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Untitled Página 1 de 25 Indicaciones de ingreso en el servicio de medicina intensiva de pacientes adultos con infecciones graves Francisco Álvarez Lerma, José Miguel Cisneros, Pedro FernándezViladrichc, Cristóbal León, José María Miró, Mercedes Palomarf, y Jordi Rellog. Servicio de Medicina Intensiva. Hospital del Mar. Barcelona. bServicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital del Rocío. Sevilla. Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital de Bellvitge. Hospitalet de Llobregat. dServicio de Medicina Intensiva y Urgencias. Hospital de Valme. Sevilla. eServicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Clinic i Provincial. Barcelona. fServicio de Medicina Intensiva. Hospital de la Vall d'Hebron. Barcelona. gServicio de Medicina Intensiva. Hospital Parc Taulí. Sabadell. Barcelona. Grupo de enfermedades infecciosas. Sociedad de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Correspondencia: Dr. F. Álvarez Lerma. Servicio de Medicina Intensiva. Hospital del Mar. Paseo Marítimo, 25-29.08003 Barcelona. E-mail:16839@imas.imim.es Introducción El grupo de trabajo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) han iniciado un proceso de colaboración con la intención de abordar aspectos relacionados con la atención a los enfermos críticos con enfermedades infecciosas que precisen tratamiento en servicios de medicina intensiva (UCI). Fruto de ello es el presente file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 2 de 25 documento cuyo objetivo global es establecer criterios objetivos para la evaluación de los pacientes adultos con infecciones, que permitan decidir, de una forma protocolizada, las indicaciones de ingreso en UCI, ya sea para vigilancia por su elevado riesgo vital o para su tratamiento por alteraciones fisiopatológicas establecidas. Queremos resaltar, no obstante, que el contenido de este documento debe considerarse como recomendaciones realizadas por expertos de ambas sociedades científicas, y que no son el resultado de "reuniones de concenso", organizadas por las sociedades a las que pertenecen. Por este motivo, las indicaciones que se proponen a continuación deben clasificarse, atendiendo a criterios de calidad de la evidencia para la práctica clínica, dentro del menor nivel de evidencia1, ya que no existe en a bibliografía ningún estudio que valore de forma contrastada Manuscrito recibido el 26-5-1997; aceptado el 29-4-1998. Enferm Infecc Microbiol Clin 1998; 16:423-430. Los criterios de ingreso en UCI. Estas recomendaciones están abiertas a aportaciones constructivas de diferentes profesionales, que permitirán su perfeccionamiento en el tiempo. La elección de temas a tratar se ha basado en su frecuencia y relevancia en la práctica clínica. Éstos han sido: a) infecciones respiratorias comunitarias y nosocomiales; b) meningitis agudas, c) infecciones graves asociadas con inestabilidad hemodinámica; d) endocarditis infecciosa; e) enfermos inmunodeprimidos con sepsis (oncológicos y hematológicos, trasplantados), y f) síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Como método de trabajo, cada uno de los apartados ha sido elaborado inicialmente por algunos de los autores firmantes del documento, en base a una revisión de la bibliografía, y de acuerdo a las opiniones, basadas en la experiencia personal de los autores. Diversos borradores fueron perfeccionados después de debatirlos por los miembros de la task force hasta llegar al documento final. En este proceso, cuando ha sido necesario, se ha solicitado asesoramiento de otras personas expertas. Criterio general ha sido la no consideración de la edad avanzada para contraindicar los cuidados intensivos. Antes bien, el acuerdo general fue la valoración de criterios como la calidad de vida previa a la infección, a file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 3 de 25 pesar de las dificultades de su medida2,3. Contraindicaciones para cuidados intensivos en UCI deberían ser la clasificación de la enfermedad subyacente como terminal o rápidamente fatal (atendiendo a criterios específicos de cada especialidad) o con un índice de Karnofky inferior a 404, previo a la causa del ingreso actual. Así mismo, en todo momento debe considerarse como contraindicación la negativa del paciente a recibir atención en la UCI, siempre que la hubiera manifestado previamente de forma consciente y voluntaria. Estas recomendaciones no hacen referencia a niños, dado que la población pediátrica tiene características especiales que requieren su discusión en un documento independiente. Indicaciones de ingreso de las infecciones Respiratorias (comunitarias y nosomiales) Consideraciones generales La mayoría de las series de pacientes con neumonía grave señalan un espectro variado de agentes etiológicos. La inestabilidad hemodinámi-ca y la hipoxemia constituyen las dos causas principales