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RESUMEN DE CLASE: “Primera guerra mundial” (1814-1818).
Causas de la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial que estalló en 1914 puso fin a un período de paz que había
durado casi medio siglo y en el curso del cual Europa había alcanzado un poder y una riqueza sin
precedentes. Europa se había convertido en centro del mundo y su influencia se había extendido sobre
todo el planeta.
La I Guerra Mundial marca el comienzo de un período de profundas transformaciones que
cambiarían la faz del mundo entero. Europa perdería su supremacía y su lugar sería ocupado por las
superpotencias continentales Estados Unidos y Rusia.
Dada la importancia de la I Guerra Mundial muchas veces se ha planteado la pregunta: ¿Cuál
fue la causa de la guerra? ¿Quién fue responsable de ella? ¿Quién tuvo la culpa?
La I Guerra Mundial estalló como consecuencia de numerosas causas mediatas e inmediatas.
Durante el siglo XIX el nacionalismo se había convertido en una de las principales fuerzas del
desarrollo histórico. El nacionalismo había impulsado al pueblo alemán y al pueblo italiano a luchar por
su unidad política y había llevado a todos los pueblos europeos a buscar por encima de todo la gloria y
el poder de la propia nación.
Si bien la idea nacional era una fuerza fecunda, implicaba también serios peligros. Los
esfuerzos por aumentar el poder nacional se tradujeron en una verdadera competencia entre las
naciones. Francia no podía olvidar ni perdonar su derrota en la guerra contra Alemania en los años
1870 y 1871, quería recuperar las provincias de Alsacia y Lorena y no aceptaba que Alemania se
pudiese convertir en la primera potencia militar y económica del continente. Alemania,
bajo
su
ambicioso emperador Guillermo II, ya no se quería contentar con desempeñar un papel preponderante
en la política europea, sino que quería colocarse a la altura de Gran Bretaña e intervenir en la política
mundial. Con este fin Guillermo II empezó a convertir a Alemania en gran potencia naval lo que provocó
la creciente oposición de Inglaterra. El nacionalismo empezó a tomar fuerza entre los pueblos de la
Europa centrooriental, los polacos, checos, eslovacos, eslovenos, croatas, que, sometidos a los
grandes imperios plurinacionales Austria-Hungría y Rusia, carecían de independencia y que ahora
iniciaron la lucha por su autonomía y emancipación.
Las rivalidades entre los Estados europeos repercutieron en el mundo entero. La expansión
europea durante la época del Imperialismo había servido durante algún tiempo para suavizar las
tensiones en Europa. Pero una vez repartido el mundo, las tensiones reaparecieron y aumentaron ya
que las rivalidades y los antagonismos se producían ahora a escala mundial.
La competencia entre los Estados se tradujo en una febril carrera armamentista. Cada nación
aprovechó las posibilidades que ofrecía la tecnología moderna para armarse hasta el maximum.
Apenas una nación aumentaba sus contingentes militares o construía un nuevo acorazado, las otras
trataban de igualarla y aun superarla. El afán de aumentar la seguridad propia llevó a los gobiernos a
buscar el apoyo de otros Estados.
En los años que precedieron la I Guerra Mundial Europa quedó dividida en dos bloques: la
Triple Alianza y la Triple entente.
La Triple Alianza estaba formada por las tres potencias de la Europa central: Alemania,
Austria- Hungría e Italia: la Triple Entente se componía de Francia, Rusia e Inglaterra.
Las relaciones entre las potencias rivales se tornaron tan tensas que la ruptura se podía producir en
cualquier momento.
Uno de los principales focos de la tensión internacional eran los Balcanes. Austria-Hungría y
Rusia se disputaban el predominio sobre esta península y trataban de extender su dominio sobre los
Estados que se habían formado allí a raíz de la decadencia del Imperio turco. Servia, uno de estos
Estados, quiso reunir dentro de sus fronteras a todos los “yugoslavos”, los eslavos del sur. Como en la
vecina Austria vivían numerosos servios, las relaciones entre los dos Estados se tornaron hostiles. Una
organización anarquista servia, la Mano Negra, quiso acelerar la desintegración del imperio austrohúngaro mediante actos terroristas. Uno de sus miembros, el estudiante Gavrilo Princip asesinó en
Sarajevo al príncipe heredero de Austria-Hungría Francisco Fernando y a su esposa Sofía. El gobierno
austriaco hizo responsable del asesinato a la misma Servia y le declaró la guerra. El atentado de
Sarajevo puso en movimiento todo el complicado sistema de alianzas y compromisos de las potencias
europeas. Rusia solidarizó con Servia y movilizó su ejército lo que a su vez provocó la movilización del
ejército de Francia, aliada de Rusia. Alemania acudió en ayuda de Austria y declaró la guerra a Rusia y
Francia. Gran Bretaña no se pudo mantener neutral frente al conflicto en el continente y, tomando el
partido de Francia y Rusia, declaró la guerra a las potencias centrales.
