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Santo Tomás de Aquino Relación entre fe y razón: Sto. Tomás tiene al respecto una actitud ponderada, es decir, reconoce la superioridad de la fe frente a la razón, aunque ésta mantiene su autonomía, ya que mientras que la filosofía se basa en verdades evidentes para la razón natural, la teología se apoya en verdades de fe reveladas por Dios. Aun así, Sto. Tomás defiende la rama más científica de la filosofía, promulgada por Aristóteles y establece que aunque la filosofía no proporciona la salvación, el filósofo creyente no utiliza directamente la fe para hacer su filosofía. En base a esto, distingue entre dos órdenes de realidad: Natural: Ser humano visto como ser natural entre otros aunque con características específicas. De la gracia: Hombre visto como hijo de Dios. La gracia eleva la naturaleza, redime del pecado original y permite conseguir el fin sobrenatural del hombre. Así el filósofo de Aquino afirma que la filosofía es el ejercicio del entendiendo del orden natural, el cual puede conocer sin ayuda divina, que el intelecto agente es una iluminación participada de Dios, pero en el orden natural y que tanto la inteligencia como la fe permiten alcanzar a Dios, por lo que se puede construir una teología con base en una filosofía que no dependa directamente de la fe. De esta forma existen dos tipos de verdades, las de fe y las de razón, pero estas nunca pueden contradecirse, ya que la verdad es única, al contrario de lo que opinaban los averroístas latinos, además las verdades de fe se pueden diferenciar en alcanzables por la razón, que puede ser demostradas (como la existencia de Dios) o no alcanzables por la razón, que solo puede demostrarse que no son absurdas (como la Santísima Trinidad), sin embargo Dios vio conveniente revelar algunas de las primeras porque son necesarias para alcanzar la salvación y muchos hombres no conocen la filosofía necesaria para conocerlas. Metafísica: Aquí acepta los conceptos aristotélicos de materia y forma, acto y potencia y sustancia y accidente, sin embargo no la relación materia-potencia y forma-acto, sino que mediante la analogía de ser realiza la distinción que ya promulgó Avicena entre ser y el acto de ser o existencia. De esta manera surgen dos tipos de sustancias: Materiales: Son accesibles mediante los sentidos y su estructura ontológica responde a dos niveles: Sustancial: Surge con la unión de la forma, principio indeterminado, con la forma, que le aporta una determinación esencial. Esta esencia está en potencia de ser. Accidental: Formado cuando la sustancia primera adquiere rasgos característicos al adjuntársele accidentes. Inmateriales: Son conocidas mediante la lectura de la Biblia, son ángeles, demonios… Se componen también de acto y potencia, pero a un nivel no hilemórfico, ya que son formas puras. Su esencia tampoco incluye la existencia. Así Sto. Tomás distingue claramente entre los entes creados por Dios, y Dios. Los primeros tienen una esencia que es potencia de ser, de forma que pueden existir y no existir, son contingentes, siendo el ser un acto que viene limitado por su esencia. La diferencia entre los inmateriales y los materiales es que los primeros reciben el acto de una forma en la que no lo pueden perder, de ahí su inmortalidad. Dios sin embargo, es puro acto de ser por esencia, y por lo tanto se identifican su esencia y su existencia, es el único ser necesario. Aun así esto no supone una prueba de su existencia. Demostración de la existencia de Dios. Parte del hecho de que su existencia no es evidente, puesto que se puede concebir su opuesto y además no todo el mundo cree en Dios. Además también lleva a cabo su demostración sin basarse en la fe en su existencia, porque si no sería una demostración ilegítima filosóficamente. Así para su demostración realiza las 5 vías, que son caminos con los que pretende remontarse hasta Dios usando el principio de causalidad, siguiendo el siguiente esquema: 1º Parte de un hecho observable en la naturaleza que describe metafísicamente. 2º Le aplica el principio de causalidad. 3º Se plantea la imposibilidad de alcanzar el infinito en la serie causal. 4º Por último llega a un determinado término que identifica con el Dios cristiano. Vías: Movimiento: En el mundo hay cosas que se mueven, y todo se mueve a causa de otra cosa, sin embargo resulta imposible remontarse al infinito en la serie de motores movidos, por lo que debe existir un primer motor inmóvil. Causalidad: En el mundo sensible nada es causa de sí mismo, sin embargo la seria de causas no que suficientemente explicada con las causas intermedias, por lo que debe existir un primera causa incausada. Contingencia: En el mundo sensible existen seres contingentes, pero el mundo no queda suficientemente explicado si todo lo que es puede no haber sido, de forma que debe existir algo que exista necesariamente. Grados de perfección: Los diferentes seres poseen cualidades en distintos grados de perfección, y dado que toda perfección pura limitada es participada de una perfección absoluta, debe existir un ser perfecto por esencia, que sea ser por esencia. Orden del mundo: Todos los seres, inteligentes o no, actúan con un fin, y ya que todo lo que ocurre siempre de manera ordenada responde a un plan, y que este orden no puede venir por el azar, debe existir una Inteligencia Ordenadora. El alma. Tomás de Aquino, como Aristóteles, rechaza el dualismo platónico que identifica al ser humano con su alma. Sin embargo considera al hombre como una única unidad sustancial, formada por materia, cuerpo y alma, que a diferencia de Aristóteles la considera inmortal y creada por Dios. Así el alma además el principio de organización y constitución del cuerpo, y su centro de operaciones. En el alma