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Preparatoria La Salle del Pedregal Ciclo escolar: 2015-2016 Profesor: Alejandro González Gutiérrez Materia: Historia Universal III UNIDAD I. Introducción a la ciencia de la historia Conceptos e importancia del estudio de la historia La presente unidad tiene la intención de brindarte los conocimientos básicos sobre los principales conceptos que definen a la disciplina histórica. En otras palabras, esta unidad tiene por objetivo familiarizarte con la terminología empleada por los historiadores en su oficio. De esta manera, es importante precisar que la palabra historia tiene dos significados: uno se refiere a la acción humana y otra a la investigación que es la tarea específica de los historiadores. Vamos por pasos, hablemos de cada una de ellas. En primer lugar, cuando empleamos el término historia como acción humana, nos referimos a la propia realidad que es modificada por la actividad del hombre a lo largo del tiempo, de cómo los seres humanos construyen su mundo material e ideológico; es decir, de todos aquellos procesos económicos, políticos, sociales, culturales que explican la realidad social en su conjunto. Es fundamental que comprendas que toda actividad humana, la vida misma, es parte de la historia y que todos los procesos que ocurrieron en el pasado tienen consecuencias en nuestro presente. Anteriormente se consideraba que los únicos responsables de la modificación de la realidad histórica eran los grandes hombres: políticos, reyes, magnates e intelectuales. Por esa razón era común que en los libros de historia solo estuvieran presentes las actividades de estos “grandes hombres”, como si la transformación de la sociedad dependiera únicamente de ellos. Hoy sabemos que esto no ocurre así. La historia ha sido y es modificada por los individuos, los grupos sociales y las comunidades sociales en su propia vida cotidiana. Es por ello, que el estudio de la historia se vuelve tan importante pues todos somos parte de ella y en última instancia, nosotros somos los únicos responsables de todo aquello que ha ocurrido en el pasado, de nuestro presente y en definitiva del futuro. Por eso es tan importante su estudio, pues la historia no solo tiene como objetivo conocer lo que ha ocurrido en el pasado; más importante es comprender nuestra propia realidad presente. Como ves, la historia tiene una función social precisa que puede resumirse en que: el estudio del pasado sirve para conocer nuestro presente y poder modificarlo. En palabras del historiador francés Jean Chesneaux “la historia nos ayuda a comprender mejor la sociedad en que vivimos hoy, a saber que defender y preservar, a saber también que derribar y destruir”.1 La historia y el oficio del historiador Desde siempre el hombre ha interrogado su propio pasado, pero no fue hasta el siglo XIX que la investigación histórica pasó de ser una tarea de aficionados para convertirse en una disciplina científica, profesional, cuyo manejo requiere cierta formación académica. Durante mucho tiempo la historia fue entendida como el simple relato de los hechos del pasado. Por esa razón los historiadores solían decir que el objeto de estudio de la historia era el pasado. En el siglo XIX el historiador alemán Leopold Von Ranke precisó que el historiador simplemente debía “mostrar lo que verdaderamente ocurrió.” En el siglo XX la idea de la historia, como el simple relato de los hechos del pasado, fue profundamente cuestionada por muchos historiadores profesionales. De esta manera se llegó a la conclusión que, como decía el historiador francés Marc Bloch, el verdadero objeto de estudio de la historia son los hombres a través del tiempo. Esta definición capta mucho mejor el sentido de la historia como disciplina científica. Si ya mencionamos que el objetivo fundamental de la historia es ayudar al hombre a comprender el mundo en el que vive, entonces podemos concluir que la simple investigación y narración de los hechos del pasado no es funcional para explicarnos a nosotros mismos pues ¿cómo podría afectarnos aquellos hechos que ya ocurrieron hace cien, doscientos o trescientos años? Si la historia solo tomara en cuenta hechos que ya tuvieron lugar, su estudio no tendría ningún sentido. Por eso mismo, cuando hablamos de historia conviene no referimos solo a los “hechos del pasado”; más bien, lo que al historiador le interesa indagar son procesos que se 1 Chesneaux, Jean ¿Hacemos tabla rasa del pasado? A propósito de la historia y de los historiadores, México, Siglo XXI, 2005, p. 22. modifican a lo largo del tiempo. En resumen, la clave que distingue a la disciplina histórica de otras ciencias es el tiempo, los hombres y las cosas cambian porque a su alrededor todo cambia. En una palabra, el mundo se transforma y comprender esas múltiples trasformaciones sociales, culturales, económicas e ideológicas que el hombre ha experimentado a través del tiempo, es la lo que en el fondo le interesa al historiador. La periodización de la historia Para facilitar su tarea el historiador ha dividido el tiempo histórico en: edades, eras, fases, periodos o siglos. La forma más común de