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DIRECTOR DEL INSTITUTO PSIQUIÁTRICO “DR. JOSÉ HORWITZ BARAK” Dr. Ignacio Morlans Escalante PRESIDENTE SOCIEDAD CHILENA DE SALUD MENTAL Dr. Edgardo Thumala Piñeiro EDITOR INVITADO Dr. Carlos Cruz Marín Indice 2 EDITORIAL 4 ESTILOS DE CRIANZA, RELACIÓN PERCIBIDA CON LOS PADRES Y SALUD MENTAL DE ESTUDIANTES ADOLESCENTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA Ramón Florenzano, Eugenio Cáceres, Macarena Valdés, Silvia Calderón, Sylvia Santander, Martín Cassasus, Constance Haemmerli. 15 RESULTADOS PRELIMINARES DE LA MEDICIÓN DEL CAMBIO TERAPÉUTICO EN UNA UNIDAD DE DEPENDENCIAS COMPLEJAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO Bert Kaempfe, Daniel Dolmoun. 25 APLICACIONES DE LA ESCENA EN LA REESTRUCTURACIÓN DE LA MATRIZ Verónica Garay. 30 SALUD MENTAL FAMILIAR DE RECIÉN NACIDOS HOSPITALIZADOS SusanaSusana Cubillos, Alejandra Gutierrez, Giovanna Loguercio, Angela Lizana, Natalia Medina, Paulina San Martín, Patricia Vernal, Susana Lobos, Monica Peña. 39 EL PROCESO DE DUELO ANTE LA ENFERMEDAD EN PACIENTES CON CÁNCER DESDE UNA MIRADA GESTÁLTICA Marisol Marcos. 44 COMITÉ DE FINANZAS Dra. Katherina Llanos Parra Dr. Ignacio Morlans Escalante Dr. Raúl Riquelme Véjar VALIDACIÓN DEL CUESTIONARIO DE SALUD DEL PACIENTE COMO HERRAMIENTA DE TAMIZAJE PARA TRASTORNOS POR SOMATIZACIÓN Alejandra Alvarez, Andrés Aqueveque, Marcela Araya, Fernanda Díaz, Carlos Cruz. 48 USO DE PSICOFÁRMACOS EN ADULTOS MAYORES INSTITUCIONALIZADOS EN SECTOR ORIENTE DE LA R.M. Isidora García, Pilar Manterola, Daniela Gaínza, Verónica López, Kristina Weil. SECRETARIAS Sra. Patricia Gutiérrez Salinas Srta. Marina Rey Figueroa 57 58 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA. VIOLENCIA DIRECCIÓN Av. La Paz 841, Recoleta, Santiago, Chile Fono: (56 - 2) 777 8051 - 738 2503 - 575 9019 e-mail: sociedad.saludmental@gmail.com 66 LA FANTASÍA DEL INCONCIENTE EN LA RELACIÓN DE VIOLENCIA Javier Ravinet. 70 PREGUNTAS EN TORNO A LA VIOLENCIA Niklas Bornhauser. 79 VIOLENCIA INTRAFAMILIAR: CO-CONSTRUCCIÓN DE UNA RESPUESTA ANTE EL RIESGO DE LAS VÍCTIMAS Katherina Llanos. 87 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS: ¿HABEAS CORPUS? ANÁLISIS ADMINISTRATIVO A PARTIR DE LA CARTERA DE SERVICIOS Carlos Cruz, Eglantina Pozo. COMITÉ EDITORIAL Soc. Eduardo Acuña Aguirre Dr. Víctor Doñas Núñez Ps. Tatiana Jadue Jamis Dr. Rubén Nachar Hidalgo Dr. Eugenio Olea Becerra Dr. Mario Quijada Hernández Dr. Raúl Riquelme Véjar Dra. Sonia Tardito Schiele Dr. Hernán Villarino Herrería EDITORES ANTERIORES Dr. Luis Gomberoff Jodorkosvky (1984 - 1988) Dr. Patricio Olivo Aragón (1988 - 1992) Dr. Eduardo Medina Cárdenas (1992 - 1996) Dr. Benjamín Vicente Parada (1997 - 2000) Dr. Luis Gomberoff Jodorkosvsky (2001 - 2006) DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Andrea Hinostroza Berríos KSD Diseño 103 Nº 1 - 1, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 1 SALUD MENTAL Y PSIQUIATRÍA. EL DESAFÍO DE LA LIBERTAD Valentina Martínez. CONCORDANCIA DIAGNÓSTICA EN DEPRESIÓN SEVERA ENTRE APS Y ATENCIÓN SECUNDARIA: ¿UN INDICADOR DE CALIDAD DE GESTIÓN? Ximena Cortés, Daniel Gajardo, Margarita Moncada. Editorial Cuando nos propusimos hacer el 8º Congreso de Salud Mental, en enero del 2009, teníamos el gran desafío de congregar a muchos clínicos que desearan mostrar los resultados de sus investigaciones. Este desafío tenía sus bases en la firme creencia que, por una parte, los profesionales de Salud Mental sí están evaluando críticamente su quehacer, y por otra, que la modalidad de los póster en los encuentros científicos es una gran oportunidad de conocer y compartir conocimientos y experiencias. También debo agregar que soy un firme partidario de que la mirada crítica que se observa en estas investigaciones debe ser divulgada a través de una publicación. Y es ésta la culminación de esos deseos: Hemos podido conseguir que algunos de los pósters se tradujeran en documentos a publicar y están incluidos en el presente número doble de la Revista de la Sociedad. Aquí encontrarán dos trabajos que recibieron un primer premio en sus respectivas categorías, como son los de "Estilos de crianza, relación percibida con los padres y salud mental de estudiantes adolescentes de la Región Metropolitana", de Ramón Florenzano y colaboradores y el de "Resultados preliminares de la medición del cambio terapéutico en una Unidad de dependencias complejas de un Hospital Psiquiátrico", de Bert Kaempfe y Daniel Dolmoun. Con mucho orgullo queremos acotar que se superaron nuestras expectativas y que otros de los artículos publicados también son fruto del Congreso. Decidimos publicar el Panel de Violencia, dado que es un tema contingente y difícil de abordar, con miradas complementarias que esperamos enriquezcan a los profesionales que trabajan en este campo o les toque enfrentarlos indirectamente. A ellos se agregaron investigaciones de profesionales que trabajan en Hospitales y que realizaron su estudio tomando como objeto de análisis, su quehacer diario, como queda tan bien ejemplificado en "Salud Mental Familiar en Recién Nacidos Hospitalizados", de Susana Cubillos y colaboradores. Más aún, terapeutas de otros Centros de atención ambulatorios y de sus consultas, se animaron a mostrar su trabajo cotidiano bajo una mirada reflexiva, como es el caso de "El proceso de duelo ante la enfermedad en pacientes con cáncer desde una mirada gestáltica", de Marisol Marcos, por mencionar uno. De especial tenor, quisiéramos destacar el trabajo de los profesionales del Área Oriente de Salud, que transformaron una iniciativa del Servicio para el desarrollo de procesos de gestión más eficientes, en una publicación muy atingente a las políticas GES de nuestro país. Habla- 2 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 2 - 5 mos de "Concordancia Diagnóstica en Depresión Severa entre APS y Atención Secundaria: ¿Un Indicador de Calidad de Gestión?", de Ximena Cortés, Daniel Gajardo y Margarita Moncada. Como en ocasiones anteriores, incluimos en el presente número, investigaciones de alumnos de Medicina, que fueron desarrolladas como parte de asignaturas de su Carrera, como es el caso de "Uno de Psicofármacos en Adultos mayores institucionalizados en sector oriente de la región metropolitana" de Isidora García y colaboradores. Finalmente, sólo deseo rescatar la idea propuesta por nosotros, que los profesionales que trabajamos en el Instituto Psiquiátrico, podemos y debemos aportar con trabajos de reflexión a nuestro órgano oficial, esta Revista. Es nuestro deseo que este tipo de producción creativa siga dándose en nuestro país, y nosotros con comprometernos a seguir promoviéndola. Dr. Carlos Cruz Editor Invitado 2 - 5, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 3 Estilos de Crianza, Relación Percibida con los Padres y Salud Mental de Estudiantes Adolescentes de la Región Metropolitana* (*) Ramón Florenzano1 2 4 5 , Eugenio Cáceres, Macarena Valdés2, Silvia Calderón2, Sylvia Santander3 , Martín Cassasus4 y Constance Haemmerli5 Resumen Conclusiones: El marco referencial de Brian Barber relaciona consumo de drogas, depresión, suicidalidad y conductas violentas con estilos parentales: la aceptación de los padres se correlaciona positivamente con iniciativa adolescente, y negativamente con síntomas depresivos y suicidas; el control psicológico con depresión y conducta antisocial, y el control comportamental negativamente con ésta última. Esta encuesta confirma estudios previos sobre sexo, edad y estilos parentales: hay mayor consumo de sustancias químicas y conductas heteroagresivas entre los hombres y de sentimientos depresivos e ideación suicida entre las mujeres. Las conductas estudiadas aumentan con la edad, con excepción de la violencia; estas conductas se correlacionan entre sí, y disminuyen con una buena relación con los padres. El modelo de Barber es confirmado en este estudio en Santiago de Chile, lo que importa en diseño de políticas públicas e intervenciones preventivas. Material y métodos: En conjunto con el autor, se adapta el instrumento CNAP y se aplica a una muestra representativa aleatoria trietápica de la Región Metropolitana (n=1447). Palabras clave: adolescencia, suicidio, fármaco dependiente. Resultados: Hay consumo frecuente de alcohol en 26,9%, tabaco 31,2%, de marihuana 6,9%, de cocaína u otras drogas 2,3%. Hay ideación suicida en 7,7% y síntomas depresivos en 6,9%. La autoagresión predomina en mujeres y la heteroagresión en hombres. Con la edad aumenta el consumo de alcohol (X2=107,95, p=0,0001), de tabaco (X2=63,02, p=0,0001), de marihuana (X2=18,78,p=0,001);y de cocaína (X2=8,995,p=0,06). No hay diferencias por edad en conductas violentas, ideación suicida o síntomas depresivos. A peor relación con los padres mayor consumo, depresión, ideación suicida, y conductas heteroagresivas. Se encuentran coeficientes de correlación de Spearman en la misma dirección de los del estudio internacional CNAP. * * 1. 2. 3. 4. 5. Risk Behaviors, Depressive Symptoms, Auto and Heteroaggresion in a Sample of Adolescent Students in Metropolitan Santiago de Chile, 2007 Summary The referential framework developed by Brian Barber relates the consumption of drugs, depression, suicides and Trabajo realizado con un subsidio del Fondo de Apoyo a la Investigación (FAI) de la Universidad de los Andes. Trabajo Libre tipo poster, ganador del 1º lugar del Aérea Social del 8º Congreso Chileno de Salud Mental y Psiquiatría. Instituto de Familia Universidad de los Andes. Facultad de Medicina Universidad de Chile. Dirección de Investigación Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Servicio de Psiquiatría del Hospital del Salvador. Facultad de Psicología Universidad del Desarrollo. Correspondencia: Ramón Florenzano Urzúa; Av. Plaza 700, 203 7158; rflorenzano@gmail.com. 4 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 4 - 14 ESTILOS DE CRIANZA, RELACIÓN PERCIBIDA CON LOS PADRES Y SALUD MENTAL DE ESTUDIANTES ADOLESCENTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA violent conduct to parental styles: acceptance by parents is positively correlated to prosocial adolescent initiative and, negatively, with depressive symptoms and suicidality; psychological control correlates with depression and anti-social behavior and psychological control correlates negatively with the latter. Material and methods: Together with the author, the CNAP survey (developed by Barber et al) was applied to a random trietapic representative sample from the Metropolitan Region (n=1447). Results: Frequent consumption was found in 26.9% of all cases, tobacco in 31.2%, marihuana in 6.9% and cocaine and other drugs in 2.3%. Suicidal ideation accounted for 7.7% and depressive symptoms for 6.9%. Self-mutilation was predominant in women and hetero-aggression in men. Consumption increased with age: of alcohol (X2=107.95,p=0.0001), tobacco (X2=63.02,p=0.0001), marihuana (X2=18.78,p=0.001) and cocaine (X2=8.995,p=0.06). There were no age differences with regards to violent conduct, suicidal ideation or depressive symptoms. As relations with parents got worse, so did consumption, depression, suicidal ideation and hetero-aggressive conduct. Spearman correlation coefficients followed the same path as those of the CNAP international study. Conclusions: This survey confirms previous studies as to sex, age and parental styles: there is a greater consumption of chemical substances and hetero-aggressive conduct among men and depression and suicidal tendencies among women. The conduct studied increased with age, with the exception of violence; these conducts were correlated among each other, tending to decrease as relations with parents improved. The Barber model has been confirmed in this study in Santiago, Chile, which is important when it comes to designing public policies and preventive intervention. Key words: adolescence, suicide, drug, dependent. 4 - 14, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 5 Introducción Las conductas de riesgo adolescentes son objeto de preocupación creciente, y diversos estudios chilenos e internacionales han documentado su aumento en los últimos años (1, 5). En publicaciones previas hemos analizado los cambios en la frecuencia de estos comportamientos juveniles en las últimas décadas, así como el rol de la familia en su aparición (4), con el foco en el diseño de programas preventivos. Entre los modelos utilizados para estudiar la interacción familia adolescente vale la pena mencionar el protección-riesgo desarrollado por Jessor y Jessor en la década de los 70 y luego complementado con los factores escalada-resiliencia por Blum y otros autores. En los 90 se adaptó en Chile y la Organización Panamericana de la Salud difundió en América, los instrumentos ECRA, CTF y CSF (Escala de Conductas de Riesgo Adolescentes, Como es Tu Familia y Como es Su Familia) para cuantificar esta interacción. En la Universidad de Harvard, Stuart Hauser agregó los conceptos de familias habilitadoras y restrictivas, y mostró como pueden aumentar o disminuir la frecuencia de estas conductas. En los últimos 10 años, el profesor Brian Barber en la Universidad de Tennessee ha planteado un modelo interaccional, que se ha validado en un estudio transcultural, a través de la batería de escalas CNAP (Cross National Adolescent Program). Barber describe diversas dimensiones de estilos de parentalidad y sus efectos en sus hijos adolescentes. La parentalidad tiene para el dos componentes: uno de apoyo y aceptación, y otro de control, definido por una gama de conductas reguladoras y disciplinarias Estas dimensiones de la parentalidad se basan en las descripciones originales de Schaefer quien identificó tres dimensiones denominadas “aceptación vs. rechazo”, “control vs. autonomía psicológica” y “control firme vs. control laxo”. La distinción entre control psicológico y conductual refleja una organización que diferencia significativamente el funcionamiento del joven. La dimensión “Aceptación-Rechazo” se caracteriza en su polo positivo por compartir, expresar afecto, evaluación positiva, etc. y en el polo negativo por descuido, negligencia y rechazo; la dimensión “Control Psicológico y Salud Mental” se refiere al control parental que interfiere en el desarrollo psicológico y emocional del niño (e. g., invalidación de sentimientos, restricción de expresiones verbales, retiro de amor, inducción de culpabilidad entre otras); y finalmente la de “ “control firme vs. control laxo” se define por “dejar hacer” con autonomía extrema en un polo y castigo y estrictez en el polo contrario. Schaefer explica que esta dimensión indica el grado en que los padres establecen reglas y regulaciones, ponen límites a las actividades del niño y hacen cumplir tales reglas y regulaciones. Las asociaciones de variables posibles son: a. Las conductas de apoyo parental estarían relacionadas positivamente con la competencia interpersonal del adolescente, y el grado en el cual los adolescentes inician interacciones y relaciones con sus pares y adultos; b.El control psicológico de los padres tendría una asociación positiva con niveles más bajos de salud mental de los adolescentes, y específicamente síntomas depresivos; c.El control conductual de los padres estaría negativamente relacionado a la inconformidad, medida por conductas antisociales de los adolescentes. Esta relación se puede explicar por lo menos de dos maneras: (a) el control parental facilita la autorregulación necesaria para que los niños inhiban conductas trasgresoras y se involucren en conductas socialmente aprobadas, y (b) los niños que carecen de supervisión tienen más probabilidad de ser influenciados por sus pares, algunos de los cuales podrían fomentar conductas riesgosas y desviadas. Este modelo ha sido empíricamente corroborado con la aplicación del instrumento CNAP por el equipo de la Universidad de Tennessee (1) en un estudio transcultural en 16 países distintos, y nuestro grupo, en conjunto con el Profesor Barber, ha realizado su adaptación chilena. Nuestro estudio en Chile ha planteado la existencia en la cultura chilena de una asociación entre 1.- la conducta apoyadora parental y la manifestación de iniciativa social en los adolescentes, 2.- el control psicológico parental y síntomas depresivos en los adolescentes y 3.- el bajo control de conductual de los padres y manifestaciones de conductas antisociales en sus adolescentes En esta publicación describimos la aplicación de la encuesta CNAP en una versión adaptada para Chile (CNAP Plus), enfocando, en especial, la presencia de depresión y conductas auto y heteroagresivas; estudiamos las diferencias entre adolescentes menores (hasta 15 años) y adolescentes mayores (de 16 a 18 años), así como el consumo diferencial por edad y género. Finalmente, replicamos las asociaciones del modelo de Barber a través de correlaciones biseriadas de Spearman, entre las diversas variables que lo compone. Material y métodos: Se adapta una nueva versión en castellano, el instrumento CNAP, desarrollado en un estudio transcultural por Barber et al entre 1999 y 2004, en cuatro reuniones de trabajo conjuntas con el autor. El instrumento adaptado es piloteado en cinco países: Chile, Bolivia, Argentina, México y España. Se presentan los resultados de la primera aplicación chilena, a una muestra aleatoria trietápica (por comuna, establecimiento y curso) de estudiantes pertenecientes a 14 establecimientos de enseñanza media (municipales, particulares subvencionados y privados) de la Región Metropolitana. La encuesta fue aplicada por estudiantes de Pedagogía de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, previamente capacitados por uno de los co-autores. Se realizó un muestreo aleatorio trietápico, a partir del listado de establecimientos educacionales del MINEDUC, sorteando comunas estratificadas por nivel socio-económico, luego establecimientos municipales, particulares subvencionados y privados, y finalmente cursos dentro de esos establecimientos. En la tabla 1 se lista la cantidad de encuestas aplicadas en los catorce establecimientos, para llegar al número de 1447 adolescentes estudiados. Resultados: Los 1447 estudiantes encuestados tenían una edad promedio de 15,8 años (DS 1,66) y un 58,2% eran mujeres. Presentaban consumo frecuente de alcohol (semanal a diario) un 26,9%, de tabaco un 31,2%, de marihuana un 6,9% y de cocaína u otras drogas duras un 2,3%. El consumo de alcohol y drogas duras es mayor entre hombres; no hay diferencias de género en tabaco o marihuana (Tablas 2 y 3). Ha presentado ideación suicida un 7,3% y síntomas depresivos un 6,5% (Tablas 4 y 5), con una frecuencia mayor entre las mujeres y ascendente hasta los 18 años para la depresión y hasta los 16 para la suicidalidad. En ambos casos, estos síntomas disminuyen poste- 6 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 4 - 14 ESTILOS DE CRIANZA, RELACIÓN PERCIBIDA CON LOS PADRES Y SALUD MENTAL DE ESTUDIANTES ADOLESCENTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA Tabla 1 Distribución de frecuencias y porcentajes de estudiantes encuestados. Región Metropolitana, Santiago 2007. Frecuencia Porcentaje 1. A 61 4,2 2. B 107 7,4 3.. C 44 3,0 4. D 156 10,8 5. E 88 6,1 6. F 53 3,7 7. G 86 5,9 8.. H 142 9,8 9. I 76 5,3 10. J 122 8,4 11. K 162 11,2 12. L 126 8,7 13. M 155 10,7 14. N 69 4,7 1.447 100,0 TOTAL riormente. En cuanto a conductas hetero-agresivas, éstas aumentan con la edad (tabla 6) y son significativamente más frecuentes en el sexo masculino (tabla 7). Presentan riñas individuales frecuentes un 5,4%, grupales un 3,9%, conductas vandálicas un 5,9% y robos menores un 2,5%. Al comparar por género si se encontraron diferencias significativas en el consumo de sustancias químicas, con mayor uso frecuente de alcohol entre los hombres (33,3% vs 22,2% entre las mujeres) (X2=25,53,p=0,0001), de marihuana (17,3% de los hombres vs 9,9% de las mujeres) (X2=32,888,p=0,0001) y de cocaína u otras drogas (5,3% de los hombres vs 1,3% de las mujeres) (X2=21,439,p=0,0001). No hubo diferencias por género en el uso de tabaco; si en las conductas hetero-agresivas: robos menores (12,2% de los hombre vs 5,5% de las mujeres) (X2=31,749,p=0,0001); riñas en el colegio (20,2% de los hombres vs 10,1% de las mujeres) (X2=39,037,p=0,0001); 4 - 14, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 7 peleas en pandillas (16,1% de los hombres vs 4% de las mujeres) (X2=62,476,p=0,0001). Informan haber presentado tristeza o depresión moderadas a severas un 30,6% de los hombres vs un 39% de las mujeres (X2=63,02,p=0,004); han pensado frecuentemente en matarse un 6% de los hombres vs un 8,9% de las mujeres (X2=9,725,p=0,008). Al comparar el consumo frecuente de sustancias químicas y la percepción de los jóvenes de su relación con la madre y el padre (Tabla 8), se encuentra en forma estadísticamente significativa que a peor percepción de la relación, mayor consumo de todas las sustancias, con excepción del caso de consumo de alcohol y relación con la madre. La misma relación se encuentra para depresión y suicidalidad: los puntajes aumentan a ´peor percepción de la relación (Tabla 9), y para la presencia de conductas heteroagresivas (Tabla 10). Tabla 2 Consumo semanal o más comparado por género expresado en porcentajes. N=1447 adolescentes RM, 2007. C. Semanal + Alcohol Tabaco Marihuana Drogas duras Hombres (n=125) Mujer (n=183) x2 P 33,30% 22,20% 21,255 0,0001 30,80% 30,50% 2,868 0,238 10,20% 3,90% 25,661 0,0001 4,10% 0,90% 19,028 0,0001 Chi cuadrado: 21,255, 2 g, p= 0,0001 Al calcular una matriz de correlación de Spearman para las variables anteriores (Tabla 11), se encuentran coeficientes de correlación de Spearman positivos sobre +02 para consumo de alcohol y tabaco (0.557); depresión e ideación suicida (0.508); consumo de tabaco y de marihuana (+0.372);consumo de alcohol y de marihuana (+0.358); edad y consumo de alcohol (+0.309); vandalismo y sexo masculino (0.220); tabaco y mayor edad (0.207); consumo de marihuana y de drogas duras (+0.388); consumo de marihuana con robo mayor (+0.378): menor (+0.269) y fuga del hogar (+0.225) consumo de drogas duras con vandalismo (+0.210), robo mayor (+0.494) y menor (+0.225). La separación parental no alcanza correlaciones especialmente elevadas. Coeficientes de correlación negativos se encontraron para ideación suicida y calidad de relación con el padre (-0.240); con la madre (-0.200); depresión con los mismos factores (-0.223 y -0.228); La figura 1 compara los coeficientes de correlación encontrados por nosotros (tabla 11) con los del grupo de Barber, mostrando como las correlaciones son en el mismo sentido en ambos casos. Conclusiones Al comparar los resultados de este estudio con los datos del VII Estudio Nacional de Drogas de CONACE (2,3), si bien las categorías de consumo frecuente no son exactamente iguales entre ambos, encontramos cantidades muy cercanas en consumo frecuente de tabaco: alrededor de 31% utilizando el CNAP+, y 35% en las estadísticas de CONACE (consumo de 20 días o más en el último mes). En cuanto a diferencias por sexo, en nuestro estudio el consumo de tabaco fue muy cercano entre ambos sexos (30,8% en hombres y 30,5% en mujeres); en CONACE hubo mayor consumo femenino (37,9%) que masculino (32,8%). El uso frecuente (semanal o más) de alcohol en nuestro estudio fue de 33,3% entre los hombres y 22,2% entre las mujeres, mientras que CONACE encuentra cifras muy cercanas para ambos sexos para prevalencia de último mes (37,5% entre hombres y 38,2% para mujeres). En cuanto a uso frecuente de marihuana, nuestro estudio encuentra (semanal o más) de 10,2% para hombres y 3,9% para mujeres, mientras que el consumo frecuente según CONACE (10 o más veces en el año) es de 35,8% para los hombres y 22,8% para las mujeres. El aumento en la medida que se avanza en edad se puede comparar solo indirectamente con CONACE, que presenta los resultados por curso (desde 8º Básico a 4º Medio), pero las tendencias son semejantes: el consumo frecuente de alcohol en este estudio aumenta desde 11,6% a los catorce años, a 50% a los 19. En el VII Estudio de CONACE, el aumento es de 18,4% en 8º Básico a 50,4% en 4º Medio. En el caso del tabaco, en este estudio el aumento es de 14,3% a los catorce años, a 50% a los 19; CONACE encuentra 20,4% en 8º Básico y 45,4% en 4º Medio. Para uso frecuente de marihuana, el ascenso en nuestro estudio es desde 2,2% a los 14 años, a 13,7% a los 18. En CONACE se sube (consumo 10 o más veces al año), desde 29,3% en 8º Básico, a 32,7% en 4º Medio. El uso frecuente de cocaína en este 8 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 4 - 14 ESTILOS DE CRIANZA, RELACIÓN PERCIBIDA CON LOS PADRES Y SALUD MENTAL DE ESTUDIANTES ADOLESCENTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA Tabla 3 Consumo semanal o más comparado por edad en años, expresado en porcentajes. N= 1447 adolescentes RM, 2007. Años de edad 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Alcohol Tabaco Marihuana Drogas duras 0 0 0 0 0 0 0 0 11,6 14,3 2,2 0 17,6 23,8 4,3 1,1 29,6 34,3 4,8 2,1 38,6 41,3 8,5 2,4 43,8 45,3 13,7 2,1 50 50 6,7 0 0 0 0 0 X2 =140,652 p=0,0001 X2 =88,339 p=0,0001 X2 =79,384 p=0,0001 X2 =23,158 p=0,171 Tabla 4 Depresión e ideación suicida según edad, expresado en porcentaje. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile, 2007. Años de edad 12 13 14 15 16 17 18 19 TOTAL Frecuencia Depresión % I. Suicida % 0 0 4,80 4,80 6,60 4,50 7,30 7,50 4,80 24,50 7,60 10,80 7,40 5,10 7,10 1 6,50 X =9,127 p=0,908 7,30 X =17,83 p=0,511 2 4 - 14, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2 9 constata el aumento de las antedichas conductas en los adolescentes mayores. Se encuentran correlaciones de las diversas conductas de riesgo entre sí, así como su disminución cuando la relación percibida, especialmente con el padre, y luego con la madre, es buena. En un análisis posterior, se analizará el rol de los diversos estilos parentales en los indicadores de salud mental y conductuales de los adolescentes estudio subió de 1,1% a los 14 años, a 2,2% a los 18. El uso total de cocaína en CONACE el 2006 subió de 2,4% en 8º Básico a 5,6% en 4º Medio. Este estudio está corroborando la mayor frecuencia de consumo de sustancias químicas y conductas heteroagresivas entre los hombres y de sentimientos depresivos e ideación suicida entre las mujeres. Asimismo, se Tabla 5 Depresión e ideación suicida según sexo, expresado en porcentaje. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile, 2007. Depresión % I. suicida % 7 6 7,30 8,90 Hombres Mujeres TOTAL 7,00 7,70 X =11,008 p=0,004 X =9,725 p=0,008 2 2 Tabla 6 Conductas heteroagresivas según edad, expresado en porcentajes. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile 2007. 12 13 14 15 16 17 18 19+ X2 P Vandalismo Robo mayor Robo menor 0 0 4,4 5,9 6,1 6,5 4,2 7,1 10,635 0,909 0 0 1,6 1,6 2,9 1 3,2 7,1 14,549 0,693 0 0 2,2 2,4 1,6 1,4 3,1 7,1 11,555 0,869 Fuga del hogar Peleas grupales 0 4,8 5,5 3,3 2,6 3,1 4,2 4,2 18,804 0,404 0 4,8 3,3 4,6 6,3 4,8 3,1 7,1 11,573 0,869 Peleas indiv. 0 4,3 6 5,9 4,2 5,1 6,3 7,1 9,764 0,939 10 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 4 - 14 ESTILOS DE CRIANZA, RELACIÓN PERCIBIDA CON LOS PADRES Y SALUD MENTAL DE ESTUDIANTES ADOLESCENTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA Tabla 7 Conductas heteroagresivas según edad, expresado en porcentajes. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile 2007. Semanal o más Vandalismo Robo mayor Robo menor Fuga del hogar Peleas grupales Peleas individuales Hombre Mujer X2 P 9,70% 3,10% 68,801 0,0001 5,10% 0,50% 45,438 0,0001 4,40% 0,70% 30,028 0,0001 6,30% 2,20% 17,37 0,0001 8% 3,40% 34,444 0,0001 9,80% 2,90% 63,266 0,0001 Tabla 8 Percepción de la relación con la madre, con el padre y consumo de sustancias químicas, expresada en porcentajes. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile, 2007 C semanal + Alcohol Tabaco Marihuana Drogas duras C semanal + Alcohol Tabaco Marihuana Drogas duras Relación con la madre Mejor X2 Peor P 11,00% 24,80% 8,6% 0,01 36,70% 28,60% 9,657% 0,008 8,20% 6,00% 13,654 0,001 3,50% 1,60% 12,139 0,002 Peor Relación con el padre Mejor X2 P 30,10% 23,50% 7,54 0,02 34,30% 27,50% 10,345 0,006 9,20% 4,60% 20,67 0,001 2,30% 2,10% 5,94 0,05 4 - 14, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 11 Tabla 9 Conductas heteroagresivas según edad, expresado en porcentajes. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile 2007. Relación con la madre Peor Mejor Total Relación con el padre Peor Mejor Total Depresión I. Suicida 13% 15% 4,70% 4,70% 7,00% 7,70% x2=70,824; P=0,0001 x2=63,424; P=0,0001 Depresión I. Suicida 11% 13% 3,71% 3,20% 7,00% 7,70% x2=96,727; P=0,0001 x2=80,971; P=0,0001 Tabla 10 Percepción de la relación con la madre, con el padre y consumo de sustancias químicas, expresada en porcentajes. Relación con la madre Peor Calidad relación Mejor Vandalismo 9,50% Robo mayor Robo menor Fuga del hogar Peleas grupales Peleas individuales Relación con el padre Vandalismo Robo mayor Robo menor Fuga del hogar Peleas grupales Peleas individuales x2 P 4,30% 21,943 0,0001 4,80% 1,60% 25,428 0,0001 3,805 1,80% 7,959 0,01 7,50% 2,50% 22,818 0,0001 8% 4,20% 10,62 0,005 9,50% 4,50% 14,824 0,001 Peor Calidad relación Mejor x2 P 6,50% 5,80% 2,31 0,315 3,20% 2,10% 5,353 0,069 2,40% 2,50% 0,047 0,977 5,50% 3,90% 18,167 0,0001 7% 4,80% 3,775 0,151 7,00% 5,30% 1,642 0,441 12 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 4 - 14 ESTILOS DE CRIANZA, RELACIÓN PERCIBIDA CON LOS PADRES Y SALUD MENTAL DE ESTUDIANTES ADOLESCENTES DE LA REGIÓN METROPOLITANA Tabla 11 Coeficientes de correlación de Spearman, consumo de alcohol, conductas auto y heteroagresivas y variables familiares. N= 1447 adolescentes RM Santiago de Chile, 2007. Depresión Depresión Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Aceptación Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Iniciativa Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Control PSI Aceptación ,330(**) -,407(**) 0,000 0,000 1,405 1.362 ,330(**) 1 Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Antisocial Antisocial Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Control Correlación Conductual de Pearson Sig. (bilateral) N 0,000 Iniciativa Control PSI Control conductual 350(**) -255(**) 0,000 0,000 0,000 1.126 1.276 1.137 1.250 -,249(**) -,075(**) ,281(**) -,309(**) 0,000 0,000 0,000 0,000 1.362 1.384 1.116 1.262 1.127 1.232 -,407(**) -,249(**) 1 ,273(**) ,428(**) ,522(**) 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 1.126 1.116 1.153 1.060 1.072 1.118 -,198(**) -,075(**) ,273(**) 1 -0,046 ,230(**) 0,000 0,007 0,000 0,130 0,000 1.276 1.262 1.060 1.302 1.065 1.162 ,350(**) ,281(**) -,428(**) -0,046 1 -,279(**) 0,000 0,000 0,000 0,130 1.137 1.127 1.072 1.065 1.166 1.127 -,255(**) -,309(**) ,522(**) ,230(**) ,279(**) 1 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 1.250 1.232 1.118 1.162 1.127 4 - 14, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 13 0,000 1.282 Figura 1 Comparación de correlaciones de Spearman en estudio CNAP de Barber (2004) y en encuesta CNAP Plus en Santiago de Chile, 2007. DATOS BARBER Aceptación COMPARACIÓN DE CORRELACIONES +0.41 +0.243 Iniciativa Social -0.21 Control Psicológico +0.28 -0.40 Aceptación -0.391 +0.325 Depresión +0.18 Control Conductual DATOS CHILE Control Psicológico +0.277 Conducta Antisocial -0.300 Control Conductual Bibliografia 1. Barber,B.K. , Stolz, H.E, Olsen J.A., “Parental support, Psycho- logical control and Behavioral control: Assessing relevance across time, methods and culture”, Monographs of the Society for Research in Child Development 70, N.4, (2005) 4. Florenzano R., Cáceres E., Valdés M., Santander S., Cal- derón S., Cassasus M., Bergman V. Conductas de Riesgo y Factores de Protección Familiar en una Muestra Representativa de Adolescentes Escolarizados en la Region Metropolitana. III Congreso Chileno de Adolescencia. Sociedad Chilena de Pediatría, Septiembre 2008. 2. CONACE. Séptimo Estudio Nacional de Drogas en Pobla- ción General de Chile. Ministerio del Interior, Chile, 2006. 3. CONACE. VII Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar 5. Santander S, Zubarew T, Santelices L, Argollo A, Cerda J, Borquez M. Influencia de la familia como factor protector de conductas de riesgo en escolares chilenos. Rev Med Chile, Marzo 2008. de Chile, 2007. 8º Básico a 4º Medio Informe de Principales Resultados. Ministerio del Interior, Santiago de Chile, 2008. 14 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 4 - 14 RESULTADOS PRELIMINARES DE LA MEDICIÓN DEL CAMBIO TERAPÉUTICO EN UNA UNIDAD DE DEPENDENCIAS COMPLEJAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO Resultados Preliminares de la Medición del Cambio Terapéutico en una Unidad de Dependencias Complejas de un Hospital Psiquiátrico* Bert Kaempfe Vasquez1, Daniel Dolmoun Kumok2 Resumen Se estudió cambio terapéutico y sintomatológico en una unidad de desintoxicación para adicciones, de un hospital psiquiátrico, con pacientes internados durante 28 días. Método: Preliminary Outcomes in Therapeutical Change Assessment in a Detoxification Unit from a Psychiatric Hospital Se aplicaron dos instrumentos de medición de cambio clínico y sintomatológico; el SCL-90-r y el OQ-45.2 a 85 pacientes un mes antes de ingresar (preacogida), 51 al ingreso y 38 al alta. Se los diferenció por sexo y edad. Abstract Resultados: Method: No hay diferencias significativas entre el ingreso y la preacogida, pero sí al alta. Las mujeres presentaron un perfil sintomatológico más agudo en preacogida e ingreso y puntajes más bajos que los hombres al alta. En el OQ-45.2, los grupos lograron estar bajo los puntajes de corte para la población normal al alta, solo se logró la disminución de la sintomatología suficiente como para cumplir con el Índice de Cambio Confiable en la escala de sintomatología. Two symptoms screening tools were used (SCL-90-r and OQ-45.2) on 85 patients at approximately a month before admission in the inpatient care facility, 51 when they got in the treatment and 38 at discharge. Gender and age were controlled. Conclusiones: Se observan diferencias entre los grupos, aún cuando las muestras fueron pequeñas. Los mayores cambios se logran en la sintomatología asociada a las adicciones. Existe mayor gravedad del perfil sintomatológico en mujeres, así como una mayor disminución sintomática al alta. Sugerencias para otros estudios son planteadas al final. Palabras Claves: SCL-90-r, cambio terapéutico, desintoxicación, adicciones, medición. Therapeutical and Symptoms Change were assessed in a 30 days inpatient process in a Detoxification Unit from a Psychiatric Hospital. Results: There were significant difference (0.01) in the Global Severity Index from SCL-90-r and OQ total score between the group at the beginning of the treatment and discharged group, and no difference between the groups assessed a month before admission and the admission group. When the scores were compared by gender, Women presented higher means in the first two groups, (pre-admission, and admission) but lower than men at discharge. In the Total Score of the OQ-45.2 the patients mean were above cutoff point between “functional” and “dysfunctional”, and below when discharged, but in the subscales only one of them, “symptoms”, achieved statistical significant change. * Trabajo libre tipo póster, ganador 1º lugar del área administrativa del 8º Congreso Chileno de Salud Mental y Psiquiatría. 1. Psicólogo 2. Médico Jefe de la Unidad. Unidad de Dependencias Complejas (UDC) del Hospital Psiquiátrico El Peral, Santiago, Chile. Camilo Henríquez 2451, Puente Alto. E-mail:bertkv@yahoo.com F: 5765398 15 - 24, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 15 Conclusión: Differences between groups were observed, despite the small samples. Greater changes were observed in symptoms related with addiction. There were more severe symptoms profile for women and also greater change in scores for that group. Other research lines are proposed. Key Words: SCL-90-r, therapeutical change, detoxification, addictions, assessment Introducción Cuando existe un individuo con problemas de abuso o dependencias a sustancias y que probablemente pueda presentar un trastorno psiquiátrico o que algún familiar tenga a alguien en esa condición, ¿cómo esperaría que el sistema le proporcionara el mejor tratamiento y cómo pienso que debieran estipularse las políticas de salud para que éstos sean efectivos?. Este tipo de preguntas que muchos expertos (Managed Care Initiative Panel on Co-occurring Disorders, 1998) se hacen para alcanzar los más altos estándares de calidad, de acuerdo al punto de vista y preferencia del paciente con relación a su propio tratamiento. De la misma forma, la evaluación del cambio y resultados terapéuticos constituye una responsabilidad para aquellos que se orientan a mejorar la calidad de vida de los individuos. Es una demanda cada vez más creciente por parte de los usuarios así como de las instituciones reguladoras gubernamentales o privadas que proveen servicios de atención en salud mental. Así, frente a la escasez de recursos, se ha visto la creciente necesidad de aumentar la responsabilidad en torno a la administración de los centros de salud, llevando a su vez a un mayor escrutinio de los datos sobre resultados terapéuticos, para demostrar la utilidad de los servicios y obtener retroalimentación acerca la calidad de los tratamientos que reciben. Según datos del CONACE, (2006) en el año 2005 se brindó una cobertura a 12.300 personas con problemas de adicción, siendo la evaluación de los tratamientos en general un esfuerzo con resultados favorables, pero de acuerdo con los antecedentes disponibles, un esfuerzo esporádico, costoso y no incorporado dentro de los procesos habituales, con lo que la eficacia y efectividad de los tratamientos para las drogas sigue siendo un tema pendiente. Efectividad de los tratamientos Las personas que trabajan en salud mental debieran poner mayor atención a los resultados de las terapias, previendo que las medidas usadas sean válidas y que la recolección de información venga de una fuente adecuada. Claramente es poco ético para los clínicos no preocuparse sobre los resultados de sus intervenciones. (Holloway, 2002) A pesar del rápido establecimiento de las terapias basadas en la evidencia como paradigma científico válido (Reed, Kihlstrom, Messer, 2005), revisiones importantes (Roth & Fonagy, 1996, en Margison et al 2000) enfocadas en la evidencia de estudios experimentales aleatorizados con grupo de control (RCT por sus siglas en inglés), revelan la falta de evidencia para muchos tipos de terapias, ya sea a favor o en contra. Aún así, existe un paradigma complementario que está bien desarrollado en las psicoterapias. Éste involucra la recolección de información de buena calidad de la práctica cotidiana, un procedimiento llamado como “Evidencia basada en la práctica” (Margison et al 2000), siendo un enfoque que privilegia la efectividad de los tratamientos versus la eficacia. Aún así, existe evidencia de buen nivel que el tipo de información recopilada rutinariamente por los Sistemas de Salud actuales no son medios rápidos y fáciles para establecer la efectividad de las prácticas y políticas en salud mental. (Gilbody, House y Sheldon, 2002), dando luces respecto a las dificultades actuales con la validez de las mediciones. Políticas de medida de resultados en trastornos concurrentes Un Sistema de Salud Basado en la Evidencia (SSBE, Evidence-based health care) es aquel que involucra el proceso colaborativo de generar, sintetizar e implementar evi- 16 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 15 - 24 RESULTADOS PRELIMINARES DE LA MEDICIÓN DEL CAMBIO TERAPÉUTICO EN UNA UNIDAD DE DEPENDENCIAS COMPLEJAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO dencia rigurosa y relevante sobre la efectividad, correcta aplicación y eficiencia de todas las formas de los sistemas de salud (Rowland, Goss, 2000, Minkdff, 2001) Para implementar un SSBE se debiera considerar que las iniciativas de cuidado de la salud mental requieren que la planificación de los servicios, el monitoreo de la calidad y la evaluación de los resultados (outcome) de toda la población sean implementados en todo el sistema, ya sea en los contratos con organizaciones de la salud privadas o externas, o a través de la implementación interna de estrategias de cuidado de las personas. (Wilens T.E. et al. 1993) Según el Panel de Expertos para Tratamientos de Trastornos Co-ocurrentes (o concurrentes) (Managed Care Initiative Panel on Co-occurring Disorders, MCIPCD 1998), una iniciativa para asegurar la calidad de los sistemas involucrados en los tratamientos de pacientes con trastornos concurrentes, es decir, dependencias a sustancias y algún otro trastorno psiquiátrico, las mediciones de los resultados de la terapia debieran ser parte los procesos cotidianos en esos sistemas. Los instrumentos de medición de resultados utilizados en los programas de tratamiento debieran ser diseñados para reportar datos tanto de los desórdenes psiquiátricos como de los abuso de sustancias en cada paciente. Las evaluaciones de resultados debieran empezar al inicio de los tratamientos para cada usuario, con la evaluación y medición de las siguientes tres dimensiones: (1) Nivel de preparación y motivación para involucrarse en el tratamiento (2); Agudeza y severidad de la sintomatología (e.g. abuso v/s dependencia a las drogas); y el (3) Nivel de disfuncionalidad asociado tanto a los trastornos psiquiátricos como a los trastornos adictivos. La medición debiera ser, a nivel de las variables, intervalar3, evaluando el incremento en el progreso en cada una de las tres dimensiones. El estado motivacional del cambio puede ser medido, entre otros indicadores, por el incremento en la habilidad para discutir o reconocer síntomas; en el insight y aceptación del trastorno y necesidad del tratamiento (MCIPCD, op cit). La sintomatología puede medirse por estado del cuadro por criterios DSM-IV y la reducción o eliminación de uno o más síntomas psiquiátricos y finalmente, el nivel de disfuncionalidad, por los avances en el funcionamiento psicosocial. Así, la calidad y efectividad de los cuidados brindados por los programas de los sistemas de salud son determinadas a través del uso de medidas de resultados4. Esto ha obligado a los clínicos a documentar su práctica y a evaluar sus efectos. Por ello ha habido un progresivo desarrollo de instrumentos estandarizados que permitan evaluar el cambio, los cuales posibilitan evaluar empíricamente la efectividad de las herramientas terapéuticas, buscando demostrar que un tratamiento es beneficioso para un paciente, midiendo tanto la magnitud como los tipos de cambios que tienen lugar durante el proceso de tratamiento y posterior a éste (Ogles et al, 2002, en Florenzano et al 2005). La información que se recolecta a través de estos instrumentos es útil para su aplicación en centros de práctica clínica, pues otorgan retroalimentación precoz sobre el progreso del paciente. Además, estos datos pueden ser fácilmente estandarizados e ingresados a los sistemas de información. Por último, toda esta información constituye los datos basales para propósitos comparativos. Si se carece de muestras normativas o de un grupo comparativo, los rangos de cambio terapéutico que se esperan no pueden ser estimados, escenario frecuente y habitual dentro del campo de la psicometría en nuestro país. Mediante estos estudios es posible establecer modelos de expectativas de cambio o de deterioro, y la información obtenida puede ser usada para describir los efectos de un tratamiento en particular, de un programa o de un centro de atención (Ogles, op cit). 3. Los niveles de medición de las variables, de acuerdo con la psicometría tradicional son 4: nominal, ordinal, intervalar y de razón, siendo el penúltimo el nivel más propio de la medición en salud mental con instrumentos y escalas, dado que permite hacer cálculos estadísticos más certeros y poderosos. En investigacion permite distinciones precisas, más alla de mediciones dimensionales o categorias tipo leve, moderado o grave. 