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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA CENTRO UNIVERSITARIO METROPOLITANO FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS AREA DE INMUNOLOGÍA Y MICROBIOLOGÍA MÉDICA TERCER AÑO INMUNIDAD CONTRA LOS HONGOS Dr. Mario Roberto Pinto INTRODUCCIÓN Las infecciones fúngicas, también llamadas micosis, son producidas por hongos que son células eucariotas que poseen un núcleo verdadero que contiene diversos cromosomas limitados por una membrana nuclear. Uno de los componentes principales de la membrana celular es el ergosterol, que es el principal esterol y es el sitio donde actúan los principales antimicóticos. Tiene otro constituyente importante y son los peptidomananos externos y antigénicos, fijados sobre la matriz de glucanos Alfa y Beta. La rigidez celular se la proporcionan las hojas, discos y fibrillas de Quitina (poli- Beta 1-4-N- acetilglucosamina). Son pocos los hongos patógenos en la naturaleza, para los seres humanos y se dividen las infecciones en superficiales, cutáneas, subcutáneas y sistémicas. Las infecciones micóticas recientemente se están reconociendo cada vez más como causa de morbilidad y mortalidad en el hombre a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Sin embargo algunas infecciones micóticas son endémicas y están causadas casi siempre por hongos dimórficos, presentes en el ambiente y cuyas esporas son inhaladas por el hombre, ejemplo: Histoplasma capsulatum y Coccidioides immitis. Otras enfermedades fúngicas son oportunistas, porque sus agentes infectivos no las producen en los individuos normales y si las producen son muy leves, pero pueden infectar y dar lugar a una enfermedad grave en las personas con inmunodeficiencias, ejemplo: Candida, Aspergillus, Cryptococcus neoformans y Pneumocystis jiroveci. Las infecciones micóticas sistémicas se observan en pacientes con SIDA y en pacientes con tratamientos inmunosupresores como terapia para cáncer diseminado y en transplante de órganos. Además también se presentan cuando se producen alteraciones de la microbiota normal, por la administración prolongada de antibióticos de amplio espectro y también es muy importante el inóculo, porque si es masivo puede ocasionar una enfermedad grave. Los diferentes hongos que infectan al hombre, pueden vivir en los tejidos extracelulares y aún dentro de los macrófagos. La respuesta inmunitaria frente a los hongos, es una combinación de los patrones de la inmunidad innata y adquirida que se observan en otros microorganismos patógenos. Hay poca información respecto a la respuesta inmune a los hongos, debido a la escasez de modelos animales para reproducir las infecciones micóticas y a que en los individuos con una respuesta inmune eficaz no se observan estas infecciones. INMUNIDAD INNATA CONTRA LOS HONGOS La piel y las mucosas son los sitios que atacan algunos hongos patógenos. En las capas más superficiales de la piel, prácticamente no hay participación del sistema inmune y el desarrollo por ejemplo de: Malassezia furfur en la pitiriasis versicolor, la infección de la capa córnea más superficial por el hongo (hifas y conidios), se debe a una disminución del recambio epitelial que estimula el crecimiento de esta especie normal de la microbiota de la piel, especialmente en países tropicales o subtropicales. Los principales mediadores de la Inmunidad Innata frente a los hongos, son los fagocitos (Polimorfonucleares neutrófilos y macrófagos), que reconocen como patrones moleculares asociados a patógenos (PAMP) los peptidomananos a través de la Lectina fijadora de la manosa o por los receptores Toll 2 y 6, que inducen la síntesis de las citoquinas inflamatorias IL-1, FNT Alfa e IL-6, activando la inmunidad adaptativa de linfocitos B y T. También los fagocitos tienen receptores de Lectina tipo C que se unen a carbohidratos facilitando la Fagocitosis, pues fijan el hongo a la membrana e inducen la formación del fagosoma. Los fagocitos son muy eficientes para destruir hongos (levaduras, micelios y esporas) y los pacientes con neutropenia son extremadamente sensibles a las infecciones fúngicas oportunistas. INMUNIDAD ADQUIRIDA CONTRA LOS HONGOS Esta estructurada en forma similar a la antibacteriana. Los anticuerpos y la activación del complemento, tienen participación importante en la defensa contra las infecciones micóticas subcutáneas y sistémicas, siempre y cuando la participación de la inmunidad celular esté presente. Los hongos desarrollan a menudo respuestas de anticuerpos específicos que son útiles para el diagnóstico serológico, sin embargo la eficacia de los mismos para la neutralización de una infección micótica es pobre si no hay una buena cooperación del sistema T. Los anticuerpos están dirigidos