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Disertación de Sergio Kiernan Buenos días, yo soy Sergio Kiernan, editor del suplemento Metro 2 (Metro Cuadrado) de arquitectura en Página/12, en realidad soy uno de los editores generales que el diario tiene, estoy metido en este de arquitectura, un tema que me interesó toda la vida y porque hace cinco años dije: “que malo que era el suplemento de arquitectura”, y como pasa cuando uno habla me lo terminaron delegando a mi y yo, dije que sí, que bueno, pero que yo no soy arquitecto, y tengo una indiferencia ante la arquitectura moderna, no logro escribir diez líneas sobre un edificio ni que me paguen una fortuna, puedo pasear todo el día por Puerto Madero y no voy a lograr escribir una nota, sino más bien rezongo sobre qué mala es la arquitectura. Entonces hago la parte de patrimonio y edito el suplemento, tengo una estupenda colaboradora que hace la parte de diseño, que es nuestro lado de lo nuevo, el diseño de objetos, el diseño gráfico, el diseño textil, la gran cantidad de gente joven que no sólo está creando cosas nuevas, sino que está creando todo un negocio y toda una industria con valor agregado de creatividad en el país. Yo digo el país, pero la gente me dice “pero usted sólo cubre Buenos Aires”, lo que en rigor es verdad, pero es por falta de recursos, no por falta de interés, somos un diario chico y no podemos estar mandando gente a todos lados, lo hacemos en la medida en que podemos, toda persona que se acerca a Buenos Aires o cuando nosotros vamos a algún lado, terminamos cubriendo notas en vacaciones, nos encontramos con un negocio que nos gusta y terminamos sacando fotos y entrevistando a los dueños. Y, específicamente sobre el tema patrimonio, yo entendí en estos años, especialmente a medida que uno empieza a tocar estos temas desde un medio, que es estrictamente un tema político, es un tema cultural, un tema de principios, un tema de aprecio, pero es prácticamente una cuestión política, es como la cuestión de tener una ciudad sucia o una ciudad limpia, todo el mundo habla de educación, pero también hay que poner tachos de basura y también hay que juntar lo que ensucia y también hay que hacer una política de saneamiento y es un tema político. Los temas municipales, como son todos estos temas, porque al final, el barrio, la cuadra, forman parte de la política cotidiana, la que nos toca a nosotros todos los días. Yo tengo un grito de urgencia con el tema patrimonio porque es muy frágil, por ejemplo yo nunca había entrado a Concepción, vengo bastante a Entre Ríos, pero nunca había estado en Concepción y dando una vuelta anoche, mirando un poco esta mañana, me daba cuenta que ustedes están a diez edificios de perder la ciudad, así de frágil es el tejido urbano. 1 Y la otra cosa que ya me irrita a esta altura del partido, es cuando me dicen: “congelar la ciudad”; a mi me gustaría que alguien me muestre una ciudad congelada en el mundo, que alguien me muestre “¿ves? una ciudad congelada como le paso a ésta”, yo no encuentro ninguna, la ciudad mejor preservada del planeta tierra es Praga, así de simple, Praga tiene centenares de edificios medievales y no tiene grandes catedrales, tiene galpones, tiene casas, tiene halles como les dicen ellos, que son esos edificios de uso indefinido, más precisamente 800 años para un uso perdido por completo y que hoy se usan para conferencias como estas o uno entra y hay un taller permanente de una incubadora de diseño, como le dicen hoy, los edificios están ahí. Praga no tiene nada congelado y Praga aguantó dos guerras mundiales y 40 años de socialismo y es una ciudad bellísima que les está yendo, miren que casualidad, mucho mejor que a nosotros, porque están recibiendo a 30 millones de turistas ¿Y qué van a ver esos turistas? ¿Torres con el Banco Galicia abajo? No, van a ver el pasado. Todos estos edificios tienen luz eléctrica, tienen baños, se lavan los pisos, están preservados, nadie se muere de frío ni nadie vive como en la Edad Media. Yo estuve viendo discursos sobre el congelamiento y la renovación urbana; en concreto, es sanata, no se, o es honesta ignorancia de gente que francamente cree que el progreso son las novedades o como ocurre siempre que estoy hablando con alguien, en el negocio siempre,...porque no entienden cuál es el negocio del patrimonio. Por eso yo creo que como en la Argentina somos hijos del rigor, por un lado hay que