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LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Contexto histórico El Imperio romano de Occidente se disolvió en el siglo v d. C. Sucumbió bajo la presión de los pueblos germanos, que lo invadieron y atomizaron en diversos reinos: francos en la Galia; ostrogodos en Italia; suevos, vándalos y alanos en Hispania; anglos, jutos y sajones en las islas Británicas. El Imperio romano de Oriente perduraría mil años más, convertido en un imperio cristiano con capital en Constantinopla (Bizancio). Esos mil años entre la caída de los dos imperios constituyen la Edad Media. Diez siglos marcados por la aparición del feudalismo como forma política y social, la cristianización de los pueblos germanos y el protagonismo de la Iglesia católica, única institución que mantiene su identidad y pujanza en Europa. En la Alta Edad Media (siglos V a X) los diferentes reinos se disputarán la hegemonía e intentarán recomponer el imperio caído. Esa pretensión casi se hace realidad con Carlomagno, coronado emperador en el año 800, y con Otón I en el siglo X. En el siglo VII ha surgido un Islam que se difunde por Oriente medio y el norte de África, hasta penetrar en la península Ibérica y ser frenado por Carlos Martel en Poitiers. La Plena Edad Media (siglos XI a XIII) está marcada por el conflicto entre los reinos cristianos y los invasores musulmanes. Al final de esta etapa nacen las primeras universidades, se instituye la Inquisición, se fundan las órdenes mendicantes y triunfa el arte gótico. En la Baja Edad Media (siglos XIV y XV) Europa es diezmada por la peste negra y sufre la guerra de los Cien Años, entre Francia e Inglaterra. La economía en la Alta Edad Media es rural. La tierra es la principal fuente de riqueza, y a ella se asocian directamente sus dos actividades básicas: la agricultura y la ganadería. La caída del Imperio romano lleva consigo el abandono de las ciudades, el refugio en el campo, y la práctica desaparición del comercio y la moneda. La economía de la Plena Edad Media es feudal. En la parte superior de la pirámide social, los señores latifundistas se benefician del rendimiento de las tierras asignadas a los siervos. El comercio mediterráneo desaparece por la inseguridad que provoca el Islam. En la Baja Edad Media, las guerras, la peste, las malas cosechas y las enfermedades se ceban sobre la población europea. La gran mortalidad, que hace caer la producción y la demanda, provoca la crisis de la economía rural y de la industria artesanal urbana. Desde el punto de vista político, la Alta Edad Media se caracteriza por la formación de los primeros reinos europeos y la definición de los dos poderes que van a pugnar durante toda la Edad Media: el espiritual de la Iglesia y el temporal de la nobleza. En la Plena Edad Media las monarquías feudales lucharon entre sí por la supremacía, y comienza el predominio de la Iglesia sobre el poder temporal (teocracia pontificia). Al final de esta etapa se inicia un proceso de separación entre la Iglesia y el Estado. En las ciudades, para dar participación a la burguesía, surgieron, por iniciativa de los monarcas, las primeras Cortes (Estados Generales o parlamentos). En esa institución, los tres estamentos sociales más influyentes el clero, la nobleza y la burguesía estarán representados ante el Rey para fijar impuestos y elaborar leyes. En la Baja Edad Media entró en crisis el poder temporal del papado y se inició un proceso emancipador de las ciudades, al mismo tiempo que los monarcas trataron de aumentar su poder frente a la nobleza. En el aspecto social, los germanos que invadieron el Imperio estaban integrados por tres clases sociales: la nobleza, los guerreros y los esclavos. 