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El NO francés y holandés al TCE… ¿Otra Europa es posible? El NO francés y holandés al Tratado Constitucional Europeo (TCE), y el impacto que han tenido sobre las opiniones públicas en Europa, ¿significan cuestionar la evolución de la construcción económica, política y social de la UE en los últimos años?. Se ha votado No por numerosas razones, tanto europeas como nacionales. Pero, el temor a una rebaja de las normas sociales y al auge del neoliberalismo, a la inseguridad y a la precariedad del trabajo, a las altas tasas de paro, han sido elementos decisivos. Esta situación constituye una oportunidad histórica para lanzar un amplio debate democrático sobre la naturaleza del proyecto europeo que queremos. Para dar un contenido concreto a esta “encrucijada” en la que se encuentra en la actualidad el proceso de construcción europea, suscitada por el fracaso que han supuesto los referéndum los días 29 de mayo (Francia) y 1 de junio (Holanda), la izquierda europea debe de realizar un profundo ejercicio de reflexión y de alternativas que nos permita avanzar hacia el reforzamiento del “modelo social europeo” basado en conciliar crecimiento económico sostenible con altos niveles de bienestar (Estado del Bienestar) para los ciudadanos en el actual contexto de la globalización. Una de las primeras consecuencias de este proceso ha sido “La rebelión ciudadana” (Vidal-Beneyto, EL PAIS, 18 Junio 2005) o constatación de la “brecha política” entre ciudadanos (“democracia participativa”) e instituciones europeas/clase dirigente (“democracia representativa”) que puede convertirse en ruptura. ¿Existen dos “ideas” de Europa?: la neoliberal y la del “modelo social europeo”. ¿Existe confusión?. Es decir, ¿falta una “idea de Europa” en estos momentos de fuerte impacto de la tecnología, la mundialización de la economía…?. En todo caso, es claro la falta de “liderazgo político”, al estilo de los “padres fundadores” (Schuman, Monet…) o, más recientemente; Jacques Delors… y, especialmente, desde la Social Democracia europea: ¿dónde está el Partido Socialista Europeo?. Más grave, desde la misma opción política aparece Alemania (Schröeder) y Gran Bretaña (Tony Blair) con modelos europeos contrapuestos. En el caso de España: ¿cuál es el modelo o idea de Europa que defiende (defenderá en la actual crisis) Rodríguez Zapatero en este largo año de paréntesis de reflexión en el que “estará congelado” el actual TCE?. Mientras, las consecuencias del NO francés y holandés las fuerzas del “sí crítico” (CES, izquierda socialdemócrata…) se encuentran ante la responsabilidad de “gestionar el no” y de dar alternativas, contenidos… con capacidad de influir políticamente desde el compromiso ciudadano (movimientos sociales), evitando la “ruptura” o aventurerismo político. Los ciudadanos exigen con razón una acción urgente de parte de los dirigentes europeos. No actuar no haría sino alentar a los que 1 se oponen al proyecto europeo (“euro escépticos”) que buscan, al mismo tiempo, la forma de debilitarlo. En este sentido, nos parece oportuno contribuir al debate a partir de estas primeras reflexiones y propuestas que nos hagan converger políticamente con otras corrientes políticas socialistas y movimientos sociales en el ámbito nacional y europeo, especialmente los sindicatos. Nos parece que es una responsabilidad que no podemos eludir. Como apunta la CES y otros movimientos sociales a nivel comunitario (ATTAC..) es la hora de realizar acciones y movilizaciones para restaurar la confianza en Europa mediante la promoción de la Europa Social, los avances políticos y sacar a la economía europea del marasmo, reconduciéndola a la vía del crecimiento sostenible: 1. Explotar los efectos de la sinergia entre los pilares económico, social y medioambiental reforzando la Estrategia de Lisboa, superando la visión neoliberal de primero la competitividad y, después, lo medioambiental y lo social. Efectuar un desplazamiento de los gastos y de los impuestos hacia las categorías que tienen un mayor impacto sobre la demanda global. 