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CATEGORÍAS GRAMATICALES: CLASES DE PALABRAS ESTUDIO DEL SUSTANTIVO 1. DEFINICIÓN: Es una clase de palabras variable (experimenta flexión de género y número), que designa los seres, objetos, ideas, situaciones, sentimientos, etc. (incluso cualidades: belleza, inteligencia) y que funciona como núcleo del SN. Puede ir precedido o seguido de determinantes y calificado por adjetivos. Con unos y otros mantiene concordancia, al igual que con el verbo si actúa como sujeto de una oración. 2. EL GÉNERO: El género es un rasgo gramatical, así que no debe confundirse con el sexo, que es un rasgo biológico. Existen sustantivos en los que el género es un rasgo gramatical inherente que no tiene reflejo en la realidad (la pared, el muro, el ordenador...) Hay, por tanto, sustantivos que no varían en su género: son masculinos o femeninos de forma inherente y concuerdan con determinantes y adjetivos de su mismo género (la pared blanca, ese césped cortado...) Y sustantivos que pueden ser masculinos o femeninos, dependiendo del morfema flexivo (chico / chica). Sólo podremos considerar la presencia de un morfema flexivo de género en este último caso (mano=lexema; “o” no es un morfema). El morfema de género es a menudo “-a”, pero no es el único; contamos con terminaciones en –esa, -isa, -ina, -triz (abadesa, alcaldesa, poetisa, heroína, gallina, emperatriz, actriz...). En ocasiones el género de los seres animados se diferencia por oposición de palabras y no con terminaciones; este fenómeno se denomina heteronimia (padre-madre; hombre-mujer; caballo-yegua; toro-vaca...). Casos especiales: Ciertos sustantivos no animados presentan la oposición de género –o/a no para marcar diferencias de sexo, sino para diferenciar significados relacionados con el tamaño, la forma, etc... ( cesto/a; jarro/a; manzano/a...) Algunos sustantivos tienen un significado diferente según se combinen con determinantes o adjetivos de distinto género (el/la editorial; el/la frente; el/la orden; el/la cólera; el/la corte; el/la coma...) Se trata de sustantivos homónimos. Género común: se da en los sustantivos que carecen de distinción de género, y precisan del artículo u otros determinantes para marcar la diferencia de sexo ( el/la estudiante; el/la coleccionista; el/la juez; el/la soprano; el/la conserje...) Sustantivos ambiguos en cuanto al género: se dejan acompañar indistintamente por determinantes y adjetivos masculinos y femeninos, sin ninguna diferencia semántica ni gramatical, aunque sí a veces de estilo o registro idiomático (el/la mar; azúcar blanquillo/blanquilla; el/la armazón...) A veces, la ambigüedad se produce en el uso del sustantivo en singular frente al plural: el arte dórico / las bellas artes. Sustantivos epicenos: aquellos que designan personas o animales sin determinar el sexo, por lo que son inherentemente masculinos o femeninos ( gorila, rata, víbora, cuervo, elefante, cría, persona, bebé...) 3. EL NÚMERO: Los sustantivos, por lo general, presentan variación de número. Se refieren, en singular, a un solo ser u objeto, y, en plural, a más de uno. 1 Reglas de formación del plural: Sustantivos acabados en vocal: forman su plural añadiendo el morfema flexivo “–s” si acaban en vocal átona (casas, manos, coches...), en vocal tónica –á, -é, -ó (sofás, cafés, burós...). Los acabados en “–ú” pueden formar su plural añadiendo “–s” o “–es”, pero algunos sólo pueden formarlo con “–s” (hindúes o hindús, tabúes o tabús... pero: menús, champús). Los acabados en “–í” suelen formar el plural con “–es” (jabalíes, alhelíes, israelíes, síes...), pero se tiende cada vez más a formarlo con “–s” (esquíes – esquís). Sustantivos acabados en consonante: Si acaban en consonante distinta de “s” o “x”, forman el plural añadiendo “–es” (pasteles, cánones, altares...) Los acabados en “s” o “x” con acentuación aguda, también (compases, autobuses...). Los sustantivos llanos y esdrújulos acabados en “s” o “x” no varían en plural (la/las tesis, el/los tórax). Los sustantivos que acaban en “–y” forman el plural con “–es” pero convierten la “y” en consonante (convoy>convoyes; ley>leyes; buey>bueyes...), con excepción de las palabras jersey (jerséis), paipay (paipáis) y rentoy (rentóis) Palabras extranjeras: Si acaban en vocal, siguen la regla general (boutique > boutiques; cliché > clichés). Si acaban en las consonantes –l, -n, -d, -z, -r, -s, -x, lo normal es que adopten el plural en “–es” (eslogan > eslóganes; fax > faxes); no obstante, algunos permanecen invariables (los best-seller, los escáner). Si acaban en otra consonante, lo normal es que sean invariables (el/los complot; el/los cómic). Sin embargo, la RAE recomienda “clubes” como plural de club y se está generalizando el uso de sándwiches. Sustantivos latinos: Los que no hayan adoptado la forma castellana, permanecen invariables (el/los déficit; el/los superávit; el/los memorándum). Los que se han adaptado al castellano siguen las normas generales (currículo > currículos; referendo > referendos) Casos especiales: Los nombres de las vocales forman su plural en “–es”: aes, es (se contrae), íes, oes, úes. Las palabras yo, no y sí, también forman su plural en “–es”: yoes, noes, síes. El plural de las notas musicales es: dos, res, mis, fas, soles, las, sis. Hay tres sustantivos que cambian la sílaba tónica en el plural: régimen > regímenes; espécimen > Algunos sustantivos sólo tienen singular. Son los llamados “singularia tantum” ( cenit, caos, sed, cariz) Otros sólo tienen plural. Se llaman “pluralia tantum” (andas, víveres, nupcias, exequias, prismáticos) En algunos sustantivos la oposición entre singular y plural no entraña significados diferentes ( funeral y funerales, barba y barbas, paz y paces) Algunos sustantivos que designan objetos compuestos de dos partes simétricas presentan el singular o el plural indistintamente (tijera y tijeras; pantalón y pantalones; nariz y narices...) En ocasiones, el uso del singular o el plural se debe al contexto: Me duele la espalda / Se lo echó a las espaldas; Subo la escalera /subo las escaleras (mayor sensación de esfuerzo) especímenes; carácter > caracteres. 4. CLASIFICACIÓN DEL SUSTANTIVO Según su origen y formación: simples (un solo lexema: pan, sol, maceta, miércoles...) o compuestos (más de un lexema: portaminas, buscavidas, rompeolas...); primitivos (sin afijos: bomba, sol, tecla, orden...) o derivados (se añaden afijos al lexema: bombilla, solecito, teclado, ordenador...). Son sustantivos parasintéticos los que en su formación han sufrido un proceso de doble derivación simultánea (alunizaje) o de composición y derivación a la vez (picapedrero, sietemesino). 