convencer al prójimo de cómo usar las zonas urbanas, yo coincido con el doctor, me interesó mucho escuchar el basamento jurídico de muchas cosas que hace la ciudad de Buenos Aires que en algunas zonas tiene historias de éxitos, de crear acciones con los vecinos, la inmobiliaria, la empresa, para que el tejido urbano se vaya recomponiendo o que en concreto se arregle el edificio, porque estamos hablando de eso, se habla con los vecinos que arreglan diez casas de 80, pero ahí va la ciudad que arregla las veredas, que ilumina mejor..., y, al año los vecinos que no arreglaron su casa, son los que están en otra época, son los que pasan vergüenza, el primer día que empieza el proyecto los reciben a la gente de patrimonio, “!andá!.., estos me quieren sacar plata, me van a cobrar algo” y al año esa gente es la de la casa roñosa en un barrio que está subiendo. Entonces, eso funciona, pero funciona en parcialidad y había una timidez general a que, pongamos la ley inglesa, la ley inglesa es: “todos los edificios construidos hace 50 años y un minuto está listado”, así como uno para tocar un edificio, demolerlo y construir tiene que ir a pedir una habilitación municipal ¿o no?, todos los bienes ya están inhabilitados. 2 En ningún lugar del mundo uno puede hacer lo que se le canta con los edificios, más allá que sea histórico o no, yo no puedo comprarme un baldío acá y hacer 70 pisos, porque tengo que ir a pedir una habilitación, ya está habilitado el uso del bien, lo que estamos hablando acá, voy a agregar una más, entonces, primer tema, el gobierno no tiene que ir a catalogar nada, el gobierno no cataloga nada, en Inglaterra entre English Heritage y la lista general, que es una ley que dice esto: todo edificio de más de 50 años está catalogado y no se puede tocar sin pedir permiso a las autoridades correspondientes que son: la municipalidad o English Heritage o la municipalidad que llama a English Heritage para que le de su parecer técnico, que es lo que termina ocurriendo siempre, es el gran rol de esta institución, es como la autoridad académica que asesora a gobiernos municipales, esto ocurre en pueblos muy chiquitos también que no tiene capacidad para generar su propia autoridad académica, teléfono, English Heritage viene y tenés un asesor que te dice por dónde pasa la cosa, entonces la lista de catalogo es nada más para edificios que por una razón u otra son notables. El otro tema es que se solucione el rigor de código, que es así general, es la interna, porque en Patrimonio tienen catalogados 3.000 edificios para llevar a la legislatura y en Planeamiento te cuentan que están tan locos que quieren catalogar 3.000 edificios, están mamados, cómo vas a catalogar 3.000 edificios y es el mismo gobierno, son tres cuadras un edificio del otro y tenés esta interna ¿Y quién la gana? El que la gane y en el medio de todo esto cae como cae el tema del patrimonio. Generalmente, la gente que trabaja en planificación son arquitectos que están concentrados en la renovación urbana y los proyectos que realmente los excitan y les interesan son cosas como avenidas, cambiar toda la red de agua de la ciudad, crear Puerto Madero y el patrimonio no. Y la gente de cultura generalmente tiene un eje más en la preservación de los tesoros ya construidos y acá estamos hablando de edificios, pero podríamos seguir hablando de libros, archivos, cuadros, que se yo, todo tipo de bienes materiales y concretos que hacen al patrimonio de un país. El patrimonio son objetos, lo otro es lo que se llama ahora el patrimonio inmaterial, intangible, que a mi no me interesa mucho porque yo creo que el patrimonio intangible se cuida muy bien solito, que la gente que habla el guaraní va a seguir hablando guaraní pase lo que pase y viva donde viva y a la gente que le gusta jugar al truco va a jugar al truco hasta en un Mc Donalds, pero si uno quema un libro, el libro no existe más y si uno demuele este edificio, este edificio no existe más y no hay retorno. Cuando se hizo la primera experiencia de rigor máximo en este país que es la APH 1 San Telmo, en Buenos Aires, al arquitecto Peña lo 3 acusaron de comunista a los gritos y lo acusaron de comunista en 1976, cuando si alguien llegaba a creer que vos eras comunista terminabas en la ESMA. No era como ahora que te dicen comunista y qué te importa. Le dijeron de todo: “que San Telmo iba a quedar para las ratas, que se iba a llenar de linyeras, que estaba