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ATENCIÓN ENFERMERA
LAS ÚLCERAS NEOPLÁSICAS
EN
Autores: VICTOR J CERÓN MÁRQUEZ1, ELISABETH ARIZA CABRERA1, SILVIA VELA RUIZ1 y Mª DOLORES
ASTORGA CÁDIZ1.
1DUE
– Hospital de Día de oncología del Hospital Punta Europa de Algeciras
Contacto: VICTOR J CERÓN MÁRQUEZ – victorjceron@gmail.com
Introducción:
Las úlceras neoplásicas en los pacientes oncológicos pueden tener un impacto
elevado tanto en su bienestar físico y confort como en la esfera psicosocial. Las
características típicas de este tipo de úlceras (el olor, elevado exudado, el sangrado
y el dolor) suponen todo un reto para el profesional de enfermería.
Las heridas neoplásicas se consideran lesiones crónicas, con una incidencia no
bien establecida con cifras de hasta un 10% en pacientes con metástasis. Pueden
ser fruto del crecimiento de un cáncer primario (linfoma, carcinoma basocelular,
melanoma, …) o bien ser secundario a un infiltrado metástasico en la piel, aunque
también en ocasiones son derivadas de las propias técnicas de tratamiento
(radioterapia, exéresis, quimioterapia).
Aunque algunas úlceras puedan precisar la aplicación de terapias agresivas
(radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, resección quirúrgica), su manejo local
es la pieza fundamental en el cuidado integral del paciente oncológico.
Objetivos:
1. Unificar criterios en el cuidado de las úlceras neoplásicas.
2. Aumentar el bienestar de los pacientes con úlceras neoplásicas.
XII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica
Santiago de Compostela, del 3 al 6 de junio de 2009
ATENCIÓN ENFERMERA EN LAS ULCERAS NEOPLASICAS
Materiales
y métodos:
La aparición de úlceras neoplásicas son generalmente un indicador de mal
pronóstico, siendo su impacto mucho mayor en el área de la autoestima y la imagen
Corporal. El objetivo principal en el manejo de estas lesiones es el control
de la sintomatología. Todo nuestro arsenal terapéutico debe ir dirigido a paliar el
dolor de los pacientes, maximizar el confort, reducir el número de curas y hacia el
control del exudado y del olor.
Partiendo de las directrices de la cura en ambiente húmedo (CAH), la revisión
bibliográfica llevada a cabo nos ha conducido a la instauración y aplicación en
nuestra unidad de una serie de pautas para el manejo local de estas lesiones.
Nuestra intervención comienza con una valoración a nivel de la úlcera (localización,
etiología, número de lesiones, tamaño, profundidad, trayectos fistulosos, color del
lecho, tipos de tejidos presentes, exudado, olor, presencia o no de infección y piel
Perilesional) y con su estadiaje:
•
Nivel 1 Æ lesión con eritema y/o induración.
•
Nivel 2 Æ lesión nodular sin pérdida de la integridad de la piel.
•
Nivel 3 Æ lesión cutánea exofítica o en forma de cavidad con pérdida de
la integridad de la piel.
•
Nivel 4 Æ lesión exofítica o cavidades asociadas a ostomías o
fistulizaciones
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Santiago de Compostela, del 3 al 6 de junio de 2009
ATENCIÓN ENFERMERA EN LAS ULCERAS NEOPLASICAS
Materiales
y métodos:
En la esfera psicosocial, la atención enfermera debe dirigirse hacia la evaluación de
síntomas de ansiedad y depresión, del apoyo psicosocial y las pautas de
afrontamiento, actuando ante la detección de alteraciones.
Los cuidados de enfermería locales en las úlceras neoplásicas se pueden dividir en
los siguientes puntos:
1. Limpieza y desbridamiento:
•
Suero fisiológico a temperatura ambiente (presión ≤ 1-4 kg/cm²).
•
Desbridamiento autolítco con hidrogeles de estructura
amorfa y enzimático (cortante contraindicado).
•
Valorar limpieza profiláctica con clorhexidina diluida.
2. Manejo del exudado:
•
Adecuada elección del apósito según nivel exudado Æ alginato cálcico,
hidrofibra de hidrocoloide, espumas poliméricas.
•
Cuidados de la piel perilesional Æ uso de productos barrera
(película cutánea, oxido de zinc, …)
3. Control de la carga bacteriana:
•
Apósitos de plata en malla de carbón activado.
•
Dado el frecuente aspecto paliativo, se permite el uso de excepcional de
antisépticos y antibióticos tópicos, siguiendo las recomendaciones de
cada producto.
4. Prevención y Control del sangrado:
•
Saturar los apósitos antes de su retirada.
•
Evitar presión mecánica y la fricción sobre el lecho ulceral.
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Úlcera neoplásica: paciente con Carcinoma
epidermoide parótida derecha cT3N2M0
4. Prevención y Control del sangrado (cont.):
•
Uso de apósitos con mínima adherencia: hidrogeles, apósitos de silicona,
hidrocoloides.
•
Control del sangrado con apósitos hemostáticos Æ alginatos, colágeno,
apósitos especiales.
•
Si sangrado persistente Æ aplicación local de acido tranexámico, ácido
aminocaproico o adrenalina 1/1000.
•
Posibilidad de cauterización de puntos sangrantes con Nitrato de plata.
5. Control del olor:
•
Agua oxigenada
•
Metronidazol tópico y/u oral.
•
Apósitos de carbón activado y/o plata.
•
Vendaje oclusivo.
6. Control del dolor:
•
Nunca olvidar valorarlo. Uso de escalas Æ análoga visual, numérica, de
puntuación verbal.
•
Seguir la escala analgésica de la OMS: oral o parenteral pautada antes de
la cura.
•
Uso de anestésicos y opioides tópicos Æ lidocaína gel 2-5%, gel de
morfina 0.1%.
•
Uso de antiinflamatorios tópicos en región periulceral.
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ATENCIÓN ENFERMERA EN LAS ULCERAS NEOPLASICAS
Conclusiones:
Las características intrínsecas de las úlceras neoplásicas precisan de un
tratamiento dirigido más hacia el confort que a la curación. Desde un enfoque
holístico, el cuidados de estas lesiones precisan de un equipo multidisciplinar
coordinado.
El tratamiento de estas lesiones suponen todo un reto para los profesionales y exige
unos conocimientos, habilidades y destrezas específicas.
Una intervención enfermera integral, con una adecuada valoración continua y un
tratamiento local en la línea de la CAH nos permite manejar de forma adecuada
estas úlceras y aumentar la calidad de vida de nuestros pacientes oncológicos.
XII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica
Santiago de Compostela, del 3 al 6 de junio de 2009