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No. 28 • Volumen 9 CIENCIAS CLÍNICAS Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización • Dra. Ibeth Ana Luisa González Cordero1 • Dr. Abel Jesús Barragán Berlanga2 • Dr. Salvador Bruno Valdovinos Chávez3 Resumen • Palabras clave: Adulto mayor, pérdida de peso, hospitalización. • Introducción El adulto mayor es propenso a perder peso. Estudios previos han documentado que hasta 62 % de los pacientes hospitalizados presentan esta condición. La pérdida de peso es predictor independiente de mortalidad y de disminución de las actividades de la vida diaria. • Objetivo Determinar la prevalencia de pérdida de peso del adulto mayor hospitalizado. • Pacientes y método Estudio de cohorte, no experimental, prospectivo, longitudinal, basado en un estudio de casos y controles. Se determinó la prevalencia de pérdida de peso significativa en adultos >65 años hospitalizados en la Unidad de Cuidados Geriátricos Agudos del Hospital Metropolitano “Dr. Bernardo Sepúlveda”. Realizamos análisis por regresión logística para definir variables predictoras de pérdida de peso significativa. • Resultados Se analizaron 83 pacientes con media de edad de 77.67 (±8.59) años. El peso promedio al ingreso fue de 64.97 (± 16.39) kilogramos; el índice de masa corporal fue de 25.1 (± 5.33) kg/mt2 y dinamometría de 12.8 (±7.12) kilogramos. Al egreso se obtuvo un promedio de peso de 63.13 (±16.69) kilogramos, con una disminución de 1.84 (±3.55) kilogramos en promedio. Veinticinco pacientes (30.1 %) presentaron pérdida de peso significativa. Solo la escala de Folstein (OR 0.787 IC95% 0.651 – 0.951, p=0.013) y la residencia en medio urbano (OR 0.059 IC95% 0.004-0.823, p=0.035) son factores protectores significativos para la pérdida de peso considerable durante la hospitalización. • Conclusión En los adultos mayores la disminución de peso presente durante la hospitalización tuvo una prevalencia del 30 %. Factores de riesgo no clásicos fueron asociados a pérdida de peso. Puesto que la pérdida de peso obedece a múltiples causas se requieren variadas intervenciones simultáneas como plan terapéutico. 1. Residente de Geriatría del Programa Multicéntrico de Especialidades Médicas de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey - SSNL. 2. Director Académico de la Residencia de Geriatría de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey. 3. Jefe de Enseñanza e Investigación en Salud, Hospital Metropolitano, Secretaría de Salud de Nuevo León, Tecnológico de Monterrey. 8 Ciencias Clínicas Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Introducción En los países desarrollados, las personas aumentan de peso hasta los 50 y 60 años de edad, después permanece el peso bastante estable por un tiempo, posteriormente empiezan a perderlo.1 La pérdida de peso en personas de edad avanzada se ha demostrado en numerosos estudios transversales y prospectivos.2 En el estudio Americano para la Prevención del Cáncer, las mujeres mayores de 85 años tenían índices de masa corporal (IMC) 1.8 kg/m2 menos que las mujeres de entre 55 y 64 años; y los hombres mayores de 85 años tenían un IMC 2.6 kg/m2 más bajos que los hombres de 45 a 64 años, que corresponde al peso corporal de aproximadamente 4 kg y 5.5 kg más bajo en los adultos mayores que las mujeres y los hombres jóvenes, respectivamente.3 Tal vez sea originado, en los estudios trasversales, por la muerte prematura de las personas obesas, inclinando la balanza hacia los adultos mayores con menores pesos. También se ha detectado consistentemente en estudios longitudinales; en un estudio estadounidense, hombres que habitan en comunidad de adultos mayores de 65 años perdió en promedio 0.5 % de su peso corporal por año.4 En la encuesta US National Health Interview Survey de 1997 a 1998, de 68.556 adultos, cuatro veces más individuos de 75 años o mayores tenían bajo peso (IMC <18.5, 5 % vs. 1.2 %) que los de 45 a 64 años y menos sustancialmente con sobrepeso (IMC >25; 47.2 % vs. 63.5 %).2 El envejecimiento se asocia con una disminución de la masa y fuerza muscular y la pérdida de hasta 3 kg de masa corporal magra por década después de 50 años de edad. Después de los 60 años de edad, la pérdida de peso corporal es de forma desproporcionada al tejido magro del cuerpo. Cuando es excesiva, esta pérdida de músculo esquelético conduce a la sarcopenia (del griego y significa «la pobreza de carne»). Sarcopenia se asocia con trastornos de la marcha y el equilibrio, fragilidad, caídas y fracturas.4 En las personas mayores, en contraste con la situación habitual en adultos jóvenes, el aumento de la grasa corporal comúnmente coexiste con la pérdida de músculo. La combinación de un exceso de grasa y una deficiencia muscular (obesidad sarcopénica) se asociaron independientemente con efectos adversos,5,6 por ejemplo, discapacidad en las actividades de la vida diaria.7 Numerosos estudios han demostrado que la pérdida de peso en ancianos se asocia con reducción de la supervivencia, sobre todo si la pérdida de peso es involuntaria y, posiblemente, incluso cuando es deliberada. En el estudio cardiovascular Health Study de los sujetos mayores de 65 años, los que perdieron el 5 % o más de su peso corporal inicial en los tres años después de entrar en el estudio tuvieron una mortalidad 2 veces mayor [95 % intervalo de confianza (IC) 