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Investigación YOLANDA DÍAZ ALONSO: Supervisora Unidad UCIP. Especialista Universitario en Cuidados Intensivos Pediátricos. Licenciada en Psicología. Diplomada en Logopedia. Profesora Asociada de la Universidad de Oviedo. ANA Mª RIVEIRO VELA: DUE. Especialista Universitario en Cuidados Intensivos Pediátricos. Enfermera UCIP. MARGARITA GONZÁLEZ PÉREZ: Supervisora de Área de Hospitalización. DUE. Especialista Universitario en Cuidados Intensivos Pediátricos. Experto Universitario en Cuidados Intensivos. Experto Universitario de enfermería en el área quirúrgica. Profesora Asociada de la Universidad de Oviedo. Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Prevención de Úlceras por Presión RESULTADOS DE UN PROGRAMA DE PREVENCIÓN EN UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS PEDIÁTRICOS Resumen La dificultad para mantener íntegra la piel de nuestros pacientes y la poca literatura al respecto en pediatría nos llevó a realizar un estudio en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El objetivo consiste en determinar si se produjo una disminución en la aparición de Úlceras por Presión (UPP) en los niños ingresados en nuestra unidad después de la aplicación de un programa destinado a la prevención de las mismas. Se trata de un estudio retrospectivo/prospectivo, comparativo, observacional de los pacientes ingresados en el periodo comprendido entre el mes de septiembre de 2004 y septiembre de 2007, separándolos en dos grupos, antes y después de la implantación de un protocolo y comparando las siguientes variables: número de pacientes ingresados en cada uno de los dos periodos a estudio; pacientes que presentaron UPP; edad media de cada grupo; estancia media de cada grupo; patologías de ingreso de los pacientes en los que aparecen dichas heridas; localización y grado de las mismas. Aunque se produjo un aumento del número de pacientes ingresados, descendió en un 24,6% la incidencia de aparición en los niños en el segundo periodo tras la aplicación del protocolo. También se constató una disminución de la severidad de las lesiones 00 Rev ROL Enf 2009; 32(5):000 presentes, así como diferencias importantes en cuanto a sus localizaciones. A tenor de los resultados de nuestra evaluación se puede concluir que las medidas incluidas en el protocolo de prevención como el uso de los ácidos grasos hiperoxigenados (Mepentol®), han sido efectivas en nuestra unidad, con una disminución en el número de pacientes que las presentaron y la gravedad de las lesiones fue mucho menor. PALABRAS CLAVE: ÚLCERAS POR PRESIÓN. UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS PEDIÁTRICOS. ÁCIDOS GRASOS HIPEROXIGENADOS. ESCALA BRADEN Q. PREVENTION OF BED SORES; RESULTS OF A PROGRAM IN INTENSIVE PEDIATRICS TREATMENT Summary The difficulty to keep our patients’ skin intact combined with few articles on this topic in pediatrics led the authors to carry out a study in their Pediatrics Intensive Care Unit «UCIP» at the Central University Hospital of Asturias, HUCA. The objective of this study consisted in determining if a decrease in the appearance of bed sores in children checked into their unit after a program whose purpose was to prevent bed sores had been applied occurred. This retrospective/prospective, comparative, observational study dealt with patients checked in their UCIP from September 2004 to September 2007; patients were broken into two groups, before and after applying a protocol and comparing the following variables: the number of patients checked in during each of the periods of this study; patients who had bed sores; average time kept in this ward for each group; pathologies patients who suffered from bed sores had when checked into this ward; the site and degree of these bed sores. Although there was an increase in the number of patients checked into this unit, the number of bed sores among children in this unit decreased 24.6% during the second period after the application of the protocol. Among the study observations noted there was a reduction in the severity of lesions patients manifested, as well as important differences as to where their lesions were located. Based on the results of the authors’ study, one may conclude that the measures included in the bed sore prevention protocol, as