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VULNERABILIDAD DE EL SALVADOR ANTE EVENTOS CLIMATICOS EXTREMOS. AGENDA 1.- Eventos extremos y su atribución al cambio climático. 2.- Aumento del nivel del mar y sus impactos. 3.- La vulnerabilidad ambiental en El Salvador. 4.- Patrones climáticos y su impacto en el país. 5.- El impacto del medio ambiente en operaciones e instalaciones militares. DESARROLLO 1.- EVENTOS EXTREMOS Y SU ATRIBUCIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO El informe sobre eventos extremos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de 2012 concluye que hay una confianza mediana de que las influencias antropogénicas hayan contribuido a la intensificación de precipitación extrema a escala global y que en el futuro se intensificarán las sequías en algunas zonas, incluyendo a Centroamérica, debido a reducciones en la lluvia y/o aumentos en la evapotranspiración 1 . Según dicho informe, cambios en los extremos pueden asociarse a cambios en la media, la varianza o la forma de las distribuciones de probabilidad o todos estos indicadores en conjunto. También, considera que algunos extremos climáticos como sequías o humedad pueden ser el resultado de una acumulación de eventos que de forma individual no son necesariamente “extremos”, se observa que la variabilidad natural seguirá siendo un factor importante en extremos futuros, adicional al efecto de los cambios climáticos asociados con actividades antropogénicas (IPCC, 2012). En este sentido, es importante monitorear las tendencias actuales de cambio en la media y en la variabilidad al mismo tiempo que se desarrollan escenarios de cambio climático que sirven para estimar tendencias futuras y sus potenciales impactos. A nivel internacional hay evidencia de largo plazo sobre el patrón de tormentas tropicales, especialmente en el Atlántico. Ahora bien, las tormentas de duración moderada presentan una posible fluctuación decadal, habiendo 1 IPCC, 2007d; IPCC, 2012 cambiado su tendencia desde la década de los años 60 y llegando a su máximo histórico en los últimos años. Actualmente, la comunidad científica está atenta a los indicios de que este indicador se salga de su rango histórico en los próximos años.2 (Ver figura No. 3 primeros cinco países afectados por eventos climáticos extremos en 2011). En cuanto a la intensidad de estos fenómenos existe una evidencia cada vez más solida respecto de su relación con el calentamiento global. (Ver figura No. 4 índice de riesgo climático global). Se estima que los océanos han absorbido alrededor de 20 veces más calor que la atmósfera durante el último medio siglo, provocando temperaturas más altas en aguas superficiales y profundas.3 En los casos del Océano Pacífico y del Mar Caribe que influyen en el clima de Centroamérica, sus temperaturas superficiales han ido en aumento durante los últimos cien años. Ello contribuye a la mayor intensidad de ciclones tropicales sobre el océano. GERMANWATCH: PRIMEROS CINCO PAÍSES AFECTADOS POR EVENTOS CLIMÁTICOS EXTREMOS EN 2011. MUERTES MUERTES POR 100,000 PÉRDIDAS (MILLONES DE $ HABITANTES PPP) PÉRDIDAS (PORCENTAJE DEL PIB) Tailandia 892 1.39 75,474 12.53 Cambodia 247 1.64 1,049 3.10 Paquistán 585 0.33 5,809 1.19 El 35 0.69 1,645 3.69 1,659 1.73 1,064 0.27 Salvador Filipinas Figura No. 1 primeros cinco países afectados por eventos climáticos extremos en 2011 2 3 Fuente: NOAA, 2010 (Barnett, T. et al., 2005; Levitus, S., J. Antonov y T. Boyer, 2005) GERMANWATCH CENTROAMERICA: INDICE DE RIESGO CLIMÁTICO GLOBAL 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 El Salvador 34 123 112 91 1 36 Guatemala 1 102 52 34 53 2 Honduras 7 44 33 20 65 5 Nicaragua 21 120 3 24 57 35 Costa Rica 33 128 30 28 111 20 Panamá 65 41 119 30 111 75 Figura No. 2 índice de riesgo climático global 2.