de mortalidad. La identificación temprana de los pacientes de elevado riesgo, basada en estudios que identifican factores de mal pronóstico5-10, permite la instauración precoz de medidas de soporte y tratamiento específico, lo que se ha acompañado de reducción de la mortalidad en algunos casos11. La demora en iniciar estas medidas se asocia a un peor pronóstico, especialmente una vez se ha instaurado el síndrome del distrés respiratorio del adulto (SDRA) o el fallo multiorgánico. Debe plantearse la indicación de cuidados inten-sivos en aquellos pacientes que puedan beneficiarse de cuidados especiales de carácter médico o de enfermería. Aunque la mayoría de ingresos requieren intubación traqueal, la instauración de presión positiva de la vía aérea mediante mascarilla de forma temprana puede evitar este procedimiento, por lo que no debería demorarse la indicación de cuidados intensivos en espera de criterios de intubación. Para la valoración inicial se requiere determinar la frecuencia respiratoria y practicar una gasometría arterial después de la administración de oxígeno con mascarilla facial a concentracio- nes adecuadas. La file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 4 de 25 realización de una radiografía de tórax permitirá evaluar la extensión y/o progresión radiológica. Indicaciones específicas de ingreso en UCI La presencia de cualquiera de las siguientes condiciones justifica que se clasifique como neumonía grave y debería ir acompañado de indicación de ingreso en cuidados intensivos12,13: 1. Insuficiencia respiratoria grave definida como cualquiera de las siguientes: a) frecuencia respiratoria mayor de 30 por minuto; b) imposibilidad de mantener una saturación de oxígeno superior al 90% con mascarilla y concentración de oxígeno superior al 35% (exceptuando pacientes con hipoxemia crónica), o c) necesidad de soporte ventilatorio, por cualquier motivo. 2. Presencia de sepsis grave con hipotensión o disfunción multiorgánica, que se manifiesta por cualquiera de los siguientes: a) presencia de shock, de acuerdo con los criterios definidos más adelante. (Indica-ciones de ingreso de infecciones asociadas con inestabilidad hemodinámica grave, de este documento); b) necesidad de adminis-trar vasopresores durante más de 4 h. Y c) insuficiencia renal aguda que requiere diálisis o diuresis inferior a 0,5 ml/kg/h, una vez descartadas otras causas. La afectación radiológica grave, definida por afectación multilobar, y/o progresión de los infiltrados pulmonares superior a un 50% en menos de 48 h han sido incluidos como indica-ción de ingreso en UCI por algunos autores12. Su presencia es un signo de mal pronóstico que obliga al ingreso en UCI cuando se asocia con alguno de los criterios incluidos en los apartados que acabamos de mencionar. Indicaciones de ingreso de la meningitis Consideraciones generales El diagnóstico y tratamiento inicial de la menin-gitis se realiza, de ordinario, en el servicio de ur-gencias, y desde ahí se decide el lugar de la hospi-talización. Se aconseja que tras la realización de la punción file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 5 de 25 lumbar, una vez evidenciado el carácter purulento del líquido cefalorraquídeo (LCR) y cuantificada la supresión de salida del mismo, se proceda al tratamiento inmediato con antibióticos siguiendo los protocolos terapéuticos de cada hospital. Una vez iniciado el tratamiento antibiótico y, en su caso, el de la hipertensión in-tracaneal, puede valorarse, en algunos casos, la posibilidad de iniciar un tratamiento preventivo de las convulsiones, como en la meningitis neumocócica (alta incidencia de convulsiones), en los pacientes con antecedentes convulsivos, o en los que por edad y/o existencia de otra patología de base, se presuma que la aparición de convulsiones pudiera aumentar considerablemente la morbilidad y poner incluso en peligro la vida 1418. La indicación de ingreso en una UCI se hace según la prevención o tratamiento de las complicaciones neurológicas, principalmente las derivadas de la hipertensión intracraneal y del tratamiento de las convulsiones, así como de la presencia de signos de mal pronósticos1922. Estos problemas ocurren con mayor frecuencia en la meningitis neumocócica, aunque pueden ocurrir en meningitis de otras etiologías. Dada la complejidad del tratamiento antibiótico en algunos casos de meningitis por gérmenes resistentes (neumococos, ciertos bacilos gramnegativos, etc.), será aconsejable una estrecha conexión entre los médicos que llevan al paciente y algún especialista en enfermedades infecciosas, y contar con un laboratorio de microbiología que aporte un soporte suficiente respecto a estudios de sensibilidad a los antibióti-cos. Indicaciones específicas de ingreso en UCI La presencia de alguna de las situaciones siguientes justifica que se clasifique la meningitis de grave y debería indicarse su ingreso en UCI: 