1.672.62] durante los siguientes 4 años, en comparación con el grupo de peso estable.8 La mortalidad fue mayor con la pérdida de peso, independientemente del peso inicial y si la pérdida de peso fue o no intencional. Del mismo modo, las personas de 60 años, seguidos un promedio de 4.5 años en el Systolic Hypertension in the Elderly Program (SHEP),9 los que perdieron 1.6 kg por año o más peso tuvo una tasa de muerte 4.9 veces mayor (95 % IC 3.5-6.8) que aquellos sin cambio de peso significativo. La asociación adversa de pérdida de peso con mortalidad estaba presente incluso en los sujetos que fueron más pesados al inicio del estudio (IMC >31 kg/m2) y era independiente del peso basal. La combinación del peso corporal inicial bajo y pérdida de peso se asocia con malos resultados de supervivencia en las personas mayores. En el estudio SHEP, los sujetos con un IMC basal inferior a 23.6 kg/m2, que perdió más de 1.6 kg por año, tenían una mortalidad casi 20 veces mayor que la tasa de mortalidad de los pacientes con un IMC basal de 23.6 a 28 kg/m2, cuyo peso se mantuvo estable.9 En una persona mayor, la pérdida de peso involuntaria del 5 % o más, en 6 a 12 meses, se asocia con un mayor riesgo de efectos adversos, y una pérdida del 10 % o más significa una desnutrición proteico-energética.10 Pérdida de peso involuntario de las personas mayores se asocia con más efectos adversos que la pérdida de peso intencional. En un meta-análisis de 26 estudios que examinaron la relación entre la pérdida de peso y mortalidad,11 pérdida de peso que no fue intencionada o mal definida se asoció con un significativo incremento de la mortalidad (22 % al 39 %), mientras que la pérdida de peso intencional no tuvo ningún efecto significativo sobre la mortalidad. Las causas de pérdida de peso no intencionado en el adulto mayor se encuentran enumeradas en la Tabla 1.11 En cuanto a nuestra población, estudios prospectivos en adultos mayores México-Americanos no institucionalizados realizado a partir del Hispanic Established Population for the Epidemiological Study of the Elderly, en donde se analizó el cambio de peso (>5 % pérdida de peso corporal) y su asociación con la disminución de actividades de la vida diaria (AVD)12 y mortalidad,13 se encontró que en el primer estudio se obtuvo un 1.43 (95 % IC 1.06–1.95) más probabilidad de presentar Ciencias Clínicas 9 Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Tabla 1. Causas de pérdida de peso no intencional en los adultos mayores Factores sociales • Pobreza • Inhabilidad en compra • Inhabilidad para preparar y cocinar alimentos • Inhabilidad para comer por sí mismo • Vivir solo, aislamiento social, escaso soporte de red social • Si no se adaptan a las preferencias de alimentos étnicos de las personas institucionalizadas Factores psicológicos • Depresión • Demencia • Alcoholismo • Duelo Factores médicos • Insuficiencia cardiaca • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica • Infección • Cáncer • Alcoholismo • Disfagia • Artritis reumatoide • Síndromes de mala absorción • Hipermetabolismo (hipertiroidismo) Síntomas gastrointestinales • Infección por Helicobacter pylori • Vómito, diarrea, constipación • Enfermedad de Parkinson Medicación • Antibióticos • Antineoplásicos • Antirreumáticos • Suplementos nutricionales • Agentes pulmonares • Agentes cardiovasculares • Agentes del sistema nervioso central • Agentes gastrointestinales Tabla tomada y adaptada de Harrington M. A Review and meta -analysis of the effect of weight loss on all-cause mortality risk. Nutr Res Rev 2009; 22:93–108. disminución de AVD, y 1.35 (95 % IC 1.06-1.70), en mortalidad, que aquellos que permanecían con peso estable. La desnutrición o pérdida de peso es común en los ancianos. Las tasas reportadas varían, pero los estudios en los países desarrollados han encontrado que hasta el 15 % de los ancianos de la comunidad, entre 23 % y 62 % de pacientes hospitalizados y hasta el 85% de los residentes de hogares de ancianos, sufren de esta condición.14 Se asocia con numerosos efectos adversos (ver Tabla 2) y es un fuerte predictor independiente de mortalidad en personas de edad 10 Ciencias Clínicas avanzada, independientemente de donde vivan, ya sea en la comunidad o en un asilo de ancianos u otra institución.15 La tasa de mortalidad es aún mayor en la presencia de otras enfermedades médicas, como insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca y enfermedad cerebrovascular. Por ejemplo, tasa de mortalidad a los 9 meses de 205 sujetos mayores de 70 años sin cáncer, ingresados a un hospital de Suecia, con desnutrición e insuficiencia cardiaca, se incrementó 4 veces la tasa en los sujetos con las dos condiciones (80 % vs. 18%).15 Aun después del alta hospitalaria, cuando la desnutrición proteicoenergética se encuentra aún presente, parece ser un fuerte factor de riesgo independiente de mortalidad en los siguientes 4.5 años o más.16 Hay una disminución relacionada con la edad en el apetito y la ingesta de energía en personas sanas, ambulatorias, no institucionalizadas.17 Personas mayores sanas tienen menos hambre, presentan saciedad antes de una comida, se sacian más rápidamente después de comer y comen menos bocadillos entre las comidas que las personas más jóvenes.14,18 En estudios transversales, el promedio diario de consumo de energía disminuye en aproximadamente un 30 % entre