pública y derechos humanos. Semillero de Anestesiología. Rev. Chil. Neurocirugía 42: 8-11, 2016 Resumen Introducción: En las últimas décadas ha aumentado el interés por el estudio de la fisiología de la perfusión a nivel de la médula espinal. Muchos de los tratamientos en pacientes con lesión medular han sido basados en el paralelismo de la dinámica vascular entre el cerebro y la médula. Conocer estos aspectos así como los métodos relacionados con su monitoria resulta favorable para la adecuada intervención del paciente con lesión a nivel medular. Objetivo: Realizar una revisión en la literatura científica de los aspectos más importantes que intervienen en la perfusión de la médula espinal, los mecanismos de autorregulación y su aplicación clínica dentro del estudio de la fisiología medular. Métodos: Con las palabras claves, se realizó una revisión no sistemática en las bases de datos correspondientes a OVID, Medline/PubMed, Science Direct. Resultados y Conclusiones: El papel de la autorregulación es vital en la conservación de la integridad de la médula espinal, realizar un adecuado control de ella así como de otros factores químicos y metabólicos son determinantes en el control del flujo sanguíneo medular y minimiza el riesgo de lesión medular secundaria. Las curvas de autorregulación para el cerebro y la médula espinal son virtualmente idénticas; dentro de un rango de 60-150 mmHg. Palabras clave: Cordón espinal, presión de perfusión, autorregulación, flujo sanguíneo medular. Abstract Introduction: Over the past decades the interest in the study of the physiology of perfusion at the level of the spinal cord has increased. Many treatments in patients with spinal cord injury have been based on the parallelism of the vascular dynamics between the brain and the spinal. Knowing about these aspects and methods related to their monitoring practice is favorable for a proper intervention of the patient with spinal cord injury. Objective: To do a scientific literature review on the most important aspects involved in spinal cord perfusion, autoregulatory mechanisms and their clinical applications in the study of spinal cord physiology. Methods: Using the keywords, a non-systematic review on the OVID, Medline/PubMed and Science Direct databases, was performed. Results and Conclusion: The role of autoregulation is vital in maintaining the integrity of the spinal cord, an adequate control of it as well as other chemical and metabolic factors are important in the control of medullary blood flow and minimizes the risk of secondary spinal cord injury. The autoregulation curves for the brain and spinal cord are virtually identical, within a range of 60-150 mmHg. Key words: Spinal cord, perfusion pressure, autoregulation, medullary blood flow. 8 Artículo de Revisión Introducción Un mecanismo intrínseco del sistema cerebrovascular es mantener el flujo sanguíneo del tejido dentro de un rango estrecho a pesar de los cambios en la presión de perfusión, ésto ha sido establecido como mecanismo de regulación primario del flujo sanguíneo en el cerebro, situación que desde el punto de vista fisiológico es de mayor importancia para mantener la homeostasis en el medio interno cerebral1. A pesar de que se han presentado avances tecnológicos a nivel de la monitoria de la perfusión cerebral, se han encontrado limitaciones en la extrapolación de estos estudios al contexto de la perfusión de la medula espinal principalmente por aspectos como la dificultad en la canalización y la tendencia al vasoespasmo de los vasos arteriales espinales, la dificultad en el aislamiento del tejido del cordón espinal y la falta de un lugar adecuado para el muestreo venoso; por la complejidad en la luz y el pequeño tamaño del sistema de drenaje venoso medular2. Métodos Revisamos artículos en la base de datos MEDLINE a través del buscador PUBMed, usando los términos MeSH “Spinal cord” AND “perfusion pressure” AND “autoregulation” AND “blood flow”; seleccionando idioma español e inglés y por año desde 1970 hasta 2014. Excluyendo cartas al editor y reportes de caso, dando mayor relevancia a los artículos de revisión. Se incluyeron además artículos de la base de datos LILACS con los mismos criterios de búsqueda. Circulación y flujo sanguíneo medular El patrón básico de irrigación arterial de la médula espinal involucra tres vasos que corren longitudinalmente a lo largo de ella: la arteria espinal anterior y dos arterias espinales posteriores3. La arteria espinal anterior nace de la unión de dos ramas de la arteria vertebral que se unen a nivel de la decusación de las pirámides para luego descender por la superficie anterior de la médula, un poco dentro del surco medio anterior; Irriga las pirámides medulares y las estructuras medulares paramedianas más los dos tercios anteriores de Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 la médula espinal; el resto depende de las arterias medulares y radiculares segmentarias siendo la más importante la arteria radicular magna o de Adamkiewicz, generalmente a la altura de T10 a L14. Las arterias espinales posteriores nacen directamente de las arterias vertebrales o indirectamente de las arterias cerebelosas postero-inferiores, para luego descender por la superficie posterolateral e irrigar el tercio posterior de la médula espinal5. El sistema longitudinal es reforzado por una serie muy variable de vasos tributarios transversales que penetran al canal medular por los agujeros intervertebrales junto a los nervios y raíces espinales6. Las anastomosis entre los vasos longitudinales y los vasos segmentarios se producen en la superficie de la médula espinal (Figura 1). El drenaje venoso de la medula espinal se da a través de dos plexos y venas con una distribución similar al circuito arterial. El plexo vertebral interno es una red anastomótica de venas que se entremezcla con el tejido conjuntivo laxo del espacio epidural, siendo una vía de diseminación de células neoplásicas muy común hacia el cerebro. El plexo vertebral externo, formado por un conjunto de venas que corren longitudinalmente por la superficie externa de los cuerpos y láminas vertebrales7. Su porción anterior se comunica con las venas basivertebrales y la posterior con las venas occipitales, cervicales profundas y vertebrales6. Autorregulación y presión de perfusión medular La autorregulación cerebral es la habilidad de los vasos cerebrales para reaccionar a cambios en la presión arterial (PA) y en la presión de perfusión cerebral (PPC), con el fin de lograr un flujo sanguíneo cerebral estable (Figura 2). El flujo sanguíneo cerebral (FSC) es determinado por la PPC y la resistencia cerebrovascular (RV); FSC= PPC/RV8. En general, el FSC se mantiene constante en un rango de PPC entre 60-150 mmHg. Si la autorregulación cerebral falla, el FSC varia directamente con los cambios de PPC y el cerebro queda en riesgo de daño isquémico ante hipotensión arterial o de hemorragia ante hipertensión arterial; El FSC cambia paralelamente a los cambios en la PA9. La autorregulación ha sido ampliamente investigada en la vasculatura cerebral, considerablemente menos información hay en la autorregulación del flujo sanguíneo medular (FSM). Algunos estudios realizados en animales han demostrado niveles de FSM en la sustancia gris de 61 ml/100g/min y en la sustancia blanca de 15 ml/100g/ min10. Con base en éstas y otras afirmaciones11 se habla de un paralelismo entre la dinámica vascular cerebral y la vasculatura espinal siendo un punto de referencia durante el tratamiento de la lesión a nivel medular. Las curvas de autorregulación para el cerebro y la médula espinal son virtualmente idénticas dentro de un rango de 60-150 mmHg1. Figura 1. Anatomía arterial y venosa de la médula espinal. 9 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 2. Flujo (flujo sanguíneo cerebral), Resistencia (resistencia vascular cerebral) y Presión (presión de perfusión cerebral) en función del tiempo. Una disminución inicial en la presión se acompaña de una caída del flujo sanguíneo. A medida que la resistencia cae, el flujo sanguíneo aumenta hacia la línea de base. Con la restauración de la presión, hay una respuesta hiperémica instantánea y posteriormente, el flujo disminuye a medida que la resistencia aumenta hacia los niveles de control. Por otro lado, es importante mencionar que dentro del abordaje del trauma cráneo encefálico severo (TCEs) se tiene estandarizado la medición de la PA invasiva y de la presión intracraneana (PIC), como reflejo de los cambios dentro de los compartimientos de la bóveda craneana, cuyo objetivo es optimizar la PPC, PPC=PAM-PIC12. Dicha intervención, al igual que las demás (normocapnia, osmóticos, vasopresores, cirugía, etc.) lo que busca es evitar la lesión secundaria. En contraste, durante la cirugía en trauma raquimedular la mayoría de grupos médicos no miden la PA invasiva, por tanto niveles óptimos de PAM y PaCO2 son desconocidos. La Asociación Americana de Neurocirujanos (AANS) concluye que hay insuficiente evidencia que soporte un tratamiento estandarizado pero recomienda mantener PAM 85-90 mmHg por 5-7 días en la lesión traumática de la médula espinal13, mientras que en el Reino Unido recomiendan una presión sistólica 90-100 mmHg como opción de tratamiento14. Actualmente no hay un método clínico para medir la presión intraespinal (PIE) en lesión medular, como se mide la PIC en TCEs. Lograr monitorizar la presión de perfusión medular (PPM) siendo PPM=PAMPIE sería un avance al permitir optimizar las metas hemodinámicas y reducir la lesión secundaria15. También permitiría dilucidar el efecto de las intervenciones (cambios PaCO2, PA, etc.) sobre la perfusión medular16. 10 Se ha descrito como PPM óptima 90 mmHg por analogía a la dinámica intracraneal, la hiperperfusión y/o la hipoperfusión se asocian con daño en la autorregulación, lo cual causa lesión medular secundaria17. Maniobras que influencian la PIC como PaCO2 o manitol, tienen poco efecto sobre la PIE y PPM; sin embargo, los inotrópicos por efecto sobre la PAM sí han demostrado un aumento neto en la PPM(2). Monitoría de la perfusión medular Las primeras medidas del flujo sanguíneo a nivel medular fueron tomadas con autoradiografía, técnica que ofrece pobre capacidad de detectar cambios causados por la administración de drogas u otras variables sobre la perfusión. Se conocen reportes bajo ésta técnica de valores de flujo sanguíneo en la médula espinal entre 10 y 20 ml/100g/ min para la sustancia blanca y 41 a 63 ml/100g/min para la sustancia gris18. El advenimiento del ultrasonido Doppler permitió medir directamente el flujo sanguíneo medular en cirugías que involucran pinzamiento aórtico y por ende, alteraciones a éste nivel podrían ser investigadas a través de mediciones continuas19. En los últimos años, el desarrollo de técnicas no invasivas como la Espectrofotometría Cercana al Infrarrojo (NIRS) ha permitido la evaluación y monitoria de la hemodinámia cerebral20, su uso en combinación con el marcador indocianina verde ha sido ampliamente usado como monitoria intraoperatoria de la perfusión medular en estudios animales21. Estos estudios han logrado detectar isquemia medular más temprano con el NIRS que con potenciales evocados motores22. Amir y col23., identificaron mediante mediciones realizadas con el NIRS sobre la dura y las láminas, un incremento en el FSM en respuesta a la hipercapnia. Dichos cambios en la perfusión medular son un reflejo de lo observado a nivel del FSC. La aplicación de estas técnicas podrían proporcionar una visión más amplia de la fisiopatología de la lesión y su uso quizás sería ventajoso para detectar tempranamente, o impedir la lesión medular. Finalmente, cada vez toma más fuerza la posibilidad de realizar una monitoria continúa de la PIE tanto en casos de lesión medular traumática como en otras condiciones que causan edema de la medula espinal (ej. Mielitis transversa)24, mediante la colocación de sondas a nivel subdural (por encima, por debajo y en el sitio de la lesión) y extradural. Dicha monitoria comprende el registro de la PA invasiva y el análisis continuo de la ondas de PIE las cuáles, al igual que las ondas de PIC; comprenden 3 picos que corresponden al pulso arterial, la compliance intracraneal y el cierre de válvula aórtica. Si el resultado del análisis es una PIE baja (< 10 mmHg) se considera una adecuada reserva compensatoria; con PIE 10-15 mmHg la reserva compensatoria está agotada y con una PIE 15-20 mmHg hay una pérdida progresiva de la autorregulación25. En conclusión, conocer y evaluar el FSM es esencial en el manejo de pacientes con patologías espinales; Realizar una adecuada monitoria y control de la autorregulación, así como de los otros factores químicos y metabólicos determinantes en el flujo sanguíneo medular, permiten minimizar los riesgos de lesión medular secundaria. Financiación: Propio de los autores. Conflicto de intereses: Ninguno. Recibido: 13 de agosto de 2015 Aceptado: 20 de octubre de 2015 Artículo de Revisión Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. Rosemary Hickey, M.D, Maurice S. Albin, M.D. Autoregulation of Spinal Cord Blood Flow: Is the cord a microcosm of the brain?. Stroke vol 17, no 6, 1986. Melissa C. Werndle; Samira Saadoun; Isaac Phang. Monitoring of Spinal Cord Perfusion Pressure in acute spinal cord injury: Initial findings of the injured spinal cord pressure evaluation study. Critical Care Med 2014; 42: 4. Soubeyrand Marc, Court Charles, Fadel Elie, Vincent-Mansour César, Mascard Eric, Vanel Daniel, Missenard Gilles. Preoperative imaging study of the spinal cord vascularization: Interest and limits in spine resection for primary tumors. Eur J radiol. 2011; 77: 26-33. Ropper Allan H, Brown Robert H. Principios de Neurología de Adams y Victor; Octava Edición. McGraw-Hill interamericana. 2005; 44: 1067-1068. Ferner Helmut, Staubesand Jochen. Sobotta Atlas de Anatomía Humana. Cap. Médula espinal, nervios raquídeos, tronco simpático. 18ª Edición. Medica Panamericana. 1984; 1: 129. Moore Keith, Dalley Arthur. Clinically Oriented Anatomy. 4th Edicion. Médica Panamericana. 2002; 4: 496-497. Tobinick Edward. 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Neurocirugía 42: 12-14, 2016 Resumen Objetivo: Presentar la reducción progresiva en la frecuencia de conmociones cerebrales en los Campeonatos Mundiales de Karate, a partir de los cambios en el reglamento de la Federación Mundial de Karate (FMK). Material y Método: Estudio prospectivo de las conmociones cerebrales ocurridas en los campeonatos del mundo de Madrid (2002), Monterrey (2004), Tampere (2006), Tokio (2008), Belgrado (2010) y París (2012). Resultados: La frecuencia de conmociones cerebrales, definidas según la Conferencia Internacional de Conmoción en el Deporte (Viena 2001, Praga 2004, Zurich 2008 y 2012) ha disminuido progresivamente en los Campeonatos del Mundo de Karate: una conmoción cada 230 combates en Madrid, una cada 196 en Monterrey, una cada 99 en Tampere, una cada 612 en Tokio, una cada 512 en Belgrado, y una cada 1.140 en París. Discusión y Conclusión: El uso de protecciones, la aplicación rigurosa del reglamento del karate deportivo y la educación continua en la prevención de lesiones de los competidores, técnicos y árbitros, ha disminuido la frecuencia de conmociones cerebrales en los Campeonatos del Mundo, haciendo del karate deportivo una disciplina más segura, cumpliendo con los principios del Olimpismo. Palabras clave: Conmoción cerebral, concusión, karate, deporte. Abstract Objective: To present the progressive reduction of the frequency of cerebral concussion in the World Karate Championships, due to the changes in the Rules and Regulations of the World Karate Federation (WKF). Material and Method: Prospective study of the brain concussions occurred in the World Championships of Madrid (2002), Monterrey (2004), Tampere (2006), Tokyo (2008), Belgrade (2010) and Paris (2012). Results: The frequency of brain concussion, defined by the International Conference of Sports Concussion (Vienne 2001, Prague 2004, Zurich 2008 and 2012) has progressively diminished in the World Karate Championships: one concussion each 230 bouts in Madrid, one each 196 in Monterrey, one each 99 in Tampere, one each 612 in Tokyo, one each 512 in Belgrade, and one each 1,140 in Paris. Discussion and Conclusion: The use of protections, the rigorous enforcement of the Rules and Regulations of the Sports Karate and the continuous education in the prevention of injury of athletes, technicians and referees, has diminished the frequency of brain concussion in the World Championships, making Karate a much safer sport, achieving Olympic principles. Key words: Cerebral concussion, concussion, karate, sports. 12 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo de Revisión Introducción Material y Método La frecuencia de lesiones en el karate deportivo ha disminuido significativamente después del cambio en el reglamento de la WKF establecido en el año 2000, que penaliza el contacto excesivo en las regiones puntuables11. El sitio más frecuente de lesión es la región craneofacial (71%)1,2,3,4. Las Conferencias Internacionales de la Conmoción en el Deporte han definido esta lesión cerebral como:5,6,7,8. Proceso neuropatológico complejo que afecta al cerebro, inducido por fuerzas biomecánicas traumáticas. Las características clínicas, patológicas y biomecánicas, que pueden ser utilizadas en la definición de la naturaleza de la lesión cerebral, incluyen: a) Una conmoción puede ser ocasionada por traumatismo directo en la cabeza, cara y cuello, o por traumatismos indirectos en cualquier parte del cuerpo que ocasionen transmisión de la fuerza impulsiva a la cabeza. b) Una conmoción implica, generalmente, una alteración de la función neurológica de corta duración y que se resuelve espontáneamente. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas y signos pueden durar minutos a horas. c) Una conmoción puede desencadenar cambios neuropatológicos, pero la sintomatología aguda refleja, en gran parte, una perturbación funcional más que una lesión estructural y, por lo tanto, no se observan anormalidades en los estudios de neuroimagen. d) La conmoción genera un conjunto de síntomas que pueden o no incluir la pérdida de conciencia. La resolución de los síntomas clínicos y cognitivos habitualmente es seguida de una mejoría secuencial. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de casos, los síntomas post conmocionales pueden ser prolongados. Se registró en forma prospectiva el número de combates y las conmociones ocurridas en los campeonatos del mundo siguiendo el mismo protocolo utilizado en comunicaciones previas3,4. Médicos voluntarios presentes en el sitio de competición asistieron y registraron las lesiones ocurridas durante los combates. La información obtenida incluía nombre del competidor, sexo, categoría y peso, área lesionada, mecanismo, diagnóstico, tratamiento y severidad de la lesión. La conmoción fue tratada según protocolo propuesto en el Consenso en Conmoción del Deporte5,6,7,8, destacando que en la evaluación inmediata del atleta lesionado se utilizó una variación de las preguntas de Maddocks para medir la función cognitiva10: 1.- ¿Cuál es su nombre? 2.- ¿Qué edad tiene? 3.- ¿En qué categoría compite? 4.- ¿Dónde se encuentra? 5.- ¿Cómo va el puntaje de combate? 6.-¿Cuánto tiempo queda de combate? La frecuencia de conmoción en el karate deportivo se ha reportado desde 0,9% al 5,4% del total de las lesiones ocurridas en combate9. El objetivo del presente estudio es documentar en forma prospectiva la reducción en la frecuencia de la conmoción cerebral en los campeonatos del mundo entre los años 2002 y 2012. 1.- Párese con los pies juntos. Ojos cerrados y manos en la cadera. 2.-Párese sobre su pie no dominante. La otra pierna debe mantener flexión de cadera de 30º y flexión de rodillas de 45º. 3.- Mantenga el equilibrio. Resulta evidente para el árbitro, cuerpo técnico y público en general, que el atleta que sufrió un impacto craneano y presenta alteración del equilibrio debe ser retirado de la competencia. Resultados Fueron registrados un total de 22 conmociones en 6148 combates, con una incidencia de 0,0035 conmociones por combate, es decir, una conmoción cada 279 combates. Si agrupamos los resultados de los campeonatos del mundo de Madrid, Monterrey y Tampere, y los comparamos con los de Tokio, Belgrado y París observaremos una reducción significativa de la frecuencia de las conmociones en estos tres últimos: 1 conmoción cada 162 combates (Madrid, Monterrey, Tampere) versus una conmoción cada 677 combates (Tokio, Belgrado, París) (Tabla 1). Las preguntas 1, 2 y 3 se utilizan para iniciar la evaluación cognitiva y disminuir la ansiedad del competidor frente al interrogatorio. En el karate deportivo las respuestas correctas sobre la puntuación y el tiempo transcurrido (preguntas 5 y 6) descartarían el déficit cognitivo. De ser incorrectas, obligan al retiro del atleta de la competición. Adicionalmente, para evaluar el equilibrio, se utilizó una versión modificada del Test de Balance: Discusión Las Conferencias Internacionales de Conmoción en el Deporte desarrolladas en Viena (2001), Praga (2004) y Zurich (2008 y 2012), con la participación de un equipo multidisciplinario de espe- Tabla 1. Conmociones en los campeonatos de karate del mundo Campeonato Combates Conmoción Conmoción/ Combate Frecuencia Conmoción Madrid 2002 992 3 0,003 1/230 Monterrey 2004 783 4 0,005 1/196 Tampere 2006 987 10 0,01 1/99 Tokio 2008 1.223 2 0,001 1/612 Belgrado 2010 1.023 2 0,001 1/512 París 2012 1.140 1 0,0008 1/1140 Total 6.148 22 0,0035 1/279 13 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 cialistas, lograron consensos en su diagnóstico, tratamiento y prevención. Se ha establecido que la prevención de la conmoción debe estar enfocada en: el uso obligatorio de elementos protectores (guantes, protector bucal, de pie y tobillo), cambios en los reglamentos (penalizando el contacto excesivo) y educación (de atletas, técnicos, árbitros y familiares5,6,7,8. La Federación Mundial de Karate es el organismo reconocido por el Comité Olímpico Internacional que agrupa más de 150 países en su estructura. En el año 2000, se establecieron cambios en el reglamento que penalizaban el contacto excesivo en las regiones puntuables11. Esto provocó una disminución significativa en el global de las lesiones, de 0,31 a 0,18 lesiones por combate4. Este estudio documenta la disminución en la frecuencia de conmociones en los campeonatos de karate del mundo. En Madrid 2002, una conmoción cada 330 combates y en París 2012, una conmoción cada 1.140 combates. Lo anterior se explica por la aplicación estricta de las reglas de competencia, junto con la educación continua de competidores, técnicos y árbitros en la relevancia de su cumplimiento. mundo desde el 2002 a la fecha. El uso obligatorio de protecciones, la penalización del contacto excesivo en las regiones puntuables, y la educación permanente de todos los participantes ha contribuido a hacer del karate deportivo una disciplina más segura, cumpliendo con los principios del Olimpismo. Agradecimientos: A los Equipos Médicos participantes en los Campeonatos Mundiales de Karate. Conclusión La frecuencia de la conmoción cerebral ha disminuido en los campeonatos del Recibido: 25 de septiembre de 2015 Aceptado: 23 de febrero de 2016 Bibliografía 1. Macan J, Bundalo-Vrbanac D, Romić G. Effects of the new karate rules on the incidente and distribution of injuries. Br j Sports Med. 2006 Apr;40(4) :326-30; discussion 330. 2. 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The first CPC procedure goes back to early 1930s. After the development of other treatment methods and the understanding of CSF dynamics, the application of CPC dramatically decreased by 1970s. In 2000s, there was a rebirth of CPC in combination with endoscopic third ventriculostomy (ETV), and remains one of the options for the treatment of pediatric hydrocephalus in selected cases. CPC might provide a temporary reduction in CSF production to allow the further development of CSF absorption in infant, and adding to ETV for infants with communicating hydrocephalus may increase the shunt independent rate thus avoiding the consequence of late complication related to the shunt device. This is important for patients who are difficult to be followed up, due to geographical and/or socioeconomic difficulties. And also adding CPC to ETV for obstructive hydrocephalus in infants younger than 1 year of age may also increase the successful rate. Furthermore, CPC may be an option for cases with high chance of shunt complication such as multiloculated hydrocephalus, extreme hydrocephalus and hydranencephaly. In comparison with the traditional treatment of CSF shunting, the role of CPC needs to be further evaluated in particular concerning the neurocognitive development. Key words: Pediatric hydrocephalus, Choroid plexus coagulation, Endoscopic third ventriculostomy. Introduction Pediatric hydrocephalus is one of the most frequently diagnosed diseases in pediatric neurosurgical practice. Approximately 60% of the total cases of hydrocephalus in children are congenital or acquired in childhood. It´s a typical surgical disease, and If left untreated, most cases are lethal. Traditionally, shunts are the main treatment since 1940s. However, sometimes shunt dependency in children with hydrocephalus is a terrible problem, and is more dangerous in emerging countries than developed countries because of the difficulties that prevent access to prompt neurosurgical intervention, in cases of infection or shunt malfunction8,22,23. In this scenario, mainly in obstructive hydrocephalus, neuroendoscopic techniques such as endoscopic third ventriculostomy (ETV) become vitally important in the management of these patients. ETV is successful in about 80% of children older than 1 year of age, regardless of the cause of obstructive hydrocephalus. For infants younger than 1 year of age, isolated ETV remains controversial, probably because of a deficiency in CSF absorption. Benjamin C. Warf, at CURE Children´s Hospital of Uganda, hypothesized that the addition of choroid plexus coagulation (CPC) at the time of the ETV, to reduce the rate of CSF production, might improve the outcome22. This pioneer neuroendoscopic procedure of the early 20th cen- tury, abandoned due to limited technology and complications, has been and adapted current neurosurgery. Historical aspects Faivre, in 1854 and Luschka, in 1855 were the first researchers to suggest that the choroid plexus is the source of CSF3,29. Cushing supported this hypothesis through intraoperative observations4. Extrachoroidal fluid production was suggested by Weed in 1914, by animal studies29. Dandy, in 1918, demonstrated in an animal study that unilateral hydrocephalus was produced when the 4th ventricle was blocked together with the access through the 15 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 foramen of Monro to the contralateral plexectomized lateral ventricle5,30. Furthermore, in the same year, he also demonstrated that CSF is produced by the choroid plexus in an animal study. Based on this result, he performed choroid plexus extirpation in four infants with communicating hydrocephalus by open surgery. In this series, one infant with moderate hydrocephalus and myelomenigocele was well on 10 months follow-up, and the other three infants with severe hydrocephalus died until 4 weeks after the operation5,30. After, in 1932, Dandy also used a rigid Kelly cystoscope to inspect the lateral ventricles in two hydrocephalic children6. Cauterization of the choroid plexus was attempted in one case. He further detailed the technique of endoscopic coagulation of the choroid plexus in 19387,30. CPC was first described by Putnam, in 193430. In the subsequent years, besides CPC, other surgical treatments of hydrocephalus were introduced including endoscopic third ventriculostomy (ETV) and extrathecal CSF shunts. In a review, from 1934 to 1957, there were 95 cases of CPC. The mortality rate was 15%, while the mean success rate was 60% with an average follow-up period of 8 years. On the other hand, there were 1087 cases of various kinds of CSF shunt, including 230 ventriculoperitoneal shunts (VPS). The mean mortality rate was 10%, and the mean initial success rate was 60% with an average follow-up time of 2 years. The result of the reviews showed a shift from CPC to shunts, perhaps due to poor and limited technology. However, the late complication rate for shunt was 57%17,30. Scarff, in 1970, published the first large series of CPC cases, his own series of 39 children treated during 23year period, with 67% of success18. Milhorat, in 197413, reported his series of 12 cases underwent choroid plexectomy. Among 11 survivors, 8 (72%) failed and required further shunt13. After this report, that CPC in rhesus monkeys reduced CSF production by only 40%, it declined in favor of the shunts30. Literature concerning neuroendoscopy, from the 1980s to 2004, showed success rate of CPC was between 30 and 52%9,10,16. In small series, two out of three cases were successful1,14,30. Griffith, in 1986, gave a detailed account of endoscopic intracranial neurosurgery, through a report of the results of 71 CPC patients with or without shunt, 16 from 1972 to 19829. The selection criteria were infants with hydrocephalus who had progressively enlarging head circumference with ventricles grossly dilated and absent superficial CSF space on CT scan. Behavioral changes were also considered. In his series, 30% were not shunt dependent. The success rate was 54, 58, and 22% for myelomenigocele, communicating, and obstructive hydrocephalus groups, respectively. The same author, in 199010, further reported the results of 32 childhood hydrocephalus cases treated by CPC between 1985 and 1988 with CT scan examination. Eighteen cases were below the age of 6 months. Patient selection was the same as in his previous report. In addition, all cases showed marked ventricular dilatation on preoperative CT scan. Different to his previous series, he added postoperative perfusion of the ventricular system with artificial CSF to clear the postcoagulation blood and protein released to the CSF. The average follow-up time ranged 1 to 4 years. Fifty-two percent of the patients were shunt independent. Those required shunting was all in an interval of ≤12 weeks except one. Among the successful group, most of the patients showed a head circumference similar to the preoperative size30. Pople and Ettles, in 199516, reviewed the results of CPC in 116 children with hydrocephalus operated from 1973 to 199315,16. The mean age was 2 years and the overall hydrocephalus control rate was 49.5%. Among communicating hydrocephalic children with slow to moderate rate of increase in head circumference, the long-term control rate was 64%. On the other hand, only 35 % achieved long-term control without CSF shunts in patients presented with tense fontanels and rapidly progressed hydrocephalus and the authors suggested that the main indication for CPC was mildly progressive communicating hydrocephalus in infants. In these patients, it seemed that the balance between production and absorption of CSF could be restored by only a small reduction in outflow from the choroid plexus of the lateral ventricle. In contrast, CPC was not recommended for rapidly progressive hydrocephalus with acutely raised intracranial pressure15,16,30. In fact, until this time, these first experiences were quite controversial, perhaps because of technological limitations8. Rebirth In the late 1990s to early 2000s, due to advancement in neurosurgical technology, the mortality rate in isolated CPC has decreased, but the key issue for its decline in clinical practice is its efficacy30. At this time, Warf´s Uganda series, for the first time investigated the benefic effect of ETV associated to CPC, again arousing interest in this technique. It was concluded that ETV/CPC procedure is superior to ETV alone in infants younger than 1 year of age, particularly among those with nonpostinfectious hydrocephalus and myelomeningocele, but longer follow-up with neurocognitive assessment is necessary22. Dr. Warf published their results of ETV/ CPC for children in Africa in 2005, majority of them were infants22. The long-term outcome and neurocognitive outcome were reported in 200824 and 200921, respectively. They highlighted that shunt dependency in children with hydrocephalus is more dangerous in developing countries than in developed countries because of the limits to access competent centers in the event of shunt malfunction or infection22. Between 2001 and 2004, ETVs were performed as the initial treatment in 550 patients presented with hydrocephalus. After evaluating the initial results, it was decided to perform bilateral lateral ventricle CPC including the temporal horn using flexible endoscope from a single approach in addition to the ETV to assess the benefit. Warf and Campbell, in 200824, reported the long-term result of ETV/CPC for East African infants with hydrocephalus related to myelomeningocele. Among the 338 infants whose myelomeningocele was repaired prior to 6 months of age, 258 patients (66%) who had been followed up for > 6 months required treatment for hydrocephalus. There were 93 cases (mean age, 3 months) who had completed ETV/CPC with >1 month followup. They have achieved a successful (shunt independent) rate of 76%. This successful rate was higher in ETV/ CPC cases than those by ETV alone for infant age 6 months or younger with hydrocephalus in association with myelomeningocele as reported in the literature11,20. Still, in 2009, Warf et al.21 reported the neurocognitive outcome and ventricular volume in children with myelomeningocele treated for hydrocephalus in Uganda. The modified Artículo de Revisión Bayley Scales of Infant Development (BSID-III) and the frontal / occipital horn ratio (FOR) were used to compare three groups of patients with myelomeningocele. For the modified BSID-III, there was no statistically significant difference between treatment groups of VPS and ETV/CPC. For the ventricular size, the mean FOR were 0.7, 0.65 and 0.62 for the VPS, the ETV/CPC and the not required-treatment groups respectively without statistically significant difference in between. The authors suggested that future work was needed to compare outcomes by using a larger control group of children treated primarily with VPS shunt placement. Still, the same group have applies ETV/CPC in encephalocele, with the successful rate was 85%27, and in obstructive hydrocephalus due to aqueductal stenosis, with success rate of 81.9% in patients received ETV/CPC28. Dandy-Walker complex is another condition treatable by ETV/CPC, according Warf´s Africa series26. Inside also Uganda scenario it was the larger series of this disease treated by neuroendoscopy, and this technique should be strongly considered as the primary management in place of the traditional standard of creating shunt dependence. For this disease, the success rate was 74% for Dandy-Walker malformation, 73% for Dandy-Walker variant, and 100% for mega cisterna magna. Eighty-eight percent of the cases were younger than 12 months and 95% had an open aqueduct at the time of ETV/CPC. None required posterior fossa shunting in a mean follow-up of 24.2 months26. From the same African series by Dr. Warf, the use of the ETV/CPC for communicating hydrocephalus is a viable option23. It was significantly more successful than ETV alone in treating congenital idiopathic hydrocephalus of infancy. In this study with sixty-four infants (mean/ median age, 6.1/5.0 months), sixteen consecutive patients were treated by ETV alone, and the subsequent 48 by ETV/CPC (mean/median follow-up 34.4/36.0 months). ETV was successful in 20% and ETV/CPC in 72.4% at 4 years (p < 0.0002, logrank