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de Archivos de Bronconeumología Update 2015 en bronquiectasias Órgano Oficial de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) VOLUMEN 3 · NÚMERO 1 · AÑO 2016 Epidemiología actual y costes de las bronquiectasias Autores David de la Rosa Carrilloa, Concepción Prados Sánchezb, Sarai Quirós Fernándezc a Unidad de Neumología. Hospital Plató. Barcelona, España b Servicio de Neumología. Unidad de Bronquiectasias y Fibrosis Quística. Complejo Hospitalario Universitario La Paz-Cantoblanco-Carlos III. Madrid, España c Servicio de Neumología. Complejo Hospitalario Universitario La Paz-Cantoblanco-Carlos III. Madrid, España Correspondencia David de la Rosa Carrillo Hospital Plató Plató, 21. 08006 Barcelona, España Tel.: +34 93 306 99 00. E-mail: david.rosa23@gmail.com RESUMEN Las bronquiectasias (BQ) han pasado en las últimas dos décadas de ser una enfermedad “huérfana” a una ser una patología que suscita mucho interés. Esto es debido a diversas circunstancias, como son una prevalencia creciente, la identificación de diversas enfermedades como causa de BQ y el desarrollo de nuevos tratamientos, fundamentalmente antibióticos inhalados. Aunque su prevalencia real se desconoce, diversos estudios han evidenciado un aumento del número de casos de BQ, probablemente en relación con la mayor longevidad de la población, la cronicidad de las enfermedades, la reaparición de la tuberculosis y su mejor diagnóstico por medio de la tomografía computarizada (TC) torácica de alta resolución. Esto ha traído aparejada la constatación de que las BQ se asocian a un elevado número de ingresos hospitalarios por exacerbación infecciosa, que con frecuencia condicionan reingresos. Asimismo, se ha puesto en evidencia, en algunos estudios, que condicionan una mortalidad destacable, fundamentalmente en pacientes de edad avanzada o con comorbilidades. Dada la posible implicación de la etiología de las BQ en su manejo y en su pronóstico, es de gran importancia realizar un adecuado estudio etiológico que evite la etiqueta de “BQ idiopáticas”. Las causas han variado en los últimos años, siendo desplazadas las BQ de causa postinfecciosa por otras como enfermedades sistémicas, enfermedad pulmonar obstructiva crónic (EPOC) o asma. El manejo de los pacientes con BQ supone un elevado gasto sanitario, cuyo impacto exacto está aún por determinar, aunque los escasos estudios realizados muestran que es equiparable o incluso superior al de otras enfermedades respiratorias crónicas. Epidemiología actual y costes de las bronquiectasias etiquetar erróneamente a pacientes con BQ como afectos de EPOC, sin la adecuada valoración radiológica que permitiera descartar la existencia de BQ. La trascendencia clínica de las bronquiectasias (BQ) fue disminuyendo durante la segunda mitad del siglo xx, especialmente en países desarrollados, debido a varios factores fundamentales: las campañas de vacunación infantil frente a determinadas infecciones generadoras de BQ (sarampión, tos ferina, etc.), la menor incidencia de la tuberculosis, el desarrollo y el uso precoz de antibióticos de amplio espectro para el tratamiento de las infecciones broncopulmonares y una mejoría en la higiene y en la nutrición, con el consiguiente descenso en las hospitalizaciones1-4. Esto contribuyó a que durante esos años fueran consideradas una enfermedad rara, con un bajo índice de sospecha clínica, de forma que era frecuente Sin embargo, en estas últimas dos décadas ha resurgido el interés por esta enfermedad debido a la mayor capacidad diagnóstica actual, a la creciente identificación de enfermedades asociadas a BQ (asma, EPOC, enfermedades autoinmunes, etc.) y al desarrollo de nuevos tratamientos. A todo ello se suma la constatación de que las BQ se asocian a un importante y —probablemente— creciente coste sanitario, lo que requerirá que en los próximos años se lleven a cabo estudios farmacoeconómicos y se desarrollen estrategias sociosanitarias encaminadas a optimizar el manejo de los pacientes. De la Rosa Carrillo D, Prados Sánchez C, Quirós Fernández S. Monogr Arch Bronconeumol. 