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AVANCES AVANCESEN EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Publicado por la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas (http://www.saei.org/) Vol. 6. Suplemento 1. Año 2005 RESUMEN DE COMUNICACIONES ORALES Y PÓSTERS DEL CONGRESO VII CONGRESO DE LA SOCIEDAD ANDALUZA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS 24 al 26 de noviembre de 2005 Hotel Triunfo Jaén Fernández de la Hoz, 61, entreplanta. 28003 Madrid. Tfno.: 91 536 08 14 - Fax: 91 536 06 07 E-mail: congresosmadrid@accionmedica.com Balcells, 21-25, bajos, oficina 1. 08024 Barcelona. Tfno.: 93 285 75 55 - Fax: 93 285 75 56 E-mail: congresosbarcelona@accionmedica.com Luis Montoto, 95, 2º A. 41018 Sevilla. Tfno.: 95 498 05 20 - Fax: 95 458 10 48 E-mail: andalucia@accionmedica.com Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS SUMARIO COMUNICACIONES ORALES C-01. Evolución inmunovirológica de pacientes andaluces en la era HAART: ¿hemos alcanzado techo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . D. Merino, M.A. Castaño, F. Lozano, J. Gálvez, E. Pujol, J.A. Terrón, C. Gálvez, M. Pérez, E. Nuño, A. Vergara, J. Marín 11 C-02. TARGA en pacientes VIH: análisis de la primera pauta de tratamiento. Estudio MACOVI (Málaga Cohorte VIH) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. de la Torre, J. Aguilar, I. Pérez de Pedro, J. Santos, A. del Arco, E. Nuño 12 C-03. Interrupción de tratamiento antirretroviral en pacientes con situación inmunológica estable y carga viral indetectable: seguridad y factores asociados a la necesidad de reinicio de tratamiento . . . . . . . . . . . . . D. Morales, M.J. Ríos, J. Rodríguez Baño, J. Gálvez, A. Domínguez, M.A. Muniaín 13 C-04. Estudio comparativo de la actividad esperada en los nuevos fármacos inhibidores de la proteasa en el tratamiento de la infección por VIH . . . . . . . . . . . . . . . . M.C. Casañas, N. Chueca, M. López, A. Collado, R. Castillo, L. Muñoz, F. García C-05. Eficacia y seguridad de saquinavir potenciado con ritonavir (SQV/r) en el rescate de los fracasos a un régimen de TAR que incluye un inhibidor de la proteasa (IP) no potenciado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . G. Sebastián, F. Lozano, L.F. López-Cortés, M. Castaño, I. Suárez, A. Vergara, J.J. Hernández Burruezo, A. Terrón,F. Sánchez, A. Francés, J. Hernández Quero, E. Pujol, J.L. Gómez-Sirvent, M.A. Muniaín C-06. Monitorización terapéutica y eficacia de dosis bajas de saquinavir/ritonavir QD en pacientes embarazadas con infección por el VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . L.F. López-Cortés, R. Ruiz-Valderas, A. Rivero, M. Márquez-Solero, P. Viciana, A. Camacho, J. Rodríguez-Baño C-07. Resistencias cruzadas entre los inhibidores de la proteasa y tipranavir: análisis de la prevalencia de mutaciones universales en la proteasa en una cohorte de pacientes VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. Pasquau, C. García García, F. García, F. Jaén, D. Esteva, R. Javier C-08.Cambios en la prevalencia de mutaciones de resistencia para análogos de nucleósidos/nucleótidos en pacientes VIH-1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Peña, M. Álvarez, S. Carlos, J. Pasquau, M.C. Gálvez, M.A. Martínez Pérez, A.B. Lozano, F. García C-09. Neumonía neumocócica en pacientes infectados por el VIH hospitalizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M.J. Requena, J.A. Trujillo, M. Mateas, V. Navarro, M. Omar, L. Aliaga, J.J. Hernández Burruezo 3 14 15 16 16 17 18 Comunicaciones orales y pósters C-10. Vacuna de la hepatitis A en infección VIH: análisis comparativo de vacunación generalizada o selectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E. Nuño Álvarez, M.J. Díez de los Ríos, S. Fernández Sepúlveda, M.C. Ramos Cantos, M. Martín Pérez, L. Montero Rivas C-11. Características diferenciales de la tuberculosis en inmigrantes en Andalucía. Estudio multicéntrico caso-control,1999-2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E. Cañas, F. Díez, A. Plata, F. Laynez, M. González, A. Domínguez, J.L. Haro, E. Nuño, J.M. Kindelán, E. Pérez, E. León, P. Pérez 19 20 C-12. Espectro clínico, diagnóstico y pronóstico de la orquiepididimitis por B melitensis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . N.L. Muñoz-Roca, J.M. Reguera, A. Villalobos, F. del Alcázar, G. Uribarri, J.D. Colmenero 20 C-13. Endocarditis infecciosa en seis hospitales andaluces a lo largo de las dos últimas décadas. La endocarditis infecciosa nosocomial . . . . . . . . . . . . . . . . . . J.M. Lomas, A. de Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M. Reguera, J. de la Torre 21 C-14. Características epidemiológicas, clínicas y pronósticas de la endocarditis en válvulas nativas izquierdas por estafilococos coagulasanegativos . . . . . . . . . . . . . . . . . J.L. Haro, A. de Alarcón, J.M. Reguera, J. Ruiz, J. Gálvez, J.M. Lomas, J. de la Torre 22 C-15. Endocarditis protésica: ¿qué factores agravan el pronóstico? . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Plata, J.M. Reguera, A. Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M. Lomas 23 C-16. Pronóstico de la infección del tracto urinario alto complicada . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Villalobos, N. Macías, I. Portales, D. Sánchez-Carmona, M.A. García-Ordóñez, J.D. Colmenero 24 C-17. Factores de riesgo de enfermedad pulmonar invasora por Aspergillus terreus en pacientes con cultivo positivo para hongos filamentosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P. Cano, J.J. Castón, C. Gallego, E. Vidal, A. Rivero, J. Torre-Cisneros C-18. Factores de riesgo de la aspergilosis invasora en pacientes con cáncer y neumonía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. Aguilar-Guisado, J.M. Cisneros, E. Cordero, I. Espigado, M. Noguer, J. Pachón C-19. Factores de riesgo de neumonía en los pacientes con neutropenia febril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. Aguilar-Guisado, J.M. Cisneros, E. Cordero, I. Espigado, M. Noguer, J. Pachón C-20. El mantenimiento de linfocitos CD8+ en injertos deplecionados de células T puede reducir el riesgo de enfermedad linfoproliferativa después del trasplante de médula ósea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. Gallo, J.J. Castón, C. Delgado, A. Rivero, E. Vidal, J. Torre-Cisneros C-21. Supervivencia y factores asociados en pacientes infectados por VIH con cirrosis hepática por VHC descompensada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . N. Merchante, J.A. Girón-González, M. González-Serrano, J. Torre-Cisneros, J.A. García-García, A. Arizcorreta, J. Ruiz-Morales, P. Cano-Lliteras, F. Lozano, C. Martínez-Sierra, J. Macías, F.M. Brun, J.A. Pineda 4 25 25 26 27 28 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-22. Factores predictores de mortalidad en pacientes con cirrosis hepática secundaria a infección crónica por el virus de la hepatitis C coinfectados por el VIH. Estudio multicéntrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Brun, A. Arizcorreta, A. Terrón, A. Vergara, M.J. Orozco, M.Á. Martín, P. González, E. Pérez Guzmán, S. Pérez Cortés, J.A. Girón 29 C-23. Modificaciones hemodinámicas en los enfermos infectados por VIH con cirrosis hepática por virus de la hepatitis C. Estudio comparativo con pacientes monoinfectados por VHC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Brun, C. Martínez-Sierra, A. Terrón, A. Vergara, A. Arizcorreta, F. Guerrero, A. Zapata, S. Pérez Cortés, J.A. Girón González 30 C-24. La terapia antirretrovírica basada en inhibidores de la proteasa se asocia con fibrosis menos grave y progresión de la fibrosis más lenta en pacientes infectados por VIH con hepatitis crónica C . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. Macías, M. Trastoy, I. Santos, J.A. Girón-González, M. González-Serrano, D. Merino, J. Hernández Quero, P. Cano, J. Caballero, M.J. Ríos, N. Merchante, L.F. López-Cortés, A. Arizcorreta-Yarza, J.A. Pineda C-25. Mínima hepatotoxicidad de lopinavir/ritonavir en pacientes con infección por el VIH coinfectados por virus hepatotropos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I. Aguilar, S. Vergara, R. Palacios, J.A. Mira, M. Márquez, F. Lozano, J.A. Pineda, J. Santos C-26. Estudio transversal de una cohorte de pacientes coinfectados por VIH-VHC. Aplicabilidad del tratamiento contra el VHC . . . . . . . . . . . . M.J. Ríos, D. Morales, J. Rodríguez Baño, J. Gálvez, A. Domínguez, F. González Eslava, M.A. Muniaín 31 32 33 C-27. Eficacia del tratamiento combinado con interferón pegilado y ribavirina en una cohorte clínica de pacientes coinfectados por el VIH y el VHC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 S. Vergara, J. Torre-Cisneros, D. Merino, A. Collado, M.J. Ríos, M. González-Serrano, J.A. Mira, A. Rivero, J.M. Lomas-Cabeza, M.C. Gálvez, J.A. Pineda C-28. Variabilidad en la valoración del riesgo coronario en pacientes infectados por el VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. García Lázaro, A. Camacho Espejo, E. Barroso, J.M. Kindelán Jaquotot, A. Segador Gómez, A. Rivero Román C-29. Prevalencia y factores relacionados con patología renal en pacientes infectados por el virus de inmunodefiencia humana (VIH) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . G. Ollero, N. Aresté, M.J. Ríos, M.J. Moyano, A. Palma, J. Rodríguez Baño, M.A. Muniaín C-30. Prevalencia de positividad de los marcadores de infección por Leishmania en pacientes asintomáticos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J.A. García-García, S. Vergara, Á. Camacho, M. Gallego, F. Morillas-Márquez, A. Rivero-Román, N. Merchante, J.A. Pineda C-31. Bacteriemia relacionada con catéteres venosos centrales tunelizados (CT) utilizados para hemodiálisis crónica (HD) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . T. Aldabó Pallás, R. Luque Márquez, L. Gil Sacaluga, M.J. Marco Guerrero, A. Iglesias López, J. Peiró de las Heras 5 34 35 36 37 Comunicaciones orales y pósters C-32. Tratamiento con cefazolina de la bacteriemia por Staphylococcus aureus meticilín-sensible en pacientes en hemodiálisis crónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . N. Espinosa, J. Castilla, M. Ruiz-Pérez, M.ªJ. Marcos, M.ªT. Prados, J.M. Cisneros 38 C-33. Estudio descriptivo de los pacientes con infección de prótesis articular en un hospital de tercer nivel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M.D. del Toro López, M.A. Muniaín Ezcurra, J. Rodríguez Baño, A.I. Suárez 39 C-34. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la infección de prótesis articulares en nuestro medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . N. Cid Boza, J. Palomino Nicas, M.E. Jiménez-Mejías, M. Aguilar Guisado, J.L. Haro González, N. Espinosa Aguilera C-35. Factores de riesgo para la infección profunda de la esternotomía en cirugía cardiaca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. Gálvez-Acebal, R. Fernández, J. Rodríguez-Baño, C. Lupión, F. García-Corrales, J.M. Barquero C-36. Brote de malaria importada en un grupo de inmigrantes ilegales de origen hindú y procedentes de África . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. Torres Tortosa, J. Canueto Quintero, J.A. Córdoba Doña, I. Moreno Maqueda, M.I. Vázquez Vázquez, R. Butrón Vila C-37. Eficacia del tratamiento anticipado con ganciclovir intravenoso en pacientes sometidos a trasplante de progenitores hematopoyéticos con replicación persistente o moderada de citomegalovirus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C. Delgado, J.J Castón, P. Cano, J.M. Kindelán, A. Rivero, J. Torre-Cisneros 40 40 41 42 C-38. Epidemiología de Escherichia coli productor de β-lactamasas de espectro extendido (ECBLEE): diferencias en función del tipo de enzima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M.D. Navarro, J. Rodríguez-Baño, L. Romero, M.A. Muniaín, J.R. Hernández-Bello, A. Pascual 43 C-39. Inducción de resistencia a rifampicina en Acinetobacter baumannii, in vitro y en un modelo de neumonía experimental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M.ªE. Pachón Ibáñez, F. Fernández Cuenca, F. Docobo Pérez, Á. Pascual, J. Pachón Díaz 44 C-40. Eficacia de amoxicilina/clavulánico en la neumonía experimental por un nuevo fenotipo de resistencia de Escherichia coli resistente a cefoxitina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Docobo Pérez, F. Fernández Cuenca, M.ªE. Pachón Ibáñez, Á. Pascual, C. Pichardo Guerrero, J. Pachón Díaz, L. Martínez Martínez 6 45 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS PÓSTERS P-01. Evolución de la tuberculosis en los coinfectados por el VIH en los hospitales andaluces durante el periodo 1992-2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Domínguez-Castellano, P. Viciana, M. Márquez, E. Vidal, J. Hernández Quero, J. Pasquau, F. Guerrero, A. del Arco, V. Gutiérrez-Ravé, A. Villar, M. Milla, D. Merino P-02. Características de los pacientes VIH en el momento de inicio del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA). Estudio MACOVI (Málaga Cohorte VIH) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. de la Torre, J. Aguilar, S. Santamaría, R. Palacios, F. Moreno, M. Godoy 47 48 P-03. Toxicidad del primer TARGA como causa del cambio de tratamiento. Resultados del estudio MACOVI (Málaga Cohorte VIH) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. de la Torre, J. Aguilar, I. Peréz de Pedro, R. Palacios, J.L. Prada, E. Nuño 49 P-04. Análisis de la primera línea de tratamiento antirretrovírico (PLTAR) en el periodo 2000-2005 en una cohorte de pacientes VIH+. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. Pasquau, C. García, F. Jaén, P. Macías, N. Navarrete, C. Hidalgo 50 P-05. Bacteriemias en pacientes infectados por el VIH en nuestra área . . . . . . . . . . . . . . . M.J. Requena Pou, J.A. Trujillo Pérez, M. Mateas Moreno, A. Arroyo Nieto, M. Omar, J.J. Hernández Burruezo P-06. Cambios epidemiológicos en la neumonía bacteriana en la era del tratamiento antirretroviral de gran actividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. Mateas, J.A. Trujillo, M. J. Requena, G. Duro, I. Gea, M. Omar, J. J. Hernández Burruezo P-07. Características clínico-epidemiológicas de los pacientes con diagnóstico coincidente de infección por el VIH y sífilis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I. Aguilar, F. Oñate, R. Palacios, M. Aguilar, D. Morales, F. Moreno, M.J. Ríos, J. de la Torre, J.D. Colmenero, P. Viciana, J. Santos, M. Márquez P-08. Impacto de la sífilis en la carga viral (CV) del VIH y en el recuento de linfocitos CD4 en pacientes con infección por el VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . R. Palacios, F. Oñate, I. Aguilar, M. Aguilar, M.J. Ríos, F. Moreno, P. Viciana, D. Morales, J. De la Torre, J.D. Colmenero, J. Santos P-9. Lipomatosis cervical en pacientes con infección por el VIH. Estudio de casos y controles. Estudio LIPOCER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . R. Palacios, F. Lozano, A. Camacho, D. Morales, A. del Arco, A. Rivero , M.J. Ríos, M. Márquez, J. Santos P-10. Lipohipertrofia y lipoatrofia en pacientes infectados por el VIH . . . . . . . . . . . . . . . M. García Lázaro, A. Camacho Espejo, A. Segador Gómez, J.M. Kindelán Jaquotot, J. de la Torre Cisneros, A. Rivero Román. P-11. Prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en la población infectada por el VIH en el Área Sanitaria de Jerez de la Frontera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Brun, P. González, A. Terrón, C. García, S. Niño 7 51 51 52 53 54 54 55 Comunicaciones orales y pósters P-12. Factores de riesgo vascular en pacientes infectados por el VIH . . . . . . . . . . . . . . . . M. García Lázaro, A. Segador Gómez, A. Camacho Espejo, J.M. Kindelán Jaquotot, P. Font, A. Rivero Román P-13. Casuística de enfermedades infecciosas en un servicio de Medicina Interna de un hospital general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Díez, M.C. Gálvez, A. Collado, A. Lazo, B. Cervantes, J.A. Montes P-14. Experiencias de los dos primeros años de funcionamiento de una consulta de salud internacional (2003-2005) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E. Cañas, J.L. Haro, M.E. Ruiz-Pipaón, M. Aguilar, N. Espinosa, J. Pachón, J. Aznar P-15. Características clínicas y epidemiológicas de las bacteriemias por Pseudomonas aeruginosa en un hospital de tercer nivel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . G. Duro, L. Aliaga, M. Omar, I. Gea, M. Mateas, J.J. Hernández Burruezo P-16. Factores pronósticos de las bacteriemias por Pseudomona aeruginosa . . . . . . . . . . G. Duro, L. Aliaga, M. Omar, A. Arroyo, M. Requena, J.J. Hernández Burruezo 56 57 58 59 60 P-17. Diagnóstico rápido de la orquiepididimitis brucelar mediante real-time PCR en muestras de orina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J.D. Colmenero, M.l. Queipo-Ortuño, J.M. Reguera, N. Muñoz Roca, A. Plata, P. Morata 61 P-18. Endocarditis infecciosa de localización izquierda en 6 hospitales andaluces a lo largo de las dos últimas décadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J.M. Lomas, A. de Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M. Reguera, J. de la Torre 61 P-19. Factores pronósticos de la endocarditis izquierda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. Gálvez-Acebal, A. Alarcón, J.M. Reguera, J. Ruiz, J.M. Lomas, J. de la Torre; Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares P-20. Infecciones sistémicas por dispositivos de electroestimulación cardiaca (DEEC). ¿Es posible la curación sin la retirada del sistema? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. de Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M Reguera, J.M. Lomas, J. de la Torre; Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares P-21. Auditoría de un protocolo hospitalario de tratamiento de las neumonías adquiridas en la comunidad que precisan de ingreso hospitalario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Collado, B. Cervantes, J.A. Montes, F.J. Gamir, M.C. Gálvez, F. Díez P-22. Etiología de la neumonía en pacientes con cáncer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . M. Aguilar-Guisado, J.M. Cisneros, E. Cordero, I. Espigado, M. Noguer, J. Pachón P-23. Características epidemiológicas de los pacientes con diagnóstico de lúes en la Costa del Sol occidental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Moreno Martínez, J. de la Torre Lima, A. del Arco Jiménez, J.L. Prada Pardal, J. Aguilar García, N. Montiel Quezel-Guerraz P-24. Brote epidémico por Staphylococcus aureus meticilín-resistente: ¿sólo nosocomial? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Moreno Martínez, A. del Arco Jiménez, J.L. Prada Pardal, J. de la Torre Lima, N. Montiel Quezel-Guerraz, J. García Alegría 8 62 63 64 65 65 66 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-25. Incidencia de síndrome metabólico en pacientes infectados por el VIH . . . . . . . . . M. García Lázaro, A. Camacho Espejo, J.M. Kindelán Jaquotot, R. Jurado Jiménez, J. de la Torre Cisneros, A. Rivero Román P-26. Hiperuricemia (HU) en pacientes con infección por el VIH y tratamiento antirretroviral (TAR): incidencia, etiología y significación clínica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F. Lozano, R. Palacios, G. Sebastián, F.J. Brun, A. Camacho, J. Santos, A. Terrón, A. Rivero, S. Vergara, M. Milla P-27. Incidencia y factores asociados con toxicidad hepática grave secundaria a regímenes antirretrovíricos que incluyen nelfinavir en pacientes coinfectados por VIH/VHC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J.A. Mira, J. Macías, J.A. Girón-González, D. Merino, M. González-Serrano, M.E. Jiménez-Mejías, F.J. Caballero-Granado, J. Torre-Cisneros, J. Terrón, J.M. Gómez-Mateos, A. Arizcorreta-Yarza, J.A. Pineda P-28. Baja tasa de hepatitis tóxica secundaria a regímenes que incluyen atazanavir en pacientes infectados por el VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . L. Abdel-Kader, R. Palacios, A. Rivero, J.A. Mira, A. Hidalgo, A. Camacho, F. Lozano, J. Santos, J. Torre-Cisneros, M. Márquez, P. Cano, J.A. Pineda P-29. Tratamiento de la coinfección leishmaniasis visceral-VIH con un régimen alternativo de anfotericina B liposomal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . D. Vinuesa García, T. Escobar Lara, D. Sánchez Cano, L. Muñoz Medina, M.A. Martínez Pérez, M.S. Navas Pérez, J. Hernández Quero 67 68 69 70 71 P-30. Tenofovir en infección VIH: estudio observacional descriptivo de 48 semanas . . . . L.C. Fernández Lisón, F. Rodríguez Gómez, A. Hevia Alonso, B. Vázquez Domínguez, J.M. Lomas Cabezas, E. Pujol de la Llave 71 P-31. Impacto de la inmigración en una consulta monográfica de VIH . . . . . . . . . . . . . . . A. Lozano Serrano, J.M. Fernández Peláez, J. Salas, F. Rivera, R.Cotos, G. Cruz 72 P-32. Mutaciones de resistencia a enfuvirtida en pacientes en fracaso terapéutico . . . . . . I. Viciana, F. Ropero, R. Palacios, A. Vergara, J. de la Torre, M. Castaño 73 P-33. Presentación clínica y comorbilidad en pacientes fallecidos con infección VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . D. Gutiérrez Saborido, F. Carmona Espinazo, G. Pelayo García, E. Ruiz Blasco, R. Gámiz Sánchez, I. Tinoco Racero P-34. Respuesta al TARGA en pacientes mayores de 45 años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . F.J. Rodríguez-Gómez, J. Rodríguez Sánchez, M. Franco Huerta, E. Molano Tejada, I. Marín, E. Fernández-Fuertes, E. Pujol 73 74 P-35. Seguridad del tratamiento con interferón pegilado alfa y ribavirina en pacientes infectados por el VIH con inmunodepresión avanzada: dos casos clínicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 S. Vergara, N. Merchante, J. del Valle, J.E. Corzo, J.M. Gómez-Mateos, J.A. Mira P-36. Ancianos con infección VIH “maltratados” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 A. Lazo Torres, M.ªC. Gálvez Contreras, A. Collado Romacho, V. Rodríguez, F. Díez García 9 Comunicaciones orales y pósters P-37. Estudio piloto del papel de las mascarillas de aerosolterapia en las infecciones respiratorias nosocomiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . D. Vinuesa García, A. Peña Monje, M.I. Parejo Sánchez, A. Martínez Sánchez, T. Escobar, J. Parra Ruiz, J. Hernández Quero P-38. Valoración clínica y funcional de pacientes frágiles con aislamiento de Acinetobacter baumannii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E. Ceballos Sáez, B. Barón Franco, T. Martínez García, J. Saavedra, B. Rodríguez Tuñas, P. Rodríguez Ortega, J. García Moreno, E. Pujol de la Llave P-39. Comparación de los perfiles de sensibilidad de las bacterias aisladas en un Servicio de Medicina Interna: 2000 vs. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J.F. Benítez Macías, I. Popa Popa, C. Cebada Romero, C. Fernández Gutiérrez del Álamo, F.M. Guerrero Sánchez, J.A. Girón González P-40. Situación de la resistencia a antibióticos de las infecciones bacterianas diagnosticadas en un hospital comarcal de 98 camas en el quinto año de su apertura . . . J. Moreno Izarra, J.M. Aguilar Benítez, A. García Olid, F. Rosa Jiménez, C. Natera Kindelán, M.A. Arroyo Jiménez, J.M. Díaz Iglesias, J.A. Carmona Álvarez P-41. Tratamiento de la meningitis por Cryptococcus con anfotericina B desoxicolato en perfusión continua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . R. Fernández, J. Rodríguez-Baño, A. Domínguez, M.J. Ríos, J. Gálvez-Acebal, M.A. Muniaín P-42. Estudio descriptivo de la fiebre de duración intermedia en nuestro medio . . . . . . . M.I. Parejo Sánchez, A. Peña Monje, D. Vinuesa García, E. Quevedo Carmona, F.. García García, J. Parra Ruiz, J. Hernández Quero P-43. Descripción de un brote de infección por parvovirus B19 en adultos de la provincia de Granada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Peña Monje, D. Vinuesa García, M.C. Bernal Zamora, L. Muñoz Medina, S. Carlos Chillerón, J. Parra Ruiz, J. Hernández Quero P-44. Valoración de los pacientes que ingresan por proceso infeccioso en una unidad de Geriatría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Lazo Torres, M.ªM. Pageo Jiménez, M.ªC. Gálvez Contreras, A. Collado Romacho, J.A. Montes Romero, F. Díez García P-45. Infecciones por Escherichia coli productora de BLEE en la Costa del Sol occidental. Características epidemiológicas y perfil de sensibilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . J. Aguilar, A. del Arco, R. Barrio, J. de la Torre, J.L. Prada, I. López P-46. Análisis de las osteomielitis vertebrales diagnosticadas en un servicio de Medicina Interna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I. Reche, F. Díez, L. León, A. Collado, M.C. Gálvez, A. Lazo 76 77 78 79 80 81 82 82 83 84 P-47. Osteomielitis tuberculosa extravertebral en pacientes inmunocompetentes. . . . . . . N. Cid Boza, J. Palomino Nicas, M. Lisbona Muñoz, R. Luque Márquez, M.A. Suárez Arjona, M. Aguilar Guisado 85 Índice de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 10 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS COMUNICACIONES ORALES C-01. Evolución inmunovirológica de pacientes andaluces en la era HAART: ¿hemos alcanzado techo? D. Merino(1), M.A. Castaño(2), F. Lozano(3), J. Gálvez(4), E. Pujol(1), J.A. Terrón(5), C. Gálvez(6), M. Pérez(7), E. Nuño(8), A. Vergara(9), J. Marín(10) Hospitales (1)Juan Ramón Jiménez (Huelva). (2)Carlos Haya (Málaga). (3)Valme (Sevilla). (4)Virgen Macarena (Sevilla). (5)Jerez (Cádiz). (6)Torrecárdenas (Almería). (7)La Línea (Cádiz). (8)Axarquía (Granada). (9)Puerto Real (Cádiz). (10)Osuna (Sevilla). Introducción: En los últimos años, la incorporación de fármacos antirretrovirales más potentes y seguros ha supuesto un importante descenso en la morbimortalidad de los pacientes infectados por el VIH como consecuencia de su mejoría inmunovirológica. Objetivo: Analizar la evolución inmunovirológica de pacientes andaluces en los últimos 5 años. Métodos: 5 estudios de prevalencia puntual seriada (años 2000 a 2004), de pacientes adultos con infección por el VIH atendidos en las áreas de hospitalización y en las consultas externas (CE) y hospitales de día de Medicina Interna y Enfermedades Infecciosas de 22 hospitales del Servicio Andaluz de Salud. La recogida de datos se realizó mediante un protocolo codificado y confidencial, y se efectuó un análisis descriptivo con el programa SPSS 12.0. Resultados: Se incluyen 4.906 encuestados (75,8% varones; edad media 38,7 años), 76,5% en tratamiento antirretroviral (TAR); PR: ADVP 57,5%, heterosexuales: 22,8%, varones homobisexuales: 13,3%. 38,7% tenían sida. 70% tenían más de 200 CD4/mm3. Serología VHC positiva en 54,5% (85% en ADVP vs. 17% en no ADVP). La proporción de pacientes en TAR en CE con carga viral indetectable ascendió del 58,1% en 2000 al 73,8% en 2004. El incremento en la media de linfocitos CD4 ha sido de 20 cél./mm3 (396 en 2000, 416 en 2004), siendo esta media de CD4 superior en pacientes no ADVP respecto a los ADVP (453 vs. 378) (p = 0,02), mujeres (445 vs. 398 en varones) y en pacientes VHC negativos (437 cél./mm3 vs. 402 cél./mm3 en VHC positivos) en todas las encuestas (Figura 1). Conclusiones: En los últimos años se aprecia, a pesar de la evidente mejoría virológica, una estabilización en la situación inmunológica de nuestros pacientes VIH. Los pacientes con antecedentes de ADVP tienen unas cifras de CD4 inferiores de forma significativamente estadística a los no ADVP. Figura 1 11 Comunicaciones orales y pósters C-02. TARGA en pacientes VIH: análisis de la primera pauta de tratamiento. Estudio MACOVI (Málaga Cohorte VIH) J. de la Torre, J. Aguilar, I. Pérez de Pedro, J. Santos, A. del Arco, E. Nuño Grupo Malagueño para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas. Introducción: En la clínica real sólo un 40-50% de pacientes con infección VIH que inician TARGA consigue mantener la CV indetectable al cabo de un año. En nuestro medio son escasos los estudios acerca de la primera pauta de TARGA en pacientes naïve. Objetivo: Analizar la primera pauta de TARGA en un estudio en la vida real en pacientes naïve VIH y describir las causas por las que se interrumpe dicho tratamiento. Material y métodos: Estudio multicéntrico, observacional, retrospectivo de cohorte de todos los pacientes VIH naïve adultos, diagnosticados desde enero de 1997, que iniciaron su primer TARGA hasta diciembre del 2003 en los hospitales de la provincia de Málaga. Se consideró interrupción del TARGA cualquier cambio de tratamiento respecto al inicial y se realizó una última visita control en el primer semestre de 2005. Resultados: Iniciaron su primer TARGA 603 pacientes, un 53% con IP (26% IDV, 15% NFV, 6% SQV y 6% LPV), un 40% con 1 ITINN (26% EFV y 14% NVP) y un 6% con 3 ITIAN. Mantuvieron la misma pauta durante el periodo de seguimiento 151 (26%) pacientes, siendo la duración media de 22,8 ± 17,7 meses con un mínimo de menos de 1 mes y un máximo de 96,1 meses e interrumpieron antes del año un 36%. Han discontinuado el primer TARGA 452 pacientes, siendo los porcentajes de interrupción por años de 96% en 1997, 92% en 1998, 82% en 1999, 71% en 2000, 64% en 2001, 59% en 2002 y 42% en 2003. La razón para la discontinuación fue la toxicidad en el 22,1% del total de casos, la simplificación en el 20,5%, el fracaso virológico en el 15%, la interrupción estructurada en el 7,1% y otras causas (incluyendo el abandono voluntario y las pérdidas) en el 7,2%. Fueron exitus el 1,7% del total de pacientes. La toxicidad fue la causa más importante de interrupciones en todos los años, siendo la diferencia respecto a otras causas estadísticamente significativa en los últimos años (en 2003 interrumpen por fracaso virológico el 6% y por toxicidad el 21,7%; p < 0,001). No existieron diferencias en los porcentajes de interrupción según el tipo de TARGA ni siquiera en los primeros años, siendo el porcentaje de pacientes que comenzó con IP e interrumpió el 22%, con ITINN el 24% y con ITIAN el 8%. La simplificación fue una estrategia relevante como causa de cambio del primer TARGA en los años 98-99 (coincidiendo con la aparición de los ITINN), perdiendo papel en los últimos años (39% en 1999 y 1% en 2003; p < 0,001). La tasa de fracasos virológicos también fue significativamente inferior en los últimos años (25% en 1997 y 6% en 2003; p < 0,001). Cuando se ajusta según el nivel de CD4, los pacientes que iniciaron con cifras inferiores a 100 fracasaron más cuando el tratamiento fue 3 ITIAN (p > 0,001). Las interrupciones estructuradas supusieron una causa relevante de interrupción en los años 1999-2000, llegando al 14% de causa de cambio del primer TARGA, siendo en años posteriores inferior al 6%. Conclusiones: Más de un tercio de los pacientes que inician su primer TARGA interrumpió antes del año, siendo la causa principal la toxicidad del TARGA, seguida del fracaso virológico y la interrupción estructurada, si bien esta estrategia es menos relevante en los últimos años. No hubo diferencias entre IP e ITINN ni en porcentaje de fracasos ni en toxicidad como causa de abandono del primer TARGA. 12 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-03. Interrupción de tratamiento antirretroviral en pacientes con situación inmunológica estable y carga viral indetectable: seguridad y factores asociados a la necesidad de reinicio de tratamiento D. Morales, M.J. Ríos, J. Rodríguez Baño, J. Gálvez, A. Domínguez, M.A. Muniaín Sección de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: La interrupción del tratamiento antirretroviral (TAR) sigue siendo objeto de controversia. Sin embargo, en determinados pacientes parece una alternativa segura, que permite evitar toxicidad, mejorar la calidad de vida del paciente y disminuir el coste. Existen pocos estudios que hayan evaluado la seguridad y los factores asociados al reinicio del TAR con metodología adecuada. Objetivos: Evaluar la seguridad de interrumpir el tratamiento antirretroviral (TAR) en pacientes con situación inmunovirológica estable y analizar factores asociados al tiempo de reinicio del tratamiento. Material y métodos: Estudio de la cohorte de pacientes adultos en seguimiento por nuestra Sección a los que se ha interrumpido el TAR y cumplían los siguientes criterios: situación inmunológica estable (CD4 > 300) durante los últimos 6 meses, carga viral de VIH < 50 copias/ mL, tiempo mínimo de seguimiento tras la interrupción de 6 meses e intención de reiniciar el TAR en función de la evolución inmunológica o clínica. La variable resultado principal es el tiempo hasta el reinicio del TAR. En los pacientes a los que se ha reiniciado se evaluará la respuesta al tratamiento y la situación clínica. Se realizó un análisis uni- y multivariante de variables asociadas a la necesidad de reinicio de tratamiento (regresión de Cox). La necesidad de reinicio en el tiempo de TAR se expresará mediante curvas de Kaplan-Meier. Resultados: Se incluyeron 65 pacientes con un seguimiento medio de 19 meses, 68% hombres, mediana de edad 37 años. Conducta de riesgo: 41% ADVP, 34% heterosexual, 25% homosexual. Mediana de años desde el diagnóstico de infección VIH: 10. El 31% tomaba metadona en el momento de la interrupción y un 20% había tenido eventos previos. El 54% había recibido 3 o más tratamientos antirretrovirales. La mediana de tiempo total de TAR había sido de 71 meses. El 81% no había sufrido ningún fracaso virológico. Nadir de CD4 (mediana): 306. Los motivos de la interrupción (no excluyentes) fueron: 77% a propuesta del médico, 29% por efectos secundarios, 18% tras abandono y 12% por adherencia deficiente. Hasta ahora han reiniciado el TAR 20 pacientes (31%), en el 90% de los casos por descenso de las cifras de CD4 y en el 10% (2 pacientes) por reaparición de trombopenia (que ya había existido antes de iniciar TAR). En estos pacientes, el reinicio del TAR se produjo a las 20 semanas de mediana (39 de media). Mediana de CD4 al reinicio: 252 cél./mm3; mediana de carga viral: 54.500 copias/mL. En el análisis multivariante, las variables asociadas a un menor tiempo de necesidad de reinicio de tratamiento fueron un nadir de CD4 < 350 cél. (p = 0,03), una mayor edad (p = 0,008) y la presencia de eventos previos (p = 0,03). En ninguno de los pacientes se han observado eventos definitorios de sida o progresión clínica. Una paciente sufrió un síndrome retroviral agudo, que se resolvió espontáneamente. De los 20 pacientes que han reiniciado TAR, en 15 disponemos de datos a los 3-6 meses, siendo la carga viral indetectable en todos menos en dos pacientes, una de ellas con un cáncer de mama en tratamiento con quimioterapia. Conclusiones: La interrupción del TAR en pacientes con situación inmunológica estable y carga viral indetectable es una estrategia segura, aunque debe contemplarse la posibilidad de reaparición de trombopenia y síndrome retroviral agudo. En nuestro estudio, la edad, la presencia de eventos previos y una cifra nadir de CD4<350 se asoció a una necesidad de reinicio precoz del TAR. 13 Comunicaciones orales y pósters C-04. Estudio comparativo de la actividad esperada en los nuevos fármacos inhibidores de la proteasa en el tratamiento de la infección por VIH M.C. Casañas(1), N. Chueca(1), M. López(3), A. Collado(4), R. Castillo(2), L. Muñoz(2), F. García(1) (1)Servicio de Microbiología. Centro de Referencia Estudio de Resistencias Andalucía Oriental (Granada). (2)Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario San Cecilio (Granada). (3)Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada). (4)Servicio de Medicina Interna. Hospital Torrecárdenas (Almería). Introducción: En los últimos años se han desarrollado nuevos inhibidores de la proteasa (IP) que presentan una mayor potencia antirretroviral, menor toxicidad y más fácil dosificación. Para algunos no se conoce con exactitud la forma de interpretar el genotipo de resistencia, fundamentalmente porque existen pocos estudios en los que se correlacione éste con la eficacia virológica, por lo que es difícil precisar cuál de los nuevos IP tiene mejor perfil de resistencias. Objetivo: Conocer el porcentaje de pacientes VIH susceptibles de ser rescatados con los nuevos fármacos IP en la cohorte sobre la que se ha realizado estudio genotípico de resistencias en el Centro de Referencia de Andalucía Oriental. Asimismo, en el caso de FOSr, comparar dos sistemas de interpretación del genotipo de resistencia. Material y métodos: Se han revisado 853 estudios de resistencias, correspondientes a 637 pacientes. La mediana del logaritmo de la carga viral fue 3,99 y la de CD4 290/µl. La secuenciación se llevó a cabo con el sistema Trugene® HIV1 Genotyping Kit (Bayer). Un 43% de los estudios de resistencia correspondía a pacientes no tratados previamente con IP y un 14% a pacientes tratados con 3 o más. Un 11% se realizó a pacientes naïve, un 36% a pacientes en 1.er fracaso terapéutico, un 23,5% a pacientes en 2.º fracaso y un 27% a pacientes con ≥ 3 fracasos. La interpretación de la resistencia a los IP se ha realizado con el algoritmo que se emplea en la actualidad en los Centros de Referencia de Andalucía. Para FOSr se ha aplicado además la interpretación propuesta tras realizar el análisis virológico del estudio CONTEXT. El análisis estadístico de los datos se ha realizado con el test de Chi cuadrado. Resultados: La resistencia a los distintos IP evaluados en nuestra cohorte fue: ATZr 11,4%, LPVr 10,2%, FOSr 4,3%, TPVr 1,3%. Cuando se correlaciona la resistencia con el n.