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REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÒGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO NÙCLEO ACADÈMICO TÀCHIRA Manejo de lengua de señas Venezolana para los padres de niños, niñas y jóvenes con déficit auditivo Autora: Carmen Contreras Roa Profesora: Virgilia Salas SAN CRISTÒBAL, MAYO 2011 Capitulo I Planteamiento de problema Los niños con déficit auditivo requieren de mas apoyo familiar de manera que puedan sobrellevar el proceso escolar, se dice que la familia es la base fundamental del ser humano, todo ambiente familiar puede ejercer influencia en la formación del niño. De igual manera la familia es la base de la sociedad y por consecuencia también es responsable de la educación de las personas que existen y viven dentro de ella, por el cual es importante resaltar, que se debe mantener una buena relación o comunicación, para satisfacer las necesidades que manifiesten cada uno de los integrantes de la familia. Por tal motivo es fundamental La participación de los padres para mejorar el manejo de lengua de señas Venezolanas, proporcionando apoyo en la casa, como también en la comunidad y en la escuela, pues esto positivamente en desempeño de todos los alumnos. Es importante resaltar, que muchas familias no están informadas en las estrategias del lenguaje de señas de cómo emplearlo, debido a que los padres de hoy en día trabajan muchas horas, y además tienen un segundo trabajo y deben lidiar con otras responsabilidades que limitan su tiempo, para satisfacer las necesidades de la familia, dejando a un lado la participación en el ámbito educativo de sus hijos, preocupándose mas por las necesidades exteriores y no interiores. De manera que dejan a cargo de los niños, a los abuelos y otras personas (tutores), sin importar qué relación filial tiene con el niño, en la casa como en la escuela, para que a su vez tengan éxito en la escuela. Por estas razones los niños cuyos padres participan en su educación tienen mayor probabilidad de lograrlo. Pero para muchos padres es difícil saber cómo comenzar o por dónde empezar porque no le proporcionan al niño la comunicación necesaria para informarlos. A menudo, los padres de niños pequeños no saben lo importante que transmitir esa comunicación, de que si importa lo que sucede en ese mundo. No es que sean malos padres, simplemente desconocen la importancia que esto tiene en el desarrollo del lenguaje la y socialización y de sus hijos y que estos niños llegan a la escuela menos preparados, ya que los padres son los primeros maestros de sus hijos y nunca deben dejar de jugar ese rol. Por otra parte, la educación es un proceso constante que comienza desde el momento de la concepción hasta la muerte del ser humano, y que esta, es valorizada continuamente como un proceso que durante cada etapa de vida el individuo es susceptible de acumular conocimientos. Por lo que requiere diariamente de transformaciones positivas que favorezcan a las personas, razón por el cual los educadores buscan alternativas de superación que contribuyan a fomentar el rendimiento académico de estos niños desde los hogares, para lograr aprendizajes significativos desde la familia, escuela y comunidad. En tal sentido, la familia es para el niño su primer núcleo de convivencia y de actuación, donde irá modelando su construcción como persona a partir de las relaciones que allí establezca y, de forma particular, según sean atendidas sus necesidades básicas, para (Brazelton y Greenspan, 2005). Es decir que, este proceso de construcción de su proceso de aprendizaje se dará dentro de un ambiente de expectativas y deseos que corresponderán al estilo propio de cada núcleo familiar y social, ya que los padres como primeros cuidadores, en una situación “suficientemente” buena, establecerán un vínculo, una sintonía con el niño (a) que les permitirá interpretar aquellas demandas de atención y de cuidado que precise su hijo en cada momento. Según Vila (2006) indica que sea cierto que haya familias desorientadas respecto al ejercicio de sus responsabilidades, pero no lo es tanto que deleguen la educación de sus hijos o que los abandonen a su suerte. Es decir que existen muchas familias que no pueden imaginar para qué mundo tienen que educar y que están perdidos en la actualidad, ya que en estos tiempos es más patente y relevante la necesidad de apoyo entre