4. Como standard, la literatura indica que los programas más efectivos actualmente logran tasas de abstinencia entre 10-15% por año para consumidores con diagnósticos concurrentes que tienen trastornos mentales severos y persistentes (Drake, Mueser, et al. 1996, en MCIPCD, 1998), aproximadamente la misma tasa que para consumidores adictos sin enfermedades mentales. Sin embargo, las tasas de abstinencia sostenidas son medidas relativamente crudas de los resultados de las intervenciones; la abstinencia como medida de resultados siempre es aumentada por otras medidas del progreso del tratamiento (op cit). 15 - 24, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 17 Aún así, a pesar de la necesidad y ventajas del uso de instrumentos, y su inclusión como parte fundamental de la práctica de la EBP, muchos de los procedimientos tradicionales por los cuales los pacientes son diagnosticados y se evalúa el resultado del tratamiento, parecen descansar en evidencias sorprendentemente débiles (Reed, Kihlstrom, Messer, 2005). Esta dificultad es superada por algunos instrumentos clínicos bien estudiados y validados, hasta ahora en otros países, como lo es el Inventario de Síntomas de Derogatis, Revisado (Derogatis Symptom Checklist, Revised [SCL-90-R]) (1973, 2004, 2008). El SCL-90-r: Uso, características y propiedades psicométricas 5 Este es un instrumento de autoinforme desarrollado por Leonard Derogatis y asociados (1973,1994, en Gempp y Avendaño, 2008) usado para evaluar el grado de malestar psicológico actual [distress] que experimenta una persona. Consiste en un listado de 90 síntomas psiquiátricos de variado nivel de gravedad, frente a los cuales la persona que responde debe indicar en qué medida lo han molestado o perturbado cada uno de esos problemas, durante el período comprendido entre el día de la evaluación y la semana inmediatamente anterior. Una vez puntuadas las respuestas es posible caracterizar la sintomatología del evaluado en un perfil compuesto por nueve dimensiones primarias de síntomas (Somatización, Obsesiones, Sensitividad Interpersonal, Depresión, Ansiedad, Hostilidad, Ansiedad Fóbica, Ideación Paranoide y Psicoticismo) y tres índices globales de psicopatología: el índice de Gravedad Global (Global Severity index, GSI), el índice de Malestar Positivo (Positive Symptom Distress, PSDI) y el Total de Síntomas Positivos (Positive Symptom Total, PST). De hecho, a principios de la década pasada los editores del instrumento publicaron una revisión bibliográfica que compila aproximadamente 750 investigaciones publicadas que utilizaron el SCL-90-R, encontrándose sobre los 1000 estudios en la actualidad. (National Computer Systems, 1993, en Gempp, Avendaño, 2008). La gran popularidad del SCL-90-R entre profesionales e investigadores de la salud mental puede atribuirse a tres características: (1) se trata de un inventario de fácil aplicación y corrección, (2) permite tamizar sintomatología en varios niveles de complejidad, y (3) exhibe buenas propiedades psicométricas. Puede ser aplicado en un amplio rango de edad (13 a 65 años) y sólo requiere que el evaluado tenga un nivel intelectual normal y no presente ideas delirantes o curse un trastorno psicótico en el momento de la evaluación6. Su aplicación requiere de un mínimo de entrenamiento, facilitando su administración colectiva o individual por personal sin capacitación formal en salud mental (e.g., paramédicos). Por último, se trata de un instrumento relativamente breve en comparación con otros inventarios multidimensionales y la relación entre el número de ítems y el número de escalas es altamente eficiente (90 ítems que caracterizan al evaluado en nueve dimensiones primarias y tres índices globales). Respecto a la segunda característica, el SCL-90-R fue diseñado para permitir al usuario analizar la psicopatología del evaluado en tres niveles jerárquicos de complejidad: un nivel global, un nivel dimensional y un nivel sintomático. En el nivel global, el SCL-90-R caracteriza al evaluado a partir de tres índices generales. El índice de Gravedad Global [GSI] es un indicador directo del nivel de gravedad de los síntomas, mientras el índice de Malestar Positivo [PSDI] es una medida de la intensidad de los síntomas percibidos 5. Gran parte de la descripcion que continuación de presenta, se encuentra contenida en el estudio chileno del SCL-90-r, llevado a cabo por Gempp y Avendaño (2008), aplicado en este caso a estudiantes universitarios, no constituyendo una muestra generalizable a poblaciones clínicas. 6. Ello con fin de que sea capaz de comprender los conceptos o ideas planteados en el cuestionario y que su concepción de la realidad sea igual a la de sus pares y semejante al común de gente. 18 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 15 - 24 RESULTADOS PRELIMINARES DE LA MEDICIÓN DEL CAMBIO TERAPÉUTICO EN UNA UNIDAD DE DEPENDENCIAS COMPLEJAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO por la persona que responde. En la práctica, el PSDI se emplea como un índice de estilo de respuesta (e.g., si la persona tiende a exagerar o a minimizar los problemas que le aquejan). El tercer índice global, denominado Total de Síntomas Positivos [PST], es simplemente el número total de síntomas que presenta la persona, independientemente de su gravedad. Normalmente es interpretado como una medida de la amplitud de la sintomatología presentada por el evaluado. En el nivel de análisis dimensional, el SCL-90-R entrega un perfil compuesto por las nueve dimensiones primarias de síntomas antes mencionadas. Éstas, fueron derivadas progresivamente utilizando una combinación de estrategias clínicas, racionales y empíricas con el objetivo de ser clínicamente útiles, para lo cual se impuso el triple requisito de una definición clara y consistente en la literatura, susceptibilidad de medición mediante autoinforme y confirmación psicométrica (Derogatis & Cleary, 1977a. 1977b en Gempp, Avendaño, 2008). Finalmente, dadas las características del SCL-90-r, éste tiene una tradición en el uso de la medición del cambio terapéutico logrado por las intervenciones en salud mental (Schauenburg & Strack 1999; Derogatis, Fitzpatrick, 2004), así como investigaciones en el área de las adicciones, reconocido así en manuales de medición en psiquiatría (Rush, First, & Blacker, 2008). Así mismo ha sido capaz de discriminar en una muestra de mujeres alcohólicas, donde el GSI era eficaz para diferenciar entre los casos con psicopatología asociada y los que no la presentaban (Haver, 1997, en Landa et al 2006). Incluso, se planteó como herramienta predictora de recaídas (Lucht et al, 2002, en Landa et al 2006). Las puntuaciones altas en algunas de las dimensiones (concretamente, en la sensibilidad interpersonal, la ansiedad, la ansiedad fóbica y el GSI), correlacionaban con la existencia de recaídas durante el primer año post tratamiento. Así mismo, una disminución en las escalas de depresión, ansiedad y el GSI durante la terapia se asociaba con periodos de abstinencia más prolongados (op cit). Sin embargo, solo recientemente se encuentran antecedentes de investigaciones en nuestro país en torno a este instrumento (Gempp & Avendaño, 2008), no encontrándose normas y puntajes de cortes para muestra de pacientes, siendo una necesidad para hacer interpretaciones clínicas válidas, por lo que este trabajo da un paso en esa dirección. Metodología Se aplicaron dos instrumentos de medición de cambio sintomatológico; el SCL-90-r y el OQ-45.2. (Lambert et al 2004)7. El primero como medida amplia de sintomatología y el segundo instrumento como herramienta de contraste, dado que también se usa en el área del cambio clínico, está validado para la población chilena (Von Bergen y De la Parra 2002)8, por ende, se han establecido sus puntajes de corte para la población normal. Éste arroja un puntaje total, compuesto a su vez por tres subescalas: a.Síntomas, disconfort o malestar subjetivo. Es la escala con más preguntas en el cuestionario. b.Relaciones Interpersonales. c.Rol Social. Se aplicó en tres momentos distintos; en la pre-acogida (realizada entre los meses de octubre a mediados de enero), esto es, reuniones semanales a la espera del ingreso a la Unidad, a la que todos los pacientes que eran derivados a la Unidad de Dependencias Complejas (UDC) por los diferentes COSAM, Consultorios y Hospitales pertenecientes al Servicio de Salud Sur y Sur Oriente, debían asistir desde que se decidía su derivación. Se priorizó el ingreso a aquellos pacientes que asistían más veces a las reuniones, aún cuando ingresaron pacientes con menos reuniones, previa evaluación del equipo de la UDC. Un segundo momento era al ingresar a la Unidad y finalmente al momento del Alta, fuera esta programada, disciplinaria o solicitada. Se consideró como muerte experimental cuando la estadía del sujeto no superó los 14 días de estadía y cuando entre una aplicación y otra del 7. Trabajo central para el estudio del cambio psicoterapéutico. 8. Estudio pionero en validación de la escala que permite su uso en varios estudios clínicos del país. 15 - 24, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 19 Tabla 1 Descripción Por sexo y edad en cada grupo SEXO N Masculino % Edad Femenino % Edad Desv. E N Preacogida 60 77.6% 35.38 11.04 19 22.4% 35.84 14.03 Ingreso Alta 40 78.4% 39.23 11.65 11 21.6% 43.82 14.32 26 72.2% 36.23 10.36 10 27.8% 35.3 10.4 instrumento no pasó más de 14 días, debido a la naturaleza de la medición sintomatológica. Los criterios de cambio confiable estarán dados por los establecidos en la ya mencionada estandarización del OQ45. En el caso del SCL-90 se considerará que hubo cambio estadísticamente significativo a través del análisis del Indicador Global de Severidad, (GSI por sus siglas en inglés), que es una medida generalizada e indiscriminada de la intensidad del sufrimiento psíquico y psicosomático global, que combina información sobre el número de síntomas y la intensidad del distrés o malestar. Tratamiento El perfil de usuario son sujetos con compromiso biopsicosocial severo, que no han logrado la abstinencia durante el último mes en formato de tratamientos ambulatorios. El tratamiento es de internación voluntaria en una unidad especializada en el trabajo de adicciones y está compuesto por un ambiente altamente estructurado, con trabajo grupal terapéutico diario y consejerías individuales una vez a la semana, junto con intervención farmacológica más especializada y supervisión de enfermería continua. La UDC del Hospital Psiquiátrico El Peral posee una capacidad de 30 camas, 20 de las cuales están para población masculina y 10 para mujeres. La duración esperada del proceso es de un mes, siendo de 15 días para los reingresos. Desv. E Resultados Se obtuvo una muestra total de 174 personas, entre mediados de agosto y finales de diciembre, de las cuales se filtraron 2 casos del grupo de alta por suceder ésta antes de los 14 días. Los grupos estuvieron compuestos mayoritariamente por hombres, en concordancia con la disponibilidad de cupos y camas en la UDC. El promedio de estadía fue de 27,5 días, con una desviación estándar de 7,05 días y una moda de 30 días. La edad promedio para toda la muestra fue de 38,98, con una desviación standard de 11.71. En la tabla 1, se observa la descripción de la muestra en los distintos grupos. Se estableció una alta correlación entre los dos indicadores más importantes (puntaje Total del OQ-45.2 y GSI), tanto al tratar la muestra como un todo, con .841 (sig. 0.01), como al separar los puntajes por grupo, con .823 en la preacogida, .806 al ingreso y .752 al alta, siendo correlaciones fuertes y significativas (0.01). Lo anterior refiere a la validez concurrente con que ambos instrumentos logran discriminar y medir lo que dicen medir, dando evidencia psicométrica respecto de la medición en sí. Con respecto a las diferencias observadas entre los grupos, en la Tabla 2 se plasma al describir los puntajes del GSI, del SCL-90-r y el puntaje total del OQ-45.2, que no existen diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de preacogida y al ingreso. Sin embargo, al analizar 20 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 15 - 24 RESULTADOS PRELIMINARES DE LA MEDICIÓN DEL CAMBIO TERAPÉUTICO EN UNA UNIDAD DE DEPENDENCIAS COMPLEJAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO Tabla 2 Puntaje promedio de Grupo pre-acogida y si ingresa o no al tratamiento en la UDC No ingresa GSI (sig. 0.014) Ptje. total OQ (sig. 0.005) Nº Ptje. Nº Ptje. 70 1.72 15 2.45 70 91.73 15 110.87 aquellos pacientes que ingresaron al tratamiento luego de asistir a las reuniones de preacogida, se observa que presentan una sintomatología más aguda que los pacientes que asistieron a una reunión de preacogida y no ingresaron a la unidad. Aún cuando la muestra es pequeña, por lo que se debió usar estadística paramétrica, se pudo establecer que esta diferencia era estadísticamente significativa. La otra diferencia que se constata en los puntajes es entre el ingreso y el alta, siendo estadísticamente significativa (sig. 0.01) en todas las subescalas de ambos instrumentos, a excepción de la subescala de psicotismo (sig. 0.05). En la Tabla 3 y Gráfico 1, se detallan los resultados. Respecto de toda la muestra, las escalas con puntajes más altos al ingreso corresponderían a las de somatización y síntomas depresivos, seguidas por las de ansiedad y pensamiento de tipo obsesivo-compulsivo. Todas las anteriores escalas se relacionan directamente con la sintomatología asociada al síndrome de abstinencia, el malestar físico, la obsesión propia del trastorno adictivo e ideas de culpa y menor autoestima. Por otro lado, la escala que presenta mayor disminución es precisamente aquella que no se asocia con ningún trastorno en específico, tratándose uno de los primeros ajustes que todo paciente debe hacer a su ingreso, esto es, adaptarse a la estructura, tareas y horarios establecidos para cada uno de ellos. 15 - 24, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL Ingresa 21 En las escalas del OQ-45.2, dado que se cuentan con puntajes de corte para poblaciones sana/enferma, se observa que en todas las escalas, en promedio los sujetos están sobre el puntaje de corte en la preacogida y al ingreso, y bajo al alta. Sin embargo, para que ese cambio o diferencia en los puntajes obtenidos exceda un posible error de medición, debe superar el índice de Cambio Confiable, un puntaje establecido para cada subescala en la estandarización chilena del instrumento (Von Bergen & De la Parra, 2002). Se observa que en la subescala de Síntomas en el OQ y en el Puntaje Total se logra ese criterio, no alcanzándolo para las de Relaciones Interpersonales y Rol Social. Otro resultado observado fue la diferencia de los puntajes por sexo. En la preacogida se observaron puntajes más altos para las mujeres (Ver Tabla 4), diferencias estadísticamente significativas en el puntaje del GSI, en tanto que al momento del ingreso se observaron las mismas diferencias por sexo tanto en Puntaje Total del OQ-45.2 como en el GSI. En tanto al alta no se observaron esas diferencias, siendo por el contrario, las mujeres las que lograron una mejoría más marcada, lo que finalmente se traduce en un cambio más importante en cuantía, dado que al inicio presentan puntajes más altos y al alta tienen puntajes levemente más bajos. Finalmente, respecto a la edad de los sujetos, no se encontró relación alguna, ni al analizar toda la muestra en conjunto (para evaluar una muestra más grande y compensar el número de casos), ni al separarlo por los grupos en los distintos momentos. Tabla 3 Todas las diferencias de puntaje entre el ingreso y el alta, fueron significativas al 0,00 excepto psicotismo, al 0,05 SCL 90-r OQ 45.2 GRUPO Preacogida Ingreso Alta Media Media Media Diferencia % al ingreso y al alta Puntajes de Corte población chilena 14.03 Alteración sueño comida. Obsesivo compulsivo. Sensibilidad interpers. Somatización. Paranoide. Depresión. Rabia hostilidad. Ansiedad. Ansiedad fóbica. Psicotismo. 1,95 1,89 1,67 2,41 1,84 2,18 1,72 1,78 1,56 1,26 1,72 1,85 1,68 2,32 1,65 2,17 1,79 1,85 1,55 1,17 0,83 0,96 0,92 1,27 0,93 1,25 1,13 1,19 1,02 0,79 51,7% 48,3% 45,6% 45,3% 43,4% 42,5% 37,1% 35,5% 34,3% 32,6% PST PSDI GSI 62,67 2,52 1,85 67,00 2,35 1,80 50,24 1,69 1,03 25,0% 27,9% 42,7% Síntomas OQ Relaciones Interpers. Rol Social Puntaje Total OQ 57,29 21,35 16,46 95,11 56,95 22,12 16,35 95,42 36,08 15,97 13,03 65,08 36,7% 27,8% 20,3% 31,8% 43 (12)* * 16 (9) 14 (8) 73 (17)* * ()= índice de Cambio Confiable **= El cambio en los puntajes excede índice de Cambio Confiable Discusión y conclusiones La poca diferencia entre los puntajes en la preacogida y al ingreso, confirma que el perfil sintomatológico no mejora mientras se espera el tratamiento, es decir, los usuarios siguen sintiéndose igual de mal hasta el momento del ingresar. Siendo el objetivo del tratamiento atender a pacientes adictos que no logran la abstinencia por más de un mes, es esperable que los puntajes obtenidos no varíen. Por otra parte, se observó que los casos del grupo de preacogida que efectivamente ingresaron a la UDC, fueron aquellos con un perfil sintomatológico más severo, lo que podría tentativamente interpretarse como una mayor motivación al tratamiento, debido al mayor sufrimiento que presentarían. Por otro lado, este efecto tentativo podría cumplir un rol en priorizar la atención en aquellos casos que más lo requieran, optimizando el ya escaso recurso cama en la unidad de desintoxicación. Por otro lado, es necesario reconocer que típicamente los sujetos que ingresan a tratamiento en instalaciones psiquiátricas, serán sujetos con sintomatología más aguda, específicamente con un trastorno concurrente o comórbido que aquellos que no la buscan, debido al mayor sufrimiento que supone el doble diagnóstico. A esto se le conoce como el prejuicio de Berckson (Galbaud du Fort, Newman y Bland, 1993, en Landa et al, 2006). Un mayor análisis, con muestras más amplias, pudiendo comparar el efecto de los pacientes que estuvieron en ese tipo de reuniones y aquellos que no pasaron por ella, podría revelar con mayor certeza el posible beneficio de esta intervención. 22 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 15 - 24 RESULTADOS PRELIMINARES DE LA MEDICIÓN DEL CAMBIO TERAPÉUTICO EN UNA UNIDAD DE DEPENDENCIAS COMPLEJAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO Tabla 4 Gráfico 1 Media Media Media Masculino GSI Ptje. total OQ 1,70 ** 92,64 1,68** 91,50** 0,99 68,29 Femenino GSI Ptje. total OQ 2,37** 103,68 2,22** 106,82** 0,79 56,10 *Diferencias significativas al 0.01 SEXO Preacog Alteración sueño - comida Ansiedad Ansiedad - fóbica Depresión Obsesivo - compulsivo Paranoide Psicotismo Rabia - hostilidad Sensibilidad - interpersonal Somatización GRUPO Ingreso Alta Ingreso grupo Respecto a la diferencia entre los perfiles sintomatológicos entre hombres y mujeres, coincide con la mayoría de los estudios donde se hace esa distinción, ya sea refiriéndonos a estudios a la población chilena (Vicente et al, 2004), como manuales de tratamiento del CONACE (2004), así como estudios donde se utilizó el SCL-90 con muestras españolas de pacientes adictos al alcohol (Landa et al, 2006). Lo que es interesante es notar la marcada disminución por bajo de los puntajes de los hombres, que haría posible pensar en la mejor respuesta al tratamiento en las mujeres. Tal como lo plantea el CONACE (CONACE, 2009), probablemente las mujeres llegan a consultar más tarde, cuando más daño han sufrido, más solas; cuesta más establecer el vínculo, pero una vez establecido éste, responden mejor al tratamiento. Una vez más, a medida que la recopilación de información continúe, las tendencias podrán ser confirmadas. Al observar las diferencias en los puntajes al ingreso y al alta en los puntajes del OQ-45.2, se observa que el promedio de cambio excede el ICC en el Puntaje Total y en la subescala Sintomatología, no lográndolo para Rol Social y Relaciones Interpersonales. Estos resultados tienen sentido respecto al cambio esperado y los objetivos del tratamiento. No se espera que las personas cambien significativamente el estilo de vincularse en un mes, junto con la imposibilidad de evaluar un mejor ajuste en el desempeño 15 - 24, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL Media Puntaje promedio por sexo en cada grupo de tratamiento en ambas escalas. 23 PSDI GSI de sus trabajos o roles esperados durante el proceso internado, por ejemplo, a través de preguntas como “ Siento que me va bien en el trabajo/escuela” o “Tengo muchas discusiones en el trabajo/escuela”, dado que el instrumento solicita evaluar los últimos 7 días, encontrándose internados. Por último, se logra que el cambio sea acorde con la desintoxicación esperada. Como parte de la reflexión crítica, algunos aspectos a mejorar de este estudio preliminar serían, las dificultades en el emparejamiento preciso de los sujetos en los grupos menos comparables, afectando por lo tanto la validez interna del estudio, al igual que las muestras que no son suficientemente grandes, dificultan el análisis. Ambos problemas se han resuelto en parte con la continuación de la aplicación del instrumento en la UDC. Por otra parte, es necesario considerar que el SCL-90 no cuenta con muestras normativas para población general, lo cual dificulta la comparación y diagnóstico preciso, que en este caso se buscó compensar a través del uso de un instrumento bien validado. Otras variables a considerar en un futuro estudio serían el nivel de educación y los días de abstinencia previo al tratamiento, variables típicamente controladas en este tipo de estudios, al igual que la inclusión de escalas que evalúen específicamente la gravedad e intensidad de la adicción. Por otro parte, como oportunidades para un futuro estudio que evalúe la sintomatología en esta población, podría ser el estudiar mejor el perfil de los pacientes que presentan mayor peligro de abortar rápidamente el tratamiento. De la misma forma, en la medida en que se cuenten con más datos, se podrá comparar y estudiar si es que, y si lo hizo, el cómo, la preacogida mejoró la adherencia al tratamiento en las muestras chilenas. Así mismo las muestras obtenidas constituyen una base para la futura estandarización del instrumento. Finalmente, en la medida de un posible seguimiento de los pacientes al alta, se indagaría sobre el posible estudio de perfiles asociados a recaídas en la población chilena, tal como se ha hecho en otros lugares. En la medida que se avance en el establecimiento de patrones sintomatológicos propios de las muestras nacionales, se podrá establecer y estudiar mejor el cambio clínico, que como se menciona al comienzo del estudio, es cada vez más una necesidad para los servicios. Al parecer el SCL90-r podría ser una pieza en el puzzle de la efectividad y calidad de los tratamientos de la salud mental. Bibliografia 1. Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONA- CE) (2009) “Observatorio Chileno de Drogas, Informe Anual de la Situación de las Drogas en Chile 2008”. Ministerio del Interior, Santiago, Chile 2. CONACE “Mujeres y Tratamiento de Drogas” CONACE, Santiago, 2004 3. Derogatis, L, Fitzpatrick, M. (2004) “The SCL-90-r, the Brief Symptom Inventory (BSI) and the BSI-18” en The Use of Psychological Testing for Treatment Planning and Outcomes Assessment: Instruments for Adults Ed Mark Edward Maruish, Routledge, New York, USA 4. Derogatis, L. 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Am J Addictions 1993; 3:181-193 24 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 15 - 24 APLICACIONES DE LA ESCENA EN LA REESTRUCTURACIÓN DE LA MATRIZ Aplicaciones de la Escena en la Reestructuración de la Matriz Verónica Garay Moffat1 Resumen En este ensayo se describe, a través de una revisión bibliográfica, las aplicaciones que tiene la escena en la reestructuración de la matriz dentro del psicodrama, en la psicoterapia grupal, familiar y de pareja, revisando los conceptos principales desde el enfoque moreniano, mostrando los resultados del trabajo clínico con este enfoque y sus repercusiones e impacto sobre la recuperación de los pacientes que consultan en una unidad de salud mental perteneciente al Hospital de Quillota. Palabras claves: escena, matriz, psicodrama. Applications of the Scene in Restructuring the Matrix Abstract This essay describes across a bibliographical review the applications that the scene has in restructuring the matrix, inside the psychodrama, in the group psychotherapy, families and couples, checking the principal concepts from the Moreno’ theory, showing the results of the clinical work with this approach and his repercussions and impact on the recovery of the pattients that consult in a unit of mental health belonging to Quillota's Hospital. Key words: scene, matrix, psychodrama. El Psicodrama es una psicoterapia creada por J.L.Moreno, derivada del teatro de la improvisación. El sustrato filosófico que está detrás de ésta, es el existencialismo especialmente en los inicios de la génesis de su teoría. Moreno se interesó en autores como Spinoza, Kant, Hegel, Kierkegaard, entre otros (13). Al recoger sus fundamentos esenciales nos encontramos con los conceptos de creatividad, espontaneidad, libertad, tiempo y espacio, desde una perspectiva existencial. La teoría del encuentro planteada por Buber, y la visión de Dios. (13). En este ámbito, encontramos tanto en Jung como en Moreno un punto en común, el considerar a la psyque como un lugar donde residen los símbolos, los que al ser integrados se dirigen hacia la búsqueda con un sentido espiritual para el ser humano (9). En ambos, hay una concepción teleológica. Población, agrupa a los psicodramatistas en Morenianos ortodoxos, psicoanalistas, freudianos y sistémicos (11). En este caso, el abordaje psicodramático, tiene una orientación Moreniana y los adultos asistentes a grupos de bipolares, jóvenes y mujeres con trastornos de tipo ansioso-depresivo; en el Hospital de Quillota suelen ser en su mayoría mujeres, lo que caracteriza a usuarios de consultorios de salud mental de la jurisdicción del Servicio de Salud Viña Quillota (6). El síndrome de padre ausente que se manifiesta en numerosas consultas, especialmente en el área escolar, donde los niños sufren los embates de las consecuencias que tiene para la familia la falta de comunicación, la parentalización de los hijos y la depresión de estas madres (6). Vemos hoy en día, como el psicodrama, parece estar tomando cada vez mayor relevancia, al otorgar dentro de la psicoterapia, posibilidades de sanación a través del uso de la creatividad como recurso esencial, en la atención de 1. Psicóloga Universidad de Chile y Psicodramatista, Hospital de Quillota, Unidad de Salud Mental. Contacto: Concepción 1050 Quillota, psicosaludvg@gmail.com 25 - 29, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 25 pacientes policonsultantes. En la Unidad de Salud Mental del Hospital de Quillota, Chile, se realiza en la actualidad atención grupal, de pareja e individual, con este enfoque. En este trabajo se describe específicamente mi experiencia clínica con la aplicación que tiene la escena dentro del psicodrama en la psicoterapia grupal, familiar y de pareja, revisando los conceptos principales desde la visión Moreniana, mostrando las repercusiones e impacto que tiene en la recuperación del paciente. Por otra parte, vemos que como el método psicodramático abarca una diversidad de técnicas, una vez establecido el encuadre y las sesiones. Se esboza primero un programa psicodramático basado en la problemática por la que el paciente consulta considerando los emergentes motivacionales, de manera que se pueda llegar desde el contenido latente, develando el conflicto a través de lo manifiesto (12), a la matriz originaria, desde la escena que pueda darse, con la técnica del juego de roles, la concretización de imágenes (escultura), y finalmente la escena, esta última, reconstruyéndose con la ayuda del mismo paciente, el director de psicodrama, y un doble (que puede ser un yo auxiliar o alguno de los miembros del grupo) que va rescatando gradualmente aquellos componentes de esta escena, del mismo modo en que fue experimentada por el paciente por primera vez. El psicodramatista tiene un entrenamiento que le permite acercarse a aquellas escenas que posibilitan un acercamiento al conflicto del paciente, y a descartar aquellas que pueden ser descompensadoras, o a aquellos pacientes que por su estructura de personalidad, resultan tener contraindicaciones para este tipo de aproximación psicodramática. Es así como por ejemplo, la inversión de roles y la escenificación, permiten llegar a la matriz donde se originó el congelamiento de ésta. Se busca su descongelamiento y el reestablecimiento de una relación télica, entendiendo que el tele según Moreno, es “la unidad sociogénica que sirve para favorecer la transmisión de nuestra herencia social” (Moreno op cit en 1). Una relación resulta télica, cuando se da una empatía recíproca donde la espontaneidad favorece el desarrollo de la creatividad y con ella, también la sanación. Actúa como un catalizador que libera la creatividad (1). En cada vínculo entran en juego roles, que se agrupan desde nuestra infancia en clusters o ramilletes, según sea el caso en cada una de las fases del desarrollo evolutivo (12). En una primera fase vemos en el trabajo con pacientes dependientes, que sus roles se agrupan en torno a la figura de la madre, identificándose éstos por su cualidad pasiva y la necesidad de ser contenidos por alguien. En su fijación, cuando existe un conflicto por ejemplo, se desarrollará en ciertas personas una dependencia al otro, la imposibilidad de estar solo o de expresar afecto. Entonces los roles suelen ser pasivo-dependientes en contraposición a aquella afectividad que permite el crecimiento, la comunicación y el contacto con otros. Luego, en una segunda fase aparecen en el trabajo grupal, cuando los pacientes van adquiriendo mayor confianza en el grupo y en el terapeuta, los roles que se agrupan en el segundo cluster, en torno al legado del padre, entendido éste como la figura que se relaciona con la autonomía. Del mismo modo, su cualidad, marcada por la distinción entre realidad y fantasía, otorga la posibilidad a la persona de tomar iniciativas y caminar por cuenta propia. Si esto no se consigue, por uno u otro motivo, el sujeto inhibe su desempeño en tareas que la sociedad o el medio le va poniendo en el camino, encontrándonos esta vez con una pasividad para la acción o en casos extremos, con una imposiblidad de encontrar la frontera entre la realidad y la fantasía. En una tercera fase, los roles agrupados en torno a la figura de los hermanos, al entrar los pacientes en interacción con los pares, se vinculan con ellos en términos de la cooperación v/s la rivalidad. Es así como en la recreación de escenas con hermanos, éstos pueden volver a percibirse como rivales frente a quienes hay que competir, o en el otro caso, como aquellos con quienes en el encuentro grupal, se puede desarrollar la verdadera creatividad. Y es en este último punto donde se reencontrarán con lo télico que permite la espontaneidad y el clima necesario para que surja la acción creadora, ya sea ésta científica o artística. Lo que transforma, es a la vez lo que cura. Y si en algún momento fue imposible experimentar la cooperación desde lo fraterno, el grupo ahora se constituye como un referente y una fuente de rematrización, desde la actuación y el juego creativo (13). En el trabajo con grupos de mujeres o jóvenes, que son derivados a la Unidad de Salud Mental del Hospital de Quillota, fijamos en conjunto y con cada persona un contrato inicial en el que se identifica a través de la búsqueda motivacional, un objetivo, desde el que organizamos 26 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 25 - 29 APLICACIONES DE LA ESCENA EN LA REESTRUCTURACIÓN DE LA MATRIZ un programa psicodramático donde se teje la trama total. Para esto la secuencia suele ser, como bien lo señala Gloria Reyes: 1. Búsqueda de un rol y su vínculo correspondiente (indiferenciado y enmascarado) 2. Diferenciar el rol del vinculo subyacente en el conflicto (rescate y presentación dramática del mismo) 3. Clara delimitación del vínculo conflictivo y de los roles que aparecen en el 4. Experimentación desde los contraroles (profundiza la crisis) 5. Síntesis o mediación de las confrontaciones exploradas (inversión de roles, que permite los encuentros e integraciones dramáticas) Esta modalidad nos permite así operar psicodramáticamente sobre la posibilidad humana de relación con el otro, a partir del intento de reestructurar determinados modos estereotipados de vínculos, reactualizando además concomitantemente otros desarrollos, tanto en el campo de la posibilidad profunda de relación humana consigo mismo, como también el de la posibilidad de relación con la propia facultad de transformación. En la Unidad de Salud Mental, los ingresos se agrupan en general en torno a 3 categorías diagnósticas, la neurótica, la psicótica y la estructura u organización límite, según la clasificación de Bergeret (5). Y es aquí donde es necesario considerar los riesgos que puede tener el psicodrama si es aplicado en personas donde no hay una clara delimitación o estructura yoica. Es mejor prevenir en este sentido y descartar aquellas personalidades o estructuras que puedan interferir en el trabajo grupal, o descompensarse de una manera que resulte perjudicial. En el psicodrama se procede desde una fase inicial (12) con el caldeamiento grupal , hasta llegar a un caldeamiento específico (13), según lo que esa sesión en particular permita. Por otra parte, vemos que en nuestros grupos se necesita que el director de psicodrama y el protagonista, con la anuencia del grupo, se establezca un contrato dramático. Y así ocurre que en la experiencia terapéutica, los consultantes de la Unidad de Salud Mental, acuden a cada sesión sabiendo que hay un encuadre y ciertos objetivos para su tratamiento. Las fases siguientes son la dramatización propiamente tal, que se caracteriza por 25 - 29, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 27 ser expresiva. En ella confluyen los emergentes grupales que dan origen al despliegue de la escena. Finalmente en una ultima fase, el sharing, el grupo puede compartir sus impresiones y vivencias de lo experimentado en las fases anteriores. Esto ofrece retroalimentación al director y yo auxiliar, para las próximas sesiones y una evaluación de lo que ha sido su trabajo terapéutico y el de los pacientes. La escenificación, que forma parte del caldeamiento específico, tiene que ver con la construcción en tiempo y espacio de lo vivido a través de objetos y relaciones. La escena es descrita por Gloria Reyes como el conjunto de elementos conformado por personajes, protagonistas, objetos animados e inanimados, etc. Para lograr que nuestros pacientes desplieguen “su” o “sus” escenas es necesario acompañarlos en los siguientes pasos: a.Dramatización: el protagonista y sus roles complementarios con la ayuda del terapeuta llega a vivenciar y tomar conciencia del conflicto b.Catarsis de integración: el paciente se abre a la emoción, despejando y tomando conciencia de algo por primera vez c.Insight dramático: desde el mismo protagonista (paciente) se resignifican sectores vinculares d.Rematrización: a partir de la resignificación vivencial e intelectual el paciente logra la apertura a nuevas posibilidades de relación e.Sharing: es el cierre del proceso de intervención psicoterapéutica, donde se posibilita lo elaborativo posterior a la escena y la profundización simbólica del conflicto. Permite la verbalización del protagonista y su vuelta al contexto grupal Etimológicamente, escena deriva de la voz griega skenè que significa cabaña. La escenografía para los griegos, como lo señala Matoso, tiene que ver con adornar el teatro y la cabaña como lugar o espacio físico de detención, donde se alberga la representación (10). Para Dalmiro Bustos, la flexibilidad del terapeuta, en términos de moverse dentro de la sala, y facilitar el pensa- miento en escenas, permite el pasaje natural y no abrupto entre lo verbal y lo dramático (3). Una primera escena es la que inicia una secuencia de escenas posteriores. Desde las claves psicodramáticas que se recogen se desemboca en una figura peculiar, que es la escena nuclear conflictiva. Se opera recurriendo a todas las técnicas adecuadas con el objeto de conseguir su reestructuración. Solo así se culmina la secuencia volviendo a la primera escena y primer vinculo desde el que se partió. La “dramatización vicaria” que consiste, según el psiquiatra Pedro Torres, en que un miembro del equipo, generalmente un yo-auxiliar entrenado, propone una dramatización desde su propia biografía, que es expuesta como un espejo, al grupo de participantes ya sea en forma de fotografía dinámica, escultura o teatro espontáneo, para que los pacientes se identifiquen con los personajes, historias y escenas mostradas. Desde allí, a través de cambio de roles o doblajes, se facilita el ingreso a la escena de cada miembro del grupo para que, desde sus propias conflictivas, resuene en esos multiroles (o multiescenas) compartidos, que buscan desplegar otras escenas esta vez relacionadas directamente con la vida grupal como con sus propias historias familiares (14). Múltiples son las escenas a las que asistimos en psicodrama dentro de la amplia gama de pacientes y sus diversas motivaciones. Sin embargo, llama la atención la frecuencia en que éste, al ser un sector de mayor riesgo social, nos trae escenas de violencia temprana, abuso sexual, dificultades de comunicación entre padres e hijos. Y es precisamente en este punto, donde la escena tiene su mayor aplicación para lograr la reestucturación de una matriz, y permitir así el despliegue de la creatividad y de la sanación del paciente, gracias al efecto curador del grupo mismo. También para el terapeuta, como en el mito de Quirón, cobra sentido su quehacer cotidiano, en que se cura a sí mismo, cada vez que interviene en una conflictiva donde puede además salir fortalecido. Por lo tanto, no sólo aquí el paciente es el beneficiado sino también el psicoterapeuta. La escena traumática es un conjunto de acontecimientos reunidos estructuralmente en una unidad figurativa que una persona ubica mágica, mítica o ideológicamente en cualquiera de los tiempos de su pasado biográfico. Estos acontecimientos tienen también en la persona una localización corporal. La incorporación del cuerpo dentro de esta escena, ha sido un elemento importante pero poco evaluado en las psicoterapias tradicionales. El psicodrama, desde el caldeamiento, hasta la dramatización y sharing, lo incluyen. “Hay textos que recorren el cuerpo, que se tejen y destejen con los días y las noches. Hay un mapa. Es un cuerpo marcado, histórico y erógeno. El cuerpo recorre una historia tejida de palabras, acciones, afectos, contactos y sensaciones. Es un cuerpo personal, individual y también en ese cuerpo está el cuerpo familiar y social. Conviven las historias. Es un recorrido biológico, relacional, de placer y angustia, de unidad y fragmentación, de reparación y destrucción. La marca, la cicatriz es máscara. Esta es emblema de esos recorridos. El recorrido es la odisea del cuerpo”. (2). En nuestras terapias individuales, familiares, de pareja y de grupo, los psicodramatistas estamos atentos a este diálogo con el cuerpo del paciente. Es así como el dibujo de la figura humana con sus zonas de bloqueo, se constituye en una especie de mapa fantasmático, y una forma en que podemos evaluar desde el cuerpo un antes y un después del caldeamiento. En un trabajo presentado en Uruguay, a la Society for Psychoteraphy Research, pudimos desarrollar una pauta para evaluar el desbloqueo corporal, (EDC), a fin de construir un instrumento que nos pudiera ayudar a objetivar nuestra experiencia clínica (8). Como conclusión de esta revisión bibliográfica y de descripción acerca de la aplicación que hacemos del psicodrama para el trabajo con pacientes de un hospital, que consultan en nuestra área de salud mental, tenemos que el enfoque y método psicodramático resulta ser una herramienta muy útil, tanto para la terapia indvidual como grupal, desplegando en la representación de la escena, el potencial creativo que permite la sanación. Así, se puede extrapolar que también en otras organizaciones puede resultar muy efectivo. 28 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 25 - 29 APLICACIONES DE LA ESCENA EN LA REESTRUCTURACIÓN DE LA MATRIZ Bibliografia 1. Boria, G. Metodología de acción para una existencia creadora. 2. 3. 4. 5. 6. 7. El psicodrama clásico”. Editorial Itaca, México, 2001. Buchbinder, Mario, “Poética del Desenmascaramiento, Caminos de la Cura”, Editorial Planeta, Buenos Aires, Argentina, 1994. Bustos, D., “Nuevos Rumbos en Psicoterapia” Editorial Momento, 1985. Bustos, D.¨”Peligro amor a la vista”, Lugar Editorial, 1991 Campuzano, M, Bello, M.C. ”La psicoterapia de grupo en las Instituciones”, Plaza Valdés Editores, México, 2004. Garay M, Verónica. ”Algunos factores de riesgo en la Salud Mental de la Mujer Rural y su abordaje desde la Terapia Grupal”. Rev. Chilena de Psicología. Vol XIII, N°1, Pág 107, 2004. Garay, V. & Lara,P. “Mejor Solo o Acompañado, aportes del psicodrama la terapia de Pareja”. Tesina para optar al titulo de psicodramatista 2008. Centro de Estudios de Psicodrama de Chile. 8. Garay M.V. & Orrico C. “Construcción de una escala para eva- luar el desbloqueo corporal” Trabajo presentado en el 32º annual meeting of Society for Psychotherapy ,Uruguay, 2001. 9. Jung, Carl Gustav. “Psyche & Symbol”, Editorial Lazlo, 1958. 10.Matoso, Elina, “El cuerpo, Territorio de la imagen”, Editorial Letra Viva, 2007. 11. Población Knappe www.revistahospitalarias.org/info_2000/01_159_03.htm 12.Reyes Gloria, “La Práctica del Psicodrama”. Ril Editores, 2007 13.Reyes, Gloria “Psicodrama, Paradigma Teoría y Método”. Ed.Cuatro Vientos, 2005. 14.Torres, P. & Lucero, S. “Psicodrama, duelos y enfermedades reumatológicas” De Familias y Terapias, Ichtf. Págs. 69-77, Año 12, Nº18, Septiembre 2004. Misión Sociedad Chilena de Salud Mental La Sociedad Chilena de Salud Mental tiene por objeto el estudio, investigación, difusión y desarrollo de las diversas disciplinas científicas relacionadas con la salud mental. En el cumplimiento de sus objetivos la Corporación podrá: a) Promover, realizar y auspiciar todo tipo de eventos científicos, tales como: Congresos Científicos, Simposios, Conferencias, Mesas Redondas y Charlas. b) Promover y realizar estudios, investigaciones científicas y cursos de perfeccionamiento. c) Promover el intercambio científico entre las diversas disciplinas relacionadas con la salud mental. d) Promover el intercambio societario con otras corporaciones similares, nacionales o extranjeras. e) Editar y publicar revistas y todo tipo de escritos científicos. f) Crear y sostener Bibliotecas. g) En general, realizar todas aquellas acciones encaminadas al mejor logro de los fines propuestos. “La salud mental es tarea de todos” 25 - 29, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 29 Salud Mental Familiar en Recién Nacidos Hospitalizados Susana Cubillos1 , Alejandra Gutierrez2 , Giovanna Loguercio3 , Angela Lizana4 , Natalia Medina5 , Paulina San Martín5 , Patricia Vernal3 , Susana Lobos4 , Monica Peña4 Resumen Un equipo multidisciplinario inicia en la Unidad de Neonatología de un hospital público el programa de “Apoyo al Desarrollo Biopsicosocial”. En familias de RN que permanecen en UCI, hospitalizados más de 20 días, embarazos no controlados y en aquellas en quienes se observan dificultades emocionales para el vínculo, se investiga factores de riesgo y protección en salud mental. Con un enfoque de vulnerabilidad-resiliencia se estudian factores biológicos, psicológicos y sociocomunitarios que intervienen en el desarrollo de un vínculo de apego seguro, detectándose una alta frecuencia de alteraciones de la salud mental susceptibles de tratamiento, en un momento del ciclo vital familiar que ofrece una ventana de oportunidad para el cambio. Es un trabajo exploratorio de investigaciónacción, que ha ofrecido contención emocional y apoyo a las familias estudiadas. Palabras clave: Apego, desarrollo biopsicosocial, prematuros, vulnerabilidad, salud mental. Hospitalized New Borns and Family Mental Health Abstract A multidisciplinary team works on a newborn unit at a public hospital beginning a “Biopsycosocial development help program”. In families of UCI babies, over 20 days hospitalization babies, uncontrolled pregnancies and observed bonding difficulties ongoes a mental health research under vulnerability-resilience paradigm. Biological, psychological and sociocomunitary factors involved in attachment are studied, founding high frecuency of treatable mental health problems, in a very sensible moment of family life cicle, proper to changes. It is an exploratory action research,that offered emotional holding and support on studied families. Key Words: attachment, biopsycosocial development, pre-term birth, vulnerability, mental health. Introducción El Primer Sistema de Protección Integral a la Infancia, Chile Crece Contigo, es una política pública intersectorial diseñada para romper el círculo de la pobreza y se encuentra en su fase de instalación. Se basa en la evidencia disponible en materias de desarrollo humano y políticas 1. 