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ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL En este MODULO deseo mostrar los hechos más evidentes de la existencia de las enfermedades de trasmisión sexual brindándole información a la Comunidad Educativa para así prevenirla y para que las personas tomen conciencia sobre estas enfermedades y se responsabilicen de sus vidas. Las enfermedades de transmisión sexual, o ETS, como suelen abreviar los expertos, son un grupo de dolencias infecciosas, causadas por diferentes tipos de microbios, cuyo denominador común es que se contagian preferentemente durante las relaciones sexuales. Algunas, como la hepatitis B y el Sida, se transmiten también a través de la sangre. Una gran parte de estas enfermedades se centran en los genitales de ambos sexos. Pero, en algunos casos, también pueden verse afectados otros órganos o zonas, como el hígado, el intestino, las articulaciones, el sistema inmunológico, etc. Este grupo de enfermedades no es homogéneo en sus consecuencias. Algunas pueden llegar a ser graves, causando dolor crónico, esterilidad e incluso la muerte. En cambio otras, si se tratan a tiempo, no son perjudiciales. La clave está en diagnosticarlas a tiempo, ya que se propagan rápidamente. Constituyen un problema importante de salud pública por su elevada incidencia ( a un que a menudo las personas afectadas viven estas enfermedades como vergonzantes y las ocultan, buscando soluciones al margen de la existencia sanitaria habitual o auto medicándose), por las posibles secuelas de algunas de ellas a largo plazo y el riesgo de transmisión y extensión de las infecciones. El contagio se puede producir en el primer contacto sexual y a su vez se puede transmitir a otras tantas parejas posteriores. La transmisión tanto la pueden realizar los hombres como las mujeres y no sólo mediante contacto genital-genital exclusivamente, sino que también a veces mediante contacto genital-oral o genital-anal. Un punto importante es que la persona puede ser portadora de la enfermedad sin saberlo ya que con frecuencia no producen ningún síntoma. Como norma general, el médico debe examinar al adolescente activo sexualmente si presenta dolor, picor, o inflamación en el área genital, ulceras genitales, salida de secreción (exudado) anormal por el pene, hemorragia o flujo anormales, sensación de quemazón al orinar, alteraciones en el ritmo de los ciclos menstruales o dolor durante ellos o dolor durante las relaciones sexuales, en busca de una posible enfermedad de transmisión sexual. La consulta precoz es importante ya que con frecuencia es preciso un tratamiento médico específico, tanto de la persona infectada como de su pareja. Hay pocos datos sobre estas enfermedades en la adolescencia. En algunos estudios se ha demostrado que el 7 % de todos los enfermos tienes entre 15 y 19 años. A continuación enumeraremos en orden de frecuencia e importancia de las enfermedades de transmisión sexual más habituales (existen otras, de escasa incidencia): GONORREA (GONOCOCIA). La gonorrea es una infección que afecta a un gran número de personas en nuestro país. Está producida por el gonococo , un microorganismo que se encuentra preferentemente en zonas templadas y húmedas del cuerpo (el conducto urinario y el cuello uterino sobre todo). Es una enfermedad venérea, es decir, sólo se transmite a través del contacto sexual directo y no se contagia mediante toallas, baños públicos, piscinas, etc. Hay que estar alerta si se observan los siguientes síntomas: secreción purulenta amarillenta por el pene, sensación de escozor al orinar, aumento del flujo vaginal, dolores abdominales o cansancio. Tiene un tratamiento sencillo y efectivo a base de antibióticos, pero si no se cura a tiempo, la infección puede extenderse a otros órganos y ocasionar consecuencias graves, como la esterilidad. SÍFILIS. Antiguamente, era considerada la enfermedad de transmisión sexual más peligrosa, hasta que el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming en 1928 se convirtió en un tratamiento eficaz para controlarla. Está causada por una bacteria llamada treponema pallidum. La vía principal de transmisión es el contacto sexual, pero también puede contagiarla la madre al feto durante el embarazo, a través de la placenta. Evoluciona en tres etapas. En la primera, pocas semanas