2016;3(1):1-9 1 Prevalencia de las bronquiectasias La confusión en los términos empleados para muchas enfermedades respiratorias de las vías aéreas ha contribuido a no conocer bien la prevalencia de las BQ. Esta es difícil de establecer, debido a que son muchas y diferentes las etiologías que pueden causarlas, las cuales pueden variar de un país a otro y de un periodo histórico a otro, así como las técnicas empleadas para su diagnóstico y definición. En la era preantibiótica, las BQ representaban una enfermedad que afectaba predominantemente a población joven; su incidencia era similar a la de la tuberculosis y se estimaba en el Reino Unido en 100/100.000 habitantes5. Gracias a las mejoras sanitarias de la segunda mitad del siglo xx perdieron trascendencia, llegando a ser consideradas una enfermedad “huérfana”6. Uno de los problemas a tener en cuenta es que, por las características anatómicas de los pulmones infantiles, las BQ pueden pasar desapercibidas, por lo que se infradiagnostican en la infancia y llegan muy evolucionadas a la edad adulta, lo que contribuye a un declinar más rápido de la función pulmonar, con peor calidad de vida2,7. Se han constatado importantes diferencias en la prevalencia de las BQ según la población afecta. Así, por ejemplo, los niños indígenas de ciertas comunidades, incluidas algunas de países desarrollados, tienen una prevalencia mayor, llegando hasta 14-20/1.000 habitantes en Alaska, mien- tras que la media en el resto de EE.UU. es de 4,2/100.000 habitantes7. Esto puede estar relacionado estrechamente con el nivel socioeconómico de la población. Además, en ciertos grupos étnicos en los que el acceso a los antimicrobianos es limitado y las campañas de vacunación deficientes, las BQ continúan siendo una causa importante de morbilidad aun en países desarrollados1. En algunos grupos étnicos no está tan claro qué factores de riesgo son la causa de esta enfermedad. Probablemente, el diagnóstico de infecciones pulmonares graves (por ejemplo, neumonías padecidas en los primeros años de la vida) sea el factor predisponente más importante1,7. En los países del primer mundo asistimos en la actualidad a un aumento del número de casos de BQ, debido a la creciente longevidad de la población, la cronicidad de las enfermedades, la reaparición de la tuberculosis y su mejor diagnóstico por medio de la TC torácica de alta resolución (TCAR)2,8. Probablemente, el incremento en el diagnóstico de la EPOC esté contribuyendo a que muchos especialistas tengan presente este tipo de patologías de la vía aérea2,8. Sin embargo, la prevalencia real de las BQ se desconoce, ya que los datos disponibles son escasos y es posible que la infraestimen, al proceder de estudios realizados con diferentes metodologías9-11. La Tabla 1 muestra las prevalencias de BQ publicadas en las series más destacadas de la literatura2-4,7,10,12-17. Tabla 1 Prevalencias publicadas sobre bronquiectasias Autores País Prevalencia Año Población Field12 Reino Unido 48/10.000 h 1940 Infancia Field12 Reino Unido 10/10.000 h 1960 Infancia Bilton y Jones4 Reino Unido 1,3/1.000 h 1953 General Australia 1/6.000 niños 2002 Infancia Nueva Zelanda 3,7/100.000 h 2001-2002 < 15 años Finlandia 2,7/100.000 h 1982-1992 General Singleton et al.7,16 Alaska, maoríes, islas del Pacífico Sur 14,7/100.000 h 2000-2004 Indígenas, infancia Singleton et al.7,16 Pacífico Sur 17,8/100.000 h 2000-2004 Indígenas, infancia Seitz et al.10 / Joish et al.17 EE.UU. 52/10.000 h 2001 General Seitz et al.10 / Joish et al.17 EE.UU. 42/100.000 h 2001 18-34 años Seitz et al.10 / Joish et al.17 EE.UU. 271,8/100.000 h 2001 > 75 años Países del norte de Europa 1,5/100.000 h 2011 General Wang2 China 25/100.000 h 2014 General Wang2 China 272/100.000 h 2014 > 74 años Tsang y Tipoe3 / Chang et al.13 Twiss et al.14 Säynäjäkangas et al.15 Bilton y Jones4 2 De la Rosa Carrillo D, Prados Sánchez C, Quirós Fernández S. Monogr Arch Bronconeumol. 