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JUTBA Nº 6: LA HERMANDAD ENTRE LOS MUSULMANES. Bismillah arrahman arrahim. Queridos hermanos. Sabemos que el Islam establece entre nosotros un fuerte vínculo de fraternidad que supera las barreras geográficas y culturales. El hecho de que nuestra hermandad se extienda a más de 1500 millones de creyentes repartidos por todo el mundo es algo que damos por descontado y que nos llena de satisfacción. Sin embargo, cuando miramos a nuestras comunidades musulmanas andaluzas seguro que la realidad nos resulta más bien decepcionante; La fitna (la ruptura y el conflicto entre musulmanes) se extiende por doquier y es fomentada por los enemigos del Islam que se frotan las manos al vernos separados y enemistados. La fitna es consecuencia de las malas artes de shaytán, pero también es el fruto de las ambiciones personales, de los partidismos y del orgullo, en suma del nafs engordado hasta lo intolerable. Vemos a muchos musulmanes que llevan sus Ibadat (actos de adoración) de forma puntual pero que a la vez hablan mal de otros creyentes, son bruscos en sus modales e incluso niegan el saludo de paz:¡¡¡ ERROR, GRAN ERROR!!!!! Para evitar caer en esta penosa situación, generosos hermanos, debemos cultivar las más bellas cualidades del buen carácter como ordena Al-Lah en Su Libro: “Ciertamente los creyentes son hermanos” y como nos enseñó Sidna Muhammad (saws) con su ejemplo; Bien sabéis que no ha habido una comunidad mejor en el mundo que la primera comunidad de Medina al munawara, ni gente que se amara más que los ansar (los musulmanes mediníes) y los muhayyirun (los musulmanes emigrados de Meca). Dice Al-Lah (swt) describiéndoles en el Corán: “Y los que antes que ellos se habían asentado en la morada y en la creencia, aman a quiénes emigraron y los prefieren a sí mismos aún estando en extrema necesidad” Hermanos, una comunidad que cultiva la hermandad, un grupo que se ama en el sendero de Al-Lah es una comunidad fuerte, y no hay en este mundo fuerza que pueda abatirla. En cambio una comunidad desunida, que vive en la intriga y el politiqueo, es débil. Aunque tenga muchos miembros, aunque sus mezquitas se llenen de gente hasta la calle. De esto tenemos muchísimos ejemplos en la historia; Sidna Muhammad (saws) dice: “La relación entre un creyente y otro es similar a las vigas de un edificio; Se fortalecen unas a otras.-Al decir esto el Profeta (saws) cruzaba sus dedos formando un puño cerrado.” Así pues, lo que otorga esplendor al Islam no es edificar grandes y bellas mezquitas, ni disponer de mucho dinero para emprender grandiosos proyectos, aunque eso esté bien. Lo que nos hace fuertes y triunfantes es el sentido de fraternidad; Es que la alegría de uno sea la de todos y que la desgracia de uno nos mueva como si fuera la de todos y esto se debe cumplir con los lejanos y con los allegados. AlhamduliLah Rabbi al alamin. Dice Al-Lah (swt): “Os creamos de razas diversas para que os conozcáis”. Debemos aprender, queridísimos, a mirarnos los unos a los otros como un gran regalo de Al-Lah (swt). La diversidad no es un obstáculo para el buen entendimiento sino una auténtica barraca. Considerad a los primeros musulmanes; Los había de alto linaje, ricos y pobres, libres y esclavos, árabes y extranjeros, negros y blancos y todos y cada uno de ellos sirvieron bien a la causa de Al-Lah. Pensad en Bilal, esclavo negro y primer muecín. En Jalid Ibn Salid, aristócrata y brillante estratega que procuró a los musulmanes grandes victorias. En Salman al Farsi, persa procedente del cristianismo cuyo consejo fue acatado por la Comunidad en la batalla de el foso. Pensad en las madres de los creyentes (que Al-Lah esté Complacido con ellas) y en aquellas valientes mujeres de la primera Comunidad. Fueron capaces de desdeñar tradiciones y privilegios o condicionamientos de clase porque un vínculo más fuerte, el de la fraternidad de los siervos de Al-Lah (swt), se había establecido en sus corazones. Mirad ahora a nosotros mismos, a nuestra comunidad; Somos de diversa procedencia al igual que nuestro idioma, raza y nacionalidad pero nada de esto es una barrera entre nosotros. Antes que nada somos musulmanes y nos debemos los unos a los otros. Esta diversidad es una riqueza que nos ayuda a crecer como creyentes. Mirad al hermano que tenéis al lado, hagan lo mismo las hermanas entre ellas y grabemos a fuego en nuestro corazón la Palabra de Al-Lah, El Exaltado: “Los creyentes y las creyentes son amigos, aliados unos con otros. Ordenan lo bueno y prohíben lo malo. Establecen el Salat y dan el Zakat y obedecen a Al-Lah y a Su Mensajero. A esos, Al-Lah les dará su misericordia. At tawba 71 Por tanto, hermanos, permanezcamos en la obediencia a Al-Lah y a su Mensajero. Sigamos la shari´a que nos ha sido dada como escudo contra las artes de shaytán y tengamos a nuestros hermanos musulmanes entre nuestras prioridades, Según la enseñanza y el consejo de nuestro amado Profeta (saws): “No entraréis en el Jardín hasta que no creáis de verdad y no creeréis de verdad mientras no os améis. ¿Acaso queréis que os indique algo que si lo hicierais fomentaría el amor entre vosotros? Prodigad el Saludo de paz entre vosotros. Transmitido por Muslim. Abandonemos entonces las críticas, la burla, la ironía y el menosprecio y construyamos nuestra Umma desde la sinceridad, el buen carácter y la cortesía. AMÍN OH Al-Lah! Suscita entre nosotros el amor fraterno. Oh Al-Lah! Líbranos de las artes de shaytán que nos separan de nuestros hermanos. Oh Al-Lah! Líbranos de aproximarnos a lo que no nos incumbe Oh Al-Lah! Líbranos de la envidia, el rencor, la mezquindad y la maledicencia y guíanos por el Sendero Recto.