2. 3. 4. 5. Psiquiatra, Unidad de Neonatología, Complejo Hospitalario San José, scubillosm@gmail.com Psicóloga, Unidad de Neonatología, Complejo Hospitalario San José Pediatra, Unidad de Neonatología, Complejo Hospitalario San José Matrona, Unidad de Neonatología, Complejo Hospitalario San José Kinesiologa, Unidad de Neonatología, Complejo Hospitalario San José 30 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 30 - 38 SALUD MENTAL FAMILIAR EN RECIÉN NACIDOS HOSPITALIZADOS de prevención en saluda, que afirman que la inversión en los primeros seis años de vida tiene el más alto retorno para el desarrollo y el incremento del capital social de un paísb. Bajo una ética de protección social basada en los derechos de las personas, la humanización de la medicina y la disminución de las brechas que afectan la equidad en el acceso a servicios de salud de calidad, se incorpora a la neonatología del Hospital San José, un equipo multidisciplinario (matrona, kinesiólogas, psicóloga y psiquiatra) abocado a implementar el nuevo “Programa de Apoyo al Desarrollo Biopsicosocial”c, con la misión de hacer efectivo el derecho de los niños a la mejor salud. En este contexto, reconocer la interferencia al vinculo de apego seguro que la situación de hospitalización produce, ha impulsado una de las intervenciones más precoces para la prevención de desarrollo de patología mental. Asumir no solo los beneficios sino también las consecuencias para el desarrollo neurobiológico que la incorporación de la tecnología trae al salvar niños extremadamente prematuros (Räikkönen, 2008) (Murata,2009), malformados o accidentados en el parto, resulta en una intervención estructural del sistema de salud a favor de sus beneficiarios que ellos por sí mismos no podrían realizar. Modelo de Trabajo Se desarrolla un abordaje basado en el paradigma de vulnerabilidad-resilienciad, a través de entrevistas en profundidad realizada a madre y/o padre que incluye anamnesis actual y remota, personal y familiar, además de detección de la sintomatología de las últimas dos a cuatro semanas. Se utiliza como referente el sistema de clasificación nosológico multiaxial DSM, agregando a los factores estresores las fortalezas encontradas en las personas, el sistema familiar y el contexto socio-comunitario. Para registrar esta información en forma sistematizada se diseña una “Entrevista estructurada de riesgo y protección psico-social” que permite conocer condiciones y necesidades particulares personales, familiares y sociales. El instrumento es aplicado por psicóloga y/o psiquiatra y aunque no ha sido validado aún, se revela como un importante facilitador del dialogo clínico. Para evaluar vulnerabilidad biológica de los casos índices (niños y niñas hospitalizados) se utilizó la epicrisis, que registra las contingencias ocurridas en torno al nacimiento, como exposición a riesgo vital, tiempo de hospitalización y secuelas probables constituyentes de rezago. La indicación de derivación al equipo de salud mental fue: madres y/o padres del 100% de los casos de recién nacidos hospitalizados en UCI, del 100% de los hospitalizados más de 20 días, 100% de los embarazos no controlados y aquellos casos de dificultad vincular detectados por el personal de la neonatología. Para facilitar el trabajo en equipo, se presentó el proyecto y la modalidad del trabajo en reunión clínica y se desarrolló sistemáticamente un programa de formación para técnicos paramédicos de la unidad sobre el Chile Crece Contigo y su protagonismo en éste. Se incorporó en jornada completa de trabajo en la neonatología una matrona para apoyo directo a la lactancia materna y apego, utilizando entre otras la técnica canguro en madres y padres. Dos kinesiólogas realizaron estimulación de desarrollo neurosensorial, motor, postural, respiratorio y modulación ambiental. El trabajo clínico de salud mental tuvo en su horizonte, la detección de vulnerabilidad psicosocial, la contención emocional y apoyo de madres y padres ante la situación de hospitalización y sus procesos de duelo en curso, la promoción del desarrollo del vínculo de apego con el RN y la coordinación con el equipo de la neonatología. Se reconocen a. Chile Crece Contigo. Una mirada desde la equidad en salud y el enfoque de los determinantes sociales de la salud. Documento Conceptual. Departamento de Estudios División de Políticas Públicas y Promoción de la Salud Ministerio de Salud. b. Health Nexus and Ontario Chronic Disease Prevention Alliance, Primer to Action: Social Determinants of Health, Toronto 2008. Available on-line at www.healthnexus.ca/projects/primer.pdf or www.ocdpa.on.ca c. Manual para el Apoyo y Seguimiento del Desarrollo Psicosocial de los niños y niñas de 0 a 6 años. Gobierno de Chile. Ministerio de Salud. Chile Crece contigo. ISBN: 978-956-7711-95-6. Primera Edición: Septiembre 2008. d. Boris Cyrulnik. DE CUERPO Y ALMA. Neuronas y afectos: la conquista del bienestar. Editorial Gedisa, España, 2007. El libro propone un método integrador de datos procedentes de disciplinas diferentes que evitará continuar separando el alma del cuerpo. 30 - 38, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 31 y refuerzan factores de resiliencia personal, de pareja y se activan conexiones en redes asistenciales e intersectoriales. Se sistematiza la información recogida a partir de la incorporación de la entrevista estructurada de riesgo y protección, es decir entre agosto y diciembre del 2008, obteniéndose 91 casos analizados con ésta, además de epicrisis y entrevista en profundidad. Se separa la muestra por sexo, considerando que la probabilidad de enfermar y sus modos sufrirán una diferenciación de género (Balasubramanif, 2005) (Cahill, 2005). Se considera éste un estudio naturalístico, exploratorio, de características cuali-cuantitativo, en modalidad de investigación-acción, ya que se busca no solo conocer sino también intervenir y apoyar en forma inmediata, en una situación que abre una ventana de oportunidad inigualable para potenciar cambios sustantivos en el ciclo vital de una familia. Objetivos 1. Conocer las condiciones de vulnerabilidad biológica de los recién nacidos hospitalizados cuyas familias recibieron atención de salud mental entre agosto y diciembre del 2008. 2. Conocer factores de vulnerabilidad y fortalezas psico-sociocomunitarias en familias de recién nacidos hospitalizados evaluados por el equipo de salud mental entre agosto y diciembre del 2008. Resultadose Factores de Vulnerabilidad Biológica. (Gráfico 1) • El año 2008 ocurrieron 8440 partos y 69 mortinatos (0,8%) en el Hospital San José, estando presentes en el parto el 86,5% de los padres. • Egresaron de la neonatología 1422 niños y fallecieron 37 (2,6% de los que ingresan). • En salud mental se atendieron 242 familias (17%) y se ingresaron 91 al presente estudio, correspondientes a 50 recién nacidos de sexo masculino y 41 de sexo femenino. • De esta muestra 58% nació por cesárea, 36,3% tienen <32 semanas de edad gestacional ó pesan <1500 grs. al nacer, siendo 30,8 % pequeños para la edad gestacional (PEG). 15% presentó malformaciones congénitas y/o genopatías. Gráfico 1 Vulnerabilidad biológica en RN de Padres atendidos por Salud Mental 69% 70% 60% 52% 50% 36,6% 36% 40% 44% 43,9% 56,1% Niños Niñas 61% 48% 30% 10% 19,5% 19,5% 20% 4% 12% 9,8% 0% Fallecidos <32.S.Gest. PEG alta sano rezago UCI malf/gen e. Todos los cálculos han ajustado el denominador en casos sin información. 32 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 30 - 38 SALUD MENTAL FAMILIAR EN RECIÉN NACIDOS HOSPITALIZADOS • De estos RN, 65% estuvo en UCI, es decir, enfrentaron riesgo vital y sufrieron procedimientos invasivos. 50% permaneció hospitalizado más de 20 días. Factores que Afectan al Vínculo con el RN: (Gráfico 2) • Parto por cesárea: 58% • 47% de los casos son dados de alta sanos directamente a APS y 52% requerirá atención en hospital de niños. • Hospitalización más de 20 días: 50% Factores de Precariedad Psicosocial: • Embarazo no deseado por ambos padres: 22,2%f Son destacables los siguientes factores: • Pobreza percibida por las madres: 18,7% • Trastorno depresivo/ansioso en evolución en la madre: 58,2% (53 casos)g • Madres adolescentes <17 años: 15,4% • Trastorno de personalidad en la madre: 20,9% (19 casos) • Monoparentalidad: 13,2% • Depresiones detectadas en APS no tratadas: 14% (las madres no acudieron a las citas) • Escolaridad básica en ambos padres: 8,8%, • Embarazo no deseado por la madre: 35% Diagnósticos de Salud Mental en la Familia: (Gráfico 3) • Presencia de trastorno: 78% (13% reacciones de ajuste) • Trastorno por uso de sustancias activo en la madre: 6,6% (6 casos) • Trastorno por uso de sustancias detenido en la madre: 5,5% (5 casos) Gráfico 2 Factores que afectan el vínculo afectivo con el Recién Nacido 69% 70% 60% 50% 60% 56% 52% 49% 40% Niños Niñas 46% 36% 34% 30% 24% 20% 20% 22%20% 10% 0% Hosp. + 20 ds. Embarazo no deseado madre Embarazo no deseado ambos Depr./ans evol. madre Trastorno personalidad madre Parto cesárea f. En el caso de las madres hay que sumar esta frecuencia a la anterior, resultando que un 57 % de ellas no deseó el embarazo (52 casos). g. Excluídos los casos que se encontraban en fase de remisión. 30 - 38, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 33 • Trastorno por uso de sustancias activo en el padre: 13,9% (11 casos) • Trastorno por uso de sustancia detenido en el padre: 4,4% (4 casos) • Violencia de pareja actual: 36,5% (30 casos) • Trabajo remunerado de la madre: 27,5% • Participación en grupo religioso: 31% (15,4% católico y 15,6% evangélico) • Participación en grupo de la comunidad: 13,2% • Amistades confiables de la madre: 52,7% • Trastorno de personalidad en ambos padres: 24,4% (22 casos) Factores de Protección Personal, Familiar y Sociocomunitario: (Gráfico 4) • Pareja presente: 86,8% • Satisfacción de pareja percibida por la madre: 79,7%h • Estabilidad de pareja mayor de dos años: 65,9% Intervenciones Realizadas: • Se realizaron un total de 686 atenciones por profesionales de salud mental. Psicoterapia de apoyo en 19 casos, intervención de pareja en 7 casos, motivación a tratamiento en 8 casos y todas las acciones anteriores en 8 casos. Con el resto de las personas se hizo solo contención y apoyo. • Se realizó intervención de apego directa a ambos padresj por matrona en 18 niñas y 15 niños, 36,2%; e intervención kinésica en 59,5% de los casos. • Familia apoyadora: 80,2% • Autoestima positiva de la madre: 53,8%i Gráfico 3 Diagnósticos Salud Mental Familiar 90% 80% Niños Niñas 82% 73% 70% 60% 50% 38% 35% 40% 27% 22% 30% 20% 14%14% 10% 6% 7% 6% 5% TUS act. madre TUS det. madre 6% 0% Presencia TUS act. padre 2% TUS det. padre VIF parj. activa T. pers. ambos h. Cifra referida al total de parejas presentes. i. Hubo cuatro preguntas dirigidas a evaluar autoestima. La respuesta positiva de todas ellas se consideró autoestima positiva. Tres de ellas regular y dos, baja autoestima. j. Si se suman los casos en que se hizo apego directo sólo a las madres sube a 80%. En un caso se hizo sólo al padre. Un total de 74 recién nacidos recibió esta acción de fomento de apego directo. 34 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 30 - 38 SALUD MENTAL FAMILIAR EN RECIÉN NACIDOS HOSPITALIZADOS Gráfico 4 Factores de Protección Personal, Familiar y Sociocomunitario 100% Niños Niñas 94% 90% 81% 80% 85% 73% 70% 80% 78% 70%69% 60% 54%54% 50% 40% 28% 27% 30% 20% 10% 0% Pareja Satisfacción Estab. + de 2 años Flia. apoya Conclusiones • Se detecta una importante necesidad de asistencia en salud mental en familias de recién nacidos hospitalizados con rezago o riesgo de vulnerabilidad. • Se destaca la importancia de balancear la existencia de factores tanto protectores como de riesgo, con el fin de filtrar la patología que requiere tratamiento experto, como prevención primaria de trastornos mentales en niños con rezago en familias vulnerables. • Se proyecta el análisis de múltiples variables de las familias con alteraciones de salud mental para precisar necesidades de intervención clínica. Discusión Que el esperado nacimiento de un hijo sano resulte en una situación diferente desencadena un proceso de duelo por el quiebre de las expectativas, representación mental y emocional que tienen los padres del bebé, ansiedad e incertidumbre por el diagnóstico, tratamiento y pronósti- 30 - 38, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 35 Autoval.+ Trab. madre co, angustia por el riesgo de vida y temor al encontrarse en un escenario de hospital desconocido y a priori hostil. El equipo de salud enfrenta el desafío cotidiano de mantener con vida y recuperar a los recién nacidos, sumado a la presión expectante de madres y padres, muchas veces en shock, a quienes hay que entregar buenas y malas noticias sin haber recibido entrenamiento para ello. En este contexto, la presencia de un equipo multidisciplinario con profesionales de la salud mental viene a satisfacer necesidades urgentes de las familias, del equipo de salud y de los pacientes recién nacidos. Si bien la salud mental perinatal se ha encargado en los últimos años de explorar los fenómenos que afectan a las personas en este período de la vida, especialmente procesos de duelo y apego temprano (Mathelin, 2001), el Programa de Apoyo al Desarrollo Biopsicosocial tiene un propósito más abarcativo en el largo plazo y por ende incorpora con fines de prevención primaria los conceptos actuales de vulnerabilidad social y la intervención estructural donde las familias no pueden actuar sólo y exclusivamente con su individualidad. De este modo, el paradig- ma usado para el trabajo en la neonatología del Hospital San José ha estado centrado en las nociones de vulnerabilidad y resiliencia personal, familiar y social, rastreando factores de riesgo y protección que orienten sobre la existencia de necesidades, clínicas entre otras, susceptibles de intervención intersectorial, por equipos multidisciplinarios, con el fin de proteger el desarrollo de los niños y niñas que nacen en el seno de familias vulnerables. Hay que señalar que en los últimos años las políticas públicas de protección social en salud están basadas en la ética de los derechos humanos (o ciudadanos), recogiendo, entre otras, las demandas explicitas de las organizaciones civiles de mujeres en cuanto a mejorar la calidad de la atención, mejorar los servicios de planificación familiar y ampliar los programas de salud mentalk. Actualmente la norma de la atención del parto se ha modificado radicalmente, siendo la desmedicalización del parto o la humanización de éste, una realidad ya instalada en algunos servicios pionerosl. En la maternidad del Hospital San José se destaca la alta presencia de los padres en el parto como una fortaleza, que señala un cambio estructural efectivo en curso en los servicios públicos de salud y en las mentalidades de las personas. Por su parte, la ética de protección social basada en los derechos de la niñez - a la mejor salud posible- modifica necesariamente la perspectiva usada hasta aquí en nuestras disciplinas, observándose un movimiento programático desde el Ministerio de Salud al implementar centros de salud familiar y programas de salud mental familiar, cuyo fundamento cuenta con suficientes y contundentes evidenciasm. El corte exploratorio realizado en esta muestra de la salud mental familiar, que da cuenta de la atmósfera en que se desplegará el vinculo de apego en estos recién nacidos, nos señala primero que este momento tanto histórico- social como biográfico del ciclo vital, se constituye en una ventana de gran oportunidad para apoyar y dinamizar los factores de resiliencia existentes en el seno de una familia. La presencia de los padres en el parto activa las bases afectivas para el derecho tanto de niños y niñas como de los hombres a una relación de apego única y particular con sus hijos e hijas. Es esperable de este hecho tanto un enriquecimiento de las relaciones de apego familiares como el crecimiento personal, la valoración del espacio domestico y la progresiva colaboración familiar en el trabajo domestico y el cuidado mutuo. Las resistencias a la incorporación de los padres al apego con los RN se observa, como es de esperar, en las madres y en el personal de salud; en los padres se observa inicialmente temor y evitación, así como una profunda emoción con la experiencia. En este mismo sentido, la oportunidad para intervenir y potenciar unidad de pareja es también de gran sensibilidad, no obstante se observó en esta muestra una alta frecuencia de parejas con relación satisfactoria según la percepción de la madre. La frecuencia de un 38,4% de madres y 20 % de padres con hijos de otro progenitor/a y de un 13% de monoparentalidad refuerzan la necesidad percibida de la importancia de desarrollar programas de estimulación de habilidades parentalesn. Acciones que serán preventivas de conductas violentas al interior de la familia, problema que aparece en frecuencias muy elevadas si se la busca en todas sus formas. Llama la atención que a pesar de la “naturalización” o invisibilización cultural de la violencia psicológica, se observa en las entrevistadas una distinción del fenómeno más clara de lo que pensábamos (4) (8). Esto es alentador en cuanto terreno fértil para otorgar el espacio terapéutico que active estrategias de afrontamiento, altamente necesaria toda vez que la autoestima como indicador de vulnerabilidad se observa afectada en la mitad de las madres. k. Plan de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres. Lineamientos Generales. 2000-2010. Servicio Nacional de la Mujer. Chile, 2001. l. Manual de Atención Personalizada en el Proceso Reproductivo Ministerio de Salud Chile. Editor/as.Dr. René Castro Santero, Miriam González Opazo, Dra. Carmen López Stewart, MINSAL. Departamento Ciclo Vital. División Prevención y Control de Enfermedades. Subsecretaría de Salud Pública.2008. Capitulo X. m. Intervenciones basadas en la evidencia en el ámbito de la prevención de la salud mental en familias con niños de 0 a 6 años, revision sistemática de la literatura” , Ministerio de Salud, Noviembre, 2007. n. Interfase entre los derechos y la salud de la niñez. Manual de Formación de Formadores para el equipo de Salud. Versión adaptada del manual "Interfase entre los Derechos y la Salud de la Niñez, Curso de profesionales", elaborado por la Academia Americana de Pediatría, en colaboración con el Royal College of Paediatrics and Child Health (UK), autores: Gerison Lansdown, Jeffrey Goldhagen y Tony Waterston. Traducción del original: Helia Molina - Raúl Mercer. 36 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 30 - 38 SALUD MENTAL FAMILIAR EN RECIÉN NACIDOS HOSPITALIZADOS Nos ha parecido importante incluir la mortalidad ya que cuando hay mortinatos o mortineonatos, el riesgo de embarazos o hijos sustitutos por duelos no elaborados, con el consiguiente riesgo de partos prematuros, alteraciones del apego, depresiones, plantea otra necesidad especifica a los servicios y a las disciplinas trabajando en conjunto. Que los profesionales de la salud mental y de planificación familiar debieran ubicarse en oficinas contiguas sería un decir que grafica una necesidad de trabajo integrado. En varios casos el único requerimiento de una mujer a nuestras ofertas de ayuda fue una medida anticonceptiva radical y definitiva a la que no habían logrado acceder. Por otro lado, las matronas actualmente pesquisan depresión, violencia, uso de sustancias, diagnosticando en nuestra muestra síntomas depresivos en un 34% de las mujeres entrevistadas, de las cuales el 20% había seguido las indicaciones de derivación y recibió tratamiento en atención primaria de salud y un 14% no lo hizo. Para mejorar la efectividad de este programa se requiere la comunicación más expedita y directa entre los profesionales involucrados (14). nitiva, el consumo de sustancias, la transmisión transgeneracional del apego y de la violencia, etc.(Fonagy,1999), todos elementos presentes en las historias de las personas entrevistadas, que indicaron la presencia de problemas de salud mental señaladas en esta muestra. Las acciones se realizaron sobre la premisa de que la resiliencia se basa en el reconocimiento del otro como un legítimo otro (Maturana,1999), con una mirada de reconocimiento de la igualdad humana y una disponibilidad amorosa hacia el otro único y diferente. Con ello, y la técnica sin duda, la acción de promoción realizada por la matrona tendrá efecto preventivo en muchos de estos casoso, como lo tendrá el trabajo kinésico con los bebés y los tratamientos psiquiátricos y psicológicos bien llevados a los cuales fueron motivadas y derivadas las personas que padecían la alta frecuencia de trastornos depresivos y/o ansiosos detectados. Aquí la continuidad de accesos y perspectivas de abordaje, cobra una importancia radical. Una de las razones más frecuentemente aducidas para abandono de tratamientos psicológicos en atención primaria fue la alta rotación de profesionales. La importancia operativa de poner el foco en el apego queda confirmada al observar la multiplicidad de variables que interactúan para que la existencia de apego seguro ocurra en los dos tercios de la población que indican las investigaciones (Lecannelier, 2008). Si antes de nacer se pueden hacer predicciones del tipo de apego en base a las características de éste en los padres, al agregar factores como el tipo de parto (Guastella, 2008) (Swain, 2008), la existencia, duración y características de una hospitalización, existencia y tipo de secuelas biológicas, condiciones emocionales y sociales de los padres, observaremos en ello componentes de la alta potencialidad humana de resiliencia. Desde esta experiencia de trabajo, podemos concordar con lo que la literatura ya ha dicho sobre la relación entre el apego, la función reflexiva o de mentalización, los trastornos del desarrollo y de personalidad, la impulsividad, la inestabilidad o desregulación emocional y cog- Uno de los problemas emergentes de mayor gravedad y complejidad fue la detección de madres consumidoras de sustancias ilícitas activas al momento del parto, en las frecuencias señaladas. El desafío urgente de realizar motivación a tratamiento y conexión a la red de salud mental experta en tiempos muy breves, generó la necesidad de realizar un protocolo de manejo, desde la perspectiva de protección de los derechos de los niños, que influyera en la adherencia a tratamiento, incluyendo la instancia judicial. Surge la pregunta por el problema del hombre consumidor y especialmente el bebedor problema, situación socialmente naturalizada. Estudios señalan que en personas con problemas relacionados con el alcohol y que no buscan ser tratadas, las intervenciones breves dan mejores resultados en cuanto a la limitación de la ingesta que la ausencia de intervención (Moyer, 2002). o. 7 de 8 estudios sobre la aplicación de la técnica “canguro” en infantes pretérmino reportan resultados positivos en términos de mejoría de los patrones de llanto. Las intervenciones de modificación sensorial en bebés hospitalizados en UTI mostraron ser efectivas, sobre todo las visuales y auditivas. También las que aplican la técnica canguro que promueve el contacto físico en bebés de pretérmino. Según el Informe Final sobre“Intervenciones basadas en la evidencia en el ámbito de la prevención de la salud mental en familias con niños de 0 a 6 años, revision sistemática de la literatura”, Ministerio de Salud, Noviembre, 2007. 30 - 38, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 37 Concordamos con la propuesta que busca la integración de nuestras disciplinas de la salud mental en equipos multidisciplinarios, la desmedicalización de los fenómenos o mejor aún, la humanización de la medicina, que lejos de ser un eufemismo reduccionista implica empaparse de la compleja delicadeza del ser, nutridos de la interdisciplina y el ejercicio de la mutua colaboración. Usar el criterio psicopatológico bajo el paradigma de la vulnerabilidadresiliencia, abrió efectivamente el dialogo con las personas a la comunicación de estados emocionales y reflexivos. Bibliografia 1. Balasubramanif G.K., Madhukar H. Trivedig, A. John Rushg. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. “Gender differences in depression: Findings from the STAR*D studyB.” Journal of Affective Disorders 87 (2005) 141–150 Cahill, L. “His brain,her brain”. Scientific American, 292 (5): 4047. 2005. Cyrulnik, B. De Cuerpo y Alma. Neuronas y afectos: la conquista del bienestar. Editorial Gedisa, España, 2007. Evans,P. Abuso Verbal: la violencia negada. Nexos. Vergara Editor. Argentina, 2000. Fonagy, P. “Apegos patológicos y acción terapéutica. Un modelo transgeneracional de los trastornos de personalidad”. Aperturas Psicoanalíticas. N°4. revista internacional de psicoanálisis. Abril,2000. Fonagy, P. “Persistencias transgeneracionales del apego: una nueva teoría”. Aperturas Psicoanalíticas. N°3. revista internacional de psicoanalisis. Noviembre, 1999. Guastella, A.J.; Mitchell, P.B.; Mathews, F. “Oxytocin enhances the encoding of positive social memories in humans”. Biological Psychiatry. 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Este estudio busca describir y analizar los sentimientos que surgen durante el proceso de duelo de un paciente con cáncer y el rol que cumple la familia en dicho proceso, mediante un análisis fenomenológico-experiencial de un caso real. Se utiliza un marco teórico sustentable en las ideas de autores como Kübler Ross, Schnake y Fonnegra. Se abordarán específicamente el duelo, la muerte y la expresión de sentimientos, para describir la vivencia de una persona con cáncer y su familia, a partir de entrevistas con el paciente y sesiones terapéuticas. Además, se lleva a la práctica el Enfoque Holístico de la Salud de Adriana Schnake y se trabaja con el órgano enfermo. The Process of Duel about the Disease in Patients with Cancer from a Gestalt Theory This paper is a study for an MA in Theory and Praxis by the Gestalt Psychotherapy from the Gestalt School of Santiago and the University Mayor. This study aims to describe and analyze the feelings that arise during the mourning process of a patient with cancer and the role of the family in this process, through an experiential-phenomenological analysis in a real case study using interviews with patients and therapy sessions. It uses a sustainable theoretical framework based on the ideas of authors such as Kübler Ross, Schnake and Fonnegra. Furthermore, it implements a holistic approach to both, healing of Adriana Schnake and working with the affected organ. Los resultados obtenidos no buscan generalizar los hechos, sino que comprender el fenómeno tal como se presenta en un caso real y desde ahí generar nuevas investigaciones que contribuyan al tratamiento psicológico de estos pacientes, desde que conocen la enfermedad, tanto en Salud Pública como en el ámbito privado. The results did not seek to generalize the facts, but to understand the phenomenon as it occurs in a real case and then generate new research that will contribute to the psychological treatment of patients who are aware of the disease, both in the Public and Private Health Sectors. Palabras clave: enfermedad, cáncer, duelo. Key words: disease, cancer, duel. 1. Psicóloga candidata a Magíster en Teoría y Praxis. Hospital Santa Juana, Servicio de Salud Concepción. Psicomma@yahoo.com 39 - 43, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 39 Introducción El presente trabajo se fundamenta en un amplio marco teórico, en el cual se exponen las ideas y trabajos realizados por autoras como Adriana Schnake y su Enfoque Holístico de la Salud, y Kübler Ross y su vasto trabajo con pacientes terminales, de lo cual plantea las etapas correspondientes al duelo y la muerte (9,3). Se trabaja en sesiones terapéuticas con una paciente del Hospital de Santa Juana, diagnosticada con Cáncer de mama: Se focaliza la Terapia en la propia aceptación de la enfermedad, la expresión de sentimientos y el rol que cumple la familia en este proceso de acompañar al paciente terminal. Los objetivos que me propongo en este trabajo son principalmente cuatro: • Exponer y explicar teóricamente la importancia del proceso de duelo ante enfermos de Cáncer, y los estudios acerca de la enfermedad y la muerte. • Analizar el caso real de una paciente con Cáncer y comparar lo que se encontró en la realidad y la información teórica del tema expuesto en este trabajo. • Explorar de un modo fenomenológico-experiencial los sentimientos que surgen de este proceso y el modo de enfrentar esta problemática desde la vivencia del paciente y su familia. • Generar inquietud y motivación para nuevas investigaciones tanto en Salud Pública como en sectores privados, en relación al afrontamiento del duelo en pacientes con Cáncer. Material y método Este es un estudio de caso en el que se utiliza un método cualitativo de carácter descriptivo-experiencial. Se utiliza la descripción fenomenológica de un caso real, abordado desde un enfoque dialogal que se sustenta en un marco teórico coherente y el análisis del contenido clínico de las sesiones realizadas con la paciente. El material de estudio utilizado son las entrevistas realizadas a la paciente y la transcripción de las sesiones de Terapia. Se analiza el material en base al marco teórico revisado, realizando una comparación y se concluye describiendo el proceso de la paciente durante la Terapia y la aplicación de técnicas, junto con los aspectos teóricos a considerar en nuevas investigaciones. Resultados • La paciente de 66 años fue operada de Cáncer de mama recientemente y se encuentra iniciando quimioterapia, si bien el cáncer es avanzado el pronóstico es incierto, y tanto la paciente como su familia conoce el diagnóstico dado por los médicos. • La paciente se encuentra en una etapa de negación de la enfermedad, lo cual le permite estar optimista y mantener la esperanza que se va a mejorar, al mismo tiempo esto le impide avanzar en el proceso de duelo hacia una aceptación y relacionarse con su familia de una forma más realista. • En cuanto a la muerte, ella no teme morir, sino que le da tristeza dejar a su marido y a sus hijos. Su principal soporte además de su familia es su fe en Dios, lo cual también la ayuda a estar optimista. • La familia ha sido el pilar fundamental de la paciente luego de la operación: al comienzo viven la primera y segunda fase que plantea Fonnegra con respecto a la enfermedad, la fase inicial de alerta y temor ante la sospecha del diagnóstico y luego la fase de convivir con la enfermedad aunque sin aceptar que la paciente puede morir, debido a que está en tratamiento y mantienen la esperanza de que pueda mejorarse. • La paciente vivió un proceso de duelo previo a los 25 años por su marido y dos de sus hijos, lo cual está resuelto en su vida y le facilita la percepción de la muerte como algo natural; sin embargo, se encuentra en la etapa de negación del duelo al no creer que existe la posibilidad de morir por la enfermedad. • Se utiliza el Enfoque Holístico de la Salud; la paciente descubre la similitud que tiene con las características de la mama (acogedora, nutritiva, dadora, pasiva) y al 40 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 39 - 43 EL PROCESO DE DUELO ANTE LA ENFERMEDAD EN PACIENTES CON CÁNCER DESDE UNA MIRADA GESTÁLTICA mismo tiempo como ella se niega a dejar de ser protectora y nutritiva con sus hijos adultos, función que la mama ya dejó de cumplir por la edad de la paciente. Es acá donde se puede hablar de una polaridad en la paciente, en la cual no se permite dejar de cuidar y proteger a los demás. Esta polaridad es por un lado el ser débil, sensible y vulnerable, y por otro un polo en el cual se muestra fuerte, autosuficiente y capaz de protegerse a sí misma y a los demás. Con la enfermedad ha aparecido inevitablemente su polo emergente (débil); sin embargo, ella no logra reconocerlo y menos aún aceptarlo porque ha introyectado que debe ser fuerte en la vida y proteger a los demás para ser aceptada y recibir afecto. Esto demuestra una polarización neurótica en la paciente al no permitirse ciertas características que son necesarias en su vida, en este caso, para poder ser cuidada y protegida por otros, si ella sólo se permite dar, entonces no se nutre de los demás y pierde contacto con el entorno, relacionándose sólo desde su fortaleza; además es su lado sensible y vulnerable el que ha sido capaz de entregar amor a sus hijos y protegerlos, no es su lado fuerte, esa es la fortaleza que no ve en su lado más débil y que habría que mostrarle en el trabajo con órganos, que se identifique con esta mama acogedora, blandita, capaz de ser pasiva al momento de dar. Entonces la polarización nos habla que no es que este polo no exista en ella, ella tiene un lado sensible y más vulnerable, pero no lo reconoce y se identifica con el otro polo rigidizando sus conductas, lo cual desde la Terapia Gestalt es vivir de un modo neurótico. Discusión La conclusión de este estudio no es generalizable a otros casos, debido a que se estudia un fenómeno en profundidad en una sola persona, experiencia que no puede ser vivida por otro ser de la misma manera. Por lo mismo, no se buscan interpretaciones de los hechos, sino que la descripción del fenómeno en estudio tal como se presentan al investigador. • De acuerdo a la teoría expuesta se concluye que vivir un proceso de duelo saludable es un beneficio para el ser humano en pos del crecimiento y la integración del 39 - 43, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 41 dolor a la vida (1,10). Cuando se concluyen asuntos pendientes, se es posible aprender de las experiencias dolorosas, en cualquier pérdida esto permite decir adiós a lo que dejamos (no sólo a las personas) y damos la bienvenida a lo que llega, lo cual permite un crecimiento personal. En este trabajo se observa cómo la paciente muestra resistencia a hablar de la enfermedad, ya que se encuentra en una etapa inicial de negación del duelo, por lo que primero se enfocó la Terapia a analizar las pérdidas anteriores en su vida y lo que significaba para ella la enfermedad (5). • Por otro lado, el facilitar el sufrimiento en otras personas permite propiciar el crecimiento del otro y el propio, lo cual es relevante en el caso del terapeuta. Particularmente, en este trabajo con la paciente me pude dar cuenta de la importancia de acompañar a otro en este camino ineludible hacia la muerte, y pude acercarme a lo esencial de la vida. Además, fue de gran importancia haber vivido y aceptado mi propio duelo con mi Padre fallecido de cáncer, para entender los sentimientos de la familia y poder hablar los temas tal cual se presentan (2,8). • Quisiera recalcar un aporte fundamental en este trabajo, que es ayudar al paciente a crecer, es decir, a conocer aspectos de su personalidad negados hasta ese momento, a dejar atrás lo que creen ser para comenzar a ser y reconocer lo que realmente son, abriendo paso a la expresión de los sentimientos y con ello a la vitalidad de la persona, algo impensado si nos focalizamos en el pronóstico, si pensamos que sólo queda despedirse porque el tiempo se termina. Un tema importante es la despedida, pero otro fundamental es que la persona sigue viva y pueda aprender de esta enfermedad y enfrentar su muerte de un modo más conciente y lo más importante a mi parecer, aceptando lo que realmente son. Esto no se alcanzó del todo con la paciente por la resistencia que hubo de aceptar aspectos de sí misma que proyectaba en el órgano afectado (7). • El surgimiento de los cuidados paliativos ha servido para dar valor al cuidado del enfermo terminal, devolviéndole su calidad de ser viviente y dándole la posibilidad de morir de una manera digna. De esta manera se atiende al enfermo en su hogar de un modo integral, disminuyendo el dolor físico, emocional y espiritual en un acompañamiento continuo por parte de un equipo de salud. Sin embargo, quiero proponer haciendo mención al párrafo anterior, cambiar el término de cuidados paliativos y su objetivo, ya que cuando acompañamos al paciente en este proceso de morir o de enfrentarse a la enfermedad, debemos poner el foco en la vida y no en su muerte día a día; lo que significa conectarse con las emociones, con su tiempo presente, donde el paciente tiene la posibilidad, y muchas veces sucede, que se siente más vivo aun cuando esté cerca de la muerte. Entonces, el objetivo por un lado es disminuir el dolor físico para enfrentar de una manera más digna y llevadera la enfermedad, pero no debiera enfocarse a disminuir el dolor emocional, sino que a conectarse con los sentimientos más profundos, la mayoría de las veces dolorosos, lo que permite incrementar la vida del paciente, es decir, que se sienta vivo y enfrente su propia muerte con plena conciencia de lo que ocurre a su alrededor (4,6). • Desde la experiencia en este estudio, propongo que trabajemos con el paciente superando nuestro propio temor a la muerte y conectándonos con las emociones que surjan en cada momento, de otro modo se hace imposible facilitar que el paciente se conecte con sus sentimientos y acompañar en el dolor que surja. Esto se fundamenta en lo que se plantea en el marco teórico, que los terapeutas también necesitan desarrollar la idea de que la muerte no es un fracaso; en la educación médica tradicional, evidentemente el éxito se mide según la capacidad de eliminar la enfermedad, de «curar», por lo tanto, la muerte de un paciente se ve como un fracaso, es ésta idea precisamente la que nos distancia de nuestros pacientes, perdiendo nuestra oportunidad de seguirlos ayudando en su transición hacia la muerte. • El enfoque holístico de la Salud de la Dra. Adriana Schnake, a través del diálogo con el órgano afectado, permite llegar de un modo rápido y directo a la polaridad de la persona y de este modo a su neurosis, cuando la persona se identifica con las características del órgano y se pelea con otras, es con éstas que se pelea que se debe lograr un reconocimiento de ellas desde la vivencia del órgano (esto es lo potente de la técnica, que hay una diferencia significativa cuando el paciente logra vivenciar a través de la experiencia y hay un verdadero darse cuenta ahí) y lo positivo que puede tener ser así en su vida, el órgano habla como órgano y con lo que sabe hacer, no da consejos, ni plantea ideas, simplemente es de una manera determinada porque esa es su función y no pretende ser más ni menos. La teoría muestra cómo la persona al no aceptar sus límites y dificultades, se identifica con características de omnipotencia que la autora relaciona tanto con el cáncer como con la Depresión. En el caso del cáncer, las células neoplásicas tienen características de ser invasivas, destructivas, rebeldes y omnipotentes entre otras, invadiendo y reemplazando a las células específicas del organismo, tendiendo así a la desdiferenciación y al caos. Si la persona vive de este modo podría facilitar la aparición y multiplicación de estas células, ya que según la visión holista mostrada en este trabajo, nuestro organismo funciona como un todo y lo que sucede en nuestro organismo a cualquier nivel se relaciona e influye en otros niveles (9,10). • En otro sentido, me pude percatar que en la realidad de la atención en salud publica y privada hay una deuda pendiente con los pacientes que tienen cáncer y no pertenecen al programa de cuidados paliativos, ya sea porque están en la etapa de diagnóstico, están con tratamiento o bien, cuando el cáncer terminal y el paciente se deja sin ningún tipo de cuidado esperando morir. En estos casos, el paciente y la familia quedan desolados y con una alta incertidumbre porque falta información, apoyo, contención y sobretodo una conducta empática en un momento tan difícil como éste, que se puede sustentar en lo que se menciona más arriba con respecto a la medicina tradicional que ve la muerte como un fracaso y tratan de alejarse de esa posibilidad, ya sea haciendo todo lo posible para que no ocurra (cayendo a veces en decisiones arbitrarias y equivocadas), como de alejar a las personas que se van a morir como si esto fuera contagioso. Si tanto los médicos como los profesionales de la salud, perdemos el miedo a enfrentar la muerte y la comenzamos a ver como una aliada, no como enemiga (ya que de todos modos va a estar presente), así como debemos ver a la enfermedad también como algo natural, podríamos acoger y acompañar a las personas moribundas sin temor y aprender tanto de la vida como de la muerte (1,8). 42 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 39 - 43 EL PROCESO DE DUELO ANTE LA ENFERMEDAD EN PACIENTES CON CÁNCER DESDE UNA MIRADA GESTÁLTICA Bibliografia 1. Arnold, J. (2002); “No tengas miedo, como superar el temor a 2. 3. 4. 5. 6. la muerte”, ediciones 29, 1ª edic., Barcelona. Descalzo, M. (2005) “Algunas consideraciones acerca del duelo”, documento publicado por el Instituto de Terapia Gestalt de Valencia. Kübler Ross, E. 