2016;3(1):1-9 La mayoría de los estudios revelan que las BQ son más frecuentes en mujeres (63-68%), en población de mayor edad2,18 y sobre todo por causa desconocida2,6,19, aunque se ha visto que la prevalencia aumenta en ambos sexos con la edad2. Uno de los primeros trabajos que abordó este tema estimó que la prevalencia de BQ era de 4 casos por cada 100.000 habitantes en personas de 18 a 34 años, y que aumentaba hasta los 271/100.000 entre los mayores de 75 años9. Un estudio más reciente encontró una prevalencia de 227/100.000 en hombres y de 309/100.000 en mujeres, cifras que se igualaban en los mayores de 80 años, situándose en aproximadamente 1.100/100.000 habitantes10. En estudios realizados en un escaso número de pacientes en determinados ámbitos geográficos o grupos étnicos se han notificado prevalencias mucho mayores, como en Corea (9,1%) o en poblaciones indígenas de Australia (15 por cada 1.000 personas)11,13. Etiología de las bronquiectasias La generalización de las campañas de vacunación y el desarrollo de nuevos antibióticos han modificado la epidemiología y etiología de las BQ en las últimas décadas. Además, cada vez son más las posibles etiologías, dadas las evidencias sobre relación causal en enfermedades como el asma, la EPOC y algunas enfermedades sistémicas. No obstante, tal como se muestra en la Tabla 2, no siempre se establece un diagnóstico etiológico de las BQ, que varía entre un 26% y un 75% de los casos20-23. Las publicaciones actuales siguen confirmando que las BQ idiopáticas son el grupo etiológico más frecuente, siendo las de etiología postinfecciosa las más frecuentes entre las de causa conocida (entre el 10% y el 32%). Ambos grupos en conjunto representan alrededor del 80% de los pacientes en las diferentes series23-25. Un reciente estudio europeo multicéntrico realizado sobre más de 1.200 pacientes con BQ avala estas cifras: se consiguió un 60% de diagnósticos etiológicos, de los cuales el 20% eran BQ postinfecciosas, destacando un 15% de BQ asociadas a EPOC, un 10% asociadas a conectivopatías, un 6% secundarias a inmunodeficiencias y un 3% asociadas a asma26. Como vemos, a pesar de la importancia de establecer un diagnóstico etiológico, dada la implicación que tiene sobre el tratamiento y el pronóstico de los pacientes, sigue siendo poco frecuente llegar a él. En el caso de etiologías que no se diagnostican con pruebas específicas, como son las postinfecciosas, se debe realizar una anamnesis clínica detallada para intentar establecer una posible relación de causalidad. Sin embargo, debido a la ausencia de un criterio homogéneo que las defina y determine el tiempo entre infección y daño estructural pulmonar resulta muy complejo establecer una relación causal con un evento ocurrido años atrás, cuya percepción podría ser difusa por parte del paciente. A pesar de ser la causa identificada más frecuente, actualmente se objetiva una tendencia decreciente de la etiología postinfecciosa en relación con la era preantibiótica27, registrándose más casos en relación con factores extrínsecos no infecciosos (exposición a tóxicos inhalados o reflujo gastroesofágico) o con defectos intrínsecos, como patologías congénitas, alteraciones del aclaramiento mucociliar (discinesia ciliar, fibrosis quística), aspergilosis broncopulmonar alérgica, inmunodeficiencias y enfermedades sistémicas20. Incluso se están identificando cambios en el perfil de los agentes microbianos, sobre todo en países desarrollados, gracias a tratamientos antibióticos precoces y al control de la tuberculosis y de las infecciones infantiles por vacunas como las de la tos ferina y el sarampión. En cambio, se observa un incremento de infecciones por micobacterias no tuberculosas28, cuyo papel en la génesis de BQ es un tema de debate en los últimos años. Motivo de gran controversia y de distintas investigaciones es la relación entre la EPOC y las BQ. Se trata de dos enfermedades de elevada prevalencia, lo que hace muy probable su coexistencia, con incremento del impacto clínico de la EPOC, aumentando síntomas y exacerbaciones y acelerando el deterioro funcional29-31. Existen en la literatura diversas series que han estudiado a pacientes con EPOC y BQ coexistentes, aunque ninguna ha sido diseñada con la intención de demostrar causalidad de la EPOC como enfermedad generadora de BQ. Dadas las similitudes clínicas, funcionales y fisiopatológicas entre ambas, es difícil determinar qué grado de responsabilidad tiene cada una en el