arruinando el país, todo tipo de cosas”. Hoy en día y según un estudio que hizo el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que según me dijo Ibarra ni ellos se dieron cuenta lo que decía el estudio, San Telmo es, junto a Puerto Madero y a Palermo Viejo, una de las tres zonas de la ciudad más rentables económicamente. Uno de los mejores negocios que vos pudiste hacer en tu vida fue comprarte hace no muchos años cualquier cosa en San Telmo y venderla hoy. Un amigo, se compró hace 10 ó 15 años un departamento antiguo frente al mercado y lo compró porque le gusta San Telmo y porque era lo que le daba el bolsillo, lo compró barato, porque no tenía plata y le acaban de ofrecer 150.000 dólares que es más o menos ocho veces lo que él pagó por el departamento, no lo puede creer, ya está pensando qué hacer, si hace el negocio y se muda a otro lado o se queda ahí pero tranquilo que tiene una propiedad valiosa. Ni hablar de Palermo Viejo, que es lo mismo pero sin zonificación,... Reciclado de un barrio completo con otro tipo de problemas y otro tipo de ventajas. Palermo Viejo es increíble, hace 25 años era un barrio peligroso, con muchas de las casas edificadas más bonitas de la ciudad, eran unos conventillos siniestros que caminar por ahí de noche era problemático y hoy en día es uno de los barrios más caros y con mayor movilidad social de la ciudad de Buenos Aires. Entonces, primer tema: hay que ponerse rigurosos porque todo esto se pierde enseguida, el entorno construido no sólo tiene un valor histórico, tiene un valor concreto y de identidad diferenciadora. Una plaza como la plaza central de Concepción del Uruguay sólo existió aquí y ahora y puede dejar de existir. Si ustedes le construyen seis torres más alrededor, ya no es más. ¿Quién va a venir a ver eso? El que venga acá, cuando vuelva a su casa, no se va a acordar muy bien si estuvo en Concepción, en Paraná o en Haedo, porque todo es igual, se transforma en un mismo lugar..., como un aeropuerto..., es muy difícil acordarse de los aeropuertos porque son muy feos y son impersonales.., y si uno siempre se acuerda de las habitaciones de hoteles, es porque son edificios de una inmensa personalidad. Entonces yo me impaciento un poco porque creo que habría que poner primero una ley muy rigurosa – ojo, de poner una ley muy rigurosa-, igual vas a perder edificios..., y, segundo, estamos hablando de poca cosa, en la ciudad de Buenos Aires el 40% de los edificios son anteriores a 1940, nada más, de ese 40% que están en Buenos Aires no vale la pena conservar todos, primero porque ya es tarde, tenés muchas cuadras con muchos edificios “patrimoniales” o mayores de 50 años que son la famosa muela cariada, tenés un frente 4 de departamentos y en el medio te quedó una casita y esta cuadra ya fue. En concreto estamos hablando de preservar en serio tal vez el 15% de toda la ciudad de Buenos Aires, es poca cosa, si ustedes hacen la cuenta acá en Concepción les va a terminar dando un porcentaje por el estilo: un centro viejo, un área por allá, un edificio por allá, algún conjunto interesante al cual alrededor no se preserva lo que hay, pero sí, se limita, por ejemplo la altura para que no quede todo enanito y que todo parece viejo, chiquitito y despreciable porque se pierden las escalas con estas torres. El tercer tema que hay que entender, es que no es solamente una cuestión de identidad o de calidad arquitectónica. La arquitectura comercial de hoy en día es muy pero muy mala, estamos sentados en un edificio comercial de hace 90 años más o menos que es muy superior en materiales, en conceptos y en espacios que la torre esta que hicieron acá a la vuelta. Plata por plata, la frivolidad económica de demoler este edificio para hacer otro, yo siempre digo ¿para que tienen que demoler este edificio? Pero el gran tema es, cuando uno trata de formar estas inercias políticas con una ley marco clara y con los vecinos y con la gente. Es hablar de para qué sirve concreta y materialmente preservar el patrimonio. Y el tema es que, así como San Telmo es un barrio muy valioso y se pone cada vez más valioso gracias a la industria del turismo, yo les voy a contar muy brevemente dos casos que están acá nomás y que ustedes pueden ir a visitar: Uno es el caso de San Antonio de Areco, un pueblito perdido que no tiene un patrimonio, no hay ningún edificio notable en todo Areco, pero en los años 70 decidieron que iba a ser