la escuela y la familia, ya que las personas con déficit auditivo requieren de otro método de enseñanza y que la familia debe participar en el lenguaje de señas, para poder comunicarse con sus hijos, logrando ese proceso de aprendizaje. Es fundamental destacar que se observa la poca participación de la familia en la enseñanza lenguaje de señas en los estudiantes sordos, generando consecuencias negativas en el ámbito escolar, familiar y social ya que resulta preocupante para el personal de la institución, por lo cual es frecuente encontrar educandos con escasas habilidades para comunicarse por este medio, demostrando inestabilidad emocional, apatía y poco interés por asistir a la institución. Por ello en la Unidad Educativa Especial Bolivariana “Tulio Viera Portillo” ubicada en San Cristóbal, estado Táchira, se refleja desde hace dos años que la formación de los niños y niñas, con déficit auditivo, en su proceso de aprendizaje es deficiente, es decir en el desarrollo de las destrezas en las diferentes áreas del conocimiento. Por el poco interés y apoyo familiar hacia estos escolares, trayendo como consecuencia el fracaso escolar, la repitencia, poca valoración de su persona, desmotivándose a la integración social por su discapacidad. En vista de la situación expuesta se considera necesario utilizar nuevas estrategias para las familias, en la enseñanza de la escritura en los escolares sordos, creando un plan de acción, para proporcionar nueva información y conocimientos, formas de trabajo con estos niños y niñas especiales. Objetivo Estrategias en el manejo de lengua de señas Venezolana para los padres de niños, niñas y jóvenes con déficit auditivo. Justificación La actual sociedad impone el manejo eficiente de la lengua escrita como herramienta clave para una mayor participación de los individuos en todos los ámbitos. Si esta en presión de una sociedad caracterizada por el gran volumen de información que circula por distintos medios y en la que uso de la lengua escrita se convierte en la llave para la comunicación, el acceso al conocimiento y la construcción de nuevos saberes. Este hecho se hace vital para los sordos, puesto que la lengua escrita se configura como uno de los aspectos más significativos en el logro de una mejor calidad de vida. Por tal motivo es necesario implementar estrategias del lenguajes de señas Venezolanas, para los padres cuyos hijos presentan limitaciones auditivas, que contribuyan a fortalecer el acción pedagógica, motivándolos desde los hogares, para promover en los estudiantes el fácil manejo del código escrito. Ya que el aprendizaje de un sistema alternativo de comunicación como puede ser la lengua escrita proporciona al sordo un instrumento eficaz con muchas ventajas, debido a que la persona con déficit auditivo necesita el acceso a la lengua usada mayoritariamente, en una versión escrita porque el conocimiento de esta proporciona la llave de acceso a los conocimientos, la cultura y la integración en la sociedad oyente, sin menospreciar los conocimientos que puedan adquirirse mediante la lengua de signos. Finalmente la importancia de esta investigación, es en ayudar a mejorar el manejo de lengua de señas Venezolanas, por medio de estrategias, hacia los padres ya que sus hijos pasan el mayor tiempo con ellos siendo necesario fortalecer esta confianza, bajo una perspectiva metodológica, en el cual, se diseñara un instrumento que sirvió para la recolección de datos necesarios para desarrollar el trabajo, con lo cual se pretende dar solución a la realidad presente en la institución. Capitulo II Marco Referencial Bases teóricas Se presentara toda la información principal y complementaria relacionada con el tema del proyecto de investigación. Es decir, en esta parte de la investigación, se trata de definir conceptos y ampliar los datos e informaciones sobre la problemática abordada y los factores que la constituyen. En el cual, se presenta información textual o documental sobre las variables en estudio, y puntos que tengan estricta relación con estas, para ampliar el conocimiento sobre las mismas. Saca, (2008) dice que La discapacidad auditiva se refiere a la falta o disminución para oír, esto debido a la perdida en algún lugar del aparato auditivo”. Es decir, la pérdida auditiva puede ser desde lo más superficial hasta lo más profundo y que aparece como invisible ya que no surge como características