º de fracasos previos, sólo se observan porcentajes superiores al 10% en ATZr (31,3%), LPVr (28,6%) y FOSr (12,0%) cuando se trata de pacientes multifracasados, mientras que TPVr únicamente presenta resistencia en el 4,4% de estos pacientes. Cuando se correlaciona la resistencia con la experiencia previa con IP, la resistencia a ATZr y LPVr aumenta significativamente cuando se han empleado ≥ 3 IP (42 y 38,3%, respectivamente) y la resistencia a FOSr con ≥ 4 IP (23,7%), mientras que TPVr no supera el 10% de resistencia con ≥ 4 IP. Aplicando las reglas de interpretación CONTEXT para FOSr, su resistencia global aumenta al 10,8%, la resistencia en pacientes en multifracasados alcanza el 29% y el incremento significativo de la resistencia en función del n.º de IP se observa en pacientes con ≥ 3 IP. Conslusiones: Con el algoritmo de interpretación empleado en Andalucía encontramos un bajo nivel de resistencia esperada a los nuevos IP en la cohorte analizada. TPVr es el fármaco con menor nivel de resistencia, seguido de FOSr y, a continuación, LPVr y ATZr. Sin embargo, si se utilizan las reglas CONTEXT para FOSr, entonces la resistencia de este fármaco se equipara a la de LPVr y ATZr. 14 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-05. Eficacia y seguridad de saquinavir potenciado con ritonavir (SQV/r) en el rescate de los fracasos a un régimen de TAR que incluye un inhibidor de la proteasa no potenciado G. Sebastián(1), F. Lozano(1), L.F. López-Cortés(2), M. Castaño(3), I. Suárez(4), A. Vergara(5), J.J. Hernández Burruezo(6), A. Terrón(7), F. Sánchez(8), A. Francés(9), J. Hernández Quero(10), E. Pujol(11), J.L. Gómez-Sirvent(12), M.A. Muniaín(13) (1)H. de Valme (Sevilla); (2)H. Virgen del Rocío (Sevilla); (3)H. Carlos Haya (Málaga); (4)H. Infanta Elena (Huelva); (5)H. de Puerto Real, (6)H. Ciudad de Jaén, (7)H. de Jerez, (8)H. de Cáceres, (9)H. Insular de Las Palmas, (10)H. Clínico de Granada, (11)H. Juan Ramón Jiménez (Huelva); (12)H. Universitario de Canarias (Santa Cruz de Tenerife); (13)H. Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Objetivos: Determinar la eficacia, tolerancia y seguridad de SQV/r (1.000/100 mg/12 h) a los 12 meses de tratamiento en pacientes con fracaso a un TAR basado en un inhibidor de la proteasa (IP) no potenciado. Material y métodos: Se incluyeron 84 pacientes infectados por el VIH-1 > 18 años, pertenecientes a 13 hospitales de Andalucía, Extremadura y Canarias, a quienes entre mayo de 2003 y diciembre de 2004 se les instauró un régimen con SQV/r (1.000/100 mg/12 h) para rescate de un TAR previo que incluía un único IP no potenciado. Dicho régimen podía contener ITIAN y/o ITINN a criterio médico o en función de las pruebas de resistencia, pero no otros IP. Se analizaron las características demográficas y de la infección VIH al inicio del tratamiento, y los cambios experimentados en el porcentaje de pacientes que alcanzaron < 200 copias/mL de ARN-VIH, en el número de CD4/µL y en la aparición de efectos adversos, a los 3, 6, 9 y 12 meses después de iniciado el mismo. Se realizó un análisis de regresión logística simple para evaluar la influencia sobre la respuesta terapéutica del número y tipo de mutaciones de resistencia frente a IP. Resultados: El estudio incluyó a 84 pacientes (edad: 40,2 ± 6,8 años), 66 (79%) de los cuales eran varones, 54 (64%) UDVP y 34 (41%) habían sido previamente diagnosticados de sida. La carga viral inicial (mediana y límites) fue: 3,53 log10 copias/mL (3,00-4,56) y la cifra de CD4: 314 células/µL (144-498), aunque 54 (64%) presentaban ≤ 200 células/µL antes de iniciar el régimen con SQV/r. Los IP sustituidos por SQV/r fueron: nelfinavir (55%), saquinavir (24%), indinavir (18%) y otros (6%). En la Tabla 1 se exponen los cambios en los principales parámetros de eficacia y seguridad. Los efectos adversos fueron: intolerancia digestiva (4 casos), lipodistrofia (2 casos) e hiperlipidemia (1 caso). Ningún paciente falleció durante el año de seguimiento. Se dispuso de una prueba genotípica de resistencia basal en 42 (50%) pacientes, 32 de los cuales tenían virus con ≤ 3 mutaciones a IP y 10 tenían ≥ 3 de ellas. No hubo diferencias significativas (p = 0,609) entre presentar ≤ 3 o ≥ 3 mutaciones a IP, ni entre que éstas fuesen específicas para SQV (L90M y G48V) o no (p = 0,925), lo cual pudo deberse a un insuficiente tamaño de la muestra. Conclusiones:Tras un año de tratamiento, SQV/r es eficaz, a la vez que bien tolerado y seguro, en un porcentaje elevado de pacientes en los que ha fracasado un régimen de TAR que incluye un IP no potenciado. Estos resultados son similares a los obtenidos en ensayos clínicos controlados. Tabla 1 Parámetro Basal (n = 84) 3.er mes (n = 83) 6.º mes (n = 76) 9.º mes (n = 75) 12.º mes (n = 69) CV ≤ 200 copias/mL 0 50 (59%) 55 (65%) 52 (62%) 59 (70%) CD4/µL 314 338 (+24) 380 (+66) 410 (+96) 459 (+145) E. adversos --- 4 (5%) 1 (1%) 2 (2%) 0 15 Comunicaciones orales y pósters C-06. Monitorización terapéutica y eficacia de dosis bajas de saquinavir/ritonavir QD en pacientes embarazadas con infección por el VIH L.F. López-Cortés, R. Ruiz-Valderas, A. Rivero, M. Márquez-Solero, P. Viciana, A. Camacho, J. Rodríguez-Baño Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla), Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga), Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: Saquinavir (SQV) está considerado en categoría B en el embarazo por la FDA. La adición de ritonavir (r) permite una única administración al día (QD), aunque existen pocos datos sobre su farmacocinética (PK) y eficacia en mujeres embarazadas. Objetivo: Evaluar la eficacia virológica de dosis bajas de SQVr durante el embarazo, utilizando la monitorización terapéutica de concentraciones plasmáticas (MT) para mantener una Cmin ≥100 ng/mL. Pacientes y métodos: Cohorte prospectiva en la que se han incluido 40 mujeres embarazadas con infección por el VIH (12 de ellas, excluidas del análisis por no haber finalizado la gestación). Dosis inicial de SQVr: 1.200/100 mg QD; ajustes posteriores de dosis, en función de Cmin de SQV durante el embarazo, determinadas mediante HPLC. Resultados expresados como mediana (rango). Resultados: 28 pacientes (edad: 21-38 años); adquisición heterosexual VIH: 84%; no TAR previo: 8; no fracasos virológicos con inhibidores de la proteasa (IP): 18; hepatitis crónica: 4. CD4 y carga viral (CV) basales: 533/µl (50-1.158) y 16.100 copias/mL (<50-181.000). NRTIs asociados: ZDV + 3TC (78,6%). Datos PK: Cmin en sema- nas 24 a 39 de gestación (n = 68): 235 ng/mL (60940); SQV Cmin en 17 mujeres no embarazadas (grupo control): 677 ng/mL (63-1.275). La dosis de SQV tuvo que ser incrementada a 1600/100 mg QD en 3 pacientes. Eficacia: tras 17 semanas de tratamiento (3-39), 25 pacientes llegaron al final de la gestación con CV indetectables; las 3 pacientes restantes: con 110, 400 copias/mL y sin datos, respectivamente, tras sólo 3-4 semanas de tratamiento. Efectos adversos: elevación asintomática de GPT-GOT grado 1 (2 pacientes), náuseas y malestar abdominal (2 pacientes), anemia secundaria a AZT (1 paciente). En ningún caso hubo necesidad de retirar SQVr. Partos prematuros: 6 casos. Parto vaginal/cesáreas: 14 pacientes en cada categoría. Peso de recién nacidos: 2,9 k (1,9-4,5). No se observaron malformaciones ni transmisión vertical del VIH. Conclusiones: La administración de dosis bajas de SQVr como parte de un tratamiento antirretroviral durante el embarazo es una opción eficaz, con escasos y leves efectos adversos en mujeres sin o con resistencias de bajo nivel a IP, aunque es deseable la MT de las concentraciones plasmáticas de SQV a lo largo de la gestación para obtener niveles adecuados. C-07. Resistencias cruzadas entre los inhibidores de la proteasa y tipranavir: análisis de la prevalencia de mutaciones universales en la proteasa en una cohorte de pacientes VIH J. Pasquau, C. García García, F. García, F. Jaén, D. Esteva, R. Javier Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Virgen de las Nieves (Granada). Servicio de Microbiología. Hospital Clínico de San Cecilio (Granada). 16 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Introducción: Disponer de fármacos capaces de rescatar a pacientes multitratados parece una necesidad importante en el manejo de la infección VIH. Tipranavir (TPV) se presenta como un inhibidor de la proteasa (IP) efectivo frente a cepas de VIH con múltiples mutaciones en aquélla, puesto que su actividad sólo decrece de forma significativa en presencia de 3 UPAM (universal protease associated mutations: mutaciones asociadas universales en la proteasa) –en las posiciones 33, 82, 84 y 90– o cuando se acumulan un total de más de 16-17 mutaciones. Objetivos: Para predecir la potencial eficacia de TPV en pacientes que han presentado fracaso virológico con IP, hemos analizado los genotipados del VIH en ellos y buscado la prevalencia de las UPAM en una cohorte de pacientes VIH+. Metodología: Hemos revisado retrospectivamente todos los genotipados de los pacientes que han presentado fracaso virológico tras exposición a IP y analizado la presencia de UPAM y de sus posibles combinaciones y los posibles condicionantes de su aparición. También hemos calculado la prevalencia global de las mutaciones en todos los genotipados de nuestro laboratorio central. Resultados: Hemos podido contar con 76 genotipados de pacientes expuestos a IP. El total de mutaciones encontradas en la proteasa ha sido de 195, y el número de UPAM, de 26 (en 24 pacientes: 13,1%), con la siguiente distribución: L33F: 1 (1 pac) (0,5%) I84V: 6 (5 pac) (3%) En cuanto a combinaciones de estas mutaciones, sólo hemos encontrado 7 dobles combinaciones en 6 pacientes (casi todas, contando con la 90M): 33F + 82A (1), 82A + 90M (1) y 84V + 90M (5, en 4 pac). Las prevalencias globales, en cifras crudas del laboratorio central, sobre un total de 433 genotipados de pacientes expuestos a IP y con mutaciones en la proteasa han sido: L33F: 6,7%; V82A: 16,2%; V82F: 1,2%; V82I: 0,2%; V82S: 4,2%; V82T 1,6%; I84V: 11,8%; y L90M: 29,3%. En el análisis de las posibles circunstancias favorecedoras de la aparición de estas mutaciones sólo hemos podido observar que habitualmente se presentan en genotipos muy expuestos a tratamientos no supresores que contienen IP y con abundantes mutaciones en la proteasa. Conclusiones: Si se confirmasen las predicciones de rescatabilidad genotipo-dependientes del TPV, podríamos sugerir con nuestros datos que este fármaco podría ser eficaz en gran parte de nuestros pacientes multitratados. En ningún caso hemos encontrado 3 UPAM en el mismo genotipo, y las dobles combinaciones han sido anecdóticas (y más aún si consideramos que la mutación en la posición 90 podría ser más “benigna” para el TPV de lo inicialmente sugerido). Sin embargo, el mantenimiento de tratamientos no supresores durante periodos prolongados podría llegar a comprometer la eficacia de un fármaco que en la actualidad se presenta como un muy buen compañero para el T-20 (enfurvitide). V82A/F/I/S/T: 8 (7 pac) (4%) L90M: 11 (9 pac) (5,6%) C-08. Cambios en la prevalencia de mutaciones de resistencia para análogos de nucleósidos/nucleótidos en pacientes VIH-1 A. Peña(1), M. Álvarez(1), S. Carlos(1), J. Pasquau(3), M.C. Gálvez(4), M.A. Martínez Pérez(2), A.B. Lozano(5), F. García(1) (1)Servicio de Microbiología. Centro de Referencia Estudio de Resistencias Andalucía Oriental. (Granada). (2)Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario San Cecilio (Granada). (3)Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada). (4)Servicio de Medicina Interna. Hospital Torrecárdenas (Almería). (5)Servicio de Medicina Interna. Hospital de Poniente (El Ejido, Almería). Introducción: Las opciones terapéuticas han mejorado ostensiblemente en los últimos años; además, recientemente se han introducido nuevas combinaciones de análogos de nucleósidos/ótidos (NRTI) para terapias de inicio. Todo esto ha contribuido a que se seleccionen distintas rutas de muta- ciones de resistencia en la RT, con el correspondiente impacto en las futuras opciones de rescate. Objetivo: Conocer los cambios en la prevalencia de las distintas mutaciones asociadas a resistencia a NRTI, en la cohorte de resistencias VIH de Andalucía Oriental en los últimos 5 años. 17 Comunicaciones orales y pósters Pacientes y métodos: Se han revisado 1.015 genotipos de resistencias y pautas de tratamiento pertenecientes a pacientes VIH de un periodo comprendido entre 2001 y 2005. La mediana del Log de la carga viral en copias/mL fue de 3,88 ± 0,93, y la de CD4, de 331,13 ± 223,03 células/µl. Para la secuenciación se emplea el sistema Trugene® HIV-1 Genotyping Kit (Bayer). Un 15,4% son pacientes naïve, un 40,5% se encuentran en el primer fracaso, un 26,7% en el segundo y un 30,6% son multifracasados. Resultados: Entre las mutaciones asociadas a los análogos de la timidina (TAM), se ha observado una tendencia a la disminución en el periodo de estudio, alcanzando diferencias significativas (p = 0,006, Chi cuadrado) cuando se evalúa la ruta 41/210/215Y (TAM tipo 1). Con respecto a las no TAM, se observa que la prevalencia de la K65R incrementa desde el 2% al 7%, sin alcanzar significación estadística. Las mutaciones M184V y L74V se mantienen estables. Se observa el antagonismo de la presencia de la K65R con las TAM, aunque menos marcado con la ruta 70/215F/219. Conclusiones: Se observa una disminución en la prevalencia de las TAM tipo 1 en el periodo 2001-2005. Este hecho es relevante ya que proporciona un mayor papel de los NRTIs en el rescate. La K65R, aunque aumenta, no alcanza significación; este aumento se ha asociado a pautas que combinan TDF con ddI y/o ABC. No se ha observado un incremento en la prevalencia de L74V, lo que creemos que se justifica porque aún no ha habido un incremento en el empleo de combinaciones de inicio que la seleccionan. C-09. Neumonía neumocócica en pacientes infectados por el VIH hospitalizados M.J. Requena, J.A. Trujillo, M. Mateas, V. Navarro, M. Omar, L. Aliaga, J.J. Hernández-Burruezo Unidad de Infecciones. Complejo Hospitalario de Jaén (Jaén). Introducción: La neumonía neumocócica constituye una causa importante de morbimortalidad en la población infectada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El conocimiento de los distintos aspectos de esta infección en dicha población permitiría, no sólo la instauración de un tratamiento empírico precoz y adecuado, sino también determinar el ámbito en el que deben ser tratados, así como plantear estrategias preventivas de esta patología. Objetivos: Analizar las características diferenciales de la neumonía neumocócica en pacientes infectados por VIH hospitalizados. Métodos: Se revisaron las historias clínicas de los pacientes infectados por VIH ingresados en los hospitales Virgen de las Nieves de Granada y Complejo Hospitalario de Jaén por neumonía bacteriana durante el periodo comprendido entre 1991 y 2004. Se incluyeron en el estudio los episodios en los que se identificó algún agente etiológico. El tratamiento estadístico se realizó con el programa SPSS 11.0. Resultados: Se analizó un total de 127 episodios de neumonías con filiación microbiológica (51 neumocócicas, 76 no neumocócicas). En el análisis univariante, los pacientes con neumo- nía neumocócica destacaban por ser más jóvenes (32,25 ± 4,95 vs. 35,82 ± 7,73 años; p = 0,004), por presentar una mejor situación inmunológica (recuento de CD4 < 200: 68,08% vs. 90,41%; p = 0,003), una forma de instauración más aguda (6,19 ± 4,42 vs. 14,10 ± 15,39 días; p = 0,001) y una mayor tasa de bacteriemia (52,94% vs. 30,26%; p = 0,01), así como una curación más rápida (7,68 ± 6,64 vs. 12,89 ± 10,00 días; p = 0,002) y una menor estancia hospitalaria (12,55 ± 9,51 vs. 23,86 ± 16,05 días; p < 0,001). En el análisis multivariante solamente la edad (OR = 0,835; IC 95%: 0,733-0,952; p = 0,007) y la estancia hospitalaria (OR = 0,870; IC 95%: 0,797-0,950; p = 0,002) se asociaron significativamente a este grupo etiológico. No encontramos diferencias respecto a realización de tratamiento antirretroviral, profilaxis de infecciones oportunistas, enfermedades asociadas, neumonía u hospitalización previas, síntomas clínicos, patrón radiológico, respuesta a tratamiento ni a mortalidad. Por último, destacar que 7 episodios de neumonías fueron causadas por neumococos con sensibilidad disminuida a la penicilina (cinco de ellos, con una CMI entre 0,1 y 1 µg/mL; los otros dos, con una CMI superior a 2 µg/mL). 18 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Conclusiones: Los pacientes con neumonía neumocócica se caracterizaron por ser más jóvenes y requerir una menor estancia hospitalaria respec- to a los pacientes con neumonía de diferente etiología. Por otra parte, destacamos el bajo índice de resistencia del neumococo a la penicilina. C-10. Vacuna de la hepatitis A en infección VIH: análisis comparativo de vacunación generalizada o selectiva E. Nuño Álvarez(1), M.J. Díez de los Ríos(2), S. Fernández Sepúlveda(1), M.C. Ramos Cantos(1), M. Martín Pérez(1), L. Montero Rivas(1) (1)Servicio de Medicina Interna y (2)Servicio de Análisis Clínico. Hospital Comarcal de la Axarquía (Vélez-Málaga, Málaga). Introducción: En enfermos con infección VIH se recomienda la vacunación frente al virus de la hepatitis A (VHA); sin embargo, no existen recomendaciones firmes en relación con la selección de los pacientes susceptibles mediante la determinación de anticuerpos Ig G anti-VHA. Objetivo: Analizar si la selección previa de los pacientes susceptibles, mediante la determinación de antcuerpos IgG anti-VHA, es más eficiente que la vacunación de forma no selectiva. Material y métodos: Estudio transversal de 61 enfermos con infección VIH. Se determinó la presencia de anticuerpos VHA IgG + M mediante procedimiento MEIA (AxSYM®, laboratorios Abbott). El precio de cada determinación fue de 6 €, y el de la vacunación (HAVRIX 1440® GSK), 37,75 € . Resultados: Se incluyeron 50 hombres (82%) y 11 mujeres (18%), de entre 31 y 73 años (con edad media: 45,36 ± 9,08). La práctica de riesgo había sido: UDVP 42,6%, heterosexual 31%, homo- sexual 23%, hemoderivados 3,3%. La mediana de CD4 era de 543/mcL (rango 2-1.827); el 85% estaba en tratamiento antirretroviral (de ellos, 75% con CV-VIH indetectable). Estaban coinfectados con VHC 25 (41%). En la muestra estudiada tenían Ac frente al VHA 49 enfermos: 80,3% (IC 95%: 67,7-88,9). El coste de la vacunación no selectiva sería de 2.302,75 € (61 × 37,75), mientras que la vacunación de los enfermos seronegativos frente al VHA costaría 818,88 € (determinación de Ac VHA 366 €, vacunación de los enfermos susceptibles 452,88 €). Conclusiones: En nuestro ámbito, dada la elevada prevalencia de inmunidad al VHA, resulta más económica la vacunación selectiva de los pacientes susceptibles, seleccionados mediante serología. En diferentes áreas geográficas, y especialmente en poblaciones de menor edad, los resultados podrían ser diferentes. 19 Comunicaciones orales y pósters C-11. Características diferenciales de la tuberculosis en inmigrantes en Andalucía. Estudio multicéntrico caso-control,1999-2003 E. Cañas(1), F. Díez(2), A. Plata(3), F. Láynez(4), M. González(5), A. Domínguez(6), J.L. Haro(1), E. Nuño(7), J.M. Kindelán(8), E. Pérez(9), E. León(10), P. Pérez(11) (1)Hospital Virgen del Rocío (Sevilla); (2)Hospital Torrecárdenas (Almería); (3)Hospital Carlos Haya (Málaga); (4)Hospital La Inmaculada (Huércal-Overa, Almería); (5)Hospital Virgen de la Victoria (Málaga); (6)Hospital Virgen Macarena (Sevilla); (7)Hospital La Axarquía (Vélez-Málaga, Málaga); (8)Hospital Reina Sofía (Córdoba); (9)Hospital de Jerez (Cádiz); (10)Hospital Virgen de Valme (Sevilla); (11)Hospital Puerta del Mar (Cádiz); Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas (SAEI). Introducción: La tuberculosis (TBC) en la población inmigrante representa un fenómeno emergente en nuestro medio, pudiendo diferir sus características de las de la población autóctona. Material y métodos: Análisis de las características diferenciales de los casos de TBC en población inmigrante y autóctona diagnosticados en 11 hospitales públicos de Andalucía durante el periodo 1999-2003, utilizando un diseño restrospectivo caso-control para inmigrantes y autóctonos, respectivamente, de pacientes adultos con primeros diagnósticos de TBC, apareados (1:1) por fecha de diagnóstico y la coexistencia o no de infección VIH. Resultados: 306 pacientes (153 inmigrantes y 153 autóctonos), de los cuales 54 (27 en cada grupo) estaban coinfectados por el VIH. Los inmigrantes procedían fundamentalmente del Magreb (34,6%), Africa subsahariana (21%) y América Latina (16%), con una media de estancia previa en nuestro país de 1.058 ± 1.830 días (mediana: 598 días). No hubo diferencias respecto a la distribución por sexo (110 varones en cada grupo), pero sí en la media de edad al diagnóstico de TBC (33 años en inmigrantes frente a 42 años en controles, p < 0,001), así como en la mayor prevalencia de adicción a drogas inhaladas (26,1% vs. 13,7%, p < 0,001) y de hepatopatía crónica (15% vs. 6,5%, p < 0,001) entre los controles. La proporción de formas extrapulmonares y diseminadas fue significativamente mayor entre los inmigrantes (49 casos, 32%, vs. 28 controles, 18,3%, p < 0,001), sin observar diferencias significativas en los intervalos entre la fecha de inicio de síntomas y de la primera consulta médica o de la de diagnóstico. En las formas exclusivamente pulmonares, en el 14% de los inmigrantes se realizó un diagnóstico clínico-radiológico (sin confirmación microbiológica), frente a un 4% de los autóctonos (p < 0,001), aunque no se detectaron diferencias significativas respecto a las manifestaciones clínicas, el patrón radiológico o la proporción de pacientes bacilíferos. Aproximadamente en la mitad de aquellos con cultivo de micobacterias positivo (54,1% de los casos y 45,7% de los controles) se realizó estudio de sensibilidades, detectando resistencias en 9 inmigrantes (17,3%) y en 8 controles (14,8%), aunque sólo un paciente en cada grupo presentó multirresistencia a isoniacida y rifampicina. El 37,2% de los inmigrantes recibieron tratamiento estándar (2RHZ/4RH), frente al 67,8% de los autóctonos (p < 0,001), utilizándose otras pautas en el resto. Sólo el 52% de los casos completaron satisfactoriamente el tratamiento, frente al 67% de los controles (p = 0,01). Conclusiones: La tuberculosis en inmigrantes se diagnostica en los 2 primeros años de estancia en nuestra comunidad, a una edad más jóven, con mayor proporción de formas extrapulmonares y una tasa de curación inferior respecto a la población autóctona. Urge implementar estrategias apropiadas de adherencia y seguimiento. C-12. Espectro clínico, diagnóstico y pronóstico de la orquiepididimitis por B. melitensis N.L. Muñoz-Roca, J.M. Reguera, A. Villalobos, F. del Alcázar, G. Uribarri, J.D. Colmenero Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Carlos Haya (Málaga). 20 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Introducción: Tras las referidas al aparato locomotor, las complicaciones genitourinarias de la brucelosis son las más frecuentes. La orquiepididimitis es la complicación genitourinaria más común y afecta al 2-20% de los varones con brucelosis. Aunque con tratamiento adecuado su pronóstico es bueno, la demora diagnóstica o el manejo inapropiado pueden deparar complicaciones severas. Objetivo: Describir las características clinicoepidemiológicas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la orquiepididimitis brucelar. Pacientes y métodos: Entre el 1/9/1982 y el 31/12/2004, 912 pacientes con brucelosis fueron diagnosticados, tratados y seguidos en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos Haya de Málaga. El diagnóstico de brucelosis fue basado en: a) el aislamiento de Brucella spp, o b) presencia de un cuadro clínico compatible junto a títulos altos de Ac específicos antibrucella o seroconversión. El diagnóstico de orquiepididimitis requirió la presencia de dolor o tumefacción escrotal no atribuible a otras causas. Todos los pacientes con orquiepididimitis fueron tratados con doxiciclina 100 mg/12 h v.o. dos meses + estreptomicina 1 g i.m./dia 21 días o doxiciclina 100 mg/12 h v.o. + rifampicina 15 mg/kg/día v.o. durante dos meses. Resultados: Del total de pacientes, 631 (69,2%) eran varones, y 48 (7,6%) presentaron orquiepididimitis. La media de edad fue de 36,6 años (rango: 14-69 años). La duración de los síntomas fue de 7,5 ± 10 s. Todos los pacientes presentaron fiebre y dolor escrotal con inflamación, y en 14 de ellos (29,1%) coexistieron, además, otras complicaciones focales. Solo 7 pacientes (14,5%) presentaron recuentos de leucocitos superiores a 11 × 109/L. la VSG fue de 37,6 mm/h (r: 1-109). En un 69% de los casos el examen de orina y sedimento fueron normales, el 31% restante presentaron proteinuria, microhematuria, piuria o alguna combinación de éstas. En 27 pacientes (65,8%) los hemocultivos fueron positivos. Los títulos en la seroaglutinación de Wright fueron > 1/160 en el 47,9% y el Coombs o Bcapt > 1/320 en el 73,1; ambos tests fueron negativos o mostraron títulos por debajo del rango diagnóstico en 9 (18,7%) de los casos. Tres pacientes (6%) se perdieron en el seguimiento; los 45 restantes completaron 9 o más meses de seguimiento; 41 de ellos (91,1,%), curaron con el primer ciclo de tratamiento. El tiempo medio en lograr la apirexia fue de 2,8 días (rango: 1-5 días). Un paciente con absceso testicular tratado con doxiciclina y rifampicina presentó fracaso terapéutico; y tres (6,2%) –dos de ellos tratados con doxiciclina y estreptomicina, y uno con doxiciclina y rifampicina– recidivaron al concluir el tratamiento. Así, el porcentaje de fracaso y/o recidiva fue del 8,8%. En ninguno de los tres pacientes con absceso testicular se requirió orquiectomía. Conclusiones: La incidencia de orquiepididimitis en los varones con brucelosis es elevada. Al contrario de la orquiepididimitis inespecífica, la brucelar muestra un curso subagudo, y se acompaña raramente de leucocitosis o alteraciones del sedimento urinario. Con un tratamiento adecuado, la tasa de fracasos/recidivas es baja, y la necesidad de cirugía, excepcional. C-13. Endocarditis infecciosa en seis hospitales andaluces a lo largo de las dos últimas décadas. La endocarditis infecciosa nosocomial J.M. Lomas, A. de Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M. Reguera, J. de la Torre Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares. Introducción: La endocarditis infecciosa nosocomial (EIN) se está convirtiendo en un problema cada vez más frecuente debido a la creciente utilización de procedimientos invasivos en nuestros hospitales. Objetivos: Analizar los casos de endocarditis infecciosa adquirida en el entorno hospitalario de nuestra comunidad autónoma y evaluar las características diferenciales de la EIN respecto a la EI adquirida en dicho territorio. Material y métodos: Estudio retrospectivo de los pacientes que, con el diagnóstico de EI, están incluidos en la base de datos de la Cohorte Andaluza para el Estudio de Infecciones Cardiovasculares (CAEI-CV) desde 1983. Resultados: 626 pacientes incluidos; 102 (16,3%) cumplían criterios de EIN. De estos 102 pacientes, 24 fueron recogidos entre los años 1984-1994, mientras que los 78 pacientes restantes se inclu- 21 Comunicaciones orales y pósters yeron entre 1995-2005. Edad media (± DE): 60 ± 14 años (8 años mayor a la media de la EI comunitaria); 64,7%, varones. En 30 pacientes (29,4%), la EI asentaba sobre una válvula protésica (en 12 de ellos, implantada hacía menos de 6 meses), frente al 22,3% de las EI comunitarias. Las localizaciones más frecuentes fueron la afectación exclusiva de las válvulas aórtica y mitral (el 50% y el 41,2%, respectivamente). El 57,8% de nuestros 102 pacientes había sufrido una manipulación vascular, mientras que el 7,8% y 6,8% se habían sometido a una cirugía o manipulación del tracto gastrointestinal o urinario, respectivamente. En el 18,6% de los casos no se logró identificar la manipulación originaria del proceso. Estos datos contrastan con el grupo de los pacientes con EI comunitaria, en los que hasta en un 50% de las ocasiones no se identifica el origen de la bacteriemia y donde la manipulación dentaria (8,2%) constituye el principal orígen conocido. En el 70% de los casos, se identificó una valvulopatía subyacente. Existía comorbilidad añadida en el 75% de los pacientes (frente al 59,4% de las comunitarias), siendo las principales patologías implicadas de manera aislada la insuficiencia renal crónica (11,2%) y la neoplasia no en remisión (7,9%). Mientras que en la población “comunitaria” predominan los estreptococos (35,5%) y los estafilococos coagulasanegativos (ECN) suponen un 9,6%, en la EI nosocomial los principales agentes etiológicos fueron los ECN (40,2%) y el S. aureus (24,5%). El 59% de los pacientes desarrollaron IC, representando ésta el 62,5% de las indicaciones quirúrgicas. El 49% de los pacientes se sometió a un recambio valvular. Estos datos son superponibles al global de los pacientes con EI. La tasa de mortalidad de nuestras EIN fue del 52,8%, frente al 25,1% de las EI comunitarias; en un 48,3% y un 43,3% de los exitus estaban implicados, respectivamente, la sepsis y el FVI. Conclusiones: La EI adquirida en el medio hospitalario asienta sobre una población de edad más avanzada y con mayor comorbilidad asociada. Este hecho, junto con la aparición de gérmenes más agresivos, determinada por el tipo de manipulación a que son sometidos los pacientes, condiciona un peor pronóstico respecto a la EI comunitaria. El aumento en la frecuencia de esta entidad en la última década probablemente sea debido al incremento de los procedimientos invasivos y a la mejora de las técnicas diagnósticas. C-14. Características epidemiológicas, clínicas y pronósticas de la endocarditis en válvulas nativas izquierdas (EVNI) por estafilococos coagulasanegativos (ECN) J.L. Haro(1), A. de Alarcón(1), J.M. Reguera(2), J. Ruiz(3), J. Gálvez(4), J.M. Lomas(5), J. de la Torre(6) (1)Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). (2)Hospital Universitario Carlos Haya (Málaga). (3)Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). (4)Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). (5)Hospital General Juan Ramón Jiménez (Huelva). (6)Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares. Introducción: El aumento de la edad de la población y de las maniobras diagnósticas y terapéuticas invasivas está conllevando un aumento de las infecciones causadas por estafilococos coagulasanegativos (ECN). Estos patógenos son la causa más frecuente de endocarditis protésica temprana, aunque su papel en la endocarditis sobre válvula nativa no es tan conocido. Material y métodos: Estudio prospectivo multicéntrico de las endocarditis recogidas en la Cohorte Andaluza para el Estudio de las Infecciones Intravasculares. Objetivo: 1. Describir las características epidemiológicas, clínicas y pronósticas de la endocarditis en válvula nativa izquierda (EVNI) por ECN. 2. Establecer las diferencias con respecto a las EVNI causadas por otros gérmenes. Resultados: De las 470 EVNI recogidas, 39 (8,3%) fueron causadas por ECN (36 definidas y 3 posibles). En la última década la incidencia aumentó un 10% respecto a la anterior. La edad media fue 58,32 ± 15 años (27 [69,2%] eran varones). 21 pacientes (53,8%) tenían valvulopatía previa, siendo la reumática la más frecuente, y 22 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS 26 (67%) enfermedad concomitante. En 24 casos (61,5%) existía antecedente de manipulación con una mediana de la antelación de 15 días (rango 0-547). La mediana del intervalo entre la aparición de síntomas y el diagnóstico fue de 14 días. Las complicaciones más frecuentes fueron el fracaso renal (21 casos: 53,8%), las complicaciones cardiacas (11: 28,2%) y la afectación del sistema nervioso central (10 casos: 25,6%). Hubo 3 casos (7,7%) de shock séptico. La cirugía fue necesaria en 16 pacientes (41%), sin que ninguno precisara reintervención. 9 pacientes (23,1%) fallecieron. En el análisis univariante los factores que se asociaron con una mortalidad mayor fueron el fracaso renal agudo (p = 0,023), grado 3 o > de la NYHA (p = 0,047) y la demora en el diagnóstico > de 21 días (p = 0,018). En comparación con las EVNI causadas por otros gérmenes, la edad media fue 6 años mayor (p = 0,018), y fueron más frecuentes la manipulación previa (p = 0,000), el fracaso renal agudo (p = 0,001) y el origen nosocomial (p = 0,000). Conclusiones: La EVNI por ECN es una entidad cuya incidencia está aumentando a expensas de una población de edad avanzada que requiere frecuentemente maniobras invasivas como consecuencia de sus enfermedades concomitantes. A pesar de ello, la mortalidad no parece ser mayor que en las EVNI causadas por otros patógenos. C-15. Endocarditis protésica: ¿qué factores agravan el pronóstico? A. Plata, J.M. Reguera, A. Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M. Lomas Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares. Objetivos: Conocer las características clínicoepidemiológicas, diagnósticas y terapéuticas de una serie de 111 endocarditis protésicas, así como los factores relacionados con la mortalidad. Material y métodos: Se realizó un estudio descriptivo retrospectivo de un total de 111 endocarditis protésicas (EP) obtenidas de una serie de 626 endocarditis infecciosas izquierdas con diagnóstico definido o probable de 6 hospitales andaluces de segundo y tercer nivel en el periodo de tiempo comprendido entre 1985 y 2005. Se realizó un análisis univariante y multivariante con el fin de describir los factores relacionados con la mortalidad. Resultados: La edad media de la muestra fue de 58 ± 13 años, con predominio de varones (61%), 37 casos fueron EP precoces frente a 74 que fueron EP tardías. La afectación más frecuente fue la aórtica con 54 casos (48%), seguida de la mitral con 48 (43%). La mayoría de las válvulas fueron metálicas (66%), y existió manipula- ción en 31 casos (28%). La fiebre estuvo presente en 88 casos (78,5%). Dentro de las complicaciones por orden de frecuencia: fracaso en el ventrículo izquierdo (FVI), 60 casos; fracaso renal, 24; embolismos del SNC, 20; bloqueo cardiaco, 11; y shock séptico, 8. La etiología se recoge en la Tabla 1. La curación se alcanzó en 71 casos (64%), falleciendo 40 (36%). La mortalidad entre las EP precoces fue del 54%, y entre la EP tardías, del 29% (p = 0,01). Se intervino a 55 pacientes (49,5%), de ellos 42 sin demora, falleciendo el 40%, 12 con demora* (exitus del 63%) y otros 12 en los que, aunque fueron propuestos por el clínico para cirugía, no se intervinieron, presentando una mortalidad del 75%. En el análisis univariante con respecto a la mortalidad se obtuvo significación estadística (p < 0,05) en las siguientes variables: endocarditis precoz, presencia de embolismos en SNC, FVI, fracaso renal, shock séptico, st. coagulasanegativo y la adecuación a la cirugía. En el análisis multivarian- Tabla 1 S. coag. (-) St. viridans S. aureus Enterococo Hongos Precoz (n = 37) 15 (40%) 1 (2%) 8 (22%) 4 (11%) 3 (8%) Tardía (n = 74) 13 (17%) 17 (30%) 10 (13%) 9 (12%) 1 (1%) 23 Comunicaciones orales y pósters te se obtuvieron como factores relacionados con la mortalidad la adecuación de la cirugía y la presencia de insuficiencia renal. Conclusiones: 1. La EP es una entidad que, a pesar de las mejoras en el diagnóstico, en el tratamiento antibiótico y en las técnicas y los materiales quirúrgicos, sigue presentando una alta mortalidad. 2. La EP precoz se acompaña de mayor mortalidad que la EP tardía, probablemente por las características fisiopatológicas que las distingue. 