well as the use of Mepentol® hyperoxygenated fatty acids, have proven effective in their UCIP leading to a decrease in the number of patients which evidenced bed sores and the severity of these lesions was much less. KEY WORDS: BED SORES. PEDIATRICS INTENSIVE CARE UNIT. HYPEROXYGENATED FATTY ACIDS. BRADEN Q SCALE. Díaz Alonso Y, Riveiro Vela AM,González Pérez M. Prevención de úlceras por presión. Rev ROL Enf 2009; 32(5):000-000 FIGURA 1. NIÑO DE 14 AÑOS CON POLITRAUMATISMO. ESTANCIA EN UCIP DE 45 DÍAS. Introducción La Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Universitario Central de Asturias se inauguró en el año 1995 para dar respuesta a las necesidades de la población infantil de esta provincia, pudiendo recibir también pacientes de provincias limítrofes. Atiende a niños críticamente enfermos en edades comprendidas entre el mes y los catorce años, ampliable en ocasiones desde los doce días hasta los diecisiete años. Está formada por cuatro boxes polivalentes en los que se asiste a pacientes con una patología mixta de distinta índole, problemas neurológicos, quirúrgicos, respiratorios, politraumas, etc., junto a tres boxes de cuidados intermedios y otro para la realización de técnicas. Desde la puesta en marcha de la unidad pudimos comprobar cómo en nuestros pacientes aparecían UPP en localizaciones distintas a las habituales en los adultos y también constatamos las dificultades que teníamos en su prevención y tratamiento. Una UPP es cualquier lesión de la piel y los tejidos subyacentes originada por un proceso isquémico producido por la presión, la fricción, el cizallamiento o una combinación de los mismos en el plano comprendido entre la epidermis y una zona de tejido de mayor consistencia (por ejemplo, hueso o cartílago). Existen, pues, unos factores extrínsecos que desencadenan la aparición de este problema pero también otros intrínsecos que predisponen a ello, como dolencias sistémicas que determinan alteraciones de la perfusión de la piel, inmovilidad prolongada, una nutrición deficiente, estados de shock, fiebre alta mantenida, etc. [1] Las UPP son un problema que afecta tanto a personas adultas como a niños sometidos a ciertas situaciones de deterioro, si bien a la hora de buscar literatura sobre este aspecto de los cuidados, observamos lo poco que existe relacionado con la población pediátrica. Tampoco se evidencia acuerdo sobre la magnitud de este problema, aunque parece que su incidencia en población pediátrica no crítica hospitalizada varía desde 0,29 hasta 6%, aunque existe un mayor riesgo de lesión en niños que padecen transtornos neurológicos y aquellos ingresados en Cuidados Intensivos Pediátricos y/o Neonatales, llegando a tasas de prevalencia del 20% [1]. En España parte de los datos de que disponemos los proporciona el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP), donde en el último estudio al respecto en España en el año 2005 se habla de una prevalencia en UCIP del 17,77 ± 22,27% [2]. El paciente pediátrico presenta unas zonas propias y específicas de aparición de las UPP [1, 3] •Occipitales. Más propias de los recién nacidos y los lactantes, debido a la relación entre el tamaño de la cabeza y el resto del cuerpo. Resultan especialmente delicadas por su ubicación ya que posteriormente aparecen zonas de alopecia que, con frecuencia, determinan problemas estéticos en el futuro. Su comienzo puede pasar desapercibido pues empieza con una pequeña rojez, en ocasiones fluctuante, que se enmascara por aparecer en una zona con crecimiento de pelo y que en pocos días e incluso horas puede evolucionar hacia una úlcera por presión de plano profundo de grado III/IV. •Cartílagos nasales. Resultan más fáciles de identificar porque están en zonas más visibles. Se manifiestan más fácilmente por la debilidad de los tejidos nasales. Dos factores favorecen su aparición: el uso de dispositivos ROL Mayo 00 Investigación que ejercen presión y fricción sobre la zona, como sondas nasogástricas, traspilóricas, tubo endotraqueal, etc.; y la humedad propia de las secreciones. •Pabellones auriculares. Debidas al frotamiento de éstos con ropa o paños absorbentes. También pueden presentarse si los pacientes están condicionados al decúbito lateral. •Lesiones de apoyo. Regiones sacras, maléolos tibiales, escápulas... •Las ocasionadas por