Download Presentación del Libro blanco de la prensa diaria 2009

Presentación del Libro blanco de la prensa diaria 2009
Intervención de Pilar de Yarza, presidenta de aede.
11 de diciembre de 2008
Señoras y señores, muy buenos días a todos:
Me corresponde volver a darles la bienvenida y agradecerles de nuevo la atención
que dispensan año tras año a la Asociación de Editores de Diarios Españoles.
Presentamos hoy el Libro Blanco de la Prensa Diaria 2009. Es la octava edición
consecutiva de este informe, auspiciado por la asociación, que se ha convertido en
una referencia profesional y académica imprescindible para el conjunto del sector.
En esta ocasión, el interés por los datos económicos parece haber dejado en
segundo plano las grandes magnitudes del sector. Tendré ocasión de resumirles
ambos capítulos a continuación.
Les avanzo ahora que en el libro que tienen en su poder se incluyen los resultados
ya auditados del conjunto de diarios en 2007, así como una estimación de los de
todo 2008. El brusco parón de la economía en los últimos meses había despertado
una lógica preocupación sobre el sector de la prensa. Los primeros datos
recopilados aquí certifican que los diarios no van a escapar de la crisis, y que
deberemos extremar de nuevo la cautela y el rigor en la gestión.
En momentos como los que atravesamos ahora, el análisis pausado y riguroso es
especialmente necesario. Ésa es la principal aportación y el rasgo diferencial de
este libro. Debo agradecer la participación en él del equipo profesional de AEDE y
de sus distintos colaboradores, así como la dedicación de Deloitte; de Carat
Expert; de Media Hot Line; del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa,
IESE, y del Centro Internacional de las Empresas de la Comunicación, CIEC,
dependiente del anterior. Son las cuatro instituciones independientes que elaboran
el Libro Blanco y que consiguen mejorarlo en cada edición. Agradezco también
muy en especial el apoyo recibido de nuestros patrocinadores Telefónica, Unión
Fenosa y Caja Madrid.
Ignacio M. Benito, director general de AEDE, tendrá ocasión de profundizar
después en el análisis de las principales cifras del sector. Yo voy a darles una
interpretación más panorámica sobre las principales tendencias, desafíos y
oportunidades que se nos plantean.
Con todo, la situación se asemeja a la que experimentó el sector periodístico en la
anterior crisis, en 2001. Los resultados actuales de los diarios están en línea con
los de muchos otros sectores, y con las difíciles circunstancias que atraviesa el
conjunto de la economía nacional. Nos enfrentamos a una recesión profunda y
globalizada, con la diferencia de que, ahora, la inmensa mayoría de diarios
españoles afronta la crisis económica con los deberes hechos. La contención de
costes, la reducción de gastos extraordinarios y la incorporación selectiva de
innovaciones tecnológicas son prácticas generalizadas en los periódicos desde
hace siete años, y en los próximos meses deberemos redoblar esfuerzos en esa
dirección.
La situación general de la economía española ha cambiado mucho desde mi
comparecencia ante ustedes el año pasado. En los últimos meses, las sucesivas
tormentas financieras nos han acercado cada vez más a la recesión, y han
contraído los resultados de la mayoría de sectores, prensa incluida.
En el caso de los diarios, el comienzo de la ralentización puede situarse en torno
al último trimestre de 2007. Obedece en primer lugar al súbito enfriamiento de los
ingresos publicitarios, una situación que además se ha visto agravada por la
carestía del precio del papel, con un alza superior al 14 por ciento en 2007.
Si analizamos los ingresos de explotación del conjunto de diarios, en 2007 éstos
se incrementaron un 3,86 por ciento, hasta casi tres mil millones de euros. Para
2008, y según la estimación de Deloitte, los ingresos totales habrán caído hasta
unos 2.700 millones de euros, con un descenso aproximado del ocho por ciento.
La publicidad es la principal responsable de ese vaivén. En 2007, la venta bruta de
publicidad experimentó un alza del 5,94 por ciento, hasta 1.564 millones de euros,
mientras en 2008 –según dicho estudio- descenderá un 16 por ciento, hasta
quedarse en unos 1.312 millones de euros. Por su parte, la venta de ejemplares
apenas ha variado en ese intervalo, con un alza del 0,43 por ciento en 2007 y un
descenso estimado del 1,9 por ciento este año.
Lo cierto es que los ingresos publicitarios en prensa han caído por encima del
resto de medios de comunicación. La menor ocupación de espacios publicitarios
ha sido especialmente acusada en los sectores que tradicionalmente son mejores
anunciantes de prensa, situados en las secciones de breves y clasificados,
inmobiliaria y construcción, automoción, viajes y turismo, y servicios públicos. Les
recomiendo uno de los artículos del presente Libro Blanco, donde se analiza en
detalle esta cuestión. Me refiero al que firma Enrique Yarza, presidente de
MediaHotline, sobre "Evolución y análisis de la ocupación publicitaria de la
prensa".
Sea como sea, el retroceso publicitario se ha visto agravado por el aumento de los
gastos de explotación, con un alza del siete por ciento en 2007, y del 3,5 por
ciento en 2008. El año pasado, el principal responsable de ese aumento de gastos
fue el consumo de papel, que se encareció un 14 por ciento, como ya he dicho.
Este año, el gasto se ha incrementado sobre todo por las provisiones, debido al
aumento de la morosidad y al deterioro económico.
Con ese incremento acumulado del gasto, el resultado de explotación del conjunto
de diarios ha acelerado su tendencia bajista. Si en 2007 descendió un 14 por
ciento, al pasar de 424 millones a 364 millones de euros, en 2008 se recortará
hasta tan sólo unos 35 millones de euros, apenas una décima parte de lo obtenido
el año anterior.