3. Las complicaciones derivadas de este proceso (shock séptico, embolismos del SNC, FVI…) se relacionan con un aumento de la mortalidad 4. Es necesaria la estrecha colaboración entre clínicos y cirujanos con el fin de seleccionar lo más precozmente los casos que se beneficiarían de la cirugía a fin de que ésta no se demore con el ensombrecimiento del pronóstico que ello conlleva. *Demora: Intervención tras más de 48 horas si FVI refractario, o más de 1 semana si FVI progresivo. C-16. Pronóstico de la infección del tracto urinario alto complicada A. Villalobos, N. Macías, I. Portales, D. Sánchez-Carmona, M.A. García-Ordóñez, J.D. Colmenero Unidad de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario Carlos Haya (Málaga). Introducción: La infección del tracto urinario (ITU) alta complicada es una de las infecciones comunitarias y nosocomiales más frecuentes y que depara una elevada morbilidad, una considerable mortalidad y un consumo considerable de recursos sanitarios. A pesar de su alta incidencia, los factores relacionados con el pronóstico han sido escasamente analizados. Objetivos: Describir las características epidemiológicas, clínicas y evolutivas de la ITU alta complicada y analizar los posibles factores relacionados con el pronóstico. Pacientes y métodos: Estudio descriptivo, retrospectivo, de corte transversal. Se incluyeron en el estudio 634 pacientes diagnosticados de ITU alta complicada durante el periodo comprendido entre enero de 1996 y diciembre de 2004 en los servicios de Medicina Interna y UCI del Hospital Universitario Carlos Haya (Málaga). Todos los pacientes cumplían los criterios de la IDSA de ITU alta complicada y requirieron ingreso hospitalario. Resultados: La edad media fue de 57,5 años (rango: 14-90 años), y 456 (71,9%) eran del sexo femenino. El factor predisponente y la enfermedad subyacente más frecuente fueron: litiasis renal 169 pacientes (26,7%) y diabetes mellitus 192 (30,3%), respectivamente. En 456 pacientes (71,9%) se trataba del primer episodio, y en 178 (29,1%), la expresión de una recidiva. La duración media de los síntomas fue de 5,9 ± 8,2 días. El 41,2% de los pacientes presentó bacteriemia y 25,7% sepsis grave. Un 76,02% de los episodios fueron debidos a E. coli. Cincuenta y tres pacientes desarrollaron shock séptico (8,4%), 102 (16,1%) insuficiencia renal aguda y 10 (1,6%) absceso perinefrítico. La mortalidad cruda fue del 4,6%, y la mortalidad atribuible, del 3,5%. En el análisis multivariante, el desarrollo de sepsis grave se asoció de forma independiente a la presencia de patología vesical estructural (OR 2,2; IC 95%: 1,1-4,3), instrumentación previa (OR 4,1; IC 95%: 1,7-9,3), ausencia de síndrome miccional (OR: 1,7: IC 95%: 1,1-2,6) y desarrollo de bacteriemia (OR 3,7; IC 95%: 2,5-5,5). El shock séptico o muerte se relacionaron significativamente con la aparición se sepsis previa (OR 62; IC 95%: 18,7204,8) y CID (OR 4,2; IC 95%: 1,3-13,8). Conclusiones: 1. La ITU alta complicada o grave es una causa frecuente de ingreso hospitalario en nuestro medio. 2. La ausencia de leucocituria o síndrome miccional no excluye la existencia de ITU alta complicada. 3. El alto porcentaje de becteriemia obliga a realización de hemocultivo. 4. La morbimortalidad de la ITU alta complicada es considerable. 5. La existencia de patología vesical estructural, instrumentación previa, ausencia de síndrome miccional, bacteriemia, sepsis grave, CID y shock séptico condicionan el pronóstico. 24 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-17. Factores de riesgo de enfermedad pulmonar invasora por Aspergillus terreus en pacientes con cultivo positivo para hongos filamentosos P. Cano, J.J. Castón, C. Gallego, E. Vidal, A. Rivero, J. Torre-Cisneros Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). Introducción: La aspergilosis invasora constituye la infección fúngica invasora más frecuente en los pacientes inmunosuprimidos. Aspergillus terreus constituye un patógeno emergente de especial trascendencia debido a que presenta resistencia intrínseca a la anfotericina B y una mayor mortalidad que otras especies de Aspergillus. Por ello resulta importante la identificación de factores de riesgo de enfermedad por este hongo, que posibiliten una actitud terapeútica más precoz y agresiva en estos pacientes. Objetivo: Investigar factores clínicos de riesgo de enfermedad invasora por A. terreus en pacientes con cultivo positivo para hongo filamentoso en una muestra respiratoria. Métodos: Se investigaron retrospectivamente 505 episodios de infección respiratoria por hongos filamentosos en 332 pacientes pertenecientes al Hospital Universitario Reina Sofía; de ellos, 46 fueron infecciones por A. terreus. La definición de enfermedad por hongos filamentosos se realizó según los criterios consensuados interna- cionalmente. Para identificar los factores de riesgo de enfermedad invasora por A. terreus se realizó un modelo de regresión logística múltiple. Resultados: De los 505 episodios estudiados, 192 (38%) correspondieron a enfermedad. De los 46 episodios de infección por A. terreus, 27 (58,7%) correspondieron a enfermedad invasora. Los factores asociados a enfermedad respiratoria por A. terreus fueron el uso profiláctico de aerosoles de anfotericina B (OR 27,8; IC 95%: 6,7109,7) y la ventilación mecánica (OR 3,3; IC 95%: 1,02-10,9). El trasplante se asoció a un menor riesgo de enfermedad por A. terreus (OR 0,2; IC 95% 0,046-0,789). Conclusiones: En pacientes con enfermedad fúngica respiratoria invasora y cultivo positivo para hongos filamentosos, el empleo previo de aerosoles de anfotericina B y la ventilación mecánica se asocian a un mayor riesgo de que ese hongo filamentoso sea A. terreus. En estos pacientes, el trasplante se asocia a un menor riesgo de enfermedad por A. terreus. C-18. Factores de riesgo de la aspergilosis invasora en pacientes con cáncer y neumonía M. Aguilar-Guisado, J.M. Cisneros, E. Cordero, I. Espigado, M. Noguer, J. Pachón Servicio de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Hematología. Servicio de Oncología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: El diagnóstico precoz de la aspergilosis invasora (API) mejora el pronóstico. La identificación de los factores de riesgo en pacientes con cáncer y neumonía puede facilitar el diagnóstico precoz en estos pacientes. Objetivos: Conocer los factores de riesgo de aspergilosis invasora en los pacientes con cáncer que presentan neumonía. Material y métodos: Estudio prospectivo de todas las neumonías en pacientes con cáncer sólido o hematológico ingresados en los servicios de Hematología y Oncología, durante el periodo de estudio (noviembre de 2002 a febrero de 2005). Análisis uni- y multivariado de los factores que se asocian con el desarrollo de API. 25 Comunicaciones orales y pósters Resultados: Se incluyeron 109 neumonías en 93 pacientes. La mediana de edad fue 57 años (18-84), y el 59,5%, varones. Ochenta y uno (75%) tenían un cáncer hematológico y 22 (20%) eran receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos, el 50% alogénico. Sesenta y un pacientes (59%) presentaban neutropenia en el momento del diagnóstico de la neumonía, que fue prolongada en el 36% de los casos y profunda en el 39%. El 66% de los episodios (n = 72) fueron de adquisición comunitaria. El 30% de los pacientes presentaba otra enfermedad crónica distinta de la neoplasia. El 29% había recibido tratamiento esteroideo prolongado. El 26% había recibido tratamiento antimicrobiano previo, y el 18% quinolonas. Hubo 13 episodios de aspergilosis invasora. El diagnóstico de API fue posible en 9 casos (69%) de los casos, probable en 1 (8%) y definido en 3 (23%) según los criterios de la EORTC. No hubo ningún caso de API entre los pacientes con tumor sólido, por lo que realizamos el estudio de factores de riesgo a los pacientes hema- tológicos. Los factores de riesgo independientes de API seleccionados por el análisis univariado fueron: catéter permanente (RR 6,3;1,9-21), tratamiento previo con quinolonas (RR 3;1,1-7,8), neutropenia prolongada (RR 6,2;1,4-26,3) y profunda (RR 5,6;1,3-23,8), trasplante alogénico (RR 3,9;1,69,9), quimioterapia con agonistas de las purinas (RR 3,6;1,4-91) y tratamiento de inducción de la neoplasia (RR 0,18;0,03-1,2); de ellos, los factores independientes seleccionados por el análisis multivariante fueron: el tratamiento previo con quinolonas (RR 24;1,8-316), el trasplante alogénico (RR 79,5;2,4-2654), el tratamiento con agonistas de las purinas (RR 46,4;3,2-631) y la neutropenia prolongada (RR 11;1,3-95). Conclusiones: Los factores de riesgo de API en los pacientes con cáncer hematológico y neumonía son el tratamiento previo con quinolonas, el trasplante alogénico, el tratamiento con agonistas de las purinas y la neutropenia prolongada. En este estudio, la incidencia de API en los pacientes con cáncer de órgano sólido es nula. C-19. Factores de riesgo de neumonía en los pacientes con neutropenia febril M. Aguilar-Guisado, J.M. Cisneros, E. Cordero, I. Espigado, M. Noguer, J. Pachón Servicio de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Hematología. Servicio de Oncología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: La neumonía es una complicación infecciosa grave de la neutropenia febril en pacientes con cáncer. Objetivos: Analizar los factores de riesgo de neumonía en los pacientes con cáncer y neutropenia febril; conocer esos factores podría facilitar el diagnóstico precoz. Material y métodos: Estudio prospectivo. Población de estudio: todos los pacientes con neutropenia febril ingresados en los servicios de Oncología y Hematología en el periodo de estudio (noviembre de 2002 a febrero de 2005). Variables analizadas: demográficas, tipo de cáncer, estadio y tratamiento del cáncer, presencia de otra circunstancia inmunodepresora, tratamiento antimicrobiano previo. Análisis univariado y multivariado de los factores de riesgo de neumonía. Resultados: Se incluyeron 347 casos de neutropenia febril, de los cuales 61 presentaron neumonía. La edad media fue de 43,2 años, y 36 (59%) fueron hombres. Cincuenta y tres (87%) fueron pacientes con cáncer hematológico, y 14 (23%), receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos. Los factores de riesgo de neumonía en el análisis multivariado fueron: el tratamiento esteroideo previo (RR: 2; IC 95%: 1,1-3,6) y el tratamiento de inducción/consolidación del cáncer (RR: 2,3; IC 95%: 1,1-5,3). En los pacientes con cáncer hematológico los factores de riesgo en el análisis multivariado fueron el tratamiento esteroideo previo (RR 2,4; IC 95%: 1,1-5,5) y el tratamiento de inducción/consolidación del cáncer (RR 2; IC 95%: 1,1-3,6), y en los pacientes con cáncer sólido el tratamiento antimicrobiano previo (RR 11,5; IC 95%: 2-73). En los pacientes en tratamiento de inducción/consolidación del cáncer el único factor de riesgo en el análisis multivariado fue el tratamiento previo con quinolonas (RR 2,4; 1,1-5,6). Conclusiones: Los factores de riesgo independientes de neumonía en los pacientes con neutropenia febril y cáncer hematológico son el tratamiento previo con esteroides y el tratamiento de inducción/consolidación del cáncer. En los 26 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS pacientes con cáncer sólido el único factor de riesgo independiente es haber recibido tratamiento antimicrobiano previo. En los pacientes que están en tratamiento de inducción/consolidación, lo constituye el haber recibido tratamiento previo con quinolonas. C-20. El mantenimiento de linfocitos CD8+ en injertos deplecionados de células T puede reducir el riesgo de enfermedad linfoproliferativa después del trasplante de médula ósea M. Gallo, J.J. Castón, C. Delgado, A. Rivero, E. Vidal, J. Torre-Cisneros Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). Introducción: La depleción de células T del injerto favorece la reactivación de virus tales como el virus de Epstein-Barr (VEB). La enfermedad linfoproliferativa postrasplante (ELPT) es la principal complicación de la reactivación del VEB. Objetivo: Comprobar si el mantenimiento de los linfocitos CD8+ en injertos deplecionados de células CD4 disminuye la reactivación del VEB y el riesgo de ELPT. Pacientes y métodos: Se evaluaron 100 pacientes sometidos a TPH alogénico que fueron seguidos durante 12 meses o hasta su fallecimiento. En pacientes con alto riesgo de enfermedad del injerto contra huésped (EICH) se emplearon injertos con depleción parcial de células T (DP). La reactivación de VEB se definió por la presencia de ADN-VEB en plasma tras PCR cuantitativa. Se analizaron el empleo de injertos con depleción de células T, tipo de donante y gravedad de la EICH. Los datos cuantitativos se analizaron mediante la prueba t de Student. La asociación entre factores de riesgo y el momento de la reactivación de VEB se analizó mediante la prueba de Kaplan-Meier. Resultados: La DP fue empleada en 30 pacientes (30%). La reactivación del VEB fue detectada en 40 pacientes (40%), de los cuales 26 (65%) habían recibido injertos con DP. La depleción de linfocitos CD4+ fue el único factor de riesgo independiente para la reactivación del VEB (RR 11,5; IC 95%: 5,8-22,8; p < 0,0001). La carga viral del VEB fue baja en los casos de reactivación (mediana 83 geEq/mL [rango: 50-9.850] en pacientes con DP, y 74 geEq/mL [rango: 50-875] en el resto). Esta diferencia no fue estadísticamente significativa. Ningún paciente presentó ELPT. Conclusiones: El empleo de injertos deplecionados de linfocitos CD4+ con mantenimiento de linfocitos CD8+ puede controlar la reactivación del VEB disminuyendo el riesgo de ELPT. 27 Comunicaciones orales y pósters C-21. Supervivencia y factores asociados en pacientes infectados por VIH con cirrosis hepática por VHC descompensada N. Merchante(1), J.A. Girón-González(2), M. González-Serrano(3), J. Torre-Cisneros(4), J.A. García-García(1), A. Arizcorreta(2), J. Ruiz-Morales(3), P. Cano-Lliteras(4), F. Lozano(1), C. Martínez-Sierra(2), J. Macías(1), F.M. Brun(2), J.A. Pineda(1). (1)Hospital Universitario de Valme (Sevilla). (2)Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz). (3)Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). (4)Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). Grupo Andaluz para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas (GAEI). Introducción: La coinfección por el VIH disminuye la supervivencia de los pacientes con cirrosis hepática por el virus de la hepatitis C (VHC) después de la primera descompensación. Se desconoce qué papel desempeñan en la evolución de la enfermedad hepática terminal por VHC factores específicos de la población VIH como la inmunodepresión o la terapia antirretroviral. En este sentido, existen estudios previos que sugieren un papel beneficioso de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) sobre la mortalidad hepática en la población coinfectada por VIH y VHC. Objetivo: Conocer el grado de supervivencia y los factores asociados con ésta en los pacientes infectados por VIH con cirrosis hepática por VHC descompensada. Material y métodos: En un estudio multicéntrico andaluz se incluyeron todos los pacientes con cirrosis hepática por VHC que presentaron una primera descompensación hepática desde enero de 1997 hasta junio de 2004. Se analizó la supervivencia y los factores predictores de mortalidad. Resultados: Finalmente 153 pacientes entraron a formar parte del estudio. De ellos, 95 (62%) fallecieron durante el seguimiento. En 79 (85%) individuos, la enfermedad hepática fue la causa de la muerte. La mediana de supervivencia fue de 13 meses. Los factores predictores de muerte de forma independiente fueron la puntuación de Child (HR: 1,2; IC 95%: 1,08-1,37; p = 0,001), presentar un recuento de células CD4+ < 100 en el momento de primera descompensación (HR: 2,48; IC 95%: 1,52-4,06; p < 0,001) y mostrar encefalopatía hepática como primera descompensación (HR: 2,45; IC 95%: 1,41-4,27; p = 0,001). En 101 (66%) pacientes se prescribió TARGA durante el seguimiento. La probabilidad acumulada de supervivencia de los enfermos que recibieron TARGA fue del 60% al año y del 40% a los 3 años, mientras que en los que no recibieron TARGA fue del 38% y del 18%, respectivamente. La probabilidad de riesgo de muerte en los pacientes con TARGA fue de 0,5 (0,3-0,9; p = 0,03). Conclusiones: La supervivencia de los pacientes VIH con cirrosis hepática por VHC después de la primera descompensación es extremadamente baja. Los factores predictores de supervivencia en esta población son los marcadores de severidad de la enfermedad hepática, como el estadio de Child o la presencia de encefalopatía, y el grado de inmunodepresión. La TARGA parece reducir la mortalidad hepática en estos pacientes. 28 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-22. Factores predictores de mortalidad en pacientes con cirrosis hepática secundaria a infección crónica por el virus de la hepatitis C coinfectados por el VIH. Estudio multicéntrico F. Brun(1), A. Arizcorreta(1), A. Terrón(2), A. Vergara(3), M.J. Orozco(1), M. Á. Martín(3), P. González(2), E. Pérez Guzmán(1), S. Pérez Cortés(2), J.A. Girón(1). (1)Hospital Universitario Puerta del Mar. (2)Hospital Universitario de Puerto Real. (3)Hospital SAS de Jerez de la Frontera (Cádiz). Introducción: La enfermedad hepática terminal representa actualmente la principal causa de mortalidad de los pacientes con coinfección VIH/VHC. En sujetos monoinfectados por VHC los principales factores pronósticos son los relativos a la función hepatocelular y a las alteraciones hemodinámicas. El análisis de estos últimos parámetros no ha sido realizado en enfermos coinfectados por VHC y VIH. Objetivos: Análisis del valor pronóstico de parámetros de función hepatocelular, hemodinámicos e inmunes sobre la descompensación y mortalidad de la cirrosis hepática por VHC en individuos coinfectados por VIH. Material y métodos: Estudio prospectivo multicéntrico realizado en los Hospitales Universitarios Puerta del Mar (Cádiz), Puerto Real y Jerez. Desde el 1 de abril de 2004 hasta el 1 de abril de 2005 se incluyeron 86 pacientes infectados por VIH con cirrosis hepática secundaria a coinfección por VHC. Se evaluaron parámetros hematológicos, función renal, transaminasas, tests de función hepatocelular (bilirrubina total y albúmina séricas, actividad de protrombina, fibrinógeno e índices MELD y Child-Pugh), inmunovirológicos (linfocitos T CD4+ y carga viral VIH) y hemodinámicos (presión arterial media [PAM], actividad de renina plasmática [ARP] y concentraciones plasmáticas de aldosterona y vasopresina). La identificación de factores independientes predictores de mortalidad se realizó mediante regresión logística. Las curvas de probabilidad, efectuadas mediante el método de Kaplan-Meier, fueron comparadas mediante el log-rank test. Resultados: Durante el seguimiento fallecieron 13 pacientes (20,9%). La mediana de seguimiento fue de 112,0 días (intervalo intercuartiles: 69,0187,0) en los enfermos que fallecieron y superior a 270 días en los enfermos supervivientes. En el análisis univariante, mostraron asociación estadísticamente significativa con la mortalidad: la hemoglobina (11,0 vs. 12,5 g/dL), la urea (42,9 vs. 31,7 mg/dL), el sodio plasmático (Nap) (132,1 vs. 138,1 mEq/l), el índice MELD (15,4 vs. 10,0) y el de Child-Pugh (9,4 vs. 6,2), la ARP (8,6 vs. 1,9) y la concentración de aldosterona (552,3 vs. 271,4). En el análisis multivariante, esta asociación estadística se mantuvo para el Nap (p = 0,011), índice MELD (p < 0,001), la ARP (p < 0,005) y la concentración de aldosterona (p < 0,001). Conclusiones: De modo similar a lo previamente establecido en enfermos monoinfectados por VHC, la función hepatocelular (índice MELD) y la activación compensatoria de sistemas vasoactivos son factores predictores de mortalidad en pacientes cirróticos coinfectados por VHC/VIH, por lo que deberían ser incluidos en la valoración pronóstica. 29 Comunicaciones orales y pósters C-23. Modificaciones hemodinámicas en los enfermos infectados por VIH con cirrosis hepática por virus de la hepatitis C. Estudio comparativo con pacientes monoinfectados por VHC F. Brun(1), C. Martínez-Sierra(1), A. Terrón(3), A. Vergara(2), A. Arizcorreta(1), F. Guerrero(1), A. Zapata(3), S. Pérez Cortés(3), J.A. Girón González(1) (1)Hospital Universitario Puerta del Mar. (2)Hospital Universitario de Puerto Real. (3)Hospital SAS de Jerez (Cádiz). Introducción: En la muerte atribuible a cirrosis hepática, han recibido atención como factores pronósticos, sobre todo, los parámetros relativos a la función hepática (índice de Child-Pugh o MELD) y a la disfunción hemodinámica (vasodilatación periférica y activación de sistemas vasoactivos). Tras la primera descompensación en enfermos infectados por VIH, la evolución de la hepatopatía sigue un curso rápidamente progresivo. Teorizamos que en estos enfermos la activación hemodinámica es superior a la de aquellos con cirrosis hepática no infectados por VIH. Objetivos: Análisis comparativo de las modificaciones hemodinámicas en relación a la clase funcional de Child-Pugh en pacientes con cirrosis por VHC infectados o no por VIH. Material y métodos: Estudio prospectivo y multicéntrico de 86 pacientes infectados por VIH con cirrosis hepática por VHC. Clase A de Child-Pugh: 49 pacientes (57%); clase B: 21 (25%); clase C: 16 (18%); edad 40 (37-43) años; relación varónmujer: 8,9:1; UDVP previo: 77 (89,4%); consumo previo de etanol > 50 g/día: 68 (80%); y mediana de linfocitos T CD4+/mm3 en el momento del diagnóstico de la cirrosis: 257 (154-452). El grupo control estaba constituido por 72 enfermos con cirrosis hepática no infectados por VIH, comparables en cuanto a clase funcional (clase A: 36 [50%]; clase B: 24 [33,3%]; clase C: 12 [16,7%]) y factores de riesgo de hepatopatía. En ambos grupos se determinó la presión arterial media (PAM), la actividad de renina plasmática (ARP), y las concentraciones plasmáticas de aldosterona (A) y vasopresina (ADH). Los datos son proporcionados como mediana (intervalo intercuartiles) o como número absoluto (porcentaje). La valoración estadística entre grupos se ha realizado mediante el test de Mann-Whitney. Resultados: La Tabla 1 resume los resultados obtenidos. Existieron diferencias estadísticamente significativas entre ARP y concentraciones de aldosterona entre los enfermos de clase A y C (p < 0,05 en ambos casos) para los dos grupos. La comparación entre enfermos coinfectados y no coinfectados por VIH demostró que estos últimos presentaban menor PAM y mayor concentración de ADH (p < 0,05 en cada caso) que aquéllos. Conclusiones: Los enfermos infectados por VIH con cirrosis hepática por VHC presentan una activación del eje renina-angiotensina-aldosterona comparable a la de los controles no coinfectados por VIH. El mantenimiento de una presión arterial media próxima a la normal justifica la ausencia de una activación no osmótica de la vasopresina en aquéllos. En consecuencia, no podemos atribuir a las modificaciones hemodinámicas detectadas la progresión más rápida de la hepatopatía en enfermos coinfectados por VIH. Tabla 1 Grupo VIH+ VIH− Clase de Child PAM (mmHg) ARP (ng/mL·h) Aldoterona (ng/dL) ADH (pg/mL) A 100 (95-120) 0,2 (0,1-1,7) 22 (10-31) 1,0 (1,0-1,0) B 107 (91-119) 0,6 (0,1-2,1) 17 (10-25) 1,0 (1,0-2,6) C 92 (85-106) 6,3 (1,6-11,2) 85 (58-98) 1,0 (1,0-3,7) A 89 (82-93) 0,4 (0,1-0,7) 11 (7-19) 3,0 (1,6-5,2) B 83 (74-93) 1,3 (0,3-5,1) 33 (11-66) 4,0 (2,7-6,4) C 74 (73-83) 7,0 (1,3-10,0) 100 (28-100) 4,5 (3,7-7,0) 30 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-24. La terapia antirretrovírica basada en inhibidores de la proteasa se asocia con fibrosis menos grave y progresión de la fibrosis más lenta en pacientes infectados por VIH con hepatitis crónica C J. Macías(1), M. Trastoy(2), I. Santos(3), J.A. Girón-González(4), M. González-Serrano(5), D. Merino(6), J. Hernández Quero(7), P. Cano(8), J. Caballero(9), M.J. Ríos(10), N. Merchante(1), L.F. López-Cortés(2), A. Arizcorreta-Yarza(4), J.A. Pineda(1) (1)Hospital Universitario de Valme (Sevilla). (2)Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). (3)Hospital Universitario la Princesa (Madrid). (4)Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz). (5)Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). (6)Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva) (7)Hospital Universitario San Cecilio (Granada). (8)Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). (9)Hospital Punta Europa (Algeciras, Cádiz). (10)Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Grupo Andaluz para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas. Introducción: La hepatitis crónica C progresa rápidamente hacia la cirrosis hepática en los pacientes infectados por VIH/VHC, posiblemente debido a la inmunodepresión asociada a la infección por VIH. La evolución de la fibrosis hepática podría ser afectada por la terapia antirretrovírica de gran actividad (TARGA). Así, la recuperación inmunológica podría enlentecer la progresión de la fibrosis. Por el contrario, la hepatotoxicidad vinculada a la TARGA podría facilitarla. Sin embargo, los datos disponibles acerca del efecto de la TARGA sobre la fibrosis hepática en estos pacientes son escasos y contradictorios. Objetivo: Analizar las asociaciones entre el uso de diferentes fármacos antirretrovíricos y la fibrosis hepática en pacientes infectados por VIH y VHC. Pacientes y métodos: Estudio transversal de 683 pacientes coinfectados por VIH/VHC sometidos a biopsia hepática (BxH), sin tratamiento para la hepatitis C previo, seguidos en diez hospitales españoles. Las variables resultado fueron estadio de fibrosis hepática y tasa de progresión de la fibrosis (TPF). Se incluyeron en el análisis variables con asociación conocida o posible con la fibrosis. Para el análisis de los fármacos antiretrovíricos, el grupo de referencia fue el de los pacientes sin TARGA (no TARGA). Se compararon con él los grupos de pacientes que sólo usaron de inhibidores de la proteasa (sólo IP), que sólo usaron de nevirapina, que sólo usaron de efavirenz, que pasaron de IP a no análogos de nucleó- sido (IP a NAN) y que siguieron otros recorridos de TARGA. Resultados: Se asociaron con fibrosis avanzada (≥ F3): la edad de infección por VHC < 23 años (odds ratio ajustada [ORA]: 0,7; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,3-0,9; p = 0,05) y sólo IP (ORA: 0,5; IC 95%: 0,3-0,9; p = 0,009). La edad de infección por VHC < 23 años (ORA: 0,2; IC 95%: 0,1-0,3; p < 0,001), el recuento de células CD4 ≥ 300 en la fecha de BxH (ORA: 0,5; IC 95%: 0,30,8; p = 0,01), sólo IP (ORA: 0,5; IC 95%: 0,3-0,9; p = 0,001) e IP a NAN (ORA: 0,4; IC 95%: 0,2-0,7; p = 0,01) se asociaron con una TPF ≥ 0,2. Los distintos inhibidores de la proteasa individuales se asociaron con TPF menores que la categoría de referencia, excepto el ritonavir a dosis plenas. Las combinaciones de solo IP con zidovudina más lamivudina (3TC) presentaron menores frecuencias de ≥ F3 y de TPF > 0,2 que el grupo no TARGA (65 [37%] vs. 15 [17%], p = 0,001; y 62 [40%] vs. 11 [16%], p < 0,001, respectivamente). Mientras que 40 (31%) pacientes con estavudina más 3TC y sólo IP presentaron ≥ F3 (p = 0,3) y 28 (26%) de ellos mostraron TPF > 0,2 (p = 0,03). Conclusiones: Los regímenes de TARGA basados en IP se asocian con fibrosis menos avanzada y con progresión de la fibrosis más lenta. Los distintos inhibidores de la proteasa, excepto en el ritonavir a dosis plenas, muestran esta relación positiva. Además, los análogos de nucleósido que acompañan al IP pueden favorecer u obscurecer este efecto. 31 Comunicaciones orales y pósters C-25. Mínima hepatotoxicidad de lopinavir/ ritonavir en pacientes con infección por el VIH coinfectados por virus hepatotropos I. Aguilar(1), S. Vergara(2), R. Palacios(1), J.A. Mira(2), M. Márquez(1), F. Lozano(2), J.A. Pineda(2), J. Santos(1) (1)Hospital Virgen de la Victoria (Málaga). (2)Hospital de Valme (Sevilla). Introducción: La hepatotoxicidad es uno de los efectos adversos más frecuentemente asociados al tratamiento antirretroviral (TARV), sobre todo en pacientes coinfectados por VHC y/o VHB. La hepatotoxicidad de lopinavir/ritonavir (LPV/r) ha sido escasamente evaluada fuera de ensayos clínicos. Objetivos: Analizar la incidencia de hepatotoxicidad grave (HTOXG) en los pacientes con infección por el VIH en TARV con pautas que incluyan LPV/r, los factores asociados a hipertransaminesia grave (HTRG) y el papel de la coinfección en dicha toxicidad. Métodos: Estudio retrospectivo de cohortes, de pacientes con infección por VIH, en seguimiento por dos hospitales andaluces, que iniciaron una pauta con LPV/r entre enero de 2001 y enero de 2005. Se definió la HTOXG como una elevación 5 veces por encima del límite superior de la normalidad de la GPT, o bien como un incremento de 3,5 veces respecto al valor basal de GPT en pacientes con hipertransaminasemia basal. La HTRG se definió como un valor de GPT ≥ 200 UI/L. Se analizaron características epidemiológicas, clínicas y analíticas. Programa estadístico: SPSS® 10.0. Resultados: 216 pacientes con una media de seguimiento de 24,5 ± 12,8 meses. Varones: 177 (81,9%); edad media: 40,6 años; ADVP: 56%; coinfección por VHC: 127 (60,2%) y por VHB: 17 (8,3%). 68 (31,5%) pacientes eran naïve. El 50,5% de los pacientes tenían hipertransaminasemia basal, siendo grave en 9 de ellos (4,1%). El LPV/r se retiró por efecto adverso en 7 no coinfectados y 11 coinfectados (9,0 vs. 8,3%; p = 0,8), con sólo 3 casos de suspensión por toxicidad hepática no grave y en 11 (5,0%) por fracaso virológico. Hasta los 6 meses (n = 216) cumplían criterios de HTOXG 3 (1,4%) varones coinfectados por VHC; no hubo ningún caso de HTOXG a los 12 (n = 187) ni a los 24 meses (n = 109), lo que supone 1,3 eventos por 100 pacientes/año (IC 95%: 0,68-5,3). Tenían HTRG 5, 3,5 y 1% a los 6, 12 y 24 meses, respectivamente. En el análisis univariante, la HTRG a los 6 meses se asoció a la coinfección (91,6 vs. 61,2%; p = 0,035) y a la hipertransaminasemia basal (100 vs. 47,2%; p = 0,0001), pero en el análisis multivariante el único factor independientemente asociado fue el tener una HTRG basal (OR: 8,9; IC 95%: 1,9-39,9; p = 0,043). No había diferencias en las características clínicas e inmunovirológicas entre los pacientes no coinfectados y coinfectados. Aunque éstos tenían mayor prevalencia de HTRG a los 6 meses (8,3 vs. 1,2%; p = 0,03), no hubo diferencias a los 12 meses (4,5 vs. 1,3%; p = 0,5) y las variaciones respecto al basal en los valores de GPT (6 meses: 3,3 vs. –8,6 UI/L; p = 0,2. 12 meses: –13,6 vs. –5,6 UI/L; p = 0,3. 24 meses: –26,7 vs. –2,7 UI/L; p = 0,029), fosfatasa alcalina (6 meses: −1,6 vs. 5,9 UI/L; p = 0,3. 12 meses: −9,2 vs. 9,5 UI/L; p = 0,052. 24 meses: −15,9 vs. 9,0 UI/L; p = 0,07) y bilirrubina (6 meses: 0,18 vs. 0,12 mg/dL; p = 0,5. 12 meses: 0,17 vs. 0,13 mg/dL; p = 0,6. 24 meses: 0,38 vs. 0,45 mg/dL; p = 0,09) fueron similares en ambos grupos de pacientes. Conclusiones: En esta cohorte de pacientes, de la práctica clínica habitual, tratados con LPV/r, con un seguimiento prolongado, la incidencia y la retirada por HTOX fueron muy poco frecuentes. La HTRG a los 6 meses fue del 5% y sólo se asoció a la HTRG basal. La evolución del perfil hepático fue bastante similar en los pacientes coinfectados y no coinfectados. El LPV/r se puede considerar como una opción segura y bien tolerada en pacientes coinfectados por virus hepatotropos. 32 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-26. Estudio transversal de una cohorte de pacientes coinfectados por VIH-VHC. Aplicabilidad del tratamiento contra el VHC M.J. Ríos, D. Morales, J. Rodríguez Baño, J. Gálvez, A. Domínguez, F. González Eslava, M.A. Muniaín Sección de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: La hepatitis crónica por VHC ha aumentado considerablemente su impacto en la morbimortalidad de los pacientes con infección por el VIH, sobre todo a raíz de la introducción del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) y el aumento de supervivencia de estos pacientes. Por tanto, cada vez hay más pacientes en los que se plantea el tratamiento frente al VHC, y sin embargo son pocos aquellos a los que finalmente se les aplica. Objetivos: Conocer las características de nuestra cohorte de pacientes coinfectados e identificar a los candidatos a recibir tratamiento frente al VHC. Conocer qué factores se asocian a la no indicación del tratamiento. Métodos: Estudio descriptivo transversal durante los meses de marzo-junio de 2005 en la cohorte de pacientes con infección VIH atendidos en nuestra consulta. Se identificaron aquellos pacientes con serología positiva frente al VHC y se recogieron retrospectivamente variables demográficas, clínicas, serología frente a VHB y VHD, CD4, nadir de CD4, RNA-VIH, GPT, RNAVHC y genotipo si disponibles. Se consideraron potenciales candidatos a tratamiento, pacientes con evidencia de replicación activa y GPT elevada > 6 meses. Se clasificó a los pacientes dentro de los siguientes grupos: Grupo 1: pacientes ya tratados con interferón (IFN), IFN + ribavirina (RBV) o IFN pegilado (PegIFN) + RBV: 1a: con respuesta sostenida, 1b: en tratamiento en el momento del estudio, 1c: tratamiento no completado, 1d: no respondedores; y Grupo 2: pacientes que nunca han recibido tratamiento: 2a: por aclaramiento espontáneo del VHC, 2b: candidatos a futuro tratamiento, 2c: contraindicación para tratamiento, 2d: rechazan tratamiento, 2e: insuficiente evaluación, posibles candidatos y 2f: insuficiente evaluación, no candidatos. Resultados: Se identificó, durante el periodo de estudio, un total de 307 pacientes con serolo- gía positiva frente a VIH y VHC. Mediana de edad, 40 años, 87% hombres, 92% UDVP. 16 pacientes (5%) con AgHBs(+) y 7 (2%) con AcVHD. 217 (71%) recibían TARGA; mediana de CD4: 312 céls./mm³, con 145 (47%) pacientes con < 300 CD4. 128 (41,6%) con carga viral VIH < 50 copias/ mL. Mediana de GPT: 48 U/L, con un 40% con GPT < 40 U/L. En 188 pacientes (61%), había al menos una determinación de RNA-VHC, mediana 619.000 UI/mL; 86 pacientes tenían RNA-VHC > 800.000 UI/mL. En 80 (26%) se había determinado el genotipo, con mayoría de genotipo 1 (51 pacientes), seguido de genotipo 3 (20) y 4 (9). Se ha realizado biopsia hepática en 26 pacientes (8%). Un total de 53 pacientes (17%) habían recibido algún tratamiento frente al VHC, pero sólo en una minoría (12), se había alcanzado respuesta sostenida, 10 estaban en tratamiento en el momento del estudio, 16 lo habían iniciado sin completarlo y 15 no habían respondido. El 83% (254) nunca había recibido tratamiento, 22 (7%) por aclaramiento espontáneo del virus, 77 (25%) por contraindicación, 62 (20%) se consideraron para tratamiento futuro, 5 (1%) rechazaban el tratamiento, y 88 pacientes estaban insuficientemente evaluados, 50 de los cuales (16%) no se consideraban candidatos a tratamiento. Entre los pacientes con contraindicación para el tratamiento, el motivo más frecuente era tener CD4 bajos (67%), seguido de alteración psiquiátrica (35%). De los 50 pacientes no evaluados que no se consideraban candidatos, un 82% tenía CD4 bajos y un 14% alteración psiquiátrica. Conclusiones: El tratamiento de VHC tiene una tasa de aplicabilidad baja en nuestra cohorte. Entre los pacientes que nunca han recibido tratamiento, más de la mitad (57%) no son candidatos a recibirlo. Los motivos más frecuentes para no indicar el tratamiento son la presencia de cifras bajas de CD4 y la existencia de alteraciones psiquiátricas graves. 33 Comunicaciones orales y pósters C-27. Eficacia del tratamiento combinado con interferón pegilado y ribavirina en una cohorte clínica de pacientes coinfectados por el VIH y el VHC S. Vergara(1), J. Torre-Cisneros(2), D. Merino(3), A. Collado(4), M.J. Ríos(5), M. González-Serrano(6), J.A. Mira(1), A. Rivero(2), J.M. Lomas-Cabeza(3), M.C. Gálvez(4), J.A. Pineda(1) (1)Hospital Universitario de Valme (Sevilla). (2)Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). (3)Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva). (4)Hospital Torrecárdenas (Almería). (5)Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). (6)Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). Grupo Andaluz para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas (GAEI). Introducción: En los diferentes ensayos clínicos realizados hasta la actualidad en pacientes coinfectados por VIH/VHC, la terapia con interferón pegilado y ribavirina ha conseguido tasas de respuesta virológica sostenida (RVS) superiores al tratamiento con interferón convencional y ribavirina. Así, la tasa de RVS oscila entre el 15 y el 38% en los enfermos con genotipo 1-4 y entre el 44 y el 73% en los portadores de genotipo 2-3. Sin embargo, hay escasa información sobre la eficacia de esta terapia en la práctica clínica habitual. Objetivo: Analizar la eficacia de la terapia con interferón pegilado y ribavirina en una cohorte clínica de enfermos coinfectados por VIH/VHC. Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo multicéntrico andaluz donde se incluyeron aquellos pacientes coinfectados por el VIH/VHC que hubieran recibido al menos una dosis de interferón pegilado alfa-2a (180 µg/semana) o alfa-2b (1,5 µg/kg/semana) y ribavirina (800-1.200 mg/ día), desde junio de 2000 a febrero de 2005. Se realizó un análisis por intención de tratar, donde se evaluó la respuesta viral (nivel de carga viral de VHC indetectable) precoz, al final del tratamiento y la RVS. Resultados: Ciento veinticuatro pacientes coinfectados por VIH/VHC fueron incluidos en el estudio. Cincuenta y seis (45%) enfermos presentaron respuesta viral al finalizar el tratamiento y 42 (34%) individuos consiguieron RVS. Trece (18%) de los 73 enfermos con genotipo 1-4 y 29 (57%) de los 51 pacientes con genotipo 2-3 presentaron RVS. Entre los pacientes con genotipo 1-4, 26 (36%) no respondieron al tratamiento en la semana 12. Catorce (11%) individuos presentaron recidiva tras finalizar la terapia. Cinco (4%) enfermos abandonaron voluntariamente el tratamiento y 23 (18%) pacientes suspendieron la terapia debido a efectos adversos. Conclusión: La eficacia del tratamiento combinado con interferón pegilado y ribavirina en individuos coinfectados por el VIH y el VHC, en condiciones reales de utilización, es inferior a la comunicada en la mayor parte de los ensayos clínicos publicados. Esto se debe principalmente a la elevada tasa de pacientes portadores de genotipo 1-4 sin respuesta viral al tratamiento. C-28. Variabilidad en la valoración del riesgo coronario en pacientes infectados por el VIH M. García Lázaro, A. Camacho Espejo, E. Barroso, J.M. Kindelán Jaquotot, A. Segador Gómez, A. Rivero Román Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Reina Sofía (Córdoba). Introducción: Las tablas de Framingham (TF) podrían sobrestimar el riesgo coronario en países cuya incidencia es baja. Se ha sugerido que, en estos países, dicho método debería adaptarse a su realidad concreta. En este sentido, se han realizado adaptaciones de las TF a la pobla- 34 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS ción española (Marrugat et al. Rev Esp Cardiol 2003). Objetivo: Valorar el riesgo coronario de pacientes infectados por el VIH y comprobar las diferencias al utilizar uno u otro método como herramienta de medición. Material y métodos: Estudio prospectivo realizado en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba desde el 1 de noviembre de 2004 al 30 de junio de 2005. Se evaluó a un total de 205 pacientes infectados por el VIH en seguimiento regular por consulta externa, excluyéndose 4 pacientes por antecedentes de IAM o tratamiento con estatinas. Se calculó el riesgo coronario, utilizando la TF y las TF adaptadas, según ha sido previamente descrito (Ander- son et al. Circulaton 1991; Marrugat et al. Rev Esp Cardiol 2003). Resultados: El riesgo coronario a 10 años de la población estudiada fue > 10% en 21 pacientes (10,4%) mediante las TF. Utilizando las TF adaptadas, tenían un riesgo > 10% 3 pacientes (1,5%). Para la detección del riesgo > 10% la diferencia entre ambos métodos resultó significativa (p < 0,001). Se analizan las características de los pacientes discordantes. Conclusiones: El riesgo coronario en una población de pacientes infectados por el VIH varía según el procedimiento utilizado para su medición. Futuros estudios deben aclarar cuál es el método adecuado para medir correctamente dicho riesgo. C-29. Prevalencia y factores relacionados con patología renal en pacientes infectados por el virus de inmunodefiencia humana (VIH) G. Ollero, N. Aresté, M.J. Ríos, M.J. Moyano, A. Palma, J. Rodríguez Baño, M.A. Muniaín Sección de Enfermedades Infecciosas; Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: Existen pocos estudios que analicen la frecuencia, características y pronóstico de la enfermedad renal en los pacientes infectados por el VIH tras la aparición del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), que ha supuesto una disminución de la morbimortalidad en estos pacientes. Objetivos: Determinar la prevalencia y tipo de afectación renal en los pacientes con infección VIH seguidos en nuestra área hospitalaria. Analizar los factores relacionados con la misma. Material y métodos: Estudio de prevalencia de afectación renal: se realizó un despistaje de afectación renal a los pacientes seguidos en la consulta de Enfermedades Infecciosas de nuestro hospital (n = 750) como la presencia de alguno de los siguientes criterios: proteinuria > 0,3 g/L; alteraciones persistentes del sedimento (hematuria, leucocituria) o cifras de creatinina > 1,5 mg/ dL. Se analizaron: años de diagnóstico de infección VIH, conducta de riesgo, niveles de CD4, carga viral de VIH (PCR), infecciones concomitantes, existencia de HTA o diabetes mellitus (DM), coinfección por VHC y TARGA. Se realizó biopsia renal percutánea en los casos en que se consideró indicada por criterios habituales. Los pacientes con afectación renal han sido seguidos tras el estudio de prevalencia durante una media de 17 ± 6,5 meses. Resultados: Un total de 43 pacientes (5,7% del total) presentó signos de afectación renal. La proteinuria en distinto grado fue el hallazgo más frecuente (34 pacientes, 79%), seguido de las alteraciones del sedimento (29 pacientes, 67%) y elevación de creatinina (16 pacientes, 38%). La edad media fue de 43 ± 9 años, presentaban HTA el 12% y DM el 5%. La media (DE) de años desde el diagnóstico del VIH fue de 12,5 (4,5). El 72% de los pacientes habían sido usuarios de drogas parenterales, y en el resto la conducta de riesgo había sido sexual. El 75% estaba coinfectado por el VHC. El 37% de los pacientes presentaban alguna infección concomitante en el momento de detectarse la afectación renal. Un 88% tomaba TARGA. En el tiempo de seguimiento fallecieron 3 pacientes y 2 se perdieron; 1 precisó hemodiálisis. No se encontró relación estadísticamente significativa entre 35 Comunicaciones orales y pósters ninguno de los factores estudiados y el tipo de afectación renal. La presencia de proteinuria en rango nefrótico se relacionó con mayor mortalidad. En 2 pacientes la afectación renal se consideró como secundaria a tenefovir, y 1 paciente cumplía criterios de crioglobulinemia asociada al VHC. Se realizaron 4 biopsias renales con los resultados de glomérulo-esclerosis focal y segmentaria (GFS) en un caso, glomérulo-nefritis mesangial IgM en 2 y glomérulo-nefritis proliferativa mesangial IgA en otro. Conclusiones: La afectación renal es relativamente frecuente en pacientes con infección por el VIH. El tipo de afectación renal más frecuente en los pacientes biopsiados no correspondió a la nefropatía clásica asociada a VIH (GLS colapsante). La presencia de proteinuria en rango nefrótico se asoció a mayor mortalidad. C-30. Prevalencia de positividad de los marcadores de infección por Leishmania en pacientes asintomáticos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana J.A. García-García(1), S. Vergara(1), Á. Camacho(2), M. Gallego(3), F. Morillas-Márquez(4), A. Rivero-Román(2), N. Merchante(1), J.A. Pineda(1) (1)Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario de Valme (Sevilla). (2)Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Reina Sofía (Córdoba). (3)Departamento de Parasitología. Facultad de Farmacia. Universidad de Barcelona (Barcelona). (4)Departamento de Parasitología. Facultad de Farmacia. Universidad de Granada (Granada). Introducción: En el área mediterránea, la leishmaniasis visceral (LV) causada por Leishmania infantum es una infección frecuente en sujetos infectados por el VIH. Sin embargo, la mayoría de los pacientes permanecen asintomáticos. Hay escasa información sobre la prevalencia de estas infecciones asintomáticas en individuos infectados por el VIH mediante el uso de técnicas no invasivas. Objetivo: El objetivo de este estudio fue conocer la prevalencia de positividad de PCR de L. infantum en sangre periférica y del antígeno en orina en una población asintomática de pacientes infectados por el VIH en el sur de España. Además, comparamos los resultados obtenidos por estas técnicas con aquellos obtenidos por dos métodos serológicos y un test cutáneo para Leishmania. Material y métodos: Desde enero a julio de 2004, todos los pacientes asintomáticos y sin antecedentes de leishmaniasis cutánea o visceral que fueron atendidos consecutivamente en los centros participantes fueron invitados a participar en este estudio. Resultados: Noventa y dos pacientes cumplieron los criterios de inclusión. kDNA de Leishmania fue amplificado en una muestra de sangre periférica de 28 (30,4%) de estos individuos. El suero de 3 (3,5%) de los sujetos estudiados mostró una reacción positiva por ELISA. Dos de ellos (2,4%) presentaron la específica banda 16 kDa mediante Western-Bloot (WB), mientras que ningún paciente tuvo una aglutinación positiva en orina. Cuatro (4,3%) sujetos mostraron una reacción positiva en el test cutáneo. Ninguno de los pacientes con un resultado positivo mediante la PCR presentó una reacción positiva por ELISA, una banda en el WB o un test cutáneo positivo para Leishmania. Conclusiones: kDNA de L. infantum es detectada en muchos sujetos asintomáticos infectados por el VIH, aunque ello no conlleva una respuesta celular ni humoral a este parásito. Además, el antígeno en orina no es una prueba útil en estos individuos. 36 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-31. Bacteriemia relacionada con catéteres venosos centrales tunelizados (CT) utilizados para hemodiálisis crónica (HD) T. Aldabó Pallás(1), R. Luque Márquez(2), L. Gil Sacaluga(3), M.J. Marco Guerrero(3), A. Iglesias López(4), J. Peiró de las Heras(4) (1)Red para el Estudio de Enfermedades Infecciosas (REIPI). (2)Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas. (3)Servicio de Nefrología. (4)Unidad de Radiología Vascular e Intervencionista. Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: La utilización de CT para HD es relativamente reciente, no siendo bien conocida la incidencia de bacteriemias relacionadas con catéter (BRC) y las complicaciones asociadas, potencialmente graves para pacientes con insuficiencia renal. Objetivos: Principal: conocer la incidencia, etiología, presentación clínica, factores de riesgo y evolución de las BRC asociadas con CT utilizados para HD en nuestro hospital. Secundario: conocer el tiempo de utilización de los CT. Material y método: Se estudiaron prospectivamente todos los CT implantados de Oct/04 a Sept/05 en un hospital de tercer nivel. El seguimiento finalizó el 15/09/05 o antes si el CT fue retirado. Se utilizó la definición de BRC de la IDSA (CID 2001); se consideró BRC posible (BRCp) la infección de la inserción, cultivo de la conexión y hemocultivo a través del CT positivos. Se estudiaron variables predictivas en el momento de la inserción y de la retirada o BRC. Las variables cuantitativas se expresaron como mediana (rango). Para el análisis univariante se utilizaron Chi al cuadrado y t de Student. Resultados: Se evaluaron 69 CT de 62 pacientes (33 hombres; 29 mujeres). Edad: 71 años (34-85). Tiempo de diálisis previo: 248 días (0-8701). En el 95,7% el tipo de CT fue Schön-Cath de poliuretano y en el 62,3% se usó en espera de acceso definitivo. Un 29% se “recambiaron sobre guía”. El tiempo de utilización del CT fue de 160 días (2-343). Complicaciones infecciosas: 4 BRC (2 con infección del túnel), 4 BRCp y 2 bacteriemias noBRC. Incidencia de BRC 0,35/1.000 días; incidencia de BRC + BRCp 0,7/1.000 días. Etiología: BRC: 1 S. aureus MS, 1 S. aureus MR, 2 E. faecalis; b) BRCp: 1 S. epidermidis, 1 S. aureus MR, 1 Corynebacterium spp., 1 P. aeruginosa. Tres casos se manifestaron como sepsis grave (2 BRC y 1 BRCp) y 1 se acompañó de osteomielitis. Se retiraron 17 CT: 3 BRC, 1 BRCp, 13 noBRC. En 6 casos (3BRC y 3 BRCp) se asociaron antibióticos sistémicos y sellado de CT. Hubo 4 éxitus: 1 BRC, 1 BRCp y 2 noBRC. Variables relacionadas con BRC: 1) en el momento de la implantación: edad (p = 0,017), sexo (p = 0,037), cambio sobre guía (p = 0,037); sin significación estadística: profilaxis antibiótica, sangrado durante la inserción, Karnofsky < 70, diabetes, prótesis vascular previa, bacteriemia previa, tiempo de duración de diálisis previa, albúmina y ferritina. 2) En el momento de la infección o retirada: hospitalización en el último mes (p = 0,04), cifra de leucocitos (p = 0,00); no resultaron significativos: n.º diálisis, Kt/V, nPCR, PCR, albúmina, ferritina, tipo de desinfección, problemas de flujo, hierro, EPO, sellado con heparina, tratamiento antibiótico previo. Conclusiones: Los CT para HD suelen utilizarse durante un tiempo muy prolongado aunque la incidencia de BRC es baja. Se asocia con la edad, sexo, el “recambio sobre guía” y la hospitalización previa, y conlleva una elevada morbimortalidad. 37 Comunicaciones orales y pósters C-32. Tratamiento con cefazolina de la bacteriemia por Staphylococcus aureus meticilín-sensible en pacientes en hemodiálisis crónica N. Espinosa, J. Castilla, M. Ruiz-Pérez, M. J. Marcos, M. T. Prados, J.M. Cisneros Servicio de Enfermedades Infecciosas, Nefrología y Microbiología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: La bacteriemia por Staphylococcus aureus es una complicación frecuente, y a menudo grave, en los pacientes en hemodiálisis crónica (HD) y la vancomicina es el tratamiento habitual, aun en los casos sensibles a meticilina. En nuestro hospital el tratamiento de esta complicación infecciosa se realiza con cefazolina y queremos comunicar nuestra experiencia. Objetivo: Evaluar la eficacia y la seguridad de la cefazolina en el tratamiento de la bacteriemia por S. aureus meticilín-sensible, en pacientes en HD. Pacientes y métodos: Estudio retrospectivo de todos los pacientes en HD con bacteriemia por S. aureus MS tratados con cefazolina durante el periodo de enero de 2002 a diciembre de 2004. Análisis de 33 pacientes en HD con bacteriemia por S. aureus MS tratados con cefazolina entre enero de 2002 y diciembre de 2004. Resultados: Se incluyen 33 pacientes en HD con bacteriemia por S. aureus MS que fueron tratados con cefazolina, una dosis de 1-2 g. PostHD durante una mediana de 21 días (4-26 días). La mayoría eran varones 21 (64%) y tenían una edad de 61 años (18-82). La adquisición de bacteriemia fue principalmente comunitaria (76%). El origen más común de la bacteriemia fue el acceso vascular en 30 casos (91%). La comorbilidad de los pacientes era elevada, siendo el índice de Charlson > 4 en el 85% de los casos, y las patologías más prevalentes, la diabetes y la cardiopatía isquémica. En el momento de la bacteriemia, el índice de Pitt era de 1 punto (0-8). Evolución: 4 pacientes fallecieron (12% de mortalidad) y en 6 (18%) la bacteriemia recidivó. Los factores asociados a mortalidad en el análisis univariante fueron: la cardiopatía isquémica (50% vs. 16%; p = 0,07) y la gravedad de presentación medida por el índice de Pitt: (2 puntos [1-8] vs. 1 punto [0-5]; p < 0,01). Los factores relacionados con la recidiva fueron: la diabetes (36% vs. 5%; p = 0,06), la bacteriemia polimicrobiana (100% vs. 13%; p = 0,02) y la duración del tratamiento (10,2 días vs. 19,7 días; p < 0,001). En el análisis multivariante la duración del tratamiento fue el único factor independiente asociado con recidiva (RR: 0,6; IC 95% 0,4-0,9), y el índice de Pitt, el único factor relacionado con la mortalidad (RR: 1,8; IC 95%: 1,04-3,2). En un paciente (3%) se suspendió la cefazolina por enfermedad del suero relacionada con el tratamiento. Conclusión: Cefazolina es una alternativa segura y eficaz en el tratamiento de la bacteriemia por S. aureus MS en pacientes en HD. La duración del tratamiento influye en el riesgo de recidiva, y la gravedad de la presentación clínica, en la mortalidad. 38 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-33. Estudio descriptivo de los pacientes con infección de prótesis articular en un hospital de tercer nivel M.D. del Toro López(1), M.A. Muniaín Ezcurra(1), J. Rodríguez Baño(1), A.I. Suárez(2) (1)Sección de Enfermedades Infecciosas. (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: La infección de prótesis articular (IPA) está asociada a una marcada morbilidad, una prolongación de la hospitalización y un gran incremento de los costes del tratamiento. Su manejo está poco estandarizado y varía mucho de unos hospitales a otros. Objetivos: Describir la situación, las características clínicas y el manejo de los pacientes con infección de prótesis articulares en nuestro hospital. Material y métodos: Estudio descriptivo y prospectivo de los pacientes con infección de prótesis articular, que fueron detectados tras interconsulta de su traumatólogo, entre febrero-03 y agosto-05. Resultados: 58 pacientes presentaron criterios de IPA (rodilla: 58,6%; total cadera: 27,5%; parcial cadera: 13,8%). 65,5% afectaron a mujeres. La edad media fue de 69 años. 56% presentaban enfermedad de base (diabetes: 21%; obesidad: 16%; reumatológica: 11%; malnutrición: 7%). La cirugía se había realizado por autoconcierto en otros centros en el 29%. Se realizó profilaxis quirúrgica adecuada según protocolo del Hospital en el 100% de los intervenidos en el mismo. El 67% de los pacientes sufrió algún evento tras la implantación de la prótesis: sangrado abundante (39%) o hematoma macroscópico (29%); infección superficial de la herida (29%); infección a distancia (20%); bacteriemias o maniobras potencialmente inductoras de bacteriemia (7%); punción articular (2%). En el 29% se había realizado cirugía previa sobre la articulación afectada. De las 58 infecciones, 22 fueron agudas postquirúrgicas (38%); 27 crónicas (46,6%); 7 agudas hematógenas (12%); y 2 cultivos intraoperatorios positivos (3%). Las manifestaciones clínicas fueron: dolor (79%); signos inflamatorios locales (71%); supuración (68%); fístula (27%); fiebre (43%). La duración de la clínica previa al diagnóstico tuvo una mediana de 77 días (rango 2-2.920), y la duración del ingreso por la infección, de 37 días (13-158). La VSG media (DE) al diagnóstico fue de 82 (45), y la PCR 63 (59). Se aisló algún microorganismo en 41 casos (72%): S. aureus 32%, S. epidermidis 29%; E. coli 7%; P. aeruginosa 7%; Enterococcus spp. 7%; Streptococcus spp. 5%; otras enterobacterias 5%; C. glabrata 2%). Se enviaron muestras quirúrgicas a microbiología en un 71% de los casos intervenidos, siendo positivas el 51% de ellas (63% habían recibido antibióticos previamente a la intervención). El tiempo medio desde el diagnóstico hasta la cirugía fue de 44,5 días (1-900). De las 22 infecciones agudas postquirúrgicas, 10 se trataron con desbridamiento sin retirada (4 curaciones, 3 recidivas, 2 pérdidas, 1 tratamiento supresor crónico); 8 con retirada (3 curaciones, 2 recidivas, 3 éxitus no relacionados con la infección); y 4 con tratamiento antimicrobiano supresor sin cirugía. De las 27 infecciones crónicas: en 19 se realizó retirada del material (14 curaciones, 4 recidivas, 1 pérdida); 1 se trató con desbridamiento quirúrgico sin retirada (recidiva), y en 7 se realizó tratamiento antimicrobiano supresor sin cirugía. De las 7 infecciones agudas hematógenas, en 4 se realizó desbridamiento y retirada de material (3 curaciones, 1 éxitus), en 2 desbridamiento sin retirada (1 curación, 1 recidiva), y en otra, tratamiento supresor. Conclusiones: 1. La presencia de hematoma o sangrado abundante en el postoperatorio, la infección superficial de la herida quirúrgica, y las infecciones a distancia tras la cirugía son muy frecuentes en los pacientes con IPA. 2. Un porcentaje importante de las infecciones se produjo en pacientes intervenidos en centros hospitalarios concertados. 3. Existe un manejo muy heterogéneo de las infecciones, gran retraso en el diagnóstico y tardanza en la cirugía tras conocer el diagnóstico. 4. Escaso número de muestras quirúrgicas enviadas a microbiología sin tratamiento antibiótico previo. 39 Comunicaciones orales y pósters C-34. Aspectos clínicos y epidemiológicos de la infección de prótesis articulares en nuestro medio N. Cid Boza, J. Palomino Nicas, M.E. Jiménez-Mejías, M. Aguilar Guisado, J.L. Haro González, N. Espinosa Aguilera Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: La implantación de prótesis articulares es una opción terapéutica de crecimiento exponencial en los últimos años. A pesar de su escasa frecuencia, la infección de la prótesis articular (IPA) conlleva una elevada morbilidad y requiere, en la mayoría de los casos, un manejo multidisciplinar que incluya un diagnóstico precoz, documentación etiológica precisa, tratamiento antimicrobiano adecuado y cirugía coadyuvante. El manejo apropiado de estas infecciones no sólo determinará la evolución clínica y/o incapacidad funcional del paciente, sino también la probabilidad de conservar la prótesis articular. El objetivo de nuestro trabajo es ampliar el conocimiento epidemiológico, etiológico y clínico de la IPA en nuestro medio. Material y métodos: Análisis prospectivo de los casos de IPA diagnosticados y seguidos en nuestro servicio desde enero-2003 hasta la actualidad. El diagnóstico de IPA se estableció, en todos los casos, en base a aislamientos microbiológicos fidedignos. Se recogen variables epidemiológicas, clínicas, microbiológicas y terapéuticas. Resultados: Se incluyen un total de 31 pacientes, 18 mujeres (58%) y 13 hombres (42%), con una edad media de 68 ± 10,9 años. En un 87% de los casos la artroplastia fue primaria, siendo la prótesis total de rodilla la intervención más frecuente (77,4%). En nuestra serie, el tiempo medio de evolución clínica previo al diagnóstico fue de 57 (2-1.825) días, y la forma de presentación clí- nica dominante, la infección tardía (80,6%). Los microorganismos aislados fueron los siguientes: Staphylococcus coagulasanegativos (42%), Staphylococcus aureus (25,8%), Streptococcus spp. (9,7%), Enterococcus faecalis (6,5%), S. constellatus (3,2%), S. agalactiae (3,2%), E. coli (3,2%), Acinetobacter baumannii (3,2%) y Klebsiella pneumoniae (3,2%). La resistencia a oxacilina de S. aureus fue del 12,5%. En lo referente al manejo clínico, en un 48,4% se optó por el recambio protésico en dos tiempos asociado a la antibioterapia, seguido del desbridamiento (19,3%) como opciones quirúrgicas más frecuentes. Tan sólo en un 9,7% se indicó tratamiento conservador. De los 25 pacientes que han alcanzado los 6 meses de seguimiento, en un 72% de los casos la evolución ha sido favorable, con un 8% de recidivas y un 16% de pérdidas. Conclusión: 1. En nuestro medio predomina la IPA en la artroplastia de rodilla y se presenta fundamentalmente en forma de infección postquirúrgica tardía con una evolución clínica prolongada previa al diagnóstico. 2. La IPA es causada principalmente por Staphylococcus coagulasanegativos y S. aureus, mostrando este micoorganismo una moderada resistencia a oxacilina. 3. La cirugía coadyuvante es necesaria en la mayoría de los casos, siendo el recambio en dos tiempos la técnica realizada con mayor frecuencia. 4. El pronóstico a corto plazo es favorable en un elevado porcentaje de casos. C-35. Factores de riesgo para la infección profunda de la esternotomía en cirugía cardiaca J. Gálvez-Acebal, R. Fernández, J. Rodríguez-Baño, C. Lupión, F. García-Corrales, J.M. Barquero Sección de Enfermedades Infecciosas y Servicio de Cirugía Cardiovascular. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). 40 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Introducción: La infección profunda de la esternotomía (IPE) es una complicación infrecuente de la cirugía cardiaca, pero con una morbimortalidad notable y gasto elevado. El conocimiento de los factores de riesgo modificables puede contribuir a su prevención. Objetivo: Conocer la incidencia y los factores de riesgo asociados a la IPE en cirugía cardiaca en nuestro centro. Pacientes y métodos: Estudio de casos y controles de la IPE en cirugía cardiaca en un hospital de 1.000 camas, desde enero de 2002 a diciembre de 2004. Existe un sistema de vigilancia y control de la infección quirúrgica. Se incluyeron todos los casos según criterios diagnósticos del CDC, atendidos por un médico de la Sección de Enfermedades Infecciosas. Se eligieron aleatoriamente 3 controles por cada caso entre los pacientes intervenidos en el mismo periodo. Se recogieron múltiples variables de los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos, preoperatorios y de la intervención según la literatura revisada. El estudio estadístico se realizó con el programa SPSS, mediante análisis univariante y multivariante con regresión logística. Resultados: En el periodo de estudio se observaron 11 casos de infección superficial de la esternotomía y 4 casos de infección de la herida de safenectomía. La incidencia de IPE fue del 2,98% (23 casos de 888 intervenciones), habiéndose incrementado desde el 1,5% en 2002 hasta el 4% en 2004. La etiología fue: Staphylococcus coagulasanegativo en 8 casos (35%), seguido de Staphylococcus aureus 7 (30%), Serratia marcescens 1 (4%), Pseudomonas aeruginosa 1 (4%), polimicrobiana en 2 casos (8%) y cultivo negativo en 4 (16%). La mortalidad fue del 9% (3 casos). En el análisis multivariante resultaron factores de riesgo independientes: la necesidad de reintervención (OR 58,7; IC 95% 6,5-531, p < 0,001), tratamiento vasopresor en el postoperatorio de más de 72 horas (OR 12,3; IC 95% 2,1-71,6), p = 0,005), cirugía coronaria (OR: 4,6; IC 95% 1,1518,8 p = 0,03), diabetes mellitus (OR 5,09; IC 95% 1,2-21,1 p = 0,025) y la obesidad (OR: 5,2; IC 95% 1,1-24,4 p = 0,03). Conclusión: Observamos un aumento de la incidencia de la IPE en nuestro centro, ocasionada en muchos casos por Staphylococcus coagulasanegativo. La reducción de peso, cuando sea posible, el control adecuado de la glucemia y la disminución de las circunstancias que obligan a la reintervención pueden disminuir su incidencia. C-36. Brote de malaria importada en un grupo de inmigrantes ilegales de origen hindú y procedentes de África M. Torres Tortosa(1), J. Canueto Quintero(1), J.A. Córdoba Doña(2), I. Moreno Maqueda(1), M.I. Vázquez Vázquez(2), R. Butrón Vila(3) (1)Sección de Enfermedades Infecciosas; (2)Unidad de Medicina Preventiva; (3)Sección de Hematología. Hospital Punta de Europa (Algeciras, Cádiz). Introducción: Movimientos migratorios de poblaciones procedentes de países en vías de desarrollo pueden provocar la aparición de infecciones poco conocidas en sus lugares de destino, poniendo a prueba la infraestructura sanitaria y la asistencia clínica de los países receptores. En ocasiones se han descrito puntualmente en Europa brotes de malaria (ML) importada, afectando a población inmigrante (Emerg Infect Dis 2001; 7: 1055. Emerg Infect Dis 2003; 9: 1177), ocurridos durante cortos intervalos de tiempo. Objetivos: Describir las características epidemiológicas y clínicas de los casos de ML importada diagnosticados en un grupo de inmigrantes ilegales (INIL) y evaluar actuaciones de distintos niveles administrativos derivados de este acontecimiento. Métodos: Evaluación de la documentación clínica de todos los casos y de lo publicado o difundido por distintos medios de comunicación sobre este acontecimiento. Resultados: Se diagnosticaron un total de 13 pacientes con ML, que ingresaron en la Sección de Enfermedades Infecciosas (SEI) del hospital a lo largo de un periodo de 19 días. Los pacientes pertenecían a un grupo de 143 INIL de nacionalidad india o paquistaní, que viajaban en un buque procedente de Mauritania y fue interceptado por 41 Comunicaciones orales y pósters las autoridades españolas. Al parecer, todo el grupo había tenido una estancia en Senegal de duración indeterminada. El diagnóstico de ML fue considerado desde el momento del ingreso de los enfermos, y la prescripción de tratamiento antipalúdico fue realizada durante el primer día de hospitalización. Todos los casos estuvieron producidos por Plasmodium falciparum y uno tuvo, además, una infección mixta por P. ovale/ vivax. El nivel máximo de parasitación eritrocitaria en cualquier paciente fue de un 2%. Ningún enfermo tuvo criterios de ML grave. Todos los pacientes fueron tratados con sulfato de quinina más doxiciclina, uno de ellos, además, con primaquina, y todos curaron. Otros diagnósticos asociados fueron 2 casos de escabiosis, 1 con neumonia y otro de hipertiroidismo. La duración media de la hospitalización fue de 11,3 + 3,3 días. El número de casos de ML ingresados en la SEI durante los últimos 12 años distintos a los contabilizados en este brote fue de 7. Hubo evidencia de descoordinación entre distintas adminis- traciones implicadas en este acontecimiento y el mismo provocó una fuerte atención mediática con múltiples pronunciamientos sobre aspectos sanitarios y clínicos por periodistas, responsables políticos, cargos de distintas administraciones y sindicales con frecuencia equivocadas o infundadas. Conclusiones: 1. La infraestructura sanitaria estándar (medios humanos, técnicos e instalaciones) en la zona fue suficiente para atender de forma adecuada este brote de ML importada. 2. La aparición de una agrupación de casos de una enfermedad importada pone de manifiesto limitaciones estructurales del sistema sanitario y la insuficiente preparación de responsables a distintos niveles de las administraciones públicas y sociales para dar respuestas adecuadas a un problema de salud derivado de las nuevas formas de inmigración. Determinados aspectos organizativos deben ser mejorados, fundamentalmente en prevención de situaciones de mayor complejidad y gravedad. C-37. Eficacia del tratamiento anticipado con ganciclovir intravenoso en pacientes sometidos a trasplante de progenitores hematopoyéticos con replicación persistente o moderada de citomegalovirus C. Delgado, J.J. Castón, P. Cano, J.M. Kindelán, A. Rivero, J. Torre-Cisneros Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). Introducción: La infección por citomegalovirus (CMV) es una importante complicación del trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH). La terapia anticipada es una estrategia en la cual los pacientes con infección por CMV activa y asintomática reciben tratamiento. Debido a que no todos los pacientes con replicación de CMV desarrollan enfermedad, resulta necesario establecer qué pacientes se beneficiarán de terapia anticipada, evitando tratamientos innecesarios. Objetivo: Estudiar la eficacia y seguridad de la terapia anticipada con ganciclovir i.v. en pacientes sometidos a TPH con replicación de CMV persistente o moderada. Pacientes y métodos: Se incluyeron 81 receptores de TPH, que fueron monitorizados semanalmente con PCR cuantitativa para CMV en plas- ma. Se administró ganciclovir i.v. (5 mg/kg/12 h) cuando la carga viral (CV) de CMV fue positiva en 2 semanas consecutivas o bien cuando la CV fue mayor a 5.000 copias/mL. Resultados: Se detectaron 43 episodios de replicación en 36 pacientes. Una primera CV de menos de 5.000 copias/mL nunca fue seguida por una CV negativa. De todos los pacientes, 6 (7,4%) desarrollaron enfermedad por CMV, aunque sólo 2 pacientes habían recibido terapia anticipada. En los restantes 4 pacientes, la primera CV positiva se asoció con neumonitis por CMV. La terapia anticipada se empleó en 39 episodios de replicación ocurridos en 32 pacientes. Se observó fallo virológico a las 3 semanas de tratamiento en 18 episodios de replicación (46%). En 2 episodios (5%) se observó, además, fracaso clínico. Ningu- 42 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS no de los restantes 16 pacientes restantes sufrió fallo clínico ni virológico a los 2 meses post-trasplante. El único factor de riesgo significativo de fallo clínico o virológico a las 3 semanas del TPH fue la presencia de una CV mayor a 20.000 copias/ mL (OR 5,88; IC 95% 1,49-25), p = 0,033). Conclusiones: La terapia anticipada no estaría indicada en pacientes sometidos a TPH de alto riesgo. Ganciclovir debe ser administrado ante cualquier evidencia de replicación viral, debido a que las altas tasas de replicación de CMV son el principal factor de riesgo de fracaso clínico o virológico. C-38. Epidemiología de Escherichia coli productor de β-lactamasas de espectro extendido (ECBLEE): diferencias en función del tipo de enzima M.D. Navarro, J. Rodríguez-Baño, L. Romero, M.A. Muniaín, J.R. Hernández-Bello, A. Pascual Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: Las infecciones por ECBLEE son un fenómeno emergente en diversos países. Por ello, el conocimiento de su epidemiología tanto de adquisición nosocomial (con criterios CDC) como comunitaria y los casos de infección relacionados con la atención sanitaria son fundamentales para establecer medidas de control. Objetivo: Analizar la epidemiología de ECBLEE en función de los tipos de BLEE que producen. Material y métodos: Se incluyeron todos los pacientes con aislamiento de ECBLEE en nuestra área hospitalaria (550.000 habitantes) entre enero de 2001 y mayo de 2002. Se recogieron datos demográficos, relación con la atención sanitaria (RAS), enfermedades de base y gravedad de las mismas, procedimientos invasivos y uso previo de antimicrobianos. El estudio de sensibilidad y detección de BLEE se realizó mediante microdilución (NCCLS). El screening de BLEE se realizó mediante el test de sinergia en doble disco. La relación clonal entre las cepas se realizó mediante REP-PCR y la caracterización de las BLEE mediante determinación del punto isoeléctrico (PI), PCR y secuenciación. Resultados: Se incluyeron 96 casos, de los cuales 49 (51%) fueron considerados de adquisición comunitaria (27 de ellos habían sido ingresados el año previo), y 47 (49%), de adquisición nosocomial. Entre los casos comunitarios, el 65% estaban en un centro de Atención Primaria, el 20% en Urgencias y el 14% en Consultas Externas. En total, el 77% tenían RAS. El 52% eran mujeres, la edad media era de 67 años. El tipo de muestra en el que se aislaron fue: 66% orinas, 18% exudados, 5% respiratorias y 8% hemocultivos. La enfermedad de base fue no fatal en el 54% y rápidamente fatal en el 14%. El 42% eran diabéticos, el 38% tenían infecciones urinarias (ITU) de repetición, el 46% portaban sonda urinaria, y el 80% había recibido antibioterapia en los 2 meses previos. La localización de la infección fue: 51% ITU, 13% infección de piel y partes blandas, 7% bacteriemia primaria, y 4% infección respiratoria; el resto (23%) se consideraron colonizaciones. El tratamiento empírico fue inapropiado en el 39% de los casos. El 72% de las cepas producía una sola BLEE, el 26%, 2, y el 2%, 3. El 63% de las cepas producía BLEE tipos CTX-M, el 47% SHV, y el 21% TEM. Se compararon 2 grupos homogéneos: los pacientes con cepas productoras únicamente de CTXM (47) y aquellos con cepas productoras de TEM + SHV pero no de CTX-M (14), encontrándose diferencias significativas en: adquisición nosocomial (36% vs. 100%; p < 0,001), enfermedad de base no fatal (70% vs. 36%; p = 0,05), diabetes (49% vs. 21%; p = 0,06), sonda urinaria (32% vs. 64%), y uso previo de quinolonas (30% vs. 64%; p = 0,01). Las cepas productoras sólo de CTX-M fueron más frecuentemente sensibles a gentamicina (83% vs. 43%; p = 0,01) y a ciprofloxacino (24% vs. 0; p = 0,05). No se encontró relación clonal entre las cepas productoras de CTX-M, mientras que las cepas productoras de TEM + SHV se agruparon en 2 grupos clonales. Conclusiones: La epidemiología de ECBLEE es compleja. Las cepas productoras de BLEE tipo CTX-M son más frecuentemente de adquisición comunitaria, menos frecuentemente resistentes a otros antimicrobianos y no están clonalmente relacionadas, a diferencia de las cepas pro- 43 Comunicaciones orales y pósters ductoras de TEM + SHV, que se asocian a brotes nosocomiales. Estas diferencias epidemiológicas deben tenerse en cuenta para el diseño de medi- das de control tanto en la comunidad como en los hospitales, así como para el manejo clínico de los pacientes de riesgo. C-39. Inducción de resistencia a rifampicina en Acinetobacter baumannii, in vitro y en un modelo de neumonía experimental M.E. Pachón Ibáñez(1), F. Fernández Cuenca(2), F. Docobo Pérez(1), Á. Pascual(2), J. Pachón Díaz(1) (1)Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: Rifampicina es eficaz en modelos animales de infección por Acinetobacter baumannii multirresistente y panresistente. El uso de rifampicina en monoterapia en infecciones causadas por otras bacterias (Staphylococcus aureus, Mycobacterium tuberculosis) se sigue del desarrollo de mutantes resistentes, previniéndose con tratamientos combinados. Objetivo: Evaluar la aparición de cepas mutantes resistentes de A. baumannii a rifampicina, durante su exposición in vitro e in vivo, así como la posible prevención de la resistencia adquirida con las combinaciones de rifampicina utilizadas en los experimentos in vivo. Material y métodos: Estudios in vitro: a) una cepa multirresistente perteneciente a uno de los clones más frecuentes en nuestro hospital; b) selección in vitro de mutantes resistentes a rifampicina mediante curvas de tiempo muerte a concentraciones de 1, 2 y 4 veces la CMI con RIF, IMP y SB, respectivamente, y de todas las asociaciones posibles con estas concentraciones para las combinaciones de RIF a estos otros dos antimicrobianos. CMI de RIF con las colonias recuperadas de las curvas de tiempo muerte; c) estudio de inactivación de los antimicrobianos mediante técnica de bioensayo por difusión en placa con los tres antimicrobianos, durante 72 horas de incubación; las cepas control que se utilizaron fueron una cepa clínica de Micrococcus spp., M. luteus ATCC 9541 y A. baumannii ATCC 19606 para RIF, IMP y SB, respectivamente. Estudios in vivo: a) se realizó un modelo de neumonía experimental en ratones hembras C57BL/6; b) grupos de tratamiento (72 h): CON (sin tratamiento), IMP (120 mg/kg/día), SB (240 mg/kg/día), RIF (100 mg/ kg/día), IMP + SB, IMP + RIF, y SB + RIF. CMI de RIF para las colonias recuperadas del animal. Resultados: a) Las colonias recuperadas de las curvas de tiempo-muerte de RIF aumentaron su CMI a 128 µg/mL a partir de las 48 h de incubación. Las colonias recuperadas de los tubos de las combinaciones de RIF con IMP o SB no variaron la CMI original de la cepa a RIF (4 µg/mL). b) Ni la RIF ni el SB se inactivan durante las 72 h de incubación. En cambio, el IMP se inactiva pasadas 72 h. c) Las colonias recuperadas de los animales tratados con RIF como monoterapia variaron su CMI a 128 µg/mL, mientras que las colonias recuperadas de los animales tratados con las combinaciones de RIF con IMP o SB no variaron la CMI original de la cepa para RIF. Conclusiones: 1. A pesar de su eficacia terapéutica, la rifampicina utilizada aisladamente, tanto in vitro como in vivo, induce la aparición de cepas mutantes resistentes con una tasa elevada, las cuales son, además, estables. 