dispositivos utilizados durante el tratamiento, sondajes, pulsioxímetros; éstos deben rotar el punto de localización al menos una vez cada turno ya que por la luz en contacto constante con la piel pueden producir quemaduras. FIGURA 2. APLICACIÓN AGHO (MEPENTOL) EN ZONA A RIESGO DE UPP. Existe una serie de factores predisponentes o favorecedores derivados de la situación de gravedad del niño que potencian el riesgo de aparición de UPP [1, 4, 5]: •Inmovilidad, producida por la propia gravedad de la enfermedad o por la sedación y la relajación determinada por los medicamentos y que no permite los cambios posturales con la frecuencia deseada ni la posición más adecuada. •Disminución de la sensibilidad del paciente. •Dispositivos que pueden lesionar la piel del pequeño como interfaces nasales, nasobucales, etc. •Inestabilidad hemodinámica que precisa la administración de fármacos inotrópicos como la dopamina, noradrenalina, adrenalina, etc. •Infecciones que debilitan los mecanismos de defensa de la piel. •Alteración de la nutrición. Después de varios años de experiencia, y dado el número de UPP que aparecían en nuestros pacientes, constatamos la dificultad en la conservación de la integridad de la piel y la necesidad de aportar soluciones para prevenir la aparición de las mismas. Para ello se diseñó un protocolo específico de prevención en pacientes pediátricos cuyos puntos básicos 00 Rev ROL Enf 2009; 32(5):000 son los cuidados de la piel determinados por la puntuación alcanzada siguiendo la escala Braden Q. Escala Braden Q; cuidados según puntuación: •Igual o superior a 15 puntos, bajo riesgo. – Ropa de cama sin arrugas. – Piel seca e hidratada. – Revisión de zonas de riesgo (talones, sacro...) y comprometidas (puntos de contacto de sensores de pulsioximetría, de SNG...). •13-14 puntos, riesgo moderado. – Ropa de cama sin arrugas. – Piel seca e hidratada. – Revisión de zonas de riesgo (talones, sacro...) y comprometidas (puntos de contacto de sensores de pulsioximetría, de SNG...). – Ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) en zonas de apoyo, talones, escápulas, sacro... – Superficie Especial para el Manejo de la Presión (SEMP). – Valoración de la necesidad de cambios posturales. •Igual o inferior a 12 puntos, alto riesgo. – Ropa de cama sin arrugas. – Piel seca e hidratada. – Revisión de zonas de riesgo (talones, sacro...) y comprometidas (puntos de contacto de sensores de pulsioximetría, de SNG...). – AGHO en zonas de apoyo, talones, escápulas, sacro... – Valoración de la necesidad de utilizar una crema barrera. – Valorar colocación de SEMP específica, gel de silicona en la zona de la cabeza. – Cambios posturales cada 3 o 4 horas según necesidad y posibilidades. – Control estricto de la alimentación. Con el objetivo de evaluar la efectividad de dicho protocolo nos planteamos la realización de un trabajo de investigación para conocer la incidencia de UPP antes y después de la implantación del mismo, que incluye, entre otros aspectos preventivos, la utilización de AGHO (Mepentol®). En la actualidad existen evidencias científicas de que éstos son efectivos en la prevención de lesiones en la piel; particularmente ayudan a prevenir las UPP [6-13]. Material y método Estudio retrospectivo-prospectivo, comparativo, observacional realizado en la UCIP del HUCA en el periodo comprendido entre el mes de septiembre de 2004 y septiembre de 2007. Objetivo Determinar si se produjo una disminución en la aparición de úlceras por presión en los niños ingresados en nuestra unidad después de la aplicación de un programa destinado a la prevención de las mismas. COMPARACIÓN ENTRE LOS DOS GRUPOS ESTUDIADOS GRUPO INTERVENCIÓN 44,38 meses (media) 23 meses (valor mediana) Mujeres: 33,3% Hombres: 66,7% 13,35 (media) 11 (valor mediana) 22,25 días (media) 17 días (mediana) 42,7% (media) 38,85% (mediana) 20,33 días (media) 10 días (mediana) 17,5% (media) 5,15% /mediana) Patología de base Respiratoria: 31,6% Médica: 31,6% Cirugía: 21,1% Trauma: 15,8% Cambios posturales Medios dinámicos Sí: 94,7% No: 5,3% Sí: 100% Sedación Sí: 100% Drogas inotrópicas Sí: 84,2% No: 15,8% Respiratoria: 22,2% Médica: 27,8% Cirugía: 38,9% Trauma: 5,6% Infecciosa: 5,6% Sí: 94,4% No: 5,6% Sí: 94,4% No: 5,6% Sí: 66,7% No: 33,3% Sí: 50% No: 50% Edad media (en meses) Sexo PRIMS (riesgo de