2 Según su significado: propios (señalan un ser entre los demás de su clase; no significan nada: individualizan seres, son como etiquetas identificativas: Antonio, Duero, Himalaya, París...) o comunes (todos los demás; designan todas las personas o cosas de una misma clase: hombre, río, montaña...) Los nombres propios se llaman antropónimos (nombres de persona), patronímicos (apellidos), topónimos (de lugares). Los nombres propios no se combinan con el artículo (*la María). Pero, si van especificados por algún complemento, es necesario el artículo (El Manolo del otro día no es este Manolo; La Rocío de la que te hablé era ésta; estudiantes de toda España participaron en la concentración.) También pueden ser abstractos (designan una cualidad de los seres y sólo son aprehensibles por el intelecto: belleza, caridad, fe...) o concretos (designan seres u objetos reales, y son aprehensibles por los sentidos: agua, lápiz, casa, luz...) Por otra parte, son sustantivos individuales los que en singular indican una entidad única (álamo, soldado, hombre, oveja, casa...) y colectivos los que incluso en singular designan conjuntos de seres o cosas (alameda, ejército, muchedumbre, rebaño...) Son sustantivos animados los que designan seres vivientes e inanimados los demás. Son sustantivos contables los que designan realidades que se pueden contar, y, por tanto, admiten determinantes cuantitativos (tres libros, cuatro casas, muchos pájaros, algunos casos...). Son incontables los que no se pueden contar, a no ser que nos refiramos a clases o variedades distintas; se trata de sustantivos genéricos o “de materia”: petróleo, plata, agua, leche, vino... (los vinos: clases o variedades de vino; las maderas: trozos o variedades de madera) 5. LOS COMPLEMENTOS DEL SUSTANTIVO EN EL SN. Puede ir presentado y actualizado por determinantes y complementado por adjetivos (adyacentes), SN (aposición), Sprep (CN) o por una proposición subordinada adjetiva o sustantiva. 6. FUNCIÓN DEL SUSTANTIVO Es es núcleo del sintagma nominal. El SN puede funcionar como Sujeto, CD, CI pronominal, Atributo, C.PVO, CC, Vocativo y Aposición. Para cumplir otras funciones, como la de Suplemento o C. Agente, necesita la preposición y es, entonces, un SPrep. &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& LOS DETERMINANTES (Adjetivos determinativos, según la gramática tradicional) Forman una clase de palabras caracterizada por ser variable (experimentan flexión de género y número, salvo excepciones) y por presentar y actualizar al sustantivo, con el que concuerdan. Clasificación: Salvo el artículo (el, la, los, las / un, una...), que sólo actualiza, los demás introducen distintos matices: demostrativos (este, ese, aquel...), cuantificadores (numerales: uno, dos, tres.../ primero, segundo... e 3 indefinidos: pocos, bastantes, muchos, alguno, varios, todos...), interrogativos (qué, cuál, cuántos...), exclamativos (qué, cuántos...), posesivos (mi, mío, tuyo...), distributivos (ambos, sendos, cada). Algunos de los citados pueden funcionar como pronombres (véase: mi libro, un libro mío = determinantes / Es mío = pronombre) Los determinantes y pronombres posesivos varían, además de género y número, en número de poseedores: así, “mío” es masculino, singular, de un solo poseedor; “nuestro” es masculino, singular, varios poseedores; “míos” es masculino, plural, un solo poseedor, etc. Los cuantificadores indefinidos (bastante, poco, demasiado, etc.) no siempre son determinantes o pronombres. Cuando se mantienen invariables en género y número y, además, complementan al verbo como C.C., son adverbios: a) No tengo bastante dinero (bastante: determinante) b) He comprado un kilo de azúcar; ¿hay bastante? (bastante: pronombre); Vinieron bastantes (pronombre) c) La verdad, me gusta bastante su forma de bailar (bastante: adverbio); Es bastante alta (adverbio) Cuando son pronombres, pueden cumplir en la oración las funciones propias del sustantivo (sujeto, CD, atributo, etc.); cuando son adverbios, funcionan como CC o como cuantificadores de un adjetivo o de un adverbio (Es bastante guapa; Vive bastante lejos) &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& ESTUDIO DEL PRONOMBRE 1. DEFINICIÓN: El pronombre es una clase de palabra variable (experimenta flexión de género, de número y, además, de caso) que funciona en la oración como un sustantivo. No todos los pronombres tienen flexión de género (ejemplos: quién, quien, cuál, dos, tres, algo, nada...) y algunos tampoco varían en número (dos, tres, cuatro, ambos...) Algunos determinantes se convierten en pronombres en el discurso; así ocurre con los demostrativos (este, a, os, as), los cuantificadores (uno, dos...; pocos, muchos...), los posesivos (si se presentan con artículo se sustantivan: el suyo, el nuestro...), algunos interrogativos y exclamativos (qué, cuánto). 2. CLASIFICACIÓN: Personales: presentan características específicas que los distinguen de otros pronombres: el rasgo de persona gramatical (tres personas: 1ª, 2ª y 3ª, con sus variaciones de número); tienen formas tónicas y átonas, y los de tercera persona del singular tienen una forma neutra, paralela a la del demostrativo (esto). La flexión de caso es exclusiva del pronombre personal, que adopta formas distintas según la función sintáctica que desempeñe (ejemplo: yo –sujeto-; mí, me, conmigo –complementos del verbo). Persona Sujeto o Atributo 1ª Singular 2ª 3ª Complemento sin Complemento con preposición preposición (CD, CI, CC, C.Rég., etc.) yo me (CD, CI) o morfema mí , conmigo verbal tú / usted / vos te (CD, CI) o morfema ti, contigo / vos (voseo) (voseo) verbal él / ella / ello lo (CD o Atrib) la (CD) sí, consigo / él, ella , ello le(CI o CD en casos de leísmo) 4 Plural 1ª 2ª 3ª nosotros, nosotras nos (CD, CI) o morfema nosotros , nosotras verbal. vosotros, vosotras / os (CD, CI) o morfema vosotros , vosotras / ustedes ustedes verbal. ellos, ellas los, las (CD) / les (CI ) / sí, ellos, ellas se (CD, CI) o morfema verbal El leísmo consiste en la utilización de LE, LES como CD, en lugar de LO, LOS: A Juan le quiero mucho. Es frecuente en la zona centro, y en otras zonas cuando se refiere a “usted”: Oiga, yo le considero un caballero. En otras zonas (País Vasco y zonas limítrofes) también se comete leísmo al sustituir LA, LAS: *A María le llaman por teléfono (en lugar de la llaman). La RAE acepta el leísmo masculino de persona en singular, pero condena el resto, incluido el uso de LE referido a animal o cosa (*El lápiz le tiré). Laísmo y Loísmo son los fenómenos contrarios (utilizar LA,LAS / LO, LOS como CI) y nunca son admisibles, si bien forman parte de la variedad diatópica del centro peninsular: *A María la duele la cabeza; *A Pedro lo dieron una paliza. Los pronombres personales átonos no pueden funcionar como sujeto de la oración; tampoco los tónicos con preposición (En Me gusta el fútbol; A mí me parece un deporte interesante , ni me ni a mí son sujetos de sus oraciones). Los pronombres átonos funcionan – como se indica en la tabla- como CD, CI o son simples modificadores del verbo, como se verá más adelante. Los tónicos