periodizar la historia es bajo el esquema occidental que divide la historia en cinco periodos o edades: 1) Prehistoria (que cubre desde la aparición de los primeros homínidos hasta el año 3,000 a.C.), 2) Edad antigua (3,000 a.C. hasta el siglo V d.C.), 3) Edad Media (siglo V al siglo XV) 4) Edad Moderna (siglo V al XVIII) y 5) Edad contemporánea (siglo XVIII hasta nuestros días. Es importante precisar que si bien esta periodización de la historia es la más común, ella no opera para todas las sociedades, pues obedece a un esquema que solo toma en consideración la historia europea para dividir el tiempo. En realidad, cada historiador es que establece con sutileza y finura la duración de un proceso histórico determinado. Así, el historiador se basa en el análisis sincrónico y en el análisis diacrónico como dos herramientas metodológicas que sirven para establecer la duración de los procesos históricos y comprender más claramente aquello que permanece y aquello que se transforma a lo largo del tiempo. a) Análisis sincrónico: Literalmente significa “sin tiempo”. Se refiere al análisis de hechos sin tomar en cuenta una secuencia temporal. b) Análisis diacrónico: Literalmente “a través del tiempo”. Se refiere al análisis de las trasformaciones que experimentan cualquier fenómeno social a lo largo del tiempo. Diacrónico Sincrónico Sincrónico Sincrónico Sincrónico Sincrónico Para comprender estas dos formas de análisis, imagina que estás viendo una película. Estarás realizando un análisis sincrónico si detienes la secuencia y solo ves una escena donde te puedes dar cuenta de los distintos elementos que la componen. Ahora, realizarás un análisis diacrónico si la dejas correr y de esta manera podrás ubicar lo que cambia a lo largo de la película. La historia y su interrelación con otras ciencias La historia como ciencia social, se apoya en otras ciencias que utiliza para analizar un proceso de manera más detallada y compleja. A las ciencias que apoyan a la historia en su interpretación de la realidad social se les conoce como ciencias auxiliares de la historia. Algunos ejemplos de ciencias auxiliares de la historia son: Cronología: Permite la ubicación temporal de los procesos históricos. Psicología: Ayuda a comprender el comportamiento humano en determinadas sociedades y contextos Paleografía: Ayuda a comprender las diversas formas de escritura de determinadas sociedades Numismática: Ayuda a comprender la estructura de una sociedad a partir del análisis de las monedas Arqueología: Aporta conocimientos de la vida cotidiana de determinadas sociedades a partir de la recuperación de vestigios materiales. Antropología: Aporta elementos para comprender las prácticas culturales en determinadas culturas. Economía: aporta elementos para comprender las prácticas de producción, distribución y consumo en las sociedades Geografía: permite ubicar las condiciones espaciales y climatológicas que determinan a las sociedades. Métodos de interpretación histórica Tradicionalmente la historia solo se ocupaba de reconstruir los hechos políticos y las hazañas de los grandes hombres del pasado. Sin embargo, esta visión era sumamente limitada pues dejaba de lado una gran diversidad de temáticas y actores sociales que fueron fundamentales en el curso de la historia. De esta manera, ha surgido una “nueva historia” que reacciona contra el paradigma tradicional de la historia. El historiador Peter Burke resume en siete puntos la oposición entre la nueva historia y el paradigma tradicional para ejemplificar las nuevas perspectivas que han ayudado a enriquecer a la reflexión histórica. 1.-Según el paradigma tradicional, el objeto de la historia es la política. Se suponía que la política se interesaba fundamentalmente por el Estado; en otras palabras, era nacional e internacional; también incluía la historia de la Iglesia como institución y la guerra. La nueva historia por su parte, se interesa en cualquier actividad humana bajo la idea de que todo tiene una historia, es decir que todo tiene un pasado que, en principio, puede reconstruirse y relacionarse con el resto del pasado y el presente. 2.-Los historiadores tradicionales piensan fundamentalmente la historia como una narración de acontecimientos, mientras que la nueva historia se dedica más al análisis de estructuras y procesos pues lo que verdaderamente importa son los cambios ideológicos, económicos y sociales a largo plazo. 3.-La historia tradicional presenta una vista desde arriba, en el sentido en que siempre se ha centrado en las grandes hazañas de los grandes hombres, estadistas, conquistadores, generales, políticos y eclesiásticos. Al resto de la humanidad se le asignaba un papel menor en el drama de la historia. En cambio, los nuevos historiadores se interesan por la historia “desde abajo”, es decir, por las opiniones de una gran diversidad de actores y grupos sociales, de la gente común y corriente y su experiencia del cambio social. 4.