físicas evidentes. Se hace notoria fundamentalmente por el uso del audífono y en las personas que han nacidos sordas o han adquirido pérdida auditiva a muy temprana edad. Ya que las personas sordas tienen a su disposición la visual, por este motivo su lengua natural es visual gestual como la lengua de señas y no la auditiva verbal, como el lenguaje oral. La pérdida severa de la audición en las etapas tempranas de la vida tendrá efectos importantes en el desarrollo de un niño o niña y en su adquisición de su lenguaje oral. Según Canals, (2011) dice que “la llegada al seno familiar de un hijo con trastorno auditivo total o parcial produce una gran conmoción en los padres”. Las deficiencias auditivas, también denominadas pérdidas auditivas o hipoacusias, ocurren cuando hay un problema en los oídos o en una o más partes que facilitan la audición. El déficit auditivo plantea un doble problema, el primero es la deficiencia auditiva del niño y el segundo, y no menos importante, el trauma que esta situación provoca en los padres. Por un lado, los padres están angustiados por no saber cómo será su hijo y si sabrán cómo tratarlo y educarlo, y por otro deberán asumir que no tienen el hijo perfecto con el que habían soñado. Clasificación según la naturaleza Sordera de transmisión: La calidad de recepción de la palabra es deficiente. Es la más frecuente. Sordera de percepción: La deficiencia auditiva afecta a la percepción de las palabras. Las dificultades de aprendizaje fonético son considerables. Este tipo de sordera aparece aislada o asociada a la sordera de identificación. Sordera de identificación: La comprensión de conceptos es muy difícil debido a la mala recepción y percepción de las palabras. Se produce una alteración de la simbolización de origen central. Puede existir aisladamente pero es frecuente en la sordera de percepción. Clasificación según la intensidad Se debe distinguir entre sordera y déficit auditivo definido por los decibelios percibidos. Sordera total: déficit superior a 85 decibelios. Sordera profunda: déficit de 60 a 85 decibelios. Sordera ligera: déficit de 40 a 60 decibelios. Mala audición: déficit inferior a 40 decibelios. En estos dos últimos puntos es posible la adquisición del lenguaje aunque con problemas de articulación o pronunciación. Clasificación según el origen u etiología. Alrededor de un 36% de los casos son de causa desconocida, el resto pueden ser una causa: Genética: Es la sordera congénita que supone el 50% de los casos. Prenatal: Originada durante el embarazo por enfermedades como la rubéola. Neonatal: Originada durante el nacimiento (parto, nacimiento prematuro, infección.) Adquirida durante la infancia: Originada por traumatismos, infecciones, etc. Es importante resaltar que los primeros años de la vida de un niño son los más decisivos. El problema que puede llegar a tener un hijo sordo está condicionado por el nivel de lenguaje en el momento de aparición de la sordera. Es diferente el desarrollo de un niño con el lenguaje oral o escrito adquirido que un niño que es sordo desde el nacimiento. Diferencias, de los niños con sordera congénita y los de sordera adquirida. Los primeros son niños con una gran dificultad de comunicación con el exterior ya que carecen de lenguaje (sordomudos). Éstos tienen más dificultades para relacionarse con los demás e interactuar con el medio. Cuanto más intensa sea la sordera mayor probabilidad de que haya mudez. A pesar de esta deficiencia, el niño sordomudo estimulado correctamente desarrolla un nivel de inteligencia normal. Los trastornos de la sordera adquirida varían en función de si ha aparecido antes de aprender a hablar y/o escribir o después. Si no hay lenguaje, la situación es parecida a los niños con sordera congénita. Si hay lenguaje en el momento de la aparición de la sordera, la dificultad para el desarrollo es menor. Por todo ello, el diagnóstico precoz y la aplicación de un tratamiento adecuado son decisivos: la estimulación temprana, la utilización de prótesis (audífonos), la reeducación (aprendizaje de lenguaje por signos, lectura labial) y el tratamiento médico-quirúrgico (implantación de prótesis, intervenciones quirúrgicas, medicación…) siempre y cuando el equipo médico lo considere necesario. La estimulación del niño con deficiencia auditiva deberá potenciar sus posibilidades de relación, comunicación y desarrollo global. En