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PARA UN TIEMPO DE REFLEXION-ORACION LA EXPERIENCIA “TIERRA” en mi vida El Itinerario espiritual que se vive en la vida concepcionista lo podemos identificar con “la experiencia - tierra”. Vamos a profundizar y orar las etapas descritas y sacar alguna aplicación a nuestra vida. El proceso de esta experiencia puede ser: Tierra ABANDONADA Tierra ELEGIDA Tierra CULTIVADA Tierra BENDECIDA Para cada etapa hay: Una Palabra de Dios Una experiencia humana Unos recursos Momento previo de reflexión: ¿En qué etapa de tu tierra crees que te encuentras actualmente? ¿Quién eres? ¿qué dices de ti misma? Dedica un rato a contactar con tu tierra – con tu ser más profundo – e intenta ponerla alguno de estos calificativos u otros que se te ocurran: Débil/despierta/apagada/ardiente/seca/anestesiada/unificada/inquieta/abandonda/sola/cansa da/cultivada/muerta/ocupada/herida/preocupada/desorientada/animada/consolada/perdida/orientada... Trata también de detectar los “okupas” de tu tierra 1.- TIERRA ELEGIDA: La experiencia “Cerca” = la vocación Revive esta experiencia: Recordemos que es la experiencia que nos hace revivir la elección de Dios. Cada una somos amadas gratuita e incondicionalmente por El. Ya sabemos por la psicología que si no se ha vivido esta experiencia a nivel humano, es muy difícil captarla a nivel espiritual. Damos por supuesto que se ha tenido esta experiencia. Y no sólo una vez, sino en muchas ocasiones...y a la que hemos de remitirnos continuamente, pues es la que desencadena siempre el proceso o itinerario. Una historia que puede ser la mía: “Un hombre durante un viaje a Oriente se enamoró locamente de una mujer china de la que desconocía la lengua y con la que sólo podía comunicarse con señas y muestras de afecto. Al volver a su país, como no podía entender sus cartas, se puso a aprender chino para poder seguir en relación con ella, se enfrascó durante años en el estudio de la lengua, hizo un doctorado y se convirtió en un eminente sinólogo que viajaba por el mundo dando conferencias sobre la cultura y la lengua de china. Pero, tanto le habían absorbido estudios, viajes y fama, que llegó a olvidar a la mujer de la que un tiempo estuvo enamorado, y sólo algunas veces recordaba con nostalgia aquel amor por el que había empezado todo...” Identifícate con el personaje de la narración y pregúntate qué interferencias o distracciones pueden difuminar aquel “amor primero” por el que empezó la historia de tu seguimiento de Jesús. Recuerda alguna Palabra de Dios que marcó tu experiencia vocacional. PALABRA QUE ACOMPAÑA LA EXPERIENCIA: Podemos acompañarnos de textos como 1 Samuel 3, 1-10; Oseas 11, 1-4; Isaías 43, 1-7; 49, 14-15: Lc. 19, 1-10;Jn. 1,35-51; Ef. 1, 3-14; Salmo 131(130); Salmo 63... ¡Tantos textos que me han removido por dentro y me han hecho experimentar que soy una persona conocida, amada, aceptada, acompañada, conducida, bendecida...personal y gratuitamente por Dios en Cristo Jesús. 2.- Tierra CULTIVADA (= Cultivo)Experiencia de COMUNIÓN Revive esta experiencia: Recodemos que es una etapa de trabajo intenso sobre la propia vida y persona: los sentimientos, deseos, experiencias... tratando de buscar la verdad de la propia vida, dejándose ayudar también por otras personas (mediaciones) y de hacer un proceso de maduración. Es muy posible que hayamos vivido muchas experiencias de crisis personal, en que hay que hemos tenido que trabajar intensamente en el campo de la propia vida y persona. Sin embargo, no es verdad siempre y necesariamente que “la experiencia enseña”, o que errando o, sin más, “pecando se aprende” o que “la historia es maestra de la vida”, o que “uno tiene el derecho de cometer sus errores” y otras cosas parecidas que decimos; hay gente adulta que siempre repite impertérrita los mismos errores (de los que echa regularmente la culpa a los 2 demás) o que confunde la madurez con un título de estudio o con el fruto natural de la ancianidad; en cuanto a la historia, se ha dicho también que lo único que enseña es que algunos o quizá muchos no aprenden jamás nada de ella; y es verdad que hay que respetar el derecho de cada cual a cometer sus equivocaciones, pero aún más digno sería ayudarle a reconocerlo y, en lo posible, a evitarlos .... Es esta etapa importante para mirar hacia atrás la propia vida y ver cómo vengo trabajando mi tierra en todo ese proceso que hemos visto en el itinerario. Tiempo de reflexión: Recuerda el consejo de Prov. 4,23: “Hija mía, por encima de todo, cuida tu corazón porque en él están las fuentes de la vida” Haz memoria de los caminos- Palabra de Dios, personas, circunstancias...- que te han ido conduciendo hacia la experiencia de Comunión con Dios y con los demás en tu vida religiosa. Compártelo con alguien. ¿A dónde vas en tu proceso de crecimiento personal? Trata de poner nombre a tu situación actual... ¿Cuál es el horizonte de tu vida? Piensa y comenta esta frase: “Uno de los secretos de la vida está en saber convertir el inconveniente en oportunidad”. Reflexiona sobre todas las piedras (dificultades) que has tenido en tu campo y que has transformado en oportunidades para crecer... UN TEXTO PARA DETENERSE: ¿COMO ES TU CORAZON? Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón mas hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas, ni rasguños. Si, coincidieron todos que era el corazón mas hermoso que hubieran visto. Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aún y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo: “¿Por qué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso como el mío?” Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos, y estos habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían bordes y aristas irregulares. Es mas, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogió, “¿como puede decir que su corazón es más hermoso?” pensaron. El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado se echó a reír. “Debes estar bromeando” dijo, “comparar tu corazón con el mío... el mío es perfecto, en cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor”. “Es cierto” dijo el anciano, “tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado, muchos, a su vez me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que 3 quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque me recuerdan el amor que hemos compartido. Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgado pero, a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón. ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?” El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez, arrancó un trozo del suyo, ya viejo y maltrecho y con el tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho mas hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior. ¿Y tu corazón... cómo es? PALABRA QUE ACOMPAÑA LA EXPERIENCIA: Mt. 3, 13-17; Mt. 4, 1-12; El Bautismo de Jesús y las tentaciones son textos paradigmáticos. También se pueden leer el Sermón del Monte (Mt. Cap. 5 y 6), pero contemplándolo siempre desde Jesús. La vida oculta de Jesús Lc. 2, 39-40 y 51-52 ( En dos versículo se condensan 30 años!) También puede ser Éxodo 3, 1-20 (la zarza ardiente; la voz de Dios. Descálzate. A Dios no se le sorprende. El se revela...Mantente ahí, disponible...deja que te hable) 3.- Tierra BENDECIDA: Exp. de Cruz Revive esta experiencia: Somos portadoras de una bendición, a la vez que llamadas a poseer esa Tierra de bendición: que es la felicidad, a la que toda persona aspira. Ya tenemos experiencia de que toda conquista humana supone haber dado muerte a algo. No hay vida sin muerte. Y esto que se da en le plano humano, es la experiencia cristiana fundamental. En el proceso de poseer nuestra tierra, de “poseernos” y dejar que el Señor nos posea, se tiene que haber trabajado desde la propia verdad (yo actual), buscando la realización plena de la persona (yo ideal), pasando por experiencias de encuentro (yo relacional). Son muchos los textos que pueden iluminar esta etapa. Nos podemos detener en tres mujeres del Evangelio: La samaritana; La viuda pobre; La mujer que ungió a Jesús. En nuestra vida, al contactar con las dificultades para “pensar y sentir como Dios”, nos hemos dado cuenta que hemos tenido que morir a algo...perder algo (“agua”, monedas, ungüento...) para ganar algo... Es la condición que nos ha puesto Jesús: “El que quiera ganar su vida, la perderá... el que la pierda, la ganará”. Es la experiencia pascual, de la Cruz por la que hemos de pasar para “dar fruto”. 4 Al mirar a estas tres mujeres, sus manos vacías son más expresivas que las palabras: su gesto de quedarse sin el cántaro, las monedas, el perfume...tienen su origen en otra manera de encontrar la felicidad alternativa a la posesión: la alegría de una vida hecha anuncio, de un pan del que muchos pueden comer, de una existencia liberada de la esclavitud de la subsistencia, de un encuentro que desborda cualquier otro gozo. PALABRA QUE ACOMPAÑA LA EXPERIENCIA: Podemos tomar como Palabra de Dios que ilumine nuestra reflexión las escenas de tres mujeres del evangelio: La samaritana ( Jn 4, 1-42) / La viuda pobre ( Mc. 12, 41-44) / La mujer que ungió a Jesús (Mc. 14, 3-9) Si contemplamos el encuentro de Jesús con la Samaritana (Jn. 4, 1-25) veamos cómo El va sacando su vida a flote. El cántaro son sus propios deseos...el pozo es su vida... La samaritana se va abriendo... Confíate también a Jesús y háblale de tu vida. Puede ser también la de la perla preciosa en el campo: )Mt. 13, 44-46) Tiempo de reflexión ¿Qué he tenido que perder para ganar? Las dificultades, más que inconvenientes son oportunidades: descubre la ganancia evangélica que se esconden en las situaciones de poda y disminución... Dedica uno tiempo a chequear tu ALEGRÍA y pregúntate donde está la fuente de tu felicidad. Haz memoria de religiosas que has conocido y que han descubierto la sabiduría de la cruz. Podemos compartirlo. Discurrid cómo llegar a ser a nivel comunitario, generadoras de una alegría alternativa: la que nace del misterio pascual. Dialoga con alguna persona que creas significativa en tu vida y en la Congregación y pregúntale sobre sus manos vacías, cómo ha ido haciendo este proceso, y qué tipo de felicidad encontró. 5