mortalidad en las primeras 24 horas) Estancia media Riesgo de mortalidad (en %) P=0,331 P=0,852 P=0,031 Diferencia estadísticamente significativa P=0,824 P=0,034 Diferencia estadísticamente significativa Intervenciones En el periodo 2004-2005 no estaban protocolizados los cuidados de la piel y éstos se realizaban según criterio de la enfermera responsable del paciente. A partir de esta fecha se implanta el protocolo cuyos puntos básicos contemplan dichos cuidados según determina la puntuación alcanzada en la Escala Braden Q. Previamente a la puesta en funcionamiento del programa preventivo descrito anteriormente se realizaban las siguientes actividades orientadas a la prevención de las UPP: – Ropa de cama sin arrugas. – Secar e hidratar la piel. – Revisar las zonas de riesgo (talones, sacro...) y las zonas comprometidas (puntos de contacto de sensores de pulsioximetría, de SNG...). – Valorar la colocación de una SEMP específica, gel de silicona en zona de la cabeza. – Efectuar cambios posturales cada 3 o 4 horas según necesidad y posibilidades. – Control estricto de la alimentación. Los puntos diferenciadores entre el periodo objeto de estudio y la comparación son: •Valoración de todos los pacientes atendidos en la unidad, tanto en el momento del ingreso como en distintas fases del mismo. •Utilización de la Escala Braden Q, que permite una mejor evaluación de los riesgos del paciente para desarrollar una lesión en la piel. TABLA 1 GRUPO CONTROL (NO INTERVENCIÓN) 62,57 meses (media) 36 meses (valor mediana) Mujeres: 42,1% Hombres: 57,9% 24 (media) 23 (valor mediana) Podemos destacar de manera clínica que, tras la aplicación del protocolo de prevención que incluye la utilización de AGHO (Mepentol®), disminuye de forma importante tanto la incidencia como la severidad de las UPP, con el considerable impacto que ello supone en la calidad de vida de los pacientes y de su entorno ROL Mayo 00 Investigación les, uso de superficies de apoyo, empleo de dispositivos locales para la reducción de la presión, así como un registro exhaustivo de las características de las lesiones. En el estudio se realizó una comparación entre los pacientes del periodo 2004-2005 y los del 20062007, considerando que a los niños de este segundo grupo se les aplicó el programa de prevención de UPP. LOCALIZACIONES CON MÁS DE DOS CASOS DE UPP 10 9 8 7 6 5 4 Antes Después 3 2 1 GRÁFICO 1 0 GRÁFICO 3 GRÁFICO 2 Variables objeto de estudio Se consideraron las siguientes: •Pacientes que presentaron UPP. ESTADIAJE DE LESIONES POR GRUPOS (POR ESTADIOS)•Localización de las mismas. •Estadiaje de acuerdo con la clasifi16 cación del Grupo Nacional para 14 el Estudio y Asesoramiento de las 12 Úlceras por Presión: Estadio I: eritema que no palidece 10 (no blanqueable), piel intacta. En Antes 8 Después pacientes de piel oscura, observar 6 edema, induración, decoloración de la piel o calor local. 4 Estadio II: pérdida parcial del gro2 sor de la piel que implica la epider0 mis, la dermis, o ambas. La úlcera es Estadio I Estadio II Estadio III Estadio IV superficial y presenta algo similar a una abrasión o ampolla. ESTADIAJE DE LESIONES POR GRUPOS (POR ESTADIOS Y GRAVEDAD) Estadio III: pérdida completa del grosor de la piel que supone daño o 30 necrosis del tejido subcutáneo, con 25 presencia de exudado, pudiendo afectar también a la fascia muscular. 20 Estadio IV: destrucción, necrosis del tejido fino, o daños extensos Antes 15 Después incluso en músculo, hueso, o en las estructuras de soporte. Abundante 10 exudado y tejido necrótico Para comparar los dos grupos de 5 estudio se consideraron las siguien0 tes variables (tabla 1): Estadios I-II Estadios III-IV •Número de pacientes ingresados en cada uno de los dos periodos a estudio. •Aplicación de los AGHO en zonas de riesgo como •Edad media de cada grupo. medida de prevención. •Estancia media de cada grupo. •Aplicación de crema barrera. •Patologías de ingreso de los pacientes en que aparecen UPP. •PRIMS (riesgo de mortalidad en las primeras 24 h). Población estudiada •Riesgo de mortalidad. Pacientes ingresados durante este ciclo en la unidad que Los datos han sido analizados según medidas de cursaron estancia de, al menos, un día. Para la recogida frecuencia, de tendencia central, T de Student para de datos se elaboró una hoja específica, en la que se la