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DOMINGO I DE ADVIENTO CICLO A MONICIONES INTRODUCCIÓN Monición Hoy con el Adviento, también comenzamos el Nuevo año Litúrgico. El Adviento es tiempo de espera gozosa. ¡El Señor Viene! El Adviento es el modelo de la larga travesía por el mundo. El Adviento es visto como camino y preparación hacia la Navidad. Con la bendición de la Corona y el encendido de su primer cirio, se nos ilumina el camino hacia la fiesta de Navidad y comenzamos, llenos de esperanza, nuestra peregrinación. PRIMERA LECTURA: Profeta Isaías 2,1-5 Monición Isaías denuncia la situación de incumplimiento de la alianza e invita al pueblo a volverse hacia Dios. El profeta divisa a todos los pueblos que como un río peregrinante caminan hacia el Dios que está en todo lugar. A esa cima se llega al decidir caminar en la esperanza hacia la luz del Señor. Escuchemos. SALMO RESPONSORIAL (Sal 121): Vamos alegres a la casa del Señor. SEGUNDA LECTURA: Primera carta de san Pablo a los Romanos 13, 11, 14a Monición La fe no es una adquisición de una vez para siempre, sino que implica un proceso en constante evolución, Ya es hora de espabilarse. Es el inicio del día del Señor. Día y noche, oscuridad y luz son imágenes de la opción entre el bien el mal que todos tenemos que dar. El cristiano por el bautismo ya se ha revestido de Cristo y no tiene que abandonar ese vestido. Escuchemos TERCERA LECTURA: Evangelio según san Mateo 24, 37-44 Monición La espera de la venida del Señor no hace de los cristianos unos flojos que duermen santamente, sino que hace de ellos los seres más activos en la construcción del mundo. La imagen del ladrón nocturno evoca un clima de amenaza que se disipa cuando el esperado es Jesucristo. No debemos vivir en la superficialidad y en la rutina, sino en la vigilancia llena de gozo y paz. Pero antes cantemos ANTES DEL EVANGELIO Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación, Aleluya ORACIÓN UNIVERSAL: Monitor: Por la Iglesia, para que todos los cristianos, vivamos con alegría nuestra fe y la vida nueva que hemos recibido. Roguemos al Señor: Por todos los hombres y mujeres del mundo entero, para que puedan vivir en paz y con esperanza, confiados ante el futuro. Roguemos al Señor. Por los misioneros, para que la luz y la fuerza del Evangelio haga desaparecer el egoísmo, la dureza de corazón y la mentira. Roguemos al Señor. Por los gobernantes y los políticos, para que trabajen por el bienestar de todos, y especialmente de los más necesitados. Roguemos al Señor. Por los aquí reunidos, para que este Adviento sea tiempo de alegría y esperanza. Roguemos al Señor. Por nosotros, para que al empezar este tiempo de adviento podamos convertir nuestro corazón para preparar la venida del Señor. Roguemos al Señor.