con preposición pueden funcionar como CD (¿Me viste a mí? ¿Nos llamasteis a nosotros?) , como CI (¿Se lo diste a él? ¿Nos lo preguntasteis a nosotros?), o con otras funciones (Suple: Siempre hablas de mí; CN: Tengo una nota de ellas; CADJ: Estamos contentos con vosotros; CADV: Quiere irse lejos de ti; CC: Lo llevó consigo; Compró las flores para ella; Atrib.: Es de él; CAgen: La pistola ha sido utilizada por Jack) Las formas lo, la, los, las / le, les siempre tienen función sintáctica en la oración: de atributo o CD (lo), de CD (la, los, las), de CI (le, les). También las formas con preposición. No así las formas me, te, se, nos, os, que en ocasiones son meros modificadores verbales (pronominalizan el verbo, le dan valor de voz media, valor impersonal o pasivo, etc... Los dos últimos casos, sólo con la forma SE) Las formas me, te, se, nos, os, pueden tener valor reflexivo (el sujeto y el pronombre tienen el mismo referente: Me estoy arreglando; ¿Te vas a duchar?; Nos pintamos con perfilador) ; Nos, os, se pueden ser también formas recíprocas (¿Ella y tú os seguís escribiendo?; ¿Se llaman todos los días?). En ambos casos el pronombre funciona como CD o CI (si la oración lleva ya otro CD). Relativos: Se refieren a un elemento anterior en el discurso, que se llama ANTECEDENTE. El antecedente puede estar explícito (La casa que compré es grande) o implícito (El que come mucho, engorda) En el primer caso, introducen una subordinada de relativo o adjetiva. En el segundo también, pero sustantivada. Los pronombres relativos cumplen una función nominal en la proposición subordinada (en el ejemplo anterior: que es CD de “compré” en la primera oración; en la segunda forma el sujeto de “come”). Las formas de los p. relativos son: que (el que, la que, lo que, los que, las que) / el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales / quien, quienes / cuanto, cuanta, cuantos, cuantas. A veces, el antecedente no es un sustantivo, sino una oración: He comprado un coche nuevo, lo cual me Cuando el antecedente necesita la preposición, ésta es obligada ante el relativo: *El momento que te supondrá más gastos. conocí > El momento en que te conocí (Te conocí en aquel momento) 5 Hay que vigilar la concordancia, necesaria entre el relativo y su antecedente (salvo que se trate de QUE, invariable): Mis amigos a quienes tanto debo... y no *Mis amigos a quien tanto debo... Las formas quien, quienes, sólo pueden aparecer con antecedente de “persona” Interrogativos y exclamativos: Son formas tónicas y siempre llevan tilde. Los pronombres interrogativos propiamente dichos son cuál, cuáles y quién, quiénes. Pero también las formas qué, cuánto, cuánta, cuántos, cuántas, si no preceden a un nombre como determinantes, sino que aparecen en su lugar, como núcleo, se convierten en pronombres en el discurso (¿Cuál es el más tranquilo?; ¿A quién se lo vas a regalar?; ¿Qué quieres ahora?; ¿Con cuántos contamos?...) Introducen preguntas directas, como vemos, o indirectas (Te interesa averiguar quién te delató), y cumplen variadas funciones sintácticas (Sujeto – CI – CD – Supl – Sujeto, respectivamente, en los ejemplos citados). Estas mismas formas pueden presentar la variedad exclamativa (¡Quién lo hubiera dicho!; ¡Qué le vamos a hacer!) Demostrativos: Indican la proximidad o lejanía en el tiempo, en el espacio o en el discurso (son deícticos). Sólo las formas neutras Esto – eso – aquello son verdaderos pronombres (nunca actúan como determinantes). Pero también funcionan como tales, cuando no acompañan a un nombre, sino que lo sustituyen: Este, esta, estos, estas / Ese, esa, esos, esas / Aquel, aquella, aquellos, aquellas. En este caso, es conveniente poner la tilde diacrítica, para distinguirlos con claridad de sus homónimos: Esa chica es de Zaragoza / Ésa es de Zaragoza. Indefinidos: Indican la cantidad de modo impreciso. Los p. indefinidos propiamente dichos (nunca pueden ser determinantes) son: nadie – alguien – nada – algo – quienquiera – quienesquiera. También funcionan como pronombres en el discurso los demás determinantes indefinidos cuando ocupan el lugar del sustantivo: mucho – poco – otro – ninguno – alguno – bastante – demasiado – todo – más – menos – cualquier – cualquiera – un, una... (y sus variantes de género y número) Numerales: Indican una cantidad exacta, concreta. Son pronombres cuando no acompañan al sustantivo, sino que lo sustituyen. Pueden serlo los cardinales: un/o, dos, tres...veinte...mil...diez mil... En realidad, los ordinales (primero, segundo.....quincuagésimo primero...), los partitivos (onceavo, treceavo....) y los multiplicativos (doble, triple...) sólo son determinantes. Para funcionar como núcleo del SN se sustantivan mediante otro determinante, como el artículo (El primero de su clase; Sólo le quedó un onceavo; Le pidió el doble de dinero) Sí puede ser pronombre el numeral dual ambos, ambas. Posesivos: Indican lo poseído: mío, tuyos, nuestras... Los determinantes posesivos pueden funcionar como pronombres precedidos de artículo y convertirse en núcleo nominal ( Han cogido su autobús > Han cogido el suyo; Me impresionaron tus cualidades > Me impresionaron las tuyas) &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& ESTUDIO DEL ADJETIVO 1. DEFINICIÓN: Es una clase de palabras que acompaña y califica al nombre, y experimenta flexión de género, número y grado. La gramática tradicional incluía en esta categoría gramatical a las palabras que ahora denominamos determinantes (son, realidad, adjetivos determinativos). Los participios son equiparables a los adjetivos calificativos y cumplen sus mismas funciones. Sintácticamente, es el núcleo del Sintagma Adjetivo o Adjetival. 6 2. CLASIFICACIÓN: Por su flexión Variables (masculino / femenino) e Invariables en género. Todos pueden variar en cuanto al número. Especificativos (distinguen) y Explicativos (valoran). Epítetos: valor literario > sugieren, evocan, ornamentan... Por su significado y valor Se distinguen por el contexto. La posición no siempre es un criterio válido para con respecto al sustantivo diferenciarlos, aunque los especificativos suelen ir después del nombre y a veces no admiten la anteposición (*francés licor, *lateral carril, *municipales elecciones, eléctrica estufa...) ni la gradación (*un ganado muy porcino, *un hombre muy casado...) Por su origen (según procedan o no de otra palabra) y por su estructura (según estén formados por un lexema, por más de uno o por lexema y morfemas derivativos) Primitivos (bello, simpática, blanquiverde, astutos...) o derivados/ parasintéticos (de un sustantivo > mensual, marítimo, de otro adjetivo > rojizo, achatado; de un verbo > complaciente, errante...) Simples (rosa, oscuro, inconsciente...) o compuestos (azulgrana, agridulce...). Parasintéticos (barriobajero) Positivos – comparativos – superlativos Por el grado (según se presente la cualidad o rasgo sin