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HERMANO POLICARPO, UN HERMANO EN EL CAMINO “Parece evidente que el siervo de Dios Policarpo Gondre ha practicado en grado heroico las virtudes de Fe, Esperanza y Caridad para con Dios y para con el prójimo, así como las virtudes cardinales de Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza” Decreto de aprobación de la heroicidad de virtudes del Hermano Policarpo Preparación y celebración de la fiesta del Venerable hermano Policarpo 2009 150 aniversario de su muerte 25 aniversario de la aprobación del Decreto de heroicidad de virtudes 1 INSTRUCCIONES PARA EL USO DE LA NOVENA Este año “jubilar” del Hermano Policarpo -150 aniversario de su muerte y 25 años del Decreto de la Heroicidad de sus virtudesqueremos dar a su fiesta y su preparación un realce especial. El hilo conductor para el contenido de los diversos días es la Ordenanza del Capítulo de 2006. La estructura de cada día es: 1 Ambientación, tomada de su biografía, Regla de vida, Decreto de heroicidad de virtudes, Positio… Himno al Hermano Policarpo educador: tomado del disco “Tú me enseñaste a volar”. Si se tuviera la música podría utilizarse en este momento. 2 Oración de estructura sálmica. 3 Texto de la Palabra de Dios y palabras del Hermano Policarpo relacionadas con él. 4 Cántico evangélico: pueden utilizarse los propios del Diurnal (Benedictus o Magnificat) o uno de los dos que se encuentran al final del folleto. 5 Preces: precedidas cada una de ellas por unas palabras del Hermano Policarpo. A la última de las peticiones que es siempre la misma -enfermos y vocaciones- se responde con un momento de silencio (sería bueno que cada comunidad personalizara esta petición). Para la oración final puede tomarse una de las dos que se encuentran al final del folleto. Hay ocho celebraciones. El domingo es mejor celebrar el oficio propio del domingo y no los textos de la novena. La última, que trata de la muerte y glorificación del Hermano Policarpo, puede utilizarse para el día de la fiesta. En ese día puede usarse el folleto publicado por la Comisión Internacional del Hermano Policarpo en donde se pueden encontrar las oraciones de la mañana y de la tarde, así como la eucaristía) 2 EL HERMANO POLICARPO, LLAMADO Y CAUTIVADO POR EL RESUCITADO 1. Ambientación En la Iglesia, nunca han faltado quienes, investidos de lo alto por una especial misión y apremiados por una caridad operante, siempre atenta a las necesidades concretas de los hombres, se han dedicado de diferentes formas y con distintos medios, a la educación integral de los niños y de los jóvenes. Entre estos merece un recuerdo y una alabanza perpetua el Hermano Policarpo. Es de destacar la perfección de sus virtudes, engarzadas como piedras preciosas de extraña hermosura, en una espiritualidad cristológica, basada en el amor del Señor Jesús, cuyo Corazón, fuente de vida y santidad, comunica al mundo la misericordia infinita de Dios (Decreto de heroicidad de virtudes). Himno al Hermano Policarpo educador Tú me enseñaste a volar Tú decidiste volar con alas de pajarillo dejando crecer a todos cuando no era más que un niño cada cual tuvo a su modo sin miedo a la libertad. su sueño de libertad. No envejecerás jamás, Nunca he podido olvidar amigo, hermano, maestro, aquella lección pequeña: siempre como un padrenuestro "cada cual es lo que sueña, en boca de algún chaval. sueñe un poco cada cual". Te han robado el corazón los muchachos en la escuela. Ellos pasan, tú te quedas; algo de ti llevarán. Te han robado el corazón los muchachos en la escuela. Ellos pasan, tú te quedas; tú me enseñaste a volar. 2. Salmo del Hermano Policarpo Ant/ Queremos revestirnos de los sentimientos del Corazón de Jesús (rdv 61). Jesús, maestro bueno de corazón humilde. ¡Ojalá tuviéramos un corazón semejante al tuyo! Queremos compartir tu bondad, y el encanto de tu mansedumbre y de tu humildad. Queremos, también, tu celo que se inmola por la gloria de Dios, que se entrega por la salvación de las almas. 3 Queremos asemejarnos a ti, Jesús crucificado, graba en nuestro corazón estas palabras tuyas: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada día y sígame”. Queremos establecer nuestra morada en ti, sacar de ti nuestra fuerza y felicidad. Sólo tú eres nuestra vida, nuestra esperanza, nuestro bien. Salvador nuestro, haznos comprender el ímpetu y la amplitud de tu amor por todos nosotros. Dígnate permitirnos acercar los labios a tu divino Corazón, a esa fuente de vida de donde fluyen tantas gracias. Gloria al Padre… Ant/ Queremos revestirnos de los sentimientos del Corazón de Jesús (rdv 61). 3. Palabra de Dios Juan 21,15-19 Palabras del Hermano Policarpo el día de su Profesión Estoy firmemente resuelto a imitar a Jesús, mi divino modelo. Por lo tanto, tomo la firme determinación de poner todos los medios para llegar a ser su auténtico discípulo, un perfecto religioso. La formación cristiana de estos pobres niños, redimidos por la sangre de Jesucristo, será el principal objeto de mis cuidados, el fin hacia el que se dirigirán todos mis esfuerzos. Por eso lo dejo todo y lo sacrifico todo por Dios, para poder arder continuamente con las llamas de un santo fervor. ¡Quiero ser todo tuyo, sólo tuyo, en el tiempo y por la eternidad! Amén. 4. Cántico evangélico Ant/ Nuestra vocación encuentra la fuente de su inspiración y de su crecimiento en el Corazón de Jesús (rdv 171). 