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Revista de Psiquiatría y Salud Mental La Revista de Psiquiatría y Salud Mental invita a los profesionales de la psiquiatría, de la psicología, de las ciencias sociales y de otras áreas relacionadas con la salud mental, chilenos y extranjeros, a enviar trabajos originados en sus respectivos campos de acción a fin de que sean considerados para su publicación. Se aceptará trabajos inéditos, los cuales deberán ser enviados al mail de la Sociedad. El Comité Editorial podrá decidir como excepción calificada la publicación de trabajos que no cumplan estas normas. Lo invitamos a ser socio de nuestra institución. Esperamos contar con su participación y sugerencias, por tal razón, lo instamos a visitar nuestro sitio web, o a escribirnos a nuestro mail. Para nosotros es muy importante su opinión. Dr. Edgardo Thumala Piñeiro Presidente Sociedad Chilena de Salud Mental www.schilesaludmental.cl 39 - 43, Nº 1 - 2, XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 43 Validación del Cuestionario de Salud del Paciente como Herramienta de Tamizaje para Trastornos por Somatización Alejandra Alvarez 1, Andrés Aqueveque1, Marcela Araya1, Fernanda Díaz1, Carlos Cruz2 Resumen El objetivo del trabajo realizado fue evaluar la utilidad del “Cuestionario de Salud del Paciente” como posible instrumento de tamizaje para Trastornos por somatización. La metodología consistió en la validación de lenguaje del instrumento, mediante su traducción doble ciego. Posteriormente se realizó su validación de contenido con un panel de expertos. El cuestionario fue aplicado en una muestra aleatoria de 100 personas en la atención primaria de salud del Hospital El Pino. Se aplicó de forma anónima y se excluyeron los síntomas de los pacientes producidos por enfermedades médicas ya diagnosticadas previamente. Al analizar los resultados se constató una sospecha de un 34,15% para trastornos por somatización según el “cuestionario de salud del paciente”, la cual sería 12 veces mayor a la indicada con los criterios del CIE-10 y casi 4 veces mayor que la indicada por los criterios de Escobar. Esto podría explicarse porque los síntomas pesquisados por el cuestionario se deban a otras enfermedades orgánicas o psiquiátricas, que no se discriminan bien por esta herramienta, o a errores en su aplicación. Palabras clave: instrumento de tamizaje, trastornos de somatización, validación de lenguaje Abstract Validation of the “Patient Health Questionnaire” Like Screening Tool for Somatization Disorders The objective of the work performed was to evaluate the usefulness of the “Patient Health Questionnaire” as a possible somatization disorders screening tool. The methodology consisted in validating the language of the instrument, using a double blind translation. Then the questionnaire was presented to health professionals who gave us their impressions. The questionnaire was applied to a random sample of 100 people at the primary attention health service of Hospital El Pino. It was applied anonymously, and the symptoms of patients caused by medical diseases previously diagnosed were excluded. When the results were analyzed , a suspicion of 34.15% in somatization disorders was found according to the “patient health questionnaire”, which would be 12 times greater than that indicated in the criteria of the CIE-10, and almost 4 times greater than the one indicated by the criteria of Escobar. This could be explained if the symptoms investigated were caused by other organic or psychiatric diseases, that had not been discriminated by this tool or errors in its application. Key words: screening tool, somatization disorders, language validation 1. Estudiante de 4º año de Medicina Universidad Andrés Bello. Contacto: Alejandra Álvarez G. aleja.alvarez@uandresbello.edu 2. Médico-psiquiatra, Profesor Adjunto Universidad Andrés Bello, Profesor Asociado Adolfo Ibáñez. 44 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 44 - 47 VALIDACIÓN DEL CUESTIONARIO DE SALUD DEL PACIENTE COMO HERRAMIENTA DE TAMIZAJE PARA TRASTORNOS POR SOMATIZACIÓN Introducción Los trastornos por somatización son un grupo de desordenes psiquiátricos que causan síntomas físicos inexplicables por una condición médica (1). Los estudios epidemiológicos fijan la prevalencia de estos trastornos en 0,2 y 2% en mujeres y en menos de 0,2% para los hombres (6). En Santiago de Chile, en un estudio multicéntrico de la OMS sobre “Síntomas psicológicos en la atención primaria de salud”, encontramos una prevalencia del 2,7% según criterios de la CIE-10 (3), cifra que aumenta a 8,9% si se usan los criterios menos restrictivos propuestos por Escobar (2). Diversas herramientas clínicas diagnósticas han sido usadas para ayudar en el diagnóstico de Trastornos por somatización. Una de ellas, que es utilizada en atención primaria de salud, en otros países, como instrumento de tamizaje es el “Cuestionario de Salud del Paciente”. Si un paciente contesta que ha tenido “mucho” de al menos 3 de los 13 síntomas establecidos en este cuestionario, durante las últimas 4 semanas, sin una adecuada explicación médica, debiera considerarse la posibilidad de un Trastorno por somatización. Objetivo Evaluar la utilidad del “Cuestionario de Salud del Paciente” como posible herramienta o instrumento de tamizaje para Trastornos por somatización en nuestro país. Resultados Figura 1 Cuestionario de salud validado al español. Cuestionario de Salud del Paciente (5) Screening para trastornos de somatización Durante las últimas 4 semanas, cuántas veces ha presentado malestares de cualquiera de estos problemas. Nunca Un poco Mucho Dolor de estómago Dolor de espalda Dolor en brazos, piernas o articulaciones (rodilla, caderas, etc.) Calambres menstruales y oros problemas con su regla Dolor o problemas durante el acto sexual Dolor de cabeza Dolor de pecho Vértigo / mareos Períodos de debilidad física Sentir palpitaciones o su corazón ir muy rápido Pausas en la respiración Constipación, tránsito lnto o diarrea Náuseas, gases o indigestión * Nota: Si un paciente reporta "mucho", por lo menos en 3 síntomas sin una acuciosa explicación médica, sería importante considerar un trastorno por somatización. 44 - 47, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 45 Materiales y método Se utilizó la tabla de screening para trastornos por somatización “Cuestionario de Salud del paciente”(5), la cual se tradujo del inglés al español a través de un doble ciego (fue traducida en primera instancia por un investigador y luego corregida por un traductor ajeno a la investigación). Obtenida la validación de lenguaje, se procedió a presentar el cuestionario a expertos, psiquiatras e internistas, para que evaluasen, según sus conocimientos y experiencia, las posibles deficiencias o aciertos de esta herramienta para el tamizaje de los trastornos por somatización. lenguaje más coloquial. También el aumentar la cantidad de preguntas. Uno de los encuestados consideró útil que se sospeche de Trastorno por somatización si aparecen 6 o más síntomas, aunque sea pocas veces. Otro en cambio, consideraba que un solo síntoma, si éste se calificaba como muy frecuente, debía hacer sospechar de un Trastorno por somatización, en ausencia de una patología médica bien estudiada. Los psiquiatras pusieron más acento en el diagnóstico diferencial con otras patologías psiquiátricas, como Trastornos Depresivos y Ansiosos. Sugieren entonces la revisión de las fichas clínicas para corroborar el diagnóstico. El cuestionario fue aplicado en una muestra aleatoria de 100 personas en la atención primaria de salud del Hospital El Pino (Santiago, Chile). Se aplicó de forma anónima y se excluyeron los síntomas de los pacientes producidos por enfermedades médicas ya diagnosticadas previamente. Aplicación del cuestionario: Al aplicar el Cuestionario de salud del paciente en una muestra aleatoria de 100 personas en la atención primaria de salud del Hospital El Pino, se constató una frecuencia de sospecha de un 34,15% para el Trastorno por somatización, la cual sería 12 veces mayor a la indicada con los criterios del CIE-10 y casi 4 veces mayor que la indicada por los criterios de Escobar. (Ver tabla 1) Evaluación de expertos Se solicito la opinión a tres médicos internistas y seis psiquiatras. Entre lo que se consensuó, fue el utilizar un (2) Tabla 1 Frecuencia % de trastornos por somatización según herramienta utilizada. Tipo de patología Criterios CIE-10 Criterios Escobar % Cuestionarios de salud Trastornos somatización 2,7 8,9 34,15 46 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 44 - 47 VALIDACIÓN DEL CUESTIONARIO DE SALUD DEL PACIENTE COMO HERRAMIENTA DE TAMIZAJE PARA TRASTORNOS POR SOMATIZACIÓN Conclusiones: Al comparar las prevalencias de Trastornos por somatización mostradas por el estudio de la OMS (2,7%), el estudio de Escobar (8,9%) y el encontrado al aplicar “Cuestionario de Salud del paciente” de un 34,15 %, se observa una notable diferencia. De las opiniones recolectadas de los especialistas, podemos discernir que los síntomas que pesquisa este cuestionario pueden deberse a otros Trastornos Psiquiátricos, como Trastornos Ansiosos y Depresivos, y que, al no poder ser discriminados, abultarían el porcentaje de Trastornos por somatización. (4, 7). Esto nos hace concluir que son necesarios estudios comparativos con otro instrumento de tamizaje ya validado o con entrevistas clínicas diagnósticas en los pacientes con sospecha de la enfermedad. Lo anterior podrá per- mitir saber la sensibilidad y confiabilidad del instrumento en cuestión. Por otro lado, los pacientes pueden ignorar ser portadores de una patología determinada, al no ser informados por sus médicos tratantes de los diagnósticos orgánicos que se les han hecho, y de esta manera los síntomas relatados se atribuyen equivocadamente a un Trastorno por somatización, contribuyendo de esa manera a un porcentaje más alto que el real. Agradecimientos Queremos expresar nuestro agradecimiento a los médicos que conformaron el panel de expertos: H. Davanzo, S. González, A. Menchaca, T. Charlín, J. Pinto, L. Acle, M. Quiape, P. Olivares y F. Vásquez. Bibliografia 1. Allen L. et Als. Somatization. A debilitating Syndrome in pri- mary Care. Psychosomatics 2001; 42:1; 63-67 2. 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El objetivo de este estudio es evaluar los factores que influyen en el uso de psicofármacos en casas de reposo del sector oriente de Santiago de Chile. Metodología: Se recolectaron datos de fichas médicas de cuatro centros de la Región Metropolitana aprobados por MINSAL. Resultados: Influyen en el número de psicofármacos prescritos a los ancianos: costo mensual de la institución, número de ancianos a cargo de un funcionario de la casa de reposo, grado de autovalencia, meses institucionalizados y la edad del adulto mayor. Discusión: de psicofármacos (75,3%). Hay factores distintos al diagnóstico que influyen en el número de psicofármacos que se indican al AM. Palabras Claves: Psicofármacos, adulto mayor, prescripción farmacológica, casas de reposo. Prescription of Psychiatric Drugs in Elderly Patients in Nursing Homes in East Side of Santiago, Chile. Abstract Introduction: Elderly population has increased in Chile in the past years. Elderly people show a high prevalence of neuropsychiatric disorders. It is known that institutionalization of an elderly person is a triggering factor or a maintenance factor for psychiatric disorders. It is also known that old people have greater liability to present side effects of medications, thus the importance of individual appropriate prescription, considering benefits and risks. The objective of this study is to evaluate factors affecting the use of psychiatric drugs in nursing homes in the east side of the city of Santiago, Chile. Los AM institucionalizados tienen una alta prevalencia de diagnósticos psiquiátricos (74,7%), así como indicación 1. Internas de Medicina Universidad de los Andes, VII año. 2. Medico cirujano, Universidad de Chile, especialista en Psiquiatra, Universidad de Chile, Estadía de Perfeccionamiento en la República Federal Alemana, Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Heidelberg, Jefe del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes. Contacto: isigarcia@gmail.com, 06- 2393322 48 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 48 - 56 USO DE PSICOFÁRMACOS EN ADULTOS MAYORES INSTITUCIONALIZADOS EN SECTOR ORIENTE DE LA REGIÓN METROPOLITANA Method: Data was obtained from the medical record of patients from four centers located in the city, all of them certified by the Ministry of Health. Results: Factors affecting the number of psychiatric drugs prescribed are: cost of the nursing home, number of elderly patients per caregiver at the nursing home, time elapsed since date of institutionalization, age and degree of selfcare capacity of elderly patients. Discussion: Elderly patients in nursing homes have a high prevalence of psychiatric disorders (74,7%), and also of psychiatric drug prescription(75,3%). There are factors other than the diagnosis, that affect the number of different psychiatric drugs prescribed to the elderly patient. Keywords: Psychiatric drugs, elderly patients, drug prescription, nursing homes. Introducción La población de adultos mayores en Chile ha aumentado en número considerablemente en los últimos años. Representa actualmente el 11.4% de la población en Chile según el censo del 2002. (6) Según éste, los adultos mayores posiblemente institucionalizados llega a un total de 26.854. (6) Mientras la población total creció a tasas del 1.2%, la del adulto mayor fue de 3.3% y se proyecta que en el año 2034 el número de adultos mayores será igual al de menores de 15 años. (6) Por lo anterior, todas las condiciones comunes que se dan en los pacientes ancianos aumentarían en el tiempo, tales como deterioro intelectual, incontinencia urinaria, inestabilidad y riesgo de caídas, alteraciones sensoriales, aislamiento, iatrogenia, etc., además de haber un aumento de las enfermedades más prevalentes en esta población como demencia, los trastornos de memoria, la enfermedad cerebrovascular, depresión, trastornos psiquiátricos no depresivos, abuso de alcohol y drogas y retardo mental. 48 - 56, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 49 Lo que tendrá un impacto en muchos aspectos en salud y economía del país. (8) Se calcula que en Estados Unidos, el 20% de los ancianos presenta alguna enfermedad psiquiátrica significativa. (8) Los cuidados a largo plazo del adulto mayor se realizan en su mayoría en sus hogares. Del total de adultos mayores, sólo un pequeño porcentaje (3%) se encuentra institucionalizado en casas de reposo. Este porcentaje asciende a 8% en mayores de 80 años, pero según la tendencia de crecimiento de la población actual, en el futuro este porcentaje crecerá aún más y junto con esto lo harán las complicaciones que de esto derivan. (6) Diversos factores de riesgo han sido estudiados por países más desarrollados debido al incremento en su importancia y los costos proyectados. Estos factores se asocian a mayor riesgo de institucionalizarse: limitación funcional severa, vivir solo, haber vivido previamente en casas de reposo, demencia con cambios conductuales, incontinencia urinaria y agotamiento del cuidador. (5, 4, 7) Los trastornos cognitivos en el adulto mayor son un problema de salud pública importante en Chile. De los trastornos cognitivos, el más prevalente dentro de la población de adultos mayores es la demencia, la que afecta aproximadamente a un 5% a 8% de los mayores de 65 años, a un 15% a 20% de los mayores de 75 años y a un 25% a 50% de los mayores de 85 años. (2) Los síntomas derivados de los trastornos cognitivos aumentan en frecuencia y/o se exacerban por el sólo hecho de la institucionalización del adulto mayor. Un ejemplo de esto, es lo que ocurre en el caso de la demencia, donde alrededor de dos tercios de los pacientes tienen algún síntoma psicológico o conductual en algún momento de la evolución de su enfermedad, aumentando casi un 80% en los pacientes institucionalizados. (2) Una de las teorías para explicar lo anterior es que el hecho de institucionalizar al adulto mayor produciría un estrés que generaría un desbalance en el aparato psíquico, lo que participaría como un factor desencadenante y/o mantenedor de psicopatología. En relación a esto, Scocco et al plantean que la entrada del adulto mayor a una casa de reposo no trae mejoramiento o estabilización del funcionamiento del balance psíquico, sino que los síntomas psiquiátricos empeoran y los pacientes perciben una disminución en su calidad de vida. (9) Por otro lado, no se debe olvidar el hecho de que los adultos mayores son más lábiles frente a los fármacos, pudiendo presentar reacciones paradójicas y adversas como confusión, caídas y retención urinaria entre otras, debido a alteraciones en la farmacocinética y farmacodinamia de la droga por cambios en la biodisponibilidad, distribución y excreción de éstos. En las casas de reposo el número de drogas por adulto mayor varía entre 7 a 8 (en promedio dos más que el anciano no institucionalizado), pudiendo éstas tener interacciones entre sí o incluso manifestando enfermedades en estado latente. Todo esto apunta a que la prescripción farmacológica en el adulto mayor debe ser indicada individual y apropiadamente, sopesando los beneficios y los riesgos. (9) diferencias, tanto raciales como socieconómicas, en los síntomas psiquiátricos de ancianos institucionalizados en hogares de reposo, constató que el 48% de los adultos mayores institucionalizados presentan algún diagnóstico psiquiátrico. En promedio, se observó que el 25% de los pacientes era usuario de drogas psicotrópicas, principalmente antidepresivos y antipsicóticos, y no contaban con un diagnóstico psiquiátrico. (11) Naturalmente, esta sobreprescripción, adecuada o no, estaría determinada por una serie de factores que serían importantes de establecer y en un futuro tratar de solucionar en nuestro país. Objetivo general Evaluar los factores que influyen en el uso de psicofármacos en casas de reposo del sector oriente de Santiago de Chile. A pesar de que existen múltiples guías clínicas del manejo de la patología psiquiátrica, aún no hay evidencia suficiente de cómo aplicar estas normas de manera útil y segura en este grupo etario. En Estados Unidos, esto toma gran relevancia al considerar que en este grupo se utiliza el 30% del gasto público destinado a suministros farmacológicos. La prescripción inadecuada en la población adulta mayor es un importante tópico que refleja el cuidado subóptimo de la salud del paciente. (8, 3) Objetivos específicos Han surgido estudios como el de Arlene S. Bierman et al que señalan que las mujeres reciben prescripción farmacológica de manera más inadecuada en relación a sus pares varones. Se vió que éstas recibían mayor cantidad de analgésicos, psicotrópicos y drogas anticolinérgicas de manera inapropiada (según los criterios Zhan que incluía diagnóstico y duración del tratamiento), aunque reconoció que las mujeres presentaban más psicodiagnósticos que los hombres. (1) 5. Establecer relación entre tiempo institucionalizado con número de psicofármacos. Otros factores que participan en la medicación de los adultos mayores son la edad y el estado socioeconómico. Así es como Marc Zisselman et al, en su estudio sobre Se diseñó un estudio multicéntrico, analítico observacional, transversal, en el que participaron 4 casas de reposo del sector Oriente de la Región Metropolitana, autoriza- 1. Registrar psicofármacos usados. 2. Establecer la relación entre el costo mensual de las casas de reposo con el número de psicofármacos usados 3. Establecer la relación entre disponibilidad de personal y número de psicofármacos usados 4. Establecer relación entre autovalencia con número de psicofármacos. 6. Establecer relación entre número de psicofármacos por grupo etario 7. Establecer relación entre número de psicofármacos según sexo. Material y Método 50 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 48 - 56 USO DE PSICOFÁRMACOS EN ADULTOS MAYORES INSTITUCIONALIZADOS EN SECTOR ORIENTE DE LA REGIÓN METROPOLITANA dos por el Ministerio de salud, que aceptaron formar parte del estudio de manera anónima. Para la elección de las casas de reposo participantes, se escogieron al azar 10 centros del total del sector Oriente de la Región Metropolitana y se les envió un consentimiento informado. De estos, se incluyeron en el estudio los cuatro que aceptaron colaborar. Fueron incluidos dentro del estudio todos los adultos institucionalizados de los cuatro centros participantes. Se analizaron las fichas médicas de 146 adultos de ambos sexos. La recolección de datos incluyó tanto información de las fichas, como características de las casas de reposo (costo, número de personal por número de paciente y horario de visitas). A partir de la información de las fichas, se consignaron datos demográficos como edad, sexo, tiempo institucionalizado, y antecedentes médicos tales como nivel de autovalencia, alteraciones del apetito, diagnósticos actuales, indicaciones farmacológicas, dosis y tiempo de uso de psicofármacos. La recolección de información se realizó por 4 estudiantes de medicina, entre los meses de Julio y Septiembre del año 2007. Para evaluar el nivel de autovalencia de los ancianos, fueron considerados “Autovalentes” aquellos adultos mayores que podían realizar sin ayuda las siguientes actividades de la vida diaria: comer, vestirse, higiene personal, ir al baño y deambular. Fueron considerados “Dependientes”, aquellos adultos mayores que necesitaban ayuda para realizar dos o más de estas actividades. Se consideraron “Postrados” aquellos pacientes que necesitaban ayuda para realizar todas estas actividades. Para analizar la disponibilidad de personal, se agruparon los datos en función de 4 o más pacientes por funcionario y 3 o menos pacientes por funcionario. Para el análisis de los diagnósticos psiquiátricos se procedió a agruparlos de la siguiente manera: Grupo 1: Demencia. Grupo 2: Alteraciones del ánimo: diagnóstico o sintomatología depresiva o bipolar. 48 - 56, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 51 Grupo 3: Psicosis: diagnóstico de Esquizofrenia o sintomatologia psicótica. Grupo 4: Ansiedad: diagnóstico o sintomatología ansiosa. Grupo 5: Alteraciones del Sueño. Grupo 6: Alteraciones del comportamiento no asociado a Demencia, tales como agitación, comportamiento violento y alteraciones del comportamiento sexual. Grupo 7: Otros: Trastorno de Personalidad, Dependencia alcohólica, Dolor psicosomático, Corea, Parkinson y otros temblores, Accidente vascular encefálico, Síndrome neuroléptico maligno, Síndrome extrapiramidal, Epilepsia y antecedentes de convulsiones. Los psicofármacos se agruparon por familia de fármacos: Grupo 1: Ansiolíticos. Grupo 2: Hipnóticos benzodiacepínicos. Grupo 3: Hipnóticos no benzodiacepínicos. Grupo 4: Antidepresivos. Grupo 5: Neurolépticos. Grupo 6: Antiparkinsonanios. Grupo 7: Estabilizadores del ánimo. Grupo 8: Anticonvulsivantes. Grupo 9: Otras familias: Antihistamínicos y Opioides. Grupo 10: Naturales. Los datos fueron analizados ocupando Excel de Windows XP Microsoft, y SPSS 12.0. Se realizó correlación de dos variables de Pearson, T student, Media Test y Chi cuadrado con el Test de Kruskal-Wallis y ANOVA; y se consideró significativo un p<0.05. Resultados Población estudiada: La población estudiada quedó conformada por 146 adultos mayores institucionalizados, de 4 casas de reposo de la Región Metropolitana. Las características de la población estudiada se consignan en la Tabla Nº 1. En relación a la atención de los adultos mayores institucionalizados, el promedio de ancianos por número de funcionaros de la institución es 3,4 ± 1,8. Tabla 1 Características de la Población de Adultos Mayores institucionalizados del Sector Oriente de la Región Metropolitana Variable N% Datos demográficos Total de Adultos Mayores 146 Hombres 115 (78,8) Edad Promedio 31 (21,2) Tiempo Institucionalizados (meses) 84,32 ± 9,07 Número de ancianos por funcionario 3,4 ± 1,8 Datos Médicos Generales Autosuficientes 47(32,2) Dependientes 71(48,2) Postrados 24(16,4) Promedio de psicodiagnósticos por anciano 1,07 ± 0,87 Promedio de Psicofármacos por anciano 1,61 ± 1,45 Presentan en promedio 3,14 ± 1,81 diagnósticos médicos, y 1,07 ± 0,87 diagnósticos neuropsiquiátricos. En la Tabla Nº 2 se resumen los distintos trastornos neuropsiquiátricos. lizados y la edad del adulto mayor. El género no resultó ser un factor determinante del número de psicofármacos usados. En la Tabla Nº 3 se describen los psicofármacos indicados en los adultos mayores institucionalizados De los factores estudiados, se observó que a medida que aumenta el costo mensual de la institución, hay mayor indicación de psicofármacos por anciano (Figura 1). En relación a la comparación entre diagnóstico neuropsiquiátrico y los psicofármacos, se observó que el 74,7% de los adultos mayores estudiados presenta al menos un trastorno mental. Por otro lado, el 75,3% de los ancianos tiene la indicación de al menos un psicofármaco. Sin embargo, estos no son los mismos pacientes, pues el 10,27% de los pacientes que reciben psicofármacos, no tiene de hecho un diagnóstico psiquiátrico, y el 8,9% de los pacientes con alguna patología psiquiátrica, no recibe ningún psicofármaco. De los factores analizados que resultaron estadísticamente significativos para determinar el número de psicofármacos, fueron el costo mensual de la institución, el número de ancianos a cargo de un funcionario de la casa de reposo, el grado de autovalencia, los meses instituciona- Aquellos ancianos con menor cobertura de personal por paciente, reciben menos psicofármacos en comparación con los ancianos que están más cubiertos por personal (Figura 2). Con respecto al grado de autovalencia, se acepta que hay una diferencia que es significativa entre el número de psicofármacos indicados entre los adultos mayores autovalentes y los dependientes, no así con los ancianos postrados. (Figura 3). Se dividió a los ancianos en 4 grupos según la cantidad de meses institucionalizados y se realizó la correlación de cada grupo con la cantidad de psicofármacos usados. Se observó que la media de psicofármacos de los ancianos 52 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 48 - 56 USO DE PSICOFÁRMACOS EN ADULTOS MAYORES INSTITUCIONALIZADOS EN SECTOR ORIENTE DE LA REGIÓN METROPOLITANA Tabla 2 Psicodiagnósticos en el Adulto Mayor Institucionalizado Psicodiagnóstico N% No presenta Psico-dg 29 (19,8) Demencia 85 (58,22) Sintomatología anímica 30 (20,55) Sintomatología psicótica 9 (6,16) Sintomatología ansiosa 2 (1,34) Alteraciones del sueño 3 (2,05) Alteración del comportamiento no asociado a demencia 5 (3,42) Otros 39 (26,71) que llevaban más tiempo institucionalizados, era menor que la de los que llevaban menos tiempo. (Figura 4). Se dividió a los ancianos en cinco grupos etarios. En el análisis se observó que la media de psicofármacos que recibían los ancianos de menor edad era mayor que la que recibían los más viejos. (Figura 5). Discusión Llama la atención la falta de fiabilidad en los registros de los ancianos institucionalizados por parte de los médicos, principalmente debido a la letra ilegible y a la falta de datos consignados. Por otro lado, los registros eran poco claros, ya que la mayoría de éstos no presentaban una descripción de los diagnósticos y tratamientos actuales, lo que hizo imposible la aplicación de métodos tanto chilenos como internacionales que midieran la correcta indicación de los psicofármacos. Sumado a esto, las guías nacionales no se pudieron utilizar para evaluar la correcta prescripción farmacológica en cuanto al tratamiento de psicodiagnósticos específicos en los adultos mayores. Debido a esta carencia, no se pudo analizar la correcta indicación de psicofármacos en la muestra. No obstante, el porcentaje total de ancianos institucionalizados que recibían al menos un psicofármaco fue de 48 - 56, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 53 un 75,3%, y el porcentaje de ancianos que presentaban al menos una patología psiquiátrica es de un 74,7%. A pesar de lo similares de estos porcentajes, no se puede asegurar que existe una correcta relación entre el diagnóstico y el tratamiento farmacológico que se le ofrece al paciente (tomando en consideración que ningún anciano recibía tratamiento psiquiátrico no farmacológico), ya que con los datos de este trabajo no se puede concluir sobre este aspecto. Sería interesante ahondar en la correcta prescripción de psicofármacos según los diagnósticos psiquiátricos en futuros estudios en Chile. Es relevante el hallazgo de una alta prevalencia de adultos mayores institucionalizados con patología psiquiátrica importante, como la demencia. Según las guías clínicas nacionales de trastornos cognitivos y demencia en el adulto mayor, la prevalencia de demencia en los mayores de 65 años es de un 5% a un 8%, lo que contrasta con la alta prevalencia de demencia en la población estudiada que llega a un 58% (6). Esto pudiera explicarse porque los ancianos con demencia necesitan cuidados especializados, que son otorgados en las casas de reposo. En cuanto a la prescripción de psicofármacos de los adultos mayores institucionalizados en cuatro casas de reposo del sector oriente de la región metropolitana se observó la relación de una serie de factores. Se observó que la indicación del número de psicofármacos estaría influen- ciada por el costo mensual, cobertura de ancianos por funcionarios, nivel de autovalencia, tiempo de institucionalizado y la edad. El sexo no resultó como factor determinante del número de psicofármacos, lo que puede estar afectado por el bajo número de ancianos de sexo femenino de la muestra. Es importante mencionar que no se puede tener seguridad sobre la representatividad de los hallazgos en la población adulta mayor institucionalizada ya que la muestra es pequeña. Como la selección de pacientes fue al azar, este estudio podría tener un error de tipo aleatorio, lo que no afectaría la validez interna, pero sí la externa. Tabla 3 Psicofármacos indicados en el Adulto Mayor Institucionalizado Fármacos N% No recibe Psicofármacos 36 (24,65) Recibe psicofármacos 110 (75,34) Ansiolíticos 40 (27,39) Hipnoticos benzodiazepínicos 16 (10,96) Hipnótico no benzodiazepínicos 0 (0) Antidepresivos 55 (37,67) Neurolépticos 47 (32,19) Antiparkinsonianos 1 (0,68) Estabilizadores del ánimo 13 (8,9) Anticonvulsivantes 12 (8,22) Otras familias 21 (14,38) Naturales 1 (0,68) Figura 1 Nº Psicofármacos Número de psicofármacos según costo de institución 2,50 * 2,00 * 1,635 1,50 1,00 2,275 * 0,837 0,50 0,00 < 250 mil * 1 v/s 2 v/s 3 p < 0,03 200-500 mil >500 mil Precio 54 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 48 - 56 USO DE PSICOFÁRMACOS EN ADULTOS MAYORES INSTITUCIONALIZADOS EN SECTOR ORIENTE DE LA REGIÓN METROPOLITANA Figura 2 Figura 3 Número de psicofármacos en adultos mayores institucionalizados según personal. Número de psicofármacos según nivel de autovalencia. 1,50 Nº Psicofármacos Nº Psicofármacos * 1,977 2,00 * 0,966 1,00 0,50 0,00 >4 1,813 2,00 * 1,50 1,458 0,255 1,00 0,50 0,00 <4 autovalente Pacientes / Personal dependiente postrado Autovalencia * >4 v/s <4 p < 0,001 * 1 v/s 2 p < 0,04 Figura 4 Figura 5 Media de Psicofármacos según meses de institucionalización. Media de Psicofármacos según edad. 4,00 Media de Nº Psicofármacos Media de Nº Psicofármacos 3,00 2,50 2,00 1,50 1,00 0,50 0,00 1-12 13-24 25-48 >49 2,00 1,00 0,00 Categoría según meses institucionalizados 65-74 75-84 85-94 Categoría según edad p < 0,05 48 - 56, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 55-64 p < 0,05 55 95-104 Bibliografia 1. Arlene S. Bierman, MD, MS; Mary Jo V. Pugh, PhD, RN; Irfan 2. 3. 4. 5. 6. Dhalla, MD; Megan Amaun, MPH; B, Graeme Fricke, MD; Amy Rosen, PhD; and Dan R. Berlowitz; MD, MPH. 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J Am Med Dir Assoc 2006; 7: 17-22 “AVANCES EN PSICOTERAPIA Y CAMBIO PSÍQUICO" Este libro reúne a destacados especialistas chilenos y extranjeros en el intento de dilucidar los mecanismos y factores que promueven el cambio en las personas. Los Editores son psiquiatras, iniciaron juntos sus estudios de Medicina en la Universidad de Chile, en 1969. Se han interesado especialmente en el trabajo en Salud Mental. El Dr. Riquelme primero como director del Hospital Psiquiátrico de Putaendo y posteriormente como Director del Instituto Psiquiátrico "Dr. José Horwitz Barak", mientras el Dr. Thumala formó y coordino los tres primeros centros de salud mental comunitarios intersectoriales en el SSMO en la década de los 80.Paralelamente ambos han ejercido como psicoterapeutas el Dr. Riquelme formándose como psicoanalista y el Dr. Thumala como terapeuta familiar y luego como terapeuta grupal psicoanalítico. Número de páginas: 464 56 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 48 - 56 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA Panel Atención Primaria: Violencia Como lo expusiera en la Editorial, a continuación presentaremos el Panel "Atención Primaria y Violencia". Hemos decidido comenzar el panel con la Ponencia "Salud Mental y Psiquiatría: El Desafío de la Libertad", a cargo de la Terapeuta Familiar y de Parejas, Sra. Valentina Martínez, quién nos introduce cabalmente al problema de la violencia desde la perspectiva de los equipos de Salud Mental y sus desafíos. Continúa el Panel con el tema de "La Fantasía Inconsciente en la Relación de Violencia", del psicólogo Javier Ravinet, quién hace una reflexión interesante sobre la perspectiva psicoanalítica, que se constituye en una mirada complementaria de la ponencia anterior. Decidimos colocar enseguida la exposición del psicólogo Niklas Bornhauser: "Preguntas en Torno a la Violencia", porque él se extiende más aún en el concepto de violencia en un sentido diferente y enriquecedor, que tiene su relación de cómo construimos la definición misma del término y sus implicancias. Cerramos este Panel con la presentación de la médico psiquiatra Katherina Llanos, "Violencia Intrafamiliar: Co-Construcción de una Respuesta ante el Riesgo de las Víctimas". Un trabajo presentado en formato de artículo, como el anterior, con un desarrollo centrado en el abordaje clínico del problema. Creemos que estas Ponencias son significativas para que el lector comprenda qué se desarrolló al interior del Congreso, y cómo sus participantes tuvieron la oportunidad de escuchar y compartir sobre avatares profesionales similares. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 57 Panel de Violencia Intrafamiliar Salud Mental y Psiquiatría: el Desafío de la Libertad Valentina Martínez M. * Llevo algunos años dedicada a trabajar en violencia de género e intrafamiliar. Partí en un tiempo cuando los derechos de las personas hombres y mujeres estaban conculcados, cuando la violencia estaba institucionalizada. Es en ese momento que el movimiento de mujeres y feminista tuvo coherencia de poner la mirada y la exigencia de que el respeto por los derechos humanos viniera de no sólo de parte del Estado sino también de parte de cualquier ciudadano, especialmente de aquellos quienes son nuestros vínculos afectivos, sanguíneos y familiares. Especialmente pusimos el acento en las relaciones entre hombres y mujeres, en las relaciones de poder. Desde esta experiencia social, política y profesional integré los primeros Equipos de Atención Especializados, desde donde compartí una rica experiencia, desarrollamos perspectivas y saberes en el abordaje del problema. Así mismo me ha tocado desarrollar diversas iniciativas para aportar en el abordaje de la violencia de género desde el sector salud, participando del Proyecto Piloto de Violencia hacia la Mujer en la Atención Primaria, como el Proyecto de Atención de Violencia hacia la Mujer en el Nivel Secundario, iniciativas apoyadas por el MINSAL, SERNAM, Fondo de Población de Naciones Unidas y OPS. Mi trabajo desde el Centro Clínico y de Investigación de la Fundación Templanza, sigue estando vinculado con la atención especializada, con la capacitación y formación de profesionales en clínica de violencia e investigación en relación al problema y su abordaje en nuestro país. Actualmente estamos por concluir una investigación FONIS acerca del Impacto del Modelo de Atención en Violencia en la Atención Primaria de Salud. Es desde esta experiencia que quisiera reflexionar acerca de algunas consideraciones teóricas y técnicas, que creo pueden aportar en la discusión en este Panel. En primer * lugar, propongo una conversación acerca de lo que ha sido el proceso de instalación de la violencia de género e intrafamiliar en el sector salud, sobre todo en relación a la difícil conceptualización de la violencia de género e intrafamiliar como problemática de salud. En segundo lugar, me interesaría referirme a la importancia de la dimensión del género como modelo comprensivo de la violencia, así como la dimensión de la violencia intrafamiliar y de género como una trauma relacional y los efectos de estas perspectivas en los procesos de conceptualización y de abordaje de la violencia. La violencia intrafamiliar es un problema social, jurídico, de derechos humanos, como también un problema de salud. Esta afirmación que parece obvia, aun no se ve reflejada en su amplio sentido en las prácticas del conjunto del sector salud. Aun en muchos Centros de Salud Primarios, Centros de Salud Mental, Centros de Especialidad y Hospitales, no se han implementado acciones para la promoción de formas de relación respetuosa y equitativa entre hombres y mujeres y adultos y niños, no se ha implementado la detección temprana para acceder no sólo a relaciones de violencia instalada sino a primeros episodios, primeras crisis; no se ha implementado el diagnóstico específico, considerando su complejidad y distinciones de casos de leve a moderados de aquellos de mayor complejidad; así también no se ha implementado suficientemente la intervención integral transdisciplinaria o la reparación del daño en los involucrados en las relaciones de abuso. Pareciera que se olvidarse su conexión, dado que las agresiones y el abuso van dirigidos contra la integridad física y psicológica, es decir claramente afecta la salud física y mental de las personas. Centro Clínico y de Investigación, Fundación Templanza 58 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA Pudiera ser que el sector salud al igual que quienes viven en problema tiende a no reconocer la violencia como tal. Ravazzola en su aplicación del concepto de doble ciego, planteado por distintos autores, alude al mecanismo a través del cual los participantes en el circuito de violencia, incluidos los actores del contexto, no sólo no ven, no registran el malestar o disonancia afectiva producida por la violencia, sino que no se dan cuenta de que no ven (“no vemos que no vemos”). Esto explicaría por qué los circuitos de violencia se repiten y perpetúan en las relaciones. Los estudios han mostrado que la violencia tiende a interrumpirse cuando se logra registrar y hacer conciente el malestar que ésta provoca, La “anestesia” que se desarrolla serían favorecidas por ciertos condicionamientos, especialmente de género, como aquellos dados por los procesos de traumatización que como sociedad y sujetos relacionales hemos vivido. Desde una mirada global, el sector salud tiende a un acercamiento heterogéneo en sus prácticas, expresada en posiciones que van desde la omisión de la violencia; las que sus acciones apuntan a intervenir sólo en sus consecuencias o efectos, las que la identifican como en factor de riesgo de enfermedad o las que postulan a la violencia intrafamiliar y la violencia de género como un problema de salud, que habría que abordar integralmente para erradicarlo. También es posible analizar esta relación de complejidad que el sector salud tiene en relación al abordaje de la violencia desde considerar que el Sistema de Salud, a pesar de los avances en el modelo de atención (integralidad, enfoque biopsicosocial, sectorización, etc.), posee ciertas características dadas por una forma de desarrollar las políticas de manera más bien jerárquica, donde el énfasis está dado más en la cantidad de pacientes que en la calidad de esta atención, en donde la productividad está medida desde un enfoque economicista más que en indicadores de eficiencia, satisfacción o mejora en la calidad de vida, etc. , lo que entre otras cosas genera en los equipos la instalación de ciertas dinámicas de relación entre ellos, con los usuarios y con sus jefaturas, pautas que se ven del todo contradictorias con el abordaje de diversas problemática de salud, y en especial de la violencia de género e intrafamiliar. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 59 Así también encontramos que el acercamiento de los equipos al problema de la violencia es ambivalente, evalúan su presencia, señalan su incidencia como de alta importancia, relacionan el problema con diversa sintomatología, están de acuerdo en la necesidad de intervenir en ella, sin embargo a la hora de establecer la posibilidad de instalar acciones de intervención se presentan resistencias evidentes para llevarlas a cabo. Las resistencias tienen que ver, por una parte, con las contradicciones que genera el meterse en un problema de salud que exige del sistema cuestionar los contenidos y la relación de atención. Meterse en la violencia de género e intrafamiliar plantea ampliar la mirada del síntoma hacia la integralidad de la persona y sus relaciones. Sale fuertemente de la mirada de la enfermedad al bienestar biopsicosocial. Por otra parte, las resistencias se relacionan con la temática. El acercamiento al problema de la violencia intrafamiliar actualiza nuestra propia experiencia relacional, lo que en muchos casos puede generar una vivencia emocional que no ha sido elaborada, por lo que puede resultar de difícil manejo para los profesionales y técnicos. Quienes han sostenido que la violencia intrafamiliar y la violencia hacia la mujer constituye un problema de salud pública, se basan principalmente en los efectos en la integridad física, psíquica y sexual que ésta tiene en sus víctimas y de los efectos en el conjunto de la sociedad. Desde el punto de vista epidemiológico, la violencia representa uno de los mayores problemas de salud de amplios sectores de la población. Es en el ámbito de la salud mental donde se ha ido dilucidando una clara relación entre VIF y patologías mentales. Como plantea Carla Fischer, las emociones en su despliegue tanto normal como patológico llevan a cambios corporales importantes. Cuando las emociones se encuentran disreguladas en forma crónica o cíclica se produce daño a nivel de los sistemas. Así, niveles altos de despertar autonómico resultan en angustia con sus signos asociados: tensión muscular, palpitaciones, alza de la presión arterial, dificultad respiratoria, diarrea. Al presentarse en forma crónica nos encontramos con alteraciones cardiacas, respiratorias y gastrointestinales. Por otra parte el estrés continuo lleva a disminución de la concentración y alteraciones cognoscitivas. La base neurofisiológica de estos hallazgos se encuentra en la alteración del frágil equilibrio entre la corteza frontal y la corteza posterior, donde al inhibirse la corteza frontal desplaza la activación hacia la corteza posterior, esto lleva a alteraciones del ánimo de tipo depresivo con apatía importante. Entre las patologías que con frecuencia se asocian a VIF encontramos: • Trastornos depresivos • Trastornos de ansiedad: • T. de ansiedad generalizado • T. de Pánico • T. de estrés agudo • T. de estrés postraumático • Trastornos Somatomorfos • Las diversas asociaciones de traumatización temprana y trauma psíquico con los Trastornos de Personalidad. El conocimiento actual esta mostrando que las emociones hacen de puente y lenguaje entre lo mental y lo corporal y que al encontrarse en un estado de desregulación en los cíclos de violencia o en la vivencia sistemática en una relación de abuso, sustentan la necesidad de ver la violencia como un problema de salud en pleno derecho. ¿Pero qué se requiere para lograr procesos de instalación de resolución de la Violencia de Género e Intrafamiliar:? • La instalación requiere de un concreto apoyo político y financiero de parte de las autoridades ministeriales, de los servicios y comunales. • La instalación del abordaje de la violencia hacia las mujeres y familias requiere de un tiempo de transferencia y acompañamiento, que se relaciona con el carácter de proceso que el fenómeno tiene. El nivel de resistencias que hemos constatado en los equipos requiere ser abordado en un proceso que posibilite el enfrentamiento de los distintos nudos y complejidades que tiene el problema. • El proceso de instalación pasa por la entrega de herramientas teorico-técnicas y por el trabajo a nivel emocional de los profesionales y los equipos que intervienen en el problema. • El proceso de instalación requiere de establecer condiciones mínimas para la atención de usuarias VIF. Esto se relaciona con tiempos de atención para las distintas fases, número de sesiones mínimas, diversidad de modalidades de intervención, entre otras. • Los equipos de salud requieren no sólo de orientaciones técnicas o lineamientos generales respecto del abordaje del problema. Requieren de modalidades y herramientas específicas de intervención en VIF. A mayor protocolización mayor probabilidad de que los equipos incorporen herramientas de intervención. Estas primeras consideraciones apuntan a afirmar la necesidad de que las políticas de Salud puedan dar cuenta de esta complejidad y que su instalación dentro de los Equipos de Salud Mental Integral en AP y en los Equipos de Nivel de Especialidad requiere de un proceso sistemático de sensibilización, reconceptualización y transferencia de competencias en el abordaje de la violencia de género e intrafamiliar. En segundo lugar, quisiera profundizar en algunas consideraciones que creo son muy centrales en las perspectivas comprensivas del fenómeno y que presentan importantes implicancias a la hora de abordar la violencia familiar y de género. Para abordar la violencia en la familia, tenemos que entender que el abuso y el daño se establecen en el marco de una relación afectiva, que se supone de permanencia en el tiempo. ¿Cómo nos explicamos que en una relación de amor y protección se vaya instalando de manera insidiosa y sostenida la violencia? No hay un sólo nivel, ni dimensión o perspectiva explicativa de la violencia intrafamiliar, ni tampoco una misma ecuación de factores puede dar cuenta de todos sus casos. 