más, estableciendo una comparación o mostrándola en su máxima intensidad o grado) Algunos especificativos no lo admiten (*análisis muy químico, *evaluación bastante fina) Comparativos y superlativos se presentan de forma sintética (una sola palabra: mejor, inferior, guapísimo, paupérrimo) o analítica (el adjetivo va modificado por otras palabras para indicar intensificación o comparación: más alto que, igual de atrevida que, el más eficaz de...). Para el superlativo absoluto, además del sufijo “-ísimo”, se emplea (paupérrimo, libérrimo...) “-érrimo” 3. CASOS ESPECIALES: Formas apocopadas > adjetivos que pierden la vocal final o la última sílaba cuando preceden al sustantivo (grande > gran) Posición > algunos cambian de significado según vayan antepuestos o pospuestos al nombre: Adjetivos de posición fija > no siempre puede elegir el hablante entre anteponerlo o posponerlo al nombre. En algunos casos la norma ha consagrado una opción, que se convierte en uso obligado: la Una cierta inquietud (poco definida, vaga) / una inquietud cierta (real, verdadera) Un viejo amigo (antiguo) / un amigo viejo (anciano) Un gran hombre (importante) / un hombre grande (alto y corpulento) pura verdad, el mero hecho, el buen o mal gusto, la última pena, el libre albedrío, un hombre público, la puerta falsa... En el lenguaje técnico y científico, sustantivo y adjetivo pueden llegar a formar unidades indisociables: gases nobles, velocidad angular, media aritmética, materialismo histórico, central nuclear, sintagma nominal... A veces el sustantivo recibe morfema de grado. Se convierte en adjetivo del discurso: Mi novio es muy hombre, más hombre que nadie. Y los adverbios cobran el valor de los adjetivos cuando complementan a un sustantivo: Amistades así no son recomendables. 7 Adjetivo y adverbio tienen en común que: forman superlativos en “-ísimo” (bajísimo, lejísimos); admiten construcciones comparativas (es más bajo que Juan / habla más bajo que Juan) ; admiten aumentativos y diminutivos (clarito, cerquita) 4. COMPLEMENTOS DEL ADJETIVO Un adverbio que lo cuantifica: tan fácil, muy interesante, increíblemente alta, demasiado grande... Un sintagma preposicional: ancho de hombros, perdido sin remedio, contento con su suerte, aburrido de sus charlas, hábil para los negocios, diestro con el revólver, preocupado por su futuro...Obsérvese que algunos adjetivos exigen este tipo de complemento: *Eran partidarios / Eran partidarios de la huelga. *Era un pueblo amante / Era un pueblo amante de las religiones. Un sustantivo u otro adjetivo: negro azabache, azul verdoso, verde oscuro... Una proposición subordinada sustantiva: fácil de entender, hartas de que las llamasen, conformes con que les subiesen el sueldo... 5. FUNCIONES DEL SINTAGMA ADJETIVAL Sus funciones básicas dentro de la oración son las de: Adyacente o modificador directo del sustantivo, atributo con verbos copulativos y Complemento predicativo del sujeto o del CD. Si funcionan como CC.Modo tienen valor adverbial (Habla muy alto). Cuando funcionan como Vocativo, no cumplen ninguna función sintáctica dentro de la oración, ya que sólo sirven para interpelar al oyente. La función del adjetivo como atributo puede desempeñarla una locución adjetiva: Está que muerde, está de uñas... La proposición subordinada adjetiva cumple, como el adjetivo, la función de Adyacente del nombre: los chicos aprobados / los chicos que aprobaron. &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& ESTUDIO DEL VERBO 1. DEFINICIÓN Desde el punto de vista morfológico: palabra variable que experimenta flexión de persona, número, tiempo y modo, además de indicar las nociones de aspecto y voz. Está formado por un lexema y los morfemas que recogen los accidentes antes mencionados. Puede llevar más de un lexema si es palabra compuesta. También puede presentar afijos, si es palabra derivada o parasintética. Al lexema o raíz se une, en el infinitivo, la terminación propia de cada conjugación (-AR, -ER, -IR), en los gerundios, ANDO, -IENDO; y en los participios –ADO, -IDO (es la única forma verbal que presenta variación de género, cuando funciona como adjetivo > mujer dormida / hombre dormido. No así en los tiempos compuestos > ha comido). En las formas PERSONALES, al lexema se une la vocal temática (-a / -e / -i; 8 dependiendo de la conjugación) y los morfemas citados arriba > am + a + ba + is = lexema + vocal temática + morfemas de tiempo y modo + morfemas de persona y número. Desde el punto de vista semántico: es una palabra que expresa acción, estado, proceso, pasión o suceso. Los verbos PREDICATIVOS (hacer) tienen significado pleno; los COPULATIVOS (ser, estar, parecer) carecen de verdadero significado léxico; los SEMIPREDICATIVOS O SEMICOPULATIVOS (hacerse, quedarse...), pierden su significado o lo cambian. Desde el punto de vista sintáctico: es el núcleo del predicado, si se trata de un verbo predicativo. Si se trata de un verbo copulativo, sirve para unir el atributo al sujeto. De la misma forma, una perífrasis o una locución verbal funcionan como núcleo del predicado en la oración. Las formas no personales pueden formar parte de una perífrasis o introducir subordinadas. 2. CLASIFICACIÓN a) Según su forma o flexión: REGULARES: Su lexema es invariable y sus morfemas se ajustan al modelo de conjugación (habl – ar; habl – a – ba – s; habl – a – re – mos...) IRREGULARES: Presentan alteraciones en su lexema, en sus morfemas o en ambos (dec – ir; dig – o; dir – é...) Para saber si un verbo es irregular basta comprobar si hay alteraciones en el presente, pretérito perfecto simple o futuro de indicativo. Si las hay en el presente, las habrá en el presente de subjuntivo y en el de imperativo (cocer > cuezo, cueza, cuece tú); si las encontramos en el pret. perf. simple, las habrá en el pret. imperfecto y en el futuro de subjuntivo ( andar > anduve, anduviera, anduviere); Si se altera el futuro de indicativo, lo hará el condicional (decir > diré, diría). A veces hay cambios ortográficos que no implican irregularidad (tocar > toqué; distinguir > distingo; exigir > exijo). DEFECTIVOS: Su conjugación resulta incompleta al carecer de algún tiempo o forma verbal (abolir, acaecer, acontecer, agredir, atañer, concernir, incoar, incumbir, soler, transgredir...) No existe, por ejemplo *abolo, aboles, ni *soleré, etc. PRONOMINALES: Se conjugan con un pronombre átono de carácter reflexivo, pero el pronombre no tiene función sintáctica (abstenerse, arrepentirse, jactarse, quejarse...) IMPERSONALES: No llevan sujeto y se conjugan en 3ª persona del singular (de fenómeno meteorológico, gramaticalizados...) UNIPERSONALES: Pueden llevar sujeto y se conjugan en 3ª persona del singular o del plural (acontecer, ocurrir, acaecer, suceder...) b) Según su uso sintáctico: AUXILIARES: Se unen a una forma no personal para formar tiempos compuestos (haber), la voz pasiva (ser) o perífrasis verbales. Han