5. Preces El Hermano Policarpo decía: ¡Ah, quién pudiera poseer un corazón semejante al de Jesús! Gracias, Señor, porque tú eres nuestra esperanza cuando de antemano todo parece perdido; porque eres quien transforma 4 nuestro corazón cuando el desánimo nos paraliza; porque eres quien se cruza en nuestro camino y nos pone de pie y en marcha. El Hermano Policarpo decía: No olvidéis que sois Hermanos del Sagrado Corazón y que, en calidad de tales, debéis arder en las mismas llamas que lo consumen. Perdón, Señor, por cada vez que no hemos sido fieles a la misión de ser esperanza para los niños y jóvenes y no hemos tenido valor para abrir nuevos caminos de humanización y de hermandad a quienes están hundidos en el desaliento. El Hermano Policarpo decía: Aun al precio de los mayores sacrificios, quiero parecerme a Jesús, y a Jesús crucificado, devolverle amor por amor. Queremos emprender una peregrinación de esperanza que implica dejar huellas en el camino e ir avanzando paso a paso, sin desanimarnos ni por los dolores de la marcha, ni por las dudas que nos impiden ver con claridad. El Hermano Policarpo decía: Ruego al Sagrado Corazón de Jesús que provoque un incendio en el vuestro para consumirlo en el fuego celestial. Nos comprometemos a descubrir nuevas formas de colaboración y asociación para compartir nuestro carisma, nuevas pistas para la pastoral vocacional y nuevos senderos de formación para los hermanos y los colaboradores seglares. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 5 EL HERMANO POLICARPO, PEREGRINO DE ESPERANZA CON MARÍA 1. Ambientación Como brota del sol el rayo de luz, o del tallo la flor, de la devoción a Jesucristo, cuyo Corazón tanto ha amado a los hombres, nace espontáneamente la devoción a María. El hermano Policarpo tuvo la dicha de poseer esa prenda de esperanza y de salvación; era el fruto de la resolución que había tomado y que guardó fielmente hasta el fin de sus días: «Tendré siempre una gran devoción a la Santísima Virgen». Los más preciados favores, de ella los obtuvo; pues Aquélla que había elegido por Patrona fue su refugio y defensa incesante en las tentaciones, su luz y consejo en las dudas, su guía en las sendas de la santidad, su esperanza en la hora de la muerte. Himno al Hermano Policarpo educador Porque tú nos enseñaste que Dios es brisa del alba, a la vez robusta y blanda, no un rayo de terror. Porque tú nos enseñaste que los hombres no se tallan por su ciencia ni su plata, sino sólo por su amor... ¡Déjanos llamarte "Maestro", el mejor de todos, Señor! Porque tú nos enseñaste que el maestro verdadero no rehúye el sufrimiento ni se hunde en el dolor. Porque tú nos enseñaste que es tan grande ser maestro que no existe en tierra y cielo más maestro que tu Dios... ¡Déjanos llamarte "Maestro", el mejor de todos, Señor! 2. Salmo: Con María, signo de esperanza Ant/ Como María vivimos nuestra consagración religiosa en la alegre esperanza (rdv 66). María, madre de la esperanza, cuando las tinieblas nos rodean, camina con nosotros ayúdanos a testimoniar a Jesús como nuestro único Señor, haznos serviciales y acogedores de nuestros prójimos en necesidad, artesanos de paz, constructores apasionados de un mundo más justo. María, aurora de mundo nuevo, cuando el pesimismo nos acosa 6 muéstrate madre de Esperanza y vela sobre nosotros. Que seamos casa de comunión, que vivamos la misión de anunciar el Evangelio de la esperanza. María, madre y educadora, cuando el sentimiento de fracaso se hace presente en el trabajo educativo danos confianza en los niños y jóvenes, esperanza del porvenir. Cuando en la vida de comunidad sentimos soledad, María, danos a Jesús haz que lo sigamos y le amemos. Contigo decimos: ¡Ven Señor Jesús! Que la esperanza de la gloria depositada por Él en nuestros corazones, dé frutos de justicia y de paz. Ant/ Como María vivimos nuestra consagración religiosa en la alegre esperanza (rdv 66). 3. Palabra de Dios: Eclesiástico 24, 12,19-22 El Hermano Policarpo se consagra a María Me ofrezco a ti, ¡Virgen santa!, para llevar al divino Niño: deposítalo en mis brazos, a fin de que tome yo parte en vuestras solicitudes y alegrías maternales. Dígnate obtenerme, ¡oh María!, la gracia de conservarlo siempre presente en el centro de mi corazón cual germen de amor. Obtenme, además, que este germen de amor se transforme en un inmenso árbol de frutos para mis Hermanos y alumnos. 4. Cántico evangélico Ant/ María, madre y educadora, es prenda de nuestra fidelidad (rdv 178). 5. Preces El Hermano Policarpo decía: Consérvate lleno de ánimo; ten confianza; uno es muy fuerte cuando se encuentra bajo la protección divina. Te damos gracias, Jesús Hermano, porque en ti encontramos el sentido profundo de nuestra vocación de hermanos. 7 El Hermano Policarpo decía: No te dejes llevar por el desaliento, penetrado del sentimiento de tu debilidad, que tu confianza en Dios no tenga límites. Señor, te pedimos que, como los peregrinos, encontremos en nuestra ruta motivos de conversión y tiempo para ahondar en la misión que debemos realizar. El Hermano Policarpo decía: No te dejes llevar nunca por el abatimiento, incluso si tuvieras alguna caída: Señor, te pedimos perdón, por las veces que en nuestro caminar perdemos la esperanza, desanimados por los dolores de la marcha y por las dudas que nos impiden ver con claridad. El Hermano Policarpo decía: Me agrada mucho que las pasiones te hagan sentir la violencia de sus ataques, porque así te impedirán dormirte en los laureles y creerte invulnerable. En un mundo amenazado por sombras de dolor, de hambre, de división, de injusticia, de guerras y de muerte, hermanos y colaboradores nos comprometemos a ser testigos de esperanza para los niños y jóvenes. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 8 EL HERMANO POLICARPO, HERMANO PARA LA COMUNIÓN 1 Ambientación El sexto elemento constitutivo de la vida religiosa es el espíritu de unión con todos los miembros del Instituto, especialmente con los que se encuentran reunidos en la misma casa. Sin esta unión, es imposible obrar el bien. Con esta unión, se puede realizar mayor bien con menor esfuerzo, puesto que la unión hace la fuerza. Una casa en la que reina esta unión, esencial a la vida religiosa, es una imagen del cielo, donde reina la más perfecta unión. Por el contrario, una casa en la que falte esta unión es imagen del infierno, donde reina una sempiterna desunión. Himno al Hermano Policarpo educador Lo nuestro es pasar haciendo senderos. Lo nuestro es vivir surcando la mar... No quieras quedar como el árbol atado por siempre a un lugar. Sé barco que avanza en la niebla sin detenerse jamás. A veces la vida se puebla de sombras, y el pie ya no sabe por dónde tirar... No quieras... La vida a veces es lluvia de piedras y el cuerpo, dolido, no puede ya andar... No quieras... Sé tú lazarillo de luz y de aliento del hombre que busca ansioso su hogar... No quieras... 