El incidente en los Balcanes había dado origen a un conflicto general europeo.
Guerra de movimiento y guerra de trincheras
La guerra en el frente occidental: las potencias aliadas occidentales disponían de inmensas
reservas humanas y económicas. Pero Alemania contaba en los comienzos de la guerra con un ejército
más numeroso y mejor organizado. El Estado Mayor alemán decidió aprovechar la ventaja inicial y
asestar un golpe mortal a Francia antes de que Gran Bretaña pudiera enviar ayuda y antes de que
Rusia pudiera montar su pesada máquina militar.
Los ejércitos alemanes, violando la neutralidad de Bélgica, avanzaron a través del territorio
belga y el norte de Francia. Su meta era París. Mas, a orillas del río Mame el general francés Joffre
logró detener el avance alemán. Había fracasado el plan estratégico alemán de una victoria rápida.
La guerra en el frente occidental se estancó. A la guerra de movimiento siguió la guerra de
trinchera, una guerra cruel y mortífera que se prolongó durante tres años, desde 1915 hasta 1917, sin
que ninguno de los dos bandos hubiese podido irrumpir a través de las líneas enemigas. Fracasaron las
innumerables ofensivas locales lanzadas por cada lado.
A fines del invierno de 1916 los alemanes concentraron todo su poder bélico en el fuerte de
Verdún, el punto más poderoso de la línea francesa. Durante cuatro meses se sucedieron los ataques
ininterrumpidamente. Pero los franceses bajo el general Pétain resistieron. Cuando el comando alemán
decidió poner fin a la ofensiva, habían muerto 275.000 soldados franceses y 240.000 alemanes.
Los aliados lanzaron una contraofensiva a lo largo del río Somme en el verano de 1916. Pero
a pesar de que introdujeron el tanque como arma nueva tampoco pudieron romper las filas enemigas.
Los sufrimientos y las pérdidas humanas y materiales en la guerra de trinchera fueron
horrendos. La sola Francia perdió en los primeros dieciséis meses de la guerra a 600.000 hombres. El
horror de la guerra pesó cada vez más sobre las naciones que veían que el conflicto se prolongaba sin
que surgiera la esperanza de alguna pronta solución.
La guerra en el frente oriental: Rusia tuvo que afrontar durante la guerra las más serias
dificultades. Estas se derivaron de la ineficiencia del gobierno, de la mala preparación del ejército y de
la escasez de equipo militar y de provisiones. La Rusia zarista, afectada por graves problemas
económicos y sociales, no estaba en condiciones de afrontar con éxito una prueba tan dura.
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Al comenzar la guerra las tropas rusas lograron penetrar en Prusia oriental, pero fueron
derrotadas por el general Von Hindenburg en la batalla de Tannenberg. Luego las tropas alemanas y
austriacas pasaron a la ofensiva y expulsaron a los rusos de Polonia y Galicia.
En octubre de 1914 Turquía entró a la guerra al lado de las potencias centrales y cerró el
paso de los Dardanelos a los aliados. Los ingleses trataron de abrir nuevamente el paso por los
Dardanelos mediante un desembarco en Galípolis, mas, fracasaron totalmente. En cambio, lograron
ocupar Palestina y pudieron incitar a los árabes a levantarse contra los turcos.
En mayo de 1915 Italia, desentendiéndose de los compromisos que tenía con Alemania y
Austria, se unió con Francia e Inglaterra que le prometieron como premio territorios austriacos y
africanos. Con la ayuda de Italia los aliados pudieron conquistar el control sobre el Mediterráneo.
En 1917 estalló la revolución en Rusia. Después de la caída del Zar y el triunfo de los
bolcheviques, Rusia se retiró de la guerra e hizo la paz con las potencias centrales. Ello fue un duro
golpe para los aliados occidentales, pero éste fue compensado con creces por la entrada a la guerra de
Estados Unidos.
La guerra naval. En el año 1916 tuvo lugar la gran batalla naval de Jutlandia entre la
escuadra alemana y la flota inglesa. A pesar de que los alemanes lograron hundir a numerosos barcos
ingleses, no pudieron conquistar la supremacía en el mar.
La única esperanza que le quedó a Alemania para atacar a Inglaterra era la guerra submarina.
El 1° de febrero de 1917 Alemania inició la guerra submarina sin restricciones. Los submarinos
alemanes debían atacar y hundir sin aviso previo a todo barco que se acercaba a Inglaterra.