60 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA Sin embargo, desde la experiencia desarrollada, existen algunas certezas, que se relacionan con los aportes de la perspectiva de género y su capacidad de iluminar en la construcción subjetiva y social de los sujetos, que en mutilación y rigidez, hombres y mujeres llegan a estar atrapados en lugares predisponentes al abuso. Por otra parte, es desde los enfoques intersubjetivos que entendemos la necesidad de los sujetos de generar fuertes lazos afectivos a lo largo de la vida y su función en el desarrollo del aparato psíquico y la constatación de los efectos traumáticos de las fallas graves o acumulativas en los vínculos significativos. Estas perspectivas explicativas y comprensivas del desarrollo humano y de la violencia como síntoma relacional y social, nos permiten tener una mirada complejizante ante un fenómeno que hoy en día sigue siendo de gran impacto humano y social. Hay aspectos profundos de cómo nos relacionamos con los otros, especialmente en los vínculos significativos, aquellas relaciones de intimidad desde donde desarrollamos nuestro yo, en donde el amor puede llegar a establecerse en una relación de dominio y sometimiento, en una relación de abuso, en una relación de violencia. Como señala Jessica Benjamín, la dominación comienza con el intento de negar la dependencia. Para existir para uno mismo, es preciso existir para otro. No hay salida de esta dependencia. La verdadera independencia supone mantener la tensión esencial de estos impulsos contradictorios. Afirmar el sí mismo y reconocer al otro. La introducción de la “y” es central pensando en que se construye una paradoja. ¿Qué determina el hecho que yo considere al otro, no como un mero objeto de mi mente sino como un sujeto por derecho propio, como un ser equivalente a mi? Para Benjamín, para comprender los orígenes del dominio masculino y la sumisión femenina, hay que considerar el curso característico de cada género en el proceso temprano de diferenciación. Pareciera que desde esta consideración, los hombres estaría más bien en un proceso secundario, pues su identidad masculina tendría que superar una identificación primaria con la madre y sería entonces una forma característicamente mascu- 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 61 lina de diferenciarse, lo que traería como consecuencia mayores dificultades para reconocer al otro (otro sujeto). Chorodow plantea que la identidad masculina subraya un solo lado del equilibrio de la diferenciación: privilegia la diferencia por sobre el compartir, la separación por sobre la conexión, los límites por sobre la comunión, la autosuficiencia por sobre la dependencia. Desde la cultura y el desarrollo subjetivo ha predominado la necesidad de afirmación, y no de reconocimiento. Ha predominado una mirada binaria de los procesos, contradictoria o complementaria, no una mirada multiversal o inclusiva, integrativa y mutualista. Desde esta cultura aprendemos una forma de amor donde nuestros deseos más profundos de libertad y comunión quedan implicados con el control, el abuso, la violencia y la sumisión. El amor auténtico sólo es posible desde el reconocimiento del otro como sujeto. La necesidad de ser reconocido debe resolver la necesidad de reconocer al otro como un sujeto, no sólo separado de mi, sino siendo un sujeto en todo derecho. Es en la interacción de aprendizajes culturales y procesos psicológicos donde encontramos respuestas a una construcción subjetiva de hombres y mujeres, que va hacia la ruptura de la diferenciación, hacia la dominación y al sometimiento, hacia el abuso y violencia en todas sus expresiones, incluida aquellas expresiones extremas como es el femicidio. Tanto hombres como mujeres podemos adoptar la misma autonomía o diferenciación “falsa” que ha caracterizado al ideal de la individualidad masculina, a expensas del reconocimiento y la sintonía. La individuación basada en la negación de que se necesita a los otros, no puede considerarse un proceso de liberación. Esta perspectiva tiene importantes implicancias para los profesionales que se relacionan con el abordaje de la violencia de género e intrafamiliar, para los profesionales de la salud, y para los terapeutas y clínicos. Las tendencias binarias, contradictorias y en oposición, también predominan a la hora de desarrollar iniciativas de abordaje de la violencia hacia las mujeres. Variadas respuestas desarrolladas cosifican a las mujeres, las ponen en un lugar de objeto y no de sujeto. El tipo de encuentro de las mujeres con los otros primarios o institucionales es de crucial importancia, se relaciona con el tipo de encuentro y si éste posibilita el reconocimiento de la mujer como sujeto. Eso determina la cualidad de este encuentro. Si en este encuentro no la reconoce, como sucede en algunas instituciones de salud o justicia, se espera que ella represente un papel fijo, de una víctima siempre carente de recursos, se la deja en situación de perpetuo sometimiento, en situación de dependencia de la institución, manteniendo y agravando la situación de abuso que puede estar encubierta desde lo benigno (“protección”), sin embargo donde se reproduce una posición de sometimiento en que se encontraba. Posiciones de tanta omnipotencia de las instituciones de intervención generan posiciones impotentes de las mujeres y posibilita las desconfirmaciones al vínculo de ayuda, donde puede darse en mayor medida las retractaciones, las conductas ambivalentes, etc. Las instancias de atención no siempre reconocen la complejidad de la demanda de la mujer y se basan sólo en la definición del rol institucional frente al fenómeno y en las conceptualizaciones, valores y creencias personales de los funcionarios y profesionales de la salud, desarrollando respuestas ante la demanda que aparecen como unívocas o estereotipadas, en la medida en que no reconocen la particularidad, complejidad, etc., de la situación de violencia vivida, de la mujer, de la relación, etc., donde puede no estar al centro la co-construcción de esas salidas. Esta respuesta requiere estar vinculada a las necesidades concretas y específicas de cada mujer. Otra perspectiva insoslayable que me parece que hay que considerar para comprender y conceptualizar la violencia, es la que señala que la violencia hacia la mujer, en la pareja o familia, debe ser entendida como una vivencia traumática, caracterizada por su intensidad afectiva, por la incapacidad de la víctima de responder a ésta adecua- damente y los efectos patógenos y duraderos que provoca en la organización psíquica de quienes la vivencian1. De acuerdo a los planteamientos de Fereczi, se entiende por trauma la consecuencia de una vivencia que no puede ser representada ni pensada, cuyo afecto repentino no puede ser tramitado por el psiquismo. Una conmoción implica una amenaza o daño severo a la integridad física, psicológica o del entorno de quien lo sufre. Su efecto es la anulación del sentimiento de sí, de la capacidad de resistir, de actuar y de pensar en defensa del propio yo2. Se trata de una conmoción psíquica, que en sus expresiones más extremas, implica la destrucción del yo, la pérdida de la propia forma, la aceptación fácil y sin resistencia de una forma sumisa. La conmoción psíquica causa un gran desagrado que no puede ser superado: • el sujeto no se defiende de lo nocivo, no se aparta del problema, no transforma el mundo circundante. • tampoco logra crear representaciones relativas al cambio profundo de la realidad en un sentido favorable, aferrarse a imágenes de representaciones que ponen el acento sobre el placer, que nos hace capaz de “soportar” el desagrado. La consecuencia inmediata de este trauma es la angustia, entendida como el exceso de afectos sin representación; el Yo, ante la incapacidad de responder, la autodestrucción se torna en una posibilidad para la liberación de la angustia; lo más fácil de destruir es la conciencia, así nace la desorientación y desorganización psíquica. Así también es Ferenczi quien nos plantea que el comportamiento de los otros respecto a la persona que sufre la conmoción, forma parte del modo de acción psíquica del traumatismo. El no reconocimiento por parte del adulto (tercero, madre, etc.) de la conmoción psíquica, es el trauma o “traumatismo patógeno posterior”. En este segundo momento es negado por el entorno, la mentira del ambiente humano, se instala en el sujeto. Esta perspectiva es de alta relevancia, porque nos permite pensar la posi- 1. CREMPIEN, Carla (2006) El trauma relacional de la Violencia en la Pareja. Santiago de Chile: Universidad Internacional SEK. 2. FERENCZI, Sándor (1934) Reflexiones sobre el Traumatismo, en Psicoanálisis. Tomo IV. Obras Completas (1970) Madrid: Ed. Espasa-Calpe. 62 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA bilidad de intervenir tempranamente en la definición de una situación traumática y limitar sus efectos patógenos en la medida en que los agentes de salud y otros terceros involucrados puedan reconocer la violencia como tal, sancionarla y generar medidas para promover su reparación. El otro concepto interesante propuesto por Kahn es el de trauma acumulativo, que da cuenta que no sería cada falla aislada lo que tendría un efecto traumático, a modo de un evento traumático, sino la acumulación de éstas a lo largo del desarrollo del niño. Así, el trauma acumulativo sería el resultado de esta brechas de escudo protector durante todo el curso del desarrollo del niño, que se van acumulando de manera silenciosa e invisible, en todas aquellas áreas de la experiencia donde el niño continúa necesitando al adulto como un yo auxiliar para apoyar sus funciones del Yo inmaduras e inestables. En este sentido, el efecto devastador de la violencia familiar deriva de la combinación de dos factores: proviene de quien precisamente se espera cuidado, protección y resguardo afectivo, y ocurre en un contexto y un discurso que niega o justifica la transformación del cuidado en abuso. La víctima queda entonces sin posibilidad de asignar significados de violencia a los comportamientos de quien la abusa y pierde su capacidad de consentir o disentir. Y junto con ello, en las relaciones de violencia en la pareja y familia, no sería sólo la severidad de los episodios de violencia lo que los vuelve traumáticos, sino que la sistematicidad del abuso en la historia de la relación. En este proceso se van instalando algunos de los efectos y daños en la mujer que vive una relación de violencia. Actualmente, con el ingreso de este concepto de trauma relacional de la violencia en la pareja, es que se introduce un importante cambio en la definición de trauma a partir del DSM-IV (Manual de clasificación de los desórdenes mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría), en donde se le clasificaría como síndrome de estrés post-traumático, y los desencadenantes típicos son eventos relativamente comunes que tendrían el acento en la naturaleza amenazante y provocadora de miedo de este trauma. Así, las principales experiencias traumáticas serían el vivenciar sistemático de abuso físico, psicológico y/o sexual. Una secuela crónica e irreversible de estos desórdenes por estrés consiste en cambios distintivos de la personalidad, actitud hostil o desconfiada hacia el mundo, aislamiento social, sentimiento de vacío y desesperanza, sentimiento crónico de estar “al filo”, sentimiento de amenaza constante y enajenamiento. El trauma va dañando al ser humano, deteriorando el funcionamiento yoico y empobreciendo su repertorio emocional, cognitivo, vincular y social. La pérdida de funciones es manifiesta, incidiendo de modo nefasto en la posibilidad de un funcionamiento integral. Las mujeres que consultan manifiestan dificultades para evaluar y reconocer la violencia, así como para protegerse o bien para detectar su propia participación en la dinámica de la violencia. Manifiestan también dificultades para vincularse social y emocionalmente, con un escaso repertorio social y vincular. Se caracterizan por estar aisladas, silenciadas, deprimidas, con nula expectativa de poder intervenir en la dinámica traumática. Otro elemento visible en personas victimas de un evento traumático es, según lo planteado por Ferenczi, la identificación con el agresor, donde la victima se somete a quien la violenta, olvidándose de si misma, intentando adivinar los deseos de quien la abusa, leer su mente y anticipar su voluntad para gratificarlo, para convertirse en lo que espera. Esta sería una respuesta para sobrevivir del mejor modo posible la amenaza e implica la disociación de los propios sentimientos y percepciones. Este elemento es posible de ser visualizado en las mujeres victimas de violencia en la pareja, donde la disociación o expulsión de la conciencia de los propios sentimientos y percepciones que resultan intolerables, dan paso para conocer y hacer propios los sentimientos del agresor, incluida la culpa, por lo que la victima se siente culpable, siente que hay algo malo en ella y por lo tanto, causante de la agresión, constituyéndose este electo en una respuesta traumática continuada. 3. FREUD, Sigmund (1920), Más allá del principio del placer, en Obras Completas (1996). Buenos Aires: Editorial Amorrortu. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 63 El concepto de compulsión a la repetición creado por Sigmund Freud3 ha permitido proponer la noción de “revictimización” como otra importante respuesta frente al trauma en personas afectadas. La revictimización describe el exponerse compulsivamente a situaciones que se parezcan al trauma original, como una manera de ganar control sobre éste. Así, el trauma sería repetido en varios niveles, en el comportamiento, en la emoción, en lo fisiológico y neuroendocrinológico. En relación al comportamiento, la reactuación del trauma puede tomar la forma de autodestructividad, de generar daño a otros y/o de revictimizacion. Esta última nos ayuda comprender mejor dos fenómenos, la dificultad de las mujeres que sufren abusos para terminar con estas relaciones, tendencia a permanecer y volver con sus parejas a pesar de la violencia y por otro lado, la recurrencia con que estas mujeres establecen nuevas relaciones en la que nuevamente sufren abusos. Considerando las categorías clínicas expuestas anteriormente y las respuestas que genera el trauma en las mujeres afectadas, se debe tener una serie de consideraciones clínicas al momento de evaluar a estas consultantes. Como ha planteado Carla Crempien, La principal es tener conciencia de que estas mujeres han vivido un proceso de traumatización, con la implicancia que esto tiene que dar al profesional una mirada particular sobre el fenómeno y lo lleva a manejar desde premisas hasta herramientas teóricas y técnicas consecuentes con esta mirada. Un efecto primordial para el tratamiento de la traumatización por violencia es la generación de un vínculo seguro con otra persona distinta a quien la ha abusado. Hablamos de una figura de apego que proporcione la confianza para explorar en sus experiencias difíciles y para interrumpir el aislamiento emocional y social, que contribuye a mantener a estas mujeres en patrones repetitivos de abuso. Es importante considerar que como producto de las dinámicas de la traumatización, estas mujeres presentan actitudes y conductas ambivalentes, reflejadas en el separarse y volver a juntarse, denunciar y luego desistir, aunque hayan riesgos para sí o para los hijos. Y también se refleja constantemente en el asistir al tratamiento y luego abandonarlo y esta ambivalencia genera frustración, sensación de desgaste y rabia en quienes intervienen en violencia y puede llevar a desarrollar exigencias desmedidas hacia esta mujeres consultantes, desvinculándose de ellas, o bien puede interferir con las intervenciones en la medida de no ser capaz de tolerar esta ambivalencia, estas mujeres se sentirán exigidas, dejarán fuera de la relación sentimientos que perciban como inadecuados de sentir y al quedar fuera no serían trabajados, serían actuados o no se verían avances en el tratamiento. Dar el espacio a las mujeres para hablar de su apego a su pareja, porque este apego de todas maneras existe, aunque no se hable, y porque lo fundamental para poder establecer una relación de ayuda eficiente es la generación de un vínculo seguro y aceptador del ser, de la mujer que sufre violencia. De la misma manera, se debe reconocer y no negar el trauma, ya que lo peor es la desatención, el afirmar que no ha sucedido nada, que no hubo ningún mal en ello. Esto último es fundamentalmente lo que hace al traumatismo patógeno. Estos choques graves serían superados sin consecuencias neuróticas traumáticas, si se escucha con toda la comprensión, ternura y sinceridad apropiada, al modo de una madre presente. En resumidas cuentas, las principales consideraciones clínicas a tener con estas consultantes son: la atención a la contra-transferencia; mantener la estabilidad del setting que permita reconstruir la confianza en el ambiente; ofrecerse como un yo auxiliar ante un yo fraccionado; permitir la elaboración significante del trauma y promover el análisis de la transgeneracionalidad del trauma. A pesar de que ha habido algunos avances sectoriales, aun no contamos con una política de Estado que aborde de manera integral la prevención y la atención de la violencia hacia las mujeres y la violencia intrafamiliar. Las miradas polarizadas, opuestas y reduccionistas de los problemas y los fenómenos aun predominan. Durante las últimas décadas han sido escasas las políticas para desarrollar cambios culturales en las relaciones entre las personas en los distintos ámbitos. La ausencia de políticas públicas integrales también se relaciona con la casi nula inclusión de los hombres como sector social desde y hacia el cual desarrollar políticas 64 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA públicas. La escasez de iniciativas de trasformación cultural, como la promoción de formas de socialización de los hombres desde modelos más integrales y flexibles, así como de iniciativas que complementen el control social y judicial de las conductas violentas con espacios de reeducación, de trabajo terapéutico especializado, de elaboración de sus propias historias de maltrato o profundas carencias, así como el tratamiento médico psiquiátrico en un porcentaje no menor de casos, son muestras de ello. El desarrollo de tratamientos especializados desde una perspectiva de género con hombres que ejercen violencia, puede ser una potente intervención protectora hacia las mujeres. Estas reflexiones son centrales a la hora de la implementación de planes y programas de abordaje de la violencia in- trafamiliar en la Atención Primaria y también en los otros niveles de Atención en Salud, incluida la Atención en Salud Mental en el Nivel de Especialidad. Esta preocupación ha sido parte del trabajo que mi equipo ha desarrollado desde el año 2002 para la implementación de respuestas y niveles de resolución de la violencia intrafamiliar y de género desde el sector salud. Sólo una política de Estado, que involucre transversalmente y coordinadamente a las distintas instancias, incluído los ciudadanos, así como una mirada integral, tanto respecto de los actores involucrados, como de la consideración de las distintas fases de intervención desde la promoción, la sanción de la violencia, como el tratamiento y reparación para los afectados, podrá significar avances reales hacia una sociedad más humana y feliz. “TRASTORNOS DE PERSONALIDAD: HACIA UNA MIRADA INTEGRAL" Esta obra fue concebida como una instancia de ayuda y consulta para los profesionales de la salud mental y quienes deseen comprender, desde una mirada integral, los trastornos de personalidad y su tratamiento. Este trabajo posee el gran mérito de poder reunir a cincuenta y cinco profesionales de primer nivel, entre médicos y psicólogos, quienes a través de una mirada integradora y multidimensional, desarrollan distintos tópicos que permiten no sólo una aproximación al tema de los trastornos de personalidad, sino también una mayor comprensión y actualización. Número de páginas: 892. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 65 Panel de Violencia La Fantasía Inconsciente en la Relación de Violencia Javier Ravinet1 Discusión La siguiente presentación tiene por objetivo plantear la importancia del concepto de Fantasía Inconsciente y el aporte que una mirada a la luz de éste, puede significar en la comprensión y tratamiento de trastornos asociados con la violencia en el ámbito de la Salud Mental. El aporte de Melanie Klein y sus colaboradores, sobre todo en lo que se refiere al que estas fantasías se corresponderían a un entramado de relaciones complejas, angustias y defensas contra éstas, en otras palabras distintos modos de vivenciar la realidad, que se manifiestan en nuestra conducta y que es más, tiñen y condicionan nuestro actuar (3, 4, 8). Esto puede además ser un punto de partida para pensar que la salud mental se jugaría en la posibilidad de que muchas de las dificultades y porque no decirlo patologías, consistirían en una no distinción de la realidad interna y externa, que llevaría a que muchas veces lo patológico seria el vivir (y actuar) como si se estuviera inmerso en la propia realidad psíquica. La propuesta es que esta fantasía inconsciente no solo tendría un valor explicativo, sino también como morigerador de emociones más primitivas, que muchas veces sólo han encontrado expresión en la realidad externa, sin la posibilidad de ser elaboradas a través de representaciones como lo serian los sueños o el mismo hecho de verbalizarlas en vez de actuarlas, que sería el papel que jugaría la técnica psicoanalítica, pero eso es tema de otra reflexión. Cabe destacar que la expresión morigerar es de- finida según la R.A.E como: Templar o moderar los excesos de los afectos y acciones. En la presentación se incluirá una explicación mas detallada del porqué muchas veces esta realidad psíquica se puede volver intolerable, la correspondencia de ésta, a veces debido a circunstancias sociales, con la realidad externa y por lo tanto, los problemas que eso genera en los pacientes y en la práctica. Esto será ejemplificado con pequeñas viñetas clínicas. Finalmente, se intentará destacar el valor que tiene el poder pensar junto a los pacientes que determinadas situaciones, dificultades o dolores, pueden ser insertados o explicados a la luz una visión de interioridad, que en si misma serían un aporte terapéutico y clínico en beneficio de la comprensión y tratamiento de manifestaciones, a veces aparentemente tan inabordables como todas aquellas situables en el espectro de la violencia. El concepto de fantasía inconsciente A partir de los descubrimientos realizados por Freud, cuando plantea la existencia de un inconsciente, análogo a la idea de una realidad psíquica que estaría funcionando en paralelo y condicionando nuestra visión de la realidad consensual, una autora inglesa cercana al pensamiento de Melanie Klein realiza una ampliación y sistematización de estas ideas, a través del concepto de fantasía inconsciente. Lo primero que hace es diferenciar, y hay que ser enfático en esto, fantasía de fantaseo o ensoñación, es decir, no se refiere aquella actividad más o menos voluntaria que realizamos en el estado de vigilia y que es en cierta medida una huida de la realidad. 1. Psicólogo clínico de la P. Universidad Católica, psicólogo CAE del Instituto Psiquiátrico "Dr. José Horwitz Barak" y psicólogo PRAIS norte. Miembro de la Sociedad Chilena de Salud Mental. 66 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA La fantasía inconsciente sería una actividad psíquica por derecho propio “las fantasías son el contenido primario de los procesos mentales inconscientes” (5, p. 85), sería el corolario mental, el representante psíquico de la pulsión y agrega: “no hay impulso, ni necesidad instintiva en respuesta que no sea vivida como fantasía inconsciente. (id. anterior). Esto trae como consecuencias que se refieren a cuerpos y se refieren a fines instintivos hacia los objetos, además, si bien en un principio son representantes psíquicos de lo libidinal y lo destructivo, “desde el comienzo de su desarrollo se elaboran como defensas y como realizaciones de deseos y de contenidos de ansiedad” (id. anterior p. 109). La experiencia externa y las palabras sirven para que las fantasías puedan expresarse y se elaboren, pero no dependen de éstas para su existencia. Aunque se pueden expresar a través de palabras, las primeras fantasías se experimentan como sensaciones y más tarde toman forma de imágenes plásticas y representaciones dramáticas. En ese sentido hay que explicitar que las fantasías no dependen de las palabras. Lo que quisiera destacar es que “la adaptación a la realidad y el pensamiento realista requieren su apoyo en fantasías concurrentes, que además ejercerían su influencia contínua toda la vida, tanto en las personas normales como en las neuróticas” (id. anterior p. 110). La diferencia estaría en el carácter específico de las fantasías, como en el deseo o ansiedad asociados a ellas y su interrelación mutua y con la realidad externa. A decir de Baranger “no existe una vivencia que no implique tanto el cuerpo como la mente y el mundo” (1, p. 94). Esto significaría, en otras palabras, que todas nuestras sensaciones, interacciones y en general nuestro “ser en el mundo”, estaría permanentemente teñido por e influido por fantasías inconscientes. Los contenidos de las fantasías inconscientes. Antes de referirme específicamente a los contenidos de las Fantasías inconscientes, es necesario hacer un apartado, porque no se ha dicho explícitamente que uno de los principios básicos en los cuales se funda toda esta concepción y, en general, el pensamiento psicoanalítico, es la existencia de manera innata y constitucional de expresio- 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 67 nes de agresividad y violencia (junto con las de amor y gratitud) en todos los seres humanos, y el objetivo de un crecimiento sano e integrado sería el poder distinguir el mundo interno de lo externo y poder transformar estos impulsos en acciones intencionadas, donde cada ser humano sea responsable de sus propios deseos, angustias y por lo tanto, de su agresión y las consecuencias que ésta tenga. Al encontrar su expresión en la realidad a través de la modificación de ésta en la acción, nos encontramos en un escenario donde muchas veces se nos hace difícil y casi se nos obliga como terapeutas, a manifestarnos por hechos o acontecimientos que están sucediendo (léase violencia). Esta necesidad de actuar que operaría en nosotros como psicoterapeutas, ha sido señalada por Bion (2) como un indicador de una falla del aparato para pensar (y por lo tanto la irrupción de un pensamiento mas fragmentado), siendo casi un contrasentido con lo que psicoanalíticamente sería nuestro rol terapéutico. Lo anterior nos está mostrando que todas nuestras conductas tendrían a la base una fantasía inconsciente y ésta se encontraría organizada, ya sea de manera predominantemente fragmentaria y proyectiva (la así llamada Posición Esquizo- Paranoide), o de manera introyectiva e integrada (la denominada Posición Depresiva). Esto se podría explicar a través de la idea que las fantasías inconscientes serían guiones donde alguien esta haciéndole algo a alguien (que serían el Yo y los objetos con roles y tramas a veces intercambiables). Estos guiones inevitablemente traen asociadas emociones, generalmente de tipo doloroso, al ser necesario asumir que en la génesis de muchos padeceres y dificultades, estarían presentes sentimientos que son muy difíciles de aceptar, que se tienen contra otros (o uno mismo), a pesar de que el afecto central sea de tipo amoroso o de gratitud. Lo anterior sería lo que se ha llamado relaciones objetales, e inicialmente se jugarían (a partir de los mecanismos proyectivos e introyectivos) en los vínculos con las personas más cercanas (generalmente la madre), pero no sólo ocurren dentro de la mente, en este caso de los pacientes, sino que se ponen de manifiesto en las interacciones, tan- to en los otros significativos como en nosotros en nuestro rol de terapeutas. Esto estaría a la base de conceptos que iluminan nuestro proceder técnico, como lo serían la transferencia y la contratransferencia y el valor que tienen los sueños durante el proceso terapéutico. Me parece importante aclarar que no significa desconocer que estamos insertos en una realidad y que esta realidad nos afecta y condiciona, sino más bien entender que incluso el modo como esta realidad es percibida y como afecta el crecimiento y en general la Salud Mental, depende en gran medida del tipo de fantasías asociadas a situaciones que pueden parecer inexplicables o descontextualizadas o que provocan respuestas muchas veces inesperadas, a pesar de que el estímulo pueda aparecer como más o menos “objetivo”. Ejemplos clínicos Es importante repetir que el hacerse cargo de las propias emociones es una tarea muy difícil y dolorosa, es más, me atrevería a decir que es una labor para toda la vida, por lo mismo como dice Meltzer (7), el enfermar sería una forma de huir de la realidad psíquica a través de implementarla en la realidad. De una u otra manera, como que resultaría más fácil “echarle la culpa al empedrado” aunque éste en su origen provenga de nosotros mismos. Nuestra tarea como terapeutas seria por lo tanto pensar que: “la escena de la fantasía, por compleja que ella parezca y aunque en apariencia sea llevada a cabo en el mundo externo y con personajes del mundo externo, en cierto tipo de patologías, tiene lugar en distintas áreas del cuerpo materno. Esta “interioridad” en tanto parece “ubicada” en el mundo externo, se presenta para la mirada de un observador no psicoanalítico como un acontecimiento del mundo externo. El método psicoanalítico, sin embargo ha sido particularmente sensible para poder detectar y describir la naturaleza de estos fenómenos”. (6, p. 545). Las pequeñas viñetas que siguen tienen por objeto mostrar que hasta en las situaciones más “objetivamente” difíciles, el poder tener como psicoterapeuta esta mirada hacia el interior de si mismos y de los pacientes, es de gran utilidad para aumentar el sentido de integración y la posibilidad de que los pacientes sientan un mayor grado de dominio sobre si mismos y su entorno. Caso 1: Violencia política Un paciente que participó activamente en un movimiento político en tiempos de la dictadura y que tuvo experiencias “reales” tanto de acciones por él cometidas, como contra su entorno cercano y significativo (asesinatos y torturas). Inicialmente no podía soñar, solo tenia pesadillas de las que despertaba angustiado y confuso, pero sin poder recordar los contenidos, ni tampoco relacionar su actuar con su historia actual y temprana. A través de un trabajo con esta comprensión pudieron emerger recuerdos de experiencias infantiles, ligados a maltrato, abandono y por otro lado, poder pensarse en su situación actual, donde tiene una gran tendencia a hacerse cargo de supuestos damnificados por sus acciones (y reacciones) entre personas significativas. Actualmente ha ido pudiendo recordar algunos sueños y entender otras razones (aparte de las ideológicas) por las cuales expuso su vida de manera tan radical durante ese tiempo y ha mejorado su capacidad adaptativa, viviendo sus dificultades sin sentirlas como hostilidades por parte de la sociedad, que era una de sus principales quejas al principio del tratamiento. Caso 2: Violencia intrafamiliar Una paciente con antecedentes de maltrato tanto en su infancia como en su matrimonio, con pesadillas recurrentes de ser atacada, que paulatinamente después de un año de tratamiento, pudo ir comprendiendo como repeticiones de experiencias, pero también de fantasías propias de ella y, por lo tanto, ha logrado ir modificando su forma de acercarse a estos contenidos. Actualmente cuenta que se encuentra levantando una reja en el frontis de su casa, que juntos pensamos representaría en su mente la posibilidad de impedir el ingreso de su ex marido (como representante también del maltrato del padre). Esto evita también que tenga accesos de llanto incontrolables, que le sucedían cuando tenía que ir a controles médicos o en instancias judiciales. Tiene también por lo mismo, una mayor sensación de control sobre su vida, lo que le permite trabajar de mejor manera (es peluquera y sus pesadillas eran con cuchillos) y mirar su futuro con mayor esperanza (particularmente en lo que se refiere al crecimiento de sus hijos y las posibilidades de quedarse sola). 68 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA sus contenidos violentos que se transformó en un episodio violento con consecuencias fatales. Este sería lo contrario al caso siguiente: Caso 3 Femicidio Un convicto por haber asesinado a su mujer relata que a través de su acción intentó reafirmar su propia identidad masculina, pero que por no poder hacerse cargo de eso termina reafirmándose al asesinar a su propia mujer al modo de “la mate porque era mía”. Sin embargo, todo su relato da cuenta de la permanente confusión de lo interno y externo, tanto en escenarios como en relaciones, que hace que sienta que lo que hizo fue “lo que tenia que hacer” para preservar su “hombría”. A los tres pacientes le “pasaron” y les “hicieron” cosas en la realidad externa, éstas inevitablemente trajeron consecuencias, pero en los dos primeros casos la posibilidad de una intervención psicoterapéutica, que los ayudara a “soñar” sus contenidos en vez de actuarlos, trajo aparejado incluso una mayor sensación de autonomía y control sobre si mismos y sus vidas. A diferencia del último caso en el cual su pobre diferenciación de sus propios contenidos de la realidad trajo como consecuencia una irrupción de A modo de conclusión El psicoanálisis kleiniano es una ciencia cuyo énfasis fundamental está en los vínculos, éstos tendrían a la agresión y por consiguiente, a la violencia como un componente fundamental de la vida humana. Por lo mismo, el control no estaría en eliminar o suprimir estos tipos de vínculos, sino en la posibilidad de ser Morigerados a través de un mayor conocimiento y comprensión de las propias fantasías inconscientes, por muy dolorosas y difíciles de asumir que sean. Esto sería ya terapéutico, porque además brindan un mayor sentimiento de auto control y responsabilidad, permiten a los pacientes una mayor confianza en la posibilidad de hacer algo distinto y nuevo consigo mismo, que está mucho más en sus manos que lo inicialmente pudieron sentir. Bibliografia 1. Baranger W. & Baranger M. (1993) “Problemas del Campo Psicoanalítico”. Editorial Kargierman. Bs. Aires. 2. Bion W. (1991) “Aprendiendo de la Experiencia” Paidos. Ciudad de México. 3. Burgoyne B. & Sullivan M. (2000) “Los Diálogos sobre KleinLacan”. Paidos. Bs Aires. 4. Hinshelwood R. D. (1999) “Clinica Kleiniana”. Promolibro. Valencia 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 69 5. Isaacs S. (1948) “Naturaleza y Función de la Fantasía”. En Klein y cols. (1971) “Desarrollos en Psicoanálisis”. Ediciones Horme. Bs. Aires. 6. López B. & López S. (1990) “Espacios Mentales, Narcisismo y Comunicación”. En Casaula et al. (1991) “Cuarenta años de Psicoanálisis. En Chile. Ananké. Santiago. 7. Meltzer D. (1994) “Claustrum”. Spatia Bs. Aires. 8. Segal H. (!992) “Introducción a la Obra de Melanie Klein”. Paidos Buenos Aires. Preguntas en Torno a la Violencia PhD. Niklas Bornhauser1 Resumen La violencia es un fenómeno contemporáneo, complejo y sobredeterminado. Su comprensión requiere un abordaje múltiple y transdisciplinario, en el que se combinen diferentes epistemes. Se aborda el problema de la violencia principalmente a partir de tres ejes: Primero, su relación con el lenguaje en general y con la etimología en particular. Segundo, su relación con la ley o el ámbito del Derecho. Tercero, su relación con el sujeto, respectivamente, con las teorías del sujeto. Finalmente, se plantea la necesidad y las dificultades de pensar en una alternativa cualitativamente diferente a una sociedad violenta. Palabras Claves: violencia, lenguaje, poder, sujeto. Abstract Violence is a contemporary, complex and overdetermined phenomenon. Its understanding requires a multi- and transdisciplinary approach, which combines several epistemes. The problem of violence is analyzed following three axes: First, its relationship to language in general and in particular to etymology. Second, its relationship to law or area of law. Third, its relationship to the subject, respectively, to the theories of the subject. Finally, the necessity and difficulty of a qualitatively different alternative to a violent society is brought up. Keywords: violence, language, power, subject. Ciertas personas predicen que sólo el triunfo universal de la mentalidad bolchevique podrá poner fin a las guerras, pero en todo caso estamos hoy muy lejos de esa meta y quizá se lo conseguiría sólo tras unas espantosas guerras civiles. Parece, pues, que el intento de sustituir un poder objetivo por el poder de las ideas está hoy condenado al fracaso. Se yerra en la cuenta si no se considera que el derecho fue en su origen violencia bruta y todavía no puede prescindir de apoyarse en la violencia. (Freud, 1932) I. Preludio La violencia actualmente es un fenómeno cotidiano y omnipresente. Sus manifestaciones son múltiples y diversas: Asaltos y robos a mano armada, luchas de grupos adolescentes en las calles, enfrentamientos entre las llamadas barras bravas en los estadios, violación de los derechos humanos, guerras en Medio Oriente, prácticas terroristas, etc. En la cultura occidental, la violencia hoy en día recorta diferentes escenarios, los cuales son significados moralmente al ser marcados –a priori– como indeseables, malos o ignominiosos. A su vez, la violencia, en tanto potencial mercancía, portadora de un valor ya no moral sino de de cambio, ingresa al mercado de los productos culturales 2. Por consiguiente, se pueden fijar al menos tres elementos previos, que condicionan el acceso a la violencia. En primer lugar, la violencia es un fenómeno transversal y cotidiano. Segundo, se tiende, rápidamente, a demonizar la violencia. Tercero, existe un mercado de la violencia, el cual se autoalimenta mediante un círculo vicioso. 1. Licenciado en Psicología, Doctor en Filosofía. Psicólogo clínico, Docente e Investigador Universidad Andrés Bello, nbornhauser@unab.cl 2. Se puede constatar la existencia de un verdadero mercado de la violencia: diarios, noticias, TV, etc. La violencia se compra, se vende, no sólo mediáticamente; se instalan programas gubernamentales contra la violencia, los cuales pagan sueldos a profesionales; se historiza e investiga la violencia por la vía de fondos concursables; se publican textos (que a su vez se compran y venden); se toma como estandarte por ciertos políticos y con ello ganan, al menos, votos; se generan organismos, ya sean gubernamentales o no, para combatirla; etc. 70 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA Sin embargo, al mismo tiempo, más allá de los abordajes perfilados, se torna necesario establecer ciertas diferencias conceptuales al interior del heterogéneo conjunto de manifestaciones de violencia. Por ejemplo, si bien la instalación de la prohibición en el infans (Lacan, 1966a) en principio opera al modo de una imposición brutal y vehemente, ésta, no obstante, es un acto productivo en cuanto operatoria fundante tanto para la configuración del psiquismo como para la inserción del sujeto en la cultura (Žižek, 2001). Se aprecia una práctica, en principio violenta, destructiva, que inicialmente genera un cisma, para luego relanzar el asunto hacia una suerte de «inserción» –pactada, convenida– en el orden cultural. Toda reflexión sobre la violencia, por consiguiente, no puede ser un tratamiento indiferenciado, que apunte a recortar algo así como la violencia en sí, definiéndola como un problema hermético, cerrado, que se basta a sí mismo3. Sin embargo, pareciera ser que se puede distinguir una dimensión de la violencia que impresiona como una fuerza – pulsional – primaria y elemental, que pre-exsiste, es decir, que existe con anterioridad y autonomía, alojada en un espacio externo y ajeno4. La mentada demonización de la violencia acaso pueda ilustrar lo anterior, a saber, la imposibilidad de despejar una significación única, que remita a un en sí de la violencia. En efecto, la significación es un efecto de sentido – moral, en este caso– que se genera al ponerla en relación con un conglomerado significante particular. Dicha significación ocurre como efecto de sentido al hacer dialogar, al instalar en una relación de diferencia al significante «violencia» 5. En otras palabras, no existe algo así como la «violenticidad», su mismidad absoluta e irreductible, abstraída de la extensa superficie socio-simbólica en la cual ésta se inscribe6 . Si se añade, como consideración adicional, que “un significante es lo que representa al sujeto para otro significante” (Lacan, 1966b, p. 799), de las consideraciones precedentes se desprenden, al menos, dos consecuencias metodológicas preliminares: Primero, en términos generales, el abordaje de la violencia debe considerar, de un modo aún por precisar, la dimensión lingüística. Es decir, pensar la violencia significa pensarla en, a partir y en contra del medium del lenguaje, tanto en su dimensión estructural y estructurante, como en las diferentes ver- 3. Es decir, resulta impracticable pretender remitirse a la violencia como si ésta existiera con independencia, por un lado, del conjunto articulado de representaciones, con las cuales es puesta en relación, y, por el otro, del discurso específico y particular a partir del cual se aborde. 4. Esta afirmación cobra una particular relevancia al momento de preguntarse por la relación entre violencia y sujeto, tal como aparece esbozado en las consideraciones relativas a la constitución de la psique, ya que la primera, en la medida en que forma parte de las mentadas fuerzas primordiales, funda sus orígenes desde fuera de él. El ex-sistere, concepto que Lacan (1974-1975) tomara de Parménides, tiene su sostén en un afuera que no es, remite a aquello que existe o es en el fuera, en el ex-, o sea el mundo como escenario en el que se desarrollan las actividades del ser humano como un estar arrojado al ahí de su propia contingencia. 5. Esta necesidad de precisar la diferencia significante a propósito de la violencia – y de cualquier significante, en general – se desprende del hecho que “el significante, en cuanto tal, no significa nada” (Lacan, 1981, p. 261), o sea, que un significante no se sostiene en sí mismo, apuntando inequívocamente a algún significado profundo, sino que necesariamente ha de remitir a otro significante. Según de Saussure (de Mauro, 1972), la lengua recorta de varios modos el campo de los contenidos lingüísticos, segmentándolos en signos, de acuerdo a un proceso radicalmente arbitrario, en el sentido de inmotivado, no sujeto a motivos intrínsecos. Es decir, no existe una relación causal, necesaria, entre una cierta delimitación conceptual y su correspondiente denominación. Cada lengua, si se considera desde el punto de vista de otra, es, entonces, arbitraria en sus clasificaciones, ya que lo que en una lengua se presenta como una única idea simple, puede ser caracterizado por una serie de grupos fonéticos distintos. No obstante, lo anterior no significa que se elijan los significantes de manera arbitraria, por un acto individual y que, por consiguiente, se pueden cambiar de manera arbitraria. Por el contrario, lo arbitrario del signo es su carácter normativo, su validez absoluta y obligatoria para todos los hablantes de una misma lengua. La palabra arbitrario significa, más bien, inmotivado, es decir, que no hay una necesidad natural o real que une el significante al significado. Lacan radicaliza la definición del signo que encontramos en de Saussure, conservando la arbitrariedad del vínculo entre significante y significado, empero postulando la primacía del significante (sobre el significado), invirtiendo, de este modo, el esquema sausuriano. 