1.Compromiso neurológico valorado por: a) una puntuación en la escala de Glasgow inferior a 12. Debe considerarse la intubación traqueal, en los casos de mayor gravedad, para proceder a hiperventilación como medida terapéutica, así como para protege la vía aérea si presentan un nivel de consciencia inferior a Glasgow 8. La demora en la intubación puede suponer una grave amenaza de la vida de estos pacientes; b) presencia de crisis convulsivas, que requieren tratamientos inmediatos y/o monitorización del encefalograma (EEG), y c) necesidad de monitorización de la file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 6 de 25 presión intracraneal, mediante la inserción de un dispositivo apropiado, lo cual permitirá optimizar el tratamiento de la hipertensión intracraneal. 2.Presencia de inestabilidad hemodinámica o shock séptico, definido según los criterios del siguiente apartado. El caso más frecuente es el de la enfermedad meningocócica (sepsis fulminante), aunque puede también ocurrir en otras etiología como en la sepsis neumocócia y estafilocócica. Indicaciones de ingreso de infecciones asociadas con inestabilidad hemodinámica grave Consideraciones generales Los pacientes con infecciones graves pueden presentar numerosas y muy diferentes manifestaciones clínicas relacionadas con la localización de la infección, así como con la respuesta del organismo frente a los agentes patógenos o a sus toxinas (mediadores). La pre- sencia de inestabilidad hemodinámica se ha asociado con infección grave y se le atribuye un papel pronóstico en la evolución del paciente con un proceso infeccioso, dependiendo de la intensi-dad de sus manifestaciones23,24. En agosto de 1991 se celebró una Conferencia de Concenso con la participación de la Society of Critical Care Medicine (SCCM) y el Americam College of Chest Physicians (ACCP) para definir los conceptos de sepsis y de fallo de órganos25 (tabla 1). La inestabilidad hemodinámica se definió con los términos hipoperfusión, que incluye la presencia de acidosis láctica, oliguria y alteración del estado mental, y de hipotensión, y ambos términos se asociaron con la clasificación de sepsis grave y shock séptico. Sin embargo, en la práctica clínica es frecuente que pacientes con infecciones bien diagnosticadas puedan presentar inestabilidad hemodinámica (hi-potensión e hipoperfusión) relacionada con hipovolemia (balances negativos, diuréticos, fiebre) y/o fracaso de la bomba cardíaca (arritmias, miocardiopatías), siendo difícil valorar la importancia de los mediadores de sepsis en el problema hemodinámico. file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 7 de 25 En la mayoría de los casos, las manifestaciones clínica son comunes y no se dispone en las salas de hospitalización o en los servicios de urgencias de parámetros hemodinámicos y/o metabólicos que permiten diferenciar una situación de otra. La conducta inicial ante una alteración hemodinámica incluye: a) la introducción de una cánula venosa es posición central, que facilite la administración rápida de volumen y la monitoriza-ción de la presión venosa central (PVC) ; b) la colocación de una sonda uretral para monitorización horaria de la diuresis; c) la admi-nistración de oxígeno mediante mascarilla facial para aumentar el transporte de oxígeno; d) la obtención de muestras de sangre arterial y venosa mezclada (aurícula derecha) que permite evaluar la extracción de oxígeno celular, y e) la realización de exploraciones (ECG, radiografía de tórax) y pruebas analíticas complementarias que permitan identificar disminución de la volemia (hemoglobina, proteínas , iones), fallo cardíaco (ECG y monitoriación de presiones en arteria pulmonar) o infección grave (leucocitos, elemen-tos inmaduros). En ausencia de antecedentes y de signos y síntomas de insuficiencia cardíaca, la monitorización de la PVC permite iniciar el aporte de volumen en forma de sobrecargas. Indicaciones específicas de ingreso en UCI Son criterios de ingreso en UCI la falta de respuesta al aporte de volumen, con persistencia de dos o más de los siguientes signos y síntomas, después de administrar 1.000 ml de cristaloides en 60 minutos, bajo control de la PVC (PVC < 15 cm de H2O): 1. Hipotensión definida como tensión arterial sistólica menor de 90 mmHg o una disminución en más de 40 mmHg respecto a los valores basales previos de normalidad en ausencia de otra causa de hipotensión. 2. Oligonauria definida como menos de 0,5 ml/kg/h de diuresis, en ausencia de obstrucción de la sonda uretral. 3. Hipoperfusión operfusión periférica definida por la presencia de sudaciódn fría y/o frialdad y livideces periférica. 4. Acidosis metabólica definida como pH inferiora 7,30 con un exceso de bases (BE) >-10 mEq/l en ausencia de otras cosas de file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 8 de 25 acidosis metabólica. 