- AUMENTO DEL NIVEL DEL MAR Y SUS IMPACTOS. De hecho, a lo largo de la costa salvadoreña ya se registran cambios significativos asociados al cambio climático (Ver figura No. 5 Temperatura promedio anual desde 1980 hasta el 2000). En las últimas décadas el nivel medio del mar aumentó aproximadamente 7.8 cm, a una tasa promedio de 1.3 mm por año. Con respecto al oleaje, se han detectado cambios en la altura media de las olas de 28 cm (4.7 mm por año) con cambios en el entorno de 0.12º N, por año en la dirección media de la energía del oleaje y por encima de 20 cm en las alturas de ola extremas en las últimas tres décadas (aproximadamente 2 cm por año). Los niveles extremos del mar, también aumentaron en 30 cm en las últimas seis décadas, a una tasa de 0.5 cm/año.4 Figura No. 3 Temperatura promedio anual desde 1980 hasta el 2000 4 Losada et al., 2013 3.- LA VULNERABILIDAD AMBIENTAL EN EL SALVADOR. Al tener El Salvador la densidad poblacional más alta en el hemisferio, después de Haití, y un territorio altamente deforestado, se aumenta el alcance del impacto de los eventos climáticos extremos, al poner en riesgo a casi el 90% de la población, el 95% del territorio nacional y el 90% del PIB5. Con los estudios científicos recientes que comprueban el incremento en la frecuencia, duración, intensidad y cambios en la distribución espacial de los fenómenos climáticos relacionados a cambios en los sistemas oceánicos del Pacífico y Atlántico, resulta inviable para El Salvador sostener el crecimiento y aspirar a un desarrollo económico sin la adopción de una visión y práctica de la adaptación. La vulnerabilidad de El Salvador frente a los impactos del cambio climático (Ver figura No. 1), incide en una amplia gama de ámbitos de la vida: en la movilidad de las personas, la salud, la producción y la seguridad alimentaria, la construcción y el desarrollo de los espacios urbanos y asentamientos rurales, la infraestructura física de conectividad vial, por mencionar algunas. Entender los distintos tipos y niveles de vulnerabilidad, en términos de su exposición, sensibilidad y capacidad de respuesta de la Fuerza Armada e instituciones frente a los cambios generados por el cambio climático es una tarea fundamental y compleja para la sociedad y el Estado, que no se puede subestimar. (Figura No. 4 Indicadores de vulnerabilidad). 5 Germanwatch, 2010 4.- LOS PATRONES CLIMÁTICOS Y SU IMPACTO EN EL PAÍS La ubicación del estrecho istmo de Centroamérica entre dos grandes océanos, el Pacifico y Atlántico, lo expone a los cambios que se forman en los sistemas climáticos de gran impacto. Para estos efectos, existe ya una amplia evidencia de variabilidad climática en diversas escalas de tiempo, desde variabilidad intra-estacional hasta de largo plazo. Esta variabilidad normalmente es asociada con fenómenos que ya producen impactos de importante consecuencia ambiental y socio-económica que pueden ser exacerbados por el calentamiento global y asociadas al cambio climático. Varios investigadores de Latinoamérica han identificado señales relacionadas con la variabilidad y/o el cambio en las condiciones climáticas, en particular las precipitaciones, temperatura, oscilaciones de los glaciales, circulación general y eventos extremos6. Debido al incremento de la variabilidad climática, el patrón o régimen temporal y espacial de lluvias tiende a presentar diversas anomalías, que inciden en un incremento de los desastres vinculados a fenómenos hidrometeorológicos (Ver figura No. 2. Eventos hidrometeorológicos extremos entre 1960-2010). Lo que se está observando puede resumirse en lo siguiente: Hay más frecuentes e intensos fenómenos hidro-meteorológicos extremos. La distribución espacial y temporal de las lluvias es mucho más irregular. Hay cambios significativos en la intensidad, trayectoria y número de sistemas ciclónicos originados en el Océano Pacífico y Atlántico aumentando en algunas situaciones la intensidad de estas. Temperaturas de las aguas oceánicas cercanas a los Océanos Pacífico y Atlántico se han vuelto más extremas. 