comparación de medias y Chi cuadrado para la registraba: patología de ingreso, dieta a seguir, uso de comparación de porcentajes con el paquete estadístico dispositivos terapéuticos, medicación, cambios postura- SPSS versión 15.0 00 Rev ROL Enf 2009; 32(5):000 Resultados En relación a las variables estudiadas, los resultados obtenidos en cada uno de los dos grupos y su comparación fue la siguiente: Pacientes ingresados que presentaron UPP Esta variable tiene importancia al relacionar el número de enfermos que ingresaron en la unidad en ambos periodos con el número de ellos que desarrollaron UPP. En el primero ingresó un total de 349 pacientes, 175 el año 2004 y 174 el 2005, de los cuales 19 tuvieron UPP (incidencia del 5,44%), mientras que en el segundo ingresaron 438 pacientes, 211 el año 2006 y 227 el 2007 de los que 18 presentaron UPP (incidencia del 4,1%). Se observa que si bien hubo un 25% más de niños ingresados durante el segundo periodo, en valores absolutos se produjo este tipo de úlceras en menos pacientes. En la tabla 1 se describen las variables que nos permiten comparar ambos grupos. Información relativa a las UPP Durante el período de no intervención específica, presentaron una media de 1,89 UPP por niño, mientras que tras la intervención la media fue de 1,38 (p=0,089). En el primer periodo, 2004-2005, aparecen 36 en 19 niños ya que diez pacientes presentaron varias localizaciones distintas: uno desarrolló 6 localizaciones, tres presentaron 3 y seis 2. Durante el segundo, 2006-2007, se manifestaron 25 UPP en 18 pequeños, dos presentaron tres localizaciones y otros dos presentaron 2 localizaciones. En el gráfico 1 se presentan las diferentes localizaciones más importantes de las UPP. En cuanto al estadiaje se ha contabilizado el número total de lesiones, es decir incluyendo todas las localizaciones de los pacientes (gráficos 2 y 3). Conclusiones Durante el segundo período de nuestro estudio se abrió la unidad de Cuidados Intermedios, lo cual por sí solo ya explica la disminución de la estancia media en Cuidados Intensivos, ya que los pacientes que no requieren una vigilancia o una atención muy específicas son trasladados y la cura, en general, puede realizarse adecuadamente en esta unidad o en una planta de hospitalización. Lo mismo sucede con algunas de las variables que nos sirven para caracterizar a los pacientes. Incluso teniendo en cuenta la afirmación anterior, se produjo poca variación con respecto a la patología de base de los niños ingresados que presentaron úlceras en ambos periodos. Se apreció un ligero aumento en los pacientes quirúrgicos, y una disminución de los de traumatología y patologías médicas. Tras la instauración del protocolo diseñado en la unidad y aunque se constató un aumento del número de pacientes ingresados, la aparición de UPP fue menor. De esta relación se deduce que la incidencia registrada de aparición de estas heridas fue de un 5,44% en el primer periodo y de un 4,1% en el segundo o, lo que es lo mismo, disminuyó un 24,6%. Por otra parte, tal como se puede constatar en los gráficos se refirieron cambios en cuanto al número de UPP de mayor severidad así como en las localizaciones, sobre todo en aquellas más susceptibles de prevenirse mediante la aplicación de AGHO. En aquellos pacientes que las desarrollaron el grado de las mismas fue menor. A tenor de los resultados de nuestra investigación, y aunque los grupos a comparar manifiestan algunas diferencias, circunstancia explicable por el bajo número de pacientes que desarrollan UPP, podemos destacar de manera clínica, que no estadística, que tras la aplicación del protocolo de prevención que incluye la utilización de AGHO (Mepentol®), se produce una importante disminución, tanto de la incidencia como de la severidad de las UPP, con el considerable impacto que ello supone en la calidad de vida de los pacientes y de su entorno. La implantación del protocolo en la UCIP ha servido para unificar criterios en la prevención de la aparición de úlceras por presión en la población pediátrica; así como en el manejo de las mismas por el personal de la unidad. BIBLIOGRAFÍA [1] Quesada Ramos C. Manual de atención enfermera de úlceras por presión en pediatría. Ed. Difusión Avances de Enfermería Madrid 2006; p. 11-12. 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