perdido su significado original. COPULATIVOS O ATRIBUTIVOS: Carecen de significado léxico y sirven para unir un sujeto y su atributo (ser, estar, parecer) 9 SEMICOPULATIVOS O SEMIPREDICATIVOS: Cambian su significado original como verbos predicativos y llevan atributo (quedarse, volverse, hacerse, sentirse, ponerse...) (Ver notas de clase al respecto) PREDICATIVOS: Poseen significado pleno y constituyen el núcleo del S.V. Pueden ser TRANSITIVOS (si van acompañados de un CD) o INTRANSITIVOS (si no lo necesitan). Los Transitivos pueden ser también REFLEXIVOS (el sujeto es el agente de una acción que recae sobre él) o RECÍPROCOS (el sujeto es plural y la acción pasa de unos a otros, mutuamente). c) Según su origen y estructura interna: SIMPLES: Constan de un solo lexema y las desinencias verbales: comió, sentimos, vivían... COMPUESTOS: Constan de más de un lexema (+ las desinencias verbales): entreabrir, fotografiar (compuesto en su origen)... PRIMITIVOS: No presentan afijos DERIVADOS: Presentan afijos. Están formados a partir de otra palabra: proponer, prever, contratar, implantar... PARASINTÉTICOS: Normalmente formados por un lexema al que se añadieron un prefijo y un sufijo de forma simultánea: enviciar (de vicio), intimidar (de tímido), aterrizar (de tierra), endulzar (de dulce), encorajinar (de coraje)... Tenemos muchos casos de verbos parasintéticos en castellano. 3. LA PERSONA VERBAL Indica si quien ejecuta la acción verbal, la recibe o la padece es el hablante (1ª), el receptor (2ª) u otros seres, objetos o ideas ajenos a los citados (3ª) > Compré un solar (1ª) / ¿Tienes fuego?; Siempre llegas tarde (2ª) / La sociedad cambia; Me gusta tu vestido (3ª). En el modo imperativo sólo hay 2ª persona (singular y plural) porque las órdenes y ruegos se dirigen al interlocutor, normalmente. Cuando queremos exhortar incluyéndonos o emplear fórmulas de cortesía, o bien introducir la forma negativa, recurrimos al subjuntivo: sal (tú); salid (vosotros) / salgamos / salgan / no salgáis. 4. EL NÚMERO VERBAL Indica si el sujeto de la acción que expresa el verbo es individual (singular) o colectivo (plural). Por esto, al cambiar el número del verbo, podemos reconocer el sujeto de la oración. Cuando el verbo es impersonal, se conjuga en singular. 5. EL MODO VERBAL Expresa la actitud del hablante ante la acción o proceso indicados por el verbo. Es objetiva en el modo INDICATIVO (modo “de la realidad”), subjetiva en el modo SUBJUNTIVO (modo “del punto de vista”) y exhortativa en el modo IMPERATIVO (modo de la prohibición o del mandato), que sólo se da en tiempo presente y en dos formas (2ª persona del singular y del plural), pues el resto se suple con el presente de subjuntivo. El uso de uno u otro implica diferencias significativas o de intención (Busco a una chica que tiene / tenga interés; Como llega / llegue tarde, no lo reciben > en la primera frase, con indicativo, el CD “chica” es conocido por el hablante; con subjuntivo, es desconocido. En la segunda 10 frase, con indicativo, la subordinada implica causa y con subjuntivo, condición, posibilidad). Otra forma de introducir matices relacionados con el MODO es el empleo de ciertas perífrasis, llamadas “modales” (de obligación > tengo que salir; hiperbólicas > me hincho a trabajar; de aproximación > viene a costar mil pesetas...). Además, algunos adverbios y construcciones llamados “modalizadores”, tienen valores modales, porque indican la actitud del hablante ante lo enunciado > Probablemente no lo conoce. Cabe señalar, por último, que determinadas construcciones sintácticas exigen el uso del subjuntivo (subordinadas > Quiero que venga / *Quiero que viene). 6. EL ASPECTO VERBAL Informa sobre el desarrollo de la acción, con independencia del tiempo verbal. El aspecto es PERFECTO cuando se indica que la acción o proceso están terminados (tiempos compuestos, pret. perf. Simple, participio > Juan ha perdido la cartera / perdió la cartera). Es IMPERFECTO si la acción no está terminada en el momento en que se habla, se repite o incluso puede seguir desarrollándose (tiempos simples, gerundio, infinitivo > Juan perdía / pierde la cartera (lo hacía o lo hace a menudo). Existen perífrasis aspectuales, que aportan diversos matices sobre el desarrollo de la acción (incoativas: la acción empieza o va a iniciarse > se echó / se echará a llorar; resultativas: la acción ha acabado como resultado de un proceso > tiene resuelto el problema...) Obsérvense los diferentes matices en esta serie en tiempo pasado (ocurre lo mismo en presente o en futuro): salió – salía – había salido – estaba saliendo – iba a salir – se disponía a salir – hubo salido. 7. LA VOZ VERBAL Nos informa acerca del sujeto de la acción o proceso: indica si la ejecuta (sujeto agente) o la recibe (paciente). De ahí la diferencia entre ACTIVA y PASIVA. Puede darse la pasiva perifrástica en cualquier tiempo, modo y persona, y puede combinarse con otras perífrasis > Fueron premiados; habría sido premiado; Tendrán que haber sido premiadas; Debías de haber sido premiada... Recordemos que algunas gramáticas recogen la llamada voz MEDIA, en la que el sujeto no realiza la acción ni la recibe, sino que la “padece” > El bolso se rompió. La pasiva perifrástica se forma con el auxiliar SER conjugado y el participio del verbo principal: fueron obtenidos, habían sido trasladadas, serán recogidos, son elegidas… Puede llevar C.agente, que es un S.Prep. con preposición “por” y, en contadas ocasiones, “de”: La noticia fue publicada por la prensa”; “La noticia era de todos conocida”. La pasiva refleja se forma con el morfema independiente SE y el verbo en 3ª persona del singular o del plural, que concuerda con el sujeto paciente: “Se publicó la noticia” o “Se publicaron las noticias”. No suele llevar C.Agente. Es más ágil y su uso es preferible al de la perifrástica en muchos contextos, como es el caso de la información periodística. Algunas gramáticas recogen la llamada pasiva resultativa. Se construye con el verbo ESTAR como auxiliar, conjugado, y el verbo principal en participio. Puede llevar C. Agente: “Antonia está castigada por sus padres”. 