residen las facultades o potencias activas, que pueden ser o bien inferiores (en común con los animales) o superiores. Dentro de ambas existen operaciones cognoscitivas y apetitivas, que son respectivamente en el inferior sentidos y apetito, y en el superior entendimiento y voluntad. Además Sto. Tomás afirma que se puede explicar la inmortalidad del alma con la teoría hilemórfica si se tiene en cuenta la gradación en las formas, algo que realiza mediante un análisis de la intelección. Éste se basa en considerar que las operaciones cognoscitivas pueden apoyarse en los sentidos o en el entendimiento: Cuando se apoyan en los sentidos dependen intrínsicamente de un órgano, de forma que la recepción de formas viene limitado por dicho órgano,y cuando este muere, la operación también. De otra forma, si se apoyan en el entendimiento, no dependen intrínsecamente de ningún órgano, por lo que su recepción de formas queda ilimitada y aun más importante, cuando el cuerpo muere el alma puede seguir entendiendo, y por lo tanto puede subsistir sin él. Es inmortal. Teoría del conocimiento. Sto. Tomás es como Aristóteles empirista, de forma que para él no hay nada en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos, pero que sin embargo, el verdadero objeto de conocimiento es la forma, la esencia, lo universal. Para lograr este conocimiento, nos basamos en dos tipos de entendimiento: Posible: Capaz de extraer de manera inmaterial las formas inteligibles y generar un concepto universal. Intelecto agente: Se define como una luz participada de Dios que se encarga de mover al entendimiento posible a actualizarse extrayendo las formas esenciales. Tiene carácter personal y se sitúa en el orden natural. En base a esto, Tomás de Aquino describe el proceso de conocimiento según el siguiente esquema: Intelección de los indivisibles: Los sentidos captan datos del exterior que la fantasía graba en forma de imágenes particulares. Abstracción: El intelecto agente despoja de estas imágenes todo lo particular quedándose con su esencia, lo universal. Formación del concepto: El entendimiento posible usa estos universales para crear conceptos. Composición y división: El entendimiento posible realiza un verdadero conocimiento al usar estos conceptos universales para juzgar las cosas del mundo sensible. Ética y política. La ética tomista tiene un fundamento natural, donde la ley natural regirá la ley política. Tiene mucha influencia la doctrina aristotélica. Fundamento natural de la ley ética: Concepto de naturaleza como fundamento a la ley ética: Esta ética es eudaimonista, considerando la felicidad como la actividad más acorde a cada ser. En el ser humano es la racionalidad, por lo que el conocimiento de los objetos más elevados supondrá la máxima felicidad, y dado que Dios es la verdad misma, su contemplación beatífica es el fin de todo ser humano. Sin embargo, esto no puede darse a no ser que el Dios mismo actúe sobre el hombre con la llamada “gloria divina”. En la parte teológica de Sto. Tomás define en qué consiste la vida del alma bienaventurada que cuando quede liberada de cuerpo pueda acercarse a Dios en la salvación. Virtudes morales: Se definen como hábitos encaminados al punto medio entre dos extremos igualmente viciosos, tal y como lo entendería una persona sensata y prudente, y se adquieren con la repetición de buenos actos. A las virtudes éticas y dianoéticas, Sto. Tomás incluye las teologales, que son fe, esperanza y caridad, donde la última es considerada la más importante puesto que permite alcanzar la salvación. Sindéresis y conciencia moral: La razón puede considerarse según dos tipos de usos: Teórica: Trata de dar explicaciones racionales según su primer principio: Nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido. Práctica: Regula la acción de cada individuo en base al primer principio de la sindéresis (capacidad ser humano para actuar rectamente), que se basa en el bien (ser como algo apetecible) y es: Trata de hacer el bien y evitar el mal. De esta forma la razón práctica ordena secundar las inclinaciones naturales de la naturaleza, que se identifican con el bien y la felicidad, y que son la base de los preceptos morales, estas inclinaciones son: Ser humano: Como sustancia, que tiende a su propia conservación. Como animal, que tiende a la procreación y al cuidado de la prole y como ser racional, que tiene al conocimiento de la verdad (Dios) y a la relación con el resto de seres racionales, por lo que la política es dependiente de la ética. Por otra parte, la conciencia moral es el juicio de la propia razón práctica, en base al primer principio de la sindéresis, de las acciones cometidas y por cometer, viendo así su moralidad. Ley natural y ley política: Dado que la sociedad es el ámbito en que los seres humanos pueden conseguir su felicidad y la salvación, el interés común es más importante que el individual. Para alcanzar este bien común es indispensable una serie de medios para satisfacer las necesidades primarias de los individuos y una serie bienes para el crecimiento intelectual, religioso y afectivo de éstos. La ley es definida como el ordenamiento de la razón hacia el bien común por las autoridades pertinentes. Se distinguen tres tipos: Ley divina. Orden por el cual Dios rige el mundo que ha creado. Ley natural: Es el orden divino inscrito en la naturaleza humana, y sus preceptos son los mandatos que la ley divina contiene. Se entienden como las inclinaciones naturales de los individuos y son conocidas por la razón. Ley positiva: Es la ley política que concreta la ley natural. Es ejercida por la autoridad competente que representa a Dios en la tierra, sin embargo admite una separación en las autoridades política y religiosa, aunque ésta no se pueda dar en algunos puntos.