un pueblo histórico, congelaron la situación, todo el centro viejo está muy bien preservado, no hay edificios en altura y al mismo tiempo que hacían esto empezaron a jorobar en los medios y e hicieron una inversión que les costó mucho anunciar en televisión un festival de la doma, que empezó medio patético, era de domadores de ahí… pero qué ocurrió, ese fin de semana se aparecieron mil personas en auto a ver el festival de doma y al año siguiente ya venían domadores de otros pueblos y fueron 5.000 personas y hoy en día Areco tiene una serie de festivales, una especie de feria rural, doma, folclore, pero durante todo el resto del año van y vienen turistas, es el único lugar donde vos te podés parar en una plaza y mirar a tu alrededor y todo es de época, todo lo que uno ve ahí es de mediados del siglo XIX a principios del siglo XX, tiene la misma textura, tiene la misma morfología, unos son edificios criollos, otros criollos italianizados, francamente no hay ninguna pieza que sea guau, notable, pero el conjunto es una maravilla, hay una parrilla, hay un restaurante, hay una tienda, hay un café, todo es lindo y todo es coherente ¿De qué vive Areco? De lo que 5 vivía antes, que es servicio al sector agropecuario, y del turismo. A Areco le va mejor. El otro, mucho más cerca de Buenos Aires, -que es el gran mercado para estas cosas-, es Capilla del Señor, un pueblo mucho más lindo que Areco. Un pueblo que tiene cinco o seis edificios notables y donde hace un siglo, yo no se por qué razón misteriosa, a todo el mundo le agarró la manía de los miradores. En un pueblo, que hoy tiene 3.000 habitantes, hay 13 miradores: hay uno, típica quinta enorme vagamente española con tremendo patio a la gallega..., hay una casa por atrás que tiene como una torrecita de observación y hay un mirador al estilo italiano como las ciudades medievales. Yo siempre tengo la fantasía de que son italianos de mucha plata y que quisieron hacer la casita como las que vio de chico en Siena, y entonces, ahí se hizo una torre de cuatro pisos de altura terminando en una cupulita y con balcón, que es una joya. Ahora bien, ¡todo el pueblo está roto!..., es un viva la pepa sin el menor rigor, es un pueblo que hasta hace muy poco tenía una gran cantidad de fachada en piedra paris y la cambiaron por revoque de cal, y las rejas..., hoy ves gente que está tirando todo eso para poner una ventana de aluminio y nadie le dice nada, un pueblo que perdió completamente el encanto. Resultado, ¿saben cuántos turistas hay? Ninguno, no va nadie, yo conozco Capilla porque tengo una chacra ahí cerca, así que tengo que hacer las compras en Capilla y cada vez que entro digo “qué pena este pueblo”, porque la verdad que con un poquito de política pública y podrían inventarse ellos el festival del mate, que se yo, alguna actividad para que la gente tenga que hacer algo ahí y están a 50 minutos del centro de Buenos Aires, son unos giles en rigor. Y me puse a preguntar por qué ocurre eso y con qué me encuentro: es un pueblo muy mal gobernado, todo el mundo me dice lo mismo, los intendentes no duran nada o los echan o se van a La Plata a trabajar con Duhalde, siempre les pasa algo, nunca hubo esta sinergia de alguien que dice “tenemos que sacar el pueblo adelante. Toda la parte de servicio al campo no está ¿Qué le agregamos? Le agregamos turismo ¿qué tenemos para el turismo? Patrimonio, la casita, fulanito que tiene una casa tan bonita no tiene plata para arreglarla, bueno la Municipalidad le arregla la fachada, porque él no tiene plata para arreglarla. Al otro que tiene el restaurante importante, por qué no te acercas y le decís che, cambiá las lámparas, ponele un poquito de onda, sacá ese cartel tan feo... Lo bueno de las ciudades chicas, que no son como Buenos Aires, es que uno puede sentarse y hablar y así se va creando toda una comisión. En la ciudad de Buenos Aires y en San Telmo y en los cascos históricos, eso se hace mucho, se le habla a la gente, se la convence, la gente te dice no, pero “bueno, nosotros te ponemos un equipo de alumnos del taller escuela (de artesanos) y vos ponés los materiales, no 6 te da la plata entonces nosotros te ayudamos a llegar”; y, al otro se le avisa “mire”, si el consorcio quiere arreglar la fachada del edificio, díganle a la constructora que pida un crédito blando, ustedes no lo pueden pedir pero la constructora sí y ustedes lo pagan en cuotas. Todos estos recursos son