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INFORME ECONÓMICO SEMANAL Nº 613
- BUENOS AIRES, 18 DE MAYO DE 2007 -
Más de 60% tienen escasa calificación
5 millones de asalariados
trabajan en “negro”
 A pesar de que la economía continúa creciendo a tasas elevadas por quinto año
consecutivo, el stock de trabajadores informales no se reduce. En el segundo semestre de
2006 el empleo en negro afectó a 3,3 M de trabajadores en los 28 aglomerados
considerados por la EPH, la misma cantidad que en la segunda mitad de 2003.
 Extrapolando esta cifra a toda la población urbana, el fenómeno alcanza a 5 M de
personas que no cuentan con obra social o cobertura médica, sueldo anual
complementario, aportes a la seguridad social y pocas chances de una jubilación futura.
 Como consecuencia del gran número de trabajadores no registrados, el estado pierde
en concepto de aportes patronales $ 800 M mensuales.
 Analizando por nivel educativo, 62% de los empleados en negro posee una
calificación formal inferior al secundario completo. Esto representa una notoria
diferencia con respecto al sector formal, donde quienes terminaron el secundario
representan la mitad (31%) del total de los trabajadores registrados.
 La informalidad en el sector privado alcanza al 50% de los trabajadores; tan sólo se
redujo 4 puntos con respecto a 2003. Esta reducción es escasa comparando con el sector
público donde cayó de 36% a 19% en el mismo período.
 La informalidad afecta principalmente a las empresas pequeñas. En firmas con
menos de 5 empleados el 83% de los trabajadores no está registrado. En este sentido, las
pymes utilizan la informalidad y el salario efectivamente desembolsado como una
herramienta más de competitividad.
 Así, la diferencia entre el sueldo de un trabajador formal y uno informal (con la
misma calificación y el mismo nivel educativo) puede llegar a ser de más del doble.
 El empleo no registrado es utilizado como una variable de ajuste por los empresarios:
cuanto mayor es el incremento del salario formal -por encima del aumento de la
productividad laboral-, menor la reducción del empleo en negro.
 Por el lado de la oferta, la solución pasa por aumentar la educación formal y la
calificación de la mano de obra.
 En síntesis, la informalidad se explica por una conjunción de incentivos que
beneficia a ambas partes. Los empresarios pagan menores cargas sociales y los
trabajadores reciben un salario mayor o, en algunos casos, significa resignarse a la única
alternativa viable de conseguir empleo.
 Si bien el empleo no registrado implica menores costos y ciertas ventajas en el corto
plazo, no contribuye al desarrollo económico-social.
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La informalidad laboral no cede
IES Nº 613
No disminuyen los trabajadores en negro
En los 28 aglomerados
relevados por la EPH el
empleo en negro afecta a
3,3 M de trabajadores, la
misma cantidad que en la
segunda mitad de 2003.
A pesar de que la economía continúa creciendo a tasas elevadas por
quinto año consecutivo, el stock de trabajadores informales no se reduce.
Según datos de la EPH -para 28 aglomerados urbanos1- en el segundo
semestre de 2006 el empleo “en negro” afecta a 3,3 millones de
trabajadores, la misma cantidad que en la segunda mitad de 2003.
En términos relativos, la informalidad pasó de afectar al 50% de los
asalariados en 2003 a 43% el año pasado. La mejora se explica por el
fuerte ritmo de crecimiento del empleo formal (y, por ende, una menor
gravitación de los no registrados), ya que el número de trabajadores
informales se mantiene constante.
La situación es incluso peor a la de 2001 tanto en términos relativos
(39% de los asalariados) como en el stock (alcanzaba a 2,3 millones de
trabajadores).
Evolución del Stock de Trabajadores
-28 aglomerados urbanosInformales
Extrapolando esta cifra a
toda la población urbana
el fenómeno alcanza a 5
M de personas.
Miles de personas
8000
Formales
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
II 03 III 03 IV 03
I 04
II 04 III 04 IV 04
I 05
II 05 III 05 IV 05
I 06
II 06 III 06 IV 06
Fuente: Ecolatina
Extrapolando el nivel actual de informalidad2 a toda la población
urbana el fenómeno alcanza a 5 millones de personas, la gran mayoría
de los cuales se encuentra en una situación de desprotección: sin obra
social y/o cobertura médica, sueldo anual complementario, y aportes a la
seguridad social, entre otros beneficios. Además son reducidas las
chances de acceder a una jubilación futura y perciben sueldos que se
encuentran muy por debajo del salario mínimo.
El Estado pierde por
informalidad laboral
$800 M mensuales.
Por otro lado, como consecuencia del gran número de trabajadores
no registrados, el estado sufre una pérdida considerable de recursos:
puede estimarse que la merma en concepto de aportes patronales rondaría
los $ 800 millones mensuales.
