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Homilía del Señor Arzobispo de Sevilla
CARLOS AMIGO VALLEJO
HEMOS seguido durante días la peregrinación de Dios con Marcelo Spínola. Por Cádiz y San Fernando,
donde nació y fue bautizado; por Coria, donde fue obispo, pobre entre los más pobres; donde fundó las
Esclavas del Divino Corazón. Por Málaga, donde sirvió en el suburbio y en el pueblo más olvidado. Por
Sevilla, donde fue párroco, canónigo, obispo auxiliar, cardenal-arzobispo y siervo de todos. Por Roma,
donde ha sido glorificado
.
Don Marcelo se conformó en su vida con tener a Dios como única riqueza. Fue pobre, vivió entre los
pobres, pidió limosna para los pobres, quiso a los pobres. Y ha recibido, como premio a su pobreza, el
reino de los cielos. Y se ha cumplido en él la profecía anunciada por Jesucristo en el sermón de la
montaña: BIENAVENTURADOS LOS POBRES PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS
CIELOS.
Don Marcelo Spínola se acercaba a los enfermos, recibía a los pecadores, ponía su misma mano para
recoger la limosna. Y Don Marcelo ha sido glorificado y su nombre está en la alabanza de todos los
labios. Y cuantos conocen hoy su vida de ayer alaban a Dios por este hombre humilde. Y en él se ha
cumplido la profecía: BIENAVENTURADOS LOS HUMILDES PORQUE ELLOS POSEERAN LA
TIERRA.
En su cuerpo y en su espíritu sintió la huella de la enfermedad, de la incomprensión. Fue hombre
penitente y austero. Llevó la cruz de la tensión interior entre la obra que debía realizar como encargo de
Dios y de la Iglesia, y la responsabilidad de hacerlo como hombre fiel. Sus heridas nos han curado. Y se
ha cumplido la profecía: BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN PORQUE ELLOS RECIBIRAN
EL CONSUELO.
Como hombre de Dios, estaba justamente preocupado por los derechos de Dios. Y los derechos de
Dios están encarnados en los derechos de los hombres: la dignidad humana, la justicia, la libertad, el
conocimiento de la voluntad de Dios. Y él buscó en la Obra de la Palabra y en la aplicación de la doctrina
social de la Iglesia, el reconocimiento de la verdad y de la justicia. Fue hombre justo. Y en él se ha
cumplido la profecía: BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA
PORQUE ELLOS SERAN SACIADOS.
Como buen pastor estaba al frente de su rebaño. Sobre sus hombros puso a las ovejas enfermas. Fue en
busca de las descarriadas. Llevaba sobre sus hombros la carga de los demás. Nadie podía mirar sus ojos
sin saberse perdonado y querido. Ahora ha alcanzado la misericordia de Dios. Y se ha cumplido la profecía:
BIENAVENTURADOS
LOS
MISERICORDIOSOS
PORQUE
ALCANZARAN
MISERICORDIA.
En el corazón abierto de Cristo había puesto casa y morada Don Marcelo. Desde allí contemplaba el
amor de Dios derramado en todas las cosas. Su corazón palpitaba al unísono con el de Cristo. Y quiso que
ese amor suyo al Corazón Divino perdurara en unas mujeres que consagran su vida a llevar ese amor de
Cristo a los que más podían necesitarlo. Y funda las Esclavas del Divino Corazón que glorifican con la
consagración y el apostolado de su Instituto la vida de su Fundador. El está junto a Dios. Y en él se ha
cumplido la profecía: BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZON PORQUE ELLOS
VERAN A DIOS.
Fue un hombre que buscaba la paz, pero bien convencido de que solamente la paz se encuentra por los
caminos de la justicia. Como abogado, defiende los derechos de los más pobres. Como Senador del reino,
promueve esforzadamente en la cámara el derecho a una enseñanza digna. Este hombre se ocupaba de los
hijos de Dios porque era un verdadero hijo de Dios. Y en él se cumple la profecía:
BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ PORQUE SERAN LLAMADOS HIJOS
DE DIOS.
Soportó la injuria, pero defendió la verdad. Convencido de que solamente la verdad podía hacer libres a
los hombres, busca en los medios de comunicación social un vehículo que esté siempre al servicio de la
verdad y de la justicia. El Correo de Andalucía había de llegar como noticia de verdad y en defensa de la
justicia. No fue fácil su camino, encontró la persecución y fue incomprendido, pero hoy le vemos en el
reino de Dios contemplando la verdad ante el que es la misma justicia. Y en él se ha cumplido la profecía;
BIENAVENTURADOS LOS PERSEGUIDOS POR CAUSA DE LA JUSTICIA PORQUE DE ELLOS
ES EL REINO DE LOS CIELOS.
Sevilla fue su calvario. Y Sevilla es hoy su glorificación. A la Virgen de los Reyes le habíamos pedido,
con motivo del decreto de reconocimiento de virtudes del siervo de Dios Don Marcelo Spínola, la gracia
de ver pronto coronado con la beatificación al que promovió la coronación de la imagen de quien es
nuestra Señora y Patrona. Ella nos lo ha concedido. Y nosotros bendecimos a Dios que ensalza a los
humildes. Bendecimos a María porque en sus hijos, el Señor, al igual que en Ella, ha hecho cosas
admirables. Bendecimos a la Iglesia, pues reconoce la virtud de sus hijos. Y bendecimos a la collación de
San Lorenzo que lo tuvo como párroco; y al Cabildo de esta Santa Iglesia Catedral que se honra con este
canónigo ejemplar. Y bendecimos a la Congregación de Religiosas Esclavas del Divino Corazón, pues
ellas guardan el mejor espíritu del Corazón de Don Marcelo Spínola y ellas tanto han contribuido a esta
glorificación de nuestro sacerdote y obispo, de nuestro servidor y ejemplo, el Beato Marcelo Spínola y
Maestre.
Sevilla, 20 de septiembre de 1987 