cuadro clínico y en el pronóstico de estos pacientes. En estos casos se puede asegurar el diagnóstico de BQ mediante criterios radiológicos objetivables8, pero resulta más difícil establecer el diagnóstico de EPOC, basado en la presencia de una obstrucción crónica al flujo aéreo común a ambas enfermedades. Es por tanto probable que exista un porcentaje de pacientes etiquetados de EPOC que realmente no lo sean, sino que se trate de pacientes con BQ, tal como señaló hace años un estudio realizado en atención primaria29. La edad media de los pacientes con ambas enfermedades es mayor que la reportada en estudios de BQ, y el porcentaje de sexo masculino también es mayor, probablemente porque históricamente el hábito tabáquico es más frecuente en hombres. En general, la presencia de BQ aumenta con la gravedad de la EPOC, superando el 50% en EPOC moderada o grave, e incluso el 70% en el flujo espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1) menor del 50%31. La aparición sincrónica de estas enfermedades es especialmente relevante en pacientes de edad avanzada, dada la elevada prevalencia de ambas a partir de los setenta años. También se está estudiando en los últimos años la relación entre BQ y asma. Ya en los años sesenta se describió la presencia de BQ en el 25% de las autopsias de pacientes asmáticos32. Años más tarde, en otro estudio que realizó una TC torácica a 150 asmáticos graves, se detectó la presencia de BQ en un 24% de los mismos33. Posteriormente, varios autores han descrito la presencia de BQ en subgrupos de pacientes asmáticos, con prevalencias que oscilan entre el 49% y el 80% en asma persistente grave34-36. Se trata de pacientes con una mayor dependencia de corticoides, pruebas funcionales respiratorias más alteradas y peor control del asma33,37. Un estudio nacional reciente en más de 1.600 asmáticos evidenció la presencia de BQ en el 3% de los mismos, el 50% de los cuales presentaba asma grave36. Algunos estudios han sugerido como posible papel etiopatogénico el hallazgo de inmunodeficiencias humorales38,39, aunque este aspecto no ha sido confirmado en otras series, que relacionan las BQ con la propia patogenia del asma corticodependiente, consistente en una mayor inflamación y remodelado bronquial, que evoluciona hacia la obstrucción progresiva de la vía aérea37. De la Rosa Carrillo D, Prados Sánchez C, Quirós Fernández S. Monogr Arch Bronconeumol. 2016;3(1):1-9 3 Tabla 2 Comparativa de etiologías de bronquiectasias Estudios Pasteur et al.20 King et al.21 Shoemark et al.22 Anwar et al.23 Año 2000 2006 2007 2013 n 150 103 165 189 Idiopáticas 53% 74% 25% 43% Postinfecciosas 29% 10% 32% 24% ABPA 7% 4% 8% 7% Déficit de inmunoglobulinas 8% - 7% 2% < 1% 9% - 1% Artritis reumatoide 3% 2% 2% 9% Colitis ulcerosa 1% - 3% 5% Fibrosis quística 3% - 1% 1% Discinesia ciliar 1% 1% 10% 2% Síndrome de Young 3% 1% 3% 1% Aspiración 4% - 1% 2% Panbronquiolitis < 1% - 2% - Defectos congénitos < 1% - - - - - - 2% - 2% Infección micobacterias 2% Síndrome uñas amarillas 6% Asma 23% EPOC Déficit de IgG DA1AT Otras causas - n: número de pacientes estudiados; ABPA: aspergilosis broncopulmonar alérgica; DA1AT: déficit de α1 antitripsina Por tanto, con los datos de que disponemos actualmente existe suficiente evidencia para desterrar definitivamente de las BQ la etiqueta de enfermedad “huérfana”. Es necesario otorgarle identidad propia dentro de las enfermedades respiratorias crónicas más prevalentes con las que se asocia, como la EPOC y el asma, para prestarle la atención adecuada. Como parte de este esmero, es importante alcanzar un diagnóstico etiológico, que sigue constituyendo uno de los retos más importantes para poder entender la patogenia de las BQ y adecuar el manejo específico de los pacientes que las padecen. Esta labor debe emplear la anamnesis y la historia clínica detallada como principales herramientas para profundizar en el estudio etiológico mediante exploraciones complementarias dirigidas en pacientes seleccionados, tal como aconseja la Normativa SEPAR40. de los médicos, lo que favorece su búsqueda activa. Esto, además, se ve reflejado en un aumento progresivo de los ingresos por BQ en diversos