Al margen de la situación coyuntural, el sector de los diarios sigue con una base
de negocio muy sólida, lo que aporta estabilidad para atenuar la repercusión
negativa de un descenso publicitario tan intenso. Tanto la difusión estimada como
la controlada se incrementaron sendos 1,4 por ciento en 2007, frente a una caída
media del 1,8 por ciento en el mismo periodo en los quince primeros países
miembros de la Unión Europea.
Hasta junio de 2008, con una mayor ralentización económica en casi todos los
países, la difusión controlada española ha mantenido esa tasa de crecimiento del
1,4 por ciento, lo que subraya la fortaleza de nuestra base de negocio. Por su
parte, el número de lectores de diarios descendió un 1,3 por ciento en España el
año pasado, si bien la audiencia en ese mismo periodo subió un 0,4 por ciento.
Además de la solidez y la estabilidad, existen más razones para la esperanza. El
pasado octubre, se celebró la tercera Conferencia y Exposición Internacional
sobre Edición Digital y Publicidad, organizada por la Asociación Mundial de
Periódicos, WAN, en Ámsterdam. Se presentó allí un estudio de Pricewaterhouse
Coopers según el cual la facturación publicitaria mundial de los diarios crecería en
torno al 2,9 por ciento hasta 2012, hasta unos 136.800 millones de dólares. Un 43
por ciento de esa subida se debería a la publicidad de las ediciones digitales de
los diarios.
En el futuro, la simbiosis entre prensa tradicional y online va a ser la principal
fuente de desarrollo de los diarios. En ese sentido, el capítulo sobre prensa digital
que aparece en el Libro Blanco invita al optimismo. Habla de un alza del 14 por
ciento del número de páginas digitales de diarios vistas en 2007 y auditadas por la
Oficina de Justificación de la Difusión. Además, el número de lectores de este tipo
de diarios se elevó un 24 por ciento el año pasado, hasta 6,4 millones de
personas.
De cara al futuro, la prensa debe construirse en torno a una doble intersección,.
Por un lado, desde la que proporciona la elevada capacidad complementaria entre
los diarios en papel y los online. Por otro, reivindicando y reforzando el papel de
los periódicos como fuerza reflexiva, humanista y determinante en la creación de
la opinión pública.
Ahora que tanto se habla de la trivialización y la banalización mediática, conviene
subrayar que el mejor remedio contra el share y sus excesos sigue siendo el
análisis y la reflexión que cada ciudadano escoge libremente y a diario en su
quiosco.
De hecho, la civilización europea ha convertido en uno de sus rasgos esenciales
identificar la prensa diaria como un servicio público. De ahí que las ayudas a los
diarios supongan una tradición normativa consolidada en buena parte de los
países europeos, con la excepción de España.
Las ayudas directas e indirectas a la prensa se concibieron para defender y
fomentar el pluralismo en plena crisis económica de los setenta, y desde entonces
vienen aplicándose sin interrupción en la mayoría de países. España es uno de los
pocos países que no concede a los diarios ningún tipo de ayudas nacionales; tan
sólo hay algunas directas a cargo de determinadas Comunidades Autónomas.
Sorprende, en consecuencia, que los sucesivos planes de rescate y de fomento de
las inversiones públicas en España hayan omitido hasta ahora las ayudas a la
prensa. Unas ayudas habituales y consolidadas en países como Francia,
Finlandia, Noruega, Suecia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Italia, Luxemburgo,
Holanda o Portugal.
En los últimos años, las ayudas en defensa de la pluralidad tienden a
complementarse con otras para fomentar la afición a la lectura escolar de prensa,
la capacitación de los profesionales y la convergencia multimedia de las
publicaciones. En varios países se produce a la vez una tendencia emergente de
bonificar también criterios de racionalización industrial e investigación periodística.
Desde hace varios años, ustedes son testigos de que los editores demandamos
un plan nacional de fomento de la lectura de prensa en la escuela que sea
auténticamente eficaz. Un plan en el que colaboremos todas las instituciones y
agentes sociales involucrados en este asunto.
AEDE mantiene con el Ministerio de Educación y Ciencia un convenio para el
fomento de la lectura de prensa en la escuela. Es tan sólo un apartado dentro de
la campaña genérica del Plan de Fomento de la Lectura, y resulta insuficiente para
la magnitud del esfuerzo que debería acometerse.
Hace apenas unos días, en unas jornadas sobre educación, se informaba de que
los alumnos españoles son más hábiles en relacionar el sentido de un texto
cuando pueden vincularlo a su propia experiencia. Se destacaba que los alumnos
se manejan peor cuando tratan de encontrar informaciones precisas y puntuales
en tablas gráficas o noticias de prensa.
Entendemos que leer más y mejor requiere también leer más y mejor los
periódicos, y reiteramos que desde la asociación estamos abiertos a colaborar en
cuantas medidas impulsoras de la lectura se planteen en lo sucesivo. Creemos
que la perseverancia y el esfuerzo merecen la pena, de manera que seguiremos
insistiendo en ello cuantas veces sea necesario.
Hace un año me despedía de ustedes afirmándoles mi total convicción de que la
prensa libre, rigurosa e independiente, es y seguirá siendo la principal garantía de
una sociedad democrática. Consideraba entonces que ésa es la auténtica esencia
de nuestro trabajo. Quiero reiterárselo hoy, porque sigo convencida de que ésa es
también la llave de nuestro futuro.
Muchas gracias.