6. De este modo, la aproximación a la violencia por la vía del significante ha de ser concebida como una estrategia de producción de múltiples sentidos, los cuales, como consecuencia de la renuncia a la supuesta biunivocidad (Wüster, 1979) entre significado y significante, asumen un carácter efímero y transitorio. Biunívoco, en lingüística, se dice de la correspondencia entre dos conjuntos, en la que a cada elemento del primer conjunto corresponde, a lo sumo, uno del segundo, y a cada elemento del segundo conjunto corresponde, a lo sumo, uno del primero. Se emplea para designar un concepto que, en principio, está adscrito a una sola denominación y viceversa. Por lo tanto, no debería haber denominaciones ambiguas (homónimos y polisemia), ni denominaciones múltiples para un mismo concepto (sinónimos). 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 71 tientes idiomáticas por las cuales el significante violencia se despliega. Pensar la violencia, en ese sentido, obliga a asumir una coherencia heterológica, una lógica otra, diferente a aquella que proviene de la coherencia parmenídea del ser con el pensar. Implica, por consiguiente, extrañarse a sí mismo en lo que nos hemos habituados a pensar, perderse en el laberinto de las palabras, ir hacia los confines del lenguaje. Segundo, pensar la violencia implica concebirla como moción pulsional primordial (ursprünglich), que pre-ex-siste al sujeto y hace de origen (Ursprung), fundándolo desde el afuera. Esto, a su vez, significa dos cosas: Primero, en la medida en que la definición del significante «violencia» involucra el concepto de sujeto, al momento de pensar el problema de la violencia resulta inevitable considerar simultáneamente el problema del sujeto, respectivamente, hacer alusión a una conceptualización particular de sujeto, pues, dado el estado actual de la discusión, resulta problemático hablar de sujeto a secas (Foucault, 2006). El concepto de sujeto que –implícitamente– guía estas reflexiones, de manera análoga a lo expuesto, no es que las preceda y preexista a ellas, sino, más bien, será precisamente el resultado la argumentación en curso. Segundo, recordando la aludida definición de significante, el sujeto es un efecto significado por significantes. En otras palabras, un efecto del significante o, más risiblemente, un sujeto-apéndice. En suma, cualquier significante, incluyendo el presuntuoso sujeto, es siempre el efecto externo –y après-coup– de una estructura abierta e inconclusa o, incluso, de una pulsión constituyente. Habiendo explicitado algunos trascantones que puedan delimitar el correspondiente territorio al interior del cual será explorada la pregunta en cuestión, estamos en condiciones de enunciar la hipótesis que guía y encamina estas reflexiones: La violencia, lejos de ser un fenómeno derivado y secundario, acaso la expresión sintomática de un cierto trastorno o malfuncionamiento subyacente, es un concepto fundamental y fundante, es decir, queda emplazada entre los conceptos señoriales e ilustres, los llamados Grundbegriffe. Al mismo tiempo, la violencia, aparte de operar como tal, es un concepto liminar y fronterizo (Grenzbegriff), que se erige en las fronteras inter e intradisciplinarias. Trazar algunas de dichas fronteras es lo que propone este trabajo. II. Lenguaje, etimologías y significaciones El pensamiento moderno, en cuyo seno se alojan las disciplinas científicas, nos ha acostumbrado a concebir el lenguaje como órganon7, conjunto neutro y organizado de utensilios o instrumentos, de los cuales el sujeto dispone, según su arbitrio y voluntad, para proceder a designar, una relación biunívoca mediante, la realidad objetiva, preexistente8 (Bühler, 1934). No obstante, desde el llamado linguistic turn, la creencia que el sujeto manipula a las palabras con tal de nombrar las cosas ha sido devaluada como una ficción, que desconoce que éste, según confirma la experiencia cotidiana, es más bien hablado por el lenguaje (Lacan, 1966c). En otras palabras, el sujeto hablante, en lugar de gozar de una posición de autoridad suprema e indiscutida, que lo distinga como amo y autor de su decir, es atravesado por el lenguaje y se encuentra, en relación a éste, en una posición supletoria y derivada (Lang, 1973). El lenguaje precede y excede al sujeto, constituyéndolo como auténtico subjectum en el sentido de lo que subyace, lo puesto o arrojado debajo, es decir, a la base9, inundándolo con un conjunto de significaciones desconocidas en cuanto a su origen y sentido, y determinándolo, de este modo, desde una anterioridad y exterioridad lógicas. El sujeto, por lo tanto, depende del infinito juego de diferencias a través de las cuales se conforma el lenguaje, es decir, se constituye dividiéndose, espaciándo- 7. Del griego: herramienta, utensilio. Hace alusión al Crátilo de Platón, texto en el cual Sócrates designa al lenguaje como instrumento mediante el cual una persona le comunica a otra algo sobre las cosas. Empleamos el término para designar una tradición – trascendental – del pensar, que, a grandes rasgos, se extiende desde Platón hasta Husserl y la filosofía neopositivista del lenguaje, pasando por Hegel, que concibe a la palabra como algo que representa una idea previa, existente con anterioridad y autonomía. 8. Según la versión moderna dominante, el lenguaje con-siste, permanece junto, es decir, no admite la posibilidad de una grieta o una divergencia entre representaciones y lo representado. 9. A propósito de esta discusión, véase, por ejemplo, Heidegger, Martin. 1950. “Die Zeit des Weltbildes” en Holzwege, Frankfurt a. M.: Klostermann y Ricœur, Paul. 2003. El conflicto de las interpretaciones, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. 72 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA se, diferenciándose (Kristeva, 1988); la subjetividad, podríamos decir, es un efecto de diferencia (Derrida, 1989). A la vez, el tejido del lenguaje se encuentra atravesado por un conjunto de correspondencias, correlaciones y tensiones. Estas relaciones de oposición, articuladas en una red dinámica y estrechamente entrelazada, perforan y sostienen al lenguaje, dotándolo de lo que ha sido distinguido como su característica coercitiva o despótica10. Es en virtud de esta propiedad indefectible que Roland Barthes recuerda: “El lenguaje es una legislación, la lengua es su código. No vemos el poder que hay en la lengua porque olvidamos que toda lengua es una clasificación y que toda clasificación es opresiva” (1982, p. 53). De este modo, es factible concluir que “la lengua, como ejecución de todo lenguaje, no es ni reaccionaria ni progresista, es simplemente fascista, ya que el fascismo no consiste en impedir decir, sino en obligar a decir” (ibid, p. 120). Considerando las relaciones inicialmente esbozadas entre lenguaje y violencia, una primera aproximación al problema de la violencia puede consistir en un análisis de la dispersión semántica del concepto de violencia actual. Dicha diseminación será analizada, en principio, a partir del rastreo de las huellas que ha dejado su irradiación por el idioma alemán, para luego contrastarla con otras lenguas. La expresión alemana Gewalt (una formación derivada del verbo verwalten, respectivamente, waltan, ser fuerte, conquistar, dominar), según las circunstancias, es traduci- da como «violencia», «poder» o «fuerza». Los orígenes11 del término Gewalt (Röttgers, Saner, 1978) remiten a la raíz indogermana, val (latín valere), cuya forma verbal giwaltan, waltan, originalmente significaba «poseer la facultad de disponer de algo». A diferencia de lo que acontece en el romano, Gewalt no hacía alusión a un término legal, sino que designaba precisamente aquel ámbito de la libertad que era omitido o exceptuado por la Ley. Su significación primordial, guarda relación con «ser capaz de» y alude a la capacidad o facultad de poder ejecutar una acción, sin anticipar juicio alguno sobre su legalidad o legitimidad (Heitmeyer, Hagan, 2002). Si nos remitimos a sus raíces etimológicas, el concepto designa el poder-disponer sobre el ser intramundano, o sea, el decretar o conducirse en relación a un campo –más o menos abierto– de posibilidades. Esta acepción, en el sentido de capacidad de realizar una acción, actualmente se conserva en una serie de expresiones como Verwaltung, administración, Sorgfalt walten lassen, cuidar de, velar por, walten und schalten, operar y actuar, etc. A fines del Medioevo y comienzos de la llamada Neuzeit, se pueden distinguir al menos cuatro variaciones de Gewalt: primero, la alusión al gobierno público, atado a un orden legal; segundo, la designación neutra de autoridades territoriales, respectivamente, de los representantes de los poderes de estado; tercero, la relación de disponibilidad o relación efectiva de propiedad; cuarto, uso físico de violencia, coerción en el sentido político, acciones violentas aisladas en el sentido de vis o violentia (Faber, 1982). 10.A propósito del carácter represivo del lenguaje, cabe recordar que en nuestra sociedad, al igual que en toda sociedad, la producción discursiva está, a la vez, vigilada, regulada e intervenida por cierto número de procedimientos, que tienen por función “conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad” (Foucault, 1992, p. 11). Estos recursos, que pueden caracterizarse como procedimientos de exclusión, guardan relación con el hecho que el sujeto hablante no tiene derecho ni a decirlo todo, ni a hablar de todo, ni a hablar en cualquier momento, ni en cualquier circunstancia, ni de cualquier cosa. “Tabú del objeto, ritual de la circunstancia, derecho exclusivo o privilegiado del sujeto que habla: he ahí el juego de tres tipos de prohibiciones que se cruzan, se refuerzan o se compensan, formando una compleja malla que no cesa de modificarse” (ibid). 11.A propósito de la alusión a los orígenes, valga la aclaración que éstos son establecidos a posteriori, après-coup o nachträglich, producto de una lectura desfasada y retroactiva, deudora del futur antérieur, con lo cual dicho establecimiento es, a su vez, un doblegamiento, una imposición, producto del ejercicio de poder. Este gesto, en todo caso, se opone a lo que Foucault llamó “el despliegue metahistórico de las significaciones ideales y de los indefinidos teleológicos” (1995) y que dicha oposición, en el caso de Freud, se basa en el rechazo de la convicción de que sea posible recoger allí, es decir, en el origen mismo, la esencia exacta de la cosa, su identidad precisa e inalterada, meticulosamente replegada sobre sí misma, su sustancia propia e innata, anterior a todo lo externo, accidental y derivado. El rastreo compulsivo de semejante origen, una actitud e iniciativa contraria a toda práctica psicoanalítica, equivale a la búsqueda obstinada de lo «que estaba ya dado», lo «aquello mismo» de una imagen exactamente adecuada a sí. La práctica psicoanalítica, a diferencia de toda ciencia convencida de la posibilidad y relevancia de la recuperación del comienzo, se desmarca de todo quehacer que adhiera a la creencia en el alto origen, fe relacionada con la sobrepujanza metafísica, según la cual al comienzo de todas las cosas se encuentra lo más primario y esencial, lo fundamental en su forma pura e inmaculada. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 73 Por consiguiente, la expresión Gewalt reúne dos conceptos parciales y separados: por un lado, potentia, potestas y dicio, que se derivan de la delegación, el encargo o mandato, en el sentido de dominio, potestad o influencia y, por el otro, vis y violentia, que designan un amplio espectro de significaciones que va desde la pujanza o la fuerza hasta la violencia física cruda, incluyendo el llamado Faustrecht, la Ley del más fuerte. Esta última es una acepción extrema de Gewalt, que se sitúa más allá de toda constitucionalidad o dignidad humana, inscribiéndose en un reino oscuro y hermético, ajeno y, al mismo tiempo, propio del ordenamiento simbólico. En virtud de lo expuesto, se podría establecer la siguiente pregunta: ¿Dónde se sitúa la violencia? ¿En el asalto, en la ley del más fuerte, en el que otro cometa un delito, etc.? O, más bien, ¿en el tener que atravesar, el sujeto, por una elección forzada o, más bien, por una obligatoriedad que hace simulacro de elección? En este momento, sin inclinarse por ninguna de las opciones, se perfilan tres posibilidades: Primero, si de lo que se trata es del asalto, la ley del más fuerte, etc., entonces el asunto se juega entre semejantes, en un plano que puede ser designado como del otro al otro. Segundo, si respecto de la violencia se trata del atravesamiento por la elección forzada, el problema de la violencia queda ubicado en la relación del sujeto al Otro, es decir, de aquel registro simbólico en el cual interviene un tercero imponiendo un ordenamiento desde el logos. Tercero, ¿qué sucede si se yuxtaponen ambos planos? No obstante, antes de desarrollar estas interrogantes, parece pertinente explicitar las relaciones entre la violencia y la Ley. III. Violencia de Ley En la primera sentencia de su texto Para una crítica de la violencia, Walter Benjamin establece que “la tarea de una crítica de la violencia puede definirse como la exposición de su relación con el derecho y con la justicia” (Benjamin, 1991, p.2). Siguiendo lo desplegado, ningún análisis de la violencia puede escamotear el análisis de la relación entre la violencia y el Derecho, a saber, entre la violencia y la Ley. De entrada, llama la atención, lo siguiente: En francés existe la distinción entre violence y pouvoir d’état, en inglés se distingue entre violence y power of the state, lo que, en español, corresponde a la distinción entre violencia y poder de estado; en alemán, en cambio, se habla indistintamente de Gewalt (-tätigkeit) y Staatsgewalt. Es decir, la lengua alemana, a diferencia de lo que sucede en francés, inglés o castellano, emplea un mismo término, Gewalt, para referirse ya sea a la violencia, en tanto fuerza impetuosa o coacción brutal, o para aludir al ordenamiento y distribución de las funciones del estado, en la cual la titularidad de cada una de ellas es confiada a un órgano u organismo público distinto. A propósito de lo anterior, resulta interesante constatar que la expresión Gewalt se encuentra en el texto jurídico básico y elemental, a saber, la Constitución de Alemania, el llamado Grundgesetz o Derecho Fundamental. En su preámbulo, dirigido al pueblo, dice: “Consciente de su responsabilidad ante Dios y ante los hombres, animado de la voluntad de servir a la paz del mundo, como miembro con igualdad de derechos de una Europa unida, el pueblo alemán, en virtud de su poder constituyente (kraft seiner verfassungsgebenden Gewalt), se ha otorgado la presente Ley Fundamental” (Grundgesetz, 2007, Präambel). En el artículo 1, referido a los derechos fundamentales, prosigue: “La dignidad humana es intangible. Respetarla y protegerla es obligación de todo poder público (staatlichen Gewalt)” (Ibid, Art. 1). Vemos, entonces, como en los orígenes del texto constitucional ya se encuentra el cruce entre el derecho y la violencia. Se confunden y entremezclan, en este caso, su significación de disposición o acción, por un lado, y de coacción o coerción, por el otro. La Ley, por ende, se impone, se imputa, se establece – de modo violento – como un decálogo, un mandato o un mandamiento, tal como Freud ilustra en su texto El Moisés de Miguel Angel (1914). Se aprecia, en las líneas precedentes, un uso – legítimo – de la violencia, en primer lugar, con tal de instaurar la Ley sobre el ámbito, convulso y anárquico, de la violencia, y, 74 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA en segundo, con el propósito de mantener y salvaguardarla suprimiendo la violencia o el estado fuera de ley. La imposición de la Ley, por lo tanto, es indisociable de la violencia originaria y, una vez establecida, se ejerce sobre los súbditos, los que, a su vez, reconocen la legitimidad de ella y se constituyen en esta relación de reciprocidad 12. Consiguientemente, violencia y Ley (simbólica), a propósito del problema de la constitución subjetiva, se entreveran de manera indisoluble, entrelazándose en un constreñido nudo. El desanudamiento de las diferentes hebras, cuyo entrelazamiento conforman la maraña en cuestión, requiere dedicar algunas líneas al problema del sujeto, en general, y de la constitución subjetiva, en particular. IV. Del Sujeto – de hecho – hacia la subjetivación En la actualidad, resulta muy difícil – por no decir: imposible – partir del sujeto, bajo cualquiera de sus variantes, como un dato básico e incuestionable (Adorno, 1978; Bürger, 1998). La idea de un sujeto constituyente, firmemente asentado en sus fundamentos trascendentales ha resultado ser, en el mejor de los casos, un sueño, una quimera o una ficción insostenible (Zima, 2000; Geyer y SchmitzEmans, 2003). La caída de los grandes metarrelatos, entre ellos el descrédito de la promesa de un progreso racional, lineal e ilimitado, ha conllevado el cuestionamiento de toda subjetividad autónoma e independiente, replegada sobre sí. La idea de un sujeto fundador, apriorístico, ahistórico, ajeno a toda determinación que no provenga de él mismo, que se postula a sí mismo como soporte y sostén del pensar13, ha sido relevado por la problematización poliestratificada de su enrevesada constitución en la trama histórica (Foucault, 1991). Michel Foucault, en un artículo escrito para el Dictionnaire des Philosophes, publicado bajo el seudónimo Maurice Florence, precisa que “rechazar el recurso filosófico a un sujeto constituyente no significa hacer como si el sujeto no existiese y hacer abstracción de una pura objetividad; este rechazo tiene, en cambio, el objetivo de hacer aparecer los procesos que definen una experiencia en la cual el objeto y el sujeto se forman y transforman el uno a través del otro y en función del otro” (Foucault, 1984, p. 634). El sujeto, por consiguiente, se constituye – y deconstruye – a través de un complejo y enmarañado proceso de subjetivación. Podríamos decir: el sujeto es ese proceso. En su transcurso, tal como lo expresa el término assujetissement 14, confluyen, se entremezclan y se repelen diferentes poderes, los cuales, a su vez, establecen diferentes relaciones entre sí. De lo anterior se sigue que hay – al menos – dos significados de la palabra sujeto15 : Primero, sujeto – a otro – por control y dependencia, en el sentido de sometimiento o subordinación. Segundo, sujeto constreñido a su propia identidad, a la conciencia y a su propio autoconocimiento. Ambos significados sugieren una forma de poder que simultáneamente sojuzga y constituye, que somete y eri- 12. Así queda expresado, por ejemplo, en la Ley del Talión, principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido, estableciendo, no solamente una pena equivalente, sino una pena idéntica. La expresión más famosa de la ley del Talión, que figura en el Éxodo veterotestamentario, es «ojo por ojo, diente por diente». Históricamente, constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño producido en el castigo, siendo así el primer límite a la venganza libre. En el Código de Hammurabi (1792 a. C.), el principio de reciprocidad exacta se utiliza con gran claridad. 13. Actualmente, el sujeto ya no puede entenderse como un elemento originario o como una evidencia atemporal; el concepto de sujeto es un concepto histórico, construido en ciertas coordenadas específicas en el espacio de un régimen de discurso. El sujeto no es una entidad monolítica y aislada, traslúcida y autotransparente, sino que es, más bien, el resultado transitorio, provisional, siempre preliminar, de su constante autoaseguramiento {Selbstvergewisserung}. El sujeto, en ese sentido, no es una conciencia trascendental como tal o en sí, una entidad estática e inmutable, sino un sujeto concreto, situado, colocado en un plexo u horizonte de significaciones (Gadamer, 1960). 14. Assujetissement significa, a la vez, subjetivación, devenir-sujeto y sometimiento, dominación, subordinación. 15. La palabra castellana «sujeto» se deriva del latín, subiectum, el participio de pretérito pasivo del verbo subicio (subicere), formado sobre la base del verbo iacio (iacere), que significa arrojar, lanzar, y el prefijo preposicional sub-, debajo de. De ello se sigue el significado primordial de arrojar, lanzar debajo de – en sentido físico - y también el sentido moral de someter (Ernout, Meillet, 1959, p. 304). En su significado original, tanto físico y moral, el participio subiectum, por ende, significa arrojado, lanzado, puesto debajo de, sometido, y así aparece de modo usual en los escritores latinos, sea bajo forma verbal (por ej.: subiectum est, fue sometido), adjetival (como en homo subiectum, esclavo sometido) o sustantivada (así en subiectum, el sometido) (Guzmán, 2002). 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 75 ge al sujeto. En suma, el sujeto es conformado por la incidencia de poderes diversos y diferentes entre sí. V. Discusión Después del recorrido desandado por el dominio del lenguaje, la ley y el sujeto estamos en condiciones de enunciar algunas conclusiones preliminares con respecto al problema de la violencia. Destaca entre ellas, en primer lugar, la necesidad de distinguir violencia de poder. Cabe recordar el hecho que el poder – respectivamente, su entramado relacional (Deleuze, 1998) – es absolutamente co-extensivo al cuerpo social. Es decir, no hay un afuera del poder ni existen, entre las mallas de su red, en sus intersticios, playas de libertades elementales entendidas como ausencia de poder. A su vez, las relaciones de poder, están estrecha e íntimamente imbricadas en otros tipos de relación (de producción, de saber, de familia, de sexualidad), en los cuales juegan un papel, al mismo tiempo, determinante y determinado. Esta capacidad de articulación sería un primer criterio diferenciador, pues la violencia no posee esta capacidad maleable para producir articulaciones, enlaces o coyunturas, por lo que permanece recluida y encerrada en sí misma, quedando excluida de las relaciones de intercambio. dente, al mismo tiempo interior y exterior a la Gewalt, que aparece cuando se franquea el límite impuesto por la ficción simbólica. La violencia, por consiguiente, se constituye en las fronteras del lenguaje, en el (des) encuentro dislocador con lo innombrable, en el intento – fallido – de hablar la experiencia perturbadora. Este gesto trágico, situado en los confines de lo decible, estaría destinado de antemano al fracaso, pues supone hablar en el vacío mismo del desfallecimiento del lenguaje, ahí donde las palabras se estrellan, en su punto de ruptura. Tercero, el ejercicio de la Ley es inseparable de la violencia ya que tanto su imposición como su mantención no solamente responde a, sino que alberga y perpetua un núcleo violento impenetrable e incuestionable. Más allá de toda pretensión de oponer, de manera nítida y excluyente, la violencia al derecho, asociando, respectivamente, lo primero al reino de la naturaleza y la animalidad y lo segundo a la regulación objetiva y pacífica de la cultura, la violencia ha de ser pensada como una bisagra, un acoplamiento, un elemento articulador de ambos dominios. No olvidemos que “en la tradición judía, la ley mosaica divina es experimentada como algo impuesto, externamente y con violencia, algo contingente traumático: en resumen, como una cosa imposible/real que «hace la ley»” y que “el pronunciamiento de los Diez Mandamientos es la violencia ética en su forma más pura” (Žižek, 2004, p. 66). A diferencia del poder, la violencia se caracteriza por su naturaleza traumática, dislocante, que la vuelve particularmente resistente a ser asimilada por cualquier intento de volverla productiva. Por lo tanto, este carácter positivo, productivo, es el criterio sustancial para distinguir y separar poder y violencia, ya que la violencia, a diferencia de las relaciones de poder, puede ser asociada, más bien, con la destrucción, la aniquilación y el exterminio, acciones que no implican productividad alguna, más allá del goce traumático que conllevan en sí mismas. Queda por precisar en este punto, la distinción entre lo que de modo preliminar, podríamos llamar la violencia del corte al goce (en tanto producción de sujeto, de singularidad) y lo violento en la ley que opera como ordenamiento, normativización, adaptación, etc. (en tanto generalización, uniformidad, homogenización, es decir, la violencia de hacer que uno se pierda en el otro). Dejamos esbozada esta distinción señalando su lugar central en la discusión psicoanalítica contemporánea. En segundo lugar, y en relación a lo anterior, la violencia propiamente tal, es decir, desprovista de cualquier ropaje simbólico, aparece en los confines del poder, en los márgenes delimitados por el ámbito socio-simbólico, que hace de estructura-soporte de las relaciones de poder. En estricto rigor, la violencia es el exceso, el plus, el exce- Cuarto, el devenir del sujeto está ligado indisociablemente a la violencia, en la medida en que éste se constituye en el entramado de múltiples choques, golpes y colisiones, entre ellas, para nombrar solamente a algunas, el desencuentro con la sustancia regulativa-simbólica de la tradición, el embate con la sustancia corporal-deseante del Otro, en suma, el golpe de un mundo ajeno, hostil y 76 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA adverso, articulado según una lógica que el propio sujeto desconoce e ignora. El sujeto, por lo tanto, se caracteriza por su singular aperturidad de mundo (Heidegger, 2004; Gehlen, 1940), su vulnerabilidad primordial (Herder, 1992), consecuencia de la exposición constitutiva a lo otro, una condición que lo expone a la violencia. Se impone, como consecuencia de las argumentaciones precedentes, una dificultad básica y elemental, que se presenta al modo de una encrucijada: ¿Cómo pensar una sociedad no-violenta, radicalmente desprovista de violencia? Basta con recordar el argumento que toda crítica a la violencia, al menos en la medida en que ésta no supere las oposiciones clásicas que esta opción presupone y se inscriba en las líneas prefiguradas por los postulados implícitos, no es sino otra forma de violencia16. En otras palabras, ¿la decisión de terminar con la violencia, acaso no es, en sí misma, ambivalente? Dado lo anterior, ¿puede uno adoptar una posición frente a la violencia, contra la violencia, que no sea, ella misma, violenta? No obstante lo anterior, no equivale a aceptar pasivamente la violencia como dimensión ontológicamente constitutiva, imposible de ser interrogada, sino que subraya que el problema de la violencia, por ende, más que exigirnos respuestas estandarizadas, uniformadas, formuladas en consonancia con la lógica imperante de la techné, señala los límites del pensamiento heredado y subraya la necesidad de pensar de otra manera, una manera radicalmente diferente y que asuma el desafío que implica el asumir el abismo insondable (Ab-grund) del preguntar. 16.Nos referimos al hecho que toda posición que se adopte toma contra la violencia, toda acción emprendida para suprimir o eliminarla, deberá hacer frente a sus propios efectos retroactivos, los cuales, al menos potencialmente, de acuerdo a lo que nos enseña la historia, desembocarán en formaciones incluso más violentas que aquellas que estaban destinadas a suprimir (Popper, 1979). Bibliografia 1. Adorno, Theodor Wiesengrund et al. 1978. Der Positivis- musstreit in der deutschen Soziologie, 6a ed., Darmstadt/Neuwied: Luchterhand. 2. Barthes, Roland. 1982. El placer del texto y La lección inaugural, México: Siglo XXI. 3. Benjamin, Walter. 1991. Para una crítica de la violencia y otros ensayos, Madrid: Taurus. 4. Bühler, Karl. 1934. Sprachtheorie. Die Darstellungsfunktion der Sprache, Jena: Gustav Fischer. 5. Bürger, Peter. 1998. Das Verschwinden des Subjekts, Frankfurt a. M.: Suhrkamp. 6. De Mauro, Tulio, 1972. Edition critique du `Cours de linguistique générale' de F. de Saussure, Paris: Payot. 7. Deleuze, Gilles. 1998. Foucault, Barcelona: Paidós. 8. Derrida, Jacques. 1989. La escritura y la diferencia, Barcelona: Anthropos. 9. Ernout, Alfred y Meillet, Antoine. 1959. Dictionnaire étymologique de la langue Latine, 4ª ed., Paris: Klincksieck. 10.Faber, Karl et al. 1982. “Macht, Gewalt” en Brunner, Otto et al. Geschichtliche Grundbegriffe, vol. 3, Stuttgart: Klett, pp. 817-935. 11. Foucault, Michel. 1984. “Foucault, Michel” en Huisman, Denis (ed.). Dictionnaire des Philosophes., t. I, Paris: PUF, pp. 942-944. 12.Foucault, Michel. 1991. “Verdad y Poder” en Microfísica del poder, Madrid: La Piqueta, pp. 175 – 189. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 77 13. Foucault, Michel. 1992. El orden del discurso, Buenos Aires: Tusquets. 14.Foucault, Michel. 1995. Nietzsche, Freud, Marx, Buenos Aires: El cielo por asalto. 15.Foucault, Michel. 2006. La hermenéutica del sujeto, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. 16.Freud, Sigmund. 1989. “El Moisés de Miguel Angel (1914)”. Obras Completas, Vol. XIII, Buenos Aires: Amorrortu. 17.Gadamer, Hans-Georg. 1960. Wahrheit und Methode. Grun- dzüge einer philosophischen Hermeneutik, Tübingen: J. C. B. Mohr (Paul Siebeck). 18.Gehlen, Arnold. Der Mensch. Seine Natur und seine Stellung in der Welt, Berlin: Junker und Dünnhaupt. 19.Geyer, Paul y Schmitz-Emans, Monika (ed.). 2003. Proteus im Spiegel. Kritische. Theorie des Subjekts im 20. Jahrhundert. Würzburg: Königshausen & Neumann. 20.Grundgesetz GG. 2007. 41ª edición, München: Deutscher Taschenbuch Verlag. 21.Guzman, Alejandro. 2002. “Los orígenes de la noción de sujeto de derecho”, en Revista de estudios histórico-jurídicos, n.24, pp. 151-247. 22.Heidegger, Martin. 1950. “Die Zeit des Weltbildes” en Holzwege, Frankfurt a. M.: Klostermann. 23.Heidegger, Martin. 2004. Grundbegriffe der Metaphysik. Welt - Endlichkeit - Einsamkeit. GA 29/20, Frankfurt a. M.: Vittorio Klostermann, 2004. 24.Heitmeyer, Wilhelm y Hagan, John (eds.). 2002. Internationales Handbuch der Gewaltforschung, Opladen: Westdeutscher Verlag. 25.Herder, Johann Gottlieb. 1992. Abhandlung über den Ursprung der Sprache, Stuttgart: Reclam, 1992. 26.Kristeva, Julia. 1998. El lenguaje, ese desconocido. Introducción a la lingüística, Madrid: Espiral/Fundamentos. 27.Lacan, Jacques. 1966a. “El estadio del espejo como formador de la función del yo (je)”, Escritos 2, México: Siglo XXI. 28.Lacan, Jacques. 1966b. “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano”, Escritos 2, México: Siglo XXI. 29.Lacan, Jacques. 1966c. “La dirección de la cura y los principios de su poder”, Escritos 2, México: Siglo XXI. 30.Lacan, Jacques. 1974-1975. El Seminario. Libro 22. R-S-I, inédito. 31.Lacan, Jacques. 1981. El Seminario. Libro 3. Las Psicosis (195556), Buenos Aires: Paidós. 32.Lang, Hermann. 1973. Die Sprache und das Unbewusste. Jacques Lacans Grundlegung der Psychoanalyse, Frankfurt a. M.: Suhrkamp. 33.Popper, Karl. 1979. “Utopia y Violencia”, en Conjeturas y Re- futaciones. El crecimiento del saber científico, Buenos Aires: Paidós, 1979. 34.Ricœur, Paul. 2003. 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Beneficios Socios Sociedad Chilena de Salud Mental Quienes cancelen sus cuotas del año en forma anticipada, podrán optar sin costo alguno a: REVISTA • Un empaste de 4 revistas correspondientes al año que elijan. • Escoger 3 revistas de números anteriores y de cualquier año. • Entrega gratuita de la Revista de Psiquiatría y Salud Mental (4 ediciones al año). • Valor rebajado para nuestros socios en Revistas de años anteriores. CURSOS DE PSIQUIATRÍA PARA LA ATENCIÓN PRIMARIA Los profesionales al día con sus cuotas tienen entrada liberada a los Cursos de Psiquiatría para la Atención Primaria que se llevan a cabo en regiones. LIBROS Valor preferencial en los libros editados por la Sociedad. “Psiquiatría y Salud Mental” $25.000 (normal $30.000 pesos). “Trastornos de Personalidad" $20.000 (normal $25.000 pesos). 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Abstract The following work has been proposing a systemic constructivist include life-threatening condition as an indicator to give a guideline in constructing the reason for consultation in cases of domestic violence. And to provide operators with an algorithm for health action to the hospitalization of these cases for proper operation. We review basic concepts of the problem of violence from systemic therapy. Keywords: Domestic violence, life-threatening, Hospitalization, systemic, constructivist. Los médicos identifican menos de un 10% de las víctimas de maltrato. Y en un porcentaje aún inferior se involucran a través de la denuncia. El profesional de la salud debe intentar modificar la forma de interacción con su paciente agredido, enfrentando sus propias historias personales y sociales (5). Es muy probable que la víctima de violencia intrafamiliar consulte a nivel de la atención primaria: por lesiones, por aumento de sus dolencias físicas o psicológicas, por angustia, depresión o insomnio. Y es el profesional de la salud el que debe estar atento a claves que muestren una historia de abuso o maltrato, con la finalidad de detener el ciclo de violencia del afectado (10, 12). Se define Violencia como un acto llevado a cabo con la intención de, o percibido como, dañar físicamente a otra persona. La Violencia Intrafamiliar es la que se establece en el marco de relaciones estables, entre personas que no necesariamente tienen un vínculo legal, y se expresa a través de manifestaciones físicas, psicológicas y sexuales, con diversidad en su frecuencia y severidad. La legislación chilena la define como: “Se entenderá por acto de Violencia Intrafamiliar, todo maltrato que afecte la salud física o psíquica de quién, aún siendo mayor de edad, tenga respecto del ofensor la calidad de ascendiente, cónyuge o conviviente o, siendo menor de edad o discapacitado, tenga a su respecto la calidad de descendiente, adoptado, pupilo, colateral consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive, o esté bajo el 1. Médico Psiquiatra. Ex-Jefe de Turno Urgencia Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak”. Egresada de Magíster en Psicología Clínica Mención Psicoterapia Estratégica Sistémica – Perspectiva Constructivista, Universidad Adolfo Ibáñez. katherinallanos@alemana.cl 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 79 cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar que vive bajo un mismo techo” (9). c.Abuso emocional: agresión verbal, chantaje, amenaza, minimización, aislamiento, etc. También se puede entender la violencia como la aplicación de medios fuera de lo natural, a cosas o personas, para vencer su resistencia. Esta violencia puede ser instrumental (un medio para alcanzar un fin) o expresiva / emocional (descarga de sentimientos negativos desencadenados por la frustración o la privación) (1). La víctima ve disminuida su imagen, y tras la agresión constante, cree que es culpable de la violencia recibida y que, si escapa del agresor, será incapaz de sobrevivir. La violencia doméstica se da en un contexto temporal y debe tener el patrón de crónica, permanente o periódica, para caer bajo la definición antes nombrada. Características básicas del maltrato familiar La frecuencia de maltrato desde el varón hacia la mujer se ha reportado entre un 50 y un 95% de todos los episodios de violencia intrafamiliar, por lo que es la mujer la que recibe más lesiones y consecuencias psicológicas. Con mayor frecuencia, la violencia ocurre entre los miembros de una pareja, y habitualmente desde el varón hacia la mujer, por lo que la mayoría de las características descritas a continuación, hacen referencia a esa situación, la violencia conyugal. Sin embargo, también existe violencia hacia los hijos y hacia los padres (13). La persona que agrede tiene como objetivos el poder y control sobre la persona que recibe el maltrato. Se han señalado ocho formas de agresión psicológica: • Aislamiento • Malos tratos emocionales • Intimidación • Negación, minimización, culpabilización • Uso de los niños • Uso de privilegios masculinos • Uso de malos tratos económicos • Uso de coacción y amenazas En definitiva, el abuso puede caracterizarse en tres esferas o contextos relacionales: (Figura 1) a.Agresión física b.Abuso sexual Se ha mencionado que existe un ciclo de violencia conyugal, con las siguientes fases, que tienen la caracterìstica de recursividad entre si: (Figura 2) a.Episodio violento b.Luna de miel: el agresor promete no volver a agredir, se disculpa, hace regalos a la víctima. c.Escalada de tensión: la víctima siente que la tensión progresa. Ve aumentado su miedo, se siente amenazada y aislada. d.Violencia: se completa el ciclo con maltrato y agresión. Al repetirse, pueden ser más violentos y graves. Este ciclo se rompe a través de tres formas: a.Uno de los miembros desea cambiar. Generalmente la víctima toma conciencia del problema y la relación no la satisface. b.Se involucra un tercero. Alguien interrumpe la pauta de violencia. Pueden ser los hijos, los parientes, los vecinos, un terapeuta o la policía. c.Uno de los miembros toma distancia, lo que muchas veces finaliza con el abandono del hogar por parte de la víctima. Otros autores señalan que las parejas que viven la violencia, se han relacionado de un modo específico, con pautas repetitivas, que los incluyen a ambos, que transmiten a su descendencia y que son permitidas por el medio en que están insertos. Generalmente la víctima será la parte complementaria del agresor. La víctima, socializada para la obediencia y la sumisión, cercenada en su autonomía; el agresor, socializado para controlar, liderar y ganar. Ni víctima ni victimario visualizan el abuso (2). 80 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA Figura 1 Abuso y maltrato Agresión física Abuso emocional Abuso sexual Episodio violento Luna de miel Figura 2 Ciclo violencia conyugal Violencia (más grave) Escalada de tensión Esta violencia se constituye en una forma de comunicación habitual. Cada vez que la relación de pareja se vea amenazada en su complementariedad, en su desigualdad jerárquica, se rompe un equilibrio y el agresor impone su poder a través de la fuerza. Cada vez que la víctima se sale del rol en que ha sido socializada, el agresor percibe a la violencia como una forma adecuada de respuesta. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 81 La sociedad contribuye a la permanencia del maltrato conyugal. Lo hace mediante la tolerancia de las prácticas violentas, la carencia de legislación efectiva, la visualización que se tiene del matrimonio como una licencia para agredir, y la desigualdad económica que se da en las mujeres (19, 20) Hay situaciones específicas que favorecen la agresión: el aislamiento social de las familias, el estrés que se asocia a la cesantía o los trabajos inestables y el hacinamiento habitacional, etc. (23). Habitualmente el primer episodio de violencia ocurre durante el noviazgo de la pareja, pudiendo terminar con la relación. En este caso, víctima o agresor podrían sentir correcta esta forma de vinculación, y constituirse en un antecedente para relaciones futuras. Si la pareja no termina la relación, puede establecerse una pauta de violencia, la que se intenta controlar con la culpa, la sumisión o la reacción violenta consecuente. Y se prefiere a esa violencia frente al divorcio, el que podría implicar más vergüenza y daños para los miembros de la familia. La relación se mantiene, pese a la agresión, por tres razones: • Dependencia económica de la víctima o falta de trabajo de la misma. • Deseo de ayudar al agresor, de hacerlo cambiar. • Temor a la soledad y el abandono Características de agresor y víctima El Agresor Es dependiente de su pareja, celoso, le es difícil confiar en los demás, basa su relación en roles tradicionalmente aceptados y su visión de la realidad es rígida. Su autoestima es baja, con imagen negativa de sí mismo. Tiene dificultad para expresar sus sentimientos. Cuando agrede no pierde el control, sino que lo está ejerciendo. Intenta que las cosas se desarrollen como él desea. No acepta las consecuencias ni la responsabilidad de sus actos violentos. Y la mayoría no presenta registros criminales. La Víctima Se ha descrito que no existe un perfil de personalidad previo. Sin embargo, las mujeres que presentan mayores tasas de maltrato son las divorciadas o separadas, jóvenes, de clase socioeconómica baja, con menores estudios y con mayor número de hijos (más de 4). Tienen lazos emocionales muy intensos con el agresor, debido al aislamiento de que son objeto, y las conductas de afecto durante la fase de luna de miel. También presentan un grado alto de dependencia económica de su pareja. Esto explicaría la dificultad para separarse del agresor y la alta frecuencia con que regresan a él tras el abandono. Generalmente han experimentado maltrato en la infancia y presenciado violencia entre sus padres. Se culpan a sí mismas de la violencia recibida. Su nivel de participación comunitaria es bajo. El 50% presenta algún trastorno mental (14). La mayoría de los hijos de parejas que viven violencia conyugal, son testigos de estos actos. Ya sea por presencia física mientras ocurren, escuchándolas desde otra habitación, o siendo testigo de las consecuencias del maltrato. Y esto ocurre mientras los padres afirman que sus hijos no están al corriente de lo sucedido. Por sí mismo, el maltrato conyugal es maltrato infantil. Y en el 50% de los casos de violencia hacia los niños, existe maltrato conyugal. Los niños testigo u objeto de violencia, están más predispuestos a ser víctimas o victimarios en sus relaciones a futuro. En el contexto de violencia existe un componente transgeneracional en los circuitos de relaciones (22). De la queja a la co-construcciòn de un motivo de consulta operacional Al enfrentar una sospecha de violencia intrafamiliar, el entrevistador debe preguntar si la presunta víctima ha sufrido maltrato, de un modo neutral y despojándose de crítica. Los actos violentos pueden ser síntoma de abuso de alcohol y/o drogas, o bien de rasgos psicóticos o psicopáticos por parte del agresor. Existen conductas de la víctima que pueden orientar: • Aumento de consumo de drogas y/o alcohol • Baja autoestima • Aumento en las dolencias físicas y mentales (angustia, depresión, insomnio) 82 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA • Miedo, indefensión, culpa • Aislamiento De acuerdo a la evaluación que se haga en esta primera entrevista, se procederá a entregar atención psicológica a cargo de especialistas (psicoterapia individual, terapia grupal) y atención legal. Es muy importante que el facultativo no produzca una victimización secundaria. Esto ocurre cuando la víctima acude a una institución o profesional en busca de ayuda, y termina siendo víctima por segunda vez, debido a que se refuerzan sentimientos de culpa y responsabilidad por lo ocurrido. El entrevistador y receptor de la queja no puede legitimar las agresiones leves en ningún caso (3). Plantearemos a continuación la elaboración de una respuesta operacional para los distintos contextos, teniendo claro que la evaluación del caso a caso y la intervención del equipo de salud multidisciplinario (enfermera, médico, asistente social, matrona etc.), son fundamentales, y siempre necesarios para la toma de decisiones (15). Que la víctima decida recurrir a instituciones y organismos de apoyo mental, legal o social, dependerá en gran medida de la calidad de la relación que se establezca entre el operador de salud y el paciente (13). Escenarios contextualizados de la consulta • Minimización del abuso Muchas veces la víctima consulta en estado de crisis. Esto hace que la intervención tenga mayor impacto, debido a la vulnerabilidad del paciente. Se han planteado tres objetivos básicos para la primera entrevista o intervención: a.Reforzar los sentimientos de seguridad de la víctima b.Intentar que la paciente recobre su equilibrio emotivo c.Lograr que tome una decisión a corto plazo. Esta primera intervención debe ser un espacio de acogida y contención emocional para la víctima. Se escucha al paciente en su narrativa, se atiende con respeto y confidencialidad, buscando establecer un vínculo con ella, basado en la confianza, respeto y libertad, para que pueda abrir su mundo personal, expresar sus sentimientos y reflexionar acerca de sus problemas. En este momento de alianza terapeutica se co-construye el trabajo que nos llevarà al motivo de consulta que genere un cambio tipo 2, es decir, un cambio que traspase al sistema consultante (6,16). Hay que favorecer la toma de conciencia acerca de la violencia, y motivar a tomar decisiones para superar la situación de agresión dentro del espacio relacional donde se desenvuelve la consultante. Debe haber un espacio para informar, orientar, recoger antecedentes y evaluar el Riesgo, con el fin de derivar al servicio adecuado. 