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Apuntes iniciales para la investigación sobre la economía de la República de Corea. Álvaro Choi de Mendizábal Universidad de Barcelona alvarochoi@ub.edu No resulta sencillo en España encontrar cursos a nivel de diplomatura o de licenciatura en los que se trate con profundidad el desarrollo económico asiático por lo que el estudiante interesado en investigar acerca de la economía coreana suele tener que empezar prácticamente de cero. Este breve texto trata de ahorrar tiempo a los futuros investigadores y de darles algunas indicaciones sobre por dónde empezar. En primer lugar, y aunque resulte obvio, el economista interesado en las investigaciones coreanas que desconozca la lengua coreana ha de dominar, como mínimo, la lengua inglesa ya que la literatura sobre Corea en lengua castellana sigue siendo escasa. El tener nociones de coreano, sin embargo, puede facilitar mucho la tarea investigadora a la hora, por ejemplo, de traducir las bases de microdatos existentes ya que, las más antiguas, carecen de versiones en inglés. Algunas universidades, como la Autónoma de Barcelona, ofrecen cursos de coreano. A pesar de lo anteriormente expresado, cada vez es mayor el número de centros de investigación en España que se han interesado en los estudios asiáticos y, en concreto, coreanos, si bien la dispersión de los distintos núcleos investigadores sigue siendo la nota dominante. En España destacan las universidades de Castilla la Mancha, la Complutense de Madrid y la Autónoma de Barcelona. Dentro de esta última encontramos al GEEAO (Grupo de Estudios Económicos de Asia Oriental) que, dirigido por el Dr. Bustelo, ha generado numerosos artículos acerca del proceso de crecimiento coreano y el impacto de la crisis económica de 1998. El CEIC (Centro Español de Investigaciones Coreanas) aglutina especialistas del ámbito académico y extrauniversitario, proponiendo numerosas actividades acerca de cuestiones actuales de la economía coreana. A su vez, la Casa Asia, con sedes en Madrid y Barcelona, y el CIDOB en Barcelona organizan con cierta asiduidad conferencias y eventos acerca de diversos aspectos sociopolíticos y culturales de Corea. Datos En cuanto a la disponibilidad de datos, debe realizarse una clara distinción entre datos macroeconómicos a nivel agregado y datos microeconómicos. La disponibilidad de los primeros es elevada para fechas posteriores a 1970. Además de las bases de datos económicos disponibles para la investigación de todos los países en general (Banco Mundial, OCDE, ILO, Banco de Desarrollo Asiático, UNCTAD, tablas de Lawrence y Summers), el gobierno coreano pone dicha información a disposición del investigador en las páginas web de cada uno de sus respectivos ministerios. Sin embargo, la forma más cómoda de consultar datos macroeconómicos de Corea es acceder al KOSIS (Korean Statistical Information System), dentro de la oficina de estadística de Corea (KNSO). En caso de que no estén disponibles los datos que se buscan, el servicio de ayuda al usuario es muy eficiente. El Banco de Corea también dispone de una base de datos propia, la más completa en cuanto a temas financieros se refiere. Para hallar datos muy recientes y especializados acerca de temas concretos la mejor opción suele ser, sin embargo, dirigirse a alguno de los múltiples centros de investigación estatales asociados a cada uno de los diferentes ministerios. Así, por ejemplo, el KLI estudia cuestiones del mercado de trabajo coreano, mientras que el KEDI hace lo propio sobre temas educativos. En el ámbito privado, los principales chaebol cuentan con centros de investigación económica propios en los que se pueden encontrar múltiples publicaciones. Ejemplos de ello son el SERI (Samsung Economic Research Institute) o el LGERI (instituto análogo al SERI, pero vinculado a LG). En el caso de los microdatos, el investigador puede encontrarse con varios problemas. En primer lugar, gran parte de las encuestas empezaron a elaborarse recientemente (década de 1990) por lo que la realización de estudios longitudinales resulta complicada (y más si se tiene en cuenta que las encuestas de origen más remoto tienen serias limitaciones -un ejemplo de ello es la HIES, la encuesta de ingresos y gastos familiares-. En segundo