los 20 y 80 años de edad.16,19 Del mismo modo, estudios longitudinales han demostrado en las personas mayores reducción en el consumo de energía de 19 a 72 Kcal / día / año en las mujeres y de 25 a 100 Kcal / día / año en los hombres, respectivamente.20 La reducción fisiológica del apetito y la ingesta de energía se ha denominado «la anorexia del envejecimiento».14 Tabla 2. Efectos de pérdida de peso en el anciano • Disminución de relajación muscular • Disminución de masa muscular y fuerza • Mayor riesgo de fractura • Disminución de masa ósea • Aumento de incidencia de caídas • Disminución de estatus funcional • Mayor riesgo de infección • Aumento de presencia de anemia • Aumento de neumonías • Fatiga • Retraso de recuperación de cirugía • Disminución de función cognitiva • Disminución de gasto cardiaco • Disminución de líquido intravascular • Aumento de incidencia de úlceras por presión • Aumento de hospitalización y estancia hospitalaria • Aumento de mortalidad Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Causas posibles de este fenómeno son: el aumento de la actividad de las hormonas de la saciedad, como la colecistocinina; disminución de la actividad de las hormonas que estimulan el apetito, como los opiáceos; disminución del sentido del olfato;21 y los cambios en el sistema gastrointestinal que aumentan la saciedad y la plenitud pre y posprandial. Asociados con la edad aumenta la producción o el efecto de las citocinas de la saciedad que contribuyen a la anorexia fisiológica del envejecimiento.22 Las citocinas son secretadas en respuesta a un estrés significativo, a menudo debido a malignidad o infección. Las citocinas interleucina (IL) -1, IL-6 y factor de necrosis tumoral alfa (TNF- ) disminuyen la ingesta de alimentos y reducen el peso corporal a través de varias vías centrales y periféricas. El envejecimiento es en sí misma una forma de estrés; se asocia con cambios relacionados al estrés en la circulación de los patrones hormonales: aumento del cortisol, catecolaminas, disminución de las hormonas sexuales y hormona del crecimiento, que a su vez estimulan la liberación de IL-6 y TNF- . IL-1 y IL-6 están elevados en las personas mayores con caquexia, mientras que las concentraciones en plasma de IL-6 parecen aumentar en función del envejecimiento normal y se correlacionan inversamente con los niveles de capacidad funcional en personas de edad avanzada. Mayores niveles circulantes de proteína C-reactiva y los receptores de citocinas también se asociaron independientemente con disfunción física y discapacidad.23 Como ya se mencionó, el adulto mayor es particularmente propenso a perder peso y contar con la presencia de factores patológicos durante su hospitalización, muchos de los cuales se vuelven más comunes con el aumento de edad (ver Tabla 1). La mayoría de los factores responden al tratamiento, por lo que el reconocimiento es importante. En nuestro medio, Dávila y colaboradores realizaron un estudio de 174 pacientes de la consulta de Geriatría del Hospital Metropolitano, en el que se encontró una prevalencia de pérdida de peso del 47.7 %, y como factores relacionados a esta pérdida fueron: estado civil, diferentes grados de demencia, mala dentición, diuréticos, EPOC, enfermedad acido péptica y evento vascular cerebral. El diseño del estudio fue con la población de la consulta sin incluir pacientes hospitalizados.24 Objetivos El objetivo primario: determinar la prevalencia de pérdida de peso del adulto mayor durante su hospitalización. Objetivos secundarios: 1) determinar las características demográficas de los pacientes de hospitalización en la Unidad de Cuidados Geriátricos Agudos del Hospital Metropolitano; 2) conocer los factores que están asociados en el adulto mayor con la pérdida de peso durante su hospitalización. Metodología de la investigación Diseño del estudio Estudio de una cohorte, no experimental, prospectivo, longitudinal. Para evaluar los objetivos secundarios se anidó un estudio de casos y controles. Todos los adultos mayores (>65 años) que se hospitalizaron en la Unidad de Cuidados Geriátricos Agudos del Hospital Metropolitano en el periodo comprendido de diciembre del 2011 y julio del 2012. Criterios de inclusión: pacientes internados en la Unidad de Cuidados Agudos para el Adulto Mayor del Hospital Metropolitano, edad mayor o igual a 65 años de edad y que otorguen su consentimiento informado. Criterios de exclusión: pacientes que no puedan realizar posición de bipedestación o sedestación al ingreso hospitalario, o que esto pueda poner en riesgo su salud. Criterio de eliminación: los pacientes de quienes no existió información completa (peso al egreso); que no pudieron realizar posición de bipedestación o sedestación al egreso hospitalario, o que esto pueda poner en riesgo su salud; o haya fallecido. El tamaño de muestra fue determinado mediante muestreo por conveniencia de todo aquel paciente consecutivo que reúna los criterios del presente estudio, que se hospitalizó de diciembre del 2011 a julio del 2012. Se realizó cálculo de tamaño de muestra con la siguiente ecuación: Ciencias Clínicas 11 Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Con el tamaño de la población a estudiar de 210 pacientes (periodo de enero a julio con 30 ingresos por mes), con un nivel de confianza del 90 % y una prevalencia estimada del 60 % y un 5 % de