2. La adición de imipenem o sulbactam a la rifampicina impide la aparición de estas cepas mutantes resistentes a rifampicina tanto in vitro como in vivo. 44 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS C-40. Eficacia de amoxicilina/clavulánico en la neumonía experimental por un nuevo fenotipo de resistencia de Escherichia coli resistente a cefoxitina F. Docobo Pérez(1), F. Fernández Cuenca(2), M.E. Pachón Ibáñez(1), Á. Pascual(2), C. Pichardo Guerrero(1), J. Pachón Díaz(1), L. Martínez Martínez(3) (1)Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). (3)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander). Introducción: Escherichia coli es el primer agente causante de infecciones del tracto urinario en la comunidad y bacteriemias nosocomiales por bacilos gram-negativos. Los algoritmos de los sistemas automatizados de determinación de la sensibilidad antimicrobiana presuponen que los aislamientos de E. coli resistentes a FOX hiperproducen AmpC, por lo que los consideran resistentes también a la combinación de amoxicilina/clavulánico. Recientemente hemos observado aislamientos de E. coli resistente a cefalosporinas de 1ª y 2ª generación, incluyendo cefamicinas (FOX), y sensible a amoxicilina/clavulánico (AMC) que no hiperproducen AmpC. Objetivo: Determinar la actividad in vitro de AMC y su eficacia de en un modelo de neumonía experimental por un nuevo fenotipo de resistencia de E. coli resistente a FOX no hiperproductor de AmpC. Material y métodos: Estudios in vitro: se incluyen 2 cepas de E. coli resistentes a FOX, y relacionadas clonalmente (Rep-PCR): Ec985 (no productora de TEM-1), sensible a AMX, AMC y CTX, y Ec571 (productora de TEM-1), sensible a AMC y CTX. Se determinaron la CMI y la actividad bactericida (curvas de letalidad). Los parámetros FC/ FD (Cmáx, t1/2, y Δt > CMI) se determinaron después de una dosis única de cada antimicrobiano. Estudios in vivo: 1ª Fase. Caracterización de un modelo de neumonía experimental por Ec en ratones C57BL/6 (16-20 g), con un inóculo de 8-9 Log10 ufc/mL. 2ª Fase: Los animales se agruparon en controles (CON) sin tratamiento, AMX (50 mg/ kg) cada 2 horas (5 dosis), AMC (50/5 mg/kg) cada 2 horas (5 dosis) y CTX (50 mg/kg) cada 3 horas (4 dosis). Se analizó: Log10 ufc/g tejido pulmonar y hemocultivos cualitativos. Análisis estadísticos: chi2, ANOVA, post-hoc Tukey y el test de Dunnett. Resultados: In vitro: CMI (mg/l): Ec985 AMX = 8, AMC = 8, CTX ≤ 0,5, FOX = 128; Ec571 AMX = 512, AMC = 8, CTX ≤ 0,5, FOX = 128. Antimicrobianos bactericidas: Ec985 AMX, AMC y CTX (1 × CMI, 2 × CMI, 4 × CMI, Cmáx). Ec571 AMX, AMC y CTX (1 × CMI, 2 × CMI, 4 × CMI, Cmáx). In vivo: FC/FD (Cmáx [mg/l]; t1/2 [h]; Δt > CMI [h]): AMX (50 mg/kg) 15,1; 0,28; 0,48. AMC (50/5 mg/ kg) 17,9; 0,4; 0,55. CTX (50 mg/kg) 57,6; 0,27; 1,89. AMX, AMC y CTX redujeron el número de bacterias de Ec985 en el pulmón respecto a los controles (p < 0,001); no hubo diferencia entre los tratamientos. AMC y CTX disminuyeron el contaje bacteriano de Ec571 en el pulmón respecto a los controles (p < 0,001); no hubo diferencia entre ambos tratamientos; AMX no disminuyó la concentración bacteriana pulmonar. No hubo diferencia significativa en el aclaramiento de los hemocultivos con ningún tratamiento ni para ninguna cepa. Conclusiones: AMC es eficaz tanto in vitro como en el tratamiento de la neumonía experimental murina por este nuevo fenotipo de Escherichia coli resistente a FOX no hiperproductor de AmpC. 45 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS PÓSTERS P-01. Evolución de la tuberculosis en los coinfectados por el VIH en los hospitales andaluces durante el periodo 1992-2004 A. Domínguez-Castellano, P. Viciana, M. Márquez, E. Vidal, J. Hernández Quero, J. Pasquau, F. Guerrero, A. del Arco, V. Gutiérrez-Ravé, A. Villar, M. Milla, D. Merino Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas. Introducción: La tuberculosis sigue siendo la principal enfermedad diagnóstica de sida en nuestro medio. Objetivos: Analizar la evolución de la tuberculosis en los coinfectados por el VIH en los hospitales andaluces durante los últimos 12 años. Métodos: Los datos proceden de 16 encuestas de prevalencia realizadas por SAEI en 24 hospitales de Andalucía durante el periodo 1992-2004 (14.168 pacientes encuestados). Resultados: En la Figura 1 se aprecia un descenso del porcentaje de pacientes que padecían o habían padecido tuberculosis a lo largo de los años, pasando del 24% en 1992 al 16,9% en 2004. Todavía es más llamativo el descenso de la curva de pacientes en tratamiento tuberculostático en el momento de la encuesta, pasando del 19% en 1992 al 4,9% en 2004 (lo que supone un descenso del 74,8%). El 54% de los casos de 2004 fueron extrapulmonares. La tuberculosis fue la principal enfermedad diagnóstica de sida, seguida por la candidiasis esofágica y la neumonía por P. jiroveci. De 374 pacientes diagnosticados de sida en 2004, 139 (37,1%) tenían como enfermedad definitoria de sida una tuberculosis (pulmonar 54,6%, y extrapulmonar 45,4%). Conclusiones: 1. A pesar de que la tuberculosis sigue siendo la principal enfermedad diagnóstica de sida en nuestro medio, se aprecia un descenso paulatino de la prevalencia, que probablemente será más acusado en los próximos años, dado el bajo porcentaje de pacientes con formas activas detectados en los últimos años. 2. Se mantiene, sin embargo, un alto porcentaje de pacientes con tuberculosis extrapulmonar. Figura 1 47 Comunicaciones orales y pósters P-02. Características de los pacientes VIH en el momento de inicio del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA). Estudio MACOVI (Málaga Cohorte VIH) J. de la Torre, J. Aguilar, S. Santamaría, R. Palacios, F. Moreno, M. Godoy Grupo Malagueño para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas. Introducción: El TARGA ha cambiado el curso y pronóstico de la infección VIH. En nuestro medio, son escasos los estudios de cohortes que evalúen, en la vida real, las características de los pacientes que inician su primer TARGA. Objetivos: Evaluar las características epidemiológicas, clínicas, inmunológicas y virológicas de los pacientes VIH naïve que inician su primer TARGA; describir el tipo de tratamiento; y analizar las diferencias en un periodo de 7 años. Material y métodos: Estudio multicéntrico, observacional, retrospectivo de cohorte de todos los pacientes VIH naïve adultos, diagnosticados desde enero de 1997 que iniciaron su primer TARGA hasta diciembre de 2003 en los hospitales de la provincia de Málaga. Resultados: Iniciaron TARGA 603 pacientes, 78% varones, con una edad media de 39 ± 10 (rango: 19-77). Un 5,6% estaba en tratamiento con metadona, presentaban coinfección por el VHC el 24%, y por el VHB, el 5%. El factor de riesgo para la adquisición del VIH fueron las relaciones heterosexuales en el 37%, homosexuales en un 34%, ADVP en el 21,6%, y otras causas o causas desconocidas en el 7%. Presentaron enfermedad definitoria de sida 225 pacientes (37%), iniciando TARGA simultáneamente al diagnóstico de sida el 67,5%, más de 3 meses después un 10,8%, y un 21,6% presentaron el evento definitorio de sida meses después de iniciar el TARGA. Los diagnósticos más frecuentes fueron neumonía por Pneumocystis (54 casos), tuberculosis (47 casos), candidiasis esofágica (31 casos) y sarcoma de Kaposi (20 casos). Menos de un 5% de los pacientes contaban con una asociación de apoyo y menos de un 10% estaban incluidos en ensayos clínicos. En el momento del inicio del TARGA, un 54% de pacientes presentaban menos de 200 CD4/µL, y un 54%, más de 100.000 copias de CV, siendo la mediana de CD4 181/µL. En los últimos años, un número significativamente menor de pacientes inicia TARGA con cifras de CD4 elevadas (en 2003 sólo un 10% con mas de 350/µL CD4 frente a un 31% en el 2000; p < 0,003). Un 53% inició TARGA con IP (26% IDV, 15% NFV, 6% SQV y 6% LPV), un 40% con 1 ITINN (26% EFV y 14% NVP) y un 6% con 3 ITIAN, con un descenso estadísticamente significativo a partir del año 2000 del uso de IP y un incremento de los ITINN (porcentajes en 2000 y 2003, respectivamente de IP 35% y 18%, ITINN 56% y 71% e ITIAN 7% y 9%; p < 0,001). Conclusiones: En nuestro medio, los pacientes que inician su primer tratamiento antirretroviral en la era TARGA presentan en un 25% coinfección por el VHC, la causa mayoritaria de adquisición del VIH es sexual, y más de un tercio presenta, al momento del diagnóstico o posteriormente, sida, destacando como enfermedad definitoria la tuberculosis y la neumonía por Pneumocystis. La tendencia en los últimos años es iniciar el TARGA con CD4 por debajo de 350/µL y con ITINN vs. IP, con predominio del EFV. 48 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-03. Toxicidad del primer TARGA como causa del cambio de tratamiento. Resultados del estudio MACOVI (Málaga Cohorte VIH) J. de la Torre, J. Aguilar, I. Peréz de Pedro, R. Palacios, J.L. Prada, E. Nuño Grupo Malagueño para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas. Introducción: En estudios previos, se describe una alta tasa de discontinuación del primer TARGA en pacientes VIH. En nuestro medio, son escasos los trabajo), fuera de los ensayos clínicos (en la vida real), acerca de la toxicidad como causa de interrupción del primer TARGA. Objetivo: Describir las toxicidades que son causa de interrupción de la primera pauta de TARGA en una cohorte de pacientes VIH naïve. Material y métodos: Estudio multicéntrico, observacional, retrospectivo de cohorte de todos los pacientes VIH naïve adultos, diagnosticados desde enero de 1997, que iniciaron su primer TARGA hasta diciembre de 2003 en los hospitales de la provincia de Málaga. Se realizó seguimiento hasta el primer semestre de 2005. Resultados: De 603 pacientes que iniciaron su primer TARGA, lo interrumpieron 452 (74%), siendo la razón principal la toxicidad en 133 casos (29,4%). Las principales toxicidades fueron: digestiva (25,5%) fundamentalmente vómitos y diarrea por los IP y ddI; neuropsiquiátrica (24,8%), destacando las asociadas al EFV y la polineuropatía por d4T; hematológica (15,7%), consistiendo predominantemente en anemia asociada al AZT y neutropenia; cutánea (15%) siendo casos de erupción asociada a NVP, EFV y ABC; y nefrológica (9%), con la totalidad de casos por nefrolitiasis asociada al IDV. La Tabla 1 muestra las diferencias según el tipo de TARGA. Los IP se asociaron significativamente con más manifestaciones digestivas y nefrológicas respecto a los tratamientos con ITINN y ITIAN (p > 0,001) y los ITINN con clínica neuropsiquiátrica y cutánea respecto a IP e ITIAN (p > 0,001), siendo la triple combinación de ITIAN la que menor toxicidad presenta respecto a IP e ITINN (p > 0,001). No se encontraron diferencias al analizar la toxicidad según los niveles de CD4 ni por año de inicio del TARGA. Conclusiones: Las toxicidades que ocasionaron cambio del primer TARGA fueron fundamentalmente digestiva, neuropsiquiátrica, cutánea y hematológica. La toxicidad digestiva apareció fundamentalmente con los IP, mientras que la neuropsiquiátrica y cutánea estuvo asociada a los ITINN. La pauta con 3 ITIAN es la que menos se suspende por toxicidad. Tabla 1 Tipo de TARGA IP (n = 323) ITINN (n = 242) ITIAN (n = 38) Total (n = 603) Recuento % Tipo de TARGA Recuento % Tipo de TARGA Recuento % Tipo de TARGA Recuento % Tipo de TARGA Digestivas Neuropsiquiát. Cutáneas Hematológicas Nefrológicas 28 40% 5 8,6% 1 20% 34 25,5% 9 12,8% 24 41,3% 0 0,0% 33 24,8% 0 0,0% 19 32,7% 1 20% 20 15% 49 14 20% 6 10,3% 1 20% 21 15,7% 12 17,1% 0 0,0% 0 0,0% 12 9,0% Otras Total 7 10% 4 6% 2 40% 13 9,7% 70 100% 58 100% 5 100% 133 100% Comunicaciones orales y pósters P-04. Análisis de la primera línea de tratamiento antirretrovírico (PLTAR) en el periodo 2000-2005 en una cohorte de pacientes VIH+ J. Pasquau, C. García, F. Jaén, P. Macías, N. Navarrete, C. Hidalgo Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Virgen de las Nieves (Granada). Introducción y objetivos: En un mundo donde casi toda la información se obtiene de los ensayos clínicos, hemos considerado de interés revisar la efectividad de la PLTAR en una cohorte. Metodología: Hemos revisado todas las historias clínicas de una cohorte de 374 pacientes VIH+ de elaboración prospectiva, y analizado la duración de la PLTAR iniciada entre los años 2000 y 2005, las causas de cambio y la evolución posterior tras el cambio, y algunas circunstancias que hubiesen podido influir en los resultados. Además, hemos comparado los resultados con pacientes de viremia elevada (> 100.000 copias/mL) entre las pautas que contenían un inhibidor de la proteasa (IP), un no análogo (NA) o 3 análogos (A). Resultados: En este periodo de tiempo, se iniciaron 99 PLTAR. Se utilizaron 15 combinaciones distintas (48% con 1 NA, 37% con un IP y 15% con 3 A; y la combinación de A basales fue AZT + 3TC en el 76% de los casos), en pacientes en los que la viremia basal era > 100.000 copias/ mL en el 42% de los casos, la cifra de linfocitos CD4/mmc < 200 en el 61% y < 100 en el 38%, con patología oportunista previa en el 48% de los casos. La duración media observada de la PLTAR fue de 19,9 meses (< 1-66). En la última revisión se mantenían dentro de la PLTAR el 40% de los pacientes. Las causas del cambio de tratamiento en el 60% restante fueron: 36% por toxicidad de diversos grados, 11% por fracaso virológico (FV) (4% asociado a mal cumplimiento y un 1% a toxicidad, con un 4% de FV precoces), 5% por simplificación, 3% por suspensión programada, 3% por abandono voluntario y 2% por modificaciones obligadas por tratamiento anti-VHC concomitante. Dos tercios de los cambios se produjeron en los 6 primeros meses, fundamen- talmente por toxicidad. De los 22 tratamientos iniciados en 2000, se mantenía el 50%, mientras que de los años 2001 y 2002 lo hacía el 24% (de 22) y 29% (de 19), respectivamente. En la última observación de todos los pacientes analizados, con o sin PLTAR, el 5% habían fallecido (2 por cáncer, 1 por cirrosis hepática y 2 tras abandonos del tratamiento), sólo el 7% tenían < 200 CD4 y ninguno de los pacientes sin un abandono reconocido y voluntario del tratamiento tenía una viremia > 400/mL. En el análisis comparativo de las 3 pautas de tratamiento descritas en pacientes con viremia > 100.000 copias/mL encontramos que, de los que se trataron con un IP, 8/22 se mantenían y que se produjo un FV en 4/22 (duración media 12,3 meses). De los que lo hicieron con un NA, 7/16 (duración media 16,4 meses) continuaban y sólo se observó 1/16 FV, mientras que los 4/4 con 3 A habían cambiado su tratamiento inicial (aunque no por FV). Conclusiones: No es una novedad, pero comprobar que la efectividad en la vida real de casi cualquier combinación de TAR utilizada en primera línea se aproxima o supera la eficacia de las pautas exploradas en condiciones experimentales se convierte en el mejor argumento para sustentar el optimismo que debe animar la primera entrevista con un paciente VIH+. Hemos vuelto a comprobar que los efectos secundarios del TAR son la primera causa que motiva el cambio, y que las posibilidades que tiene el VIH de los pacientes que comienzan hoy en día su PLTAR de superar las barreras terapéuticas que se le pueden oponer son prácticamente insuperables. No hemos sido capaces de apreciar diferencias importantes entre las pautas que contienen un IP o un NA. 50 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-05. Bacteriemias en pacientes infectados por el VIH en nuestra área M.J. Requena Pou, J.A. Trujillo Pérez, M. Mateas Moreno, A. Arroyo Nieto, M. Omar, J.J. Hernández Burruezo Unidad de Infecciones. Complejo Hospitalario de Jaén. Introducción: Las bacteriemias representan una causa importante de morbimortalidad en la población infectada por el VIH. El conocimiento de la epidemiología de las bacteriemias en cada área es fundamental para establecer las pautas de antibioterapia empírica. Objetivos: Describir las características clínicoepidemiológicas, así como la etiología de las bacteriemias en nuestros pacientes infectados por el VIH. Material y métodos: Se analizaron de forma retrospectiva las historias clínicas de los pacientes infectados por el VIH, ingresados en nuestro Centro y con el diagnóstico de bacteriemia, durante el periodo comprendido entre el 1 de enero de 1996 y el 31 de diciembre de 2004. El análisis estadístico se hizo con el programa SPSS 11.0. Resultados: Se analizó un total de 45 casos (37 hombres) de bacteriemias en pacientes infectados por VIH, con una edad media de 34,58 ± 5,879 años. La práctica de riesgo más frecuente para la adquisición del VIH fue el uso de drogas por vía parenteral, y en mujeres, la heterosexual. El 56,8% de los pacientes tenían una situación clínica definitoria de sida, y el 66,7%, menos de 200 linfocitos CD 4. Más de la mitad de los pacientes realizaban TARGA y el 40% seguían profilaxis con cotrimoxazol. El 73,3% de los pacientes habían estado ingresados previamente y el 26,7% presentaron un episodio previo de bacteriemia. La más importante comorbilidad asociada fue la hepatopatía por virus C (27 casos). La mayoría de los episodios se adquirieron en la comunidad (86,7% ) y fueron causados por un solo germen (95,6%), siendo Staphylococcus aureus (24,4%), Staphylococcus epidermidis y Streptococcus pneumoniae (11,1% cada uno) los más frecuentes. La fuente de la infección fue respiratoria (17 casos), dispositivos intravenosos (5), cutánea y tejidos blandos (6), urinaria (2) y osteoarticular (2), y en 13 casos no se pudo establecer el origen. El tratamiento empírico instaurado fue adecuado en el 80,5% de las bacteriemias, ningún paciente ingresó en la UCI y la mortalidad a los 30 días del episodio fue del 4,4%. Conclusiones: En nuestro estudio destacamos: 1. Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis y Streptococcus pneumoniae como gérmenes más frecuentes. 2. La elevada adecuación del tratamiento empírico inicial. 3. La baja tasa de mortalidad asociada a las bacteriemias de nuestros pacientes, a pesar de su avanzado estado de inmunosupresión. P-06. Cambios epidemiológicos en la neumonía bacteriana en la era del tratamiento antirretroviral de gran actividad M. Mateas, J.A. Trujillo, M.J. Requena, G. Duro, I. Gea, M. Omar, J.J. Hernández Burruezo Unidad de Infecciones. Complejo Hospitalario de Jaén. Introducción: El uso del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) se ha asociado a una mejoría de la situación inmunológica de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y, por consiguiente, a una disminución de la infecciones oportunistas 51 Comunicaciones orales y pósters y de la mortalidad. Sin embargo, son escasos los datos aportados en la literatura respecto a los cambios experimentados en pacientes con neumonía bacteriana en el periodo de implantación del TARGA. Objetivos: Analizar las posibles diferencias existentes en las neumonías bacterianas en la era TARGA. Métodos: Se revisaron las historias clínicas de los pacientes infectados por VIH que ingresaron por neumonía bacteriana en el Complejo Hospitalario de Jaén durante dos periodos: era pre-TARGA (1991-1996) y era TARGA (19972004). Se analizaron variables clínicas, epidemiológicas, microbiológicas y evolutivas de las neumonías bacterianas de ambos periodos. El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS 11.0 Resultados: Se incluyeron 139 episodios de neumonía bacteriana ingresados en nuestra unidad (54 eran pre-TARGA y 85 eran TARGA). En el análisis univariante, los pacientes infectados por el VIH con neumonía bacteriana de la era TARGA destacaban por presentar una mayor proporción de hepatopatía crónica (72,61% vs. 48,14%; p = 0,006), diabetes (20,23% vs. 1,60%; p < 0,001) y de hiperlipidemia asociadas (35,70% vs. 5,55%; p < 0,001) así como una mayor presencia de fiebre (91,76% vs. 57,40%; p < 0,001), una defervescencia más rápida (8,47 ± 6,07 vs. 12,53 ± 11,24 días; p = 0,019) y un mayor por- centaje de casos con filiación microbiológica (52,94% vs. 24,07%; p < 0,001), mientras que en la era pre-TARGA observamos cómo los pacientes eran más jóvenes (31,65 ± 4,83 vs. 36,83 ± 8.19 años; p < 0,001) y existía un mayor predominio del patrón radiológico alveolar (8,90% vs. 67,40%; p < 0.001). En el análisis multivariante, la presencia de fiebre (OR: 7,425; IC 95%: 2,28824,743); p = 0,001), defervescencia precoz (OR: 0,814; IC 95%: 0,731-0,907; p < 0,001), hiperlipidemia (OR: 17,130; IC 95%: 3,411-86,023; p = 0,001) y de hepatopatía crónica (OR= 4,812; IC 95%: 1,682-13,77; p = 0,003) se asociaron de forma significativa a las neumonías bacterianas de la era TARGA, mientras que el patrón radiológico alveolar se asoció al grupo de neumonías de la era pre-TARGA (OR: 44,827; IC 95%: 4,942406,584; p = 0,001). Conclusiones: En el presente estudio, los pacientes con neumonía bacteriana en la era TARGA destacan por: 1. Responder de forma más rápida al tratamiento antibiótico. 2. Presentar una mayor frecuencia de hepatopatía crónica asociada, como posible expresión de su mayor supervivencia y de la emergencia clínica del VHC. 3. Presentar una mayor proporción de alteraciones metabólicas (hiperlipidemia) relacionadas con el uso de tratamiento antirretroviral de gran actividad. P-07. Características clínico-epidemiológicas de los pacientes con diagnóstico coincidente de infección por el VIH y sífilis I. Aguilar(1), F. Jiménez Oñate(2), R. Palacios(1), M. Aguilar(3), D. Morales(4), F. Moreno(5), M.J. Ríos(4), J. de la Torre(5), F. Orihuela (2), P. Viciana(3), J. Santos(1), M. Márquez(1) (1) Hospital Virgen de la Victoria (Málaga). (2)Hospital Carlos Haya (Málaga). (3)Hospital Virgen del Rocío (Sevilla). (4)Hospital Virgen Macarena (Sevilla). (5)Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). Introducción: Dado que la infección por el VIH y la sífilis afectan a una población de riesgo similar, la coinfección de ambas enfermedades de transmisión sexual no es rara. Objetivos: Describir las características epidemiológicas y clínicas de pacientes con diagnóstico coincidente de sífilis y de infección por el VIH. Métodos: Estudio multicéntrico de una serie de pacientes con infección por VIH de 5 hospitales andaluces que se diagnosticaron de sífilis durante el periodo 2004-2005. Se definieron como coincidentes aquellos pacientes en los que la sífilis y la infección por el VIH se diagnosticaron al mismo tiempo (±2 meses). Se analizaron características epidemiológicas, clínicas y analíticas. Programa estadístico: SPSS 10.0. Resultados: se identificaron 71 pacientes con infección por el VIH y sífilis. En 28 (39,4%) casos, 52 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS el diagnóstico del VIH y de la sífilis fueron coincidentes.Todos eran varones, el 85,7% homosexuales y la edad media era 36,1 años. Presentaban una sífilis sintomática en el momento del diagnóstico el 71,4% de los pacientes (75% de ellos con secundarismos), la media de linfocitos CD4 era 489 céls./µL (IQR 324-690 céls./µL) y la media de CV del VIH era 5,37 log10 (DE 5,70 log10). Ningún paciente presentó un evento definitorio de sida en el momento del diagnóstico. No hubo diferencias entre los pacientes coincidentes y los VIH previos con sífilis, salvo que el 26,8% de este grupo tenía episodios previos de sífilis en comparación con ninguno de los pacientes con diagnóstico coincidentes (p = 0,002). Conclusiones: En esta serie, casi el 40% de los casos de coinfección por el VIH y sífilis tuvieron un diagnóstico coincidente, afectando a pacientes en etapas precoces de la infección por el VIH. Las características epidemiológicas, clínicas e inmunológicas fueron similares en los coincidentes y no coincidentes, a excepción de que los casos coincidentes no tenían episodios previos de sífilis. P-08. Impacto de la sífilis en la carga viral (CV) del VIH y en el recuento de linfocitos CD4 en pacientes con infección por el VIH R. Palacios(1), F. Jiménez Oñate(2), I. Aguilar(1), M. Aguilar(3), M.J. Ríos(4), F. Moreno(5), P. Viciana(3), D. Morales(4), J. De la Torre(5), J.M. Antúnez(2), J. Santos(1) (1) Hospital Virgen de la Victoria (Málaga). (2)Hospital Carlos Haya (Málaga). (3)Hospital Virgen del Rocío (Sevilla). (4)Hospital Virgen Macarena (Sevilla). (5)Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). Introducción: Aunque se ha sugerido que en los pacientes con infección por el VIH y sífilis se produce un incremento en la CV del VIH y un descenso en los linfocitos CD4, la interacción entre la sífilis y dichas variables no está bien definida. Objetivos: Conocer el efecto de la sífilis precoz sobre la CV del VIH y el recuento de linfocitos CD4 en pacientes con infección por el VIH. Métodos: Estudio multicéntrico de una serie de pacientes VIH diagnosticados de sífilis durante 2004-2005. Todos los pacientes tenían determinaciones de CV del VIH y linfocitos CD4 durante la sífilis y, al menos, otra determinación antes y/o después de ese evento. Los pacientes que iniciaron o cambiaron de pauta de tratamiento antirretroviral durante el periodo de análisis de las variables del estudio se excluyeron del mismo. Programa estadístico: SPSS 10.0. Resultados: Se identificaron 71 pacientes VIH con sífilis precoz en 5 hospitales andaluces, 52 cumplían los criterios de inclusión/exclusión para entrar en el estudio. 94,2% eran varones, la edad media era 37,7 años, 82,7% eran varones homosexuales; 25 (48,1%) estaban en tratamiento antirretroviral en el momento del diagnóstico de la sífilis, y en 16 (30,8%) casos, los diagnósticos de infección por el VIH y de la sífilis fueron coincidentes. El recuento de linfocitos CD4 fue inferior durante la sífilis que antes (510 vs. 441 céls./μL; p = 0,034), y que después del tratamiento de la misma (446 vs. 492 céls./μL; p = 0,072). Los pacientes con CV del VIH detectable antes de la sífilis (n = 16) mantuvieron niveles similares de CV durante el periodo de estudio (4,93 vs. 4,91 vs. 4,71 log10; p > 0,05). Sin embargo, un 17,6% de los que tenían CV indetectable antes de la sífilis (n = 17), presentaron CV detectable durante la sífilis, y 9,1% mantuvieron CV detectable después del tratamiento de la sífilis. Conclusiones: En esta serie, casi el 70% de los casos de sífilis se diagnosticaron en pacientes con infección por el VIH ya conocida. La sífilis se asoció con un descenso del recuento de linfocitos CD4 e indujo blips en la CV del VIH en algunos pacientes previamente suprimidos. 53 Comunicaciones orales y pósters P-9. Lipomatosis cervical en pacientes con infección por el VIH. Estudio de casos y controles. Estudio LIPOCER R. Palacios(1), F. Lozano(2), A. Camacho(3), D. Morales(4), A. del Arco(5), A. Rivero(3) , M.J. Ríos(4), M. Márquez(1), J. Santos(1) (1) Hospital Virgen de la Victoria (Málaga). (2)Hospital de Valme (Sevilla). (3)Hospital Reina Sofía (Córdoba). (4) Hospital Virgen Macarena (Sevilla). (5)Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). Introducción: La lipodistrofia es muy frecuente en pacientes con infección por el VIH en TARGA, sin embargo, la lipomatosis cervical (LC) ocurre sólo en un 2-13% de pacientes VIH. Objetivos: Analizar la prevalencia de la LC en pacientes con infección por el VIH en TARGA y los factores asociados a su desarrollo. Métodos: Estudio multicéntrico, observacional, de casos y controles 1:1 de pacientes VIH de 5 hospitales andaluces. Casos: pacientes VIH con LC. Controles: pacientes VIH de la misma cohorte controlados por edad (± 5 años), sexo e IMC (± 2,5 kg/m2). Se recogen datos epidemiológicos, clínicos y analíticos. Programa estadístico SPSS® 10.0. Resultados: Se identificaron 41 (1,8%) pacientes de una cohorte de 2.213 pacientes con TARGA en seguimiento en los hospitales participantes. Tres de los pacientes con LC se excluyeron para el análisis por no encontrar controles. Los pacientes con LC tenían mayor tiempo de evolución de la infección por el VIH (135 vs. 99 meses; p = 0,001), mayor exposición a SQV (51,3 vs. 17,1%; p = 0,003), AZT (94,5 vs. 77,1%; p = 0,043), ddI (83,7 vs. 60%; p = 0,035) y d4T (91,8 vs. 51,4%; p = 0,0001), mayor índice cintura/cadera (0,99 vs. 0,93; p = 0,001), nivel de triglicéridos (223 vs. 156 mg/dL; p = 0,027) y tiempo de exposición a 3TC (62,4 vs. 50,0 meses; p = 0,041) y nivel de c-HDL más bajo (43 vs. 54 mg/dL; p = 0,017); tenían con más frecuencia lipoatrofia (86,8 vs. 29,7%; p = 0,0001) y ginecomastia (23,6 vs. 2,7%; p = 0,014) y eran menos fumadores (35,1 vs. 61,1%; p = 0,036). En el análisis multivariante, el d4T (OR: 11,7; IC 95%: 1,7-78,7; p = 0,011) y la lipoatrofia (OR: 10,3; IC 95%: 2,4-44,2; p = 0,001) fueron los únicos factores independientemente asociados a la LC, y el tabaco fue un factor protector de la misma (OR: 0,21; IC 95%: 0,05-0,86; p = 0,03). En 15 pacientes y sus controles se realizó estudio del metabolismo de la glucosa siendo el índice HOMA de los casos superior al de los controles aunque sin alcanzar significación estadística (7,5 vs. 3,1; p = 0,3). Conclusiones: aunque la lipodistrofia es muy frecuente en pacientes con infección por el VIH en TARGA, la LC es un tipo poco común de redistribución grasa en esta población. En esta serie la LC se asoció al uso de d4T y a la lipoatrofia. P-10. Lipohipertrofia y lipoatrofia en pacientes infectados por el VIH M. García Lázaro, A. Camacho Espejo, A. Segador Gómez, J.M. Kindelán Jaquotot, J. de la Torre Cisneros, A. Rivero Román Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Reina Sofía (Córdoba). Introducción: Aunque el TARGA ha supuesto el mayor avance en el manejo de la infección por el VIH en los últimos años, presenta diversos efectos adversos, siendo las alteraciones morfológicas uno de los que produce mayor impacto físico y psicológico. 54 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Objetivo: Evaluar la incidencia de lipohipertrofia (LH) y lipoatrofia (LA) en una cohorte pacientes infectados por el VIH. Material y métodos: Estudio prospectivo realizado en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba desde el 1 de noviembre de 2004 al 30 de junio de 2005. Se recogieron datos demográficos, antecedentes e historia de toma de fármacos antirretrovirales a un total de 205 pacientes infectados por el VIH en seguimiento regular por consulta externa. Se valoró subjetivamente la existencia de LH y/o LA. Resultados: De los 205 pacientes evaluados, 145 (70,7%) eran varones. La edad media fue de 41,39 + 8,18 años. El 36,1% (74 pacientes) estaban en estadio sida y 93,2% (191 pacientes) recibían TARGA. Presentaban LH 32 pacientes (15,6%) de los que 13 eran mujeres y 19 varones y LA 67 pacientes (32,7%), 19 mujeres y 48 varones. Ningún paciente había recibido tratamiento qui- rúrgico por este motivo. La LH era más frecuente en pacientes con antecedentes de HTA (p = 0,003) o de hiperlipidemia (p < 0,001). La LA sólo se asoció al antecedente de hiperlipidemia (p = 0,002). Todos los pacientes con LH y/o LA recibían TARGA. Los pacientes con LH habían estado expuestos durante una media de meses significativamente mayor a análogos de la timidina (AZT o d4T), resto de análogos y a IP (p = 0,04, p < 0,001 y p < 0,001 respectivamente). La situación se repetía con los pacientes con LA en cuanto a resto de análogos y a IP (p < 0,001 en ambos casos), no así con los análogos de la timidina, con los que no hubo diferencia significativa. Conclusiones: La incidencia de alteraciones morfológicas en nuestros pacientes es considerable. Son especialmente frecuentes en pacientes con antecedentes de HTA o hiperlipidemia. Los antirretrovirales más relacionados con su desarrollo son los IP y los análogos de los nucleósidos. P-11. Prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en la población infectada por el VIH en el Área Sanitaria de Jerez de la Frontera F. Brun, P. González, A. Terrón, C. García, S. Niño Sección de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Medicina Interna. Hospital SAS de Jerez (Cádiz). Introducción: Tras la introducción, a finales de 1996, del TARGA, se observó una drástica disminución en la mortalidad de los pacientes con infección por VIH. Por este motivo, la infección por VIH se ha convertido en una enfermedad crónica dando lugar a la aparición de nuevas complicaciones, entre otras y relacionada con el efecto tóxico metabólico del TAR, una mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en esta población. Objetivos: Analizar la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en la cohorte de pacientes con infección por el VIH-1 en el Área Sanitaria de Jerez de la Frontera. Material y métodos: Estudio de cohortes observacional y descriptivo. Se han incluido de forma consecutiva todos los pacientes que han acudido a revisión a la consulta monográfica de esta patología en el Hospital de Jerez de la Frontera desde el 1 de Junio al 15 de Septiembre de 2005 (218 pacientes). A todos se les realizó estudio metabólico en ayunas (glucosa, colesterol total, HDL-c, LDL-c, triglicéridos), cuestionario de otros factores de riesgo cardiovascular (hábito tabáquico, medida de tensión arterial (TA) así como historia previa de hipertensión o tratamiento antihipertensivo, antecedentes personales y familiares de cardiopatía isquémica prematura, sedentarismo, diabetes mellitus) y otras manifestaciones de aterosclerosis (aneurisma de aorta abdominal, estenosis carotídea o arteriopatía obliterante crónica de miembros inferiores), medidas antropométricas (peso, perímetro de cintura y cadera, e índice de masa corporal) y estimación del riesgo cardiovascular a 10 años basado en el Framingham Heart Study. La comparación de medias entre los distintos grupos se ha realizado mediante el test de la t de Student. Resultados: El 13,3% de los pacientes presentaron un riesgo moderado-severo (>10%) de enfermedad coronaria a los 10 años. El 84% fueron hombres (81% en el grupo de bajo riesgo, y todos en el grupo moderado-severo). El hábito tabáquico estuvo presente en el 68,5% del total 55 Comunicaciones orales y pósters de pacientes. La presencia de componentes del síndrome metabólico se distribuyó de la siguiente manera: perímetro de la cintura >94 cm en el hombre y > 80 cm en la mujer (Criterios de 2005 de la International Diabetes Foundation (IDF) para población europea), 31,5% y 58,3% respectivamente; hipertrigliceridemia (≥150 mg/dL) 44,3%; HDL <40 mg/dL en hombres y <50 mg/dL en mujeres 41,5% y 41,7%; hipertensión arterial (≥130/85 mmHg) 8,7%; diabetes mellitus 5,9%. El 48,4% refirió un estilo de vida sedentario. En el análisis comparativo de ambos grupos (riesgo coronario a 10 años ≤10% vs. >10%) mostraron diferencia significativa (p<0,05) la edad (39,8 vs. 48,7 años), duración del TAR (tanto inhibidores de la proteasa (30 vs. 48 meses), como inhibidores de la trans- criptasa inversa no análogos de nucleósidos (7 vs. 18 meses), el índice de masa corporal (23 vs. 25 kg/cm2), el perímetro de la cintura y fracción HDLc en hombres (no hubo mujeres en el grupo de riesgo >10%) (89 vs. 96 cm y 47,6 vs. 38,3 mg/dL, respectivamente), la cifra de colesterol total (175 vs. 218 mg/dL) y fracción LDL-c (101 vs. 132 mg/dL) y la cifra de linfocitos T CD4+ (405 vs. 551). Conclusiones: La prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en nuestra población es elevada. Al igual que los factores predictores procedentes de la cohorte de Framingham, la duración del TAR, el índice de masa corporal y el perímetro de la cintura se asocian con el riesgo coronario a 10 años. Son imperativas estrategias de abandono del hábito tabáquico. P-12. Factores de riesgo vascular en pacientes infectados por el VIH M. García Lázaro, A. Segador Gómez, A. Camacho Espejo, J.M. Kindelán Jaquotot, P. Font, A. Rivero Román Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Reina Sofía (Córdoba). Introducción: La introducción del TARGA ha supuesto una gran mejora en la calidad de vida y en la supervivencia de los pacientes infectados por el VIH. Sin embargo en los últimos años se ha señalado que el riesgo cardiovascular (RCV) de estos enfermos podría estar aumentado. Objetivo: Evaluar los factores de presentes en una cohorte de este tipo de pacientes. Material y métodos: Estudio prospectivo realizado en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba desde el 1 de noviembre de 2004 al 30 de junio de 2005. Se Tabla 1 Factor de riesgo vascular Tabaquismo activo Antecedente de dislipidemia Colesterol total > 200 mg/dL LDL > 130 mg/dL HDL < 40 (varón) / 50 (mujer) mg/dL Antecedente de HTA Cifras de TA > 140/90 Antecedente de diabetes Glucemia basal >110 mg/dL Sedentarismo Indice de Masa Corporal > 30 Obesidad abdominal Antecedentes familiares primer grado Nº de pacientes 158 60 66 37 69 15 38 10 31 104 19 44 47 56 Porcentaje 77,1 29,3 32,2 20,8 34,3 7,3 18,5 4,9 15,1 50,7 9,3 21,8 22,9 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS recogieron datos demográficos y antecedentes de diabetes, HTA tabaquismo, dislipidemia y sedentarismo a un total de 205 pacientes infectados por el VIH en seguimiento regular por consulta externa. Se determinó el índice de masa corporal, el perímetro abdominal y los valores séricos de glucosa, colesterol total, LDL y HDL. Resultados: En nuestra cohorte de 205 pacientes, 145 (70.7%) eran varones. La