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“Doctrinas Bíblicas” Ps Alex Donnelly LA DOCTRINA DEL PECADO 1. LA ‘CAÍDA’ DE SATANÁS La Biblia afirma que Satanás fue creado por Dios; un ángel de gran poder – la máxima expresión de la creatividad de Dios (Is 14:12-15; Ezeq 28:12-19). Aunque la Biblia no provee una explicación detallada, el texto sagrado enseña que Satanás cayó en el pecado del orgullo. Este pecado dio lugar a un deseo de ser como Dios, y por ende a una rebeldía abierta, en la cual participaron una tercera parte de los ángeles (Apo 12:3-4, 7-9). Muchos se preguntan cómo el pecado logró entrar al mundo angelical, e insinúan que en alguna manera Dios fue responsable por esto, porque pudo haber creado un mundo en el cual el pecado no era posible. Dicha actitud representa una falta de respeto hacia Dios. La verdad es que simplemente no sabemos los detalles acerca de por qué Satanás cayó en pecado. Lo único que podemos afirmar es que el pecado en la tierra tuvo su origen en el pecado en la esfera celestial. Aunque algunos comentaristas afirman que la ‘caída’ de Satanás ocurrió después de la creación del mundo material, y que la rebeldía de Satanás tuvo algo que ver con esta creación, no hay evidencia al respecto. Más bien, parece ser al revés. La ‘caída’ de Satanás probablemente ocurrió antes de la creación del mundo material, y que la creación del mundo material tuvo algo que ver con la ‘caída’ de Satanás. 2. LA ‘CAÍDA’ DE ADÁN Y EVA Esta está descrita en Gén 3 (aunque muchos textos de la Biblia aluden a este incidente). Los teólogos liberales rechazan el valor histórico de este relato, afirmando que Adán y Eva son figuras míticas, o legendarias. Sin embargo, como evangélicos, aceptamos una interpretación literal del evento narrado en Gén 3, creyendo que Adán y Eva fueron figuras reales de la historia. Según Gén 3, el pecado de Adán y Eva, al igual que la ‘caída’ de Satanás, se debió al orgullo humano, al deseo de ser como Dios, y a una rebeldía abierta contra un manato Suyo (v.4-6). Notemos los siguientes elementos en la ‘caída’ de Adán y Eva: i. Todo comenzó con un cuestionamiento de la palabra de Dios (“¿Con que Dios os ha dicho…?, v.1). ii. Este cuestionamiento involucró una exageración del mandamiento de Dios, hecha con el afán de hacer quedar mal a Dios (“¿…No comáis de todo árbol del huerto?” v. 1). iii. La mujer también exageró la cosa cuando respondió a Satanás (“No comeréis de él, ni le tocaréis…”, v.3). ~1~ iv. Satanás negó abiertamente la palabra de Dios (“No moriréis”, v.4). v. Además, insinuó que la prohibición se debió a una preocupación, por parte de Dios, de hacer que el ser humano no se supere (“sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios…”, v.5). vi. Eva miró al fruto, vio que era agradable a los ojos, y deseó comer para alcanzar la sabiduría (v.6a). vii. Al rebelarse contra Dios, invitó a Adán a hacer lo mismo (v.6b). Enseguida que Adán y Eva cometieron pecado, sintieron las consecuencias de ello (v.7-10). Santiago toma este relato como base para describir la manera en que todo ser humano es tentado por Satanás, por medio de deseos carnales (Sant 1:13-15). El origen del pecado no se encuentra tanto en una acción externa, sino en una aspiración interna, de negar a Dios. Por ende, lo importante de la vida de Cristo no fue tanto que Él cumplió toda la ley de Dios externamente, sino que Su actitud interna era una de constante