2. Salmo: En una sola barca Ant/ Reunidos por Dios en una familia religiosa, queremos vivir radicalmente la fraternidad (rdv 22). Señor, Jesús, nos has lanzado al mar de la vida en un solo barco. Un barco para todos: Hermanos de todos los países, de diferentes edades, mentalidades, caracteres y funciones; profesores, colaboradores, alumnos, padres, amigos y familias. Un barco que tú conduces mar adentro, con mano firme, en horas de bonanza y en horas de temporal. 9 Cuida, Señor, a cada uno de los que navegamos mar adentro. ¿Cómo íbamos a encontrar la paz, si un hermano nuestro, un solo hermano, se hundiera ante nosotros y desapareciera para siempre de nuestra vista? ¿Quién podría llenar su hueco en nuestro corazón? Haz Señor, que a pesar de nuestras inseguridades ante el futuro, de nuestras vacilaciones y de nuestros miedos, nos arriesguemos a dar la mano a quienes necesiten de nuestra ayuda para que, agarrados a ti, logremos desembarcar un día, todos juntos, en el único puerto: el corazón del Padre. Gloria al Padre… Ant/ Reunidos por Dios en una familia religiosa, queremos vivir radicalmente la fraternidad (rdv 22). 3. Lectura de la Palabra: 1ª Corintios 12, 4-7.12-13 El Hermano Policarpo nos comenta este fragmento de la Escritura Cada uno de vosotros está compuesto de diversos miembros, todos ellos procuran la conservación de vuestro cuerpo y su conservación recíproca. ¿Qué sería de vosotros si cada uno de vuestros miembros, por ejemplo vuestra mano, tuviera a su disposición todo lo necesario para la subsistencia de vuestro cuerpo y sin embargo la retuviera para su satisfacción personal? ¿Qué pasaría? Que vuestro cuerpo moriría y vuestra mano también, porque para que la mano se alimente es necesario que los alimentos pasen por el cuerpo que distribuye a cada miembro lo que le es necesario. Así vosotros con respecto a vuestra Congregación. Hacedla vivir por vuestros cuidados espirituales y corporales. De tal guisa recibiréis de su vida lo que os es indispensable para vivir del espíritu que debe animaros. 4. Cántico evangélico: Ant/ La gracia de comunión con el Padre es también gracia de comunión con los hombres (rdv 2). 10 5. Preces El Hermano Policarpo decía: Permaneced constantes en el sendero que os ha trazado Jesús, seguidle tan de cerca que no le perdáis de vista. Deseamos vivir en comunión con Cristo resucitado, con Aquél que nos apasiona y nos devuelve al amor del primer encuentro, una comunión que se fundamenta en la comunión del Dios Trinidad. El Hermano Policarpo decía: Vivid de tal manera que vuestra pequeña comunidad parezca no estar compuesta más que por una persona, que no haya entre vosotros sino una sola voluntad y una sola razón. Deseamos vivir en comunión con nuestros hermanos, porque es el mismo Señor quien nos sigue llamando a ser testigos de fraternidad en un mundo en busca de sentido y de esperanza. El Hermano Policarpo decía: La unión hace la fuerza, con un poco de armonía y mucha generosidad alcanzaremos los objetivos que nos proponemos. Deseamos vivir en comunión con nuestros colaboradores para responder juntos, desde un carisma compartido, al grito de los niños y jóvenes, especialmente de los más necesitados. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 11 HERMANO POLICARPO, PEREGRINO HACIA SU VIDA INTERIOR 1. Ambientación Si queremos gozar de una dicha verdadera y de una paz constante es necesario amar la vida interior. Rezad y rezad con fervor, imitad, en vuestros contactos con Dios, la conducta de un niño hacia su madre; entregaos de lleno al espíritu de oración penetrando en la soledad de vuestros corazones. Será en esta soledad donde aprenderéis a conocer los corazones de Jesús y de María a los que pertenecemos y en este conocimiento veréis las infinitas riquezas y los tesoros de gracia que fluyen de estas fuentes. Himno al Hermano Policarpo educador Déjate querer, déjate llamar maestro y amigo. ¡Esa es tu verdad! Deja que cada mañana Deja que nazca la flor te llamen amigo, hermano; escondida en su palabra; ofréceles en tu mano que su corazón se abra la mejor rosa temprana. entre el gozo y el dolor. Deja que tu sol alumbre Deja que a ritmo divino sobre su noche dormida; lleguen hasta la verdad; deja que brote la vida dales sólo libertad con el calor de tu lumbre. para andar por su camino. 2. Salmo: Con Jesús en su oración Ant/ El ejemplo de Jesús, que se dirige sin cesar al Padre, nos muestra la necesidad de la oración (rdv 129). Te escapabas de casa en la madrugada para sumergirte en el Silencio sonoro. Huías del amontonamiento y el ruido y bajabas a la soledad del Misterio, a las raíces de tu Amor, para ser amado y amar, para escuchar. Y Tú te sumergías en el Abismo; y brotaban desde el fondo la ternura y la energía; y se encendía poco a poco, por entre la oscuridad de la noche y el pecado, 12 la aurora pascual de la Humanidad nueva. ¡Ay, pobres discípulos, que corremos en tu busca sin entender el misterio de tu escondite! ¡Oh, soledad dichosa del Hijo y el Padre, contándoos calladamente cosas que sólo vosotros sabéis! ¡Cómo me gustaría seguirte cada mañana en tu oración, escuchar vuestros secretos y cantar con vosotros la canción de la ternura solidaria. Ant/ El ejemplo de Jesús, que se dirige sin cesar al Padre, nos muestra la necesidad de la oración (rdv 129). 