5. Estado de conciencia disminuido no atribuible a ninguna otra causa orgánica ni metabólica. Los pacientes que reciben fármacos inotrópicos o vasopresores pueden no tener hipotensión en el momento en que se detectan signos de hipoperfusión periférica. Definiciones de sepsis, sepsis grave y schok séptico25 Infección Fenómeno microbiano caracterizado por una respuesta inflamatoria a la presencia de microorganis-mos o la invasión de tejidos del huésped (normalmen-te estériles), por estos microorganismos. Bacteremia Presencia de bacterias en la sangre Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica Se debe a una gran variedad de alteraciones clínicas. La respuesta se manifiesta por dos o más de las siguientes condiciones: Temperatura: >38ºC o < 36ºC; frecuencia cardíaca: > 90 lat/min; frecuencia respiratoria: > 20 respiraciones por minuto o Pco2 < 32 Torr (< 4,3 Kpa); leucocitos:> 12.000 cel/mm3 o < 4.000 cel/mm3 o > 10% de forma s inmduras. Sepsis Respuesta inflamatoria sistémica frente a una infección. Sepsis grave Sepsis asociada con disfunción de algún órgano, Hipoperfusión o hipotensión. La hipoperfusión o la anormal perfusión puede incluir, pero no limitarse, a acidosis láctica, oliguria o una alteración aguda del estado mental. Sepsis séptico file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 9 de 25 Sepsis con hipotensión, a pesar de un adecuado aporte volumen junto con la presencia de hipoperfusión que puede incluir, pero no limitarse, a acidosis láctica, oliguria o una alteración aguda del estado mental. Los pacientes que reciben fármacos inotrópicos o vasopresores pueden no tener hipotensión en el momento en que se detectan signos de hipoperfusión periférica. Hipotensión Tensión arterial sistólica menor de 90 mmHg o una disminución en más de 40 mmHg respecto a los valores basales previos de normalidad en ausensica de otra causa de hipotensión. Criterios de ingreso en la endocarditis infecciosa Consideraciones generales La decisión de ingreso en UCI se toma, generalmente, en la sala de urgencias o en la sala de hospitalización convencional, donde no se dispone, en muchas ocasiones, de datos ecocardiográficos. Por tanto, debe mantenerse un alto índice de sospecha de esta entidad y de sus complicaciones26-29. El tratamiento antibiótico de- be iniciarse tempranamente tras la extracción de 2 hemocutivos simultáneos26,30,31. Los criterios clínicos de ingreso en UCI se establecen los datos clínicos (constantes basales, diuresis y signos y síntomas) y exámenes complementarios sencillos (analítica básica, gasometría arterial, ECG y radiología de tóorax)26-29. Esta información básica indica la existencia o no de una serie de complicaciones derivadas del propio microorganismo (sepsis), de la función cardíaca (insuficiencia( y de la existencia de embolismos pulmonares o sistémicos26-29. En todos los casos, se debe practicar, lo antes posible, un ecocardiograma por vía transtorácica (ETT) o transesofágica (ETE) que permitirá confirmar el diagnóstico y evaluar la competencia valvular, la función ventricular y la existencia o no de car-diopatía subyacente o de complicacioens anatómicas28-29. file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 10 de 25 Los factores pronósticos de la endocarditis infeciosa varían según la localizació de lainfección (válvulas derechas o izquierdas) y al tipo de válvula afectada (nativa o protésica). La endocarditis derecha sobre la válvula nativa se observa casi exclusivamente en los usuarios de drogas por vía parenteral (UDVP) y en general tiene buen pronóstico (menos del 2% de cirugía y menos del 5% de mortalidad)32, 33 . En este subgrupo de pacientes, la presencia de grandes vegetaciones tricuspídeas (más de 2 cm)34 y de distrés respiratorio del adulto35 se asocia de forma independiente a una myor mortalidad. La endocarditis izquierda sobre la válvula nativa tiene una elevada morbimortalidad (un 20-40% de cirugía, y un 10-30 % de mortalidad)26,36. La presencia de insuficiencia cardíaca izquierda, complicaciones neurológicas, embolismos sistémicos, afectación aórtica, grandes vegetaciones ³ 2 cm o de complicaciones anató- micas (abscesos, fístulas), así como determinados microorganismos (Staphylococcus aureus, bacilos gramnegativos u hongos) y en algunos estudios la edad avanzada (> 65 años), el sexo femenino o la cirugía cardíaca, se han asociado significativa-mente a una mayor mortalidad37-39. La infección por el VIH empeora el pronóstico, independiente-mente de la afectación de la válvulas izquierdas, en aquellos pacientes severamente inmunodepri-midos (linfocitos CD4 < 200/m1) o con criterios de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida)40. La endocarditis sobre la válvula protésica es la que tiene peor pronóstico, sobre todo en su for-ma temprana (< 12 meses) (> 60% cirugía, 40-50% mortalidad)36,41-43. La presencia de un nuevo soplo, la aparición de insuficiencia cardíaca izquierda, de trastornos de la conducción y de