edad media fue de 41,39 + 8,18 años. El 36,1% (74 pacientes) estaban en estadio sida y 93,2% (191 pacientes) recibían TARGA. Los FRV se detallan en la Tabla 1. Conclusiones: La coexistencia de FRV es muy frecuente en nuestros pacientes. Las repercusiones clínicas en el futuro, aunque aún desconocida a día de hoy, obliga a su vigilancia y tratamiento. P-13. Casuística de enfermedades infecciosas en un servicio de Medicina Interna de un hospital general F. Díez, M.C. Gálvez, A. Collado, A. Lazo, B. Cervantes, J.A. Montes Complejo Hospitalario Torrecárdenas (Almería). Introducción: Las enfermedades infecciosas (EI) son una causa frecuente de ingreso hospitalario en servicios de Medicina Interna (MI). Los GRDS son un sistema de clasificación de pacientes, objetivo, validado y comparable que permite conocer la casuística de un Servicio. Objetivo: Conocer la casuística de enfermedades infecciosas en un servicio de Medicina Interna General según el sistema de GRD. Comparar el peso de las enfermedades infecciosas en la casuística de Medicina Interna y la eficiencia en la utilización de las estancias en relación con el resto de altas de MI y de otras unidades médicas. Material y métodos: Estudio retrospectivo de la casuística de las altas médicas de un hospital general durante el año 2004. Se incluyeron como GRD de EI aquellos en los cuales el diagnóstico principal es una enfermedad infecciosa. Las variables dependientes fueron el peso medio como medida de complejidad y la estancia media por GRD como medida de eficiencia. Las variables se analizaron con el programa SSPS 11.5 para Windows. El nivel de significación estadística fue del 5%. Resultados: En el año 2.004 se codificaron 1.251 altas en el servicio de MI; en 339 de las mismas el diagnóstico principal fue una enfermedad infecciosa, lo que supuso el 27,1% de todas las altas y el 26,9% de todas las estancias hospitalarias de MI. El peso medio de las altas de EI y del resto de altas de MI fue de 2,05 y 2,07 (NS) y la estancia media de 12,2 y 12,4 días respectivamente (NS). La complejidad de las altas de MI y de EI fueron superiores a las del resto de las unidades médicas, a excepción de Nefrología. Las altas con diagnóstico de infección VIH fueron100 (29% de las altas de EI y el 8% del total de MI). El peso medio de las altas VIH fue de 2,2, significativamente superior al del resto de EI y de MI (p < 0,05), y la EM de estas altas fue de 12,47 días (NS respecto a la EM de EI y MI). Los GRD más frecuentes, y su estancia media se reflejan en la Tabla 1. Tabla 1 01 02 03 04 05 06 07 GRD Descripción n % EM Peso 714 540 89 716 584 561 90 HIV con diagnóstico relacionado significativo Infección e inflamación respiratoria con cc mayor Neumonía simple y pleuritis edad> 17 con cc HIV sin otros diagnósticos relacionados Septicemia con cc mayor Osteomielitis, artritis séptica con cc mayor Neumonía simple y pleuritis edad > 17 sin cc 40 30 27 21 19 15 12 11,8 8,8 8,0 6,2 5,6 4,4 3,5 12,25 14,43 11,74 6,05 17,42 13,47 10,67 2,05 3,67 1,43 1,18 3,98 4,53 0,87 57 Comunicaciones orales y pósters Tabla 1 (cont.) 08 09 10 GRD 421 320 423 Descripción Enfermedad vírica edad > 17 Infecciones de riñón 6 tracto urinario con cc Otros diagnósticos de enfermedad infecciosa o parasitaria Conclusión: Las altas con diagnóstico principal de EI representan el 27% de los ingresos y de las estancias en un Servicio de MI de un Hospital General. La complejidad, medida por el Peso Medio, es elevada, similar al del resto de altas n 12 11 11 % 3,5 3,5 3,5 EM 7,92 8,64 9,47 Peso 0,67 1,08 1,07 de MI y superior al de la mayoría de las altas de otras especialidades médicas. Las altas por procesos relacionados con la Infección VIH representan un 29% del total de altas de EI, son más complejas y su manejo más eficiente. P-14. Experiencias de los dos primeros años de funcionamiento de una consulta de Salud Internacional (2003-2005) E. Cañas(1), J.L. Haro(1), M.E. Ruiz-Pipaón(2), M. Aguilar(1), N. Espinosa(1), J. Pachón(1), J. Aznar(2) (1) Servicio de Enfermedades Infecciosas; (2)Servicio de Microbiología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: El incremento de los viajes intercontinentales y de la inmigración ha originado nuevos retos sanitarios en nuestra sociedad. Analizamos la experiencia inicial de una consulta de Salud Internacional de un hospital de tercer nivel. Material y métodos: Estudio descriptivo prospectivo de las características de los pacientes atendidos en la consulta de Salud Internacional de nuestro hospital desde el inicio de su funcionamiento (15 de septiembre de 2003) hasta el 15 de septiembre de 2005. Resultados: Se atendieron 249 pacientes (86 viajeros internacionales, 20 cooperantes y 153 inmigrantes/refugiados), con una demora media de 2,2 días (mediana: 0 días). El grupo de los 106 viajeros y cooperantes tenía una edad media de 38,8 años (rango: 19-74), el 54% eran varones, y consultaron directamente (28%), o derivados desde Urgencias (28%), Sanidad Exterior (23%) o por su médico de cabecera (4%). Las áreas geográficas visitadas fueron África subsahariana (40), América Central y Caribe (17), Asia (17), Magreb (17) y América del Sur (12). La media del viaje había sido de 30,8 días (rango: 3-390, mediana 14 días); el 78% habían sido viajes “no convencionales” y sólo el 52% de los pacientes habían recibido consejos pre-viaje. La primera consulta tuvo lugar con una mediana de 16 días tras el regreso, siendo los principales motivos de consulta los síndromes febril (37%) y diarreico (35%), y las lesiones cutáneas (17%). Los diagnósticos más frecuentes fueron la fiebre de corta duración (17) y la diarrea autolimitadas (14), sin diagnóstico etiológico, seguidos del síndrome de intestino irritable (11), rickettsiosis (8), paludismo (7), prúrigo por picaduras (7), giardiasis (6), amebiasis (4), salmonelosis (4), pioderma (4) y dengue (3). Ocho pacientes requirieron ingreso hospitalario, sin ningún fallecimiento. Por su parte, los 143 inmigrantes y refugiados tenían una edad media de 31,3 años (rango: 15-66), el 56% eran varones y llevaban una mediana de 1 año de estancia en nuestro país. La mayoría fue derivada desde los servicios sociales u ONG (29%) o desde Urgencias (28%) o consultaron directamente (28%), y menos frecuentemente acudieron derivados por otros servicios hospitalarios (10%) o por su médico de cabecera (9%). Las principales áreas de procedencia fueron América del Sur (40), Europa del Este (31) y el Magreb (30); y, menos frecuentemente, África subsahariana (15), América Central y Caribe (10), y Asia (8). Los principales motivos de consulta fueron el cribaje de enfermedades transmisibles (38%), síndrome febril (12%), síndromes digestivos (12%), lesio- 58 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS nes cutáneas (10%), síntomas respiratorios (8%) y sospecha de sífilis (8%). Los diagnósticos más frecuentes fueron infección tuberculosa latente (40), hepatopatía crónica (7), sífilis (6), tuberculosis (6), infección respiratoria baja (6), piomiositis (3), celulitis (3), anemia ferropénica (3), paludismo (2), helmintiasis (2), escabiosis (2) y dispepsia ulcerosa (2). A 21 pacientes se les recomendó quimioprofilaxis secundaria de tuberculosis, de los que sólo 13 (62%) la completaron. Conclusiones: Los perfiles clínicos y epidemiológicos del grupo de viajeros y cooperantes difiere claramente del de inmigrantes y refugiados; en estos últimos predominan los problemas de salud “cosmopolitas” sobre los clásicamente “tropicales”. P-15. Características clínicas y epidemiológicas de las bacteriemias por Pseudomonas aeruginosa en un hospital de tercer nivel G. Duro(1), L. Aliaga(2), M. Omar(1), I. Gea(1), M. Mateas(1), J.J. Hernández Burruezo(1) (1) Unidad de Infecciones. Complejo Hospitalario de Jaén. (2) Unidad de Infecciones. Hospital Virgen de las Nieves (Granada). Introducción: Pseudomonas aeruginosa constituye una causa importante de bacteriemias, sobre todo nosocomiales, con una elevada mortalidad. Objetivo: Analizar las características epidemiológicas y clínicas de las bacteriemias por Pseudomonas aeruginosa (BPA) Material y métodos: Se recogieron los casos de BPA en pacientes ingresados entre enero de 1993 y diciembre de 2001. Resultados: Durante el periodo de estudio se incluyeron 157 episodios de BAP en 155 pacientes (109 hombres), con una edad media de 54,17 ± 21.05 años. En conjunto, el 76% de las BAP fueron nosocomiales y el 61% estuvieron ingresados en UCI. El tracto respiratorio inferior (28%) y los dispositivos intravasculares (14%) fueron las fuentes conocidas más frecuentes, mientras que el 44% fueron primarias. Un 18% de las bacteriemias fueron polimicrobianas. La mayoría de los pacientes presentaban algún proceso considerado como predisponente para la adquisición de BAP: administración de antibióticos en los 10 días previos (52%), cirugía previa en el mes anterior (29%), enfermedad neoplásica (22%), diabetes mellitus (17%), tratamiento esteroideo (17%), insuficiencia renal crónica (15%), neutropenia (11%), quimioterapia (9%), politraumatismo (7%) e infección por VIH (6%). De acuerdo a la clasificación de McCabe, el 20% de los pacientes se consideraran afectados de un proceso mortal a corto plazo y el 39% de un proceso mortal a largo plazo, mientras el 41% sufrían procesos no mortales. En cuanto a las instrumentaciones que frecuentemente han sido asociadas con BAP, el 82% eran portadores de un catéter venoso periférico, el 60% de sondaje vesical, el 56% de tubo endotraqueal, el 46% de catéter venoso central y el 10% de sonda nasogástrica. Respecto a las características clínicas, la fiebre fue el hallazgo más frecuente (96%), y las complicaciones más destacables fueron shock séptico (39%), coagulopatía (19%) y en sólo 6 casos se documentaron metástasis sépticas. En un 65% de los episodios se instauró un tratamiento empírico en las primeras 24 horas tras el inicio de los síntomas, aunque en un 25% no incluía ningún antibiótico con actividad antipseudomonas. El tratamiento definitivo más habitual consistió en la administración de un beta-lactámico con actividad antipseudomonas, acompañado de un aminoglucósido, manteniéndose el tratamiento empírico en la mitad de los casos. El tratamiento definitivo fue adecuado en el 93% de los episodios. La mortalidad global de la serie fue del 32,5%, en dos tercios de los casos atribuible directamente a la bacteriemia. Conclusiones: Pseudomonas aeruginosa continua siendo siendo una importante causa de bacteriemia, sobre todo de origen nosocomial. Afecta a pacientes con enfermedades debilitantes y se acompaña de shock séptico y coagulopatía en un importante número de casos, lo que conlleva una elevada mortalidad. 59 Comunicaciones orales y pósters P-16. Factores pronósticos de las bacteriemias por Pseudomona aeruginosa G. Duro(1), L. Aliaga(2), M. Omar(1), A. Arroyo(1), M. Requena(1), J.J. Hernández Burruezo(1) (1) Unidad de Infecciones. Complejo Hospitalario de Jaén. (2) Unidad de Infecciones. Hospital Virgen de las Nieves (Granada). Introducción: La bacteriemia por Pseudomonas aeruginosa (BPA) continúa presentando una elevada mortalidad, que se estima entre un 18 y un 61%. Objetivo: Identificar en nuestro medio los principales factores pronósticos de este proceso Material y métodos: Se revisaron las historias clínicas de los pacientes con BPA y se realizó un análisis estadístico con el programa SPSS 11.0 para determinar qué variables (epidemiológicas, clínicas, analíticas o de tratamiento) se relacionaron con la mortalidad global y la mortalidad directamente atribuible a la BPA. Resultados: Un total de 157 episodios de BAP en 155 pacientes (109 hombres) se incluyeron en el estudio. En la Tabla 1 se recogen aquellas variables que en el análisis univariante se relacionaron con la con la mortalidad global y la mortalidad directamente atribuible a la BPA. En el análisis multivariante, tras ajustar las variables significativas en el análisis univariante por la edad, únicamente la presencia de shock séptico se relacionó tanto con la mortalidad global (OR: 10,11; IC 95%: 2,62-38,96; p = 0,001) como con la mortalidad directamente relacionada con la BPA (OR: 9,11; IC 95%: 1,53-53,31; p = 0,014). La presencia de coagulopatía se vinculó con la mortalidad directamente relacionada con la BPA (OR: 9,59; IC 95%: 1,53-37,72; p = 0,013) Conclusiones: En nuestros pacientes, la presencia de shock séptico y coagulopatía se relacionan de forma independiente con el pronóstico de la bacteriemia por Pseudomonas aeruginosa. Tabla 1 Mortalidad global Mortalidad directamente relacionada p < 0,001 p = 0,01 Politraumatismo OR: 0,61 (0,65-0,80); p = 0,01 OR: 0,72 (0,65-0,80); p = 0,04 Diabetes mellitus OR: 2,50 (1,07-5,79); p = 0,03 NS Catéter venoso periférico OR: 3,23 (1,03-10,15); p = 0,03 OR: 4,44 (1,01-20,03); p = 0,037 Shock séptico OR: 13,68 (5,86-31,93); p < 0,001 OR: 27,83 (8,87-87,31); p < 0,001 Coagulopatía OR: 6,91 (2,61-18,27); p < 0,001 OR: 12,08 (4,47-32,66); p < 0,001 NS OR: 6,38 (1,11-36,55); p = 0,019 OR: 3,47 (1,25-9,62); p = 0,02 OR: 4,25 (1,33-13,56); p = 0,015 Proteinemia < 5 g/dL OR: 5,41 (1,60-18,03); p = 0,007 OR: 6,95 (1,78-27,09); p = 0,006 Leucocitosis < 20.000/mL OR: 4,91 (1,29-19,00); p = 0,003 OR: 5,30 (1,38-20,18); p = 0,017 Act. protrombina < 50% OR: 9,18 (1,56-53,93); p = 0,016 NS Edad Metástasis sépticas Uremia > 60 mg/dL 60 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-17. Diagnóstico rápido de la orquiepididimitis brucelar mediante real-time PCR en muestras de orina J.D. Colmenero(1), M.L. Queipo-Ortuño(2), J.M. Reguera(1), N. Muñoz Roca(1), A. Plata(1), P. Morata(2) (1) Unidad de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Medicina Interna. Hospital Carlos Haya (Málaga). (2) Departamento de Bioquímica y Biología Molecular. Facultad de Medicina. Universidad de Málaga. Introducción: La orquiepididimitis es la segunda complicación focal de la brucellosis afectando entre un 5-10% de los varones con brucelosis. El diagnóstico directo de las complicaciones genitourinarias de la brucelosis se demora con frecuencia debido a que su sintomatología es inespecífica y a que la rentabilidad del cultivo en las muestras de orina es escasa. Objetivo: En el presente estudio describimos una prueba de real-time PCR en muestras de orina y analizamos se rentabilidad en el diagnóstico rápido de la orquiepididimitis brucelar. Material y métodos: Se han incluido en el estudio 10 pacientes con orquiepididimitis brucelar. A todos los pacientes se les realizó hemocultivo, rosa de Bengala, SAT y Bcapt, así como cultivo y real-time PCR usando como fluorósforo SYBR Green en una muestra de orina recién emitida. Con objeto de valorar la especificidad de la técnica las muestras de orina de los pacientes con brucelosis fueron pareadas frente a un número identico de muestras de pacientes con otras ITU: (E coli 4 casos, K pneumoniae dos casos, P mirabillis dos casos y un caso de C freundii and P aeruginosa, respectivamente). Resultados: La edad fue 38,4 años (rango 2169). Ocho pacientes (80%) presentaron la orquiepididimitis en la primoinfección y en 2 (20%) durante un episodio de recidiva. La duración de los síntomas antes del diagnóstico fue de 30,2±16,2 días (rango: 5-51). Todos los casos tuvieron fiebre, dolor testicular e hinchazón escrotal. Sólo 3 pacientes (30%) tuvieron leucocitosis y 4 (40%) alteraciones en el examen de orina; tres de ellos con 8-15 leucocitos/c y uno con leucocituria y proteinuria 650 mg/dL. El diagnóstico de la brucelosis fue establecido mediante hemocultivo en 9 casos (90%) con un tiempo medio en la identificación de Brucella de 5,8 días (rango 4,5-7). La seroaglutinación de Wright fue negativa o con títulos no concluyentes en el 30% de los casos. Sólo en uno de los urocultivos se aisló B melitensis; por el contrario, la real-time PCR fue positiva en 9 (90%) de las 10 muestras de orina. En todos los casos con PCR positiva, la temperatura de melting confirmó la especificidad del fragmento amplificado. Adicionalmente la real-time PCR fue negativa en las 10 muestras de orina del grupo control. Conclusión: La prueba de real-time PCR en muestras de orina, parece una técnica altamente sensible y específica, facil de realizar y rápida, pudiendo proporcionar al clínico un resultado en 5 horas; lo cual, unido a la reducción del riesgo que supone manejar microorganismos vivos y a que la muestra puede conservarse a -20 ºC hasta el momento de su procesamiento, la convierte en una herramienta muy útil para el diagnóstico de las complicaciones genitourinarias de la brucelosis. P-18. Endocarditis infecciosa de localización izquierda en 6 hospitales andaluces a lo largo de las dos últimas décadas J.M. Lomas, A. de Alarcón, J. Gálvez, J. Ruiz, J.M. Reguera, J. de la Torre. Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares. 61 Comunicaciones orales y pósters Introducción: La endocarditis infecciosa (EI) continúa representando un problema importante en nuestro medio sanitario que obliga a poseer un conocimiento importante de esta patología para mejorar el pronóstico de los pacientes. Objetivos: Analizar los casos de EI diagnosticados en nuestro entorno hospitalario en las dos últimas décadas así como la búsqueda de elementos de diferenciación que, en las características de la EI, hayan podido establecerse a lo largo del tiempo. Material y métodos: Estudio retrospectivo de los pacientes que, con el diagnóstico de EI, están incluidos en la base de datos de la Cohorte Andaluza para el Estudio de Infecciones Cardiovasculares (CAEI-CV). Resultados: 626 pacientes incluidos,180 de los cuales fueron recogidos en el periodo comprendido entre 1983-1994 (grupo 1) mientras que los 446 pacientes restantes se incluyeron entre 19952005 (grupo 2). Edad media (± DE): 53,4 ± 17,1 años con un 68,5% de varones. Existía comorbilidad añadida en el 61% de los pacientes, sin una clara patología preponderante. En el 69,1% de los casos, se identificó una valvulopatía subyacente. En el 75,1% de los casos, la EI asentaba sobre una válvula nativa, mientras que las endocarditis protésicas (EIVP) se la repartían el 16,9% de las EIVP tardías y el 7,8% de las EIVP precoces. La afectación aislada de las válvulas aórtica (43,8%) y mitral (41%) representan la localización más frecuente. En el 45,1% de nuestros pacientes no pudimos identificar el origen de la bacteriemia y entre aquellos identificados destacaba la manipulación vascular (10,1%), la ADVP (6,9%) y la manipulación dentaria (6,4%). Los principales agentes etiológicos fueron los estreptococos (30,6%, representando S. viridans el 21,5%), S. aureus (19,9%), Estafilococos coagulasanegativos (14,6%) y Enterococcus spp (10,9%). En 56 casos no se identificó el patógeno responsable. El 45,5% de nuestros pacientes hubo de someterse a un recambio valvular, representando la IC el 71,7% de las indicaciones quirúrgicas. La tasa de mortalidad de nuestra población fue del 29,3%. El análisis por separado de ambos periodos revela que, con respecto al segundo grupo, en el grupo 1 nos encontramos con una población más joven (46,7 vs. 56,2 años), con mayor porcentaje de varones (73,3% vs. 66,5%), menos comorbilidad asociada (35,8% vs. 73,2%) aunque con mayor porcentaje de hepatópatas (8,1 vs. 3,9%) y menor tasa de exitus (21,7% vs. 32,6%), todo ello en el contexto de una presencia mayor de ADVP ( 9,4% vs. 5,8%). Conclusiones: 1. El estudio de los pacientes con EI nos ayuda a optimizar el proceso diagnóstico-terapeútico a la hora de enfrentarnos a esta entidad. 2. Las diferencias existentes en las características poblacionales de ambos periodos de estudio están potenciadas por el perfil del paciente con ADVP. P-19. Factores pronósticos de la endocarditis izquierda J. Gálvez-Acebal, A. Alarcón, J.M. Reguera, J. Ruiz, J.M. Lomas, J. de la Torre Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares. Servicio de Enfermedades Infecciosas, Servicio de Hematología, Servicio de Oncología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, la mortalidad de la endocarditis infecciosa izquierda (EII) continúa siendo elevada. Es necesario conocer los factores que determinan este mal pronóstico para seleccionar aquellos pacientes que puedan beneficiarse de una manejo más agresivo. Objetivo: Conocer los factores pronósticos de la EII en una cohorte multicéntrica. Pacientes y métodos: Estudio de cohorte de las EII diagnosticadas según los criterios de Duke en 6 hospitales andaluces durante los años 1983 a 2005. Se considera la mortalidad cruda, como la ocurrida por cualquier causa durante la fase de hospitalización inicial. Se recogieron múltiples variables clínicas y epidemiológicas en una base de datos. El estudio estadístico se llevó a cabo mediante análisis univariante y multivariante con regresión logística mediante el programa SPSS. Resultados: Se recogieron 626 casos, el 68,4% varones, con edad media de 53,47 ± 17,1 años. 62 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS En 559 casos (89,3%) el diagnóstico fue definido. 470 (75%) sobre válvula nativa y 155 (55%) protésicas, con afectación aórtica en 276 (43,8%) y mitral en 256 (40,9%). El 71,7% padecía alguna enfermedad concomitante. 244 casos (38,9%) presentaron insuficiencia cardiaca, 216 (34,5%) embolismos, y 273 (27,6%) manifestaciones neurológicas. Los microorganismos más frecuentes fueron Streptococcus viridans 134 (21,4%), Staphylococcus aureus 124 (19,8%), Staphylococcus coagulasanegativo 91 (14,5%) y Enterococcus spp 68 (10,9%). Se intevinieron 234 pacientes (37,4%). La mortalidad cruda fue del 27,8% (174 casos) y recidivaron 12 (1,9%). En el análisis multivariante se asociaron de manera independiente con la mortalidad: Edad superior a 65 años (OR: 2,08; IC 95%: 1,2-3,4; p = 0,005), existencia de enfermedad de base (OR: 2; IC 95%: 1,2-3,5; p = 0,006) endocarditis protésica (OR: 2,5; IC 95%: 1,2-3,8; p = 0,006) etiología por S. aureus (OR: 2,5; IC 95%: 1,2-4,1; p = 0,005), manifestaciones neurológicas (OR: 2; IC 95%: 1,2-3,4; p = 0,007), presencia de shock séptico (OR: 3,6 IC 95%: 1,77,4; p < 0,001), desarrollo de fracaso renal (OR: 2,1; IC: 1,3-3,5; p = 0,003) e insuficiencia cardiaca moderada o severa (OR: 4,3; IC 95%: 2,6-7,1; p < 0,001). Conclusión: La mortalidad durante la fase aguda ha sido elevada. Existen datos clínicos en la valoración inicial y evolutivos que se asocian a mal pronóstico durante la fase de hospitalización, como la edad avanzada, la existencia de enfermedades crónicas concomitantes, la afectación protésica, cuando el agente etiológico es S. aureus y con el desarrollo de complicaciones sépticas, neurológicas y hemodinámicas. P-20. Infecciones sistémicas por dispositivos de electroestimulación cardiaca (DEEC). ¿Es posible la curación sin la retirada del sistema? A. de Alarcón(1), J. Gálvez(2), J. Ruiz(3), J.M Reguera(4), J.M. Lomas(5), J. de la Torre(6) Grupo Andaluz para el Estudio de las Infecciones Cardiovasculares. (1) HU Virgen del Rocío (Sevilla). (2)HU Virgen Macarena (Sevilla). (3)HU Virgen de la Victoria (Málaga). (4) HU Carlos Haya (Málaga). (5)H. Juan Ramón Jiménez (Huelva). (6)H Costa del Sol (Marbella, Málaga). Introducción: La extracción de DEEC infectados y largo tiempo implantados supone un serio problema técnico, no exento de riesgo. Objetivo: Evaluar, de acuerdo con los datos aportados por la literatura, si es posible el tratamiento conservador en determinados tipos de infección de estos dispositivos. Pacientes y métodos: 106 pacientes con infección sistémica de DEEC recogidos en 6 hospitales andaluces (Cohorte Andaluza para el Estudio de Infecciones Cardiovasculares) se dividieron en dos grupos según tuvieran (Grupo 1) o no (Grupo 2) infección de la bolsa del generador, realizándose estudio ecográfico para la detección de vegetaciones. Resultados: Grupo 1: n = 67 pacientes, 55 de ellos con ecografía disponible (transtorácica, TT, en 38 y tranesofágica, TE, en 17). Veinte de ellos con vegetaciones fueron sometidos a explantación completa en 18 casos (17 curaciones y 1 exitus) y dos a tratamiento conservador (2 exitus). De los 35 casos sin vegetaciones visibles, en 31 los cables fueron explantados (28 curaciones, 2 exitus, 1 fracaso), siendo el cultivo de los mismos positivo en el 84% de los realizados. De los 4 pacientes tratados de manera conservadora 3 murieron y uno curó, aunque con extirpación del generador. Grupo 2: n = 39, 36 de ellos con ecografía disponible (TT en 21 y TE en 15). Ventiséis tenían vegetaciones y se explantaron los cables en 20 (15 curan y 5 exitus). Seis pacientes recibieron sólo tratamiento médico (1 curación, 1 fracaso y 4 exitus). En 8 pacientes no se detectaron vegetaciones, pero se extrajeron igualmente los cables en 6 de ellos (66% de cultivos positivos) y dos fueron manejados de manera conservadora, falleciendo ambos. Conclusiones: Nuestra casuística desaconseja el manejo conservador de estos pacientes, incluso en aquellos sin infección visible de la bolsa del marcapasos ni vegetaciones en la ecografía. Sin embargo, es posible que el uso rutinario de la ecografía TE pueda cambiar estos datos en el futuro. 63 Comunicaciones orales y pósters P-21. Auditoría de un protocolo hospitalario de tratamiento de las neumonías adquiridas en la comunidad que precisan de ingreso hospitalario A. Collado, B. Cervantes, J.A. Montes, F.J. Gamir, M.C. Gálvez, F. Díez Servicio de Medicina Interna. Hospital Torrecárdenas (Almería). Introducción: La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) es una causa frecuente de morbimortalidad que genera una tasa variable de ingresos hospitalarios y sobre la que existe una pobre evidencia sobre el tratamiento antimicrobiano (TAM) que administrar. Por ello parece justificada la protocolización de su manejo para perseguir así una buena práctica clínica. Objetivo: Conocer si el TAM inicial y definitivo prescrito a las NAC que precisan de ingreso en nuestro hospital se adecua a las recomendaciones de un protocolo hospitalario previamente elaborado y difundido por la Comisión de Infecciones del hospital conforme a las guías de terapéutica antiinfecciosa de mayor prestigio y uso habitual. Pacientes y métodos: Estudio descriptivo, realizado mediante análisis retrospectivo de las historias de pacientes diagnosticados e ingresados por NAC en un hospital de tercer nivel, elegidas de forma aleatoria entre enero y diciembre de 2004. El tamaño muestral se estimó en 40 casos, recogiéndose de las historias clínicas correspondientes datos básicos de filiación, enfermedades de base, factores predisponentes, técnicas diagnósticas realizadas y TAM realizado (principio activo, dosis, forma de administración, intervalo y duración). Finalmente se procedió a evaluar la adecuación de los TAM por clínicos y Comisión de Infecciones. Resultados: De las 40 historias analizadas, 28 correspondían a hombres (70%), con una edad media de 64,7 años (rango de 22 a 87 años con desviación típica de 17,12). Dos pacientes precisaron de ingreso en UCI (5%) y el resto lo hicieron en servicios médicos (Medicina Interna: 40%). Tenía alguna enfermedad de base el 80% de la población estudiada (diabetes: 32,5%; enfermedad pulmonar 22%; HTA: 20%; cardiopatía isquémica: 12%; otra infección simultánea: 10%; ACV previo: 5%; infección VIH: 2,5%) y 17 pacientes (42,5%) referían un ingreso hospitala- rio en el año previo (7,5% por NAC). El 27,5% de los pacientes eran fumadores y el 15% bebía más de 40 g de alcohol/día. Tres pacientes fallecieron durante la hospitalización por causa directamente relacionada con la NAC y otros 2 por causa no relacionada (total: 12,5%). Con respecto a las manifestaciones clínicas durante la primera evaluación, 42,5% de los pacientes presentaban fiebre, 80% tos, 75,5% expectoración, 32,5% dolor costal pleurítico, 65% disnea, y shock séptico 2,5%. El 77,5% de los casos presentaron un patrón radiológico alveolar, siendo la localización habitual lobar (77,5%) con un 10% de pacientes con derrame pleural. No se recogió ningún caso de cavitación y sólo 1 caso de neumotórax espontáneo. En tres pacientes (7,5%) se objetivó progresión radiológica en las primeras 48 horas. En el 17,5% de las ocasiones se llegó al diagnóstico etiológico. Se realizó gram y cultivo de esputo al ingreso en el 67,5% (de ellos, resultaron negativos el 74%), en el 20% hemocultivos (positivos, 12% de ellos), en el 17,5% tests serológicos, y alguna técnica invasora en el 10% de los casos. Recibió TAM empírico previo al ingreso el 7,5% de los pacientes, durante una media de 3,5 días. El TAM empírico prescrito en el hospital se consideró apropiado según protocolo en el 62,5% de los casos y según la etiología (en los casos en los que se llegó a un diagnóstico etiológico) en el 28,5% de las ocasiones. Conclusiones: 1. El porcentaje de TAM empíricos apropiados según etiología es muy bajo, posiblemente por la escasa rentabilidad de las pruebas diagnósticas en esta serie, dado que en las NAC en las que no se llegó a diagnóstico etiológico la evolución fue satisfactoria con el TAM inicial. 2. El tratamiento de la NAC que precisa de hospitalización se realiza de forma mayoritaria según las recomendaciones de la Comisión de Infecciones. 3. Es precisa una evaluación periódica para detectar un uso inadecuado/inapropiado de antimicrobianos en la NAC. 64 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-22. Etiología de la neumonía en pacientes con cáncer M. Aguilar-Guisado, J.M. Cisneros, E. Cordero, I. Espigado, M. Noguer, J. Pachón Servicio de Enfermedades Infecciosas; Servicio de Hematología; Servicio de Oncología. Hospitales Universitarios Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: Las neumonías son frecuentes en pacientes con cáncer y tiene una mortalidad elevada. Conocer la etiología más probable en cada caso podría mejorar el pronóstico. Objetivos: Describir la etiología de las neumonías en pacientes con cáncer. Analizar las diferencias en la etiología según el tipo de cáncer, el lugar de adquisición de la neumonía y la presencia o no de neutropenia al diagnóstico. Material y métodos: Estudio descriptivo de todas las neumonías diagnosticadas en pacientes con cáncer ingresados en Hematología y Oncología en el periodo de estudio (noviembre de 2002 a febrero de 2005). Variables analizadas: tipo de cáncer, lugar de adquisición de la neumonía, presencia de neutropenia al diagnóstico. Análisis de las etiologías más frecuente de las neumonías según el lugar de adquisición, tipo de cáncer, y presencia o no de neutropenia. Resultados: Se incluyeron 109 neumonías en 93 pacientes. La mediana de edad fue 57 años (18-84), y el 59,5% fueron varones. Ochenta y uno (75%) tenían cáncer hematológico y 22 (20%) eran receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos. Sesenta y un pacientes (59%) presentaban neutropenia en el momento del diagnóstico de la neumonía. El 66% de los episodios (n = 72) fueron de adquisición comunitaria. Se alcanzó el diagnóstico etiológico en 52 casos (47,7%). La etiología más frecuente fue la fúngica (34,5%) y entre ellos la aspergilosis invasora (13,5%); seguida de los microorganismos gram positivos (33%), siendo el más frecuente Streptococcus pneumoniae (14%); los gram negativos (23,5%), destacando Pseudomonas aeruginosa (18%) y los anaerobios (9%). En los pacientes con cáncer hematológico fueron más frecuentes las neumonías fúngicas (46%), mientras que en los pacientes con cáncer sólido lo fueron las bacterias gram negativas y anaerobias (ambos 35,5%). En las neumonías comunitarias las bacterias gram positivas fueron la etiología más común; en las de adquisición nosocomial, las de etiología fúngica (RR 1,7; IC 95%: 1,1-2,5). En las neumonías en pacientes con neutropenia la etiología fúngica fue la más frecuente (RR 1,8; IC 95%: 1,7-4,9); en las neumonías de los pacientes sin neutropenia fueron más frecuentes las causadas por bacterias gram positivas (RR 2,2; IC 95%: 1,4-3,5). Conclusiones: La etiología de las neumonías en pacientes con cáncer se establece en la mitad de los casos, y la etiología más frecuente son los hongos y las bacterias gram positivas. Cuando la adquisición es nosocomial, la etiología más frecuente son las bacterias gram positivas, y si la adquisición es nosocomial la etiología más frecuente es la fúngica. En los pacientes con neutropenia son más frecuentes las neumonías fúngicas. P-23. Características epidemiológicas de los pacientes con diagnóstico de lúes en la Costa del Sol occidental F. Moreno Martínez(1), J. de la Torre Lima(1), A. del Arco Jiménez(1), J.L. Prada Pardal(1), J. Aguilar García(1), N. Montiel Quezel-Guerraz(2) (1) Servicio de Medicina Interna;. (2)Laboratorio de Microbiología. Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). 65 Comunicaciones orales y pósters Introducción La lúes es una entidad “olvidada” en los últimos años por la importancia de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS). No obstante, diversos trabajos indican que su incidencia está aumentando. Objetivos: Estudiar las características clínicas y epidemiológicas de pacientes con lúes durante los años 2004 y 2005 en nuestra área hospitalaria. Material y método: Estudio retrospectivo descriptivo de todos los pacientes que han presentado lués, confirmada mediante serología positiva a TPHA/RPR, en el distrito sanitario Costa del Sol entre enero de 2004 y julio de 2005. Se explotan los datos del Servicio de Microbiología. Resultados: En el periodo del estudio se han detectado 50 casos de lués; 27 en 2004 y 23 en el periodo estudiado de 2005. La edad media fue de 36 años (rango: 19-68), estando comprendidos 37 pacientes (74%) entre los 22 y los 36 años. El 64% fueron varones. El 44% (22 pacientes) eran extranjeros (nacidos fuera de España), siendo la frecuencia, por orden decreciente: árabes 9, sudamericanos 6, europeos 6, asiático 1. Un 35% de las mujeres se encontraban en periodo de gestación. Presentaban antecedentes de infección por VIH un 10%, otras ETS un 12% y toxicomanía un 4%. Figuraban conductas de riesgo en un 52% de los casos, siendo la mayoría en pacientes heterosexuales (76,9%). De los datos recogidos, en el 72% la infección fue diagnosticada durante el periodo de estudio, siendo un 43% el primer episodio, un 29% segundo o más y un 29% desconocido. La presentación más frecuente fue la de asintomático (50%), chancro en un 30% y secundarismo en un 13%. Se realizaron 6 estudios de LCR por sospecha de neurosífilis, siendo positivo un caso. La mayoría de los pacientes procedía de Atención Primaria (74%). El 56% fueron seguidos a nivel hospitalario (un 34% por Medicina Interna). Tan sólo figura recogido consejo o estudio de pareja en un 12% (6 pacientes). Conclusiones: En nuestro medio, la lués es una patología con predominio en varones, menores de 35 años, con un porcentaje relevante de pacientes extranjeros y mujeres embarazadas. La presentación más frecuente es el paciente asintomático y el chancro sifilítico. Consideramos importante establecer una unidad de referencia que centralice y aborde esta patología y que se implique en fomentar la prevención y vigilancia entre la población de riesgo. P-24. Brote epidémico por Staphylococcus aureus meticilín-resistente: ¿sólo nosocomial? F. Moreno Martínez(1), A. del Arco Jiménez(1), J.L. Prada Pardal(1), J. de la Torre Lima(1), N. Montiel Quezel-Guerraz(2), J. García Alegría(1) (1) Servicio de Medicina Interna; (2)Unidad de Microbiología. Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). Introducción: S. aureus meticilín-resistente (SAMR) representa tradicionalmente un problema importante dentro de la patología nosocomial. Durante el año 2004 el Servicio de Microbiología del Hospital Costa del Sol (HCS) registró un total de 47 cultivos positivos a SAMR de un total de 242 cultivos positivos a S. aureus (19,42%), y 41 de 262 en 2003 (15,64%). Durante el mes de marzo y los primeros días de abril de 2005 se comunicaron un número de casos desproporcionado en comparación con la media de años anteriores. Objetivos: Describir las características epidemiológicas de la infección por SAMR en el brote registrado en 2005. En función de éstas, establecer medidas de alerta para reconocimiento precoz en caso de nuevas amenazas Material y método: Se realiza un análisis descriptivo de todos los pacientes que presentaron infección por SAMR en el brote, evolución y, asimismo, descripción de las normas de actuación y recomendaciones efectuadas por la comisión hospitalaria. Resultados: Entre el 1 de marzo y el 2 de mayo 21 pacientes presentaron infección por SARM en diversas localizaciones. El último caso con aislamiento ingresó el 2 de mayo. La ocupación media del hospital es de 270 camas. 12 fueron varones; 9 mujeres. La edad media fue de 70 años. Según distribución por edades, entre 40 y 59 años figuraban 4 pacientes, 11 entre 60 y 79, y 6 mayores de 80 años. 12 pacientes presentaban ingresos previos en el último año. Según los criterios admitidos por la comisión, 4 casos fueron de adquisición nosocomial, 8 de adquisición nosocomial incierta, al existir aislamiento precoz de SARM, pero con antecedentes de 66 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS ingreso hospitalario cercano en el tiempo, y 9 posibles casos de origen comunitario (sin ingresos previos o anteriores conocidos o posibles importados). Por servicios, 10 pacientes estaban adscritos a Medicina Interna, 5 a Neumología, 4 a Cirugía, y 1 a Traumatología y Hematología. Entre la comorbilidad, destacaba EPOC en 7 pacientes, neoplasia en 6, insuficiencia cardiaca y diabetes en 5, y 3 con demencia. 