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IMPLICACIONES FILOSÓFICAS DE LA EVOLUCIÓN INTRODUCCIÓN Ciertamente los seres humanos somos seres vivos y compartimos muchas características con los demás animales. Pero si queremos entender lo que nos caracteriza como humanos debemos tener en cuenta otras facetas de nuestra realidad Existe en nosotros una dimensión psicológica, porque somos seres capaces de sentir, pensar, recordar y emocionarnos. También somos seres sociales.porque para sobrevivir tenemos que relacionarnos y convivir con los demás Los seres humanos tenemos una dimensión biológica, una dimensión psicológica, una dimensión social y una dimensión personal LA TRADICIÓN GRIEGA La filosofía griega no es creacionista, sino que defiende una teoría evolucionista (los 4 elementos) y pensaban que el universo proviene del caos. El cosmos naciente de Anaximandro, Anaxímenes y Demócrito estaba rodeado por una envoltura que se parecía a la membrana amniótica. La cosmogonía de Empédocles se basaba en analogías ontogenéticas: “el amor lleva lo igual a lo desigual; el conflicto divide y separa el cosmos, eventualmente en los cuatro elementos primarios (agua, tierra, fuego y aire) en capas concéntrica y no mezcladas. El embrión humano empieza en un estado informe (comparable a la unidad del amor); la diferenciación, elaboración y separación de sus partes refleja la dominancia del conflicto en nuestro periodo y forma el microcosmo de la historia universal. Lo mismo sucede con la primera metafísica materialista representada por el atomismo Por principio suyo empezaremos: ninguna cosa nace de la nada no puede hacerlo la divina ciencia; aunque reprime a todos los mortales el mundo de manera que se inclinan a crecer producidas por los dioses muchas cosas del cielo y de la tierra, por no llegar a comprender sus causas [Lucrecio. De Rerum natura] FIJI9SMO Y EVOLUCIONISMO Durante mucho tiempo predominó la de que la característica de los seres vivos era algo permanente y fijo en el tiempo. Esta teoría denominada fijismo afirma que los seres vivos siempre se han mantenido iguales, transmitiendo finalmente sus características de generación en generación. El fijismo está ligado a la explicación creacionista basado en el relato de la Creación que relata la Biblia. De acuerdo con el creacionismo las especies vivas fueron creadas por Dios al comienzo de los tiempos, Desde entonces las especies vivas permanecen eternamente fijas e inalterables. En la ciencia del siglo XVII esto se plasma en la teoría de la preformación: La teoría de la preformación desde el siglo XVII, recogiendo elementos antiguos y reelaborándolos, partía de que la generación de un ser vivo se realizaba en el cuerpo de uno de los progenitores, de donde surgía enteramente formado. El desarrollo del embrión era un desarrollo de partes ya existentes, pero no propiamente su formación. Esta preformación se podía dar en el huevo de la hembra o en animálculo masculino (ovistas). Dicho preformismo era la otra cara del mecanicismo o bien coincidia con aquél en un doble plano tanto metafísico como científico. Ya que desde la perspectiva del mecanicismo racionalista solo existía una única materia, tanto para lo inanimado como para lo viviente [cuya única propiedad era la extensión] que no dejaba nada al azar y que por consiguiente negaba la génesis espontánea de los seres vivos.. Por consiguiente la génesis de lo viviente sólo era posible explicarla mediante la preformación del embrión. Ahora bién si toda la historia humana estaba preformada en uno de los dos (ovarios de la mujer o el esperma masculino) ¿Cómo iba a poder la selección natural alterar nuestra situación?. Por consiguiente este tipo de explicación excluye la descendencia con modificación Frente a este tipo de teoría comienza a desarrollarse en el siglo XVIII lo que se conoce como la epigenesis “que cree que la complejidad de una forma adulta surgía de un huevo incipientemente informe” Los dos máximos defensores de esta teoría fueron Buffon y Maupertuis propugnando una concepción más dinámica de la naturaleza. Tanto Buffon como Maupertuis centran su reflexión, cada uno dentro de su