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Respuesta a la carta 40 de Madre Mazzarello
Hermanas
Muy querida Madre!
Estamos
felices
de
dirigirnos
nuevamente a usted a través de estas
líneas. Le agradecemos la sabiduría
que nos transmite al dejarnos sus
cartas, a las que nos acercamos con
veneración y como a una fuente
para beber de la riqueza de su
corazón de Madre.
En sus palabras vemos todo un
proyecto de vida, un camino de
perfección y renovación, la tarea de
la caridad y verdadera obediencia, el testimonio de su humildad y sencillez de
corazón nos fortalecen para continuar caminando en la búsqueda de la santidad en
lo cotidiano.
Madre, se sobrepasó en el agradecimiento, no podría ofrecernos nada mejor que la
comunión.
Como usted ya ha iniciado su vida de resurrección, su incesante crecimiento siempre
hacia adelante, hacia arriba, hacia la plenitud, su experiencia se encarna en la
nuestra cada vez que sentimos, obramos, buscamos… ahora, una súplica por todas sus
hijas, en especial por las que inician la formación. Hágase la encontradiza si nos ve
bajar la guardia, vacilar o retardar respuestas. Estamos listas a escucharla y a
actuar fielmente con su “estilo”.
Le contamos que en nuestra comunidad tenemos también un especial cuidado por las
celebraciones, sobre todo en enseñar a las aspirantes y postulantes a unir la mente y
el corazón a las palabras. A las fiestas, impregnadas de alegría, sencillez, compartir
fraterno y fervor, les damos vida a través de la música que se enseña y se aprende con
esmero, porque como decía Don Bosco “una casa sin música es como un cuerpo sin
alma”.
Con gozo le compartimos que tenemos una hermosa experiencia de comunidad
formadora, que nos sentimos hermanas y que procuramos hacer las cosas con el único
fin de agradar a Dios. Con gusto le daremos sus saludos a nuestros capellanes, que
son para nosotros padres y hermanos, con quienes hemos tenido una favorable
experiencia de fraternidad.
No sólo le enviamos un millón de saludos, sino y sobre todo, un gracias de corazón,
por haber iniciado, recreado y alimentado esta obra de Dios. Nos sentimos orgullosas
de ser sus hijas. Rece siempre por nosotras que desde aquí sentimos su presencia
continua.
Sus afectísimas hijas en Jesús.
Sor Lina María Echeverri y Hermanas del Aspirantado.
Postulantes
Querida Madre Mazzarello:
La carta que nos enviaste llenó de alegría
nuestros corazones, pues tus palabras
alientan nuestro camino de seguimiento,
queremos acoger tu invitación a ser
postulantes de hechos y no de palabras y
que esto se nos note siendo coherentes en la
vida
fraterna
y
apostólica,
fundamentadas en la oración y en una
confianza plena en las mediaciones que
Dios va poniendo en nuestro camino.
También nos haces un fuerte llamado a
vivir como María una obediencia alegre
que queremos hacer concreta en la
disponibilidad en la entrega de cada día
yen la docilidad a las exigencias de la formación.
Se despiden con cariño tus hijas postulantes que desde América se encomiendan a tu intercesión.
Aspirantes de Segundo
Viva Jesús, nuestra querida madre
maría Mazzarello, que alegría recibir
tan oportunamente su carta, que nos
invita a recorrer caminos hacia la
verdad, abriendo nuestro corazón a la
gracia de Dios y así poder crear
convicciones solida, que nos ayuden a
vivir en humildad haciendo de nuestro
cotidiano algo extraordinario por que
le queremos poner la novedad del amor
que es Cristo. Hacer vida lo que enseñabas a tus primeras misioneras, la confianza a
nuestras formadoras especialmente con nuestra directora pues tenemos la certeza que
es ella, la mediación de Dios en nuestro camino de formación. Queremos acoger la
invitación que nos haces de ser responsable en nuestro apostolado y poner el corazón
en lo que hacemos ya que es todo0 por el señor.
Madre, gracias por sus palabras que animan nuestro deseo de ser todas de Jesús, nos
confiamos a tu intercesión ante Jesús y la auxiliadora.
En el corazón de Cristo aspirantes de segundo.
Karin Viviana, Linda, Laura y Jessenia.
Aspirantes de Primero
Querida Madre:
Nos alegramos al recibir tu carta. Agradecemos con gran gozo la invitación que nos
haces a ser coherentes y autenticas. Nos motivas a seguir perseverando en nuestra
vocación y aumentas en nosotras el espíritu de fraternidad, de amor por el instituto y
el carisma, que se hace concreto en la cotidianidad.
Con esta carta nace en nosotras la confianza de
ponernos en las manos de la directora teniendo
presente que es Dios quien actúa por medio de
ella.
Quienes te aman, Tus nuevas hijas,
Aspirantes de primero 2011