países, y pone de manifiesto el impacto económico de la enfermedad en los sistemas sanitarios, cuyo alcance aún está por determinar28,41. En estudios recientes en EE.UU. se ha comprobado que la tasa de ingreso por BQ reagudizadas se sitúa en 16,5/100.000 habitantes41, un dato similar al publicado en Hong Kong en los años noventa2,3. Otro trabajo demostró que en el Reino Unido se habían registrado 1.800 hospitalizaciones con el primer diagnóstico de BQ19. En el año 1992, en Finlandia se registraron 87 ingresos por esta causa por cada millón de habitantes, aunque veinte años antes el número de hospitalizaciones era mayor (143/1.000.000 habitantes)15. Ingresos hospitalarios y mortalidad asociados a las bronquiectasias No podemos olvidar que las BQ son una causa clara de morbimortalidad y que suponen una importante carga económica, aspecto que trataremos a continuación. La mortalidad se cuantifica, normalmente, según las exacerbaciones respiratorias. Goeminne et al. vieron que un 46% de enfermos con BQ fue readmitido en el hospital en el año siguiente al primer ingreso, con una elevada mortalidad42. En Gales e Inglaterra, las El aumento de la prevalencia de las BQ puede ser debido a que se detectan de forma casual en TCAR torácicas realizadas por otras causas, pero también a una mayor conciencia sobre la enfermedad por parte 4 De la Rosa Carrillo D, Prados Sánchez C, Quirós Fernández S. Monogr Arch Bronconeumol. 2016;3(1):1-9 muertes relacionadas con BQ habían ascendido de 797 en el 2001 a 908 en el 200743. Sin olvidar que, en niños con BQ, los ingresos suponen una carga familiar muy significativa en términos de estrés y depresión, además de días de baja laboral2. Dado que las BQ pueden ser una condición final en la evolución de otras entidades, es explicable que no se puedan definir claramente factores de riesgo que se asociarían a una mayor mortalidad en esta entidad, aunque se ha estimado que la edad, el número de lóbulos afectados, la coexistencia o etiología de EPOC y la infección bronquial crónica se correlacionarían con una mayor gravedad, sin olvidar que la evolución de las propias enfermedades causales jugaría un importante papel4. Impacto económico de las bronquiectasias no debidas a FQ Los pacientes afectos de BQ presentan una evolución clínica caracterizada por exacerbaciones infecciosas que requieren tratamiento antibiótico y en ocasiones ingreso hospitalario. Los casos de mayor gravedad, como aquellos con infección bronquial crónica por Pseudomonas aeruginosa (PA) o un FEV1 < 50% suelen presentar más exacerbaciones, por lo que requieren más tandas de antibiótico, más visitas a urgencias, más ingresos hospitalarios e incluso tratamiento antibiótico inhalado44-46. Los gastos directos del manejo de estos pacientes se derivan de la suma de los costes de las exacerbaciones (fármacos, visitas a urgencias e ingresos hospitalarios), tratamiento farmacológico de mantenimiento, tratamiento no farmacológico (fisioterapia respiratoria, oxigenoterapia, equipos de nebulización) y exploraciones complementarias47,48. Aunque es razonable pensar que aquellos pacientes con BQ más graves presentarán un gasto sanitario más elevado, prácticamente no hay publicados estudios farmacoeconómicos que hayan analizado los costes asociados al manejo de las BQ. La mayoría de las publicaciones acerca del impacto económico de las enfermedades respiratorias crónicas se han centrado en pacientes con EPOC, y en las mismas habitualmente se excluye a pacientes con BQ. Los resultados de estos trabajos varían en función del tipo de costes valorados y de los precios unitarios aplicados. El gasto medio por paciente aumenta con la severidad de la enfermedad (estadiaje GOLD), habiéndose publicado costes en pacientes con EPOC de moderada a grave que van de los 2.911 $ por paciente y año descritos por Miravitlles et al. hasta los 8.575 € por paciente y año de un reciente estudio danés49-52. También se asocia a un mayor gasto la presencia de exacerbaciones, pudiendo llegar a duplicarse el gasto anual en pacientes con dos o más exacerbaciones en el año previo53, fundamentalmente a causa de los ingresos hospitalarios. Es posible que el gasto sanitario