test; p = 0.0006, Gehan-Breslow-Wilcoxin; hazard ratio 6.9, 95% CI 2.5-19.3. It was assumed that the primary effect of ETV, as a pulsation absorber, and of CPC, as a pulsation reducer, may be to reduce the net force of intraventricular pulsations that produce ventricular ex- Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 pansion. On the other hand, ETV alone may be less successful for infants because of greater brain compliance. Regardless, this technique appears to have a higher long-term success rate and a lower infection rate than primary shunt placement and should be considered an effective primary treatment option for congenital idiopatic hydrocephalus For multiloculated hydrocephalus, ablation of the choroid plexus in conjunction with septal fenestration and shunting was an option to control the hydrocephalus. Zuccaro and Ramos31 reviewed their series of 93 cases with multiloculated hydrocephalus. Choroid plexectomy / fulguration was performed in 14 cases (eight by endoscopy and six by craniotomy). The authors concluded that each patient must be studied individually, because variable success rate30 Initial experience with ETV/CPC for post-hemorrhagic hydrocephalus of prematurity has revealed the importance of prepontine cistern status and the predictive value of FIESTA MRI imaging25. In hydrocephalus in premature infants with IVH and hydrocephalus ETV/CPC is a safe initial procedure for, obviating the need for a shunt in selected patients. Even though the success rate is low (37%), the lower rate of complications in comparison with shunt treatment may justify this procedure in the initial management of hydrocephalus. As several of the studied factors have shown influence on the outcome, patient selection based on these observations might increase the success rate2. Besides ETV/CPC combined technique, nowadays there are new indications for isolated CPC, such as in extreme hydrocephalus and hydranencephaly12,14,19. Avoidance of a CSF shunt is desirable in these conditions, since the thinness and fragility of their scalp, besides the common presence of infected scalp ulcers at the parietal bosses. Morota and Fujiyama, in 200414, described the technique of unilateral transparietal approach for bilateral CPC using a flexible neuroendoscope for three infants with IVH related hydrocephalus. Two of them were shunt independent. The authors suggested that the characteristics of favorable candidates for CPC with severe advanced hydrocephalus like hydroanencephalic hydrocephalus, slow progressive hydrocephalus and lack of or thinned out septum pellucidum to make the bilateral endoscopic access possible. Malheiros et al., in 201012, with a series of seventeen patients, have completed CPC in 9 patients; the procedure successfully controlled excessive head circumference and signs of increased intracranial pressure in 8 of these patients (88.8%). One endoscopic procedure in a hydranencephalic child failed after 7 months, resulting in VPS placement. Thus, of the 10 patients randomized to CPC, 8 were treated successfully by CPC (80%), and 2 went on to have a VPS. There were no complications related to this method of treatment. So, the authors concluded that CPC is an acceptable alternative to VPS for treatment of hydranencephaly and near hydranencephaly, because It is a single, definitive, safe, effective, and economical treatment that may avoid the complications of shunting. In another recent study19, in severe congenital hydrocephalus and hydranencephaly, CPC stabilizes macrocephaly in approximately 40% of infants with and can be considered as an alternative to VPS placement. Patients were followed from 30 to 608 days (median of 120 days). Of the 30 evaluable patients, CPC was considered to be successful in 13 (43.3%), including 8 of 20 patients with severe hydrocephalus and 5 of 10 with hydranencephaly. Failure of CPC was evident from increased head circumference in 14 (82%) of 17 patients and from CSF leakage in 3. Of the 17 failures, 13 occurred within 3 months of surgery. Six patients died: 3 whose CPC procedures were failures, 2 whose CPC was successful, and 1 postoperatively. Of the 17 in whom CPC failed, 10 subsequently underwent VPS insertion This African study concluded that isolated CPC stabilizes macrocephaly and can be considered as an alternative to shunt placement19. Conclusion CPC remains one of the options for the surgical treatment of pediatric hydrocephalus mainly in communicating hydrocephalus, and this procedure might provide a temporary reduction in CSF production to allow the further development of CSF absorption. Adding CPC to ETV for infants with hydrocephalus of various non postinfectious causes may increase independency related to the shunt device. This result is very important for patients who are difficult 17 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 to be followed up, due to geographical and socioeconomic constrains, as in developing countries. CPC may also be an option for cases with high chance of shunt complication such as hydranencephaly and as an adjunct therapeutic measure for complex cases of hydrocephalus such as multiloculated hydro- cephalus. Unfortunately, it´s not known about the long-term effects of coagulating about 80% of a child´s choroid plexus and leaving larger ventricles, associated or not to ETV, specially in terms of neurocognitive aspects. However, it is a promising way to improve outcome of hydrocephalus, reducing shunt dependency, mainly in emerging countries. More studies with larger series are necessary to define the evident benefits of this technique. Recibido: 15 de diciembre de 2015 Aceptado: 12 de febrero de 2016 References 1. Albright L. Percutaneous choroid plexus coagulation in hydranencephaly. Child’s Brain 1981; 8: 134-137. 2. Chamiraju P, Bhatia S, Sandberg DI, Ragheb J. Endoscopic third ventriculostomy and choroid plexus cauterization in posthemorrhagic hydrocephalus of prematurity. 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Lacerda Gallardo MD PhD1, Miguel Mazorra Pazos MD1, Fabienne Mederos Victores MD1, Daisy Abreu Pérez MD2, Carlos Rojas Borroto MD3, Paschal Edes Songoro MS4. 1 Department of Neurosurgery and Intensive Care Unit. Moron General Hospital. Ciego de Avila. Cuba. 2 Pediatric Intensive Care Unit. Moron General Hospital. Ciego de Avila. Cuba. 3 Department of Intensive Care Unit. Moron General Hospital. Ciego de Avila. Cuba. 4 Medical Student. Moron General Hospital. Ciego de Avila. Cuba. Rev. Chil. Neurocirugía 42: 19-23, 2016 Abstract Introduction: Spontaneous intracerebral hemorrhage (SICH) constitutes a major public health problem worldwide, despite active research it is still a leading cause of morbidity, disability, and death. In Cuba cerebrovascular disease represents the 3rd cause of death and in the last decade, the number of deaths for this cause has increased and the mortality rate is about 41/100,000/year. Method: We have carried out a descriptive study of 14 patients admitted in the intensive care unit of Moron General Hospital in Ciego de Avila, Cuba, with diagnosis of Spontaneous Supratentorial Intracerebral Hemorrhage (SSICH), who were treated with endoscopic surgical evacuation in the period from January of 2013 to December of 2014. Results: All patients underwent surgery within 12 hours of ictus and 10 (71.43%) underwent surgery within 6 hours. The mean time from SSICH onset to surgery was 7.6 hours. The mean operative time was 90 minutes. Endoscopy was successfully completed in all cases and the hematoma evacuation rate was 97%- 100% in all patients. The mortality rate was 5 patients (35.71%). Six months after clot endoscopic evacuation, six cases (42.86%) had poor results (Grade IV-VI) and 8 (57.14%) had good recovery (Grade 0-III). Conclusions: Early endoscope-assisted SSICH evacuation is safe, effective and feasible method in hematoma evacuation. Key words: Spontaneous supratentorial intracerebral hemorrhage, Endoscopic evacuation, Surgical treatment. Introduction Spontaneous intracerebral hemorrhage (SICH) constitutes a major public health problem worldwide, despite active research it is still a leading cause of morbidity, disability, and death1. It accounts approximately for 2 million (10%-15%) of about 15 million strokes worldwide each year2. In the US, on average, someone has a stroke every 40 seconds3. In Cuba, cerebrovascular disease represent the 3rd cause of death and in the last decade the number of deaths for this cause has increased from 8 143 cases in the year 2000 to 9,011 in 2013. The Cuban mortality rate is about 41/100,000/year and in Ciego de Avila the mortality rate by this cause is about 34.6/100,000/year4. In the last five years we have operated 56 cases with diagnosis of spontaneous supratentorial intracerebral hemorrhage (SSICH), endoscopic evacuation was used only in 14 cases (25%), however decompressive craniotomy was the surgical choice in 22 patients (39,29%) and other techniques were used in 20 (35,71%) for hematoma evacuation. There is not definitive evidence to guide the best treatment in SSICH and the role of surgery is controversial, howev- er surgical evacuation appeared promising due to frequent association of the intracerebral clot with cerebral edema, intracranial hypertension and the harmful effect of chemical characteristics of the blood poured into the brain but the benefit has been not consistent in all the studies, which has suggested that surgical option may not be very reliable5. In 2005, the International Surgical Trial in Intracerebral Hemorrhage (STICH) compared outcomes of surgery versus medical management in 1,033 patients in 83 centers, and found no difference in outcome. A small number of patients received minimally invasive techniques 19 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 in that study and delays in getting the patients to the operating room was observed6. The STICH II trial which randomized 601 patients with superficial SSICH to early surgery or initial conservative treatment failed to reach significance, but the authors suggested that early surgery might have a small survival advantage for patients especially in cases of impaired consciousness7. The information regarding the effect of endoscopic hematoma evacuation on the long-term outcome of SSICH patients is limited and reported data samples have been too small, however minimally invasive techniques have shown a trend toward improved outcomes8-13. In Cuba all the national available information on the surgical treatment in the SSICH comes from “Roberto Rodriguez” general hospital in Moron, Ciego de Avila14,15. The aim of this study is to show the results obtained in a short series of cases with SSICH using endoscopic evacuation in our hospital. Method We have carried out a descriptive study of all patients admitted in the intensive care unit of Moron General Hospital in Ciego de Avila, Cuba, with diagnosis of SSICH, who were treated with endoscopic surgical evacuation in the period from January 2013 to December 2014. A CT scan was indicated to all the patients with clinical suspicion of cerebrovascular disease when they arrive to the emergency room (Figure 1). In patients younger than 45 years without history of hypertension, the pathogenesis of the SSICH was investigated immediately with contrast CT, magnetic resonance imaging and CT angiography to exclude the presence of tumor or vascular lesion. The hematoma volume was calculated by Kothari system (AXBXC/2), and it´s evacuation rate was calculated by comparing the pre- and postoperative CT scans. The age, the interval from SSICH to surgery, clinical examination, rebleeding or hematoma expansion, morbidity and mortality were recorded as primary end points. Side and location of the clot, number of affected lobules, distance to the cortical surface, pre- and postoperative midline shift were recorded. The clinical status on admission was evaluated by the Glasgow Coma Scale score. 20 The inclusion criteria were: 1. Patients older than 18 years and younger than 60; 2. A subcortical hemorrhage greater than 20 ml and less than 60 ml; 3. Significant mass effect with midline shift greater than 5 mm and effacement of perimesencephalic cistern; 4. Progressive neurological deterioration; 5. Initial Glasgow Coma Scale (GCS) scores greater than 4 and less than 12; 6. Surgical treatment within 12 hours after ictus. The inclusion criteria were used for patients operated on with other surgical techniques too. The study exclusion criteria were: SSICH caused by tumor, trauma, coagulopathy (prothrombin time > 12.2 seconds, platelet count < 100 × 103/μl), aneurysm, or arteriovenous malformation. Patients taking anticoagulation medications or antiplatelets or with liver cirrhosis were also excluded. Patients with preoperative GCS scores less than 4 or greater than 12 were excluded. Patients who did not have a follow-up after surgery for 6 months were also excluded. Mortality and functional outcome were defined by modified Rankin Scale (mRS). The mRS was dichotomized into favorable (0-III) and unfavorable outcome (IV-VI) at the six month post-operative follow up. Surgical procedure The procedure was carried out with the patient under general anesthesia. A linear skin incision of 3-4 cm length was created. A bur hole was done on the site over the clot location looking for nearest noneloquent regions and the dura matter opened in cruciate fashion. A small corticotomy was created and a Cushing´s trocar was inserted into the clot looking for the distance between the cortical surface and the most proximal part of the clot, this measurement was estimated from the preoperative CT scan. This step can be done under real-time ultrasound guidance16. After Cushing´s trocar removal the rigid 4-mm 0° endoscope was introduced deep in the core of the clot to provide visualization during hematoma removal using local irrigation, suction and bipolar coagulation. We do not place a drainage tube within the hematoma cavity after securing hemostasis. Results The sample was constituted by 14 patients who underwent endoscopic assisted SSICH evacuation. This group included 13 men and one woman, all of them with subcortical SSICH. All patients underwent surgery within 12 hours of ictus and 10 (71.43%) underwent surgery within 6 hours. The mean time from SSICH onset to surgery was 7.6 hours, with a minimum of one hour and maximum of 12 hours. The mean operative time was 90 minutes. Endoscopy was successfully completed in all cases and the hematoma evacuation rate was 97%-100% in all patients. Data regarding patient characteristics are summarized in Table 1. The predominant preoperative GCS score was 8-6 (57.14%), 10 patients (71.43%) showed clot volume by CT scan between 31 cm3 - 50 cm3. Predominant midline shift was 5-10 mm in 8 cases (57.14%). The brain lobe affected more Figure 1. CT scan left frontal SSICH. A: Pre operative; B: Post operative. Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Table1. Patients characteristics Characteristic GCS at admission No % 12-9 2 14,29 8-6 8 57,14 5-4 4 28,57 3 2 14,29 31-40 cm3 5 35,71 41-50 cm 3 5 35,71 51-60 cm3 2 14,29 Midline shift 5-10 mm 8 57,14 >10 mm 6 42,86 Predominant Location Frontal lobe 4 28,56 Temporal lobe 6 42,86 Parietal lobe 2 14,29 Occipital lobe 2 14,29 Clot volume by CT Scan 20-30 cm Graph 1. Complications. was temporal in 6 (42.86%). Complications were categorized as: Neurological and extra neurological (Graph 1.) Intracranial hypertension was the predominant neurological complication, 7 (50%), and three patients had rebleeding (21.43%), who underwent repeated surgery using the endoscope-assisted method without surgical complications. Pneumonia was the more frequent extra neurological complication, 10 (71.43%). There was no incidental injury of the venous or arterial structure in any of our cases. Modified Ranking Scale for results at six month is summarized in Graph 2. The mortality rate was 5 patients (35.71%). At sixth month after clot endoscopic evacuation, six cases (42.86%) had poor results (Grade IVVI) and 8 (57.14%) had good recovery (Grade 0-III). Discussion The role of surgical treatment for SSICH is much less established than in cerebellar hemorrhage and the decision whether to evacuate these hematomas remains controversial. However recently the STICH II trial has suggested that early surgery might have a small survival advantage for patients especially in cases of impaired consciousness7 and a systematic review to prove beneficial effects of surgical hematoma evacuation in patients with SSICH has demonstrated that surgery in primary SSICH is effective in reducing the odds of an unfavorable outcome. This conclusion is contrary to the original review which stated that, there was not enough evidence to evaluate the effect of craniotomy or stereotactic surgery, or endoscopic evacuation in patients with SSICH5. Today there is limited data regarding the effects of endoscopic hematoma evacuation in SSICH because the evidence from last two decades is based on case series with limited numbers of included patients8,9,10,11,13,17. A randomized study compared three techniques for basal ganglia hemorrhage. Ninety patients were randomly assessed in 3 groups: 30 patients underwent stereotactic aspiration, 30 underwent endoscopic surgery, and 30 underwent craniotomy. Stereotactic aspiration needed a significant greater time delay before surgery than the other techniques (p < 0.001). The craniotomy group had the longest operation time (p < 0.001) and more blood loss (p < 0.001). Endoscopic surgery had the highest hematoma evacuation rate (p < 0.01). The mortality rate at 3 months after treatment among the techniques was not significantly different; it was 0% in the endoscopic surgery group, 6.7% in the stereotactic aspiration group, and 13.3% in the craniotomy group. However, the functional independence mean and the Barthel Index scores were significantly better in the endoscopic surgery group than in the craniotomy group18. Although in our institution we have obtained good results with conventional surgical hematoma evacuation through decompressive craniectomy15, the introduction of endoscopic technique has shown quality advantages. We do think key advantage has been a reduced manipulation of viable brain tissue and better visualization during hematoma removal (Figure 2). Endoscopic technique has allowed us longer trajectories without increased retraction of viable brain tissue, moreover endoscopic surgery has allowed us the highest he- 21 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Graph 2. Modified Ranking Scale for results at six month. matoma evacuation rate too, like other authors found9,12. However the surgical results in our study were not enough to show a significant quantitative benefit of the procedure related with reduction of mortality (p ≤ 0.285) or quality of these results (good recovery vs poor results) (p ≤ 0.593). We do think the results could be independent of surgical technique used in hematoma evacuation. Patient selection, age, GCS on admission, clinical status at surgical indication, timing of surgery, perioperative care and complications could do the difference. The results in our study indicate that early endoscope-assisted SSICH evacuation is safe and effective and that endoscopic surgery is a feasible method in hematoma evacuation but prospective controlled clinical trials comparing this treatment modality with conventional hematoma evacuation through craniotomy, decompressive craniectomy and with conservative treatment are needed. Disclosure: The author(s) declare(s) that there is no conflict of interests regarding the publication of the article titled: “Endoscopic evacuation of spontaneous supratentorial intracerebral hemorrhage”. Recibido: 05 de septiembre de 2015 Aceptado: 11 de noviembre de 2015 Figure 2. Endoscopical evacuation SSICH patient of figure 1. A. Left frontal bur hole; B and C: Endoscopical view of ICH; D: Endoscopical visualization of vascular structures in hematoma cavity. Reference 1. 2. 3. 4. 5. 22 Rincon F, Mayer SA: Intracerebral hemorrhage: getting ready for effective treatments. Curr Opin Neurol 2010; 23: 59-64. Kelly ML, Sulmasy DP, Weil RJ. Spontaneous intracerebral hemorrhage and the challenge of surgical decision making: a review. Neurosurg Focus 2013; 34 (5): E1. Lloyd-Jones D, Adams RJ, Brown TM, Carnethon M, Dai S, De Simone G, et al. Heart disease and stroke statistics-2010 update: a report from the American Heart Association. Circulation 2010; 121: e46-e215. Cuba. 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Neurocirugía 42: 24-30, 2016 Resumen Introducción: El monitoreo imagenológico estructural del encéfalo en pacientes con traumatismo encéfalocraneano se practica habitualmente de forma no protocolizada. Se requieren estrategias fundamentadas en la evidencia científica. Se realizó una investigación con el objetivo de implementar un algoritmo para la realización de tomografía computarizada de cráneo secuencial en pacientes con traumatismo encéfalocraneano. Material y Métodos: Se practicó un estudio cuasiexperimental, con una serie continua de lesionados encéfalocraneanos que fueron estudiados al menos en dos ocasiones durante la fase aguda con tomografía computarizada de cráneo. La variable dependiente fue el cambio imagenológico significativo. Se aplicaron técnicas de Chi-cuadrado, ANOVA y regresión logística. Con los datos obtenidos se diseñó y aplicó un algoritmo de manejo. Resultados: Se estudiaron 84 pacientes, el 16, 7% de la serie mostró cambios tomográficos significativos en los estudios secuenciales. Las principales variables involucradas en el pronóstico fueron los mecanismos de producción de alta energía, los síntomas persistentes, la escala de Marshall y el puntaje de Rotterdam iniciales. Con esta información se diseñó un algoritmo que homogenizó los criterios en cuanto a los momentos de realización y al grupo de traumatizados en los que no es útil esta práctica. Conclusiones: La aplicación del algoritmo contribuyó a optimizar la tomografía secuencial de cráneo en lesionados encéfalocraneanos. Palabras clave: Pronóstico, neuromonitoreo, traumatismos cráneocerebrales, tomografía. Abstract Introduction: Encephalic structural imaging monitoring by means of sequential CT scan of the head is an established practice, although carried out in a heterogeneous way in the different contexts due to inexistence of all necessary evidence to dictate standard. An investigation was performed to implement an algorithm for the application of sequential CT scan of the head in patients with head trauma. Material and Methods: A quasiexperimental study was practiced with all patients who suffer cerebral trauma, were hospital admitted and that were studied by means of head CT scan in two occasions at least in the same period of hospital admission. Systematization of the indications to perform sequential CT scan of the head was carried, then their application and later the evaluation of the behavior of variables by means of exploratory statistic, Chi-square, ANOVA and logistical regression. Based on data obtained and algorithm was designed and applied. Results: 84 patients were studied and the 16, 7% of the sample showed significant tomographic changes in the sequential studies. The group of patient more related with these changes was the one that presented persistent symptoms with initial Marshall III or IV. Main variables involved in the prognosis were high-speed mechanisms in the traumatism production, the persistence of symptoms and the initial Rotterdam score. Conclusions: Algorithm applied contributed to optimization of sequential CT scan of the head in patients with cerebral trauma. Key words: Prognostic factors, neuromonitoring, cranial traumatisms, CT scan. 24 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Introducción La elevada accidentalidad de la sociedad moderna provoca que los traumatismos encéfalocraneanos (TEC) se comporten como una pandemia con una costosa repercusión negativa tanto en los ámbitos individual, familiar y social; por tales motivos la búsqueda constante de estrategias de atención y tratamiento más efectivas y eficientes constituye una prioridad sanitaria a nivel mundial20. En Chile, de forma coherente con la idea anterior, la atención de pacientes con TEC moderado o grave está incluida dentro de las garantías sanitarias que ofrece el estado17. Varios aspectos caracterizan la atención moderna de los traumatizados craneales, a destacar: mejor entendimiento de los procesos fisiopatológicos involucrados, mejoría en la atención prehospitalaria, mayor acuciosidad en el diagnóstico inicial empleando las nuevas técnicas neuroimagenológicas, la aplicación de técnicas neuroquirúrgicas más radicales y oportunas, el desarrollo del neuromonitoreo y el manejo neurointensivo, el refinamiento de las técnicas de neurorehabilitación, el diseño de estudios apropiados para obtener criterios de manejo basados en evidencias científicas, así como la introducción progresiva de avances tecnológicos como las estrategias de terapias diana, de células madre y nanotecnologías, entre otros.24. En este sentido, el neuromonitoreo se refiere a un grupo de técnicas que procuran información multimodal: dinámica intracraneal, hemometabolismo cerebral, neurofisiológica, biomarcadores y neuroimagenológicas, con el objetivo de detectar de forma oportuna los procesos patológicos que se presentan de manera dinámica en estos enfermos y propiciar una línea de retroalimentación que guie el tratamiento, favoreciendo una terapéutica más efectiva15. A pesar de que en la práctica cotidiana de cualquier centro de neurotrauma, la técnica de neuromonitoreo más empleada es sin duda la evaluación de los cambios estructurales del encéfalo con la aplicación de estudios secuenciales con Tomografía Computarizada (TC) de cráneo, no existen hasta el momento guías, basadas en evidencias científicas robustas, que homogenicen la forma de aplicarla; hecho que motiva que en la mayoría de los grupos se realice siguiendo criterios individuales o por consenso de un conjunto de facultativos12,13. En tales circunstancias es imprescindible la creación de tecnologías organizacionales, con mayor alcance metodológico y que se adapten a los contextos locales. Por tal motivo el objetivo de este trabajo ha sido la implementación de un algoritmo, basado en estudios estadísticos multivariados de factores pronósticos de cambios estructurales del encéfalo, relevantes desde el punto de vista terapéutico, para la aplicación de la TC de cráneo secuencial en los traumatizados encéfalocraneanos. Material y Métodos Se practicó un estudio cuasiexperimental con los pacientes que sufrieron TEC y se hospitalizaron en el Hospital Universitario “Manuel Ascunce Domenéch” de Camagüey, Cuba, desde el primero de julio de 2011 hasta el 31 de enero de 2013. Del universo de 690 pacientes atendidos por TEC en dicha institución y período de tiempo, se escogió una muestra de forma no probabilística (n = 84) que incluyó a todos los pacientes que cumplieron con los siguientes criterios: • Pacientes hospitalizados por haber sufrido un TEC en la institución antes referida. Debido a la naturaleza de la misma todos los pacientes presentaron edad superior a 18 años. • Pacientes que fueron estudiados con TC de cráneo en el momento del ingreso y al menos una vez de forma evolutiva, durante el propio período de hospitalización. Se excluyeron del estudio todos los pacientes que por cualquier causa no pudieron ser evaluados, al menos en dos ocasiones, con la TC craneal para la evolución del TEC. Proceso hospitalario Todos los enfermos estudiados fueron atendidos de acuerdo al protocolo vigente en el servicio de neurocirugía de la institución hospitalaria antes referida, en el período de tiempo señalado. El mismo contempló la realización de TC de cráneo en el servicio de urgencias a todos los pacientes con una escala de coma de Glasgow menor de 15 puntos por un período mínimo de dos horas después del traumatismo, o que mantuvieron un Glasgow de 15 puntos acompañado de: signos focales o irritativos del encéfalo, fractura craneal, trastornos de la coagulación o tratamiento con anticoagulantes, mecanismo del traumatismo intenso. Se trataron quirúrgicamente mediante craneotomía evacuadora o descompresiva los pacientes con trauma craneal cerrado que mostraron una escala tomográfica de Marshall de IV o V, y aquellos con trauma craneal penetrante; para la decisión quirúrgica en el caso de la lesiones focales de los lóbulos temporales se consideró también el estado de las cisternas perimesencefálicas ipsolaterales a la lesión. Se empleó el monitoreo continuo de la presión intracraneal (PIC) de acuerdo a las recomendaciones vigentes mundialmente. Los criterios para la realización de TC secuencial de cráneo, fueron discutidos y aprobados por dos grupos nominales. El primero integrado por los 11 especialistas en neurocirugía, correspondientes al servicio de neurocirugía del Hospital Manuel Ascunce Domenéch, Camagüey, Cuba, donde se desarrolló parte del estudio. El segundo por los 6 especialistas en neurocirugía del Hospital Regional de Talca, Maule, Chile, que reiteraron dicha aprobación; dichos criterios se presentan a continuación: • Secuencia puntual: en cualquier momento que se detectó disminución de al menos un punto en la escala de Glasgow; aparición de un nuevo signo focal o deterioro de los parámetros de la dinámica intracraneal cuando se monitoreó la PIC. • Secuencia temprana (período de 8 a 12 horas de la TC inicial): en pacientes sin requerimiento de tratamiento quirúrgico (incluye la colocación de catéter intracraneal para monitoreo de la PIC), con TC de cráneo inicial realizada antes de las primeras dos horas del traumatismo; pacientes que se mantuvieron sedados o con Glasgow menor a 8 puntos y pacientes con trastornos de la coagulación o tratados con anticoagulantes. • Secuencia habitual (a las 72 horas de la TC inicial): pacientes con Glasgow inicial menor de 14 puntos en los que no se registró mejoría clínica según lo esperado, pacientes con escala de Marshall II o III en la TC inicial o como control posoperatorio. 25 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 • No se consideraron candidatos para la realización de TC secuencial los lesionados que se mantuvieron con un Glasgow superior a 13 puntos, con TC de cráneo inicial grado I de acuerdo a la clasificación de Marshall y que mostraron mejoría clínica según lo esperado. Los estudios tomográficos fueron interpretados en cada caso por los integrantes del primer grupo nominal antes referido. Recogida de la información y operacionalización de variables Para cada paciente estudiado se llenó un formulario de forma sistemática por los investigadores que incluyó una serie de variables que se muestran operacionalizadas: grupos de edades (15-30 = 1, 31-46 = 2, 47-61 = 3, 6276 = 4, más de 77 = 5), sexo (femenino = 1, masculino = 2), antecedentes patológicos personales (no = 0, enfermedades crónicas compensadas = 1, alcoholismo = 2), mecanismo del trauma (cerrado de baja velocidad = 1, cerrado de alta velocidad = 2), atención prehospitalaria (no necesaria = 0, adecuada = 1, no adecuada = 2), síntomas al ingreso (no = 0, cefalea y vértigos = 1, amnesia peritraumática = 2, vómitos = 3, agitación = 4, convulsión = 5), Glasgow inicial (15-14 = 1, 13-9 = 2, menos de 9 puntos = 3), signos al ingreso (no = 0, epistaxis o equimosis = 1, asimetría de reflejos = 2, rigidez nucal = 3, defecto motor larvado = 4, defecto motor evidente o disfasia = 5, trastornos ventilatorios o hemodinámicos = 6), tiempo de realización de la TC inicial (antes de 2 horas = 1, 2-6 horas = 2, 7-12 horas = 3, 13-24 horas = 4, más de 24 horas = 5), escala de Marshall al ingreso (Tabla 1) (grado I = 1, grado II = 2, grado III = 3, grado IV = 4, grado V = 5), puntaje de Rotterdam al ingreso (Tabla 2) (0 puntos = 0, 1 punto = 1, 2 puntos = 2, 3 puntos = 3, 4 puntos = 4, 5 puntos = 5), momento de la TC de cráneo secuencial (hasta 8 horas = 1, 8-12 horas = 2, 13-24 horas = 3, 25-72 horas = 4, más de 72 horas = 5), cambios con la TC secuencial (no cambios = 1, aumento de volumen no significativo = 2, aumento de volumen significativo = 3), escala de Glasgow evolutivo a los tres meses (discapacidad leve = 1, discapacidad moderada = 2, discapacidad grave = 3, vegetativo = 4, fallecido = 5). 