después del contagio, aparecen unas pequeñas úlceras rojizas ( chancro sifilítico) en la zona donde se ha producido el contacto (genitales, ano, boca...). Las lesiones desaparecen poco después. Unos meses más tarde, los treponemas se extienden a través de la sangre por todo el organismo, dando lugar a diversas lesiones generalizadas: manchas en la piel, ganglios inflamados, fiebre, dolor de garganta, pérdida de apetito y malestar general Estos síntomas pueden desaparecer, incluso sin tratamiento, pero la enfermedad sigue latente. Años después del contacto, la enfermedad continúa la fase latente durante un largo período de tiempo. Si no se aplica un tratamiento, pueden producirse: úlceras en la piel y órganos internos; inflamación de las articulaciones; lesiones de corazón, hígado y sistema nervioso central. Hemos dicho que la sífilis se elimina con antibióticos. No obstante, si no se actúa rápidamente para curarla, existe el riesgo de que las lesiones producidas sean ya irreversibles, cuando se aplique el tratamiento. El virus responsable de esta infección es uno de los más difundidos entre los seres humanos. La transmisión se produce generalmente por vía sexual, pero también a través del contacto con las manos. Úlceras, picazón, fuertes dolores localizados en los genitales escozor al orinar, fiebre y malestar similar al de la gripe, son los principales síntomas. Si no se trata debidamente, puede propiciar el riesgo de contraer diversas enfermedades. Como todas las dolencias de origen vírico, su tratamiento suele ser tedioso en algunos casos. Además, existe la probabilidad de reaparición de los síntomas, especialmente en situaciones de estrés. En caso de embarazo, es necesario mantener un control estricto para evitar daños irreversibles en el niño. Infección por le virus de la inmunodeficiencia humana y SIDA. Infección por le virus de la hepatitis B. Infección de las vías urinarias. Pediculosis púbica (piojos) Sarna. Infección por Trichomona. Condilomas. Infección por Chlamydia. Infección por Candida LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL SE PUEDEN PREVENIR: Es importante conocer a la pareja sexual, aunque a veces la enfermedad no produce ningún síntoma y pasa inadvertida. Los preservativos protegen frente a estas enfermedades, además de usar un buen método anticonceptivo, sobre todo si se asocian con una crema espermicida ( la cual también inactiva algunos microbios causales). Si existe la sospecha de una posible enfermedad de transmisión sexual, debe consultarse al médico para establecer un diagnostico lo antes posible. Debe seguir el tratamiento de una forma correcta, al igual que la pareja sexual. Es conveniente evitar las relaciones sexuales con otras personas durante la fase activa de la enfermedad. HEPATITIS B Y SIDA Tanto la hepatitis B como el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) son dos enfermedades producidas por virus y con mecanismos de transmisión parecidos, aunque con el pronóstico diferente. Ambas pueden presentarse en la adolescencia, ya que dos de los mecanismos implicados en esta edad son: A través de un contacto sexual (heterosexual u homosexual) con una persona infectada ( a partir del contacto con semen, secreciones vaginales o sangre de esa persona). A través de compartir una jeringa con una persona infectada (a partir del contacto con la sangre que queda en el interior). El sida está causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que afecta al sistema inmunitario y lo altera tanto que la persona queda vulnerable a multitud de infecciones fatales. El virus de la hepatitis B afecta al hígado de forma variable dependiendo de cada persona y es el responsable de la mayoría de enfermedades mortales del hígado (hepatitis crónica, cirrosis y cáncer del hígado). Actualmente se está vacunando a los adolescentes frente a la hepatitis B y una de las razones es que se trata de una edad de riesgo: inicio de las relaciones sexuales y del consumo de drogas. Las actitudes preventivas de ambas infecciones también son comunes: En caso de tener relaciones sexuales con persona probablemente infectada (hombre o mujer), debe usarse un preservativo. No deben compartirse las jeringas si se consumen drogas por vía endovenosa. Actualmente la única arma que poseemos es la prevención, que pasa por una buena sexualidad