reconocimiento de la soberanía de Dios sobre Su vida. 3. LAS CONSECUENCIAS DE LA ‘CAÍDA’ DEL HOMBRE Al analizar las consecuencias del pecado de Adán y Eva, tenemos que distinguir entre las consecuencias para ellos mismos, y las consecuencias para toda la raza humana. a. Consecuencias para Adán y Eva i. Culpabilidad Cuando desobedecieron a Dios, lo primero que Adán y Eva sintieron fue culpabilidad. Su conciencia estaba afectada. Sabían que habían hecho algo malo, y se sintieron culpables (Gen 3:710). A partir de esa fecha, todo ser humano tiene una conciencia que testifica contra sí mismo. ii. Contaminación No solo sintieron una culpabilidad general, sino que se sintieron sucios ante un Dios santo. Por eso se sintieron desnudos, y procuraron esconderse de Dios Gen 3:10; ver Sal 51:7). iii. Alejamiento Al sentirse culpables y sucios, la reacción de Adán y Eva fue la de esconderse de Dios (Gen 3:10). En forma intuitiva, sabían que habían hecho algo que ofendió a Dios, y por ende no podían sentirse tranquilos ante Su presencia. ~2~ El pecado hace una separación entre Dios y los hombres (Is 59:1-2). No es que Dios se haya alejado de nosotros, sino que nuestros pecados (y sus consecuencias), nos hacen alejarnos de Él (ver Juan 3:20). iv. Enemistad Frente a esta alienación o separación de Dios, lo que el hombre debiera hacer es arrepentirse y acercarse a Él. Sin embargo, el pecado no le permite hacer eso. Por ende, el hombre pecador se siente mal, y comienza a pensar malas cosas de Dios. Así pronto comienza a ver a Dios como si fuese un gran enemigo (Rom 5:10). EJEMPLO: Caín (Gen 4:5, 9, 13). v. Condenación Frente al pecado del hombre, Dios no tiene alternativa – tiene que aplicar juicio. Condena al pecado, y al pecador. Siendo justo, Dios tiene que castigar el pecado. Y la única forma de castigar el pecado, es castigando al pecador que cometió el pecado (Gen 3:14-19; 4:11-12). vi. Esclavitud El primer pecado de Adán y Eva tuvo consecuencias dramáticas. Toda la creación material fue sujeta a “la esclavitud de la corrupción” (Rom 8:21). El ser humano fue sujeto a la esclavitud del pecado (Rom 6:16-22). Ya no tiene libertad para NO pecar. vii. Ceguera Espiritual Otra consecuencia del pecado es la ceguera espiritual (2 Cor 4:3-4; 3:14-15; 1 Cor 2:14; Juan 3:3). El ser humano no tiene entendimiento de las verdades espirituales; prefiere creer cualquier mentira de Satanás, antes que creer la verdad de Dios (2 Tes 2:10-12). viii. Muerte Espiritual Esta ceguera espiritual es simplemente parte de un problema mayor, que es la muerte espiritual. Pablo la describe en Efe 2:1-3. El ser humano, aparte de la gracia de Dios, está totalmente separado de Dios. ix. Muerte Física La muerte física es simplemente la conclusión de la muerte espiritual. Esta muerte afecta a toda la raza humana, porque todos pecaron en Adán (Rom 5:12-14). La única excepción fue Cristo – por ende, Él no pudo morir. En la cruz, los soldados romanos no lo mataron; Él entregó Su vida (Juan 19:30). ~3~ b. Consecuencias para la Raza Humana Todas las consecuencias mencionadas anteriormente también son ciertas para la raza humana – los descendientes de Adán y Eva. Sin embargo, debemos destacar ciertas consecuencias específicas: i. Condenación Universal Adán, al cometer pecado, actuó como representante legal de toda la raza humana, ante Dios. Por ende, el pecado de Adán condenó a toda la raza humana (Rom 5:12; 3:23). Esto es lo que los