margen de error, con un tamaño de muestra calculada de 117 pacientes. Pérdida de peso significativa se definió como pérdida de peso ≥5 % de su peso corporal inicial. Se registró el peso a su ingreso (dentro de las primeras 48 hrs de su ingreso) y a su egreso hospitalario, y la diferencia se analizó como variable continua, se realizaron las siguientes categorías: sin pérdida significativa, pérdida <5 % o ganancia de peso corporal al egreso hospitalario, y pérdida significativa cuando la pérdida de peso es ≥5 %. El método que se utilizó para registro de peso al ingreso y al egreso hospitalario fue el siguiente: paciente en sedestación en silla de ruedas, con bata hospitalaria únicamente y la realización de esta medición fue por personal de salud (residentes, estudiantes, nutriólogas y/o enfermería) en báscula digital Primex®, modelo 700 ubicada dentro de la Unidad de Geriatría y se precisó en kilogramos. Como medida estándar en la Unidad de Cuidados Agudos Geriátrica del Hospital Metropolitano, con la intervención del departamento de Nutrición, a los pacientes ingresados –en menos de 24 horas de su ingreso– se les da el soporte nutricio de acuerdo a la condición de cada paciente. Los datos y mediciones geriátricas que se obtuvieron dentro de las primeras 48 horas de su ingreso y registrados por residentes, estudiantes de medicina y nutrición en entrenamiento geriátrico fueron: 1. Variables sociodemográficas: nombre, registro, teléfono, edad, género, escolaridad, estado civil, lugar de nacimiento, residencia, tipo de vivienda, personas con las que vive, sostenimiento económico, presencia de hijos y visitas de los mismos. 4. Disfuncionalidad en las dos semanas previas a su ingreso y actual: Índice de Katz,26 que evalúa las actividades de la vida diaria básica (AVDB) del adulto mayor, seis actividades: baño, vestido, uso de retrete, movilidad, continencia y alimentación. Y la evaluación de las actividades instrumentadas (AVDI) con el Índice de Lawton,27 ocho actividades: uso de teléfono, realizar compras, preparar alimento, realizar tareas de hogar, lavar ropa, utilizar transporte, controlar medicación y manejar dinero. 5. Auto percepción de salud se evaluó con la pregunta ¿Cómo diría que se encuentra de salud?, con posibles respuestas: excelente/muy buena, buena/ regular y mala /muy mala. 6. Examen mental: evaluación a través de la aplicación del Examen Mínimo del Estado Mental de Folstein (MMSE).28 7. Presencia de depresión: Escala de Depresión Geriátrica de Yesavage.29 8. Evaluación de marcha y equilibrio: test levántate y anda cronometrada.30 9. Evaluación nutricional: riesgo Nutricional con el DETERMINE.31 Peso en kilogramos y talla en metros al ingreso y egreso hospitalario utilizando Báscula Digital Primex. Dinamometría. 10. Número de piezas dentales y uso de prótesis dentarias. 11. Fuerza de prensión con el dinamómetro al ingreso y egreso hospitalario.32 12. Numero de caídas en el último año.33 13. Índice de Comorbilidades de Charlson.34 14. Diagnósticos geriátricos. 2. Comorbilidades: enumerar riesgos y daños a la salud, como diabetes mellitus, hipertensión arterial, cirugías, tabaquismo, cáncer, pulmonares, cardiopatías y otras. 3. Medicamentos: número y tipo de medicamentos antes del ingreso, número de medicamentos durante el internamiento, medicamentos usados durante el internamiento, polifarmacia (uso de 3 o más medicamentos).25 12 Ciencias Clínicas Análisis estadístico Se realizó estadística descriptiva para variables cuantitativas y cualitativas. Las variables cualitativas se expresaron como n (%), las variables cuantitativas como M (±DE) en caso de normalidad en la distribución o con descripción resistente en su defecto con mediana (rangos). La prueba de normalidad utilizada es Kolmogorov-Smirnoff. Para establecer diferencias se utilizó prueba T de Student para variables cuantitativas normales; prueba U de Mann-Whitney, para variables cuantitativas no normales; y prueba de Chi-cuadrada, Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 para variables cualitativas. Se realizó un análisis por regresión logística multivariado para obtener una Razón de Momios (OR) e Intervalos de Confianza (IC 95 %) para definir si alguna variable predice pérdida de peso significativa. El valor de p se consideró estadísticamente significativo cuando p=<0.05. Para la realización de las mismas se utilizó el paquete estadístico SPSS.MR Aspecto ético Según el reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud, el artículo número 17 se clasifica como investigación con riesgo mínimo: esto es estudios prospectivos que emplean el registro de datos a través de procedimientos comunes en exámenes físicos o psicológicos de diagnósticos o tratamiento rutinarios, entre los que se consideran: pesar al sujeto, pruebas de agudeza auditiva, electrocardiograma, termografía, entre otros. La aprobación ética se obtuvo del Comité de Ética e Investigación del Hospital Metropolitano “Dr. Bernardo Sepúlveda” y de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey. Consentimiento informado Se realizó consentimiento informado de acuerdo al Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación y de la declaración de Helsinki, donde toda la información obtenida será utilizada de forma anónima para fines de investigación. Protección frente al riesgo físico y/o emocional Para salvaguardar la privacidad