-Según el paradigma tradicional la historia solo debe basarse en documentos escritos. Así, el periodo anterior a la invención de la escritura quedó descartado y se consideró prehistoria. Sin embargo, la nueva historia hizo notar las limitaciones de la documentación escrita al señalar que usualmente son registros oficiales que solo expresan el punto de vista de los poderosos y las elites. En todo caso, si la nueva historia se interesa por una gran diversidad de actores sociales, toman en cuenta una gran diversidad de fuentes que no se limitan a los documentos escritos. De esta manera, cualquier producción humana como el cine, la radio, la televisión, las fotografías y los testimonios orales pueden ser utilizados como fuentes para reconstruir la historia. 5.- El paradigma tradicional se basa en brindar explicaciones unilaterales a los hechos mientras que la nueva historia se preocupa por reconstruir los procesos a partir de múltiples causas. 6.- De acuerdo con el paradigma tradicional la historia es objetiva; es decir que el historiador no debía dar su opinión sobre los hechos que investiga y que narra. Como decía Ranke, el historiador solo debe ofrecer al lector los hechos; contar la historia como realmente ocurrió. En oposición a ello, la nueva historia considera que la historia es subjetiva, es decir que el historiador analiza y reconstruye la historia desde su punto de vista particular. Esta nueva interpretación dio nacimiento a una historia mucho más crítica 7.- La historia tradicional considera que la historia solo puede ser pensada y elaborada por eruditos profesionales. La historia solo es cosa de historiadores. Por su parte, la nueva historia considera fundamental la interdisciplinariedad (relación de la historia con otras ciencias) para rescatar una gran diversidad de temáticas más complejas. El historiador toma el punto de vista de antropólogos, economistas, sociólogos, etc., y colabora con ellos. Como puedes darte cuenta, la crítica hacia el paradigma tradicional ha contribuido para que los historiadores se preocupen por reconstruir y analizar los procesos sociales de una forma más compleja y a partir de una serie de temáticas que han ampliado nuestra concepción de los cambios que experimentan las sociedades humanas a través del tiempo. Con el paso del tiempo la historia se ha convertido en una disciplina científica mucho más compleja y los historiadores han desplegado una gran diversidad de “formas de hacer historia”. A continuación te presentamos algunos ejemplos de ello: Historia social: La historia social ha puesto atención en rescatar el pensamiento, las formas de organización y de lucha de una gran diversidad de actores sociales como campesinos, obreros, trabajadores y colectividades. Generalmente analiza las estructuras de clase, los movimientos, huelgas y conflictos sociales que se han desarrollado en diversas sociedades. Historia de las mentalidades: Rescata las manifestaciones culturales que expresan el pensamiento popular y las ideas sobre la realidad que predominaban en determinada época histórica. Historia de la vida cotidiana: Retoma los cambios que experimentan las sociedades y los individuos en su vida diaria. Historia económica: La historia económica se ha preocupado por analizar los cambios en la estructura económica y en las formas de producción en las sociedades. Así mismo, se preocupa por comprender el impacto que ejercen sobre las sociedades las trasformaciones en relaciones comerciales, las crisis económicas, el desarrollo de las industrias, etcétera. Historia de la filosofía: Usualmente se interroga por hacer un análisis preciso de las diversas corrientes y escuelas filosóficas que han contribuido a modificar a nivel teórico y conceptual nuestra concepción del mundo. Como la historia no da respuestas únicas y definitivas, representa una fuente de saber infinita a la que siempre nos acercamos de manera diferente, por ello se le reescribe constantemente, nuestra relación con la historia es activa y el presente es el que marca el tipo de relación que tenemos con ella. Si la historia, como ya se mencionó, nos sirve para entender por qué es así nuestra realidad actual, y con ello formarnos un juicio crítico del pasado y el presente, es con la finalidad de poder intervenir en nuestra realidad en algún momento y de alguna manera. La sociedad puede condicionar nuestra forma de vivir, pero al final, siempre tendremos la opción de modificarla y de hacer de ella algo diferente. Preguntas que pueden ayudarte en la comprensión de lectura 1.- Explica ¿Cuáles son los dos significados de la palabra historia? 2.- ¿Por qué es importante el estudio de la historia? 3.- ¿Cuál es la función de la historia? 4.- ¿Qué importante cambio experimentó la historia desde el siglo XIX? 5.- ¿Cuál es el objeto de estudio de la historia? 6.- ¿Qué distingue a la historia de otras ciencias sociales? 7.- Precisa ¿Cuáles son los principales periodos en que se divide la historia? 8.- ¿Qué es análisis diacrónico? 9.- ¿Qué es el análisis sincrónico? 10.- Menciona al menos 5 ciencias auxiliares de la historia 11.- Señala las diferencias entre el paradigma tradicional y la nueva historia Paradigma tradicional Nueva historia 12.- Con base en la lectura y en tu propia investigación, menciona al menos tres “formas de hacer historia” y precisa sus características