teólogos llaman “pecado original”. Este pecado original se manifiesta en la universalidad de la pecaminosidad, en términos de hechos concretos (Rom 3:10). ii. Una Naturaleza Pecaminosa Cada ser humano que nace (con la excepción de Cristo), nace con una naturaleza pecaminosa. ¿En qué consiste esta naturaleza pecaminosa? Pelagio (siglo 5) afirmó que era solo una debilidad espiritual – una tendencia a cometer pecado; sin embargo, Agustín correctamente indicó que el problema era mucho más grave. La naturaleza pecaminosa afecta los siguientes elementos de la vida del ser humano: i. Su MENTE – está ‘entenebrecida’ espiritualmente, con el resultado de que no entiende verdades espirituales. ii. Su CORAZÓN – desea las cosas que no agradan a Dios, y no desea las cosas que agradan a Dios (Jer 17:9; Marcos 7:21). iii. Su VOLUNTAD – resiste hacer lo que Dios quiere, e insiste en hacer su propia voluntad. EJEMPLO: El pecado de Caín, a pesar de la advertencia de Dios (Gen 4:6-7). Teólogos hablan de la ‘depravación total’; es decir, que la totalidad del ser humano es afectado por la naturaleza pecaminosa. Gen 8:21 confirma esto (ver Sal 51:5), Esta depravación es transmitida de padres a hijos (Juan 3:6). Por ende, aparte de la gracia de Dios, el pecado se prolifera entre los hombres, como en los días de Noé (Gen 6), y de Sodoma y Gomorra (Gen 18-19). No solo eso, sino que el ser humano es incapaz de dejar el pecado, no solo porque no puede hacerlo (por ser esclavo de ello), sino porque no quiere hacerlo – ama sus pecados (p.e.Israel en el AT). NOTA: La ‘Inmaculada Concepción’ de Cristo, asegura que Él naciera libre de pecado original. 4. LA NATURALEZA DEL PECADO La Biblia presenta o define el pecado en tres maneras fundamentales: i. ii. iii. En relación con la naturaleza de Dios, el pecado es ‘falta de santidad’. En relación con la ley de Dios, el pecado es ‘desobediencia’ o ‘rebeldía’. En relación con el propósito de Dios para nuestras vidas, el pecado es ‘errar al blanco’. ~4~ Para entender mejor la naturaleza del pecado, veamos algunos de los términos principales que la Biblia usa para hablar del pecado, en sus diferentes manifestaciones. a. ‘jattat’ (hebreo); ‘jamartia’ (griego) La idea de estas dos palabras es ‘errar al blanco’; ‘desviarse’. La palabra hebrea se usa, en un sentido literal, en Juec 20:16. En el sentido espiritual, la palabra refiere a una desviación moral o espiritual (Gén 20:9; Lam 5:7). Este término apunta al aspecto externo del pecado; es decir, al resultado de ello – es decir, resulta en una desviación de la norma establecida por Dios (Ex 20:20; Os 13:2). El ser humano no logra vivir como debiera. El término griego señala un desvío del camino escogido por Dios; un desvío de la ley (Sant 1:15; 1 Juan 1:8). b. ‘pasha’ (hebreo); ‘asebeia’ (griego) Esta palabra apunta al aspecto interno de pecado, que consiste es rebelarse contra Dios y Sus normas morales (Is 66:24; Jer 5:11). “…es quizás el más profundo de los términos del AT, que refleja el hecho de que el pecado es rebelión contra Dios, el desafío de Su santo señorío y gobierno” (NDB, p. 1056). A veces se usa de una rebeldía contra otras personas (ver 1 Rey 12:19, donde “apartó” debe tomarse como ‘se rebeló’; 2 Rey 1:1). En la Septuaginta (LXX), ‘pasha’ es traducida, ‘asebeia’, que tiene la idea de ‘impiedad’ (Rom 1:18; 2 Tim 2:16). Otro término parecido es, ‘anomia’, que señala una actitud de vivir sin tomar en cuenta la