1 LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Surge el fenómeno del monaquismo (proliferación de monasterios), y se va configurando la sociedad feudal sobre la relación fundamental del vasallaje. La estructura social en la Plena Edad Media está formada por tres grupos: el clero, la nobleza y los campesinos. Clero y nobles son grandes latifundistas dedicados a la oración y a las armas. Esta estructura social se ampliará con la irrupción de la burguesía, nueva clase que irá aumentando riquezas y protagonismo social y político. En la Baja Edad Media, la mala situación económica afecta sobre todo a los campesinos y se traduce en revueltas. La baja nobleza, arruinada, emigra a la ciudad. Al mismo tiempo fue acentuándose el proceso diferenciador entre la alta burguesía (ricos comerciantes) y la baja (artesanos). Contexto cultural La escolástica. La cultura en la Edad Media, y también la filosofía, será judía, musulmana y cristiana. A la filosofía cristiana se la denomina “escolástica” porque nace en las escuelas monacales, catedralicias y palatinas. También entendemos por “escolástica” el cuerpo doctrinal elaborado en estos centros de estudio, donde a menudo enseñan y aprenden hombres creativos y con grandes capacidades críticas. Además de teología y filosofía, en estas secuelas se enseñaba el trivium (gramática, retórica, dialéctica) y el quadrivium (geometría, aritmética, astronomía y música). La primera escolástica nace en la Escuela de Aquisgrán, fundada por el emperador Carlomagno a finales del siglo VIII, y se extiende por toda Europa, cultivada por pensadores de la talla de san Anselmo y Pedro Abelardo. Sus temas centrales son las relaciones entre fe y razón, y la demostración racional de la existencia de Dios. La madurez de este pensamiento da lugar en los siglos XII y XIII a la alta escolástica, representada por san Buenaventura, santo Tomás y Duns Escoto. La escolástica decadente cierra este movimiento filosófico en el siglo XIV. La escuela que más contribuyó al despertar de la cultura fue la palatina creada por Carlomagno y confiada en 781 a Alcuino de York. Este sabio, formado en la escuela episcopal de Jarrow, organizó la enseñanza en tres grados: 1. Leer, escribir, conocer nociones elementales de latín vulgar y comprender sumariamente la Biblia y los textos litúrgicos. 2. Estudio de las siete artes liberales (trivium: gramática, retórica y dialéctica; quadrivium: aritmética, geometría, astronomía, música). 3. Estudio profundo de la Sagrada Escritura. Las universidades. El auge de la escolástica no se da en las escuelas mencionadas, sino en una institución fundamental, alumbrada por ellas: la universidad. En las grandes ciudades, la rivalidad y otros problemas derivados de la existencia de varias escuelas monacales, catedralicias y palatinas, aconsejó la unificación en una especie de gremio o sindicato que determinara y garantizara los deberes y los derechos de alumnos y profesores. Así nacieron las Universitas magistrorum et scholarum, o, en la fórmula de Alfonso X, Ayuntamiento de maestros e escolares. Destacaron la universidad de París; la de Bolonia, especializada en Derecho; la de Salerno, especializada en Medicina; las de Nápoles, Oxford y Toulouse. En España, las primeras universidades se erigieron en Palencia y Salamanca. 2 LA FILOSOFÍA MEDIEVAL La consolidación de la universidad tuvo varios efectos relevantes. Al lado de los poderes tradicionales -la Iglesia y la nobleza- se formó un tercer poder, el Studium o la clase de los intelectuales, que alcanzó un notable protagonismo social. El segundo efecto es la apertura a maestros y alumnos procedentes de todas las clases sociales: la comunidad universitaria es una nueva casta formada precisamente por los más heterogéneos elementos sociales. Siglos más tarde la universidad será aristocrática, pero en la Edad Media es radicalmente democrática. En las universidades se discutieron muchas cuestiones teológicas y filosóficas, utilizando el denominado método escolástico. Consistía en defender una tesis aportando no sólo las razones a su favor, sino también las posibles objeciones y las respuestas a esas objeciones. La mentalidad predominante en la Edad Media fue la cristiana: el hombre medieval vivía convencido de la verdad religiosa, y su meta era la salvación eterna. No trabajaba para enriquecerse y progresar en este mundo. Lo importante era cultivar el espíritu con el objetivo de salvar el alma. La mitad de