responsable, evitar el consumo de drogas y evitar el embarazo de las mujeres infectadas. En caso de que exista la sospecha de un contacto de riesgo con una persona infectada, se debe realizar la prueba de detección de la enfermedad. Se trata de una técnica sencilla y muy sensible, tanto, que a veces debe repetirse y siempre debe confirmarse un resultado positivo, y que se conoce por el nombre del sistema que se usa en el laboratorio (técnica Elisa). MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS La relaciones sexuales con penetración sexual son las comunes y los datos revelan que el riesgo de embarazo no deseado es inaceptable. Desde el punto de vista y con una pretensión informativa y preventiva, es obligado hablar de anticoncepción. Es evidente que el joven necesita conocer y tener acceso a lo métodos anticonceptivos. Además, deben usarse sin demora ya que la mitad de los embarazos se producen dentro de los primeros 6 meses después de haber iniciado las relaciones sexuales. Los dos métodos más usados y conocidos son el preservativo (condón) y la píldora. LA PÍLDORA También conocida como anovulatorios orales, estas píldoras las toman las mujeres y contiene estrógenos y progesterona, que inhiben la ovulación. De esta manera, no existe liberación de óvulos y por tanto, no es posible la fecundación y el embarazo. Las mayores ventajas de este sistema son: Es efectivo casi al 100%. Es más eficaz que cualquier otro anticonceptivo. Es seguro que las consecuencias de no usarlo, por ejemplo, un embarazo, un parto o un aborto. La mujer adolecente puede estar segura de su uso y controla su propia sexualidad. Además evita tener que pensar en la contracepción durante la relación sexual. No obstante la píldora evita solo el embarazo y no las enfermedades de transmisión sexual. PRESERVATIVO O CONDÓN Aunque la mujer solo puede quedar embarazada, la anticoncepción es una responsabilidad también del varón. Este método lo usan los varones y aunque menos eficaz que la píldora, es altamente eficaz, sobre todo asociado con una Crema Espermicida. Los preservativos son muy baratos y muy accesibles, no tienen efectos secundarios y protegen contra las enfermedades infecciosas de transmisión sexual. Quizás el mayor inconveniente sea la sensación extraña al usarlo y la necesidad de manipulación en plena relación, con la consiguiente alteración de la espontaneidad. Otros Sistemas Anticonceptivos Existen otros métodos, aunque estos son menos indicados en la adolescencia: Los diafragmas, que la mujer se coloca en la vagina recubriendo el cuello del útero, requieren una manipulación compleja y una planificación de las relaciones. Los métodos rítmicos (de abstinencia periódica) el uso de espermicidas y de la esponja vaginal. En adolescentes su eficacia es muy baja. Los dispositivos intrauterinos. Su eficacia es alta pero tienen efectos secundarios como: infertilidad a largo plazo, expulsiones frecuentes, riesgos de hemorragia vaginal y de aparición de una infección genital interna muy grave (conocida como enfermedad inflamatoria pélvica) MÉTODOS NATURALES La “marcha atrás” y los lavados vaginales no son muy recomendados por poco seguros. Además el primero (retirada del pene de la vagina antes de la eyaculación) es frustrante para la pareja. Método de la temperatura basal: se basa en el control diario de la temperatura basal del cuerpo para detectar la ovulación, que se traduce en un aumento de la temperatura. Método del moco cervical: Se basa en la detección de los cambios en el moco cervical coincidiendo con la ovulación, para evitar las relaciones sexuales en los días cercanos a ella. Método de Ogino knaus: La abstinencia sexual se recomienda en los días fértiles del ciclo menstrual según el día teórico del ovulo y la supervivencia máxima teórica del ovulo y del espermatozoide: Se considera inseguro entre el periodo que va desde el décimo día del ciclo hasta el día 17. La lactancia también tiene un cierto efecto anticonceptivo, pero siempre debe asociarse otro método en este período, ya que después del parto pueden reaparecer la ovulación en cualquier momento. Tomado de: sexual.html http://html.rincondelvago.com/enfermedades-de-transmisioncon algunos aportes de http://4.bp.blogspot.com/_s7DHkjleNyI/SvjEtkpnyJI/AAAAAAAAAMw/AjWKIQ3MiR o/s400/enfermedades+de+transmision+sexual.jpg www.google.com.co