contra el ergorterol, los peptidomananos y los glucanos Alfa y Beta, así como polisacáridos de membrana. La inmunidad celular es el mecanismo fundamental de defensa frente a las infecciones micóticas. El papel de los linfocitos CD4 TH1 es protectora y la TH2 estimula la producción de anticuerpos, especialmente la IgG e IgE, pero no evita la diseminación de la infección. Uno de los mecanismos que desactivan la inmunidad celular TH1 en las infecciones por hongos, es que sus antígenos de superficie inducen en los mastocitos y en los linfocitos TH2, la liberación de IL4, lo cual recluta una respuesta TH2, con producción de más IL4, IL5 e IL6 estimulando en los tejidos la llegada de eosinófilos y Linfocitos TH2, aumentando la producción de histamina local y provocando cambios vasculares como vasodilatación. En las micosis cutáneas (Dermatofitos), los agentes infectivos son hongos queratinolíticos, cuya infección se potencializa con el calor, la húmeda y la oclusión, ejemplo: Epidermophyton, Trichophyton y Microsporum. 2 En las micosis cutáneas, las formas iniciales de infección son las esporas y levaduras que posteriormente se transforman en formas invasivas a través de micelios, cambiando el fenotipo, no sólo de forma, sino antigénica, con lo cual el sistema inmune celular y humoral tienen que sensibilizar nuevos linfocitos T y anticuerpos, participando nuevamente las células dendríticas, Linfocitos CD4 y CD8 citotóxicos, induciendo reacciones de hipersensibilidad retardadas tipo IV con inflamación tisular, aumento de la permeabilidad vascular, edema vasodilatación y prúrito. Posteriormente engrosamiento y descamación aumentada de la piel. La eliminación de los hongos de Micosis cutáneas por los Fagocitos y TH1, no siempre es total y la reactivación es frecuente cuando las condiciones lo permiten, como aumento de la humedad, calor y otros factores. El Histoplasma capsulatum, es un parásito intracelular facultativo, que generalmente no es destruido después de ser fagocitado por los macrófagos no activados de los alvéolos, no se sabe cual es el mecanismo, pero al ser fagocitado y estar dentro de la vacuola digestiva (fagosoma), empieza a elevar el pH de la misma, hasta 6.5, se sospecha que la producción de la enzima ureasa sea la causa, lo cual desactiva la mayoría de enzimas proteolíticas e hidrolíticas que tienen un funcionamiento óptimo a pH ácido. Como en las infecciones tuberculosas, el sistema inmune, aísla la infección formando granulomas, pues rodea al hongo con macrófagos que adquieren forma de células epitelioides y células multinucleadas, además linfocitos T y en la periferia fibroblastos y bandas de colágeno, hay lesión tisular importante en el hospedero y posterior cicatrización y calcificación. En los hospederos inmunocompetentes los linfocitos TH1, producen Gamma Interferón que activa los macrófagos y estos son muy efectivos para eliminar al H. capsulatum, evitando la diseminación al sistema retículo endotelial. La Candida albicans, es un comensal en el intestino de los seres humanos que se interrelaciona con las bacterias de la Microbiota, los Linfocitos T intraepiteliales y subcutáneos (Sistema inmune difuso) y la IgA secretora, con quienes mantiene un equilibrio biológico. La pérdida de las bacterias de la microbiota por el uso continuo de antibióticos de amplio espectro, la afectación del sistema inmune difuso, ya sea por inmunosupresión y disminución de IgA secretora, por ejemplo, en pacientes desnutridos, pueden ser factores que induzcan la proliferación de la Candida. Además, por pérdidas de continuidad, de la mucosa y el uso de catéteres vasculares contaminados favorecen la diseminación de este hongo. La Candida tiene sitios de unión para varios tipos de célula favoreciendo la adherencia a las mismas, contribuyendo a esto la hidrofobicidad de su membrana celular. La mucosa intacta funciona como una barrera efectiva, pero los linfocitos T del sistema linfoideo difuso, son indispensables para evitar la penetración y diseminación. Los fagocitos destruyen las levaduras y micelios, pero pacientes con inmunidad celular deficiente o neutropénicos predisponen a la diseminación hematógena, produciendo una enfermedad grave. Algunos pacientes sufren del síndrome de Candidiasis Mucocutánea Crónica, ya que tienen una inmunodeficiencia de Linfocitos T específica para antígenos de la C. albicans, produciéndose en ellos una infección mucocutánea crónica. EVASIÓN DE LOS HONGOS A LOS MECANISMOS INMUNES 3 Es poco conocida la capacidad que tienen los hongos para evitar la acción del sistema inmune, pero entre los que se han estudiado se encuentran los siguientes hallazgos: a) Dimorfismo Térmico: La mayoría de los hongos, cambian por ejemplo: de hifas tabicadas o micelio a