campo específico, en la posibilidad de una estructura oculta, de un orden subyacente que pueda explicar la reproducción en función de otras coordenadas diferentes y superiores a esos medios viables que no parecen concordar con los efectos. Esa estructura oculta puede ser desvelada si, respecto de los fenómenos de la reproducción. La Naturaleza tiene infinidad de pequeños seres organizados, compuestos de partes orgánicas. Y lo que define a los seres vivos, compuestos de partes, organizados es precisamente esa estructura organizativa oculta, no simplemente los órganos visibles. Por tanto aparecen la reproducción y la organización como categorías fundamentales de lo viviente. Aparece por tanto, también, lo que se define como “moléculas orgánicas” como finas partículas indestructibles que pasan de un ser a otro según la reproducción o la alimentación. EL LAMARCKISMO El primer científico, que desde las perspectiva de la epigénisis y por consiguiente del transformismo, propuso una teoría de la evolución fue Jean- Batiptes Lamarck (17441829). De hecho , filósofo y naturalista, fue protegido por Buffon, que había proporcionado evidencias de la variabilidad de las especies. Botánico, durante gran parte de su vida, zoólogo tardío, estudioso de los invertebrados, Lamarck se declara transformista en su lección inaugural del curso del Museo de historia natural del 1800, y expone su teoría de forma elaborada en su libro Filosofía Zoológica, publicada en 1809. Lamarck parte de dos convicciones básicas: a) del hecho que los seres vivos están distribuidos en una escala que va de los más simples a los más complejos; y b) de la creencia que esa escala no es enteramente regular sino imperfecta´ Por otra parte el lamarckismo defiende que las transformaciones que experimentan las especies vivas se pueden entender partiendo de dos leyes básicas: El uso frecuente y repetido de un órgano produce también cambios en la estructura. “la función hace al órgano” Las modificaciones de un órgano se transmiten de generación en generación. “los caracteres adquiridos se heredan” Por último, Lamarck además de defender que todo organismo tiende hacia lo “complejo”, toma de Buffon el término de “circunstancia para adaptarlo a su teoría. Para llegar a defender que existe una interacción entre el organismo y el medio natural en el que se encuentra aquél. Por consiguiente se defiende que “el medio actúa sobre los seres creando necesidades que movilizan la energía biológica de los organismos, de forma que crean o modifican sus órganos” LA FILOSOFÍA NATURAL EN EL SIGLO XIX Hasta el siglo XVIII el paradigma científico que predomina en la filosofía natural es el creacionismo que afirmaba que “Dios creó la vida, incluido los seres humanos”. Es a partir del siglo XVIII cuando se comienza a fundamentar otro tipo de paradigma que defiende la generación espontánea, es decir que “la vida surgió de la materia inorgánica por generación espontánea” Hay que decir que la teoría de la generación espontánea tiene una larga historia, pues ya la encontramos en antiguo Egipto o incluso en Bailonia; pero sólo a partir del siglo XVIII comienza a tener un desarrollo científico. A lo largo del siglo XVIII y del XIX se va a desarrollar toda una Filosofía Natural, que va a influenciar en la filosfía e incluso en la economía. Entre todas estas figuras va a destacar Malthus. Pero si vamos a hablar de Darwin y del Darwinismo no podemos olvidarnos de Wiliam Pasley teólogo ultranaturalista de los siglos XVIII y del XIX La Teología Natural y la Economía Política: Malthus La combinación que Pasley hizo entre utilitarismo (la búsqueda del bien común) y la teología natural en el siglo XVIII que desarrolla en sus Principios de filosofía moral y política (1785) defendía las relaciones de propiedad existentes (las del capitalismo victoriano), aunque parecieran antinaturales, arbitrarias e injustas. Defendía que tales “derechos de propiedad”, incluso si no se han conferido por derecho natural, sino por disposición de las autoridad civil, deben considerarse inviolables y no pueden ser objeto de expropiación, ya que se deben tratar como si hubieran surgido gracias al “designio divino”. Por otro lado en dicha obra hay también signos de una visión patriarcal de la sociedad que más tarde desaparecería en su obra. Por otro lado Pasley seguía creyendo que era natural que hubiera un cierto grado de caridad pública. Todo esto cambia en la transición al siglo XIX, que es cuando escribe su Teología natural. Pues en estos años la cuestión de la población se convierte en esencial para el naturalismo clerical y se introducía en el discurso de la economía política clásica. Impresionado por este hecho Pasley concluía que “la humanidad de todos los países siempre se reproducirá hasta un punto peligroso”. Esta tesis va a ser esencial para la economía clásica y en particular para Malthus. Aqué fue influenciado por la socialogía de Comte y en particular le impresionó los términos de progreso y de evolución. Malthus estaba de acuerdo con el punto de vista predominante de aquella época: que afirmaba que la población siempre se había mantenido en equilibrio concón los medios de subsistencia. Pero entendía que estos autores no habían entendido era la (1) desproporción que constante existía entre una “población sobrecargada que crecía constantemente, si no se la controlaba, en progresión geométrica, y el crecimiento más limitado de los medios de subsistencias; y (2) el mecanismo, por el cual se produce el equilibrio entre el crecimiento de la población y el aumento de los medios de la población. De estos dos presupuestos se saca una ley salarial en la economía clásica que predomina actualmente: toda tentativa de subida salarial conlleva una subida de precios de la existencia de provisiones. Dicha concepción sirvió para atacar la Ley de Pobres y culpabilizarle de su situación. Por dicha razón este tipo de tesis económica deja la solución de la pobreza (que ven como algo natural) a la caridad. La ley malthusiana de la población estaba pensada de modo tal que desterrase toda idea de que el auxilio de los pobres fuese un “derecho”, y para dejar claro que los elementos pauperizados de la sociedad eran superfluos, y que por lo tanto no había que protegerlos de la inanición. El maltusianismo, como “teoría predilecta” de la burguesía, se convirtió así en una racionalización para la construcción de asilos de pobres. Frente a esto tanto Marx como Engels plantean la noción de ejército de reserva mediante lo cual se defiende que no es el exceso de la población frente al exceso de alimento lo que explica el problema salarial, sino el exceso de población con respecto a los puestos de trabajo. LA TEORÍA DE DARWIN Y LA SELECCIÓN NATURAL La explicación de Darwin es extraordinariamente sencilla. Coincide con Lamarck en la percepción dinámica del mundo; las especies cambian continuamente mediante un proceso de transformación gradual y continuada, exenta de saltos y cambios bruscos. Según Darwin, los organismos semejantes estaban emparentados y descendían de un antepasado común. Este esquema necesitaba de un mecanismo, puesto que el cambio evolutivo no se debe a un simple azar ni a un impulso intersno. Así entraba en juego la idea de selección natural. Como Malthus había sugerido, se produce un crecimiento exponencial de los seres vivo, una reproducción excesiva, hasta el punto de que cada especie podía poblar el planeta. Y sin embargo, podemos observar una estabilidad relativa de las especies, sólo sobreviven algunos de los descendientes, siendo la mayoría masivamente destruidos. Esta destrucción no se produce al azar, sino mediante un proceso selectivo que actúa en dos etapas. En un primer momento se produce una enorme cantidad de variabilidad: generación tras generación aparecen grandes y pequeñas diferencias intraespecíficas. Luego actúa la selección mediante la supervivencia de algunos individuos mediante la supervivencia. La evolución era el producto combinado del azar y de la necesidad, de variaciones fortuitas y de la selección natural. No hacía falta hablar de fuerzas vitales, de distoria dirigida, de finalismo. Así pues la selección natural es el concepto básico de la teoría de Darwin: los mejor adaptados sobreviven y distribuyen sus características favorecidas entre las poblaciones.