fiebre prolongada (lo que refleja disfunción de la prótesis, dehiscencia o abscensos), así como la infección por S. aureus se asociaron independien-temente a mayor mortalidad. Indicaciones específicas de ingreso en UCI Son candidatos a ingreso en UCI todos aquellos pacientes que requieran una monitorización inva-siva y/o ventilación asistida debido a la existencia de inestabilidad hemodinámica, arritmias o insuficiencia de uno o más órganos. Causas cardiológicas. Son las más frecuentes y generalmente se observan en pacientes con una endocarditis izquierda sobre válvula o protésica (aórtica o mitral)26-29. file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 11 de 25 Las más importantes son las siguientes: Criterios de insuficiencia cardíaca izquierda adaptados de Killip y Kimball para el IAM (1967)44 Clase I: ausencia de estertores crepitantes y de R3 Clase II: estertores crepitantes hasta el 50% de los campos pulmonares o auscultación de un R3 Clase III: estertores crepitantes en más del 50% de los campos pulmonares (el paciente tiene con frecuencia EAP) Clase IV: presencia de shock cardiogénico: Hipotensión: presión sistólica <90 mmHg o menor 40mmHg con respecto a su cifra basal durante más de 30 min. Gasto cardíaco disminuido: < 2,2 1/min por m2 de superficie corporal. Diferencia arteriovenosa de oxígeno elevada (> 5,5 ml/dl) Presión pulmonar enclavada elevada (> 15 mmHg) IAM: infarto agudo de miocardio, EAP: edema agudo de pulmón, R3: tercer ruido. 1. La insuficiencia cardíaca izquierda de origen valvu-lar es la causa más frecuente entre los cardíológicas. Los criterios de gravedad se han adaptado de la clasifi-cación de Killip y Kimball para infarto agudo de micocardio (tabla 2)44. Debe valorarse en cada paciente la ausencia de causas extracardíacas fácilmente corregibles (p.ej., hiper- -hipertensión arterial). En los hospitales sin ciru-gía cardíaca, cualquiera de las situaciones siguientes debe indicar traslado sin demora al centro de referencia: shock cardiogénico (Killip IV)45 , edema agudo de pulmón (Killip III), e insuficiencia cardíaca leve/moderada (Killip II) en los pacientes sin valvulopatía subyacente. 2. La insuficiencia cardíaca derecha severa es poco frecuente, pero puede ser una causa de ingre-so en UCI en los UDVP, con endocarditis dere-cha. Generalmente se acompaña de insuficiencia file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 12 de 25 respiratoria aguda por tromboembolismos pulmo-nares sépticos. 3. El bloqueo auriculoventricular avanzado o la aparición de taquiarritmias, que pueden empeorar la situación hemodinámica. 4. La isquemia coronaria y el infarto agudo de miocardio embolígeno. 5. La pericarditis con signos de taponamiento pericárdico. En todos estos casos debe efectuarse un ecocardiograma (ETT/ETE) de forma inmediata y los pacientes deben ingresarse en UCI para su estabilización homdinámica y respiratoria en es-pera de la cirugía valvular urgente26,28,46,47. Siem-pre que se sospeche la presencia de abscesos o en pacientes con prótesis valvulares está indicada la realización de un ETE dado su mayor rendimiento diagnóstico28,48,49. Los resultados de la ecocardiografía, por sí mis-mos, no son criterio de ingreso en UCI; sin embargo, en algunas ocasiones puede detectar alteraciones severas como una insuficiencia val-vular masiva por rotura valvular o de las cuerdas tendiosas, un gran absceso paravalvular o una fís-tula izquierda derecha antes de que el paciente presente deterioro hemodinámico28. En estos casos se aconseja ingreso en UCI en espera de la cirugía valvular urgente26,28,46,47. Complicaciones neurológicas. En los pacientes con endocarditis estas complicaciones no son tan frecuentes como las anteriores, pero por su grave-dad es muchas veces motivo de ingreso en UCI26-29. Las más importantes son las siguientes: 1. Hemorragia cerebral intraparenquimatosa o subaracnoidea por rotura de un aneurisma micóti-co o por un infarto isquémico que se haya conver-tido en hemorrágico. 2. Infartos isquémicos por embolismos cerebra-les. La presencia de accidentes cerebrovasculares (ACV) hemorrágicos o la presencia de un índice de Glasgow inferior a 12 son criterios de ingreso en UCI, en las primeras 24-48 h, para la estabili- zación hemodinámica, respiratoria y neurológica. 3. Infección metastásica en el sistema nervioso central como file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 13 de 25 meningitis bacteriana o el absceso cerebral (véase el apartado "Indicaciones de ingre-so de las meningitis"). Fracaso de algún órgano o sistema. En otras ocasiones, el motivo de ingreso en UCI dependerá de la presencia de fracaso de algún órgano o siste-ma26-29, como: 1. Insuficiencia respiratoria aguda (IRA) o dis-trés respiratorio del adulto, como complicación secundaria a los embolismos pulmonares sépticos de la endocarditis derecha (tricúspide) en UDVP (puede acompañarse de insuficiencia cardíaca derecha) o a hemoptisis severa. 