levaduras, esférulas a conidios y generalmente se debe a proteínas de shock al calor que cuando cambia de temperatura del medio ambiente al pasar a 37º C inicia un cambio de forma, estructura y expresión de nuevas proteínas. Lo cual induce en el sistema inmune a reconocer nuevos antígenos por los linfocitos T y formar anticuerpos ejemplo Blastomyces dermatitidis, Coccidioidis immitis, Histoplasma capsulatum, Paracoccidiodis brasiliens, Candida y otros. b) Producción de antígenos que inducen una Respuesta TH2: Hongos como Blastomyces dermatitides, Coccidiodes immitis y Paracoccidiodes brasiliensis, producen proteínas que inducen una respuesta en los linfocitos TH2 o mastocitos a liberar IL-4 que cambia el perfil TH0 de los linfocitos vírgenes a TH2, produciendo IL-4, IL-5, IL-6 y estimulando al grupo de linfocitos T reguladores 1 a producir IL-10 que suprime al grupo TH1, que induce una pobre respuesta de inmunidad celular, ejemplo: la proteína SOWgp del C. immitis y el gp 43 del P. brasiliensis. El hongo tiende a reproducirse y a invadir los tejidos a pesar de que se producen anticuerpos IgG e IgE. c) Cambio de pH en el fagosoma: Cuando el H. capsulatum, en fase de levaduras es fagocitado en el alveolo pulmonar por macrófagos no activados, se forma el fagosoma, empieza a producir enzimas como la ureasa, que cambia el pH del fagosoma (que normalmente se va progresivamente acidificando, activándose las enzimas hidrolíticas y proteolíticas como las hidrolasas ácidas, proteinasas, elastasas y colagenosa) y al subir a 6.0 y 6.5 desactiva o baja el rendimiento de estas enzimas y el hongo puede sobrevivir y puede dividirse o quedar en un estado latente para después reactivarse y destruir al macrófago, ejemplo: Candida albicans y Coccidioides immitis. d) Producción de enzimas como Proteasas y Fosfolipasas: Patógenos fúngicos producen proteinasas y fosfolipasas que pueden destruir tejidos del hospedero y favorecer la invasión y diseminación. El C. immitis atraviesa la barrera mucosa, ataca el epitelio respiratorio y pasa al sistema circulatorio y/o linfático. La célula conidial, produce una proteína extracelular de 36 Kda que degrada colágeno, elástina y hemoglobina, así como la IgG e IgA humana y tiene otra proteína de 66 Kda que destruye proteínas estructurales del pulmón produciendo daño tisular. La C. albicans secreta la aspartil proteinasa que hidroliza anticuerpos IgG e IgA. Así también tienen fosfolipasas que provocan destrucción tisular en el proceso de invasión. e) Formación de cápsula de Polisacáridos: El Criptococcus neoformans ingresa al alveolo como una levadura, donde la temperatura de 37º C activa el gen STE 12 alpha, que modula la expresión de otros genes que activan la producción de una cápsula de polisacáridos hidrófobos que tienen cargas eléctricas negativas que repelen la membrana celular del macrófago, así también es anti opsoninas e interfiere con la producción de óxido nítrico. Además produce melanina, por medio de la enzima fenol-oxidasa que está unida a su 4 membrana, depositándola dentro de la pared celular, incrementando la carga eléctrica negativa e induciendo un cambio de fenotipo de cruzamiento el Mat alfa. f) Producción de Fosfolipasa y Unión a Laminina y Fibrinógeno: El Aspegillus fumigatus, es un hongo muy común en el medio ambiente, cuyos conidios inhalados producen fosfolipasas, permitiendo exponer la laminina de las células epiteliales del alveolo, uniéndose a ella y al fibrinógeno. Siendo este el primer paso, luego interviene una elastasa que actúa en el colágeno y con afinidad por el tejido cicatrizal, producto de enfermedades como la tuberculosis y otras inflamatorias, formando una unión estrecha se reproduce permitiendo la formación de un aspergiloma. También los antígenos del Aspergillus inducen un cambio en el perfil inmunológico a TH2, estimulando la producción de IL-4, IL-5 e IL-6, provocando una reacción de hipersensibilidad tipo I con elevación de IgE y que se traduce en cuadros clínicos de Rinitis y Asma Bronquial de difícil tratamiento. g) Inhibición de producción de Quimiocinas: C. neoformans y A. fumigatus, inhiben en estadios iniciales la producción de las quimiocinas IL-8, MIP-1 Alfa, MCP-1, Rantes y MIP-1 Beta, (cuya función es atraer principalmente monocitos y polimorfonucleares a los lugares donde se establece una infección) retardando la llegada de estas células inflamatorias, permitiendo que los hongos puedan producir una infección. Su efecto es muy limitado en pacientes inmunocompetentes, pero muy efectivo en pacientes con SIDA o que tengan muy afectada su respuesta inmune celular. BIBLIOGRAFIA 12345- Abbas A, Lichtman A, Pober J. Inmunología celular y molecular 3ª. Ed. 2000. 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