los días del año eran fiestas religiosas. El más allá era el verdadero destino del ser humano, y a su logro había que dedicar la vida presente. A finales del siglo XIV comienza a transformarse esta mentalidad: se abre paso cierta justificación moral y religiosa del enriquecimiento, que permitirá el advenimiento paulatino de la sociedad moderna capitalista y la caída del feudalismo. La ciencia y la técnica medievales tuvieron sus mejores representantes entre los musulmanes. Fueron ellos quienes introdujeron, en el siglo IX, el molino de viento, las lentes de aumento que posteriormente permitirían el invento del telescopio-, la pólvora, la porcelana y el papel. También inventaron instrumental médico para intervenciones quirúrgicas, antisépticos como el alcohol y diferentes productos farmacéuticos. Otra aportación decisiva fue la numeración arábiga, que acabó por adoptarse en Occidente y permitió el desarrollo de las matemáticas y de las ciencias. Los problemas de la filosofía medieval La filosofía medieval ha de enmarcarse en el contexto de las religiones monoteístas, que sustituyeron al politeísmo griego y romano de la Antigüedad. Tanto el Imperio romano como los conquistadores germanos adoptaron el cristianismo como religión oficial. Las tres religiones monoteístas se pusieron en contacto con la filosofía para entender mejor los contenidos de la fe. Los filósofos griegos más traducidos e influyentes fueron Aristóteles y Platón. Aunque algunos aspectos de su pensamiento eran incompatibles con las tres religiones de la Biblia, otros puntos aconsejaban su empleo. Este aprovechamiento selectivo lo llevaron a cabo santo Tomás con Aristóteles, y san Agustín con Platón. El pensamiento agustiniano tiene una enorme importancia en la Edad Media. En su estela, la figura más señera será san Anselmo, que en el siglo XI elaboró el célebre argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios. Fuera de la influencia cristiana destaca el filósofo musulmán Averroes, en el siglo XII. Su pensamiento resultó polémico por sostener la primacía de la filosofía sobre la teología, el carácter eterno de la 3 LA FILOSOFÍA MEDIEVAL materia, y por negar la inmortalidad del alma. Su importancia radica en haber incorporado a Aristóteles a la discusión filosófica. Los filósofos judíos más importantes, Avicebrón y Maimónides, vivieron en el siglo XII español. En el siglo XIII, Tomás de Aquino afirma que la fe y la razón son dos fuentes compatibles y complementarias de conocimiento. Para demostrar la existencia de Dios, reelabora argumentos griegos y romanos, y propone cinco vías que parten del mundo creado y concluyen la existencia del Creador. Santo Tomás también piensa que la ética y la política se fundamentan en el respeto a una ley natural que tiene a Dios por autor. En el siglo XIV, el franciscano Guillermo de Ockham, con un pensamiento muy diferente al de santo Tomás, sostendrá la separación entre la razón y la fe. Decidido empirista, Ockham piensa que la razón sólo puede aplicarse al mundo de la experiencia sensible, y que el mundo invisible de la fe no es racional. Aunque se centraron en la reflexión sobre Dios y en las relaciones entre la fe y la razón, los filósofos medievales abordaron casi todos los grandes problemas filosóficos, tal como resumimos a continuación. • El problema de la realidad se ciñe en la reflexión sobre un mundo creado y un Dios creador: cómo es posible la creación y cómo puede demostrarse la esencia y la existencia de Dios. • El problema del conocimiento se centra en la relación entre la fe y la razón, y propone cuatro soluciones: 1. 2. 3. 4. Primacía de la fe (san Agustín y su escuela). Primacía de la filosofía (Averroes). Compatibilidad y autonomía (santo Tomás). Separación (Ockham). Sobre el origen y la naturaleza del conocimiento racional encontramos tres posturas: 1. Iluminación divina. Escuela agustiniana. 2. Abstracción a partir de la experiencia sensible. Tomás de Aquino. 3. Generalización. Ockham. • El problema de los universales está ligado al del conocimiento. Si todo lo que existe es singular y concreto, ¿cómo es que nuestras ideas son universales y abstractas? En el capítulo dedicado a Ockham veremos las cuatro soluciones propuestas: 1. 