26 Tabla 1. Clasificación tomográfica de Marshall para pacientes con traumatismo craneoencefálico Tipo Descripción de los signos tomográficos I Normal II Lesiones pequeñas: Cisternas presentes con luxación de línea media < 5 mm o lesiones de densidad presentes, no presencia de lesiones hiperdensas o mixtas > 25 ml, puede incluir fragmentos óseos o cuerpos extraños III Cisternas obliteradas: Cisternas comprimidas o ausentes, luxación de línea media < 5 mm o lesiones de densidad presentes, no presencia de lesiones hiperdensas o mixtas > 25 ml IV Línea media luxada > 5 mm: Desplazamiento de línea media > 5 mm con cisternas comprimidas o ausentes, no presencia de lesiones hiperdensas o mixtas > 25 ml V Lesión focal > 25 ml evacuada: Desplazamiento de línea media > 5 mm con cisternas comprimidas o ausentes y lesiones hiperdensas o mixtas > 25 ml VI Lesión focal no evacuada Tabla 2. Puntaje de Rotterdam de acuerdo a los signos tomográficos de los pacientes con traumatismo craneoencefálico A. Cisternas: • Normales • Comprimidas • Ausentes 0 1 2 B. Línea media: • Ausente o ≤ 5 mm • > 5 mm 0 1 C. Hematoma epidural (para casos con lesiones de masa intracraneales mayores a 25 ml): • Presente • Ausente 0 1 D. Hemorragia subaracnoidea o intraventricular: • Ausente • Presente 0 1 Procedimientos estadísticos Se construyó una base de datos usando el paquete estadístico SPSS 18.0. Se usaron técnicas de estadística exploratoria (frecuencia absoluta y por ciento). Para las técnicas de estadística confirmatoria se usó un intervalo de confianza del 95%, e incluyeron los estadígrafos chi-cuadrado, ANOVA y regresión logística binomial. Se tomó como variable dependiente la detección de cambio significativo con la TC secuencial de cráneo, es decir, cuando dicho cambio determinó una nueva terapéutica, tanto farmacológica como quirúrgica. Diseño y aplicación del algoritmo Con los factores pronósticos de cambio imagenológico significativo estadísticamente demostrados fue creado un algoritmo por el autor principal que después fue discutido y enriquecido por el resto de los investigadores de ambos grupos nominales y se aceptó por los mismos su aplicación en los pacientes. Aspectos éticos Todos los pacientes estudiados fueron atendidos de acuerdo a protocolos debidamente discutidos y aprobados en los servicios participantes, los mismos son también congruentes con el esta- Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original do del arte en la atención de lesionados con TEC a nivel mundial. Se usó en todo momento el consentimiento informado del paciente o sus familiares, antes de aplicar las medidas sanitarias propuestas. Los datos obtenidos en cada caso se trataron de forma confidencial. Resultados Se estudiaron 84 pacientes, (Gráfico 1) en 14 de ellos (16,7 % del total) se detectó un cambio tomográfico significativo en la TC secuencial de cráneo. La causa más frecuente de indicación fue la persistencia de síntomas en lesionados con Marshall inicial I o II (30 pacientes); sin embargo, el valor de las medias cuadráticas relacionadas con dicho cambio tomográfico significativo, determinado en un análisis de varianza, se elevó mayormente en el grupo de pacientes con síntomas persistentes y Marshall inicial III o IV y en menor medida en los grupos con TC precoz y Marshall inicial III o IV, cuando se aplicó en casos con empeoramiento clínico o como control posoperatorio. Se demostró, (Gráfico 2) mediante el empleo de la prueba de c2, relación significativa desde el punto de vista estadístico de los mecanismos cerrados de alta velocidad con el cambio tomográfico significativo. Se resumen los modelos de regresión logística más relevantes. (Tabla 3). El número tres mostró un 79,8% de predicción correcta e incluyó las variables: mecanismos del trauma, atención prehospitalaria, síntomas, signos y puntaje de Rotterdam en la TC inicial. Por otro lado, los modelos 5 y 6 redujeron el número de variables a mecanismo del trauma, síntomas y puntaje de Rotterdam en la TC inicial en el primero y a solo mecanismo del trauma y síntomas en el segundo, manteniendo en cada caso un por ciento global de diagnóstico correcto superior al 70% y gran significación al cambio. El cribado (Figura 1) inicial de los lesionados para organizar la realización de TC de cráneo secuencial comienza con la evaluación inicial (A, B, C, D, E) y la realización de TC de cráneo cuando corresponda; aplicando, además de su descripción, la escala de Marshall y el puntaje de Rotterdam; a partir de aquí se decide si el paciente requiere operarse de urgencia para instalar captor Gráfico 1. Pacientes según causas de realización de la TC secuencial y cambio tomográfico significativo. (ANOVA). Leyenda: TCP: Tomografía computarizada precoz; SP: síntomas persistentes. Gráfico 2. Pacientes según mecanismo del trauma y cambio imagenológico significativo. Tabla 3. Resumen de los modelos de regresión logística para el cambio tomográfico significativo Pasos Variables Por ciento global Significación del de pronóstico modelo correcto (valores de p) 3 Mecanismo del trauma, atención prehospitalaria, síntomas, signos, Rotterdam inicial 79,8 0,04 5 Mecanismo del trauma, síntomas, Rotterdam inicial 76,2 0,01 6 Mecanismo del trauma, síntomas 72,6 0,01 27 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 1. Algoritmo para la tomografía de cráneo secuencial. Cribado inicial de pacientes con traumatismo encéfalocraneano. Leyenda: TCE: Traumatismo craneoencefálico. Figura 2. Algoritmo para la tomografía de cráneo secuencial en pacientes con traumatismo encéfalocraneano operados. ejemplo aparición de alteraciones pupilares), se realiza una secuencia puntual (en ese mismo momento). Si no se está monitoreando la PIC o éste no es confiable por cualquier motivo, se realiza una secuencia temprana (8-12 horas de la inicial) si el lesionado permanece sedado o se realizó una TC inicial precoz (en las primeras 2 horas después del trauma); en aquellos no sedados se realiza una secuencia habitual si hay estabilidad o mejoría clínica, o puntual si se presenta deterioro clínico. En los pacientes no operados (Figura 3) con síntomas intensos y persistentes se realiza una secuencia habitual si la gradación de Marshall en la TC inicial es I o II y el mecanismo de producción es de alta energía o puntaje de Rotterdam en la TC inicial mayor a 0; si en este mismo grupo de enfermos el Marshall inicial es III o IV se practica una secuencia temprana. De manera similar a los pacientes operados, siempre que se detecte deterioro clínico se efectúa una secuencia puntual. En los pacientes con TC de cráneo realizada en las primeras dos horas del traumatismo (TC precoz), se realiza secuencia temprana siempre que el Marshall inicial sea III o IV y en aquellos con Marshall I o II si hay participación de mecanismos de alta energía o puntaje de Rotterdam inicial superior a 0. Discusión Figura 3. Algoritmo para la tomografía de cráneo secuencial en pacientes con traumatismo encéfalocraneano no operados. de PIC, debridamiento y reparación de barreras en casos de trauma craneal penetrante, así como craneotomías evacuadoras o descompresivas cuando corresponda. Por otro lado, puede decidirse el tratamiento no quirúrgico del enfermo. 28 En los enfermos operados, (Figura 2) si se está monitorizando la PIC, se realiza una secuencia puntual (a las 72 horas de la inicial) si ésta se mantiene controlada; en caso que se detecte hipertensión endocraneana refractaria o cambio neurológico desfavorable (por El hecho de que las lesiones traumáticas del encéfalo muestren un carácter dinámico, y que la agilidad en la aplicación de los tratamientos adecuados influya de manera decisiva en los resultados, ha condicionado la estrategia del neuromonitoreo, la cual marcó la eclosión de la etapa del manejo neurointensivo del TEC con la introducción en la práctica clínica del monitoreo de la PIC por Lunderberg en la década del 60 del pasado siglo3. Similar desarrollo vertiginoso han registrado las novedosas técnicas neuroimagenológicas, lideradas debido a lo difundido de su aplicación por la TC de cráneo y la Resonancia Magnética (RM) de encéfalo; con la aplicación de las mismas es posible el diagnóstico de lesiones estructurales encéfalocraneanas no evidentes aun por la clínica7,8,9. A pesar de que la RM muestra mayor sensibilidad, sobre todo en los traumatismos difusos del encéfalo, si- Artículo Original gue siendo la TC la más empleada en la atención aguda de los pacientes con TEC4,11,16. En este sentido el empleo de la TC de cráneo no solo ha mostrado utilidad en la potenciación del diagnóstico inicial, sino también para evidenciar los cambios estructurales de forma evolutiva5,10,21,25. No obstante, en este sentido habría que considerar que dicho examen no es totalmente inocuo, al liberar radiaciones ionizantes sobre el paciente y el medio ambiente; puede generar lesiones encefálicas secundarias relacionadas con el traslado de los pacientes a la sala de imagenología, dada la aun poca disponibilidad a escala mundial de equipos de TC portátiles; también con su uso indiscriminado se ocasionan crisis en la disponibilidad de los equipos y elevación de los costos hospitalarios. Todo lo anterior conduce a la necesidad de adoptar estrategias organizacionales que permitan optimizar este recurso mediante la selección adecuada de los pacientes. De tal manera, una táctica válida podría ser la determinación de factores relacionados con los cambios imagenológicos relevantes para las decisiones terapéuticas del equipo médico, hecho que fue denominado para los fines de este estudio como cambio imagenológico significativo. En relación a esta idea el autor principal de este artículo ha realizado otras publicaciones26,27. Los estudios realizados hasta el momento no conducen a la adopción de ninguna estándar de aplicación mundial para la selección de los enfermos19,29. Varios autores coinciden en la utilidad de aplicación de TC secuenciales en lesionados que se mantengan con Glasgow inferior a 9 puntos o cuando se detecte deterioro clínico1,2. No obstante en relación a este último aspecto, vale la pena resaltar la importancia de detectar estos eventos adversos antes de que se registre dicho deterioro, para lograr mejores resultados con el tratamiento. En relación a los factores pronósticos de cambio imagenológico significativo en la TC secuencial de cráneo en lesionados con TEC, las publicaciones son aun escasas y el nivel de evidencia alcanzado no ha sido el óptimo debido a diseños retrospectivos, no empleo de técnicas de análisis estadísticos Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 multivariados, etcétera. Oertel, et al18, plantearon la elevación de la edad, sexo masculino, trastornos de la coagulación, ausencia de hipotensión arterial en las primeras 24 horas, valor del Glasgow inicial menor a 9 puntos y lesiones localizadas en los lóbulos temporal o frontal. En la presente investigación se demostró relación de causalidad entre dos factores clínicos: los mecanismos de producción de alta energía y los síntomas intensos y persistentes, con el desarrollo de cambio imagenológico significativo. Hecho que apunta a la relevancia de la aplicación adecuada del método clínico (indagación sobre la cinemática del trauma, anamnesis y examen físico) para enfocar de manera adecuada la indicación e interpretación de los hallazgos imagenológicos. La calidad de la atención prehospitalaria estuvo también relacionada con el cambio imagenológico significativo en la presente serie. No cabe dudas que cuando no se realiza una reanimación ventilatoria y hemodinámica de forma rápida, los mecanismos de lesión secundarios y terciarios contribuyen a la amplificación de la lesión inicial y ensombrecen el pronóstico. En la actualidad este aspecto es reconocido por todos como esencial, en la adecuada planificación de los recursos disponibles para la implementación de sistemas de salud eficientes. Los resultados obtenidos en este estudio concuerdan con los aportados por Compagnone, et al6, Velmahos, et al28, Yadav, et al30, Sifri, et al22 y Stippler, et al23, en la poca utilidad terapéutica de la realización de TC secuenciales de cráneo en pacientes con Glasgow superior a 13 puntos y Marshall inicial I o II. En relación a la dimensión imagenológica de estos enfermos, este estudio coincide con otros ya acotados, en relacionar el aumento de gradación de Marshall en la TC inicial con el cambio imagenológico significativo. También ha resultado muy interesante la relación encontrada con el aumento del puntaje de Rotterdam, creado por Maas, et al14, con utilidad demostrada en el pronóstico funcional de los lesionados craneales a los seis meses, pero hasta ahora sin referencia al pronóstico de cambio imagenológico significativo; hecho que en nuestra opinión abre otras posibilidades, a ser exploradas en otros estudios, de aplicación de este constructo. El algoritmo presentado se ha cimentado sobre un diseño prospectivo y empleando técnicas de estadística multivariada y se ha aplicado por varios meses en las instituciones médicas señaladas. A pesar de que se requiere de mayor tiempo de aplicación para su validación y eventual perfeccionamiento, ha mostrado tener ventajas en el manejo de los enfermos con TEC, comenzando por su seguridad. También ha permitido homogenizar criterios; disminuir la práctica de estudios innecesarios, lo que ha evitado traslados intra y extra hospitalarios, liberación de radiaciones ionizantes sobre el enfermo y el medio ambiente de forma innecesaria y en sentido general ha contribuido a la toma de decisiones terapéuticas más oportunas, así como con la optimización de los recursos neuroimagenológicos disponibles. Conclusiones De acuerdo al análisis llevado a cabo en esta serie de pacientes, el cambio imagenológico significativo en la TC secuencial de cráneo se relacionó con las siguientes variables: mecanismos cerrados de alta velocidad, síntomas intensos y persistentes, así como la elevación de los valores en la escala de Rotterdam en la TC inicial. Se implementó un algoritmo para la aplicación racional, sobre bases selectivas, del monitoreo imagenológico estructural con TC de cráneo secuencial en pacientes con TEC. Se evidenció la mayor utilidad de esta estrategia en pacientes con síntomas persistentes o TC inicial realizada en las primeras dos horas después del traumatismo y Marshall inicial III o IV, en los que sufrieron deterioro clínico o como control posopertatorio. Se ratificó la poca utilidad de su aplicación en lesionados con Glasgow mayor a 13 puntos con Marshall inicial I o II. Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflicto de intereses. Recibido: 30 de enero de 2016 Aceptado: 29 de febrero de 2016 29 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. Altharthy N, Al Queflie S, Alyousef K, Yunus F. Clinical manifestation that predict abnormal brain computed tomography (CT) in children with minor head injury. Emerg Trauma Shock. 2015; 8 (2): 88-93. Brown CV, Zada G, Salim A, et al. Indications for routine repeat head computed tomography (CT) stratified by severity of traumatic brain injury. J. Trauma. 2007; 62(6): 1339-1344. Carpenter LHK, Czosnyka M, Jalloh I, et al. Systematic, Local, and Imaging Biomarkers of Brain Injury: more needed, and better use of those already established? fneur. 2015; 6(26): 1-20. Chawla H, Malhotra R, Yadav KR, Griwan SM, Paliwal KP, Aggarwal DA. Diagnostic Utility of Conventional Radiography in Head Injury. Journal of Clinical Diagnostic and Research. 2015; 58(2): 13-15. 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Chile. varelahernandezariel@gmail.com 30 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Meningiomas del surco olfatorio. Consideraciones del abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme Omar López Arbolay, MD, PhD1, Marlon Ortiz Machín MD1, Mayela Marrero Aliño PscD1, Livan Santana Chil MD1 Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”. San Lázaro # 701 Centro Habana. La Habana. Cuba. 1 Rev. Chil. Neurocirugía 42: 31-36, 2016 Resumen Los meningiomas del surco olfatorio representan el 10% de los meningiomas intracraneales, se originan de la lámina cribosa del etmoides, la sutura fronto-esfenoidal y el plano esfenoidal. Son tumores en su mayoría benignos y potencialmente curables, la recurrencia ocurre en grado variable siendo el grado de resección quirúrgica el predictor más importante de recurrencia. En este artículo se exponen los resultados alcanzados con el abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme en pacientes con meningiomas del surco olfatorio en el servicio de neurocirugía del hospital clínico quirúrgico Hermanos Ameijeiras. La serie fue de 12 pacientes donde la cefalea, la anosmia y los trastornos neuropsicológicos fueron los síntomas predominantes. Los tumores tuvieron un tamaño ≥ a 6 cm en el 50% de los casos y con el abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme se alcanzó una resección total con Simpson I en el 92% de los enfermos. Los límites del abordaje endonasal endoscópico en la fosa anterior se encuentran en constante extensión, siendo el abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme la opción ideal y prometedora para los pacientes con Meningiomas del surco olfatorio. Palabras clave: Meningeoma, surco olfatorio,abordaje endoscópico. Abstract Olfactory groove meningiomas represent 10% of intracranial meningiomas, originate from cribriform plate of ethmoid, frontal and sphenoid suture and the sphenoid plane. They are mostly benign and potentially curable tumors, the recurrence occurs in varying degree and the extent of surgical resection is the most important predictor of this recurrence. This article presents the results achieved with the transcribiform extended endoscopic endonasal approach in patients with meningiomas of olfactory groove in neurosurgery department of the “Hermanos Ameijeiras” hospital. The series was of 12 patients where headache, anosmia, and neuropsychological disorders were the predominant symptoms. The tumors had a size ≥ 6 cm on 50% of the cases and with transcribiform extended endoscopic endonasal approach was reached total removal in 92% (Simpson I) of the patients. The limits of endoscopic endonasal approach for anterior fossa are in constant expansion, being the transcribiform extended endoscopic endonasal approach the ideal and promising option for patients with olfactory groove meningiomas. Key words: Meningioma, olfactory groove,endoscopic approach. Introducción Los meningiomas del surco olfatorio representan el 10% de los meningiomas intracraneales, se originan en el área de la lámina cribosa del etmoides, la sutura fronto-esfenoidal y el plano es- fenoidal1. A pesar de ser tumores en su mayoría benignos y potencialmente curables, la recurrencia en 10 años en las diferentes series varía entre un 10 y un 41%, siendo el grado de resección quirúrgica el predictor más importante de recurrencia2,3. Este índice de recu- rrencia ha sido atribuido a la dificultad de remover las células tumorales que invaden la base craneal y senos paranasales con los abordajes tradicionales4. Debido a su localización subfrontal, alejado de áreas neurológicas de significativa elocuencia, estos tumores 31 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 tienen un comportamiento clínico larvado y silencioso, expresándose cuando el tumor alcanza un tamaño considerable5. Es frecuente apreciar hiperostosis en el hueso adyacente, así como la invasión del tumor al seno etmoidal y a la cavidad nasal en un 15% de los casos6-11. Son más frecuentes en el sexo femenino entre la quinta y sexta décadas de la vida; y en series como la de Hentschel-DeMonte y Turazzi en más del 50% de los casos los tumores tuvieron diámetros superiores a 6 cm en el momento del diagnóstico12,13. Cuando los diámetros tumorales son pequeños, los nervios olfatorios pueden ser identificados en los márgenes laterales del tumor y pueden ser preservados, sin embargo, en grandes tumores, los nervios olfatorios están afinados, a tal grado que su preservación es casi imposible14. La vascularización primaria es a través de las arterias etmoidales anteriores y posteriores, las cuales son ramas de la arteria oftálmica, aunque también tienen suplencia de ramos meníngeos de la arteria oftálmica directamente, arterias cerebrales anteriores, arteria comunicante anterior, así como ramos de la arteria meníngea media. Existen frecuentemente anastomosis entre las arterias etmoidales y los ramos meníngeos de la arteria carótida interna y de la arteria oftálmica propiamente dicha, esto hace que la embolización del tumor siempre sea un riesgo en la preservación de la arteria oftálmica en su punto crítico donde origina a la arteria central de la retina y por tanto, la conservación de la visión14-15. Las arterias fronto-polares y otras pequeñas ramas de la arteria cerebral anterior pueden ser sacrificadas sin consecuencias, si están adheridas a la cápsula tumoral en el polo posterior del mismo15. El síntoma más frecuente es la cefalea aislada o en combinación con trastornos de conducta, anosmia y disturbios visuales. La hipertensión intracraneal y las convulsiones son menos frecuentes inicialmente. Puede presentarse como un trastorno psiquiátrico de larga fecha de evolución antes de aparecer el resto de los síntomas neurológicos16,17,18,19. El síndrome de Fóster-Kennedy, clásicamente descrito como papila pálida ipsilateral con papiledema contralateral es muy raro, Simon reportó solo un caso en su serie de 40 pacientes20. Los abordajes quirúrgicos más frecuentes para tratar estas lesiones son el abordaje bifrontal transbasal uni o 32 bilateral y el abordaje pterional. Estos han sido favorecidos con las técnicas de base de cráneo, a través de orbitotomías mediales o laterales y la resección de parte del cigoma22,23. Con el surgimiento y desarrollo de la cirugía endoscópica a la hipófisis y región selar; y su extensión a otras áreas de la base craneal, surgieron abordajes como: el transcribiforme. Abordaje que recientemente ha sido de gran interés para la resección de meningiomas de la fosa craneal anterior; permitiendo un excelente acceso a la base tumoral y la posibilidad de realizar un Simpson 1, tópico que aun continúa en discusión28-31. El objetivo de este artículo es exponer los resultados alcanzados con el abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme en pacientes con meningiomas del surco olfatorio en el servicio de neurocirugía del hospital clínico quirúrgico Hermanos Ameijeiras desde el año 2010 hasta la actualidad. Pacientes y Método Se realizó un estudio descriptivo de los pacientes con diagnóstico de Meningioma del Surco Olfatorio, operados a través de un abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme, en el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras en el período del 2010 hasta la actualidad. Criterios de inclusión Pacientes con clínica y confirmación imagenológica de Meningioma del Surco Olfatorio. El estudio imagenológico incluyó tomografía axial contrastada de cráneo, así como imagen de resonancia magnética (IRM) de cráneo con Gadolinium. Previo a la cirugía todos los pacientes fueron evaluados por un equipo interdisciplinario conformado por neuropsicólogos, neurooftalmólogos y neurocirujanos. El estudio se centró en el análisis de las siguientes variables: características clínicas, imagenológicas (según IRM), grado de resección tumoral según escala de Simpson y complicaciones quirúrgicas. La evaluación Neuropsicológica se basó en una batería de pruebas conformada por: Test Cognitivo de Montreal (Evaluación cognitiva global)35, TBA (Test breve de atención), Test de aprendizaje de memoria verbal de Hopkins, Test de Wisconsin, Figura compleja de Rey (copia y memoria visuoespacial), Test de reconocimiento de rostros de Benton y Test de fluidez verbal, semántica y fonológica36,37. La técnica quirúrgica empleada fue el Abordaje Endonasal Endoscópico Extendido Transcribiforme33,34, utilizando como principios básicos el abordaje binarial, para permitir a dos cirujanos realizar una amplia resección ósea de la base craneal que incluye la lámina cribosa y el plano esfenoidal, pudiéndose extender a la cara anterior y piso de la silla turca si fuese necesario en el plano sagital. En el plano coronal se identificaron ambas láminas papiráceas, permitiendo un abordaje extendido entre ambas paredes mediales orbitales. Se realizó una técnica a cuatro manos creando un amplio corredor quirúrgico. Se emplearon básicamente cuatro endoscópios rígidos, 0, 30, 45 y 70 grados (Hopkins II), de 18 cm de longitud, 4 mm de diámetro y un módulo vídeo -endoscópico de alta definición (Karl Storz). El grado de resección tumoral fue evaluado por TAC a las 24 horas de operado el paciente y por IRM a los tres meses, se utilizó la escala de Simpson1. Todos los pacientes fueron informados sobre su enfermedad y sobre el proceder quirúrgico que se les realizaría y se les solicitó su consentimiento antes de ser incluidos en la serie, respetándose los principios fundamentales de la ética médica. Resultados (Tabla 1) Discusión Tradicionalmente los Meningiomas del Surco Olfatorio han sido abordados por vía transcraneal a través de craneotomías frontales uni o bilaterales (bifrontales), así como por vías más oblicuas a través de craneotomías pterionales o fronto-temporales, estas técnicas han sido favorecidas con los abordajes de base de cráneo, añadiéndose orbitotomías mediales en el caso de los abordajes anteriores así como osteotomías orbito-cigomáticas en el caso de las vías laterales, permitiendo descender más el abordaje para atacar la base de implantación tumoral, como parte de Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Tabla 1. Caracterización de la serie y resultados del tratamiento endonasal endoscópico extendido transcribiforme a los meningiomas del surco olfatorio Cantidad de pacientes n = 12 Edad Promedio 52,6 años Relación sexo F/M 1/1 Forma clínica de presentación Cefalea (91,6%), Anosmia (50%), Trastornos Neuropsicológicos (100%), Convulsiones (58%) Evaluación Neuropsicológica Pre y Postquirúrgico (3 meses) Trastornos de Memoria: Pre (91,6%), Post (50%) Trastornos de Atención: Pre (100%), Post (41.6%) Trastornos de Orientación: Pre (50%), Post (25%) Trastornos Neurocomportamentales: Pre (91,6%), Post (83,3%) Tamaño tumoral 2-4 cm (16%), 4-6 cm (32%), ≥ 6 cm (50%) Resección Tumoral Simpson I: 11 (pacientes 92%) Complicaciones Fístula de LCR (8%), TVP (8%), ITU (8%) Escala de Karnofsky al egreso 90-100 ptos (8 pacientes), 80 ptos (4 pacientes) Escala de Glasgow a los 6 meses Buena recuperación (10 pacientes), Incapacidad moderada (2 pacientes) Fuente: Base de datos los principios de la cirugía de los meningiomas8,34. En las diferentes series reportadas desde el año 1996 hasta el 2003, utilizando abordajes tradicionales para el tratamiento de estos tumores se plantea un índice de resección total de un 98%, sin embargo, se refieren a la resección macroscópica total sin tener en cuenta la escala de Simpson a pesar de haber sido descrita la misma en el año 19575. En un estudio retrospectivo de 59 pacientes sobre meningiomas del surco olfatorio operados por técnicas transcraneales tradicionales, publicado en la revista neurosurgical focus del año 2011, se realiza un análisis del grado de resección tumoral aplicando la escala de Simpson, obteniéndose los siguientes resultados: Simpson 1 (23,7%), Simpson 2 (64,4%), Simpson 3 (6,8%), Simpson 4 (5,1%) y Simpson 5 (0%). Estos resultados pueden explicar el elevado índice de recidiva tumoral de hasta un 40% entre 5 y 10 años posterior al tratamiento quirúrgico secundario a la persistencia de restos tumorales hacia la lámina cribosa del etmoides8,21. Con el desarrollo de la cirugía Endonasal Endoscópica a la hipófisis y la posterior extensión de los abordajes a otras áreas de la base craneal, surge el abordaje endonasal endoscópico extendido transcribiforme, el cual permite un excelente acceso a la base craneal anterior desde una perspectiva inferior y cumple con los princi- pios de la cirugía de los meningiomas: abordarlos por la base, desvascularización temprana, vaciamiento y disección subaracnoidea de la cápsula2,7,14,24,28,32. La identificación temprana de las arterias etmoidales así como la resección precoz de toda la base de implantación es una ventaja exclusiva del abordaje endoscópico transcribiforme (Figuras 2, 3, 4). Entre los años 2010-2015 se operaron por vía endoscópica un total de 12 pacientes con meningiomas del surco olfatorio (Tabla 1) no observándose un predominio del sexo femenino como refieren otros autores (69%) 5,21,24,28,34 . La edad promedio fue de 52,6 años, similar a las demás series5,32. La forma clínica de presentación más frecuente fue la cefalea (91,6%), lo que puede guardar relación con el gran tamaño tumoral en el momento del diagnóstico, aunque cabe señalar que en un caso donde el tumor ocupaba prácticamente toda la fosa craneal anterior con diámetros superiores a los 6 cm, nunca presentó cefalea. La evaluación Neuropsicológica detallada arrojó que todos los pacientes presentaron algún daño cognoscitivo en el preoperatorio: trastornos de atención (100%), memoria (91,6%) y orientación (50%), apreciándose una mejoría en la evaluación postoperatoria; atención (41,6%), memoria (50%) y orientación (25%). Los Trastornos neuro-comportamentales fueron muy frecuentes en la evaluación preoperatoria (91,6%), apreciándose una ligera mejoría de los mismos después de la cirugía (83,3%). Tabla 1. En la literatura se reconoce que los pacientes con meningiomas del surco olfatorio presentan trastornos conductuales en más de un 55%5,21,32, sin embargo, no se encontró en la revisión realizada una evaluación neuropsicológica detallada a pacientes con meningiomas del surco olfatorio. Somos del criterio que estos trastornos pueden ser identificados de forma precoz en pacientes aparentemente asintomáticos, por tanto, la evaluación neuropsicológica a nuestro criterio es fundamental incluso para objetivar el daño que está originando el tumor por la compresión y atrofia encefálica. La anosmia estuvo presente en el 50% y está relacionado con el daño que origina el tumor sobre los nervios olfatorios, aunque no es frecuente en tumores menores de 3 cm de diámetro5. Las convulsiones se presentaron en un 58%, superior a lo reportado en otras series donde representan un 35%21, esto puede guardar relación con el gran tamaño tumoral en el momento del diagnóstico. Llama la atención que en 50% de los casos el diámetro tumoral fue superior a 6 cm, siendo clasificados como meningiomas gigantes del surco olfatorio. En otras series se observa un predominio de tumores con diámetros entre 4-6 cm, lo cual manifiesta un posible diagnóstico 33 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 tardío5,21,34. En cuanto a la resección tumoral se logró un Simpson I en un 92% de los casos, solo en un caso se dejó un fragmento tumoral que encarcelaba ambas arterias cerebrales anteriores, sin embargo, se retiró toda la base de implantación, el hueso, la duramadre y las principales arterias nutricias; por tanto, pensamos que en este caso es difícil de evaluar según la escala de Simpson el grado de resección. Estos resultados contrastan de forma significativa con el grado de resección según la escala de Simpson a través de abordajes transcraneales donde se logró un Simpson I en sólo el 23,7% de la serie21, predominando el Simpson II (64,4%). En otras series quirúrgicas con abordajes endoscópicos como la reportada en la Universidad de Pittsburg entre los años 2002-2005, se reporta un Simpson I en el 83% de los pacientes34 y en otras un 66,7%32. Se han descrito factores que imposibilitan la resección total (Simpson I) como: la presencia de grandes calcificaciones, la ausencia del manto cortical, el encarcelamiento vascular, el diámetro mayor de 40 mm y el crecimiento lateral más allá de la ½ del techo orbitario5,21,28, 32,33,34. En cuanto a las complicaciones quirúrgicas, la fístula de LCR estuvo presente en el 8% de los pacientes (1 caso), la cual fue resuelta con procedimientos endoscópicos endonasales, sin necesidad de craneotomía. La fístula de LCR como resultado del gran defecto de la base craneal y la dificultad en el proceso de reparación quirúrgica ha sido el argumento que de forma tradicional han planteado muchos autores para abordar estos tumores por vías transcraneales, prefiriendo un Simpson II1,2,5,14,20. Con el surgimiento de la filosofía de los colgajos vascularizados en el proceso de reparación de la base craneal, los resultados se han transformado de forma dramática, con incidencias de fístulas de un 40% inicialmente a un 5,4% después del surgimiento del colgajo nasoseptal32,34. Somos del criterio que la reparación de la base craneal multicapa: tejido graso, fascia lata, hueso septal, colgajo nasoseptal y capa de Gelfoam, fijados con balón de sonda foley, fueron determinantes en los resultados. Las demás complicaciones fueron una trombosis venosa profunda y una infección del tracto urinario, las cuales fueron tratadas respectivamente. (Tabla 1). Las complicaciones como edema frontal, infarto venoso, hematomas, infección de la herida quirúrgica, neumoencéfalo, con una mortalidad cercana al 5%, son más frecuentes en abordajes transcraneales secundario a la retracción cerebral, a la manipulación de estructuras neurovasculares, senos venosos y neumáticos, que frecuentemente están presentes en estos tipos de accesos22. El grado de reincorporación fue evaluada según las escala de Karnofky al egreso y la Escala de Glasgow para resultados a los 6 meses (Tabla 1).Todos Figura 2. Abordaje Endoscópico Transcribiforme, exéresis de duramadre infiltrada y devascularización. Di. Duramadre infiltrada; Aea. Arteria etmoidal anterior. Figura 3. Abordaje Endoscópico Transcribiforme, vaciamiento tumoral y devascularización. Ct. Centro tumoral; Aep. Arteria etmoidal posterior. 34 los pacientes alcanzaron un Karnofsky entre 80-100 puntos al egreso y sólo 2 pacientes presentaron una incapacidad moderada a los 6 meses de operados, estos resultados son similares a los reportados por la literatura21. Nuestra filosofía La palabra límite del romano limes se refirió inicialmente para separar grandes territorios, sin embargo, es un término que frecuentemente se utiliza en las matemáticas, física, química, geografía y anatomía como medida de tendencia, aunque en determinadas ciencias como la psicología, sociología y pedagogía, la palabra límite puede significar restricción del pensamiento. En cuanto a los límites establecidos para el abordaje endonasal endoscópico para los meningiomas del surco olfatorio se encuentran: el diámetro menor de 40 mm, no grandes calcificaciones, no encarcelamiento vascular, crecimiento medial a la ½ del techo orbitario, poco edema vasogénico asociado, presencia de un manto cortical entre Figura 1. Algoritmo en los Meningiomas del Surco Olfatorio. Figura 4. Abordaje Endoscópico Transcribiforme, vaciamiento y reducción tumoral. C. Cápsula tumoral; Ct. Centro tumoral. Artículo Original el tumor y las estructuras vasculares así como crecimiento hacia la cavidad nasal21, 32, 33, 34. Somos del criterio que todos estos factores no limitan el abordaje endonasal endoscópico, más bien pueden ser definidos como factores pronósticos. El 50% de los pacientes operados en nuestra serie presentaban diámetros tumorales superiores a 6 cm, lográndose en la mayoría de los casos una resección total, Simpson I. (Tabla 1). El abordaje endoscópico desde una perspectiva inferior, permite atacar el tumor de forma directa por la base, con una devascularización temprana, per- Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 mitiendo realizar la exéresis de la duramadre y el hueso infiltrado, siguiendo los principios de la cirugía de los meningiomas. El vaciamiento tumoral reduce considerablemente el tamaño tumoral central y de esta forma permite atraer hacia la línea media la porción lateral del tumor localizada más allá de la mitad del techo orbitario. Posteriormente se realiza una disección subaracnoidea cuidadosa, utilizando pulsos de suero, instrumentos romos y filosos. Los restos tumorales mayores de 3 cm pueden ser valorados para realizar un abordaje key hole endoscópico transciliar y a los menores de 3 cm se le puede ofrecer la opción de radiocirugía como alternativa de tratamiento. (Figura 1). Los límites del abordaje endonasal endoscópico en la fosa anterior se encuentran en constante extensión, así lo demuestra un reciente trabajo sobre la Orbitotomía Súpero-medial38 como extensión del abordaje endonasal endoscópico en fosa anterior más allá de las láminas papiráceas38. Recibido: 02 de enero de 2016 Aceptado: 03 de marzo de 2016 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. Simpson D (1957). The recurrence of intracranial meningiomas after surgical treatment. J NeurolNeurosurg Psychiatry 20: 22.39. Obeid F, Al Mefty O. Recurrence of olfactory groove meningioma. Neurosurgery 2003; 53: 534-542. Mirimanoff RO, Dosoretz DE, Linggood RM, et al. Meningioma: analysis of recurrence and progression following neurosurgical resection. J Neurosurg 1985; 62:18-24. Joung H Lee. Meningiomas, diagnosis, treatment and outcome 2008; 34: 327-332. Hentschel SJ, DeMonte F: Olfactorygroovemeningiomas. Neurosurg Focus 14(6): e4, 2003. Bakay L, Cares HL. Olfactory meningiomas. Report on a series of twenty-five cases. Acta Neurochir (Wien) 26: 1-12, 1972. Dehdashti AR, Ganna A, Witterick I, Gentili F. 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Correspondencia a: Omar López Arbolay arbolay@infomed.sld.cu 36 Artículo Original Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Síndrome meningeo como manifestación de apoplejia hipofisiaria, análisis prospectivo de siete casos Meningeal syndrome as manifestation of pituitary apoplexy, prospective analysis of seven cases Julio García Molina1, Leonidas Quintana Marín2, Iván Jaque Bravo3, Manuel González Villegas4 Autor. Neurocirujano Hospital Puerto Montt. 2 Profesor Catedra Neurocirugía, Escuela de Medicina. Universidad de Valparaíso. 3 Neurocirujano Hospital Carlos Van Buren, Valparaíso. 4 Neurocirujano Hospital San Camilo, San Felipe. 