3. Palabra de Dios: Lucas 11, 9-13 El Hermano Policarpo nos descubre su plan de vida orante 1. Trataré de hacer mi meditación con la mayor perfección posible. 2. Mi examen de conciencia lo haré con la mayor exactitud según el método enseñado por San Ignacio en sus Ejercicios Espirituales. 3. Me esforzaré en mantenerme unido a Dios por la oración, por la recepción de los sacramentos y por la fidelidad a nuestra Regla. 4. Siempre lleno de confianza en Dios no me acobardaré ante nada: ni ante las penas, ni ante las adversidades, ni siquiera ante las faltas en las que pudiera caer. 5. Cada mañana renovaré mis propósitos como si estuviera iniciando mi vida al servicio de Dios y preveeré lo que pueda ser ocasión próxima de faltar a mi deber. 6. Procuraré tener una gran vigilancia sobre mí mismo y sobre todos aquéllos que la Providencia confíe a mi cuidado. 7. Junto con el amor por la oración, tendré una tierna devoción a la Santísima Virgen y a los Ángeles Custodios. 4. Cántico evangélico Ant/ En medio de las tareas apostólicas hemos de demostrar valor para sumergirnos en el silencio interior y perseverar en la oración (rdv 133). 13 5. Preces El Hermano Policarpo decía: Sí, estoy firmemente resuelto a imitar en todo a Jesús y a no vivir mas que para él y para alcanzar más fácilmente mi fin pondré los medios necesarios. Queremos que nuestro proyecto personal de vida y el proyecto comunitario den prioridad al encuentro con Jesús en la oración, experiencia que compartiremos con nuestros hermanos y con todos. El Hermano Policarpo decía: Estudiaré las admirables virtudes que Él me ha dado como ejemplo: la humildad, la pobreza, la obediencia, la caridad, la bondad, el celo por servir a su Padre, la salvación del prójimo. Te damos gracias por Jesús-Hermano, que quiere llenarnos de su compasión salvadora y transformarnos para una más profunda comunión con los demás. El Hermano Policarpo decía: He conocido hasta la evidencia la imperfección de mis obras. He tenido horas y días vacíos. Decididamente quiero reformar mi vida. Hasta ahora no he hecho sino vanas promesas. Perdón porque no siempre hemos tenido el valor para unificar nuestra vida y liberarnos de las coacciones que nos impiden dedicar tiempo para comulgar de corazón a corazón con Jesús en la oración. El Hermano Policarpo decía: Trataré de hacer mi meditación y el examen del día con la mayor perfección posible. Nos comprometemos a trabajar en la transformación del ritmo trepidante de nuestra vida, tomando el camino necesario de la ascesis para orar en espíritu y en verdad. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 14 EL HERMANO POLICARPO, HERMANO PARA SUS HERMANOS 1. Ambientación Hermanos, convenzámonos de que la caridad fraterna debe ser el alma de nuestra Congregación; que mientras esté animada por ella, vivirá, prosperará y, semejante al grano de mostaza, echará ramas que producirán frutos en abundancia. Mas si, por el contrario, la caridad fraterna llegara a flaquear o apagarse en nosotros entonces, no lo dudemos, veríamos a nuestra Congregación, débil e inerte, agitarse en las convulsiones de una ruina segura. Himno al Hermano Policarpo educador ¡Ay, amor del maestro primero! El amor fue su vida y es su flor. ¡Ay, amor! No me acuerdo del color Y era así su corazón de su piel ni de su cara una plaza con su fuente si era alto, si fumaba, de agua viva y complaciente si enseñaba bien o no. y un gentío alrededor. Solamente yo recuerdo Allí entraba el universo: que debajo de sus gestos allí el campo, los luceros, asomaba un corazón. allí entraba el mismo Dios. 2.- Salmo 133 Ant/ La comunidad fraterna es un medio de vida y de caridad (rdv 23). Ved qué dulzura, qué delicia convivir los hermanos unidos. No hay ungüento que iguale a la concordia, ni suavidad como el amor sincero. Ruede, Señor, el trato entre nosotros sin que chirríen gestos ni palabras. Aromen la verdad y la franqueza cuantas palabras pronunciemos todos. Danos, oh Dios, tu amor como un perfume, fragancia en nuestros rostros diferentes. Danos anchura y corazón templado para enfrentarnos al error del otro sin derramar el odio o el desprecio. 15 La paciencia, el perdón sean un rocío que baje de tu monte, y la sonrisa abierta hacia el hermano tendrá la misma luz y el mismo brillo que tus dulces ojos cuando nos miras con amor de padre. Gloria al Padre… Ant/ La comunidad fraterna es un medio de vida y de caridad (rdv 23). 3. Palabra de Dios 1ª Corintios 13, 4-7 El Hermano Policarpo nos comenta este fragmento de la Escritura La caridad es paciente, es servicial Sí, hay que sufrir con paciencia los defectos de todos, y especialmente de los Hermanos con quienes tenemos la dicha de vivir en comunidad. Siendo hombres, y por tanto llenos de faltas e imperfecciones, todos damos motivos abundantes de paciencia a nuestro prójimo. Por otro lado, somos endebles y muy propensos al mal: necesitamos, pues, que nos ayuden y soporten. La caridad no es envidiosa ni ambiciosa, y no busca su propio interés Quien la posee desea tanto bien a sus Hermanos como a sí mismo y se alegra por igual de los progresos y éxitos de ellos como de los suyos propios. De aquí se infiere fácilmente que quien cifra su propia dicha en la dicha de los demás, está muy lejos de cualquier tipo de sentimiento ambicioso o de interés personal. 4. Cántico evangélico Ant/ En la comunidad todo ha de favorecer la estima mutua y la armonía de las relaciones (rdv 25). 5. Preces El Hermano Policarpo fue una persona que dio mucha importancia a la vida fraterna y a las relaciones personales con cada Hermano. 