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Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Dra. Virginia Robles Introducción La reservoritis o pouchitis es una entidad de causa desconocida y que consiste en una inflamación inespecífica del reservorio ileoanal. El reservorio ileoanal se realiza en aquellos pacientes que han precisado de la realización de una panproctocolectomía, independientemente de la patología de base. Sus mecanismos etiopatogénicos no son bien conocidos, aunque sabemos que la flora fecal desarrolla un papel fundamental para su desarrollo. En el manejo de esta patología, que provoca una gran deterioro en la calidad de vida de los pacientes, existe un nicho terapéutico para el uso de probióticos, con una sólida evidencia científica que lo respalda. Antecedentes personales Se trata de una paciente de 47 años, exfumadora desde los 14 años de edad y diagnosticada en el año 1989 de una colitis ulcerosa de localización izquierda, con buena evolución hasta el año 1996, cuando presenta un brote grave corticorrefractario sin respuesta a ciclosporina, precisando de una colectomía total con construcción de reservorio ileal en “J” en dos tiempos. Nunca presentó manifestaciones extraintestinales de la enfermedad. Historia reciente La paciente comienza a finales del año 2012 con una sintomatología consistente en dolor abdominal de 3 semanas de evolución, de predominio en hemiabdomen derecho y epigastrio, junto con importante distensión abdominal y asociado a un aumento del ritmo deposicional habitual hasta 10 deposiciones al día, sin productos patológicos. Presenta astenia y pérdida ponderal de 10 kg de peso. Niega la presencia de fiebre y asocia artralgias en tobillos y muñecas, sin datos de artritis. Exploración física Al examen físico encontramos un abdomen con ruidos hidroaéreos normales, blando y depresible, distendido, timpánico, sin datos de irritación peritoneal. El resto de la exploración resultó anodina. 1.- ¿ Qué exploración de las siguientes no cree indispensable para valoración del paciente? A. B. C. D. E. Hemograma, bioquímica básica. Prueba de imagen abdominal. Rectosigmoidoscopia. Coprocultivos. P ara un primer abordaje diagnóstico precisamos de todas las pruebas complementarias previas. Tratamiento habitual Plantago ovata, loperamida. Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Página 1 Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud Razonamiento Se trata de una paciente con un cuadro digestivo de varias semanas de evolución, que asocia síndrome constitucional. Un hemograma y una bioquímica básica nos ayudarían a determinar anemia y datos de deshidratación asociados a la diarrea, así como la elevación de reactantes de fase aguda, que nos puedan orientar tanto en el diagnóstico como en el grado de afectación orgánica. Por otro lado, ante el desarrollo de diarrea y dolor abdominal, la realización de coprocultivos puede resultar de utilidad para filiar una enteritis-reservoritis infecciosa. La rectosigmoidoscopia es necesaria en tanto que la paciente es portadora de un reservorio ileoanal; ello nos permitiría la visualización del reservorio y la toma de biopsias para descartar una reservoritis aguda. Por último, también hay que hacer una prueba de imagen abdominal, como mínimo una radiografía de abdomen, simple y en bipedestación, que nos muestre datos indirectos de suboclusión intestinal, como la visualización de niveles hidroaéreos. 2.- ¿Qué diagnósticos considera que no han de ser tenidos en cuenta tras la presentación del caso? A. C ontemplar la posibilidad de una sobreinfección del reservorio (citomegalovirus). B. Aunque la paciente no presente antecedente de toma de antibióticos, existe la posibilidad de enteritis por Clostridium difficile. C. L a paciente es portadora de un reservorio; hemos de descartar una complicación postquirúrgica del mismo, como un absceso pélvico. D. La reservoritis aguda es una entidad a descartar mediante rectosigmoidoscopia. E. L a estenosis de la anastomosis ileoanal con sobrecrecimiento bacteriano secundario. Razonamiento Se podría tener en cuenta una complicación de la cirugía en forma de estenosis de la anastomosis ileoanal, pero un absceso pélvico es una complicación más típica del postoperatorio inmediato, y no de años después de la cirugía. Exploraciones complementarias ·Hemograma: destaca hemoglobina 10,8 g/dl, VCM 77,2 fl y ferritina 10 ng/ml. ·Bioquímica: proteína C reactiva: 1,05 mg/dl (<0,5 mg/ dl). .Coprocultivos y toxina de Clostridium difficile: negativos. ·Radiografía de abdomen: dilatación de asas intestinales proximales a reservorio, distensión de cámara gástrica. No se aprecian niveles hidroaéreos. Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Página 2 Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud ·Proctosigmoidoscopia: anastomosis ileoanal dentro de la normalidad. Se exploran 20 cm de una de las asas intestinales, visualizando úlceras serpinginosas profundas recubiertas de fibrina con mucosa interlesional normal. Rama corta del reservorio normal. Se toman biopsias. ·Biopsias: ileítis crónica ulcerativa con infiltrado inflamatorio agudo-severo. Compatible con reservoritis aguda. Tinción inmunohistoquímica para citomegalovirus: negativa. ·Entero-RMN: dilatación de asa de reservorio ileal, con engrosamiento e hipercaptación mural. La longitud aproximada del segmento afecto es de 20 cm. Exploraciones complementarias Planteamos el siguiente diagnóstico diferencial: ·Reservoritis aguda. Se trata de una paciente portadora de un reservorio. La inflamación del mismo ha de ser una de las primeras posibilidades dentro del diagnóstico diferencial. ·Infección por citomegalovirus / Clostridium difficile /enteropatógenos. Aunque haya existido una colectomía, la sobreinfección por estos agentes infecciosos ha de contemplarse en reservorios e incluso ileostomías, máxime si se trata de pacientes con consumo de antibióticos o antecedente de ingreso hospitalario. Han de ser tenidos en cuenta los antecedentes recientes de viajes a países en vías de desarrollo o subdesarrollados, o el antecedente epidemiológico de toxiinfección alimentaria. ·El consumo de AINE (antiinflamatorios no esteroideos) ha de ser buscado explícitamente en la anamnesis, tanto orales como de aplicación tópica. Se trata de fármacos de uso muy extendido, y que pueden provocar enteropatía por AINE, con el desarrollo de úlceras a nivel intestinal. La paciente negó el consumo de estos fármacos. arco duodenal, asas yeyunales y resto de asas M ileales de calibre normal y patrón mucoso conservado. Marcada distensión gástrica. No se aprecia líquido libre intraabdominal. ·Enfermedad de Crohn del reservorio. Ante las características de las úlceras descritas en el reservorio (úlceras profundas serpinginosas), se procedió a la confirmación de que la pieza de colectomía correspondía a una colitis ulcerosa mediante revisión de la historia antigua de la paciente. Por otro lado, se solicitó una entero-RMN con el objetivo de evidenciar otras lesiones a nivel de intestino delgado, y que pudieran además justificar cuadros suboclusivos. Una vez descartado todo ello, junto con el resultado de las biopsias, se descartó razonablemente esta opción. ·Isquemia del reservorio. En principio, la isquemia del reservorio tiende a aparecer a nivel de las anastomosis quirúrgicas, pudiendo provocar estenosis a nivel de las mismas. En todo pacien- Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Página 3 Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud te que ha precisado de una cirugía de resección y anastomosis en cualquier parte del tubo digestivo ha de tenerse en cuenta esta posibilidad. Diagnóstico Reservoritis aguda. 3.- ¿Cuál es el tratamiento de elección de la reservoritis aguda? A. Exéresis del reservorio. B. Antibióticos en forma de ciprofloxacino y/o metronidazol. C. Mesalacina oral. D. Anti-TNFα. E. Probióticos. Razonamiento El tratamiento de elección en la reservoritis aguda es antibiótico. Las pautas más utilizadas son ciprofloxacino, 1 gramo al día, o metronidazol, 400 mg cada 8 horas. En los pacientes que no hayan respondido a un antibiótico se puede intentar la combinación de ambos. Tratamiento La paciente recibió tratamiento con ciprofloxacino, 500 mg/12 horas; metronidazol, 20 mg/kg/día y enemas de proctosteroid (triamcinolona diacetato al 1%) 1 vez al día. Todo ello durante 3 semanas. Evolución Tras el tratamiento presentó una gran mejoría clínica inicial con el ciclo antibiótico, si bien una vez suspendido éste reapareció la misma sintomatología, y así sucesivamente hasta precisar de tres ciclos de anti- bióticos a lo largo de un período de 6 meses. Se estableció el diagnóstico de reservoritis crónica con dependencia de antibióticos, decidiéndose el inicio de VSL#3 junto con un nuevo ciclo combinado de antibióticos, presentando la paciente menos episodios y de menor intensidad a lo largo de tiempo, pero sin lograr una remisión completa, por lo que se decidió el inicio de tratamiento con azatioprina a dosis de 2,5 mg/kg, junto con VSL#3. La paciente se mantiene en remisión clínica a los 6 meses del inicio del tratamiento, con normalización de los parámetros analíticos y pendiente de revisión endoscópica del reservorio. Discusión La reservoritis o pouchitis es una de las complicaciones