2. 3. 4. Realismo exagerado (escuela agustiniana). Conceptualismo (Pedro Abelardo). Realismo moderado (santo Tomás). Nominalismo (Ockham). • El problema del ser humano aborda la naturaleza del alma, su inmortalidad y su relación con el cuerpo humano. • El problema ético plantea el origen y la naturaleza de las normas morales. San Agustín y santo Tomás ponen el acento en su origen divino (heteronomía moral), mientras Ockham destaca la función interpretativa de la conciencia (autonomía moral). En cuanto a su naturaleza, santo Tomás hace derivar las normas 4 LA FILOSOFÍA MEDIEVAL morales de la inteligencia divina, plasmada en la naturaleza humana (naturalismo o racionalismo). Ockham, por el contrario, las hace derivar de la libérrima voluntad divina (convencionalismo moral). • El problema político se pregunta por las relaciones entre la Iglesia y el Estado, por el origen del poder, la naturaleza de las leyes y su adecuación a la ley natural. Sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado encontramos tres posturas: 1. Subordinación del Estado. Es el teocratismo político, de inspiración agustiniana 2. Autonomía y complementación, sobre el respeto común a la ley natural (Santo Tomás). 3. Separación completa (Ockham). Para los filósofos medievales resulta indiscutible que el poder procede de Dios, pero discrepan sobre el modo de entender esa procedencia. 1. La postura teocrática sostiene que los gobernantes reciben legítimamente el poder a través del papa. 2. Para santo Tomás y Ockham, es el pueblo quien recibe el poder directamente de Dios y lo transfiere al gobernante. Influencia e importancia de la filosofía medieval Los filósofos medievales se centraron en compatibilizar su credo religioso con el pensamiento griego. De su esfuerzo surgieron, en el ámbito cultural cristiano, dos grandes filosofías: el agustinismo platónico y el tomismo aristotélico. En el siglo XIV, Ockham criticó estos planteamientos, rompió con la tradición escolástica y marcó el paso a la filosofía moderna. El agustinismo platónico fue la filosofía predominante durante ocho siglos -del V al XIII- en el occidente cristiano. Su esfuerzo en la vía interior para llegar a Dios y su “ama y haz lo que quieras”, además de ser propuestas muy actuales, han inspirado a san Juan de la Cruz y a santa Teresa de Ávila. Los logros literarios y espirituales de estos místicos forman parte del patrimonio cultural de la humanidad. Desde el punto de vista político, la distinción agustiniana entre la “Ciudad de Dios” y la “Ciudad terrenal” marca por primera vez en la historia de Occidente una nítida separación entre el Estado y la Iglesia. Sin embargo, esa distinción también justificó el predominio del poder espiritual de la Iglesia, dando lugar al teocratismo político, un modelo habitual en la Edad Media y en la Época Moderna. El tomismo aristotélico fue modelo de filosofía católica durante siglos. Su insistencia en el respeto a una ley natural, superior a cualquier ordenamiento legal, es uno de sus mayores logros. Influyó en la renacentista Escuela de Salamanca (Vitoria, Molina, Suárez, Bartolomé de las Casas), pionera en la defensa de los derechos naturales de los indios americanos. También influyó en los personalistas cristianos del siglo XX (Maritain, Mounier), impulsores de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, promulgada tras la Segunda Guerra Mundial. El ockhamismo, con su radical separación entre la fe y la razón, incentivó una actitud de observación de la naturaleza. Así dio lugar a una 5 LA FILOSOFÍA MEDIEVAL importante actividad científica cuyos frutos llegan hasta la ciencia moderna. Esta tajante separación de la fe y la razón también dio lugar a un cierto fideísmo, al pensar que la filosofía nada puede aportar a la fe, y que ésta debe aceptarse aunque sea absurda. Por último, cabe señalar que el nominalismo de Ockham influyó en el empirismo británico, tradición filosófica que llega hasta nuestros días. 6