La entrada a la guerra de Estados Unidos: en los comienzos el pueblo norteamericano no
tuvo ningún interés en participar en la guerra europea. El Presidente Woodrow Wilson propuso seguir
una política de neutralidad. Sin embargo, en el curso de la guerra Wilson cambió de criterio y muchos
norteamericanos empezaron a ver en Alemania un enemigo de Estados Unidos y un peligro para la paz
del mundo. La guerra submarina sin restricciones provocó indignadas protestas. A raíz de las acciones
bélicas se cortaron todas las relaciones económicas entre Estados Unidos y Alemania, en cambio las
relaciones con Inglaterra y Francia se tornaron cada vez más estrechas. Estados Unidos concedió a las
potencias aliadas grandes créditos y préstamos y tuvo por eso un interés vital en su triunfo. Muchos
norteamericanos y sobre todo el mismo Presidente interpretaron la guerra como una lucha entre la
democracia y la autocracia, ya que despreciaban el gobierno personalista del emperador Guillermo II.
Había que hacer el mundo “seguro para la democracia”. Todas estas razones movieron a los Estados
Unidos a declarar la guerra a Alemania en 1917.
El fin de la guerra: al comenzar el año 1918 Alemania se veía frente a una situación
sumamente crítica. Sus reservas estaban agotadas. Empezaban a llegar las tropas y los pertrechos
norteamericanos. Wilson proclamó en sus 14 puntos un tentador programa de paz. El comando militar
alemán bajo los generales Von Hindenburg y Ludendorff decidió jugarse el todo por el todo, movilizar
las últimas reservas y lanzar una nueva ofensiva en el frente occidental. En un comienzo los alemanes
pudieron avanzar victoriosamente y acercarse a París. Pero la segunda batalla del Mame detuvo el
avance alemán. Ahora las fuerzas de las potencias centrales estaban agotadas. Bulgaria, Turquía y
Austria capitularon. Finalmente tuvo que rendirse también Alemania. El emperador Guillermo II huyó a
Holanda. El 11 de noviembre de 1918 Alemania firmó el armisticio. Había terminado la I Guerra Mundial.
Las potencias aliadas habían triunfado.
Tratados de paz
En el año 1919 se reunieron los representantes de las potencias vencedoras en París con el
fin de elaborar los tratados de paz. Los vencidos tenían la esperanza de que se cumplieran las
promesas de Wilson que había proclamado que después de esta guerra no debía haber vencedores ni
vencidos, que la paz debía ser justa y que toda resolución debía basarse en la autodeterminación de
los pueblos. Wilson luchó en París tenazmente por imponer sus puntos de vista. Más, los gobernantes
europeos, ante todo el Primer Ministro de Francia Clemenceau, deseaban castigar fuertemente a
Alemania con el fin de impedir por siempre un resurgimiento del militarismo alemán. Después de largas
discusiones se elaboró el tratado de paz que tuvo que ser aceptado por Alemania. La Paz de Versalles
obligó a Alemania a renunciar a todas sus colonias en ultramar y a una parte considerable de su
territorio nacional, a limitar sus fuerzas militares y navales y a pagar reparaciones por los daños
causados durante la guerra.
Luego se firmaron otros tratados con Austria- Hungría y Turquía. En lugar del imperio austrohúngaro se formaron tres estados independientes:
Checoslovaquia, Hungría y Austria. Extensas provincias del antiguo imperio fueron incorporadas a
Servia y Rumania. El imperio turco quedó reducido a Constantinopla y Asia Menor y perdió todos los
territorios árabes.
El tratado de paz de Versalles y los demás tratados han sido objeto de duras críticas. Francia
se quejó de que no había obtenido todo lo que había pedido. Los derrotados encontraron que habían
sido tratados con indebida dureza. El hecho fue que los tratados de paz de Versalles y París no
lograron dar a Europa la paz que todos deseaban después de una guerra tan larga y tan encarnizada.
Bajas totales
Muertos
Aliados
Bélgica
Estados Unidos
Francia
Gran Bretaña
Grecia
Italia
Japón
Montenegro
Portugal
Rumania
Rusia
Serbia
Países
93. 061
325. 018
6.160.800
3.197.000
27. 000
2.197.000
1.210
20.000
33.291
535.706
9.150.000
331.106
13,716
116.516
1.357.800
908.371.
5.000
650.000
300
3.000
7.222
335.706
1.700.000
45.000
Imperios centrales
Alemania
Austria – Hungría
Bulgaria
Imperio Otomano ( Turquía)
7.142,558
7.020,000
266, 919
975,000
1.773,700
1.200,000
87,500
325,000
BIBLIOGRAFÍA: Ricardo Krebs, Breve Historia Universal, Editorial Universitaria, 2001, Santiago de
Chile, 415-424.
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