2. Shock séptico o sepsis grave, como respuesta del organismo frente a la infección. 3. Shock hipovolémico, generalmente debido a la rotura de una aneurisma micótico intratorácico o intraabdominal. Considerar la realización de una angiografía urgente y cirugía. 4. Abdomen agudo. El infarto intestinal por embolismo mesentérico es la causa más frecuente. Hay que considerar la realización de una laparato-mía exploradora. 5. Insuficiencia renal aguda (glomerulonefritis, necrosis tubular). Valorar la posibilidad de llevar a cabo hemodiálisis o hemofiltración. Los cristerios clínicos, radiológicos y/o gasométri-cos que indican el ingreso en UCI de estas si-taciones de fracaso de un órgano o sistema se han desarrollado en los apartados correspondientes. Indicaciones de ingreso en pacientes con sepsis e inmunodepresión (cáncer y receptores de trasplantes) Consideraciones generales Los receptores de trasplante y los pacientes con cáncer necesitan con frecuencia cuidados intensi-vos debido a la elevada incidencia y file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 14 de 25 gravedad de la complicaciones infecciosas que presentan en su evolución. Sin embargo, tanto la selección del paciente candidato como la elección del momento más apropiado para la instauración de los cuida-dos intensivos resultan en ocasiones difíciles de decidir. La presentación clínica de las complicaciones infecciosas en los receptores de órgano y en los pacientes con cáncer tiene particularidades, como en el grupo de pacientes inmunodeprimidos, y también particularidades propias de cada tipo de trasplante y/o de cáncer50,51 . Según éstas, se puede decidir, dependiendo de la infraestructura de cada hospital, si procede el ingreso en una UCI o en unidades especiales, diseñadas para ello, como ocurre en los pacientes con trasplante de médula ósea. De manera general, la expresividad de las manifestaciones clínicas en estos pacientes es me-nor al tener reducida la respuesta inflamatoria como consecuencia de su inmunosupresión. Un ejemplo común es la existencia de neumonía con radiografía de tórax prácticamente normal en pacientes con neutropenia extrema. Por otra parte, existen manifestaciones clínicas propias, en ocasiones exclusivas, de determinados grupos de pacientes. Por ejemplo, la miocarditis por Toxoplasma gondii es una manifestación del recptor de trasplante cardíaco, la traqueobronquitis ulcerativa por Aspergillus spp. del receptor de trasplante pulmonar52, y la candidiasis diseminada es más común en los pacientes con leucemia aguda51. La sepsis es un manifestación común de las complicaciones infecciosas en estos pacientes. Los criterios establecidos para su diagnóstico (ta-bla 1)25 son válidos también para los pacientes con cáncer y para los receptores de trasplante, aunque es preciso realizar algunas consideraciones. 1.La ausencia de fiebre no debe excluir el diagnóstico de infección en pacientes con trata-miento inmunosupresor, especialmente glucocorticoides a dosis elevadas. Por el contrario, la fiebre no siempre está causada por una infección. Las transfusiones de hemoderiados, los fármacos, el rechao del injerto y la enfermedad injerto contra huésped son las causas más comunes de fiebre de etiología no infecciosa en estos pacientes. 2. La taquicardia y la taquipnea son dos signos sensibles de insuficiencia cardíaca y respiratoria, pero muy poco específicos ya que tienen múltiples orígenes, a los cuales hay que añadir, entre las file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 15 de 25 causas más comunes de etiología no infecciosa, la disfunción del injerto por rechazo, por toxicidad secundaria a quimiterapia y/o radioterapia, y la enfermedad injerto contra huésped. 3.La leucocitosis y la leucopenia, como mani-festaciones de la sepsis, son menos útiles en estos pacientes que en la población general. El recuento de leucocitos en sangre periférica puede estar dis-minuido por mielotoxicidad secundaria a los numerosos fármacos que precisan (quimioterápi-cos, azatioprina, ganciclovir, cotrimoxaol, entre otros) y/o por la propia enfermedad fundamental (leucemia). Por el contrario, puede haber leucocitosis de etiología no infecciosa, relaciona-da con el uso de factores estimulantes de colonias de granulocitos. En la actualidad el tratamiento apropiado de la sepsis requiere la combinación temprana y orde-nada del antimicrobiano más eficaz, el tratamiento quirúrgico del foco de infección cuando esté indi-cado y el mantenimiento de las constantes vitales y metabólicas del paciente dentro de los límites de la normalidad53. En general, estas medidas terapéuticas pueden ser aplicadas en las plantas de hospitalización; sin embargo, es preciso mantener una actitud vigilante que permita detectar lo antes posible la progresión a la situación de sepsis gra-ve, a pesar del tratamiento establecido. Indicaciones específicas