16 Que cada comunidad ponga especial énfasis en celebrar la vida fraterna y en la entrevista regular con el Superior local para ayudar a que cada hermano se sienta valorado y amado. El Hermano Policarpo consideró la vocación de Hermano como una gracia de comunión con Dios, con nuestros hermanos, con nuestros colaboradores y con los niños y jóvenes. Queremos gastar nuestras energías para ser fieles a dicha vocación con el fin de que sea una fuente de gozosa esperanza para cuantos nos conocen. El Hermano Policarpo consideraba el amor propio y el egoísmo como los grandes enemigos de la vida comunitaria. Perdón porque convivimos bajo el mismo techo, pero no nos conocemos suficientemente porque nuestras relaciones son superficiales y difícilmente llegamos a compartir sentimientos y nuestra experiencia de Dios. El Hermano Policarpo acogió y formó a muchísimos jóvenes que se sintieron atraídos por nuestra vocación. Nos comprometemos a buscar nuevas expresiones de vida comunitaria, auténticas, generadoras de vida y atractivas para los demás y para los jóvenes en búsqueda vocacional. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 17 EL HERMANO POLICARPO, EDUCADOR 1. Ambientación El Hermano Policarpo, en tiempos difíciles, caracterizados por graves acontecimientos sociales y políticos, alcanzó la perfección de la caridad, armonizando admirablemente en sí mismo la práctica alegre y fiel de los consejos evangélicos con una solícita acción educativa en favor de los niños, una ferviente y rica vida interior con una dedicación iluminada y generosísima a su Instituto religioso que amó y sirvió con todas sus fuerzas hasta el punto de ser considerado el Segundo Fundador. Himno al Hermano Policarpo educador Tienes luz en los ojos, manos abiertas, armonía en tus dedos, palabras llenas. Se ha detenido el tiempo sobre tus sienes, sólo marcan sus huellas amor y muerte; muerte de juventud, amor de infancia, dibujaron tus dedos deseo y ansias. Modelaste tu vida a pinceladas de rostros infantiles, hombres mañana; el mañana te anuncia que al fin tu esfuerzo recoge ya los frutos de ti, maestro. 2.- Salmo: Con fuego en el corazón Ant/ “Fuego he venido a traer a la tierra”: este ardiente deseo de Jesús no puede menos de inflamar nuestro corazón (rdv 118). “He venido a prender fuego” a encender las conciencias apagadas, a despejar las mentes embotadas, a levantar los ánimos decaídos, a infundir energías a los abatidos. A eso he venido, a eso os envío: a alentar, a estimular, a espabilar a los postrados, a reconfortar a los esforzados, a reavivar las mechas humeantes, a prender fuego, dice el Señor. “He venido a prender fuego”: El mío es el fuego que arde sin consumirse, el fuego que ilumina a todo hombre y que incendia los corazones, el fuego que alumbra la oscuridad y que brilla en las tinieblas. 18 A eso he venido, a eso os envío: a arder e iluminar, a prender fuego, dice el Señor. “He venido a prender fuego”: Mi palabra es fuego abrasador, llamarada incontenible, es calor de vida palpitante, vino y sangre caliente, es antorcha en lo alto y lumbre interior. A eso he venido, a eso os envío: a elevar la temperatura humana, a dar calor al mundo, a cauterizar heridas, a reavivar rescoldos, a prender fuego, dice el Señor. Ant/ “Fuego he venido a traer a la tierra”: este ardiente deseo de Jesús no puede menos de inflamar nuestro corazón (rdv118). 3. Palabra de Dios: 2ª Corintios 4, 5-6 El Hermano Policarpo alienta a sus Hermanos Quien aspire a educar a los niños, primero deberá hacerse santo. ¿Cómo infundir las virtudes que uno mismo no tiene? Haceos santos: sin eso, jamás seréis otra cosa que malos maestros. Llenaos de celo y abnegación por la salvación de las almas. No os desaniméis nunca, aun cuando os parezca que vuestros esfuerzos producen poco fruto. El desánimo nace ordinariamente de la búsqueda de sí mismo; aspira uno a su partecita de gloria o a la complacencia, a la fruición interior que el éxito produciría; y Dios, en su bondad, rehúsa ese éxito o lo hace esperar. Avivemos nuestra humildad y nuestro desasimiento, hagamos el bien gratuitamente. Que el espíritu de celo, de paciencia y de vida interior constituya el alma de vuestra alma. No ansiad más que a Dios, no os ocupéis ni tengáis hambre más que de Dios. 4. Cántico evangélico Ant/ El espíritu misionero nos apremia a transmitir la Buena Nueva (rdv 153). 5. Preces El Hermano Policarpo decía: No olvidéis que sois Hermanos del Sagrado Corazón y que, merced a este calificativo, debéis abrasaros en las mismas llamas que le consumen. 19 Te damos gracias porque hemos experimentado personalmente el fuego del amor de Dios, razón de nuestra vida y de nuestra misión; al mismo tiempo, ha nacido en nosotros la necesidad de responder con nuestro amor al gran amor de Dios, dándolo a conocer y amando a todos, especialmente a los hermanos más pequeños. El Hermano Policarpo decía a los Hermanos: No podéis hacer el bien mientras no exista entre vosotros la unión más íntima. Nos comprometemos a construir una comunión más sólida con nuestros colaboradores en el carisma educativo de Andrés Coindre y del Hermano Policarpo, a convencernos cada vez más de que son como nosotros signos de esperanza para los niños y jóvenes. El Hermano Policarpo decía a los Directores: Deberéis tener cuidado de que cada uno mantenga y aumente los conocimientos necesarios para la instrucción de los niños mediante el estudio. “Encender el fuego en el santuario de la misión” requiere: emprender juntos, hermanos y colaboradores, una sólida experiencia formativa en la línea de nuestro carisma: perdón porque no siempre estamos dispuestos a acompañarlos y aprender de ellos El Hermano Policarpo invitaba a los Hermanos: ¿Os creéis capaces de sacrificar patria, amigos, parientes y bienes para marchar lejos a descubrir los inagotables tesoros del Corazón de Jesús? Danos audacia para abrirnos a nuevos proyectos misioneros, expresión concreta de nuestra preferencia por los niños desheredados y por las regiones menos favorecidas. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 20 EL HERMANO POLICARPO, TRAS LAS HUELLAS DEL FUNDADOR 1 Ambientación Siguiendo al fundador, el Hermano Policarpo, caminó por las sendas de la mansedumbre y humildad. Se santificó haciendo realidad el Ametur Cor Jesu, nuestra divisa y común esperanza. Hizo de la caridad el todo de su vida, la inspiración de su actividad apostólica y misionera (rdv 12) Himno al Hermano Policarpo educador No digas nunca, quién eres. Déjalo adivinar. Todos te dirán "maestro", si lo eres de verdad. Mira la rosa, muda, Corre el agua descalza vestida de rocío. por cumbres y laderas. Todos saben que es ella Dime si no la sientes, oculta bajo el frío. aunque no puedes verla. Mira el cielo, cubierto Por la savia, callando, de oscuros nubarrones. viene la primavera. Hasta un niño sabría Mira cómo florece llamarlo por su nombre. bajos las ramas llenas. 2. Salmo: Eclesiástico 44 Ant/ Los hermanos viven según el ejemplo del Padre Andrés Coindre y del Hermano Policarpo para continuar propagando en la tierra el fuego del Amor redentor (aprobación rdv). Hagamos el elogio de nuestros antepasados en la historia. El Señor les concedió muchos honores, los engrandeció desde el principio de los siglos. Fueron hombres consejeros por su prudencia, guías de pueblos por sus consejos y por su pericia en la sabiduría popular, sabias eran sus palabras en su instrucción. Todos fueron honrados por sus contemporáneos y glorificados en sus días. Hubo hombres poderosos y famosos a los ojos del mundo 21 que no dejaron memoria y perecieron como si no hubiesen existido. Pero no así los hombres de bien, su esperanza no se acabó; su herencia pervive en los que les sucedieron, su descendencia permanecerá fiel a la alianza. Los cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vivirá por generaciones. Los pueblos proclaman su sabiduría, y la asamblea pregona sus alabanzas. Gloria al Padre… Ant/ Los hermanos viven según el ejemplo del Padre Andrés Coindre y del Hermano Policarpo para continuar propagando en la tierra el fuego del Amor redentor (aprobación rdv). 3. Lectura de la Palabra Hebreos 12, 1-2 Envueltos en una gran nube de testigos, que nos han precedido, debemos liberarnos de todo aquello que es un peso para nosotros y correr con perseverancia en la prueba que se nos propone, fijando nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe. El Hermano Policarpo escribe a los Hermanos Tengo un escrupuloso empeño en conservar incluso los menores trabajos que el celo de nuestro Fundador le impulsó a acometer para nosotros y para todos los que en el porvenir serán sus hijos. Para cumplir fielmente con una tarea tan difícil como la redacción de las Reglas, necesitamos que colaboréis y lo haréis enviándonos todos los documentos que os hubiera podido remitir nuestro venerable Fundador o que, sin haberos sido remitidos por él, os hubieran llegado por una tradición fiel (las cartas escritas por su mano, dictadas por su celo, las copias de las cosas escritas por su piedad). En la mayor parte de los manuscritos de nuestras santas Reglas, tenemos un capítulo sobre las condiciones de la obediencia que se ha tomado entero de otros autores, aunque sabemos que nuestro piadoso Fundador nos dejó un pequeño tratado sobre la obediencia propio de nuestro Instituto. 22 4. Cántico evangélico Ant/ El Hermano Policarpo recogió cuidadosamente la herencia del Fundador (rdv preámbulo). 5. Preces Los Hermanos de hoy somos custodios del carisma de Andrés Coindre, transmitido por el Hermano Policarpo y los primeros Hermanos. Por todos ellos, te damos gracias, Señor. Herederos de una educación de la compasión y de la confianza, estamos llamados a vivir dicho carisma en una entrega sin límites a la misión educativa a favor de los niños y jóvenes pobres y sin esperanza, dándoles razones para creer y motivos para esperar. Queremos responder con una fidelidad creativa, Señor. Llamados a construir una comunión más sólida con nuestros colaboradores en el carisma educativo de Andrés Coindre y del Hermano Policarpo y a convencernos cada vez más de que son como nosotros signos de esperanza para los niños y jóvenes. Nos comprometemos, Señor. Te suplicamos, Jesús misericordioso, por los enfermos encomendados a nuestras oraciones en esta novena, por las vocaciones corazonistas y por la fidelidad a nuestra propia vocación. Oración en silencio por estas intenciones Padre Nuestro… Oración de la novena 23 FIESTA DEL VENERABLE HERMANO POLICARPO 1 Ambientación No había nada alarmante en el estado de nuestro querido enfermo; sufría poco, no tenía fiebre, el doctor sólo veía una debilidad extrema, provocada, según él, por las privaciones, por las austeridades del buen Hermano Superior. El martes hubo permiso para dar algo de alimento al enfermo... El miércoles y el jueves creíamos en su mejoría. El viernes le volvió la fiebre; el doctor creyó que se le había dado demasiado vino; se le suprimió. El sábado, fiebre persistente, dificultad en la respiración, dolor de garganta. Yo no tenía ya esperanzas, pero en la casa seguían confiando. Rogué al querido Hermano Adolphe que viniera a cuidarlo. La noche no fue en modo alguno peor que la anterior. El enfermo bebía de vez en cuando; incluso decía algunas palabras cuando se le preguntaba, pero con dificultad debido al dolor de garganta. Hacia las cuatro de la madrugada, la respiración pareció más dificultosa, el enfermo más hundido; a cada lado de la boca había un poco de espuma. Se llamó a los Asistentes, yo también bajé. El capellán llegó a la vez que nosotros y se le administró la extremaunción. El enfermo conservaba totalmente el conocimiento: se santiguaba, se secaba los labios con el pañuelo, daba la mano y cerraba los labios para las unciones... Cuando el capellán hubo terminado, se marchó para ir a decir la misa a los chicos. Eran las cinco y cinco de la mañana. Acompañé al capellán hasta la mitad del pasillo. Volvimos a entrar enseguida. ¡El hermano Policarpo acababa de dormirse para siempre! Un Hermano acababa de darle dos cucharadas de tisana; al ir a darle la tercera, vio que el enfermo alzaba los ojos, después ¡fue el final! ¡Eran las cinco y ocho minutos! ¡Así esta alma santa voló sin el menor esfuerzo, sin el menor ruido, en la más perfecta paz, como había hecho todo en vida, silenciosa y recogidamente! Por mi parte, entre lágrimas, daba gracias al buen Dios por haberme hecho presenciar la muerte de un santo”. Hermano André, director del internado de Paradis, testigo de la muerte del Hermano Policarpo. 