un principio, se trabajarán las capacidades sensorio motrices: visual, táctil y en algunas ocasiones, auditivo. Para ello se debe utilizar todo lo que pueda llamar su atención. Por ejemplo, acompañando los estímulos auditivos de vibraciones percibidas por el tacto - un molinillo de café, la lavadora, la voz grave de papá, la aspiradora. Respecto al lenguaje, siempre que se hable con los hijos se hace de cara permitiéndole que pueda leer los labios. La lectura labial facilita la comunicación (sobre todo en los casos de audición deficiente). Los padres deben evitar las conductas de sobreprotección y de rechazo siendo fundamental, por encima de todo hablar, cantar, jugar con los hijos. Y hacer lo posible, sin pensar "no me oye". Se debe considerar que aquello que afecta al niño con deficiencia auditiva no siempre es una cuestión de volumen sino más bien de calidad del sonido. Por otra parte, el niño sordo suele ser más indisciplinado que los demás. A menudo no controla sus reacciones, da muestras de cólera, agresividad o melancolía cuando se le lleva la contraria. Al enfrentarse a situaciones que no siempre puede dominar, el niño sordo reacciona a la defensiva, huye, se esconde y se aísla de un entorno que le es desagradable o dañino. La privación de comunicación y sus limitaciones en general, son percibidas por el niño como una fuente de frustración. Debido a su déficit, no entiende como podría hacerlo un niño normal las órdenes que se le dan en casa o en la escuela. Todos estos aspectos influyen sobre su personalidad y hay que tenerlos en cuenta a la hora de tratar sus conductas inapropiadas. Es recomendable la intervención de un psicólogo para tratar los problemas afectivos del niño y atender las necesidades de los familiares. Es importante resaltar que los padres necesitarán ayuda y mucha dedicación para educar a un hijo con un trastorno auditivo y siempre deben evitar poner en segundo lugar a los otros miembros de la familia, especialmente a los hermanos. La paciencia, la constancia y la actitud positiva son imprescindibles para que la convivencia familiar se desarrolle dentro de unos límites de normalidad y se cree un ambiente emocionalmente estable en el que el niño pueda crecer equilibradamente. El Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades ("Individuals with Disabilities Education Act," o IDEA) (2007), incluye "impedimento del oído" y "sordera" como dos de las categorías bajo las cuales los niños con discapacidades pueden ser elegibles para los programas de educación especial y servicios relacionados. A pesar de que el término "impedimento auditivo" ("hearing impairment") a menudo es usado para describir una gran variedad de pérdidas de la capacidad auditiva, incluyendo la sordera, los reglamentos de IDEA definen la pérdida de la capacidad auditiva y la sordera por separado. "Impedimento auditivo" se define en IDEA como "un impedimento del oído, tanto permanente o fluctuante, que perjudique el rendimiento escolar del niño." "La sordera" se define como "un impedimento del oído que es tan severo que el niño resulta impedido en procesar información lingüística a través del oído, con o sin amplificación." Por lo tanto, la sordera puede ser vista como una condición que evita que un individuo reciba sonido en todas o casi todas sus formas. En contraste, un niño con perdida de la capacidad auditiva generalmente puede responder a los estímulos auditivos, incluyendo el lenguaje. Características Los impedimentos del oído pueden ocurrir en cualquiera o ambas áreas, y pueden existir en un solo oído o en ambos oídos. La perdida de la capacidad auditiva generalmente se describe como leve, benigna, moderada, severa o profunda, dependiendo de lo bien que una persona pueda escuchar las intensidades o frecuencias mayormente asociadas con el lenguaje. Generalmente, solo los niños cuya pérdida de la capacidad auditiva es mayor a 90 decibelios (dB) son considerados sordos para los propósitos de la ubicación escolar. Hay cuatro tipos de pérdida de la capacidad auditiva. Las pérdidas de la capacidad auditiva conductivas son causadas por enfermedades u obstrucciones en el oído exterior o medias (las vías de conducción a través de las cuales el sonido llega al oído interior). Las pérdidas de la capacidad auditiva conductivas usualmente afectan todas las frecuencias del oído uniformemente y no resultan en pérdidas severas. Una