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 83 1. Contexto Pareja: En este escenario hay tres posibilidades de consulta (guiones): la víctima con o sin conciencia del abuso; la pareja en alguna de las etapas del ciclo de violencia (frecuentemente en la fase de luna de miel donde se pacta consultar); o bajo la coacción de terceros (tribunal, familiar directo, instituciones como iglesias, colegios, consejerías de sistemas informales, etc.) En esta consulta es importante poder determinar el grado de severidad de la situación. Es decir, determinar Riesgo Vital o posibilidad de secuela o lesión inminente. Hay múltiples indicadores que alertan acerca de que una mujer que vive violencia de parte de su pareja, se encuentra en riesgo de ser asesinada por éste o lesionada severamente con secuela grave, situación que calificamos como “riesgo vital”. Un grupo de esos indicadores son los que se relacionan con conductas específicas del agresor. Pero además hay que considerar que ciertas respuestas de las mujeres ante la violencia, también aumentan su exposición a este nivel de riesgo como el aislamiento grave de la mujer, por la carencia o poca efectividad de sus redes de apoyo. Consideraremos como Riesgo Vital la presencia de uno o más de las manifestaciones de violencia psicológica, física y sexual señaladas en el siguiente cuadro: Cuadro 1 Conductas del agresor que se convierten en Riesgo Vital para la Victima. Tipo violencia Manifestaciones conductuales Uso de arma de fuego o arma blanca en contra de la víctima. Violencia física Intento de estrangulamiento. Quemaduras que requieren atención en salud. Pateaduras o golpes con lesiones que requieren atención en salud. Amenazas de matar o lastimar a hijos u otros cercanos ya sea utilizando o no armas de fuego o blanca. Amenazas de matar o lastimar a la víctima ya sea utilizando o no armas de fuego o blanca. Violencia psicológica Celos violentos y/o constantes. Agresor controla la mayoría o todas las actividades diarias de la mujer, incluso el contacto con familiares. Manipulación, exponiendo a niñas y niños a daños. Encierro. Violencia sexual Obligación de tener relaciones sexuales con la víctima bajo amenaza o fuerza. Obligación de tener contacto sexual de manera humillante. La presencia de una sola de estas manifestaciones, son una señal, una alerta, que debe poner en movimiento el engranaje del Estado para proteger a la mujer en riesgo vital. Hay otros indicadores que aumentan aún más el riesgo vital de la mujer, como es el aumento de la severidad y frecuencia de la pauta interaccional violenta. Existe un incremento de la frecuencia de la violencia: Si la frecuencia de estas manifestaciones es diaria o hasta un mes entre episodios, puede considerarse mayor la situación de riesgo vital de la mujer. El concepto operacional de Hospitalización de la víctima en estos casos de presencia de Riesgo Vital, nos permite contar con más tiempo para desarrollar un abordaje estrategico más planificado. Es fundamental, si no se determina Riesgo Vital pero sí circuitos violentos de interacción, lograr una alianza con el sistema consultante y principalmente un clima one down, de escucha, sobre todo si asiste el agresor a la consulta. Se puede referir a los centros de atención terciaria, que en su mayoría cuentan con unidades de familia que intervienen a nivel de pareja y de psiquiatria general. Si se sospecha problemas específicos de Salud Mental (uso de sustancias, alcohol, otros trastornos psiquiátricos), la interconsulta a Psiquiatría es prioritaria y simultánea con la derivación de la pareja. En caso de existir estresores psicosociales severos (cesantía, falta de alimentación, enfermedad severa de un miembro de la familia, etc.), la evaluación social es perentoria para el diagnóstico de la situación (visita domiciliaria o estudio social que reporta mucha información objetiva y pesquisa a otros en riesgo). En muchos casos de deserción de los consultantes, es a través del servicio social donde se puede seguir la pista y rescatar estos casos de la comunidad. Existiendo Riesgo Vital, proponemos la Hospitalización, lo que permite ganar tiempo para echar andar un aparato de mayor envergadura, como puede ser la vía judicial y la alianza con terceros. La causa de hospitalización no ne- 84 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 ,57 - 86 PANEL ATENCIÓN PRIMARIA: VIOLENCIA cesariamente debe expresarse como tal ante los usuarios en esta situación extrema, ya que puede ser rechazada en primeras instancias, así que proponer condiciones comórbidas como el estrés, la depresión o el síndrome ansioso puede ayudar para este objetivo. Si se ocupa este recurso siempre debe comunicarse el real motivo de hospitalización al equipo tratante (8). (Figura 3) 2. Otros contextos: En caso que el maltrato se de a un tercero en el grupo de convivencia que no es la pareja, es necesario hacer la misma evaluación del Riesgo Vital o de una lesión inminente. Por lo que lo anteriormente dicho es válido también para estos casos. Se puede considerar aquí la comparecencia de terceros que pueden aliviar la tensión y que puedan garantizar condiciones mínimas de seguridad al que sufre la violencia, lo que permite esperar la derivación a unidades de familia. Igualmente la derivación a Psiquiatría y servicio social debe ser realizada simultáneamente si amerita (12). Conclusiones En resumen, proponemos esquematizar la elaboración de una pauta de acción que permita efectivamente cortar la pauta interaccional previa del sistema consultante, en un escenario donde los manuales muchas veces carecen de la mirada más operacional para el terapeuta que asiste a un caso de violencia conyugal en relación al Riesgo Vital y la etapa del ciclo de violencia (contexto) . Considerando no sólo a la pareja sino a toda la familia con la indicación de hospitalización, ya que afectamos el equilibrio rígido del sistema, en el cual se encuentran todos implicados y son todos responsables. Por tanto, el objetivo terapéutico central consiste en poner en evidencia las secuencias comunicacionales repetitivas y las retroalimentaciones positivas que conducen a actos violentos en respuesta a ciertos mensajes. No existe en la literatura médica nacional una norma operativa que permita en este tipo de casos solucionar la urgencia de este tipo de demanda de atención. Figura 3 Conductas del agresor que se convierten en Riesgo Vital para la Victima. Violencia conyugal Víctima Pareja luna de miel Pareja y terceros. Riesgo vital Riesgo vital Riesgo vital Derivación a centro 57 - 86, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL Hospitalización 85 Mediación de terceros Proponemos en la figura nº 3 un algoritmo, ocupando el concepto operacional de riesgo vital en los tres contextos o escenarios: víctima en consulta individual, sistema pareja que decide consultar en fase de luna de miel y sistema pareja que acude en compañía o por la acción de terceros. La queja se contextualiza en un motivo de consulta basado en VIF (violencia intrafamiliar). No existiendo riesgo vital se puede derivar a un Centro Secun- dario de Atención o a la mediación de terceros, pero la hospitalización es una instancia en todos estos niveles, una medida necesaria y factible que no se contempla en los sistemas sanitarios de atención actuales. Este simple cambio de mirada podría tener impacto en la mortalidad de esta condición. Por lo que se requiere desarrollar más investigaciones en nuestro contexto nacional. Bibliografia 1. Bornhauser, Niklas (2009). “Preguntas en Torno a la Violencia”. “Octavo Congreso Chileno de Salud Mental y Psiquiatría: La Salud Mental un Desafío Urgente”. Santiago de Chile, 8, 9 y 10 de Enero. Ponencia en Panel “Atención Primaria. Violencia” 2. Carroll, Joseph. (2006). The Intergenerational transmission of Family Violence the long-term effects of aggresive behavior. Agresssive Behavior, 3 (3) pp. 289-299. 3. Coddou, Solange (2000). Violencia Intrafamiliar. Buenos Aires: Apsique. 4. Dell, Paul. (1989). 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Análisis Administrativo a partir de la Cartera de Servicios Carlos Cruz1, Eglantina Pozo2 Resumen Introducción A propósito de la solicitud de Autorización Sanitaria para el Servicio de Urgencias del Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak”, se describen los pasos realizados en el proceso y algunos de los resultados, proponiendo la puesta en marcha de innovaciones necesarias para un mejor servicio a los pacientes. La implementación del Centro de Responsabilidad (CDR) del Servicio de Urgencias se basa en el Plan Estratégico diseñado al interior del Instituto y actualmente en vigencia (14) y considerando el Plan de Actividades estipulado para ser desarrollado durante el año 2007 (15). Palabras claves: Administración en Salud. Urgencias psiquiátricas Implementing a Center of Responsability at the Emergency Service: Habeas Corpus? Comparative Analysis Based of Services Chart Summary: Under the requirements of Sanitary Approval from the Health authorities, the Emergency Service of a Psychiatric Hospital implemented a task force to review technical as well as legal procedures used and updated them. Some suggestions to improve quality of care are recommended. Key words: Health management. Psychiatric emergencies Dentro del Plan Estratégico, el cual se encuentra dividido por Ejes de Desarrollo se consideraron los siguientes: Gestión clínica, gestión en red, satisfacción usuaria y docencia, investigación y extensión. En el Plan de Actividades se propone como objetivos específicos evaluar el funcionamiento del Servicio clínico de Urgencias psiquiátricas para el mejoramiento de la eficiencia, eficacia y calidad de la atención (punto 3, página 10). Considerando estos objetivos se definió la tarea de realizar un Diagnóstico y Propuesta de Mejoramiento. Metodología Se diseño en Marzo de 2008, un Plan de trabajo consensuado con miembros de los distintos estamentos del Servicio de Urgencias, con objetivos específicos, actividades para conseguirlos, responsables y plazos para entregar sus documentos, que variaban entre Abril y Diciembre del mismo año (7). 1. Médico psiquiatra, Servicio de Urgencias, Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak”. Profesor Asociado Universidad Adolfo Ibáñez. Profesor Adjunto Universidad Andrés Bello 2. Enfermera Universitaria. Enfermera Jefe Servicio de Urgencias, Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak” 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 87 Posteriormente se incluyó en este Plan el cumplimiento de la Autorización Sanitaria solicitado por la Dirección del establecimiento. Esta metodología significaba en la práctica sostener reuniones periódicas con el equipo y actividades de coordinación con otros servicios, discusión de versiones preliminares para alcanzar una versión final del trabajo realizado y presentarlo a la autoridad para que el documento fuera sancionado por ésta. El autor principal actuaría en un rol de asesor del proyecto para apoyar y resolver dudas y redactar el informe final. Durante el transcurso del año y debido a causas de diverso origen, el trabajo fue realizado por los autores fundamentalmente, con el apoyo del equipo profesional de la Oficina de Planificación y Estudios y el jefe del Servicio de Urgencias, Dr. Darío Céspedes. Resultados Hemos decidido presentar los resultados y los análisis de los mismos usando la Cartera de Servicios, en cuya elaboración participaron las personas antes mencionadas. (Anexo Nº 1) Justificamos esta decisión basados en que ella aúna los objetivos del Plan de trabajo formulado y los requisitos de la Autorización Sanitaria. A partir de esta Cartera haremos las propuestas de mejoramiento correspondientes. Este documento se divide en dos secciones principales, a saber, la atención ambulatoria o abierta y la atención cerrada u hospitalización. En la atención ambulatoria se hace primeramente la caracterización del paciente, que ha sido detallada por patologías o trastornos, basándose en el estudio del tipo de usuario atendido en este Servicio. (Carlos Cruz et als., documento no publicado). En éste se describen las características demográficas y clínicas de una muestra aleatoria de pacientes atendidos durante un año. Al analizar la distribución de las consultas según la clasificación CIE-10, se observa que las cuatro categorías más prevalentes (abuso de sustancias y alcohol, trastornos esquizoides, trastornos afectivos y trastornos neuróticos) muestran diferencias porcentuales pequeñas entre ellas y congregan el 73,9% del total de consultas, distribuyéndose el otro 26,1%, en las 6 categorías restantes. La categoría diagnóstica más prevalente fue la de trastornos asociados al consumo de alcohol y drogas con un 19,7 % del total. (Tabla 1) Todas las categorías diagnósticas CIE-10 utilizadas presentan asociaciones significativas relacionadas con el género de los consultantes (p<0,0001) excepto la categoría “Patología Médica y Otros”. La asociación más significativa para el sexo masculino es con el abuso de sustancias y alcohol (76%). Las conductas autoagresivas (74%), trastornos de personalidad (71%) y trastornos afectivos (74%) son más frecuentes en pacientes de sexo femenino. (Figura 1) Estos datos concuerdan con los estudios que muestran un aumento relativo en la prevalencia de los trastornos afectivos y el consumo de alcohol y drogas en hospitales generales (8,27). Sin embargo, cabe decir que hemos encontrado pocos estudios referidos a la prevalencia de trastornos en Urgencias psiquiátricas especializadas. Mencionaremos el de González-Juárez en España (12), que observó frecuencias de psicosis, trastornos afectivos y neuróticos similares a los nuestros, pero con un porcentaje menor de abuso de sustancias (9,7%). Por otra parte, debemos considerar el aumento sostenido de los trastornos por abuso de sustancias psicoactivas, con predominio del alcohol (16), generalmente asociado a comorbilidad tales como ansiedad y distimia, y a conductas tanto auto como heteroagresivas, como también la predominancia de los trastornos afectivos observado en éste y otros estudios. La caracterización demográfica de esta población mostró que de todas las consultas de urgencia estudiadas, 51,3% eran solicitadas por pacientes de sexo femenino. La distribución por edad muestra un 51,6% de consultas en pacientes entre 26 y 45 años. La media fue de 39 años. 88 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS Tabla 1 Distribución del total de las consultas según el diagnóstico CIE-10. DIAGNOSTICO CIE-10 Número Patología Médica / Otros (*) 134 6,7 Trastornos Orgánicos Cerebrales 70 3,5 Abuso de Sustancias y Alcohol 394 19,7 Trastornos Esquizoides 381 19,1 Trastornos Afectivos 367 18,4 Trastornos Neuróticos / Adaptativos 334 16,7 Trastornos de Personalidad 171 8,6 Retardo Mental 51 2,6 Conductas Autoagresivas 97 4,9 1999 100 Total Porcentaje (%) Figura 1 Distribución de sexo según categoría diagnóstica, expresado en términos porcentuales. Femenino Conductas autoagresivas 74% Retardo mental 26% 33% 67% Trastornos de personalidad 71% Trastornos Neuróticos / Adaptativos 29% 62% Trastornos Afectivos 38% 74% Trastornos Ezquizoides 26% 40% Abuso de Sustancias y Alcohol 60% 24% Trastornos Orgánicos Cerebrales 76% 30% 70% Patología Médica / Otros 51% 0 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL Masculino 20 89 49% 40 60 80 100 Figura 2 Ficha de Atención Ambulatoria sugerida. Datos demográficos (ya en uso y completos) Diagnóstico Psiquiátrico según CIE-10 1. Trastornos orgánico cerebrales 2. Trastornos. relacionados con el uso de sustancias y alcohol, 3. Esquizofrenia y otros trastornos, 4. Trastornos del ánimo, 5. Trastornos neuróticos 6. Autolesiones intencionales. Motivo de consulta: Motivo de consulta: Elaborar lista prefijada Elaborar lista prefijada Diagnóstico Médico según CIE-10 I Enf. Infecciosas y parasitarias II Neoplasias III Enf hematológicas IV Enf. Endocrinas, nutricionales y metabólicas VI Enf. Del Sistema nervioso VII Enf del ojo y anexos Etc. ------------------Descripción diagnóstico específico: ____________ Intervención terapéutica (Ya disponible) Descripción indicaciones farmacológicas (Ya disponible Clasificación de riesgo C1. Intento suicidio o víctima de violencia com compromiso vital C2. Intento suicidio grave o víctima violencia sin compromiso vital Gesto suicida recurrente Estupor o agitación moderada a severa Síndrome de privación moderado a grave C3. Crisis de angustia o pânico Intoxicación alcohólica o síndrome de privación leve a moderado C4. Gesto suicida, crisis de angustia leve o moderada C5. Sospecha abuso fármacos. Licencia. Petición fármacos. Síntomas físicos Derivación: Control en Urgencia CAE Consultorio APS Consultorio Psiquiátrico Otro Hospital Hospitalización: Efectuada Rechazada por falta de vacantes Rechazada por paciente y/o familiares Razón para ingreso: 1.Representa peligro para sí mismo 2.Representa peligro para otros 3.Incapacidad de cuidarse por sí mismo 4.Problemas de Adicción 5.Síntomas psiquiátricos específicos 6.Judicial Consentimiento informado: En la atención, el Dr. ................................................ me ha informado acerca de mi enfermedad y el tratamiento propuesto es ................................................ Me ha informado los riesgos a que me someto con el uso de los fármacos, así como los beneficios que voy a obtener, y me ha explicado las consecuencias de no recibirlo. He realizado las preguntas que consideré oportunas, y el médico me ha dado respuestas aceptables y claras. Por lo tanto doy mi consentimiento para el tratamiento Firma paciente o tutor: ................................................... Firma médico ................................................... 90 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS La distribución de la población consultante según estado civil, muestra que el mayor porcentaje (48%) corresponde a personas solteras, 10,1% convive, 27,6% esta casado y el 9,6% se encuentra separado. Si transitoriamente nos trasladamos en la Cartera de Servicios al Área de Atención Clínica, podemos ver que la hoja de atención permite registrar el Diagnóstico según la clasificación CIE-10 y otras patologías médicas, como asimismo las intervenciones terapéuticas y las indicaciones farmacológicas. Estas últimas dos acciones especialmente, deben ser explicadas al paciente y deberá solicitársele su permiso o consentimiento informado para realizarlas, cuyo formato se presenta en la hoja de atención. El 76,7% de las atenciones fueron realizadas en horario diurno (8:00 – 19:59 hrs.) El 99,2% de los consultantes proviene de la Región Metropolitana y al distribuirlos por áreas de Salud se aprecia que el 55,3% es Norte, 18% de Central, 14% de Occidente y 5% de Oriente. Como corolario administrativo, podemos definir un indicador de proceso para esta etapa: el porcentaje de hojas de atención que son llenadas completamente, que nos permitirá hacer un seguimiento de la calidad de la atención. La distribución según previsión muestra una concentración de pacientes beneficiarios de FONASA tipo A y B, tarjeta de gratuidad y pensión asistencial (81,6%). Sólo el 2,9% de las consultas corresponden al sector privado. Finalmente, si el médico considera necesaria la hospitalización podrá dejar consignado en este documento la razón para su ingreso y si se efectuó éste. En cuanto a la ocupación de la población estudiada, se observa que el 48,3% de éstos señala estar cesante al momento de consultar. El 60,2% dice tener estudios de enseñanza media, técnica o superior completa. Es muy importante destacar que esta información fue obtenida de las hojas de atenciones que son completadas inicialmente por la persona encargada de recaudación y posteriormente por el psiquiatra. Debido a que el detalle sindromático dificulta el análisis de los datos para mejorar la gestión, es que hemos sugerido la modificación de esta hoja. (Figura 2). El uso de ésta tendría varias utilidades. Por una parte, permite seguir recolectando los datos demográficos, entre los cuales figura el tipo de previsión, que permitiría aumentar los ingresos por pago de atenciones a privados directamente al CDR. Al elaborar motivos de consulta podremos catalogar a los pacientes según su clasificación de riesgo, lo que nos permite precisar cuáles atenciones corresponderían ser atendidas en este Servicio y la fuente de derivación nos da acceso a saber si hay dificultades en otros dispositivos de la Red de atención. Ya hemos planteado que la procedencia geográfica de los pacientes es una preocupación de las autoridades de salud (13). 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 91 Si penetramos más en la descripción de servicios del Área de Atención Clínica, nos encontramos que ha sido necesario normar y protocolizar cada una de las acciones que allí se realizan, tales como procedimientos de toma de exámenes, examen clínico de los pacientes, administración oral o parenteral de drogas, vigilancia de efectos adversos, etc., que son indispensables para la obtención de la Autorización Sanitaria y que deberán ser validados por las autoridades del establecimiento. Un segundo indicador de proceso puede ser escoger entre los procedimientos, alguno que sea útil para monitorear las acciones que comúnmente se realizan en las atenciones ambulatorias, por ejemplo, modo de administración de fármacos parenterales. Una mención esencial al presente análisis es que el eje central de la mejoría en la gestión es que esté centrada en el usuario o paciente. Para conocer la percepción de los usuarios se usó un cuestionario modificado diseñado para un estudio de pacientes psiquiátricos ambulatorios que asistían a un Centro Médico (24,7). Las percepciones de los pacientes-usuarios fueron medidas con una escala discreta de categorías, con la cual se evaluó la atención que recibieron por parte del personal administrativo, paramédico y psiquiatras del Servicio. Se consideraron sólo las notas 6 y 7 como valoración favorable de las afirmaciones planteadas, como en el estudio previo. El muestreo utilizado fue por conveniencia y los cuestionarios fueron aplicados por estudiantes de Psicología en un período de 3 meses, obteniendo una muestra total de 79 pacientes. Se intentó cubrir la mayor variedad de horarios posibles de atención incluidos fines de semana. Para el análisis se utilizó las frecuencias de las respuestas, análisis factorial y ANOVA cuando correspondía (Carlos Cruz, estudio no publicado). Entre los resultados, se determinó que el 87,3 % de ellos ha solicitado apoyo de tipo psiquiátrico, y el 78,5% lo ha hecho en el Instituto, sin precisar si fue en el Servicio de Urgencias. En cuanto a al razón para solicitar la atención, el 34% lo hizo por necesitar fármacos, el 21,5% para solicitar apoyo psicológico, el 19% tenía control con psiquiatra y el 17% presentó una agravación de sus síntomas. Si se agrupan los tres últimos motivos, observamos que el 58,2% de los pacientes esta solicitando un apoyo médico real. En la evaluación del trato o empatía demostrada por el personal médico los rangos porcentuales de opinión favorable variaron entre el 51,5% para la afirmación “Las personas que me atendieron lograron que viera mi problema desde otro punto de vista” y el 82,3% para la afirmación “en el Servicio de Urgencias logré ser atendido cuando lo necesitaba y de acuerdo a mis posibilidades”. En las evaluaciones específicas acerca de la atención psiquiátrica propiamente tal, los porcentajes de satisfacción variaron entre un 54,4% para la afirmación “la capacidad del médico para mostrarle su problema y las alternativas de solución” y un 64,6% para la afirmación “la confianza y seguridad profesional que le inspiró el profesional”. En el caso del Centro Universitario privado los valores oscilaron entre un 86,3 y un 93,1%. Cuando el paciente evalúa el proceso para alcanzar su “estado deseado”, se decir, “sentirse mejor como perso- na”, nuestros resultados muestran que el apoyo empático sigue siendo muy destacado como fundamento de la satisfacción del usuario. En estas afirmaciones, los profesionales del Servicio de Urgencias son evaluados con rangos porcentuales sólo razonablemente aceptables, lo que nos invita a reflexionar sobre las causas de este resultado. Por una parte, podemos mencionar nuestra experiencia en ese Servicio, cuyas condiciones físicas y de protección al personal están bajo el rango de aceptabilidad razonable. Por otra, E. Escobar ha mencionado la necesidad de seleccionar a los profesionales de acuerdo al perfil que requiere un Servicio de estas características: atracción por este tipo de atención, capacidad para soportar emociones y conductas desbordadas sin paralogizarse, talento para proceder en Intervención de crisis, etc. (10) Es posible que las razones aducidas aparezcan retratadas en las cifras de satisfacción que muestran los usuarios en cuanto a la atención psiquiátrica propiamente tal. Es importante considerar que en el análisis entran otros factores en juego, aparte de las características de la atención médica, como la insuficiente capacidad resolutiva de otros dispositivos de salud en lo psicológico y farmacológica que implica una sobrecarga para el equipo, pero también tiempos de espera prolongados para los pacientes que transitan por la red de atención. Regresemos ahora a la Cartera de Servicios: en la sección sobre los Servicios Incluidos en relación al Área Confort Pacientes y Familiares. Si bien no fue una tarea incluida en el Plan de trabajo, ésta era una exigencia de la Autorización sanitaria y fue vista por nosotros como una oportunidad de definir estándares básicos de infraestructura, en relación al acceso al Servicio, las condiciones en las cuales los pacientes esperan, la rapidez de la atención y el trato que otorga el personal paramédico. En la evaluación de la satisfacción usuaria ya mencionada arriba, la infraestructura como un todo es calificada como satisfactoria sólo por el 45,6% de los usuarios versus el 95,2% de los pacientes que acudían al Centro de Salud privado. Al especificar las áreas de esta infraestructura, 50,6% de los encuestados consideran que las salas de espera son adecuadas; la privacidad de las consultas donde 92 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS el usuario es atendido es considerada satisfactoria en el 58,3%. Estas arenas específicas tienen un 90% de satisfacción en el Centro privado, que cuenta con una infraestructura moderna. Coincidentemente, las autoridades de salud adquirieron el compromiso de remodelar la atención ambulatoria de las Urgencias del país y eso nos ha significado proponer, en conjunto con el arquitecto, un diseño de una sala más moderna y acogedora, agradable, tanto para el público como para el personal que allí trabaja. Siguiendo el análisis de la encuesta, en las áreas de evaluación del personal de apoyo a la atención clínica, el 50,9% de la muestra considera que hay rapidez en el tiempo de espera para ser atendido. En cuanto a la disposición y amabilidad del personal, el 69,5% la encuentra satisfactoria y al 65,9% le parece adecuada su capacidad para responder sus dudas. Tenemos nuevamente la posibilidad de definir indicadores basados en el aumento de la satisfacción de los pacientes, tales como amabilidad en el trato, respuesta a dudas de los pacientes, etc. Carbonell et als., usando una metodología de grupo focal también observa que los pacientes valoran el trato amable y el confort del lugar (4) Además, resalta que el criterio de calidad de la atención crítico para estos pacientes es el tiempo de espera. En nuestro estudio, sólo la mitad de los pacientes refiere conformidad con esta afirmación, de modo que puede también pudiera considerarse éste un parámetro de medición de proceso. No obstante, en este punto de tenerse presente que los valores más altos de satisfacción se encuentran en la afirmación “en el Servicio de Urgencias logré ser atendido cuando lo necesitaba y de acuerdo a mis posibilidades”, que sugieren una apreciación más global de la atención. En el trabajo recién mencionado, realizado con pacientes que acudían a una Urgencia Médica General, se destaca el mismo fenómeno en comparación con el acudir al Centro de Salud correspondiente: “se asumía una mayor profesionalidad, rapidez y accesibilidad a todos los medios técnicos, y una mayor fiabilidad en las actuaciones realizadas en el Hospital”. 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 93 Si revisamos el servicio ofrecido a los pacientes de que “en caso de derivación a otros Centros de Salud, sean privados o públicos, (El personal del Servicio) efectuará las coordinaciones necesarias para asegurar al paciente y sus familiares la entrega del servicio prescrito (Hospitalización, Control Médico), constatamos que existían una serie de procedimientos normados, pero no escritos u otros inexistentes por considerarse obvios, como por ejemplo la derivación de pacientes para la toma de exámenes o de atenciones de urgencia al hospital San José. Más crítica es la derivación de pacientes GES con depresión grave que requieren hospitalización y que no disponemos de vacantes en ese momento. De manera que, la implementación en Chile de las Garantías Explícitas en Salud (GES) en Psiquiatría (esquizofrenia, depresión, alcohol y drogas) obliga a conocer sus indicaciones y reglamentación para trabajar de acuerdo a ellas (21, 22, 23, 26). Un problema adicional que deriva de la situación anterior tiene que ver con el traslado de usuarios en ambulancia, que al ser analizado en detalle, descubrimos que los pacientes hospitalizados en Sectores del Instituto no pagan por ello (de manera virtual) y que es mínimo el cobro de traslado de privados. Llegados a este punto, es importante mencionar que se ha planteado la necesidad de estudiar exhaustivamente las expectativas de los pacientes, no en términos de cómo negociar un tratamiento efectivo y basado en la evidencia, sino teniendo en cuenta lo que el paciente desea y su impacto en la calidad de vida (25). Por otra parte, McDonald et als han planteado también que a los médicos les cuesta seguir las normas escritas y tienden a adherir a las implícitas derivadas de miembros de su profesión, lo cual constituye un desafío al estudio y comprensión de éstas últimas para intentar legitimar los procedimientos que tiene evidencia científica o valor administrativo indiscutible (20). Al volver a la Cartera de Servicios, veamos el Área Calidad de la Atención: allí observamos que cada cargo debía ser definido de acuerdo a un determinado perfil de compe- tencias y verificar la capacitación que cada persona tenía. De aquí surgieron algunas novedades, como la necesidad de capacitación en Soporte Vital Básico que cada uno de nosotros deberá tener, así como en el uso de un desfibrilador portátil. Así, se presenta la oportunidad de introducir en el Servicio innovaciones, teniendo en mente el nuevo perfil epidemiológico de la población atendida en él, que debiera ir acompañado de la revisión, no sólo de los procedimientos, sino de una actualización de un arsenal farmacológico para este tipo de pacientes. Ya disponemos de criterios internacionales para nuestras intervenciones (1, 2, 6). En éstas se enfatiza la necesidad de enfrentar adecuadamente las alteraciones conductuales, en especial la agresión y el uso juicioso de fármacos para su control, teniendo presente ante todo la seguridad del paciente (3). La evolución del tipo de consultantes y su diagnóstico indica la reorientación que debiera tener el servicio en términos de las prestaciones que ofrecerá, en especial en lo referente al abuso de alcohol y drogas, las autoagresiones y las descompensaciones emocionales. Intervenciones previas realizadas por C. Martínez y su equipo tanto en hospital general como en este Servicio de Urgencias, han demostrado resultados muy esperanzadores para los terapeutas y para los pacientes (17, 18, 19). Una vez establecidos y conocidos los procedimientos deberán ser regularmente revisados. Podemos sugerir que se requerirá una capacitación en las áreas administrativas para todo el personal del Servicio y que se actualice periódicamente. Ya R. Céspedes mostraba la necesidad de hacerlo (5). Sin desmerecer lo anterior, nos parece clave como sostén que facilita el proceso de mejorar la calidad, el desarrollo de la docencia y la investigación. Considerando que el Servicio de Urgencias del Instituto Psiquiátrico es el principal centro formador de esta subespecialidad para los residentes de psiquiatría y que esta rotación clínica es realizada habitualmente durante el segundo o tercer año y tiene una duración de tres meses, se sugiere precisar las características que deberá tener para proporcionar mayor calidad a nuestras acciones: Descripción: Asignatura clínica de tres meses de duración, con contenidos teóricos y énfasis en la práctica clínica con emergencias y urgencias psiquiátricas, con énfasis en el manejo de las relaciones interpersonales, tratamiento farmacológico, estabilización y derivación de los pacientes con trastornos agudos. Sus objetivos son: 1. Reconocer y priorizar los objetivos de una atención de urgencia. 2. Saber realizar una entrevista de urgencia. 3. Saber definir situaciones para manejo directo o para derivar en situaciones de urgencia. 4. Planificar intervenciones directas de urgencias. 5. Conocer elementos legales para enfrentar urgencias comunes 6. Conocer elementos básicos y específicos de la teoría de intervención en crisis. 7. Conocer indicadores de riesgo para daño a terceros o a si mismo. 8. Tener destrezas de manejo de pacientes agresivos. 9. Conocer factores de riesgo para suicidio, y saber aplicarlos en situaciones individuales. 10.Tener destrezas de manejo psicofarmacológico de urgencias Metodología: El becado o residente deberá estar a cargo de pacientes hospitalizados, cuyo número será fijado por el médico a cargo de esa área. Sus funciones serán realizar evaluaciones diarias de los pacientes a su cargo, evolucionando los cambios apreciados en el paciente y dando las indicaciones terapéuticas pertinentes. Participará en la visita de sala y presentará sus pacientes. Deberá contactar y entrevistar a los familiares en caso de ser necesario y explicar las condiciones del paciente a éstos. Deberá incorporarse a dos turnos de día (9:00 a 17:00 horas), siendo el jefe de turno el responsable de velar por el 94 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS cumplimiento del horario y las actividades de los residentes. Durante el turno se espera que atiendan pacientes bajo la supervisión directa de los psiquiatras. El becado deberá presentar en las reuniones clínicas del Instituto a lo menos un caso, que puede corresponder a un paciente ambulatorio u hospitalizado. Tendrá un seminario clínico semanal, cuya preparación se basará en análisis de un trabajo científico reciente que será revisado por un docente del Servicio. Además los médicos de turno podrán solicitarle lecturas adicionales cuando lo estimen conveniente. Realizará una revisión escrita de un tema que sea de interés para el Servicio y que cumpla con normas de publicación de una revista científica. Sistema de evaluación: Revisión escrita (20%) y nota de concepto (80%). Los docentes a cargo de la rotación deberán informar si se cometieran graves fallas en el cumplimiento de los requisitos de asistencia, trato a los enfermos, convivencia con el equipo médico, faltas éticas, etc. La sanción a aplicar será decidida en conjunto con el Comité académico del Instituto. Deberá haber un docente responsable al interior del Servicio. Investigación aplicada En cuanto a la investigación aplicada en urgencia, hay acuerdo en considerar que es un campo difícil, ya que existen condiciones poco apropiadas, como son la presión asistencial, el clima emocional, la dificultad de mantener esquemas terapéuticos constantes, la necesidad de derivar rápido a los pacientes, etc. Sin perjuicio de lo afirmado y considerando que en el plano teórico las posibilidades de investigación son iguales que en otra parte, en el plano práctico, existen áreas que sin duda son más accesibles al análisis, como por ejemplo, las relacionadas con la epidemiología, la investigación de la agresividad mórbida, el estudio de patología infrecuente, la docencia de emergencias, el uso de fármacos y sus efectos adversos, etc. 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 95 En nuestro medio, disponiendo de pocas facilidades, la investigación se ha orientado preferentemente a desarrollar concepto básicos, estudiar el uso del servicio y profundizar en algunas patologías y su presentación de urgencia. Sus objetivos serán: • Desarrollo de líneas de investigación basadas en problemas frecuentes de urgencia. • Adquirir destreza en métodos de recolección y análisis de datos clínicos o epidemiológicos. • Incentivar la presentación de hallazgos al interior del Instituto y en Congresos. • Facilitar apoyo para la publicación de los resultados. Metodología De acuerdo a los problemas más frecuentes detectados en la atención ambulatoria y de hospitalización se definirán áreas críticas a revisar y plantear posibles investigaciones que aborden el problema y permitan disponer de sugerencias para enfrentarlos. Deberán buscarse incentivos para que el personal del Servicio participe en estas actividades, tales como financiamiento para asistencia a Congresos, colocación de notas de mérito y otras. Responsable de investigación: será designado por el médico jefe de Urgencias (10). En la siguiente sección del al cartera de Servicios se menciona la hospitalización. Hemos llamado de manera intenciona a ésta como una atención psiquiátrica breve, para diferenciarla de la Corta estadía que se observa en el resto de los sectores de agudos del Instituto. Ya previamente se había incluso hablado de una Unidad de Cuidado Psiquiátrico Permanente al interior de la estadía breve (9). La primera dificultad con la que nos encontramos fue el número de rechazos a la hospitalización. Se inició la cuantificación de rechazos de hospitalización por falta de vacantes. Este proceso comienza con la indicación de hospitalización por parte del médico y la constatación de la no disponibilidad de vacantes. Se consigna este hecho en la hoja de atención y queda registrado en el sistema Terraplén. De enero a septiembre de 2008 se cuentan 145 rechazos, lo que corresponde al 10% de las hospitalizaciones, datos entregados por la Unidad de Gestión del establecimiento. Por otra parte, las cifras obtenidas directamente desde las hojas de atención del Servicio muestran un rechazo de 163 pacientes entre los meses de agosto y octubre del presente año, mostrando que al parecer hay un subregistro de tales eventos. El análisis de la gestión se realizó según el esquema de insumos, procesos y resultados. Desde esta perspectiva, la hospitalización en el Servicio de Urgencias es requerida por: 1. Médico de turno del Propio Servicio o del CAE 2. Interconsulta médica desde otro Servicio de Salud de la Región Metropolitana, 3. Interconsulta médica desde Servicio de Salud de otras regiones del país, 4. Internación administrativa proveniente de la SEREMI 5. Internación indicada por juez 6. Solicitud de familiares por condición social del paciente 7. Otras (hogares protegidos, etc.) La intervención en esta área puede dirigirse abordando cada item: 1.a) Definición de criterios de hospitalización breve intra mural explícitos y criterios de exclusión. 1.b) Definición de criterios de hospitalización domiciliaria 1.c) Indicación de uso de camillas de observación. 2. Definición de procedimiento estándar para la derivación, que considere interconsulta detallada con especificación de motivo de hospitalización y llamada telefónica al Servicio previo al envío del paciente. 3. Similar al Item anterior. 4. Establecer criterios conjuntos de derivación con SEREMI (similares a los usados por el propio Servicio). 5. Coordinación con sistema judicial y la Unidad Forense del Instituto para manejo expedito de estos pacientes (procedimiento estándar de evaluación, disponibilidad de horas en la Unidad Forense, etc.) 6. Se deberá diferenciar entre la condición psiquiátrica y social del paciente, así como la condición de la familia para tolerar la crisis actual. 7. Deberá manejarse caso a caso. En el análisis de los procesos es muy importante que: 1. Se disponga de un buen sistema de registro de los rechazos desde el registro del médico hasta el ingreso y acceso a los datos digitalizados. 2. Uso de buenas prácticas clínicas basadas en evidencia para el manejo de los pacientes. 3. Auditar regularmente las fichas para cumplimiento de sus aspectos formales y de procedimientos 4. Definición adecuada de condición de egreso, considerando los aspectos clínicos y sociales 5. Favorecer el alta precoz y domiciliaria a aquellos pacientes que puedan permanecer en control ambulatorio 6. Registro veraz de la condición clínica de los pacientes judicializados y solicitud a las autoridades de las acciones específicas ordenadas. Establecer relaciones funcionales con el sistema judicial. En el ámbito de los resultados se aprecia la necesidad de: 1. Establecer criterios comunes de manejo clínico con los sectores del establecimiento para el flujo continuo de pacientes 2. Entrega precisa y fidedigna de la disposición de vacantes de Sectores. 3. Definición de políticas institucionales referente a la duración de hospitalización de pacientes en Sectores de Corta Estadía. 4. Establecer Unidades especializadas de manejo de pacientes de Mediana estadía. 5. Desarrollar un sistema expedito de altas de pacientes con problemas sociales. 6. Promover y apoyar el desarrollo de otros Servicios de Psiquiatría de la Región Metropolitana que permitan una rápida derivación. 96 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS Las anteriores consideraciones deberán distinguirse de los criterios de exclusión de la hospitalización, que se encuentran escritas en las Normas de hospitalización desarrolladas por nosotros y que son las siguientes: 1. Paciente con compromiso somático moderado a grave: caquéctico, febril, con compromiso de conciencia. 2. Antecedentes de agresión física o accidentes recientes con signos físicos evidentes. 3. Con compromiso neurológico de urgencia, por ejemplo, AVE. 4. Grandes escarados con riesgo de complicación médica de importancia. 5. Intoxicación por drogas de abuso. 6. Con efectos adversos severos derivados del uso de psicofármacos, por ejemplo, síndrome neuroléptico maligno, intoxicación por litio. 