1
Para que la serie sea comparable se tomaron los 28 aglomerados de la EPH. Se excluyeron 3 aglomerados
adicionales que incluye la EPH desde el tercer trimestre de 2006.
2
La población de referencia de la EPH equivale a 61% de la población total y a 67% de la población
urbana.
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La informalidad laboral no cede
La creación de puestos de trabajo y la rápida reducción del
desempleo en los últimos años son datos muy destacables, pero persiste
la preocupación por la calidad del empleo. Si la economía crece a tasas
chinas durante 5 años seguidos y aún así no se reduce la cantidad de
empleados en negro, surgen dudas de cómo se puede desmantelar esta
fuente de pobreza e inequidad en procesos de crecimiento menos
impactantes. Al mismo tiempo, preocupa por supuesto la relevancia que
podría adquirir esta situación ante una desaceleración marcada en el
ritmo de actividad.
Cómo se caracteriza la informalidad
Una de las características más remarcables de la informalidad laboral
es que no distingue género: de cada 10 trabajadores informales, 5 son
hombres y 5 mujeres. Sin embargo, la mujer es la más afectada: apenas
tres años atrás su gravitación en el universo de informales era de 45,5%.
56,1% de los
trabajadores en negro
están en Gran Buenos
Aires.
Desde el punto de vista geográfico, 56,1% del total pertenecen al
Gran Buenos Aires. Vale destacar que si bien el Noroeste explica una
porción no muy relevante del desempleo informal nacional (debido a la
escasa población en términos relativos), en esa zona casi 50% de los
trabajadores son no registrados.
En el análisis por edades, el 74% de los informales tiene más de 25
años. Sin embargo, son justamente los más jóvenes los que crecieron en
forma vertiginosa en los últimos años (pasando de constituir el 16% en
2003 a 23% en 2006).
62% de los asalariados
informales posee una
calificación formal
inferior al secundario
completo.
En cuanto al nivel educativo, 62% posee una calificación formal
inferior al secundario completo. Resulta llamativo la profundización de
las deficiencias educativas en los informales ya que en 2003 ese grupo
equivalía a 48%. A su vez, es notoria la diferenciación con el sector
formal de la economía, donde quienes no terminaron el secundario
representan 31% del total de los trabajadores registrados.
Caracterización de la Informalidad
- 2do sem 2006Calificación Laboral
Profesional
4%
No calificado
48%
INFORMALIDAD
43,1 %
Técnico
6%
Operativo
42%
Nivel Educativo Formal
Inferior o igual a
Primaria
completa
39%
Sup. Univ inc.
20%
Sec. Compl.
18%
Sec. Inc
23%
Fuente: Ecolatina
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La informalidad laboral no cede
Por último, se destaca que 9 de cada 10 empleados informales
trabajan en el sector privado. Y en lo que respecta al tamaño de las
empresas, los trabajadores de las pymes son los más vulnerables.
Una herramienta competitiva
Definir los lineamientos políticos adecuados para reducir este
fenómeno, más allá de la “radiografía” de la informalidad, exige
determinar aquellos sectores en los cuales el problema impacta de
manera más marcada. Además de caracterizar a los trabajadores
informales, se necesita conocer a qué sectores afecta.
La EPH señala que las mujeres y los jóvenes son dos de los grupos
más afectados (48% de las mujeres y 62% de los jóvenes tienen empleo
informal). También es clara la relación inversa entre educación e
informalidad: los grupos más capacitados son los que menos sufren del
empleo no registrado.
También, se observa que la gran mayoría de los trabajadores con
problemas de subocupación están empleados “en negro” (83%) y que la
informalidad alcanza el 50% del empleo privado. La reducción luce
magra si se considera que a fines de 2003 alcanzaba al 54%. En
contraposición, en el sector público bajó de 36% a 19% durante el mismo
período.
En las firmas con
menos de 5 empleados,
83% de los
trabajadores son
informales.
Uno de los rasgos más destacable en materia de políticas públicas es
que afecta principalmente a las empresas con poco personal. En aquellas
firmas con menos de 5 empleados, 83% de los trabajadores son
informales (mientras que en 2003 eran 74%). En cambio en las empresas
de más de 40 empleados, se redujo de 26% a 20% en los últimos 4 años.
Brecha Salarial - Formales vs. Informales
2º Semestre 2006
Calificación
Profesional
Técnico
Operario
No calificado
Nivel educativo
Secundaria incompleta
Secundaria completa
Universitario completa
Salario mensual en $*
Formal
Informal
Brecha
salarial
1.998
1.355
1.215
835
1.214
709
502
317
65%
91%
142%
163%
990
1.232
1.619
353
503
1.018
181%
145%
59%
*Se toma el universo de los asalariados con ocupación plena.
Las pymes utilizan la
informalidad y el
salario efectivamente
desembolsado como
una herramienta más
de competitividad.