persona con una pérdida de la capacidad auditiva conductiva bien puede usar dispositivos acústicos (o aparatos para sordos) o puede ser ayudada por médicos o intervenciones quirúrgicas. Asimismo las pérdidas de la capacidad auditiva sensoria neurales resultan de daño a las delicadas células capilares sensoriales del oído interno o a los nervios que lo abastecen. Estas pérdidas de la capacidad auditiva pueden abarcar desde pérdidas leves a profundas. A menudo afectan la habilidad de la persona para escuchar ciertas frecuencias más que otras. Por lo tanto, aun con amplificación para aumentar el nivel del sonido, una persona con pérdida de la capacidad auditiva de tipo sensorio neural puede percibir los sonidos distorsionados, que a veces hacen imposible el uso de dispositivos acústicos. Las pérdidas de la capacidad auditiva mixtas se refieren a una combinación de pérdidas conductivas y sensorias neurales y significa que ocurre un problema tanto en el oído externo, o medio y el oído interno. Una pérdida de la capacidad auditiva central resulta de daño o impedimento a los nervios o núcleo del sistema nervioso central, ya sea en las vías al cerebro o en el mismo cerebro. Repercusiones Educacionales La pérdida de la capacidad auditiva o sordera no afecta la capacidad intelectual ni la habilidad para aprender. Sin embargo, los niños que tienen dificultad para oír o que son sordos generalmente requieren alguna forma de servicios de educación especial para recibir una educación adecuada. Tales servicios pueden incluir: Sistemas de amplificación; servicios de intérprete para aquellos alumnos que utilicen el lenguaje de señas. Un asiento favorable para facilitar la lectura hablada en la sala de clases. Películas y videos con subtítulos; la asistencia de una persona que tome notas para el alumno con pérdida de la capacidad auditiva, para que así el alumno pueda concentrarse totalmente en la instrucción. Orientación individual A tal efecto que los niños con pérdida de la capacidad auditiva encontraran más dificultad para aprender vocabulario, gramática, orden alfabético, expresiones idiomáticas, y otros aspectos de la comunicación verbal que los niños con el oído normal. Para los niños que son sordos o tienen severas pérdidas de la capacidad auditiva, el uso consciente, temprano, y consistente de visibles métodos de comunicación (tales como los signos manuales, el alfabeto manual, y la Palabra Complementada) y la amplificación y entrenamiento oral o rehabilitación auditiva pueden ayudar a disminuir un atraso en el lenguaje. A la edad de cuatro o cinco años, la mayoría de los niños que son sordos están matriculados en la escuela el día completo y hacen trabajo especial para el desarrollo de la comunicación y lenguaje. Es importante que los maestros y audiólogos trabajen juntos para enseñarle al niño a utilizar su capacidad de oído residual al máximo alcance posible, aunque el medio de comunicación preferido sea manual. Como la gran mayoría de los niños sordos (mas del 90%) nacen de padres con el oído normal, los programas deben proporcionar instrucción para los padres sobre las implicaciones de la sordera en la familia. Para Gosálbez y López, (2008), dicen que las personas con discapacidad auditiva, aprender a oír y hablar es una tarea larga y costosa en la que influyen muchos factores, pero sólo constituye una parte del desarrollo global del los niños sordos. El desarrollo personal abarca dimensiones como la comunicación, el dialogo y la escucha, que nunca deben olvidarse en el contexto familiar. Los padres no deben ser profesores para sus hijos, deben apoyar los progresos en un clima de afecto y confianza, observarlos como individuos completos que, aunque faltos de un sentido, persiguen siempre la normalidad en el trato y en las relaciones. Escuchar supone un aprendizaje complicado, por ello es necesario que los padres mantengan una actitud de disponibilidad y constancia, actitud que les llevará a vivir una comunicación rica e intensa con vuestro hijo. Por ello las familias juegan un papel esencial en el proceso educativo de los alumnos sordos ya que deberán ir tomando decisiones sobre sus hijos, siempre bajo el asesoramiento de los profesionales que trabajan en distintos ámbitos (trabajadores sociales, logopedas, psicopedagogos, médicos, tutores). Sentirse apoyados y asesorados en todo momento va a facilitar a los padres el