24 Himno al Hermano Policarpo educador Ser maestro es casi ser sembrador de estrellas Ser poeta, soñador, no creer nunca en la ausencia, compartir las soledades, espantar todas las penas. Es lo mismo que pintar sin colores ni paleta, caminar junto a los niños siendo niño en su cabeza. Es mirar cada mañana y aprender mil cosas nuevas. Es jugar al juego serio de enseñar las cosas bellas. 2. Salmo 14 Ant/ “Una corona particular espera a los buenos religiosos en la bienaventurada eternidad”. ¿Quién será invitado a tu casa, Señor? ¿Quién será recibido en tu casa? Ésta es la eterna pregunta de tus hijos. Y, sin embargo, Tú les has dicho: El que se comporta bien, el que se esfuerza en ser honesto y cuyo corazón es recto. A ése lo cuentas entre el número de tus amigos. El que sabe contener su lengua, el que no hace sufrir voluntariamente a su hermano, ni insulta a su prójimo. A ése lo cuentas entre el número de tus amigos. El hombre de palabra, el que no explota a los demás ni hace nada por perjudicar a nadie. A ése lo cuentas entre el número de tus amigos. Gloria a ti, Padre, ¡aleluya! Gloria a ti, Hijo, ¡aleluya! Gloria a ti, Espíritu Santo, ¡aleluya! Eternamente, ¡aleluya! Ant/ “Una corona particular espera a los buenos religiosos en la bienaventurada eternidad”. 3. Lectura de la Palabra: 1ª carta a los Corintios 2, 1-5 Testimonios de su santidad “Sabed -escribe el H. Benjamín, contemporáneo del H. Policarpoque de todas las personas que conocieron a nuestro queridísimo 25 Hermano Policarpo -sacerdotes, Hermanos, alumnos, seglares- no hay ni una sola que no haya admirado su vida y que no lo haya tenido como a un santo. He aquí la fama de santidad de la que ya gozaba nuestro Venerable Hermano Policarpo en vida y tras su muerte. Una reputación que el Papa Juan Pablo II confirmó al escribir de él: “Resulta claro que el Siervo de Dios, Policarpo Gondre, practicó en grado heroico las virtudes de Fe, Esperanza y Caridad para con Dios y con el prójimo”. 4. Cántico evangélico Ant/ Con todo el Pueblo de Dios somos llamados a la santidad (rdv 3). 5. Preces El H. Policarpo escribió: “Nuestro Señor acogió siempre con bondad a quienes no sólo le dirigían sus oraciones por ellos mismos, sino a los que intercedían además por los otros”. • Que, por su ayuda, aprendamos a unirnos a la oración del Hijo, que alaba sin cesar al Padre e intercede por la salvación del mundo entero. El H. Policarpo reavivó el celo misionero, la entrega y el ánimo del Instituto en favor de los huérfanos. • Para que él interceda por los huérfanos del SIDA y de la guerra, por los niños abandonados o refugiados, por los alumnos de nuestros colegios que viven en una familia rota; oremos. El H. Policarpo tuvo que intervenir ante más de un sacerdote por el exceso de trabajo impuesto a los Hermanos. • Por su intercesión en favor de nuestros Hermanos o colaboradores seglares que se sienten aislados o agobiados por su trabajo y que atraviesan situaciones difíciles, y por todos aquéllos que, como él, tienen la exigente vocación de educar a los jóvenes; oremos. • El H. Policarpo, con ocasión del Jubileo de 1850, animó a los Hermanos a rezar por los pobres y desgraciados. Con él, “elevemos las manos suplicantes al Cielo por nuestros enemigos”, por los opresores, por los violentos y por los que 26 explotan al prójimo, para que se conviertan ante la misericordia infinita del Señor; oremos. Padre nuestro… Señor Padre nuestro, que diste al Venerable Hermano Policarpo la gracia de traducir en su vida el deseo y la voluntad de tender sin cesar a la perfección de la caridad; concédenos, a ejemplo suyo, experimentar la necesidad de ser mejores religiosos cada vez que invitamos a los demás -y a los jóvenes en particular- a progresar en la virtud. Y, puesto que él nos ha mostrado ya el camino, que él mismo nos arrastre suavemente en su seguimiento por el poder de su intercesión y del buen ejemplo que nos dejó. Te lo pedimos por Jesús y en el Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén. 6. Bendición “Vamos, mis queridísimos Hermanos, ¡ánimo! Sin duda le cuesta mucho a la naturaleza el verse inmolada; pero, ¡qué importa! Si ganamos a Jesucristo, ¿acaso no está ganado todo?”. Amén. Sed para vuestros Hermanos “una imagen viva de la perfección religiosa”. Amén. Y que nos bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. 27 CÁNTICOS EVANGÉLICOS 1. Este es mi mandamiento: Amaos unos a otros como yo os he amado. Vosotros sois mis amigos si cumplís lo que os mando: Amaos unos a otros como yo os he amado. Como el Padre me amó, así también os he amado yo: Amaos unos a otros como yo os he amado. Permaneced en mi amor y seguid mi mandamiento: Amaos unos a otros como yo os he amado. Os he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea completa: Amaos unos a otros como yo os he amado. En esto conocerán que sois mis discípulos: Amaos unos a otros como yo os he amado. 2. ¡Dichosos los siervos a los que el Señor encuentre despiertos! Os aseguro que él se pondrá el delantal, los hará recostarse y los irá sirviendo uno a uno. ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron. ¡Dichosos vosotros, la gente sencilla! Porque el Padre ha ocultado los secretos del Reino a los sabios y entendidos y os los ha revelado a vosotros. Gloria al Padre, … 28 ORACIÓN FINAL Sagrado Corazón de Jesús que has inspirado al Hermano Policarpo un amor ardiente a tu Corazón y un celo incansable por la educación de la juventud. Haz que por intercesión de tu siervo obtengamos las gracias que te pedimos para que él sea glorificado en tu Iglesia y nosotros imitemos sus virtudes, especialmente su amor a tu amadísimo Corazón. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Corazón de nuestro divino Salvador, tú que escuchaste al Hermano Policarpo y le enseñaste a descubrir las fuentes de agua viva de tu Corazón para los tiempos difíciles de su Congregación y de la Iglesia, haz que por intercesión de tu fiel servidor, nuestros corazones se llenen de tu amor, descubran las riquezas de la gracia de nuestra fundación, progresen en los caminos evangélicos y se muestren disponibles para la misión que el Espíritu quiera manifestarles en bien de los niños y jóvenes. Así, Corazón amante del Salvador, podremos alabarte por la santidad del Venerable Hermano Policarpo y por las gracias de renovación que nos concedes por su intercesión. Amén. 29 CARTA DEL HERMANO POLICARPO A SUS HERMANOS Mis queridos Hermanos: Aunque haya perdido la costumbre de escribir cartas, hoy he tomado la decisión de hacerlo. Me gustaría clarificar algunos puntos que desde “estas alturas” a veces oigo en vuestras discusiones o en lo profundo de vuestros corazones. En primer lugar querría hablar de la “oposición” que parece haber, para algunos de vosotros, entre el Padre Andrés y yo. Como voy a repetir en variadas ocasiones esos son problemas inventados por vosotros y no problemas reales: que si antes se hablaba sólo de mí y ahora se habla más de Andrés Coindre...; que quién es más importante en estos momentos de la Congregación...; que cómo recuperar mi figura cuyo “prestigio” parece haber decaído después del redescubrimiento del P. Andrés Coindre...; que si en los colegios es conveniente presentar la figura de Andrés Coindre o dejar las cosas como están para no complicar las cosas... Por favor no se trata de una cuestión de “prestigio” o “precedencia”. Os aseguro que ninguno de los dos quiere ser más que el otro, ni nos sentimos ofendidos cuando se alaba al uno o al otro. ¡Qué barbaridad! El único importante es el Señor. El Señor y esas “encarnaciones diminutas” que son los niños y jóvenes a los que educáis y esos otros, tan necesitados, que están esperando vuestra presencia. Andrés fue el Fundador, el primer impulsor; yo fui un Hermano que quise ser fiel a ese carisma fundacional presente en Andrés y que se tenía que desarrollar en circunstancias bastante difíciles. Tengo que confesaros que nos divierte mucho, tanto a Andrés como a mí, cuando empezáis a discutir sobre nuestros respectivos papeles en el hoy del Instituto. Un segundo tema que me gustaría abordar es el de la “beatificación”. Cuando llegué a la morada celestial descubrí que esas eran más bien preocupaciones humanas. Aquí no existen diferencias entre santos, beatos, venerables, siervos y otros títulos semejantes. Aquí se cumple a las mil maravillas aquello de no llamar a nadie padre, maestro (y no digo nada de excelencia, eminencia 30 reverendísima...) sino que todos somos “HERMANOS”. ¿Que qué pienso de ese tema de mi posible beatificación? La verdad que no me afecta en absoluto. Si a vosotros os ayuda a ser mejores y más fieles Hermanos: ¡adelante! Pero, atención, si se trata de cultivar el orgullo, superar complejos de inferioridad con respecto a otras Congregaciones repletitas de santos y beatos, entonces olvidaros del tema. La santidad de un Instituto no está en función del número de miembros “subidos a la gloria de los altares” (¿no os parece un vocabulario muy poco cristiano?), sino en la capacidad de amar a Dios con todo el corazón y de ser Hermanos entre vosotros y con todos, especialmente de los más pequeños y necesitados. Personalmente a mí me gusta mucho más el título de Hermano que el de Venerable, Santo o Beato. Y finalmente el famoso tema del milagro. A veces escucho aquello de que os da miedo rezar por la salud de un enfermo por medio de mi intercesión porque a los pocos días hay funeral. ¿Me habéis confundido con un curandero al que se acude cuando ya la medicina no tiene nada que hacer? Os puedo asegurar que no tengo estudios de medicina ni que en mi vida he “matado” a nadie. En este tema también estáis un poco confusos. No existen entre nosotros santos más “milagreros” que otros. Se puede decir que esos milagros son “colectivos”. En esto somos muy solidarios. Sin duda es una cosa buena el rezar por los enfermos, pero no os olvidéis de aquello que repetía una y otra vez Jesús cada vez que hacía una curación: tu fe te ha salvado. ¡Sois también vosotros los que podéis hacer milagros! Os diré un secreto: la mayor posibilidad que tengo de hacer “milagros” sois vosotros. Y en verdad, ¡cuántos milagros podéis hacer cada día! ¿Sabéis cuál es el mayor milagro? El de la ternura, el del amor compasivo, el de la confianza sin límites; el milagro de saber escuchar, de saber compartir las pertenencias y las vivencias; el milagro de curar las heridas de los corazones de las personas; el milagro de perdonar; el milagro de ser el sacramento del Corazón misericordioso de Dios... Esos son los milagros, miles y miles de milagros cada día (y no esos casos aislados y dirigidos a muy pocas personas, a los que vosotros llamáis milagros) que Andrés y yo, y 31 todos los santos Hermanos del Instituto, queremos hacer por vuestro medio. Rezad mucho y con mucha devoción para que vuestra (nuestra) misión educativa sea ese milagro que el Señor sueña para los niños y jóvenes que se os han confiado. Y por favor no recéis tanto por la “glorificación del hermano Policarpo” sino para que la Gloria de Dios, que es la salvación de todo hombre y de toda mujer, se vaya haciendo realidad en la tierra como en el cielo. ¡Amén! Saludos de Andrés y de todos los Hermanos que os han precedido. Os queremos con todo el amor del Corazón de Dios, que no os podéis ni imaginar lo inmenso y lo sencillo que es. Hermano Policarpo 32