más frecuentes de la proctocolectomía y la construcción de un reservorio ileoanal. Consiste en una inflamación inespecífica y de causa desconocida del reservorio. Su sintomatología se caracteriza por aumento en el número de deposiciones, con disminución de la consistencia, asociando generalmente dolor abdominal, urgencia defecatoria, tenesmo y rectorragia. Podemos encontrar desarrollo de fiebre y artralgias. Se ha descrito un índice de actividad denominado PDAI (pouchitis disease activity index)1. Existe controversia en torno a la prevalencia exacta, etiopatogenia e historia natural de esta entidad. La frecuencia de su aparición está cuantificada hasta en el 50% a los 10 años de seguimiento2. Los factores etiológicos que se creen implicados son múltiples: estasis fecal, isquemia de la mucosa, disbiosis de la flora del reservorio, así como otros factores inmunológicos y genéticos. El nexo de unión entre la reservoritis y una disbiosis se basa en el hecho de que la reservoritis responde favorablemente al tratamiento con antibióticos. Por otra parte, la pouchitis no debuta antes del cierre de la ileostomía. Con respecto al estudio de la composición de la microbiota mediante técnicas de secuenciación del gen 16S, existe un estudio3 que demuestra un incremento significativo en Proteobacteria, así como un descenso en Bacteroidetes y Faecalibacterium prausnitzii entre los reservorios por colitis ulcerosa (CU) y los reservorios Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Página 4 Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud por poliposis adenomatosa familiar (PAF), aunque al comparar pacientes con y sin pouchitis, únicamente se evidenciaba una reducción de la diversidad bacteriana en el primer grupo, e independientemente de si la causa era CU o PAF. Dentro de los factores genéticos asociados, se sabe que los polimorfismos del gen NOD2/CARD154 favorecen el desarrollo de pouchitis. Por otro lado, los portadores de los alelos de Toll-like receptor (TLR) 9-1237C y CD14-260T5 presentaron más frecuentemente pouchitis crónica recidivante que en el grupo con pouchitis infrecuente. Los polimorfismos en el TLR16 han sido asociados también al desarrollo de pouchitis. Todo ello apoya la hipótesis de que el reconocimiento bacteriano es un factor implicado en la etiopatogenia de esta entidad. Incluso en análisis ex-vivo, los sonicados bacterianos procedentes de flora de pacientes afectos de pouchitis inducían una intensa proliferación de células mononuclerares en cultivo, en comparación con sonicados procedentes de reservorios sin inflamación7. La reservoritis puede clasificarse en aguda (<4 semanas de duración), que requerirá tratamiento únicamente para las exacerbaciones (2 al año), y la reservoritis crónica, en la que se precisará del establecimiento de un tratamiento de mantenimiento. Incluimos en este segundo grupo aquellas refractarias a tratamiento antibiótico, dependientes del mismo, o con más de 4 semanas de duración de los síntomas. Los hallazgos descritos previamente revelan que la reservoritis es una entidad que podría ser susceptible de prevención y tratamiento mediante manipulación de la microbiota con probióticos y/o prebióticos. En un estudio de Gionchetti et al.8 , un grupo de pacientes con criterios de pouchitis crónica, en remisión clínica y endoscópica tras un ciclo antibiótico combinado, fueron asignados de forma aleatorizada a recibir VSL#3 (0,45 x 1011 bacterias vivas en sobres liofilizados, incluyendo 4 cepas del género Lactobacillus, tres del género Bifidobacterium y una cepa de Streptococcus salivarius subsp. thermophilus) a dosis de1,8 x 1012 bacterias (4 sobres) versus placebo durante 9 meses. Todos los sujetos en el brazo placebo recidivaron a lo largo del seguimiento, mientras que el 85% de los pacientes que recibieron la muestra se mantu- vieron en remisión. En un segundo estudio9 , doble ciego controlado con placebo, se empleó VSL#3 en dosis única diaria de 1,8 x 1012 bacterias (4 sobres) versus placebo a largo de una año para valorar la eficacia en el mantenimiento de la remisión, tras ser inducida por antibióticos, en sujetos con pouchitis resistente al tratamiento o recidivante, reportando unas cifras de remisión de 85% en el grupo de tratamiento versus 6% en el grupo placebo. Con respecto a la prevención del desarrollo de pouchitis, encontramos un ensayo clínico10 contra placebo en pacientes con anastomosis ileoanal como tratamiento de la colitis ulcerosa. En el grupo tratado con VSL#3, el desarrollo de reservoritis fue del 10%, frente al 40% del grupo placebo. En relación con los fármacos tiopurínicos, no existe mucha evidencia que apoye su empleo para la reservoritis crónica, aunque en la práctica clínica habitual es frecuente su empleo antes de plantear tratamiento biológico con anti-TNFα. El uso de probióticos a dosis altas se ha mostrado eficaz en el mantenimiento de la remisión de la reservoritis inducida con antibióticos. Por tanto, con la evidencia disponible, y de acuerdo con las guías clínicas de la ECCO, se recomienda el uso de probióticos tanto para la profilaxis de reservoritis, como en el mantenimiento de la remisión inducida por antibióticos. 