Fuente: Ecolatina en base a EPH
En este sentido, las pymes utilizan la informalidad y el salario de
bolsillo como una herramienta más de competitividad. No sólo las
remuneraciones tienden a ser más reducidas sino que también se evaden,
de acuerdo a los números oficiales, buena parte de las cargas sociales. La
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La informalidad laboral no cede
brecha salarial entre trabajadores formales e informales en relación de
dependencia con similar nivel educativo/calificación es muy amplia
En algunos casos la diferencia llega a ser superior al doble y la
brecha disminuye para los rangos salariales más altos. Esto
probablemente se debe al sesgo en las respuestas de ingresos en la
encuesta. Generalmente suelen reportarse sueldos inferiores a los
efectivos para los salarios más elevados -que en términos generales son
los registrados-.
El desafío de incluir a los informales
En teoría, la informalidad puede asociarse a la baja productividad de
la mano de obra y a los menores costos relativos para los empresarios.
La informalidad se
explica por la conjunción
de incentivos que, en el
corto plazo benefician a
ambas partes:
empresarios y
trabajadores.
Podría inferirse que lo que explica la informalidad es una conjunción
de incentivos que beneficia a ambas partes. Para los empleadores, el
ahorro -al menos transitorio- de las cargas sociales. Para los empleados,
percibir un salario neto mayor y/o conformarse con la única alternativa
bajo la cual puede conseguir empleo.
Asimismo, la informalidad incide significativamente en las pequeñas
empresas y justamente como éstas son una fuente fundamental de
generación de empleo, surge la necesidad de implementar políticas que
incentiven la formalización de personal. Las pymes, en general, no
acceden al crédito y solventar las cargas sociales representa una pesada
carga en aquellas firmas sin escala competitiva y que deben adaptarse
para sobrevivir.
Informalidad por sector productivo en GBA
2006
2001
TOTAL
Serv.dom.
Serv. soc y salud
Enseñanza
Adm púb.y seg soc.
Un enfoque sectorial del
problema sea
probablemente la forma
correcta para encarar el
análisis, dada la
heterogeneidad entre
actividades.
Serv. fin. inm. alq. y emp.
Transp. alm. y com.
Hoteles y rest.
Comercio
Construcción
Industria
Fuente: Ecolatina
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
También, es útil diferenciar la problemática que enfrenta cada rama
de actividad, debido a la fuerte disparidad entre sectores. Un enfoque
sectorial del problema probablemente sea la forma correcta para encarar
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La informalidad laboral no cede
el análisis, ya que cada sector de la economía representa un desafío en si
mismo.
Así, por ejemplo, mientras que en el servicio doméstico y en la
construcción la informalidad alcanza al 90% y al 70% de los
trabajadores, en otros sectores como la enseñanza o la administración
pública este porcentaje no supera el 20%. Por otro lado, la dinámica
también es diferente: en los servicios sociales y la salud o en los
servicios financieros la gravitación de los empleados no registrados se
encuentra en aumento mientras que en transporte y comunicaciones
exhibe cierto retroceso.
Por el lado de la oferta
laboral, resulta clave
mejorar la educación
formal y la calificación
operativa.
Por el lado de la oferta laboral, resulta clave mejorar la educación
formal y la calificación operativa. Estas políticas no son un gasto sino
una inversión en capital humano, recurso fundamental para generar
riqueza y aumentar la capacidad productiva.
Por último, es interesante notar que el empleo no registrado también
es una variable de ajuste para los empresarios. En un informe previo3, se
afirmó que cuanto mayor es el incremento del salario formal -por encima
de la productividad laboral-, menor tiende a ser la reducción del empleo
“en negro”.
Surgen, entonces, dos preguntas: ¿es posible que en el mediano plazo
la economía absorba los costos de formalizar la gran masa actual de
trabajadores “en negro? ¿Esta abundancia de asalariados informales es
un elemento competitivo para determinados sectores luego de la
devaluación?
Es deseable adaptar el
modelo productivo para
que todos los
trabajadores cuenten con
la protección laboral
mínima que requiere
cierto equilibrio social.
Más allá de las respuestas, es innegable que si bien el empleo no
registrado puede implicar menores costos económicos para los
productores en el corto plazo, no ayuda al desarrollo económico-social.
Es deseable adaptar el modelo productivo -incluso a costa de pérdidas
transitorias en términos de competitividad o crecimiento- para que todos
los trabajadores cuenten con la protección laboral mínima que requiere
cierto equilibrio social.
Presidente de Ecolatina: Alberto Paz
Economistas a cargo del informe: Ricardo Delgado; Rodrigo P. Alvarez; Carlos
Garcia Petroni; Lorenzo Sigaut (h.); Daniela Bossio. Asistente: Javier Paz.
3
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