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Quimioterapia Biológica La Terapia Biológica (a veces llamada inmunoterapia o bioterapia ) es una adición relativamente nueva a la familia de tratamientos para tratar el cáncer que incluye también la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Las terapias biológicas utilizan el Sistema Inmune del cuerpo, ya sea directa o indirectamente, para combatir el cáncer o para disminuir los efectos secundarios que pueden causar algunos tratamientos para dicha enfermedad. Actualmente el Factor de Transferencia es utilizado en hospitales públicos de Rusia y en clínicas oncológicas en toda América por su alta efectividad y seguridad. Cuál es la Diferencia entre las terapias Biológicas antiguas y el Factor de Transferencia? La diferencia consiste en que el Factor de Transferencia es capaz de entregar pertinente información al sistema inmunológico sobre nuevos invasores, ya que es una molécula mensajera. La lucha contra la enfermedad es una guerra entre las células inmunes y los invasores. Los factores de transferencia movilizan a las células “asesinas naturales” (Natural Killer) y las dirigen contra las células cancerígenas. Además, ciertos componentes suprimen casos de hiperactividad del sistema inmunológico, modulándolo para mantenerlo sin atacar al cuerpo y provocar alergias y enfermedades auto-inmunes, tales como Artritis Reumatoide, Lupus, Soriasis o Enfermedad de Crohn, entre otras muchas. Los factores de transferencia son la inteligencia del sistema inmunológico, vitales para que desarrolle estrategias en contra de muchas y diversas enfermedades y gérmenes invasores. Almacenan “fotografías químicas” de virus, bacterias, hongos y parásitos. Esta información es transferida a varias células de “combate” dentro del sistema inmunológico que responderán al “enemigo”. Los factores de transferencia son moléculas diminutas que transfieren información inmunitaria de una entidad a otra; por ejemplo, de una madre a su hijo al amamantarlo. Estas “moléculas inteligentes” respaldan las reacciones inmunitarias saludables y equilibradas. El fortalecimiento de nuestro Sistema Inmunológico, es la cuestión de Salud más crítica que enfrentamos individualmente y como Sociedad. Los factores de transferencia son inmuno-moduladores naturales que despiertan y fortalecen nuestro sistema inmune, suprimen hiperactividad y dan información esencial para la identificación de amenazas para la salud. Tienen tres funciones principales, los factores de transferencia: - RECONOCER. Despertar al sistema inmunológico y hacerlo eficaz. - RESPONDER. inmunológico. Aumentar - RECORDAR. Aumentar su inteligencia y, en consecuencia, regular o modular (aumentar, suprimir o balancear) el sistema inmunitario. la rapidez de respuesta del sistema Los factores de transferencia son completamente naturales y están catalogados como nutrientes con capacidad inmuno-moduladora. Por su naturaleza carecen de contraindicación alguna, no habiéndose registrado efectos secundarios negativos aún con dosis masivas o muy prolongadas. Su campo de acción es muy extenso y también muy eficaz tanto en niños como en adultos. Está incluido dentro del PDR de los Estados Unidos que es el libro de referencias médicas. Por lo cual es 100% Recomendado. Según pruebas Clínicas realizadas en los Estados Unidos y las Pruebas Científicas realizadas por Clínicas y hospitales públicos en Rusia. El Factor de Transferencia de 4Life Research aumento la reacción inmunológica hasta un 437%, respecto a las Células NK quienes son Anti- cancerígenas naturales del sistema Inmune. Como respaldo, ayuda y prevención; la Inmunoterapia con factores de transferencia está mostrando excelentes resultados en multitud de afecciones: alergias, enfermedades auto-inmunes, infecciones (bacteriales, virales, parasitarias, micóticas) y enfermedades degenerativas, entre ellas el cáncer. ¿Qué está debilitando nuestro sistema inmunológico? Exposición a la contaminación del medio ambiente, y a sustancias tóxicas (pinturas, barnices, detergentes…) y la utilización de sustancias químicas en las carnes y en los cultivos (pesticidas…). La constante exposición a campos electromagnéticos (televisores, ordenadores, teléfonos móviles, hornos microondas, antenas de telefonía, etc.) que desordenan el comportamiento de las células y específicamente nuestro sistema inmunológico. El empobrecimiento nutritivo debido a malos hábitos alimenticios, comida chatarra (rápida) y los alimentos desvitalizados por los procesos de industrialización de los cultivos. El estrés, ya sea físico, mental o emocional. El uso indiscriminado de antibióticos y otras sustancias que “suprimen o inhiben” los mecanismos fisiológicos de defensa, recuperación y regulación, y que suponen una disminución de la “experiencia inmunitaria” y de la capacidad autorreguladora ante las amenazas.