de los sujetos que participan en la investigación se siguieron los estándares de confidencialidad que se llevan a cabo con los expedientes clínicos de los hospitales participantes. La base de datos es resguardada y revisada solo por los investigadores. Resultados Un total de 237 pacientes ingresaron a la Unidad de Cuidados Agudos Geriátricos en un periodo de siete meses, de los cuales, 56 fallecieron y en 98 pacientes no se logró obtener el peso a su ingreso por condición médica de base. En un total de 83 pacientes se llevó a cabo el análisis. Se realizó estadística descriptiva para los datos sociodemográficos, comorbilidades, valoración y síndromes geriátricos del ingreso; cabe señalar que no se incluyeron los datos perdidos para el análisis, estos fueron menor del 5 % en las variables. Se utilizó la prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnoff, y se encontró que Tabla 3. Características sociodemográficas de la población Variable Edad • Media (años) • Desviación estándar Género • Femenino • Masculino Estado Civil • Casado • Viudo • Soltero • Unión libre • Divorciado/separado Escolaridad • Media (años) • Rangos Lugar de nacimiento • Urbano • Rural Residencia actual • Urbano • Rural Tipo de vivienda • Casa propia • Casa familiar • Casa rentada Vive con • Esposa • Esposa e hijos • Hijos • Hijos y otros • Otros • Solos Sostenimiento económico • Trabajo • Pensión • Pensión y aporte familiar • Solo de aporte familiar • Otros Número de hijos vivos • Media (número) • Desviación estándar Percepción de visitas de los hijos • Muy seguido • Más o menos • Poco Frecuencia (N=83) Porcentaje (%) 77.67 ±8.59 49 34 59 41 29 37 10 1 6 34.9 44.6 12 1.2 7.2 2 0a4 27 49 32.5 59 67 14 80.7 16.9 39 38 3 47 45.8 3.6 10 12 18 24 15 4 12 14.5 21.7 28.9 18.1 4.8 8 3 21 48 2 9.6 3.6 25.3 57.8 2.4 5.4 ±3.6 39 27 7 47 32.5 8.4 solo escolaridad, actividades de la vida diaria y número de caídas en los últimos 12 meses fueron no normales, el resto de las variables cuantitativas presentó normalidad en su distribución. Las características sociodemográficas se detallan a continuación (ver Tabla 3). En sus antecedentes, los hallazgos de las comorbilidades registradas fueron: 25 pacientes tenían diagnóstico de diabetes mellitus (30.1 %); 44 pacientes presentaban Ciencias Clínicas 13 Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 diagnóstico de hipertensión arterial sistémica (53 %); historia de cáncer, 2 de los pacientes (2.4 %); cáncer actual, 3 pacientes (3.6 %); enfermedades pulmonares relatada en 9 de los pacientes (10.8 %); cardiopatías, 16 pacientes (19.3 %); antecedentes de tuberculosis pulmonar con tratamiento completo, en 3 pacientes (3.6 %); historia de padecimiento reumático, en 2 pacientes (2.4 %); evento vascular cerebral, en 16 (19.3 %); enfermedad renal crónica fue descrita por 5 pacientes (6 %); depresión actual, en 1 paciente (1.2 %); 3 pacientes, con demencia (3.6 %); 3 pacientes, con historia de cirugía de cabeza y/o cuello (3.6 %); 1, con cirugía torácica (1.2 %); 13, con antecedente de cirugía abdominal (15.7 %); 4, con amputación de miembro inferior (4.8 %); consumo de alcohol más de 30 gr a la semana en 6 pacientes (7.2 %); presencia de más de 2 paquetes/ año de cigarros en 9 pacientes (10.8 %). En cuanto a la valoración geriátrica, autopercepción de salud fue descrita como excelente en 4 pacientes (4.8 %); buena, en 26 pacientes (31.3 %); regular, en 27 (32.5 %); descrita como mala en 15 (18.1 %); y muy mala, en 3 pacientes (3.6 %). En la valoración de funcionalidad, las actividades de la vida diaria (AVBD o Índice de Katz) tuvo una mediana de 6 (3 a 6), actividades de la vida diaria instrumentada (AVDI o Índice de Lawton) con media de 3.62 (2.91). En la variable de evaluación cognoscitiva, la escala de Folstein el promedio fue de 19.42 (7.14) puntos. En la escala de depresión geriátrica (Yesavage) un promedio de 4.61 (4.03) puntos. Se realizó determinación nutricional y se encontró que 45 pacientes presentaban riesgo de moderado a alto para desnutrición (54.2 %). Se observaron piezas dentales, y 4 de los pacientes tenían de 24 a 32 piezas dentarias (4.8 %); 15, de 12 a 24 piezas (18.1 %); de 6 a 12 piezas, en 11 de los pacientes (13.3 %); y de 0 a 6 piezas, en 47 de los pacientes (56.6 %). En el registro de peso al ingreso la media fue de 64.97 (±16.39) kilogramos, la talla fue de 1.60 (±0.8) metros, el índice de masa corporal (IMC) fue de 25.1 (±5.33) kilogramo/mts2 y en la dinamometría el promedio fue 12.83 (±7.12) kilogramos. En la valoración de marcha y caídas, la escala de levántate y anda cronometrado, la media fue de 17.65 (±7.99) segundos, 29 de los pacientes presentaron alguna caída (34.9 %), con un número de caídas en los últimos 12 meses mediana de 1 (0 a 3) caídas; las caídas de 21 pacientes ocurrieron en el domicilio (25.3 %); en la calle, en 5 de los pacientes (6 %); y en 3, en ambos lugares (3.6 %). Índice de comorbilidades (Charlson) de 2.14 (±1.8) puntos. De los síndromes geriátricos detectados al ingreso estos fueron los resultados. 