proceso de toma de decisiones en relación, por ejemplo, con el centro educativo más adecuado para sus hijos o el sistema de comunicación más apropiado a sus características. Enseñar a los padres a estar informados, a saber dónde deben dirigirse en cada momento o a conocer los recursos de la zona es tarea de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP), y en concreto del EOEP específico de Deficiencia Auditiva. Desde los equipos, se desarrolla una intervención multidisciplinar que debe ir orientada, entre otras cosas a: Informar a la familia sobre la propia deficiencia (tipos de pérdidas auditivas, adaptación de prótesis, ayudas técnicas existentes para el centro educativo y la casa, pruebas diagnóstica). Orientar y derivar a centros de atención temprana para iniciar cuanto antes la intervención y rehabilitación logopédicas. Apoyar psicológicamente a las familias para que el desajuste personal y familiar sufrido tras recibir la noticia sea lo menos impactante posible. Derivar a las familias a las asociaciones de padres con niños sordos para que entren en contacto con otras familias y compartan sus experiencias. Proporcionar consejos sobre estrategias comunicativas que deben desarrollar con sus hijos para favorecer una buena interacción y relación con ellos. Mantener reuniones periódicas con los padres a lo largo del curso para informarles de la evolución de sus hijos en el centro educativo y orientarles para trabajar en casa aquellos aspectos que sea necesario. Informar a la familia sobre los recursos existentes en la zona y aconsejarles sobre los pasos a seguir en cada momento. Informar a las familias sobre las distintas modalidades de escolarización existente en los centros educativos de la zona y asesorarles sobre la modalidad más adecuada para su hijo. Cidoncha y Díaz, (2008) señalan algunas variables ambientales que influyen en las personas con déficit auditivo y áreas de desarrollo: Ambiente familiar El nivel socio-cultural y económico de la familia influye de forma indirecta en la evolución del sordo en cuanto que posibilita una estimulación más temprana y mejor. Pero, por otro lado, es tan importante o más la capacidad de los padres para establecer con su hijo sordo una adecuada comunicación, también socio-afectiva. Este hecho guarda relación con la aceptación de la sordera por los padres así como con sus habilidades para ajustarse comunicativamente a él y las expectativas, sobre el tipo de intervención y atención a las n.e.e. de sus hijos, en este sentido existen importantes diferencias entre las familias de padres sordos y las de padres oyentes. Detección y estimulación temprana La posibilidad de una detección temprana del déficit auditivo permitirá las adecuadas orientaciones tantas de tipo médico como protésico y educativas. En este sentido el niño sordo puede encontrar respuestas que favorezcan su desarrollo, intervención clínica, adaptación de audífonos, elección de implante coclear, código de comunicación útil, estimulación temprana. Ambiente escolar La edad de escolarización del sordo se ha mostrado muy influyente en su posterior desarrollo. Todos los profesionales son conscientes de las diferencias que existen entre los niños que fueron escolarizados tempranamente y quienes accedieron a la escuela a los cinco o seis años. Hoy en día, cada vez es más frecuente la estimulación precoz, pues está claro que la escolarización temprana amplía el campo de experiencias del niño. Le enfrenta con situaciones y problemas nuevos, y facilita la comunicación con otros niños en sus mismas condiciones, favoreciendo el desarrollo del lenguaje. Áreas de desarrollo Relación con el entorno; Personalidad. Los sentidos desempeñan un papel importante en la relación del sujeto con su medio, proporcionándole información de cuanto en él acaece, con el fin de suscitar en el organismo una respuesta adecuada, de tal manera que éste pueda sentirse seguro y mantener un equilibrio psicológico, será fácil comprender que la carencia auditiva ha de producir un impacto no sólo sobre el desarrollo lingüístico, sino también sobre el desarrollo de toda la personalidad del deficiente auditivo. El lenguaje juega un papel importante en el desarrollo de la personalidad por cuanto sirve para controlar e inhibir nuestras acciones, tomar conciencia de uno mismo, expresar sentimientos, poner nombre a nuestra realidad, e interactuar con los