12 pacientes tenían 3 o más patologías asociadas. Se aisló SAMR en heridas en 10 pacientes, 6 en esputos y 5 en hemocultivos, siendo en 2 casos aislados simultáneamente en herida y hemocultivo. Fueron tratados con vancomicina 19 pacientes, y 2 con teicoplanina. Fallecieron 12 pacientes. Las actuaciones y recomendaciones iniciales recogían de forma global: organizar el aislamiento de contacto de los pacientes infectados agrupados en una zona restringida, refuerzo de las medidas de aislamiento de contacto por parte del per- sonal, estudio de portadores entre pacientes y personal, tratamiento descolonizador, estudio de identificación de biotipo, información del brote intra- y extrahospitalario y búsqueda retrospectiva de casos. Conclusiones: Los pacientes afectados, en general, eran de edad avanzada, con comorbilidad importante, ingresos hospitalarios previos o prolongados. Existe una alta mortalidad aunque, en general, SAMR no es la causa del fallecimiento. Existe un porcentaje relevante de casos de origen comunitario, que hace considerar al SAMR como un microorganismo emergente de la comunidad. La puesta en marcha de sistemas de alerta y control para SAMR, que deberían incluir a pacientes de edad avanzada con ingresos previos recientes, tratamiento antibiótico reciente y/o infecciones cutáneas en el momento su ingreso, puede evitar su expansión a nivel hospitalario. P-25. Incidencia de síndrome metabólico en pacientes infectados por el VIH M. García Lázaro, A. Camacho Espejo, J.M. Kindelán Jaquotot, R. Jurado Jiménez, J. de la Torre Cisneros, A. Rivero Román Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Reina Sofía (Córdoba). Introducción: Los pacientes con síndrome metabólico (SM) (definidos como aquellos que reúnen 3 o más de los siguientes criterios: circunferencia de la cintura > 102 cm en varones y > 88 cm en mujeres; TA > 130/85, triglicéridos > 150 mg/dL, colesterol HDL < 40 mg/dL en varones y < 50 mg/dL en mujeres, glucemia > 110 mg/dL) tienen habitualmente un elevado riesgo cardiovascular (RCV). Existe una creciente preocupación en los últimos años acerca del RCV de los pacientes infectados por el VIH, que parece estar aumentando. Objetivo: Evaluar la incidencia de SM en pacientes infectados por el VIH. Material y métodos: Estudio prospectivo realizado en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba desde el 1 de noviembre de 2004 al 30 de junio de 2005. Se recogieron los datos demográficos a un total de 205 pacientes infectados por el VIH en seguimiento regular por consulta externa y se les midió la circunferencia de la cintura y la TA. Se les determinó los niveles de triglicéridos, HDLcolesterol y glucosa en sangre. Resultados: Un 70,7% (145 pacientes) de nuestra cohorte eran varones. La edad media fue de 41,39 + 8,18 años. El 36,1% (74 pacientes) estaban en estadio SIDA y 93,2% (191 pacientes) recibían TARGA. La incidencia del SM fue del 18% (37 enfermos). En la Tabla aparece detallado cada criterio por separado. Conclusiones: La incidencia de SM fue del 18% en nuestros pacientes. La detección sistemática de este síndrome puede señalar un grupo de enfermos con RCV elevado en los que habría que reforzar las medidas encaminadas a corregirlo. 67 Comunicaciones orales y pósters Tabla 1 N.º de pacientes (varón/mujer) Porcentaje (varón/mujer) Síndrome metabólico 24 / 13 16,6/21,7 Circunf. cintura > 102 cm/> 88 cm 17 / 27 11,9/45,8 TA > 130/85 59 / 18 40,7/30,0 Triglicéridos > 150 mg/dL 73 / 18 50,3/30,0 HDL-colesterol < 40/50 mg/dL 46 / 23 32,2/39,7 Glucemia > 110 mg/dL 26 / 5 17,9/8,3 P-26. Hiperuricemia (HU) en pacientes con infección por el VIH y tratamiento antirretroviral (TAR): incidencia, etiología y significación clínica F. Lozano(1), R. Palacios(2), G. Sebastián(1), F.J. Brun(3), A. Camacho(4), J. Santos(2), A. Terrón(3), A. Rivero(4), S. Vergara(1), M. Milla(5) (1) Hospitales de Valme (Sevilla), (2)Virgen de la Victoria (Málaga), (3)Jerez (Cádiz), (4)Reina Sofía (Córdoba); (5)Secretaría Técnica de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas (SAEI). Introducción: La HU es común en pacientes con infección por el VIH y TAR, pese a lo cual, y a estar relacionada con el síndrome metabólico, no ha sido estudiada en ellos. Objetivos: Conocer la incidencia, etiología y significación clínica de la HU en pacientes VIH+ con TAR, así como su relación con los factores de riesgo cardiovascular (FRCV). Material y métodos: Entre enero y julio de 2005 se analizó de forma prospectiva para HU a los pacientes VIH+ de nuestros 4 hospitales y se realizó un estudio de casos (HU) y controles (sin HU) para investigar la relación de aquélla con factores demográficos y de la infección VIH, antirretrovirales y FRCV. Con las variables que alcanzaron diferencias significativas se efectuó un análisis de regresión logística. Resultados: Se incluyeron 1.163 pacientes, 177 (15,2%) de los cuales tenían HU. En 122 (69%) no existían otras causas conocidas de HU. Entre los que tenían HU se observó un menor nadir de CD4 (210 ± 186 cel/µL vs. 279 ± 246 cel/µL; P = 0,005), así como un mayor porcentaje de varones (89% vs. 77%; P < 0,001) y de quienes tomaban ddI (43% vs. 27%; P < 0,001), ATV (18% vs. 8%; P < 0,001) y RTV en boosting (37% vs. 25%; P = 0,001). Por contra, hubo entre ellos menos pacientes que recibían NVP (5% vs. 13%; P < 0,001) y TDF (18% vs. 29%; P = 0,003). Los pacientes con HU tuvieron más hipertrigliceridemia (HTG) e HTA (43% vs. 27% [P < 0,001] y 14% vs. 8% [P = 0,020], respectivamente). El sexo masculino (OR 2,5; IC 95%: 1,4-4,6), la HTG (OR 1,8; IC 95%: 1,2-2,6), el ddI (OR 1,5; IC 95%: 1,0-2,2) y el ATV (OR 2,7; IC 95%: 1,5-4,8) fueron factores predictores de HU, mientras que la NVP (OR 0,2; IC 95%: 0,1-0,6) y el TDF (OR 0,4; IC 95%: 0,2-0,7), protectores. Sólo el 3% de los pacientes con HU sufrieron gota y 4% litiasis renal, aunque ésta no fue más frecuente que en los controles (P = 0,557). Conclusiones: Los pacientes con TAR presentan a menudo HU, la cual se asocia con la toma de ddI, ATV y boosting de RTV, así como con HTG. No obstante, en la mayoría de los casos, la HU es asintomática y no tiene ninguna repercusión clínica. 68 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-27. Incidencia y factores asociados con toxicidad hepática grave secundaria a regímenes antirretrovíricos que incluyen nelfinavir en pacientes coinfectados por VIH/VHC J.A. Mira(1), J. Macías(1), J.A. Girón-González(2), D. Merino(3), M. González-Serrano(4), M.E. Jiménez-Mejías(5), F.J. Caballero-Granado(6), J. Torre-Cisneros(7), J. Terrón(8), J.M. Gómez-Mateos(1), A. Arizcorreta-Yarza(2), J.A. Pineda(1) (1) Hospital Universitario de Valme (Sevilla). (2)Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz). (3)Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva). (4)Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). (5)Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). (6)Hospital Punta de Europa (Algeciras, Cádiz). (7)Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). (8)Hospital Universitario de Jerez (Cádiz). Grupo Andaluz para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas (GAEI). Introducción: La tasa de toxicidad hepática grave secundaria a regímenes que incluyen nelfinavir es inferior a otras pautas antirretrovíricas basadas en otros inhibidores de la proteasa o inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de los nucleósidos. Sin embargo, estos datos provienen mayoritariamente de ensayos clínicos y no en condiciones reales de utilización. Además, tampoco es conocido si hay factores, como el uso concomitante de otros fármacos antirretrovirales y el grado de fibrosis hepática, que podrían aumentar el riesgo de aparición de esta toxicidad hepática grave. Objetivo: Evaluar la incidencia y los factores asociados con toxicidad hepática grave de pautas antirretrovíricas que incluyen nelfinavir, en una cohorte clínica de pacientes infectados por el VIH con hepatitis crónica C y una biopsia hepática disponible. Pacientes y métodos: Se incluyeron en un estudio retrospectivo aquellos enfermos coinfectados por VIH/VHC seguidos en 8 hospitales andaluces durante 12 meses después de iniciar una terapia antirretrovírica basada en nelfinavir, independientemente de la fecha de finalización de esta terapia. Además, los enfermos debían tener una biopsia hepática 24 meses antes o después de comenzar el tratamiento con nelfinavir. La densidad de incidencia fue calculada como el número de episodios por cada 100 personas expuestas/años de seguimiento. Resultados: Ochenta y dos enfermos cumplieron los criterios de inclusión. Nueve (10,9%) pacientes coinfectados por VIH/VHC presentaron un episodio de toxicidad hepática grave durante el estudio. De estos 9 individuos, 8 (9,8%) mostraron una elevación de los niveles de transaminasas de grado 3 o 4, y un individuo presentó un evento de descompensación de su cirrosis hepática. La densidad de incidencia de hepatotoxicidad grave fue 11,4 casos por 100 persona/años de seguimiento. Nueve (10,9%) pacientes suspendieron el tratamiento con nelfinavir, pero sólo en un enfermo fue debido a la elevación de los niveles de transaminasas. Ocho (12,1%) de 66 individuos con fibrosis hepática (F1-F4) desarrollaron toxicidad hepática grave. Seis (18,2%) de 33 enfermos con fibrosis hepática avanzada (F3-F4), y 3 (6,1%) de 49 individuos sin fibrosis hepática avanzada (F0F2) presentaron hepatotoxicidad grave (p = 0,1). En el análisis multivariante, sólo el uso de nevirapina durante el tratamiento con nelfinavir (odds ratio ajustada [ORA] 8,9; 95% de intervalo de confianza, 1,4-54,1; p: 0,01) se asoció con el riesgo de desarrollar toxicidad hepática grave. Conclusiones: La incidencia de toxicidad hepática grave de regímenes que incluyen nelfinavir es baja en una cohorte clínica de pacientes coinfectados por VIH/VHC. Igualmente, el tratamiento concomitante con nevirapina está asociado con un mayor riesgo de hepatotoxicidad grave en estos individuos. 69 Comunicaciones orales y pósters P-28. Baja tasa de hepatitis tóxica secundaria a regímenes que incluyen atazanavir en pacientes infectados por el VIH L. Abdel-Kader(1), R. Palacios(2), A. Rivero(3), J.A. Mira(1), A. Hidalgo(2), A. Camacho(3), F. Lozano(1), J. Santos(2), J. Torre-Cisneros(3), M. Márquez(2), P. Cano(3), J.A. Pineda(1) Hospital Universitario de Valme (Sevilla). (2)Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). (3) Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba). Grupo Andaluz para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas (GAEI). (1) Introducción: Es conocido que cualquier antirretrovírico puede producir toxicidad hepática grave, si bien la incidencia es distinta dependiendo de la presencia o no de infección por el VHC y del tipo de fármaco. Así, la tasa de hepatotoxicidad grave de los regímenes que incluyen los inhibidores de la proteasa (IP) más utilizados es inferior a la atribuible a pautas basadas en inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósidos (ITINAN). Sin embargo, hay escasa información de la incidencia de toxicidad hepática grave de atazanavir (ATV), un nuevo IP recientemente comercializado en Europa, del que sólo se conocen datos provenientes de ensayos clínicos donde se alcanzaron tasas en torno al 5%. Objetivo: Determinar la incidencia de hepatotoxicidad grave asociada con pautas de tratamiento antirretrovírico que incluyen atazanavir en una cohorte clínica de pacientes infectados por el VIH. Pacientes y métodos: Se incluyeron en este estudio multicéntrico aquellos pacientes infectados por el VIH que iniciaron tratamiento antirretrovírico con ATV (300 mg/día) con o sin ritonavir (RTV) (ATV 400 mg/día y RTV 100 mg/día), tanto en la fase de acceso expandido como en la posterior a su comercialización. Todos los pacientes presentaban un seguimiento clínico y disponibilidad de las determinaciones analíticas de al menos 6 meses tras iniciar esta terapia. La densidad de incidencia fue calculada como el número de episodios por cada 100 personas expuestasaños de seguimiento. Resultados: Setenta y un pacientes cumplieron los criterios de inclusión. Cincuenta y tres (75%) eran varones, 27 (38%) estaban coinfectados por VHC y 52 (73%) habían recibido ATV en combinación con RTV. Del grupo de individuos coinfectados por VHC, 1 (3,7%) enfermo presentó un episodio de elevación del nivel de transaminasas de grado 3 o 4 durante el estudio. Ningún paciente sin coinfección por VHC desarrolló un evento de hepatitis tóxica. La densidad de incidencia de ésta en la población total fue de 1,5 casos por 100 personas-años y en el grupo de pacientes coinfectados por VIH/VHC de 3,7 casos por 100 personas-años. Durante el seguimiento, un paciente desarrolló un episodio de descompensación de su cirrosis hepática. Veintisiete (38%) enfermos mostraron niveles de hiperbilirrubinemia de grado 3 y 7 (10%) de grado 4 durante el seguimiento. De estos pacientes, que presentaron hiperbilirrubinemia de grado 3 o 4, sólo a uno (2,9%) se le retiró el tratamiento con ATV por esta causa. Conclusiones: La tasa de hepatitis tóxica secundaria a regímenes que incluyen atazanavir es muy baja en pacientes infectados por el VIH, estando en nivel inferior del documentado con otros inhibidores de la proteasa. La incidencia de hiperbilirrubinemia de grado 3 y 4 es considerable, pero en la gran mayoría de los casos no conlleva la retirada del fármaco. 70 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-29. Tratamiento de la coinfección leishmaniasis visceral-VIH con un régimen alternativo de anfotericina B liposomal D. Vinuesa García(1), T. Escobar Lara(2), D. Sánchez Cano(1), L. Muñoz Medina(1), M.A. Martínez Pérez(1), M.S. Navas Pérez(1), J. Hernández Quero(1) (1) Unidad de Enfermedades Infecciosas; (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario San Cecilio (Granada). Introducción: Las recomendaciones actuales del tratamiento de la leishmaniasis visceral en el contexto de la infección por el VIH consisten en 40 mg/kg de anfotericina B convencional repartidas en 10 dosis. Dada la peculiar farmacocinética de la formulación lipídica de la anfotericina B, y el carácter estrictamente intracelular del parásito, sería posible una estrategia de tratamiento con menos dosis y más espaciadas. Material y métodos: Se incluyeron 19 pacientes (16 varones) con infección VIH y leishmaniasis demostrada mediante tinción y/o cultivo en medio NNN que recibieron tratamiento de inducción con 3 dosis de 5 mg/kg de anfotericina B liposomal en los días 1, 5 y 10, seguidos de igual dosis cada 30 días como profilaxis secundaria hasta que el recuento de CD4 permitiera suspender la profilaxis o la aparición de efectos adversos. Resultados: La media de CD4 en el momento del diagnóstico fue de 38 céls./μL (1-131) y la de CV de 5,53 log10 copias/mL (1,69-6,46). De los 19 pacientes, 11 se encontraban recibiendo TAR en el momento del diagnóstico, encontrándose 15 pacientes en estadio C3 de la CDC en ese momento. Durante el periodo de estudio, tras una media de 21 meses en profilaxis secundaria (3-80), existieron 4 recidivas, que se resolvieron tras un nuevo ciclo de inducción y una media de 17 meses de tratamiento (12-24). Cuatro pacientes se encuentran todavía en tratamiento y, para el resto, la media de CD4 en el momento de la suspensión de la profilaxis secundaria fue de 215 células/μL (1-536) y de la CV de 3,8 log10 copias/ mL (1,69-4,75). Conclusiones: Esta estrategia de tratamiento es altamente eficaz, simplificando y mejorando el tratamiento recomendado por la FDA. P-30. Tenofovir en infección VIH: estudio observacional descriptivo de 48 semanas L.C. Fernández Lisón(1), F. Rodríguez Gómez(2), A. Hevia Alonso(3), B. Vázquez Domínguez(1), J.M. Lomas Cabezas(2), E. Pujol de la Llave(2) (1) Servicio de Farmacia Hospitalaria. Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva). (2) Servicio de Medicina Interna. Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva). (3) Facultad de Medicina. Universidad de Sevilla. Objetivo: Evaluar la respuesta virológica e inmunológica y seguridad de tenofovir en el tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA). Metodo: Estudio observacional descriptivo durante un año de todos los pacientes VIH que iniciaron tratamiento con tenofovir. Análisis por intención de tratar. Se registró cada 3 meses la carga viral, CD4 y efectos adversos de la medicación según los criterios de la OMS. Se midió la causalidad de los efectos adversos encontrados por el algoritmo de Naranjo. Resultado: Se seleccionaron 154 pacientes; 12 fueron excluidos del estudio. 71 Comunicaciones orales y pósters Características basales: 36 mujeres (25,36%) y 106 hombres (74,64%). Media de edad: 41,46 ± 6,95 años. Vía de transmisión: ADVP: 72,73%, heterosexual: 20,78%, homosexual: 5,84% y transfusión: 0,65%. Tiempo de TARGA: 5,44 ± 1,74 años de media. Número de esquemas (TARGA) recibidos: 3,37 ± 1,60. La media basal de RNA VIH de los pacientes en log10 copias/mL fue de 3,47 ± 1,25 y los niveles de CD4 fue de 251 ± 210,94 cels./mm3. De los 142 pacientes, 99 disminuyeron la carga viral; de ellos 40 (28,16%) negativizaron la carga viral a indetectable (< 50 copias/mL) al año de empezar con tenofovir. De manera global, la carga viral disminuyó 1,29 ± 0,97 log copias/mL. De forma general, se obtuvo un aumento de CD4 de 40,27 ± 141,50 cels./mm3 de media. Efectos adversos: Laboratorio (parámetro/grado de toxicidad de la OMS/ n/ causalidad): Hemo- globina/ I/ 1/ probable; creatinina/ I/ 14/ 8 probada, 6 probable; triglicéridos/ 7 I y 3 II/ 10/ todas posibles; AST/ 28 I y 3 II/ 31/ todas posibles; ALT/ 24 I, 6 II y 1 III/ 31/ todas posibles; bilirrubina/ 4 I y 5 II/ 9/ todas posibles; amilasa/ 34 I, 6 II y 3 III/ 5 probada, 20 probable y resto posible; hiperglucemia/ I/ 5/ todas posibles. Síntomas: Náuseas y vómitos/ 14 II/ 7 probable y 7 posible, diarrea/ 20 II y 4 III/ 24 probable, astenia/ 9 II/ todas posibles, cefalea/ 2 I/ todas posibles, bronquitis: 3 II/ todas posibles. Otros: problemas para miccionar: 1, síndrome de Fanconi: 2 todas posibles. Conclusión: Tenofovir supone un antirretroviral de alta efectividad en nuestro hospital, con un perfil de seguridad óptimo, situándolo como una buena alternativa en el tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) en nuestro hospital. P-31. Impacto de la inmigración en una consulta monográfica de VIH A. Lozano Serrano, J.M. Fernández Peláez, J. Salas, F. Rivera, R. Cotos, G. Cruz Servicio de Medicina Interna. Hospital de Poniente (El Ejido, Almería). Introducción: El Hospital de Poniente desarrolla su actividad asistencial en el seno de una zona eminentemente agrícola que en los últimos años ha recibido una importante afluencia de inmigrantes. Objetivos: Analizar el impacto de la llegada continua de inmigrantes a la zona en la consulta monográfica de VIH y describir las características de los pacientes inmigrantes con VIH atendidos en dicha consulta frente a los autóctonos. Material y métodos: Revisión retrospectiva de las historias de consulta de los pacientes seguidos en ella de 1996 a 2005. Resultados: Desde 1997, los inmigrantes han supuesto una proporción cada vez mayor del total de pacientes nuevos en la consulta, de modo que durante 2004 sumaron el 64% de los mismos. De los 200 enfermos en seguimiento en la primera parte de 2005, el 40% son inmigrantes, la gran mayoría de ellos (84%) procedentes del África subsahariana. El 65% son varones, con una edad media de 35 años. El tiempo de estancia en España varía desde 2 meses a 18 años, y el 75% tienen permiso de residencia. El mecanismo de transmisión más habitual es la transmisión heterosexual. Diez de los infectados lo están por el VIH-2 y hay un coinfectado por ambos tipos (VIH-1 y 2). El 43% presentan Mantoux positivo y el 13% han sido tratados por infección luética. El 11% tienen serología positiva para VHC y el 64% para VHB, de los que el 22% son portadores o presentan criterios de hepatitis crónica. En la primera cita eran candidatos a tratamiento AR el 68% de los inmigrantes; actualmente están en tratamiento el 75% de los mismos, con buenas tasas de adherencia (68%), presentando el 79% cargas virales menores a 200 copias/mL y sólo un 9% de pérdidas de seguimiento. Comparados los inmigrantes con la cohorte de pacientes autóctonos, no encontramos diferencias significativas en términos de necesidad de tratamiento, respuesta al mismo, adherencia y pérdida de seguimiento. La TBC es la enfermedad indicativa de SIDA más frecuente en ambos grupos. Los inmigrantes sí son más jóvenes y presentan una mayor prevalencia de coinfección por VHB y sífilis. Conclusiones: Los inmigrantes suponen un peso cada vez mayor en la consulta de VIH de nuestro hospital, especialmente los subsaharianos. En la mayoría de las características clínicas estudiadas no hemos encontrado grandes diferencias respecto a los pacientes autóctonos. 72 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-32. Mutaciones de resistencia a enfuvirtida en pacientes en fracaso terapéutico I. Viciana(1), F. Ropero(1), R. Palacios(2), A. Vergara(3), J. de la Torre(4), M. Castaño(5) (1) Servicio Microbiología; (2)Unidad de Enfermedades Infecciosas. H. Virgen de la Victoria (Málaga). (3)Unidad de Enfermedades Infecciosas. H. de Puerto Real (Cádiz). (4)H. Costa del Sol. (5)H. Carlos Haya (Málaga). Introducción: Enfuvirtida es el primer fármaco de un nuevo grupo de antirretrovirales que inhiben la fusión del VIH-1 con el linfocito CD4. Los aislados con sensibilidad disminuida a este fármaco seleccionan mutaciones en los aminoácidos 36-45 del dominio HR1 de la proteína gp41. Estas mutaciones se relacionan directamente con distintos grados de sensibilidad. Objetivos: Conocer la presencia de mutaciones de resistencia a enfuvirtida en pacientes en fracaso con un régimen terapéutico que incluye T-20. Material y métodos: Hemos analizado la región HR1 de gp41 en 12 muestras de plasma pertenecientes a 10 pacientes VIH positivos en fracaso con un régimen que incluía T-20, mediante secuenciación del gen env, con un kit de secuenciación abierta Trugene Bayer. Resultados: Los 10 pacientes estudiados estaban en situación de multifracaso, con una media de carga viral de 26.709 cp/mL (3.670-84.000) y de CD4 de 294 céls./mL (127-665). 5 pacientes presentaron mutaciones de resistencia en HR1: 36V(1), 38E/A(4), 39L (1), 42S (3), 43D/S (2), 44M (1), 45M (2). Éstos tenían al menos un fármaco activo acompañante a T-20 en el régimen seleccionado. En dos de elos se analizaron 2 muestras, no encontrándose mutaciones en las primeras estudiadas, y sí en las segundas, en las que se realizó el estudio de resistencias 7 meses después. Conclusiones: Las mutaciones de resistencia a enfuvirtida más frecuentes fueron la 38E/A, la 42S y la 43D/S. La disminución de sensibilidad a ésta se relacionaría con el número de antirretrovirales activos incluidos en las diferentes combinaciones. P-33. Presentación clínica y comorbilidad en pacientes fallecidos con infección VIH D. Gutiérrez Saborido, F. Carmona Espinazo, G. Pelayo García, E. Ruiz Blasco, R. Gámiz Sánchez, I. Tinoco Racero Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz). Introducción: El Hospital Universitario Puerta del Mar se considera de tercer nivel y de referencia para determinadas especialidades médicas. Atiende a una población estimada en más de 200.000 personas. El Servicio de Medicina Interna cuenta con una Sección de Enfermedades Infecciosas en la que el paciente con infección por el VIH presenta una importante demanda de servicios. Objetivos: Estudiar las variables clínicas más importantes en los pacientes fallecidos en nuestro servicio afectos de infección por el VIH en los últimos 2 años. Material y métodos: Revisamos las historias de los exitus ocurridos en nuestro servicio desde enero de 2003 hasta diciembre de 2004 que incluyesen en el diagnóstico infección por el VIH. Entre los datos recogidos se incluyeron, entre otros, edad, sexo, patología asociada, causa del exitus y días de estancia. Resultados: De 446 pacientes fallecidos en nuestro servicio durante el periodo de estudio, 21 de ellos presentaban infección por el VIH, 19 de los cuales eran varones. El síntoma más frecuente como motivo de ingreso fue el deterioro del estado general; las dos patología más frecuentes diagnosticadas durante el ingreso fueron la infección respiratoria y la insuficiencia hepatocelular. La mayoría de los pacientes estaban coinfectados por el VHC. La causa más frecuente de exitus fue la insuficiencia hepática. 73 Comunicaciones orales y pósters Cinco de los pacientes presentaban una neoplasia como patología de base (pulmonar la más frecuente). En ellos la progresión de la neoplasia fue la causa de exitus más frecuente. Conclusiones: 1. El porcentaje de pacientes VIH fallecidos supone en torno al 5% del total de los exitus ocurridos en nuestro servicio, cifra indicativa del descenso en la mortalidad que se ha producido en los últimos años en estos pacientes. 2. Como está descrito en la literatura, y así lo observamos en nuestro estudio, la coinfección por el VHC tiene importantes implicaciones en el manejo de estos pacientes, siendo en la actualidad la primera causa de fallecimiento. 3. Cada vez existen más pacientes con infección VIH con otras patologías asociadas, entre ellas, el cáncer. En este tipo de pacientes parece que la neoplasia de base condiciona la evolución de manera más importante que la propia infección por el VIH. P-34. Respuesta al TARGA en pacientes mayores de 45 años F.J. Rodríguez-Gómez(1), J. Rodríguez Sánchez(1), M. Franco Huerta(1), E. Molano Tejada(1), I. Marín(2), E. Fernández-Fuertes(1), E. Pujol(1) (1) Servicio de Medicina Interna; (2)Servicio de Farmacia. Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva). Objetivos: La edad juega un importante papel en la respuesta al TAR. Con ese objetivo estudiamos las características clínico-epidemiológicas de los pacientes VIH que inician TARGA por encima de los 45 años y evolución en los primeros 12 meses. Material y metodos: Revisión retrospectiva de las historias clínicas de los pacientes con infección VIH en seguimiento en nuestras consultas que inician TARGA por encima de los 45 años. Analizamos la respuesta inmunovirológica máxima, así como progresión clínica, comorbilidad (índice de Charlson), régimen terapéutico empleado y cumplimentación. Resultados: 43 enfermos, edad media de 53 (mín: 45; máx.: 79); sexo 77% hombres; vía de transmision: sexual (72%), ADVP 16%, transfusión 2%. Al inicio de TARGA el estadio fue A 44%, B 28%, C 28%, nadir de CD4 antes de TARGA 216 cels./µL (mín: 1; máx.: 644) SD 154. El tiempo medio de infección antes de iniciar TARGA fue de 39 meses (mín: 0; máx.: 210), el 15% de los enfermos comenzaron TARGA al diagnóstico. Situacion inmovirológica: media CD4 basales 255 cels./µL (mín: 1; máx.: 643), 6 meses 340 cels./µL (mín: 10; máx.: 1.205), 12 meses 424 cels./µL (mín: 53; máx.: 1.556), alcanzando una media máxima de 530 cels./µL al final del seguimiento. La CV media basal 67.900 (mín: 842; máx 990.000), 6 meses 2.270 (mín: < 50; máx.: 37.200), 12 meses 1.227 (mín: < 50; máx.: 20.400), negativizándola el 88% al final del seguimiento. La comorbilidad (índice de Charlson) al inicio del TARGA fue de 3. Los regímenes empleados se basaron en 2 NRTI + 1 IP 56%, 2 NRTI + 1 NNRTI 35%, 3 NRTI 2% y otros 7%; el 77% iniciaron una segunda línea de tratamiento por efectos adversos 30% y fracaso inmunovirológico 25%. La adherencia fue alta en el 74%. La mortalidad en nuestra serie fue del 8%. Conclusiones: • Observamos una respuesta inmunovirológica favorable en estos pacientes, si bien el porcentaje de ellos que inician TARGA con inmunosupresión graves es alto (21%). • Conseguimos supresión virológica a los 6 meses en más del 50% de los casos, mientras que los CD4 máximos se obtienen al final del seguimiento. 74 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-35. Seguridad del tratamiento con interferón pegilado alfa y ribavirina en pacientes infectados por el VIH con inmunodepresión avanzada: dos casos clínicos S. Vergara, N. Merchante, J. del Valle, J.E. Corzo, J.M. Gómez-Mateos, J.A. Mira Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario de Valme (Sevilla). Introducción: Actualmente, la mayor parte de las recomendaciones sobre el tratamiento de la hepatopatía crónica secundaria al VHC en pacientes infectados por el VIH aconsejan que los sujetos con menos de 200-250 células CD4+/ mm3 no sean tratados con la combinación de interferón pegilado y ribavirina. Esto es debido a la baja probabilidad de conseguir una respuesta viral sostenida y a la posible aparición de eventos oportunistas mayores relacionados con la linfopenia CD4+ que se asocia al tratamiento con interferón. Sin embargo, recientemente se han publicado datos de algunos pacientes con menos de 200 células CD4+/mm3 tratados con esta combinación, que indican que el tratamiento frente al VHC en estos sujetos con inmunodepresión avanzada presenta similares porcentajes de seguridad y eficacia que en el resto de los pacientes. Objetivo: Evaluar la seguridad del tratamiento con interferón pegilado y ribavirina en 2 pacientes coinfectados por VIH/VHC con inmunodepresión avanzada. Pacientes y métodos: Se trata de dos enfermos coinfectados por VIH/VHC con niveles inferiores a 250 células CD4+/mm3 desde hace más de un año y que han iniciado un tratamiento con interferón pegilado y ribavirina en nuestro hospital. Los sujetos han recibido profilaxis de eventos oportunistas según las actuales recomendaciones. Resultados: Caso clínico 1: Varón, 49 años, ex-ADVP, estadio B3, CD4+ nadir: 147/mm3, con hepatopatía crónica por VHC (fibrosis hepática avanzada [F3], PCR VHC de 738.000 copias/mL, genotipo 1), 204 células CD4+/mm 3 y carga viral VIH indetectable al inicio del tratamiento con interferón pegilado alfa-2a y ribavirina. El paciente recibió esta terapia durante 48 semanas sin desarrollar ninguna infección oportunista relacionada con el VIH. El nivel más bajo de células CD4+ durante la terapia fue de 163/mm3. El sujeto mostró niveles de hemoglobina (Hb) de 9,2 g/dL y de neutrófilos de 630 céls./mm3 sin necesidad de tratamiento específico. El enfermo presentó carga viral del VHC indetectable al finalizar el tratamiento aunque posteriormente recidivó. Caso clínico 2: Mujer, 37 años, ex-ADVP, estadio C3, CD4+ nadir: 19/mm3, con hepatopatía crónica por VHC (fibrosis hepática no avanzada (F2), PCR VHC: 346.000 copias/mL, genotipo 1). Al inicio del tratamiento con interferón pegilado alfa-2b y ribavirina, el nivel de células CD4+ era 96/mm3. Al mes de comenzar la terapia, se añadió al tratamiento filgastrim (300 μg/72 horas) debido a neutropenia severa (350 céls./mm3). Tras 8 meses de tratamiento, aunque la enferma ha llegado a presentar niveles de células CD4+ de 50/mm3, no ha desarrollado ninguna infección oportunista y el nivel de carga viral del VHC es indetectable. Conclusiones: El tratamiento con interferón pegilado y ribavirina podría ser seguro en los pacientes infectados por el VIH con inmunodepresión avanzada. Así, son necesarios estudios prospectivos dirigidos a confirmar estos resultados. 75 Comunicaciones orales y pósters P-36. Ancianos con infección VIH “maltratados” A. Lazo Torres, M.C. Gálvez Contreras, A. Collado Romacho, V. Rodríguez, F. Díez García Servicio de Medicina Interna. Complejo Hospitalario Torrecárdenas (Almería). Introducción: La prevalencia de la infección por el VIH está aumentando en la población mayor de 65 años, tanto por el aumento de la supervivencia de los pacientes como por la infección a edades más tardías, lo cual en muchos casos haría necesario el ingreso de estos pacientes mayores en residencias asistidas si no son independientes para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Objetivos: Describimos nuestra experiencia con pacientes ancianos infectados por VIH que, seguidos en nuestro estudio, vivían en residencias asistidas. Casos clínicos: Caso 1: Varón de 67 años, con infección por VIH en estadio A-3, en tratamiento con d4T, ddI y LPV/r, que ingresó en nuestro hospital procedente de residencia asistida por eczema generalizado impetiginizado. El paciente refería sentirse rechazado por su condición de infectado por el VIH, lo cual dificultaba su aseo personal, dado que no se le permitía realizarlo correctamente. En la exploración física destacaba la presencia de lesiones eczematosas impetiginizadas generalizadas y signos de escasa higiene. Tras tratamiento tópico y sistémico, evolucionó de forma favorable y volvió a la residencia tras investigación e intervención por parte de los servicios sociales. Caso 2: Varón de 77 años, con infección por VIH en estadio C-3, que ingresó procedente de residencia asistida por enterocolitis. Su evolución fue satisfactoria; no obstante, dado que el paciente era dependiente para las ABVD, se solicitó su regreso al alta a su residencia, siendo denegado el mismo por su condición de infectado por el VIH, por lo cual precisó para ser readmitido una intervención directa por parte de los servicios sociales. Conclusiones: Sabemos que existen actitudes de gerontofobia con respecto a muchos problemas que presentan los ancianos, pero, si a ello le sumamos la condición de infectado por el VIH, ese rechazo puede aumentar. P-37. Estudio piloto del papel de las mascarillas de aerosolterapia en las infecciones respiratorias nosocomiales D. Vinuesa García(1), A. Peña Monje(2), M.I. Parejo Sánchez(1), A. Martínez Sánchez(1), T. Escobar(2), J. Parra Ruiz(1), J. Hernández Quero(1) (1) Unidad de Enfermedades Infecciosas; (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario San Cecilio (Granada). Introducción: La aerosolterapia con broncodilatadores es una práctica habitual en el manejo de la exacerbación de la EPOC y en otras patologías respiratorias. Las guías actuales de la CDC para la prevención de las infecciones nosocomiales establecen los cuidados que se deben llevar a cabo para evitar casos de infecciones respiratorias relacionadas con el empleo de estos dispositivos; a pesar de ello, distintos autores han relacionado su empleo con la neumonía nosocomial en pacientes no críticos. Objetivos: Evaluar la incidencia de infección respiratoria nosocomial en pacientes ingresados en nuestro hospital y en tratamiento con aerosolterapia. Material y métodos: Se incluyeron 20 pacientes (13 varones) que precisaron de tratamiento con aerosoles, según el criterio del clínico responsable. Doce de los 20 casos tenían diagnóstico establecido de EPOC. Cada paciente utilizó un dispositivo de nebulización que se dejaba en la habitación tras su utilización. La medicación se 76 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS preparaba en la propia habitación a partir de viales unidosis. Además de los broncodilatadores se utilizaba SSF obtenido de viales de 5 mL. Al inicio de la aerosolterapia y en los días 4 y 7 se realizó una nebulización con las mismas características de tiempo y composición que la empleada por el paciente en el tratamiento, sobre un medio de cultivo enriquecido, cultivándose 24-48 horas previo a su lectura. Asimismo, antes de la primera nebulización y en el día 7 se obtuvieron muestras de esputo de los pacientes, cultivándose en medios habituales. Resultados: La edad media de los pacientes incluidos fue de 74 años (47-91). En todos los pacientes se utilizó Atrovent® como tratamiento broncodilatador, en 17 pacientes junto a Ventolín®, en 2 pacientes solo, y en 1 con Pulmicort®. El diagnóstico de ingreso más frecuente fue neumonía (9/20; 45%), seguido de insuficiencia cardiaca (3/20; 15%) y de EPOC reagudizada (2/20; 10%). Todos los pacientes menos tres recibieron tratamiento ATB durante el ingreso, siendo el ATB más utilizado el levofloxacino (10/17 59%). Tras 10 días de utilización, se obtuvo crecimiento en la nebulización en 7 casos; en todos ellos se aisló un estafilococo coagulasanegativo resistente a meticilina (SCNMR). En 18 pacientes se pudo obtener un esputo tras los 10 días del estudio, sin que en ninguno de ellos se aislase un SCNMR en el cultivo; en 15/18 creció flora normal, y en 3/18, bacilos gram negativos no fermentadores. Conclusiones: En este estudio piloto no se demuestra que el empleo de aerosolterapia se asocie con la aparición de infecciones respiratorias nosocomiales. P-38. Valoración clínica y funcional de pacientes frágiles con aislamiento de Acinetobacter baumannii E. Ceballos Sáez, B. Barón Franco, T. Martínez García, J. Saavedra, B. Rodríguez Tuñas, P. Rodríguez Ortega, J. García Moreno, E. Pujol de la Llave Hospital Vázquez Díaz. Área Hospitalaria Juan Ramón Jiménez (Huelva). Introducción: La infección nosocomial por Acinetobacter baumannii es un problema relevante en nuestros hospitales y más aún cuando los pacientes a los que afecta tienen una determinada edad y una serie de enfermedades de base que los hace más susceptibles a dicha infección. Recogemos los casos de aislamientos de Acinetobacter baumannii en el Hospital Vázquez Díaz durante el período de enero de 2004 a septiembre de 2005. Objetivos: 1. Conocer la incidencia de infección nosocomial por Acinetobacter baumannii en un hospital de pacientes crónicos. 