de ingreso en UCI Sepsis asociada con disfunción de órgano, hipoperfusión o hipotensió. Debe siempre valorarse el traslado del paciente a la UCI y, de mane-ra muy especial, cuando el órgano disfuncionante es el pulmón y sea previsible la ventilación mecá-nica. La decisión final en cada institución depen-derá en gran medida de los cuidados que se puedan administrar el paciente en su área de hos-pitalización convencional. En las situaciones de shock séptico, se ha demostrado que el tratamien-to antimicrobiano junto con los cuidados intensi-vos mejora la supervivencia de los pacientes54. Dada la elevada mortalidad de los pacientes con cáncer y receptores de trasplante (como es el caso de los receptores de trasplatne de médula ósea) que requieren ventilación mecánica (un 3% de supervivencia a los 6 meses)55, puede plantearse la necesidad de limitaciones terapéuticas. La decisión será individualizada para cada paciente, debiendo ser el file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 16 de 25 resultado de la valoración detenida de los datos clínicos y pronósticos, y tener como objetivo elegir el tratamiento más apropiado para el paciente, evitando tanto la omisión como la obstinación diagnóstica o terapia. La variedad y gravedad de las coplicacioens infeccisosas en los receptores de trasplante y en los pacientes con cáncer hacen necesario que sean atendidos en unidades funcionales. Éstas deberían integrar los conocimientos de especialistas médicos y quirúrgicos familiarizados con este tipo de pacientes, entre los cuales se encuentran los intensivistas y los infectólogos. Indicaciones de ingreso en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) Consideraciones generales En el curso de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), los pacientes pueden presentar complicaciones que pueden suponer una amenaza potencial o real para su vi-da y, por tanto, ser susceptibles de tratamieto agresivo, incluyendo medidas de soporte vital, en UCI. Sin embargo, el ingreso o no de este tipo de pacientes es objeto de un amplio debate, debido a las connotaciones médicas, sociales y económicas que representan y que actualmente no están resueltas. Durante un tiempo (1985-1987) se había desaconsejado el ingreso en UCI de pacientes diagnosticados de sida, dada su alta mortalidad y las limitadas expectativas de vida. Existen, por otra parte, compoenentes subjetivos pero de innegable importancia, como el rechazo social, al pertenecer parte de los pacientes a grupos de con-ductas no aceptadas socialmente, o la culpabilidad, en el caso de los infectados a través de la infusión de hemoderivados. Finalmente, el elevado índice de ocupación de las UCI y la res-tricción en el gasto sanitario, con la búsqueda de un mejor cociente coste/oportunidad, han limitado el ingreso de este tipo de pacientes. Sin embargo, la aplicación de los nuevos tratamientos antirretrovirales y las medidas de profilaxis frente alas complicaciones infecciosas han prolongado la superviviencia media y la cali-dad de vida de estos pacientes. Este fenómeno se ha observado, en especial, desde la introducción de la terapia triple con inhibidores de la proteasa54-59 que file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 17 de 25 ha logrado revertir situaciones clínicas consideradas como incurables60,61 y recu-peraciones del sistema inmunitario62. La mortalidad de los pacientes infectados por el VIH ingresados en UCI no es muy distinta de otras patologías, cuyo ingreso no se cuestiona. Por todo ello, las decisiones sobre el ingreso de parte de este colectivo de pacientes deberían basarse en unos criterios lo más objetivos posibles. En ellos, tiene una capital importancia la adecuada y actua-lizada información del médico responsable sobre el pronóstico, relación riesgo/beneficio que comporta la instauración de un tratamiento agresivo que incluya soporte vital, y la posibilidad de tratamientos alternativos. Aunque en la bibliografía médica existe información al respecto, ésta se centra en los pacientes que ya han desarrollado el sida y, fundamentalmente, en aquellos con insuficiencia respi-ratoria, secundaria a la neumonía por Pneumocystis carinii (NPC). Se han publicado escasos trabajos que citen otros motivos de ingre-so en UCI y ninguno, en nuestro conocimiento, con una serie numerosa, que se refiera a todos los pacientes infectados por el VIH, independiente-mente del estadio de su enfermedad. Esta falta de información, amplia y adecuada, dificulta la toma de decisiones racionales respecto al ingreso de estos pacientes y puede favorecer la presencia de desigualdades frente a otras patologías distintas, pero con pronósticos similares63. El paciente tipo infectado por el VIH que requiere cuidados intensivos en las UCI de nues-tro país es un joven de unos 30 años, UDVP, con un APACHE de 17± 7, en un estadio IV (Cdc, 1987), que generalmente conoce ser portador de la