8. PERÍFRASIS Y LOCUCIONES VERBALES Son agrupaciones de palabras que, sintácticamente, funcionan igual que un verbo y son núcleo del predicado. Se diferencian en que las PERÍFRASIS están formadas por verbos (un auxiliar conjugado y el principal en forma no personal) y pueden llevar preposiciones y conjunciones, mientras que las LOCUCIONES están formadas por palabras de distinta categoría gramatical entre las cuales hay un 11 verbo > Hemos de ir / viene aprobando / voy a salir (perífrasis); dar a luz / meterse por medio / ponerse a mal / dar por descontado (locuciones). Las perífrasis pueden ser: de infinitivo, gerundio y participio. Además se clasifican en aspectuales, si señalan el estado en que se encuentra la acción (empezó a llorar, suele venir, viene costando...) y modales, si indican posibilidad, duda, hipérbole... (se hinchó a comer, podemos pedir, tienes que saber...). Las locuciones tienen un sentido figurado (que no es la suma de los significados de las palabras que las forman): Hacer la vista gorda, echar de menos Algunos ejemplos de locuciones verbales: caer en la cuenta, cambiar de chaqueta (Fig.), dar a Pueden combinarse varias perífrasis en un solo núcleo verbal: Podrían haber tenido que estudiar. Se pueden combinar también perífrasis y locuciones: Ha debido de dar a luz esta mañana; ¿Siempre tienes que meterte por medio?; Ella venía dando por descontado que cobraría los atrasos. entender, dar que hablar, dar que pensar, darse cuenta, echarse a perder, echar de menos, hacerse añicos, hincar los codos, jugar con fuego, liarse a golpes, llamar la atención, montar en cólera, no dar la gana, ponerse por medio, salirse con la suya, tener en cuenta, tomar en consideración, volver en sí... 9. EL SINTAGMA VERBAL: Su estructura es: NV (+ complementos) o CÓP + ATRIB (+ CI) (+ CC). No necesariamente en ese orden. El verbo, núcleo del SV (Pdo), puede llevar distintos tipos de complementos. CD, CI, CC, SUPL, C.AGENTE, C. PVO. 10. LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO Infinitivo: acción sin desarrollar. Aspecto imperfecto. Tensión plena. Equivale a un nombre, funciona como tal e incluso puede llevar determinantes y adyacentes (un cantar sevillano). Introduce subordinadas de infinitivo (sustantivas o adverbiales) con preposición o sin ella (Tener un piso en Granada es no tener nada; Fuimos allí para verlo). A veces se usa como imperativo (¡A callar! *¡Callar! *¡Callaros!). Gerundio: Acción en curso de desarrollo. Aspecto imperfecto. Equivale a un adverbio y puede desempeñar las funciones del C.C de Modo (subordinadas adv. modales: vino corriendo) o indicar otras circunstancias (causa, condición...Llamando así, no te abren; Llamando así no te abrirán...) También pueden equivaler a una prop. subordinada adjetiva (Juan, temiendo las consecuencias, no fue = que temía...). Puede formar una cláusula absoluta con su propio sujeto ( Viniendo él, todo se arreglaría =condicional). Participio: Acción acabada. Aspecto perfecto. Equivale a un adjetivo y desempeña sus funciones (Juan es atrevido). Forma las oraciones pasivas con Ser o Estar. Si funciona como adyacente del sustantivo, puede hacerlo dentro de la oración simple, si los complementos que lleva son propios del adjetivo (Es un chico muy atrevido / muy querido), o como equivalente de una prop. subordinada adjetiva, si lleva complementos propios de su carácter verbal (Juan, condicionado por las circunstancias, no lo hizo). También puede formar cláusula absoluta (participio absoluto) con sujeto propio, y tener valor circunstancial (Hecho esto, salió con prisa; Acabada la batalla, se instauró la paz; Una vez agrandado el patio, podrás jugar). 12 Algunos verbos que rigen Suplemento son: abstenerse (de), abusar (de), adaptarse (a), afiliarse (a), apiadarse (de) arremeter (contra), arrepentirse (de), atenerse (a), atreverse (a / con), beneficiarse (de), burlarse (de), carecer (de), complacerse (con), comprometerse (a / con), conformarse (con), dedicarse (a), depender (de), desconfiar (de), desistir (de), dictaminar (sobre / acerca de), discrepar (de / en / con), empeñarse (en), enorgullecerse (de / por), enterarse (de), extrañarse (de), fiarse (de), habituarse (a), homologarse (con), insistir (en), jactarse (de), negarse (a), obstinarse (en), optar (a / por), pugnar (por), rebajarse (a), reponerse (de), resignarse (a), retractarse (de), solidarizarse (con), sospechar (de), transigir (en / con), valerse (de), vanagloriarse (de), vengarse (de), vincularse (a)... &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& ESTUDIO DEL ADVERBIO 1. DEFINICIÓN: Clase invariable de palabras (no experimenta flexión de género ni de número), cuya función sintáctica principal es la de complementar al verbo (ad-verbum). Complementa también a otro adverbio, a un adjetivo o a una oración entera (son los llamados modificadores oracionales, complementos oracionales o modalizadores). Hay adverbios que actúan como nexos (funcionan como una conjunción: donde, cuando, mientras...) aunque a veces mantengan su significado y, por tanto, su valor circunstancial. Los adverbios admiten afijos y pueden experimentar gradación, como el adjetivo. LOS ADVERBIOS PRONOMINALES: o Deícticos (Deixis: referencia, consiste en el hecho de señalar un referente). Obsérvese que “Aquí” significará cosas distintas en función del lugar en que se pronuncie: aquí, ahora, ya, entonces... 2. CLASIFICACIÓN: Atendiendo a su significado, son: de lugar (aquí, lejos, arriba, encima, detrás...), de tiempo (hoy, ya, recién, ahora, antes, luego, temprano...), de modo (así, bien, como, + adverbios en – mente), de cantidad (apenas, todo, mucho, bastante, cuanto...) de afirmación (sí, bueno, efectivamente, naturalmente...), de negación (no, tampoco, nunca, jamás...), de deseo (ojalá, así...), de duda , posibilidad o probabilidad (quizás, posiblemente, acaso, seguramente...), de exclusión, inclusión o adición(sólo, aun, incluso, además...), de identidad (propiamente, precisamente, concretamente, exclusivamente, inclusive...), otros (viceversa, justo, siquiera, consecuentemente...). Desde el punto de vista funcional, hay adverbios relativos (donde, cuando, cuanto y como), interrogativos (dónde, cuándo, cuánto y cómo) y exclamativos (qué y cuán –si preceden a un adjetivo: ¡Qué bonito es!). Si atendemos a su forma, pueden ser primitivos (ayer, bien, recién, etc.) o derivados (felizmente). 3. COMPLEMENTOS DEL ADVERBIO: Como en el caso del adjetivo, el adverbio puede ser modificado en su significación por prefijos y sufijos, pero éstos afectan al análisis morfológico, no al sintáctico. Como Complementos del Adverbio en la oración tenemos: Otro adverbio que lo cuantifica: tan bien, extremadamente cerca, muy rápidamente... Un sintagma preposicional: cerca de su casa (nótese cómo, en otros casos, el adverbio forma una locución prepositiva y sólo sirve de nexo: encima de la mesa > el análisis es diferente) 4. FUNCIONES DEL S. ADVERBIAL: Complemento circunstancial del verbo, con verbos predicativos y copulativos: Llegamos demasiado tarde, Te espero arriba, Te amaré siempre, Nunca está bien, No me llames más... 13 Atributo, con verbos copulativos: Mi familia está estupendamente, Eso no me parece bien... Complemento de un adjetivo (cuantificador): muy interesado, tremendamente aburridos, poco útil... Complemento de otro adverbio (cuantificador): muy poco, tan mal, casi totalmente... Modificador o complemento oracional (modalizador): En ocasiones, el adverbio (y expresiones con valor adverbial) no modifica al verbo, no indica una circunstancia de la acción, sino que modifica toda la oración porque expresa la opinión o la actitud del