7. Paciente con dolor agudo intenso cuyo origen es desconocido. Adicionalmente, la hospitalización implica un registro adecuado de lo ocurrido con el paciente, generalmente escrito en la historia clínica (HC), que tiene ciertas derivaciones legales, tales como: • La HC fija el hecho médico y es la fuente principal para las pericias judiciales. Si se suma al expediente puede ser público. • Es esencial el consentimiento escrito del paciente para sustraer los riesgos médicos. • Valor normativo (que dice la ley): La ley de protección a la intimidad faculta al paciente para conocer la HC (Habeas Data) y el Director de la institución debe hacer entrega de ella. • La HC debe conservarse un plazo prudente (5-15 años) y debe estar disponible. • Valor procesal (valor probatorio): a) Autenticidad: debe tener autoría con nombre, firma y fecha-hora. b) Integridad e indivisibilidad: debe ser legible, en español, sin abreviaturas, sin tachaduras, hojas foliadas y sin espacios en blanco. 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 97 • Es un medio de prueba que puede ser falsificado (agregar hoja) o falseada (anotar algo que no es cierto) Ambos son delitos. • La HC completa forma parte de la lex artis profesional. Su ausencia o incompletitud es una presunción grave de negligencia personal (tengo que probar diligencia). • La propiedad de la HC es intelectual en relación al profesional, pero también es del paciente porque es su historia y de la institución que debe conservarla y custodiarla. Sugerimos en este punto la necesidad de capacitar, supervisar y auditar las historias con regularidad, así como otorgarles protección legal y vital al personal del Servicio a través de un Seguro colectivo. Al concluir este análisis esperamos haber sido claros en la descripción de un proceso fatigoso, pero necesario, que brinda claridad respecto a nuestras acciones, busca ayudar a los pacientes y sus familiares y mejora los procesos administrativos a nuestro servicio. No menos importante es mencionar que innovaciones podríamos desarrollar que facilitaran nuestro trabajo y mejorarán su eficacia: los Fonoayuda son sin duda un adelanto en el manejo preventivo de crisis y en su desarrollo. En Chile, los servicios de Fonoayuda están aún poco desarrollados, pero podrían pensarse también como una primera línea de ayuda para las personas con problemas emocionales. Programas pilotos como Fonodrogas, a sólo un mes de su implementación recibió un promedio de 100 llamadas diarias y según sus directivos afirman que, por un lado, de los que llaman ''la mayoría agradece esta alternativa para buscar una salida o informarse mejor'' y, por otro, que esta experiencia necesita un método de medición ''que revele en qué porcentaje las sugerencias y consejos de los operadores surte real efecto'' (11). De la misma manera, la capacitación y trabajo conjunto con las policías ha demostrado mejorar el manejo de pacientes psiquiátricos envueltos en hechos violentos. Los equipos móviles de crisis, que visitan a los pacientes en riesgo proporcionar un apoyo psicológico y social y se constituyen además en un filtro para las derivaciones a hospital (28). Bibliografia 1. 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Psychiatr Serv 2000, 51 (9): 1153-6 98 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS Anexo Nº 1 Prestaciones De Servicios De La Urgencia del Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak” 1.- Atención Psiquiátrica Ambulatoria de Urgencia: Caracterización del Paciente Se efectúa durante las 24 horas del día y todo el año, a personas afectadas que demanden atención por afecciones clínicas psiquiátricas que pueden ser agrupadas en las siguientes categorías: a.Psicosis endógena de inicio reciente o reagudizada. b.Psicosis psicógena aguda o de corta duración. c.Psicosis exógena. d.Psicosis de base orgánica descompensada. e.Trastorno angustioso en crisis. f.Crisis disociativa y conversiva. g.Depresión. h.Desajustes conductual en personalidades psicopáticas, neuróticas o anormales. i.Cuadros psiquiátricos agudos secundarios a consumo de alcohol o drogas. j.Conducta, tendencia o marcada ideación suicida. Servicios Incluidos Área Confort Pacientes y Familiares • Estacionamiento y entrada a la Urgencia del Instituto: Brinda estacionamiento y entrada facilitada para los pacientes que concurran por medio propio o a través de Ambulancia. Los familiares igualmente disponen de estacionamiento. La presencia de guardia garantiza la seguridad de los bienes. • Sala Espera: El paciente y los familiares cuentan con una sala de recepción cómoda y segura donde el diseño garantiza minimizar el daño en caso de autoagresión. De necesitarse, según las condiciones del paciente, nuestro personal puede brindar una atención abreviada de contención activa. Se cuenta además con un baño para el paciente y sus familiares, incluyendo discapacitados físicos. • Recepción Administrativa: Se dispone de un mesón de verificación de las condiciones previsionales del paciente donde él o su familiar pueden acceder. Todos los costos de la atención se establecen al final de la misma y son emitidas con claridad. Las tarifas de atención están a la vista del paciente y sus familiares y los medios de cobro disponibles permiten el pago de los servicios prestados con distintos instrumentos financieros. 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 99 • En caso de requerir orientación o presentar solicitudes ciudadanas (Felicitaciones, reclamos, sugerencias) nuestra recepción está capacitada para entregar tal servicio. • La norma del Servicio es el tiempo mínimo de espera, pero las atenciones se realizan acorde las prioridades clínicas, es decir, según la gravedad del paciente • En caso de derivación a control a unidades dentro del Hospital u hospitalización, la recepción administrativa actuará como Admisión preocupándose a cabalidad de los trámites. • En caso de derivación a otros Centros de Salud, sean privados o públicos, efectuará las coordinaciones necesarias para asegurar al paciente y sus familiares la entrega del servicio prescrito (Hospitalización, Control Médico) • El paciente y/ familiar recibirá un resumen legible de los procedimientos y/o prescripciones por parte del médico tratante. • En caso de necesitar traslado el Instituto ofrece, según disponibilidad, el Servicio de Ambulancia de traslado. • Se dispone de un dispositivo de snack en la sala de recepción de los pacientes. Área de Atención Clínica • El paciente puede ingresar al área clínica sólo o acompañado, si es que lo desea o se le es solicitado por el profesional tratante. • La atención ambulatoria se efectúa en diversas Salas de Entrevistas que permiten privacidad y el resguardo de la confidencialidad que la situación requiere. Allí será evaluado por un médico especialista en psiquiatría, el cual le realizará un examen mental, establecerá una hipótesis diagnóstica sindromática, pronóstico y tomará una decisión terapéutica. • Si el cuadro lo requiere, se llevará a cabo una intervención psicoterapéutica breve, entregada por el mismo profesional evaluador o por otros especialistas. • En ocasiones, el paciente necesitará ser examinado físicamente, requerir contención física, recibir tratamiento parenteral u observación de su estado; para este efecto será trasladado a los Boxes de Tratamiento y Observación. • En el Box de Tratamiento el paciente puede ser examinado físicamente, medicado oral o parenteralmente y, eventualmente, contenido en forma física. Allí pasará un período de tiempo breve (no más de 1 hora) en observación y evaluación. El diseño de esta instalación está pensado para el paciente psiquiátrico, evitando o minimizando los daños por agitación o autoagresión. • A nuestros pacientes se les entregará medicamentos disponibles en nuestro arsenal terapéutico que garantizan un inicio de terapia adecuado. • Desde la Sala de Entrevistas o desde el Box de Tratamiento, el paciente puede ser egresado con las indicaciones pertinentes de cuidado o farmacológicas. • A su vez puede ser derivado a control u hospitalización en la misma u otra Unidad de Atención del propio Instituto o de la Red Asistencial que le corresponda. 100 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 IMPLEMENTACIÓN DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD DEL SERVICIO DE URGENCIAS Área Calidad de la Atención • Nuestros profesionales, médicos y enfermeras poseen amplia experiencia acreditable en Atención Psiquiátrica de Urgencia. • Nuestro personal Paramédico y Auxiliar posee amplia experiencia y cursos acreditables de contención y manejo de pacientes psiquátricos simples y complejos. • Nuestros procedimientos son revisados periódicamente de tal manera de asegurar la calidad de la atención y la corrección de los errores que pudieran existir. 2. Atención Psiquiátrica Cerrada Breve en Régimen de Internación (hospitalización) El Instituto posee el servicio de hospitalización en caso de requerirse y está dotado con 16 camas distribuidas equitativamente entre varones y damas: La evaluación puede indicar ciertos criterios de gravedad en el paciente, tales como: 1. Representa peligro para sí mismo 2. Representa peligro para otros 3. Incapacidad de cuidarse por sí mismo 4. Síntomas psiquiátricos específicos • Si después de la evaluación se le recomienda al paciente o sus familiares, hospitalización de urgencia por la gravedad de su patología psiquiátrica, ésta se realizará en el mismo Servicio de Urgencias de este Instituto o se derivará a otra Unidad del mismo. • Para que un usuario sea ingresado en el Hospital se requiere una valoración a que deberá consignar al menos: • I. El diagnóstico presuntivo; • II. Los tratamientos recibidos previos al ingreso; • III. Los motivos que justifican el ingreso; • IV. El tratamiento médico inmediato a seguir; y • V. Las indicaciones necesarias para el personal del área hospitalaria correspondiente. • Toda hospitalización implica la autorización voluntaria escrita por parte del paciente o de un familiar responsable, y en caso de no estar disponible este último, del propio médico de urgencia si éste lo considera necesario y basándose en el reglamento de Internación Involuntaria que le otorga esta facultad. Con el fin de observar la evolución del padecimiento y la respuesta del usuario al tratamiento prescrito, deberán realizársele periódicamente valoraciones que se integrarán al expediente clínico, practicándose en su caso, los estudios correspondientes. Deberá vigilarse el cumplimiento de las tareas de rehabilitación y las terapias indicadas para el tratamiento del usuario. En caso de que el paciente requiera manejo médico de baja complejidad, el Servicio puede disponer el traslado del paciente a la Unidad Médica de Apoyo, que se encuentra al interior del Establecimiento. Además, el 87 - 102, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 101 Servicio de Urgencias dispone de un convenio para la realización de exámenes de laboratorio y de imagenología, así como de la atención médica completa otorgada en el Hospital San José. El tratamiento de Enfermería y Confort: Entre las prestaciones otorgadas se incluyen: la vigilancia estricta y constante del paciente como asimismo la asistencia en la satisfacción de las necesidades que se encuentren alteradas (alimentación, higiene entre otras). • Nuestra Contención Física, de necesitarse se efectuará siguiendo los procedimientos vigentes y serán comunicados a los familiares y al propio paciente respetando la Normativa Ministerial Nº 65/2003 que asegura minimizar los daños por autoagresión del propio afectado. El egreso del usuario podrá ser por los siguientes motivos: 1. Por curación; 2. Por haberse cumplido los objetivos de la hospitalización; 3. Por mejoría; 4. Por traslado a un Sector de Corta estadía u otra institución; 5. Por solicitud del usuario, con excepción de los casos de ingresos obligatorios e involuntarios; 6. Por solicitud de los familiares legalmente autorizados, y con el consentimiento del usuario; 7. Por abandono del servicio de hospitalización sin autorización médica, debiéndose en este caso notificar a la autoridad correspondiente; 8. Por disposición de la autoridad competente. Normas Especiales: Nuestros servicios están a disposición las 24 horas del día todo el año para: a. Adultos mayores de 18 años. b.Jóvenes entre 15 a 18 años para atención ambulatoria solamente. c. Poseemos procedimientos de derivación de los pacientes en caso de no poder ofrecer el servicio de hospitalización abreviada. 102 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 87 - 102 CONCORDANCIA DIAGNÓSTICA EN DEPRESIÓN SEVERA ENTRE APS Y ATENCIÓN SECUNDARIA: ¿UN INDICADOR DE CALIDAD DE GESTIÓN? Concordancia Diagnóstica en Depresión Severa entre APS y Atención Secundaria: ¿Un Indicador de Calidad de Gestión? Ximena Cortés1, Daniel Gajardo2, Margarita Moncada3. Resumen de los Servicios de Salud en Chile en mejorar la gestión de sus dispositivos de Salud Mental. La nueva ley de Garantías Explícitas en Salud incorpora a la Depresión como patología a cubrir. Diagnostic Agreement of Severe Depression Between Primary and Secondary Care System: a Quality Indicator of Management? Objetivo: Precisar la concordancia diagnóstica de casos Summary: Introducción: Existe una creciente preocupación de Depresión Severa de los pacientes derivados desde la Atención Primaria a Centros Secundarios de Salud Mental (COSAM), con el propósito de construir un indicador de calidad de gestión. Métodos: Se recolectó la información de todas las Interconsultas de derivación entre los meses de Octubre de 2008 a Mayo de 2009 en tres COSAM del Área Oriente de la Región Metropolitana. La concordancia se estableció a partir de la comparación entre los diagnósticos efectuados por médico general y especialistas. Resultados: Se observó un porcentaje de equivalencia diagnóstica que varió de un 27 a un 47%. Discusión: La investigación permite postular a este proceso como un indicador de calidad de gestión en una patología crítica en Salud Mental. Palabras claves: depresión, concordancia diagnóstica, indicador de calidad Introduction: There is an increasing interest from Health Care System in the improvement of management of mental disorders. A new law made to guarantee the treatment of depression to every patient in Chile has created a pressure to do it carefully. Objective: To determinate the diagnostic agreement of Severe Depression between Primary Care Physician and Mental Health Specialties of community centers, as an indicator of quality of care. Methods: The data was collected from the registration form used for consultation between October 2008 and May 2009 from three different centers. Results: Diagnostic concordance varied among 27 to 47%. Discussion: Our results suggest that diagnostic agreement could be a quality indicator for management of a critical disease as Severe Depression in the Health System. Key words: depression, diagnostic agreement, quality indicator. 1. Médico psiquiatra, Centro de Salud Mental Ñuñoa 2. Psicólogo clínico, Centro de Salud Mental Macul 3. Terapeuta Ocupacional, Centro de Salud Mental Lo Barnechea 103 - 111, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 103 Introducción La demanda creciente de atención médica en la población, la evidente transición epidemiológica, la necesidad creciente de incrementar la calidad y cantidad de los servicios de atención médica que se ofertan a la población (11) la a menudo escasa dotación de recursos en muchos establecimientos de salud, ha hecho de la referencia y contrarreferencia de pacientes una estrategia administrativo asistencial de mucha importancia, que al estar bien implementado, permite el desplazamiento “justificado” del enfermo hacia establecimientos con mejor o mayor capacidad de respuesta a las necesidades de éstos y ubicados en los distintos niveles de atención (11) . Por referencia se entiende, la derivación del paciente entre un establecimiento de menor capacidad resolutiva hacia otro de mayor complejidad en la asistencia, complementación diagnóstica o terapéutica, debido a que los recursos propios y disponibles de primera atención no permiten dar repuesta a las necesidades del paciente, en especial cuando éstas requieren la intervención de personal especializado y tecnología avanzada y como contrarreferencia, la derivación de los pacientes en sentido inverso, en el cual se reenvía al establecimiento que refiere la información sobre los servicios prestados y las respuestas e indicaciones a las solicitudes de apoyo asistencial. (11) Se revisaron estudios nacionales e internacionales sobre la concordancia diagnóstica en casos de depresión o de trastornos mentales en general. (15) (3) (9) Un estudio internacional evaluó el diagnóstico clínico de Depresión en la atención primaria a través de un meta análisis. 50.371 pacientes fueron evaluados y los médicos generales identificaron correctamente la depresión en el 47,3%. (15) La evidencia clínica muestra que en todas las especialidades médicas existen dificultades para el reconocimiento de los desórdenes mentales. (3) En Chile, médicos residentes de psiquiatría en el Hospital Parroquial de San Bernardo, Región Metropolitana, realizaron una revisión de interconsultas psiquiátricas. El objetivo de este trabajo fue estudiar descriptivamente las realizadas entre Agosto de 1999 y Enero de 2001, y las fichas clínicas correspondientes. (9) Se analizó el grado de concordancia que existió entre los diagnósticos formulados por solicitante e interconsultor. Se consideró concordancia total cuando coincidían todos los diagnósticos y concordancia parcial cuando coincidía al menos un diagnóstico. En cada paciente se consideró la patología médica asociada (eje III), los estresores relacionados (eje IV) y su funcionamiento global al momento del diagnóstico (Eje V). (9) Respecto a la concordancia de diagnósticos entre solicitante e interconsultor ésta fue total en 27 casos (31,76%) y parcial en 26 casos (30,58%). En 13 casos no hubo concordancia (15,29%) y en 19 casos no hubo diagnóstico (22,35%). (9) Otro estudio realizado en la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile (institución de la red privada de salud mental) realizó un análisis de la concordancia diagnóstica en una población derivada del sistema GES y hospitalizada en dicho establecimiento durante los años 2007-2008. (12) Para esto se recolectó información de la ficha clínica de los pacientes que ingresaron por estas patologías con cobertura GES en dicho período, con un total de más de 350 hospitalizaciones. Se registraron los diagnósticos psiquiátricos planteados al ingreso y al egreso. (12) Se analizó la concordancia diagnóstica, encontrándose que en los pacientes que se derivaban a hospitalización por Depresión Severa, la falta de concordancia era de un 17%, la que aumentaba al ser dado de alta a un 38%, debido a que durante la hospitalización se realizaba un nuevo diagnóstico. Los cuadros no concordantes fueron: Fases Mixtas y Maníacas en TAB; Trastorno de la Personalidad, Trastorno Adaptativo y en algunos casos, consumo de drogas. (12) De lo anterior se concluyó que era imprescindible mejorar el diagnóstico en los derivadores y que debían incluirse en AUGE Depresión, los Trastornos Afectivos Bipolares, no sólo en su fase depresiva, sino también en sus fases maníacas o mixtas. (12) 104 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 103 - 111 CONCORDANCIA DIAGNÓSTICA EN DEPRESIÓN SEVERA ENTRE APS Y ATENCIÓN SECUNDARIA: ¿UN INDICADOR DE CALIDAD DE GESTIÓN? Con el surgimiento de los Programas gubernamentales que cubren el tratamiento de diversas patologías, siendo en el caso en Salud Mental los trastornos depresivos entre otros (5), se hace necesario la evaluación del proceso mencionado en los párrafos precedentes. son contrareferidos a la atención primaria, encontrándose entre ellos principalmente: La Depresión es el problema de salud mental que produce mayor discapacidad en mujeres de nuestro país y ocupa el segundo lugar entre las primeras 15 causas de Años de Vida Saludables Perdidos por Discapacidad o Muerte Prematura (AVISA) en ellas (7) Los Trastornos Depresivos afectan a alrededor de un 7,5% de la población general, y a casi un 30% de las personas consultantes del nivel primario de atención. • Abuso o Dependencia de alcohol y/o drogas con cuadros anímicos secundarios, sin ser pesquisado el problema de la adicción. La referencia al nivel de especialidad ha oscilado entre un 7 y un 10%. A manera de ejemplo, el año 2004 el nivel secundario trató a 5.076 personas con Depresión Severa. El 36% ingresó por intento de suicidio o alto riesgo de suicidio, un 28% por Depresión Severa Refractaria al tratamiento en APS, 12% con Depresión Bipolar y un 24% con otros diagnósticos de Depresión Severa. El 1 de julio de 2005 entró en vigencia la Ley AUGE, que garantiza a todos los chilenos y chilenas, sin discriminaciones por capacidad de pago, género o edad, el acceso a una mejor salud y una atención de mayor calidad, más eficiente y oportuna, en 26 patologías inicialmente. Desde el 1 de julio de 2006 se incorpora la Depresión como una nueva patología en el Plan Auge, ofreciendo como prestaciones: evaluación psiquiátrica, psicodiagnóstico, exámenes de laboratorio, psicoterapias, tratamientos farmacológicos e, incluso, hospitalización en los casos necesarios. (Ver Anexo Nº1) Desde esa fecha en adelante los COSAMES comienzan a impartir tratamiento a los casos de Depresión Severa, según plazos preestablecidos. Por otro lado, existe la impresión en los equipos de salud mental de especialidad que un porcentaje importante de las interconsultas enviadas con el diagnóstico de Depresión Severa, no corresponden a dicha patología, ya que en el proceso de evaluación, un alto porcentaje de casos 103 - 111, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 105 • Trastornos de Personalidad. • Depresión Moderada y/o Leve comórbida con Trastornos Ansiosos. • Depresión Moderada subtratada, que es enviada como Depresión Refractaria. • Suicidalidad aguda o crónica. • VIF (o estresores psicosociales no pesquisados). El Servicio de Salud Metropolitano Oriente de la Región Metropolitana ha estado trabajando en el desarrollo de un Modelo de Gestión para los Centros Comunitarios de Salud Mental (COSAMES), para lo cual ha conformado una mesa de trabajo a partir del segundo semestre del año 2008, una de cuyas líneas de investigación fue la evaluación de aspectos de gestión técnica y administrativas vinculados a la depresión AUGE. El propósito final es poder replicar este programa de evaluación a todas las comunas de la Red Oriente. El Centro Comunitario de Salud Mental es un Equipo de Salud Mental y Psiquiatría Ambulatoria a cargo de la siguiente población asignada tal como se señala en la siguiente tabla (Tabla Nº 1) Según el Protocolo para el tratamiento de personas con Depresión Severa Nivel Secundario de Atención del año 2004, elaborado por el Servicio de Salud Metropolitano Oriente, los criterios de derivación de los pacientes hacia la atención secundaria son 5: (7) 1. Depresión Refractaria 2. Depresión Bipolar 3. Depresión Psicótica 4. Suicidalidad. (Intento y/o Ideación Suicida Severa) 5. Comorbilidad con Abuso/Dependencia de Alcohol y Drogas Objetivos de la Evaluación Resultados: Evaluar la concordancia diagnóstica de las derivaciones de pacientes con el diagnóstico de Depresión Severa desde la Atención Primaria hacia la Atención Secundaria como un indicador de calidad de la gestión, en las comunas de Lo Barnechea, Macul y Ñuñoa en el período comprendido entre Octubre de 2008 y Mayo de 20091. 1. Comuna de Lo Barnechea Metodología Es un estudio descriptivo, cuyo universo estuvo constituido por personas mayores de 15 años que residían en las comunas mencionadas que cumplieron con el criterio diagnóstico de Depresión Severa en la atención secundaria. La muestra de tipo censal correspondió al número total de interconsultas enviadas a la Atención Secundaria desde la Atención Primaria. Luego se seleccionaron aquellas que tenían como diagnóstico principal Depresión Severa. Este proceso representó cerca de 1 año de consulta. Se utilizó una metodología descriptiva retrospectiva. La información proveniente de las interconsultas enviadas desde la atención primaria se contrastó con el resultado de la evaluación clínica realizada por un equipo de recepción del nivel secundario, constituido por una Psicóloga y/o una Mediadora Familiar y/o Médico Psiquiatra acreditado, en el caso de la comuna de Lo Barnechea y en las otras comunas, se contrastó con la evaluación efectuada por el Médico Psiquiatra directamente. Durante el período comprendido en el estudio, se recibieron 97 interconsultas, de las cuales, 91 tenían como diagnóstico Depresión Severa (93%). De las interconsultas enviadas a la atención secundaria, 82 fueron aceptadas (84%). (Ver gráfico Nº 1) De las interconsultas aceptadas, fueron evaluadas por Médico Psiquiatra 58, lo que representa el 70%. De éstos, 18 no se presentan a la entrevista y 6 rechazan la atención. De los 58 pacientes evaluados, se confirmó el diagnóstico de Depresión Severa sólo en el 41.3% de los casos. De los casos evaluados, el 79.2% corresponden al sexo femenino y el 54.2% presentaba cormorbilidad con el cuadro afectivo. 2. Comuna de Macul De las interconsultas recibidas desde atención primaria fueron evaluados 128 pacientes; 60 casos fueron confirmados con el diagnóstico de Depresión Severa, lo que corresponde al 47% . De los 60 casos confirmados, 50 corresponden al sexo femenino lo que representa un 83.3% y 7 de ellos presentan comorbilidad, lo que corresponde al 11.6%. (Ver Gráfico Nº 2). 3. Comuna de Ñuñoa Se ingresaron datos de las interconsultas recibidas desde el mes de octubre de 2008 hasta el mes de mayo de 2009, a una planilla excel en donde se tabularon los resultados obtenidos. (Distribución por rango etáreo y sexo en pacientes confirmados con el diagnóstico de Depresión Severa). De un total de 463 Interconsultas recibidas en la Atención Secundaria, 198 tenían como diagnóstico Depresión Severa, lo que equivale al 43% del total de las Interconsultas. De éstos, 135 casos se presentan a evaluación, lo que representa el 68%. Finalmente se analizaron los datos obtenidos para evaluar la concordancia diagnóstica entre la Atención Primaria y la Atención Secundaria. De los 135 casos evaluados que provenían con el diagnóstico de Depresión Severa, sólo 37 fueron confirmados con ese diagnóstico, lo que equivale al 27% del total. 1. Por calidad entendemos un modelo en el cual, la capacidad de resolutividad de los médicos de atención primaria sea la apropiada para diagnosticar la depresión severa de manera de no sobrecargar a los equipos de atención secundaria y no generar lentitud en la evaluación psiquiátrica de los casos que lo requieren. 106 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 103 - 111 CONCORDANCIA DIAGNÓSTICA EN DEPRESIÓN SEVERA ENTRE APS Y ATENCIÓN SECUNDARIA: ¿UN INDICADOR DE CALIDAD DE GESTIÓN? De los 37 casos confirmados con diagnóstico de Depresión Severa, 10 presentaban comorbilidad y trastorno afectivo bipolar (TAB) en episodio depresivo, lo que equivale al 27% de los casos confirmados. La información de cada centro se agrupó en la tabla Nº 2, que muestra que el rango de concordancia varía entre el 27% y el 47% y que la Depresión Moderada es el principal diagnóstico en los casos no confirmados. Tabla 1 Población asignada a tres COSAMES del área Oriente de la R. M. Lo Barnechea Ñuñoa Macul Total 31.117 76.335 98.811 206.263 Gráfico 1 Causas de rechazo de interconsultas realizada en la atención secundaria. 70 66% Serie 1 60 50 40 30 20% 20 7% 10 7% 0 Paciente no puede ser ubicado Paciente no había recibido tratamiento completo en APS Paciente rechaza la hora Paciente era tratado en COSAM, pero fue dado de alta administrativa Gráfico 2 Diagnóstico principal efectuado por el Médico Psiquiatra en casos no confirmados. Comuna de Macul. 35 Serie 1 30 25 20 15 10 5 0 Depresión moderada Trastorno de la personalidad 103 - 111, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL Policonsumo 107 Trastorno de ansiedad Tabla 2 Comparación de resultados por comuna. Lo Barnechea Macul Ñuñoa Porcentaje de interconsultas con diagnóstico de depresión severa del total de interconsultas enviadas. 93% 37,3% 43% Casos evaluados. 70% 58,71% 68% Concordancia Diagnóstica. 41,3% 47% 27% Casos confirmados con depresión severa que presentan comorbilidad. 54,2% 11,6% 27% Depresión Moderada Depresión Moderada Trastorno Depresivo Leve a Moderado Diagnóstico principal en casos no confirmados. Discusión Es importante recordar que el Objetivo General busca evaluar el grado de concordancia diagnóstica de Depresión Severa referidos desde la atención primaria a la atención secundaria. En este sentido se ha logrado obtener la información necesaria para llevar a cabo esta investigación. A pesar de tener métodos distintos de derivación (interconsultas a papel o electrónicas, fichas clínicas a papel o electrónicas) ha sido posible la recolección y el análisis necesario. Entre las limitaciones más significativas observadas durante la realización del estudio destacan: La falta de tiempo para recolección de datos cuantitativos en centros con actividades permanentes, de alta demanda y complejidad. La dificultad para compartir resultados del estudio por posibles conflictos posteriores a la evaluación, sobre todo por la sensación de los equipos de salud de sentirse evaluados, como ha ocurrido con estos equipos en relación a otras investigaciones. Investigadores canadienses plantean la necesidad de vencer una inercia institucional y crear una “cultura de manejo sistemático de datos clínicos”. Por otra parte, la instauración de este modelo puede ser percibido por los profesionales como un modo de control y evaluación que revele deficiencias en su trabajo. (4) Los COSAMES evaluados presentan métodos distintos de gestionar las interconsultas, por lo que la información contenida en ellas puede ser diferente en una u otra institución. Consideramos que los resultados muestran que la concordancia es insatisfactoria, aunque debe destacarse que esta a un nivel similar a otros estudios, tanto nacionales como internacionales (15). Creemos que algunas de las razones que explican esta deficiencia son: • Los médicos de la atención primaria diagnostican casos como Depresión Severa, aunque no sea éste su diagnóstico, con el fin de asegurar su atención dentro de 30 días. • La pseudorefractariedad se relaciona con la falta de capacitación continua y la dificultad para disponer de horas de control con la periodicidad requerida. • Los Médicos Generales o de Familia que evalúan pacientes con suicidalidad, realizan la derivación a especialidad sin haber evaluado previamente la severidad o el diagnóstico de Depresión, probablemente debido 108 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 103 - 111 CONCORDANCIA DIAGNÓSTICA EN DEPRESIÓN SEVERA ENTRE APS Y ATENCIÓN SECUNDARIA: ¿UN INDICADOR DE CALIDAD DE GESTIÓN? Anexo Nº 1 Depresión en Personas de 15 años y Garantías Explícitas en Salud Sospecha de Depresión en APS. Confirmación Diagnóstica en APS. APS ingresa a SIGGES en Hoja Diaria APS Caso Confirmado. APS inicia tratamiento de Depresión. APS ingresa a SIGGES: PO tratamiento de Depresión 3103003 (ingreso mensual si corresponde) Plazo desde confirmación diagnóstica APS ingresa a SIGGES: SIC de derivación a Psiquiatría y en REZEBRA Cód. SSMO 154 Atención con Especialistas para Depresión Severa en COSAM. COSAM ingresa a SIGGES: PO: 0901101 Si el paciente continúa el tratamiento de Depresión Severa registro en SIGGES de PO: 3103003 (mensual si corresponde) Plazo: 30 días desde derivación Contraderivación en APS para continuar tratamiento en APS o cerrar el caso, si corresponde. 103 - 111, Nº 1 - 2 , XXVI, 2009 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 109 Este registro abre el caso GES Cierre o excepción de GES. Cierre pos 3 inasistencias sin justificación (con rescate) Cierre o excepción de GES. Cierre pos 3 inasistencias sin justificación (con rescate) al gran impacto emocional que genera una situación como ésta. • La Depresión Pseudorefractaria no es intervenida a nivel psicológico, y a veces se relaciona con duelos no elaborados. • En la Atención Primaria de Salud existe una alta rotación de Médicos con formaciones e intereses heterogéneos en salud mental, lo que dificulta la capacitación en esta área. • Las consultorías, estrategia que fue diseñada para mejorar el nivel de resolutividad de la atención secundaria hacia la atención primaria, presenta diversas dificultades. El recurso farmacológico está asociado al diagnóstico de Depresión y no a otras patologías, como por ejemplo, Trastornos Ansiosos que responden positivamente a fármacos antidepresivos de doble acción como la Venlafaxina. La no detección de los estresares concomitantes a la patología en estudio (como la violencia intrafamiliar, que debiera haber sido pesquisado en el programa de VIF de la atención primaria; aislamiento social; etc.) Al tener acceso a información como fichas clínicas e interconsultas, es posible realizar una tarea compleja pero muy valiosa; esto es, evaluar lo que los profesionales de la salud están efectuando directamente con los usuarios. La información deja de estar sumida en el secreto. Comienza a transformarse en oportunidad, en desafío. Desde este punto de vista, el estudio se transforma en una herramienta que permite, en una primera instancia, identificar causas y dificultades. Luego, en un segundo momento, es posible trabajar en soluciones, implementar instrumentos para el mejoramiento y fortalecimiento, en este caso, de los métodos de derivación. Como se dijo anteriormente, este estudio está dirigido a personas que tienen la facultad de gestionar cambios. Eso lo hace más relevante aún porque abre la posibilidad a desafíos futuros. Las proyecciones van en camino hacia un mejoramiento en la concordancia diagnóstica en el diagnóstico de depresión porque se han abierto las conversaciones y la reflexión hacia una mejora en la resolutividad de los equipos de salud. Conclusiones Queda de manifiesto la necesidad de mejorar la concordancia diagnóstica de depresión severa entre los distintos niveles de atención. Es importante crear un consejo consultivo que permita juntar a los directores o subdirectores tanto de atención primaria como de atención secundaria con el objetivo de planear estrategias de mejoramiento en evaluación y diagnóstico. A través de consultorías capacitar permanentemente a los equipos de salud incorporando distintos profesionales de salud mental. Entender esta capacitación como una actividad sostenida en el tiempo y adecuarla a las necesidades de los equipos de salud mental. Utilizar los espacios que se puedan generar con atención primaria y secundaria como una posibilidad, un desafío centrado en las soluciones más que en la queja. La concordancia diagnóstica no solo podría relacionarse con los puntos antes mencionados en la discusión, sino que también pueden asociarse con factores que influyen en el abandono de los tratamientos. A modo de ejemplo en el caso de la comuna de Lo Barnechea, un 30% no se presenta a la atención de especialidad. Estudios internacionales muestran que la tasa de abandono fluctúa entre el 42% y el 67%. (9) y (10). Si el diagnóstico no es el adecuado, puede producir tratamientos inadecuados, y la consecuente deserción del paciente, al no tener respuesta satisfactoria a la terapia. Por otra parte, los trastornos somatomorfos son comunes en todas las áreas de la medicina y son atendidos tanto en la atención primaria como en la secundaria. Muchos de estos diagnósticos pueden encubrir otras patologías psiquiátricas como la depresión severa. Independiente de la clasificación usada para describir alguno de estos síndromes, en su conjunto, representan uno de los más frustrantes e inexplicables puzzles en la atención primaria y de especialidad. (11). Los trastornos somatomorfos presentan mayor consultas en los sistemas de salud que en pacientes sin este trastorno (12) (13), considerando la presentación predominante de síntomas físicos. (14) (15). 110 PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL 2009, XXVI, Nº 1 - 2 , 103 - 111 CONCORDANCIA DIAGNÓSTICA EN DEPRESIÓN SEVERA ENTRE APS Y ATENCIÓN SECUNDARIA: ¿UN INDICADOR DE CALIDAD DE GESTIÓN? En la atención primaria, uno de cada dos pacientes con Trastornos de Ansiedad o Depresivos, presentan comorbilidad con Trastornos Somatomorfos. (16) ción de médicos generales, así como posibles causas de abandono de tratamiento por parte de los pacientes La concordancia diagnóstica podría mejorar al tomar en cuenta los factores antes mencionados, con lo que la calidad de la atención y de los tratamientos prescritos mejorarían el pronóstico de los pacientes. Agradecimientos: De este modo podemos dejar planteado que la concordancia diagnóstica puede constituirse en un indicador de calidad en salud mental, al representar capacidad detec- Al equipo de docentes del centro de investigación canadiense, al Servicio de Salud Metropolitano Oriente, (Departamento de Coordinación de Redes Asistenciales), a los Departamentos de Salud de las 3 comunas, a Andrea Vacarezza, Psicóloga COSAM Lo Barnechea y muy especialmente al Dr. Carlos Cruz, como asesor especialista en la investigación. Bibliografia 1. 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Los que se acepten pasarán a ser propiedad privada de la revista Psiquiatría y Salud Mental y no podrán traducirse ni reproducirse sin consentimiento escrito del Editor. Artículos Originales Deben estar escritos de manera clara y concisa, con letra Arial, tamaño 12, en un documento de word. Se enviará al Editor por mail y/o correo postal impreso y grabado en CD, incluyendo cuadros de texto, figuras y fotos originales. La extensión aproximada del texto será de 15 hojas tamaño carta. La Revista se reserva el derecho de introducir modificaciones formales en el título y/o en el texto, de solicitar modificaciones al autor principal o de rechazar la publicación, para tal efecto debe indicar dirección, mail y teléfono, para también enviar posteriormente, un ejemplar de la revista con el artículo publicado. El material enviado no será devuelto. La primera página deberá contener: • Título del trabajo en español e inglés. • Nombre completo del autor(es), institución(es) de perte nencia. • Dirección postal, mail y teléfono del autor principal. • Resumen en español e inglés de un máximo de 200 palabras. • Hasta 5 palabras claves, tanto en español como en inglés (Key words). Cada cuadro o figura se enviará en hojas separadas y numeradas con cifras arábicas dentro del texto. Sus títulos y pies de figura deben ser claros y breves y llevar el número correspondiente que los identifiquen. Las fotografías deben ser originales impresas o en formato jpg bien contrastadas y de tamaño apropiado, las que se publicarán en blanco y negro, indicando el número de la figura y señalando la parte superior de la misma. Los mapas, esquemas, diagramas y similares serán con figuras en negro con fondo en blanco, y seguirán las mismas instrucciones de las fotografías. Esquema de Presentación 1. En la sección trabajos de investigación se aceptarán estudios cuyos resultados estén adecuadamente documentados y, cuando sea el caso, que cuenten con análisis estadísticos apropiados. Cada trabajo deberá estar organizado en lo posible y cuando corresponda de la manera siguiente: Introducción: Esta debe ser una breve exposición de los antecedentes de la investigación y los objetivos del trabajo. Material y Método: Información detallada del trabajo experimental y de la tecnología empleada. Resultados: Descritos de manera precisa y concisa en lo posible en términos cuantitativos. Discusión: En especial de la importancia de los resultados o de sus limitaciones interpretativas. Referencias Bibliográficas: 1.Deberán limitarse a las citadas en el texto, situarse al final del texto numeradas por orden alfabético. Las Revistas se citarán de la siguiente forma: autores, título del trabajo, nombre de la revista según abreviatura del Index Medicus, volumen (número), página inicial: final y año. Para los libros deberá indicarse autores, título, editorial, ciudad en que fue publicado y año. En el texto deberá señalarse con el número que corresponda en la bibliografía. 2.En otras secciones se aceptarán artículos relacionados con la salud mental, revisiones bibliográficas, ensayos, observaciones clínicas, cartas relacionadas con trabajos publicados o temas de interés, etc. Su extensión máxima será la misma que los trabajos de investigación, aplicándose también las mismas instrucciones para figuras, cuadros, fotografías, esquemas, etc. Reproducción de publicaciones: El Comité Editorial excepcionalmente acordará la reproducción de publicaciones antiguas, tales como artículos, documentos y similares, en razón del interés de su contenido y la dificultad de acceso a la fuente original. La Revista acepta solicitudes o sugerencias en este sentido, las que deben ser dirigidas al Editor. Suscripción Revista Psiquiatría y Salud Mental Fecha: SOCIEDAD CHILENA DE SALUD MENTAL Adjunto mi pago de $20.000.- Por un año (4 números), Estudiantes ($10.000) Adjunto mi pago de $36.000.- Por dos años (8 números), Estudiantes ($18.000) Me interesa una colección desde 1984 hasta 1993. (4 números por año) $40.000.Me interesa una colección desde 1994 hasta 2000. (4 números por año) $70.000.- Datos del suscriptor y despacho de revista Nombre: RUT: Profesión: Dirección: Comuna: Fono: FAX: E-mail: Forma de pago AL DÍA Efectivo: A PLAZO 1. Cheque Nº: 2. Cheque Nº: Cheque Nº: Banco: Banco: Banco: Fecha: Fecha: Formas de cancelar: • En el momento del despacho. • Depositar en Cta. Cte. Nº 4684650 del Banco ITAÚ, posterior envío de comprobante de depósito al fax: 738 25 03 o al mail: sociedad.saludmental@gmail.com • Enviar cheque nominativo y cruzado a nombre de la Sociedad Chilena de Salud Mental por correo a Av. La Paz 841. Recoleta, Santiago. Av. La Paz 841, Recoleta, Santiago, Chile | Fonos: (56 - 2) 777 8051 - 738 2503 - 5759019 | www.schilesaludmental.cl Formulario de Incorporación a la Sociedad Chilena de Salud Mental SOCIEDAD CHILENA DE SALUD MENTAL Nombre: RUT: Profesión: Dirección Profesional: Comuna: Fono: FAX: Dirección Particular: Comuna: Fono: E-mail: Nota: Indicar dirección preferencial para el despacho de correspondencia y de la Revista de Psiquiatría y Salud Mental. Cuota de Incorporación Efectivo Documento Cheque Nº: Banco: Cantidad: $25.000 (veinticinco mil pesos) Fecha de Incorporación: Firma Socio Activo Firma Socio Activo Firma Nuevo Socio Observaciones: Firmas de dos socios activos para patrocinar al nuevo integrante. (Artículo 6º b de los estatutos) Av. La Paz 841, Recoleta, Santiago, Chile | Fonos: (56 - 2) 777 8051 - 738 2503 - 5759019 | www.schilesaludmental.cl Autorización SOCIEDAD CHILENA DE SALUD MENTAL Por el presente documento, autorizo se me descuente por planilla de sueldo la cantidad de $5.000.- (cinco mil pesos), correspondiente a cuota social de la Sociedad Chilena de Salud Mental, de la cual soy socio activo. Nombre: RUT: E-mail: Profesión: Institución: Jefe de Personal: Dirección: Fono: Comuna: FAX: Fecha: Firma Av. La Paz 841, Recoleta, Santiago, Chile | Fonos: (56 - 2) 777 8051 - 738 2503 - 5759019 | www.schilesaludmental.cl Beneficios Socios Sociedad Chilena de Salud Mental Quienes cancelen sus cuotas del año en forma anticipada, podrán optar sin costo alguno a: REVISTA • Un empaste de 4 revistas correspondientes al año que elijan. • Escoger 3 revistas de números anteriores y de cualquier año. • Entrega gratuita de la Revista de Psiquiatría y Salud Mental (4 ediciones al año). • Valor rebajado para nuestros socios en Revistas de años anteriores. CURSOS DE PSIQUIATRÍA PARA LA ATENCIÓN PRIMARIA Los profesionales al día con sus cuotas tienen entrada liberada a los Cursos de Psiquiatría para la Atención Primaria que se llevan a cabo en regiones. LIBROS Valor preferencial en los libros editados por la Sociedad. “Psiquiatría y Salud Mental” $25.000 (normal $30.000 pesos). “Trastornos de Personalidad" $20.000 (normal $25.000 pesos). "Avances en Psicoterapia y Cambio Psíquico” $10.000 (normal $15.000 pesos).