14 Ciencias Clínicas Tabla 4. Síndromes geriátricos de la población Abuso y maltrato Caídas Colapso del cuidador Deterioro cognoscitivo leve Demencia Depresión Riesgo de desnutrición Deterioro funcional Estreñimiento Fragilidad Hipotensión ortostática Incontinencia fecal Incontinencia urinaria Obesidad Patología de los pies Patología dental Pérdida de la autonomía Polifarmacia Síndrome de inmovilidad Trastorno del sueño Trastorno de la marcha Úlceras por presión Déficit visual Déficit auditivo Patología social Estado terminal Encarnizamiento terapéutico Delirium Disfunción sexual Frecuencia (N=83) 1 29 3 23 31 28 45 8 24 11 1 7 22 10 6 45 6 51 7 4 19 2 35 29 0 0 0 0 0 Porcentaje (%) 1.2 34.9 3.6 27.7 37.3 33.7 54.2 9.6 28.9 13.3 1.2 8.4 26.5 11 7.2 54.2 7.2 61.4 8.4 4.8 22.9 2.4 42.2 34.9 0 0 0 0 0 Los datos obtenidos al egreso hospitalario fueron los siguientes. Peso al egreso en promedio de 63.13 (±16.69) kilogramos, una disminución de 1.84 (±3.55) kilogramos en promedio y una dinamometría al día del egreso en promedio de 14.09 (±9.71) kilogramos, con una media de hospitalización de 6.54 (±3) días. La proporción y tipo de cambio de peso se detalla enseguida (Ver Tabla 5). Tabla 5. Cambio de peso en la población al egreso hospitalario. Sin pérdida o ganancia Pérdida < 5% peso corporal Pérdida ≥ 5% peso corporal Frecuencia (N=83) 29 29 25 Porcentaje (%) 34.9 34.9 30.1 Para fines de cálculo estadístico se establecieron dos grupos: por una parte, los pacientes con pérdida significativa de peso (descenso >5 % de su peso corporal con respecto al ingreso hospitalario) (n= 25); por la otra, los pacientes con pérdida de peso no significativa Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 (descenso <5 % con respecto a su ingreso hospitalario) o ganancia de peso (n=58). Para establecer diferencias entre los grupos se utilizó la prueba de T de Student, prueba U de Mann-Whitney y prueba Chi-cuadrada. Al comparar la valoración geriátrica entre ambos grupos, se encontró diferencia solo en la autopercepción. Los resultados del análisis diferenciativo de las características sociodemográficas se detallan en la tabla 6. Se demostraron diferencias significativas entre los grupos para las siguientes variables: autopercepción de salud (p=0.012) y trastornos del sueño (p=0.002). (Ver Tablas 8 y 9). La comparación de comorbilidad entre los grupos no demostró ser significativamente diferente (Ver Tabla 7). Fue realizado un análisis de regresión logística para determinar las variables que predicen de manera Tabla 6. Diferencias en las características sociodemográficas de los dos grupos Variable Edad (años) Género • Masculino • Femenino Escolaridad Estado Civil • Casado • Unión libre • Viudo • Divorciado/separado • Soltero Lugar de nacimiento • Urbano • Rural Residencia Actual • Urbano • Rural Tipo de vivienda • Casa propia • Casa familiar • Casa rentada Vive con • Esposa • Esposa y otros • Hijos • Hijos y otros • Otros • Solos Sostenimiento económico • Trabajo • Pensión • Pensión y familia • Familia • Otros Número de hijos vivos Percepción de visitas de los hijos • Muy seguido • Mas o menos • Poco Grupo de pérdida no significativa de peso (n=58) 77.2 (±8.2) Grupo de pérdida significativa de peso (n=25) 78.5 (±9.5) 24 34 2 (0-7) 10 15 2 (0-6) 0.907 20 1 25 4 8 9 0 12 2 2 0.902 18 36 9 13 0.531 49 7 18 7 0.088 25 28 3 14 10 0 0.337 7 9 12 16 11 3 3 3 6 8 4 1 0.992 6 2 14 34 1 5.5 (±3.6) 2 1 7 14 1 5.3 (±3.8) 0.963 26 19 4 13 8 3 0.799 Valor de p* 0.541 0.820 0.883 *p significativa <0.05. Ciencias Clínicas 15 Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Tabla 7. Diferencias en las comorbilidades presentes en los dos grupos Variable Diabetes mellitus Hipertensión arterial Historia de cáncer Cáncer actual Enfermedad pulmonar Cardiopatías Tuberculosis pulmonar tratamiento completo Enfermedades reumáticas Evento vascular cerebral Enfermedad renal crónica Depresión Demencia Cirugía de cabeza y cuello Cirugía torácica Cirugía abdominal Amputación de miembro inferior Etilismo Tabaquismo Grupo de pérdida no significativa de peso (n=58) 19 31 1 3 5 10 2 1 12 2 0 3 2 1 10 3 5 6 Grupo de pérdida significativa de peso (n=25) 6 13 1 0 4 6 1 1 4 3 1 0 1 0 3 1 1 3 Valor de p* 0.425 0.903 0.544 0.243 0.335 0.497 0.886 0.544 0.619 0.139 0.129 0.243 0.670 0.505 0.527 0.644 0.445 0.844 *p significativa <0.05. independiente la pérdida significativa de peso; para tal fin se incluyeron en el cálculo aquellas variables que resultaron significativamente diferentes entre los grupos (autopercepción de salud y trastornos del sueño), así como aquellas con tendencia a la significancia (p<0.10: lugar de residencia, escala de Folstein, número de caídas en 12 meses). (Ver Tabla 10). Los resultados muestran que solo la escala de Folstein (OR 0.787 IC95% 0.651 – 0.951, p=0.013) y la residencia en medio urbano (OR 0.059 IC95% 0.004-0.823, p=0.035) son factores protectores significativos para la pérdida significativa de peso durante la hospitalización. Discusión Entre los ancianos hospitalizados, la pérdida de peso se asocia con pobres resultados clínicos a corto y largo plazo. Numerosos estudios han demostrado que el riesgo de complicaciones mórbidas durante la hospitalización o dentro de los 12 meses del alta aumenta en proporción directa con la gravedad de los déficits nutricionales del paciente de edad avanzada.35-37,4,5 La población de estudio consistió en ancianos ingresados en una unidad de atención de cuidados geriátricos agudos. Casi todos tenían múltiples comorbilidades, se les prescribió múltiples medicamentos o tenían otros indicadores de fragilidad. 