hablante ante lo enunciado: Desgraciadamente, no vino. Obsérvese la diferencia: Tristemente, ha fallecido / Ha fallecido tristemente. En el primer caso, el adverbio no tiene función en la oración (pertenece a la enunciación, es un C.Oracional), mientras que en el segundo es un CC de Modo. 5. OTROS DATOS: Las locuciones adverbiales desempeñan, como el adverbio, la función de C.circunstancial o de Atributo: Lo hizo a tontas y a locas, Estaba a solas con su pena... Las proposiciones subordinadas adverbiales pueden cumplir la función de CC en la oración compuesta. Los adverbios funcionan como nexos conjuntivos (subordinantes) y pueden funcionar en su proposición como CC: Cuando llegues, avísame; Lo dejé donde me dijiste. Los adverbios donde, cuando, como y cuanto pueden introducir subordinadas de relativo. El más habitual y culto es “donde”: Vivía en la casa donde nació. Puede ocurrir que un adverbio interrogativo introduzca una prop. Sub.sustantiva: No sé dónde está; Dinos cuándo vas a volver. &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& ESTUDIO DE LAS PREPOSICIONES Y CONJUNCIONES 1. DEFINICIÓN y FUNCIÓN: Tanto preposiciones como conjunciones son clases de palabras que se caracterizan por ser invariables (no experimentan ningún tipo de flexión). Sirven para unir otras categorías gramaticales o bien para enlazar proposiciones dentro de los enunciados, funcionan como NEXOS. La relación que establecen entre las palabras que unen es la siguiente: Las preposiciones: siempre subordinan, establecen relación de dependencia de unas palabras con respecto a otras (equipo de música, café con leche) o de unas proposiciones con respecto a otras (Eso depende de si quieres hacerlo; Estamos satisfechos de contar contigo). Las conjunciones: pueden coordinar palabras (Tu padre y tú no os entendéis), proposiciones (Me llevaré el coche, pero veremos dónde lo aparco), o subordinar unas proposiciones a otras (Creo que no lo haces bien; Me pregunto si vendrá; Aunque no lo diga, está enfermo). De hecho tenemos dos clases de conjunciones: coordinantes y subordinantes. 14 2. CLASIFICACIÓN DE LAS PREPOSICIONES Preposiciones propias: a – ante – bajo – con – contra – de – desde – en – entre – hacia – hasta – para – por – según – sin – sobre – tras Otras preposiciones: A la lista tradicional debemos unir durante y mediante, cuya naturaleza es de participios latinos de presente, pero que siempre sirven para subordinar (durante la guerra > en la guerra; mediante su ayuda > con su ayuda). También podemos incluir las palabras pro y vía. La primera es un cultismo de uso muy restringido (asociación pro derechos humanos); la segunda pertenece al lenguaje jurídico, administrativo, institucional o político (Esto se consigue vía sindicatos; El partido se transmite vía satélite). Los adverbios conjuntivos donde, cuando y como actúan como preposiciones cuando introducen sustantivos (y en el caso de como, también adjetivos): Voy donde tu amigo; Trabaja como camarero; Cuando la guerra se vivía mal; Me tienen como tonto. Son anticuadas, pero se emplean sobre todo en la lengua literaria, preposiciones como cabe (=junto a), so (=bajo), allende (=al otro lado de), aquende (=a este lado de): Se sentaron cabe el fuego; Lo hizo so pretexto de calmarla; Allende el Océano...; Aquende los Pirineos... Las preposiciones son palabras átonas, excepto según, que, además, es la única que no antecede a formas de complemento de los pronombres, sino a formas propias de sujeto: Según tú (no según ti) Además de enlazar palabras, indican qué tipo de relación semántica se establece entre ellas: Vivimos en un paraíso (lugar); Vamos a Cádiz (destino); Venimos de Cádiz (procedencia); Cógelo con el tenedor (instrumento); Habló ante el jurado (en presencia de); Lo puso sobre la mesa (lugar, encima de); Lloraba por su accidente (causa), etc. Pero algunas actúan como meros índices de relación, están totalmente vacías de significado: Vamos a entrar; Confío en que piense así; Me alegro de verte, etc. En este último caso se incluye el uso de la preposición cuando introduce un Complemento Predicativo (que, en principio, es una función desempeñada por un SN o un S.Adj: Estuvo de cónsul en Burdeos; Trabaja de contable en una empresa; Te tengo por discreto, etc. Algunas preposiciones pueden agruparse de modo que el conjunto forme un nexo complejo: Es bueno para con sus amigos; Es bueno de por sí; Compramos dos de a diez pesetas; Resucitó de entre los muertos; etc. Locuciones prepositivas: están constituidas por dos o más palabras que forman un conjunto sintácticamente indivisible, que funciona como una preposición: a causa de, de acuerdo con, con relación a, en relación con, a fin de, respecto de, junto a, de cara a, acerca de, en virtud de, conforme a, con arreglo a, debido a... (Los sustantivos y adjetivos que las componen son siempre invariables) Algunos adverbios de lugar y tiempo seguidos de la preposición de forman también, para algunos gramáticos, locuciones prepositivas: encima de (= sobre), detrás de (=tras), debajo de (=bajo)... Pero también pueden considerarse S. Adverbiales = núcleo adverbial + C.Adv. 3. CLASIFICACIÓN DE LAS CONJUNCIONES: A) Conjunciones coordinantes: Enlazan palabras, grupos sintácticos u oraciones, sin establecer ninguna relación de dependencia. Sintácticamente, los elementos enlazados son del mismo nivel: Vi a Juan y a Pedro (dos CD); Pedro es simpático pero vago (dos Atributos); Estudio mucho, mas no logro aprobar (dos proposiciones: ninguna depende de la otra). Las conjunciones coordinantes se clasifican, a su vez, en: 15 Copulativas: Y (variante “e”, ante “i-” o “hi-”, esta última si no forma diptongo: Pedro e Isabel; fuego y hielo), ni (=y no). Las conjunciones y, ni pueden ser meros elementos expresivos con valor enfático: ¡Y me lo dices ahora!; No tengo ni idea. La conjunción que toma valor coordinante en expresiones fijas que indican repetición de acciones: Estaba llora que llora; dale que dale; erre que erre. La palabra como adquiere valor conjuntivo coordinante en su unión con los adverbios también y tampoco: No se lo dije a Juan como tampoco a su hijo (=y tampoco) Disyuntivas: ofrecen la posibilidad de elegir entre dos o más opciones. Son “o” y “u” ante “o-, ho”. A veces aparece la conjunción reforzada por el adverbio bien: O comemos en mi casa, o bien En ocasiones, se repite ante cada proposición: O vienes o te quedas (imposible en la interrogación) La conjunción o puede tener en algunos contextos el valor de adición propio de y. Si la alternancia y la adición se dan conjuntamente, no es necesario emplear la fórmula doble y/o, como a menudo se hace. Basta con una conjunción: Esto lo pueden hacer los hombres y las mujeres; los hombres o las mujeres) vamos a un restaurante. Distributivas: El significado distributivo es una variedad del de alternancia. Para expresarlo nos servimos de adverbios