6 SICA, 2011 Figura 5. Eventos hidrometeorológicos extremos entre 1960-2010. MARN También, entre 1961 y 2011 se ha observado un calentamiento extraordinario en las aguas superficiales del mar en la región oceánica del Atlántico Tropical Norte (ATN), alcanzado los valores más altos registrados en los últimos 50 años y con ello, las temporadas de huracanes en dicha región han sido extraordinarias en intensidad y cantidad. Entre las décadas de los sesenta, a los ochenta El Salvador fue afectado directamente por huracanes y tormentas tropicales entre esas décadas. En los años noventa fue afectado por cuatro huracanes y en la década de los años 2000 por siete. En dos años, entre noviembre del 2009 y octubre 2011 ocurrieron cinco eventos en los que murieron 250 personas. Tres de estos eventos produjeron daños y pérdidas por $1,300 millones (6% del PIB)7 . No es únicamente un problema de inundación de cultivos y pérdidas de infraestructura, sino que el arrastre de los suelos en las partes altas de las cuencas acelera el proceso de azolvamiento de las presas, ríos, drenajes naturales y artificiales, sistemas de riego, canales naturales de los manglares y finalmente en los puertos de la costa. Recuperar y garantizar la seguridad alimenticia del país y una capacidad de producción agro-pecuaria sostenible será una posibilidad crecientemente lejana sino se organiza una respuesta a 7 CEPAL y el Gobierno de El Salvador. los impactos tan negativos de las lluvias y potenciales sequías, modificando las causas que están al alcance. Ya para el año 2008, el MARN evidenció que El Salvador presentaba una falta de cobertura arbórea o vegetal muy drástica: 42% (170,299 ha) del total de las áreas propensas a deslizamientos. 67% (23,406 ha) de los márgenes de los principales ríos (bosques riparios). 64% de las principales zonas de recarga hídrica (387,630 ha) 53% de tierras de altas pendientes-clases VI y VII (567,296 ha) 5.- IMPACTO DEL MEDIO AMBIENTE EN OPERACIONES E INSTALACIONES MILITARES. a.- Impacto del medio ambiente en Operaciones Militares Estas pueden afectar hombres, armas, material y equipo en diferentes grados pero dentro planeamiento militar se debería considerar el cambio climático como una amenaza al balance, entre el acceso a las fuentes de energía, y los abastecimientos. También considerar que habrá una mayor evacuación de civiles. Mientras la Fuerza Armada de El Salvador lo toma como un tema de seguridad, además de verlo como un problema del medio ambiente. En este contexto, los cambios “verdes” hechos por otros ejércitos del mundo son estimulados por motivos de seguridad y no tienen nada que ver con la preocupación por el medio ambiente o por la gente que sufre los impactos del cambio climático. Esto nos traslada a una zona específica de tareas de medio ambiente para los ejércitos: por ejemplo requiere iniciativas para el aumento en el uso de los combustibles alternativos en aparatos militares con consumo muy alto de petróleo. La Fuerza Armada de El Salvador brinda asistencia a la población cuando se producen catástrofes, pero también colabora a revertir los efectos del cambio climático con el establecimiento y mantenimiento de viveros forestales en las Unidades Militares, ejecuta campañas de reforestación, realiza donación de plantas a Instituciones Públicas y Privadas, imparte capacitaciones de Medio Ambiente al personal propio para la adaptación y mitigación de los efectos del Cambio Climático y apoya en la prevención control y liquidación de los incendios forestales. Por lo que es necesario tomar en cuenta dos rubros importantes para afrontar la amenaza: 1) Adiestramiento. Es necesario continuar un adiestramiento constante para estar listos para afrontar los eventos climáticos extremos, capacitando al personal en todos los niveles para mejorar la capacidad de respuesta para auxiliar a la población afectada por cualquier evento climático en nuestro país, teniendo en cuenta que somos vulnerables ante inundaciones, terremotos, huracanes y otros. 2) Material y equipo. Para el apoyo a la población es necesaria la adquisición de material y equipo especial para ser empleado por la Fuerza Armada en la búsqueda, rescate y evacuación de la población afectada, así como la implementación de tecnología verde. b.- Impacto del medio ambiente en Instalaciones Militares. Hasta el momento no se ha tenido un impacto directo en nuestras instalaciones ocasionado por un evento climático extremo, no obstante se han identificado algunas vulnerabilidades dentro de la infraestructura las cuales deben ser reforzadas o renovadas de acuerdo a las necesidades de cada una.