16 Ciencias Clínicas La edad media de la población fue de 77 años, y el género femenino tenía mayor prevalencia. La mediana de escolaridad fue de apenas de 2 años, característica ya presenciada en esta población. De las comorbilidades presentes, diabetes mellitus e hipertensión arterial fueron las de mayor registro en los pacientes y, por otra parte, cáncer o estados terminales fueron las de menor frecuencia, ya que los pacientes con dichas comorbilidades no se incluyeron por no tener las condiciones para registrar su peso. En la valoración geriátrica global encontramos que la percepción de salud de nuestra población, la mayoría la describía como regular, teniendo una mediana de AVDB de 6 y media de AVDI de 3. En la evaluación cognitiva, la escala de Folstein tenía un puntaje en promedio de 19, tal vez influido por la escolaridad y nivel socio económico de esta población. Detectamos 29 síndromes geriátricos; la polifarmacia, el riesgo para desnutrición y la patología dental tuvieron las más altas frecuencias, y en la literatura están implicadas como causas de pérdida de peso en el adulto mayor. En el análisis del cambio de peso al egreso hospitalario, el promedio de peso fue de 63 kg con una disminución en promedio de 1.84 kg; el 30 % de nuestra población presentó pérdida de peso significativa –a pesar de la Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Tabla 8. Diferencias en la valoración geriátrica entre los grupos Variable Autopercepción de salud • Excelente • Buena • Regular • Mala • Muy mala AVDB AVDI Escala de Folstein Escala de Depresión geriátrica Peso al ingreso (kg) Talla (mts) IMC (kg/mt2) Dinamometría (kg) Riesgo nutricional Piezas dentales • 24 a 32 piezas • 12 a 24 piezas • 6 a 12 piezas • 0 a 6 piezas Prótesis dental • No • Puente • Placa unilateral • Placa bilateral Prueba levántate y anda cronometrada (seg) Número de caídas en 12 meses Lugar de caídas • Domicilio • Calle • Ambos lugares Índice de Charlson Dinamometría al egreso (kg) Días de hospitalización Grupo de pérdida no significativa de peso (n= 58) Grupo de pérdida significativa de peso (n=25) 2 23 19 9 0 6 (0-6) 3.6 (±2.8) 20.5 (±6.4) 4.5 (±3.7) 66.5 (±17.7) 1.6 (±0.8) 25.7 (±5.5) 12.5 (±7.5) 28 2 3 8 6 3 6 (0-6) 3.4 (±3) 16.9 (±8.1) 4.6 (±4.6) 61.4 (±12.4) 1.6 (±0.1) 22.8 (±3.8) 14.5 (±4.9) 11 0.012 1 13 9 31 3 2 2 16 0.115 31 3 9 8 17.3 (±8) 2 (0-7) 14 0 2 6 18.7 (±7.9) 0 (0-10) 0.371 16 4 2 2.3 (±1.7) 13.9 (±9.9) 6.4 (±2.9) 5 1 1 1.7 (±2) 15.2 (±8.6) 7.6 (±4.7) 0.911 Valor de p* 0.471 0.779 0.058 0.950 0.197 0.561 0.188 0.538 0.515 0.590 0.059 0.353 0.804 0.506 AVDB, actividades de la vida diaria básica; AVDI, actividades de la vida instrumentada; kg, kilogramos; mts, metros; IMC, índice de masa corporal; seg, segundos. *p significativa <0.05. intervención nutricional utilizada en la Unidad Geriátrica–, lo cual confirma lo reportado en la literatura mundial. Son múltiples los factores de riesgos descritos en el adulto mayor asociados a pérdida de peso, lo que explica la alta prevalencia durante su hospitalización. Condiciones médicas comunes en los ancianos, tales como enfermedades gastrointestinales, síndromes de malabsorción, infecciones agudas y crónicas, a menudo causan anorexia, deficiencias de micronutrientes y aumento de los requerimientos de energía.13 Cáncer y enfermedades reumatológicas producen efectos anoréxicos por la liberación de citocinas. Caquexia es un síndrome complejo metabólico asociado con la enfermedad subyacente y se caracteriza por la pérdida de músculo con o sin pérdida de masa grasa. Las características de la caquexia es la pérdida de peso, pero la inflamación es también un componente clave. La anorexia, resistencia a la insulina, y el mayor deterioro de proteínas musculares se asocian frecuentemente con caquexia. La inflamación desempeña un papel importante en la patogénesis de la caquexia, con un aumento absoluto o relativo en los niveles de las citocinas de la inflamación, como TNF-a, IL-1 y IL-6.38 Condiciones que a menudo afectan a las personas mayores que se asocian frecuentemente con caquexia incluyen cáncer, insuficiencia cardíaca crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia renal crónica.39 La depresión se asocia a menudo con el duelo y el deterioro de las redes sociales y es común en las personas mayores; se encuentra presente en el 2 % Ciencias Clínicas 17 Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Tabla 9. Diferencias en diagnósticos geriátricos entre los grupos Variable Abuso y maltrato Caídas Colapso del cuidador Demencia Depresión Riesgo nutricional Deterioro cognoscitivo leve Deterioro funcional Estreñimiento Fragilidad Hipotensión ortostática Incontinencia fecal Incontinencia urinaria Obesidad Patología de los pies Patología dental Pérdida de la autonomía Polifarmacia Síndrome de inmovilidad Trastornos del sueño Trastorno de la marcha Úlceras por presión Déficit visual Déficit auditivo Grupo de pérdida no significativa de peso (n=58) 1 18 2 21 18 31 16 5 17 7 1 6 14 6 5 30 4 37 4 0 11 1 24 23 Grupo de pérdida significativa de peso (n=25) 0 7 1 10 10 14 7 3 7 4 0 1 8 4 1 15 2 14 3 4 4 1 11 6 Valor de p* 0.509 0.782 0.902 0.743 0.428 0.830 0.969 0.632 0.904 0.628 0.509 0.340 0.457 0.509 0.456 0.488 0.859 0.503 0.443 0.002 0.195 0.535 0.824 0.170 *p significativa <0.05. al 10 % de la comunidad de adultos mayores, y una proporción mucho mayor en los institucionalizados y hospitalizados.40 En nuestro