correlativos bien...bien; ya...ya; ora...ora; que han pasado a ejercer labor propia de conjunciones: Ya seas bueno, ya seas malo, te querremos siempre. Ilativas: la segunda proposición supone una consecuencia de lo expresado en la primera. Son conjunciones ilativas conque, luego; y locuciones conjuntivas: así pues, pues bien, de forma que, de manera que, así que, de modo que, por lo tanto... Adversativas: Aportan el significado de contraposición entre los dos elementos unidos. Unas indican restricción o corrección: pero, aunque, mas (Intenté ayudarte pero no pude). También se utilizan locuciones conjuntivas: no obstante, sin embargo. La conjunción sino (sino que) indica exclusión y precisa de una primera proposición o elemento negativo (No intentó ayudarte, sino fastidiarte; No iré a Estados Unidos, sino que me quedaré en España). La conjunción aunque sólo es adversativa cuando se puede sustituir por pero y, si coordina oraciones, la segunda va en indicativo: Juan es listo aunque vago; Tengo una casa, aunque es pequeña. De lo contrario, es subordinante concesiva. Explicativas: Son locuciones coordinantes explicativas o sea, es decir y esto es: Ella se quedó en casa, es decir, no quiso salir; Estas dos palabras son sinónimas; o sea, tienen el mismo significado. El segundo elemento o proposición aclara el del primero. B) Conjunciones y locuciones conjuntivas subordinantes: Antes de ver cuáles son, aclararemos el concepto de locución conjuntiva. Se trata de secuencias constituidas por dos o más palabras indivisibles sintácticamente que desempeñan la función de una conjunción. Ya se han visto algunas de carácter coordinante (o bien, o sea, es decir, así que...), pero la mayoría son subordinantes (una vez que, dado que, a no ser que, puesto que, tan pronto como, con tal de que, para que, desde que, hasta que, ya que, según que, siempre que, mientras que...) 16 Completivas: Son que y si. La conjunción que es la más frecuente entre las subordinantes. Introduce subordinadas en función de sujeto (Me consta que ha venido) y de CD (Sé que ha venido). Para otras funciones, necesita la preposición: No di importancia a que me insultaran (CI); Confío en que apruebes (C.Rég.); Tengo esperanzas de que me llame (CN), etc. La conjunción si introduce interrogativas indirectas, que pueden cumplir distintas funciones con respecto a la principal, según lleven o no preposición: No me importa si ha llovido (Suj); No sé si ha venido (CD); No me acuerdo de si era mayor que yo (C.Rég.); etc. Causales: Son porque, como, pues, dado que, puesto que, ya que... Introducen un significado de causa, motivo o razón: El suelo está mojado porque ha llovido; Como tiene quince años, no la dejan entrar. Finales: Son para que (para + infinitivo), a fin de que, que, a que... Hay otras fórmulas para expresar temporalidad: La vi al pasar; Hecha la tarea, podrás salir. También se puede indicar el modo de la acción principal con otros mecanismos lingüísticos: Se hace la salsa añadiendo mantequilla; Ganamos la carrera sin esforzarnos. Condicionales: Son si, como, cuando, con tal que, siempre y cuando, siempre que, a no ser que. Significan condición o hipótesis ( Iré a tu casa siempre que te portes bien; Como no te vistas ya, no llegamos; Si no lo sabes, pregunta; Cuando no ha llamado, por algo será) Véase que como exige subjuntivo (Si lleva indicativo, es causal o modal: Como no te vistes, me marcho; Háblale como si fuera un niño) que digan, no tengo intención de hacerlo. Modales: No hay verdaderas conjunciones modales, pero cumplen su función los adverbios conjuntivos como y según: Lo hice como pude; Preparé los macarrones según indicaba la receta. La concesión se puede expresar mediante otras fórmulas: Pese a quien pese, me operaré; Digan lo Temporales: Son, entre otras, en cuanto, tan pronto como, cada vez que, una vez que, cuando, mientras...: Tan pronto como lo supe, se lo dije; Cuando no van las cosas bien, es mejor retirarse a tiempo. Aunque algunos gramáticos no las consideran locuciones conjuntivas, incluiremos también formas como con vistas a que, con el fin de que, con miras a (Me preparo con vistas a que me den trabajo) Concesivas: Aportan el significado de concesión y son aunque, por más que, por mucho que, si bien, aun cuando...: No me convencerás aunque insistas; Por más que me llames, no saldré contigo; Ha subido la gasolina, si bien no en todo el país. Se puede indicar la causa mediante otros procedimientos: Al haber tenido que trabajar, no he podido asistir al concierto; Lloviendo tanto, no podremos salir (valor causal – condicional) Otras fórmulas para indicar condición: Diciéndolo así, te creerán; Dicho así, suena bien (modalcondicional)... Comparativas y consecutivas: La conjunción que se combina con adverbios intensivos para introducir secuencias comparativas y consecutivas: Miente más que habla; Trabajo menos que tú; Es tan buena que todos la quieren. Son ejemplos de comparativas las dos primeras y consecutiva, la tercera (la proposición introducida por que indica consecuencia de la intensidad con que se produce lo expresado en 17 la principal). Las comparativas también se introducen por como: Es tan alto como yo; No presume tanto como dices. Preposiciones y conjunciones funcionan como nexos, labor que también desempeñan los relativos (pronombres, determinante y adverbios), si bien estos últimos cumplen otra función nominal en su proposición, de ahí que no los consideremos como tales nexos en el análisis sintáctico. Por otra parte, las distintas relaciones entre proposiciones se pueden expresar sin necesidad de tales nexos: mediante yuxtaposición o utilizando otros mecanismos lingüísticos (formas no personales del verbo, construcciones fijas...) &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& LA INTERJECCIÓN. Aunque la incluiremos aquí porque algunas gramáticas la mencionan como categoría gramatical, la interjección no es una clase de palabra sin más: en realidad tiene un sentido completo y equivale a un enunciado. Son palabras que ponen de manifiesto la emotividad del hablante (función expresiva pura) y no señalan ningún referente. Las interjecciones se clasifican en propias (¡Ah!, ¡Oh!, Ea, ¡Uff!...) e impropias (¡Vaya!, ¡Demonios!, ¡Toma!...) Éstas últimas son palabras que ya no funcionan como sustantivos, verbos, etc., que son en su origen. ► Estas notas suponen un compendio de los rasgos principales de cada una de las clases de palabras. Para completarlas, deberás servirte de tu libro de texto, donde tienes algunos cuadros que pueden serte útiles, así como explicaciones más detalladas sobre algunos aspectos concretos de la morfología nominal y verbal: procedimientos para la flexión de grado en el adjetivo; usos y valores de “se”, etc. También puedes encontrar en tu libro algunas aclaraciones sobre sintagmas y funciones, así como usos estilísticos o desplazados de algunas palabras. 18