4.- S eñale la indicación de probióticos en la reservoritis aguda: A. E n cualquier caso de diagnóstico de reservoritis aguda. B. E n la prevención de la reservoritis aguda/crónica en remisión inducida por antibióticos. C. En caso de sobreinfección del reservorio por citomegalovirus. D. En la prevención de la reservoritis aguda. E. B y D son correctas. Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Página 5 Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud Razonamiento De acuerdo a lo expuesto en el texto, se recomienda el uso de probióticos tanto para la profilaxis de la reservoritis, como en el mantenimiento de la remisión inducida por antibióticos. 5.- Señale la respuesta falsa en relación a la reservoritis: A. S e trata de una entidad de causa desconocida, pero se sabe que la flora fecal tiene una papel etiopatogénico. B. P uede cursar con diarrea, dolor abdominal y tenesmo. C. Se trata de una entidad exclusiva de pacientes colectomizados por una colitis ulcerosa. D. La reservoritis aguda es aquella en la que la duración de los síntomas es menor de 4 meses. E. P ara casos de reservoritis crónica puede ser necesario el uso del tratamiento con inmunomoduladores. Razonamiento La reservoritis se ha descrito en casos de proctocolectomía y la construcción de un reservorio ileoanal, sea éste secundario a un brote grave córticorrefractario que precise de colectomía o bien a poliposis adenomatosa familiar que precise del mismo tipo de abordaje quirúrgico, si bien la tasa de aparición es mucho menor en los casos de poliposis adenomatosa familiar. Bibliografía 1.Sandborn WJ, Tremaine WJ, Batts KP, Pemberton JH, Phillips SF. Pouchitis after ileal pouch-anal anastomosis: a Pouchitis Disease Activity Index. Mayo Clinic Proceedings. 1994; 69(5): 409-15. 2. Salemans JM, Nagengast FM, Lubbers EJ, Kuijpers JH. Postoperative and long-term results of ileal pouch-anal anastomosis for ulcerative colitis and familial polyposis coli. Digestive Diseases and Sciences. 1992; 37(12): 1882-9. 3. McLaughlin SD, Walker AW, Churcher C, Clark SK, Tekkis PP, Johnson MW et al. The bacteriology of pouchitis: a molecular phylogenetic analysis using 16S rRNA gene cloning and sequencing. Annals of Surgery. 2010; 252(1): 90-8. 4. Tyler AD, Milgrom R, Stempak JM, Xu W, Brumell JH, Muise AM et al. The NOD2insC polymorphism is associated with worse outcome following ileal pouch-anal anastomosis for ulcerative colitis. Gut. 2013; 62(10): 1433-9. 5. Lammers KM, Ouburg S, Morre SA, Crusius JB, Gionchett P, Rizzello F et al. Combined carriership of TLR9-1237C and CD14260T alleles enhances the risk of developing chronic relapsing pouchitis. World Journal of Gastroenterology. 2005; 11(46): 7323-9. 6. Ferrante M, Declerck S, Coopmans T, De Hertogh G, Van Assche G, Penninckx F et al. Development of pouchitis following ileal pouchanal anastomosis (IPAA) for ulcerative colitis: A role for serological markers and microbial pattern recognition receptor genes. Journal of Crohn’s & Colitis. 2008; 2(2): 142-51. 7. Bell AJ, Nicholls RJ, Forbes A, Ellis HJ, Ciclitira PJ. Human lymphocyte stimulation with pouchitis flora is greater than with flora from a healthy pouch but is suppressed by metronidazole. Gut. 2004; 53(12): 1801-5. 8. Gionchetti P, Rizzello F, Venturi A, Brigidi P, Matteuzzi D, Bazzocchi G et al. Oral bacteriotherapy as maintenance treatment in patients with chronic pouchitis: a double-blind, placebo-controlled trial. Gastroenterology. 2000; 119(2): 305-9. Uso de probióticos en el manejo de la reservoritis crónica refractaria Página 6 Evidencia y práctica clínica de los probióticos para el profesional de la salud 9. Mimura T, Rizzello F, Helwig U, Poggioli G, Schreiber S, Talbot IC et al. Once daily high dose probiotic therapy (VSL#3) for maintaining remission in recurrent or refractory pouchitis. Gut. 2004; 53(1): 108-14. 10. Gionchetti P, Rizzello F, Helwig U, Venturi A, Lammers KM, Brigidi P et al. Prophylaxis of pouchitis onset with probiotic therapy: a double-blind, placebo-controlled trial. Gastroenterology. 2003; 124(5): 1202-9. 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