demás. Añadiendo también que la relación con los padres se puede ver alterada por la sobreprotección. Así mismo las limitaciones comunicativas pueden crear dificultades en la interiorización de normas y puede afectar de forma negativa en la formación de su auto concepto. Desarrollo motor El desarrollo motriz del deficiente auditivo en líneas generales no se suele ver afectado, salvo que existan deficiencias asociadas a la sordera, no obstante se debe tener en cuenta aspectos tales como el equilibrio estático y dinámico por tratarse el oído del órgano de control de dicha capacidad. Podemos añadir que el percibir el mundo de sonidos y lenguaje resulta una experiencia favorecedora de la anticipación de ciertos hechos y la comprensión de sus secuencias así como de ciertas relaciones causales. Razón por la cual también se puede ver afectada la estructuración mental de los conceptos de espacio y tiempo. Desarrollo cognitivo Superadas aquellas épocas en las que se pensaba que el sordo además era deficiente mental, los estudios más recientes sobre las capacidades cognitivas del sordo ponen de manifiesto que la sordera no conlleva ninguna deficiencia mental esencial, aún más se constata que el niño sordo, aunque con un desfase en el tiempo, recorre los mismos pasos y sigue la misma secuencia que el niño oyente en el desarrollo de sus estructuras mentales. No oír puede conllevar una lentificación del desarrollo cognitivo del sujeto, que deriva, por un lado del déficit lingüístico y comunicativo, con lo que esto supone de cara a la interacción y recepción de información, y por otro, de las restricciones experienciales que supone el no oír, por tanto, su exposición a una situación rica en experiencias a la vez que se les proporciona un sistema lingüístico con el que codificar y almacenar la realidad, ayudará a superar estos enlentecimientos cognitivos. Finalmente la discapacidad auditiva es un déficit total o parcial en la percepción auditiva, que afecta fundamentalmente a la comunicación. Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labio facial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos. (Tomado de: Alcantud, F.; Ávila V.; y Asensi M. (2000). La Integración de Estudiantes con Discapacidad en los Estudios Superiores. España: Universidad de Valencia.) A tal efecto existe el lenguaje de señas, que no es una lengua oral. Es decir es una lengua que se caracteriza principalmente por ser visocorporal, que se percibe a través de la vista y se expresa con las manos y el cuerpo que forman parte de la Lengua. Con ella, se pueden expresar sentimientos y deseos; transmitir valores y reglas sociales; desarrollar pensamientos y permitir al individuo sordo, comunicarse plenamente. Las mismas funciones lingüísticas se encuentran en ambas Lenguas tanto oral como de señas, gramaticalmente sería, Nombre, Verbo, Adverbio, Adjetivo, entre otros. Como se puede ver todos estos métodos son sistemas simbólicos y visuales, que tienen un buen desarrollo lingüístico para la comunicación. Antecedentes Gonzalez, (2011) realizo una investigación cuyo nombre es la “incorporación a la educación regular en personas con discapacidad auditiva”. En México y que tiene como objetivo promover, desde el ámbito familiar, líneas de acción tendientes a motivar la incorporación de la persona con discapacidad auditiva a la educación regular básica, media y superior, para su integración y participación activa y productiva a la sociedad. Ya que la OMS, estima que existen 123 millones de personas sordas en el mundo, anualmente en México nacen 2400 niños con discapacidad auditiva, sólo el 10% recibe educación. A falta de espacios de educación especial, asimismo el trabajo fue de campo con un enfoque cualitativo, y una población de padres entre 26 a 54 años de edad, basándose en la recolección de datos no estandarizados, en conclusión a nivel familiar se detectaron básicamente tres dinámicas familiares, la familia comprometida que realiza lo suficiente y necesario para la rehabilitación de su hijo, la familia en que sólo la madre está comprometida y el padre es un proveedor, y una tercer familia, la que considera que los auxiliares o implante más la terapia que se realiza en la escuela es lo adecuado y necesario para la rehabilitación de su hijo, este tipo de familia guarda cierto grado de negación, depresión, o enojo ante las demandas reales de esta discapacidad.