ley de Dios (Mat 7:23; 1 Juan 3:4). c. ‘avon’ (hebreo); ‘poneria’ (griego) Viene de una raíz que significa ‘trastornar’ o ‘torcer’ (ver el uso literal de esta palabra, en Is 24:1 y Lam 3:9). Con relación al pecado, apunta a actos malévolos, realizados en forma deliberada. En la RV se traduce, “actuar perversamente” (Jer 9:5), “cometer iniquidad” (Dan 9:5), “perverso” (Prov 12:8), “maldad” (Sal 32:5). El término griego expresa depravación espiritual (Lucas 11:39; Hch 3:26). Satanas es llamado ‘jo poneros’ (Mat 13:19; 1 Juan 3:12). Otros términos incluyen: ‘shaga’ (hebreo) – ‘errar’ o ‘desviarse como criatura’ (Ez 34:6; 1 Sam 26:21; Job 6:24). ‘rasa’ (hebreo) – ‘ser malo’, ‘actuar maliciosamente’ (2 Sam 22:22; Neh 9:33). ‘amal’ (hebreo) – ‘un mal hecho a otros’ (Prov 24:2; Hab 1:13) ‘paraptoma’ (griego) – ‘mala acción’ o ‘transgresión’ (Efe 2:1; Mat 6:14s). ~5~ ‘parabasis’ (griego) – ‘ir más allá de la norma’, ‘transgresión’ (Rom 4:15; Heb 2:2). ‘kakia’ (griego) – ‘depravación moral o espiritual’ (Hch 8:22). ‘adikia’ (griego) – ‘injusticia’ frente al prójimo o Dios (Lucas 18:6; Juan 7:18; 2 Tim 2:19, “iniquidad”) Esta variedad de términos indica dos cosas: la importancia de este tema en la Biblia, y la casi infinita variedad de manifestaciones del pecado. Sin embargo, el punto principal de la presentación bíblica de este tema, es que el pecado es dirigido contra Dios, y atenta contra Su gobierno y gloria. 5. EL CASTIGO DEL PECADO Dios es justo; por ende, no puede pasar por alto el pecado. ¿Cómo lo trata? Pablo lo describe en Rom 1:18ss. En resumen, IRA. Pero es importante hacer una distinción entre como Dios trata el pecado del inconverso, y cómo trata el pecado del creyente. a. El Trato Hacia el Inconverso Dios castiga el pecado del inconverso en dos maneras, o mejor dicho, en dos momentos. i. El Castigo Temporal, en la Actualidad En muchos casos, Dios castiga el pecado durante la vida en esta tierra. Lo castiga en la misma persona que pecó (p.e. Ananás, en Jer 28:15-17); en su familia (p.e. Acán, en Josué 7:24); o en sus descendientes (p.e. Acab, en 1 Rey 21:19-29). ii. El Castigo Eterno, en el Futuro Aunque Dios puede castigar el pecado aquí en la tierra, ese castigo no acaba con el pecado. Aun queda el juicio final sobre todo pecado, luego de la Segunda Venida (Apo 20:12-15). Este juicio dará lugar al castigo eterno (ver Apo 14:9-11). b. El Trato Hacia el Creyente i. La Disciplina de Dios en esta Vida La gran diferencia entre el inconverso y el creyente, es que para el creyente Cristo ya pagó completamente por sus pecados, cuando llevó la ira de Dios en la cruz. Dios es justo; no puede castigar dos veces el pecado. Por ende, el creyente no es castigado por su pecado, pero sí puede ser disciplinado. Pablo da un ejemplo de ello en 1 Cor 11:29-32. Aunque la RV traduce, “castigados” (v.32), el verbo es ~6~ ‘paideuo’, que significa ‘entrenar’ (como a un niño). Esta es la misma palabra que el autor de Hebreos usa en Heb 12:5-6, y que la RV traduce, ‘disciplina’ (comparar Apo 3:19). ii. La Pérdida de Bendiciones en la Eternidad Dado a que Cristo ya pagó por sus pecados, el creyente no tiene miedo del juicio eterno. Sin embargo, va a haber un juicio de parte de Dios, en el cual Dios evaluará la manera en que hemos vivido como creyentes (Rom 14:10; 2 Cor 5:10). Este juicio resultará en recompensas. En algunos casos, habrá una pérdida casi total de recompensas (ver 1 Cor 3:13-15). ~7~