1 Rev. Chil. Neurocirugía 42: 37-40 2016 Resumen Introducción: La apoplejía hipofisiaria es una grave pero poco frecuente emergencia médico -neuroquirúrgica, con una incidencia global reportada del 1% a 2%. Es causado por una hemorragia o infarto en relación a la glándula pituitaria, pudiendo existir extravasación de contenido necrótico o hemorrágico al espacio subaracnoideo, manifestándose como un síndrome meníngeo aséptico o hemorrágico. Sin embargo, su frecuencia no está estudiada. Material y Métodos: Se realizó un registro prospectivo entre enero de 2013 y agosto de 2014, para el estudio de líquido céfalo raquídeo, en pacientes con diagnóstico clínico- imagenológico de apoplejía hipofisiaria. Además un registró detallado de las manifestaciones clínicas y de laboratorio. Resultados: En este período se reclutaron 8 casos con apoplejía hipofisiaria clínica, de los cuales 7 fueron incluidos, siendo excluido un paciente por rechazar su participación en el estudio. De los 7 pacientes restantes, se evidenciaron signos meníngeos clínicos en el 86% (6/7), confirmando alteraciones del estudio cito-químico en todos ellos. En cada caso se descartó patología infecciosa o vascular como etiología. Conclusión: Si bien el debut de una apoplejía hipofisiaria como un síndrome meníngeo aséptico o hemorragia subaracnoidea, se encuentra documentado como casos anecdóticos, nuestros resultados apuntan a que sería una manifestación frecuente e importante a considerar para un adecuado diagnóstico diferencial y monitoreo de complicaciones infrecuentes. Palabras clave: Tumor de hipofisis, apoplejia hipofisiaria, síndrome meningeo. Abstract Introduction: Pituitary apoplexy is a serious but rare neurosurgical emergency, with an overall reported incidence of 1% to 2%. It is caused by bleeding or infarction related to the pituitary gland, there may be necrotic or hemorrhagic extravasation content to the subarachnoid space, manifesting as an aseptic o hemorrhagic meningeal syndrome. However, their frequency is not studied. Material and Methods: A prospective registry between January 2013 and August 2014, for the study of cerebro spinal fluid in patients with clinical and imaging diagnosis of pituitary apoplexy was performed. In addition, a detailed analysis of the clinical sintoms and laboratory was recorded. Results: In this period, 8 cases with clinical pituitary apoplexy were recluted, of which 7 were included, being excluded from a patient who refuses to participate in the study. Of the remaining 7 patients, clinical meningeal signs were evident in 86% (6/7), confirming alterations cyto-chemical study all of them. In each case infectious or vascular pathology was ruled out as a cause. Conclusion: While the debut of a pituitary apoplexy as an aseptic meningeal syndrome or subarachnoid hemorrhage, is documented as anecdotal cases, our results would suggest that is a common and important manifestation, to consider an appropriate differential diagnosis and monitoring of rare complications Key words: Pituitary tumor, pituitary apoplexy, meningeal syndrome. 37 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Introducción Material y Métodos La apoplejía hipofisaria (AH), entidad clínica descrita por primera vez en 1898 por Pearce Bailey1, es una grave pero poco frecuente emergencia médico - neuroquirúrgica, causada por una hemorragia o infarto en relación a la glándula pituitaria2 asociado a un cuadro clínico característico. Es importante destacar que cerca de un 25% de los adenomas hipofisiarias cursaran con evidencias de apoplejía subclínica, lo cual no constituye el cuadro de AH2,3. Se describe una incidencia global entre un 1% a 2% de los adenomas hipofisiarios3 con una incidencia de 0,6 eventos por 100/personas año para adenomas no funcionantes4. Es posible identificar factores precipitantes sólo en un 40% de los casos, siendo el más frecuente la presencia de hipertensión arterial en un 26%, otros factores asociados son cirugía mayor, especialmente de índole cardiológica, test dinámicos de función pituitaria, uso de anticoagulantes o coagulopatías, embarazo, radioterapia y retiro de agentes dopaminicos2,5,6. Las manifestaciones clínicas clásicas corresponden a la triada de cefalea súbita, deterioro de agudeza visual y déficit neuroendocrinos, sin embargo, es habitual que se asocien otros síntomas como compromiso de conciencia, oftalmoparesias, meningismo, fiebre y trastornos del sodio2,5,6. Lo anterior hace que el diagnostico de AH sea, a menudo, un desafío, ya que sus manifestaciones se sobreponen a otras patologías intracraneales7. En la actualidad existe evidencia de extravasación de contenido hemático y/o necrótico al espacio subaracnoideo, dando como resultado un cuadro meníngeo inflamatorio, capaz de simular una meningitis bacteriana o meningoencefalitis, o un cuadro hemorrágico, con características de hemorragia subaracnoidea2,7,8, sin embargo, su frecuencia no ha sido estudiada. Incluso existen reportes de casos de vasoespasmo cerebral e hidrocefalia en relación este cuadro. Por lo anterior, decidimos analizar los resultados de un registro prospectivo de pacientes con diagnóstico de AH, como objetivo primario describiremos la proporción de pacientes en los cuales se demostraron alteraciones a nivel del líquido cefaloraquideo (LCR), y como objetivos secundarios, estudiaremos las manifestaciones clínicas y trastornos neuroendocrinos asociados al cuadro de AH. Estudio prospectivo para el estudio de pacientes con diagnóstico de apoplejía hipofisiaria, en los cuales se realizó un registro detallado de sus antecedentes demográficos, manifestaciones clínicas, endocrinas e imagenológicas, incluyendo el estudio de LCR por punción lumbar realizada por neurocirujano, durante el periodo comprendido entre enero de 2013 y octubre de 2014,en el Hospital Carlos Van Buren, Valparaíso, Chile. Como criterios de inclusión consideramos: a) Mayores de 18 años; b) diagnóstico clínico de apoplejía hipofisiaria, basado en las recomendaciones de las guías clínicas disponibles en la actualidad2,5,6; c) consentimiento informado para participar en el estudio, autorizado por el paciente o, en su defecto, su representante legal; d) confirmación radiológica validada por neuroradiólogo; e) Estudio de LCR obtenido mediante punción lumbar; f) Descarte de cuadro infeccioso o vascular como etiología de cuadro meníngeo. Como criterios de exclusión consideramos: a) Pacientes menores de 18 años; b) Rechazo a la participación del estudio; c) Cuadro imagenlógico de AH sin correlación clínica; d) Imposibilidad de realizar estudio de LCR; e) Cuadros que simulen AH sin correlación imagenología; f) Evidencia de etiología infecciosa o vascular confirmada como etiología de cuadro clínico. 38 zó el diagnóstico de AH en 8 pacientes mayores de 18 años, de los cuales un paciente es excluido del análisis tras rechazar su participación en el estudio. Los siete restantes cumplen con los criterios de inclusión predefinidos, y sus características demográficas se describen en la Tabla 1. Rango etario entre 25 a 78 años, con un promedio de 47 años. La proporción hombre/mujer fue de 4:3. El lapso entre el inicio de los síntomas y el momento del diagnóstico se encuentra en un rango de 0 a 10 días, con una promedio de 3,2 días. Solo una paciente tenia diagnostico conocido de macroadenoma hipofisiario. En todos los pacientes incluidos se contó con estudio de LCR, resultando alterado en 6 de ellos, siendo normal en el paciente diagnosticada al décimo día desde el inicio de los síntomas. En 3 casos el estudio imagenológico y/o LCR era sugerente de hemorragia subaracnoidea (Figura 1), por lo cual se procedió a descartar etiología vascular mediante angioresonancia o angioTAC de encéfalo. En todos los casos se recibieron cultivos negativos de LCR. A analizar los resultados de las muestra de LCR, identificamos componentes de predominio inflamatorio o hemorrágico, para lo cual definiremos LCR predominio inflamatorio: La presencia de 10 o más leucocitos frente a un número menor de 200 glóbulos rojos (GR) asociado a hipoglucorraquia menor a 50. LCR predominio hemorrágico: La presencia de 200 o más GR en 3 muestras sucesivas, descartando el origen traumático de la muestra, y menos 100 leucocitos corregidos con o sin hipoglucorraquia. LCR mixto: La presencia de más de 200 GR y más de 100 leucocitos co- Resultados Durante el período estudiado se realiTabla 1. Caso Sexo Edad Antecedente de Tu hipofisiario Comorbilidad Días evolución 1 M 25 (-) Insulino resistencia 1 2 M 29 Si (-) 10 3 H 49 (-) (-) 2 4 H 57 (-) (-) 5 5 H 48 (-) Obesidad 0 6 H 73 (-) C CoronariaHTA 4 M 50 (-) DM2 - HTA 4:3 47 7 1 3,2 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Figura 1. Tabla 2. Normal Inflamatorio Hemorrágico Mixto 1 (14%) 3 (42%) 2 (28%) 1 (14%) Tabla 3. Síntomas Cefalea Proporción 100% Meningismo 85% Deterioro visual 71% III PC 57% IV PC 14% VI PC 42% VPC 14% Fiebre 42% Alteración de conciencia 54% Trastorno endocrino 54% rregidos en 3 muestras sucesivas, con o sin hipoglucorraquia. De acuerdo a nuestra definición previa, el análisis de las alteraciones de LCR corresponde a: Predominio inflamatorio 3, predominio hemorrágico 2, mixto 1 (Tabla 2). La triada clásica sólo estuvo presente en 2 los siete casos (28%). La manifestación más frecuente fue cefalea, presente en todos los casos (100%), seguido signología meníngea en 6 casos (85%), déficit de agudeza visual y oftalmoparesia en 5 de los 7 casos cada uno (71%), hipopituitarismo en grado variable en 4 de siete casos (54%), al igual que compromiso de conciencia al debut (54%), fiebre e hiponatremia en 3 casos (42%) respectivamente, por último sólo un paciente curso con criterios de diabetes insípida al momento del diagnóstico (14%) al igual que compromiso del trigeminal. Respecto a la oftalmoparesia, el par craneal (PC) más afectado fue el III en 4 casos (57%), seguido del VI PC en 3 (42%) y finalmente el IV PC en sólo 2 casos (28%). A modo global la oftalmoparesia fue múltiple en el 28% de los casos. Como ya se mencionó, el trastorno endocrinológico estuvo presente en el 54% de los casos, siendo el más representativo el hipocortisolismo en todos ellos, seguido de niveles bajos de TSH en 3 casos (42%). Presentamos un resumen de las manifestaciones clínicas en la Tabla 3. En ningún caso se evidenciaron elementos sugerentes de macroadenomas funcionantes. En 6 de los 7, se optó por resolución quirúrgica, con confirmación por biopsia de apoplejía hipofisiaria. Ningún paciente curso con evidencias clínicas o imagenológicas de hidrocefalia o vasoespasmo cerebral. Discusión Tanto el perfil epidemiológico, como las manifestaciones clínicas en nuestra serie, son similares a las reportadas en la literatura6,9,10,11. La clásica triada de cefalea, deterioro visual y déficit neuroendocrinológico estuvo presente sólo en el 28% de los casos, siendo cefalea el más frecuente (100%), seguida por deterioro visual (71%) y por último trastornos endocrinológicos (54%). En relación a la presencia de trastornos oculomotores esto se identificó en él 71% de los casos, el más afectado es el III PC, seguido por el VI y IV respectivamente, hallazgos concordantes con la mayoría de los reportes. La disfunción endocrina reportada, varía entre un 20% a 50%2,6,8, lo que coloca nuestra serie en su límite superior. Es importante destacar la alta identificación de signología meníngea (85%), si bien no es frecuentemente reportada, creemos que se debe a una mayor sensibilidad para su detección y búsqueda dirigida, debido al diseño del estudio, sin embargo logramos obtener una correlación clínica y de laboratorio, al demostrar la presencia de un síndrome meníngeo aséptico, en los mismos. Las mayores series de AH, no hacen mención a la presencia de alteraciones en el LCR como manifestación de la misma, lo que según nuestros resultados (85%), sería altamente frecuente. La mayoría de las publicaciones corresponden a reportes de casos en el contexto de cuadros de AH que simulan meningoencefalitis, meningitis bacteriana o hemorragia subaracnoidea7,11-18. Identificamos una serie de 24 casos, en la que se realizó estudio de LCR dirigido a 5 pacientes, por la presencia de signos meníngeos19. Analizando nuestros resultados, podemos decir que, ante la presencia de un cuadro de AH, es frecuente la extravasación de contenido hemático y/o necrótico al espacio subaracnoideo2,7,8,19 con la consiguiente reacción inflamatoria meníngea, dando origen a un cuadro que puede tener predominio inflamatorio, si priman componentes proinflamatorios y necróticos en relación a la necrosis tisular; o un cuadro de predominio hemorrágico, en los casos con mayor componente hemorrágico o que pudiera existir sangramiento capsular secundario a la rápida expansión intraselar al momento de la apoplejía. Estos hallazgos son relevantes para el diagnóstico diferencial, ya que hemos visto como la AH es capaz de simular otras patologías intracraneales, particularmente en los casos que se demuestre hemorragia subaracnoidea, es importante descartar la etiología aneurismática, dado las consideraciones respecto a su manejo. Existen reportes que plantean la asociación entre lesiones aneurismáticas, y la hemorragia subaracnoidea asociada a la AH20, sin embargo, revisiones posteriores hacen lejana esta posibilidad21. Otro punto a considerar, son los casos documentados de vasoespasmo cerebral secundario a AH22-27, para lo cual encontraríamos sustrato fisiopatológico según el planteamiento descrito previamente, en cuanto extravasación al espacio 39 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 subaracnoideo. En nuestra serie, no se evidenciaron signos clínicos de vasoespasmo cerebral. Conclusiones Si bien el debut de una apoplejía hipofisiaria como un síndrome meníngeo aséptico o hemorragia subaracnoidea, se encuentra documentado como casos anecdóticos, nuestros resultados apuntan a que la presencia de un síndrome meníngeo aséptico clínico y de laboratorio, pareciera ser una manifestación altamente frecuente de AH, importante a considerar para un adecuado diagnóstico diferencial y monitoreo de complicaciones infrecuentes (vasoespasmo cerebral). Además, corroboramos lo publicado en la literatura, respecto a las manifestaciones clínicas en AH. Recibido: 01 de marzo de 2016 Aceptado: 30 de marzo de 2016 Bibliografía 1. Bailey P. Pathological report of a case of acromegaly, with special reference to the lesions in the hypophysis cerebri and in the thyroid gland; a case of haemorrhage into the pituitary. Philadelphia Med J. 1898; 1: 789-792. 2. UK guidelines for the management of pituitary apoplexy - Clin Endocrinol (Oxf). 2011. 3. 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Correspondencia a: Dr. Julio García Neurocirujano Hospital de Puerto Montt drjuliogarcianeuro@hotmail.com 40 Artículo Original Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Trombectomía mecánica: técnica de primera elección en el tratamiento ictus isquémico agudo. Análisis de beneficios y resultados Mechanical thrombectomy: first choice therapeutical approach in acute ischemic stroke. Analysis of benefits and results Jimmy Achi Arteaga1, M. Lilibeth Arteaga Velez MD2, Angel Zambrano Solorzano3, Julia Peralta4, David Martínez Neira5 Clínica Hospital Kennedy (CHK). Hospital Luis Vernaza (HLV). Guayaquil - Ecuador. 1 Neurocirujano Endovascular CHK - HLV. 2 Residente Neurocirugía HLV. 3 Intensivista CHK. 4 Anestesiologa CHK. 5 Jefe del Servicio de Neurocirugía HLV. Rev. Chil. Neurocirugía 42: 41-44, 2016 Resumen Esta revisión tiene como objetivo el uso de la Trombectomía Mecánica como técnica de primera elección en el tratamiento de Ictus Isquémico Agudo. Materiales y Método: La revisión incluye 9 pacientes con diagnóstico de Ictus Isquémico a los que se le realizo Trombectomía Mecánica, se utilizó el dispositivo de recanalización tipo Solitaire asociado a rtPA intraarterial 10% de la dosis intravenosa, los criterios diagnósticos: edad, período de ventana, imagen de TC al ingreso. Resultados: 8 pacientes (89%) correspondieron a oclusión de la circulación Anterior, 1 (11%) a la oclusión de circulación posterior, la efectividad terapéutica se la evalúo según la Escala de Rankin Modificada, 5 (55%) obtuvieron recuperación completa de sus funciones, 3 (33%) presentaron secuelas leves, y 1(11%) no obtuvo mejoría alguna. Discusión: Los resultados de nuestra revisión son alentadores sobre todo al reducir la secuela discapacitante, deja una ventana abierta para posteriores revisiones sobre este tratamiento. Palabras clave: Ictus, trombectomía mecánica, activador tisular del plasminógeno, escala de ranking modificada. Abstract This review aims to use Trombrectomy Mechanics and technique as choice in the treatment of Acute Ischemic Stroke. Materials and Methods: Age, period: The review included 9 patients with a diagnosis of Ischemic Stroke those who underwent Trombrectomy Mechanics, recanalization device type associated with intra-arterial rtPA Solitaire 10% of the intravenous dose, the diagnostic criteria was used with CT. Results: 8 patients (89%) were occluded circulation Earlier, 1 (11%) to occlusion of posterior circulation, the therapeutic succes was evaluated according to the modified Rankin scale, 5 (55%) had complete recovery its functions, 3 (33%) had mild sequelae, and 1 (11%) not obtained any improvement. Discussion: The results of our review are encouraging especially by reducing the disabling sequel, leave a window open for further review on this treatment. Key words: Ictus, mechanical thrombectomy, tissue plasminogen activator, modified ranking scale. 41 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Introducción El Evento Cerebro Vascular (ECV) isquémico agudo es causa frecuente de discapacidad y muerte en los países desarrollados y en vías de desarrollo4, en las últimas décadas se han creado diversas guías para su manejo, diagnóstico y tratamiento oportuno, con el fin de corregir y evitar secuelas neurológicas irreversibles2, a pesar de los esfuerzo, este sigue alcanzando cifras elevadas de morbimortalidad. Los pacientes con ECV isquémico tienen un mayor riesgo de mortalidad por cualquier causa asociada a: edad avanzada, presencia de insuficiencia renal crónica, dislipidemia, antecedentes de insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, presentación con hemiplejía, y los signos de isquemia aguda (edema perilesional) en la TC realizado en el ingreso hospitalario. Se han asociado a un mejor pronóstico, la afectación del territorio de la arteria cerebral media derecha y el tratamiento con estatinas. Los ECV anteriores, así como ataques isquémicos transitorios (AIT) son predictores de mortalidad2-3. La etiología del ictus isquémico también es otro factor que afecta el pronóstico1. Dentro de la clasificación del ictus incluye el aterotrombótico, cardioembólico, lacunar e indeterminado2. Las Guías del Manejo de ECV isquémico indican como tratamiento estándar para los pacientes que se presentan dentro de 4,5 horas desde el inicio de los síntomas, la trombólisis intravenosa, si contraindicaciones como la anticoagulación oral, cáncer o cirugía reciente se descartan. La terapia trombolítica para el ECV se informó por primera vez en 1958 y un pequeño ensayo posterior se informó en 1963 a falta de proyección de imagen del parénquima cerebral, pero guiado por angiografía. Luego con la Figura 1. SolitaireTM FR Revascularization Decive 42 llegada de la TC cuyo evento tecnológico marco un gran paso en dicho diagnostico, se iniciaron los ensayos de búsqueda de dosis a principios de la década de 19805. Desde aquella fecha hasta la actualidad, se han desarrollado diversos estudios con alto nivel de confianza, para el uso de rtPA (NINDS 1 y 2, ECASS, ATLANTIS STUDY, ECASS II)6, sin embargo, su uso en el ECV isquémico agudo sigue siendo controvertido, particularmente porque no está claro si una terapia de tal manera que dependa del tiempo, la tecnología y la infraestructura se puede aplicar de manera amplia y segura5. En la actualidad la Recanalización Mecánica es una opción de tratamiento prometedora para pacientes con oclusión de las arterias cerebrales como causa de ECV isquémico, y es usado frecuentemente como terapia conjunta a la trombólisis intravenosa “bridging concept”4. La Trombectomía mecánica puede ser utilizada como terapia de primera elección en paciente con contraindicaciones para trombólisis sistémica. Nuestra revisión incluye 9 casos en quienes se realizó la Trombectomía Mecánica como primera terapéutica tras la instauración de un ECV isquémico agudo. Materiales y Métodos Presentamos una serie de nueve casos estudiados en un plazo de 18 meses (julio de 2013 - diciembre de 2014), con diagnóstico de ECV isquémico agudo. Para dicho fin se tomaron como criterios de inclusión: edad mayor de 18 años, TC simple de cerebro sin datos Figura 2. a. Oclusión de la A. Basilar; b. Recanalización de la A. Basilar; c. Dispositivo para trombectomía mecánica Solitaire. lesiones isquémicas o hemorrágicas agudas al ingreso, la ventana terapéutica incluyo los pacientes con menos de 8 horas de evolución desde el inicio de los síntomas para los de circulación anterior y con menos de 12 horas en territorio vertebro basilar 9, en la estadificación se utilizo la escala NIHSS (National Institute of Health Stroke Scale) 15-<20 puntos. Los pacientes fueron trasladados a la angio suite, en la que se realiza diagnostico angiográfico, comprobando la oclusión vascular, posterior a esto se inyectó rtPA intraarterial 10% de la dosis administrada IV previo el uso del Dispositivo de Revascularización SOLITAIRE (Solitaire™FR) Fig. 1. Se realizaron tomas pre y post Trombectomía. Figuras 2, 3, 4. Resultados y Análisis De los 9 pacientes con el diagnostico de ECV isquémico agudo, a los que se les realizo Trombectomía Mecánica (TM) con Dispositivo SOLITAIRE, 8 (89%) correspondieron a oclusión de la circulación Anterior, 1 (11%) a la oclusión de circulación posterior. Evaluamos los resultados de efectividad de la terapéutica basados en la Escala de Rankin Modificada al alta de cada caso. Figura 5. Se consiguió una recanalización imagenológica posterior al procedimiento en todos los casos (100%), pero la mejoría clínica se obtuvo en el 89% de los pacientes. De aquellos que mostraron mejoría clínica en 5 (55%) se logró una recuperación completa de sus funciones (Rankin: 0), 1 (11%) presento parálisis facial aislada (Rankin: 1), 1 (11%) paresia leve que permitía independencia de sus actividades (Rankin: 2), 1 (11%) presento una complicación Figura 3. a. Oclusión de ACMD; b. Recanalización ACMD. Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Figura 4. a. Oclusión de ACMD; b. Recanalización ACMD. con transformación hemorrágica del infarto tras 24 horas posterior al procedimiento, el mismo que requirió cirugía quedando como secuela una paresia moderada (Rankin: 2), 1 (11%) sin recuperación alguna de su sintomatología (Rankin: 5). Este último correspondió al paciente que presento oclusión de circulación posterior. En nuestros resultados obtuvimos una mejoría significativa en el 89% de los Figura 5. Escala de Ranking Modificada. Tabla 1. Comparison of Baseline Stroke Severity and Outcome Variables Between This Study and the Intra-Arterial Thrombolytic and NINDS Trials10 n NIHSS Basal Successful Recanalization (TIMI 2-3), % mRS 0-2 at Day 90, % 90-Day Mortality, % sICH, % 121 17 66 40 25 10 IMS-I (9) 62 18 56 43 16 6 IMS-II (10) 55 19 60 46 16 10 Intra-arterial thrombolysis PROACT II (8) Mechanical thrombectomy MERCI (5) 151 22 46 28 44 8 Multi MERCI (6) 164 19 68 36 34 10 Penumbra (pivotal) (11) 125 18 82 25 33 11 20 19 90† 45 20 10 1.391 11 NA 49 13 5-9* Solitaire AB Intravenous thrombolysis Pooling analysis of intravenous tPA trials within 6 hours (tPA) (12) Control groups PROACT II (control) (8) Pooling analysis of intravenous tPA trials within 6 hours (placebo) (12) 59 17 18 25 27 2 1.384 11 NA 44 15 1.1* sICH indicates symptomatic intracerebral hemorrhage; TIMI, Thrombolysis In Myocardial Infarction. * Parenchymal hematoma type II. † TICI 2b-3 classification was used instead of TIMI 2-3. 43 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 paciente, comparable con estudios similares Tabla 110, con una mejoría a 90 días evaluando la Escala de Ranking Modificada entre 0-2 puntos. Discusión La Trombectomía mecánica como técnica de primera elección es una terapéutica útil en nuestro medio, para el manejo de pacientes con ECV isquémico agudo detectado dentro de las primeras 8 horas, dando la oportunidad de recuperar tejido cerebral viable y disminuir la secuela neurológica del mismo. En cuanto a las complicaciones son similares a las presentadas en otras series. La limitación del número de nuestra revisión se debe a la falta de conocimiento de la atención pre hospitalaria del ictus y un gran número de pacientes llegan pasadas las 12 horas, otra limitación, es el alto costo del procedimiento, y esto limita la posibilidad de los pacientes de acceder al mismo. Conclusión Se continúan realizando estudios para encontrar alternativas terapéutica efectivas en los ECV isquémicos agudos, dado el alto índice de morbimortalidad que presentan. La Trombectomía mecánica en nuestra revisión es una opción de tratamiento que permiten mejorar los síntomas y reducir la discapacidad en aquellos pacientes que llegan dentro del periodo de ventana y que no son candidatos por diversas situaciones a la trombólisis intravenosa. Nuestra revisión tiene un número pequeño por lo que los resultados deben interpretarse con cautela. Sin embargo, creemos que se puede tomar como alternativa efectiva el uso de estos dispositivos, ya alcanzó una tasa muy alta de la rápida revascularización de ramas distales, con el potencial de excelentes resultados clínicos. Recibido: 06 de marzo de 2015 Aceptado: 02 de mayo de 2015 Bibliografía 1. H P Adams Jr, B H Bendixen, L J Kappelle, J Biller, B B Love, D L Gordon and E E Marsh 3rd. Classification of subtype of acute ischemic stroke. Definitions for use in a multicenter clinical trial. TOAST. Trial of Org 10172 in Acute Stroke Treatment. American Stroke Asociation.1993; 24: 35-41. 2. L. Mérida-Rodrigo, F. 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Correspondencia a: Dr. Jimmy Achi Arteaga Clinica Hospital Kennedy HospitaL Luis Vernaza Guayaquil, Ecuador. jimmyachi@gmail.com 44 Artículo Original Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Recuperación de pacientes en postoperatorio de drenaje de hematoma subdural crónico asociado al uso de ácido tranexámico Recovery of patients operated with technical drain of chronic subdural hematome, associated to tranexamic acid Marlin Rossana Puente Tinoco2, Elbert Oberto Reyes Graterol1,2, Sogeilys Milagro García Oduber1 Universidad de Los Andes, Facultad de Medicina, Departamento de Ciencias Morfológicas - Mérida - Venezuela. 2 Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (I.A.H.U.L.A), Universidad de Los Andes, Servicio de Neurocirugía. Mérida - Venezuela. 1 Rev. Chil. Neurocirugía 42: 45-51, 2016 Resumen Con el objetivo de evaluar la recuperación de pacientes que recibieron ácido tranexámico luego del drenaje de hematoma subdural crónico (HSC), se seleccionan al azar 22 pacientes de ambos sexos en edades comprendidas de 32 a 87 años. A un grupo de 11 paciente intervenidos, se les continuó el tratamiento con la colocación de un sistema de drenaje externo tipo Jackson-Pratt (grupo A) y un segundo grupo de pacientes, se les continuó tratamiento con Ácido Tranexámico (grupo B). Ambos grupos fueron evaluados en aspectos clínicos y tomográficos una semana después de la intervención. La distribución obtenida por género representó 99,5% masculino. Del total de pacientes, la mitad presentó HSC en el lado derecho y los casos bilaterales representaron 31,8%. Los resultados funcionales postoperatorio fueron satisfactorios en el 59,1% comparado con los obtenidos en la escala Glasgow preoperatorio donde más del 50% de los casos no superaban el valor 13 de la escala. El síntoma más común fue hemiparesia izquierda (45,5%), seguido de hemiparesia derecha (22,7%). El tratamiento con Ácido Tranexámico obtuvo resultados satisfactorios en el 63,6% de los casos de manera inmediata y en el 27,3% a las 24 horas; caso contrario a los resultados obtenidos con el sistema de Jackson-Pratt, donde el 54,5% obtuvo mejoría a las 24 horas. De igual manera la relación entre días de hospitalización y tratamiento fue significativa. Estos resultados permiten concluir que el tratamiento con Ácido Tranexámico ofrece una excelente tasa de recuperación, con menor número de complicaciones, mortalidad y secuelas, permitiendo también disminuir el tiempo de permanencia hospitalaria. Palabras clave: Hematoma Subdural Crónico (HSDC), Ácido Tranexámico, Sistema de drenaje Jackson-Pratt. Abstract The research presented as techniques to evaluate chronic subdural hematoma drainage associated with the use of tranexamic acid in the recovery of postoperative patients in IAHULA: Mérida, Venezuela. It is a descriptive, cross-sectional and retrospective study. Randomly selected patients of both sexes aged 32 to 87 years old who had a diagnosis of Chronic Subdural Hematoma, unilateral or bilateral. From a total of 22 patients, which will have surgery criteria: Drawing Subdural Hematoma. A group of 11 patients who underwent classic fashion, they continued the surgery with placement of an external drain JacksonPratt type. The other group of patients also underwent the classic way, they continued postoperative treatment with tranexamic acid. Both groups were evaluated clinically and tomographic week intervention. As a result it was found that most patients with surgical drainage of chronic subdural hematoma are the right area, in the group A (with A Jackson-Pratt) and group B (tranexamic acid). The present study showed male predominance (99.5%) and 50.0% of hematomas occurred on the right side, followed by bilateral cases (31.8%). The postoperative functional results were satisfactory in 59.1% compared with those obtained in the preoperative Glasgow where over 50% of cases did not exceed the value of the scale 13 scale. The most common symptom was left hemiparesis (45.5%), followed by right hemiparesis (22.7%). Treatment with Tranexamic Acid obtained 45 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 satisfactory results in 63.6% of cases immediately and in 27.3% at 24 hours; Otherwise the results obtained with the system of Jackson-Pratt, where 54.5% improvement obtained by 24 hours. Similarly the relationship between days of hospitalization and treatment gave significant. These results suggest that treatment with tranexamic acid offers higher cure rate with fewer complications, mortality and sequelae, allowing also reduce hospitalization time, so it should become the technique of choice for initial treatment of chronic subdural hematomas. Key words: Chronic Subdural Hematoma, Tranexamic Acid, Type External Jackson-Pratt-drain. Introducción Tradicionalmente se sigue utilizando la cirugía de drenaje de hematoma subdural crónico a través de agujeros de craneostomía como tratamiento de elección en aquellos casos que por el volumen y efectos clínicos del hematoma permitan llevar al paciente a mesa operatoria. Debido a que representa una cirugía “conservadora”, económica rápida y de riesgo relativamente bajo, la craneostomía es la técnica de uso más frecuente. En el tratamiento clásico además de la evacuación del hematoma, se ha de colocar un sistema que permite el drenaje postoperatorio de los residuos que podrían permanecer, sin embargo, estos sistemas aumentan significativamente el costo del tratamiento. Los costos y disponibilidad de los sistemas de drenaje, favorecen la búsqueda de opciones alternativas en el tratamiento de dicha entidad. Colaborando a los reportes sobre la utilidad del antifibrinolitico Ácido Tranexámico en el traumatismo craneocefalico1,2,3, la presente investigación consiste en evaluar las técnicas de drenaje de hematoma subdural crónico asociado al uso de Ácido Tranexámico en la recuperación de pacientes post-operados en el IAHULA: Mérida - Venezuela. Enero-abril de 2014. Los datos son comparados bajo estadísticas que permiten conocer si existe una ventaja del uso de éste fármaco en los pacientes post-operados con la técnica de drenaje por craneostomía frente al uso de sistema de drenaje del tipo Jackson-Pratt. En la actualidad no existe un acuerdo en el método óptimo para tratar los hematomas subdurales crónicos9,10, por lo cual, se mencionan entre los más utilizados: 1. Dos orificios de trépano, que se irrigan con solución salina al 0,9% a temperatura tibia hasta que el líquido sea transparente. 2. Irrigación y aspiración mediante un gran orificio de trépano. 46 3. Colocación de drenaje externo a través del orificio de trépano y mantenido durante 24 a 48 horas (se retira cuando la cantidad de líquido pasa a ser insignificante). 4. Craneostomía con mecha y taladro manual (cabe destacar que el drenaje pequeño a través de un orificio de mecha con taladro sin colocar un drenaje subdural tiene un alto índice de recidiva del hematoma). 5. Craneotomía formal con escisión de la membrana subdural (puede ser necesaria en los casos que siguen recidivando, posiblemente debido a una filtración de sangre desde la membrana subdural). 6. Evacuación del hematoma mediante alguno de los procedimientos descritos más la administración de fármacos antifibrinoliticos14,16. Si bien estos hematomas parecen inocuos, pueden generar complicaciones graves del tratamiento quirúrgico como10: 1. Crisis convulsivas (incluso estado epiléptico intratable). 2. Hemorragia cerebral: En 0,7% - 5% de los casos. Estas hemorragias pueden resultar devastadoras en este contexto: un tercio de los pacientes fallece y otro tercio queda con incapacidades graves. 3. Neumoencéfalo a tensión. 4. Imposibilidad del cerebro para reexpandirse o recidiva. 5. Empiema subdural: también puede formarse en los casos de hematomas no tratados9. Del 60% de los pacientes mayores o iguales a 75 años, la descompresión rápida está asociada a hiperemia de la corteza subyacente que puede estar relacionada con la aparición de una hemorragia cerebral o crisis convulsivas21. La mejoría clínica es importante cuando se logra reducir la presión subdural a un valor cercano a 0, lo cual es posible después de extraer el 20% del hematoma. En los pacientes que tienen una co- lección subdural, de gran volumen que comprime la corteza cerebral por aumento de la presión intracraneal, evento posterior al drenaje de este, el cerebro se expande con más rapidez y la mejoría clínica aparece antes que en los casos de los hematomas cuyo volumen no alteran la presión intracraneal. Por otra parte, es frecuente que se acumule líquido subdural residual después del tratamiento, sin embargo, no es necesario que la reabsorción sea completa en la tomografía para que haya mejoría clínica. La mortalidad general tras el tratamiento quirúrgico es de 0 - 8%21. En una serie de 104 pacientes tratados en su mayoría mediante craneostomía ,la mortalidad fue de 4%, y todos los decesos fueron de mayores de 60 años y se debieron a afecciones concurrentes. Muchos pacientes con hematoma subdural crónico pertenecen al grupo etario de ancianos, o pacientes con alto riesgo cardiovascular y respiratorio. Por esta razón, decidir una intervención quirúrgica puede aumentar complicaciones. Además de los costos que representan la intervención quirúrgica, se incrementan los costos por complicación postoperatoria. Por todas estas variables se requiere buscar opciones médicas y quirúrgicas que permitan una rápida recuperación y una rehabilitación temprana. Por otra parte, el paciente permanece durante larga estancia hospitalaria mientras adquiere los sistemas de drenaje externo ya que la mayoría son de bajos recursos. Sin embargo, el ácido tranexamico ha demostrado gran Utilidad en la reducción de los hematomas subdurales aún en pacientes en los que se contraindica la intervención quirúrgica4,5,6,7. Por estas razones el objetivo del manuscrito es evaluar las técnicas de drenaje de hematoma subdural crónico asociado al uso de ácido tranexámico en la recuperación de pacientes post-operados en el IAHULA: Mérida-Venezuela. Eneroabril de 2014. Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Materiales y Métodos Se seleccionaron al azar pacientes de ambos sexos en edades comprendidas entre los 32 y 87 años quienes presentaron el diagnóstico de Hematoma Subdural Crónico, unilateral o bilateral. De un total de 22 pacientes, intervenidos durante los meses de Enero a Abril de 2014, con diagnóstico de Drenaje de Hematoma Subdural. A un grupo de 11 paciente intervenidos de la manera clásica, clasificados como Grupo B se les continuó el tratamiento quirúrgico con la colocación de un sistema de drenaje externo tipo JacksonPratt. Procedimiento que comienza colocando al paciente en posición decúbito supino y cabeza en cabezal de herradura realizando asepsia previa colocación de campo estériles. Se hace una incisión en cráneo (punto parietal posterior y kocher) con bisturí número 11 y disección por planos hasta exponer hueso para Craneotomía con trepano (taladro con fresa autobloqueante marca BOSCH GSR 14,4V Professional). Se prosigue a realizar durotomía con bisturí numero 11 previa coagulación con bipolar y seguido de drenaje de hematoma subdural con lavado abundante utilizando inyectadora de 20 cc y 200 cc de solución 0,9% fisiológica hasta evidencia la salida de solución de aspecto claro. Previa ventilación de hemostasia se procede a colocar sistema de drenaje de tipo jackson pratt (drenaje plano de silicona a circuito cerrado, longitud 20 cm ancho 10 mm espesor de 4 mm reservorio de 100 cc. Posterior a este paso se prosigue al cierre de piel y asepsia final. El otro grupo de pacientes calificado como grupo B, también intervenidos de la manera clásica sin colocación de sistema de drenaje posterior al lavado, solo se les continuó el tratamiento postoperatorio con Ácido Tranexámico. El ácido Tranexámico (Ciklocaprom) fue administrado por vía endovenosa periférica con una presentación de ampollas de 500 mg, bajo la posología de un gramo (1gr) diluido en 20 cc de solución fisiológica al 0,9%, cada 12 horas durante 4 días. Ambos grupos fueron evaluados clínicamente y tomograficamente a la semana de intervención. Resultados Los resultados son expuestos en forma prospectiva, transversal y descriptiva. Como material estadístico se utilizaron variables independientes, dependientes e intervinientes, como lo es el drenaje de hematoma subdural crónico, tratamiento, edad, días de hospitalización, escala Glasgow, déficit motor y tacpost, con sus respectivos indicadores.(Tabla 1) Al comparar la recuperación postoperatoria de los pacientes con cirugía de drenaje de Hematoma Subdural Crónico (HSDC) Grupo A (con sistema de Jackson-Pratt) versus el grupo B (Con Ácido tranexámico), se encontró que para el primer grupo, seis (6) pacientes presentaron HSDC derecho (54,5%); tres (3) pacientes presentaron HSDC bilateral (27,3%), y dos (2) pacientes presentaron HSDC izquierdo (18,2%). Mientras que en el grupo tratado con Ácido Tranexámico, el 45,5% presentó HSDC derecho, el 36,4% HSDC bilateral y el 18,2% HSDC izquierdo (Tabla 2, Gráfico 1). Es necesario acotar que de los 22 casos, sólo uno era del sexo femenino (4,5% del total) ubicado en el grupo A. En cuanto a la Escala de Coma de Glasgow (ECGl) preoperatorio observada (Tabla 3, Gráfico 2), se encontró que en el Grupo A (con sistema de JacksonPratt) el mayor porcentaje se ubicó en los pacientes con un valor de 14 en la escala con 36,4% y grupo B (Con Ácido Tranexámico), el mayor porcentaje (45,5%) se ubicó en el valor 13 de la escala, de igual manera, en el Grupo A uno de los pacientes obtuvo el valor Tabla 1. Variables Variable Indicadores Variable independiente Drenaje de Hematoma Hsd c ftp bilateral subdural crónico Hsdc ftp derecho Hsdc ftp izquierdo Variable dependiente Tratamiento Colocación De Jackson Pratt Drenaje Tratados con Ácido Tranexámico Edad 32-87a Días de hospitalización N° de días Glasgow Preoperatorio Postoperatorio Déficit motor Preoperatorio Postoperatorio Variables intervinientes Tac post Tabla 2. Técnicas de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico de acuerdo al Diagnóstico Tratamiento Diagnóstico Total HSDC Bilateral HSDC Derecho HSDC Izquierdo Grupo A Sistema De Jackson-Pratt 27,3% Grupoi B Ácido Tranexámico 36,4% Total % del Total 3 4 7 31,8% 6 54,5% 5 45,5% 11 50,0% 2 18,2% 2 18,2% 4 18,2% 11 100,0% 11 100,0% 22 100,0% c2 = 0,23; p = 0,890. 47 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Gráfico 1. Técnicas de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico de acuerdo al Diagnóstico. Gráfico 3. Escala de Coma de Glasgow (ECGl) Postoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada. Gráfico 2. Escala de Coma de Glasgow (ECGl) Preoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada. Tabla 3. Escala de Coma de Glasgow (ECGl) Preoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada Tratamiento Escala de Coma de Glasgow (ECGl) Preoperatorio 11,00 Grupo A Sistema De JacksonPratt 12,00 1 1 9,1% 9,1% 0 3 Grupo B Ácido Tranexámico ,0% Total 1 % del Total 4,5% 13,00 3 36,4% 5 18,2% 8 18,2% 2 11 18,2% 100,0% 1 11 9,1% 100,0% 3 22 13,6% 100,0% 2 45,5% 4 15,00 4 27,3% 27,3% Total 14,00 6 36,4% 27,3% c = 3,500; p = 0,478. 2 Tabla 4. Escala de Coma de Glasgow (ECGl) Postoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada Tratamiento Escala de Coma de Glasgow (ECGl) Postoperatorio 14,00 Grupo A Sistema De JacksonPratt 0 ,0% 1 15,00 7 63,6% Grupo B Ácido Tranexámico 6 9,1% Total 1 13 % del Total 4,5% 59,1% 54,5% 24,00 3 27,3% 3 27,3% 6 27,3% Total 48,00 1 9,1% 1 9,1% 2 9,1% 11 100,0% 11 100,0% 22 100,0% c2 = 1,77; p = 0,783. más bajo del grupo, 11 en la escala, mientras que el 18,2% se ubicó en el valor máximo de la escala, 15 puntos; y en el grupo B sólo el 9,1% se ubicó en ese valor de la escala. Sin embargo, al evaluar la Escala de 48 Coma de Glasgow (ECGl) postoperatoria observada (Tabla 4, Gráfico 3), se encontró que en ambos Grupos, el mayor porcentaje se ubicó en los pacientes con mejoría total de inmediato a 15 de la escala (63,6% y 54,5% respectivamen- te), un solo paciente en el grupo B (con Ácido Tranexámico), obtuvo una mejoría con 14 puntos en la escala. Sin embargo, igual porcentaje en ambos grupos, obtuvo mejoría a las 24 horas (27,3% respectivamente) y a las 48 horas (9,1% Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Original Tabla 5. Déficit Motor Preoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada Tratamiento Déficit Motor Preoperatorio Sin Déficit Hemiparesia Paraparesia Derecha Grupo A Sistema De JacksonPratt 1 9,1% Grupo B Ácido Tranexámico 1 9,1% Total 2 % Del Total 9,1% 3 0 27,3% ,0% 2 1 18,2% 5 22,7% Total Hemiparesia Izquierda Hemiplejia Derecha Hemiplejia Izquierda Hemiplejia Derecha Izquierda 6 0 0 1 ,0% ,0% 1 1 1 54,5% 4 11 9,1% 9,1% 36,4% 9,1% 9,1% 9,1% 1 10 1 1 2 4,5% 45,5% 4,5% 4,5% 9,1% 100,0% 11 100,0% 22 100,0% c2 = 3,600; p = 0,731. Gráfico 5. Déficit Motor Postoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada. Gráfico 4. Déficit Motor Preoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada. Tabla 6. Déficit Motor Postoperatorio de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada Tratamiento Déficit Motor Postoperatorio Mejoría Inmediata Grupo A Sistema De Jackson-Pratt 4 36,4% Grupo B Ácido Tranexámico 7 63,6% Total 11 % del Total 50,0% Mejoría 24 Horas Total Mejoría 48 Horas 6 54,5% 3 27,3% 9 40,9% 1 9,1% 1 9,1% 2 9,1% 11 100,0% 11 100,0% 22 100,0% c = 1,818; p = 0,403. 2 respectivamente). Al evaluar la mejoría del Déficit motor preoperatorio (Tabla 5, Gráfico 4) entre los grupos A (con sistema de JacksonPratt) y grupo B (Con Ácido tranexá- mico), se observó que la mayoría en ambos grupos (54,5% y 36,4% respectivamente), se ubicó en el déficit motor de hemiparesia izquierda. En la evaluación de la mejoría del Déficit motor postoperatorio (Tabla 6, Gráfico 5) el mayor porcentaje de mejoría inmediata se ubicó en el grupo B (Con Ácido tranexámico) con un 63,6%. La mayoría de los pacientes tratados con sistema de 49 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Tabla 7. Días de Hospitalización de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada Tratamiento Días Menos de 4 días Entre 5 y 8 días 2 Total Más de 8 días Grupo A Sistema De JacksonPratt 7 2 18,2% 63,6% 18,2% 100,0% Grupo B Ácido Tranexámico 0 ,0% 11 100,0% 0 ,0% 11 100,0% Total 2 18 2 % del total 9,1% 81,8% 9,1% 11 22 100,0% c2 = 19,333; p = 0,004. con diferencias estadísticamente significativas con respecto a la variable Tratamiento; mientras que la variable edad no mostró diferencias significativas. Discusión Gráfico 6. Días de Hospitalización de acuerdo a la técnica de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico utilizada Jackson-Pratt, el 54,5%, obtuvo mejoría a las 24 horas. Al describir el número de días de recuperación de los pacientes sometidos a cirugía de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico con sistema de Jackson-Pratt, se encontró un promedio de 8 días con una desviación típica de 8,19. Mientras que el promedio de días de recuperación de los pacientes sometidos a cirugía de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico con el uso de Ácido Tranexámico fue de 6 días con una desviación típica de 0,30. El 100% de los pacientes que se sometieron al tratamiento con Ácido Tranexámico estuvo de 5 a 8 días hospitalizado, mientras que para el 18,2% de pacientes tratados con el sistema de Jackson-Pratt, estuvo menos de cuatro días e igual porcentaje estuvo más de 8 días hospitalizado (Tabla 7, Gráfico 6). Al determinar la diferencia entre el número de días de recuperación de los pacientes sometidos a cirugía de Drenaje de Hematoma Subdural Crónico con el uso de Ácido Tranexámico y la edad de los pacientes; se encontró que la variable días de hospitalización resultó 50 El HSDC no es una entidad homogénea y por tanto su tratamiento no debe encararse de una sola manera para todos los casos. Si bien se puede optar por pautas generales de tratamiento, el mismo debe ajustarse a cada caso. Los datos obtenidos coinciden con la literatura en el hecho de que el HSDC es más frecuente en el sexo masculino y en la población de adultos mayores con una edad promedio que oscila la década de los setenta13,19. Partiendo del análisis descriptivo y de acuerdo a los objetivos planteados, se encontró que la mayoría de los pacientes con cirugía de drenaje de Hematoma subdural crónico son del área derecha, tanto en el Grupo A (con sistema de Jackson-Pratt) como en el grupo B (Ácido tranexámico), las referencias reportan mayor incidencia de los bilaterales12,13,14,15. El presente estudio mostró el predominio masculino (99,5%) y el 50,0% de los hematomas se produjo en el lado derecho, seguido por los casos bilaterales (31,8%). Es poco probable que sea coincidencia, que los hombres son más propensos a sufrir lesiones en la cabeza que las mujeres. Los resultados funcionales postoperatorio fueron satisfactorios en el 59,1% comparado con los obtenidos en la escala Glasgow preoperatorio donde más del 50% de los casos no superaban el valor 13 de la escala. En el presente estudio, el síntoma más común fue hemiparesia izquierda (45,5%), seguido de hemiparesia derecha (22,7%). El tratamiento con Ácido Tranexámico obtuvo resultados satisfactorios en el 63,6% de los casos de manera inmediata y en el 27,3% a las 24 horas; caso contrario a los resultados obtenidos con el sistema de Jackson-Pratt, donde el 54,5% obtuvo mejoría a las 24 horas. De igual manera la relación entre días de hospitalización y tratamiento dio significativa. Estos resultados permiten destacar que el tratamiento con Ácido Tranexámico ofrece una tasa de resolución aceptable, con menor número de complicaciones, mortalidad y secuelas, permitiendo también disminuir el tiempo de ingreso hospitalario, por lo que debería considerarse como tratamiento inicial de pacientes con hematomas subdurales crónicos. Conclusiones El HSDC es una entidad considerada como “benigna”, pero si no se diagnostica y resuelve de forma correcta y en tiempo útil, puede producir una mortalidad superior al 10%. La técnica de craneostomía tiene importantes ventajas ante esta condición por ser un procedimiento sencillo, rápido y de tasas de complicaciones bajas, sin embargo con el uso de ácido tranexámico como terapia complementaria se obtiene una mejoría más temprana del déficit motor (a las 24 horas), recuperaciones rápidas y sin complicaciones ni reacumulación del hematoma. De ese modo se disminuye la morbilidad por hematoma subdural crónico (HSDC), cuyo reto se debe alcanzar en todo centro neuroquirúrgico, en el que pueden influir el diagnóstico Artículo Original precoz y la adecuada selección para el tratamiento quirúrgico. El Ác. Tranexámico es una herramienta asertiva asociada al tratamiento postoperatorio del hematoma subdural crónico ya que actúa inhibiendo la fibri- Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 nólisis enzimática; que es la base de la fisiopatología de la enfermedad, considerándolo una ventaja al tratamiento postoperatorio inmediato, e incluso en aquellos pacientes con contraindicación de cirugía que cursan con esta patología, ha demostrado resolución de la misma. Recibido: 22 de enero de 2016 Aceptado: 04 de marzo de 2016 Bibliografía 1. Perel P, Kawahara T, Roberts I, Shakur H. Effect of tranexamic acid in traumatic brain injury: a nested randomised, placebo controlled trial (CRASH-2 Intracranial Bleeding Study). BMJ. 2011. 343. d3795. ISSN 1468-5833 DOI: 10.1136/bmj.d3795. 2. Kageyama H, Toyooka T, Tsuzuki N, Oka K. Nonsurgical treatment of chronic subdural hematoma with tranexamic acid. J Neurosurg. 2013 Aug;119(2): 332-7. doi: 10.3171/2013.3.JNS122162. Epub 2013 May 3. 3. 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Fax: 0058-0274-2403282. 51 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Cavernomatosis múltiple y aneurisma cerebral trombosado: una asociación inusual Cavernous haemangioma multiple and brain aneurysm thrombosed: an unusual association Ariel Bravo1, Omar Urquizu2, Emilio Pelleriti2, Raúl Otoya3, Ricardo Vidal Moyano4 1 Residente de neurocirugía. 2 Neurocirujano infantil. 3 Neurólogo infantil. 4 Jefe de servicio de neurocirugía Servicio de Neurocirugía, Hospital Pediátrico Dr. Humberto Notti, Mendoza, Argentina. Rev. Chil. Neurocirugía 42: 52-61, 2016 Resumen Los cavernomas son malformaciones angiográficamente ocultas, pueden ser únicos o múltiples y esporádica o familiar. Suelen asociarse a otras malformaciones vasculares como las anomalías de drenaje venoso, sin embargo no es habitual su asociación con aneurismas cerebrales. Los aneurismas son malformaciones evidenciables en angiografía, sin embargo cuando se encuentran trombosados puede dificultarse su diagnostico, observándose en algunos casos como lesiones pseudotumorales. Nuestro objetivo es exponer una rara asociación entre cavernomatosis múltiple y aneurisma cerebral trombosado en un paciente pediátrico. Presentamos una paciente de 2 años de edad con diagnóstico de cavernomatosis múltiple y aneurisma cerebral trombosado. Se realiza una revisión de la literatura de ambas entidades y su rara asociación, mediante una búsqueda exhaustiva en la base de datos de PUBMED Y COCHRANE utilizando las siguientes palabras claves: Cavernous angioma. Familial cavernomatosis. Hemorrhagic stroke. Multiple cavernomatosis. Cerebral aneurysm. Thrombosed aneurysm. Se discute la epidemiologia, diagnóstico y manejo quirúrgico de la cavernomatosis múltiple y sus asociaciones, preconizando fundamentalmente la evaluación pre quirúrgica de estos pacientes. No encontramos ningún caso de asociación entre cavernomatosis múltiple y aneurismas en nuestra revisión bibliográfica. Dado que se pueden presentar como lesiones pseudotumorales, la tomografía computada, resonancia magnética y la angiografía cerebral son métodos fundamentales para llegar a un diagnostico prequirúrgico certero. La indicación quirúrgica debe ser evaluada individualmente en cada paciente, y se debe realizar un seguimiento clínico-imagenologico. Palabras clave: Cavernomatosis múltiple familiar, Aneurisma cerebral. Abstract Cavernomas are angiographically occult malformations may be single or multiple and sporadic or familial. Usually associated with other vascular malformations such as venous drainage anomalies, however it is not common its association with brain aneurysms. Aneurysms are into evidence malformations in angiography, however when they meet their diagnosis can be difficult thrombosed observed in some cases as pseudotumoral injuries. Our goal is to present a rare association between multiple cavernous haemangioma and thrombosed cerebral aneurysm in a pediatric patient. We present a patient 2 years old diagnosed with multiple cavernous haemangioma and thrombosed cerebral aneurysm. A review of the literature of both entities and its rare association is done through an exhaustive search in the database PUBMED and COCHRANE using the following keywords: Cavernous angioma. Familial cavernous haemangioma. Hemorrhagic stroke. Multiple cavernous haemangioma. Brain aneurysm. Thrombosed aneurysm. The epidemiology, diagnosis and surgical management of multiple cavernous haemangioma and their associations is discussedessentially advocating the presurgical evaluation of these patients. No case of association between multiple cavernous haemangioma and aneurysms in our literature review. Because can be presented as pseudotumoral lesions, computed tomography, magnetic resonance imaging and cerebral angiography are fundamental 52 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Reporte de Casos methods to reach an certain diagnosis preoperatively. The surgical indication should be evaluated individually for each patient, and should be performed a clinical-imaging follow-up. Key words: Family multiple cavernomatosis. Brain aneurysm. Introducción Las malformaciones cavernosas (MCs), también conocidas como angiomas cavernosos o cavernomas, son malformaciones vasculares hamartomatosas de origen congénito formadas por sinusoides dilatados que dan forma de mora o caverna, con paredes constituidas por un endotelio de tejido conjuntivo sin fibras elásticas ni musculares y sin tejido nervioso interpuesto. La mayoría están presentes al nacimiento, originándose entre la 3ra y 8va semana de gestación. Pertenecen al grupo de las malformaciones angiograficamente ocultas, junto con las telangiectasias, defectos de drenaje venoso y MAVs de bajo flujo1,2. Se caracterizan por contener sangre en diferentes estadios de evolución1,2,3,4,5. En la literatura neuroquirúrgica, estas anomalías vasculares comenzaron a estudiarse en mayor profundidad en los últimos 25 años, aunque históricamente se han reportado casos desde 18005. El primer caso de angioma cavernoso descrito se atribuye a Luschka en 18546 y la incidencia familiar de estas lesiones fue descrita por Kufs en 19284,6. La introducción de la resonancia magnética (RM), aumentó su posibilidad diagnostica y permitió conocer mejor su historia natural4,6,7,8,9,10,11. Se estima una frecuencia del 0,4-0,8% en la población, tanto por estudios de autopsia como resonancia1,2,12,13,14; una cuarta parte de las MC afectan a pacientes pediátricos15,16, en los que estas malformaciones representan 1,7 a 18% de las malformaciones vasculares17, considerándose la segunda malformación vascular en frecuencia después de las MAVs4,6. En el grupo de edad pediátrica, las MCs se han reportado como una de las principales causas de la hemorragia cerebral18 y la malformación cerebrovascular más común tratada quirúrgicamente17,19,20. Pueden ser únicos o múltiples, y de presentación esporádica o familiar. Los angiomas cavernosos múltiples suelen ser de presentación familiar, aunque también se evidencian en el 20% de los casos como esporádicos. En las formas familiares, el modo de transmisión es autosómico dominante y se han descrito hasta ahora tres genes implicados21,22,23. Las lesiones son predominantemente supratentoriales y el síntoma más frecuentemente detectado son las crisis epilépticas, aunque también pueden producir síntomas por hemorragia cerebral24,25,26. Se han encontrado otras malformaciones asociadas a los angiomas cavernosos, como son las telangiectasis, anomalías del drenaje venos y MAVs trombosadas, pero no se reportó en la literatura hasta el momento ningún caso de cavernomatosis múltiple asociada con aneurismas cerebrales, por lo cual presentamos el caso de una paciente de 2 años de edad con tal entidad que fue evaluada y tratada en nuestro equipo. Se realiza una extensa revisión de la literatura. Presentación de caso clínico Paciente de 2 años de edad de sexo femenino que consulta en guardia de clínica pediátrica por presentar crisis parciales motoras secundariamente generalizadas de 25 minutos de duración. Se realiza una TC de cerebro de urgencia (Figura 1), donde se evidencia múltiples lesiones hiperdensas redondeadas de bordes bien definidos en el lóbulo temporal derecho. Se indica dexametasona y difenilhidantoina, la cual se debe ascender a 7 mg/kg/día para controlar las crisis. En la RM de cerebro (Figura 2) se observa múltiples imágenes heterogéneas en su mayor proporción hiperintensas espontáneamente en T1 y T2 con bordes definidos y con mínimo edema perilesional, ubicadas a lo largo de todo el lóbulo temporal derecho. Las mismas tienden a aglomerarse y realzan escasamente con el contraste sobre todo la lesión de mayo tamaño. Bajo la presunción diagnostica de una lesión neoplásica vs cavernomatosa se decide intervenir quirúrgicamente. Se realiza exeresis quirúrgica guidada por neuronavegación (Figura 3), mediante un abordaje transilviano. En el acto operatorio se Figura 1. TC de cerebro pre quirúrgica donde se evidencia imagen hiperdensa heterogénea polilobulada localizada en lóbulo temporal derecho. 53 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 2. RM de cerebro: lesión heterogénea polilobulada hiperintensa en T1 y T2, en lóbulo temporal derecho con escaso realce con gadolinio. Anillo hipointenso perilesional en T2. Figura 3. Fotografía intraoperatoria de reconstrucción trimidensional de la lesión por sistema de neuronavegacion, y abordaje quirúrgico e imagen después de la resección total de la lesión. constata múltiples lesiones de apariencia cavernomatosa, con abundante hemosiderina y una tumoración solida redondeada de coloración grisácea con paredes lisas y bordes bien definidos. Dado la sospecha macroscópica de una aneurisma trombosado se diseca hasta encontrar el pedículo vascular, donde se coloca un clip vascular. El procedimiento resulta sin complicaciones, logrando una resección total (Figura 3). En el postoperatorio la paciente presenta una nueva crisis parcial motora la cual se logra controlar con levetiracetam, luego de lo cual evoluciona favorablemente, sin déficit neurológico evidenciable al examen físico. El estudio anatomopatologico revela lesiones compatibles con malformación 54 cavernomatosa y aneurisma cerebral. En la RM de cerebro un mes después de la cirugía se constata ausencia de recurrencia de la enfermedad (Figura 4). Actualmente se encuentra en tratamiento anticonvulsivante libre de crisis. Discusión Epidemiologia, etiopatogenia y formas de presentación Los angiomas cavernosos se encuentran presentes en el 0,4-0,8% de los individuos4,27,28 y constituyen del 1,8 al 18% de todas las malformaciones vasculares cerebrales en la infancia29,30,31,32,33,34. Los primeros síntomas suelen manifestarse en la edad adulta Figura 4. RM postquirúrgica con contraste 1 mes después de la resección, donde se observa exeresis total de la lesión sin evidencia de residuo ni recidiva lesional. en el 60% de los casos, sin embargo, su inicio en la infancia es frecuente (entre un 25-30% de los casos)2,3,35. Si bien se han reportado casos de MCs en todas las edades, incluyendo la etapa prenatal y neonatal; rara vez aparecen antes del primer año de vida36. La edad media de presentación pediátrica es de 9-10 años17, aunque también se ha reportado una presentación bimodal en los períodos de edad entre 1 y 3 años y 11 y 16 años1,44,45. La incidencia no varía de acuerdo al sexo, aunque algunos autores han reportado un predominio femenino en pacientes muy jóvenes y un predominio masculino en los casos de la columna vertebral46. Las MCs pueden estar presentes desde el nacimiento (congénitas), o desarrollarse después del nacimiento (adquiridas), generalmente secundarias a trauma o radiaciones ionizantes. La mayoría de los cavernomas son causados por una mutación genética. Se han descripto tres genes implicados hasta el momento: 7q21.2 (C1), 7p15-p13 (C2), 3q25.2-q27 (C3). La mutación genética puede ocurrir en un individuo por primera vez (forma esporádica) o ser heredad de sus padres (forma familiar)4,6,35. Los cavernomas esporádicos suelen ser solitarios, presentándose después del nacimiento; aunque se han descripto casos de cavernomatosis múltiple hasta en un 15% de los casos esporádicos. Las personas con cavernoma esporádico tienen la misma posibilidad de tener descendencia con esta malformación que el resto de la población general. Por su parte, la forma familiar se produce por transmisión autosómica dominante, con penetrancia incompleta y expresión variable47,48. Estos individuos tienen altas posibilidades de desarrollar cavernomas múltiples y tienen un 50% de posibilidades de transmitir la mutación a cada hijo. Reporte de Casos Suelen haber múltiples miembros de la familia afectados, por lo cual se recomienda estudiar con RM a los familiares de primer grado1,2,3. La incidencia de la forma familiar es cerca del 20%, afectando principalmente a la población de origen hispana. Nuestra paciente se ubica en grupo etario del primer pico bimodal, es de sexo femenino y aún queda pendiente estudiar a los familiares. Distribución en el SNC Las MCs se pueden localizar en cualquier compartimiento del sistema nervioso central11, siendo los CM intracraneales supratentoriales los más frecuentes (79,4% de los casos), mientras que los intracraneales infratentoriales representan el 20,6% y las lesiones espinales intramedulares son menos del 5%17,32,41,46. En el compartimento supratentorial, la región frontal es la localización más frecuente de los MCs en las series pediátricas, seguido del lóbulo temporal y parietal17,43,44. En nuestro caso la localización fue a nivel del lóbulo temporal. De los cavernomas Infratentoriales el 60% se ubica en el tronco cerebral y el 40% en el cerebelo. De hecho, las MCs tronco cerebral son la forma más frecuentemente de fosa posterior en niños, sobre todo en la protuberancia, donde se localiza el 68 a 77% de las lesiones17,40,45. Otros lugares poco comunes de las MCs intracraneales en la edad pediátrica son los ganglios de la base, el quiasma óptico, el hipotálamo, el cuerpo calloso, placa cuadrigémina y la región pineal17,32. Las MCs interventriculares también son lesiones poco frecuentes y representan aproximadamente el 4% de los casos pediátricos17,49. Se ha reportado además, un cavernoma subependimario periventricular, con crecimiento secundario dentro del ventrículo50. Las MCs Intracraneales extraaxiales son lesiones muy raras en la edad pediátrica. Se reportaron casos ubicados en fosa media y región paraselar51,52. A nivel raquídeo en la serie pediátrica de Aciarri et al1 el 55% fueron lesiones intramedulares, 15% intradural extramedular y el 10% epidural. Las MCs intramedulares representan del 3,8-4,5% del SNC cavernomas pediátricos17. El segmento torácico es el más frecuentemente afectado10,22,73,74. La coexistencia de lesiones espinales e intracraneales Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 puede ocurrir en 42-47% de los pacientes con MC múltiple53, con una edad más temprana de presentación12. Comportamiento biológico Las MCs se caracterizan por ser cuadros clínicos-radiológicos dinámicos, debido a su tamaño cambiante con el tiempo como resultado del sangrado repetitivo. Este comportamiento dinámico ha sido bien documentado por Zabramski et al.54, que informó de la formación de novo de las MCs con una frecuencia de 0,4 lesiones nuevas/ paciente / año. El comportamiento de crecimiento de las MCs en los niños parece ser más agresivo que en los adultos. El tamaño varía según la literatura, entre 0,1-11 cm en su diámetro mayor, y las lesiones más grandes generalmente se reportan en la población pediátrica (en promedio: 7,3 cm en niños vs 2-3 cm en adultos)57. El tamaño medio es menor al aumentar la edad. Esto probablemente se explica por la mayor tendencia de las lesiones a sufrir cambios quísticos y cierta regresión de la lesión después del sangrado (2-4 veces más frecuentemente que en los adultos). La tendencia de crecimiento de las MCs es parabólica, en lugar de lineal, un crecimiento inicial de la lesión que convierte al cavernoma en sintomático y detectable mediante estudios de imagen, es generalmente seguido por una fase de reposo, donde los cambios en el tamaño son solamente sutiles y hasta una tendencia involutiva es posible55. En el caso de las MCs medulares el pronóstico funcional en niños parece mejor que en los adultos, aunque el cuadro neurológico en la presentación clínica parece más grave en pacientes pediátricos17. Manifestaciones clínicas La mayoría de los cavernomas son sintomáticas, sin embargo se ha determinado que los asintomáticos (incidentales) puede variar entre un 13,6-20%. El comportamiento clínico de estas lesiones dependerá de su tamaño, numero, ubicación, presencia de hemorragia o no y edad del pacientes, sin embargo tanto en adultos como en niños la principal manifestación clínica, independientemente los factores antes mencionados, son las crisis convulsivas. La segunda manifestación en frecuencia en niños es el sangrado de la lesión con hipertensión endocraneana (27,3%), a diferencia de los adultos en los que es el déficit neurológico focal. Se ha evidenciado que a menor edad mayor riesgo de hemorragia, siendo 2-3 veces más frecuentes en niños. La incidencia de hemorragia sintomática de las MCs en los niños ha sido informada de 27,3 a 78%, en comparación con 8-37% para los pacientes adultos. El déficit focal y la cefalea son menos frecuentes en pediatría (16,4% y 10% respectivamente)17,32,37,45. 1) Epilepsia: Se considera que las MCs son lesiones sumamente epileptogenicas y con riesgo de generar epilepsia refractaria, debido al depósito de hemosiderina y pigmentos de hierro con la posterior gliosis reactiva perilesional2. La incidencia de crisis convulsivas como primer síntoma de presentación en niños con MCs varía entre 16-70% de los casos1,17,45, mientras que en adultos es del 30-40%10,11. Los pacientes con cavernomas cortico-subcorticales, principalmente con localización en el lóbulo temporal en proximidad al sistema límbico así como los que tienen lesiones múltiples tienen mayor riesgo de epilepsia12. Las crisis más frecuentes son las parciales, que pueden tener generalización secundaria, siendo raro las convulsiones generalizadas como manifestación inicial. La tasa de riesgo de convulsiones antes del tratamiento en los pacientes con un diagnóstico de cavernoma pero sin epilepsia anterior se ha estimado que varía entre 1,34-2,4%/ paciente/año11,12, mientras que la tasa de riesgo para nuevas convulsiones en pacientes con una historia previa de epilepsia de las MCs es del 5,5%/paciente/año12. Los pacientes con MC y epilepsia de larga data, especialmente cuando las crisis iniciaron en la infancia, pueden tener una amplia difusión de focos epileptógenos que puede llevar a epilepsia refractaria. Por otro lado, en los pacientes tratados quirúrgicamente la suspensión de la terapia anticonvulsiva se logra más fácilmente. Existen factores que van a influir en el resultado del tratamiento. Los factores favorables son: convulsiones de menos de 1-2 años de evolución, crisis de inicio unifocal, con foco epileptógeno contiguo a la lesión y crisis única. Los factores desfavorables son: localización en lóbulo temporal, sexo femenino e inicio de las crisis antes de los 30 años2. Es de suma importancia la localización 55 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 del foco epileptogeno, sin embargo, paciente con la misma lesión y misma localización tienen una evolución clínica y convulsiva distinta, debido a la predisposición genética propia de cada individuo desarrollar convulsiones. El foco epileptogeno puede estar localizado adyacente a la malformación o a distancia (las estructuran límbicas suelen "aprender" a convulsivar y convertirse en focos epileptogenos secundariamente). También puede haber lesiones duales o multifocales, sobre todo en cavernomatosis múltiple. 2) Hemorragia: La hemorragia es la segunda manifestación en los cavernomas pediátricos. Hay 3 tipos de sangrado: hemorragia mínima intralesional a repetición (suele ser subclínica pero los sangrados a repetición pueden generar daño neuronal adyacente, lo cual puede dar lugar a trastornos de conducta y dificultades en el aprendizaje), hemorragia abundante intralesional (produce un aumento abrupto de tamaño de la lesión con efecto de masa intracraneal), y hemorragia manifiesta intra-extralesional (puede producir clínica de HTEC o crisis convulsivas)2. Hemorragia masiva de las MCs produce cuadros clínicos severos, con cefalea y déficits neurológicos agudos, en casi una cuarta parte (22,7%) de los casos pediátricos17. Hemorragia aguda de un cavernoma supratentorial se tolera mejor en los niños que en los adultos. Por el contrario, la hemorragia infratentorial es a menudo responsable del síndrome HTEC aguda, requiriendo procedimientos quirúrgicos de emergencia en muchos casos. La tasa de riesgo anual de sangrado sintomático de los cavernomas, sin distinción de lugar o grupo de edad, ha sido estimada en 3,1%/lesión/año12, La tasa de riesgo anual de hemorragia asintomática MCs ha sido estimada en 1-2%/lesión/año11,54. En cuanto al ta- maño las lesiones de 1 cm o más de diámetro tienen una mayor tendencia a causar síntomas. Entre los cavernomas infratentoriales, las lesiones del tronco cerebral presentan un mayor riesgo de hemorragia sintomática, con una tasa estimada de 5%/pacientes/año, y un índice de resangrado del 21%2. El cuadro clínico de hemorragia suele ser severa en el inicio, sin embargo suele mejorar de forma espontánea. Por lo tanto, algunos factores de riesgo de sangrado son: múltiples cavernomas, sexo femenino, localización infratentorial, hemorragia previa. 3) Otras manifestaciones menos frecuentes: La cefalea asociada con otras características clínicas se puede observar en un tercio de los pacientes, independientemente de su ubicación supra o infratentorial o evidencia radiológica de hemorragia aguda10,36,45. Sin embargo, la cefalea aislada como síntoma revelador de las MCs ha sido reportada en sólo el 2,8% de los pacientes pediátricos. Generalmente forma parte de un cuadro clínico de HTEC, que se observa en 20,1% los cavernomas. En 5,4% de los casos pediátricos que se debe a un efecto de masa pseudotumoral de los angiomas cavernosos17. La cefalea recurrente se reportó en el 27,5% de los casos al momento del diagnóstico, y en el 5% fue el único síntoma que condujo a la imagen cerebral. Como antes mencionamos los trastornos de conducta y dificultades en el aprendizaje pueden ser expresión de los sangrados mínimos intralesionales a repetición, en algunas series se las considera incluso más frecuentes que las convulsiones en este tipo de sangrado2. Nuestra paciente presentaba múltiples cavernomas de diferentes tamaños ubicados en el área temporoparietal derecha, presentó una crisis parcial se- cundariamente generalizada única que se controló con medicación anticonvulsivante. Sin embargo repitió una nueva crisis postoperatoria que se logró controlar con otro fármaco anticonvulsivante. Actualmente se encuentra en tratamiento anticonvulsivante libre de crisis. Características imagenológicas 1) Ecografía transfontanelar: El ultrasonido puede ser útil en la detección de masas intracraneales o hemorragia en los recién nacidos y los niños pequeños con fontanela permeable, pero no son específicos para el diagnóstico de estas malformaciones vasculares. 2) Angiografía digital: Por lo general las MCs son de bajo flujo, por lo cual, en la literatura, han sido llamados lesiones "angiográficamente ocultas", aunque algunos cavernomas gigantes puede producir signos indirectos de un espacio vascular o puede exhibir estancamiento venoso de fase tardía. Hipervascularidad y un efecto de masa se han reportado para cavernomas extra-axiales, imitando la imagen angiográfica de meningiomas u otros tumores de la base craneal1. 