2. Determinar las características clínicas y funcionales de dichos pacientes. 3. Analizar su evolución. Pacientes y métodos: Análisis retrospectivo de los aislamientos de A. baumannii de muestras de pacientes hospitalizados durante el período enero 2004-septiembre 2005, utilizando procesamiento estadístico con SPSS v. 12. Resultados: Registramos 34 aislamientos de Acinetobacter baumannii. La media de edad de los pacientes estudiados fue de 74 años, con una mediana de estancia hospitalaria de 75 días. El 58% fueron mujeres. El 42% de los enfermos presentaban un grado de dependencia total en el índice de Barthel de evaluación de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) y un 45% un deterioro cognitivo severo en el cuestionario portátil corto de valoración del estado mental de Pfeiffer. La media del índice de comorbilidad de Charlson de los enfermos que conforman el análisis fue de 3,5, y las patologías crónicas más frecuentes fueron úlceras por presión 84%, desnutrición proteico-calórica 60%, insuficiencia cardiaca 42%, diabetes mellitus 40%, encamamiento 33%, EPOC 30%, insuficiencia renal 9%, hepatopatía crónica y neoplasias varias 8%. Se consideró infección el 87% de los cultivos, mientras que en el 13% restante se consideró como colonización. Un 50% de los pacientes recibieron antimicrobianos previos al aislamiento, siendo el levofloxacino el más frecuente, y un 25% recibieron esteroides. En el momento del procesamiento de la muestra, un 84% de los enfermos tenía un dispositivo vascular periférico, una sonda vesical 50% y sonda nasogástrica de alimentación enteral el 8% del total. El 27% presentaron un solo aislamiento, el 50% dos aislamientos y el 23% más de dos 77 Comunicaciones orales y pósters aislamientos. Dentro de los aislamientos polimicrobianos los gérmenes más frecuentemente aislados fueron E. coli, Pseudomonas aeruginosa y Proteus mirabilis. La mayoría de los aislamientos (84%) fueron de muestras de úlceras por presión (UPP). Un 67% de los pacientes presentaron simultáneamente durante su ingreso cultivos positivos de otras muestras distintas al Acinetobacter baumannii. Fue la fiebre la manifestación clínica más frecuente en el 25% de los casos, existiendo datos de sepsis y síntomas respiratorios en el 16%. El 42% de los enfermos recibieron tratamiento antibiótico empírico antes de tener confirmación microbiológica, aplicándose éste en un 80% por vía parenteral y empleándose en un 75% de los casos un solo antimicrobiano. La mediana de días de estancia hasta la objetivación de la infección vs. colonización por Acinetobacter baumannii fue de 18 días. Una vez recibido el resultado del cultivo, recibieron tratamiento definitivo el 89% de los pacientes durante una media de 14 días. Fallecieron el 40% de éstos. En el 9% de los casos hubo una relación directa entre la infección nosocomial y el exitus del paciente. Todos los enfermos fallecidos presentaban al menos dos patologías de base, y un 97% presentaba una dependencia grave o total en el índice de Barthel. Conclusiones: 1. La infección nosocomial es un problema frecuente en nuestros hospitales que conlleva un aumento de la morbimortalidad y un aumento de la estancia media hospitalaria. 2. La alta comorbilidad medida por el índice de Charlson, un alto grado de dependencia en el índice de Barthel, la desnutrición y la presencia de UPP son los hallazgos más frecuentes en nuestros pacientes con infección nosocomial por A. baumannii. 3. Los pacientes infectados que fallecen son los que tienen más morbilidad y peor grado funcional. 4. Debemos saber distinguir entre infección y colonización para no sobretratar a pacientes crónicos, pluripatológicos y evitar favorecer la adquisición de microorganismos multirresistentes. P-39. Comparación de los perfiles de sensibilidad de las bacterias aisladas en un servicio de Medicina Interna: 2000 vs. 2004 J.F. Benítez Macías(1), I. Popa Popa(2), C. Cebada Romero(2), C. Fernández Gutiérrez del Álamo(2), F.M. Guerrero Sánchez(1), J.A. Girón González(1) Servicio de (1)Medicina Interna; (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz). Introducción: Para un uso adecuado de antibióticos en el hospital es preciso saber la susceptibilidad de los distintos microorganismos a los antimicrobianos en cada momento. Dicho de otro modo, el concepto sensibilidad/resistencia es dinámico. Objetivo: Conocer el cambio de los patrones de sensibilidad de bacterias tipo, aisladas en un Servicio de Medicina Interna de un hospital de tercer nivel, frente a antibióticos de distintas familias. Material y método: Se cuantificaron durante los periodos 01/01/2000 a 31/12/2000 (periodo A) y 01/01/2004 a 31/12/2004 (periodo B) todos los aislamientos, procedentes de la planta de hospitalización del servicio de Medicina Interna, de: Staphylococcus aureus, Enterococci faecalis y faecium, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumannii y Stenotrophomonas maltophilia. Se determinó la sensibilidad de las cepas a penicilinas (± inhibidores de beta-lactamasas), cefalosporinas, glucopéptidos, quinolonas, aminoglucósidos, carbapenemes, cotrimoxazol, fosfonato y colistina. Los datos se expresaron como proporción de bacterias resistentes en relación con el total de dicha especie. La comparación entre ambos periodos se realizó mediante el test de chi2 con corrección de Yates. Resultados: El análisis mostró un aumento de Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MARSA) (periodo A: (31,9% [15/47] vs. periodo B: 53,8% [28/52]; p = 0,04). Enterococcus faecalis mantiene una sensibilidad similar a penicilina/ampicilina (9,5% [2/21] vs. 5,0% [1/20]; p = 0.96), a gentamicina (100% [21/21] vs. 100% [20/20]; p = 1,00) y a teicoplanina (0% [0/21] 78 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS vs. 0% [0/20]; p = 1,00). Entre las enterobacterias estudiadas, se detectó un incremento de la resistencia de Escherichia coli a ciprofloxacino (36,5% [23/63] vs. 68,09% [42/61]; p < 0,001), se conservó la proporción de cepas resistentes a fosfocina (4,8% [3/63] vs. 3,3% [2/61]; p = 0,97) y aumentaron las cepas que expresaron BLEA (0% [0/63] vs. 13,1% [8/61]; p = 0,009). Con respecto a los bacilos gram negativos no fermentadores, se mantuvo el porcentaje de cepas de Pseudomonas aeruginosa con resistencia a imipenem (16,2% [11/68] vs. 24,6% [14/57]; p = 0,35), a ceftazidima (9,5% [7/74] vs. 17,5% [10/57]; p = 0,27) y a ciprofloxacino (40,5% [30/74] vs. 38,6% [22/57]; p = 0,96). Acinetobacter baumannii, cuyo número de aislamientos se redujo drásticamente entre ambos periodos, conservó su susceptibilidad a colistina (9,8% [6/61] vs. 8% [2/25]; p = 0,89) y la mejoró frente a carbapenemes. Conclusiones: El estudio presentado revela la modificación de la sensibilidad antibiótica de una serie de gérmenes. Se detectó un incrementó en la proporción de Escherichia coli resistente a ciprofloxacino y productora de BLEA. Entre los responsables de infección nosocomial se descubrió un aumento de la proporción de MARSA, se mantuvo un patrón similar de resistencias de Enterococcus faecalis y Pseudomonas aeruginosa y, coincidiendo con la disminución de la incidencia, mejoró la sensibilidad de Acinetobacter baumannii. El sostenimiento del programa de sensibilidad/resistencia antibiótica es imprescindible para adecuar las recomendaciones de tratamiento empírico del hospital. P-40. Situación de la resistencia a antibióticos de las infecciones bacterianas diagnosticadas en un hospital comarcal de 98 camas en el quinto año de su apertura J. Moreno Izarra(1), J.M. Aguilar Benítez(2), A. García Olid(1), F. Rosa Jiménez(1), C. Natera Kindelán(1), M.A. Arroyo Jiménez(2), J.M. Díaz Iglesias(2), J.A. Carmona Álvarez(1) (1) Unidad de Medicina Interna; (2)Área de Biotecnología. Hospital Alto Guadalquivir (Andújar, Jaén). Introducción: La multirresistencia a antibióticos de patógenos bacterianos es un problema de primer orden y complicado control en hospitales generales. Los centros comarcales de reciente inauguración pueden anticiparse al problema conociendo precozmente su situación, y optimizando tratamientos empíricos y medidas de prevención. Objetivos: Analizar la situación y resistencias de los patógenos bacterianos más importantes de nuestro hospital comarcal en su quinto año de actividad. Métodos: Durante el primer semestre de 2005 se recogieron todos los aislamientos bacterianos y antibiogramas de pacientes hospitalizados, incluyendo UCI (base de datos sistema AutoScan). Se seleccionaron para su análisis detallado E. coli, Proteus sp., Klebsiella sp., P. aeruginosa, A. baumannii, S. aureus y Enterococcus sp.. Se utilizó como indicador básico el porcentaje de resistencias para cada microorganismo. Resultados: De un total de 259 aislamientos, 164 (63%) correspondieron a las bacterias seleccionadas. E. coli resultó el patógeno más frecuente (28%), suponiendo las enterobacterias la mitad de los aislamientos, seguidas por estafilococos (24%) –S. aureus (11%)–, Pseudomonas + Acinetobacter (12%), y Enterococcus sp. (6%). E. coli (n = 73) presentó un 23% de resistencias a ciprofloxacino (orina: 9%; exudados: 56%) y un 26% a cotrimoxazol (orina: 24%; exudados: 39%). Proteus sp. (n = 27) sólo mostró resistencia significativa a cotrimoxazol (18%). Klebsiella sp. (n = 20) mostró una resistencia del 25% a PIP/TZB (orina: 20%; exudados 75%). P. aeruginosa (n = 27) presentó un 15% de resistencias a ciprofloxacino (exudados: 7%; esputos: 29%), un 4% a ceftazidima (esputos: 0%), un 7% a tobramicina y un 0% a imipenem. A. baumannii (n = 6) fue resistente a imipenem en el 33% de los aislamientos. S. aureus (n = 28) presentó un 25% de resistencias a meticilina, 32% a ciprofloxacino, 4% a cotrimoxazol y 0% a PIP/TZB y glicopéptidos. Ninguno (0%) de los 15 aislamientos de Enterococcus sp. mostró resistencias a ampicilina o vancomicina. 79 Comunicaciones orales y pósters Conclusiones: En el quinto año de actividad de nuestro hospital comarcal, empiezan a dibujarse algunos problemas de resistencias típicos de los centros de mayor nivel y antigüedad. E. coli y las enterobacterias mantienen un buen perfil de sensibilidades, aunque comienza a detectarse, por ejemplo, un alto porcentaje de resistencias a ciprofloxacino en aislamientos de exudados. S. aureus resistente a meticilina (SARM) se encuentra ya entre los 10 aislamientos bacterianos más frecuentes, suponiendo un problema emergente. Acinetobacter multirresistente es un patógeno todavía muy infrecuente, con casos aislados importados de la UCI de nuestro hospital de referencia, no existiendo situación de endemia. Aunque P. aeruginosa es ya el cuarto patógeno en frecuencia, mantiene un buen perfil de sensibilidad a antimicrobianos. P-41. Tratamiento de la meningitis por Cryptococcus con anfotericina B desoxicolato en perfusión continua R. Fernández, J. Rodríguez-Baño, A. Domínguez, M.J. Ríos, J. Gálvez-Acebal, M.A. Muniaín Sección de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla). Introducción: La anfotericina B desoxicolato (ABD), con o sin 5-flucitosina, es el tratamiento de elección de la meningitis por Cryptococcus. Sin embargo, su toxicidad hace que frecuentemente sea sustituida por formulaciones lipídicas de AB, de precio mucho más elevado. La tolerancia de la ABD mejora sustancialmente cuando se administra en perfusión continua (PC), siendo similar a la de las formulaciones lipídicas. Se han planteado dudas teóricas sobre la eficacia de la ABD en PC al haberse relacionado su actividad con la concentración máxima, aunque la farmacocinética de la ABD es más compleja. No conocemos experiencias publicadas de tratamiento de meningitis fúngica con ABD en PC. Objetivos: Comunicar el éxito terapéutico obtenido con ABD administrada en PC en dos casos de meningitis por Cryptococcus en pacientes con infección VIH. Material y métodos: Revisión de la historia clínica de los dos pacientes con infección VIH y meningitis por Cryptococcus tratados con ABD en PC. Resultados: Paciente 1: Varón de 42 años que ingresó por fiebre, cefalea y signos meníngeos. El LCR mostró consumo de glucosa, 22 células (predominio polimorfonucleares), y antígeno de Cryptococcus (AgC) = 1/1024. En el cultivo de LCR se aisló Cryptococcus neoformans. Se confirmó infección por el VIH que previamente no conocía, y CD4 = 24 /uL. La creatinina basal era 0,90 mg/dL. Se trató inicialmente con fluconazol IV 400 mg/día, con mala evolución (disminución del nivel de con- ciencia, aumento de la presión de salida del LCR, título de AgC en LCR = 1/8192), por lo que al 4º día se cambió a ABD en PC (hasta 1 mg/kg/día) durante 14 días, quedando asintomático, con normalización de los parámetros de LCR, cambiándose a fluconazol oral. La creatinina al final del tratamiento con ABD era de 0,70 mg/día, sin alteraciones iónicas tras reposición hídrica adecuada y suplementos de potasio por vía parenteral. No hubo efectos adversos relacionados con la administración de ABD. Paciente 2: Varón de 28 años con infección VIH que había abandonado el tratamiento antirretroviral hacía 6 meses; en el control más reciente tenía 54 CD4/uL. Ingresó por cefalea y fiebre. En LCR se objetivó: consumo de glucosa, 5 células (predominio de mononucleares), y AgC = 1/256. En el cultivo de LCR se aisló Cryptococcus neoformans. La creatinina basal era normal. Se inició tratamiento con ABD en PC (0,7 mg/kg/día). La evolución clínica del paciente fue favorable, quedando asintomático. A los 8 días se pasó a fluconazol oral. La creatinina al final del tratamiento con ABD no se modificó; asimismo, tampoco se detectaron alteraciones iónicas tras reposición hídrica adecuada y suplementos de potasio. No hubo efectos adversos relacionados con la administración de la ABD. Conclusiones: Comunicamos la primera experiencia de meningitis fúngica tratada con ABD en PC. La ABD en PC puede ser una forma eficaz y bien tolerada de tratamiento de la meningitis por Cryptococcus. 80 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS P-42. Estudio descriptivo de la fiebre de duración intermedia en nuestro medio M.I. Parejo Sánchez(1), A. Peña Monje(2), D. Vinuesa García(1), E. Quevedo Carmona(1), F.. García García(2), J. Parra Ruiz(1), J. Hernández Quero(1) (1) Unidad de Enfermedades Infecciosas; (2)Servicio de Microbiología. Hospital Universitario San Cecilio (Granada) Introducción: Se define fiebre de duración intermedia (FDI) al cuadro clínico caracterizado por temperatura mayor de 38 ºC, diaria o intermitente, de 1 a 4 semanas de duración, sin foco aparente, de presentación en la comunidad, y en la que tras una primera evaluación que incluya historia clínica, exploración física, hemograma, bioquímica, sedimento de orina y placa de tórax, siga sin aclararse el diagnóstico. Objetivos: Describir las características de presentación y evolutivas de las FDI diagnosticadas en nuestro medio, así como los datos diferenciadores de aquellos casos con exantema cutáneo. Material y métodos: Se recogieron 233 historias clínicas de pacientes atendidos en la Unidad de Enfermedades Infecciosas y cuyo diagnóstico final fue de FDI, durante un periodo de 4 años (2.000-2.005). Se tuvieron en cuenta las variables demográficas habituales, así como parámetros inflamatorios, hemograma completo, bioquímica hepática, y serologías. Se realizó un estudio descriptivo, y se empleó el test de la chi2. Resultados: La muestra estudiada comprendió 69 mujeres (29,6%) y 164 varones (70,4%), con una edad media de 37,85 años (15-89). La procedencia fue rural en 108 (47%) y urbana en 125 (53%). Noventa y cinco pacientes (40,8%) presentaron una Tª < 39 ºC. La mediana de días con fiebre hasta acudir a la consulta fue de 9 (228). En el hemograma, 54 de ellos tenían < 5.000 leucocitos (23%), 135 entre 5.000 y 10.000 (58%) y 44 >10.000 (19%). Sesenta y cinco (28%) presentaron neutrofilia, y 20 (8%) linfocitosis. Mos- traron aumento de AST, ALT Y GGT 121 (52%), 141 (61%) y 128 (55%) casos, respectivamente. La mediana de la PCR fue de 2,8 (0,1-50) y de la VSG de 16 (1-131). El TPTA fue normal en 219 pacientes (94%). En 80 pacientes (34%) se llegó a un diagnóstico etiológico, siendo el más frecuente la fiebre Q (32 casos), seguido de infección por CMV, rickettsiosis, infección por VEB y brucelosis con 16, 11, 6 y 5 casos, respectivamente. Cuarenta pacientes presentaron exantema, la mayoría máculo papular. De ellos, sólo en 9 se llegó a un diagnóstico, siendo lo más frecuente rickettsiosis y brucelosis, con 4 y 2 casos, respectivamente. El antibiótico más utilizado fue doxiciclina (38% de los pacientes). De los pacientes con alteraciones en la ALT, en 60 se llegó a un diagnóstico, siendo los más frecuentes fiebre Q (46,6%), CMV (25%) y rickettsiosis (10%). De los 32 casos con fiebre Q en la muestra global, 28 presentaron ALT elevadas (p < 0,001), 15 de los 16 casos de infección por CMV (p = 0,02) y 6 de los 11 casos de rickettsiosis (p = 0,4). Conclusiones: En la mayoría de las ocasiones no se llega a un diagnóstico etiológico, si bien la evolución es satisfactoria en casi todos ellos. En nuestro medio es excepcional la presentación de infección por Coxiella o CMV sin afectación hepática. Teniendo en cuenta el hecho de que en las ocasiones en las que se alcanza un diagnóstico la etiología más frecuente es la fiebre Q, la doxiciclina constituiría el tratamiento empírico de elección. 81 Comunicaciones orales y pósters P-43. Descripción de un brote de infección por parvovirus B19 en adultos de la provincia de Granada A. Peña Monje(1), D.Vinuesa García(2), M.C. Bernal Zamora(1), L. Muñoz Medina(2), S. Carlos Chillerón(1), J. Parra Ruiz(2), J. Hernández Quero(2) (1) Servicio de Microbiología; (2)Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario San Cecilio (Granada). Introducción: La infección por parvovirus B19 (PVB19) puede presentarse de forma esporádica o epidémica, y afecta fundamentalmente a niños y adolescentes. En el brote epidémico más largo descrito en España, en el año 2002, sólo 5 casos de 118 afectaron a individuos mayores de 15 años. La epidemiología de la infección en adultos se desconoce. Objetivos: Describir un brote epidémico de PVB19 ocurrido en adultos de la provincia de Granada. Material y métodos: Se incluyeron todos los casos confirmados mediante serología (presencia de IgM para PVB19) atendidos durante el brote epidémico ocurrido en los meses de junio y julio de 2005. Resultados: Se atendieron 19 adultos, 10 varones y 9 mujeres, con una media de edad de 35 años (21-53). El síntoma de presentación más frecuente fue la fiebre que apareció en 18 sujetos (94%), seguido de astralgias/artritis y erupción cutánea (15/19; 79%), mialgias (10/19; 53%), edemas y cefalea (8/19; 42%). Las alteraciones analíticas más frecuentes consistieron en leucopenia en 8 sujetos (42%), trombopenia en 7 (37%) y anemia en 6 (32%). El dato más llamativo fue la presencia de edemas con aumento de peso que apareció en 6 pacientes (32%). Tres pacientes presentaron dificultad respiratoria con derrame pleural confirmado por Rx tórax, y otros 3, dolor abdominal en hipocondrio derecho con ascitis confirmada ecográficamente. No existieron diferencias entre los síntomas y/o signos de presentación en función del sexo. Diecisiete de los 19 individuos presentaron IgM(+) para PVB19 en la visita inicial, y los otros dos restantes en la segunda determinación realizada 10-15 días más tarde. La evolución de la enfermedad fue hacia la resolución completa en todos los casos, si bien en 6 pacientes fue necesario el ingreso hospitalario por la presencia de alteraciones clínicas o analíticas graves. Conclusiones: Si bien las características fundamentales fueron fiebre y erupción cutánea, durante este brote epidémico en adultos, un alto porcentaje presentó manifestaciones atípicas como edemas, aumento de peso y serositis, siendo la infección grave en cerca de 1/3 de los casos. P-44. Valoración de los pacientes que ingresan por proceso infeccioso en una unidad de Geriatría A. Lazo Torres, M.M. Pageo Jiménez, M.C. Gálvez Contreras, A. Collado Romacho, J.A. Montes Romero, F. Díez García Unidad de Geriatría. Servicio de Medicina Interna. Complejo Hospitalario Torrecárdenas (Almería). Introducción: La patología infecciosa es un problema importante en la población anciana “frágil”, siendo una de las causas más frecuentes de consulta e ingreso hospitalario. Objetivos: Describir los principales procesos infecciosos que motivaron ingreso hospitalario en la unidad de Geriatría del servicio de Medicina Interna de nuestro centro en un periodo de 4 meses. 82 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Pacientes y métodos: Estudio descriptivo, realizado mediante análisis retrospectivo de las historias clínicas e informes de alta hospitalarios de los pacientes ingresados en nuestro centro por una enfermedad infecciosa. De las historias clínicas se recogieron los datos básicos de filiación, enfermedades de base, tipo de enfermedad infecciosa, estudios microbiológicos realizados y microorganismos aislados, valoración de incapacidades de los pacientes y destino al alta. Resultados: Durante el periodo de tiempo estudiado ingresaron un total de 55 pacientes, de los cuales 33 fueron mujeres (60%) y 22 varones (40%). La edad media global fue de 82,25 años. La localización del problema infeccioso más frecuente fue la respiratoria, con 30 casos (54,55%), seguida de la urinaria, con 15 casos (27,2%), independientemente del sexo del paciente, si bien la infección de tracto urinario presentó un mayor porcentaje de casos en las mujeres. Se realizaron estudios microbiológicos a 26 pacientes (47,27%), en total, 32 estudios, en los cuales se aisló algún microorganismo en el 68,75%. La mayoría de los estudios realizados fueron urocultivos (56,25%), seguido del cultivo de esputo (15,62%). El microorganismo aislado más frecuente fue Escherichia coli (22,73%). Precisaron continuar con antibioterapia en domicilio tras el alta hospitalaria el 47,25% de los pacientes. El número medio de diagnósticos al alta, exceptuando la infección, fue de 5,31. Se observó que estos pacientes presentaban importantes incapacidades psicofísicas, sobre todo las mujeres (según la escala de Cruz Roja). El destino al alta fue el domicilio en el 72,73% de los casos. Conclusiones: 1. La infección respiratoria representó el principal motivo de ingreso en la población estudiada. 2. Se realizaron estudios microbiológicos sólo a la mitad de estos pacientes. 3. El urocultivo fue el estudio realizado en mayor número de casos. 4. En la población estudiada gran parte de los pacientes eran grandes incapacitados; no obstante, su destino al alta fue el domicilio en la mayoría de los casos. P-45. Infecciones por Escherichia coli productora de BLEE en la Costa del Sol occidental. Características epidemiológicas y perfil de sensibilidad J. Aguilar(1), A. del Arco(1), R. Barrio(1), J. de la Torre(1), J.L. Prada(1), I. López(2) (1) Servicio de Medicina Interna; (2)Unidad de Microbiología. Hospital Costa del Sol (Marbella, Málaga). Introducción: El aislamiento cada vez más frecuente de cepas de microorganismos productores de betalactamasas de espectro extendido (BLEE) no sólo en hospitales de tercer nivel, sino en comarcales, hace necesario el conocimiento del perfil de sensibilidad de los mismos para establecer un tratamiento inicial adecuado. Objetivo: Conocer las características epidemiológicas y determinar el perfil de sensibilidad de los pacientes con infección por Escherichia coli productoras de Betalactamasas de espectro extendido. Material y método: Estudio retrospectivo de los aislamientos en cultivos de orina, sangre, esputo, líquido pleural, exudado abdominal y de heridas cutáneas con crecimiento de Escherichia coli productoras de betalactamasas de espectro extendido en nuestro hospital, entre enero de 2004 y diciembre de 2004. El hospital Costa del Sol es una empresa pública del SSPA con funciones de hospital comarcal en el área hospitalaria de la Costa del Sol, atendiendo una población superior a 300.000 habitantes. Resultados: Se aislaron en 36 muestras, 28 de ellas en varones (edad media 59,6 años) y 8 mujeres (edad media 67,3 años). El 27,8% eran diabéticos, tenían una enfermedad crónica debilitante un 55,6%, el 5,6% tenían infección por el VIH, y el 2,8% tenía otra causa de inmudepresión. Un 19% había tenido previamente infección del tracto urinarIo (ITU) y el 11% infección respiratoria. Exístia el antecedente de consumo de antibióticos en un 30% de los pacientes, siendo éstos amoxicilina –clavulánico, cefalosporinas de 2ª generación, ciprofloxacino, cotrimoxazol y fosfomicina–. El germen se aisló en el 50% (18) de las muestra de orina, en el 33,3% (12) de los exudados cutáneos, 11% (4) de hemocultivos y esputos, en el 5,6% 83 Comunicaciones orales y pósters (2) de exudados de heridas abdominales y en el 2,8% (1) de los líquidos pleurales. El diagnóstico fue en el 50% de los casos ITU, y en dos de ellos asociados a infección respiratoria e infección de herida quirúrgica, un 25% de infecciones de heridas quirúrgicas, y en la mitad de los casos asociadas a celulitis e infección intraabdominal, 14% de infecciones respiratorias neumónicas, y 8% de celulitis y 3% de infecciones intraabdominales aisladas. El perfil de sensibilidad antibiótica se indica en la Tabla 1. Conclusiones: Más del 25% de los pacientes eran diabéticos y más de la mitad tenían alguna enfermedad crónica debilitante. El aislamiento más frecuente fue en muestras de orina, seguido de exudados cutáneos. El 30% habían recibido antibióticos previamente. La opción más segura de tratamiento en nuestro medio es el uso de carbapenemas. Tabla 1 Sí No Intermedio No testado 30 (83,3%) 2 (5,6%) 3 (8,3%) 1 (2,8%) Cefal 2 1 (2,8%) 31 (86,1%) 4 (11,1%) Cefal 3 2 (5,6%) 22 (61,1%) 12 (33,3%) Aztreonam 4 (11,1%) 29 (80,6%) Imipenem 35 (97,2%) 1 (2,8%) Ciprofloxac 11 (30,6%) 25 (69,4%) Gentamicina 29 (80,6%) 7 (19,4%) Cotrimoxazol 1 (2,8%) 3 (8,3%) 32 (88,9%) Fosfomicina 17 (47,2%) 1 (2,8%) 18 (50%) Amoxiclavul 1 (2,8%) 2 (5,6%) P-46. Análisis de las osteomielitis vertebrales diagnosticadas en un servicio de Medicina Interna I. Reche, F. Díez, L. León, A. Collado, M.C. Gálvez, A. Lazo Servicio de Medicina Interna. Hospital Torrecárdenas (Almería). Introducción: La osteomielitis vertebral (OV) es una infección infrecuente (incidencia 1-1,75 casos/250.000/h/año), que está aumentando por el envejecimiento poblacional y factores iatrogénicos. El retraso diagnóstico, así como la dificultad de conseguir filiar la etiología hacen que las secuelas sean importantes y el tratamiento complejo. Objetivos: Conocer la incidencia, características clínico-microbiológicas, procedimientos diagnósticos, tratamiento y resultados del mismo en los pacientes diagnosticados de OV en nuestro servicio entre enero de 2004 y agosto de 2005 en un hospital general con una población atendida de 257.000 habitantes. Metodología: Estudio retrospectivo de 16 casos diagnosticados de OV (por clínica y técnicas de imagen compatibles) en el periodo citado. Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, loca- lización, tiempo hasta el diagnóstico, factores predisponentes, etiología, métodos diagnósticos, tratamiento, resultados y complicaciones. Resultados: La incidencia de OV fue de 11,2 casos/250.000 h/año. La distribución V/M fue 1:1. La edad media fue de 59 años (24-79 años). Los factores predisponentes fueron: diabetes (6 casos), infección local (4 casos), manipulación de columna (1 caso), inmunosupresión (3 casos) e ingreso hospitalario previo (4 casos). El tiempo hasta el diagnóstico fue superior a 1 mes en 7 casos (43,75%) siendo hasta de 20 semanas en 1 caso. La localización fue cervical (3 casos), dorsal (7 casos), lumbar (5 casos) y múltiple (1 caso). Las OV fueron piogénicas en 11 casos (68,75% siendo St. aureus el más frecuente 3 casos) y en 5 tuberculosas (31.25%). El diagnóstico etiológico se consiguió en 10 casos (62,5%): por hemocultivos 84 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS (4 casos), punción-biopsia local (3/6), cirugía (1/1) o cultivos de otras localizaciones (2/3), siendo en 6 casos presuntivo. El antibiótico parenteral usado más frecuentemente fue la vancomicina (7 casos), y el oral, el linezolid (5 casos). Se realizó cirugía en 2 casos. La estancia media de hospitalización fue de 50 días. Todos los pacientes se curaron quedando con secuelas neurológicas severas 4 casos (25% 2 tetraparesias y 2 paraparesias). Conclusión: Aunque en el análisis realizado el diagnóstico etiológico es inferior al de otras series (debido a antibioterapia empírica previa y baja rentabilidad de la punción-biopsia en nuestro medio), creemos que es clave en el manejo de la OV. Es necesario minimizar el retraso diagnóstico para prevenir secuelas importantes. El uso de linezolid podría ser una buena opción terapéutica en casos seleccionados. P-47. Osteomielitis tuberculosa extravertebral en pacientes inmunocompetentes N. Cid Boza, J. Palomino Nicas, M. Lisbona Muñoz, R. Luque Márquez, M.A. Suárez Arjona, M. Aguilar Guisado Servicio de Enfermedades Infecciosas. Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla). Introducción: La tuberculosis (TB) osteoarticular supone el 10% de las formas extrapulmonares de TB y 1-3% de los casos globales de TB. Sus principales formas clínicas son la osteomielitis (OM) vertebral y la artritis. La OM de origen TB (OMTB) y localización exclusiva extravertebral es una manifestación poco frecuente y comporta dificultad diagnóstica en pacientes inmunocompetentes. Analizamos la epidemiología y clínica de la OMTB extravertebral en nuestro medio. Material y métodos: Análisis retrospectivo de los pacientes inmunocompetentes diagnosticados de OMTB extravertebral en nuestro servicio en el periodo 1989-2005, describiendo la epidemiología, clínica, tratamiento y evolución. Resultados: Entre 45 episodios de TB osteoarticular en pacientes sin infección VIH controlados en nuestro servicio en el periodo 1989-2005, 5 (11,1%) pacientes (80% mujeres, 20% hombres) presentaron OMTB extravertebral. Las características se exponen en la Tabla 1. Conclusiones: La OMTB extravertebral es una forma poco frecuente de TB en pacientes inmunocompetentes. A pesar de la clínica de dolor focal, el diagnóstico suele hacerse de forma tardía, precisando de la asociación de estudio histológico y microbiológico específico. El pronóstico es bueno con tratamiento tuberculostático, precisando en algunas ocasiones cirugía coadyuvante. Tabla 1 Descripción Edad Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4 Caso 5 57 51 66 65 39 Fémur Clavícula Fémur Pelvis Húmero Dolor + Tumefacción Dolor + Supuración + Fístula Dolor + Meningitis Dolor + Febrícula Dolor Demora diagnóstico 36 meses 40 meses 4 meses 1,5 meses 24 meses Antec. TB / Inmigrac. No / No No / No No / No No / No Sí / No ZN + Low - ZN Low + ZN Low + ZN Low + ZN Low NR Gr. caseif Gr. caseif Gr. caseif Gr. caseif Gr. no caseif Sí Sí Sí No No Curación Curación Curación Seguimiento Curación Localización Clínica Microbiología Histología Tto. quirúrgico Evolución 85 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS INDICE Abdel-Kader, L.: Aguilar, I.: Aguilar, J.: Aguilar, M.: Aguilar Benítez, J.M.: Alarcón, A.: Aldabó, T.: Aliaga, L.: Álvarez, M.: Antúnez, J.M.: Aresté, N.: Arizcorreta, A.: Arroyo Jiménez, M.A.: Arroyo Nieto, A.: Aznar, J.: Barquero, J.M.: Barrio, R.: Barroso, E.: Benítez , J.F.: Bernal, M.C.: Brun, F.J: Brun, F.M.: Butrón, R.: Caballero, J.: Camacho, A.: Cano, P.: Canueto, J.: Cañas, E.: Carlos, S.: Carmona Álvarez, J.A.: Carmona Espinazo, F.: Casañas, M.C.: Castaño, M.A.: Castilla, J.: Castillo, R.: Castón, J.J.: Cebada Romero, C.: Cervantes, B.: Chueca, N.: Cid Boza, N.: Cisneros, J.M.: Collado, A.: Colmenero, J.D.: Cordero, E.: Córdoba, J.A.: Corzo, J.E.: Cotos, R.: Cruz, G.: de Alarcón, A.: DE AUTORES de la Torre Cisneros, J.: de la Torre Lima, J.: 70 32, 52, 53 12, 48, 49, 65, 83 25, 26, 40, 52, 53, 58, 65, 85 79 23 37 18, 59, 60 17 53 35 28-31, 69 79 51 58 40 83 34 78 82 29, 30, 55, 68 28 41 31,69 16, 34, 36, 54, 56, 67, 68, 70 25, 28, 31, 42, 70 41 20, 58 17, 82 79 73 14 11, 73 38 14 25, 27, 42 78 57, 64 14 40, 64 25, 26, 38, 64 14, 34, 57, 64, 76, 82, 84 20, 24, 61 26, 65 41 75 72 72 21, 22, 63 54, 67 12, 22, 48, 49, 52, 53, 61-65, 66, 73, 83 del Alcázar, F.: 20 del Arco, A.: 12, 47, 54, 65, 66, 83 del Toro López, M.D.: 39 del Valle, J.: 75 Delgado, C.: 27, 42 Díaz Iglesias, J.M.: 79 Díez, F.: 20, 57, 76, 82, 84 Díez de los Ríos, M.J.: 19 Docobo Pérez, F.: 44, 45 Domínguez, A.: 13, 20, 33, 47, 80 Duro, G.: 51, 59, 60 Escobar, T.: 71, 76 Espigado, I.: 25, 26, 65 Espinosa, N.: 38, 58 Fernández, R.: 40, 80 Fernández-Fuertes, E.: 74 Fernández Gutiérrez del Álamo, C.: 78 Fernández Lisón, L.C.: 71 Fernández Peláez, J.M.: 72 Font, P.: 56 Francés, A.: 15 Franco Huerta, M.: 74 Gallego, C.: 25 Gallego, M.: 36 Gallo, M.: 27 Gálvez-Acebal, J.: 11, 13, 21-23, 33, 42, 61-63, 80 Gálvez Contreras, M.C.: 17, 34, 57, 64, 76, 82, 84 Gamir, F.J.: 64 Gámiz Sánchez, R.: 73 García, C.: 16, 50, 55 García, F.: 14, 16, 17 García Alegría, J.: 66 García-Corrales, F.: 40 García García, F..: 28, 36, 81 García Lázaro, M.: 34, 54, 56, 67 García Olid, A.: 79 García-Ordóñez, M.A.: 24 Gea, I.: 51, 59 Gil Sacaluga, L.: 37 Girón, J.A.: 28-31, 70, 78 Godoy, M.: 48 Gómez-Mateos, J.M.: 69, 73 Gómez-Sirvent, J.L.: 15 González, M.: 20, 31, 28, 69 González, P.: 29, 55 González Eslava, F.: 33 Guerrero, F.: 30, 47 87 Comunicaciones orales y pósters Gutiérrez, D.: 73 Gutiérrez-Ravé, V.: 47 Haro, J.L.: 20, 22, 40, 58 Hernández-Bello, J.R.: 43 Hernández Burruezo, J.J.: 15, 18, 51, 59, 60 Hernández Quero, J.: 15, 31, 47, 71, 76, 81, 82 Hevia Alonso, A.: 71 Hidalgo, A.: 70 Hidalgo, C.: 50 Iglesias López, A.: 37 Jaén, F.: 16, 50 Jiménez-Mejías, M.E.: 40, 69 Jiménez-Oñate, F.: 52, 53 Jurado, R.: 67 Kindelán, J.M.: 20, 34, 42, 54, 56, 67, 79 Laynez, F.: 20 Lazo, A.: 57, 76, 82, 84 León, E.: 20 León, L.: 84 Lisbona, M.: 85 Lomas, J.M.: 21-23, 34, 61-63, 71 López, I.: 83 López, M.: 14 López-Cortés, L.F.: 15, 16, 31 Lozano, A.B.: 17 Lozano, F.: 11, 15, 28, 32, 54, 68, 70 Lozano Serrano, A.: 72 Lupión, C.: 40 Luque, R.: 37, 85 Macías, J.: 28, 31, 69 Macías, N.: 24 Macías, P.: 50 Marco Guerrero, M.J.: 37 Marcos, M.J.: 38 Marín, I.: 74 Marín, J.: 11 Márquez, M.: 16, 32, 47, 52, 54, 70 Martín, M.Á.: 29 Martín Pérez, M.: 19 Martínez Martínez, L.: 45 Martínez Pérez, M.A.: 17, 71 Martínez Sánchez, A.: 76 Martínez-Sierra, C.: 28, 30 Mateas, M.: 18, 51, 59 Merchante, N.: 28, 31, 36, 75 Merino, D.: 11, 31, 34, 47, 69 Milla, M.: 47, 68 Mira, J.A.: 32, 34, 69, 70, 75 Molano, E.: 74 Montero, L.: 19 Montes, J.A.: 57, 64, 82 Montiel, N.: 65, 66 Morales, D.: 13, 33, 52-54 Morata, P.: 61 Moreno, F.: 48, 52, 53, 65, 66 Moreno Izarra, J.: 79 Moreno Maqueda, I.: 41 Morillas-Márquez, F.: 36 Moyano, M.J.: 35 Muniaín, M.A.: 13, 15, 33, 35, 39, 43, 80 Muñoz, L.: 14 Muñoz Medina, L.: 71, 82 Muñoz Roca, N.: 20, 61 Natera, C.: 79 Navarrete, N.: 50 Navarro, M.D.: 43 Navarro, V.: 18 Navas, M.S.: 71 Niño, S.: 55 Noguer, M.: 25, 26, 65 Nuño, E.: 11, 12, 19, 20, 49 Ollero, G.: 35 Omar, M.: 18, 51, 59, 60 Orozco, M.J.: 29 Pachón, J.: 25, 26, 44, 45, 58, 65 Pachón Ibáñez, M.E.: 44, 45 Pageo, M.M.: 82 Palacios, R.: 32, 48, 49, 52-54, 68, 70, 73 Palomino J.: 40, 85 Parejo M.I.: 76, 81 Parra, J.: 76, 81, 82 Pascual, A.: 43-45 Pasquau, J.: 16, 17, 47, 50 Peiró de las Heras, J.: 37 Pelayo, G.: 73 Peña, A.: 17 Peña Monje, A.: 76, 81, 82 Pérez, E.: 20 Pérez, M.: 11 Pérez Cortés, S.: 29, 30 Peréz de Pedro, I.: 12, 49 Pérez Guzmán, E.: 29 Pichardo, C.: 45 Pineda, J.A.: 28, 31, 32, 34, 36, 69, 70 Plata, A.: 20, 23, 61 Popa, I.: 78 Portales, I.: 24 Prada, J.L.: 49, 65, 66, 83 Prados, M.T.: 38 Pujol, E.: 11, 15, 71, 74, 76 Queipo-Ortuño, M.L.: 61 Quevedo, E.: 81 Ramos, M.C.: 19 Reche, I.: 84 Reguera, J.M.: 20-23, 61-63 Requena, M.J.: 18, 51, 60 Ríos, M.J.: 13, 31, 33-35, 52-54-80 Rivera, F.: 72 Rivero A.: 16, 25, 27, 34, 36, 37, 42, 54, 56, 67, 68, 70 88 Número extraordinario AVANCES EN ENFERMEDADES INFECCIOSAS Rodríguez, V.: 76 Rodríguez-Baño, J.: 13, 16, 33, 35, 39, 40, 43, 80 Rodríguez-Gómez, F.J.: 71, 74 Rodríguez Sánchez, J.: 75 Romero, L.: 43 Ropero, F.: 73 Rosa Jiménez, F.: 79 Ruiz, J.: 21-23, 28, 61-63 Ruiz Blasco, E.: 73 Ruiz-Pérez, M.: 38 Ruiz-Pipaón, M.E.: 58 Ruiz-Valderas, R.: 16 Salas, J.: 72 Sánchez, F.: 15 Sánchez Cano, D.: 71 Sánchez-Carmona, D.: 24 Santamaría, S.: 48 Santos, I.: 31 Santos, J.: 12, 32, 52-54, 68, 70 Sebastián, G.: 15, 68 Segador Gómez, A.: 34, 54, 56 Suárez, A.I.: 39 Suárez, I.: 15 Suárez Arjona, M.A.: 85 Terrón, J.A.: 11, 15, 29, 30, 55, 68, 69 Tinoco, I.: 73 Torre-Cisneros, J.: 25, 27, 28, 34, 42, 69, 70 Torres Tortosa, M.: 41 Trastoy, M.: 31 Trujillo, J.A.: 18, 51 Uribarri, G.: 20 Vázquez Domínguez, B.: 71 Vázquez Vázquez, M.I.: 41 Vergara, A.: 11, 15, 29, 30, 73 Vergara, S.: 32, 34, 36, 68, 75 Viciana, I.: 73 Viciana, P.: 16, 47, 52, 53 Vidal, E.: 25, 27, 47 Villalobos, A.: 20, 24 Villar, A.: 47 Vinuesa García, D.: 71, 77, 81, 82 Zapata, A.: 30 89