infección por VIH (aunque uno de cada tres lo desconoce), que proviene de planta e ingresa en UCI por un proceso respiratorio agudo, de natura-leza infecciosa, producido en la gran mayoría de los casos por NPC o por otros microorganismos, y que presenta una mortalidad intrahospitalaria de alrededor del 59% en los casos de fallo respirato-rio, y de un 38% en el resto de otros fracasos orgánicos. La supervivencia en nuestro medio y con nuestros datos se puede considerar aceptable (alrededor de un 80%) a los 6-12 meses del ingreso en la UCI63,64. En el paciente crítico en general, los factores implicados en la decisión de limitación de esfuer-zos terapéuticos se basan en la calidad de vida previa y previsible, en la probabilidad de no sobrevivir y en la futilidad terapéutica (problema agudo no reversible). Las implicaciones de la file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 18 de 25 gravedad, los costes e incluso la edad quedan relegdas a un segundo plano. Por todo ello, no deben ingresar en UCI los pacientes en situación termial de su proceso, definidos por las siguientes características: a) presencia de enfermedad neuro-lógica limitante (leucoencefalopatía multifocal progresiva o situaciones de demencia avanzada), y b) caquexia extrema, en ambos casos, cuando no han respondido al tratamiento triple antirretrovi-ral. En el apartado específico de fracaso respirato-rio por NPC no se han encontrado parámetros clí-nicos o bioquímicos que permitan seleccionar al paciene que no debe ingresar en una UCI. Entre estos parámetros analizados se incluyen el número de meses transcurridos desde el diagnóstico de sida, la frecuencia respiratoria, el índice de grave-dad65 (APACHE, II, SAPS, MPM), la PaO2, las concentraciones de LDH66 o albúmina plasmá- tica67 o de CD468. Indicaciones específicas de ingreso en UCI Debe considerarse adecuado el ingreso en UCI, independientemente de las concentraciones de CD4, en los pacientes con infección por VIH con una buena calidad de vida, previamente asintomáticos, normonutridos y/o bajo tratamiento antirretroviral bien cumplimentado. 1. En los casos con insuficiencia respiratoria aguda secundaria a una neumonía por Pneumocystis carinii debe tratarse al paciente con terapia específica anti Pneumocystis, glucocorti-coides, instauración de presión positiva de la vía aérea mediante mascarilla (ventilación "no invasiva") y ofrecer todas las medidas de soporte general (nutricional, renal, cardiovascular, etc.) disponibles en un área de cuidados intensivos. Parece claro, a raiz de los últimas aportaciones que se han llevado a cabo60,69, que si tras 5-7 días de aplicar todas estas medidas el paciente no mejora, las posibilidades de supervivencia son es-casas (del 10 al 20%), aunque dada la alta supervi-vencia al año del ingreso en la UCI, superior al 75%, debe plantearse la posibilidad de soporte ventilatorio invasivo y todas las medidas adicionales de soporte invasivo de otros fallos orgánicos70. 2. En los casos de fracaso respiratorio por neumonía bacteriana o micobcterias, o por proce-sos pulmonares infiltrativos difusos, de etiología no aclarada, no existen recomendaciones específi-cas en este sentido, y no hay limitación de actuación70. file://C:\Proyectos\44 - Milan - Microbisome\htm\consenso10.htm 13/12/00 Untitled Página 19 de 25 3.En otros fracasos orgánicos por diferentes etiologías, entre los que se incluyen pacientes con procesos neurológicos graves (meningoencefali-tis), con patolobía cardiovascular (sepsis severa, shock séptico etc.) postoperatorios graves (neuro-lógicos, abdominales etc.) o traumáticos todos los pacientes deber ser ingresados, y deben aplicarse todas las medidas necesarias para su estabiliza-ción, tendiendo siempre presente que la calidad y esperanza de vida y la situación basal en la lque se encuentran deben prevalecer sobre todas las opiniones. Agradecimientos Queremos agradecer a los Dres. Mª. P. Tornos (Servicio de Cardiología, Hospital Universitario de la Vall d'Hebron, Barcelona), I. Espigado Tocino (Servi-cio de Hematología, Hospital Universitario Vírgen del Rocío, Sevilla), R.Hinojosa Pérez (Servicio de Cuida-dos Críticos y Urgencias, Hospital Universitario Vírgen del Rocío, Sevilla), M.A. Sánchez Jiménez (Servicio de Medicina Intensiva y Urgencias del Hospital Universi-tario de Valme, Sevilla), y F. Lozano de León (Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Valme, Sevilla), su colaboración en la redacción de distintos apartados de este documento. Bibliografía 1. Hadorn DC, Baker D. Hodges JS, Hicks N. Rating the quality of evidence for clinical practice guidelines. J Clin Epidemiol 1996; 49:749754. 2. Testa MA, Simonson DC. Assessment of quality of life outcomes. N Engl J med 1996; 334:835-840. 3. Badía X, Salamero M, Alonso J, Ollé A. La medida de la salud. Guía de escalas de medición en español. 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