3) Tomografía computada: Entre las herramientas de diagnóstico, tomografía computarizada merece especial atención, ya que por lo general es el primer estudio de emergencia que se realiza. Si bien es menos sensible y específica que la RM en el diagnóstico de las MCs, muestra claramente lesiones hemorrágicas. Los hallazgos que se pueden encontrar en una TC en pacientes con MCs son: lesiones hipodensas rodeadas de un halo de mayor densidad con fragmentos de calcio y ausencia o mínimo edema perilesional y efecto de masa, no realzan con el contraste (estas lesiones pueden confundirse con un tumor); presencia Clasificación de Zambranski por RM: Tipo Características en T1 Características T2 I Centro hipointenso Centro hiper o hipointenso con anillo hipointenso II Centro con señal mixta reticulada Centro con señal mixta reticulada y anillo hipointenso III Iso o hipointenso Hipointenso con anillo hipointenso que magnifica el tamaño de la lesión principalmente con secuencia Eco gradiente T2 IV Escasamente o no visualizado Escasamente o no visualizado, con lesiones puntiformes hipointensas en secuencia eco gradiente 56 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Reporte de Casos de hemorragia franca con edema perilesional y un centro iso o hipodenso (cavernoma)2. la cirugía y para algunos autores la radiocirugía. La indicación quirúrgica depende principalmente del equilibrio entre las ventajas y los riesgos de la cirugía. Se ha determinado por consenso, que la cirugía no está indicada para las MCs asintomáticas, especialmente aquellas de localización profunda o en áreas elocuentes1,2,10,11,17. Sin embargo, las lesiones asintomáticas en niños requieren especial atención, ya que su historia natural es menos predecible, y suele ser más agresivo con respecto a la hemorragia y el crecimiento que en los adultos57. Para las MCs sintomáticas (incluyendo las crisis convulsivas) y para lesiones asintomáticas que presentan una progresión radiológica relevante, el tratamiento ideal es la exéresis quirúrgica total. En el caso de cavernomas múltiples, la cirugía debe ser dirigida a la lesión sintomática. La extirpación quirúrgica temprana de los cavernomas que causan convulsiones puede ofrecer un tratamiento curativo de las crisis, así como la prevención de la discapacidad psicosocial en pacientes en tratamiento médico a largo plazo y elimina el riesgo de déficit neurológico por el crecimiento o sangrado de la lesión. Además la cirugía puede mejorar la eficiencia de la terapia anticonvulsiva en pacientes con epilepsia refractaria2. La eliminación de la MC a través de un simple lesionectomía puede dar buenos resultados en el control de las crisis cuando hay concor- 4) Resonancia magnética: Tanto en niños como en adultos, la mejor herramienta de diagnóstico para la detección de MCs es la RM. Los cavernomas presentan un aspecto característico halo hipointenso con un centro heterogéneo en secuencia T2 de la RM, que es casi patognomónico10,11,54. Zabramski et al.98, propuso una clasificación radiológica en 4 tipos, con el fin de determinar la evolución clínica de los pacientes sobre la base de la imagen de RM. Mottolese et al.57, propuso una nueva clasificación radiológica de las MCs pediátricas, en base a las características de la señal y morfología de los cavernomas en la RM y cuadro clínico. En este estudio se observa que los síntomas de los cavernomas no siempre están relacionados con sus dimensiones, y las dimensiones del halo que rodea a la lesión no están necesariamente relacionados con un mayor riesgo de convulsiones57. Manejo terapéutico e indicaciones quirúrgicas: 1) Indicaciones quirúrgicas: En los niños, al igual que en los adultos, las opciones terapéuticas para el manejo de los cavernomas del SNC incluyen la observación clínico-radiológica, el tratamiento antiepiléptico, dancia entre el sitio de la lesión epileptógena, la semiología clínica y el EEG interictal2,57. También se recomienda la exeresis de la cápsula de hemosiderina que rodea al cavernoma, a fin de evitar posibles convulsiones persistentes de la acción irritante de las sustancias derivadas del hierro58. Por otro lado, la extensión de la cirugía también puede estar influenciada por la amplia difusión de los focos epiléptogenicos asociado con la malformación. En este caso, se recomienda realizar estudios neurofisiológicos preoperatorios para planificar mejor el procedimiento quirúrgico. Una mención especial se debe hacer para los cavernomas ubicados profundamente o en áreas elocuentes, donde está indicada la observación y no se recomienda la cirugía, a menos que se produzca un sangrado importante con riesgo de vida del paciente. Sin embargo, la morbilidad quirúrgica puede ser relevante cuando se interviene quirúrgicamente en estas áreas. En cuanto a las lesiones infratentoriales, la cirugía también debe considerarse en niños que muestran cavernomas cerebelosos sintomáticos antes de que causen deterioro clínico57. Por el contrario, la cirugía de los cavernomas de tronco cerebral debe considerarse sólo en caso de deterioro clínico progresivo, con evidencia radiológica de efecto de masa y/o signos de resangrado, sobre todo si se encuentran contiguos la superficie pial o ependimaria, ya que su Escala ROMU para angiomas cavernosos (Rodríguez Murillo et al) ROMU SÍNTOMAS LOCALIZACIÓN TRATAMIENTO MONITOREO A Asintomático (incidentales) Cualquiera Conservador Ninguno B Epilepsia C Hemorragia B1 Cualquier lóbulo, excep- Tratamiento médico + lesio- Corticografía to lóbulo temporal y área nectomia elocuente B2 Área elocuente o Núcleos Sólo tratamiento médico con o Corticografía + mapeo de la base sin lesionectomia cerebral B3 Lóbulo temporal B4 Lóbulo temporal más epi- Tratamiento médico + lesio- Corticografía lepsia refractaria nectomia + resección de tejido adyacente y corticetomia C1 C2 Todos lo lóbulos y cerebelo Lesionectomia + evacuación Ninguna del coagulo Área elocuente y NB Mapeo cerebral C3 Tronco cerebral Tratamiento médico + lesionec- Corticografía tomia + corticetomia + Amigdalohipocampectomia Potenciales evocados 57 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 resección puede llevarse a cabo sin infringir sobre el tejido neural normal17,57. Rodríguez Murillo et al2, ha diseñado una escala denominada ROMU, para la toma de decisiones en el tratamiento de cavernomas: 2) Aspectos técnicos quirúrgicos: Es fundamental el posicionamiento adecuado de los pacientes, evitando los cabezales con pines en recién nacidos y los niños pequeños. Se debe proteger las zonas de decúbito con almohadillas suaves. Se debe realizar un abordaje microquirúrgico, utilizando la vía más segura para el paciente, de acuerdo a la ubicación de la lesión17,57,43,50. Como varios autores nosotros preferimos la posición prona o Concorde para las lesiones infratentoriales, debido al riesgo de los una embolia gaseosa intravenoso e inestabilidad hemodinámica. En abordajes a fosa posterior sugerimos la craneotomía en lugar de la craniectomía, para disminuir el riesgo de fistula de LCR y pseudomeningocele. La fijación ósea se debe hacer con material reabsorbible. Cuando está indicada la exeresis de MCs de tronco, algunos autores sugieren un abordaje subtemporal transtentorial para las lesiones ubicadas en la superficie anterolateral del mesencéfalo40, un abordaje supracerebeloso infratentorial para las lesiones de la región pineal o placa cuadrigeminal. En los cavernomas pontinos se ha sugerido el abordaje subtemporal transpetroso o retrosigmoideo cuando se localizan en la región anterolateral protuberancial68. Los cavernomas pontinos de ubicación posterior, sobre todo si están contiguas a la superficie ependimaria del piso del cuarto ventrículo, puede ser resecado por un abordaje suboccipital telovelotonsilar17,57,40, aunque la morbilidad quirúrgica que afecta el piso del cuarto ventrículo es considerable. Los abordajes retromastoideo y suboccipital también son las vías quirúrgicas empleadas para los cavernomas cerebelosos. Desde un punto de vista quirúrgico, siempre se debe intentar resecar la totalidad de la lesión con el fin de eliminar el riesgo resangrado de los restos o recidiva de la lesión, lo cual puede causar una hemorragia sintomática recurrente en 25% de los casos tratados quirúrgicamente1. Se debe tener precaución con las anomalías venosas asociadas, a fin de evitar el infarto regional. La 58 exeresis de los angiomas cavernosos suele ser más fácil cuando el sangrado es reciente y hematoma perilesional aún no ha organizado. Los cavernomas corticales y subcorticales deben eliminarse mediante una corticotomía lo más pequeña posible o a través de un surco. En el caso de lesiones profundas y pequeñas que no tienen expresión cortical se puede utilizar, si se dispone, la neuronavegación y/o ecografía intraoperatoria. El uso del neuronavegador puede ayudar además, en la planificación del abordaje quirúrgico más adecuado y menos invasivo58. La tractografia y el monitoreo electrofisiológico intraoperatorio son herramientas de suma utilidad para la planificación prequirurgica y la cirugía respectivamente, en lesiones ubicadas en áreas elocuentes57,58. El monitoreo con potenciales evocados motores y de tronco son obligatorios para la exeresis de cavernomas de tronco59. La neuroendoscopía es utilizada por algunos cirujanos para la exéresis de cavernomas intraventriculares, para inspeccionar cuidadosamente las estructuras neuronales profundas no adecuadamente visibles en el campo del microscopio y para el control de la cavidad después de la exeresis de la lesión44. Radioterapia y cavernomas La radioterapia es el factor externo más consistente relacionado con la génesis de estas malformaciones vasculares2. Se reportan en la literatura reciente, casos de cavernomas cerebrales tras la administración de radioterapia craneal para tratamiento de tumores del SNC60,61. No parece haber relación entre la dosis de radiación y la génesis de la MC, y no está claro si la quimioterapia asociada está implicada en la génesis de estas. El período de latencia entre la radiación y el diagnóstico radiológico de las MCs oscila desde 1,1 hasta 23 años62. En un estudio de 59 niños con antecedente de meduloblastoma y posterior radioterapia, Lew et al.62, observó la aparición de cavernoma intracraneal en 18 pacientes (31%), con una mediana de tiempo entre la radioterapia y la detección de lesiones de 6,6 años. En este grupo de estudio, la incidencia de la formación del cavernoma a los 3, 5 y 10 años fue de 5, 6, 14 y 43%, respectivamente, con un período de seguimiento promedio de más de 7 años. Por esta razón, se recomienda el seguimiento con RM hasta 15 años después de la irradiación cerebral durante la infancia. Existen dos teorías por las cuales la radiación se asocia a la aparición de las MCs64: 1) Puede influir en el crecimiento de un cavernoma preexistente oculto, induciendo una hemorragia intrínseca, y por lo tanto su presentación clínica y radiológica. 2) Daño en el ADN a las células del tejido vascular en respuesta a la radiación. Ambos mecanismos patogénicos implican un efecto de la radiación sobre las estructuras vasculares, generando hiperplasia del endotelio, hialinización y necrosis fibrinoide de las paredes vasculares y la formación de telangiectasias hemorrágicas64. El riesgo de hemorragia de la malformación cavernomatosa radio-inducida en niños parece ser mayor que en las lesiones espontaneas, con una tasa de sangrado de más de 50%63. Malformaciones y patologías asociadas: a) Anomalias del drenaje venoso: La asociación de las MCs cerebrales con anomalías venosas es bien conocido. Se ha reportado una alta incidencia en pacientes con cavernomas de tronco cerebral y espinal. La coexistencia de los CM con anomalías venosas puede variar, dependiendo de las series publicadas, desde 2,1 hasta 100% de los casos65. Sin embargo, en las imágenes de RM preoperatoria de cavernomas, las anomalías venosas se han descrito en sólo el 7,6% de los casos pediátricos. Por lo tanto, podemos concluir que las anomalías son más frecuentemente diagnosticadas en el acto operatorio que en las imágenes. Datos recientes en la literatura apoyan la hipótesis de que los cavernomas y las malformaciones venosas son 2 entidades distintas, con diferentes mecanismos patogénicos. Sin embargo Porter et al.65, sugiere que las anomalías de drenaje venoso influyen en la recurrencia hemorrágica de los cavernomas. b) MAVs: Se han reportado casos de cavernomas múltiples asociado a MAV trombosada También se encontró un caso de malformación ca- Reporte de Casos vernomatosa múltiple asociado con una MAV trombosada1,57. c) Tumores del SNC: La coexistencia de los cavernomas con varios tipos de tumores intracraneales también ha sido reportado en la literatura66, pero al igual que Aciarri et al, consideramos que estas asociaciones son ocasionales. d) Otras: No encontramos asociación con aneurismas cerebrales trombosados o no. Tampoco se encontraron asociaciones con facomatosis ni otras patologías sistémicas. Aciarri et al1, informa 1 caso de un joven de 17 años de edad, con cavernomatosis familiar y un diagnóstico previo de síndrome de Klinefelter. Conclusiones Las MCs representan una lesión vascular común del SNC en niños, cuya historia natural en pacientes pediátri- Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 cos parece ser más agresivo que en los adultos; estas lesiones tienen mayores tasas de crecimiento y hemorragia, con dimensiones de mayor tamaño e imágenes radiológicas a menudo atípicas. Por esto es fundamental su evaluación prequirurgica mediante RM. La forma familiar de la enfermedad, que se asocia más a menudo con múltiples lesiones y una edad de presentación más temprana, también es un factor de riesgo para una evolución más agresiva. El principal factor de riesgo externo para el desarrollo de cavernomas en los niños parece ser el tratamiento radiante en los tumores del sistema nervioso central. Esto podría aumentar el riesgo de formación de cavernomas en pacientes con cualquier otra patología o malformación vascular previa. Si bien no se han reportado casos de asociación con aneurismas, la misma podría comenzar a verse con mayor frecuencia, dado el mayor uso de tratamien- tos radiantes en diferentes patologías neoplásicas como vasculares. El tratamiento de elección es quirúrgico, siempre que sea posible. Los resultados postoperatorios están relacionados con el estado neurológico preoperatorio de los pacientes, así los pacientes que se intervienen tempranamente, antes de que desarrollen epilepsia refractaria y se deterioren neurológicamente, pueden lograr un mejor resultado clínico. La radiocirugía ha sido utilizada como alternativa terapéutica en los cavernomas no quirúrgicos, sin embargo, no se aconseja en niños con cavernomas profundos o los que causan epilepsia, dados sus efectos adversos, mayor riesgo de sangrado y peor evolución. Recibido: 11 de noviembre de 2015 Aceptado: 10 de diciembre de 2015 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. Aciarri N. 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Universidad de Cartagena, Colombia. 1 Rev. Chil. Neurocirugía 42: 62-63, 2016 Resumen Las neoplasias intracraneales múltiples son infrecuentes, representan alrededor del 4% de todos los tumores cerebrales. Estas lesiones se observan ocasionalmente en pacientes con neurofibromatosis y en tratados con radioterapia. Presentamos el caso de un paciente portador de meningioma y una lesión de estirpe glial manejado en nuestro servicio de neurocirugía. Palabras clave: Astrocitoma, meningioma, tumores cerebrales. Abstract Multiple intracranial neoplasms are rare, representing about 4% of all brain tumors. These lesions are occasionaly observed in patients with neurofibromatosis and in patients treated with radiotherapy. We report the case of a patient with a meningioma and a glial lineage lesion , handled in our service of neurosurgery, University of Cartagena, Colombia. Key words: Astrocytoma, meningioma, brain tumors. Introducción Los tumores del sistema nervioso central representan un grupo de entidades diversas en morfología, ubicación, biología molecular y comportamiento clínico3. En Europa, la incidencia estandarizada (mundial) de tumores primarios del SNC varía entre 4,5 a 11,2 casos por cada 100.000 hombres y de 1,6 a 8,5 casos por cada 100.000 mujeres4. En Sur América, se ha reportado ser de 2,4 por cada 100.000 hombres y de 1,9 por cada 100.000 mujeres. La incidencia de tumores intracraneales ha incrementado con respecto al comportamiento epidemiológico reportado antes de 1980, en parte debido al advenimiento de nuevas tecnologías imagenológicas como la tomografía computarizada (TAC) y la resonancia magnética. 62 Se ha reportado que la mayoría de los tumores están representados por los gliomas, con una tasa de incidencia ajustada para la edad entre -0,5% a -0,8% (p ≤ 0,034), también se ha observado un incremento particular de estos en el lóbulo frontal con una tasa de incidencia ajustada para la edad de +1,4% a +1,7% (P ≤ 0,012. Los tumores de origen astrocítico, oligodendroglial y ependimal representan entre el 70 y el 75% de estos tumores. Como hallazgo fortuito en la evaluación de RM por otra causa, los tumores cerebrales benignos representan un 1,6%, siendo los meningiomas los más frecuentemente encontrado. Las neoplasias intracraneales múltiples son infrecuentes, representan alrededor del 4% de todos los tumores cerebrales. A continuación presentamos un caso de esta inusual asociación tumoral. Reporte de Caso Paciente masculino de 48 años sin antecedentes de importancia, que consulta por cuadro clínico de cefalea de 6 meses de evolución precedida desde hace varios meses por crisis parciales motoras en hemicuerpo izquierda y torpeza psicomotriz. En la exploración se objetiva bradipsiquia sin otra focalidad neurológica. Se procede a realizar estudios de neuroimagen (Figura 1 A, B, C D), RM secuencia ponderadas en T1, con gadolineo, que evidencia la presencia de una lesión en el hemisferio derecho, intraaxial, la primera. La segunda de localización frontal, con edema perilesional. Se realiza una craneotomía derecha, extirpándose un tumor 2 cm de diámetro, que muestra un componente intraparenquimatoso sin plano de clivaje. El estudio histo- Reporte de Casos Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Discusión Figura 1. A, B, C D. RM secuencia ponderadas en T1, con gadolineo, que evidencia la presencia de una lesión en el hemisferio derecho, la primera de ella extraaxial, de localización basal frontal. La segunda de localización frontal, con edema perilesional. patológico correspondio a Astrocitoma anaplasico (Grado III OMS). Se reseco parcialmente una lesión frontal basal, la neoplasia meníngea con células meningoteliales. El paciente presento evolución satisfactoria y fue remitido a otra institución para manejo neurooncologico. En la literatura médica con frecuencia se reportan series en las que un mismo paciente presenta de manera sincrónica dos tipos de neoplasias en distintas localizaciones de la anatomía cerebral. No obstante, el hallazgo de dos o más tipos de neoplasias en una misma localización, denominado como “asociación tumoral intracraneal” o “tumores en colisión”, es un fenómeno excepcional1,2,3. En ambos casos, las líneas celulares más prevalentes son las de estirpe meníngeo y glial (mayormente astrocitomas), más no las metástasis como sería de suponerse por ser las neoplasias cerebrales más frecuentemente encontradas en los casos de una sola línea. Otras asociaciones menos frecuentes son las de glioblastoma multiforme y sarcoma, meningioma y adenoma hipofisario o glioblastoma y adenoma hipofisario. Debe tenerse claro que este hecho puede presentarse en patologías con sustrato genético, tal como el síndrome de von Hippel Lindau y las neurofibromatosis, donde existen más de una localización de los tumores a nivel del sistema nervioso central; en su mayoría de una misma estirpe, y donde es frecuente encontrar además de meningiomas, ependimomas, schwanomas y neurofibromas, entre otros4,5,6. Aún no hay una explicación clara y con sustento científico válido, que justifique este fenómeno. Se sabe que a partir de radioterapia, puede inducirse la génesis de más de una línea celular, en su mayoría de forma metacrónica. Sin embargo, en ausencia de este antecedente, existen sólo teorías. Algunas orientadas hacia la producción de factores oncogénicos comunes en las vías metabólicas de las líneas celulares implicadas. Afirmaciones que aún son materia de investigación. Recibido: 29 de octubre de 2015 Aceptado: 02 de diciembre de 2015 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. Prayson RA, Chowdhary S, Woodhouse S, Hanson M, Nair S. Collision of a Syncytial Meningioma and Malignant Astrocytoma. Ann Diagn Pathol 2002; 6: 44-48. Hope AJ, Mansur DB, Tu PH, Simpson JR. Metachronous secondary atypical meningioma and anaplastic astrocytoma after postoperative craniospinal irradiation for medulloblastoma. Childs Nerv Syst 2006; 22: 1201-1207. Kheirollahi M, Mehrazin M, Kamalian N, Mohammadi-asl J, Mehdipour P. Telomerase Activity in Human Brain Tumors: Astrocytoma and Meningioma. 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Presentación de caso Orestes López Piloto1, Tania Margarita Cruz Hernández1, Moisés López Poza2 Especialista de 2do Grado en Neurocirugía. Profesor Auxiliar, Hospital Clínico-Quirúrgico, Hermanos Ameijeira, La Habana,Cuba. 2 Especialista de 2do Grado en Caumatología, Hospital Arnaldo Milian Castro. Villa Clara. Cuba. 1 Rev. Chil. Neurocirugía 42: 64-67, 2016 Resumen El Hibernoma o lipoma de grasa parda, es un tumor benigno extremadamente infrecuente. Presentamos el caso, de un paciente femenino de 12 años de edad con una tumoración gigante en región dorsal, de origen congénito, con una extensión desde la región cervical baja hasta el sacro, presentaba con ausencia de los músculos de la región glútea, se realizó estudios de imagen, así como química sanguínea, donde se evidencio anemia severa y desnutrición proteico energética, se organizó un equipo multidisciplinario centrado al tratamiento definitivo de la lesión, la cual provocaba además seria deformidad de la columna lumbar (cifoescoliosis), se logró la resección completa de la lesión, con un peso total de 12 Kg, con reconstrucción de los bordes anales sin afectar el esfínter anal, se mantuvo bajo seguimiento durante 1 años sin presentar ninguna recidiva de la lesión. Palabras clave: Hibernoma, Resonancia magnética, lipomatoso. Abstract The Hibernoma or fetal brown fat, is an uncommon benign tumor. We report a case with an unusual mass in a 12 years old female, in dorsal region, congenital origin, with extension from down cervical region until sacral region, absence of gluteal region muscle. We did image study and blood test, with diagnosis of severe anemia and malnutrition. We organized multidisciplinary team to do final treatment for the lesion that caused important deformity to lumbar spine (kyphoscoliosis), the surgical team achieved gross total resection of tumor, with 12 kg of total weight and reconstruction of anal edge without damage of sphincter, follow up during one year without recurrence. Key words: Hibernoma, Magnetic resonance, Lipomatous tumor. Introducción El Hibernoma o lipoma de grasa parda, descrito originalmente en 1906 por Merkel1, es un tumor benigno extremadamente infrecuente, nombrado primeramente como Pseudolipoma. En 1914 Gery reconoció la semejanza de estos tipos de tumores con la grasa parda de los animales hibernantes y comenzó a denominarlo Hibernoma2. 64 El Hibernoma es un tumor derivado de vestigios del tejido adiposo pardo fetal, este tipo de tejido es una forma especializada de grasa, encontrada en los animales de hibernación, representa aproximadamente el 1% del total de grasa corporal en el adulto. Es un tumor de lento crecimiento, de características benignas y con un tratamiento curativo que es la escisión quirúrgica, sin recidivas posteriores3. Los pacientes con hibernoma son en promedio más jóvenes que aquellos con lipoma. La localización más frecuente es en la región escapular e interescapular; pero hay también un número grande de casos que se originan en el muslo3. Otras frecuentes localizaciones son: pared torácica, espalda, región axilar y región inguinal. Clínicamente, los hibernomas son tumores de crecimiento lento, indoloros, usualmen- Reporte de Casos te bien definidos, blandos y móviles, miden entre 5 y 10 cm de diámetro, en la literatura se han reportado tumores de hasta 18 cm4,5. Su color varía desde canela o rojo pardo, que depende de la cantidad de lípidos intracelulares5. Microscópicamente, son tumores fácilmente identificados, por su característico patrón lobular y están compuestos por células redondas u ovales de citoplasma eosinófilo, granuloso o multivacuolado; con pequeños núcleos centralmente colocados. En muchas de las células se acumula un pigmento de color pardo dorado, granular grueso, que tiene las mismas características tintoriales que la lipofuccina. No infrecuentemente adipositos univacuolados o multivacuolados están entremezclados con las células descritas, los tumores compuestos por ambas células resultan un estadio intermedio entre el lipoma y el hibernoma. El diagnóstico diferencial hay que hacerlo con el rabdomioma del adulto y con los tumores de células granulosas5. Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 1. Fotografía donde se observa gran masa tumoral con extensión cervical bajo, de aspecto pendular, lobulado, de consistencia blanda. Presentación de caso Paciente RQV, femenina de 12 años de edad, procedencia rural, altiplano boliviano, nacida de parto eutócico, desde el nacimiento presenta una masa gigante que se extiende desde región cervical baja hasta el hueso sacro, continuando luego en forma de cola, con ausencia de los músculos glúteos mayores, con el pasar del tiempo la masa fue aumentando de tamaño, así como su peso, de esta manera la masa tumoral fue encorvando la columna vertebral, lo cual le daba un aspecto como El Jorobado de Notre Dame, con una marcha típica. Exploración física Tumoración gigante desde región cervical baja, hasta el sacro, que continua alrededor de 10 cm inferior en forma de cola, que involucra hasta las márgenes del ano, con ausencia de músculo glúteos mayores, masa homogénea, de consistencia blanda, indolora a la palpación, adherida a planos profundos. (Figura 1). SOMA Cifo-escolisosis torácica, (Figura 2) dificultad para caminar debido al peso de la lesión, separación anormal entre el primer y segundo dedo de ambos pies. gión cervical (C7) hasta el sacro, luego se continúa en una porción sólida de 20 cm x 10 cm de diámetro, todo con densidad grasa, presencia de trabéculas y distintas densidades, que capta contraste tenuemente. Se constata gran escoliosis dorso lumbar, presencia de espina bífida a nivel de L3 y L5. Estos hallazgos son compatibles con lipoma o liposarcoma de localización dorsal (Figuras 3, 4). Debido al estado de desnutrición proteico-energética de la paciente, cifras de hemoglobina en 70 g/l, presencia de trastornos psicológicos, debido a la deformación que le proporcionaba la lesión, fue necesario crear una terapia con equipo multidisciplinario y comenzar primeramente con lograr una ganancia de peso adecuada, incorporar suplementos de minerales y vitaminas, transfusiones sanguíneas y apoyo psicológico, a los 2 meses y después que los parámetros clínicos fueron permisibles, se decide realizar la intervención quirúrgica. Se realiza excéresis completa de una tumoración bien definida, encapsulada, adherida a la aponeurosis del músculo dorsal, de 12 kg de peso en su totalidad (Figura 5). Durante la extracción de la segunda porción de la tumoración y debido a la cercanía con los márgenes del ano, se tuvo especial cuidado en la resección de la lesión con los músculos esfinterianos de la región. Las características de la lesión, en cuanto a color que no era uniforme en toda la tumoración, así como la extensión de la misma, se decide realizar estudio histopatológico, reportando; lesión tumoral, Figura 2. TAC multicorte imagen MPR donde se evidencia la escoliosis de concavidad dorsal derecha provocada por el peso de la tumoración. Estado grave de desnutrición proteico energética. La Tomografía Computarizada (Equipo Siemen Sensation Cardiac 64 cortes) extensa tumoración sólida desde re- Figura 3. TAC simple multicorte, se observa imagen gran masa tumoral hipodensa, con zonas lineales en forma de trabéculas en su interior, con atrofia de grupo muscular dorsal del lado izquierdo. 65 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 5. Primera pieza extraída en bloque. Figura 4. Fotografía donde se observa planificación quirúrgica pre-operatoria, presencia de tumoración en toda su extensión, con presencia de cola hacia la región glútea, con atrofia de los músculos de esta región. Figura 6. Extensión de la incisión, drenaje utilizado a presión negativa y zona de reconstrucción alrededor del ano sin afectación del esfínter rectal. sin atipia, con presencia de núcleos monomorfos y citoplasma vacuolado, con ausencia de mitosis, compatibles con hibernoma. La evolución postquirúrgica fue satisfactoria, siendo controlado cada 6 meses durante un año sin evidenciarse signos o síntomas de recidiva. (Figura 6). Discusión Existen dos tipos de tejido adiposo: grasa blanca y grasa parda. El tejido adiposo pardo se describió por primera vez por Galés en 16706,7 y teniendo como función fundamental la regulación del metabolismo y la termogénesis, es abundante en los animales que hibernan, se ha descrito su presencia en los no hibernantes; como el hombre, (recién nacidos, en lactantes y niños)7,8. Después de la 8va semana de vida, la grasa parda disminuye en los humanos, aunque mantiene pequeñas proporciones después de este tiempo, formando parte del 1% de la masa corporal en los adultos, los restos de grasa 66 parda se pueden encontrar en, axilas, región interescapular e inguinal, siendo estas las localizaciones más frecuentes donde aparecen los Hibernoma, pero, se pueden encontrar también en, cuero cabelludo, mandíbula, cuello, hombro, espalda, mediastino, retroperitoneo, alrededor del uréter y muslo7,9,10,11,12. Este tipo de tumor son neoplasias solitarias, de tamaño variable11,12 y es una forma especializada de tejido adiposo, con alto grado de vascularización y con características morfológicas que lo diferencian del tejido adiposo blanco7,13,14. Macroscópicamente es un tumor encapsulado en forma parcial o total, de aspecto homogéneo, superficie lobulada, de color pardo amarillento y consistencia blanda7,12. Microscópicamente se observa una formación circunscrita, cubierta por una fina cápsula de tejido fibroso; presenta una prominente trama vascular caracterizada por hipertrofia medial, hiperplasia intimal, imágenes “en capas de cebolla”, y suboclusiones concéntricas y excéntricas. Está constituida por células redondeadas de citoplasma granular eosinofílico, otras multivacuoladas de núcleo central y, por último, típicos adipocitos con una única vacuola citoplásmica lo que desplaza el núcleo a la periferia. Su ultraestructura es única, con relativa alta concentración de mitocondrias y escasez de organelos (retículo endoplásmico y complejo de Golgi, no observándose signos citológicos de malignidad7,15,16. Existe además un Hibernoma de tipo mixto que presenta grasa parda, tejido adiposo maduro y zonas intermedias entre ambas, donde se describen células que presentan un pigmento pardo granular, tipo lipofucsina, estos Hibernomas son mucho más frecuentes que los puros, constituidos exclusivamente por grasa parda12. En la TAC sin contraste, es característica una masa de baja atenuación, concordante con densidad de tejido graso que puede tener tabiques internos y áreas focales de densidad aumentada. En la TAC con contraste, el realce se aprecia dentro de los tabiques y puede también estar presente difusamente dentro de la masa. Estos resultados además son sugerentes de otros tumores lipomatosos, tales como el Liposarcoma bien diferenciado, siendo el estudio anatomopatológico el elemento de certeza diagnóstica6,7,15. Histológicamente, el hibernoma es un tumor de células poligonales de gran tamaño con citoplasma granular multivacuolado y núcleo central, que adoptan una arquitectura en lóbulos limitados por tabiques finos de tejido fibroso conectivo. La diferencia con el adipocito maduro es que el núcleo está lateralizado, y el núcleo de las células adiposas pardas es central y ovoide con un patrón de cromatina regular, encontrándose ocasionalmente algún nucléolo4. La ausencia de invasión tumoral y la falta de atipia nuclear y celular descartan la posibilidad de liposarcoma1. Los dos diagnóstico diferencial histopatológico fundamentales a tener en cuenta son el lipoma y el liposarcoma, ambos muestran el núcleo desplazado y citoplasma claro sin vacuolas; además el liposarcoma presenta marcada atipia nuclear y numerosas mitosis17,18,19,20. Aunque es un tumor histológicamente benigno, algunos autores han descrito Reporte de Casos casos que presentaban áreas pleomórficas que recordaban a un liposarcoma bien diferenciado21.22. El tratamiento adecuado de este tipo de tumor es la escisión quirúrgica completa, que se realiza sin excesivos problemas ya que la masa está bien delimitada por una cápsula que facilita la separación de los tejidos adyacentes18,19,22, 23,24,25,26. Dado su comportamiento benigno a nivel local y a que no se ha descrito ningún caso de metástasis la mayoría de los autores no considera necesario un tratamiento adicional, salvo en casos en los que Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 se evidencien áreas sospechosas de liposarcoma, recomendando entonces radioterapia postquirúrgica18,23,24,25,26. Conclusión El hibernoma a pesar de ser un tumor infrecuente debe incluirse en el diagnóstico diferencial de los tumores gigantes del tejido celular subcutáneo, tanto a nivel interescapular, como de las otras regiones donde asienta grasa parda23,24. El diagnóstico definitivo es a través de estudio histológico de la le- sión y debe incorporarse la Tomografía Computarizada simple y contrastada, así como la resonancia Magnética, para orientar en el diagnóstico de la lesión y su repercusión sobre las estructuras osteomioarticular circundante. La cirugía es el tratamiento de elección, siempre con escisión completa de la lesión, independientemente del tamaño de la misma. Recibido: 15 de enero de 2016 Aceptado: 14 de marzo de 2016 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. Merkel H. Uber ein pseudolipom der mamma (Eigenartigr Fettzellentumor). Beitr Path Anat 1906; 39: 152-157. Gery L. Discussion. 