2. Petición del Consejo y del Parlamento a la Comisión de retirar todos los proyectos de directivas europeas de liberalización que están en curso (directiva Bolkenstein, directiva sobre el tiempo de trabajo, sobre los transportes ferroviarios, etc....). Moratoria sobre las negociaciones del AGCS en la OMC. 3. Reunión de urgencia del Eurogrupo para exigir del Banco Central Europeo y del Banco Europeo de Inversiones una modificación substancial de la política monetaria, orientándola hacia el crecimiento sostenible. 4. Compromiso de desarrollar una verdadera política para el empleo, fijando en concreto una "puesta a cero" del Pacto de Estabilidad. Se necesita una nueva Iniciativa Europea para el Crecimiento, invitando a los Estados miembros a establecer planes nacionales de relanzamiento económico, coordinados en el ámbito comunitario, incrementando las inversiones en prioridades de la Estrategia de Lisboa: investigación, educación y formación, políticas activas en materia de mercado de trabajo, infraestructuras, vivienda social, tecnologías limpias y fuentes de energía renovables. 5. Aumento substancial del presupuesto europeo para llevar a término una política social y para aumentar los fondos estructurales con destino a los nuevos países entrantes a fin de ayudarlos en su desarrollo, en vez de estimular el dumping social y fiscal así como las deslocalizaciones. 6. Evitar la moderación salarial excesiva que tendría como efecto mantener la economía en un estado de depresión y podría volcar este débil nivel de inflación en 2 deflación. Fortalecer la autonomía de los interlocutores sociales en materia de negociación colectiva con el fin de asegurar salarios decentes y equitativos El hecho de que una cuarta parte de las personas que trabajan corren el riesgo de caer en la pobreza muestra a las claras que empleos más numerosos y más crecimiento no significan necesariamente menos pobreza. 7. Creación de medidas para la supresión de los paraísos fiscales y para la promoción de tasas globales y de armonización fiscal en Europa, incluida una más eficaz ayuda a los países en desarrollo (0,7 % del PIB, anulación de la deuda…) y compromiso con los ocho Objetivos del Milenio. 8. El desafío demográfico se enfrenta al problema del envejecimiento de la población, del descenso de los índices de natalidad y también a la cuestión de la inmigración. Es necesaria una estrecha cooperación entre el nivel nacional y europeo en relación al desarrollo de políticas sociales de protección hacia estas poblaciones. 9. Reforzar la dimensión de igualdad entre hombres y mujeres, introduciendo referencias a las políticas que hay que aplicar: cuidado de niños y ancianos, revisión de los sistemas salariales, permisos parentales… de forma que sea realizable el principio de conciliación de la vida laboral y familiar. 10. Preservar aspectos esenciales del modelo social europeo como es el sistema de Seguridad Social, Pensiones, Salud… evitando su mercantilización. Ampliar la liberalización de estos servicios sin asegurar un estándar mínimo de armonización social abre la puerta al dumping social y salarial. Todo ello, crea un ambiente de amenaza, miedo e inseguridad, alejando a los ciudadanos de sus instituciones y cuestionando su sentido de pertenencia comunitaria. Con estas medidas, a desarrollar de forma inmediata a partir de la Presidencia Británica, se trataría de restaurar la confianza en Europa, superando el rechazo por parte de los trabajadores y ciudadanos europeos de los cantos de sirena liberales y del enfoque empresarial que se traduce en medidas dolorosas e impopulares, de regresión social, en su competencia con las economías de bajos salarios como China o el modelo económico antisocial de EE.UU. El Gobierno del Rodríguez Zapatero debe apostar por nuevas alianzas para llevar adelante una estrategia a través de iniciativas políticas del tipo de las que hemos propuesto con países con los que, a través de las cooperaciones reforzadas, se pueda desbloquear de forma activa el actual impasse de la UE, retomando así -durante 2006-, con mayor confianza y una renovada correlación de fuerzas favorables al modelo social europeo el proceso final de ratificación del actual TCE. Pepe Manzanares-IS PSOE Madrid Madrid, 25 Junio de 2006. 3