estudio, la prevalencia de depresión fue de 33 %. La depresión es más probable que se manifieste como disminución del apetito y pérdida de peso en los adultos mayores que en adultos jóvenes y es una causa importante de pérdida de peso y de desnutrición en este grupo. La desnutrición en sí puede empeorar la depresión.41 Inmovilidad, temblores y problemas de vista pueden reducir la capacidad de una persona de edad para consumir alimentos. La mala dentadura limita el tipo y la cantidad de alimentos ingeridos. En un estudio de residentes de un asilo de entre 60 a 101 años en Boston, la mitad se quejaron de problemas con la masticación, morder y tragar. Las personas con dentaduras postizas eran más propensas a tener escaso aporte de proteínas que las que tienen su propios dientes.44 Las personas mayores tienen más probabilidades de vivir solas que los adultos jóvenes. El aislamiento social y la soledad se han asociado con disminución del apetito y la ingesta de energía en el anciano durante su internamiento.42 Las personas mayores tienden a consumir mucho más alimento (hasta un 50 %) durante una comida al comer en compañía de amigos o familiares, que cuando comen solos. Polifarmacia usada durante la hospitalización en los ancianos puede provocar una deficiente absorción de nutrientes, síntomas gastrointestinales y pérdida de apetito. Por ejemplo, la digoxina y algunos tipos de quimioterápicos pueden causar náuseas, vómitos y pérdida del apetito. Además de posibles interacciones medicamentosas que contribuyen a la anorexia.38 La demencia también puede contribuir a la reducción de la ingesta en las personas mayores, ya que los individuos simplemente se olvidan de comer. Hasta el 50 % de los pacientes institucionalizados con demencia ha informado que sufre de desnutrición proteícoenergético.43 18 Ciencias Clínicas Sin embargo, en nuestro estudio ninguno de los factores de riesgo expuestos anteriormente demostró predicción de forma independiente para pérdida de peso significativa durante la hospitalización del adulto mayor. Pérdida de peso en el adulto mayor durante la hospitalización No. 28 • Volumen 9 Tabla 10. Modelo de regresión logística para las variables mostradas Variable Escala de Folstein Número de caídas en 12 meses Residencia urbana Trastorno del sueño Autopercepción de salud OR 0.787 0.957 0.059 0.000 0.000 IC 95% 0.65-0.95 0.63-1.46 0.004-0.82 0.00-* 0.00-* Valor de p* 0.013 0.837 0.035 0.999 0.088 Se ofrecen Razón de Momios (OR) e intervalos de confianza (IC) del 95%. * p significativa <0.05. Por otra parte, encontramos que con cada aumento en el puntaje de la escala de Folstein y vivir actualmente en un medio urbano protege contra la pérdida de peso significativa en esta población. En la revisión de la literatura hay estudios que muestran una asociación entre disfunción cognitiva o menor desempeño cognitivo y pérdida de peso, principalmente en pacientes con Enfermedad de Alzheimer,28,29,45,30 pero no en pacientes hospitalizados. Hasta lo que sabemos no existe reporte de asociación de pérdida de peso y vivir en un medio urbano. Una de las limitaciones de nuestro estudio es el tamaño de muestra no alcanzado, debido primordialmente a la gravedad de los pacientes, lo que imposibilitaba el registro del peso debido a que requeríamos que lograran al menos la posición de sedestación. Los resultados alcanzaron un 76 % de nivel de confianza con 5 % de margen de error. La segunda limitante es que es un estudio monocéntrico, por lo tanto los resultados no podrían ser aplicados a otras poblaciones. La tercera limitante fue no registrar peso diario, registro que nos abriría a la observación de cambios en el peso del día a día de los pacientes, esto no fue factible por la logística y los recursos humanos disponibles. Una área de oportunidad en futuros estudios es el registro del número de complicaciones presentes en los pacientes hospitalizados, y analizar si como consecuencia de pérdida de peso durante la hospitalización la incidencia de estas complicaciones aumenta y cuál de ellas en esta particular población. Conclusión En los adultos mayores, la disminución de peso presente durante la hospitalización tuvo una prevalencia del 30 %. Características sociodemográficas, como baja escolaridad y bajo puntaje en Folstein fueron también presenciadas en este estudio. Factores de riesgo no clásicos: escala de Folstein y residencia fueron asociados a pérdida de peso. Puesto que la pérdida de peso obedece a múltiples causas se requieren múltiples intervenciones simultáneas como plan terapéutico. Por lo anterior, recomendamos que el peso de los pacientes adultos mayores hospitalizados sea vigilado en forma estrecha, porque la pérdida de peso tiene una alta prevalencia y efectos adversos. Contar con las herramientas adecuadas para la medición del peso a todo paciente hospitalizado. Referencias bibliográficas: 1. Villareal DT, Apovian CM, Kushner RF, et al. Obesity in older adults: technical review and position statement of the American Society for Nutrition and NAASO, The Obesity Society. Am J Clin Nutr 2005;82:923–34. 2. Schoenborn CA, Adams PF, Barnes PM. Body weight status of adults: United States, 1997–98. Adv Data 2002; 1–15. 3. Stevens J, Cai J, Pamuk ER, et al. The effect of age on the association between body-mass index and mortality. 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