por paciente sea más elevado en pacientes con BQ. Hay que tener en cuenta que hasta un 60% de los pacientes con EPOC de moderada a grave presentan BQ, lo que se asocia a una enfermedad más grave, con riesgo de colonización bronquial crónica por PA, hospitalizaciones más prolongadas, ingresos en unidades de cuidados intensivos e incluso mayor mortalidad31,54. Además de los tratamientos habituales de la EPOC, en pacientes con BQ se utilizan otros de elevado precio, como los antibióticos inhalados. No ha sido hasta la última década en que han empezado a publicarse algunos estudios farmacoeconómicos que han analizado el coste asociado a las BQ. Weycker et al.9 estimaron un sobrecoste de 5.681 $ por paciente y año respecto a los controles sin BQ. Por su parte, Seitz et al.41 calcularon que el coste medio del ingreso hospitalario por exacerbación de las BQ era de 7.827 $ por paciente. Por último, Joish et al.17 evidenciaron que los pacientes con BQ tienen un sobrecoste de 2.319 $ en el primer año tras el diagnóstico en relación con los controles, debido a los tratamientos farmacológicos, exploraciones complementarias, visitas programadas y urgencias. Se trata de estudios retrospectivos basados en la revisión de grandes bases de datos de Estados Unidos, cuyas tarifas son superiores a las de la mayor parte de los sistemas sanitarios públicos, por lo que sus resultados son difícilmente extrapolables. Debido a su metodología, no disponen de datos clínicos que permitan evaluar los costes en función de la gravedad de los pacientes. En los estudios de Weycker y Seitz tampoco hay datos sobre la proporción del gasto atribuible a exploraciones complementarias, tratamientos farmacológicos o no farmacológicos e ingresos hospitalarios. A pesar de estas limitaciones, estos trabajos han evidenciado que la presencia de BQ se asocia a un elevado gasto sanitario, ya desde el momento de su diagnóstico. El progresivo aumento de prevalencia de las BQ10,19, así como del número de hospitalizaciones por BQ, sobre todo en mayores de 75 años28,41, hacen necesarios más estudios que permitan conocer con mayor precisión su impacto económico global en los sistemas sanitarios. Sería conveniente que en futuras investigaciones se tuvieran en cuenta también los costes sanitarios indirectos, derivados del transporte sanitario, de la pérdida de productividad del paciente o de sus cuidadores, etc. Como hemos dicho, la mayor parte de los costes en BQ son debidos a las exacerbaciones, fundamentalmente por los ingresos hospitalarios, pero también por los tratamientos en fase de estabilidad. Entre estos destacan, por su considerable precio, los antibióticos inhalados. En la Tabla 3 se detallan los precios de las diversas presentaciones disponibles de antibióticos diseñados específicamente para su administración inhalada. Hoy en día, las agencias sanitarias recomiendan realizar en los ensayos clínicos estudios económicos de coste-eficacia o coste-utilidad para valorar la eficacia de los nuevos tratamientos55,56. Sin embargo, para realizar estos análisis sería necesario conocer de antemano algunos datos que hoy en día desconocemos en pacientes con BQ. Ignoramos cuál es la prevalencia real de las BQ, el coste real de un ingreso por BQ y el coste anual del tratamiento de cada paciente, así como la proporción del gasto atribuible a los tratamientos en fase de estabilidad o a las exacerbaciones. Por ello, son necesarios estudios farmacoeconómicos que nos permitan tener un mayor conocimiento al respecto y determinar el impacto económico global de esta enfermedad. Esto ayudará a valorar si el uso de fármacos de precio elevado, como los antibióticos inhalados, es coste-efectivo, al reducir exacerbaciones o ingresos hospitalarios. Con la intención de analizar estos aspectos, se ha llevado a cabo recientemente un estudio en seis hospitales públicos de España, en el que se analizó el coste anual del tratamiento de 456 pacientes con BQ57. Se observó un gasto anual medio de 4.671,9 € por paciente, que aumentaba con la gravedad de la enfermedad medida por el índice FACED58. Así, los pacientes con BQ leves suponían un coste anual de 2.993,3 €, con BQ moderadas 4.731,7 € y con BQ graves 9.998,9 €. En los pacientes con BQ más graves las exacerbaciones (fundamentalmente debido a los ingresos hospitalarios) y el tratamiento antibiótico inhalado supusieron prácticamente el 60% del coste total, el doble que en los pacientes leves. Hubo tres subgrupos que presentaron un coste anual especialmente elevado: aquellos pacientes con BQ asociadas a EPOC (7.448,5 €), los que habían presentado dos o más exacerbaciones durante el año previo (7.520,5 €) y los que presentaban colonización bronquial crónica por PA (8.654,4 €). Dado que se desconoce su prevalencia real en nuestro país, resulta imposible asegurar el impacto económico global de las BQ en el sistema sanitario. No obstante, aplicando el coste medio por paciente de este estudio (4.671,9 €) a las cifras de prevalencia detalladas a lo largo de este capítulo (Tabla 1), se podría realizar una estimación aproximada del mismo. Es posible que la prevalencia de las BQ en nuestro país se sitúe entre los 52 y los 272 casos por cada 100.000 habitantes, por lo que el De la Rosa Carrillo D, Prados Sánchez C, Quirós Fernández S. Monogr Arch Bronconeumol. 2016;3(1):1-9 5 gasto anual total debido al tratamiento de las BQ para la población actual de España (aproximadamente 46.770.000 habitantes) oscilaría entre los 113.622.476,76 € y los 594.332.955,36 €. A pesar de lo elevado de estas cifras, lo cierto es que probablemente infraestimen el impacto real de esta patología, ya que para su cálculo no se ha tenido en cuenta el coste de las exploraciones complementarias ni los costes indirectos, que en otras patologías de la vía aérea pueden ser incluso superiores a los costes directos59. Por lo tanto, los escasos datos disponibles sugieren que el coste de los pacientes con BQ es elevado, lo que obliga al desarrollo de estrategias que permitan optimizar su manejo. Una de ellas podría ser controlar los casos más graves en consultas monográficas de BQ, con la finalidad de armonizar el tratamiento bajo criterios clínicos, pero también de coste-eficacia. Otras acciones a realizar en estos pacientes serían mejorar su educación sanitaria y promover el autocuidado60, llevar a cabo un control clínico centrado en el paciente y no en la enfermedad61 y ofrecer alternativas a la visita a urgencias en caso de exacerbación, como pueden ser los hospitales de día o los tratamientos endovenosos domiciliarios62. En cualquier caso, hay que facilitar el contacto del paciente con el equipo médico encargado de su tratamiento, lo que permitiría realizar una valoración precoz en caso de agudización e intentar evitar ingresos hospitalarios innecesarios, asociados a elevados costes y morbimortalidad. Tabla 3 Coste del tratamiento unitario, mensual y anual de los antibióticos específicamente diseñados para la vía inhalada Posología Precio unitario Coste mensual o de un ciclo Coste anual Costes asociados Promixin® Vial de 1 MU 1 MU / 12 h 9,475 € 568,5 € 6.916,75 € 0€ Colistimetato genérico Vial de 1 MU 2 MU / 12 h 5,734 € 688,08 € 8.371,64 € Nebulizador Colobreathe® Cápsula de 1.162.000 UI 1 cáp. / 12 h 11,848 € 710,88 € 8.649,04 € 0€ Colistimetato de sodio Tobramicina. Solución para nebulizar (TSN) TOBI® Ampolla de 300 mg / 5 mL 300 mg / 12 h 28 días alternos 20,83 € 1.166,48 € 7.582,12 € Nebulizador Bramitob® Ampolla de 300 mg / 4 mL 300 mg / 12 h 28 días alternos 20,83 € 1.166,48 € 7.582,12 € Nebulizador TSN genérica Ampolla de 300 mg / 5 mL 300 mg / 12 h 28 días alternos 20,83 € 1.166,48 € 7.582,12 € Nebulizador TOBI Podhaler® Cápsula de 28 mg 4 cáp. / 12 h 28 días alternos 10,416 € 2.333,18 € 15.165,7 € 0€ 75 mg / 8 h 28 días alternos 25,794 € 2.166,69 € 14.083,52 € 0€ Aztreonam Cayston® Vial de 75 mg Precio de venta de laboratorio (P.V.L.) con IVA (4%), según precios de referencia para el Sistema Nacional de Salud establecidos en la Orden SSI/2160/2015, de 14 de octubre, y en la Orden SSI/1225/2014, de 10 de julio. Tabla elaborada con P.V.L. vigentes a fecha de 25 de noviembre de 2015 6 De la Rosa Carrillo D, Prados Sánchez C, Quirós Fernández S. Monogr Arch Bronconeumol. 2016;3(1):1-9 Bibliografía 1. Kapur N, Karadag B. 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