políticas blandas, pero lo que nos falta es el rigor, primero que nada. Y lo que viene ocurriendo es que los edificios nuevos se mudan al barrio de al lado, por ejemplo si ustedes lo prohíben aquí ¿a dónde los van a hacer? Al lado..., más arriba,...; no se ha perdido nada, tampoco van a decir “!ah, entonces nunca más construimos nada!”, no es así, si es el negocio invertir en construcción, se va a construir, lo único que ustedes marcan es un radio, “acá no”, “afuera sí”..., son políticas públicas que hace tiempo que están y no tiene nada de malo porque, para terminar, una ciudad no puede vivir solo de los cascos históricos. Todos los espacios urbanos por ejemplo regulan la altura, todo el mundo tiene factor de ocupación del terreno, hay ciudades que prohíben los edificios en altura, otras que no, en Buenos Aires tenemos zonas que ya van a terminar como San Pablo, edificios con 20, 25, 30 pisos de altura y zonas de casas, ya está todo fijado, lo que hay que hacer es aplicar la ley. A lo que yo me dedico en el diario es a tratar una y otra vez estas cosas, a decirle a la gente que le importan estas cosas, que se junten, que hagan una comisión, la única manera de que preste atención un político es que haya gente, sino no, no te prestan atención nunca, si uno va con la comisión de algo, yo digo que las cosas funcionan. El Jardín Botánico de Buenos Aires se iba a transformar en un gigantesco cartel al aire libre y fueron los vecinos y lo abrazaron, lo hicieron dos veces y murió el proyecto, hoy está igual que siempre el Botánico, no pasó lo mismo en el zoológico y el zoológico cambió completamente. Ahora los vecinos de Flores y Primera Junta están en las calles tratando de parar las torres, les están diciendo al gobierno de la ciudad que cambie el código, que cambie lo que sea, que ellos no quieren torres ahí y el gobierno de la ciudad no quiere hacer eso..., pero está prestando atención porque le cortan las calles, porque hay gente, porque le mandan petitorios, porque lo llaman, porque mandan mails..., tiene que haber gente que se movilice. Y la otra cosa importante es elogiar al que hace bien las cosas, o sea; en este país estamos acostumbrados a que en los medios lo que se reparte son palos, yo doy palos, no digo que no. Me encuentro con un señor que compra un edificio antiguo, lo recicla para hotel y lo hace con respeto, con buen gusto, lo trata con respeto, lo mira, dice a este edificio hay que hacerle esto y lo otro. Esto hay que ponderarlo. Cada vez me encuentro con más gente que hace proyectos cuerdos, no pierden plata, 7 créanme, ninguno quiere perder plata y hacen cosas bonitas y respetuosas y se van salvando piezas individuales del patrimonio, las cuales además se transforman en muy rentables, ya hemos visto esto de los hoteles, restaurantes, bares. Las zonas que están tiradas a los perros, destruidas, que se transforman en pequeños departamentos o en hoteles y ahora en el microcentro viejo, en parte gracias a varias iniciativas del gobierno de la ciudad, hay edificios de oficinas que se están transformando en pequeños departamentos, para lo cual hubo que hacer una excepción en el código porque el reciclado de esos edificios con el código nuevo no se podría hacer, debido a los requerimientos de accesibilidades y seguridad contra incendios. Si van por Buenos Aires pasen por la calle Moreno y Perú que están dejando un edificio bellísimo donde estaba la editorial Kapeluz y lo están haciendo tan bien que la verdad te levanta el animo, porque es un edificio en un estilo más o menos arduo, pero de Europa Oriental, tiene un revestimiento de cerámica polaca, todas las rejas perdidas se están copiando y volviendo a poner, el edificio está renaciendo de las cenizas absolutamente, hace 20 años eso habría sido demolido o remodelado así nomás. Los vecinos de Buenos Aires nos estamos ganando una fachada limpia, un edificio recuperado y adentro se están haciendo departamentos pequeñitos, para estadías cortas, muy caros, es muy buen negocio para todo el mundo. Cuando se juntan todas estas cosas lo bueno es que todos nos beneficiamos: el dueño del edificio que hace el negocio va a ganar el dinero que quiere ganar, está perfectamente bien que lo gane, y los vecinos no vamos a perder otro edificio más, al contrario lo vamos a recuperar en valor, por lo menos en la fachada, la fachada es de todos no es nada más del dueño del edificio. Esto es todo, gracias. 8