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Simón Bolívar Introducción Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios y Blanco, libertador de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, falleció en 1830, a los 47 años de edad. No existe consenso sobre la causa última de su muerte. En 2011, Auwaerter1, luego de haber analizado el protocolo de la autopsia practicada por el Dr. Jean Próspero Revérend al cuerpo del General Bolívar, procedió a elaborar un listado de las posibles enfermedades. Estas fueron: tuberculosis, paracoccidiodomicosis, histoplasmosis, melioidosis, sífilis, bronquiectasia, arsenicosis, intoxicación por cantaridina, hemocromatosis, enfermedad de Wilson, diabetes mellitus, insuficiencia adrenal. Ese mismo año, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela dispuso la exhumación de la osamenta de El Libertador. En 2011, el Vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Elías Jaua2, presentó en un acto público los resultados de los análisis realizados a los restos del prócer, indicó que no se pudo establecer que la muerte haya sido por causas no naturales o por envenenamiento intencionalmente provocado. “No obstante queda abierta en la interpretación de la documentación la posibilidad de envenenamiento o intoxicación no intencional producto de la aplicación de tratamientos contaminados de arsénico o medicamentos arsenicales como la cantaridina” 68 A partir de la revisión del epistolario de Bolívar, del diario de su última enfermedad, y la descripción de los hallazgos de autopsia se plantea el diagnóstico de hematoma subdural crónico como la probable causa de muerte de El Libertador. Crónica Carta de Simón Bolívar al General Rafael Urdaneta3 Quinta Soledad, Turbaco, Colombia Noviembre 6 de 1830 “Mi mal se va complicando, y mi flaqueza es tal que hoy mismo me he dado una caída formidable, cayendo de mis propios pies, sin saber como, y medio muerto. Por fortuna no fue mas que un buen vahído que me dejó aturdido, mas eso siempre prueba lo que dije antes, que estoy muy débil”. Reporte del Dr. Jean Próspero Reverend sobre la condión del General Bolívar a su arribo Santa Marta Diciembre 1 de 1830 “Su Excelencia llegó a esta ciudad de Santa Marta a las siete y media de la noche, procedente de Sabanilla en el bergantín nacional Manuel y habiendo venido a tierra en una silla de brazos por no poder caminar, le encontré en el estado siguiente: cuerpo muy flaco y extenuado, el semblante adolorido y una inquietud de ánimo constante. La voz ronca, una tos profunda con esputos viscosos y de color verdoso. El pul- Figura 1. Simón Bolívar a los 26 años. Anónimo. Circa 1812. Óleo sobre tela. 27 x 23 cm. Casa Museo Quinta de Bolívar, Bogotá, Colombia. so igual pero comprimido. La digestión laboriosa. Las frecuentes impresiones del paciente indicaban padecimientos morales. Finalmente, la enfermedad de Su Excelencia me pareció de las mas graves y mi primera opinión fue que tenía los pulmones dañados..” Diario sobre la enfermedad que aflige a El Libertador, sus progresos o disminuciones y método curativo, Alejandro Próspero Revérend 4(resumen) Santa Marta, Quinta San Pedro Alejandrino Diciembre 1 al 17 de 1830 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Reporte de Histórico Autopsia del cadáver del Excelentísimo Señor Libertador General Simón Bolívar, Dr. Alejandro Próspero Reverend5. Santa Marta, Quinta San Pedro Alejandrino Diciembre 17 de 1830, cuatro de la tarde En presencia de los Señores Generales Beneméritos Mariano Montilla y José Laurencio Silva. Cabeza Los vasos de la aracnoides en su mitad posterior ligeramente inyectados, las desigualdades y circunvoluciones del cerebro recubiertas de una materia parduzca de consistencia y transparencia gelatinosa, un poco de serosidad semi roja bajo la duramater, el resto del cerebro y cerebelo no ofrecieron en su sustancia ningún signo patológico. Análisis Luego de un viaje agotador desde Bogotá al Caribe, en una primera etapa a caballo, y después por el Río Magdalena, el General Bolívar buscó recuperar fuerzas para continuar camino. Según sus propias palabras, sufrió una caída “formidable” desde su propia altura en noviembre 6, habiendo quedado aturdido. Tres semanas y media después, ya no es capaz de caminar, por lo que se lo transporta en silla de brazos. Los Drs. Reverend y Night concordaron en el diagnóstico de “catarro pulmonar crónico”. En los días subsiguientes predominó un cuadro neurológico al que Reverend calificó como “congestión en el cerebro”, caracterizado por entorpecimiento de las facultades intelectuales, modorra (somnolencia muy pesada), e hipo constante. Pasó luego a un estado de coma vigil, con incontinencia urinaria, y murió en diciembre 17. Los análisis de ADN mitocondrial realizados en el 2010 confirmaron que la osamenta exhumada en efecto era la del General Bolívar. En el informe de autopsia, Reverend señala la presencia de una colección serohemática subdural y una materia (membrana) parduzca de consistencia y transparencia gelatinosa que recubría las circunvoluciones del cerebro. No hubo signos patológicos en el resto del cerebro y cerebelo. Dado el antecedente de trauma por caída, y que 25 días después cursa un cuadro clínico caracterizado por dete- Boletín Fecha Observación 1 Dic. 1 Traído en silla de brazos por no poder caminar 2 Dic. 2 Esputos color verdoso. El Dr. M. Night, cirujano de la goleta de Guerra “Grampus” de los Estados Unidos, concordó con la opinión que la enfermedad era un catarro pulmonar crónico 3 Dic. 3 Desvelado y como con pequeños desvaríos 4 Dic. 4 Esta mañana hubo vómitos 5 Dic. 5 Dolor de pecho, también un poco de hipo 6 Dic. 6 El dolor de pecho había desaparecido 7 Dic. 7 Poca cantidad de esputos, es el mejor día que ha tenido 8 Dic. 8 Amodorrado, le entró el hipo con más tesón, sensible entorpecimiento de sus facultades intelectuales, “congestión en el cerebro” 9 Dic. 9 El hipo repitió con bastante fuerza. Cuando se le preguntaba si tenía algún dolor, siempre contestaba que no, por lo que se conocía que el sistema nervioso estaba atacado 10 Dic. 9 La misma modorra, la lengua ha estado algo trabajosa por ratos, de noche se le notó delirio 11 Dic. 10 Desvelado, conversando solo y por consiguiente deliraba 12 Dic. 10 La misma modorra, pero al despertarse hablaba con serenidad y claridad, sin embargo, aparecían los síntomas de congestión en el cerebro 13 Dic. 11 Amaneció con menos sopor, sin embargo la noche fue molesta y con algún delirio. El hipo no fue tan tenaz 14 Dic. 11 Los ataques de hipo no fueron tan fuertes, ni tan frecuentes. Pequeño delirio 15 Dic. 12 Desvariando a menudo. Orines involuntarios 16 Dic. 12 Ideas algo confusas 17 Dic. 13 Orines involuntarios frecuentes 18 Dic. 13 La misma confusión de ideas y aberración de la memoria. Las sensaciones están entorpecidas 19 Dic. 14 Sigue el entorpecimiento en las sensaciones. Hay siempre incontinencia de orina 20 / 21 Dic. 14 Sopor casi continuo, coma vigil 22 / 23 Dic. 14 Sopor permanece, el hipo no ha sido tan a menudo 24 Dic. 15 Casi lo mismo 25 / 26 / 27 Dic. 15 El mismo desvarío, palabras balbuceantes, hipo a menudo 28 / 29 Dic. 16 Hipo, pulso miserable, se sostiene la vida 30 / 31 Dic. 16 Lucha extrema de la vida con la muerte. Respiración trabajosa 32 Dic. 17 La muerte está próxima 33 Dic. 17 A las doce empezó el ronquido, y a la una en punto expiró el Excelentísimo Señor Libertador rioro neurológico progresivo, junto a un informe de autopsia que señala la presencia de hiperemia capilar y colección sero hemática subdural con materia parduzca no purulenta, parece razonable colegir el diagnóstico principal de hematoma subdural crónico, que ocasiona hipertensión intracraneal; 69 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 2. Copia del protocolo de autopsia del Libertador Simón Bolívar. complicada su condición general con neumonía. Discusión De la lectura de los boletines se des- prende que Alejandro Próspero Reverend fue un médico competente en semiología neurológica; preparado por Laennec y Dupytren es evidente su pericia en anatomía patológica. Empleó el estilo descriptivo médico de la época para asentar sus observaciones, tal es el caso de “congestión del cerebro” término acuñado en 1751 por Morgagni6, y que guarda relación con la apoplejía serosa o hematencéfalo. Esta nosología fue usada por 150 años, es así como al decir de Charcot7, “pues, o existe un delirio más o menos intenso (congestión meníngea), o bien existe por el contrario, un coma, más o menos profundo (congestión apopletiforme). En ambos casos hay postración de fuerzas”. El hipo intratable ha sido reportado en pacientes con hematoma subdural8, no deja de llamar la atención este síntoma que Bolívar presentó en forma persistente. Lo descrito por Revérend en la autopsia practicada evoca lo que en 1857 Virchow9 denominó pachymeningitis haemorrhagica, entidad señalada por Rindfleish10 en su libro de texto en 1872. La etiología traumática fue sugerida en el reporte de Trotter11 que data de 1914. Diez años después, Putnam y Cushing12 delinearon el método curativo, de este tipo de lesión que a partir de inicios del siglo XX se conoce como hematoma subdural, patología que sigue siendo motivo de revisión en el siglo XXI 13. Colofón En aquella ciudadela de su última enfermedad, donde fue llevado en peso, Simón Bolívar transitó ceñido por la tos, los desvaríos, agobiado por un persistente hipo y al final empapado en orina. Desde 1830 se han sucedido cerrados callejones diagnósticos que van desde la tuberculosis hasta el envenenamientos por arsénico. Sabía El Libertador que: “Tal es el espíritu humano, amigo y entusiasta de lo sobre natural y de la mentira; indiferente sobre las cosas naturales y la verdad”. Ya eran las doce de la noche que tocaron en el relox del Libertador, y entonces S.E. dijo: “bastante hemos filosofado, vamos a dormir”14. Confío en que estos párrafos, de alguna forma, permitan al General salir de este laberinto. Recibido: 23 de febrero de 2016 Aceptado: 04 de marzo de 2016 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7 8 9 10 11 12 13 14 Auwaerter P, Mackosiak P. Simon Bolivar´s Medical Labyrinth: an infectious diseases conundrum. Clin. Infect. Dis. 2011; 52: 78-85. Restos de Bolívar son auténticos, las causas de su muerte siguen sin cerrarse. La información.com, 2011, Julio 25. Descargado Enero 6, 2015 www.lainformacion.com Bolívar S. (1947) Carta al General Rafael Urdaneta. Soledad, 6 de Noviembre de 1830. Obras Completas, Tomo II 954 - 956 Editor, Vicente Lecuna, La Habana, Cuba, Editorial Lex. Revérend AP. (1866) La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar, Libertador de Colombia y del Perú, por su médico de cabecera. 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Neurocirugía 42: 71-75, 2016 Resumen El objeto de este artículo es que agradecer a la Sociedad Neurológica de Chile la influencia que ha tenido en Antioquia y Colombia formando nuestros lideres en neurocirugía, especialmente por haber formado al Doctor Ernesto Bustamante, fundador del Servicio de Neurocirugía de la Universidad de Antioquia que cumple 65 años de existencia. Sin embargo, este no fue el único Neurocirujano de Colombia que recibió su entrenamiento en Chile, también lo fueron los Doctores Ernesto Arango Tamayo, Alejandro Jiménez Arango, Raúl Piedrahita, Carlos Pardo, Bernardo Soto, Hans Carmona, Alveiro Morales y muchos otros cuyo nombre desconozco. Sea esta la oportunidad para retomar y fortalecer los lazos académicos entre nuestras sociedades científicas. Gracias Instituto Asenjo Palabras clave: Historia, Instituto Asenjo, Neurocirugía Colombia, Ernesto Bustamente Zuleta. Abstract The main purpose of this article is to recognize the great influence of the Chilean neurosurgical society in the history and development of Colombian neurosurgery. Two pioneers in Colombian neurosurgery: Dr. Alejandro Arango and Ernesto Bustamante were trained by Dr. Alfonso Asenjo in earlier years of the Institute. Dr. Ernesto Bustamante was the founder of the First Neurosurgical and Neurogical service in Colombia, at the Hospital Universitario San Vicente de Paul (Universidad de Antioquia) that is now celebrating 66 years of existence with more tan 50 Neurologist and 70 neurosurgeons formed. The influence of the Chilean neurosurgery has continued since then and many neurosurgeons had visited Chile in order to improve their knowledge. This is an oportunity to strenght the academic link between our cientific societies. Thanks Instituto Asenjo. Key words: History, Instituto Asenjo, Colombian Neurosurgery, Ernesto Bustamante Zuleta. La historia de la Neurocirugía de Antioquia tiene su origen más remoto en 1893 cuando el Doctor Tomas Quevedo hizo la cirugía de un tumor cerebral que el mismo diagnosticó1, esta cirugía tiene un valor histórico similar a la realizada 9 años antes por Godlee y Bennett en 18842. El 7 de noviembre de 1950 el Doctor Ernesto Bustamante dio inicio al Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Universitario San Vicente de Paul la historia clínica número uno, el primer paciente fue el señor José Nolasco Morales a quien se le practico una cirugía de un tumor medular, después de esto han sido miles los pacientes atendidos por neurólogos y neurocirujanos formados en este centro académico; el servicio ha estado en actividad continua desde esa época, constituyéndose en el más antiguo de Colombia. Por ser el servicio que conserva las historia clínicas desde su fundación se puede afirmar que aquí reposa la historia de la Neurología y Neurocirugía de Figura 1. Historia Clínica número 1, noviembre 7 de 1950. 71 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Colombia, los primeros diagnósticos y también las primeras cirugías se hicieron en este servicio mucho antes que en otras ciudades como se puede demostrar por el archivo clínico. La fundación del servicio fue precedido por el interés por las neurociencias en los años 40 del siglo pasado; en 1942 regreso a Medellín el Dr. Ernesto Arango Tamayo, se gradúo en la Universidad de Antioquia como Médico Cirujano y viajo a Europa a perfeccionar sus conocimientos, cuentan que a su regreso el barco atraco en Santiago de Chile, visito el Servicio del Dr. Asenjo que estaba en el período de gestación y se quedó allí como “ayudante extranjero”, a su regreso Medellín publicó un artículo en el que describía su experiencia en la cirugía de “meningiomas”; reconoció la necesidad de un entrenamiento y un grupo quirúrgico especializados, afirmó: “No debe nunca intentarse una intervención sobre la masa encefálica sin un equipo quirúrgico especializado y de un sincronismo en el trabajo perfecto; ya sabemos los tristes resultados obtenidos en manos de cirujanos generales en esta clase de operaciones; no por ser buen cirujano de las vías gástricas se puede invadir el campo de la Neurocirugía”3; en la ciudad se dedicó a la especialidad de “Órganos de los sentidos” pero su trabajo como neurocirujano fue muy poco y no dejó ninguna huella, es más recordado por su personalidad excéntrica. El Doctor Bustamante reconoce que fue un alumno de Ramón y Cajal, el Doctor Antonio Pedro Rodríguez Pérez, quien lo motivó, a él y muchos otros, en el estudio de neurociencias. Este médico español, oficial del ejército republicano, al terminar la guerra civil española, emigró a Venezuela inicialmente y luego a Colombia, fue Jefe de Morfología en la Universidad de Antioquia. En las primeras publicaciones sobre la Neurocirugía se puede ver que existió interés por desarrollar los métodos de diagnostico neuroradiologico especialmente, son muy pocas las publicaciones sobre los aspectos clínicos, en mi caso más me he interesado en conocer el desarrollo de la Neurocirugía. En las promociones medicas de los años 46 y 47 del siglo pasado varios médicos sintieron interés por la Neurocirugía, uno de ellos, el Doctor Luis Carlos Posada viajó a especializarse en Neurocirugía en Ann Arbor, Michigan, U.S.A, los doctores Ernesto 72 Bustamante y Alberto Sion publicaron sus tesis de grado sobre la yodoventriculogarfía y arteriografía, las técnicas de neurodiagnóstico más importantes hasta la aparición de la Tomografía, fueron los pioneros de la neuroradiología en Colombia. Siendo estudiante el Doctor Ernesto Bustamante Zuleta se distinguió entre sus compañeros por su orientación neuroquirúrgica, sus profesores compartían con el casos clínicos y lo invitaban a participar en las cirugías como ayudante aún antes de graduarse, uno de sus profesores, director del servicio de urgencias, el Doctor Joaquín Aristizabal lo autorizaba para atender y operar pacientes urgentes en el Servicio de Policlínica. El primer caso de Espongioblasoma Multiforme Precoronal fue publicado en 1946, se presenta el caso clínico y se hace un detallado análisis neuroanatómico y se correlaciona con los hallazgos quirúrgicos. Durante la cirugía se inyectó Lipiodol en el quiste y se tomaron placas radiográficas para conocer su tamaño y localización; en la cirugía participo el Doctor Bustamante y seguramente él fue quien tuvo la idea de inyectar el medio de contraste4, en el mismo año publicó el primer tumor de la Pineal en Colombia, tumor diagnosticado por la Yodoventriculografia5 y en 1947 presentó su tesis de grado mostrando su experiencia en 13 casos6, esta tesis es de alta calidad científica, en ella se aprecia la correcta interpretación de las imágenes. Otro médico que se intereso en las técnicas de neurodiagnóstico fue el Dr. Alberto Sion, hizo su tesis sobre “Arteriografías periféricas y angiografías cerebrales”, estos procedimientos eran bastante difíciles de realizar por la falta de conocimiento, no se habían hecho antes en Colombia; además se carecía de los equipos adecuados. Figura 2. Escultura "Homenaje a la Neurocirugía" Obra de Marta Colvin. Fue especialmente difícil hacer las primeras arteriografías cerebrales, la punción directa de la carótida era difícil porque no se disponía de las agujas para arteriografía y a veces era necesaria la disección de la arteria, uso dos medios de contraste; el Yoduro de sodio lo descarto porque no daba buen contraste radiológico, el Neiopax tenía la desventaja de producir mucho dolor y necesitaba aplicar 0,5 gr de Pentotal como analgésico, la hipotensión y convulsiones también fueron frecuentes, aparte de las dificultades técnicas la disponibilidad del equipo de radiología era muy restringida y la colaboración del personal paramédico fue muy poca, planeo hacer 100 arteriografías pero sólo pudo hacer 13 y solamente describe dos arteriografías cerebrales, en una hizo el diagnóstico de arteritis senil y en otra aneurisma de carótida7. Continuando con la introducción de los métodos diagnósticos en el país encontramos que el Pantopaque fue descubierto en 1942 y 2 años más tarde el Doctor Oriol Arango lo empleo en la ciudad y publico sus resultados en 19478. El doctor Gabriel llano hizo su tesis de grado sobre la mielografia, describe el cuadro clínico de la hernia del disco y los hallazgos radiológicos, en su tesis reporta la primera cirugía de hernia de disco de la ciudad ya que los pacientes con hernia de disco eran remitidos para tratamiento a Estados Unidos9. El Doctor Bustamante tuvo conocimiento del Servicio del Doctor Asenjo por el Doctor Ernesto Arango Tamayo que ya había regresado de Chile, se entrevisto con el Doctor Asenjo cuando viajo a Medellín para operar a un personaje importante de la ciudad, en esta visita acordaron su entrenamiento en el Figura 3. De izq a der Dr. C. Acebedo, Dr. Alfonso Asenjo, Dr. Ernesto Bustamante, Dr. Rodrigo Londoño. Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Artículo Especial Instituto de Neurocirugía. Inmediatamente después de terminar sus estudios médicos en 1947 viajo a Santiago de Chile y allí permaneció durante 2 años, fue Chile el país que le marcó su futuro médico, formándolo como neurocirujano y también motivándolo en una empresa más importante: formar un servicio de neurocirugía; en el aspecto humano allí encontró su esposa y compañera de toda la vida: Jeannie Miller con la que formo un hogar con cinco hijos: Raúl. Ana María, Roberto y María Inés, y María Victoria. Fue un residente destacado, el Doctor Asenjo resalto sus capacidades médicas en 1957, en ese año el Doctor Bustamante organizo en Medellín, el VII Congreso de la Federación Latinoamericana de Neurocirugía durante los días 8 al 11 de Julio de 1957; en el discurso dijo: “Bustamante ha sido entre los numerosos becados extranjeros que han traspasado nuestros dinteles, uno de los que dejado una trayectoria de las más fructíferas e inolvidables. Ha sido fundador de una nueva constelación neuroquirúrgica y entre sus colaboradores también estuvieron largo tiempo en Santiago otros elementos calificados, los doctores Raúl Piedrahita y Rodrigo Londoño….”10. Regresó a Medellín en 1949 con la decisión férrea de fundar un servicio de Neurocirugía, un ejemplo que recibió de su Profesor Asenjo, con actividades científicas y asistenciales. Lo primero que hizo fue empezar clases de Neurología y Neurocirugía para los estudiantes de medicina en el mes de febrero de 1950; después el Hospital de San Vicente aprobó una sala de hospitalización con 20 camas para neurocirugía. Se debían hacer las cirugías en un quirófano de cirugía general, sin médicos entrenados en anestesia, las cirugías se hacían bajo anestesia local y el cirujano era el responsable de recomendar los agentes anestésicos, debió entrenar el personal de enfermeras, tuvo la colaboración de su esposa Jenny como instrumentadora y poco a poco se fueron entrenando las instrumentadoras y enfermeras, se carecía de instrumentos quirúrgicos adecuados11; contó si con la colaboración del Doctor Luis Carlos Posada quien fue entrenado en Ann Arbor y había regresado a Medellín en 1948. El servicio de Neurología y Neurocirugía se inició oficialmente el 7 de noviembre de 1950, la historia clínica nú- Figura 4. Fotografía paciente con Glioblastoma. mero uno fue la del señor José Nolasco Morales quien presentaba un cuadro de compresión medular diagnosticado por mielografía, la cirugía fue hecha por los Doctores Luis Carlos Posada y Ernesto Bustamante. Se lee en las descripciones operatorias que las cirugías se hacían con anestesia local, sedación con pentotal y atropina para disminuir la secreciones; a pesar de estas limitaciones quirúrgicas se hacían resecciones de tumores supra e infratentoriales, protuberanciales, cordotomías, discoidectomías y Psicocirugía, en las historias clínicas se pueden apreciar fotografías de los pacientes y dibujos de los hallazgos operatorios. La técnica quirúrgica del Doctor Bustamante se caracterizó por la solemnidad y sencillez de la cirugía, la limpieza del campo quirúrgico y la simplicidad de los instrumentos que utilizo, pareciera copiada su cirugía de las ilustraciones del libro “Tratado de Técnica Neuroquirurgica” de su profesor Asenjo13. Además del archivo de historias clínicas se hicieron los archivos de arteriografías, electroencefalografías y el archivo fotográfico con los casos más interesantes. Aunque practicó todo tipo de cirugías, en las que más se reconoció su habilidad quirúrgica y en las que más experiencia tuvo fue en aneurismas y tumores cerebrales. Dice el Doctor Bustamante que ocluyó el primer aneurisma en la Clínica Medellín en 1949; al preguntarle sobre el tipo de anes- Figura 5. Dibujo cirugía de paciente con bala en canal medular. Figura 6. Dibujo de paciente con Meningocele. tesia respondió “debió ser una buena sedación”, esta fue la primera cirugía de aneurisma cerebral en Colombia, recuerda que estuvo acompañado por el Doctor Luis Carlos Posada (Neurocirujano) y Hernando Echeverri como ayudante y el instrumentador fue el Dr. Raúl Piedrahita quien años más tarde también viajó a Chile para estudiar Neurocirugía. En los primeros años de funcionamiento del servicio algunos médicos sintieron atracción por la neurocirugía, hicieron sus tesis sobre temas neuroquirúrgicos y después se especializaron. En esa época no estaban reglamentados los programas de residencia y quienes buscaban la especialización asistían a las actividades del servicio; se les llamaba “Internos Residentes”, fue una réplica de lo que sucedía en Chile donde se hacia el entrenamiento simultáneamente en Neurología y Neurocirugía, al finalizar un período de estudios el Doctor Bustamante certificaba 73 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Figura 7. Grupo de profesores y residentes 1960. Figura 8. Dr. Ernesto Bustamante 2014. que su discípulo era competente para desempeñarse en la especialidad. Los primeros especialistas en Neurología y Neurocirugía fueron los Doctores Rodrigo Londoño y Saúl Castaño, ellos al terminar su entrenamiento como Médico-Cirujano presentaron la tesis de grado sobre tumores cerebrales; el Doctor Rodrigo Londoño en 195414, durante el año de 1954 fue Interno Residente en el Servicio de Neurocirugía y viajo a Chile donde fue becario del Instituto de Neurología de Montevideo y el año siguiente en el Instituto de Neurología de Chile, se desempeño como especialista en Epilepsia y Electroencefalografía. El Dr. Saúl Castaño en 1955 presento su tesis de grado sobre Meningiomas Intracraneanos15. Durante 30 años la Neurología y Neurocirugía fueron ciencias que se estudiaron conjuntamente en el servicio pero en 1980 la Neurología fue una especialidad con un programa académico independiente. Actualmente en el servicio de Neurocirugía y también el de Neurología se 74 gradúan 3 residentes cada año, han sido en total más de 120 especialistas de las neurociencias que se desempeñan en toda la nación. El Doctor Bustamante con el Dr. Luis Carlos Posada publicaron en 1952 su primer trabajo sobre aneurismas en Colombia; de 24 pacientes fueron 11 los operados y ninguno falleció16. En 1961 el Doctor Bustamante había operado 106 pacientes con aneurismas, la mortalidad fue del 24%, estaba en el rango de publicaciones de la época17 en 1976 utilizó el microscopio en neurocirugía con un microscopio portátil. Estos fueron los procedimientos quirúrgicos que mas puedo destacar porque fueron áreas en que mostró más interés quirúrgico porque también hizo todos los procedimientos quirúrgicos rutinarios de tumores, cirugía de columna y para el dolor. Además hizo las primeras cirugías para enfermedad de Parkinson usando la técnica de Cooper, Psicocirugía, además incursionó en cirugía de epilepsia y en algunos casos realizó electrocorticografía y estimulación operatoria. En 1960 se hizo una recopilación de las actividades del servicio durante los primeros 10 años de funcionamiento, se habían escrito 10 tesis de grado sobre aspectos neuroquirurgicos11, se habían hospitalizado 2.222 pacientes y de ellos 1.018 fueron sometidos a tratamiento quirúrgico, la mortalidad global fue del 22,3%, 23% en lesiones supratentoriales y 43% en lesiones infratentoriales (en esa época se habían hecho 786 Arteriografías, 908 ence- Figura 9. Grupo de Profesores y Residentes 2015. falografías y 208 ventriculografías. El registro estadístico de 2014 es que en total fueron atendidos 7.448 pacientes en consulta externa, 5.531 del servicio de neurología (3.753 adultos y 1.778 niños), los pacientes hospitalizados por neurocirugía fueron 1.917 (1.497 adultos y 420 niños) y se realizaron en total 850 cirugías. En toda su vida profesional el Doctor Bustamante ha estado vinculado a la vida académica12 fue Jefe del nuestro Servicio de Neurología y Neurocirugía desde su fundación hasta 1976, varias veces dijo que debíamos tener “un instituto como el de Chile”. Después se traslado al Instituto Neurológico de Colombia en Bogotá, allí se desempeño como Director científico en 19781987, durante los años 1987-1992 fue Jefe de la Unidad de Neurocirugía de la Universidad Javeriana y luego director general del Instituto Neurológico de Colombia durante los años 1992-1995, aunque tiene actualmente 93 años continua vinculado a actividades académicas en la Universidad Javeriana gracias a su excelente salud física y mental. Recuerda con mucho cariño a sus profesores, fundadores del instituto, los Neurocirujanos: Alfonso Asenjo, Héctor Valladares Arriagada, Carlos Villavicencio y Mario Contreras Villalón, además el Dr. Santiago Riesco (Otorrino) y Abraham Schweitzer (Oftalmólogo), todos ellos pioneros en su ramo. También puede recordar algunos de sus compañeros de residencia como a Alejandro Jiménez Arango, Neurocirujano Artículo Especial Colombiano que terminó un año antes, también al Doctor José Benaim quien falleció cuando dictaba una conferencia en verso sobre la historia del de la Sociedad de Neurocirugía de Buenos Aires y a otros neurocirujanos contemporáneos como los doctores: Juan Pablo Recagno Cepeda (argentino), Juan Fierro Morales, Reinaldo Poblete Grez y Paulo Niemeyer. Entre sus profesores y amigos merece una mención especial el Doctor Héctor Valladares Arriagada (1909-2001), porque fue escogido para representarlo en la ceremonia religiosa del “matrimonio por poder”, ya que el Doctor Bustamante se encontraba en Medellín, tuvo que ser su mejor amigo y que tuvieran similitud en aspectos éticos, morales y en la personalidad. Años más tarde esas cualidades fueron resaltadas en el discurso funerario porque en sus 92 años de vida, así se refería uno de sus Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 alumnos: “Conformó ese núcleo tan homogéneo y célebre de esos médicos, (chapados a la antigua), sacrificados y esforzados, que forjaron los comienzo del Instituto de Neurocirugía, y también de esta especialidad, la Neurocirugía, en Chile”. “El Dr. Valladares tuvo siempre una gran voluntad de servicio, nuestra profesión, decía, nos permite mantenemos junto a los jóvenes en la enseñanza, y junto a los humildes en la sala de los hospitales y de esta manera podemos palpar la realidad social de nuestra población”. “El Dr. Valladares enseñaba con el ejemplo, poco adepto a las clases magistrales o el lucimiento con disertaciones teóricas, era elocuente sólo en su quehacer quirúrgico, en el pabellón, o en coloquios, donde entregaba sus conocimientos con mayor familiaridad y con amistad”. “Por el prestigio que alcanzó en su tiempo, llegó a tener una nutrida clientela, de la cual jamás lucró, manteniendo una vida sencilla y muy austera y una disciplina casi conventual en todos los actos de su vida”. “Una de sus características, tal vez la más destacada de su personalidad, fue su modestia, llevada a un nivel ejemplar, ajeno a todo boato y ostentación y desprovisto enteramente de vanidad”19. Como lo exprese en la introducción, he descrito como nació y como se desarrolló el Servicio de Neurocirugía del Hospital San Vicente de Paul en Medellín, obra de un Neurocirujano formado en el Instituto Neurológico Alfonso Asenjo, institución que merece todo nuestro agradecimiento y admiración y con la que queremos fortalecer los lazos académicos. Recibido: 06 de noviembre de 2015 Aceptado: 16 de noviembre de 2015 Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Otalvaro D. Datos Para la Historia de la Cirugía en Antioquia, Tesis. Medellin impr. Dptal, 1892, 50 páginas. Anales de la Academia de Medicina de Medellin, vol. x: 65 - 68, 1898. Bennett AH, Godlee RJ. Case of cerebral tumour. Br Med J: 988-989: 1885. Arango TE. Boletín clínico, pp. 221 Boletín clínico, pág 221 Ano VIII, # 89 Nro 5, Sept. 1942. Gómez J. Bustamante E. Gil JG. Espongioblastoma Multiforme Precoronal. Boletín Clínico, Vol., 09, Núm. 02 Oct. Pp. 55-58, 1947. Bustamante E. 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Es realmente difícil resumir en parte sus numerosos logros y destacadísima carrera como neurocirujano y docente. Será recordado probablemente como el “padre de la neurocirugía microscópica moderna”. Nació el 18 de noviembre de 1932 en un humilde hogar en Kentucky. Posteriormente se trasladó junto a su familia a Ohio donde entró al colegio. Fue en trabajos part-time mientras estudiaba en la Universidad de Ohio que compartió con niños vulnerables en lo socioeconómico, lo que lo motivó a estudiar trabajo social. Fue en una clase de psicología de ésta carrera, donde conoció los misterios y belleza del cerebro humano. Este hecho sería la razón por la cual estudiaría neurocirugía posteriormente. Luego de graduarse de trabajo social, estudió medicina en la Universidad de Washington graduándose con los más altos honores en 1959. Completó su residencia de neurocirugía en la misma Universidad y posteriormente realizó un research fellow en neuroanatomía en el National Institute of Health a cargo del Dr Henry Schwartz. En 1966 se unió como staff de neurocirugía a la Clínica Mayo. Fue en 1972 cuando dejó el servicio de la Clínica Mayo y se trasladó como jefe de servicio a la entonces pequeña unidad de neurocirugía de la Universidad de Florida, en Gainesville, compuesta por sólo dos neurocirujanos. La unidad creció y se convirtió en lo que es actualmente, un departamento de neurocirugía con un total de 18 neurocirujanos, 13 research faculty y un total de 21 residentes. En 1975 inició una serie de cursos de microcirugía en la Universidad de Florida a los que han asistido 76 más de 1.000 neurocirujanos y residentes de todo el mundo. Publicó más de 500 trabajos científicos, numerosos capítulos de libros y tres libros, destacando dentro de ellos “Rhoton’s Cranial Anatomy and Surgical Approaches”, un verdadero best seller de la neurocirugía contemporánea. En sus más de 5 décadas de enseñanza entrenó a miles de neurocirujanos alrededor del mundo, más de 50 residentes de neurocirugía completaron su especialidad mientras él fue jefe de servicio y cerca de 100 research fellows trabajaron con él en su laboratorio de microcirugía. Desarrolló cientos de productos e instrumental de microcirugía inexistentes hasta ese momento y recibió las más altas distinciones de la neurocirugía mundial, incluyendo la medalla Cushing de la asociación americana de neurocirugía (AANS) y la medalla de honor de la federación mundial de sociedades de neurocirugía (WFNS), por mencionar sólo algunas. Probablemente su gran aporte a nuestra profesión fue el desarrollo de la neurocirugía microquirúrgica. Incorporó el uso del microscopio a la cirugía, demostró la microanatomía involucrada en los distintos abordajes y fue pionero en el desarrollo de instrumental de microcirugía, muchos de los cuales llevan su nombre, y sin los cuales varios de nosotros probablemente no operaríamos actualmente una patología de base de cráneo. El objetivo de esto según él mismo decía era hacer de la cirugía un proceso más “accurate, gentle and safe”. En lo personal, tuve la oportunidad de trabajar junto a él y su equipo durante poco más de un año en su laboratorio de microcirugía ubicado en el Mc Knight Brain Institute, de la Universidad de Florida, en Gainesville, Estados Unidos. El Dr. Rhoton o también Professor como cariñosamente nos referíamos a él -los research fellows- destacó siem- Profesor Albert L. Rhoton Jr. pre por su humilde personalidad y gentil forma de ser. No importaba cuántas veces le hicieran una pregunta, el Dr. Rhoton siempre se daba el tiempo de explicarle a sus alumnos. Era sin embargo, muy exigente en lo que a disecciones se refería y siempre consideraba que algo podía hacerse mejor. Una imagen -decía- vale más que mil palabras. Supervisaba personalmente cada uno de los proyectos de los research fellows, proponía disecciones anatómicas y corrigió hasta el último día los manuscritos que realizaban sus alumnos. No sólo se preocupaba del trabajo realizado en el laboratorio, sino que también de la adaptación del resto de la familia que acompañaba al fellow durante su estadía en Gainesville. Tuve además la inigualable oportunidad de escuchar directamente del Dr. Rhoton sus clases de neuroanatomía en 3D a las que asistían regularmente los residentes del departamento de neurocirugía. Un detalle de la prolijidad con que preparaba sus clases y que nunca olvidaré, era que para cada clase que dictaba le solicitaba a la secretaria del servicio que dispusiera de an- Homenaje Póstumo teojos nuevos para la audiencia. Esto con el fin de que la nitidez de la imagen y el efecto 3D fuera perfecto. El resultado del trabajo realizado en su laboratorio es probablemente conocido por muchos de ustedes a través de las fotografías de sus distintos artículos científicos. Sin embargo, el trabajo que una disección cadavérica implica es probablemente desconocido. El proceso de preparación de los especímenes cadavéricos, lavado, inyección, disección y posterior registro fotográfico es tremendamente laborioso. El Dr. Rhoton decía que recién después de seis meses de intenso trabajo en el laboratorio, el research fellow estaba en condiciones de realizar disecciones anatómicas de calidad. Mi caso no fue la excepción….. No puedo dejar de mencionar la gran gentileza de Professor, su esposa Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Joyce, su hija Alice, su nieto Alexander y su familia en general con todos nosotros. Cada vez que un research fellow terminaba su estadía en el laboratorio o bien, uno nuevo llegaba, era tradición reunirse en su hogar para compartir una pizza y beber una cerveza. Era entonces cuando él por ejemplo, señalándonos unas fotografías de su casa nos comentaba que había conocido personalmente al ex presidente Jimmy Carter o bien, su esposa Joyce nos ofrecía su delicioso pastel de calabazas. El espíritu docente del Dr. Rhoton estimulaba a todos a su alrededor y como parte de nuestro compromiso con él, espero poder fomentar el estudio de la neuro microanatomía en mi país, continuando la labor en distintos cursos de capacitación de la especialidad y en especial con el desarrollo de un laboratorio de neuro microanatomía que es- pero esté a la altura de sus exigencias y del que pudiese estar orgulloso. Aprovecho esta oportunidad para agradecerle sinceramente a todos quienes me ayudaron y con quienes compartí durante mi estadía en Gainesville. Al Profesor Rhoton por supuesto, los ilustradores médicos Robin Barry y David Peace, las secretarias Laura Dickinson y Jessica Striley, mis amigos y colegas fellows Eduardo Ribas, Thomas Frigeri,, Leila da Roz, Noritaka Komune, Ken Matsushima, Kaan Yagmurlu y en especial a mi esposa María Teresa Donoso, quien con su amor y apoyo incondicional hizo de nuestra estadía en Gainesville un hermoso recuerdo. God bless you Professor Dr. Tomás Poblete Poulsen 77 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Profesor Dr. Yves Keravel Rev. Chil. Neurocirugía 42: 78, 2016 El obituario oficial del Prof. Dr. Yves Keravel nos dirá que fue Jefe de Servicio de Neurocirugía en el Hospital Henri Mondor entre 1989 y 2010, que fue miembro fundador de la IASP en 1975, que fue Presidente de la Sociedad Francesa de Neurocirugía y de la Sociedad de Neurocirugía de Habla Francesa. Coordinador de los comités de la WFNS desde 2009, miembro honorario de la misma WFNS, autor de más de 200 publicaciones y monografías además de más de 90 conferencias en el extranjero por invitación. Nos dirá finalmente que falleció repentinamente el 3 de diciembre 2015 luego de una relativamente corta enfermedad. Lo que ese obituario no relata fue su relación extensa, fructífera y cercana con la Neurocirugía chilena que nació - y aquí, desafortunadamente, hay que ser autoreferente - en octubre de 1977 cuando quien escribe llegó al Servicio de Neurocirugía del Hospital Henri Mondor, dirigido en ese entonces por el Prof. J.P. Caron para iniciar su residencia extranjera. Ahí trabó conocimiento con el también recién llegado Dr. Keravel. Afinidades personales y de edad hicieron nacer una amistad que se consolidó durante 1978 y que continuó luego del retorno a Santiago para culminar en la realización de las primeras Jornadas Franco-Chilenas de Neurocirugía en 1980 con su presencia como conferencista. Las Jornadas continuaron en forma más o menos regular 78 durante varios años contando siempre con su presencia y acompañado cada vez por algún otro colega francés que el se encargaba de reclutar para tales efectos. Si bien las Jornadas fueron importantes para la Neurocirugía chilena, su aporte más significativo fue su compromiso no escrito de reservar una plaza anual en el Servicio para un residente extranjero chileno, lo que permitió durante varios años la estadía de numerosos colegas chilenos que pudieron completar su formación y empaparse de la rica tradición neuroquirúrgica francesa de la cual el Dr. Keravel era su heredero y continuador. Esto lo hizo merecedor de su nombramiento como Miembro correspondiente de nuestra Sociedad en 1999 y luego Miembro Honorario en 2008. Entre sus cualidades personales habría que mencionar su impresionante capacidad de trabajo, su rigurosidad como docente y su notable habilidad quirúrgica. Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo de cerca podemos además mencionar su invariable buen humor, su capacidad para sentirse a gusto en cualquier lugar y su afición por el turismo de aventura que nos permitió inolvidables viajes por Chile, cuyo paisaje le pareció siempre extremadamente bello. Mención aparte merece Francoise, su esposa, cuya hospitalidad generosa permitió que varios de nosotros fueran acogidos en su casa por períodos a veces prolongados. Vayan para ella nuestras simpa- Profesor Dr. Yves Keravel. tías y condolencias más sinceras. Con estas cortas palabras la Sociedad de Neurocirugía de Chile quiere rendirle un homenaje póstumo a un amigo incondicional que tanto aportó al desarrollo de nuestra especialidad. Sus amigos chilenos lamentamos su inesperada partida y hacemos votos para que su alma descanse en paz. Dr. Enrique Colin B, MSNcCh Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Miembros distinguidos de la Neurocirugía Chilena Maestros de la Neurocirugía Chilena † Prof. Dr. Héctor Valladares Arriagada (1983) † Prof. Dr. Eduardo Fuentes Besoain (1983) † Prof. Dr. Reinaldo Poblete Grez (1996) Miembros Honorarios Nacionales Medalla “Prof. Dr. Alfonso Asenjo Gómez” † Prof. Dr. Luciano Basauri Tocchetton (2001) Prof. Dr. Jorge Méndez Santelices (2002) Prof. Dr. Leonidas Quintana Marín (2007) Medallas “Prof. Dr. Héctor Valladares Arriagada” Prof. Dr. Selim Concha Gutiérrez (2001) Prof. Dr. Renato Chiorino Radaelli (2001) Prof. Dr. Juan Carlos Gómez González (2001) Prof. Dr. Boris Flandez Zbinden (2001) Prof. Dr. Jorge Méndez Santelices (2001) Prof. Dr. Miguel Miranda Gacitua (2001) † Prof. Dr. Jacinto Cornejo Montalvo (2002) Dr. Aurelio Matus Santos (2002) Prof. Dr. Juan Ricardo Olivares Alarcón (2002) Prof. Dr. Mario Poblete Muñoz (2002) Dr. Héctor Valladares Asmussen (2002) † Prof. Dr. Gustavo Díaz Pérez (2003) Dr. Pablo Donoso Yáñez (2003) Prof. Dr.Antonio Orellana Tobar (2008) Prof. Dr. Patricio Tagle Madrid (2008) Dr. Enrique Colin Bordali (2014) Dr. Patricio Loayza Wilson (2014) Dr. Alfredo Yáñez Lermanda (2015) Dr. Arturo Zuleta Ferreira (2015) Miembros Honorarios Extranjeros Prof. Dr. José Ribe Portugal (Brasil, 1966) Prof. Dr. Bernard Pertuisset (Francia 1966) Prof. Dr. Valentine Logue (Gran Bretaña 1969) Prof. Jean Tavernier (Francia, 1969) Prof. Dr. Peter Rottgen (Alemania, 1969) Prof. H.W. Pia (Alemania, 1969) Prof. Dr. Harry Kaplan (USA, 1969) Prof. Dr. Arnoldo Pansini (Italia 1971) Prof. Dr. G. Sterba (Leipzy, 1972) Prof. Dr. H. Niebeling (Leipzig, 1972) Prof. Dr. M.C. Sancho (México, 1972) Prof. Dr. A. González (Argentina, 1972) Prof. Dr. R. Vigouroux (Francia, 1972) Prof. Dr. Fabio Columella (Italia, 1972) Prof. Dr. J. Brihaye (Bélgica, 1972) Prof. Dr. Wilhem Lujendick (Holanda, 1972) Prof. Dr. Thomas Ballantine (USA, 1973) Prof. Dr. Jiro Susuki (Japón 1977) Dr. Daniel Carleton Gajdusek (USA 1977) Prof. Dr. Pierre Galibert (Francia 1989) Prof. Dr. Armando Basso (Argentina 1989) Dr. José Carlos Bustos (España 2002) Prof. Dr. Albert Rhoton (USA 2004) Prof. Dr. Evandro De Oliveira (Brasil 2007) Prof. Dr. Yves Keravel (Francia 2008) Prof. Dr. Michel Zerah (Francia 2009) Dr. Marcos Masini (Brasil, 2009) Miembros Correspondientes Dr. Jacques Therón (Francia 1978) Dr. Leo Ditzel (Brasil 1978) Prof. Dr. Pierre Galibert (Francia 1979) Prof. Dr. Friederich Loens (Alemania 1979) Dr. Armando Basso (Argentina 1979) Dr. Enrique Pardau (Argentina 1979) Dr. Carlos Budula (Argentina 1979) Dr. Maurice Choux (Francia 1983) Dr. Gilberto Machado de Almeida (Brasil 1983) Dr. Roberto Heros (USA 1984) Dr. Jiri Vitek (USA 1984) Dr. Gómez (Colombia 1985) Dr. James I. Ausman (USA 1986) Dr. Manuel Dujovny (USA 1986) Dr. Osvalo Betti (Argentina 1987) Dr. Raul Marino Jr. (Brasil 1987) Dr. Alberto Eurnekian (Argentina 1987) Dr. Ya-Du Chao (China 1987) Dr. L. M. Auer (Austria 1988) Dr. Jorge Abel Monges (Argentina 1988) Dr. Steimlé (Francia 1991) Dr. Michael Scott (USA 1992) Dr. Pedro Lylyk (Argentina 1993) Prof. Dr. Bernard George (Francia 1994) Dr. Claudio Feler (USA 1996) Dr. Patrick Johnson (USA 1996) Dr. Albrecht Harders (Alemania 1996) Dr. Carlos Pesce (Argentina 1996) Dr. C. Sainte Rose (Francia 1996) Prof. Dr. Jorge A. Monges (Argentina 1996) Prof. Dr. Peter Black (USA 1997) Prof. Dr. Fred Epstein (USA1997) Dr. Atos Alves de Souza (Brasil 1997) Prof. Dr. Erick Wolf (USA1997) Dr. Marcos Masini (Brasil1997) Dr. Jacques Morcos (USA 1997) Dr. Michel Zerah (Francia 1997) Prof. Dr. Issam Awad (USA 1998) Prof. Dr. Randall M. Chesnut (USA 1998) Prof. Dr. Yves Keravel (Francia 1999) Prof. Dr. Marc Tadie (Francia 1999) Prof. Dr. Luis Marti-Bonmati (España 2000) Prof. Dr. Evandro de Oliveira (Brasil 2000) Dr. Samuel Zymberg (Brasil 2001) Dr. Alberto Biestro (Uruguay 2001) Dr. Julio Antico (Argentina 2001) Dr. Héctor Giocoli (Argentina 2001) Dr. Jacques Moret (Francia 2001) Dr. Gilles Perrin (Francia 2001) Dr. Francisco Morales R. (España, 2002) Dr. David Reardon (USA, 2002) Dr. Leonel Limonte (USA, 2002) Dr. Ernesto Martínez (México, 2002) Dra. Lilia De La Maza (México, 2002) Dra. Graciela Zuccaro (Argentina, 2002) Dr. Fabián Piedimonte (Argentina, 2002) Prof. Dr. Edward Benzel (USA, 2003) Prof. Dr. Santiago Lubillo (España, 2003) Dr. Rodolfo Ondarza (México, 2003) Dr. Aizik Wolf (USA, 2003) Dr. Paolo Cappabianca (Italia, 2004) Dr. Carlos Gagliardi (Argentina, 2004) Prof. Dr. Danielle Rigamonti (USA, 2004) Prof. Dr. Harold Rekate (USA, 2004) Dr. Hugo Pomata (Argentina, 2004) Prof. Dr. Sunil Patel (USA, 2004) Prof. Dr. Jacques Caemaert (Bélgica, 2004) Prof. Dr. Albino Bricolo (Italia, 2004) Prof. Dr. Angel Viruega (Argentina, 2005) Dr. Arthur Cukiert (Brasil, 2005) Dr. Ricardo Ramina (Brasil, 2005) Dr. Jean Pierre Saint-Maurice (Francia, 2005) Dr. Manoel Teixeira (Brasil, 2007) Dr. Luiz Carlos de Alencastro (Brasil, 2007) Dr. Richard Fessler (USA, 2007) Dr. Sergio Cavalheiro (Brasil, 2008) Dra. Susan Chang (USA, 2008) Dr. Juha Hernesniemi (Finlandia, 2008) Dr. Ronald Juzty (USA, 2008) Dr. José Pineda (USA, 2008) Dr. Stephen Ritland (USA, 2008) Dr. Carlos Rivera (Colombia, 2008) Dr. Himmler Serrato (Colombia, 2008) Dr. Teiji Tominaga (Japón, 2008) Dr. Hunt Batjer (USA, 2009) Dr. Bernhard Bauer (Alemania, 2009) Dr. José Soriano (México, 2009) Dr. Ricardo Ramina (Brasil, 2009) Dr. Alejandro Méndez (USA, 2011) 79 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Lista de socios 2016 Sociedad de Neurocirugía de Chile Abarca Carrasco, Benjamín Institución: Hosp. Regional de Puerto Montt Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Puerto Montt Fono: e.mail: mirkoabarca@gmail.com Bedoya Barrios, Pedro Institución: Hospital Regional de Copiapó Dirección: Unidad de Neurocirugía Ciudad:Copiapó Fono: e.mail: bedoyapedro@gmail.com Carmona Rammsy, Pablo Institución: Hosp. Regional de Puerto Montt Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Puerto Montt Fono: e.mail: prcr72@gmail.com Acevedo Gallardo, Hernán Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: neuronalnet@hotmail.com Bennett Colomer, Carlos Institución: Hosp. Carlos Van Buren - Serv. Neurocirugía Dirección: San Ignacio s/n Ciudad:Valparaíso Fono: (56.32) 220.4471 e.mail: carlos.bennett@gmail.com Carrasco Riveros, Raúl Institución: Universidad de Antofagasta - Depto. Ciencias Médicas Dirección: Av. Argentina 2000 Ciudad:Antofagasta Fono: (56.55) 25.3339 e.mail: rcarras@vtr.net Butrón Vaca, Marcelo Institución: Hospital del Profesor - Serv. Neurocirugía Dirección: Alameda 4860 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2299.6300 e.mail: ombutron@gmail.com Cerda Cabrera, Jorge Institución: Hosp. Regional de Puerto Montt - Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Seminario s/n Ciudad: Puerto Montt Fono: (56.65) 249.0098 e.mail: jorge.cerda.cabrera@gmail.com Campos Puebla, Manuel Institución: Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 2210.4609 e.mail: mcampos@clc.cl Colin Bordali, Enrique e.mail: enriquecolinb@gmail.com Aguilera Rodríguez, Sergio Institución: Hospital Regional de Iquique Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad:Iquique Fono: e.mail: aguilera71@gmail.com Aros Ojeda, Pedro Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: drpedroaros@gmail.com Ayach Núñez, Freddy Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: freddy_ayach@yahoo.es Baabor Aqueveque, Marcos Institución: Hospital Clínico Universidad de Chile - Serv. Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2978.8260 e.mail: marcosbaabor@yahoo.com Barrientos Dumenes, Nelson Institución: Hosp. del Trabajador - Servicio Neurocirugía Dirección: Ramón Carnicer 185 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2685.3000 e.mail: nbarrientos@entelchile.net 80 Canitrot Paniagua, Mario Institución: Clínica Indisa Dirección: Av. santa María 1810 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2362.5555 e.mail: mariocanitrot@gmail.com Cantillano Malone, Christián Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Serv. Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: christiancantillano@gmail.com Cantillano Carrera, Luis Institución: Hosp. Regional de Concepción - Serv. Neurocirugía Dirección: O’Higgins 816 Of. 26 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 222.4026 e.mail: lsegundocantillano@gmail.com Concha Gutiérrez, Selim e.mail: selim@manquehue.net Concha Julio, Enrique Institución: Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 2210.4569 e.mail: econcha@clinicalascondes.cl Corvalán Latapia, René Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: rene@corvalan.cl Cox Vial, Pablo Institución: Hospital C. Van Buren - Imagenologia Dirección: San Ignacio s/n Ciudad:Valparaíso Fono: (56.32) 220.4000 e.mail: pablo.cox@gmail.com Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Lista de Socios Cuadra Cárdenas, Octavio Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad:Providencia-Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: ocuadrainc@yahoo.com Flores Salinas, Jorge Institución: Hospital de Carabineros Dirección: Av. Tobalaba 155 Of. 507 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2231.1107 e.mail: marias@mi.cl Koller Campos, Osvaldo Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: okollercampos@gmail.com Cubillos Lobos, Alejandro Institución: Hosp. Roberto del Río Dirección: Profesor Zañartu 1085 Ciudad:Independencia-Santiago Fono: (56.2) 2479.1426 e.mail: alejandrocubillos@hotmail.com Fortuño Muñoz, Gonzalo Institución: Hosp. Herminda Martín de Chillán - Serv. Neurocirugía Dirección: Francisco Ramírez 10 Ciudad:Chillán Fono: (56.42) 20.8220 e.mail: lgfortu@entelchile.net Lacrampette Gajardo, Jacqueline Institución:MegaSalud Dirección: Ramírez 1162 Ciudad:Iquique Fono: (56.57) 51.0540 e.mail: jlacrampette@yahoo.com Chiorino Radaelli, Renato Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: De Ramón Silva, Raúl Institución: Hospital Militar - Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Larraín 9100 Ciudad: La Reina - Santiago Fono: (56.2) 2331.6000 e.mail: rdr@mi.cl Del Villar Pérez-Montt, Sergio Institución: Hospital Clínico Universidad Católica - Servicio Neurocirugía Dirección: Marcoleta 352 2º Piso Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2354.3465 e.mail: sergiodelvillar@gmail.com Elso Sanhueza, Luis Institución: Hosp. Regional de Concepción - Serv. Neurocirugía Dirección: Lientur 559 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 232.5866 e.mail: l.elso@surnet.cl Fassler Rebon, André Institución: Clínica Dávila Dirección: Av. Recoleta 464 Ciudad:Concepción Fono: (56.2) 2730.8000 e.mail: dr.fassler@gmail.com Figueroa Rebolledo, Guillermo Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: gfigueroar@hotmail.com Flandez Jadue, Boris Institución: Hospital Base Valdivia Dirección: Av. Simpson 850 Ciudad:Valdivia Fono: (56.63) e.mail: flandezjadue@yahoo.com Flandez Zbinden, Boris e.mail: bflandez@uach.cl Gleiser Joo, Kenneth Institución: Hospital Regional de Iquique Dirección: Héroes de la Concepción 502 Ciudad:Iquique Fono: (56.57) 39.5555 e.mail: kgleiser@vtr.net Gómez González, Juan C. González Vicuña, Francisco Institución: Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 606 - Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 e.mail: fragonvic@gmail.com Lara Pulgar, Pablo Institución: Hospital Clínico Herminda Martin Dirección: Av. Francisco Ramírez N° 10. Ciudad: Chillán Fono: (56-42) 58.6928 email: pablolara7188@gmail.com Lemp Miranda, Melchor Institución: Hospital Clínico Universidad de Chile - Serv. Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2978.8260 e.mail: mlemp@hcuch.cl Loayza Wilson, Patricio e.mail: patricioloayza@hotmail.com Guajardo Hernández, Ulises Institución: Hosp. Regional de Temuco - Serv. Neurocirugía Dirección: M. Montt 115 Ciudad: Temuco Fono: (56.45) 29.6505 e.mail: ulisesguajardo@gmail.com Lorenzoni Santos, José Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: jls@med.puc.cl Guzmán Kramm, Carlos Institución: Hosp. San Pablo de Coquimbo - Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Videla s/n Ciudad:Coquimbo Fono: (56.51) 20.6366 e.mail: cgkramm@gmail.com Luna Andrades, Francisco Institución: Hospital Guillermo Grant Benavente - Serv. Neurocirugía Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 223.8299 e.mail: flunaa@gmail.com Guzmán Rojas, Víctor Institución: Clínica La Portada Dirección: Coquimbo 712 Of. 502 Ciudad:Antofagasta Fono: (56.55) 22.4092 e.mail: guzmanescob@hotmail.com Martínez Plummer, Hugo Institución: Clínica Dávila Dirección: Recoleta 464 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2730.8000 e.mail: hmartinez@davila.cl Heider Rojas, Klaus Institución: Hosp. Clínico San Pablo - Serv. Neurocirugía Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad:Coquimbo Fono: (56.51) 20.6366 e.mail: klausheid@gmail.com Martínez Torres, Carlos Institución: Hospital FACH - Servicio de Neurocirugía Dirección: Av. Las Condes 8631 Ciudad: Las Condes-Santiago Fono: (56.2) 2782.6000 e.mail: carmartinezt@gmail.com Jarufe Yoma, Francisco Institución: Hospital Militar - Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Larraín 9100 Ciudad: La Reina-Santiago Fono: (56.2) 2331.6000 e.mail: jarufeyoma@yahoo.com Massaro Marchant, Paolo Institución: Hosp. Carlos Van Buren - Serv. Neurocirugía Dirección: San Ignacio s/n Ciudad:Valparaíso Fono: (56.32) 220.4471 e.mail: paolo_massaro@yahoo.com 81 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Mauersberger Stein, Wolfgang Institución: Hosp. Barros Luco-Trudeau - Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 2394.8944 e.mail: mauersberger@mi.cl Melo Monsalve, Rómulo Institución: Instituto de Neurocirugía A. Asenjo Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2236.0170 e.mail: rmelo@manquehue.net Méndez Santelices, Jorge e.mail: jorgemendez@manquehue.net Mery Muñoz, Francisco Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: franciscomery@hotmail.com Miranda Gacitua, Miguel Institución: Clínica Reñaca Dirección: Anabaena 336, Jardín del Mar Ciudad: Reñaca, Viña del Mar Fono: (56.32) 265.8000 e.mail: mimiga@vtr.net Morales Pinto, Raúl Institución: Hosp. Barros Luco-Trudeau - Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 2394.9000 e.mail: raulemoralesp@gmail.com Moyano Pérez, Felipe Institución : Hospital Dipreca - Serv. Neurocirugía Dirección : Vital Apoquindo 1200 5º Piso Ciudad : Las Condes - Santiago Fono: e.mail: felipemoyano78@gmail.com Müller Granger, Erick Institución: Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 301 - Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 e.mail: emullerg@gmail.com Muñoz Gajardo, Rodolfo Institución: Hospital Regional de Talca Dirección: 1 Norte 13 Oriente 1951 Ciudad: Talca e.mail: rm.neuro@gmail.com Mura Castro, Jorge Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: jorgemura@terra.cl 82 Norambuena Sepúlveda, Filadelfo Institución: Hospital Regional de Puerto Montt Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Puerto Montt Fono: e.mail: fitonora@hotmail.com Poblete Poulsen, Tomás Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: tompoblete@gmail.com Olivares Villarroel, Abel Institución: Clínica Arauco Salud Dirección: Avda. Presidente Kennedy 5413-B. Parque Arauco Ciudad: Las Condes-Santiago Fono: (56.2) 2299.0299 e.mail: dr.abel.olivares@gmail.com Quintana Marín, Leonidas Institución: Hosp. Carlos Van Buren - Servicio de Neurocirugía Dirección: San Ignacio 725 Ciudad:Valparaíso Fono: (56.32) 220.4000 e.mail: leonquin@gmail.com Orellana Tobar, Antonio Institución: Universidad de Valparaíso - Decanato Dirección: Hontaneda 2653 Ciudad:Valparaíso Fono: (56.32) 250.7695 e.mail: draot@vtr.net Ravera Zunino, Franco Institución: Hospital Regional de Rancagua - Servicio de Neurocirugía Dirección: Alameda 611 Ciudad:Rancagua Fono: (56.72) 20.7227 e.mail: fraveraz@yahoo.com Ortega Ricci, Eduardo Institución: Hospital Regional de Valdivia Dirección: Casilla 1258 Ciudad:Valdivia Fono: (56.63) 21.6930 e.mail: ortegaricci@gmail.com Rivas Weber, Walter Institución: Hosp. Regional de Concepción - Serv. Neurocirugía Dirección: Chacabuco 916 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 224.1004 e.mail: rivas.weber@gmail.com Ortiz Pommier, Armando Institución: Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 2210.4609 e.mail: aortiz@clc.cl Otayza Montagnon, Felipe Institución: Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago. Fono: (56.2) 2210.4609 e.mail: fotayza@yahoo.com Oyarzo Ríos, Jaime Institución: Hosp. Barros Luco-Trudeau - Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 2394.8944 e.mail: joyarzor@yahoo.com Palma Varalla, Luis e.mail: luchopalma@hotmail.com Pavez Salinas, Alonso Institución: Hosp. San Pablo de Coquimbo - Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Videla s/n Ciudad:Coquimbo Fono: (56.51) 31.1222 e.mail: apavez@ucn.cl Pinto Vargas, Jaime Institución: Hospital Regional de Concepción - Serv. Neurocirugía Dirección: Pedro de Valdivia 801 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 220.6000 e.mail: jaimempinto@gmail.com Rivera Miranda, Rodrigo Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: riveranrx@gmail.com Rodríguez Covili, Pablo Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: prc@neuroclinica.cl Rojas Pinto, David Institución: Hosp. Barros Luco-Trudeau - Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 2394.8943 e.mail: drojasp@vtr.net Rojas Valdivia, Ricardo Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Serv. Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: rojasval@vtr.net Rojas Zalazar, David Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: drojasz@gmail.com Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Lista de Socios Rossel Troncoso, Felipe Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Serv. Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: frossel@gmail.com Ruiz Ramírez, Alvaro Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: alvaroruiz@vtr.net Santorcuato Fuentes, Francisco Institución: Hosp. Del Trabajador - Serv. Neurocirugía Dirección: Ramón Carnicer 185 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2685.3000 e.mail: fsantorcuato@hotmail.com Silva Gaete, David Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: dsilvainc@hotmail.com Stipo Rosales, Juan Institución: Hospital Regional de Osorno Dirección: Serv. Neurocirugía Ciudad:Osorno Fono: e.mail: juanitostipo@gmail.com Tagle Madrid, Patricio Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Servicio Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: ptagle@med.puc.cl Taha Moretti, Lientur Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: lientur.taha@gmail.com Torche Astete, Máximo Institución: Hosp. Regional de Concepción - Serv. Neurocirugía Dirección: Aníbal Pinto 215 Of. 504 5º Piso Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 223.6750 e.mail: maxtorche@gmail.com Valdés Whittle, Cristián Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: cvaldesw@yahoo.com Valdivia Bernstein, Felipe Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: felipevaldivia@manquehue.net Valenzuela Abasolo, Sergio Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: valen1@manquehue.net Valenzuela Córdova, Samuel Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: samvalenzu@yahoo.com Valladares Asmussen, Héctor Institución: Neuromedica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 301 - Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Vallejo Geiger, Rodrigo Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: rodvallejo@yahoo.com Vázquez Soto, Pedro Institución: Hosp. Clínico Universidad de Chile - Serv. Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Independencia - Santiago Fono: (56.2) 2978.8260 e.mail: pvazquezs@yahoo.es Vergara Cabrera, Miguel Institución: Clínica San José Dirección: Juan Noé 1370 Ciudad:Arica Fono: (56.58) 25.4831 e.mail: mavergarac@hotmail.com Vielma Pizarro, Juan Institución: Hospital C. Van Buren Dirección: Casilla 616 Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 281.4769 e.mail: jvielma96@gmail.com Vigueras Aguilera, Roberto Institución: Hospital del Trabajador de Concepción - ACHS Dirección: Cardenio Avello 36 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 240.2112 e.mail: rvigueras@vtr.net Vigueras Aguilera, Rogelio Institución: Hospital Guillermo Grant Benavente - Serv. Neurocirugía Dirección: Chacabuco 916 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 224.1004 e.mail: rogeliovigueras@gmail.com Vigueras Alvarez, Sebastián Institución: Hospital Guillermo Grant Benavente - Serv. Neurocirugía Dirección: Chacabuco 916 Ciudad:Concepción Fono: (56.41) 224.1004 e.mail: savigueras@hotmail.com Villanueva Garín, Pablo Institución: Hosp. Clínico Universidad Católica - Neurocirugía Dirección: Marcoleta 352, 2º Piso Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2686.3465 e.mail: pvg@med.puc.cl Yáñez Lermanda, Alfredo Institución: Clínica Alemana Dirección: Av. Manquehue Norte 1499 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 22101111 e.mail: alermanda@vtr.net Yokota Beuret, Patricio Institución: Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 301 - Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 e.mail: pyokota@vtr.net Zamboni Tognolini, Renzo Institución: Clínica Dávila Dirección: Recoleta 464 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2730.8000 e.mail: rzamboni@doctor.com Zamorano Rodríguez, Lucia Institución: Detroit Medical Center - William Beaumont Hospital Dirección: 31500 Telegrah Road Suite 200 Ciudad: Bingham Faros MI 48025 - USA Fono: (1.248) 72.32477 e.mail: lzamorano@aol.com Zomosa Rojas, Gustavo Institución: Hosp. Clínico Universidad de Chile - Servicio Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad:Santiago Fono: (56.2) 2978.8260 e.mail: gzomosar@hotmail.com Zuleta Ferreira, Arturo Institución: Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 2575.4600 e.mail: zuletaneurocir@hotmail.com 83 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Normas de publicación Instrucción a los Autores Revista Chilena de Neurocirugía publicará artículos sobre neurocirugía y ciencias relacionadas. Las contribuciones pueden tener forma de editoriales, artículos originales, revisiones, reporte de casos, notas terapéuticas, notas técnicas, artículos especiales, cartas al editor, comentarios de congresos, y resúmenes de publicaciones de interés para los neurocirujanos. Los manuscritos deben ser elaborados de acuerdo con estas instrucciones para autores. Todos los artículos enviados quedarán a criterio del comité editorial para su publicación. Las correcciones realizadas por dicho comité se limitarán a una revisión de la impresión; cualquier cambio en el texto enviado deberá ser realizado por los autores, quienes serán enteramente responsables por las opiniones vertidas en sus artículos. Los artículos científicos podrán tener los siguientes formatos: Editorial. Solicitados por los editores, deberán tratar sobre un tópico de interés, donde el autor expresará su opinión personal. Se aceptará un máximo de 10 páginas y hasta 30 referencias. El artículo no deberá estar subdividido. Artículos originales. Deberán aportar una nueva dimensión al tema tratado. Se aceptarán un máximo de 20 páginas y 60 referencias; el artículo deberá estar dividido en las siguientes secciones: introducción, material y métodos, resultados, discusión y conclusiones. Revisiones. Deberán tratar sobre el conocimiento disponible sobre el tema y elaborar un análisis crítico. Se aceptarán un máximo de 25 paginas y 100 referencias. El artículo puede dividirse en secciones si se lo considera necesario. Reporte de casos. Describirán casos clínicos de particular interés. Deberán tener un máximo de 10 páginas y 30 referencias. El artículo deberá estar subdividido en las siguientes secciones: introducción, caso clínico (o serie), discusión y conclusiones. Notas terapéuticas. Se tratará de presentación y manejo de medicamentos. Un máximo de 10 páginas y 30 referencias serán aceptadas. Deberán estar divididos en las siguientes secciones: introducción, material y métodos, resultados, discusión y conclusiones. Notas técnicas. Revisiones críticas de nuevas técnicas y equipamiento. Se aceptará un máximo de 10 páginas y 30 referencias. Deberán subdividirse en las siguientes secciones: introducción, material y métodos, resultados, discusión y conclusiones. Artículos especiales. Tratarán sobre historia de la medicina, métodos de enseñanza, aspectos económicos y legislativos concernientes a la medicina y la especialidad. El artículo podrá estar dividido en secciones si el autor lo considera necesario. Se aceptarán un máximo de 10 páginas y 30 referencias. Cartas al editor. Deberán referirse a artículos publicados previamente, tópicos de interés general, comentarios o hallazgos científicos sobre los que el autor desee llamar la atención del lector en forma breve. Un máximo de 2 páginas y 5 referencias serán aceptadas. Comentarios de congresos. Tendrán como objetivo informar al lector sobre los temas tratados en congresos de la especialidad a los cuales el autor haya concurrido, haciendo un análisis crítico sobre las discusiones y conclusiones. Tendrán un máximo de 10 páginas y 30 referencias. Resúmenes de publicaciones. Tratarán sobre artículos de revistas a los que el autor haya tenido acceso y sean de interés para la especialidad. Deberán tener un máximo de 10 páginas. Preparación de los manuscritos Serán aceptados trabajos originales en idioma español o inglés en forma indistinta, deberán contar con traducción del título y un resumen en el otro idioma. El trabajo debe ser en Microsoft Word 2003 o superior y dividido en las siguientes secciones: 84 Normas de publicación Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 Página de títulos: · Título sin abreviaciones, con traducción al inglés o español según corresponda. · Nombre y apellido de los autores. · Institución donde el trabajo fue realizado o donde trabaja el autor. · Nombre, dirección, teléfono, fax e e-mail del autor a quien deberá enviarse la correspondencia. · Referencia a congresos donde el trabajo haya sido presentado. · Mención de fundaciones o contratos de investigación. ·Agradecimientos. Resumen: Los artículos deberán incluir un resumen en castellano y en inglés, de no menos de 200 y no más de 250 palabras, que permita al lector tener un concepto cabal del contenido. No se requerirán resúmenes de editoriales, revisiones ni cartas al editor Palabras clave: Deben referirse a los términos del Medical Subject Index (MeSH)del Index Medicus. Texto: Debe contar con los siguientes elementos: Introducción: Describe el presente estado del conocimiento y el objetivo de la investigación. Material y métodos: Descripción clínica de los sujetos usados en la experimentación, (pacientes, animales de experimentación, incluyendo los grupos de control), identificación de la metodología, equipamientos (nombre y domicilio del fabricante, entre paréntesis), y procedimientos, con suficiente detalle para permitir a otros investigadores reproducir los resultados. Especifique métodos bien conocidos, incluyendo procedimientos estadísticos, mencione y de una breve descripción de métodos no demasiado conocidos, describa ampliamente métodos nuevos o modificados, justifique su uso y establezca sus límites. En el caso de las drogas, en todos los casos debe indicarse su nombre genérico, dosis y vía de administración; el nombre comercial puede colocarse entre paréntesis. Las unidades de medida, símbolos y abreviaturas deben estar de acuerdo con los estándares internacionales: las unidades de medida (longitud, peso y volumen) deben estar expresadas en unidades métricas; las temperaturas en grados centígrados y las presiones en milímetros de mercurio. Todas las mediciones hematológicas o bioquímicas deben ser expresadas en unidades métricas siguiendo el International System of Units (IS). Los autores deben evitar utilizar símbolos o abreviaturas poco conocidos, en todos los casos, estas deben ser aclaradas la primera vez que se usen en el texto. Resultados: Deben presentarse como tablas estadísticas o gráficos, o procesados estadísticamente y expresados en el texto en forma concisa Discusión y conclusiones: Comentario sobre los resultados, con posible comparación con datos de la literatura. La importancia en la practica clínica y la investigación, también deberá ser establecida; la discusión deberá ser rigurosa y de acuerdo a los datos experimentales. Referencias: Deberán contener solo los autores citados en el texto, ser numeradas usando números arábigos, en orden alfabético secuencial de la primera letra del apellido del autor. Las referencias deben expresarse en el formato estándar aprobado por el Comittee of Medical Journal Editors: Revistas: Cada referencia deberá especificar el apellido del autor y sus iniciales (se hace una lista de todos los autores hasta seis, si son siete o más se nombra a los tres primeros y se agrega “et al”), el título original del artículo, el nombre de la revista (respetando las abreviaturas usadas en el Index Medicus), el año de publicación, el número de volumen y el número de la primera y última página. Siguiendo los estándares internacionales sea cuidadoso en la puntuación cuando cite artículos bibliográficos Libros y monografías: Debe señalarse nombre de los autores, título, edición, editorial, lugar y año de publicación, y páginas citadas. Tablas: Cada tabla deberá ser enviada en archivos separados del texto matríz,precisando el Nº de la tabla; además, en el texto matríz se debe especificar claramente la ubicación de la o las tablas. La tabla o gráfico debe ir en formato xls, jpg o ppt . Figuras: Las figuras deberán enviarse insertas en el texto matriz, o en archivos separados del texto matríz, precisando el Nº de la figura; además en el texto matríz se debe especificar claramente la ubicación de la o las figuras. La figura debe ir en formato jpg o bmp. Las fotografías o figuras deberán estar asociadas a un texto de no más de 25 palabras que se debe incluir en el archivo del 85 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 texto matríz, referenciado a la figura o fotografía. En el caso de cortes histológicos deberá constar el aumento utilizado y la técnica de coloración. Certificación de los autores: Deberá adjuntarse una nota firmada por los autores, donde estos certifican que el material remitido no ha sido publicado previamente, ni está en consideración para ser publicado, incluyendo revistas o libros. En caso de reproducir artículos o fragmentos de ellos, deberá adjuntarse la conformidad por escrito del titular de la propiedad intelectual. Envío del Trabajo Los trabajos se recibirán por correo electrónico en la siguiente dirección: Dr. Leonidas Quintana Marín Editor Revista Chilena de Neurocirugía Correo electrónico: leonquin@gmail.com Anotar que se hace envío del trabajo, y colocar los archivos tanto de texto ,como tablas y figuras como attaché. Es muy recomendable que en el archivo de texto se ubiquen las figuras con su leyenda, de preferencia en formato jpg, para facilitar su envío por correo electrónico. Si se prefiere hacer el envío por correo certificado, todos los discos de computación enviados (discos compactos) deberán estar rotulados con el nombre del primer autor, el título del trabajo, la leyenda texto, figura Nro. , Tabla Nro. , etc., y colocados en un sobre amortiguado contra golpes. Deberán ser enviados a: Dr. Leonidas Quintana Marín. Av. Libertad 1405 of. 301-Torre Coraceros - Viña del Mar- Chile. 86 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 1999 Revista Chilena de Neurocirugía 42: 2016 2000