lugar, la ley de protección de datos coreana impide el suministro de bases de microdatos a investigadores de nacionalidad no coreana1. Por tanto, puede resultar recomendable realizar una estancia en Corea o bien contactar con personas de dicha nacionalidad para obtenerlos. En tercer lugar, algunas de las bases de datos cuentan con discontinuidades metodológicas que dificultan las comparaciones. Un claro ejemplo de ello es la NSHIE (encuesta nacional de ingresos y gastos familiares; quinquenal). Las comparaciones con otros países también resultan complicadas al no formar parte Corea, por ejemplo, del Luxembourg Income Study Group. Cabe destacar, sin embargo que, en general, la calidad de las distintas encuestas es creciente (un ejemplo de ello es la última oleada -correspondiente al año 2000- de la NSHIE). El listado de las diferentes encuestas publicadas puede encontrarse en la página de la KNSO. Recientemente se ha iniciado la elaboración de varias encuestas de datos de panel. Así, el KLIPS (panel de datos sobre el mercado de trabajo) fue iniciado en 1998 por el KLI, y la primera oleada del KEEP (panel de datos sobre educación y empleo) por el KRIVET en el año 2003 (instituto coreano de investigación en educación y formación continuada). Becas y movilidad Aquellos investigadores que deseen realizar estancias en Corea cuentan con varias posibilidades. La Korea Foundation 2 ofrece múltiples becas y ayudas para investigadores en función de sus diversas circunstancias. A su vez, quienes estén interesados en realizar estancias en universidades coreanas, deben informarse acerca del A caballo entre los datos macroeconómicos y microeconómicos se encuentran los resúmenes de las encuestas, publicados por la KNSO, y que sí están disponibles para el público en general. Algunas de las bases de datos como el KLIPS si están a la venta para nacionales y no nacionales coreanos. 2 Puede resultar de utilidad para establecer contactos el servicio “Koreanists” de la propia Korea Foundation y que ofrece un listado de coreanistas por temas de interés y países de residencia de aquéllos. 1 programa estatal Korea Brain 21, que otorga a las diferentes universidades (en especial a las “SKY” -universidades de Seoul, Koryo y Yonsei; las tres más prestigiosas de Corea-) fondos para contratar investigadores. También es posible realizar estancias en centros de investigación estatales como el KDI (instituto de desarrollo coreano). A nivel más general, la Casa Asia ofrece ayudas para investigaciones sobre temas asiáticos y en la Asia-Europe Foundation también pueden encontrarse oportunidades de intercambio. Otros apuntes Para mantenerse al día acerca de los últimos acontecimientos en Corea destacan, además de las diferentes páginas web de los principales periódicos del país (Korea Herald, Korea Times y Seoul Times tienen versiones en inglés), la iniciativa Ohmynews, premiada a nivel internacional. Entre las revistas económicas especializadas en temas asiáticos y coreanos destacan: A nivel asiático: Journal of Asian Studies Eurasian Geography and Economics Asian Economic Review Asian Development Review Asian-Pacific Economic Literature Journal of Asian Economics A nivel coreano: Journal of the Korean Economy Bank of Korea Economic Papers Algunos de los temas candentes de la investigación económica en Corea son, entre otros, los vinculados a la crisis económica de 1998 y el subsiguiente proceso de recuperación; el debate todavía abierto acerca de las causas principales del denominado “milagro asiático”3; los problemas de equidad y la articulación de un Estado del bienestar; las cuestiones educativas y, en especial, la “fiebre educativa”; el proceso de integración económica en Asia; y el impacto económico de una posible reunificación entre las dos Coreas. Por último, si uno no dispone de las actualizaciones al coreano de los procesadores de texto más habituales, puede ser recomendable la descarga del procesador de software libre “Openoffice”, en su versión coreana. Igualmente interesante para evitar problemas en la apertura de programas con extensiones no habituales como .hwp, la descarga del programa Hangul Viewer puede ahorrar más de un quebradero de cabeza. 3 Resulta muy recomendable leer el libro de Amsden (1989) como introducción a dicha cuestión.